Dados los múltiples usos del concepto de desarrollo, es difícil encontrar un
consenso en el mismo, ya que muchas veces se parte de un concepto teniendo en cuenta la finalidad de la utilización del mismo o el ámbito en el cual se esté trabajando. CONCEPTO: El desarrollo es una condición social, en la cual las necesidades auténticas de su población se satisfacen con el uso racional y sostenible de recursos y sistemas naturales. La utilización de los recursos estaría basada en una tecnología que respeta los aspectos culturales y los derechos humanos. Todos los grupos sociales tendrían acceso a las organizaciones y a servicios básicos como educación, vivienda, salud, nutrición y que sus culturas y tradiciones sean respetadas dentro del marco social de un estado-nación en particular. En términos económicos implica que para la población hay oportunidades de empleo y satisfacción de al menos las necesidades básicas. Esto indica cierta distribución de la riqueza para lograr el acceso de toda la población a servicios básicos, pero una vez satisfecho esta condición, pueden existir numerosas distribuciones de la riqueza que la satisfagan. Luego, en la década de los 70, comienza a tener más importancia el concepto de Desarrollo Sustentable, y así, durante los años 80 y 90 la preocupación por el medio ambiente y la sostenibilidad son objetivos fundamentales del desarrollo. En 1972 en la conferencia de las Naciones Unidas se indicó que un desarrollo justo sería aquel cuyo objetivo básico consistiera en utilizar los recursos naturales para la satisfacción de las necesidades del hombre, asegurando al mismo tiempo la mejora de la calidad de vida de las generaciones actuales y futuras. (Lidia Inés Díaz Gispert) Amartya Sen tuvo una gran influencia en las actuales definiciones del concepto de desarrollo, fijando el concepto de libertad al concepto de desarrollo. Organizaciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidas incorporaron esta idea, viéndose plasmada al menos en sus documentos de trabajo. En su informe anual de desarrollo humano, indican que el desarrollo es básicamente un proceso de vida que permite contar con alternativas u opciones de selección para las personas. Las aspiraciones de las personas se pueden agrupar en tres categorías: • La búsqueda de conocimientos. • La posibilidad de tener una vida prolongada y saludable. • Tener acceso a los recursos que permitan un aceptable nivel de vida. De estas amplias condiciones se derivan muchas otras que son necesarias para satisfacerlas. Por ejemplo, si bien es necesario cierto grado de satisfacción material, se requiere la formación de capacidades humanas y que esas capacidades puedan ser ejercidas en otros ámbitos además del económico, como ser el social, el cultural o el político. Por ejemplo, una dictadura que satisfaga ampliamente las necesidades materiales de los individuos de un país, choca con este concepto de desarrollo ya que no permite contar con alternativas de selección para las personas en los ámbitos políticos, y eventualmente tampoco en el ámbito cultural. Según Rondo Cameron, el concepto de desarrollo económico implica crecimiento económico acompañado por una variación de las estructuras o la organización de la economía.
