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ASCITIS

¿Qué es ascitis?
La ascitis es la acumulación de una cantidad anormal de líquido dentro del abdomen
(vientre). Estos es un problema común en los pacientes con cirrosis (cicatrización) del
hígado. Aproximadamente un 80% de los pacientes con cirrosis del hígado desarrollan
ascitis.
¿Cuáles son los síntomas de la ascitis?
La mayoría de la gente que contrae ascitis
desarrolla un gran vientre y experimenta una
rápida pérdida de peso. Algunas personas
también desarrollan hinchazón de los tobillos
y falta de aliento.
¿Qué causa la ascitis?
La ascitis es el resultado final de una serie de
eventos. La cirrosis del hígado es la causa más común de la ascitis. Cuando ocurre la cirrosis,
la sangre que fluye a través del hígado se bloquea. Este bloqueo causa un aumento de la
presión de la vena principal (la vena porta) que distribuye sangre de los órganos digestivos
al hígado. Esta enfermedad se llama hipertensión portal. La ascitis ocurre cuando se
desarrolla la hipertensión portal. Los riñones no pueden hacer que el cuerpo se deshaga de
suficiente sodio (sal) a través de la orina. El que el cuerpo no pueda deshacerse de sal hace
que los líquidos se acumulen en el abdomen, resultando en ascitis.
¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar ascitis?
Los factores de riesgo comunes para desarrollar ascitis son cualquier enfermedad que cause
la cirrosis del hígado. Estas incluyen hepatitis B, hepatitis C, y alcoholismo/ abuso de alcohol.
Otras enfermedades que llevan a la acumulación de líquidos son la insuficiencia cardiaca
congestiva y el fallo renal. El cáncer de los órganos en el abdomen también puede llevar a
tener ascitis.
¿Cómo se diagnostica la ascitis?
La ascitis se diagnostica basándose en el examen físico, historial médico, pruebas de sangre,
ecografía o escáner TAC (CT scan por sus siglas en inglés) y paracentesis. La paracentesis es
un procedimiento en el que se mete una guja a través de la pared abdominal (después de
la anestesia local) y se extrae el líquido. Este líquido se examina para ver si hay señales de
infección, cáncer, u otros problemas médicos.
¿Cuáles son las complicaciones de la ascitis?
 Dolor abdominal, malestar y dificultad para
respirar. Estos problemas ocurren cuando se
acumula demasiado líquido en la cavidad del
abdomen. Esto puede limitar la capacidad del
paciente de comer, andar y hacer cualquiera de
las actividades diarias.
 Infección. Los líquidos que se acumulan en la tripa como resultado de la ascitis
puede infectarse con bacteria. Cuando esto pasa, la enfermedad se llama peritonitis
bacteriana espontánea. Normalmente causa fiebre y dolor abdominal. El
diagnóstico se suele hacer tomando una muestra de la cavidad abdominal como ya
hemos explicado antes (ej. haciendo una paracentesis). La peritonitis bacteriana
espontánea es una enfermedad seria que requiere tratamiento con antibióticos por
vía intravenosa. Después de recuperarse de esta infección, se necesita hacer un
tratamiento a largo plazo con antibióticos por vía oral para evitar que la infección
vuelva a aparecer.
 Líquido en los pulmones. Esta enfermedad se llama hidrotórax hepático. El líquido
abdominal llena los pulmones (sobre todo en el lado derecho). Esto resulta en falta
de aliento, tos, hipoxemia (falta de oxígeno en la sangre) y/o malestar en el pecho.
La mejor forma de tratar el hidrotórax hepático es sacando la ascitis del abdomen
mediante paracentesis.
 Fallo renal. El empeoramiento de la cirrosis del hígado puede llevar a un fallo renal.
Esta enfermedad se llama síndrome hepatorrenal. Es raro, pero es una enfermedad
seria y puede llevar a tener fallo renal.
¿Cuáles son los mejores tratamientos para la ascitis?
Limita la cantidad de sal en tu dieta. El paso más importante para tratar la ascitis es el
reducir drásticamente la cantidad de sal que consumes. Los límites recomendados son
2,000 mg o menos al día. Ayuda mucho el ir a ver a un especialista en nutrición (dietista)
especialmente porque es difícil de determinar el contenido de sal en los alimentos. Se
pueden usar sustitutos de la sal – los cuales no contienen potasio. A menudo los pacientes
necesitarán diuréticos (“pastillas de agua”) para tratar la ascitis. Toma estas pastillas de la
manera que te las hayan recetado. Algunos diuréticos comunes son la espironolactona
(Aldactone®) y/o furosemida (Lasix®). Estas pastillas “de agua” pueden causar problemas
con tus electrolitos (sodio, potasio) y con tu función renal (creatina). Tomar estas píldoras
de agua no es un sustituto para disminuir el consumo de sal. Se necesitan ambos para tratar
la ascitis.
Otros tratamientos, cada vez más agresivos, incluyen:
Paracentesis como tratamiento: A veces los líquidos continúan acumulándose en el
abdomen a pesar de los diuréticos y de la reducción de sal en la dieta. En estos casos, los
pacientes pueden necesitar una paracentesis para extirpar esta gran cantidad de exceso de
líquido.
Cirugía. A veces se usa como tratamiento la colocación por medio de cirugía de una
derivación (tubo) entre la vena principal (vena porta) y las venas más pequeñas. Un
radiólogo puede colocar una derivación directamente a través del hígado, aliviando la
hipertensión portal y disminuyendo la ascitis. Al aumentar el flujo de sangre, todos los
órganos del cuerpo son capaces de llevar a cabo su función mejor. Por ejemplo, en los
pacientes con ascitis, la mejoría de la función de los riñones ayuda al cuerpo a eliminar el
exceso de sodio (sal) y prevenir la acumulación de
líquidos.
Trasplante de hígado. Este enfoque se reserva
para aquellos pacientes con cirrosis muy severa
cuyos hígados están fallando.
¿Qué puedo hacer para controlar mi ascitis?
 Pésate diariamente. Llama a tu médico si ganas más de 10 libras ( o más de 2 libras
por día en 3 días consecutivos).
 Limita la cantidad de alcohol que bebes. Mejor aún,
no bebas ninguna bebida alcohólica. Reducir la
cantidad de alcohol que bebes reduce el riesgo de
desarrollar ascitis.
 Limita el uso de medicamentos anti inflamatorios no esteroideo (NSAID por sus
siglas en inglés). Algunos ejemplos de NSAID son el iboprufeno (Advi®l, Motrin®), la
aspirina, indometacina, sulindac. Estos medicamentos afectan a los riñones, y
causan que el cuerpo retenga agua y sal.
 Sigue las pautas para una dieta baja en sal. Los límites recomendados son 2,000 mg
o menos al día.

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