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Recuerdo familiar de
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INDICE
1. PARTIR DE CERO.
3. MIS HIJOS.
4. MIS AMIGOS.
5. PENSAMIENTOS AISLADOS.
6. VIAJES.
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PARTIR DE CERO
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NADIE SABE CUÁNDO NI DÓNDE PUEDE ENCONTRAR
SU MÁXIMA FELICIDAD
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En el mes de noviembre de 1936 llegué por primera vez a Acámbaro
Guanajuato, me hospedé en el Hotel Ibarra era el mejor entonces, su
administrador don Ricardo un español simpático y buen hotelero siempre
estaba atento a todo, daba vueltas por el comedor para cerciorarse si
estaban bien atendidas las mesas, cuando observaba que alguien hacía a
un lado algún platillo inquiría, si no le gusta le pueden servir otra cosa
pida hombre lo que quiera.
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tristezas que nunca faltan en la vida ellos nos hacen gozar, disfrutar
plenamente nuestros días en el ocaso de nuestra vida cuando los tenemos
a nuestro lado se acaba la nostalgia, se olvida o se hace a un lado la
melancolía, laten los corazones, se alegran los rostros y llenan de alegría
nuestra existencia; gritan, corren felices a abrazar a los abuelitos, que
mayor satisfacción que mayor felicidad puede aspirar un ser humano el
único es el amor de sus seres queridos. Yo me pregunto ¿existe mayor
felicidad?, categóricamente no ni en el poder ni en el dinero, lo suplen mi
esposa, mis hijos, mis nietos que me llenan de orgullo, de profunda
satisfacción que más puedo pedirle a la vida de que ellos y yo sigamos
inseparables con el deseo de ser útiles a nuestros semejantes y a nosotros
mismos.
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MIS HIJOS
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Hijos míos, son lo que más quiero y los quiero sin egoísmo alguno. Lo
único que deseo de ustedes es afecto y lealtad. Gratitud y ayuda no busco
ni procuro, soy su amigo con las más íntegra acepción porque lo seré
siempre hagan lo que hagan.
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MIS AMIGOS
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El arco iris presenta espectáculos de brillantes colores, tiene semejanza a
los hombres aparece y desaparece.
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Para honrar una amistad fuera de lo común.
Contar con un amigo que nos apoye, nos aliente, a veces que nos
proponga algo, alguien que comparta con nosotros con igual sabor los
vaivenes de la vida, caminos siempre insólitos y nunca fáciles, amigo que
no sea ni nuestra sombra ni nuestro reflejo ni siquiera nuestro
complemento, alguien que nos deje en completa libertad y que nos obligue
sin embargo a ser plenamente lo que somos.
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No puedo dejar de acordarme de la sincera, desinteresada y noble
amistad de mi entrañable Leonelo Ramella, que en paz descanse; nunca
llegó a empañarse en lo más mínimo nuestra mutua estimación a lo largo
de 40 años. Nos veíamos como hermanos; nunca le conocí enemigo
alguno, nunca escuché hablar mal de él, nunca le oí desear el mal a nadie,
era querido por todos.
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La “Amistad” que consiste en sacarle provecho al “amigo” no merece el
nombre de amistad, su nombre correcto sería conveniencia.
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Considero que el medio más eficaz para conservar buenas relaciones
amistosas y mantener la comprensión, inclusive en sociedades mercantiles,
es la comunicación mutua sobre lo que se está haciendo, porque las
personas generalmente concuerdan más en los hechos que en los buenos
deseos. ¡Qué felicidad, qué alegría, cuanta dicha proporciona la fidelidad,
tanto al que da como al que recibe!
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Me ligaban excelentes lazos de amistad con Jesús Huerta y con Simón
Marchina, dueños de un negocio de compraventa de diferentes artículos.
Nos veíamos con mucha frecuencia, pues nos acercaba una mutua simpatía
y estimación.
Una tarde de 1942 platicábamos de negocios, era de cajón entre gente del
gremio comentar la situación comercial; de buenas a primeras me dijo
Marchina:
Ejecutivo como era, y es, Marchina, en ese mismo momento quiso que
formuláramos el convenio para establecer las condiciones que le
correspondían a cada quien. Una de las cláusulas era que ninguna de las
partes dispusiera de dinero de ese negocio. Ellos se entenderían con
proveedores, facturas y demás, y yo me limitaría a realizar las prendas
estipuladas; la utilidad iría al cincuenta por ciento para cada quien. Esa
misma tarde firmamos el convenio.
En menos de seis meses hice lo que estaba estipulado que haría en un año,
pero como el negocio creció más rápido de lo que se esperaba, ya no era
suficiente el local de su negocio. En virtud de esto me dijo Marchina:
Rápido hicimos las cuentas, obtuvimos una utilidad de cuarenta mil pesos;
de acuerdo a lo convenido, me correspondían veinte mil pesos.
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-¿Cómo los quieres?, me preguntó, ¿en efectivo o en tela?
-Es cierto, pero conozco a muchos amigos que se dedican a ese trabajo y
con poca inversión obtienen jugosas ganancias, le dije, y ellos me ofrecen
asesorarme.
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Ese mismo día quedó formada la sociedad; la única diferencia fue que en
lugar de la marca “Victory” le pusimos “Albert”.
Con toda armonía marchó esa sociedad durante dos años y nos fue bien.
Cuando me casé, convenimos en disolver la sociedad, me quedé yo con el
negocio, fue así como terminamos una mañana, la sociedad, de la forma
más hermanable. Quedamos separados de un negocio, pero inseparables en
nuestra cordial e inalterable estimación y amistad.
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PENSAMIENTOS AISLADOS
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Lo que yo creía tener dentro, lo intentaba escribir, cada intento de hacerlo
me producía decepción y enojo, se me embrollaba todo por falta de estilo,
de norma para ordenar mis ideas, que bullen en mi mente, yo pienso que en
realidad por falta de claridad en mi propia concepción, sin embargo tenía
prisa por escribir lo regular que he leído y lo poco que se me ha quedado,
pero si lo mucho que he vivido para lograr este propósito, tenía mucho que
pensar y mucho que recordar. Nunca me ha sido que digamos muy fiel la
memoria objetiva, en cambio la emocional revive fácilmente, tal vez eso
me facilite la tarea, independientemente que al tomar una decisión, me
convierto en su esclavo, puede ser que esto resulte más bien un defecto en
mí que virtud, pero así soy, así he sido, que le vamos a hacer.
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La formación del carácter individual comienza en la familia y en la
escuela, pero sólo en la vida misma logra definirse y fijarse en definitivo,
en esa gran universidad del género humano me formé yo.
