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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

Escuela de Postgrado
Psicología Educativa

Integrantes.
Gonzalo Aníbal Alfaro Ríos
Rosalía Carbajal Alvares
German Neftalí Chaves Angulo
Rocio Rosmery Reyna Burgos
Angélica Rojas Gavidia
Liliana Santillán Bengolea
Silvia Montes López
Flor Patricia Villacorta Reyna

Profesor

Dr. Edmundo Arévalo Luna


LA NEUROCIENCIA Y EL APRENDIZAJE EN EL AULA

“Solo son educadas las personas que han aprendido cómo aprender, que han
aprendido a adaptarse y cambiar, que admiten que ningún conocimiento es firme, que
sólo el proceso de buscar el conocimiento da una base para la seguridad. El único
propósito válido para la educación en el mundo moderno es el cambio y la confianza
en el proceso y no en el conocimiento estático”.
Carl Rogers (1975) Libertad y Creatividad en la Educación.
I. INTRODUCCIÓN
Actualmente la educación mantiene ciertos problemas de aprendizaje basados
principalmente en la metodología, falta de atención, concentración, etc. Se han dado
diversos enfoques a través de los años, teorías, estrategias entre otros aspectos.
Pero, lo importante es que aún se mantiene esa duda ¿Cómo aprender? Hoy en día
se ha dado mucho énfasis al estudio que ha realizado y sigue promoviendo la
Neurociencia, puesto que, nos manifiesta que el cerebro aprende por estímulos en la
cual actúa en forma der red y numerosos neurotransmisores interactúan. De esa
manera, ha logrado integrar a la educación donde el cerebro, la mente y el
aprendizaje se encuentran relacionados, respondiendo así la primera pregunta. Al
aplicar la neurociencia a la educación, lo que se intenta es desarrollar estrategias,
métodos y herramientas que permitan que la enseñanza y el aprendizaje estén de
acuerdo con el desarrollo neurofisiológico del individuo. Las neurociencias investigan
los mecanismos básicos implicados en el aprendizaje y cómo influyen factores tan
importantes como la atención, la motivación y las emociones. Por otra parte, el
conocimiento del cerebro nos permitirá proporcionar al estudiante las condiciones y
los ambientes más propicios para un aprendizaje eficiente. Adecuar los métodos de
enseñanza a la realidad neurobiológica y a la manera en que se aprende es la mejor
manera de garantizar la eficacia del proceso educativo. Innegablemente le
neurociencia ha otorgado grandes aportes a la educación, y los apoyos diagnósticos
han logrado disminuir que el cerebro sea un misterio. Sin embargo, ¿Por qué existen
algunos docentes que no relacionan los conocimientos de la neurociencia como
utilidad en sus aprendizajes? En muchos casos se debe al desconocimiento sobre el
tema y en otros por ciertos perfiles que debe tener todo docente. Por ello, es
importante que el docente conozca la importancia de la neurociencia en el
aprendizaje del aula y posea diversas características esenciales para poder enseñar
con eficacia a través de ciertas sugerencias y estrategias adecuadas según el
contexto.

NEUROCIENCIA EN EL APRENDIZAJE DEL AULA

La concepción de la neurociencia se ha venido desarrollando desde hace varios años,


incluso desde la edad Griega con Hipócrates, quien decía: “Los hombres deben saber
que del cerebro, y solo de él, vienen las alegrías, las delicias, el placer, la risa y
también, el sufrimiento, el dolor y los lamentos. Y por él, adquirimos sabiduría y
conocimiento y vemos,… Y por el mismo órgano, nos volvemos locos, y deliramos y el
miedo y el terror nos asaltan...” Por ello, en la búsqueda del conocimiento del propio
ser humano, se ha realizado distintas investigaciones respecto al funcionamiento de
nuestro cerebro, así se logró con el tiempo solidificar más estos conocimientos en los
años de 1990, ya que según María Laura de la Barrera y Donolo D. (2009) manifiesta
“... En los 90 fue la década del cerebro; hoy se insiste en que este nuevo milenio se
halla abierto a la consideración del cerebro en ambientes educativos” Esto es de gran
relevancia para nosotros como educadores; puesto que, nos ayuda a mejorar
nuestras perspectivas conceptuales para un óptimo desarrollo del aprendizaje. Por
ello, es indispensable saber las diversas concepciones de neurociencia.

