Introducción :

Como ya es evidente, la demanda de recursos hídricos en la producción minera es de vital

importancia para la labor, como también lo es, de dónde se están sacando estos recursos.
Es por esto, que en este informe nos encauzaremos en la utilización de aguas marítimas
futuras para la producción de las mineras. Este enfoque se llevó a cabo luego de que las
comunidades afectadas tomaran cartas en el asunto, llevando a las industrias algunas
propuestas para utilizar y desalinizar las aguas de mar y de esta forma, ponerle fin o más
bien, darles un respiro a la sobre explotación de las reservas de aguas dulces que tiene el
país y a la vez, ser más exigentes en las políticas públicas que se están llevando a cabo
para la sensibilización del tema en cuestión.

Chile, al ser un país minero el cual concentra la mayor cantidad de faenas en el norte,
debe tener en consideración las grandes sequías que afectan la zona y la negligencia que
se genera al ocupar los limitados recursos hídricos para la industria.

Uno de los mayores inconvenientes para llevar esto como una solución a considerar, es la
gran inversión económica en la construcción de tuberías, como también, en la energía
eléctrica, que será necesaria para la propulsión del agua a mineras que alcanzan hasta los
5000 msnm.

A pesar de todo esto, a partir del 2011, mineras como Escondida, Michilla, Mantos de la
Luna, entre otras, han optado por la inversión en este proceso, teniendo increíbles
resultados tantos económicos como sociales con las comunidades vecinas.

A continuación, presentaremos las proyecciones que tenemos como país en cuanto al

incremento del consumo de aguas marítimas en las diferentes zonas.

Objetivos :

Conocer las proyecciones que se tienen a 10 años sobre el incremento en el uso de

recursos hídricos marítimos en la industrias mineras en Chile. En cada punto nos
enfocaremos en especificar el uso de las aguas marinas en distintas etapas del desarrollo
minero, junto con las regulaciones pertinentes, presentándola de forma clara y detallada.
Consumo de aguas marítimas según estado de los permisos
ambientales :

Todo proyecto minero debe contar con el permiso de Resolución de Calificación

Ambiental (RCA) para poner en marcha las operaciones, pero antes de que se dé el sí
definitivo también debe pasar por otros tipos de entes reguladores encargados de regirse
por la Ley 19.300, ley Base del medio ambiente , siendo éstos los facultados de
cerciorarse de que la empresa interesada cumpla con las ordenanzas que se piden. Al
hablar de éstos entes nos referimos al Sistema de Evaluación ambiental (SEIA), Estudio de
Impacto Ambienta (EIA) y la Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Cabe destacar que
este tipo de regulación no rige para proyectos construidos antes de la promulgación de la
Ley 19.300.

Al hablar de aguas marítimas, se puede decir que la mayoría de estos proyectos si cuentan
con el permiso, ya que al ser un mecanismo nuevo, estos fueron realizados
posteriormente a la puesta en marcha de la Ley. Y si bien, no están regularizadas la
extracción de aguas marítimas por parte de las mineras, si lo están los emisarios
submarinos encargados de la extracción, por lo que la regulación en sí se cumple.

En el siguiente diagrama se muestra la proyección de demanda de agua en la minería del

cobre entre los años 2016 al 2027:

Figura 1 : Gráfico “ Proyección demanda de agua en la minería del cobre 2016-2027

Se puede observar en el diagrama cómo el consumo de aguas marítimas han tenido un
importante alza a partir del 2016 y cómo se espera que el uso de éstas se tripliquen al
2027, esperando que alcancen un 46% de la demanda total de aguas en la minería.
Aunque para el caso del consumo esperado de aguas de mar, las demandas futuras se
verían afectadas en el otorgamiento de los permisos ambientales, como se puede
observar en el siguiente gráfico.

Figura 2 : Gráfico “Consumo de agua de mar según estado de los permisos ambientales en la minería del
cobre”

Como se puede observar en el gráfico, se espera que el 67% de los proyectos mineros
cumplan con la certificación de aprobación ambiental y el 33% de éstos no tengan los
permisos pertinentes. Dentro de este 33%, hay un 29% de estos proyectos que
ingresarían al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental y el 4% faltantes no
presentarían su certificación.