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He enseñado a mis hijos a decir siempre la verdad aunque esta duele es
más dolorosa la mentira, la verdad es dolorosa pero es más piadosa que la
mentira, la verdad es dura la mentira es traición es más nociva que la
verdad, hay mentiras piadosas sí es cierto, pero no será mejor que una
verdad.
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Las atenciones las correspondí con más atenciones, el Señor me ha
concedido el favor de dar más que recibir, la amistad la he correspondido
con devoción, a los conocidos los he tratado como tal, a lo antipáticos con
el deseo de que algún día la esposa los haga simpáticos, a los falsos
escucharlos, no hacerles caso es lo mejor, a los hipócritas juzgarlos.
Cuando se me otorgó confianza respondí con honradez, con lealtad, mi
norma, mi conducta fue y es la verdad.
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Las explosiones de carácter y las aflicciones propias de la vida son algo
rigurosamente normales porque de lo contrario sería preconizar la santidad
y eso está en manos de Dios y no de los hombres.
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En nombre del cumplimiento del deber se puede hacer mucho, pero jamás
perjudicar los intereses ajenos.
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Constantemente se habla de los marginados de los que nada tienen de los
desheredados, que a pesar de que bien lo saben los que lo pregonan,
ampliar un mejor nivel de vida sólo se adquiere con el trabajo, además se
convierte en unidad que produce más fuentes de trabajo.
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LA PALABRA TALENTO
Pienso que cada persona debe dedicarse a la profesión para la que se sienta
con más aptitud. Juzgo de mucha importancia esta regla, tengo la
convicción que a su olvido se deben muchos fracasos y frustraciones. La
palabra talento significa para algunos una capacidad absoluta, creyendo
equivocadamente estar dotados de sabias disposiciones para una cosa que
lo estará igualmente para todas, nada más falso; un hombre puede ser
sobresaliente, extraordinario, de gran capacidad para un ramo y ser muy
mediano y hasta mediocre respecto a otros. Napoleón y Descartes fueron
dos genios, y sin embargo en nada se parecen, pocos son los que alcanzan
una capacidad igual para todo. Los padres los maestros deben fijar mucho
la atención en este punto para prever la perdida de un talento que bien
empleado podría dar los más preciosos frutos y evitar que se consuma en
una tarea para la cual no han nacido.
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En el primer sermón de Buda se dice: El nacimiento es doloroso, la vejez
es dolorosa, las enfermedades son dolorosas, la muerte es dolorosa; las
preocupaciones, dolencias, la pesadumbre, la angustia son dolorosas, estar
junto a personas que nos son desagradables es doloroso, estar separado de
aquellos a los que se ama es doloroso, no alcanzar aquello que se pretende
es doloroso, resumiendo los cinco grupos del contacto con la vida
(Corporeidad, sensación, observación, fuerza de modelación y conciencia,
son dolorosos).
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VIAJES
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Cuando dejé el viaje un día ordenando papeles, un día rompí los apuntes
que tomé durante ese tiempo que anduve por los caminos de la República,
porque me parecieron inútiles, que ahora me hubieran resultado muy
apropiados para el tema.
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VIAJES
Se tenían que llenar varios requisitos, entre otros, no ser mayor de 21 años
y tener estudios de secundaria. Tenía yo entonces 17 años, mis estudios los
había hecho en la Academia del Profesor Amezcua (joven y excelente
profesor), con quien había cursado la Primaria y la Secundaria. Para
facilitar mi ingreso al Colegio Militar como cadete, quise llevar una
recomendación; un amigo de mi papá decía que llevaba amistad con el
General Genoveva Rivas Guillén y allá voy a Irapuato, Guanajuato, donde
el General Rivas era jefe de la Zona Militar. El amigo de mi padre me
indicó que fuera, de su parte a entrevistarme con el mencionado General,
quien me recibió sin antesala; le platiqué sobre mis grandes deseos de
ingresar al Colegio del Aire, y me hizo saber que primero debía graduarme
de sub-Teniente, a fin de poder escoger cualquier otra carrera dentro del
Ejercito.
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Tengo entendido, aunque no estoy seguro, que en este año no va a haber
admisión, no me acuerdo de las causas. Vaya a México y presente su
solicitud.
Del General Rivas Guillén supe muchos años después que murió en forma
trágica, creo que se volcó con un tractor en el Estado de San Luis Potosí.
En 1934 vine a esta querida Guadalajara, pues aquí tenía un tío, José
Guerra. Fui llamado a trabajar en la tienda “La Primavera” que era del
Señor Salomón Karma y de su hijo (con quienes, al paso del tiempo, ha
llegado a haber vínculos de amistad, estimación y cariño).
Trabajé sólo unos meses, pues el fin era que me familiarizara con el
renglón del calzado, para poder salir de viaje a cubrir la ruta del
Pacífico.
En ese mismo año salí con diez o doce gavetas de muestras de calzado sin
lista de clientes, sin lista de rutas o pueblos que trabajar, lo único que se me
dijo fue:
_Aquí están las muestras; éstos son los precios; éstas, las condiciones de
venta. Pregunta a que hora sale el tren a Tequila, Jalisco, allí reinformas
con el cargador (sí, con el cargador), porque ellos saben a qué clientes
visitaba el agente viajero. Si quieres, puedes preguntar en el hotel, porque
allí saben qué agentes llegan, a quien le venden, y quiénes son los
principales clientes. Cuando termines de trabajar esas plazas, preguntas
que pueblo sigue de Tequila.
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Tomé el tren de Tequila, llevaba mi baúl con doce gavetas de muestra,
como ya lo he dicho, un veliz con mi ropa y mi indispensable portafolio
con un block de pedidos; llevaba también varias hojas de papel para ir
formulando la ruta , es decir, los pueblos que iba visitando, desde Tequila,
Jalisco, hasta Nogales, Sonora; con los nombres de los clientes de cada
plaza, pueblo o ciudad; por ejemplo: después de Tequila había que ir a
Hostotipaquillo y regresar a Tequila para ir a Magdalena, de allí a
Compostela, Nayarit, y así sucesivamente hasta llegar a Nogales; y una vez
cubierto ese largo viaje, tomar el tren de regreso a Guadalajara.
Si me iba bien, hacía el trayecto en dos días y dos noches pasando por las
estaciones que había tocado de ida. Voy a enumerarlas por orden, de
Nogales a Guadalajara.
Este recorrido duraba dos meses y medio. Probablemente haya algún error
en el orden, y tal vez algunos pueblos omitidos por olvido (que ya se me
empiezan a nublar los recuerdos).
Hay que agregar que en ese tiempo, un día a la semana no había “Corrida”,
ni de sur a norte, ni de norte a sur. En muchos tramos, no había carretera,
sólo caminos de brecha, ¡y qué brechas!; por ejemplo: de el Rosario, Sin., a
Mazatlán –cuarenta kilómetros-, se hacían cinco horas…hoy se hace media
hora. Para muestra basta un botón.
