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UNIVERSIDAD DE LA TERCERA EDAD

UTE

Licenciatura en Derecho

Tema:

Reporte 3ra semana.

Asignatura:

Derecho de las obligaciones II.


.
Participantes:

Rafael Omar Suriel…..St 2016-00022


Minerva Rodriguez Cigollen….St 2016-1653
Jatnna Ramos....St 2016-00046

Facilitador:

Francisco González M.A.

Julio del 2018


Santiago de los Caballeros, Rep. Dom.
ACCIÓN PAULIANA

La acción pauliana o revocatoria, es una figura jurídica que permite a los acreedores obtener
la revocación de los actos del deudor en fraude de sus derechos. El fin económico la accion
pauliana, es mantener en el patrimonio del obligado, los bienes de que se desprende en
apariencia o en realidad, para perjudicar derechos legítimos de tercero.

La acción pauliana o revocatoria, es un mecanismo de defensa de los acreedores, dentro del


derecho de obligaciones, mediante el cual éstos pueden solicitar la revocación de actos
realizados por el deudor en su perjuicio.

Para poder ejercer la acción pauliana, el deudor tiene que estar en estado de insolvencia, pues
de lo contrario, este puede disponer de sus bienes a su antojo, siempre que conserve la
capacidad de honrar las obligaciones que ha contraído.

Por ejemplo, en caso que un deudor insolvente, con el objetivo de no perder sus bienes, los
vende a una tercera persona por una suma muy inferior al valor real de ellos. Debido a esta
venta, el patrimonio del deudor insolvente se reduce considerablemente, perjudicando a los
acreedores. Bajo esta situación, los acreedores pueden ejercer la acción pauliana y pedir que
el bien vendido regrese al patrimonio del deudor.

Características de la acción pauliana.

Su función conservativa o cautelar, pero no ejecutiva.- La paulina, coloca bienes en garantía,


pero no los expropia ni del deudor ni del adquiriente, aunque otorga título para hacerlo.

Su connotación de acción personal y no real.- Se trata de una acción personal de suerte que
no persigue un bien sustrayéndolo de la posesión del primero o ulteriores adquirientes
prescindiendo de su buena o mala fe, sino que se pretende remediar las consecuencias
objetivas de una conducta ílicta.
La acción pauliana como herramienta para perseguir un deudor que se ha
insolventado para no pagar

 La acción pauliana es una figura jurídica que permite a un acreedor perseguir a un deudor
que se ha insolventado con el fin de impedir que el acreedor le persiga los bienes para
cubrir la deuda.

 Para muchos no es desconocido que hay personas que no les gusta pagar sus deudas, y para
evitar que sus bienes sean embargados, los venden o traspasan a sus familiares o amigos, que
no es otra cosa que insolventarse para proteger su patrimonio.

 Frente a esta actuación de mala fe, la ley ofrece al acreedor una excelente herramienta
conocido como acción pauliana, la cual de prosperar, revoca los contratos o escrituras con
las cuales el deudor halla traspasado o cedido sus propiedades.

La acción pauliana se le concede al acreedor para protegerlo contra el fraude de un deudor,


que disminuye su patrimonio o que reemplaza algunos bienes cómodamente embargables
con bienes que puedan librarse con facilidad de la persecución.

A diferencia de la acción oblicua, la acción pauliana se ejercita por el acreedor en su


nombre personal.

Requisitos de la acción Pauliana

 El acreedor debe tener un interés. Por eso no puede proceder cuando sea solvente su deudor.
 El acto debe haber causado un perjuicio al acreedor, provocando o agravando la insolvencia
del deudor.
 El crédito debe ser, por lo tanto, anterior al acto impuganado; el acreedor tiene la carga de la
prueba de esa anterioridad.
Condiciones requeridas para el ejercicio de la acción revocatoria.

La doctrina admite tres requisitos para la procedencia de la revocación pauliana; El eventos


damni, el consilum fraudes y Scientia Fraudis.

Eventos Damni. Es el Perjuicio a los acreedores, entendidos como aquellos actos que
realmente producen tal efecto por razón del empobrecimiento del patrimonio del deudor.

Consilum fraudes. Intención del deudor de insolventarse o de agravar su situación; el fraude


es intencional doloso y no puede ser por negligencia (no se concibe esa posibilidad). La
actuación fraudulenta del deudor (animus nocendi), requiere que el deudor.

Scientia Fraudis. Conocimiento del tercero del estado de insolvencia.

Efectos que produce la acción pauliana

El principal efecto de la Acción Pauliana es la restitución al patrimonio del deudor de los


bienes fraudulentamente cedidos o enajenados. O sea que por declaración del juez orden al
demandado que se restablezcan las cosas en el estado en que estaban antes del acto contra el
cual iba dirigida la acción pauliana. Su ejercicio favorece a todos los acreedores, aun los de
fecha posterior al acto fraudulento, y alcanza al tercero adquirente de buena fe, cuando el
acto fraudulento sea a título gratuito.

