You are on page 1of 23

2.

Aprendizaje Basado en Tutorías

1. EL ORIGEN DE LA TUTORÍA

El concepto actual de tutoría y sus distintos enfoques teóricos y prácticos vienen a ser el
resultado de la influencia de una serie de acontecimientos y aportaciones que se han
producido a lo largo del siglo XX. No obstante, la acción de orientar es un hecho natural
que ha estado presente en diferentes culturas, algunos antecedentes se remontan a los
orígenes mismos de la humanidad, aunque los primeros antecedentes se encuentran en
la cultura clásica Griega. Así, Sócrates (¿470?-399 a. de J. C.) defiende desde su
pensamiento filosófico uno de los elementos prioritarios de la tutoría como es el
conocimiento de sí mismo, Platón (428-347 a. de J. C.) repara en la necesidad de
determinar las aptitudes de los individuos para lograr su ajuste y adecuación social; y
Aristóteles (384-322 a. de J. C.) propugna el desarrollo de la racionalidad para poder
elegir una actividad en consonancia con los intereses de los sujetos.

En la Edad Media también se encuentran algunas evidencias escritas como las obras de
Santo Tomás de Aquino (1225-1274) quién retoma en sus textos algunas sugerencias
pedagógicas que describen ejercicios de enseñanza basadas en el conocimiento y
desarrollo de las potencialidades humanas, existen otros textos de esa misma época
como el de Doctrina Pueril que propone el hecho de que cada persona elija la ocupación
que mejor pueda desempeñar según sean sus capacidades.

El Renacimiento resulta importante para ir consolidando la idea de la tutoría ya que los


cambios que se dan, permiten pensar al Hombre de forma diferente con una visión
humanista como lo demuestra el texto de Luis Vives (1492-1540), De traten
disdisciplinis donde ya se piensa en las aptitudes de las personas para orientarlas hacia
alguna profesión, además de recomendar la reunión de diferentes profesores en forma
periódica para discutir la mejor forma de trabajar con los alumnos.
Entre otros autores que se podrían considerar como los iniciadores de lo que ahora se
conoce como tutoría podría destacarse a Descartes (1596-1650), Pascal (1623-1662),
Berkeley (1685-1753), Kant (1711-1776), y no se puede dejar de mencionar a Karl
Marx (1818-1883), quien en sus escritos reporta ideas encaminadas a valorar las
diferencias individuales, la importancia de una elección profesional pero sobre todo su
señalamiento alrededor de lo importante de la educación y la experiencia en la toma de
decisiones y el conocimiento de las aptitudes personales.

Etimológicamente tutela (del griego tutelae) significa protección. Sin embargo, la


acepción de tutor ha tenido variaciones significativas a lo largo del tiempo, desde los
antiguos griegos, que la utilizaron para definir la responsabilidad adquirida por una
persona “respetable” (académica o socialmente) sobre otra, hasta pasar a ser una
política remedial, determinada por las autoridades educativas en un esfuerzo por
disminuir los índices de Reprobación, Rezago Académico, Deserción e Ineficiencia
Terminal, así como fomentar la Educación Integral de los estudiantes en las
Instituciones de Educación Superior. La tutoría en los contextos educativos ha tenido
atribuciones compensatorias del rezago educativo, del currículum y se ha planteado para
resolver una serie de problemáticas psicosociales que no han sido generadas en las
propias instituciones.

La atribución de toda la responsabilidad de la formación del estudiante al tutor, es sin


duda un desfase incongruente con un contexto que exige una gran cantidad de
actividades al docente. La creación y/o articulación de las figuras componentes del
Sistema (Tutores, Asesores, Centro de Atención Psicológica, Centro de Atención
Psicopedagógica, Departamento de Trabajo Social, Programas de Movilidad, Programas
de Intercambio Estudiantil, Integración de Estudiantes a Proyectos de Investigación,
etc), deben ser una prioridad de las Administraciones Centrales de las Universidades,
en el entendido que el quehacer tutorial involucra aspectos que rebasan al profesor-
tutor.

2. IDENTIFICACIÓN DEL CONCEPTO DE TUTORÍA

Para poder rastrear el origen del concepto de tutoría es necesario acudir a la historia
misma de la educación, y al recorrerla es interesante como se encuentra una serie de
modalidades distintas que van desde una interpretación de orientador o guía hasta el de
instructor, que nos llevan a diferentes conceptos multifacéticos como los siguientes:
Ayo: entendido como la persona encargada de la custodia, crianza o educación de un
niño. También se le designa como el responsable de la educación doméstica, Alfonso X
El Sabio tiene un libro titulado Las siete partidas. Los ayos y ayas, donde se plantea la
necesidad de este tipo de instrucción para hijos de reyes que les permita aprender a leer,
escribir y las buenas costumbres. Por otra parte se puede encontrar en el Tratado de
Educación de Príncipes, el perfil o las cualidades que debería de tener un Ayo: honesto,
dadivoso, moderado, cuerdo y resoluto.

Preceptor: posteriormente aparece la figura del preceptor, entendido como la persona


que convive con una familia y está encargada de la instrucción y educación de los niños.
Según el humanista Antonio de Nebrija, el preceptor debe atender la educación
intelectual y moral, es decir, “a las letras y a las costumbres”. El preceptor fue el medio
más popular para la educación de los hijos desde el siglo XVI. Este concepto es aún
vigente en algunas instituciones de educación superior.