La neurociencia, deriva etimológicamente de dos raíces, la primera griega que es


neuro, el cual significa nervio; y del latín scientia, que es el conocimiento. En
consecuencia viene a ser el conocimiento del nervio; es decir, de nuestro cerebro.
Asimismo, las concepciones se dan de distintas formas de entendimiento por parte
de organizaciones y autores. Por un lado, según la UNESCO (1995), manifiesta: “La
neurociencia es una disciplina que involucra tanto a la biología del sistema nervioso,
como a las ciencias Humanas, Sociales y Exactas, que en conjunto representan la
posibilidad de contribuir al Bienestar Humano por medio de mejoras en la calidad de
vida durante todo el ciclo vital”. Esto quiere decir que es una disciplina indispensable
en el desarrollo del ser humano, lo cual implica a diversas ciencias, ya que a partir de
ellas se logrará un enfoque holístico que permitirá una mejora en nuestra calidad de
vida como seres humanos. Por otro lado, según María Laura de la Barrera y Donolo
D. (2009) afirma “La neurociencia es una ciencia integrada de la educación donde el
cerebro, la mente y el aprendizaje se encuentran relacionados”. Es decir, la
neurociencia es una disciplina integrada porque incluye a otras ciencias donde el
cerebro está en constante aprendizaje y nuestro proceso mental se da en base a una
serie de circunstancias contextuales que nos ayudan a visualizar mejor un tema o
idea. Por ello, se puede decir en síntesis que la neurociencia es una disciplina que
estudia el campo del sistema nervioso neuronal de una manera holística y cómo estas
influyen en el desarrollo del aprendizaje, dando lugar a las bases biológicas de la
cognición y la conducta en diversos contextos.

EL APRENDIZAJE DEL AULA

El aprendizaje es un término cuya definición ha sido muy discutida por diversas


corrientes ideológicas en diversos autores. Por un lado, Feldman (2005) manifiesta
“el aprendizaje es como un proceso de cambio relativamente permanente en el
comportamiento de una persona generado por la experiencia”. Esto hace referencia
a que el ser humano está en constante aprendizaje, desarrollamos nuevos conceptos
o adoptamos ciertas actitudes en base a las experiencias que podamos realizar en
diferentes escenarios según nuestra edad y maduración cognitiva. Asimismo, Rojas,
F (2013) también habló del aprendizaje como un cambio de conducta, definiéndolo
como: “el resultado de un cambio potencial en una conducta -bien a nivel intelectual
o psicomotor- que se manifiesta cuando estímulos externos incorporan nuevos
conocimientos, estimulan el desarrollo de habilidades y destrezas o producen cambios
provenientes de nuevas experiencias”. Es decir, viene a ser una transformación
relevante que sucede a partir de diversos estímulos en relación a un contexto
experimental que influye el desarrollo de habilidades y diversos tipos de inteligencias.
Por último, Papalia define al aprendizaje como un cambio relativamente permanente
en el comportamiento, que refleja la adquisición de conocimientos o habilidades a
través de la experiencia, y que pueden incluir el estudio, la instrucción, la observación
o la práctica. Este otro autor manifiesta que el cambio dado en el desarrollo de
conceptos y habilidades se implica a través de un proceso de observar, conceptualizar
y aplicar en base a las vivencias que pueda tener el sujeto. Por ende, podemos definir
de manera global que el aprendizaje es el resultado de un cambio procesal relevante
del ser humano, ubicado principalmente en la zona del cerebro; por lo cual, realiza
diversos procesos químicos que implican una serie de variaciones conductuales e
influyentes en el desarrollo de destrezas, habilidades y actitudes basadas en
experiencias vividas por el ser humano de acuerdo a un contexto dado y otros
factores que implican como la edad, salud, etc.

