El Rosario de la Virgen María

El Santo Rosario es la síntesis de todo el Evangelio

(Pablo VI: Marialis Cultus, n.42)
El Rosario es contemplación de Cristo en sus misterios,
en íntima unión con María santísima
(Juan Pablo II: Alocución 14-X-2001, n. 1)
Misterios Gozosos

1º-
La Encarnación
“Respondió el ángel y le dijo:
–El Espíritu Santo descenderá
sobre tí, y el poder del Altísimo
te cubrirá con su sombra (...)
Dijo entonces María: –He aquí la
esclava del Señor, hágase en mí
según tu palabra”. (Lc 1, 35. 38)
– “Podemos decir bien alto a la
Virgen Santa: Madre de Dios”.
(Amigos de Dios, 274)

2º-
La Visitación
– “Bendita tú entre las mujeres y bendito
el fruto de tu vientre. ¿De dónde a mí
tanto bien, que venga la Madre de mi
Señor a visitarme? Pues en cuanto llegó tu
saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo
en mi seno”. (Lc 1, 42-44)
– “María lleva la alegría al hogar de su
prima, porque ‘lleva’ a Cristo”. (Surco,
566)
3º- Nacimiento del Hijo de Dios
“Y cuando ellos se encontraban allí le
llegó la hora del parto, y dio a luz a su
hijo primogénito; lo envolvió en pañales y
lo recostó en un pesebre”. (Lc 2, 6-7)
–“Jesucristo Dios y Hombre. Una de las
maravillas de Dios, que hemos de meditar
y hemos de agradecer a este Señor que
ha venido a traer la paz a los hombres de
buena voluntad”. Lc 2,14.
(Es Cristo que pasa, 13)

La Purificación
“Y cumplidos los días de su purificación
según la Ley de Moisés, lo llevaron a
4º-
Jerusalén para presentarlo al Señor”. (Lc 2, 22)
“¡Purificarse! ¡Tú y yo sí que
necesitamos purificación!
–Expiar, y, por encima de la expiación,
el Amor”. (Santo Rosario, 4º Gozoso)

5º- El Niño perdido

“Lo encontraron en el Templo.
Y le dijo su madre: –Hijo, ¿por qué nos has
hecho esto? Y él les dijo: ¿No sabíais que es
necesario que yo esté en las cosas de mi
Padre?” (Lc 2, 46 ss.)
“La Madre de Dios, que buscó afanosamente
a su Hijo, perdido sin culpa de Ella, nos
ayudará a desandar lo andado, cuando por
nuestras ligerezas o pecados no acertemos a
distinguir a Cristo”. (Amigos de Dios, 278)
 Misterios Luminosos
Bautismo de Jesús
en el Jordán 1º-
“Inmediatamente después de ser bautizado, Jesús
salió del agua... Y una voz desde los cielos dijo:
–Éste es mi Hijo, el amado, en quien me he
complacido” (Mat 3, 16-17).
“Al traerte a la Iglesia, el Señor ha puesto en tu
alma un sello indeleble, por medio del Bautismo:
eres hijo de Dios. –No lo olvides”. (Forja, 264)

2º- La autorrevelación
de Jesús en las bodas de Caná
“Así, en Caná de Galilea hizo Jesús el
primero de los signos con el que
manifestó su gloria, y sus discípulos
creyeron en él”. (Jn 2, 11)
“María, Maestra de oración. –Mira cómo
pide a su Hijo, en Caná. Y cómo insiste,
sin desanimarse, con perseverancia. –Y
cómo logra. –Aprende”. (Camino, 502)

3º- Jesús anuncia el Reino invitando

a la conversión
“Vino Jesús a Galilea
predicando el Evangelio de Dios, y diciendo:
El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios
está al llegar; convertíos y creed en el
Evangelio”. (Mc 1, 14-15)
“El Señor no se contenta compartiendo: lo
quiere todo. Y acercarse un poco más a Él
quiere decir estar dispuesto a una nueva
conversión, a una rectificación...”
(Es Cristo que pasa, 58)
La Transfiguración
de Jesús
“Se llevó con él a Pedro, a Juan y a
4º-
Santiago y subió a un monte para
orar. Mientras él oraba, cambió el
aspecto de su rostro, y su vestido
se volvió blanco y muy brillante”.
(Lc 9, 28-29)
“Aprendamos de [...] Jesús. En su
vida en la tierra, no ha querido ni
siquiera la gloria que le
pertenecía... El cristiano sabe así
que es para Dios toda la gloria”.
(Es Cristo que pasa, 62)

5º- La institución de la Eucaristía

“Y les dijo: –Ardientemente he deseado comer esta
Pascua con vosotros antes de padecer... Y tomando pan,
dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo:
Esto es mi cuerpo, que es entregado por vosotros.
Haced esto en memoria mía”. (Lc 22, 15-20)
– “Lo que nosotros no podemos, lo puede el Señor.
Jesucristo, perfecto Dios y perfecto Hombre, no deja un
símbolo, sino la realidad: se queda Él mismo”.
(Es Cristo que pasa, 83)
 Misterios Dolorosos

