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LA ARQUEOLOGÍA PREHISTÓRICA Y EL ARTE

Este tema pretende ser una introducción general a la asignatura, mostrando al


alumno de Historia e Historia del Arte lo relativo y cambiante del propio
concepto de “arte” y de “lo artístico”; y cómo ha variado a lo largo del tiempo,
construyendo un concepto específico de “arte prehistórico”. Este concepto se
vincula directamente con un tipo de sociedad definida en su comportamiento
económico y social, a grandes rasgos, por la ausencia o presencia de producción
de bienes. Para la comprensión de los primeros tiempos de la Prehistoria, el
Paleolítico, es muy importante la observación de sociedades más o menos actuales,
que siguen parámetros económicos y sociales similares a los cazadores -
recolectores prehistóricos. Entender el lento discurrir temporal de los
diferentes periodos paleolíticos, con su propio tiempo, y asimilar las grandes
divisiones para su manejo es una condición necesaria para comprender el origen
y el primer desarrollo del arte y de sus manifestaciones concretas.

PALABRAS CLAVE: Arte prehistórico. Arte primitivo. Etnología. Paleolítico.


Homo sapiens.

1. El nacimiento del Arte

Reflexionar sobre la forma y el momento en que se produjo el nacimiento del Arte


nos llevaría a preguntarnos: ¿qué entendemos por Arte? A partir de aquí, se habrá
de analizar dónde y cuándo aparecen las primeras manifestaciones artísticas.

La Teoría del Arte, considera el Arte como una convención cultural, y tras siglos de
discusión y bajo el enfoque del arte contemporáneo que ha abandonado todo el
contenido religioso que lo envolvía, viene a definir como arte “todo lo que la gente
llama arte”.

La Arqueología prehistórica tiene su propio concepto de Arte, vinculado al proceso


de evolución cultural y biológica. Así, las huellas intencionadas que aparecen sobre
cantos o plaquetas de piedra, huesos, fragmentos de ocre, adornos de conchas,
instrumentos musicales, etc. son consideradas las primeras obras de arte aunque
responden a gestos técnicos tan elementales que con frecuencia es difícil demostrar
la intencionalidad en los mismos o incluso su carácter antrópico.

El Arte Prehistórico

El concepto de arte es subjetivo y convencional. La rígida visión evolucionista de


finales del XIX y principios del XX, negaba a los hombres del paleolítico tanto la
sensibilidad estética como la capacidad técnica de producir las manifestaciones
artísticas descubiertas inicialmente. El carácter utilitario, instrumental, vinculado a
la manipulación de lo cotidiano y a mejorar la supervivencia de los objetos
encontrados hacían parecer que el término arte no parecía adecuado. Con el
tiempo, la escuela etnoarqueológica acuñó el término Arte Prehistórico,
término que englobaría multitud de manifestaciones que pudieron respo nder a
impulsos y finalidades muy diferentes. En cualquier caso, la teoría del arte ha
aceptado como artísticos los objetos más cotidianos, más instrumentales, siempre
que “sean sobre algo”, que admitan una explicación o una interpretación no
arbitraria. Por otra parte, lo utilitario no niega la propia naturaleza del hecho
artístico.

El Arte como expresión del espíritu

Definir objetivamente la naturaleza del arte es muy difícil por su propia naturaleza
subjetiva. La propia esencia del hecho artístico se presenta como algo
específicamente humano y que trasciende lo meramente utilitario. Por tanto,
implica la capacidad de sentir y manejar conceptos abstractos, la necesidad
de expresarlos y la posibilidad de plasmar estos sentimientos y conceptos de
una forma “artística”, y por ello, designa también una categoría de objetos
materiales. Es decir, consideraremos “arte” las piezas figurativas y aquellas marcas,
señales o signos repetidos sobre distintos soportes que transmitan o comuniquen
algo que presente un mensaje codificado de carácter simbólico y no
demuestre un destino eminentemente utilitario.

Estos objetos, pueden ser artísticos por “destino” (han sido creados como “obras de
arte”) o por “metamorfosis” (se vuelven “artísticos” por las circunstancias que los
rodean).

Se define como algo específicamente humano (perteneciente al género


Homo), pero no sabemos si es también exclusivo de nuestra especie sapiens.

