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III.

MARCO TEORICO:

1. ABORTO:

1.2 RESEÑA HISTORICA:

La primera ley aprobada, con relación al aborto fue el Código Penal de 1863, que lo sancionaba
penalmente. El aborto por móvil de honor y el aborto consentido por la mujer se consideraban
como supuestos atenuados.

El aborto por móvil de honor se basaba en el argumento de que la mujer embarazada o con
hijo y sin esposo podía ser marginada socialmente ya que con la imagen de soltera no virgen.
Por haber tenido relaciones sexuales fuera del matrimonio, podía perderse,
irremediablemente, su honor y, con ello, el honor de su familia.

En cuanto al aborto consentido, la ley penal exigía el consentimiento de la mujer que tuviera
por lo menos dieciséis años cumplidos. Ya que se le consideraba con capacidad de comprender
y libre voluntad.

El Código Penal de 1863 fue el primero de la República del Perú y estuvo vigente hasta 1924.

La Ley Nº 48681 promulgada el 28 de julio de 1924 dio lugar al Código Penal de 1924, el mismo
que estuvo vigente durante 87 años del presente siglo. Esta norma punitiva sancionaba
distintos tipos de aborto entre los artículos 159º a 164º: el aborto propio, el aborto
consentido, el aborto no consentido, el aborto perpetrado por profesionales, el aborto
terapéutico y el aborto preterintencional. Es decir, excluyó las figuras atenuadas del anterior y
sumó a los tipos delictivos el aborto terapéutico.

Años más tarde, por Decreto Ley Nº 17505 se promulgó el Código Sanitario de 1969 que
estableció el marco jurídico de las relaciones en el campo de la salud. En la parte concerniente
a las personas, artículos 17º al 24º, destacaba a las personas en formación, la salud de la
madre y la salud del niño. El Código Sanitario reiteraba en su artículo 20º lo dispuesto en la ley
penal, es decir la represión del aborto.

Esta norma definía la política frente a los derechos reproductivos de la mujer, disponiendo que
el proceso de la gestación debía concluir con el nacimiento salvo hecho inevitable de la
naturaleza o peligro para la salud y la vida de la madre.

Sobre el aborto terapéutico, expresaba que se permitía cuando existía prueba indubitable de
daño en la salud con muerte de la madre o del concebido además de la opinión de dos
médicos consultados. Esta disposición específica fue modificada por Decreto Legislativo Nº
121 del 12 de junio de 1981 afirmando que se permitía el aborto terapéutico si lo practicaba
un médico con el consentimiento de la madre y con la opinión de dos médicos consultados, si
no hubiere otro medio de salvar la vida de la madre o de evitar en su salud un mal grave y
permanente.

El Código Sanitario prohibía el aborto terapéutico basado en consideraciones de orden moral,


social o económico. También prohibía el aborto como medio de control de natalidad.

Diez años después, la Constitución de 1979 prescribió en el artículo 2º inciso 1º que toda
persona tiene derecho a la vida, a la integridad física y al desenvolvimiento de su personalidad.
Seguidamente a ello expresan que al que está por nacer se le considera nacido para todo lo
que le favorece.

La Constitución de 1993 determina en su artículo 2º inciso 1º que toda persona tiene derecho
a la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y
bienestar, a ello añade que el concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece. Este
enunciado es similar al de la Constitución anterior. En el artículo 6º expresa que la política
nacional de población reconoce el derecho de las personas a decidir.

El Código del Niño y el Adolescente de 1993 responsabiliza al Estado y a la sociedad del


establecimiento de condiciones adecuadas para la atención de la madre durante la etapa del
embarazo, el parto y la fase post-natal, otorgando una atención especializada a la adolescente
madre y garantizando la lactancia materna y el establecimiento de centros de cuidado diurno.

A raíz de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo realizada en El Cairo, en


setiembre 1994, se dio nueva apertura al debate público sobre el aborto y el derecho a la vida
durante los meses de mayo a noviembre de ese mismo año.

La Iglesia nuevamente, ejerció presión esta vez directamente sobre la delegación peruana que
asistió a la Conferencia, conminándola a declarar la posición antiabortista de la Constitución
del Perú. Los interlocutores de esta delegación aclararon que el legalizar el aborto no era el
propósito de la Conferencia.

En cada uno de estos momentos de debate las instituciones defensoras de los derechos de las
mujeres se pronunciaron con argumentos jurídicos, médicos y sociales.

En 1995, con fecha 17 de agosto, la Resolución Ministerial 572-95-SA/DM dicta medidas para
facilitar el acceso de la población a la información y los servicios de planificación familiar. De
este modo se expende en forma totalmente gratuita la más amplia gama de métodos
anticonceptivos.

La Ley Nº 26530, publicada el 10 de setiembre de 1995, modifica la Ley de Política Nacional de


Población excluyendo al aborto como método de planificación familiar. De este modo, sí
considera a la intervención quirúrgica como método, ya que la LPNP la excluía también.
La Resolución Ministerial 071-96-SA/DM aprueba el Programa de Salud Reproductiva y
Planificación Familiar 1996-2000 con fecha 06 de febrero de 1996. Esta norma define nuevos
lineamientos de la política nacional de población.

