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la gestalt en Modelos operativos


el mundo internos -
fijaciones infantiles
actividades
terapia Paralelismo entre el
concepto de modelos
formación operativos internos de la
asociaciones teoría del apego y el de
fijación en Claudio Naranjo
noticias
Otro aspecto esencial del
apego es la noción de
modelos operativos internos
y que dentro del
psicoanálisis ocupa un
lugar destacado a través
del concepto de
internalización-
identificación; ya que
considera que el tipo de
relaciones que el niño
establece con sus figuras
de apego , así como los
aspectos carenciales de esa
relación, -incluso cuando
estas figuras no están y el
modo en que el niño
responde a esa falta-, va a
quedar inscrito de forma
perdurable en la mente del
sujeto. En definitiva, a
modo de una
representación interna del
tipo de relaciones
interpersonales que el niño
o niña construye y que
determinará aquéllas, sobre
todo las que tengan un
componente emocional;
también determinarán por
tanto las consecuentes
carencias que hubo a lo
largo de la infancia, los
comportamientos
relacionales posteriores, el
tipo de relaciones que se
van a establecer.

Si el psicoanálisis de Freud
puso el acento en lo
instintivo sexual, la teoría
del apego parece procurar
llenarle al psicoanálisis el
vacío dejado en el ámbito
de la conservación y en lo
instintivo relacional o
social. Ya que como hemos
sugerido, a través del
apego se garantiza el
sentimiento de seguridad
o“autoconservación”y estos
modos operativos internos
son el indicador central que
iremos viendo más
adelante, de cómo el sujeto
se desenvuelve en lo
afectivo y relacional.

“El núcleo fundamental del


carácter, tal como expondré
aquí, tienen una doble
naturaleza: un aspecto
motivacional en interacción
con un prejuicio cognitivo,
una “pasión” asociada a
una “fijación”. Podemos
dibujar la posición de la
pasión y del estilo cognitivo
dominantes en la
personalidad
comparándolos con los
focos de una elipse y
podemos ampliar nuestra
primera idea de”carácter
frente a
natura”considerando el
proceso con más detalle
como una interferencia de
la pasión en el instinto
bajo la influencia continua
de una percepción cognitiva
distorsionadora”1
(http://gestaltnet.net:80
80/fondo/nuestros-
textos/modelos-
operativos-internos-
fijaciones-
infantiles#sdfootnote1sy
m)

Los modelos operativos


internos que no podemos
separarlos de la relación de
apego nos los encontramos
en la terminología que
propone Claudio Naranjo al
hablarnos del carácter,
enclavado con una singular
importancia en lo que él
denomina “fijaciones
intelectuales”, que son
“percepciones cognitivas
distorsionadoras” que
están asociadas e
interactuan y mantienen
a las “ pasiones o
emociones
deficitarias” interfiriendo
en lo instintivo
(conservación, sexual y
relación social) e
impulsando formas de
comportamiento defensivas
y repetitivas que
determinarán el modo
“contramanipulativo”y
mecánico de actuar del
sujeto(carácter).

“Aunque no signifique
exactamente lo mismo que
Freud quería decir, la
palabra “fijación” sugiere la
idea de que es por la
perturbación cognitiva por
lo que nos quedamos
“enganchados”, siendo cada
fijación, como si dijéramos,
una racionalización de la
pasión correspondiente. Si
bien las pasiones son el
núcleo primero de la
psicopatología del cual
emergió el campo de las
fijaciones, de acuerdo con
esta visión, en el presente
son las fijaciones las que
estructuralmente sirven de
base a las pasiones”2
(http://gestaltnet.net:80
80/fondo/nuestros-
textos/modelos-
operativos-internos-
fijaciones-
infantiles#sdfootnote2sy
m)

En el trabajo de Claudio
con las “ideas locas” o
fijaciones, se plantea con
intensidad cuáles son esos
mensajes internos que
como claves mágicas, o
creencias míticas, nos
poseen, -más que
poseemos- desde niños y
son los motores
justificadores de nuestras
actuaciones menos sanas,
poco adaptativas u
operativas. Son a nivel
cognitivo el correlato de
los modelos operativos
internos que desde niños
nos llevan a actuar sin
conciencia.

C. Naranjo, además de que


la identificación con rasgos
de uno de los padres sea
central, sugiere que
también habrá casos en
que la rebeldía a
determinados rasgos de
alguno de nuestros padres
también será una forma de
constituir el carácter
principal y las demás
aspectos deficitarios de las
otras pasiones, asociadas
siempre a aspectos
cognitivos “fijaciones” o
“ideas locas” que como
ramas de un tronco central
se confabulan en
distorsionar nuestra
conciencia.

Como esta estructura es


flexibe y susceptible de
variaciones con
experiencias reparadoras,
(como la que los padres
adoptivos proporcionan), el
teórico principal del
eneagrama nos propone
vías de autoconocimiento y
trabajo personal para que
pueda haber cambios en
esas formas estereotipadas
de ser que expondremos en
relación al concepto de
resiliencia.

