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SERVICIO DE PSIQUIATRÍA
RESIDENCIA DE PSICOLOGÍA
Cuarto Año
MP 1248
2018
ATRAVESAR Y SER ATRAVESADO POR LAS INSTITUCIONES
INTRODUCCION
Para transitar este recorrido es necesario dejarse atravesar por la institución, abrirse
a la posibilidad de ser transformado, conservando la subjetividad para no fundirse en
lo instituido. Al mismo tiempo, las instituciones son transformadas con el paso del
sujeto por ellas.
Este trabajo tiene por objetivo sistematizar la experiencia de mi paso por las
instituciones y a partir de ahí generar cuestionamientos, abrir preguntas para
resignificar este recorrido.
DESARROLLO
La sociedad y sus instituciones nos esperan desde antes de nacer, nos anteceden y
nos reciben. Entonces ¿Puede el ser humano existir sin instituciones? ¿Pueden las
instituciones existir sin seres humanos?
Radosh y Laborde (2004) hacen referencia a Kaes (1996) al afirmar que las
instituciones constituyen "formaciones intermediarias". El fundamento psíquico de los
conjuntos sociales se da a través de ellas y constituyen a su vez el fundamento de
nuestra psique. Kaes significa el término institución como una red de subjetividades.
Entonces nuestra subjetividad está atravesada y a la vez formada en una red de
subjetividades, que otorga sentidos. Estos sentidos y normas nos constituyen y al
mismo tiempo somos constituyentes de los mismos.
Por su parte, Fernández (2001) hace referencia al término Institución como normas
que expresan valores altamente "protegidos" en una realidad social determinada. La
autora sostiene que desde esta perspectiva, las instituciones tienen que ver con
comportamientos que se formalizan en leyes explícitas o implícitas, que tienen una
fuerte vigencia en la vida cotidiana. (Fernández, 2001)
En este sentido es evidente que estas instituciones son las que, al marcar lo permitido
y lo prohibido, muestran al sujeto el poder y la autoridad de lo social, el riesgo y la
amenaza implícita en la trasgresión, el beneficio y el reconocimiento de la obediencia
(Fernández, 2001).
Pero las instituciones no sólo operan como normativas en la sociedad, también nos
ofrecen modelos de identificación y pertenencia. Radosh y Laborde (2004) hablan de
“identidad imaginaria”, como una oferta de las instituciones que es aceptada por los
sujetos, en relación a la pertenencia. Y sugieren que la pertenencia a una institución
daría la ilusión de protección al sujeto. (Radosh & Laborde, 2004)
Se puede pensar que el fin de la pertenencia, es más bien una transición. Durante
toda la vida transitamos de una institución a otra, esta pertenencia no se termina, sino
que se transforma. Pasamos de la Escuela a la Universidad, de la familia de origen
a la familia nuclear, siempre estamos perteneciendo a una institución, ocupando
distintos roles y transformando nuestras identificaciones, pero siempre pertenecemos.
Entonces, pareciera que vivir en instituciones es algo inevitable, pero de qué manera
estamos en ellas, cómo entramos y salimos, si crecemos o si nos “aplastamos” en las
instituciones, podría ser una elección.
Si bien las instituciones configuran la trama de sostén de la vida social por el que
transcurre el crecimiento de los individuos, inevitablemente se confrontan con el
cuestionamiento y la posibilidad de concreción de lo instituyente, generando malestar.
(Fernández, 2001)
Dejarse atravesar por las instituciones, implica también dejarse incomodar. Permitirse
este sufrimiento para dar lugar al cambio.
BIBLIOGRAFÍA