La Ley General de Salud de 1997, Ley Nº 26842 ha sido publicada el 20 de julio del presente
año. La norma afirma en su título preliminar que el concebido es sujeto de derecho en el
campo de la salud. La ley no se pronuncia respecto del aborto expresamente; hace muy poca
mención a la maternidad. En su artículo 6º, reconoce el derecho de toda persona a elegir
libremente el método anticonceptivo de su preferencia.

1.2 DEFINICION:

Es la interrupción del embarazo antes de los 180 días de gestación, pudiendo ser
espontáneo, natural, o provocado.

El aborto en el sentido médico se corresponde con los dos trimestres iniciales, no obstante
para efectos legales y en casos de malformaciones graves el tiempo puede sobrepasar
dichas fechas. La interrupción del embarazo, ya sea natural o inducida, va seguida de la
expulsión del producto gestacional por el canal vaginal, y puede estar precedida por
pérdidas de sangre por la vagina

Es la interrupción dolosa del proceso fisiológico del embarazo causando la muerte del
producto de la concepción o feto dentro o fuera del claustro materno, viable o no.
Principales Consideraciones
La expresión aborto deriva de la expresión latina Abortus: Ab=mal, Ortus=nacimiento, es
decir parto anticipado, privación de nacimiento, nacimiento antes del tiempo.
Nuestro ordenamiento legal en el capítulo de aborto, tutela la vida humana dependiente,
es decir de aquella vida humana que no tiene la calidad de persona, es un ser concebido
pero no nacido, una esperanza de vida intra uterina.
El feto no es todavía una persona humana, pero tampoco es una cosa.
El feto solo deviene en persona con el nacimiento, por lo que su aniquilamiento no
constituye delito de homicidio.
Se entiende por delito de aborto, aquel cometido de manera intencional, y que provoca la
interrupción del embarazo, causando la muerte del embrión o feto en el claustro de la
madre o logrando su expulsión.
Para la ejecución del delito se requiere:
- que la mujer esté embarazada
- que el embrión o feto esté vivo
En caso que no se dieran los presupuestos señalados, estaríamos ante un delito imposible
por la absoluta impropiedad del objeto.
Nuestro código penal, considera al aborto terapéutico como único caso no punible.
Contempla así mismo nuestro ordenamiento dos condiciones para el aborto:
- Ética, cuando la mujer resulta embarazada como consecuencia de una violación.
- Eugenésica, cuando existe la probabilidad que el niño nazca con graves taras físicas o
psíquicas.

¿Qué es el aborto?

La Medicina entiende por aborto toda expulsión del feto, natural o provocada, en el
período no viable de su vida intrauterino, es decir, cuando no tiene ninguna posibilidad de
sobrevivir. Si esa expulsión del feto se realiza en período viable pero antes del término del
embarazo, se denomina parto prematuro, tanto si el feto sobrevive como si muere.
El Derecho español, al igual que el Derecho Canónico, considera aborto la muerte del feto
mediante su destrucción mientras depende del claustro materno o por su expulsión
prematuramente provocada para que muera, tanto si no es viable como si lo es.
En el lenguaje corriente, aborto es la muerte del feto por su expulsión, natural o
provocada, en cualquier momento de su vida intrauterino.

1.3 clases de aborto :

A.ESPONTANEO
B.PROVOCADO

El aborto puede ser espontáneo o provocado. El espontáneo se produce o bien porque


surge la muerte intrauterinamente, o bien porque causas diversas motivan la expulsión del
nuevo ser al exterior, donde fallece dada su falta de capacidad para vivir fuera del vientre
de su madre. Si el aborto es provocado, se realiza o bien matando al hijo en el seno
materno o bien forzando artificialmente su expulsión para que muera en el exterior.
En ocasiones se actúa sobre embarazos de hijos viables, matándolos en el interior de la
madre o procurando su muerte después de nacer vivos. Esto no es, médicamente
hablando, un aborto, y de hecho muchas legislaciones que se consideran permisivas en la
tolerancia del aborto lo prohíben expresamente, porque lo incluyen en la figura del
infanticidio. Pero no ocurre así en otros casos, como por ejemplo en España, donde el
Código Penal no tiene en cuenta la viabilidad del feto para que se dé el delito de aborto, y,
en contrapartida, se puede matar en algunos casos a fetos viables sin recibir ningún
castigo penal, al amparo de la legislación vigente precisamente en materia de aborto. Por
eso utilizaremos en estas páginas la definición de aborto según el lenguaje corriente, de
modo que la muerte provocada de un feto viable también será considerada como aborto

1.4 TIPOS de Aborto:

Consideramos que el aborto puede ser clasificado en Espontáneo o Inducido y de tipo


Legal o Ilegal
Aborto eugenésico

Es el aborto provocado realizado en el caso de sospecha o certeza de una enfermedad


seria del niño. Dicha certeza nunca puede ser completa. Se suele realizar argumentando
que la vida del niño con deficiencias sería de poca calidad, y no merecería la pena ser
vivida.

La eliminación de los no nacidos con enfermedades no es una medida eficaz para la


mejora del patrimonio genético humano. Este aborto suma a la tristeza de los padres por
la enfermedad del hijo, la privación del consuelo de llegar siquiera a verle, aunque vaya a
vivir pocas horas.