Mentor: la leyenda y la tradición han dejado el término mentor como sinónimo de


tutor. El tutor evoca la figura mitológica del mentor, amigo de Ulises que guiaba e
instruía a Telémaco, en ausencia de su padre, hasta que alcanzara la capacidad de su
propio autogobierno. Cuenta la historia que Minerva adoptaba la figura de mentor
cuando quería aconsejarle. Extrapolando, tener un mentor es disponer de una fuerte
ayuda en la toma de decisiones.

Instructor: es el discípulo más adelantado que ayuda al maestro cuando se encuentra


con una clase muy numerosa; en este caso el maestro instruye al instructor, y éste
instruye a los demás compañeros. Este rol se presenta en instituciones como la
Universidad de Guadalajara.

Consejero: persona que da consejos, sobre materias importantes, con el fin de ayudar a
tomar decisiones, su papel es el de trabajar individualmente con el alumno, ayudándole
a aprender, a resolver problemas, a hacer planes y a entenderse con los demás.

Orientador: persona que posee recursos técnicos específicos que utiliza para ayudar a
los alumnos y a los docentes.
Tutor: es la modalidad más moderna. Su trabajo cumple una doble función informativa
y formativa que pretende trasmitir conocimientos, que se complementa con la función
de formar. Por otra parte, en el derecho jurídico existe también la figura del tutor,
considerada como aquella persona que desempeña las veces del padre cuando éste no
puede hacerlo, bien por su muerte, incapacidad u otra causa. Con frecuencia se suele ver
documentos y solicitudes que en el lugar de la firma indican padre o tutor, según
corresponda.

Guía: término muy genérico. Tiene como misión enseñar al otro el camino correcto
para llegar a la meta. Luis Vives opina “Que el profesor no se limita a enseñar, y para
cumplir su función primordial de educar tiene que convertirse en guía que ayude a cada
uno a tomar decisiones razonables sobre sus estudios, su profesión y su vida. Ha de
reconocer las buenas y malas tendencias, los rasgos positivos para estimularlos y los
negativos para modificarlos”

Algunas definiciones dadas a la tutoría son las siguientes:

“La tutoría es una interacción en dos sentidos –un proceso de buscar, dar y recibir
ayuda-. La tutoría se dirige a ayudar a una persona, un grupo, una organización, o
un sistema más grande para movilizar los recursos internos y externos con objeto de
resolver las confrontaciones con problemas y ocuparse de esfuerzos de cambio” (Lippit,
1986, p. 1).

“Es la persona que, a través de la enseñanza, ayuda al alumno o alumna, a optimizar


sus capacidades y formar su personalidad, mediante el descubrimiento de la realidad
y la cultura, de tal forma que pueda vivir satisfactoriamente. Se fundamenta en
cuatro elementos claves: a) ayuda, b) proceso de enseñanza-aprendizaje, c) formar
personas, d) vivir satisfactoriamente.” (Lázaro y Asensi, 1987, p. 24)

“La tutoría es un servicio indirecto que tiene lugar entre profesionales de estatus
coordinado. Es iniciado por el tutorado, quién tiene toda libertad para aceptar o
rechazar los servicios en cualquier momento. Involucra al tutor y al tutorado en una
relación confidencial y colaborativa que se configura por las siguientes metas que tiene
el tutor:

a) ofrecer un punto de vista objetivo, b) ayudar a mejorar destrezas de resolución de


problemas, c) ayudar a incrementar la libertad de elección de acción del tutorado, d)
apoyar al tutorado en las elecciones hechas, e) incrementar la conciencia del tutorado
acerca de los recursos válidos para tratar con los problemas persistentes.” (Aubrey,
1990, p. 3)

“ Puede definirse como el conjunto de conocimientos que permiten la aplicación


tecnológica en el ámbito educativo de una serie de principios teóricos que facilitan el
diseño, ejecución y evaluación de programas de intervención dirigidos a la
producción de los cambios necesarios en la persona y en su contexto, a fin de lograr la
plena autonomía y realización, tanto en su dimensión personal como social” (Rodríguez
Espinar, 1993, p. 30)

“La tutoría se puede definir como un proceso interactivo de ayuda –una serie de
pasos secuenciados dados para alcanzar algún objetivo a través de las relaciones
interpersonales-.Un participante en la transacción tiene un extenso conocimiento en una
función específica, el tutor, y el otro, generalmente un profesional, el tutorado, se
enfrenta con un problema relativo a su trabajo que requiere el conocimiento y pericia
del tutor para su solución o mejora”. (Kadushin, 1997, p. 25)

3. ESTRATEGIA METODOLÓGICA: La Tutoría Académica.

La Tutoría es entendida como una modalidad de enseñanza, personalizada apoyada y


supervisada por el aprendizaje autónomo del estudiante. La actividad tutorial en
la universidad no puede descansar en la improvisación o en la voluntariedad;
debe plantearse como una actividad sistemática y con una intencionalidad y
objetivos previamente definidos, bajo las dos vertientes, la didáctica y la orientadora.

La Tutoría como estrategia didáctica centrada en el proceso de enseñanza-


aprendizaje consiste en el establecimiento de una relación entre el profesor tutor y el
estudiante, ya sea individualmente o en grupo, con el fin de facilitar el aprendizaje en
un ámbito disciplinar concreto. Pero el potencial de la tutoría es mucho mayor cuando
en el conjunto de un programa formativo se concibe como una modalidad o estrategia
de enseñanza planificada inicialmente para el desarrollo de determinadas
competencias por parte de los estudiantes y en combinación planificada con otras
modalidades organizativas.

