Professional Documents
Culture Documents
I. PLANTEO
1. Observación preliminar
1
El texto, ampliado y corregido recoge la exposición llevada ca cabo en las Jornadas sobre reforma política y
constitucional, organizadas por la Comisión de Asuntos Constitucionales, Legislatura de la Ciudad de Buenos
Aires, 5 de agosto de 2002, ante los Señores y Señoras Legisladores de la Ciudad de Buenos Aires.
2
Profesor de Derecho constitucional, Facultad de derecho, Universidad de Buenos Aires. Consultor Externo
sobre Derecho Constitucional y Parlamentario de la Defensoria del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires.
2
Esta interacción, sin que por ahora quepa abrir juicio si es virtuosa o
no, permite descubrir un hecho: que el Estado aparezca como estado de
partidos se produce gracias o pese a la interactuación de los partidos políticos.
Pruebas al canto: viene prescribiendo el artículo 61 de la Constitución de la
5
HAURIOU, André: Derecho Constitucional e Instituciones Políticas, Ariel, Barcelona, p. 295.
6
Ver LOWENSTEIN, Karl: Teoría de la Constitución, Ariel, Barcelona, 1976, p. 451.
5
Además, todo lo expuesto sirve también para captar una vez más que la
función de los partidos políticos en las denominadas modernas “sociedades de
masas” –digamos: policlasistas, poseedoras de un ordenamiento jurídico que
supera el de una organización tribal– no revela sino la menesterosidad que
tiene el principio de soberanía popular, jugando en el marco de una
democracia representativa.
7
DUVERGER, Maurice: Instituciones Políticas y Derecho Constitucional, Ariel, Barcelona, p. 136.
8
Cfr. SARTORI, Giovanni: Elementos de Teoría Política, Alianza, 1992, p. 240.
7
1. Concepto
pero, al fin y al cabo, nominados por éste, siempre y cuando tal posibilidad se
encuentre admitida por las respectivas cartas orgánicas. Las segundas
corresponden también a personas no afiliadas a un partido, pero cuya
nominación no es formalizada por éste.9 Además, un candidato extrapartidario
puede verse obligado a participar de una elección primaria interna abierta
partidaria10, donde se seleccione el candidato a presidente, vice, diputado o
senador, y por implicar una insalvable contradicción en los términos, tal
posibilidad no es posible ser representada para un candidato presentado, con
independencia de la lista de un partido.
15
Ver Diario de sesiones de la Convención Nacional Constituyente, Imprenta del Congreso, p. 1860.
16
Ib. ant., p. 1866.
17
Ib. ant., p. 1867.
18
Ib. ant.. P. 1867.
19
Ib. ant., p. 1868.
20
Ib. ant., p. 1871.
21
Ib. ant., p. 1876.
11
Por otra parte, los debates de los convencionales no dan luz sobre el
particular; por lo pronto, algo quedaba prístino y transparente: no estaban de
acuerdo en la atribución de significado de un término –competencia– que
estaban incorporando al texto constitucional. Sin intenciones de hacer aquí
crítica del originalismo o interpretación subjetiva, siempre que se suscitan
este tipo de cuestiones reviste interés traer a la memoria un paradigmático
ejemplo narrado, a su vez, por su autor: el maestro Luis Jiménez de Asúa. El
asunto fue más o menos así. Sesionando la Convención Constituyente
española que elaboró la magnífica Constitución republicana de 1931, Jiménez
de Asúa propuso una modificación al texto normativo en ese momento en
debate; el pleno aceptó de buena gana la incorporación de la sugerencia y,
pocos minutos después, su autor se retiró momentáneamente del recinto de las
deliberaciones. Al regresar, un convencional vuelve sobre el tema,
preguntando a Jiménez de Asúa cuáles habían sido sus originales intenciones
para formular la introducción de la disposición y cuál era su interpretación a
dicho respecto. Jiménez de Asúa contestó que la norma ya estaba ahí, motivo
por el cual debía prescindirse de su autor, a quien ya no le pertenecía,
debiéndose acudir por lo tanto a la interpretación objetivada del texto legal, a
lo que sí estaba dispuesto a hacer.
24
Fallos CSJN: 310: 819.
14
Naturalmente, nada impide que una ley del Congreso derogue la actual
exclusividad implantada por el art. 2º de la ley 23.928, autorizando mediante
una nueva configuración legal infraconstitucional la procedencia y pertinencia
de esta forma de participación política que comportan las candidaturas
independientes. Sin un nuevo cuadro legal, no hay autorización factible de ser
admitida.
25
Cfr. JIMÉNEZ, Eduardo Pablo: Derecho Constitucional Argentino, Ediar, Buenos Aires, 2001, tomo II, p. 339.
26
Cfr. BIDART CAMPOS, Germán J.: op. cit., p. 278; ALICE, Beatriz, op. cit., p. 1179; ROSATTI, Horacio Daniel, p.
58, en la obra colectiva La Reforma de la Constitución, Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 1994, y su contribución
“Derechos Electorales”.
