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Globalización, subjetividad, ciudadanía y proceso de

subjetivaciones sociales. (Clase del 16/08 – Susana Copertari)


¿Cómo se construye la subjetividad política?
La subjetividad política es una subjetividad globalizada y subordinada al
consumo.

Iniciaremos el recorrido tratando de desentrañar el CONCEPTO de


GLOBALIZACIÓN.
Tanto Canclini, como Gadotti y Dinerstein coinciden que la globalización es un
PROCESO que se encuentra en una de sus etapas coincidentes con lo que otros
autores denominan POSMODERNIDAD. Pero este concepto es mucho más
antiguo.
Debemos entender que la globalización no sólo se hace visible desde lo
económicos, sino que también globalizar, tiene connotación en términos
culturales.
El término globalización está aunado al término hegemonía, porque globalizar
implica la supremacía de un poder, que es hegemónico, por sobre otro.
Estamos acostumbrados, dice Canclini, a homologar el concepto de
globalización con el de globalización económica , cometiéndose entonces un
grave error porque al anudar el concepto de globalización al modo de producción
capitalista, el cual establece en términos económicos relaciones de poder de una
clase sobre otra estamos dejando, ignorando que esto también no sólo ocurre
en términos económicos sino también en términos culturales y políticos; si bien
la BASE ECONÓMICA es la que determina todas las otras.

El primer gran proceso de globalización de la modernidad se produce en 1492


con el descubrimiento de América.
El país hegemónico, en el marco de producción capitalista, en ese momento
histórico era España y un nuevo proceso económico (el monopolio), determinó
la supremacía de la metrópolis sobre la colonia. Allí se inaugura una nueva
organización económica, social, cultural.
El CAPITALISMO determinó que apareciera la división entre ricos, otros muy
pobres.

El segundo proceso de globalización, (S XVIII y XIX REVOLUCIÓN POLÍTICA Y


ECONÓMICA )
Tiene que ver con el proceso de auge del imperialismo.
Descubrir y colonizar ya no alcanza, sino que también tiene que ver con hacer
migrar la riqueza desde las colonias a las grandes metrópolis.
A la par, trae una globalización cultural y política, aunque la que impacta
fuertemente sea la económica.
El tercer proceso de globalización, al cual Dinerstein llama de ABSTRACCIÓN,
se produce con el descubrimiento de internet, que permite globalizar
absolutamente todo (tan importante como el cambio del modo de producción en
el neolítico) y que se da casi de manera coincidente con la guerra fría, el avance
del modo de producción capitalista que produce sobre el desmembramiento de
la URSS, la caída del muro de Berlín, la guerra del golfo.

No puede darse un único concepto de GLOBALIZACIÓN, pero sí decir que la


globalización instala el imperio de un modo de producción exacerbado de EEUU
que se impone en todos los campos, aún en el militar, con este auge de las
nuevas tecnologías que nos hace cada vez más vulnerables al gran poder
central.

Galano, en su libro pedagogía de la complejidad alude a la globalización y los


grandes avances tecnológicos.
Este proceso es similar al gran proceso que se lleva a cabo en el neolítico con el
descubrimiento de la agricultura, el cual permite que como el hombre abandona
sus hábitos nómades por los sedentarios comienza a asentarse en un lugar,
construir sus viviendas y a formar las primeras aldeas. Más tarde a dichos
habitantes se los conocerá con el nombre de ciudadano, es decir aquel que
habita en la ciudad.
El concepto de burgués también se anuda al concepto de ciudadano, aquel que
vive en el burgo, la ciudad. Debemos recordar que la burguesía formaba el brazo
fundamental del proceso de producción capitalista.
Junto a estos cambios también se modifica el concepto de ciudadano y de
subjetividad política.

1492 concepto de ciudadano restringido y anudado con lo económico. Es un


ciudadano que puede empezar a participar en la vida pública. El burgués que
acumuló riqueza comienza a querer ejercer poder por sobre la nobleza la cual
sólo conservaban sus títulos nobiliarios pero que no poseían ya, riquezas tales
que le permitieran mantener su poderío.
Aparece entonces el “ciudadano moderno”
Estos burgueses que detentaban el poder económico, tras la Revolución
francesa, reclaman el poder político para poder involucrarse en las decisiones y
asuntos públicos, es decir del Estado.