En el aborto eugenésico se arguye que la mujer elimina al feto defectuoso en virtud de un


pretendido "derecho al bienestar", ya que este feto será un adulto que acarreara
numerosas cargas para la mujer - económicas, anímicas, de convivencia etc., - las cuales
no tiene porque asumir. Una versión más drástica de la cuestión es la de apoyar la licitud
en un "derecho al hijo sano". Otra versión es la de la falsa compasión por la que la madre
decide abortar teóricamente en beneficio del hijo, privándole de una vida no digna de ser
vivida según su juicio, debido a su enfermedad o minusvalía.

El aborto eugenésico, es decir el que se permite en los casos de disminución psíquica o


física del feto, consiste en eliminar a aquellos seres humanos a los que no se considera
dignos de vivir, al no reunir una serie de requisitos que les permitiesen desenvolverse con
normalidad en el futuro. Estos argumentos están basados en criterios utilitaristas y
económicos, olvidando que la dignidad de la persona no está en función del desarrollo
físico o psíquico que pueda alcanzar

Aborto quirúrgico
Es un procedimiento para terminar un embarazo por medio de la extracción del feto y la
placenta del útero (matriz) de la madre.
Existen diferentes tipos de aborto quirúrgico.
Algunas veces, la mujer necesita el procedimiento por razones de salud, lo cual se
denomina aborto terapéutico.
Otras veces, ella decide (elige) terminar el embarazo, lo cual se denomina aborto
provocado.
Descripción
En un aborto quirúrgico, se utiliza una ventosa obstétrica para extraer el feto y el material
conexo del útero (matriz) de la madre. El procedimiento por lo regular se hace después de
6 semanas del último período menstrual de la mujer.
A usted se le puede dar un medicamento (sedante) para ayudarla a relajarse y sentir
sueño. El médico puede anestesiar el cuello uterino, de manera que usted sienta poco
dolor durante el procedimiento.
Si el aborto quirúrgico se practica después de 12 semanas de embarazo, el médico primero
tiene que abrir o dilatar el canal cervical. Se colocan pequeños tallos, llamados laminaria,
dentro del cuello uterino para ayudarlo a abrirse. Algunas veces, esto se hace uno o dos
días antes del procedimiento de aborto real. Luego, el médico coloca un tubo hueco
dentro del útero antes de utilizar la ventosa para extraer de allí los tejidos relacionados
con el embarazo.
Se pueden administrar medicamentos para ayudar a que los músculos uterinos se
contraigan, lo cual reduce el sangrado

1.4.1 Aborto Espontáneo:

Se considera aborto espontáneo a la pérdida de la gestación antes de las 26 semanas, cuando el


feto no está aún en condiciones de sobrevivir con garantías fuera del útero materno. Un aborto
espontáneo ocurre cuando un embarazo termina de manera abrupta. Un 8 y 15 por ciento de los
embarazos, según las fuentes, que se detectan terminan de esta manera, aunque un número
importante y dificilmente valorable pasan desapercibidos. Existen muchas doctas opiniones que
dicen que incliso el 50 por ciento de los embarazos pueden considerarse fracasados y terminar de
forma espontánea.

La mayoría de los abortos espontáneos, tanto conocidos como desconocidos, tiene lugar
durante las primeras 12 semanas de embarazo y en muchos casos no requieren de ningún
tipo de intervención médica ni quirúrgica. De igual forma también la inmensa mayoría de
los abortos inducidos se dan antes de las 12 semanas.

Causas del Aborto Expontáneo:

Las alteraciones cromosómicas constituyen la causa más común de esta alteración. El


aborto espontáneo recurrente (AER) ha sido definido como la verificación de 3 o más AE
reconocidos clínicamente. Datos epidemiológicos indican que el riesgo de un nuevo aborto
después de un AE(aborto espontaneo) es del 24%, pero asciende a un 40% después de 4
AE(abortos espontaneos) consecutivos. También se han propuesto como causa de
AER(aborto espontaneo recurrente) las alteraciones de la arteria uterina.
Entre los factores anatómicos adquiridos están las adherencias intrauterinas, los miomas,
la adenomiosis, las cirugías tubarias y la endometriosis que es una enfermedad que ocurre
cuando el tejido endometrial, es decir, el tejido que reviste internamente el útero y que se
expulsa durante la menstruación, crece fuera de él. En el caso de los miomas, se dice que
su asociación con los AER(aborto espontaneo recurrente) puede obedecer a factores
mecánicos, tales como reducción de la cantidad de sandgre que se irriga, alteraciones de
la placenta y contracciones uterinas que determinan la expulsión fetal. Se cree que el
AER(aborto espontaneo recurrente) en mujeres con endometriosis puede deberse a la
secreción de toxinas o a una mayor producción de prostaglandinas, que generan
contracciones uterinas y alteraciones hormonales. Sin embargo, no se sabe si el aborto es
ocasionado por la endometriosis o por mecanismos inmunológicos indirectos. Los
problemas de salud de la madre pueden ser las causas de un aborto.

Fumar, consumir alcohol, los traumas y el abuso en el consumo de drogas, aumentan las
posibilidades de un aborto.

1.4.2 Aborto Inducido:

El aborto inducido, según la definición de la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) es


el como el resultante de maniobras practicadas deliberadamente con ánimo de
interrumpir el embarazo. Las maniobras pueden ser realizadas por la propia embarazada o
por otra persona por encargo de esta.