Voy a empezar a narrar los hechos, yo diría de Odisea, que viví por no
conocer ni pueblos ni clientes. No tenía más armas que las ganas de
trabajar, de triunfar. Trabajar un ramo que no se conoce, en lugares
desconocidos, siempre es difícil; con trabajos sabía cuál zapato era de
glasé o de charol. En la lista iban marcados los estilos, numerados y con su
respectivo precio; yo no tenía más argumentos que mi terquedad e
insistencia para tomar pedidos. Lo primero que tenía que lograr era que
aceptaran los clientes ver las muestras, una vez logrado este objetivo, el
siguiente paso era convencerlos para que compraran. Me decían: No puedo
comprarle porque tengo mejores precios, tengo muchos años de comprar
en tal o cual casa, ya me conocen; hacer compras a nueva casa no me
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conviene; ¿para qué tener tantas marcas?, con los proveedores que tengo
me basta por ahora; no necesito, estoy lleno de mercancías; las ventas están
mal; por último, mire usted este zapato, igual al que usted trae, me cuesta
dos pesos menos.
Cabe decir que los comerciantes de ese renglón son, en general, nobles,
accesibles y amables, aunque había otros hoscos, ecos, despectivos, tal vez
porque habían tenido alguna dificultad con algún viajero o con algún
proveedor, así que remataban con el primero que llegaba.
Con todos usaba yo casi los mismos argumentos, aunque a cada uno había
que hacerlo entrar al aro y convencerlos de diferentes maneras.
Tantas son las cosas por las que el comerciante a veces está molesto como
aquéllas por las que está contento. A lo largo de los años veo que es normal
y de humanos que esto suceda, no sólo a los comerciantes, sino a toda
clase de gentes.
Por otra parte, no se trataba sólo de vender, había que levantar pedidos a
clientes solventes, y los clientes que son buena paga quieren buenos
precios, seriedad, buenas condiciones de pago, se chiquean, o los chiquean
los proveedores. En fin, ser agente viajero tiene su arte: hay que saber a
qué hora acostumbran ver muestras, si les gusta tomar la copa; si les gustan
las faldas, hablarles de eso; saber si fuman, si no les molesta el humo del
tabaco; en fin, un poco observador. Yo salí dando palos de ciego.
Voy a narrar ahora cómo me fue en el primer pueblo que toqué; Tequila,
Jal.
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No hubo necesidad de buscar cargador, pues ya estaban tres o cuatro
gritando; “yo le ayudo, jefe”.Pocos momentos después empiezo las
preguntas: ¿A qué hotel llegan los agentes? ¿Qué tal está? ¿Queda en el
centro? ¿E el mejorcito? ¿Cuántas tiendas hay?
-Hay cuatro nomás la de don fulano… ya me daban los nombres. Son
buenos, fuertes, son tiendas grandes.
Claro yo les preguntaba cuántos había que vendieran calzado. Casi todos
tenían ropa, calzado y abarrotes, inclusive bebidas, desde luego no faltaba
el tequila.
Llegamos al hotel, que tenía cuatro o cinco cuartos. Era una de esas
antiguas casas de pueblo, con su patio en medio, sus macetitas, sus jaulas
con pericos o pájaros, camas limpias, aguamanil para el aseo personal, el
excusado en el corralito con su tabla y la fosa. Acomodé mi equipaje y le
pregunté al cargador:
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importe de esa venta era de sesenta pesos. A Don Delfino y Doña >María
los tengo muy presentes, a uno por ser el primer pedido que levanté, y a la
otra por la agotadora lucha que tuve que liberar para venderle algo; Don
Delfino me compró más. Estas dos ventas representaron para mí una
comisión de veinticinco pesos, pues hay que hacer la aclaración de que yo
viajaba por comisión.
En poco más de dos meses, entre Tequila, Jal., primera plaza, y Nogales,
Sonora, vendí cincuenta mil pesos más o menos, nunca se despacha todo.
Voy a suponer que se surtieron completos todos los pedidos, quiere decir
que, en ese caso, gané dos mil quinientos pesos; a cuarenta años de
distancia es difícil precisar, pero posible aproximarse a la realidad, a
reserva de buscar en viejos papeles. Para ser exacto gasté
aproximadamente unos mil ochocientos pesos, llegando a los hoteles
donde se hospedaba el mejor viajero. Así es que de esa odisea salí ganando
setecientos pesos.
Don Salomón y Don Jorge quedaron muy satisfechos por el éxito, vieron
que su negocio podía dejar buenas utilidades. Me di cuenta de que su
margen de utilidades era más que bueno; zapato que costaba 10 pesos, lo
marcaban a la venta de mayoreo a 15.00 pesos o más como la venta era
sobre pedido, tardaban un mes en surtir mis pedidos; mientras tanto me
quedaba en Guadalajara para esperar los nuevos estilos, es decir, renovar
en parte las muestras del viaje anterior y salir de nuevo a cobrar y vender, y
así durante más de diez años consecutivos, a lo largo de los cuales hice
muchas amistades con comerciantes y compañeros de viaje; tanto de unos
como de otros guardo gratos recuerdos, más especialmente de un querido
amigo Leonelo Ramella, que en paz descanse, y de Eugenio García Verde,
y de tantos otros que sería muy largo enumerar.
Desde luego, los viajes posteriores los hacía con más seguridad en mí
mismo, con más experiencia, que lógicamente se va adquiriendo y ayuda a
emplear menos tiempo en el mismo recorrido.
Claro que no todo fue color de rosa, hubo de todo. Ahí viene la parte
dolorosa: Las oraciones de mi madre me salvaron de morir como un perro
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en despoblado a manos de dos asesinos y bandidos policías de Tepic,
Nayrit, que fueron armados y pagados por ciudadanos para protegerlos.
Estos y su jefe, un teniente coronel que era comandante de la policía, se
dedicaban al robo, al asalto y al crimen. Lo que no puedo concebir cómo el
Gobernador, que no tenía que ver en estos sucesos que a diario pasaban en
la ciudad, capital del Estado, no ponía fin a toda esa serie de crímenes,
pues tenía la responsabilidad de saber lo que pasaba en su Estado.
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no me sentaba el llegar a esos lugares en puntada de borrachera. Siempre
tuve cuidado de no meterme solo a lugares como ese, lo hacía solamente
con comerciantes conocidos y no agresivos. Tengo que volver a la salida
del cuarto que tomé en el hotel “Imperial” para pasar la noche; entré a
dejar una cantidad de dinero en mi maleta para no llevar todo lo que traía,
en prevención de que al día siguiente amaneciera sin quinto casi siempre
así lo hacía; pero mi colega, casi recién conocido, un sujeto simpático, me
vio al dejar parte del dinero, que allí tenía la pistola.