APLICACIÓN SIGNIFICATIVA DE LA NEUROCIENCIA EN EL APRENDIZAJE


En diversas generaciones nos han tratado de enseñar de diferentes maneras, estilos
según enfoques, diversas posturas, autores, etc. Lo cual, ha generado diversas
implicancias conceptuales e instigaciones significativas todo por la mejora de los
aprendizajes; mas no nos han indicado cómo usar la mejor invención natural dada en
los seres humanos, el cual es nuestro cerebro, ¿cómo nuestro cerebro aprende?,
¿qué debemos conocer de la neurociencia para enseñar mejor? Y por último, ¿de qué
manera ha sido útil la neurociencia en el aprendizaje del aula? Estas preguntas se
están resolviendo con el desarrollo de investigaciones que actualmente continúan y
se esfuerzan por responderlas. Sin embargo, existen algunos datos que nos dan luz a
ciertas respuestas en relación a las preguntas asignadas.

¿Cómo nuestro cerebro aprende?

Nuestro cerebro aprende fácilmente dada su plasticidad, existen ciertas zonas


especiales de nuestro cerebro en las cuales se desarrollan ciertos aprendizajes,
especialmente el lenguaje, teniendo así, cuatro zonas especiales para su evolución.
Primero, el lóbulo frontal, tenemos al área motriz, cisura de Rolando, movimiento de
la escritura, área psico motriz y el centro del lenguaje. Segundo, el lóbulo parietal,
tenemos al área de sensibilidad general, área psico-sensitiva y centro de comprensión
de las palabras escritas. Tercero, el lóbulo temporal, está la cisura de Silvio, el área
psico- auditiva, centro de la comprensión de las palabras habladas y el área auditiva.
Y por último, el lóbulo occipital, que está conformado por el área visual y el área
psico- visual.

El proceso de aprendizaje del cerebro es maravilloso; puesto que, es una


comunicación celular excelente, es tan extraordinario cómo entre nuestras mismas
células tratan de emitir siempre un mensaje para tratar de solucionar o realizar
ciertos acontecimiento; por ejemplo, cuando tenemos un golpe, nuestras células
tienden a votar una serie sustancias que las otras células perciben tratándose de
apoyar con mecanismos de defensa automáticos para que poco a poco vuelva a su
estado normal. Esa comunicación celular es también el proceso que realiza nuestro
cerebro respecto al aprendizaje; puesto que, las neuronas con células cuyas partes
están conformadas por el axón, núcleo, cuerpo o soma, dendritas y vaina de mielina.
Estas células al tener una experiencia potencial impactante, realiza una descarga
eléctrica en las neuronas cuyas dendritas expulsan una sustancia a través del axón,
éstas son percibidas por otras neuronas, aclarando que no hay roce específico, sino
una comunicación química que es expulsada hacia las células receptoras de la otra
neurona, las cuales las recepcionan. Estas sustancias las denominan
neurotransmisores; donde, según Ayano (2016) manifiesta “Un neurotransmisor es
una biomolécula que permite la neurotransmisión hacia otra neurona, una célula
muscular o una glándula, mediante de la sinapsis que los separa…” Esto quiere decir,
que los neurotransmisores son células mensajeras que conectan la información
química entre diversas neuronas para poder llegar a un cierto objetivo. Estas redes
axonales desarrollan diversas interacciones que pueden generar conocimientos
diversos.

¿Qué debemos conocer de la neurociencia para enseñar mejor?