La tutoría orientadora es una modalidad de actividad docente que implica procesos


sistematizados, mediante los cuales un docente es designado como tutor y guía del
estudiante en su incorporación a través de una atención personalizada. Tanto la tutoría
docente como la orientadora suponen fórmulas complementarias de dos niveles de
intervención; de la tutoría académica en los estudiantes a través de acciones
personalizadas que contribuyen, a la formación integral.

Atendiendo a estos objetivos, se pueden desarrollar las siguientes competencias


mediante la estrategia de la tutoría como actividad docente:

1. La Competencia de “aprender a aprender”

2. Competencia relacionada con habilidades de razonamiento, toma de decisiones y


resolución de problemas.

3. Competencias vinculadas a la empleabilidad.

4. Competencias relativas a la comunicación.

5. Competencias relacionadas con las habilidades y destrezas para las relaciones


interpersonales.

6. Competencias que facilitan la organización y gestión personal.

7. Competencias relacionadas con el compromiso personal.

El desarrollo de estas competencias necesita orientación, asesoramiento e intercambio


de conocimientos. Conseguir estas competencias lleva tiempo y tiene que ser
comunicado mediante modelos de mejores prácticas distribuidas por la institución. Los
estudiantes tienen que aprender aceptar la responsabilidad de su propio aprendizaje, y es
muy importante ayudarles a comprender su potencial. La práctica del
asesoramiento puede tener un profundo impacto. Un educador que inspira mediante la
labor de asesoramiento realiza una contribución fundamental; las instituciones tienen
que comprender que, en el futuro, la enseñanza en el aula debería apostar por
un enfoque mucho más individualizado y, en consecuencia, hacer de los grupos
de debate tutorías personalizadas.

En la actualidad la tutoría se le está presentando como un componente de


identidad profesional docente en la que la profesión docente está cambiando hacía
dimensiones y funciones relacionadas con la función tutoría. Bajo esta perspectiva al
profesor, se le pide que a partir de dominar los contenidos de la materia, debe estar en
condiciones de dar respuesta a las nuevas exigencias del conocimiento y a las
demandas sociales. También debe conocer los procesos psicológicos que afectan al
aprendizaje, los métodos y estrategias didácticas que favorecen el aprendizaje.

Esta cuestión adquiere día a día importancia porque:

a) Los estudiantes universitarios tienen motivaciones y disposiciones para


aprendizajes diferentes y capacidades diversas.

b) En la universidad hay un interés creciente por cuestionar cómo se enseña y cómo se


aprende.

En esta búsqueda de metodologías en las que el alumno asume un papel protagonista y


activo en su aprendizaje, se reivindica el papel de la tutoría. El profesor, como
miembro de una organización, está obligado a conocer la estructura general del
sistema. Esta dimensión proporciona un marco para entender cómo los cambios
cognitivos o prácticos de los miembros de un centro de trabajo, dependen de las
estructuras y estrategias organizativas.

La puesta en práctica de cualquier competencia debe implicar a varios miembros


de la organización, especialmente a grupos y equipos docentes.

La tutoría en la universidad se desarrolla en dos direcciones:

 Por un lado, la tutoría tiende a concebirse dentro de un plan integrado que


incluye todas las actividades de apoyo al alumnado durante su
permanencia en la universidad.
 Por otro, distingue actividades de consultoría, vinculadas a las distintas
asignaturas, de preparación a la vida laboral o temas de interés
universitarios.
La Tutoría añade calidad al método e incorpora al proceso instructivo factores no solo
cognitivos, sino motivacionales y sociales implicados en el proceso de enseñanza-
aprendizaje. Son numerosos los estudios que analizan las características que debe
reunir un buen tutor y que consideran tales factores. De Grave, Dolmans y Van der
Vleuten (1999) recogen algunas de las principales características que se reconocen a un
tutor experto:
- Conocimiento de la materia y conocimiento pedagógico.

- Debe prestar apoyo y dedicar esfuerzo por motivar.

- Estilo “socrático”, aprendizaje activo y constructivo.

- Se compromete a que en cada sesión las demandas de los alumnos sean


mayores.

- Altas expectativas hacia sus alumnos.

- Preocupación por articular el conocimiento al alumno.

El ejercicio de la Tutoría en el ámbito de la Educación Superior se ha debatido entre


dos concepciones: facilitar el aprendizaje y / o trasmitir conocimiento. El profesor se
convierte en facilitador y resulta fundamental para el desarrollo de la metodología ya
que el proceso depende de su buen empeño. Así mismo, el tutor ayuda a reflexionar e
identificar necesidades, motiva y guía para alcanzar las metas del aprendizaje
asegurándose de que progresas de manera adecuada.

De este modo, el tutor debe ser:

1.- Responsable en la generación y presentación del problema.

2.- Colaborador en proceso.

3.- Ayudante en el aprendizaje.

4.- Facilitador en la resolución.

5.- Potenciador en el desarrollo de habilidades de análisis y síntesis.

6.- Corresponsable en la creación de un espacio de encuentro.

7.- Favorecedor de la creatividad.

De entre los diversos estudios sobre este tema destacamos a Schmidt y Mouse y
Mouse consideran que la “congruencia social” (valoración que el experto hace
del problema objeto de estudio y el conocimiento que aporta al proceso) y la
“congruencia cognitiva” (manejo de las cualidades interpersonales que se ponen
en juego) son importantes factores de la tutoría para estimular el aprendizaje del
alumno.

