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21 VOCES: HISTORIAS DE VIDA SOBRE 40 AÑOS DE EDUCACIÓN EN COLOMBIA

Por: Oscar Saldarriaga Vélez


Ph. D. en Historia y Profesor Pontificia Universidad Javeriana

Un comentario al texto más vendido entre los libros universitarios en la pasada FILBO.
Se trata de una obra en la que se exponen las voces de algunos pedagogos y funcionarios
de gran influencia en la educación colombiana en los últimos cuarenta años.

Con este título, la Facultad de Educación de la Universidad de los Andes, y el Instituto


para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico (IDEP) de la Alcaldía Mayor
de Bogotá acaban de lanzar una recopilación de entrevistas a veintiún actores
significativos de lo que en la academia se denomina el campo intelectual de la
educación en Colombia. Constituye una memoria viva de unos luchadores que han
empeñado sus mejores esfuerzos por una misma causa, la construcción del sistema
educativo colombiano. Pero el noble formato de un libro no debe engañarnos: son
memorias de batallas, conflictos y negociaciones producidas -cito el lenguaje
sociológico-, por “un sistema de fuerzas en lucha por la hegemonía del capital
científico y cultural”. Gracias a los editores, José Darío Herrera y Hernando Bayona,
disponemos, no de otra “antología de pedagogos colombianos”, sino de una pieza
caliente imprescindible para reconstruir la compleja estructura conflictiva del campo
educativo, como para recuperar la memoria emocional y política de las personas que
lo han vivido.
Los editores sugieren una apasionante manera de leerlo: el método de la rayuela
cortazariana. Cada lector, según su propia posición, podrá seleccionar la serie de
actores y antagonismos que le interese rastrear. El libro le permite confrontar
distintas versiones de los eventos recientes de nuestra historia educativa, narradas
por personas de carne y hueso: Abel Rodríguez; Carlos Augusto Hernández, Antanas
Mockus, Mario Díaz, Carlos Eduardo Vasco, Vicky Colbert, Olga Lucía Zuluaga; Alberto
Martínez Boom, Jesús Alberto Echeverri, Humberto Quiceno; Lola Cendales, Marco
Raúl Mejía, Elizabeth Castillo; José Luis Villaveces, Nohora Elizabeth Hoyos, Cecilia
María Vélez; Fabio Jurado, Gerardo Remolina; Francisco Cajiao, María del Pilar Unda, y
Julián de Zubiría.
Tras esta lista se revela otra, la de los roles que estos actores han jugado, a veces
intercambiándolos entre sí, en el campo educativo: ministro de educación,
viceministro, secretario de educación, asesor de ministerio, alcalde, administrador
público, empresario, oenegero, funcionario multinacional, diseñador de currículo,
diseñador de evaluaciones, legislador, líder sindical, literato, ideólogo, rector de
universidad, miembro de grupo de investigación, formador de maestros, pedagogo,
educador popular, etnoeducador… ¡Sería revelador y apasionante ver cómo cada
lector elabora su propia Rayuela!
Se puede hacer otra lista, la de los temas sobre los cuales se han sostenido las batallas,
de las que los biografiados refieren versiones divergentes. La Ley 115 de 1994, el
doble estatuto docente, Fecode, descentralización, evaluación por competencias,
derechos básicos de aprendizaje (DBA,); autonomía curricular, tecnología educativa,
educación rural, enseñanza media y técnica, ciencias de la educación, alianzas público-
privadas, formación de maestros, pruebas masivas, movimiento pedagógico, entre
otros. La grave noticia es que hay un tema sobre el que todos están de acuerdo: el
fracaso de las Facultades de Educación. Tal vez por allí puede comenzar el trabajo
analítico de los lectores…

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