”En este estado de cosas,


pues, la vida no está
guiada por el instinto, sino
por la persistencia de una
temprana estrategia de
adaptación que compite con
el instinto e interfiere en la
“sabiduría organísmica”, en
el sentido más amplio de la
expresión. La persistencia
de dicha estrategia
adaptativa puede
entenderse si tenemos en
cuenta el contexto doloroso
en que se produjo y el tipo
especial de aprendizaje en
que se basa: no un tipo de
aprendizaje que tiene lugar
gratuitamente en el
organismo en crecimiento,
sino un tipo de aprendizaje
por coacción caracterizado
por una especial fijación o
rigidificación de la conducta
como respuesta de
emergencia ante la
situación inicial”.3
(http://gestaltnet.net:80
80/fondo/nuestros-
textos/modelos-
operativos-internos-
fijaciones-
infantiles#sdfootnote3sy
m)

Los modelos de apego, o


la pasión con la que
cada cual se identifica,
son en definitiva, la base
de lo que el niño y el
posterior adulto cree que
es como ser separado(
autoconcepto); también le
dan una cierta concepción
en buena parte
inconsciente de lo que se
valora a sí mismo y si es
digno y merecedor de amor
y respeto; así como, que
estas representaciones
inconscientes determinan
también, su sensación o no
de seguridad ante los
otros. Son por tanto, las
bases que mantienen su
modo de desenvolverse en
el mundo; y de si por
ejemplo, se siente bien,
seguro y lo suficientemente
estable emocionalmente
como para acercarse e
interrelacionarse con el
otro con
soltura(autoestima).

Es decir, que a través de


estas representación
internas que son múltiples
pero que surgen de la
experiencia vivida con las
figuras de apego, el niño
se va haciendo una idea de
lo que se espera de él y de
lo que él puede esperar del
mundo. Es por cierto, que
en esa amplia gama de
trato que los adultos
proporcionan a los niños y
que va de la
sobreprotección, a la
atención personalizada y
que culmina en el
abandono habrá muchos
matices y posibilidades.
Será necesario pensar que
en los dos extremos más
polarizados estaría la clave
de la construcción que el
niño haga de modelos
internos más patológicos, y
el término medio sería el
más saludable.

Así como que si el tipo de


relación instaurada por las
figuras de apego con el
infante, cuanto más atenta
sea a sus verdaderas
necesidades y más
respetuosa con sus
emociones, más contribuirá
para que se construyan
estos otros modelos
operativos tendentes a
producir una personalidad
con una base más segura y
equilibrada. Eso sí, aunque
estos modelos tienden a
ser más o menos estables,
son dinámicos y múltiples y
se van nutriendo de las
experiencias posteriores.

Añado aquí un texto que


dejará bien clara la
importancia de los modelos
operativos en nuestra
forma de relacionarnos
adulta, y la sugerencia de
que los estilos de apego
también se imbrican con
las diferentes pasiones en
cierta medida pero esto
será profundizado en otra
ocasión.

“En la vida adulta, todo


esto tiene un reflejo claro
en las relaciones de pareja.
Las relaciones de pareja se
construyen sobre la base
del entrelazamiento de los
modelos operativos internos
de cada participante, y las
reacciones ante su ruptura
los ponen de manifiesto.
Ante una pérdida, los
adultos clasificados como
evitativos, son los que
tienen propensión a hacer
duelos silenciosos. Por el
contrario, los adultos
clasificados como
ambivalentes tienen a
hacer duelos más
prolongados y con
manifestaciones
emocionales intensas.

En la vida adulta las


personas evitativas pueden
clasificarse en dos grupos.
Un grupo se caracteriza por
la tendencia a no
involucrarse en relaciones
íntimas. El otro grupo
forma pareja o relaciones
íntimas pero no se siente
afectivamente ligado a su
pareja. En este último
caso, ante la situación de
pérdida, la falta de duelo
no se debe a una represión
de los sentimientos de
duelo, lo que la persona
siente es que no ha
perdido nada porque nunca
estuvo verdaderamente
comprometido en una
relación de amor.”4
(http://gestaltnet.net:80
80/fondo/nuestros-
textos/modelos-
operativos-internos-
fijaciones-
infantiles#sdfootnote4sy
m)

La importancia en la
construcción del self que
tienen estos modelos según
los teóricos del apego, es
evidente ya que el niño va
a sentirse como ser
separado a través de la
mirada que el otro le
refleja; y que a su vez, le
dan una orientación para
poderse situar ante los
demás. Comprender sobre
todo qué esperan sus
figuras de apego y qué es
lo que él puede esperar de
ellas será determinante en
esta configuración que ya
desde una edad bien
temprana el sujeto
comienza a realizar.
Configuración que muchas
veces tendrá que torear
con modelos operativos
internos diferentes
dentro de sí; los cuales
surgen, de las diferentes
formas de relacionarse que
tienen las personas
vinculadas al niño-a. A
veces, incluso puedan ser
contradictorios entre sí, y
tendrán mayor o menor
importancia dependiendo
de cuándo fueron
construidos y a qué
experiencias de apego y
qué cargas emocionales se
hayan asociadas en cada
uno de esos modelos.