4. LA ORIENTACIÓN Y TUTORÍA EN LA CULTURA


UNIVERSITARIA
Desde un enfoque educativo, otro de los parámetros que delimitan la calidad y mejora
de la universidad es la incorporación de la orientación en este nivel educativo. De
hecho, el Plan Nacional de Evaluación de la Calidad de las Universidades, cuando trata
de las interfases a considerar en la evaluación externa, contempla los siguientes
aspectos: enseñanza, gestión, investigación y asistencia, entendiendo ésta última como
aquellas actividades que las Universidades generan para prestar servicio a los
estudiantes, las cuales, indudablemente, están vinculadas a la orientación y tutoría
(Guardia, 2000: 100).

Pero ¿qué sucede en la Universidad? ¿qué representa la tutoría en este nivel educativo?,
¿cuenta con una apoyatura legal? ¿está instaurada entre el profesorado universitario? ¿qué
modalidades existen?. El compromiso por adquirir una sólida formación en este campo y
el afán de conseguir una información lo más fidedigna sobre esta función, ha llevado a
rastrear la literatura científica sobre este tema. Los primeros trabajos sobre la Orientación
en el ámbito universitario se deben a Díaz Allué (1973). Posteriores estudios de Benavent,
1984; Lobato, 1994; Castellano, 1995; Gallego, 1997; Valdivia, 1997; Rodríguez Moreno
(1999), Álvarez Rojo, 2000, Durán (2003), etc., ponen de manifiesto la ineludible
necesidad de asumir con conocimiento y dedicación esta importante tarea.

Las documentadas aportaciones de Lázaro Martínez (1997), Gallego (1997), Gairín (2004),
entre otras, permiten tener una información pormenorizada sobre el tema y ayudan a
consolidar las propias intuiciones y creencias sobre la tutoría universitaria.

5. CARACTERÍSTICAS DE LA TUTORÍA EN LA UNIVERSIDAD.


Las tutorías se han concebido como un proceso de acompañamiento y orientación de la
formación de los estudiantes, y su propósito es impulsar el cambio del paradigma
centrado en la enseñanza, al paradigma que se focaliza en el aprendizaje.

Los sistemas tutoriales en marcha en distintas universidades del país demuestran


que entre el tutor y el tutorado se establece un espacio de encuentro y
comunicación favorable al proceso de formación del estudiante ingresante que se
enfrenta a la experiencia de la vida universitaria. A través del mismo se intenta
promover en los tutorados la autonomía intelectual y la formación de criterios que
contribuyan a: potenciar sus fortalezas, reconocer los obstáculos que se le
presentan, contribuir a identificar las acciones remediadoras fomentar el uso
racional de todos los recursos que brinda la Universidad para su formación tanto
académica como personal y, fundamentalmente, lograr su independencia en el
aprendizaje y toma de decisiones.

Además de tal propósito, el sistema de tutorías busca mejorar la autoestima de


los alumnos, fomentar sus hábitos y técnicas de estudio, fortalecer su capacidad
de síntesis y jerarquización del aprendizaje, reforzar sus valores, estimular la
motivación y superación, detectar los estilos de aprendizaje individuales y proporcionar
las estrategias pertinentes, orientado todo esto a consolidar las bases del
estudiante universitario, elevar los índices de aprobación y disminuir los de
reprobación y deserción.

Diagnóstico

Es necesario llevar a cabo un manejo adecuado de la entrevista, así como la


elaboración de un formato que permita conocer con cierta profundidad al tutorado,
y obtener la información necesaria para poder orientarlo de modo apropiado y
eficiente, colaborar en vencer los obstáculos que le impidan tener un desempeño
académico óptimo y/o un conveniente desarrollo personal.

Se asume la entrevista como un encuentro de carácter privado y ameno de tutor y


tutorado, que propicia el conocimiento a través de una conversación y preguntas
que ayuda a detectar dificultades y problemáticas.

El formato de entrevista elaborado en el programa de tutorías, colabora en gran


medida a los tutores como herramienta para conocer con cierta profundidad al
tutelado, proporcionando información personalizada básica para orientar
adecuadamente sus acciones.

A partir de la información proporcionada por los tutores y obtenida a través de la


entrevista diagnóstico, se considera si es oportuno la derivación de algún alumnos
al Servicio de Apoyo y Orientación al Estudiante
El diagnóstico no sólo se elabora a través de los registros, sino que tienen un
tratamiento grupal desde el Sistema Tutorial . El análisis de las dificultades que se
manifiestan con mayor incidencia en las entrevistas preliminares a los tutorados,
permite reconocer como significativas las siguientes dificultades:

 Desarraigo, por distancia al lugar de origen.


 Necesidad del grupo familiar en alumnos de otro lugar de residencia.
 Falta de constancia en el estudio.
 Existencia de conflictos familiares.
 Inhibición o dificultad para exponer frente a un grupo o en el aula.
 Manifestación de alto grado de timidez.
 Importante incidencia de baja autoestima.
 Dificultad para exponer con lenguaje apropiado en forma verbal o escrita.
 Incapacidad para interpretar textos o consignas.
 Carencia disciplinar de requisitos previos.
 Aislamiento y falta de inserción universitaria.
 Falta de tiempo para el estudio por necesidad de trabajar
 Existencia de problemas de vocación.
 Dificultad para trabajar en grupo.
El tratamiento de estos aspectos determinan la selección de estrategias específicas,
de las cuales de describirán aquellas señaladas desde el análisis el Ciclo General de
Conocimientos Básicos (CGCB) como competencias previas imprescindible y que
por tanto se deben estimular.