Desde las primeras leyes a principios del siglo pasado, el aborto provocado ha ido siendo
despenalizado en muchos paises, tanto del primer, segundo o tercer mundo y su
despenalización ha supuesto en estos paises una disminución drástica de la morbilidad y
mortalidad materna.

1.4.3 Aborto Legal:

Se considera aborto inducido legal cuando es realizado bajo las leyes despenalizadoras del
país donde se practica. En España se considera aborto legal cuando es realizado con
consentimiento de la mujer, en un Centro Acreditado para ello y bajo uno de los tres
supuestos despenalizadores de la ley, es decir cuando hay peligro para la salud o la vida de
la embarazada , por causa de violación o por malformaciones fetales.

En otros paises existen leyes que permiten la realización del aborto bajo la ley de plazos de
tal forma que una mujer puede interrunpir su embarazo solamente con la libre decisión

1.4.4 Aborto Ilegal:


Se considera aborto ilegal o clandestino cuando es realizado en contra de alguna de las
leyes del país donde se practica.

Cuando el aborto está prohibido por la ley, las circunstancias hacen que muchas mujeres
busquen a comadronas o a médicos que se prestan a colaborar. Pero el aborto practicado
en estas circunstancias es peligroso y mantiene unas estadísticas de mortalidad y
morbilidad materna infinítamente superiores a las del aborto legal.

El aborto ilegal se practica generalmente en las peores condiciones higiénicas y con las
posibilidades escasas de recurrir con urgencia a un hospital. Es importante que antes de
continuar con la decisión que tomes valores las circunstancias a las que te puedes
enfrentar.

Sobre todo en países donde se considerael aborto legal recuerda que has tomar las cosas
con calma y pensar inteligentemente para evitar las complicaciones de un aborto hecho
en malas condiciones higiénoco sanitarias. Conoce los riesgos ya que la decisión es tuya.
Tú decides.

1.4.5 Aborto Terapéutico:

Se llama aborto terapéutico o inducido al que es provocado con la intención de eliminar el


feto, con distintos fines, en distintos contextos sociales y legales, con o sin asistencia
médica. Se estima que cada año 46 millones de mujeres alrededor del mundo recurren al
aborto inducido para terminar con un embarazo no deseado. De ellos, al menos 20
millones se consideran abortos inseguros, es decir, abortos en los que la vida de la mujer
suele estar en grave peligro. En 1998, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó
que en América Latina y en el Caribe se realizaron treinta abortos inseguros por cada mil
mujeres de entre 15 y 49 años de edad, más del doble del promedio mundial de trece
abortos por cada mil mujeres. Se estima que el aborto inseguro constituye la causa
primordial de las 600.000 muertes maternas que se producen cada año. En América Latina
y en el Caribe, de los 18 millones de embarazos que se producen cada año, 52 por ciento
no son planeados y el 21 por ciento de ellos terminan en un aborto.
[editar] Procedimiento
El aborto puede ser inducido de muchas maneras, y la elección depende del tiempo de
desarrollo del embrión o feto, de la salud de la madre, del contexto socioeconómico en el
que se tome la decisión y se realice el acto, especialmente el acceso a los servicios
médicos, y de los límites puestos por la legislación, entre muchos otros factores.
[editar] Complicaciones
Las complicaciones más frecuentes son la pérdida excesiva de sangre, al igual que la
perforación e infección uterina y un aborto incompleto. Éstas ocurren muy rara vez
cuando el procedimiento lo realiza legalmente un médico competente, en instalaciones
adecuadas para tal fin.
Es posible que las adolescentes no se den cuenta de que están embarazadas hasta el
segundo trimestre, lo cual podría incrementar el riesgo que implica para sus vidas
practicar un aborto en esa etapa de la gestación. Las infecciones resultantes de este
procedimiento se presentan más comúnmente en mujeres que tienen una infección previa
por gonorrea o clamidia.

1.5 Lesiones:

1.5.1Concepto

Lesión es el daño que se causa en el cuerpo o en la salud mental de una persona sin la
intención de matar.
Desde el punto de vista jurídico y de acuerdo a la descripción legal, resultan ser dos los
bienes jurídicos que se tutelan: el cuerpo y la salud.

El código también clasifica las lesiones de la siguiente forma:

Lesiones graves.
Lesiones leves.
Lesiones con resultado fortuito.
Lesiones culposas.
Lesiones graves. Artículo 121º. "el que causa a otro, daño grave en el cuerpo o en la salud,
será reprimido con pena privativa de libertad bo menor de tres ni mayor de ocho años. Se
consideran lesiones graves:
Las que ponen en peligro inminente la vida de la victima.
Las que mutilan un miembro u órgano principal del cuerpo o lo hace impropopio para su
función, causan a una persona,
incapacidad para el trabajo, invalidez o anomalía psíquica permanente o la desfiguran de
manera grave o permanente.
Las que infieren cualquier otro daño a la integridad corporal, o a la salud física o mental de
una persona que requiera treinta o más días de asistencia o descanso, según prescripción
facultativa.
Cuando la víctima muere a consecuencia de la lesión y si el agente pudo prever este
resultado, la pena será no menor de cinco años ni mayor de diez años."
El sujeto activo y pasivo de este delito puede ser cualquier persona.
El delito se entiende consumado cuando se causa un daño grave en la salud de otra
persona.
Lesiones graves cometidos a menores, según el artículo 121 – Aº C.P.
"En los casos previstos en la primera parte del artículo anterior, cuando la víctima sea un
menor de catorce años y el agente sea el padre, madre, tutor, guardador o responsable de
aquel, la pena será privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años,
suspensión de la patria potestad según el literal b) del Artículo 83º del Código de los Niños
y Adolescentes e Inhabilitación a que se refiere el Artículo 36º inciso 5º.
Igual pena se aplicará cuando el agente sea el cónyuge, conviviente, ascendiente,
descendiente natural o adoptivo o pariente colateral de la víctima.
Cuando la víctima muera a consecuencia de la lesión y el agente pudo prever este
resultado, la pena será no menor de seis ni mayor de quince años."
El delito se considera consumado con la lesión grave causada en la víctima.
El sujeto pasivo será el menor de catorce años, cónyuge, conviviente o pariente en línea
recta o colateral.
Lesiones leves. Artículo 122º. " El que causa a otro un daño en el cuerpo o en la salud que
requiera más de diez y menos de treinta días de asistencia o descanso, según prescripción
facultativa, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años y con
sesenta a ciento cincuenta días-multa.
Cuando la víctima muere a consecuencia de la lesión y el agente pudo prever este
resultado, la pena será no menor de tres ni mayor de seis años."
El delito se entiende consumado con la lesión inferida a la salud de otra persona.
Sujeto activo y pasivo puede ser cualquier persona.
Lesiones menos graves o leves a menores, según el Artículo 122 – Aº "En el caso previsto
en la primera parte del artículo anterior, cuando la víctima sea un menor de catorce años y
que el agente sea el padre, madre, tutor, guardador o responsable de aquel, la pena será
privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años, suspensión de la patria
potestad según en literal b) del Artículo 83º del Código de los Niños y Adolescentes e
inhabilitación a que se refiere el Artículo 36° inciso 5°.
Igual pena se aplicar{a cuando el agente sea el cónyuge, conviviente, ascendiente,
descendiente natural o adoptivo o pariente colateral de la víctima.
Cuando la víctima muere a consecuencia de la lesión y el agente pudo prever este
resultado, la pena ser{a no menor de cuatro ni mayor de ocho años."
El delito se encuentra consumado con el daño ocasionado a la víctima, y el cual según
prescripción facultativa requiera más de diez y menos de treinta días de asistencia o
descanso.
Sujeto pasivo, ser{a el menor de catorce años, o el cónyuge, conviviente o pariente
consanguíneo en línea recta o colateral.
Lesiones con resultado fortuito. Artículo 123°. "Cuando el agente produzca un resultado
grave que no quiso causar, ni pudo prever, la pena será disminuida prudencialmente hasta
la que corresponda a la lesión que quiso inferir."
Conforme lo prescribe el tipo legal, se debe distinguir tres supuestos:
Que el sujeto activo tuvo la intención de causar una lesión menos grave.
Que, a consecuencia de dicha lesión se produjo un resultado grave o incluso la muerte de
la víctima.
Que el sujeto activo no pudo prever el resultado, era pues imprevisible.
Lesiones culposas. Artículo 124°. " El que, por culpa, causa a otro un daño en el cuerpo o
en la salud, será reprimido por acción privativa, con pena privativa de libertad no mayor
de un año y con sesenta a ciento veinte días-multa.
La acción penal se promoverá de oficio y la pena será privativa de libertad no menor de
uno ni mayor de dos años y de sesenta a ciento veinte días multa, si la lesión es grave.
Cuando son varias las víctimas del mismo hecho o el delito resulte de la inobservancia de
reglas técnicas, de profesión, de ocupación o de industria, la pena privativa de libertad
será no menor de dos ni mayor de cuatro años e inhabilitación, conforme al artículo 36°
incisos 4°,6° y 7°."
No existe conciencia ni voluntad en causar el daño, es un acto culposo.
Cuando la lesión es leve, la acción será privada, por consiguiente la víctima es la única
persona que tiene la capacidad de denunciar.
Cuando la lesión culposa inferida es grave, cualquier persona puede denunciar

