You are on page 1of 11

CURSO

Liderazgo y gestión

Sesión No.7
Análisis integral acerca de la influencia del líder en la gestión de la calidad en la
educación

Nombre del alumno:


Dante Gutiérrez Cruz

Grupo: 04T

Nombre de la Asesor:
Mtro. Julio Montero Del Puerto

Fecha de entrega: 17 de agosto de 2017


INTRODUCCIÓN

En este trabajo de análisis se plantea la importancia de ser líder en el ámbito


educativo para lograr una educación de calidad, así mismo se menciona la importancia de la
gestión que se debe de llevar a cabo en la escuela y que todos los que integramos la función
de educar lo hagamos con la intención de dar un cambio en beneficio de las demandas que
tienen la sociedad y la urgencia de que tienen los alumnos para tener una educación de
calidad, teniendo las herramientas necesarias para hacer frente a los problemas que se les
presenten en su vida diaria.
Hoy en día es importante que toda escuela se preocupe por dar un cambio en la
forma de educar y nosotros como docentes tenemos esa responsabilidad si queremos que
nuestra escuela sea diferente y lo vamos a lograr si tenemos alumnos líderes que sepan
trabajar en equipo y que puedan tomar decisiones que les ayude a ser mejores en todas las
cosas que ellos hagan. Esto se va a lograr si tenemos un liderazgo transformacional.
También se estructurará situando el liderazgo en propiedad y las diferencias con la
administración. Se señalan las características del líder, la contextualización de su ejercicio y
la importancia del sistema de información y comunicación.
De igual forma, se plantea la importancia de ubicarse en los contextos escolares y de
las limitaciones que surgen al transferir estilos empresariales al sistema educativo. Se
analizan aspectos sobre la calidad académica. También se hace referencia a los aspectos
históricos que han llevado al sistema educativo al estado actual las problemáticas que
emergen y las posibles soluciones. Finalmente se entregan las conclusiones finales y el
listado bibliográfico revisado.
DESARROLLO
LIDERAZGO
El liderazgo, desde una perspectiva burocrática o de relaciones jerárquicas se tiende a
confundir con ocupar determinados cargos posiciones formales como director, jefe en la
organización, con la autoridad ejercida en función de un nombramiento oficial. También como
el ejercicio de autoridad de los más fuertes. Esa es, en efecto, una de las modalidades de
dirección que tiene una gran tradición en nuestros espacios sociales, ello implica solamente
administración.
¿Qué es el liderazgo y quién lo ejerce? Es lo que permite que las organizaciones se
movilicen, tengan la capacidad para implicar a otros en tareas comunes, articulando las
miradas desde los símbolos y creencias de cada integrante. Chiavenato. (1993), define
liderazgo como: "…la influencia interpersonal ejercida en una situación, dirigida a través del
proceso de comunicación humana a la consecución de uno o diversos objetivos específicos".
Entonces el liderazgo es una habilidad innata o aprendida que ejercen aquellos que
independientemente de la posición institucional y creencias personales, son capaces de
motivar, dirigir e incitar a la acción; de transformar a las personas, lo que piensan y su
entorno.
El líder es quien moviliza a los grupos en una dirección. Ser líder, no implica ser un
héroe, ni tampoco un gestor común. Es el que impulsa el quehacer de otros; motiva, encanta,
enamora. Esta labor exige ir más allá de la simple gestión administrativa, requiere del
ejercicio de funciones personales, políticas y culturales del liderazgo, estrategias para
generar entusiasmo, consensos, acuerdos que bien dirigidos, pueden lograr las metas
propuestas y hacer que las organizaciones sean más efectivas y eficientes.

