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NECESIDAD DE LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO LABORAL PARA

GARANTIZAR LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA

La derogada Ley Procesal del Trabajo Ley 26636 (contradictoriamente


vigente aún en aquellos Distritos Judiciales donde no se ha
implementado el Plan Piloto de la Nueva Ley Procesal del Trabajo Nº
29497), respecto a las MEDIDAS CAUTELARES en el proceso laboral,
únicamente establecía la posibilidad de que el Juez laboral podía
conceder durante la tramitación del proceso (Artículo 100º LPT.-
Medidas para futura ejecución forzada): Cuando la pretensión principal
es apreciable en dinero, se puede solicitar embargo bajo la modalidad de
inscripción o administración. (Artículo 101º LPT.- Medidas temporales
sobre el fondo): El juez puede disponer el pago de una asignación
provisional y fijar su monto, que no podrá exceder la remuneración
ordinaria del demandante y con cargo a su compensación por tiempo de
servicios, en los procesos de impugnación del despido y de pago de
beneficios sociales
El proceso laboral tiene como finalidad proteger generalmente los derechos
vulnerados por la afectación de una relación contractual especial donde es
inexistente la igualdad de partes dentro de una relación contractual civil. Por ello,
constituye obligación y deber del juez laboral satisfacer positiva o negativamente
la controversia.

La norma cautelar especial de la HOY DEROGADA LPT materializada en sus


artículos 96, 100 y 101 era diferente en la redacción actual de la Nueva Ley
Procesal Laboral Nº 29497, en cuyo artículo 54º señala expresamente
que “…Cumplidos los requisitos, el juez puede dictar cualquier tipo de
medida cautelar, cuidando que sea la más adecuada para garantizar la
eficacia de la pretensión principal. En consecuencia, son procedentes además
de las medidas cautelares reguladas en este capítulo cualquier otra
contemplada en la norma procesal civil u otro dispositivo legal, sea esta para
futura ejecución forzada, temporal sobre el fondo, de innovar o de no
innovar, e incluso una genérica no prevista en las normas procesales….”.
Existieron diversos pronunciamientos judiciales (inclusive la Corte Suprema) que
establecieron la aplicación supletoria del Código Procesal Civil para poder
conceder todo tipo de medidas cautelares en el proceso laboral, asimismo,
hubieron Plenos Jurisdiccionales como el que se llevó a cabo en año 2005 en la
Corte Superior de Justicia de Moquegua, donde se estableció la procedencia de
las medidas de cautela del C.P.C. en el Proceso Laboral y su empleo antes y
después de expedirse sentencia. Esto motivó que la Nueva Ley Procesal Laboral
tuviera otra redacción y esté acorde con el principio tuitivo del Derecho procesal
laboral.

Cuando los empleadores se ven amenazados con la interposición de su demanda,


una práctica usual es pretender “deshacerse” de sus bienes a fin de evitar que la
sentencia en su contra pueda ser ejecutada, por lo que todo justiciable debe
buscar siempre que se cautele su pretensión a través de una medida cautelar. Sin
perjuicio de ello, debemos precisar que las medidas de cautela laborales son
instrumento de satisfacción de expectativas de los trabajadores, por lo que
corresponde a los Jueces concederlas dentro del margen de discrecionalidad
solicitado.

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