El arte prehistórico debe ser estudiado desde dos tipos de informaciones


complementarias: los objetos artísticos en sí mismos dentro de su contexto
cultural (el registro arqueológico), y desde los datos que nos aporta la etnología
(el estudio de los mal llamados pueblos “primitivos actuales”), que aportará datos
de enorme interés. Quizá el dato más llamativo es que muchas de estas sociedades
ágrafas no tienen un término específico para en concepto de “arte”, para ellos es
algo tan vinculado a otras actividades que se asocia a ellas de forma natural.

2. Las manifestaciones materiales del mundo de los conceptos

Nunca podremos saber con certeza cuáles fueron las motivaciones que generaron
las obras del arte prehistórico ni si los materiales conservados son la expresión fiel
del inicio del mismo o hubo otras manifestaciones artísticas realizadas sobre
materiales perecederos. Las expresiones artísticas como danzas y cánticos,
grabados o pinturas realizadas sobre cuero, corteza, madera, plumas u otros
materiales perecederos, si las hubo, han desaparecido sin dejar rastro.
Sin embargo el escaso registro que se conserva de obras correspondientes al
Paleolítico permite especular sobre los comienzos del arte. Los indicios que
permiten deducir las primeras expresiones artísticas se ordenan según los grados de
expresividad y serían:

• Las marcas e incisiones intencionadas dejadas en soportes óseos y pétreos:


actualmente se acepta que los presumibles motivos plasmados sobre soportes
óseos y pétreos por parte de los erectus y los neandertales no están normalizados ni
se repiten y casi siempre cabe la duda respecto a un origen natural o no intencional.

• Las perforaciones infringidas en ciertos objetos: presentan la posibilidad de


ser suspendidas y una posible función como colgantes personales y adornos
que podría expresar una distinción individual en relación al grupo o la inte gración
social en el colectivo.

• Los colorantes naturales: los depósitos de óxidos de hierro (hematites u ocres)


pueden implicar el conocimiento y la distinción del color, la posibilidad de realizar
señales en rocas o incluso en el mismo cuerpo (decoración corporal). Los ocres son
conocidos y utilizados desde el Pleistoceno Medio. El problema está en saber si
la función fue estética o con otros fines más utilitarios. En cualquier caso, no
nos ha llegado ninguna pintura ni Achelense ni Musteriense.

• Los enterramientos: podrían manifestar preocupación por cuestiones metafísicas,


la reflexión sobre sí mismo y la religiosidad, en definitiva podrían ser una expresión
de espiritualidad. El ocre que recubre muchos cadáveres, podría haber sido usado
como desinfectante, más que manifestar una orientación simbólica.

• Canibalismo: otra práctica tradicionalmente relacionada con el mundo simbólico,


ideológico o metafísico de las antiguas poblaciones. Actualmente el canibalismo
ritual está muy debatido y denostado, ya que pudo igualmente deberse a
preferencias culinarias, a la necesidad de no desperdiciar recursos bióticos ante la
escasez de alimentos. Incluso se podría sugerir que los caníbales fueron los sapiens
sapiens y no los neandertales, ya que la extinción de estos últimos en ciertas
regiones europeas fue mucho más dramática de lo previsto.

• Zoolatría: el culto a animales

Por último habría que examinar los contextos arqueológicos y las dataciones
absolutas de los elementos figurativos más antiguos para enfocar el tema con bases
objetivas. Las dataciones numéricas obtenidas en las manifestaciones artísticas
(rupestre y mueble) atestiguan la relativa antigüedad de la creación figurativa
así como la universalización del fenómeno en todos los continentes en las
postrimerías del Pleistoceno.

Para poder estudiarlo, el arte prehistórico debe ser acotado y dividido en su


larguísima duración.
El Paleolítico Inferior

(Industrias arcaicas de cantos trabajados. Achelense e industrias sin bifaces.)

Tradicionalmente se ha negado la posibilidad de todo tipo de manifestaciones


artísticas a los diferentes tipos humanos del Paleolítico Inferior, solamente en los
grupos achelenses se atisba un cierto sentimiento estético en sus industrias
líticas, seleccionando excepcionalmente algunas materias primas por la belleza y
colorido de las mismas, con la búsqueda intencionada de la simetría en las piezas
líticas sin que ello incrementara la efectividad del útil, o respetando irregularidades
o fósiles que aparecen en sus piezas confiriéndoles unas características propias que
las individualizan.

