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TEORÍA TRIDIMENSIONAL DEL DERECHO

El Derecho, antes que nada, es una actitud humana, es una conducta del hombre. Si no

existiesen hombres viviendo en comunidad, produciendo cosas útiles, concordando o

discutiendo ideas e intereses, no existiría Derecho. El Derecho no es estático, sino dinámico. El

Derecho siempre se está formando, porque los hombres buscan realizar valores nuevos, y

cuando los alcanzan, quieren mayores garantías para ellos. De esta manera se originó la teoría

tridimensional del derecho.

Esta teoría tridimensional tiene su origen en la primera edición de Filosofía del Derecho (1953)

del iusfilósofo paulista Miguel Reale. Reale indica que donde quiera que haya un fenómeno

jurídico, hay siempre un hecho subyacente, un valor que confiere determinada significación a

ese hecho, y una norma que representa la relación que integra uno de aquellos elementos en el

otro: el hecho en el valor.

Por tanto, desde este punto de vista filosófico, el Derecho se presenta como una realidad

constitutivamente tridimensional que se manifiesta y actúa al mismo tiempo como hecho, como

norma y como valor.

La teoría tridimensional del derecho identifica tres aspectos del derecho que darían lugar a tres

perspectivas de análisis de la realidad jurídica. El derecho puede ser contemplado desde un

punto de vista fáctico (derecho como hecho social), desde un punto de vista normativo (el

derecho como norma) y desde un punto de vista axiológico o valorativo (el derecho como

representación de la justicia).

Donde quiera que haya una realidad jurídica, encontrarán siempre esos tres elementos: el hecho

social integrado por un valor que hace surgir una norma. Existe siempre una realidad jurídica,
que se ordena en el sentido de un valor sobre la forma de una norma. La norma es, así, el

momento culminante de la vida jurídica.

DIMENSIÓN FÁCTICA

«Manifestada como un hecho social, esta dimensión observa al Derecho como un acontecer que

se presenta de manera cotidiana en la vida de las personas, a este fenómeno se le conoce como

“La Omnipresencia del Derecho”.

Dentro de esta dimensión fáctica, se puede estudiar al fenómeno jurídico desde dos ámbitos:

Dentro del mismo Derecho.

Desde el punto de vista de otras ciencias sociales.

Dentro del mismo Derecho».

DIMENSIÓN NORMATIVA

«En esta dimensión, se reconoce al fenómeno jurídico en su presencia estrictamente jurídica.

Así, el Derecho se caracteriza entonces por establecer las conductas sociales que los individuos

deben asumir dentro de la vida en comunidad. Como consecuencia de esto, esta dimensión se

ve reflejada en las normas jurídicas que prescriben una conducta social debida. A esto se le

conoce como norma jurídica.

En este punto es muy importante señalar que, dentro de la sociedad podemos encontrar

diferentes tipos de conductas debidas y de normatividades, como lo son las normas morales y

religiosas. Sin embargo, las normas jurídicas (o las normas de Derecho) se van a distinguir de las

dos anteriores debido a que cuentan con una nota muy particular que es la coacción. Esta

coacción implica la facultad de hacer cumplir una norma jurídica incluso en contra de la voluntad
de los individuos a través del uso de la fuerza legitimada e institucionalizada del poder político

y soberano».

DIMENSIÓN AXIOLÓGICA O VALORATIVA

«Esta dimensión es la que concibe al derecho como valor, portador y garantizador de otros

valores superiores. Detrás de la existencia de las normas jurídicas, y como razón de su

obligatoriedad, se encuentran los valores que necesariamente son perseguidos por todo

Derecho.

La dimensión axiológica es la que se va a encargar del análisis del “Doble estándar valorativo del

Derecho”. Este doble estándar valorativo se refiere:

Al derecho como valor que surge, de su sola presencia en la sociedad, como generador de

valores jurídicos con carácter instrumental (Orden, seguridad e igualdad).

Al derecho como portador de valores superiores, como la vida y la dignidad humana.

El intento de generar una Teoría Tridimensional que posibilite una concepción del Derecho más

allá de la clásica categorización kelseniana del Derecho, nos permite dar un acercamiento pleno

con la realidad tan dinámica y cambiante en la que vivimos, por ello para el operador jurídico

reviste de gran relevancia por los efectos que su consolidación puede traer para la práctica

jurídica»

EJEMPLOS

Teniendo presente las dimensiones de la teoría es posible exponer algunos ejemplos de su uso.

Un juez que sólo vive apegado al texto legal, divorciado de los valores o sin contacto de la

realidad social, es un mal juez. Un abogado que, al contrario, se convenza repentinamente de la


justicia de una causa y sin consultar la legislación positiva, plantea una acción, es un abogado

fracasado. Por otro lado el jurista que sólo quiere ver el hecho social en su entorno histórico,

describiéndolo, sin cuidar los problemas del valor y de la norma, es apenas un sociólogo, perdido

en el campo de la Jurisprudencia.

El jurista tiene que trabajar con una materia tridimensional, porque sólo esas tres partes unidas

nos dan el sentido de la vida del Derecho en su esencia. El jurista es un hombre que tiene que

ver las tres dimensiones, tal como nosotros, en la vida ordinaria, necesitamos de tres

dimensiones, o perderemos la ilusión de la perspectiva.

El problema de aplicar cada dimensión por separado está en que olvida la complejidad del

mundo. De este modo, si se enfoca únicamente en el hecho social, las normas y los valores son

excluidos en la deliberación final. Si se enfocan en las normas, las deliberaciones estarían

dominadas por las reglas, que no pueden ser iguales en situaciones distintas, y con sin mostrar

interés en los valores éticos. Finalmente, si las deliberaciones se realizan únicamente con los

valores, de si una ley es justa o injusta, estaríamos entrando a un plano de lo subjetivo, de definir

que es justo o injusto en cada situación y con cada persona.

Aunque la realidad nos demuestra que el mundo es complejo, que se puede separar un objeto

del mundo para estudiarlo, pero, únicamente ubicado en el mundo es como funciona y se

desenvuelve el objeto.

CONCLUSIONES

El Derecho, lejos de ser un fenómeno simple, se nos presenta siempre como una realidad

compleja Esto se evidencia con la Teoría Tridimensional del Derecho.

Las tres dimensiones (hecho, valor y norma) no pueden existir separadas una de otra, sino que

coexisten en una unidad concreta. De ese modo la filosofía jurídica se ocuparía de lo axiológico
(valores), la sociología jurídica de los hechos y la ciencia del derecho de los propios hechos y de

los conceptos fundamentales.

FUENTES CONSULTADAS

Reale, Miguel. “El término tridimensional y su contenido”.

Ledesma, José. “En torno a la teoría tridimensional del derecho de Miguel Reale”

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