Elementos Condicionantes del Desarrollo
Si se pasa del análisis de la sintomatología del desarrollo al estudio de los elementos determinantes de tal situación y que condicionan la posibilidad de superarla, se destacan tres factores: el capital físico, el capital humano y el tipo de relaciones comerciales que se establecen entre los países. Escasez de capital físico Los países en vías de desarrollo se encuentran en desventaja por falta de fábricas y maquinarias modernas, y por la debilidad de sus equipamientos e infraestructuras de todo tipo. Estas carencias de capital no se pueden remediar fácilmente. Si el capital han de proveerlo los propios habitantes de los países en vías de desarrollo, éstos deberán ahorrar, esto es, sacrificar consumo presentes; pero, como se ha apuntado, una de las características de estos países es el bajo nivel de renta de grandes segmentos de la población. Cuando se está en los límites de la pobreza, la capacidad de ahorro no puede ser muy elevada. Además, en muchos países en vías de desarrollo las costumbres y las tradiciones asignan un escaso valor al ahorro y a la inversión, de forma que incluso las clases sociales más pudientes presentan unas tasas de ahorro reducidas. Por otro lado, es frecuente que en los países en vías de desarrollo los movimientos internacionales del capital estén relativamente liberalizados. Este hecho estimula que parte del ahorro de estos países se realice en divisas extranjeras, generalmente en dólares, lo que facilita que una parte importante del mismo salga fuera. En definitiva, bien porque la pobreza imposibilita el ahorro, bien porque las tradiciones no estimulan ni el ahorro ni la inversión, o por ciertos hábito en cuanto a la forma de materializar el ahorro, el resultado es que en los países en vías de desarrollo la tasa de crecimiento del capital es inferior a la de los países desarrollados. Así, en estos últimos países, como promedio, el 15% de su PBI se destina a la formación de capital, mientras que en los países en vías de desarrollo esta tasa no alcanza el 10%. Este obstáculo se podría superar recurriendo al capital de otros países. De hecho, las inversiones de capital extranjero son frecuentes en los países en vías de desarrollo. Los responsables de estos flujos de capital son las agencias internacionales, tales como el Banco Mundial, los gobiernos de países desarrollados y las empresas privadas que decidan invertir en negocios situados en esos países. El problema se encuentra en que las empresas lógicamente pretenderán rentabilizar el capital invertido, lo que implicará a largo plazo salidas de capital. En el proceso de obtener beneficios, las inversiones extranjeras, mirando desde una óptica global muchas veces dejan de ser provechosas para los países en vías de desarrollo. Por un lado, estas inversiones se deciden de acuerdo con intereses ajenos al país que las recibe, y se suelen concretar constituyendo lo que en la literatura económica se denomina “enclaves industriales”, en una buena medida desconectados del tejido productivo de los países receptores de las inversiones. Un ejemplo típico son las inversiones orientadas hacia la explotación de los recursos naturales del país en cuestión y que generarán productos que, en forma de materias primas, se exportan a otros países para su posterior reelaboración. Por otro lado, estas inversiones pueden impedir el logro de un futuro desarrollo independientemente del país que las recibe. Esta dependencia no es sólo financiera, sino también tecnológica, pues la tecnología empleada en los procesos productivos normalmente será ajena al país subdesarrollado donde se aplica. El factor humano En los países en vías de desarrollo además de contar con una escasa dotación inicial de capital físico, la dotación de capital humano también es escasa y se observan unas tasas de crecimiento de la población muy elevadas. Esta dinámica tiene fundamentalmente dos efecto. Por un lado, genera un elevado volumen de población improductiva, pues aunque se logren altas tasas de crecimiento del producto no se genera empleo suficiente, lo que actúa como un lastre sobre la relativamente escasa población activa desempleada. Por otro lado, las deficiencias sanitarias y alimenticias, así como el bajo nivel medio educativo de la población y la reducida calificación profesional, resultan cada día más difíciles de situar a los niveles deseados, ya que el fuerte crecimiento de la población hace que las necesidades aumenten a un ritmo mayor que en los países desarrollados. Por estas razones, en los países en vías de desarrollo no sólo el capital físico, sino también el capital humano, actúan como un factor limitativo para salir del subdesarrollo. El tipo de relaciones comerciales La teoría pura del comercio internacional ha sido criticada por