Las piezas de hueso y piedra con algún atisbo de incisión artificial más antiguas
proceden del Pleistoceno Medio y de contextos tecnoindustriales achelenses
realizados por el Homo erectus. También se sabe que algunos recogieron y
guardaron fósiles, piedras raras y cristales de cuarzo, mostrando cierta curiosidad
o coleccionismo quizá de carácter individual. Quizá hubo algún “genio”,
pero no se puede considerar que existiera el arte como manifestación cultural.

En Berekhat Ram (Israel) se ha hallado un canto de roca volcánica en un nivel


Achelense, que pudo ser alterado intencionadamente para simular un cuerpo
humano femenino que ha sido considerado la primera obra de arte conocida, pero
muchos autores dudan del carácter antrópico de la misma.

Otras manifestaciones que indican la existencia de un mundo espiritual es el


enterramiento de los muertos.

A partir de los hallazgos de la Sima de los Huesos en Atapuerca (300.000 años) se


admite la posibilidad, antes negada de que estas manifestaciones hubieran podido
darse en este periodo. También, Los vestigios más claros de canibalismo se detectan
en las porciones esqueléticas del Homo antecessor de Atapuerca.

El Paleolítico Medio

(Complejos industriales Musterienses-neandertales)

En el Pleistoceno Superior (120-40 ka bp), existen vestigios de marcas sobre


soportes pétreos. Cabe destacar una placa de sílex con cuatro arcos concéntricos y
otras líneas grabadas en el córtex encontrada en Israel, que demuestra un alto
grado mental. Sin embargo, en aquel momento, en el Próximo Oriente convivían
neandertales y sapiens sapiens, no pudiendo saber qué especie hizo los grabados.
Durante este periodo se asiste en Europa y P. Oriente a un conjunto de prácticas
funerarias. Algunos individuos son enterrados acompañados de restos de
comida, útiles líticos, animales... Sin embargo, podrían tener un carácter más
higiénico que ideológico y las probables ofrendas/ajuares, pueden ser
consecuencia de la remoción de los estratos inferiores al abrir el agujero y su
posterior relleno con los mismos materiales. No obstante, existen ejemplares de
ofrendas que son incuestionables, lo que plantea la posibilidad de alguna clase de
rito entre los neandertales.

Estos rituales pueden responder a un criterio de tipo animista o mágico (evitar que
el muerto cause problemas a los vivos), o por razones de prestigio social o
autoridad, o de tipo religioso (favorecer el tránsito a la otra vida). En cualquiera de
los casos se constata la existencia de un pensamiento simbólico que sustenta tales
prácticas.

El “culto al oso” es otra de las posibles preocupaciones metafísicas de los


neandertales. Sin embargo, los vestigios proceden de trabajos antiguos realizados
con técnicas deficientes con bastantes imprecisiones.

Sin embargo una reciente excavación puede encauzar de nuevo el tema, En Llonín
(Asturias) se han exhumado en un nivel musteriense restos de carnívoros y
herbívoros (leopardo y cabra) dentro de una “caja” confeccionada con lajas de
piedra.

No existen pruebas materiales de desarrollo artístico, que merezcan tal


nombre, en el Paleolítico Medio, algunos objetos o la recogida de fósiles o
minerales reflejan una curiosidad estética. Sólo al final del Paleolítico medio
aparecen algunos adornos corporales, como dientes o falanges animales perforadas
para ser usados como colgantes, que han sido interpretados como una
manifestación de individualidad frente al grupo que los neandertales pudieron
observar en los recién llegados sapiens.

Los restos de colorantes hallados en yacimientos musterienses y achelienses


parecen indicar la existencia de algún tipo de arte corporal o la realización de
decoraciones sobre materiales perecederos. Por ello es frecuente concederles el
beneficio de la duda, así Leroi-Gouran cuando realiza la clasificación de los estilos
del arte paleolítico reservara una fase previa al Estilo 1 - Fase Prefigurativa -, es
decir un arte sin pruebas conocidas. Los recientes hallazgos en Blombos
(Sudafrica) datados hace 77000 años (dos fragmentos de ocre con dibujos
geométricos) parecen anticipar el comportamiento del hombre moderno.