8. TIPOS DE TUTORÍAS

A. TUTORÍA INDIVIDUAL
Está orientada a la atención y acompañamiento personal a un tutorado por parte de
un tutor. El tutor deberá trabajar de manera personalizada con el tutorado y con éste
definir su programa de actividades y evaluar el resultado de las acciones
emprendidas.

a. La función tutorial legal o funcionarial. La legislación actual prescribe que todo


profesor universitario, con dedicación plena, reserve seis horas semanales a la tutoría,
lo que viene a suponer, para determinados cuerpos, casi la misma carga que la
docente. Pero la realidad pone de manifiesto que hay mucho camino por recorrer para
conseguir interiorizar entre el profesorado universitario la cultura de la tutoría y
llenarla de contenido.
b. La función tutorial académica, es aquella que interpreta la tutoría como una
dedicación estrictamente ceñida al ámbito científico y académico: como una asesoría
respecto al contenido del programa, orientación sobre trabajos, facilitación de fuentes
bibliográficas y documentales. La propuesta de Gairin (2004) es un buen ejemplo de
esta modalidad.
c. La función tutorial docente, es la que asume la tutoría como una modalidad de la
docencia. El trabajo mediante Seminarios, la preparación y el seguimiento de las
Prácticas de un grupo de alumnos, son diversas formas de desarrollar esta dimensión
docente.(Boronat, 1999).
d. La tutoría entre igualeso “peer tutoring”, se sitúa en la enseñanza mutua, iniciada
por Lancaster y aplicada recientemente en diversas experiencias (Durán, 2003). Esta
modalidad goza de gran predicamento en muchas universidades extranjeras, debido al
nivel de comunicación y al grado de empatía que se logra entre pares de iguales.
e. La tutoría personalizada, en la que el alumno demanda ayuda al profesor tutor,
relativa al ámbito personal o al campo profesional. Es muy positiva porque atiende
necesidades básicas y expectativas de los estudiantes y facilita orientación sobre
estudios y profesiones. Cuando
f. La tutoría colegiada , se plantea desde un grupo de profesores universitarios que
brindan su ayuda al colectivo de alumnos y hacen un seguimiento a partir de los
grupos constituidos.
g. La tutoría virtual, es aquella que se apoya en un entorno formativo telemático,
capaz de diversificar las fuentes del conocimiento y de proporcionar una ayuda al
alumno.

B. LA TUTORIA GRUPAL
Por qué y para qué la tutoría grupal.

Generalmente, la experiencia del profesor-tutor en el manejo de grupos se centra en la


docencia. Esta tiene su específica ubicación en el aula-laboratorio; enfatiza la
transmisión-generación de información académico-científica y está condicionada tanto
por el contenido a enseñar como por la tecnología más pertinente para la transmisión-
generación de la información. Para desarrollar una adecuada acción tutorial parece
necesario:

 Conocer profundamente las acciones (actividad) de la organización.


 Conocer las características y situaciones de los alumnos (especialmente los
signos que alertan sobre interferencias en el desarrollo de la formación
universitaria).
 Poseer sensibilidad y las habilidades necesarias para saber interaccionar.
 En definitiva, la acción tutorial grupal asume, entre otros, tres presupuestos
básicos:
 El valor del grupo como apoyo en el aprendizaje. El logro de un auténtico
grupo entre los estudiantes asignados a un tutor, se convierte a su vez en un
poderoso factor de la calidad del aprendizaje universitario en su dimensión más
dinámica de progreso y desarrollo global de la persona.
 El grupo como apoyo social: El establecimiento de nuevas relaciones sociales
aparece como una necesidad básica de los nuevos estudiantes universitarios,
especialmente en las carreras de mayor volumen de acceso. La tutoría grupal
tiene aquí un ámbito de especial relevancia.
b.1 Sobre el grupo de tutoría.

La asignación de quince estudiantes a un profesor-tutor no significa que se haya


configurado un grupo de tutoría. Sólo se ha dado el paso de posibilitar la reunión-
comunicación entre ellos. Ha de transcurrir un cierto tiempo y determinados
acontecimientos para que se pueda hablar de un verdadero grupo de tutoría
universitaria.

Se puede hablar de grupo si se interiorizan fines y objetivo comunes, se logran un


conjunto de interrelaciones entre los estudiantes, funcionan con arreglo a unas normas,
y cada uno de ellos identifica y asume diferentes roles en orden a conseguir los
objetivos fijados. La labor del tutor en orden a facilitar el establecimiento de tal grupo
pasa por conocer las características de sus tutorandos y facilitar el conocimiento entre
ellos.

La consulta de fuentes de información de la universidad le permitirá al tutor conocer


con amplitud las características generales de los estudiantes de la titulación y tener un
marco de referencia en el que podrá situar las características específicas de su grupo. La
atención tutorial reclama el conocimiento específico del grupo.

De aquí la necesidad de recurrir a la utilización de instrumentos más o menos


formalizados que permitan dar a conocer los aspectos que en ese momento interesan:

- Experiencia y preparación previa

- El contexto de apoyo familiar y social (especial para el alumnado nuevo)

- Conocimiento y expectativas sobre los estudios (tanto en el primer año como en


posteriores etapas, ciclos, itinerarios, etc.)

- Planes de trabajo y proyecto profesional futuro...