CARACTERÍSTICAS DE LOS LÍDERES


Son personas de cualquier edad, sexo o nacionalidad, capaces de utilizar habilidades
de relación interpersonal en forma eficiente, tales como
 Escuchar y responder con empatía.
 Pedir ayuda y alentar a la participación.
 Compartir pensamientos, sentimientos y motivaciones.
 Proporcionar apoyo, sin quitar la responsabilidad.
 Seguir una secuencia lógica en las discusiones.
 Concentrarse en la situación lógica de las discusiones.
 Presentar sugerencias y puntos de vista de manera apropiada y convincente.

El ejercicio del liderazgo debe ser contextual, de ahí la importancia de poseer la


capacidad para comprender la cultura en que se desarrolla. Si es una cultura escolar, de
base u otra institución deberá gestionar bajo un enfoque articulador, la visión conjunta de los
miembros de la institución. El lado humano del líder, tiene relación con la teoría de las
relaciones interpersonales, por medio de la cual ejerce influencia en sus seguidores y /o
subordinados, conlleva cualidades humanas y éticas como: carácter, visión a largo plazo,
valentía, provisión de apoyo afectivo a los miembros del grupo de trabajo, desarrollo de
subordinados, capacidad de decisión, compromiso ético, afecto, simpatía, sentido
comunitario y negociador, capacidad para proponer soluciones creativas,
Es el que impulsa los cambios, requiere un flujo rápido de informaciones y de
conocimientos, los que deben ser fiables para agilizar los procesos, elevar la calidad y
mejorar la ejecución operativa (Gates 1999: 26). Este flujo es la clave del éxito y debe ser
orientado por el líder. Mejor calidad, a partir de conocimientos que den ventaja.
LIDERAZGO EDUCATIVO
Al hablar de Liderazgo Educativo, adquiere relevancia la comprensión de las
características propias del sistema educacional en general y de los establecimientos
escolares en particular. Es en este nivel hay que situarse adecuadamente ya que las
mayores limitaciones que presenta el sistema educacional, proviene de la transferencia de
estilos a los centros educativos, procedentes de otros contextos (políticos, empresariales),
desconociendo la realidad y el objetivo por el cual existen las organizaciones educativas.
Por ello en necesario ampliar la noción de liderazgo e incluir las nociones de autoridad
moral y profesional de los docentes, quienes son los principales líderes educativos, los que
están en contacto directo con los alumnos a quienes deben formar. Con esto se quiere
precisar que las relaciones educativas, a pesar de sus implicaciones como ejercicio de poder,
no son semejantes a las que se dan en el ámbito del poder público.
La característica principal del liderazgo educativo tiene relación con la conjunción
calidad-liderazgo. Cuando se hace referencia a calidad, se refiere la llamada excelencia
educativa. Tiene, entonces una connotación utilitaria y pragmática en la lógica de la
modernidad. La calidad, aceptando que se trata de la buena calidad, no es fácilmente
definible al aplicarla a los procesos educativos. Salazar (1998) la relaciona "con conceptos
de excepcionalidad, excelencia, transformación de la persona a través del proceso
educativo" o, retomando la definición de Frigenbaum, "lo mejor para el usuario dentro de
ciertas condiciones que implican satisfacer sus expectativas con la más alta relación costo-
beneficio".
Esta connotación es justificada por Salazar ya que "al asegurar la calidad del proceso
docente, las Instituciones educativas, cumplen con las funciones para las que fueron creadas
y que hoy la sociedad exige en su carácter de sufragadora de su sostenimiento". Pero aquí
tenemos una situación que debe ser mirada desde el punto de vista de la institución escolar y
es que las funciones para las que éstas fueron creadas van mucho más allá de la
satisfacción de los requerimientos de un sector de la sociedad, además el compromiso
esencial de Instituciones educativas es con la sociedad en su conjunto, no sólo con el sector
empleador o productor de bienes y servicios.
Salazar ubica lo que denomina "referentes de desempeño para la calidad en la
docencia": eficiencia terminal, tasa de deserción, tiempo medio de egreso, eficiencia de
titulación, índice de titulación, tasa de reprobación, tasa de retención, seguimiento de
egresados, hábitos de estudio y el costo de la docencia. De cómo se expresen esos
indicadores depende la calidad académica, su "correcto ejercicio", es el factor que permite
crear "el clima ideal para el aseguramiento de nuestros propósitos" –elevar la calidad
educativa. (Salazar 1998). Esto implica que los integrantes del sistema educativo, deben
convertirse en impulsores de los cambios cualitativos y cuantitativos para lograr las metas
propuestas por la Reforma Educativa.
Lo que hoy sucede se relaciona directamente con la necesidad de responder a las
demandas del entorno globalizante, en donde se da una connotación más utilitaria del
liderazgo y su aplicación en procesos rentables. Nos encontramos, entonces con una
contradicción ya que por un lado el liderazgo pedagógico es social, pero a la vez es político
que tiene que considerar las resistencias conservadoras y los movimientos innovadores que
se enfrentan alrededor del hecho educativo. Es esta visión de lo educativo que, recoge su
naturaleza y complejidad histórico-social, en que los temas del liderazgo y la representación
deseable, se orienta a romper con la dominación y recuperar el papel activo y definitorio de
los grupos colectivos, regidos por un interés común.
Cuando se habla de liderazgo en educación, suelen presentarse algunas confusiones
y también interpretaciones. Muchas veces se entiende como simple ejercicio de autoridad
pero en educación el liderazgo, debe ser entendido de una manera constructiva; como un
ejercicio de corresponsabilidad que requiere de preparación previa, tanto del líder como de
los integrantes de las entidades educativas (directores, profesores, estudiantes, apoderados,
auxiliares y comunidad en que están insertas). El liderazgo debe estar referido a la autoridad
que ha sido aceptada por el grupo, y supone el reconocimiento de sus capacidades,
demostradas a través del ejercicio de su labor de liderazgo.