La MSA africana (Middle Stone Age)


Se corresponde con el Paleolítico medio europeo. Es un caso especial, ya que en
África no ha existido poblamiento neandertal y por el contrario el Homo
sapiens aparece muy tempranamente.

Realiza ya industrias líticas sobre hojas y herramientas de hueso que se


corresponderían con lo que posteriormente serán los conjuntos europeos del
Paleolítico Superior. Estos conjuntos arqueológicos aparecen ya asociados al Homo
sapiens.

En Blombos Cave (Sudáfrica) se han documentado diversos fragmentos de ocre


con dibujos geométricos y conchas de moluscos perforados intencionadamente
para hacer adornos personales hace 80 ka (unos 40 ka antes que en Europa). En
Border Cave se encontró un enterramiento humano con rasgos que podrían
pertenecer a los antecesores de los bosquimanos, así como adornos personales
de una antigüedad de 75 ka BP.

Sin embargo, no aparecen representaciones figurativas (animales) hasta las


encontradas en Namibia correspondientes a 59 ka BP.

Estos datos muestran el origen africano del hombre anatómicamente moderno y del
arte y los adornos personales que van asociados a él, así como su posterior
avance hacia Próximo Oriente y Europa.

El Paleolítico Superior

(Auriñaciense. Gravetiense. Solutrense. Magdaleniense.)

El esquema tradicional de desarrollo cultural paleolítico establece un


paralelismo estrecho entre Paleolítico Superior Hombre anatómicamente
moderno aparición del arte.

El arte paleolítico aparece muy temprano en los dos campos fundamentales


que va a frecuentar: el arte rupestre y el arte mueble, pero mientras el arte rupestre
se manifiesta de forma anicónica, con simples trazos sobre las paredes de las
cuevas que parecen más una marca de presencia o propiedad que otra cosa, el
primer arte mobiliar conocida se expresa en bulto redondo, en la escultura
zoomorfa en tres dimensiones cuya complejidad técnica y temática sugiere una
tradición anterior desconocida. Ambas tradiciones, rupestre y mobiliar se van a
manifestar pronto en los dos campos expresivos en los que es posible el arte:
el naturalismo y la abstracción.

El comienzo de la utilización de la capacidad psíquica de reflexión para la


realización de obras de arte pudo estar marcado por la observación de trazos
naturales que evocaban formas concretas y la necesidad humana de completarlos
o tal vez por el deseo del artista de expresar experiencias o emociones internas.
Pero también pudo nacer el arte por motivos más utilitarios respondiendo al
miedo e intentando manejar las fuerza naturales en beneficio de la propia
supervivencia: magia de la caza o la fecundidad, agregación social, prácticas
sanatorias. En este sentido el artista prehistórico no trata de agradar sino de
evocar e invocar si bien hay que señalar que no tiene por qué haber contradicción
entre fines utilitarios y estéticos.

En conclusión, la creación artística al final del Pleistoceno no es una


circunstancia exclusivamente europea, sino que se extendió por todo el mundo
siempre en fechas acordes con la “colonización” de esos territorios por el Homo
sapiens sapiens. Así, podemos confirmar que el auténtico creador el arte es el Homo
sapiens sapiens.

Sin embargo, no sabemos si los neandertales tenían la capacidad de hacer arte y no


la usaron o simplemente ha desaparecido a causa del empleo de materiales
perecederos. Además, los primeros sapiens sapiens surgen rondando el 100 ka
en África y el Próximo Oriente y no confeccionaron de manera generalizada
nada parecido a una expresión artística hasta bastantes decenas de miles de años
después.

Por tanto, es el Homo sapiens sapiens quien trae la “revolución” a Europa, con una
tecnología laminar para la tala del sílex, con lo que consigue rentabilizar la materia
prima y útiles normalizados secundarios para fabricar otros útiles, instrumentos
y puntas de proyectil en hueso, así como un sistema de información visual con
base en el arte mobiliar.

Así, existe una primera etapa en la que surgen los adornos personales o elementos
perforados con el Auriñaciense o las primeras industrias del Paleolítico Superior
Inicial (en Europa en torno a 46-40 ka). El Homo sapiens va ornado con abalorios
de sumo valor para él, ya que busca materias primas extrañas o exóticas para
confeccionar objetos de adorno personal, sobre todo cuentas de collar de marfil y
conchas.