Cuando se trata de una enajenación, debe ser restituida la cosa enajenada con los productos
y los frutos que se hayan producido eventualmente; pero si la demanda es una remisión de
deuda, el crédito remitido se restablece en toda su plenitud.
Nulidad del acto en la acción pauliana.

La doctrina representada por autores como Josserand considera que la acción pauliana es de
nulidad. Esta acción repercute contra los terceros que es propio de las acciones de nulidad y
también que el demandante no concurra con los acreedores del demandado: la anulación hace
salir retroactivamente el bien del patrimonio de éste.

Rescisión del acto en la acción pauliana.

En cuanto a los actos ejecutados antes de la cesión de bienes o la apertura del concurso, se
observarán las disposiciones siguientes:

Los acreedores tendrán derecho para que se rescindan los contratos onerosos, y las hipotecas,
prendas, anticresis o constitución de patrimonio familiar, que el deudor haya otorgado en
perjuicio de ellos, estando de mala fe el otorgante y el adquirente, esto es, conociendo ambos
el mal estado de los negocios del primero;

Los actos y contratos no comprendidos bajo el número precedente, incluso las remisiones y
pactos de liberación a título gratuito, serán rescindibles, probándose la mala fe del deudor y
el perjuicio de los acreedores.

Las acciones concedidas a los acreedores expiran en un tiempo fijado por la ley, contado
desde la fecha del acto o contrato.

La acción pauliana es una medida conservativa del patrimonio del deudor y, por tanto,
protectora de créditos. A ella se refiere el art. 1.111 C.C. en su inciso 2 al indicar que
los acreedores «pueden también impugnar los actos que el deudor haya realizado
en fraude de su derecho». De acuerdo con ello, puede ser definida con DÍEZ-PICAZO, como
«el poder que el ordenamiento jurídico confiere a los acreedores para impugnar los actos que
el deudor realice en fraude de su derecho».

El fundamento del poder excepcional que se atribuye al acreedor para inmiscuirse en las
relaciones entre deudor y terceros que le reconoce la acción pauliana ha sido discutido,
manteniéndose distintas teorías que simplemente enumeraremos, como la de la «afección
real» del patrimonio del deudor al pago de los créditos contra el deudor, o la del «delito
civil» o del «enriquecimiento injusto» perjudicial para el acreedor o la teoría de la «colisión
de derechos» que da preferencia al derecho del acreedor defraudado.

En última instancia dicho fundamento radica en el derecho del acreedor a que no sea
disminuida la garantía que la ley le concede sobre los bienes del deudor en virtud
del principio de responsabilidad patrimonial universal consagrado en el art. 1.911 y,
consecuentemente, la protección del tráfico jurídico.

En su evolución histórica nace la «pauliana» en el Derecho Justinianeo, como consecuencia


de la refundición de tres remedios de origen pretorio: el interdictum fraudatorium, que
reintegraba al acreedor en la posesión de un bien que el deudor ha traspasado a otro;
la restitutio in integrumob fraudem, de caracterización más dudosa, destinada a destruir
los efectos de la enajenación con la consecuencia de restituir los bienes a la situación anterior
a ella y la actio ex-delicto, de naturaleza penal, en cuya virtud se condena al deudor y
sus cómplices al pago de una indemnización. En el Derecho intermedio se ve en el origen de
la acción un delito, una injusticia subjetiva y esta corriente es la que llega
al Derecho moderno.

Las notas características de esta acción, en cuanto a su naturaleza jurídica, son las
siguientes:

- Es una acción personal, ya que no persigue un bien, sino que pretende remediar las
consecuencias objetivas de una conducta ilícita, acto personal del deudor y adquirentes, que
perjudica el derecho de crédito.

- Es una acción rescisoria y no de nulidad, como se infiere claramente del art. 1.291.3 C.C.

- En consecuencia, es una acción subsidiaria por el juego del art. 1.294.

- Y, finalmente, es una acción con una función conservativa y no ejecutiva, aun cuando esto
último es mantenido por algunos autores, lo que se pone de manifiesto en la expresión
«después de haber perseguido los bienes» del primer inciso del art. 1.111, si bien, esta
expresión parece referirse más bien a la acción subrogatoria.

Sujetos Partícipes.

Dentro de la relación que se desarrolla alrededor de la Acción Pauliana se presentan o pueden


presentarse los siguientes sujetos:

o Acreedor(es): son las personas víctimas que no pueden hacer efectivo su derecho de crédito
sin la utilización de la acción. Se encuentran en la posición perjudicada, ya que por la
insolvencia del deudor no han podido hacer efectivo su crédito. Es la parte que demanda.

o Fraudator: deudor doloso que ha caído en insolvencia o ha enajenado la prestación que iba
a serle frente a su(s) acreedor(es) con la intención de no pagarle. Es la parte demandada.

o Tercer adquirente o bonorum emptor: persona que adquiere los bienes del fraudator.
Podía bien ser doloso o no, resultando ser comprador de los bienes o donatario del deudor.
o Curator bonorum: persona designada por los acreedores que han quedado insatisfechos en
sus créditos para exigir la restitución de aquellos bienes que el deudor había enajenado con
la intención dolosa de caer en insolvencia.