La enseñanza que impartimos requiere de un conocimiento basto de


autoaprendizaje, los docentes, debemos aprender primero cómo funciona la
comunicación celular del aprendizaje en nuestro cerebro; segundo, conocer ciertos
funcionamientos de neuronas especialmente del neurotransmisor glutamato, quien
es el principal mensajero de información sensitiva emocional y de conocimientos
esenciales en el aprendizaje; tercero, ver la relación entre la plasticidad cerebral, los
neurotransmisores y las neuronas espejo, es importante averiguar respecto a cada
una de ellas; puesto que, implican una relación de emotividad según el contexto
basadas en las experiencias. Las neuronas espejo son aquellas que transmiten
emociones al sujeto receptor; por ejemplo, cuando un docente está feliz y sonriente
transmite esa alegría a sus estudiantes, o en otros casos cotidianos, cuando vamos a
un velorio y las neuronas espejo están muy impactantes y sensibles, tendemos a
ponernos triste hasta incluso llorar a pesar que no conozcamos a la persona que ha
fallecido en algunos casos. Esto es un conocimiento relevante para nuestra
enseñanza. Y por último, debemos conocer las zonas de nuestro cerebro y las
funciones que realiza cada hemisferio.
Los conocimientos que adquirimos se dan en base a un funcionamiento de nuestros
hemisferios. Hoy en día se sabe que los hemisferios, tanto derecho como izquierdo ,
se desarrollan diversas habilidades o conocimientos, he aquí la importancia de
conocer más sobre ello como educadores; puesto que, si desarrollamos un solo
hemisferio o mayormente sólo un solo hemisferio realizaremos un cansancio
cognitivo que generaría estrés u otras dificultades, es indispensable trabajar ambos
hemisferios de acuerdo a los estilos de aprendizaje de los estudiantes, podemos
tenerlos en cuenta en relación al contexto pero podemos guiar a la activación de las
diversas zonas de nuestro cerebro.

Nosotros poseemos dos hemisferios: el derecho y el izquierdo. En el primero, se da


todo aspecto reflexivo, imaginativo, sentido artístico, sentido musical, percepción
tridimensional, control de la mano izquierda, creativo e intuitivo. Mientras que, el
segundo es el dominante de la razón, de la lógica, del conocimiento, habilidad
científica, habilidad numérica, control de la mano derecha y el lenguaje (hablado,
escrito). Necesitamos ambos para realizar un aprendizaje efectivo, ya que de ello
depende la construcción de nuevos conocimientos basados en la experiencia.

¿De qué manera ha sido útil la neurociencia en el aprendizaje del aula?

Han existido diversos estudios de la neurociencia en relación al aprendizaje del aula,


generando incluso una nueva terminología denominada neuroeducación. Según
Carlos Arroyo (2013), en su artículo menciona: “…es una nueva visión de la enseñanza
basada en el cerebro…la neuroeducación aprovecha los conocimientos sobre cómo
funciona el cerebro integrados con la psicología, la sociología y la medicina, en un
intento de mejorar y potenciar tanto los procesos de aprendizaje y memoria de los
estudiantes, como los de enseñanza por parte de los profesores”; Es decir, viene a ser
la intersección entre la Neurociencia, que analiza la estructura y funcionalidad del
cerebro, la Pedagogía que está relacionada al aprendizaje y la Psicología, quien
estudia la conducta y los procesos mentales del ser humano. Por ello, la
neuropedagogía abarca estos tres aspectos de manera biimplicativa con el fin de
cerrar la brecha entre distintas investigaciones separadas unas de otras por estas
ramas, así poder reflexionar sobre el rol del educador y los sistemas educativos de
nuestro entorno global.

Existen aportes de las neurociencias a la educación como la del profesor Morin


(1999), quien señala “…la parte afectiva-emocional que rige nuestro hemisferio
derecho da origen a la curiosidad, al interés, a la capacidad para conmoverse ante
algo y por ello hace posible el razonamiento lógico (acción propia del hemisferio
izquierdo). La lógica, por su parte, permite hacer aprehensión de los conceptos, es
decir, la captación y aceptación subjetiva de los contenidos”. Es decir, es
indispensable la utilización del hemisferio derecho para poder realizar y consolidar
conocimientos del hemisferio izquierdo, ya que un punto relevante es la emoción, sin
emoción no hay aprendizaje, es importante este aspecto; puesto que, si recordamos
algunas enseñanzas en la antigüedad eran monótonas y ciertamente aburridas; sin
embargo, cuando hay emoción, genera un buen clima del aula, y póstumamente
implica una acción autónoma del alumno, tratando de aprender no por obligación, si
no por el deseo de saber más, de explorar más, de encontrar las respuestas y guiarse
de ello para lograr sus metas y objetivos.

