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Una empresa llamada PROACTIVA MEDIO AMBIENTE S.A. está metida en el negocio de la
basura en Venezuela. El 50% de su capital pertenece a una empresa española de nombre
Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) y el otro 50% pertenece a una de las mayores
corporaciones del mundo: la francesa Veolia Environnement S.A.
En Latinoamérica Proactiva ha dejado a miles de pobres sin acceso al agua potable y produce
una gran contaminación vertiendo las aguas servidas a ríos, lagunas y costas.
En Venezuela una de las empresas que se dedica al negocio de la basura es Cotecnica que
inicio sus funciones en 1981, año en que se privatiza el servicio de aseo urbano que estaba en
manos del municipio con la recordada IMAU (Instituto de Aseo Urbano para el Área
Metropolitana de Caracas)
En agosto del 2007, al Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, se le aprobó un crédito
por 5,6 millardos de bolívares, recursos que serian transferidos al Servicio Autónomo
Servicios Ambientales del MARN (SAMARN), a los fines de cancelar pasivos laborales a ex
trabajadores del extinto Instituto de Aseo Urbano para el área Metropolitana de Caracas
(IMAU)[3]
ASOCIACIONES DE EMPRESAS
Estas asociaciones han estado llenas de conflictos. Cotecnica y Proactiva se vieron enfrentadas
en el año 2003 por desleatad de Proactiva, quien favorecía a FOSPUCA, empresa donde
también Proactiva es accionista en 60% de las acciones)
REACCIÓN DE LA ALCALDIA
La Empresa Cotecnica fue intervenida por la alcaldía del municipio Libertador, por orden
judicial. La situación se presenta por el paro de la empresa Cotécnica, la Alcaldía de Caracas
ejerció varias acciones, entre las cuales solicitó una protección constitucional ante el Tribunal
25° de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, en función de proteger la vida y
la salud de dos millones de habitantes de Libertador.[6]
EL RELLENO SANITARIO
El Relleno sanitario La Bonanza, ubicado en el municipio Cristóbal Rojas del estado Miranda,
con una extensión de 180 hectáreas, está en manos de Cotecnica (esto es, en otras palabras,
una concesión a la empresas francesa Veolia y a la española Fomento y Contrata por 20 años
desde 1998)
El manejo del relleno sanitario ha provocado la protesta de los habitantes de las zonas
adyacentes (Charallave), viéndose obligado los dirigentes políticos con cargos de dirección en
la alcaldía a decretar ordenanzas que regulen la actividad en el vertedero de basura y exigir el
pago de impuestos por el uso de esos terrenos que están en la jurisdicción de ese
municipio.[9]
En noviembre y diciembre del año 2007 la basura hizo una de sus mayores crisis en la historia
de la ciudad. Casualmente el 2 de diciembre se celebraba en el país un referéndum para la
aprobación o no de una propuesta de reforma constitucional promovida por el Presidente
Hugo Chávez. Se trato de un proceso electoral con las calles repletas como nunca de basura.
¿Coincidencia?
En el proceso de campaña electoral, para las elecciones presidenciales de diciembre del año
2006, el partido Nuevo Tiempo, utilizó el asunto de la basura como una consigna,
pregonando que en un supuesto gobierno de Manuel Rosales se acabaría la basura. [12] En el
proceso de referéndum para la reforma igualmente la oposición se afincó en la ineficiencia del
gobierno para resolver el problema de la basura. ¿Cuánto pesó el descontento de la gente, que
veía muchas calles cerrados por los cerros de basura, en los resultados electorales? El caso es
que los resultados fueron favorables a la oposición.
UN BUEN NEGOCIO
Erika Farías, siendo ministra del ambiente, anunciaba con bombos y platillos, en octubre del
2006, la compra y entrega a la alcaldía del Municipio Libertador de nuevos equipos de para la
recolección de basura. Se trataba de camiones compactadores de carga lateral, con capacidad
para comprimir hasta 12 toneladas de desechos sólidos; 50 contenedores de 500 kilos cada
uno, un camión de lavado a presión de agua, y 12 equipos para el barrido de aceras y
bulevares. Aquí se irían apenas 15 millones de bolívares fuertes de los 141 que se destinarían
para abordar el problema de la basura.[15]
LA COMUNIDAD NO CUENTA
Nadie apuesta a que sean las comunidades organizadas, que sean los venezolanos y
venezolanas preparados para darle una orientación diferente al problema. No se habla nunca
de reciclaje. Algunos intentos espasmódicos se han observado, como el adelantado por la
Alcaldía Mayor en mayor del 2005 cuando inicio un plan piloto de reciclaje con una
orientación poco participativa de las comunidades, que por su puesto fracasó.[17]
Alcaldes como Juan Aponte, del Municipio Acevedo, ante la crisis de diciembre del 2007,
levantó su voz y planteo que la solución de la basura en Caracas está en el reciclaje y planteo
como un modelo a seguir el trabajo que se adelanta en su municipio, específicamente en el
sector Panaquire. Allí con una inversión de 22 millones de bolívares fuertes se esta
construyendo una infraestructura bastante avanzada. Explicó Aponte que el mundo entero se
inclina hacia esa acción, el del reciclaje.