. COMO SE PRACTICA EL ABORTO


¿Cuáles son los métodos habituales en la práctica del aborto?
El aborto provocado tiene por objeto la destrucción del hijo en desarrollo en el seno
materno o su expulsión prematura para que muera. Para conseguir este resultado se
suelen usar diversos métodos que en otras circunstancias se emplean normalmente
también en ginecología y obstetricia, y que se eligen atendiendo a los medios de que se
disponga y a la edad del feto que hay que suprimir. Los métodos más utilizados son:
aspiración, legrado, histerotomía ("mini cesárea"), inducción de contracciones e inyección
intraamniótica.
¿No existen también unas píldoras abortivas?
Aunque se ha intentado muchas veces el uso de medios con apariencia de medicamentos
para producir abortos, hasta ahora sólo lo ha conseguido con alguna efectividad la llamada
"píldora abortiva" (RU-486). Mediante su administración en época muy temprana del
embarazo, antes de la sexta semana de vida del hijo, es decir, antes de que se produzca la
segunda falta de la regia en la madre, se intenta que este preparado hormonal anule la
función de la placenta en formación, con lo que se produce la muerte del hijo, que es en
ese momento un embrión necesitado absolutamente de la función nutritiva de la
placenta, y entonces ocurre su consiguiente expulsión con todas sus envolturas. Si no se
consiguen completamente los resultados perseguidos hay que recurrir a un legrado para
consumar el aborto.
¿Cómo se practica un aborto por aspiración?
Se dilata primero el cuello uterino con un instrumental adecuado a esta función, para que
por él pueda caber un tubo que va conectado a un potente aspirador. La fuerza de la
succión arrastra al embrión y al resto del contenido uterino, todo deshecho en pequeños
trozos. Una vez terminada la operación de succión se suele realizar un legrado para
obtener la certeza de que el útero ha quedado bien vacío. Este método se suele usar
cuando el embarazo es de menos de diez o doce semanas.
¿En qué consiste el método de legrado?
El legrado o raspado, también llamado "curetaje", es el método que se usa más
frecuentemente. Se comienza por dilatar convenientemente el cuello del útero, lo que
sólo se puede hacer bajo anestesia. Luego se introduce en el útero una especie de
cucharilla de bordes cortantes llamada legra o "cureta", que trocea bien a la placenta y al
hijo al ser paseada de arriba abajo por toda la cavidad del útero. Los trozos así obtenidos
se extraen con la misma legra.
Este método suele practicarse sobre todo en los tres o cuatro primeros meses de la vida
del hijo. Si el embarazo ha superado las doce semanas, las dificultades aumentan y hay
que triturar muy bien el cuerpo del feto para sacarlo al exterior. A veces pueden quedar
grandes restos en el interior del útero, por ejemplo la cabeza, y por eso el abortador debe
identificar cuidadosamente todos los restos extraídos para asegurarse de que no ha
quedado nada dentro de la madre.
¿En qué consiste el método de abortar conocido por "mini cesárea"?
La cesárea es una intervención que se realiza al final del embarazo, y que consiste en
extraer al hijo a través de una incisión en el abdomen de su madre, cuando por las causas
que fuere no es posible su nacimiento por el conducto normal. Esta operación ha salvado
muchas vidas tanto de madres como de hijos. Una cesárea practicada cuando han
transcurrido todavía pocas semanas de embarazo se llama "mini cesárea", y consiste en
practicar una incisión en el útero a través del abdomen materno para extraer por ella al
hijo y a la placenta. Este método se suele realizar a partir de la decimoquinta o
decimosexta semana del embarazo. Habitualmente se extraen niños vivos, que se mueren
poco después por ser inviables. Pero a veces por este procedimiento se han obtenido
niños vivos que eran viables, y entonces se les ha dejado morir sin prestarles los cuidados
que posiblemente habrían permitido salvarlos, o bien se les ha provocado la muerte,
habitualmente por asfixia.
¿Puede decirse que estos métodos sean seguros para la vida o la salud de la madre?
No. La palabra "seguridad" es completamente inadecuada para estas situaciones. En los
abortos por aspiración existe el riesgo de infecciones e incluso de perforación del útero, y
que a la hemorragia se una la lesión de órganos abdominales de la madre. Este riesgo se
incremento en los abortos por legrado. En los abortos por inducción de contracciones las
complicaciones más graves son las hemorragias y las embolias, y en las "mini cesáreas" se
corre el riesgo de desgarros de la cicatriz y de infecciones sobreañadidas. En las
inyecciones intraamnióticas puede producirse el paso de las sustancias tóxicas al sistema
circulatorio de la madre.
Es cierto que estas complicaciones no son muy frecuentes y que la mortalidad materna no
es alta (aunque hay complicaciones y hay muertes), pero existen secuelas importantes
derivadas de estas manipulaciones, que pueden influir seriamente en el desarrollo de
embarazos posteriores.
CONSECUENCIAS DEL ABORTO:

El asesinato de un bebé no nacido se produce, además de algunos métodos domésticos, a


través de los siguientes métodos:

- Por envenenamiento salino

Se extrae el líquido amniótico dentro de la bolsa que proteje al bebé. Se introduce una
larga aguja a través del abdómen de la madre, hasta la bolsa amniótica y se inyecta en su
lugar una solución salina concentrada. El bebé ingiere esta solución que le producirá la
muerte 12 horas más tarde por envenenamiento, deshidratación, hemorragia del cerebro
y de otros órganos. Esta solución salina produce quemaduras graves en la piel del bebé.
Unas horas más tarde, la madre comienza "el parto" y da a luz un bebé muerto o
moribundo, muchas veces en movimiento.Este método se utiliza después de las 16
semanas de embarazo.

- Por Succión
Se inserta en el útero un tubo hueco que tiene un borde afilado. Una fuerte succión (28
veces más fuerte que la de una aspiradora casera) despedaza el cuerpo del bebé que se
está desarrollando, así como la placenta y absorbe "el producto del embarazo" (osea, el
bebé), depositándolo después en un balde. El abortista introduce luego una pinza para
extraer el cráneo, que suele no salir por el tubo de succión. Algunas veces las partes más
pequeñas del cuerpo del bebé pueden identificarse. Casi el 95% de los abortos en los
países desarrollados se realizan de esta forma.