Galano dice, existe el azar, la incertidumbre, pero lo cierto es que, el que domina
el mundo es EEUU; y por el otro lado el lejano oriente que aparece como una
gran potencia, sólo siguen siendo socios del anterior brindándole mano de obra
muy barata al gran gigante.
Esta tercera globalización es entonces la globalización de la pata financiera.
Dinerstein, analiza el movimiento social y en cómo nos constituimos como
sujetos ciudadanos, es decir, como construimos nuestra subjetividad política en
la abstracción. A través de las redes sociales, con protestas en las que no
podemos visibilizar a quien es el eje de nuestra protesta, es decir en la
incertidumbre.
La gran pregunta sería, ¿Qué concepción de política y de ciudadanía tenemos?
Después de los romanos y de la revolución francesa.
S XVII y S XVIII son los siglos de la EDUCACIÓN PÚBLICA, entendida como la
educación de los ciudadanos que llegan ya al S XVIII a ser las escuelas laicas.

GADOTTI DICE QUE EXISTEN distintas concepciones de ciudadanía restringida


a los que poseían educación, sabían leer y escribir, y entonces que podían votar.

Con los procesos globalizadores la concepción de ciudadanía fue cambiando y


también así la forma de construcción de la subjetividad política.
Ya no alcanza con ser un sujeto de derechos políticos, porque aparecen dentro
de la misma burquesía la lucha de clases, ya que aparecen relaciones de
dominación. Los burgueses necesitan de una nueva clase social que trabajen
para ellos los “proletarios”, el chancho burgués se queda con un plsu, la plusvalía
de los trabajadores.
El proletariado comienza a luchar en pro de conseguir los derechos sociales.
El ciudadano ya no sólo es un sujeto con derechos políticos sino también con
derechos sociales.
En el 3º proceso de globalización se empieza a pensar en una escuela pública
que garantice los derechos sociales a todos. Un ciudadano con derechos
políticos, sociales y que además reclama un derecho de la tierra, del consumidor

EL SER ES TENER a diferencia de lo que se decía en el siglo XVIII EL SER ES


PENSAR.
Podemos resumir esto en la idea de que la escuela como educadora del
ciudadano fue adquiriendo distintos mandatos a lo largo de los diferentes
procesos de globalización.
En un principio fue educar al buen salvaje, ese burgués con gran poder
económico pero sin educación, luego educar al buen ciudadano, aquel hombre
que poseía tanto derechos políticos como sociales y en nuestros días tras la gran
globalización capitalista que nos convierte en ciudadanos de acuerdo con lo que
consumimos deberá ésta, entonces, educar al buen consumidor que además de
los derechos políticos y sociales, proclama por el derecho a la tierra, los derechos
del consumidor, los derechos del ciudadano planetario.

Canclini y Gadotti dice que debemos educar a una ciudadanía con los ideales
políticos del siglo XVIII (derechos políticos y sociales) pero también un ciudadano
que no se conforma sólo que sea un ciudadano de su contexto, sino un
ciudadano con un pensamiento ecologizado.
Pedagogía de la praxis. (Gadotti, Moacir)

1 – La escuela como proyecto socio-cultural

a) Educación y modo de producción

“El modo de producción determina el modo de vida”

Modo de producción primitivo: el hombre vivía en contacto con la Naturaleza,


tomaba de ella sólo lo que necesitaba para sus sustento y reproducción. No
existía la escuela formal, la escuela era la vida. La transmisión de la cultura se
realizaba de manera espontánea, en las relaciones cotidianas.
El maestro era aquella persona que había acumulado más experiencia. El
método utilizado era la comunicación oral. La memoria era más ejercitada. La
convivencia y la cordialidad eran lo común en la transmisión de la cultura y en su
reelaboración.

Modo de producción esclavista: con el advenimiento de la agricultura, el


hombre cambió su forma de vida nómade a una vida sedentaria.
Muchas veces se producía más de lo que se consumía, ese excedente era
disputado lo que llevó a la aparición de jerarquías, hasta entonces inexistentes,
sometiendo los más débiles a los más fuertes, dando origen al modo de
producción esclavista.
La escuela formal, nace en el interior de este sistema, con la aparición de las
desigualdades y la división de las funciones sociales en la sociedad.
Surge el maestro: aquel encargado de conducir al niño hasta la edad adulta, a
través de la enseñanza de habilidades manuales, de la expresión corporal y el
desarrollo de las artes y de la cultura.
La escuela esclavista llega a su apogeo en Grecia y Roma. Ésta era reservada
sólo para los hombres libres, y tenía una currícula adaptada al ideal humanista
de la formación del hombre esclavista: el ORADOR, entendiendo por esto a
aquel que sabe defender sus derechos y por tanto puede ser libre.
Dentro de estas escuelas de la antigüedad ya se marcaban diferencias. La
escuela espartana tenía como ideal la eficacia, preparaba más para la acción.
La escuela ateniense, se basaba en la valoración del logos, de la reflexión. Es
decir, era una escuela basada en la idea de libertad.