27
Ver (i) Expediente número, impulsado por el Jefe de Gobierno, artículo 5º: ... 3º) “se reconoce el derecho de
postulación de candidaturas a los candidatos independientes con arreglo a lo dispuesto en la presente [en rigor
de verdad, proyecto] ley, quienes sólo podrán presentar su candidatura solamente en una determinada sección
electoral” de las 16 en que se propone dividir el distrito porteño. Además, el artículo 9º agrega que para ser
candidato independiente se requiere poseer dos años de residencia en la Sección Electoral en la cual se postulen
y presentar la adhesión de un número de electores empadronados que, como mínimo, será equivalente al cuatro
15
1. Generalidades
(4) por mil del total de los inscriptos en el Registro Electoral correspondiente a su Sección Electoral, no
pudiendo dicho número ser inferior a 800 electores empadronados. Dichos electores no deberán encontrarse
afiliados a otros partidos distritales o vecinales con personería jurídico política reconocida o ser avalistas de
otras candidaturas uninominales oficializadas.
(ii) El proyecto de la Diputada Colombo propone: Artículo 4º: Para los cargos mencionados en el artículo 2°
–zonas electorales, 36 cargos, para el resto, la Ciudad, será considerada como un distrito único, elegirá 24
diputados, empleándose para ello el sistema de representación proporcional definido en el artículo 161 del
Código Electoral Nacional– serán admitidas, además de las candidaturas presentadas por los partidos políticos
reconocidos, las presentadas por ciudadanos independientes. Artículo 5º: Para que las candidaturas
independientes sean admitidas, los únicos requisitos son presentar del Programa de Acción Legislativa
mencionado en el artículo 10° y contar con el aval de un número de electores de la Zona Electoral en la que el
candidato se presenta, equivalente al dos por mil del padrón de la misma. Artículo 10º: Las agrupaciones
políticas participantes y los candidatos independientes deberán presentar un Programa de Acción Legislativa
donde figuren sus propuestas legislativas. Los candidatos presentados por partidos políticos deberán asumir
como propio el Programa de Acción Legislativa de su partido o alianza electoral.
(iii) También hay una propuesta de la diputada Yelicic.
(iv) El diputado Jorge Argüello, en su propuesta de reforma constitucional, plantea modificar el actual art. 62
de la CCABA: “Cualquier ciudadano avalado por un mínimo de 500 vecinos de nuestra Ciudad, podrá
postularse para ejercer los puestos electivos establecidos en la presente sin otros requisitos ni impedimentos que
aquellos establecidos en razón del cargo al que se postule”. Ver artículo 2º de su propuesta de enmienda
constitucional, expediente 1701/2002.
(v) En la órbita del Congreso Nacional, contaría con un importante grado de avance en el tratamiento
parlamentario un proyecto del diputado Juan M. Urtubey, modificando el artículo 2º de la ley 23.298, el que se
lo sustiuiría por el siguiente texto: “Autorízase la participación de candidaturas independientes, para todos los
cargos nacionales. Los candidatos independientes deberán cumplir, en lo que sea pertinente, las disposiciones
aplicables a dichas candidaturas”, según están establecidas en la misma ley, derogándose además el inciso c)
del artículo 50 del mismo cuerpo legal.
16
28
Cfr. SARTORI, Giovanni: op. cit., p. 225.
17
Al filo de la duda, me animo a decir que muy distintos son los ámbitos
de comprensión en que se desarrollan la representación sociológica y la
representación política; traduciendo este distingo, la representación
sociológica hace a la existencia de semejanzas entre representantes y
representados, dando la nota peculiar de representatividad; la representación
política hace a la existencia de responsabilidad en el manejo de los quehaceres
públicos puesto en cabeza del representante, donde la nota de eficacia en la
prestación es la nota sobresaliente de la significación del término.
Obviamente, el par puede y debe ser relacionado.
2. Argumentos a favor
3. Argumentos en contra
34
Cfr. RAWLS, John: Teoría de la Justicia, Fondo de Cultura Econonomia, 1993, p. 286.
35
Cfr. VALADÉS, Diego: Problemas Constitucionales del Estado de Derecho, Universidad Nacional Autónoma
de México, México, D.F., 2002,
21
V. CUADRO DE SITUACIÓN
36
Ver decisión del Tribunal Constitucional Alemán, BverfGE 1, 208 (223 ss. ).
23
avales. Habrá que reconocer el derecho y punto. Desde luego, todo candidato
independiente debería tener con los partidos políticos casi una única
diferencia: la referida a los avales. En el resto, en una sociedad abierta no
puede existir ninguna diferencia: todo candidato independiente debería
presentar (i) sus bases de acción programática, (ii) su plataforma de principios
(iii) y estar dispuesto a mostrar el origen de sus fondos y patrimonio, bienes y
recursos que no prohibiendo la ley esté dispuesto a utilizar para cubrir sus
gastos de financiamiento, todo ello sometido a control judicial, en pie de
igualdad con las obligaciones impuestas a los partidos políticos. Si la
reglamentación legal no exigiere estos últimos requisitos, estaría confiriendo a
un candidato independiente un privilegio inconsistente con la sociedad abierta
que fue, precisamente, la que le permite la libre adopción de sus decisiones de
participación política. Y este no parece un precio que razonablemente deba
pagarse.