El conocimiento del grupo y sus individualidades permite establecer las estrategias


oportunas para facilitar la formación de los lógicos subgrupos que emergerán dentro del
grupo de tutoría. En el seno de estos subgrupos es donde se puede generar el apoyo más
inmediato del grupo a cada uno de sus miembros, tanto en los aspectos académicos,
como en los sociales y personales.

Finalmente ha de tenerse en cuenta la evolución que desarrollará el propio grupo.


Inicialmente aparecerá la abundancia de interrogantes, cierta inseguridad emocional que
bloquea la verbalización de opiniones y reparos en la aceptación de ciertos objetivos
propuesto desde la función tutorial. El tiempo y el buen trabajo del líder del grupo (el
tutor) harán posible una mayor identificación y compromiso del grupo para alcanzar la
deseada integración y madurez en el grupo. En este momento será posible analizar
críticamente la situación del grupo, proponer nuevas iniciativas o abordar
confrontaciones abiertas como consecuencia de la claridad comunicativa establecida en
el propio grupo.

b.2 La conducción de la tutoría grupal.

- Preparando el encuentro
La tutoría grupal no puede provocar alteración en el discurrir cotidiano de la actividad
académica de los estudiantes. De aquí la necesidad de su preparación previa para que el
tiempo y dedicación a la misma sea valorado positivamente.

Téngase en cuenta:

- La fecha y forma de convocatoria: Parece lógico que, salvo situaciones imprevistas,


se planifique el calendario de encuentros teniendo presente el Plan de Acción Tutorial
de la titulación y las circunstancias concretas del grupo de tutorandos. La convocatoria
por carta, enviada con suficiente antelación, o e-mail, permite incluir elementos de
preparación y reflexión para el encuentro.

- El lugar de la reunión: debe reunir las mínimas condiciones de acceso, privacidad y


confortabilidad. A veces no es fácil conseguirlo si no se da una mínima planificación de
uso de ciertos espacios disponibles en el departamento o titulación

- El orden del día: consiste en explicitar los temas a tratar, de acuerdo al Plan de
Acción Tutorial y a los elementos de seguimiento del grupo de que dispone el tutor,
puede ser una acción positiva de implicación del grupo a la vez que permite dotar al
encuentro de una primera línea argumental.

- Es posible incluir la figura del ponente para preparar y presentar determinados


puntos o informaciones relevantes, así como conducir momentos del encuentro.

Estos ponentes pueden ser actuar a nivel individual o de subgrupo.

- La conducción de la reunión.
El tutor ha de ser consciente de que su experiencia docente previa le influirá en su
andadura como tutor. De aquí la necesaria reflexión y autoanálisis sobre la manera de
hacer una tutoría grupal.

No se debe olvidar que la clásica relación de autoridad profesor-alumno ha de dar paso


a una relación de ayuda basada no en la posesión de un conocimiento científico, sino en
la comprensión y mutua confianza.

-La organización del grupo

Los activadores del mes/periodo. Dos o tres miembros del grupo y por periodos de 6-8
semanas (periodo entre encuentros grupales) pueden responsabilizarse de mantiene vivo
el plan de actuación del grupo así como de servir de enlace con el tutor (informar de
nuevos acontecimientos, oportunidades, preparar la próxima reunión,..).

- Aunando apoyos.

Promover pequeños grupos de apoyo para la tarea académico cotidiana (estudio,


materiales, integración social de los nuevos...) puede ser de gran utilidad. El tutor no ha
de ser intervencionista en la configuración de los posibles subgrupos, pero sí ha de
explicitar su conveniencia.

- La comunicación en el grupo.

La misma se facilitará a través del conocimiento mutuo de direcciones, teléfono, e-mail,

- La Carpeta del grupo.

La elección de una secretaría rotatoria (activadores de mes/periodo) y la materialidad de


una carpeta permitirán ir construyendo la trayectoria del grupo. Debe entenderse como
el libro de actas de la tarea tutorial. Esta carpeta debe recoger las evidencias de
nuestra actuación y la de grupo como tal. A ella de deberá recurrir en el momento de la
valoración de la propia función tutorial. Parte de sus componentes serán los referidos a:

* Plan de Acción Tutorial del curso

* Registros de seguimiento individualizado

* Convocatorias y órdenes del día

* Síntesis de las reuniones

* Acuerdos de acción......

9. LA FUNCIÓN TUTORIAL

 Función docente y tutorial del profesor universitario


Existe un continuo entre docencia, tutoría y orientación. El profesorado tiene una
función docente e investigadora, pero además ha de afrontar una función tutorial. Todo
educador, por el sólo hecho de serlo, asume una función orientadora, aún sin ser
plenamente consciente de ello. No se trata de convertir a los docentes en orientadores,
sino de dar un mayor protagonismo a la función que cada profesor desarrolla de forma
espontánea como guía y facilitador del proceso de aprendizaje de su alumnado, tanto a
nivel individual como grupal.

Puede ocurrir que haya otras dimensiones (como por ejemplo, la acogida a los alumnos
de nuevo ingreso, cursos de métodos de estudio, taller sobre estrategias de inserción
socio-laboral, problemáticas específicas, etc.) que no se puedan afrontar en la propia
tutoría y entonces se deberá acudir a los especialistas en orientación, a través de los
servicios de orientación que ofrece la propia universidad. Igualmente, el tutor/a debería
contar con la colaboración del alumnado de los últimos cursos en algunas tareas
tutoriales como la matriculación, información académica, metodología y estrategias de
estudio, prácticum, etc. (tutoría entre iguales.