LA CULTURA ESCOLAR
Las instituciones educativas necesitan líderes fuertes, capaces de organizar,
comunicar, definir, dirigir, orientar y re-encantar al conjunto de sus integrantes hacia una
misión para su organización; motivar a otras personas para que compartan esa misión.
Estimular la acción para realizarla, a fin de lograr una organización fortalecida en su cultura.
La cultura de una organización es su forma habitual y tradicional de pensar y hacer las
cosas, que comparten en mayor o menor grado todos los miembros y que deben aprender o
al menos aceptar en parte, los nuevos miembros, con el fin de ser aceptados en ella. En este
sentido, la cultura cubre una amplia línea de conducta al interior de la organización: las
habilidades y los conocimientos técnicos del trabajo, las actitudes hacia la disciplina y el
castigo, las costumbres y los hábitos de conducta, los objetivos, los métodos, los valores que
se dan a diferentes tipos de trabajo, las convicciones respecto a la vida democrática, las
convicciones y tabúes menos conscientes.
La cultura es parte innata para aquellos que han estado con la institución durante
algún tiempo. Cuando una organización educativa logra fortalecer su cultura, donde los
valores son ampliamente compartidos, donde se alienta a los profesores a aceptar riesgos e
innovar en la aplicación de nuevas metodologías; donde el líder ejerce real influencia sobre
los demás integrantes. Se logra hacer de la calidad su principal objetivo con el compromiso
individual y colectivo.
Para que esto ocurra en educación, los integrantes deben saber qué se espera de
ellos para configurar su propio comportamiento. Quienes administran y gestionan los
cambios en educación, deben tener claridad que los estudiantes y los profesores, son parte
fundamental de la cultura interna de cada institución; debe existir preocupación por sus
derechos y claridad en sus deberes; ocuparse de elevar el estándar de los profesores,
invirtiendo en el bienestar social y cultural, permitiendo una movilidad permanente; definir el
éxito de la institución en base al crecimiento personal y profesional, motivándolos a valorar el
conocimiento; otorgando el tiempo necesario para la reflexión y análisis de resultados de las
prácticas pedagógicas de innovación aplicadas; controlando el buen uso del tiempo otorgado;
exigiendo resultados óptimos sobre la base de la inversión realizada.
Es entonces que el profesor(a) de aula, ya que cuando le transmite a sus alumnos
valores como la igualdad, de existir, conocer, crear, pensar, opinar, ser diferentes y críticos
frente a las injusticias, defender los idearios etc. Se encuentra con una realidad medida con
un instrumento cuantitativo y no cualitativo como debiera aplicarse en el sistema educacional.
Un sistema que mide cuánto sabe el estudiante y no la calidad de este conocimiento,
aplicado en la ejecución de proyectos en equipo a fin de fortalecer el sentido para el cual
fueron creadas las instituciones educativas.
LAS POSIBLES SOLUCIONES
Consolidar el liderazgo educativo parece ser la única posibilidad para producir el
cambio en educación estimular y apoyar a los actores locales y que los centros tengan
capacidad para tomar decisiones, pues sólo ellos están en condiciones de analizar y
responder a los problemas y necesidades de sus propios contextos.
Esto parece una utopía imposible de realizar frente a la realidad de la
municipalización, que ejerce un poder coercitivo, que debilita la posibilidad del florecimiento
de líderes. Existe un interés focalizado en el producto, más que el desarrollo de la persona,
debido a la expansión globalizante de las prácticas competitivas; la administración aplicada
en educación depende de las cualidades carismáticas de la autoridad edilicia de turno; el
grado de comunicación es limitada.
Lo que deriva en una falta de consenso para el desarrollo de valores y en la toma de
decisiones; las cualidades de liderazgo, como inductor e impulsor del cambio, no siempre