Por eso podemos


compararlos con las
diferentes capas de una
cebolla, donde habrá
aspectos de vivencias con
una gran carga
emocional, y que por ser
sumamente dolorosas
quedarán olvidadas e
inconscientes en el
interior; pero que pueden
ser centrales y ser
FIGURA,(rasgo
principal) disparándose
más descontroladamente en
los momentos críticos
cuando aparecen
situaciones inconclusas,
situaciones “recordatorio”
de aquellas que las
generaron; es decir, podrán
estar actuando en la vida
del sujeto adulto de una
forma constante y
primordial, sería nuestro
comportamiento más
mecánico e inconsciente. Ya
que ante la repetición de
esos mismos estados
afectivos en edades
posteriores(ante la soledad,
el sentimiento de abandono
o de frustración, etc.) se
reactivarán los modelos de
respuestas más arcaicos, y
serán muchas veces, los
más determinantes en la
respuesta patológica e
incontrolable del individuo.

Así mismo, entiendo que


cohabitarán con otros
modelos operativos que
pudiendo provenir de la
misma figura de apego o
no(modelos múltiples de
una misma figura de
apego) y que por ser más
posteriores, o menos
problemáticos serán más
accesibles a la conciencia;
y siguiendo la metáfora,
estarán más en las capas
externas de la cebolla.
Seguramente estos últimos
por estar más próximos a
la conciencia serán con los
que el propio sujeto adulto
se identifica más
plenamente y creerá que
son los más adecuados
para autodefinirse; ya que
son representaciones
internas que proceden de
experiencias más
posteriores y cercanas que
el sujeto puede recordar y
con las que por no haber
una intensa emoción
negativa asociada, uno se
identificará más
positivamente, pese a
que su importancia
relativa ante situaciones
emocionales de
emergencia quedaría en
realidad al FONDO, al no
tener tanta conexión con
las emociones más
primitivas, ni activarse
en las situaciones de
emergencia.

Aunque la investigación
sobre estos modelos
operativos de apego está
en sus comienzos en lo que
se refiere a la adopción
parece que se acercan a lo
que aquí he propuesto
como hipótesis y sugieren
que las experiencias
primeras de apego
negativas y aquellos
modelos operativos
elaborados en situaciones
de “no buenos tratos” no
se intercambian con tanta
facilidad en cuanto el niño
o niña se acomoda a la
nueva familia adoptiva, si
no que parece que
lucharán con los nuevos
modelos internos más
saludables.

“La consolidación de los


contenidos positivos frente
a la estabilidad de los
negativos perfila un cuadro
en que las representaciones
de apego negativas
parecen no ser
reemplazadas por las
positivas, sino más bien
competir con ellas(Hodges
y otros,2005). La
reestructuración de los
modelos internos de apego
parece, por tanto, requerir
un proceso complejo y
lento, que no consiste en
un simple reemplazo de
esquemas mentales; parece
más bien que lo que ocurre
es que se desarrollan
esquemas más complejos y
elaborados en los que los
modelos internos
preexistentes acomodan la
nueva información
discrepante, dejando
intactos algunos de los
esquemas previos, al
menos durante un tiempo
significativo posterior a la
adopción5
(http://gestaltnet.net:80
80/fondo/nuestros-
textos/modelos-
operativos-internos-
fijaciones-
infantiles#sdfootnote5sy
m)

1
(http://gestaltnet.net:80
80/fondo/nuestros-
textos/modelos-
operativos-internos-
fijaciones-
infantiles#sdfootnote1an
c) -(p.7 ). Naranjo Claudio.
Carácter y neurosis

2
(http://gestaltnet.net:80
80/fondo/nuestros-
textos/modelos-
operativos-internos-
fijaciones-
infantiles#sdfootnote2an
c) .- (pag.29) Carácter y
neurosis. Claudio Naranjo.

3
(http://gestaltnet.net:80
80/fondo/nuestros-
textos/modelos-
operativos-internos-
fijaciones-
infantiles#sdfootnote3an
c) (p.6). Naranjo Claudio.
Carácter y neurosis.(1994).

4
(http://gestaltnet.net:80
80/fondo/nuestros-
textos/modelos-
operativos-internos-
fijaciones-
infantiles#sdfootnote4an
c) - (Pag. 27). Tesina de
Ana Belén Barreda (2008):
Perspectiva Gestáltica de la
conducta de apego en el
desarrollo de la persona y
su efecto en el carácter
esquizoide.

5
(http://gestaltnet.net:80
80/fondo/nuestros-
textos/modelos-
operativos-internos-
fijaciones-
infantiles#sdfootnote5an
c) .-(p. 212) . Loizaga
Latorre Félix: Adopción hoy.
Nuevos desafíos nuevas
estrategias. Artículo de
Maite Román Rodriguez y
Jesús Palacios. Los modelos
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La ley nos obliga apego en niños
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