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Introducción
El positivismo lógico se inicio en Viena durante los años 20 como una afirmación de la concepción científico-natural del mundo y como
una reacción contra el idealismo imperante.
El principio fundamental era la afirmación de que todos los enunciados filosóficos eran de alguna de las siguientes categorías: analíticos,
verificables por observación o carentes de sentido.
Para los neopositivistas edificar una teoría científica era algo así como construir un sistema geométrico, de modo que podían y debían
utilizarse, proposiciones de naturaleza formal que pudieran conectarse entre si mediante axiomas, sin darle lugar a la metafísica.
Esto serviría para aumentar el potencial de las investigaciones científicas. El neoconductismo incluye aportaciones diversas de
conductismo informal. Así mismo, se consideran programas de trabajo más o menos alejados de la estricta perspectiva Lógico-
metodológica.
1. Conductismo Lógico-Metodológico: (conductismo propositivo de Tolman y conductismo formal de Hull). Características generales:
Aceptación del modelo E-R, aunque abriéndose a la participación de variables no directamente observables.
Consiguiente apertura hacia un desarrollo teórico que incluya términos y relaciones que vayan más allá de lo observable.
Acentuación del carácter metodológico de la investigación, afinando y precisando diseños experimentales que incluyan tanto la
perspectiva inductiva como la hipotética-deductiva. (Tolman y Hull).
2. Conductismo Radical: Skinner. Se describió a una fundamentación epistemológica pragmático-positivista, pudiendo ser
delimitado por notas como la siguiente:
Recuperación del modelo de caja negra y consiguiente abandono de las variables no observables directamente, buscando los
principios explicativos de la conducta a través de experimentaciones con un rígido control de las variables empíricas en juego.
Preponderancia del condicionamiento operante (R-E) sobre el condicionamiento clásico (E-R); interesando las consecuencias que los
actos del organismo producen en la situación ambiental, así como los estímulos antecedentes que señalan si los eventos consecuentes
están o no disponibles para el organismo, lo que controla la emisión de la respuesta operante. La formula básica seria: Estimulo
discriminativo Respuesta Consecuencias.
Insistencia en una metodología analítico-experimental de tipo inductiva.
Una clave esencial que aleja al conductismo lógico-metodológico del conductismo radical es la utilización de las variables organismicas o
intermediarias. Fue Tolman el que afirmo que los procesos mentales han de concebirse como un conjunto de variables intermediarias
funcionales entre los estímulos, los estados fisiológicos iniciadores, la herencia y el aprendizaje pretérito del organismo, por un lado, y
las respuestas resultantes por el otro. Tolman concreto la variable interviniente que es cualquier tipo de proceso psicológico inaccesible
a la observación directa, que se intercala entre la variable empírica situacional € y la variable empírica de respuesta (R).
Hull presento una rigurosa formalización de las variables intervinientes desarrollando un sistema hipotético-deductivo.
Propósito: esquematizar una teoría sistémica objetiva de la conducta de los organismos superiores, resaltando que la ciencia moderna
tiene 2 componentes inseparables: empírica (observación), teórica (interpretación y explicación).
H: herencia
T: adiestramiento Variables contundentes responsables del carácter final de la conducta iniciada por las
A: madurez primeras.
El principio del refuerzo secundario, las pulsiones aprendidas, las motivaciones secundarias y el incentivo
1. El principio del refuerzo secundario completa el principio del refuerzo primario, manteniendo que un impulso-receptor neutro
(estimulo), que aparece repetida y en estrecha relación con un reforzador, tanto primario como secundario, adquiere la capacidad de
actuar como refuerzo.
2. En lo que respecta a las pulsiones aprendidas y la motivación secundaria aparecen colorario a partir de esencia de conducta
insistiéndose en ello el sistema de conducta. Cuando estímulos neutrales están asociados repetida y constantemente con la provocación
de una pulsión primaria o secundaria, y cuando este estimulo experimenta una disminución abrupta, los estímulos hasta entonces
neutrales adquieren la capacidad de provocar estímulos de pulsión que se convierten así en la condición de una pulsión o motivación
secundaria.
3. respecto al tema del incentivo, la tendencia reactiva o potencial de evocación de respuestas se consideraba fruto de un producto
entre el hábito y la pulsión. La intensidad del habito se hacia depender del numero de intentos reforzados, así como de la dilación
temporal con la que el esfuerzo seguía a la respuesta y con la dimensión cualitativa y cuantitativa del refuerzo (incentivo).