son consideradas en el momento de la selección del personal; se desestima al profesor (a)
como gestor, de liderazgo a nivel institucional, generadores de aportes, ideas y proyectos.
Cada profesor es un líder del proceso educativo. La ausencia de la valoración del
profesorado imposibilita el éxito educativo.
Esto se contradice con las características de los líderes de una escuela efectiva que
considera: autonomía y gestión local; fuerte liderazgo instructivo en el currículo,
organizándolo y articulándolo para lograr las metas y expectativas propuestas; fomenta una
línea de enseñanza coherente; controla en forma sistemática el progreso de los alumnos y
ajustar la labor docente; mantiene altas expectativas sobre el éxito académico; fomenta la
comunicación entre la escuela y la familia, dando un sentido de comunidad educativa; crea y
organiza una atmósfera y clima escolar ordenado de confianza y apoyo; crea y fortalecer
instancias de colaboración y trabajo en equipo entre el profesorado; gestiona el desarrollo
continuo del personal docente y auxiliar; fortalece el sentido de pertenencia institucional.
Si consideramos lo que ocurre en la realidad al seleccionar a los directivos educativos
y lo necesario para una escuela sea efectiva, nos encontramos con una brecha que requiere
de cambios fundamentales en la estructura educacional. Establecer un estilo de liderazgo
democrático, entendido como una necesidad grupal, en el sentido de la búsqueda en
conjunto de la calidad y la excelencia. Esto implica una permanente corresponsabilidad,
participación y poner al beneficio del bien común las voluntades en la perspectiva del interés
general sobre aquellos de orden privado.
Para legitimar el liderazgo educativo debe existir un liderazgo pedagógico que
construya calidad en educación, considerando al profesor (a) como “La clave” para lograr
esta educación de calidad y la forma de contribuir a ella es un adecuado manejo de los
estímulos. Debe existir, entonces un plan de incrementación y reconocimiento, no referidos
a salarios, sino al reconocimiento social de su labor como gestor del desarrollo de quienes
dirigirán la nación en el futuro.
El desarrollo curricular tiene mejor funcionamiento cuando, en lugar de ser dirigido por
líderes o administrativos externos, se capacita a los propios profesores para tomar
decisiones e implementarlo. Para que esto se pueda materializar es necesario la distribución
del poder entre los integrantes, revisar los conceptos y prácticas del liderazgo educativo y
reconstruir el valor del profesorado desde una mirada democrática, “dispersada” en el
conjunto de la organización, en lugar de algo exclusivo de los líderes.
De modo de promover el liderazgo múltiple. Eisner (1998: 25), señala “…cuando la
estructura de la escuela entra en conflicto con nuestras aspiraciones o con las innovaciones
que tenemos la esperanza de introducir, es muy probable que la estructura altere la
innovación o modifique la aspiración, y no lo contrario. La escuela cambia el mensaje que
ingresa más de lo que el mensaje nuevo puede cambiar a la escuela”. Justamente porque la
mayoría de reformas tratan de introducir cambios en la estructura existente, quedan
absorbidas o acomodadas por ellas.
Aprendiendo estas lecciones de pensar que se puedan gestionar bien en estructuras
dadas que lo impiden. Debemos crear condiciones para la invención de nuevas estructuras
que permitan la emergencia del liderazgo sobre una amplia base, para romper con la
estructura burocrática heredada, posibilitando estructuras propias en cada institución escolar.
También se hace necesario configurar los centros educativos como “sistemas más abiertos”,
donde se vean influenciados e impelidos por las demandas y relaciones con el entorno, para
hacerlos que se “muevan” en unos casos, o se esfuercen por sobrevivir en otros.
Por otro, unido a lo anterior, están las nuevas formas de gestión de las organizaciones
y del trabajo, caracterizadas por la flexibilidad, adaptabilidad al cambio, colaboración,