- Por Dilatación y Curetaje

En este método se utiliza una cureta o cuchillo provisto de una cucharilla filosa en la punta
con la cual se va cortando al bebé en pedazos con el fin de facilitar su extracción por el
cuello de la matriz. Durante el segundo y el tercer trimestre del embarazo el bebé es ya
demasiado grande para extraerlo por succión; entonces se utiliza el método llamado por
dilatación y curetaje. La cureta se emplea para desmembrar al bebé, sacándose luego en
pedazos con ayuda de los forceps. Este método está convirtiéndose en el más usual.

- Por "D & X" a las 32 semanas

Este es el método más espantoso de todos, también es conocido como nacimiento parcial.
Suele hacerse cuando el bebé se encuentra muy próximo de su nacimiento Después de
haber dilatado el cuello uterino durante tres días y guiándose por la ecografía, el abortista
introduce unas pinzas y agarra con ellas una piernecita, después la otra, seguida del
cuerpo, hasta llegar a los hombros y brazos del bebé. así extrae parcialmente el cuerpo del
bebé, como si éste fuera nacer, salvo que deja la cabeza dentro del útero. Como la cabeza
es demasiado grande para ser extraída intacta; el abortista, entierra unas tijeras en la base
del cráneo del bebé que está vivo, y las abre para ampliar el orificio. Entonces inserta un
catéter y extrae el cerebro mediante succión. Este procedimiento hace que el bebé muera
y que su cabeza se desplome. A continuación extrae a la criatura y le corta la placenta.

- Por Operación Cesárea

Este método es exactamente igual que una operación cesárea hasta que se corta el cordón
umbilical, salvo que en vez de cuidar al niño extraído se le deja morir. La cesárea no tiene
el objeto de salvar al bebé sino de matarlo.

- Mediante Prostaglandinas
Este fármaco provoca un parto prematuro durante cualquier etapa del embarazo. Se usa
para llevar a cabo el aborto a la mitad del embarazo y en las últimas etapas de éste. Su
principal "complicación" es que el bebé a veces sale vivo. También puede causarle graves
daños a la madre. Recientemente las prostaglandinas se han usado con la RU-486 para
aumentar la "efectividad" de éstas.
5. Conclusiones
El Estado no ha considerado los derechos sexuales y reproductivos de hombres ni de
mujeres, ya que las normas emitidas sobre salud y planificación familiar se dan en función
de una política de población que tiene como objetivo central, eliminar la pobreza.
Para el sistema jurídico peruano, prevalece el concepto de derecho a la vida entendido
como función biológica y no como calidad de vida que ejerce la libertad y la voluntad de la
persona, en este caso, la mujer.
Las contemplaciones al aborto por móvil de honor que existían en este primer período
respondían a los intereses de una sociedad donde primaban los derechos de las familias,
evidentemente, por encima de los derechos de la mujer.
El aborto consentido se establecía como forma atenuada ya que, en muchos casos, era la
familia que tenía más interés que la propia mujer, en que ella abortara. Por lo tanto, la ley
penal tomaba en cuenta las veces en que la mujer deseara abortar por su propia voluntad
y no por motivos ajenos a ella.
En cuanto al delito de lesiones, es muy importante determinar al sujeto activo con pruebas
comprometidas y sancionar de acuerdo a ley.
PRESENTACIÓN

El Comité Episcopal para la Defensa de la Vida, dependiente de la Conferencia Episcopal


Española, presenta con éste, el primero de una serie de trabajos que se propone editar,
relacionados con el valor y la dignidad de la vida humana, y con la consideración que debe
merecer por parte de las personas, las instituciones, los poderes públicos y la propia
legislación.
Esta colección de trabajos que ahora se inicia, nace con la doble vocación del rigor técnico
y científico, por una parte, y de la accesibilidad y la sencillez de exposición, por otra. En la
ocasión presente se trata de ofrecer al lector una información básica, unos criterios
sólidos y una panorámica lo más amplia posible sobre el fenómeno del aborto provocado,
su realidad biológica, tratamiento legal, consideración social y sus aspectos ético-morales.
No se pretende, desde luego, agotar la cuestión con las páginas que siguen, pero sí se
aspira a que lo que en ellas se contiene constituya una base mínima y segura sobre la que
establecer los criterios fundamentales en torno a asunto tan controvertido.
Para la elaboración de este texto han intervenido en estrecha colaboración con los
Obispos miembros del Comité Episcopal, por una parte, personas especializadas en
diversos campos de la investigación y el estudio: médicos, biólogos, biopatólogos y
farmacéuticos; y por otra, teólogos, moralistas, juristas, sociólogos, psicólogos y
periodistas. Todos ellos han contribuido, con sus sugerencias, sus conocimientos, su
experiencia y su presencia en las múltiples reuniones de trabajo, al resultado final, que es
el texto que el lector tiene en su mano.
No es, desde luego, este trabajo el primero que el Episcopado español ofrece sobre esta
cuestión a nuestra sociedad; hay que recordar, por ejemplo, la nota de la Comisión
Episcopal para la Doctrina de la Fe, de 5 de Octubre de 1974, en la que se abordan los
aspectos pastorales del problema, y la documentación sobre "La vida y el Aborto", de 31
de mayo de 1983, preparada por la misma Comisión Episcopal para la 51 Reunión del
Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española, en la que se tratan aspectos
jurídicos y morales de la cuestión, y se dan recomendaciones pastorales a gobernantes y
legisladores, a los creyentes, a médicos y personal sanitario, y a sacerdotes y agentes de
Pastoral.
INTRODUCCIÓN