En diferentes partes del mundo, están tratando de aplicar las neurociencias a la


primera infancia como en el caso de la Unesco que impartió diversos módulos sobre
ciertos aportes de la neurociencia al aprendizaje en la infancia como: la herencia
genética y el ambiente es predominante en el desarrollo del infante desde la etapa
prenatal, la plasticidad cerebral, los periodos sensibles en el desarrollo cerebral
temprano y la importancia de las experiencias que pueda obtener en la infancia son
fundamentales dado que el mayor porcentaje del desarrollo del cerebro se da en los
primeros años de vida; la salud, nutrición y sueño, son primordiales para poder
ayudar en el proceso de aprendizaje así como recuperar energías para tener un
estado apto motivacional para aprender; y por último, el neurodesarrollo, las
dimensiones del desarrollo y la graduación de las actividades, es relevante para poder
conducir una enseñanza según el contexto y las realidades de su entorno.

Todo ello, hace pensar en la gran relevancia para nosotros como docentes de conocer
estos aspectos fundamentales de la neurociencia, incluso en el lenguaje, se han
realizado estudios sobre cuál será el mejor método global o analítico, es bien cierto
que el ser humano aprende más fácilmente si presentamos diversos elementos
asociados en vez de separados, pero para generar análisis es importantísimo que él
lo descubra y ahí es relevante el método analítico. Esto no significa que el docente se
va a quedar de manos cruzadas, si no que guiará este proceso con flechas, con
preguntas u otro mecanismo para generar en ellos el aprendizaje por
descubrimiento, trabajando ambos hemisferios indispensables para la comunicación
celular de neurotransmisores, incluyendo sin duda alguna la emoción.
PERFIL DEL DOCENTE.
Hoy en día es indispensable saber adecuar los estilos de enseñanza a los diversos
estilos de aprendizaje en relación con la madurez y desarrollo cerebral de los
estudiantes. Puesto que, el cerebro es capaz de modificar su estructura y
funcionamiento dado los neurotransmisores que influyen directamente en el
aprendizaje a través de descargar electro químicas. Esto se da gracias a impactos en
el aprendizaje, que son generalmente dados por las emociones. Si se maneja
adecuadamente ambos hemisferios, se evitará los niveles altos de estrés que pueden
interferir en ciertas ocasiones en el proceso de aprendizaje. Para ello, el docente
debe desaprender a utilizar mayormente en sus alumnos un solo hemisferio, en
especial el izquierdo; puesto que, es indispensable utilizar también el derecho a partir
de la emotividad que pueda generar en sus alumnos. Así, el docente debe poseer
ciertas características que ayuden al fomento del aprendizaje óptimo. Primero, los
maestros buscan y valoran los puntos de vista de los estudiantes. Segundo, las
actividades del aula retan los conocimientos de los alumnos. Tercero, los maestros
proponen la resolución de problemas relevantes para los alumnos. Cuarto, los
maestros planean sus clases en torno a grandes temas en los que los contenidos
tienen relación en lugar de presentar un currículo fragmentado. Y quinto, los
maestros evalúan el aprendizaje en el contexto diario, donde la evaluación es parte
de las actividades diarias de la clase y no una actividad separada Rooks y Brooks
(1999).
ESTRATEGIAS SUGERENTES DE LA NEUROCIENCIA PARA EL APRENDIZAJE EN EL
AULA
J. Fried Lander (2012) en la academy medicine menciona diez recomendaciones para
un enseñanza óptima, la cual se respalda en los 50 años de evidencias de
investigación en la cognición, aprendizaje y la memoria. Asimismo Fried Lander ha
observado que el cerebro maduro puede generar nuevas neuronas, es tan reciente
esta investigación que las implicancias funcionales y su potencial están sin
determinarse. Por ello, manifiesta las siguientes recomendaciones: repetición,
recompensas y esfuerzos, visualización, estrés, multitarea, estilos individuales de
aprendizaje e involucramiento activo. Estas sugerencias, pueden ser realizadas de
acuerdo al contexto y grado de madurez cognitiva del individuo.