competitividad, descentralización y autonomía de cada unidad organizativa, aprendizaje
conjunto y continuo, orientación hacia la resolución de problemas, innovación internamente
generada, pocos niveles de jerarquía formal, etc.
Este conjunto de condiciones están motivando una cierta reconversión, rediseño o
"reestructuración" del lugar y papel de la escuela, Esta reconversión afecta a elementos
nucleares del sistema, como son los modos de enseñanza y aprendizaje, los roles y
responsabilidades, y muy especialmente, las relaciones con padres y comunidades, que
confluyen en lo que se ha dado en llamar movimiento de reestructuración o reconversión del
sistema escolar.
LA INFLUENCIA DEL LÍDER EN LA GESTIÓN DE LA CALIDAD EN LA EDUCACIÓN
Si definimos la palabra “influencia” es aquella persona con poder o autoridad con cuya
intervención se puede obtener una ventaja, favor o beneficio. De acuerdo al diccionario de la
lengua española, podemos decir que es importante hacer uso de esta influencia de manera
positiva para lograr que la gestión sea de calidad dentro de la educación.
John Haggai definió el liderazgo como la disciplina de ejercer influencia
intencionalmente con un grupo para moverlo hacia metas que tenga beneficios permanentes
y que cumplan las necesidades reales del mismo. En esta reflexión nos centraremos en unos
de los aspectos torales del liderazgo: la influencia que es el poder que un líder ejerce sobre
otra persona para modificar su conducta en su afán de conseguir el éxito de una empresa.
Hablando de la naturaleza de la influencia, podemos señalar que el liderazgo es influencia
cuando hablamos y logramos que las personas hagan lo que se les pide, no por temor, sino
porque creen en nosotros, en nuestro liderazgo.
Todos nosotros podemos ejercer cierto grado de influencia sobre alguien, incluso
cuando no nos damos cuenta (esto suele suceder mucho y sin que lo sepamos incluso). Por
tal motivo es importante que cambiemos la forma de ver las cosas en la actualidad ya que
con un gesto o una palabra estamos diciendo muchas cosas a las personas que nos rodean
y, como docentes hay que recordar, que estamos enfrente de muchas miradas que ven como
nos comportamos y lo que hacemos para a que ellos también hagan lo mismo. Entonces
nunca hay que olvidar que liderazgo es la habilidad de poder influenciar a otros. Que trabajen
con entusiasmo, ¿porque quieren hacerlo?”. Y más importante, “¿Cómo hacer que los
jóvenes hagan las actividades porque quieren y no porque ejerzo poder o autoridad sobre
ellos?
Una de las cosas que debemos tener presente, si no la más importante, es que
debemos saber escuchar para lograr que la gestión educativa sea de una manera eficaz y
eficiente. Bob McCloskey dijo: “Yo sé que usted cree que entendió lo que usted piensa que
yo dije, pero no estoy seguro si se dio cuenta que lo que usted cree que escuchó, no es lo
que yo verdaderamente quise decir.” En muchas ocasiones no entendemos lo que nos dicen
por eso es importante que cuando nosotros escuchemos lo hagamos con interés y con esto
agregamos un valor inexplicable a las personas que nos rodean, ese valor se hace cada vez
más grande cuando practicamos esta habilidad, sin embargo se vuelve una herramienta
poderosa de influencia cuando lo hacemos de corazón y con genuino interés.
No solo basta con escuchar, sino también en saber lo que dicen sus expresiones, sus
gestos, lo que no dicen al hablar. La influencia crece directamente proporcional al nivel de
interés genuino que expresemos por las personas que nos rodean, preguntas tan “normales
y cotidianas” como: ¿Cómo estás?, ¿Cómo amaneciste? y ¿Cómo has estado?, son
preguntas tan importantes porque activan una poderosa puerta que nos puede conducir
hacia el ejercicio de la influencia. Y logramos que nuestros alumnos expresen sus
necesidades y aspiraciones, todo esto nos ayuda para que demos un cambio en la forma de
ejercer nuestro liderazgo con ellos, hay que recordar que cada persona es diferente y por lo
tanto requiere de un trato diferente.