Pero mi gran sorpresa fue que estos asesinos me llevaban a campo raso, y
comprendí que se trataba de asesinarme, despojarme de lo que traía, y al
día siguiente: nada, aparece un agente viajero muerto; y tal vez nunca se
habría sabido a manos de quién.
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En la oscuridad, a lo lejos, se veía una luz, un foco prendido muy lejos.
Corrí en zig-zag, me tiré al suelo y seguí en dirección a esa luz. Esperaba y
presentía que ya me había llegado la hora, que al decirme “córrale”, era
para matarme.
-Se acaba de salvar, amigo; estamos en una época en las que todos los días
hay uno o dos muertos por las orillas de Tepic, y no son otros, sino esos
tales por cuales de la policía.
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con él para informarle sobre lo sucedido, porque me pareció que el
quejarme con otra autoridad era igual a perder el tiempo.
En el hotel, en la calle, por todas partes se sentía que Tepic vivía una época
de terror, asaltos, robos, desaparecidos, cadáveres que aparecían a diario,
despojados de sus pertenencias, rumores o verdades a las que los viajeros
no dábamos mayor importancia, pues nuestro trabajo y nuestras relaciones
eran con gente de bien. Además sólo íbamos de paso, y cuando salíamos
aceptando alguna invitación, lo hacíamos confiados en que estábamos
acompañados por amigos ampliamente conocidos, sin sospechar que al
despedirnos y quedar solos, quedábamos también a merced de bandidos y
desalmados policías, nayaditas.
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Se indignaron a tal grado, que fueron a la comandancia, cuyo jefe era un
teniente coronel que resultó ser también jefe de los bandidos, y no sólo jefe
de la policía. El mismo, según se supo después era responsable de
infinidad de asaltos a mano armada.
Me puse a ver las fotografías de los “guardianes del orden”, pero como soy
mal fisonomista y los había visto en la oscuridad, me fue difícil
identificarlos. Uno era muy alto y el otro era tipo cora, esto hizo más fácil
la identificación. En el último lugar donde habíamos estado y en la
estación donde me refugié y salvé el pellejo los conocían; sin embargo el
procurador y el licenciado querían que yo mismo los identificara.
-Oye, se me hace que ese es un hijo de tal por cual que trabajó conmigo en
un aserradero y que corrí por malos antecedentes.
Quedaron en que, a las seis de la tarde, y para estar más seguros iban a
ordenar que se formara toda la policía a fin de que yo los identificara.
Así fue, a las seis de la tarde ya los tenía formados. Me dijeron quiénes
fueron los que lo asaltaron.
Me fijé muy bien en todos unos segundos: allí estaba el más alto.
-Éste es.
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Salí acompañado del procurador y del licenciado del Ministerio Público; el
primero, sumamente indignado, y yo más tranquilo y contento conmigo
mismo por haber tenido el valor de tomar esa decisión, aunque al mismo
tiempo preocupado por las represalias que compañeros o parientes de estos
asaltantes y asesinos pudieran tomar contra mí.
Desde hace rato estoy haciendo esfuerzos para acordarme de ese ejemplar
funcionario, sólo me acuerdo vagamente que se apellidaba Villa.
Seguí visitando esta plaza durante muchos años, de una a tres veces por
año; permanecía dos o tres días como máximo, para mi trabajo no
necesitaba más tiempo.
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En ese tiempo tomaba uno el camión, por ejemplo, a las 9 de la mañana y
duraba más de una hora para salir porque recogía el pasaje a domicilio y
hacía parada en cada rancho, donde no faltaban costales, jaulas y gallinas
que subir. En fin, jamás nos quedaban ganas de usar ese medio de
transporte. Cuando tenía clientes que ameritaban la visita, en algún pueblo
al que no se podía llegar por tren, rentaba un automóvil especial, claro que
me resultaba más caro, pero viajaba más cómodo y me rendía más el
tiempo, lo cual a veces compensaba el gasto. Al ir en automóvil por
caminos malos y brechas, llegaba uno menos molido y menos entumido
que viajando en los camiones de aves y humanos. Así se viajaba antes;
dormir en catre, con sofocante calor; lavarse en palanganas; bañarse a
jicarazos; de comer ni hablar, ni siquiera frijoles bien hechos, lo mejor y
más limpio que se podía comer eran huevos, había que tener valor para
soportar tantas incomodidades.
Algunos pasajeros protestaban porque no les daban pollo, y como ella era
una señora malhablada y ocurrente les decía:
-Pobre señor, está muy mal; venimos a ver que se le ofrece, en que
podemos ayudarlo.
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La vieja chistosa y habladora les dijo:
-Pasen a verlo, se está haciendo pen… para ver si por lástima le hacen
caso.
Luego que el “enfermo” las vio se enamoró de “Cabecha”, que así le
decían a una güera guapísima que resultó ser sobrina de un magnífico
cliente, don J. Rosario Lugo, un señor ya mayor, como de unos setenta
años, muy agradable y platicador, me contaba anécdotas de cuando viajaba
en diligencia. Yo le platiqué lo del día anterior, de cómo logré que las
muchachas fueran a verme; le cayó en gracia la puntada y me dijo:
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EL COMERCIO TAPATÍO EN LA DECADA DE LOS TREINTA
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5 – EL COMERCIO TAPATIO EN LA DECADA DE LOS TREINTA
Por aquellos años se ocupaban más hombres que mujeres en las actividades
comerciales.
La gente consideraba un lujo el surtirse en aquellos almacenes. En las
tiendas de los portales, los principales artículos que se vendían eran:
manta, cambaya, driles, el famoso percal “mamerto”, tusor, cabeza de
indio, mezclilla “lista amarilla”, chamarras, pantalones, cobertores, cobijas
que colgaban en las puertas de los negocios para llamar la atención de los
posibles clientes, y otros artículos que eran pregonados a la puerta del
negocio por un empleado que prácticamente jalaba a los transeúntes hacia
el interior de la tienda.
Las mercancías no tenían un precio fijo; “vale tanto más cuanto”, decían, y
si notaban que el marchante no estaba conforme con el precio, le decían
“¿cuánto ofreces?, si vienes con ganas de comprar te hago alguna rebajita”.
A tiros y tirones se arreglaban, el caso es que no lo dejaban salir sin
venderle algo.
Pobre del primer cliente que entrara a una tienda y saliera sin comprar
algo, lo acosaban: ”se te nota que no venías a comprar”, “la vaca que da
leche se conoce de lejos”, “ya me salaste el día”, y frasecitas por el estilo.
Total que era una verdadera cacería de clientes.
