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I.

MARCO TEÓRICO

CONTAMINACION DEL AGUA DE BEBIDA POR ARSENICO Y SU IMPACTO


EN LA SALUD PÚBLICA

El arsénico y sus efectos sobre la salud La toxicidad aguda del arsénico en altas
concentraciones ha sido conocida y documentada por siglos; asimismo se tiene
documentado su uso en concentraciones reducidas para el tratamiento de
enfermedades como sífilis, malaria, cólera e incluso leucemia. La identificación de
los efectos a la salud a largo plazo asociados con la exposición a muy bajas
concentraciones es reciente, siendo los primeros indicios de ello derivados de sus
diferentes usos medicinales. La forma de arsénico más tóxica es la arsina (AsH3),
un compuesto gaseoso, inodoro e inflamable; seguido por los arsenitos (As III),
arseniatos (As V) y compuestos de arsénico orgánico.
La exposición humana al arsénico puede darse por ingestión, inhalación o
adsorción a través de la piel. Con excepción de aquellos individuos con exposición
ocupacional al arsénico, la ruta de exposición más importante es a través de la
ingesta de alimentos y agua de bebida. La mayoría del arsénico ingerido es
excretado a través de la orina, heces, piel, cabello, uñas y respiración. En casos de
ingesta excesiva, una parte del arsénico es depositado en los tejidos causando la
inhibición de la actividad enzimática celular.
El arsénico produce efectos en una amplia gama de sistemas orgánicos en
humanos y hasta el momento no se ha demostrado ningún rol biológico o como
elemento esencial. Su toxicidad aguda en humanos es predominantemente una
función de su tasa de remoción del cuerpo.

A. Efectos a corto plazo: La ingesta de dosis elevadas de arsénico puede


derivar en síntomas agudos como el síndrome gastrointestinal, seguido
de fallas multi-orgánicas incluyendo falla renal, respiratoria,
cardiovascular y de las funciones cerebrales y muerte posterior.
B. Efectos a largo plazo: Los efectos de la exposición prolongada a bajas
concentraciones de arsénico, tanto de manera ocupacional como por
consumo a través de la comida y agua de bebida, ha sido analizada y
demostrada. Estos efectos crónicos incluyen cáncer en varios órganos,
en particular la piel, vejiga y pulmones. En varias partes del mundo las
enfermedades producidas por arsénico constituyen un problema de salud
pública.
El arsenicismo se ha definido como la toxicidad crónica, clínica o
subclínica, debido al alto nivel de arsénico en el cuerpo. Basados en los
casos presentados, se identifican cuatro etapas:
 Preclínico: el paciente no muestra síntomas, pero el arsénico
(metabolitos) puede detectarse en muestras de tejido y orina.
 Clínico: etapa con efectos en la piel, con oscurecimiento de la piel
(melanosis) comúnmente en las palmas de las manos. También se
pueden presentar manchas oscuras en el pecho, espalda, extremidades
y encías. Un síntoma más serio es la queratosis o endurecimiento de la
piel en forma de nódulos sobre las palmas y las plantas de las manos y
los pies. La OMS estima que cuando se ha llegado a esta etapa se ha
tenido una exposición al arsénico de 5 a 10 años.
 Complicaciones clínicas: síntomas clínicos más pronunciados y
afectación de los órganos internos. Estudios han reportado dilatación del
hígado, los riñones y el bazo. También se han vinculado la conjuntivitis,
bronquitis y diabetes.
 Malignidad: desarrollo de tumores o cánceres que afectan la piel u otros
órganos. En esta etapa, la persona afectada puede desarrollar gangrena
o cáncer de piel, pulmón o vejiga
Fitorremediacion

El término fitorremediación fue acuñado por el ruso llya Raskin y definido como
el conjunto de tecnologías que ayudan a la recuperación de suelos y aguas
contaminados mediante biomasa vegetal viviente (RASKIN et al., 1994).
Comprende el uso de plantas verdes, incluidas especies leñosas, para contener,
eliminar o neutralizar compuestos orgánicos, elementos traza (ODJEGBA y FASIDI,
2004) o radio-nucleidos (MKANDAWIRE et al., 2004) que pueden ser tóxicos en
suelos o aguas por su rápida inserción en la cadena alimenticia humana.
Fitorremediación incluye cualquier proceso biológico, químico o físico inducido
por las plantas que promueve la absorción, secuestro, degradación y metabolismo
de los contaminantes, ya sea por las mismas plantas o por microorganismos que se
desarrollan en la rizósfera. La absorción de elementos por medio de las raíces es la
ruta más importante para el ingreso de los elementos trazas en las plantas, sin
embargo la absorción de sales se considera como un proceso predominantemente
activo y no pasivo. Una vez que las sales disueltas en solución han entrado en
contacto con el sistema radicular, se inicia el proceso de adsorción. A este punto, el
tamaño del ión metálico posee un factor preponderante en este proceso ya que a
mayor tamaño, se presenta una mayor dificultad en atravesar las membranas
celulares (DUSHENKOV y RASKIN, 2000).

