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TRATAMIENTO DE LAS

DIFICULTADES DE APRENDIZAJE

El tratamiento que llevamos a cabo es un proceso activo que se inicia con


la exploración del estado que el alumno muestra en relación con el aprendizaje
académico, y finaliza con el alta del alumno, cuando éste alcanza cierto grado
de autonomía en su trabajo.

Debe tener, asimismo, un carácter individual y personalizado. Esto es,


adaptándose a las propias características del estudiante con el que se va
a trabajar pues no existe un método único que como tal sirva para recuperar
a todos los estudiantes con Dificultades de Aprendizaje.

Dado que cada alumno es diferente, cada modo de enfocar la intervención


debe ser diferente. Partiendo pues de esta perspectiva, la FUNDACIÓN JUDY
SHARP se plantea en cada caso un programa de trabajo “a la carta” que es
revisado sesión a sesión con el fin de cambiar el curso del tratamiento cuando
fuese necesario y aplicarlo siempre en función del ritmo particular del
propio alumno, sin atosigarle, sin exigirle una incorporación precisa y una
aplicación ágil de las estrategias y procedimientos que le vamos presentando.

Aunque evidentemente la consecución de “velocidad de ejecución” es un


aspecto muy importante, no es lo más prioritario en estos casos, pues dadas
las alteraciones que presenta la organización de los diferentes procesos
mentales que se deben poner en juego, la lentitud se constituye en estos
alumnos como una estrategia compensatoria que favorece el
procesamiento informativo y su empleo preciso durante la realización de
las actividades.

Por lo tanto, partiendo de esta premisa, sustentamos nuestro modo de


trabajar sobre el siguiente principio:

Intervenciones para trastornos de


aprendizaje

Después que usted y su hijo comprendan los resultados de la evaluación, solicite a la


escuela una descripción de las intervenciones o servicios de apoyo que puede
ofrecerle. Esto comenzará a ofrecerle una visión clara e integral de lo que le espera a
su hijo.

Su decisión acerca de estas intervenciones dependerá de los resultados de la


evaluación y de los recursos del distrito escolar, incluso los recursos específicos de
la escuela de su hijo.

Salón de recursos. Su hijo puede calificar para servicios especiales de medio


tiempo o tiempo completo en un salón de recursos para ciertas materias académicas
específicas, mientras que para otras materias y actividades asiste al sistema
académico "convencional". Asegúrese de que las metas y expectativas se establecen
de manera apropiada, y que cuentan con un horario para llevarlas a cabo. De ser
necesario, su hijo también puede recibir ayuda por problemas de lenguaje (terapia
del habla o lenguaje) o problemas motores (terapia física u ocupacional).

Inclusión total/parcial al sistema académico convencional. Se trata de un sistema


en que un joven con discapacidades recibe educación conjuntamente con sus
compañeros sin discapacidades en la medida de lo posible. En el caso de los
alumnos que no cumplen con los criterios de discrepancia para optar a los servicios
especiales bajo la ley federal pero que todavía necesitan recibir algún tipo de ayuda,
los maestros de su salón de clases regular deben hacer cambios en el salón de clases
para satisfacer las necesidades del niño; es decir, deben hacer modificaciones en el
plan de estudios del joven, plantear maneras distintas para enseñar una materia,
tareas y expectativas en general. Durante este proceso, es esencial que se motiven y
mantengan las fortalezas del niño, que incluyen actividades extracurriculares.

Intervenciones "desviadas". Aparte de la intervención directa, las estrategias


"desviadas" también son muy efectivas en los niños. Este es un método en el que las
debilidades se evitan o evaden. Por ejemplo, un niño con problemas de caligrafía
puede utilizar un procesador de palabras para escribir sus reportes. Si tiene buenas
destrezas de expresión oral, podría permitírsele que presente reportes orales en lugar
de escritos, y que tome evaluaciones orales.

Apoyo en casa. En casa, usted puede modificar el entorno o clima emocional,


mantener expectativas realistas y en general apoyar a su hijo. Desarrolle rutinas para
hacer las tareas, está disponible para ayudarle, mantenga la casa en silencio durante
el horario de tareas y, de ser necesario, reduzca el compromiso de su hijo con las
actividades extracurriculares para que tenga más tiempo y energía para estudiar. De
nuevo, cuide y mantenga otros métodos de logro y satisfacción.

Contratar a un tutor puede ser muy útil y a menudo puede reducir o eliminar las
tensiones relacionadas con las tareas escolares entre los padres y el niño. Sin
embargo, sea realista y no sobrecargue la capacidad de un joven ni le impida tener
tiempo para realizar actividades e intereses no relacionados con la escuela.

Otras intervenciones. Si su hijo se siente deprimido, ansioso o desalentado, es


probable que necesite asesoramiento psicológico. Algunas veces el asesoramiento
familiar es muy útil para que los miembros de la familia puedan entender de mejor
manera sus necesidades y sentimientos, volver a asignar funciones y
responsabilidades y reducir la rivalidad intensa entre hermanos.

Si su hijo tiene problemas graves de atención o tendencias hiperactivas o impulsivas,


es probable que le ayude tomar un medicamento que reduzca la distracción y
aumente el período de atención. Este medicamente debe ser parte de un paquete
terapéutico que puede incluir intervención educativa y conductual y psicoterapia. De
igual manera, debe tratarse cualesquiera afecciones médicas que contribuyen a las
dificultades de aprendizaje o al ausentismo escolar. Estas pueden incluir
enfermedades o lesiones del sistema nervioso central (tales como trastornos
convulsivos) o impedimentos auditivos o de la visión.

Tratamientos controversiales. Existen muchos tratamientos que no se han


probados para los problemas de aprendizaje, incluyendo las mega vitaminas,
ejercicios de patrón, ejercicios visuales, anteojos especiales y dietas que eliminan
ciertos tipos de alimentos o aditivos. La American Academy of Pediatrics no
reconoce que ninguno de estos tratamientos sea efectivo; por lo tanto, no los
recomienda. Busque el consejo de su pediatra y otros profesionales sobre cualquier
tratamiento que está considerando.

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