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En los portales y sus alrededores no sólo había tiendas de ropa, también se
contaba con restaurantes, cantinas de postín, casinos, y el atractivo
principal: ¿cómo olvidar las típicas alacenas instaladas entre pilar y pilar
alrededor de los portales?
Neverías, aguas frescas de todos los sabores, las famosas “Tostadas de don
Emiliano”, dulcerías, tabaquerías, loncherías, billetes de lotería, baratijas,
artesanías, frutas secas, cinturones, carteritas, mochilas. . . .
Eso sí, vivían a gusto, en una ciudad blanca, pacífica y segura a cualquier
hora del día y de la noche; como en cualquier pueblo, todo el mundo se
conocía. Así era esta querida Guadalajara, noble y leal ciudad.
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Ha cambiado su fisonomía, se ha transformado en una gran ciudad, la
segunda del país en belleza y población, con todos los adelantos
urbanísticos y los problemas propios de las grandes urbes.
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A excepción de los grandes almacenes con modernos sistemas de
comercialización, elevadores, escaleras eléctricas y demás adelantos
tecnológicos, siguen funcionando en el primer cuadro de la ciudad
comercios medianos y pequeños, aunque se han multiplicado
considerablemente.
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A lo largo de casi un siglo, la Cámara ha continuado llevando a la práctica
sus ideales de servicio en todo aquello que tiene relación con los intereses
de sus agremiados y de la comunidad en general.
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Todo lo hice con pasión, no me embriagó el éxito ni me dobló el fracaso.
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La postura de la Cámara es de respeto mutuo, sabe aplaudir a todo lo que
venga bien a Guadalajara de quien venga y sabe indignarse de todo aquello
que la dañe, no importase quien sea; la Cámara no conoce el ocio, su
constante preocupación por el bien de la ciudad atenta a los intereses de la
colectividad lo siente como un deber sin demagogia, tuvimos la razón por
guía, sin apartarnos nunca de ella, que está por encima de cualquier
opinión.
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COMO LLEGUE A LA CAMARA NACIONAL DE COMERCIO DE
GUADALAJARA
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El caso es que fui a la junta. Don Enrique me recibió amable: “qué bueno
que vino”, me dijo. En punto llegaron todos los consejeros y los suplentes.
El Consejo Directivo se componía de diez propietarios y diez suplentes,
más uno o dos invitados como asesores, todos con voz y voto.
Morales
Se hizo la presentación acostumbrada en estos casos, se dio lectura al acta
anterior y se discutieron varios puntos.
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Dr. Luis Alcazar Peinado (el Gerente era entonces el señor Garcilita). En el
Consejo Directivo de la cámara de Comercio fungía como secretario
Alfonso Alcazar Peinado, pero yo no sabía que era hermano del Dr.
Alcazar. Pedí la palabra para sugerir que antes de romper lanzas contra
ellos, pensáramos lo que íbamos a hacer, pues ellos formaban parte del
sector empresarial y no convenía un pleito en familia; algo así dije.
Entonces, el Presidente del consejo, don Jesús Casillas, me dice: usted,
señor ¿qué propone? Que nombren una comisión, contesté.
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Se aguantaron don Bernardo y don Ricardo hasta altas horas de la noche
sin beber una sola copa; si acaso le dieron un beso a alguna copa de coñac
que, a insistencia nuestra, les sirvieron; pero estoy seguro de que
estuvieron contentos. Nosotros más bien botaneamos sabroso y algo
eufóricos, no más.
Con Jorge Garibay se pueden pasar horas sin sentir, es muy simpático, muy
ocurrente, tiene el don de caer bien a todos los que lo tratan; es agudo, no
perdona ni a su propia gente con sus ocurrencias. Si quiere o no quiere a
alguien, no lo hace sentirse mal, como él llegó a decir algunas veces: “hay
que tener mucha mano izquierda, buena para los muletazos”. No cabe duda
que tiene gracia para decir las cosas.
Jorge decía:
Claro que son muy amigos, pero siempre en cualquier reunión estaban “de
pique”. Jorge era el que, por cualquier cosa, empezaba la broma: COMO
DICE DON ABELARDO, RECALCADITO, EN UN TONO MEDIO
IRÓNICO, O IRÓNICO Y MEDIO, algo por el estilo. Lo observé durante
el tiempo que conviví con ellos en la Cámara y fuera de la Cámara.
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el año de 1958 en San Juan de Los Lagos, Jal., me lo presentó mi padrino,
don Jorge Karam. Nos encontrábamos en la población alteña para recibir a
Su Eminencia, el Cardenal José Garibi Rivera que, procedente de Roma,
venía de la ciudad de México por carretera. Por cierto que a lo largo de
todo el camino de México a Guadalajara fue objeto de un apoteótico
recibimiento. Toda la gente volcó su entusiasmo al paso del señor
Cardenal, a tal grado que tardó dos días en llegar a la capital Jalisciense.
Hombres, mujeres, niños, ancianos, todos lo aclamaron a lo largo de
seiscientos y tantos kilómetros desde la capital hasta la perla Tapatía. Fue
algo grandioso, un júbilo que no alcanzo a describir.
Se calculaba que el Sr. Garibi llegaría a San Juan de los Lagos a las ocho
de la noche, pero llegó como a la una de la mañana. Estábamos esperando
muchas personas de Guadalajara, a quienes sería largo enumerar. La cena
que fue servida no recuerdo el lugar estuvo muy bien de todo. Me dice don
Jorge ya cuando estábamos sentados:
-¿Cómo le va, don Jorge?, se molestó en venir, muchas gracias (o algo así).
A mi no me conocía el señor cardenal Garibi; tuve la oportunidad y la
suerte de ver a su Eminencia en varias ocasiones, cuando festejé mis bodas
de plata matrimoniales me hizo el gran honor de celebrar la misa; en la
boda de mi hijo José fue muy bondadoso al aceptar bendecir sus nupcias,
asistido por mi estimado amigo, el padre José R. Ramírez. A este estimado
sacerdote y gran amigo le debo es estar tratando de escribir y relatar los
acontecimientos que me ha tocado vivir en diferentes épocas y actividades.
Yo siento que no puedo, que no tengo capacidad para llevar mis
pensamientos a la letra de molde; pero él no se decepciona, no cede, me
56
impulsa cuando me desanimo al ver que se me atora la carreta. El me
estimula y me dice que tal vez no tenga práctica, pero capacidad sí. Yo no
quisiera decepcionarlo, que me perdone si le fallo.
Por otra parte, confieso que desde muchos años atrás tuve siempre deseos
de escribir, de llevar mis inquietudes al papel; la verdad es que nunca hice
un intento serio, tal vez necesitaba que alguien me alentara, además de
tantas otras circunstancias.