 Roles y funciones del tutor


El tutor universitario es aquel profesor que tiene una motivación y preparación para la
docencia, así como un interés por el desarrollo personal y profesional de su alumnado.
El tutor facilita la formación integral de sus estudiantes mediante la acción tutorial.

 Rol de profesor-tutor académico:


Facilita al alumnado información académica y hace un seguimiento y supervisión de sus
procesos de aprendizaje.

Funciones

1. Informativa: facilitar información al alumnado :


2. General: cómo está organizada, dónde está situada, etc.
3. Específica: sobre cuestiones académicas, sobre diferentes servicios de la
universidad, sobre una titulación en concreto, sobre el prácticum, formación
académica posterior (postgrado, master, etc.), sobre actividades
extraacadémicas, etc.

Seguimiento académico e intervención formativa:

 Seguir de cerca el rendimiento del estudiante.


 Colaborar en la mejora de los procesos de enseñanza-aprendizaje.
 Estimular el rendimiento y la participación de todos los alumnos en actividades
relacionadas con su formación.
 Ayudar a planificar el itinerario curricular de cada alumno a partir de la oferta
educativa y de los intereses, posibilidades y expectativas del alumnado.
 Orientar en la metodología de estudio y en las técnicas de trabajo intelectual.
 Estimular la motivación para el estudio.

 Rol de tutor de la carrera:


Tutor con tareas de información y orientación sobre aspectos de tipo profesional y
del mundo laboral.

Funciones

 Orientar al alumnado en la elaboración de su itinerario profesional


 Estimular la formación continuada y ocupacional
 Dirigir y asesorar al alumnado hacia los servicios especializados (bolsa de trabajo,
expertos, instituciones, centros de formación continuada y ocupacional, etc.).

 Rol de tutor de asesoramiento personal:


Tutor referente que presta atención individualizada a algunos alumnos que solicitan
ayuda y mediación en aspectos relacionados con su desarrollo personal, educativo y
profesional.

Funciones

 Potenciar el conocimiento de sí mismo


 Mejorar la autoestima
 Desarrollar habilidades sociales y de vida
 Afrontar la resolución de conflictos
 Afrontar la toma de decisiones
 Ayudar a planificar el trabajo personal
 Referenciar al alumnado a aquel servicio de la institución que mejor pueda
ayudarle en su situación específica dado que el tutor no puede afrontarla desde la
propia tutoría. Pedir ayuda y asesoramiento ante situaciones problemáticas o bien
transferirlas a los especialistas.Además de estas funciones se han de contemplar
funciones específicas de la tutoría respecto al pequeño grupo y respecto a la
institución:

RESPECTO AL PEQUEÑO GRUPO

- Facilitar la acogida de aquellos alumnos que proceden de contextos distintos y de


estudios diferentes.

- Facilitar la integración de estos alumnos con sus compañeros y con la institución.

- Promover el conocimiento y la integración del pequeño grupo.

- Analizar, con las aportaciones de todos, situaciones que interesan o preocupan al


grupo.

- Participar de forma conjunta en la planificación y dinámica de la tutoría.

RESPECTO A LA INSTITUCIÓN

A) Con la propia institución

- Hacer de facilitador e innovador de las posibles mejoras educativas.

- Colaborar en la preparación de actividades extraacadémicas organizadas desde


la propia institución.

B) Con la tutoría

- Colaborar y hacer aportaciones a la implantación del Plan de Acción Tutorial.

- Estar en constante relación con el equipo docente para facilitarles información


de estos alumnos y, a su vez, recabar aquella que sea de interés.

- Coordinar y supervisar la evaluación de los autorizados.

- Mantener unos encuentros periódicos con la coordinación de tutoría de la


titulación.
- Adoptar una actitud crítica del PAT.

Para poder llevar a la práctica estos roles y funciones el profesor-tutor ha de


mostrar una actitud docente colaborativa, participativa, comprensiva,
comprometida y crítica.

Seguidamente se propone una clasificación de las tutorías más global:

A) La tutoría de consultoría (desempeñada por los profesores de las distintas


asignaturas) donde el tutor “consultor” actúa de facilitador y/o profesional de apoyo
al aprendizaje, y orienta a los alumnos sobre métodos de estudio, recursos para
aprender, actualización de conocimientos.

B) La tutoría personalizada o de formación transversal (que desarrollan los tutores a


los que se les han asignado alumnos) donde el tutor, como referente de la Facultad,
trata temas como: la incorporación a la titulación y a la universidad, las claves o los
referentes básicos de la titulación, las asignaturas a matricular/ modificaciones de
matrícula, el seguimiento académico (antes y después de los exámenes), los
itinerarios y la optatividad, el método de estudio y organización del tiempo, el
fracaso académico, las carreras afines, la inserción laboral, las prácticas y el trabajo,
la formación complementaria al final de los estudios, los intercambios, los
problemas complejos.
6. COMPETENCIAS Y CARACTERÍSTICAS DEL PROFESOR-
TUTOR.
Las competencias y características del profesor-tutor están en función del rol y de
las funciones que desempeñe. Competencias básicas en el desempeño de la acción
tutorial:

 Competencias cognitivas: saber (conocimientos) y saber hacer (competencias


prácticas):
 Información sobre la realidad de la titulación.
 Conocimiento de los itinerarios curriculares.
 Conocimiento y estimulación de los procesos de aprendizaje.
 Conocimiento de los diferentes ámbitos profesionales para los que se prepara el
alumnado.
 Conocimiento y facilitación de la integración del alumnado al ámbito
universitario.
 Capacidad para afrontar el conflicto personal y de los demás de forma reflexiva
y cooperativa.
 Estimulador de la participación en actividades extraacadémicas.
 Competencias de carácter social y de relación: saber estar (actitudes y
comportamientos de tipo participativo) y saber ser (actitudes y
comportamientos de tipo personal):
 Experiencia humano-social.
 Actitud para la relación interpersonal y la comunicación.
 Capacidad de trabajo en equipo.
 Trabajar de forma interdisciplinar y participativa.
 Aceptación y comprensión de la situación del alumnado.
 Actitudes de planificación.
 Predisposición a la innovación y al cambio.
 Respeto a la diversidad.
 Integración en la vida de la institución y en el contexto dónde trabaja.
 Actitud para abordar los problemas de forma positiva.
 Para afrontar estas competencias es necesario que el profesor-tutor posea las
siguientes características:
 Preocupación por la innovación docente.
 Firme compromiso para asumir la función tutorial.
 Disposición de unas ciertas habilidades sociales y de comunicación.
 Dedicación al alumnado y a su preparación como tutor.
 Asunción sincera y comprensiva de los problemas del alumnado.
 Actitud crítica y constructiva en su relación con el alumnado y con la
institución.
 Predisposición a trabajar en equipo con el resto de tutores.
 Cualidades de liderazgo democrático.
 Respeto por los demás.
Esto, siendo importante, no lo es todo. Es necesario tener una preocupación por la
formación integral del alumnado y un interés por hacer las cosas lo mejor posible. Esto
sólo se consigue mostrando una buena actitud y predisposición por todo lo que es su
tarea.

11. TÈCNICAS PARA REALIZAR TUTORÍAS:

Las técnicas de la acción tutorial más frecuentes: la observación, el cuestionario y la


entrevista. Los métodos más adecuados dentro de la observación son: la observación
directa, y la observación indirecta en condiciones provocadas similares a la
experimentación (empleo de dibujos, escalas, técnicas de juego). El registro de
anécdotas, las pautas y las escalas de observación permiten disponer de información
relevante que puede ser contrastada con otras fuentes de información. Los
cuestionarios facilitan mucha información en poco tiempo sobre los aspectos del
alumnado que se desean conocer y permiten la comparación entre los sujetos. La
entrevista es una técnica fundamental para completar el conocimiento que se tiene del
alumno, para informarle, orientarle y aconsejarle (una entrevista no es una mera charla
informal, ni un cambio de impresiones sobre problemas académicos, ni un
interrogatorio pasivo). Saber formular las preguntas se convierte en un elemento
fundamental para el correcto uso de la entrevista en la acción tutorial.

12. DIFICULTADES Y POSIBILIDADES DE LAS TUTORÍAS


UNIVERSITARIAS.

Existen dificultades para llevar a cabo la acción tutorial en la Universidad: desde el


punto de vista del profesorado, éste se suele sentir desorientado y, ante el escaso
reconocimiento de la docencia en su promoción profesional, suele dedicarse a la
investigación para afianzar su situación laboral en menoscabo del tiempo dedicado a la
docencia y a la autorización de su alumnado. Otro inconveniente suele ser la
disponibilidad de los espacios para tutorías.

Desde el punto de vista del alumnado, existe una falta de información sobre qué son y
para qué sirven las tutorías en la universidad, del horario y del lugar donde se realizarán
las tutorías. Asimismo, la coincidencia del horario de tutorías con las horas lectivas, o el
recelo del alumnado y el incumplimiento, por parte del profesorado, de los horarios de
tutorías (…), produce una desmotivación para participar en las tutorías.
También es importante considerar la utilidad de las tutorías, pues no se debe olvidar
que éstas pretenden mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje y, en este sentido, el
principal beneficiado tiene que ser el alumnado. La acción tutorial es de gran utilidad
cuando se consigue una individualización de la enseñanza, se ofrece una orientación no
sólo académica, sino personal, se llega a una comunicación interpersonal entre el
profesorado y el alumnado, y se fomenta la socialización en las tutorías de grupo.

Igualmente, el profesorado también obtiene información relevante de las necesidades de


sus alumnos que le es útil para mejorar su docencia.

En cualquier caso, si parece que se puede mejorar la acción tutorial en la Universidad


cuando se informa al alumnado de primero sobre las tutorías, cuando se procura que los
horarios de tutorías no coincidan con los de clase, cuando se evita que las tutorías se
conviertan en clases particulares, cuando se motiva al alumnado para que participe en
ellas durante todo el curso, cuando al profesorado se le forma para ser un tutor que sea
capaz de estimular al alumno para el autoaprendizaje y la autodisciplina, al tiempo que
le ayude a desarrollar la autoestima.

Descripción de tareas de los Tutores

1. Recibir consultas de los equipos de trabajo y orientar eficientemente la


elaboración de los proyectos.
2. Leer los productos intermedios o avances de los proyectos y entregar las
observaciones y/o sugerencias que consideren relevantes a los equipos, en tiempo
y forma.
3. Registrar los encuentros con los equipos de trabajo así como también las
observaciones y/o sugerencias realizadas.
4. Comunicar los resultados de las tutorías a las instancias correspondientes
(Decana/Dirección Académica)
5. Las decisiones, sugerencias y/o observaciones realizadas con respecto a los
proyectos deberán ser consensuadas entre los tutores.
6. Cumplir responsablemente con el cronograma establecido.

You might also like