Por otro lado, Guillen C. (2012) menciona que existen ocho importantes estrategias
fundamentales las cuales se tienen que considerar para la elaboración del
conocimiento. Primero, el cerebro cambia y es único, por lo cual la experiencia es
indispensable en todo acto educativo. Segundo, las emociones se importan,
mantienen la atención e influyen en la motivación del estudiante. Tercero, la novedad
alimenta la atención, la innovación es algo que debemos implantar en todos los
niveles de enseñanza desde inicial a la universidad puesto que generará más estímulo
y pasión por aprender. Cuarto, el ejercicio físico mejora el aprendizaje, ya que
permite la oxigenación de las células; puesto que, nuestro cerebro se estimula con
oxígeno, la cual es dada por el agua o la ejercitación de la respiración. Ante ello, es
indispensable eliminar las toxinas que están en nuestro cuerpo para oxigenarnos
mejor, estando aptos para el aprendizaje. Quinto, práctica continua, mientras más
realicemos una actividad, más quedará fijado en nosotros el aprendizaje. Sexto, el
juego es indispensable para habilitar el desarrollo de los dos hemisferios,
principalmente en la infancia. Séptimo, el arte mejora el cerebro porque estimula el
hemisferio derecho que ayuda a impulsar y conectar con el hemisferio izquierdo
como la música o el dibujo. Y por último, somos seres sociales, mientras más nos
apoyemos unos a otros en enseñarnos o en realizar actividades de manera
cooperativa conjunta, más desarrollaremos diversas actitudes empáticas a través de
nuestras neuronas espejo; por ello, es indispensable la emoción para esto.
CONCLUSIÓN

La neurociencia en el aprendizaje del aula es un conocimiento de gran importancia


para la mejora de la educación de nuestro país; por ello, debemos conocer e
investigar la relación de la neurociencia y el aprendizaje. Además, debemos tener en
cuenta los perfiles y estrategias sugeridas por la neuroeducación ya que sólo un
profesor apasionado por su carrera es capaz de activar de manera positiva las
neuronas espejo que influyen en la emoción de los estudiantes e impactan
relevantemente en el desarrollo del aprendizaje. Tenemos un reto por cumplir,
generalmente no nos han enseñado cómo aprende nuestro cerebro, ahora hemos
alcanzado esa información excelente de nuestro organismo, una comunicación de
neuronal de neurotransmisores maravillosa que Dios nos ha dado para utilizarla de
manera óptima para el bien de la humanidad. Queda en cada uno de nosotros saber
administrarla y fomentar un aprendizaje que nos ayude a poseer una mejor calidad
de vida. Pues, “La neurociencia es, por mucho, la rama más excitante de la ciencia,
porque el cerebro es el objeto más fascinante del universo. Cada cerebro humano es
diferente, el cerebro hace a cada ser humano único y define quién es”.
Stanley B. Prusiner (Premio Nobel de Medicina, 1997)
BIBLIOGRAFÍA

 Ayano, Getinet (2016). Neurotransmisores comunes: criterio para


neurotransmisores, ubicaciones clave, clasificaciones y funciones. Advances in
Psychology and Neuroscience. Vol. 1-5.

 Braidot (2009). Neurociencia aplicada a la educación. Revista Grupo Braidot.


Recuperado de
http://www.econo.unlp.edu.ar/uploads/docs/e_news_febrero_2009a.pdf

 Carlos Arroyo (2013), “La neuroeducación demuestra que emoción y


conocimiento van juntos”. Artículo del diario El País. Recuperado de
http://blogs.elpais.com/ayuda-al-estudiante/2013/12/la-neuroeducacion-
demuestra-que-emocion-y-conocimiento-van-juntos.html

 De la Barrera, M. y Donolo D. (2009). Neurociencias y su importancia en


contextos de aprendizaje. Revista digital universitaria. Recuperado de
http://www.revista.unam.mx/vol.10/num4/art20/art20.pdf

 Guillen, C. (2011) Investigación Nueroeducativa, Nuerociencia y cerebro. Vol 1


Pag 25-60.

 Michael J. Friedlander et al. What can Medical Education learn from the
neurobiology of learning, Academic Medicine Vol. 86, no 4 / April 2011.

 Morín, E. (1999). Los siete saberes para la educación del futuro. Ediciones
UNESCO. Recuperado de
http://unesdoc.unesco.org/images/0011/001177/117740so.pdf

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