Las sociedades modernas han experimentado en el último siglo cambios espectaculares,


producidos por el desarrollo de la ciencia y de la técnica en todos los aspectos de la vida.
Se ha dicho certeramente que la Humanidad ha vivido cambios más profundos en los
últimos cien años que en todo el resto de la historia del hombre sobre la Tierra. Así es, en
efecto, en todo lo concerniente al progreso científico y tecnológico, que nos hace vivir una
era de mutaciones aceleradas, en la cual hechos que nos parecían imposible o fruto de
una imaginación desatada se convierten en realidades cotidianas que no asombran ni a un
niño Lamentablemente, todos estos progresos no siempre han ido unidos al
correspondiente crecimiento moral de la persona, de tal manera que sean puestos al
servicio del hombre, destinatario de los esfuerzos y los trabajos de científicos, técnicos y
políticos, y de todos cuantos tienen alguna responsabilidad en la vida colectiva. Este hecho
refleja lo que constituye tal vez el drama más profundo de nuestro tiempo: la pérdida del
sentido de la persona humana, el olvido de su dignidad, la esclavitud de los hombres con
respecto a sus propias obras y proyectos. La vida humana resulta así amenazada de
múltiples maneras. Esta situación no puede responder al designio de Dios, Creador y fin
del hombre, quien lo ha puesto todo a su servicio, es decir, al servicio de su vocación
trascendente. Es verdad que nuestra sociedad no piensa mucho en Díos. Pero entre el
olvido de Dios y la pérdida de respeto al hombre hay una vinculación estrechísima, que no
podemos menos que señalar.
Así, por ejemplo, vemos con desolación cómo persisten los hirientes desequilibrios entre
unos pueblos y otros, cómo las guerras y toda suerte de conflictos surgen por doquier en
el planeta, y cómo los derechos de la persona humana son vulnerados y pisoteados en
todas las latitudes, sin excepción, aunque en unos lugares estas agresiones se produzcan
de forma más violenta, y en otros revistan características aparentemente civilizadas, con
lo que añaden la hipocresía a la barbarie.
La sociedad española no es una excepción de este fenómeno universal Mientras el nivel de
vida medio ha mejorado ostensiblemente en los decenios recientes, y en los últimos años
nuestra nación se ha adherido a organizaciones supranacionales y ha suscrito tratados y
convenios internacionales que buscan la mejor defensa y protección de los derechos
humanos fundamentales, la realidad nos muestra que, por un lado, subsisten irritantes
bolsas de pobreza y marginación entre nosotros, y, por otro, que esos derechos esenciales
a la dignidad de la persona humana no se respetan como debieran, tanto en la práctica
diaria como incluso en nuestra propia legislación.
Junto a lo que no dudamos en calificar como logros e videntes dirigimos a velar por la
dignidad amenazada de la persona (la abolición de la pena de muerte, la supresión de la
tortura y de los trabajos forzados, la preocupación por el deterioro del entorno o el
mandato constitucional de proteger la intimidad individual y familiar de las intromisiones
de la informática, por ejemplo), observamos con alarma y honda preocupación que, a
pesar de estos logros, crecen en nuestra sociedad otras agresiones a la persona y a sus
derechos fundamentales. En particular, no se defiende el derecho a la vida, y aun es
objeto de agresiones inequívocas, tanto por la actitud de sectores amplios de nuestra
sociedad como por la propia legislación vigente en España. Este hecho sería
incomprensible si no tuviéramos en cuenta la enorme fuerza del hedonismo en la sociedad
actual, que cifra en el puro bienestar material todas sus aspiraciones, con olvido de la
realidad trascendente del ser humano e incluso con dejación de la misma lógica de los
principios de convivencia que decimos profesar.
El Comité Episcopal para la Defensa de la Vida, consciente de que todavía es tiempo de
rectificar los errores y enderezar el peligroso rumbo que han emprendido algunos
sectores, incluidos sectores dirigentes de nuestra sociedad, quiere iniciar con esta
publicación una serie de textos asequibles, didácticos y claros acerca del valor de la vida
humana (aborto, fecundación asistida, eutanasia, ecología, etc.), que puedan ser de
utilidad no sólo a los fieles cristianos y a sus formadores, sino también al conjunto de los
ciudadanos, a los legisladores y a los gobernantes, sean cuales fueren sus creencias o sus
convicciones. Persuadido de que la legislación en materia de aborto provocado viene a
consentir una injustísima muerte de inocentes cuyas motivaciones principales son la
comodidad, la ignorancia, la soledad y la desinformación, el Comité llama a todos los
hombres y mujeres de buena voluntad a la reflexión, basada en una mejor información
sobre lo que está ocurriendo delante de nuestros ojos. Los católicos estamos en
condiciones inmejorables para poder comprender la naturaleza del problema del aborto.
Nuestra fe nos permite percibir de una manera más plena y nos urge a proclamar ante
todos la grandeza y dignidad del hombre, cuya vida es un don de Dios, tal y como nos ha
mostrado Jesucristo, que es Camino, Verdad y también Vida.

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