algunos autores por encontrar en ella el origen del subdesarrollo. Se ha argumentado que la puesta en práctica del modelo de las ventajas comparativas, haciendo abstracción de las características particulares de determinadas formaciones sociales, arroja resultados que no son los esperados desde el punto de vista de la teoría pura del comercio internacional. Desde esta perspectiva, la explicación del subdesarrollo se fundamenta en el intercambio comercial entre los países desarrollados (centro) y los países subdesarrollados (periferia). Los primeros son exportadores de de bienes industriales, y los segundos exportadores de materias primas y productos agrícolas. El mecanismo que profundiza la pobreza de la periferia y que genera una situación de dependencia de los países en vías de desarrollo respecto de los desarrollados opera, principalmente, de acuerdo con dos elementos: 1. El grado de competencia en el sector exportador de unos países y otros: en el sector exportador de los países desarrollados, los incrementos de productividad no inciden en los precios, sino en los mayores salarios conseguidos por los sindicatos; en cambio, en el sector exportador de los países en subdesarrollo, tales incrementos de productividad repercuten en una disminución de los precios, pues existe una mayor competencia. Al realizarse el intercambio a nivel internacional, estos últimos países han de pagar precios más altos en sus compras recibiendo precios más bajos por sus ventas. La consecuencia es una pérdida por parte de la periferia de la capacidad para importar de los países del centro, en virtud del deterioro de los términos de intercambio. 2. La elasticidad-renta de la demanda: ésta es mayor para los productos industriales que para los bienes primarios (sobre todo los recursos naturales). Por consiguiente, ante incrementos de la renta, la periferia aumentará sus compras a los países industrializados relativamente en mayor medida que sus ventas hacia los mismos. Esto significa que un proceso de crecimiento de la renta mundial –en el centro y en la periferia- desencadena una dinámica cuya resultante es un empeoramiento de la balanza de pagos de los países subdesarrollados. Si a los dos elementos anteriores se une la sustitución, cada vez más generalizada, de los bienes primarios y la reducción de la participación de las materias primas en los procesos productivos avanzados, se refuerza la hegemonía de los países más desarrollados en las relaciones comerciales con el mundo menos desarrollado. DESARROLLO HUMANO: El desarrollo humano es el proceso por el que una sociedad mejora las condiciones de vida de sus ciudadanos a través de un incremento de los bienes con los que puede cubrir sus necesidades básicas y complementarias, y de la creación de un entorno en el que se respeten los derechos humanos de todos ellos. También se considera como la cantidad de opciones que tiene un ser humano en su propio medio, para ser o hacer lo que él desea ser o hacer. El Desarrollo Humano podría definirse también como una forma de medir la calidad de vida del ser humano en el medio en que se desenvuelve, y una variable fundamental para la calificación de un país o región. En un sentido genérico el desarrollo humano es la adquisición de parte de los individuos, comunidades e instituciones, de la capacidad de participar efectivamente en la construcción de una civilización mundial que es próspera tanto en un sentido material como espiritualmente. El ser humano se encuentra en un constante cambio, no sólo en lo referido a los avances tecnológicos de lo cual estamos al tanto, sino también en todo lo que se refiere al desarrollo de individuo en sí mismo como persona. Es por ello que el concepto de desarrollo humano se ha ido alejando progresivamente de la esfera de la economía para incorporar otros aspectos igualmente relevantes para la vida, como la cultura, que también fue redefiniendo su papel frente al desarrollo. Así pues el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) define hoy al desarrollo humano como "el proceso de expansión de las capacidades de las personas que amplían sus opciones y oportunidades". Tal definición asocia el desarrollo directamente con el progreso de la vida y el bienestar humano, con el fortalecimiento de capacidades relacionadas con todas las cosas que una persona puede ser y hacer en su vida en forma plena y en todos los terrenos, con la libertad de poder vivir como nos gustaría hacerlo y con la posibilidad de que todos los individuos sean sujetos y beneficiarios del desarrollo. El desarrollo humano, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, integra aspectos del desarrollo relativos al desarrollo social, el desarrollo económico (incluyendo el desarrollo local y rural) así como el desarrollo sostenible. También