“La escuela actual debería encontrar el justo equilibrio entre la eficacia y la


libertad.”
Modo de producción feudal: este modo de producción está marcado por la
presencia de la Iglesia y con esta, la escuela por primera vez se ve transformada
en un APARATO IDEOLÓGICO, (la Iglesia de forma muy temprana comprendió
la importancia de la escuela como vehículo de difusión de su mensaje, la buena
nueva).
Desde el siglo IV al siglo XV la Iglesia dominó el Estado, el cual se volvió
educador, dirigente y organizador de la sociedad entorno a una única religión. El
ideal del orador salió de la plaza pública para encerrarse en la Iglesia. De esta
forma la Iglesia saca a la escuela de la calle y la mete en un recinto sagrado
donde la palabra era controlada, la diferencia era penalizada y censurada.

A partir del siglo XV, con el RENACIMIENTO, la cultura fue retomada por los
intelectuales laicos, aristócratas o no, que tenían tiempo ocioso, inaugurando el
modo de pensar burgués. Este modo de pensar trajo una RENOVACIÓN
CULTURAL con la idea de progreso y que todo debe ser comprobado y
verificado, por lo que deben ser aceptado dogmas. Esto comenzará con Lutero
que fue el primero en preocuparse de la escuela pública, en el sentido que hoy
la entendemos.
La burguesía realizó una revolución profunda en la sociedad, y también elaboró
una nueva concepción de escuela, tomó de la Iglesia la idea de aparato
ideológico para transmitir su buena nueva que ya no era el evangelio sino la idea
de progreso y libertad individual.
Invirtió entonces en el proyecto de escuela porque no sólo le permitía la
divulgación de su modo de pensar sino también, como instrumento de formación
de mano de obra para impulsar su proyecto económico. Ya en el final del siglo
pasado la escuela burguesa fue universalizada en los países más desarrollados.
Esta escuela ya no estaba sometida a la doctrina de la Iglesia, sino al servicio de
los Estados nacionales.

En el siglo XIX fueron introducidos cambios importantes en los objetivos de la


enseñanza. Esta fue orientada para el futuro.
Se implantó la enseñanza obligatoria, laica y gratuita como DERECHO DE
TODOS.
Los objetivos educacionales pasan a ser: cultura general, adquisición de
lectura, escritura, ortografía y cálculo; preparación del niño para una profesión,
enseñanza práctica y aprender a aprender.
Todo esto basado en la concepción burguesa de la educación de que la
enseñanza es, antes que nada, una inversión social productiva y necesaria.

“La burguesía precisaba de la escuela para erigir la nueva sociedad burguesa


y capitalista”. Para el desarrollo de la ciencia y la tecnología y no para la
diseminación de los ideales hegemónicos.
LOS PAÍSES DE América latina viven una profunda crisis de la escuela, dado
que las inversiones educacionales no les interesan más a las élites nacionales.
Y la escuela se convirtió nuevamente, como al final del feudalismo, en una
REIVINDICACIÓN POPULAR.

“Sin la presión de la sociedad no hay desarrollo de la escuela. La sociedad debe


defender la escuela”.

2 – Escuela ciudadana

“La escuela está perdiendo su autonomía, también está perdiendo su


capacidad de educar para la libertad”

a) Autonomía y naturaleza de la educación

Educar significa capacitar, potenciar, para que el educando sea capaz de


buscar la respuesta de lo que pregunta. Significa formar para la autonomía.
“La autonomía es una preparación para la vida del ciudadano, tanto mejor
cuanto más sustituyan en ella el ejercicio concreto y la experiencia de la vida
cívica a la lección teórica y verbal”, dice Piaget.
A partir de la segunda mitad del siglo, con las críticas a la educación como
factor de reproducción social y el debate de la autogestión, el tema de la
autonomía fue asociado a una concepción emancipadora de la educación.
Autogestión no es participación, pues esto significa comprometerse con una
actividad existente. La autogestión apunta a la transformación.
La autonomía se oponía a la burocracia estatal partidaria conservadora.
La pedagogía autogestionaria busca formar un espacio de libertad y de
autonomía para que la escuela, a partir de la autogestión, pueda representar una
contribución significativa en la transformación de las relaciones sociales en la
misma dirección.

b) Decálogo de la escuela ciudadana

En primera instancia debemos dejar en claro que una escuela ciudadana es


una escuela pública autónoma, sinónimo de escuela pública popular, integrante
de un sistema único (público) y descentralizado (popular).
Se trata de construir, una escuela pública universal -igual para todos´- pero
que respete las diferencias locales, regionales, en fin, la multiculturalidad. Su
gran desafío es garantizar la calidad para todos.

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