En el segundo estadio se suma el arte escultórico, que florece de pronto sin una
etapa de preámbulo técnico, ya que son representaciones repletas de un
trasfondo simbólico que manifiestan un arte maduro, pleno, desarrollado, en
material noble (marfil) y de concepción tridimensional o en bulto redondo.

Por último, acontece la transposición de la imagen a la pared también sin razón


aparente.

En definitiva, en el estado actual de conocimientos, la explosión creativa, la


estandarización del arte-simbolismo, y la total integración en la sociedad de ese
fenómeno cultural ocurre en el tránsito del Paleolítico Medio al Superior.
3. Arte prehistórico y etnología

La etnología puede definirse como el estudio de los pueblos actuales que mantienen
parámetros de comportamiento y una cultura material comparables a
pueblos ya desaparecidos, incluso similares a pueblos prehistóricos. Del estudio de
estos pueblos los arqueólogos han inferido aspectos del comportamiento y de
los valores de los grupos prehistóricos.

Estas analogías etnográficas, consistentes en proyectar los comportamientos


del presente hasta el pasado han sido muy usadas en la interpretación del Arte
Prehistórico, sobre todo en el arte rupestre paleolítico: Gordon Frazer, Cartailhac,
Breuil, Obermaier.. en la época del paradigma evolucionista que suponía que
todos los pueblos debían pasar por distintos estadios evolutivos y diversas etapas
internas, con idénticos comportamientos en cada una de ellas.

Estas analogía etnográficas serán muy criticadas por Leroi-Gouran, que


propuso un acercamiento al arte paleolítico desde una concepción de
índole estructuralista. Con posterioridad se volverá a la interpretación
etnográfica por la Nueva Arqueología, aunque rechazando el método
comparativo directo. En los últimos años el uso de la Etnología para explicar el
Arte Paleolítico ha sido retomado por las teorías del chamanismo (Clottes) para
quienes el uso de la analogía es legítimo si se compara lo comparable, rechazando
la pura analogía y la comparación literal y simple.

4. Arte Prehistórico y Arte Primitivo

El Arte Prehistórico se explica por su asociación a formas de expresión


gráficas, con intencionalidad simbólica, en sociedades ágrafas. Es una especie
de forma primitiva de narración. Cuando la Etnología descubrió las realizaciones
artísticas de los pueblos "primitivos actuales" les atribuyó un contenido similar,
simbólico y narrativo. Desde ese momento Arte Prehistórico y Arte Primitivo
quedaron unidos por un nexo interpretativo común, a esta asociación ayudó
además el evolucionismo imperante en la época (S.XIX), y por tanto a una
revalorización del Arte Primitivo como etnoarte.

El arte primitivo ha sido también definido como arte negro, indígena, tribal, étnico,
etc. y se entiende fundamentalmente al realizado por los "pueblos ágrafos de África
y Oceanía". Este Arte Primitivo se ha definido fundamentalmente por su
antinaturalismo y será este rasgo el que destaquen todas las vanguardias artísticas
que en el siglo XX se han inspirado en él.

En estos pueblos no existe una palabra específica para designar el concepto de arte,
no hay objetos que se incluyan en esta categoría que para ellos es innecesaria.
Todos los objetos son utilitarios y los aspectos estéticos como color, textura,
simetría, decoración... susceptibles de calificarse como artísticos para el
observador occidental, en realidad constituyen la forma instrumental del objeto,
aseguran una mayor operatividad del mismo, formando parte de su esencia y
asegurando que el objeto cumplirá su función, ya sea meramente utilitaria, ritual o
social. Así, existe un riquísimo arte con un alto componente estético en
muchas de las sociedades primitivas, fuertemente jerarquizadas, cuya función es
expresar esas diferencias sociales.

La interpretación del Arte Primitivo

Este concepto fue acuñado a fines del S.XIX y comienzos del S.XX y es el
resultado de las colecciones de objetos exóticos traídos de lejanos países por
los viajeros románticos, las sociedades geográficas, las élites coloniales y los
primeros etnólogos. Estos objetos, que no fueron concebidos como objetos de
arte, se metamorfosearon en tales en Europa y Norteamérica.