puede decirse que el desarrollo humano implica satisfacer las necesidades identificadas por Abraham Maslow en la denominada Pirámide de Maslow. El concepto de desarrollo humano tiene sus orígenes, como bien lo ha subrayado Amartya Sen, en el pensamiento clásico y, en particular, en las ideas de Aristóteles, quien consideraba que alcanzar la plenitud del florecimiento de las capacidades humanas es el sentido y fin de todo desarrollo. El concepto de desarrollo humano se ha convertido en un concepto paralelo a la noción de desarrollo económico aunque el primero es más amplio, además de considerar aspectos relativos a la economía y los ingresos, integra aspectos como la calidad de vida, bienestar individual y social y felicidad inspirado en los artículos nº 22 y siguientes de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 Índice de desarrollo humano El índice de desarrollo humano (IDH) es un indicador del desarrollo humano por país, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Se basa en un indicador social estadístico compuesto por tres parámetros: • Vida larga y saludable: medida según la esperanza de vida al nacer. • Educación: medida por la tasa de alfabetización de adultos y la tasa bruta combinada de matriculación en educación primaria, secundaria y superior, así como los años de duración de la educación obligatoria. • Nivel de vida digno: medido por el PIB per cápita PPA en dólares internacionales. OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO Durante la cumbre del Milenio del año 2000, 189 países se comprometieron a crear, a nivel nacional y mundial, un entorno propicio para el desarrollo y la eliminación de la pobreza, y así alcanzar unos objetivos con sus metas específicas para el 2015. Los títulos de los ocho objetivos, con sus metas específicas, son: 11 Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre. • Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas que sufren hambre. • Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas cuyos ingresos son inferiores a un dólar diario. • Conseguir pleno empleo productivo y trabajo digno para todos, incluyendo mujeres y jóvenes. Objetivo 2: Lograr la enseñanza primaria universal. • Asegurar que en 2015, la infancia de cualquier parte, niños y niñas por igual, sean capaces de completar un ciclo completo de enseñanza primaria. Objetivo 3: Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer. • Eliminar las desigualdades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria, preferiblemente para el año 2005, y en todos los niveles de la enseñanza antes de finales de 2015 Objetivo 4: Reducir la mortalidad infantil. • Reducir en dos terceras partes, entre 1990 y 2015, la mortalidad de niños menores de cinco años. Objetivo 5: Mejorar la salud materna • Reducir en tres cuartas partes, entre 1990 y 2015, la mortalidad materna. Objetivo 6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades. • Haber detenido y comenzado a reducir la propagación del VIH/SIDA en 2015. • Lograr, para 2010, el acceso universal al tratamiento del VIH/SIDA de todas las personas que lo necesiten. • Haber detenido y comenzado a reducir, en 2015, la incidencia de la malaria y otras enfermedades graves Objetivo 7: Garantizar el sustento del medio ambiente. • Incorporar los principios del desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales y reducir la pérdida de recursos del medio ambiente. • Haber reducido y haber ralentizado considerablemente la pérdida de diversidad biológica en 2010. • Reducir a la mitad, para 2015, la proporción de personas sin acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento. • Haber mejorado considerablemente, en 2020, la vida de al menos 100 millones de habitantes de barrios marginales. Objetivo 8: Fomentar una asociación mundial para el desarrollo. • Desarrollar aún más un sistema comercial y financiero abierto, basado en normas, previsible y no discriminatorio. • Atender las necesidades especiales de los países menos adelantados. • Atender las necesidades especiales de los países en desarrollo sin litoral y los pequeños Estados insulares en desarrollo (mediante el Programa de Acción para el desarrollo sostenible de los pequeños Estados insulares en desarrollo y los resultados del vigésimo segundo período extraordinario de sesiones de la Asamblea General). • Encarar de manera integral los problemas de la deuda de los países en desarrollo con medidas nacionales e internacionales para que la deuda sea sostenible a largo plazo. • En cooperación con las empresas farmacéuticas, proporcionar acceso a los medicamentos esenciales en los países en desarrollo a precios asequibles. • En cooperación con el sector privado, dar acceso a los beneficios de las nuevas tecnologías, especialmente las de la información y las comunicaciones.