La recolección es parte del proceso, pero en Caracas, lamentablemente, el proceso está solo en
la recolección. No hay dudas que el sistema se consolidó de esta manera por intereses
económicos. Empresas como Fospuca, Cotécnica y Sabenpe tienen en la recolección un gran
negocio y seguramente muchos funcionarios públicos quedaron complacidos con sus
respectivas comisiones, ayer y hoy. Nunca, ningún gobierno nacional ni regional, han tenido
voluntad política para darle otro rumbo al proceso de disposición de la basura en Caracas.
Hoy se debe estar involucrando a los Consejos Comunales, con la creación de los Comité de
Recolección, disposición y reciclaje de los desechos sólidos. Que sean los vecinos que
resuelvan en sus áreas geográficas el problema con un trabajo concientizador.
Cada Consejo Comunal debe administrar su respectiva unidad de recolección, contratar entre
sus vecinos (preferiblemente) dos trabajadores que se encargarán de recoger los desechos. En
una primera etapa, de máximo un mes, se dedica la unidad a la recolección sin clasificación.
A partir del segundo mes los vecinos deben separar el papel (periódicos, libros, folletos…) y
se destina un día especial para la recolección de este material.
A cada familia se le entrega una libreta de control donde los encargados de la recolección
anotan la cantidad de papel entregado (en kilogramos) y los otros materiales reciclables. Este
papel se vende a las recicladoras y el dinero se depositará en la cuenta del Banco Comunal.
Cuando varios Consejos Comunales vecinos consoliden el proceso inicial descrito, se puede
dar comienzo a un proceso de trabajo mancomunado y en una circunscripción se habilitaría
un terreno donde se procese el material recolectado para una clasificación y compactación
mas acabada. Esto estaría a cargo de una empresa socialista administrada por los Comité de
Recolección, disposición y reciclaje de los desechos sólidos. Se iniciaría una etapa
importante que seria el tratamiento de la materia organiza producida en la comunidad a
través de procesos o técnicas como la Lombricultura, composteros y otros que se adapten y
permitan aprovechar esos recursos tal como bio generadores de energía.
JOSE FERRAZ
CI: 6013201
TLF:0416-6227155
[1] http://www.ultimasnoticias.com.ve/ediciones/2002/07/28/p14n1.htm
[2] http://www.tsj.gov.ve/informacion/notasprensa/2000/061200-2.htm
[3] http://www.asambleanacional.gov.ve/publico/noticias/det_noticias.php?co=381
[4] http://www.dinero.com.ve/portada/gerencia.html
[5] http://www.fospuca.com/Antecedentes.htm
[6] http://www.aporrea.org/actualidad/n11916.html
[7] http://www.ultimasnoticias.com.ve/ediciones/2002/06/06/p2n1.htm
[8] http://aporrea.blogspot.com/2006/02/denuncia-de-los-trabajadores-de.html
[9] http://la-voz.net/seccion.asp?pid=18&sid=1755¬id=178674&fecha=02/17/2006
ferrazvera@gmail.com
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Investigacion
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Quince empresas se reparten un mercado de $73 mil millones, que es el total que
gastan al año en
la recolección de basura 48 grandes municipios analizados por CIPER. Un
rubro que por años ha generado denuncias de coimas en distintos puntos del
país y cuyo último capítulo es la investigación de la Fiscalía en Maipú y Cerro
Navia. CIPER analizó los contratos de la basura en 14 capitales regionales y 34
comunas del Gran Santiago. El resultado es un mapa interactivo con los montos
pagados y las empresas favorecidas de cada municipio.
Más de $6 mil millones mensuales suman los recursos destinados a pagar los servicios de
recolección de basura de las capitales regionales y de las comunas del Gran Santiago. En total, cada
año se transfieren cerca de $73 mil millones a las empresas que se hacen cargo de los residuos en
estos 48 municipios. El millonario volumen de recursos públicos invertidos en este rubro es
indicativo de la alta rentabilidad de un negocio manchado durante años por acusaciones de
corrupción, las que incluyen pago de coimas y licitaciones dirigidas en distintos puntos del país.
Los trabajadores reclaman por el incumplimiento de los compromisos adoptados tras la última gran
movilización del sector, en julio de 2013, cuando el gobierno prometió entregar recursos para que
las municipalidades paguen un bono complementario a todos los subcontratados.
CIPER realizó un catastro a nivel nacional del rubro de la basura, revisando contratos y
presupuestos destinados a este sector en las 14 capitales regionales y 34 comunas urbanas
metropolitanas. Con la información confeccionamos un mapa que reseña las empresas que en cada
comuna han sido beneficiadas con contratos y los montos involucrados (vea el mapa interactivo del
negocio de la basura).
LÍDERES DE LA RECOLECCIÓN
En el área de los servicios de recolección de residuos, la revisión realizada por CIPER indica que 15
empresas o personas naturales se reparten los 48 municipios analizados. De ellas, las que más se
repiten son cinco: Dimensión, Starco y Demarco (ambas del Grupo KDM), Cosemar y Gestión
Ambiente.
