XVIII. Alberto Churriguera. Plaza Mayor de Salamanca. Vista general exterior. Piedra, hierro labrado. Esta plaza porticada de planta cuadrangular es de estilo barroco, con la característica decoración española de plazas recortadas, rodeadas de sopórtales con arcos de medio punto con medallones con efigies de medio busto. Sobre éstos se alzan tres plantas de viviendas coronadas por cresterías terminadas en flores de lis, símbolo de la corte borbónica. Delante de cada ventana hay balcón con rejas de hierro. Como remate se dispone una balaustrada que recorre todo el perímetro de la Plaza y encima de ella pináculos. En el Pabellón Real, estancia reservadas a las autoridades que presiden las fiestas, con su gran arco y medallón de Felipe V, están representados los reyes de España; en el de San Marín los héroes: en el de Petrineros, los sabios y en el del Ayuntamiento los santos, resaltando un gran relieve de Santiago a caballo. Están representadas figuras importantes de la iglesia y las letras: Santa Teresa de Jesús, Cervantes,… La espadaña y el reloj son de 1852, y las esculturas que coronan en el Ayuntamiento representan a las distintas ciencias: astronomía, agricultura, industria y el comercio. Durante mucho tiempo se ha empleado el adjetivo Churrigueresco para denominar el arte barroco de la primera mitad del S. XVIII, incluyendo en el vocablo todas aquellas características que lo definían, como su exagerado aparato ornamental y la acumulación de columnas salomónicas, estípites, rocalla, cartelas, hornacinas, juegos de luces, etc. Esta plaza se inspira en la madrileña, y la vallisoletana. La génesis de la arquitectura barroca se inicia en Italia, con figuras tan determinantes como Bernini y Borromini y en el siglo XVIII se llega a la culminación del barroquismo español, con un estilo opuesto al desarrollo del resto de Europa, el denominado churrigueresco. En este estilo las formas decorativas se adueñan de la arquitectura, integrando elementos ornamentales propios de la tradición hispánica, árabe, gótica, hispanoflamenca o plateresca. A ello unirán las influencias recibidas del barroco italiano y francés. Al igual que ocurre en el resto de las artes, el Barroco arquitectónico tendrá en España un carácter fundamentalmente religioso y monárquico. También la Contrarreforma va a dictar el estilo en la construcción de edificios. El concepto de Plaza Mayor hay que ligarlo al de la nueva planificación urbanística de la ciudad barroca en tiempos de los Austrias, al pensamiento racional del siglo XVII y al concepto de monarquía absoluta de los Austrias y del despotismo ilustrado de los borbones. El Barroco español no sólo es el arte de la Contrarreforma sino también el medio propagandístico de una monarquía absoluta que trata de ejercer su poder sobre una España divergente, llena de particularismos medievales y que odia la estatalización moderna. La época del barroco español queda configurado desde el punto de vista cultural por el denominado " Siglo de Oro". Se produce en esta época un período de máximo desarrollo en las letras y en las artes, en contraste con la profunda crisis política, social y económica. La primera etapa, a mediados del XVII, se caracteriza por la influencia de Herrera y la introducción de los nuevos planteamientos arquitectónicos procedentes de Italia.La segunda (XVII-XVIII) está marcada por los hermanos Churriguera, Pedro Ribera… y el desarrollo de un lenguaje decorativista; la arquitectura se hace más dinámica. Finalmente en la tercera (resto del s. XVIII) se desarrolla el Rococó. La Arquitectura Palaciega presenta claras influencias francesas e italianas, por el cambio de dinastía reinante en España (Borbónica).