Será Frobenius el primero en llamar la atención sobre la descontextualización de


estas piezas importadas, carentes de sentido fuera de su ambiente cultural y
biológico. F. Boas en su obra " El Arte Primitivo "- 1927 - analizará estos objetos
desde un punto de vista técnico y estético confiriendo una especial relevancia al
simbolismo que encierran. Este será también el esquema de estudio más tradicional
para el Arte Prehistórico.

Este carácter esencialmente simbólico le confiere su característica formal más


importante: el antinaturalismo (a mayor simbolismo menor naturalismo).

Es decir, el recurso a los rasgos esenciales para la representación de seres,


objetos y conceptos, en un arte utilitario cuya eficacia reside en que la sociedad
entienda tales símbolos.

La influencia del arte primitivo y del arte prehistórico

El arte primitivo engloba diversas manifestaciones: pintura, arquitectura,


vestidos, cestería, tejidos, máscaras... pero será la escultura, sobre todo la de
figuras humanas o antropomorfas, la que tenga mayor influencia en el arte
occidental. La llegada a Occidente de estos objetos (Ídolos, esculturas humanas que
llaman la atención por su vigor y espontaneidad) y los descubrimientos de arte
prehistórico de la época, caracterizados por una forma de hacer alejada de
todo formalismo y rigor academicista será rápidamente adoptada por las
vanguardias.

Gauguin, Pisarro, Cezane, Matisse y los fauvistas, Kandiski serán algunos de los
artistas influenciados por este tipo de arte. De él admirarán la capacidad de
expresarse prescindiendo de lo accesorio, la capacidad de expresar lo esencial,
como prescinde de las formas naturales en interés de la expresión.
Pero donde tendrá especial trascendencia el arte primitivo y prehistórico será en
Picasso y otros cubistas, que admirarán la solución dada en este tipo de arte al
problema de la representación, al liberarse de la imitación de las impresiones
visuales. Otras obras de arte prehistórico, como la Dama de Elche, tendrán notable
influencia en autores y movimientos del s. XX, llegando en este último caso a
hacer cambiar las técnicas de talla escultórica que empleaban los artistas
contemporáneos a su descubrimiento.

5. Las grandes divisiones de la Prehistoria y los diferentes tipos de arte


El
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o
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e
abarca
ble,
aun
siendo
conscientes de lo arbitrario de toda división.
El esquema más tradicional propuesto establece una división según la
cultura material en Paleolítico, Neolítico y Edad de los Metales (Bronce y Hierro),
con sus correspondientes fases de transición. Otras divisiones distinguen según
la estructura social de los grupos prehistóricos, pero para nuestro estudio
seguiremos un esquema que combina los aspectos clásicos, de tipo material,
con otros más modernos de tipo económico y social, así distinguimos entre:

- El Arte de los grupos no productores: Manifestaciones mobiliares y


rupestres que se desarrollan durante el Paleolítico Superior. Este arte está
vinculado a la presencia del H. sapiens sapiens en los cinco continentes y
numerosas islas. A él se añadiría el escaso arte conocido del Mesolítico-
Epipaleolítico. Cronológicamente abarca desde hace 35 ka hasta el 6.000 a.C.
- El Arte de los productores primarios: Manifestaciones artísticas de los
primeros productores de alimentos (las sociedades neolíticas), hasta las primeras
manifestaciones metalúrgicas (Calcolítico) en el 2.000 a.C. Se produce una gran
diversificación cultural en Europa con gran variedad de manifestaciones. De este
periodo merece destacarse el arte levantino en la Península Ibérica, el arte
macroesquemático, vinculado a las cerámicas cardiales del Neolítico antiguo, el arte
esquemático que trasciende al límite neolítico para perdurar durante una parte de las
edades metalúrgicas y el arte megalítico que suma a sus manifestaciones pictóricas
un rico arte mueble.
- El arte de las sociedades complejas: Correspondiente a las sociedades
jerarquizadas de las Edades del Bronce y del Hierro, donde se produce una
diversificación y enriquecimiento artístico así como un aumento exponencial de los
restos conocidos debido a la mayor proximidad temporal y la favorable
conservación diferencial con manifestaciones en materia de arquitectura, escultura,
orfebrería, toréutica, etc…

Otras manifestaciones artísticas: música, danza, adorno corporal.