El Sr. Lic. Don Efraín González Luna hizo uso de la palabra para felicitar y
dar la bienvenida a nuestro recién llegado a Roma, a nuestro querido
Arzobispo y Cardenal Garibi. Como siempre, el destacado abogado don
Efraín pronunció un brillante, sentido y emotivo discurso. La cena terminó
como a las tres de la mañana.
Hacía un intenso frío. Con todo y la buena cama y los buenos cobertores,
la tremenda helada no nos dejó dormir.
Sin temor a equivocarme, creo que esta recepción sólo ha sido superada
por la que México y Guadalajara brindaron a Su Santidad, el Papa Juan
Pablo II, en su memorable visita.
57
Cervantes, Arturo Camarena, Carlos Sánchez Chávez, Pedro Ramírez
Ramos, Juan Knobloch, Rene Marseille, Francisco Venegas, José J. Silva.
Transcurrió el año 1960 sin mayores problemas para mí. Desde luego, en
cualquier intervención o en cualquier comisión que me fue conferida me
apegué siempre a la verdad aunque a veces ésta resultara dolorosa y no me
favoreciera. Trabajé siempre con la cabeza dura a los golpes y firme en las
convicciones. Si no estaba en lo justo, reconocía mi error, pero también
pedía que se reconocieran mis aciertos.
Hice amistad con todos, con el Ing. Garibay, con David Martínez;
simpáticos y ocurrentes los dos, cada uno con su particular estilo. Ambos
eran requeridos por los consejeros debido a su ingenio, su buen humor y
sus puntadas agudas.
Desde luego, también llevé amistad con don Bernardo Anguiano, con el
Ing. Guillermo Arce (“MITO” Arce), muy estimadas personas.
Una vez más quiero recalcar que a través de los años compartimos muchos
momentos de recíproca estimación, y si alguna diferencia de criterios o de
puntos de vista tuvimos en las sesiones de Consejo, nunca fueron para mí
motivo de distanciamiento, ni mucho menos e no reconocerles sus aciertos
y su capacidad.
Como llevo dicho, tuvimos nuestras diferencias, pero eso nunca empaño el
aprecio. En las juntas de Consejo, yo tenía que ser congruente con mis
convicciones.
Se inyectaba vida a las sesiones. Los informes que sobre casa asunto
planteaba el Presidente a los consejeros, siempre despertaba interés. En fin:
allí, ni bostezos, ni cabeceos. Tal vez surgía inconformidad o discrepancia,
58
pero no sueño ni cansancio; antes bien, interés general por enterarse y
hacer frente a los problemas. Salíamos de las juntas con entusiasmo, tal
vez con pesimismo o desconcentro, pero nunca con modorra.
Confieso que me hubiera gustado tener más tiempo, porque tenía en mente
importantes proyectos, a mi modo de ver. Uno de ellos era el de hacer una
lonja mercantil que en lo futuro sirviera como lugar de esparcimiento y
reunión del Comercio Organizado. Todo con el fin de estrechar cada día
más los vínculos de amistad y acercamiento entre los socios de la Cámara.
Fui también Presidente de la Junta Coordinadota de la Iniciativa Privada, y
de las siguientes comisiones: ante las Autoridades Municipales, de
Arbitraje, Pro-Adorno Navideño, de Leyes Fiscales. Consejero de la
Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio del País. Tuve el
honor de ser electo Presidente de La Federación de las Cámaras del estado
de Jalisco. Ocupe otros cargos que ahora escapan de mi memoria.
En todas y cada una de las responsabilidades que tuve a mi cargo actué con
total entrega; no escatime tiempo ni esfuerzo alguno. Por encima de todo
egoísmo y de intereses personales -que nunca busqué-, para mí no había
más meta que cumplir con el cargo que acepté desempeñar y con el cual
me sentía comprometido. Lo hice con fe, con entusiasmo. Todo mi tiempo
lo dediqué a tratar de alcanzar las metas que me había propuesto.
59
Me siento satisfecho de haber cumplido la promesa que hice a mis
compañeros de Consejo; todas as fallas que tuve no se debieron a falta de
voluntad, sino a causas ajenas a ella.
LABOR DE LA CAMARA
Son muchos los servicios que La Cámara presta y que gran número de
socios no se preocupa por conocer, por ejemplo: la promoción de nuevas
empresas, información sobre los requerimientos para instalar un nuevo
negocio, datos sobre la importancia del comercio fronterizo, sobre tarifas
de importación y exportación, sobre transporte; información acerca de
recursos financieros, naturales y humanos, sobre reglamentos de trabajo,
salarios, sobre los derechos y obligaciones del Instituto Mexicano del
Seguro Social.
60
Tiene, además, representantes ante las diversas dependencias municipales,
estatales y federales. Tiene conocimiento de todos los problemas de sus
asociados, a través de sus secciones especializadas, por ejemplo: la sección
Especializada de Turismo desarrolla un importante programa de
actividades en esa área, cobranzas foráneas y locales. Informes
confidenciales, certificaciones, y otros tipos de gestiones.
61
consumen disel representan un grave problema para la ciudad y sus
habitantes. La contaminación ambiental transforma poco a poco en negra
una ciudad que fue blanca. Cada día se torna más difícil combatir este
problema que nos asfixia y que tal vez, a tiempo, hubiera podido evitarse.
Ahora, este mal que se dejo crecer se antoja insoluble. Hace pocos días
comentó a un reportero de un periódico local que en Guadalajara
representa una agresión para los peatones las enormes cantidades de humo
negro que les arrojan a la cara, y dijo que daba la voz de alarma para evitar
y ponerles remedio a esa anómala situación, para no seguir destruyendo
paso a paso ésta bella ciudad y consideraba un atropello el verse fumigado
como si fuera “una cucaracha” y que solo se fumiga los piojos y las
garrapatas y que el no se consideraba ningún animal de éstos sino un ser
humano, que ninguna Autoridad y ningún ciudadano debe ser indolente y
tiene la obligación de intervenir para poner freno a éste veneno que
padecen los habitantes de ésta capital; que no debe permitirse esta
contaminación del ambiente, pues con ello se está ahuyentando al turismo;
agregó que si la cara nos queda negra, de esa emanación de humo que
despiden los autobuses, peor nos deben quedar los pulmones.
PONENCIA
ANTECEDENTES
62
b) El ordenamiento trascrito en el párrafo anterior se considera fuera de
actualidad y falto de consonancia con las operaciones crediticias, lo cual es
comprobable, de acuerdo con las siguientes:
CONSIDERACIONES
IV.- Todos los comercios, en especial los que operan con ´mayoreo´, tienen
un promedio de pérdidas que fluctúan entre el diez y el quince al millar.