Condiciones para el ejercicio de la Actio Pauliana.

Para que funcionase era necesario:

o Que se hubiera celebrado un acto jurídico de resultas del cual quedaba empobrecido el
deudor. La acción pauliana puede ejercitarse cualquiera que sea la naturaleza del acto: una
enajenación, una donación, una obligación, la remisión de una deuda, etcétera. Dichos actos
podían ser positivos o negativos, a título gratuito u oneroso, lo importante era que implicaran
una efectiva disminución patrimonial. “Los acreedores no pueden atacar aquellos actos por
los cuales no haya podido enriquecerse; por ejemplo, por haber repudiado una sucesión o un
legado.”

o Que el empobrecimiento, o sea, los actos y omisiones del deudor, perjudiquen a los
acreedores. Los acreedores podían probar ese daño acreditando que los bienes que quedaban
en la cabeza del deudor eran insuficientes para cubrir el crédito.

o Que el acto atacado ha sido hecho en fraude de los acreedores (fraudationis causa.) El fraude
comprende dos elementos: el primero, el elemento material, el perjuicio (eventus damni) por
producir o agravar el estado de insolvencia del obligado. El segundo es el elemento
intencional o consilium fraudis. No es necesario que el deudor haya tenido intención de
lesionar a sus acreedores: bastaba con probar que el deudor no podía pagar sus deudas porque,
por ejemplo, su pasivo era superior a su activo, o sea que haya tenido conciencia del perjuicio
que les causa.

o Que el tercero a cuyo favor se otorgó el acto hubiera sido cómplice en el fraude (conscius
fraudis), es decir, que hubiese obrado de mala fe. Para probar que el tercero era cómplice se
usaba estas resoluciones: si se trata de un adquirente a título oneroso, de un comprador, por
ejemplo, solamente sucumbe si ha sido conscius fraudis. Si es de buena fe, triunfa porque
tiene la ventaja de la posesión. Si se trata de un adquirente a título gratuito o de un donatario,
sucumbe aunque sea de buena fe. Sin embargo, si es de buena fe, sólo debe cuenta de su
enriquecimiento.

o La acción puede ser ejercitada por los acreedores anteriores al acto que les haya causado un
perjuicio, o en su nombre por el curador de los bienes del insolvente. Los acreedores
posteriores no podían quejarse porque el acto ya estaba realizado cuando trataron con el
deudor.

Efectos.

El principal efecto de la Acción Pauliana es la restitución al patrimonio del deudor de los


bienes fraudulentamente cedidos o enajenados. O sea que por declaración del juez orden al
demandado que se restablezcan las cosas en el estado en que estaban antes del acto contra el
cual iba dirigida la acción pauliana. Su ejercicio favorece a todos los acreedores, aun los de
fecha posterior al acto fraudulento, y alcanza al tercero adquirente de buena fe, cuando el
acto fraudulento sea a título gratuito.

Cuando se trata de una enajenación, debe ser restituida la cosa enajenada con los productos
y los frutos que se hayan producido eventualmente; pero si la demanda es una remisión de
deuda, el crédito remitido se restablece en toda su plenitud.

El demandado es absoluto, siempre que obedezca a la orden del juez, si se niega a la


restitución incurre en una condena y debe indemnizar lo equivalente al perjuicio ocasionado.

Figuras o remedios similares a la Acción Pauliana.

 In integrum restitutio: restitución por entero, por completo. Medida jurídica consistente en
la cancelación plena de los efectos o consecuencias de un hecho o negocio jurídico,
restableciendo la cosa o situación en su estado anterior, como si tal hecho o negocio jurídico
no se hubiera realizado. En la esfera del derecho procesal romano constituye una de las
medidas que tiene a su alcance el magistrado para solucionar una cuestión en virtud de su
imperium. La concedía por decreto, previo conocimiento de causa, estimada justa, presente
el adversario o declarada su contumacia.

 Interdictum fraudatorium: interdicto concedido por el pretor, durante un año útil, al


acreedor de un deduor insolvente a fin de que pueda entrar en posesión de algún bien corporal
que el deudor hubiese fraudulentamente enajenado.

 Otras figuras:

o Interdicta restitutoria: interdictos restitutorios, también denominados decreta, son aquellos


en los que se ordena al demandado una restitución; tal carácter tienen, por ejemplo, los
interdicta recuperandade possessionis.

o Actio Fabiana: acción pretoria, in factum, penal, arbitraria e in personam, concedida al


patrono para obtener la revocación, aún frente a adquirentes de buena fe, de todos aquellos
actos por los que su liberto se había voluntariamente empobrecido con la intención
fraudulenta de perjudicarle en sus derechos de sucesión testamentaria.

o Actio Calvisiana: acción pretoria, in factum, penal y arbitraria, concedida al patrono para
solicitar, una vez fallecido el liberto, la revocación de los actos en cuya virtud éste había
fraudulentamente disminuido su patrimonio en vida a fin de aminorar los derechos de
sucesión abintestato del patrono.

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