1º-
La oración del huerto
“De rodillas, oraba diciendo:
–Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no
se haga mi voluntad, sino la tuya. Se le apareció un
ángel del Cielo que le confortaba”. (Lc 22, 41-43)
“El dolor entra en los planes de Dios”.
(Es Cristo que pasa, 168)
“La oración es indudablemente el ‘quitapesares’ de
los que amamos a Jesús”. (Forja, 756)

2º- La Flagelación
“Entonces Pilato tomó a Jesús y
mandó que lo azotaran”. (Jn 19, 1)
“Atado a la columna. Lleno de llagas. Suena
el golpear de las correas sobre su carne
rota, que padece por tu carne pecadora.
–Míralo, míralo... despacio. Después...
¿serás capaz de tener miedo a la
expiación?” (Santo Rosario, 2º Doloroso)

3º- La coronación
de espinas
“Los soldados le pusieron en la cabeza
una corona de espinas que habían
trenzado y lo vistieron con un manto de
púrpura. Y se acercaban a él y le decían:
–Salve, Rey de los judíos. Y le daban
bofetadas”. (Jn 19, 2-3)
“Tú y yo, ¿no le habremos vuelto a
coronar de espinas, y a abofetear, y a
escupir?” (Santo Rosario, 3º Doloroso)
 La Cruz
a cuestas 4º-
“A él, que no conoció
pecado, lo hizo pecado
por nosotros, para que
llegásemos a ser en él
justicia de Dios”.
(II Cor. 5, 21)
“No me olvidéis que
santo no es el que no
cae, sino el que
siempre se levanta, con
humildad y con santa
tozudez”.
(Amigos de Dios, 131)

5º- La Crucifixión
“Jesús, viendo a su madre y al
discípulo a quien amaba, le dijo a
su madre: –Mujer, he ahí a tu hijo.
Después le dice al discípulo:
–He ahí a tu madre. Y desde aquel
momento el discípulo la recibió en
su casa”. (Jn 19, 26-27)
“Di: Madre mía –tuya, porque eres
suyo por muchos títulos–, que tu
amor me ate a la Cruz de tu Hijo:
que no me falte la Fe, ni la valentía,
ni la audacia, para cumplir la
voluntad de nuestro Jesús”.
(Camino, 497)
 Misterios Gloriosos

1º- La Resurrección
“Salió Pedro con el otro
discípulo y fueron al sepulcro... Llegó
tras él Simón Pedro, entró en el
sepulcro y vió los lienzos plegados...
Entonces entró también el otro
discípulo que había llegado antes al
sepulcro, vio y creyó”. (Jn 20, 3-8)
“Cristo vive. Esta es la gran verdad
que llena de contenido nuestra fe.
Jesús, que murió en la cruz, ha
resucitado (...); éste es el día que hizo
el Señor, regocijémonos”.
(Sal 117, 24) (Es Cristo que pasa, 102)

2º- La Ascensión
“Los sacó hasta cerca de Betania
y levantando sus manos los bendijo. Y
mientras los bendecía se alejó de ellos y
comenzó a elevarse al cielo.
Y ellos le adoraron y regresaron a
Jerusalén con gran alegría”.
(Lc 24, 50-51)
– “Cristo nos espera. Vivimos ya como
ciudadanos del cielo (Filip. 3,20), siendo
plenamente ciudadanos de la tierra (...)
Seamos almas contemplativas,
con un diálogo constante,
tratando al Señor a todas horas”.
(Es Cristo que pasa, 126)
 La venida del Espíritu Santo
3º- “Entonces se les aparecieron unas lenguas
como de fuego. Quedaron todos llenos del
Espíritu Santo (...) Entonces Pedro, de pie con
los once, alzó la voz para hablarles así: Sucederá
en los últimos días, dice Dios, que derramaré mi
Espíritu sobre toda carne, y profetizarán
vuestros hijos y vuestras hijas”. (Act 2, 1 ss)
“Me he propuesto frecuentar más al Paráclito, y
pedirle sus luces, me has dicho. –Bien: pero
recuerda hijo, que el Espíritu Santo es fruto de
la Cruz”. (Forja, 759)

La Asunción
“¡Toda hermosa eres, amada mía! 4º-
No hay tacha en tí. ¿Quién es ésa que se
asoma como el alba, hermosa como la luna,
brillante como el sol?” (Cant 4, 7; 6, 10)
“Acudamos con confianza al trono de la gloria
para alcanzar misericordia”. (cfr. Hb. 4, 16)

