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Cálculos estimativos:

Un cálculo estimativo, aplicado a los análisis económicos, puede interpretarse de


varias maneras; en un sentido extremo, puede indicar un cómputo concienzudo, en
tanto que en el otro extremo puede significar aproximaciones planteadas
abiertamente.
La dificultad básica al hacer cálculos estimativos para análisis económicos radica en
que casi todos los proyectos en perspectiva son únicos en su género, en el
sentido de que no son exactamente repetibles las mismas circunstancias de hoy en el
futuro. A pesar de esto, quizás sea posible recopilar datos de ciertos resultados del
pasado que se relaciones con los cálculos, para depurarlos y proyectarlos, con las
debidas precauciones, hacia el futuro. Estos procedimientos de recopilación y
proyección de datos se hallan enraizados profundamente en el campo de la
estadística.

Características de los cálculos estimativos


 Un plan maestro para el desarrollo del producto, para ponerlo a prueba y para las
fases de fabricación y operación.
 Dejar previsiones para el capital de trabajo y para lo que requieran las
instalaciones industriales.
 Poder integrarlo con otros planes de la compañía.
 Valorarlo en función de los objetivos de la compañía respecto a su posición en el
mercado, volumen de ventas, potencialidad de utilidades, y tamaño de la
inversión.
 Tener preparado los controles de operación si se adopta el proyecto.
Evidentemente, un plan formulado completamente puede resultar costoso, tanto en
tiempo como en trabajo, pero debe dedicársele los recursos suficientes para que
sea completo y para que contenga, al menos, cálculos estimativos para el análisis
económico.
Análisis de la situación general:

El análisis de la situación es la base del plan estratégico. En esta etapa del proceso de
planificación, los protagonistas son los datos y los hechos, no las ideas. El FODA es
una de las herramientas que se utiliza para realizar el análisis de la situación y
contrariamente a la práctica común, éste no se construye a través de una “tormenta
de ideas”, sino profundizando en variables tanto externas como internas e
identificando datos y hechos sobre las mismas.
Lo primero que se debe hacer en el análisis de la situación es seleccionar las variables externas e
internas que se van a evaluar. A partir de ahí, se profundizará en datos y hechos de cada variable
analizada. Esto permite sacar conclusiones que, posteriormente, serán llevadas al FODA, como
fortalezas, oportunidades, debilidades o amenazas.

Para realizar el análisis externo, se analizan variables como el entorno político, económico, social,
tecnológico, ecológico y legal, que no se controlan. También es fundamental entender al mercado,
al cliente, a los productos sustitutos y, por supuesto, a la competencia. Estas son algunas variables
que, si se analizan en profundidad, ayudarán a las organizaciones a navegar mejor en un mercado
lleno de amenazas y de oportunidades.

El análisis interno es algo más sencillo. En este, se analizan variables que sí se controlan, como la
tecnología, el portafolio de productos, las marcas y los recursos humanos o financieros entre otras.
Al mirarse a sí misma, a la empresa le será relativamente fácil entender cuáles son sus principales
fortalezas y debilidades.

Cada variable se debe analizar de forma profunda identificando datos y hechos de cada una. Si se
está analizando la variable “entorno económico” del país, no se debe llegar directamente a las
conclusiones, ni reflejar si este es favorable para las inversiones o no. En cambio, es importante
entender datos sobre la inflación, el PBI, las reservas, la tasa de pobreza, el ingreso promedio per
cápita o la evolución del gasto real, entre otros, para a continuación, concluir si el entorno económico
es favorable, o no, para las inversiones. Del mismo tipo de análisis, si se profundiza aún más, por
región, se puede concluir también que determinadas zonas del país ofrecen mayores o menores
oportunidades para la organización.

Este tipo de análisis se realiza con las variables externas e internas. De esta forma será posible
formular conclusiones del análisis externo que, además, serán oportunidades o amenazas sobre las
que la empresa no tiene control alguno. En cuanto a las oportunidades, un error común es reflejar lo
que debe hacer la compañía en forma de estrategia o acción. Qué hacer, se define posteriormente
en el proceso de planificación, no en el FODA o en el análisis de la situación. Del análisis interno, se
sacarán conclusiones que claramente serán fortalezas o debilidades de la organización sobre las
que sí hay control. Las conclusiones del análisis externo e interno se resumen en el FODA.

El FODA de la competencia requiere un trato especial. La competencia debe analizarse


detenidamente y al detalle. Es importante analizar datos y hechos cuyas conclusiones sean
fortalezas o debilidades de la competencia en general o de algún competidor en particular. Además,
las fortalezas previamente identificadas para nuestra compañía serán amenazas en el FODA de la
competencia, y en el FODA de la competencia, nuestras debilidades se transcribirán como
oportunidades. De las conclusiones sobre el entorno político, económico, social, tecnológico,
ecológico y legal, los proveedores, los productos sustitutos, el mercado y el cliente, se identifican las
mismas oportunidades y amenazas tanto en el FODA de la competencia como en el de nuestra
empresa.

Realizar un buen análisis de la situación, es clave en el proceso de planeamiento estratégico.


Este es la base sobre la que se sustenta el plan. Si el análisis no es correcto, tocará sólo la
superficie o no se basará en datos y hechos; en este sentido, el trabajo posterior que se
realice en el proceso de planificación no será el adecuado.

Estado de costos:

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