Dimensión S.A. presta servicios en 13 de las comunas revisadas, lo que le reporta un total de
$15.613 millones al año. Esta empresa fue constituida en 2003 con un capital de $30 millones. Hoy
ese capital supera los $6 mil millones y opera en comunas como Concepción, San Bernardo y La
Reina, entre otras.
El Grupo KDM interviene en la recolección a través de sus filiales Starco y Demarco, prestando
servicios en 11 de las comunas revisadas por CIPER. Por estos contratos recibe anualmente
alrededor de $18.704 millones. Estas empresas son controladas por el grupo Urbaser Danner, que
une a la española ACS y a la estadounidense The Danner Company.
Cosemar S.A. opera en Iquique, Copiapó y Valparaíso. Por los contratos con estos municipios la
empresa tiene ingresos anuales por $6.505 millones. Fue constituida en 1997 con un capital de $80
millones. Hoy su capital llega a los $2.500 millones y forma parte de otras sociedades del rubro
como Riltec, Ecoservice, Bioclean y Gestión Ambiente, entre otras. Esta última empresa, tiene
contratos en otras dos comunas revisadas por CIPER: Coyhaique y Puerto Montt, ambos le reportan
más de $3.069 millones.
Ubicadas después de las primeras cinco empresas con más presencia en el rubro de la recolección,
aparecen Servitrans y Urbana Chile. La primera opera en Punta Arenas,Pudahuel, Recoleta y Lo
Prado, y en total recibe $3.660 millones. Su principal socio es Inversiones Fanalca Chile,
controlada por Fanalca Panamá, de capitales colombianos, empresa que también participa en
Subus, uno de los operadores del Transantiago.
Urbana Chile es una empresa de capitales españoles y uno de sus principales accionistas es Copasa,
conocida por los retrasos en las obras que desarrollaba en el Estadio Ester Roa y en el Puente
Bicentenario, ambas en Concepción. En el Puente Bicentenario, Copasa estaba asociada con Isolux-
Corsán, otro consorcio de capitales españoles que está acusado de pagar coimas (vea el reportaje
de CIPER “Isolux-Corsán: su historial de lobby y coimas en contratos por $141 mil millones
en Chile”). Urbana Chile tiene a su cargo la recolección de basura y aseo en Rancagua, servicio por
el que recibe $2.174 millones.
No todos los municipios licitan la recolección de residuos. En cinco de las comunas analizadas el
servicio sigue en manos municipales. Estas son Arica, que gasta $946 millones anuales; Santiago,
con más de $6 mil millones por año; Temuco, con $2.194 millones; Valdivia, con $1.956 millones,
y Valparaíso, que mantiene a cargo de la municipalidad una de las dos zonas en las que se dividió la
comuna para el servicio de recolección. La ciudad puerto gasta $5.640 millones anuales para
atender el sector comprendido por 17 cerros y Laguna Verde.
Este 8 de julio entra en vigor la nueva norma para la gestión de residuos sólidos en la Ciudad
de México. Ahora, ya no bastará con separar la basura entre orgánica e inorgánica, sino que
se tendrá que discriminar entre aquella que es reciclable, la que no y la que requiere uso
especial, por sus componentes o su volumen. Pero, más allá del supuesto afán para mejorar
las condiciones ambientales, ¿qué repercusiones sociales habrá con tales medidas?
Los lumpenproletarios de la basura
La primera consecuencia es para los trabajadores que se dedican, “voluntariamente”, a la
recolección de los residuos sólidos, de colonia en colonia y de casa en casa. Porque junto con
las normas ambientales va una modificación al Código Penal de la Ciudad de México, dicha
reforma criminaliza a quienes se dedican a esta labor de recolección para el tratamiento y la
comercialización de los residuos sólidos generados por los capitalinos.
El city manager José Jaime Slomianski Aguilar ha declarado que, con la entrada en vigor de
las nuevas normas, los vehículos no oficiales que transporten residuos sólidos susceptibles
de tratamiento especial serán retenidos por la autoridad, sus conductores serán remitidos y,
posiblemente, encarcelados de uno a cuatro años por cometer delitos en contra del medio
ambiente. Con estas medidas, alrededor de 50 mil trabajadores informales se quedarán sin
fuente de empleo.
Apenas en 2016 la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México había emitido
una recomendación histórica en la cual describe el abuso y discriminación en que viven las
personas trabajadoras informales dentro del servicio público de limpieza. Entre muchos otros
puntos, se señala que el gobierno se sirve de estos trabajadores aunque sin darles condiciones
laborales dignas y equitativas, ahorrándose muchos recursos para sacar adelante la empresa
de la recolección y el tratamiento de la basura. Y lo más importante, recomienda al gobierno
capitalino y sus delegaciones a censar a estos trabajadores, capacitarlos y a privilegiar la
participación social sobre la privatización del servicio.
https://elpoderdeladiscrecionalidad.wordpress.com/2017/07/07/hacia-la-privatizacion-de-la-
basura-en-la-cdmx/