Este tipo de manifestaciones artísticas de la Prehistoria han dejado escasos restos


materiales que permitan su valoración. Sin embargo el recurso a la Etnología nos
permite suponer su existencia. Otras manifestaciones del espíritu vinculadas al
mundo de las artes como ritos, cánticos, literatura oral nos son completamente
desconocidas y sólo tenemos alguna referencia literaria para los pueblos
prerromanos del final de la Prehistoria.

Música y danza: La música y la danza forman parte de numerosas


manifestaciones de contenido simbólico o como simple expresión del estado
anímico humano en prácticamente todas las culturas conocidas. Tenemos también
constancia de instrumentos musicales durante el Paleolítico aunque la mayoría de
dichos instrumentos debieron estar confeccionados en materiales perecederos:
madera, cuero, fibras vegetales... Otros por suerte se hicieron en hueso, como la
dudosa flauta de hace unos 43.000 años hallada en Divje Babe I (Eslovenia-
Paleolítico Medio) de la que pueden obtenerse las siete notas de la escala tonal, o
los grandes huesos de mamut pintados y desgastados por una percusión repetida
hallados en los restos de una antigua cabaña de época gravetiense en Mezin
(Ucrania).

Desde comienzos del Paleolítico Superior- Auriñaciense y Gravetiense - se


documenta la existencia de algunos instrumentos: flautas y silbatos fabricados
con huesos largos de ave perforados y falanges de ciervo o reno. Grandes huesos
con señales de haber sido percutidos como tambores como los ya mencionados, los
rodetes o discos perforados del Magdaleniense que han sido vistos por algunos
autores como elementos de sonaja o las representaciones rupestres como las de la
cueva de Trois Freres, en las que aparecen brujos o chamanes disfrazados de
animales y portando instrumentos musicales de cuerda. Por tanto desde el
Paleolítico sabemos que existían instrumentos de música de cuerda, viento y
percusión. El arte postpaleolítico nos ha dejado abundantes ejemplos de músicos y
danzantes en decoraciones cerámicas. Todo esto se enriquece en la Edad de Bronce
y el Hierro en las que a la riqueza de instrumentos que el metal permite hay que
añadir las detalladas descripciones dada por geógrafos e historiadores antiguos.

El adorno corporal: La decoración del propio cuerpo o arte corporal se ha


practicado a lo largo de toda la historia del género humano. Pinturas y tatuajes
se han utilizado con fines decorativos, protectores, intimidatorios, rituales o de
señas de identidad. Es una de las manifestaciones más frecuentes, espectaculares y
expresivas del Arte Primitivo. En ocasiones puede incluir la deformación de
algunas partes del cuerpo como labios, dientes, lóbulos de las orejas, etc.
Existen restos de colorantes en los niveles de ocupación de numerosos
yacimientos paleolíticos, incluso algunos con huellas de haber sido frotado
contra otros objetos o dispuestos para pintar (lapiceros de ocre). Esto ocurre desde
el Paleolítico Inferior pero se va incrementando hasta el Paleolítico Superior
donde se generaliza. La presencia de colorantes nos plantea la pregunta de si
existía un arte realizado sobre materiales perecederos o sobre el propio cuerpo.

El ocre también se ha utilizado como antiséptico y para otras actividades cotidianas


como el curtido de pieles, pero también tiene un uso simbólico y algunos
pueblos primitivos actuales utilizan el adorno corporal para determinados
ritos o momentos de la vida (iniciación, matrimonio), también es una forma
de resaltar la propia belleza y sirve también como afirmación de la pertenencia a
una etnia o como preparación para la guerra.

Sabemos que los grupos paleolíticos espolvoreaban ocre en las tumbas, pero no
tenemos constancia de su probable decoración personal, pues no se han conservado
ni se refleja en el arte mueble o rupestre. Solamente conocemos ciertas
decoraciones del peinado que aparecen en algunas venus paleolíticas y también
contamos con relatos en las fuentes antiguas sobre algunos pueblos celtas que
pintaban su cuerpo. También sabemos que la realización de tatuajes era común
como lo demuestran restos humanos hallados en turberas del norte de Escocia
o el cuerpo congelado de finales del Neolítico conocido como Ötzi hallado en
los Alpes italianos y que presenta tatuajes de líneas y cruces en color azul en
espalda, manos, pies y rodillas y que pudieran ser un referente de tribu o estatus
social.

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