Tomando en cuenta lo anterior, y dado que la disposición legal enunciada
se considera fuera de la realidad mercantil actual.
SE PROPONE:
63
Se exhortó a todos los sectores de la ciudad a estrechar los lazos de unión,
a coordinar nuestros esfuerzos para acelerar el desarrollo de Guadalajara,
de Jalisco y de México, al mismo tiempo no perder de vista que el progreso
económico debería de ser en base de una autentica justicia social y para
que esta exista, deberá complementarse los deberes y derechos de todos,
Gobernantes y Gobernados, Empresarios y Trabajadores. Al Gobierno le
manifestamos que nuestra postura no será la reclamación insolente, ni la
petición pordiosera, ni tampoco la contestación despótica ni la dádiva que
usurpe el derecho a la justicia, sólo con el diálogo razonable y fecundo
entre Cámara y Autoridades, sin que esto signifique entreguismo de
cualquiera de los dialogantes, así ha sido desde hace varios sexenios,
gracias a esas buenas relaciones y mutuo entendimiento, Jalisco está unido.
64
de todos los fraccionamientos de la ciudad fueran manejados directamente
por el propio Ayuntamiento, a fin de conservar orden, la moral, la limpieza
y el alumbrado que la ciudad requería.
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Al despedirse me dijo:
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A través de nuestros organismos nacionales, insistimos en nuestra posición
de inconformidad ante cualquier proyecto que tendiera a aumentar las
cuotas obrero-patronales al IMSS, bien fuera mediante cambio de grupo,
de tasas, o cualquier otra maniobra.
Iniciamos gestiones ante las autoridades para proteger los intereses del
comercio, que sufría constantes pérdidas y molestias por el extravío de
mercancías.
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Asistimos a tan trascendente acto el Lic. Efraín Urzúa Macias, presidente
municipal de Guadalajara, el Lic. Oscar de la Torre Padilla, don Luís
Plascencia primer vicepresidente de la Cámara Guadalajara, don Enrique
Varela director de la misma, el que esto narra, y otras personalidades.
68
VISITA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE
GUADALAJARA A LA CÁMARA DE COMERCIO
69
universidad-empresa. Muy brillante, elocuente la amena disertación del Dr.
Garibay, que cautivo y capto la simpatía de los presentes.
Yo por mi parte, como presidente del Consejo, expresé, entre otras cosas,
que la presencia de los señores directivos de la Universidad Autónoma de
Guadalajara en nuestra Cámara era honroso, y motivo de profunda
satisfacción.
70
El consejo Directivo y el equipo de funcionarios de la Cámara, nos
echamos a cuestas el programa antes mencionado, y podemos afirmar, que
nos pusimos a trabajar.
Tal vez caben satisfacciones, pero hasta ahí. Tan sólo nos limitamos a
narrar acontecimientos y situaciones de las que nos tocó ser actores en esa
época.
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institución, y le extendí una atenta invitación para que colocara la primera
piedra. El me respondió “Me gustaría colocar la ultima piedra, pero en este
caso con mucho gusto voy, me avisas, ya empiece”.
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sobre el sucesor del Presidente de la Cámara, y después de tener un amplio
cambio de impresiones, todos estuvimos de acuerdo en apoyarte: queremos
que tú seas el Presidente cuenta con nosotros, pero con una condición.
-¿Cómo Miguel, condicionada?, conteste yo.
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TESORERO Sr. Don Jesús Huerta García
SUB-TESORERO Sr. Don Arturo Godinez
SECRETARIO Sr. Don Ricardo Valencia
SUB-SECRETARIO Sr. Don Pedro R. Bruner
CONSEJEROS
Sr. Don Miguel Moragrega Jr. Sr. Don Mario Garcia Ulloa
Sr. Don Leopoldo Amutio de Diego Sr. Don Bernardo Anguiano B.
Sr. Don Alfonso Chalita Bitar Sr. Ing. Jaime Varon
Modiano
Sr. Don Alfonso Diaz Morales Sr. Don Jose Trillo Lomeli
Sr. Ing. Ramón Becerra Godinez Sr. Don Arturo Camarena L.
Sr. Don Adolfo Rojas Mora Sr. Don Manuel Monraz R.
Sr. Don Ramon Ramos Garcia.
Yo tenía el firme propósito de atacar esta obra, que era ya tan necesaria, y
elabore un plan de financiamiento, que consistía en reunir la cantidad de 1
´500,000.00 pesos aproximadamente, de la siguiente forma: hacer una lista
de comerciantes socios de la Cámara, de quienes nosotros consideramos
que darían gustosamente su cooperación para los fines ya mencionados.
Desde luego las opiniones de tan respetables compañeros tenían que ser
escuchadas, pero la experiencia enseña que cuando las cosas se plantean de
esa forma, generalmente no se llega a ningún acuerdo. Casi siempre hay
74
divergencia; opiniones de buena fe, quizá algunas por no cooperar, pero
siempre es difícil llegar a un consenso.
Quien más, quién menos, todos cumplimos con nuestra comisión. Gracias
a todo el Consejo, a los señores expresidentes, a los funcionarios de la
Cámara y principalmente, a todos los que generosamente aportaron los
fondos económicos, fue posible llevar a la realidad un viejo anhelo de la
Cámara. Así quedó demostrado una vez más que con la unión de
voluntades todo se puede hacer.
75
por todos los Presidentes de las diferentes Cámaras, y la cual tuve también
el honor de presidir. Las juntas de la Confederación de Cámaras
Nacionales de Comercio también reclamaban mi presencia, lo mismo que a
Confederación de Cámaras del Estado de Jalisco, en la que fungí como
primer Presidente.
Todos los presidentes y los Consejeros que han pasado por la Cámara han
imprimido a su gestión el sello de su personal estilo; le dedicaron su
tiempo, su esfuerzo y le consagraron su talento y cariño.
Todos ellos, cada uno ante las diferentes exigencias de su época, han
servido con desinterés y con acierto, cumpliendo así su delicada misión. A
todos se debe la seriedad de la institución y su firme trayectoria de
servicio, fiel a la Leyenda que ostenta su escudo: “EL COMERCIO AL
SERVICIO DE LA COMUNIDAD”.
76
inauguración del edificio y develar la placa conmemorativa del
acontecimiento.
Debo decir que todos los actos, al final de mi gestión, se llevaron acabo sin
el menor tropiezo, gracias a la capacidad de organización y a la eficiencia
que siempre han caracterizado a los funcionarios de la honorable
institución. Todo salió perfecto, mi reconocimiento.
Comenté el asunto con algunos de los consejeros y con don Enrique Varela
Gerente de la institución (en mi gestión se le ascendió a Director General),
e hice la sugerencia pertinente para que la tuvieran en cuenta los Consejos
siguientes pues a mí apenas me ajusto el tiempo para terminar la obra de
transformación completa en la fisonomía y el funcionamiento de la
Cámara, obra con la que ganó el Arquitecto Marco Aldaco en un concurso.