La capacidad de acumular metales no es característica común en la mayoría de


las plantas, por el contrario es fruto de una respuesta evolutiva, ya que la ocurrencia
en forma natural de niveles altos de metales en la biosfera es esporádica.
Particularmente entre las plantas acumuladoras de metales, se han encontrado
especies que poseen la capacidad de acumular cantidades extraordinarias que se
elevan notablemente sobre los índices considerados como tóxicos para el reino
vegetal (SHINY et al., 2004). A este tipo de plantas se le ha denominado
hiperacumuladoras de metales.
El primer efecto directo de los metales cuando alcanzan las concentraciones
tóxicas en la planta es un cambio en el balance iónico de la célula. Este desbalance
se puede dar en la superficie celular al reemplazar el ión tóxico por - otro ión de la
célula o también puede suceder que el ión ingrese dentro de la célula y reemplace
otros iones que son normalmente cofactores de enzimas u otros componentes de
organelas celulares. Ante la posibilidad de estos desórdenes fisiológicos, todas las
plantas han desarrollado una serie de respuestas para tolerar y por tanto sobrevivir
hasta un cierto umbral de concentración de metal. El conjunto de las respuestas
metales en las plantas son muchas veces comunes a los diversos metales. Los
síntomas más comunes son una reducción del crecimiento y amarillamiento de las
hojas (TORRES et al. ,2007)

Las plantas utilizadas en los sistemas de fitorremediación acuática se clasifican


en tres grupos: Emergentes: la raíz de estas plantas está enterrada en los
sedimentos y su parte superior se extiende hacia arriba de la superficie de agua.
Sus estructuras reproductoras están en la porción aérea de la planta. Ejemplos:
carrizo (Phragmites communis), platanillo (Sagitaria latifolia) y tule (Thypa
dominguensis). Flotantes: se subdividen en tres grupos:

a) Plantas de libre flotación (no fijas): sus tallos y hojas se desarrollan sobre la
superficie del agua. Sin embargo, sus raíces no están fijas en ningún sustrato y
cuelgan en la columna de agua. Sus estructuras vegetativas y reproductivas se
mantienen emergentes. Ejemplos: lirio acuático (Eichhornia crassipes), lenteja de
agua (Lemna spp. y Salvinia mínima).

b) Plantas de hoja flotante (fijas): tienen sus hojas flotando sobre la superficie
del agua, pero sus raíces están fijas en los sedimentos. Ejemplo: nenúfares
(Nymphaea e/egans y Nymphoides fallax).

c) Sumergidas: se desarrollan debajo de la superficie del agua o completamente


sumergidas. Sus órganos reproductores pueden presentarse sumergidos, emerger
o quedar por encima de la superficie de agua. Ejemplos: bejuquillo (Cerathophyllum
demer-sum), hidrilla o maleza (Hydril/a verticillata) y pastos (Phyllospadix torreyi)
(NUNEZ, et al., 2004).

Jacinto de Agua

La especie Eichhornia crassipes conocida como Jacinto de agua, Camalote,


Lampazo, Violeta de agu~. Buchón, Taruya, Lirio de agua Lechuga de agua,
Lechuguín, pertenece a la familia de la Pontederiáceas, es originaria de los cursos
de agua de la cuenca del Amazonas, en América del Sur. Se han distribuido
prácticamente por todo el mundo, láminas acuáticas de jardines en climas
templados y cálidos. Es una especie flotante de raíces sumergidas. Carece de tallo
aparente,) provisto de un rizoma, muy particular, emergente, del que se abre un
rosetón de hojas que tienen una superficie esponjosa notablemente inflada en forma
de globo y forma una vejiga llena de aire (ver Figura 1) mediante la que el vegetal
puede mantenerse sobre la superficie acuática (BENITEZ, 2008).

Fuente: tratamiento de aguas residuales(Romero,2002)


Figura 1. Características morfológicas del Jacinto de agua

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