Hay que tener presente que un líder: capacita, inspira entusiasmo, se involucra en
todos los proyectos y enseña cómo se hacen las cosas, si como docentes logramos estas
características de un líder lograremos un cambio en nosotros mismos y en nuestra
comunidad donde nos desenvolvemos y nuestros alumnos harán ese cambio también desde
su casa para la sociedad en donde se desarrollan y lograremos que ellos tengas las
herramientas para salir adelante en todas las situaciones que se les presenten.
CONCLUSIONES
Con el análisis realizado sobre el liderazgo dentro del proceso de gestión educativa
pueden quedar nombradas las siguientes conclusiones:
 La gestión educativa articula los procesos y las prácticas de los integrantes de las
comunidades educativas al orientar las acciones que potencien su quehacer para que
impacte en los aprendizajes de todos sus miembros, además de hacerlos partícipes
de lo que se realice y comprometidos con lo que se impulse.
 El modelo de gestión de la calidad educativa concibe la escuela como un sistema de
organización de experiencias para los aprendizajes, pues en última instancia la
función de ésta es crear condiciones para que sus estudiantes aprendan para la vida y
logren los propósitos curriculares del grado que cursan.
 El liderazgo tiene distintos niveles, espacios y grupos de referencia que se ha
abordado con parámetros que son exógenos al actuar educativo, lo que ha significado
un retraso en la consecución de las metas propuestas dentro de los planes y
programas de estudio.
 El progreso educativo debió iniciarse en el aula para garantizar el logro de las metas
propuestas, mediante procesos de participación, intercambio de conocimientos para ir
creando las condiciones que estimulen al profesorado a generar al interior de la
organización educativa una cultura de superación.
Con el análisis de diversos autores podemos concluir las cinco dimensiones de
liderazgo que lo hacen eficaz:
1. Establecimiento de metas y expectativas. Esta dimensión incluye establecer objetivos de
aprendizaje relevantes y medibles, comunicar de forma clara a todas las partes y hacer el
seguimiento de los mismos, así como la implicación del cuerpo docente y de otros en el
proceso. Metas claras generan buen desempeño y sentido de prioridades en medio de las
nuevas exigencias y hacen que los profesores puedan disfrutar de su trabajo al sentirse
controlando la situación, en lugar de siendo controlados por ésta.
2. Obtención de recursos en forma estratégica. Implica alinear la selección de recursos con
las prioridades de los objetivos de enseñanza. Igualmente, incluye la adecuada selección y
provisión del personal docente. Implica también un enfoque concentrado y no fragmentado
del mejoramiento escolar.
3. Planificación, coordinación y evaluación de la enseñanza y del currículum. Implicación
directa en el apoyo y evaluación de la enseñanza mediante la visita regular a las clases en
las aulas, y la provisión de los correspondientes feedbacks formativos y sumativos a los
docentes. Supervisión directa del currículum mediante la coordinación entre profesorado
entre niveles y etapas de la escuela y en el interior de cada curso o ciclo. La coherencia
incrementa las oportunidades de aprendizaje. La evaluación, basada en evidencias, posibilita
la indagación para la mejora.
4. Promoción y participación en aprendizaje y desarrollo docente. Si la calidad de los
docentes tiene impacto directo en la oportunidades que tendrán los niños, el liderazgo tendrá
que promover las oportunidades, formales e informales, para el aprendizaje profesional.
Además de promoverlas, debe participar directamente con los docentes en el desarrollo
profesional.
5. Aseguramiento de un entorno ordenado y de apoyo. Organizar las aulas para reducir los
tiempos de espera, las presiones externas y las interrupciones para proteger las
oportunidades de aprendizaje de los alumnos. Se debe establecer un entorno ordenado, que
favorezca el aprendizaje, dentro y fuera del aula.
REFERENCIAS