Así terminaron los trece meses de mi gestión como Presidente del Consejo
Directivo de la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara, entré con el
pie derecho y salí derecho.
77
OCTAGÉSIMO TERCER ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA
CÁMARA NACIONAL DE COMERCIO DE GUADALAJARA
“No basta pensar alto ni sentir hondo, hay que pensar de modo distinto y
sentir de manera diferente. La institución que no quiera atrofiarse tiene que
avanzar de transformación. Si la Cámara se hubiera estancado, se habría
extinguido. Afortunadamente, con el renovado esfuerzo, y a pesar de todas
las vicisitudes, sigue abriéndose paso, colocándose firme, incólume,
vigorosa al cumplir sus ochenta y tres años de vida.
El clima los ideales se pueden expresar con una sola frase: interrumpir la
monotonía. Nuestra Cámara lo ha logrado, su postura ni ha sido ni será
nunca la sumisión, sino el sostenimiento de un contacto permanente con
sus asociados, tratando de buscar siempre la unificación de criterios con el
loable fin de lograr una superación constante, superación que ha
desembocado en un beneficio colectivo de gran envergadura, ejemplo
palpable de este beneficio comunitario es el centro comercial mas
importante de Íbero América “Plaza del Sol”.
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de nosotros, los comerciantes, depende que esta nueva etapa de la vida de
nuestra Cámara sea ascendente y acelerada”.
En la mente del joven Suizo Juan Enrique Dunant nació la idea de la Cruz
Roja, cuando presenció la horrible y sangrienta batalla de Solferino en
Italia del Norte, un 25 de Junio de 1859 los heridos sin ningún auxilio
esperando lenta y dolorosa muerte, se conmovió tanto ante ese cuadro
sangriento, que lo inspiro a escribir un libro, MEMORIAS DE
SOLFERINO” que a su vez conmovió la conciencia del mundo; en las
ultimas páginas de sus memorias, sugirió una serie de soluciones prácticas
para remediar las terribles circunstancias descritas y estas recomendaciones
hicieron surgir las agrupaciones de socorro como organizaciones
nacionales.
79
sangrientas batallas, muchos heridos quedaban en los campos desiertos,
clamando el auxilio de una mano generosa, pero fue hasta los primeros
meses de 1914, se organizó un grupo de voluntarios que por conducto del
estudiante de medicina Miguel Paredes Ibarra ofreció al caudillo los
servicios de la naciente institución viajando hasta Tepic Nayarit.
SERVICIOS MENSUALES
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1968 1´107,586 13,441
1969 1´153,485 15,637
1970 1´199,391 17,362
1971 1´245,297 17,886
1972 1´291,203 19,766
1973 1´337,109 22,944
1974 1´500,000 23,374
Es así como Cruz Roja Guadalajara en los últimos treinta y dos años ha
prestado aproximadamente UN MILLÓN, OCHOCIENTOS TREINTA Y
DOS MIL SERVICIOS.
Proyectó y construyó este edificio el Sr. Ing. Jorge Matute Remus sin
cobrar nada.
81
Si la Cruz Roja dejara de prestar servicios se levantarían voces de protesta,
quieren que Cruz Roja permanezca vigilante las 24 horas para prestar sus
humanitarios servicios, pero los vigilados se despreocupan de su vigilante.
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COMO LLEGUÉ A FORMAR PARTE DEL CONSEJO DE LA
BENEMÉRITA CRUZ ROJA
Con tan sólo lo que llevo dicho basta para no poderme negar más a
participar en la noble tarea que se proponía llevar acabo en la altruista
labor Cruz Roja.
83
Tomó posesión como presidente del consejo Directivo de dicha Institución
el día 31 de mayo de 1971 y su lamentable, doloroso y prematura muerte
en Chapala Jalisco en agosto 7 de 1972.
84
El Secretario Licenciado Silva Sahagún citó al Consejo para elección de
Presidente fui electo por unanimidad el 28 de agosto de 1972 o sea
veintiún días después del fallecimiento del presidente de Cruz Roja Don
Trinidad Águila Zepeda.
85
Para cumplir con ese acuerdo el Sr. Amutio y el que esto relata nos
pusimos en contacto con el Sr. C.P.T. Alberto Esponda para solicitarle
practicara una minuciosa Auditoria acepto y ofreció enviar a los más
experimentados de su equipo dado lo complejo que resultaba que resultaba
una rescisión de esa índole Esponda era amigo nuestro por lo que
confiamos en una especial atención se llevo una estricta revisión y el día
17 de Febrero de 1973 entrego al Sr. Tesorero Don Leopoldo Amutio
preliminares observaciones nada satisfactorias y el 26 de marzo del mismo
año el resultado final fue que se había encontrado anomalías que eran no
sólo necesario corregir si no una urgente reestructuración general en todas
las áreas que no estimo necesario transcribir.
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necesario llevar acabo en forma permanente estas actividades a fin de
fortalecer las finanzas de la Institución por demás indispensables para su
humanitarios servicios.
Pero ¿Cómo hacerlo? Si no había dinero y no sólo eso sino que venía
arrastrando un pasivo de $ y los proveedores de medicamentos ya
no surtían los pedidos o lo hacían a cuenta gotas (y con mucha razón) los
señores Levy a los que mas se debía en justicia hay que reconocerles su
paciencia y su buena voluntad para Cruz Roja cuando posteriormente la
institución empezó a obtener ingresos por diferentes conceptos que en otra
página se detallan se pagó a todos los proveedores a los señores Levy se
les liquido si mal no recuerdo en dos o tres partidas y en forma totalmente
espontánea nos hacían un donativo de cinco o diez mil pesos en cada
entrega de un abono.
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manifestándole que con su cooperación y sus palabras nos alentaba a
continuar con nuestra desinteresada tarea.
88
siempre sucede encerró a mi hijo en una celda que da asco describir los
animales se asfixian en ese nauseabundo lugar afortunadamente a los diez
minutos llegue acompañado del Lic. Felipe Vázquez del Castillo pedí al
agente del ministerio público se me informara donde estaba detenido mi
hijo le respuesta fue encerrado proteste enérgicamente y exigí verlo ordeno
al policía que abriera la pocilga estaba el y un pobre joven drogadicto o
alcohólico se notaba por su aspecto abotagado amoratado.
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Así el 26 de Junio de 1975 el Sr. Cardenal José Salazar López ante la
presencia de el Consejo directivo, del comité de damas, cuerpo médico,
socorristas y demás personal que labora en Cruz Roja, bendijo las nuevas
instalaciones.
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