5º- La Coronación
“Una gran señal apareció en el cielo: una
mujer vestida de sol, la luna a sus pies, y sobre su
cabeza una corona de doce estrellas”. (Ap. 12, 1)
“Es justo que el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo
coronen a la Virgen como Reina y Señora de todo
lo creado.
–Yo, a la Madre de Dios y Madre mía, la corono con
mis miserias purificadas, porque no tengo piedras
preciosas ni virtudes ¡Anímate!” (Forja, 285)
 Modo de rezar el Santo Rosario
V. Por la señal (+) de la santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos
Señor, Dios Nuestro. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo. Amén.
V. Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre
y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y por que os amo
sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
V. Señor, abre mis labios. R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
V. Dios mío, ven en mi auxilio. R. Señor, date prisa en socorrerme.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
•Se enuncia el título de los misterios que se van a contemplar y
rezar en ese día: Gozosos (lunes y sábados)
Luminosos (jueves) Dolorosos (martes y viernes) Glo-
riosos (miércoles y domingos).
•Cada Misterio se enuncia y se contempla: mirada a la imagen de
cada uno, lectura meditada de uno de los textos respectivos, decir
una jaculatoria, etc.
•A continuación se reza un Padre Nuestro, diez “Ave María”, un
Gloria al Padre… y un María, Madre de Gracia…
•Al terminar los cinco misterios, se reza: una Salve ó
V. Dios te salve, María, Hija de Dios Padre, llena eres de gracia...
V. Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo, llena eres de gracia...
V. Dios te salve, María, Esposa de Dios Espíritu Santo, llena eres de gracia...
•Y la LETANÍA DE NUESTRA SEÑORA
V. Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad.
V. Cristo, ten piedad. R. Cristo, ten piedad.
V. Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad.
V. Cristo, óyenos. R. Cristo, óyenos
V. Cristo, escúchanos. R. Cristo, escúchanos.
V. Dios Padre Celestial. R. Ten misericordia de nosotros.
V. Dios Hijo Redentor del mundo. R. Ten misericordia de nosotros.
V. Dios Espíritu Santo. R. Ten misericordia de nosotros.
V. Trinidad Santa un sólo Dios. R. Ten misericordia de nosotros.
V.
Santa María.
Santa Madre de Dios.
Santa Virgen de las vírgenes.
Madre de Cristo.
Madre de la Iglesia.
Madre de la divina gracia.
Madre purísima.
Madre castísima.
Madre virginal.
Madre sin corrupción.
Madre inmaculada.
Madre amable.
Madre admirable.
Madre del buen consejo.
Madre del Creador.
Madre del Salvador.
Virgen prudentísima.
Virgen digna de veneración.
(A las siguientes invocaciones se responde diciendo:
R. RUEGA POR NOSOTROS)
Virgen digna de alabanza. Refugio de los pecadores.
Virgen poderosa. Consuelo de los afligidos.
Virgen clemente. Auxilio de los cristianos.
Virgen fiel. Reina de los Ángeles.
Espejo de justicia. Reina de los Patriarcas.
Trono de sabiduría. Reina de los Profetas.
Causa de nuestra alegría. Reina de los Apóstoles.
Vaso espiritual. Reina de los Mártires.
Vaso digno de honor. Reina de los Confesores.
Vaso insigne de devoción. Reina de las Vírgenes.
Rosa mística. Reina de todos los Santos.
Torre de David. Reina concebida sin pecado
Torre de marfil. original.
Casa de oro. Reina elevada al cielo.
Arca de la alianza. Reina del Santísimo Rosario.
Puerta del cielo. Reina de la familia.
Estrella de la mañana. Reina de la paz.
Salud de los enfermos.

V. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. R. Perdónanos Señor.

V. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. R. Escúchanos Señor.
V. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. R. Ten piedad de nosotros.
V. Bajo tu protección nos acogemos, santa Madre de Dios; no desprecies
nuestras súplicas en las necesidades, antes bien, líbranos siempre de todo peligro,
Virgen gloriosa y bendita. Ruega por nosotros santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
V. Oración: Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para
que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo
Jesucristo, por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de su Resurrección.
Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

•Para terminar se puede añadir un Padre Nuestro, un Ave María y Gloria

por las intenciones oportunas. (San Josemaría Escrivá rezaba: •Por las
necesidades de la Iglesia y del Estado. •Por la persona e intenciones del Obispo
de la Diócesis. •Por las benditas ánimas del Purgatorio).
 V. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado
sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu
voluntad en la tierra como en el cielo.
R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona
nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a
los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y
líbranos del mal. Amén.
V. Dios te salve, María, llena eres de gracia, el
Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las
mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros,
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al

Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por
los siglos de los siglos. Amén.

V. María, Madre de Gracia, Madre de

misericordia,
R. defiéndenos del enemigo y ampáranos ahora y en la
Autor y ©Á lvaro Fontes Montesinos. D.L: Al-321-2003;
hora de nuestra muerte. Amén.

Comentarios a cada misterio seleccionados

de las obras de
San Josemaría Escrivá
2003 Año del Rosario
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