 Arias Gago, Ana Rosa & Cantón Mayo, Isabel. (2005). El Liderazgo y la dirección de
centros educativos..Barcelona: Davinci Continental.
 Baeza.j y Fuentes R. (1980-1982). Antecedentes y fundamentos de las políticas de
gestión y administración en el sistema educativo chileno.
 Bennis, W. y B. Nanus (1995): "Líderes: las cuatro claves del liderazgo eficaz". Norma,
Colombia.
 Blanchard, K; Patricia Zigarmi y Drea Zigarmi. (1990): "El líder ejecutivo al minuto".
Ediciones Griljalbo, Barcelona.
 Bolivar. (1997). Liderazgo, mejora y centros educativos. En A. Medina. El Liderazgo en
Educación. Madrid: UNED.
 Bruno.V. Manno R. Mcmeekin, Jeffre y M. Puryear D. R. Winklers. M Winklers.
Accountability educacional: posibilidades y desafíos para América Latina a partir de la
experiencia internacional. Chile.. Corvalán & Mcmeekin.
 Cano, J. )1999). La Vida en Globo. Avatares de la Globalización, CISE/UAS-El Colegio
de Sinaloa. México.
 Chavenato, I. (1986). Introducción a la teoría General de la Administración. Mc.Graw
Hill. México.
 Donoso. D & Schmal. S. (2002). Modelos de financiamiento de la Educación pública
en Chile y sus requerimientos de la educación. Revista Electrónica de investigación
educativa. Noviembre. Volumen 4. Nº 2. Universidad autónoma de Baja California.
Ensenada. México.
 Gates, Bill, 1999, Los negocios en la Era Digital, Plaza & Janés, México.
 Gerstner, Louis V., et al, 1996, Reinventando la Educación, Paidós, Barcelona.
 González. P. Mizala.A. Romagera.P. (2002). Recursos diferenciados a la educación
subvencionada en Chile. Serie económica. Diciembre.Nº 150.
 Gutiérrez, Francisco, 1988, Educación como praxis política, Siglo XXI, México.
 Leithwood.K.(1994). Liderazgo para la reestructuración de las escuelas. Revista
Educación. 304. (mayo – agosto)

You might also like