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¿Qué son las citoquinas y cuál es su función en la respuesta

inmunológica?

La respuesta innata y adaptativa se desencadenan gracias a que las


células del sistema inmunológico son capaces de comunicarse entre sí,
una vez se han activado.

Esta activación y comunicación se da gracias a mediadores llamados


citoquinas.

A nivel molecular, las citoquinas son proteínas. Su función en el organismo


es coordinar la respuesta del sistema inmunológico y lo hacen reclutando o
inhibiendo las funciones de células específicas (como células dendríticas)
o neutrófilos , regulando la proliferación y diferenciación celular, activando
o inhibiendo la expresión de algunos genes (por ejemplo, genes de otras
citoquinas), etc.

Tipos y funciones de las citoquinas

Existen distintas clases de citoquinas, con múltiples funciones biológicas.


Algunas tienen funciones similares y otras antagónicas. La misma citoquina
puede tener además una función concreta sobre un tipo de células y una
función completamente distinta sobre otro.
Las citoquinas se pueden dividir en varios grupos, según su contexto de
activación, la clase de células que las producen, etc. Por lo general, se
encuentran los siguientes:

Interleucinas (IL): se encargan principalmente de regular la activación de


las células del sistema inmune y de controlar la diferenciación y
proliferación de algunas subpoblaciones celulares. Algunas tienen
funciones pro-inflamatorias y otras anti-inflamatorias. También activan
el endotelio y aumentan la permeabilidad vascular, facilitando la
migración de células de la inmunidad desde el torrente sanguíneo hacia el
tejido, promueven la secreción de anticuerpos y controlan la respuesta de
los linfocitos T.

Factores de necrosis tumoral (TNF): son citoquinas importantes durante las


primeras etapas de la respuesta inflamatoria. Son producidas por una gran
variedad de células y tienen un papel central en infecciones virales, así
como en la proliferación y muerte celular (apoptosis). Un ejemplo es el TNF-
α.

Interferones (IFN): los interferones α, β y γ tienen un papel importante en la


respuesta innata ante virus u otros microorganismos patógenos. Son, por
tanto, secretados como señales de peligro: promueven la actividad
antiviral y la activación de las células Natural Killer(células NK).

Factores estimuladores de colonias (CSF): son factores de crecimiento.


Estimulan la diferenciación y la proliferación de células madre a células del
sistema inmune, por ejemplo. Tienen funciones asociadas a la inflamación y
la producción de otras citoquinas.

Quimiocinas: estimulan la motilidad de las células del sistema inmune,


como los neutrófilos, y las dirigen por ejemplo hacia el lugar de
inflamación, mediante un fenómeno denominado quimiotaxis.
Un ejemplo es la IL-8 (interleucina-8).

Las citoquinas son, por tanto, la base de la respuesta inmune.

Las citoquinas son glucoproteínas o proteínas de bajo peso molecular


producidas durante la fase de iniciación o en la fase efectora de la
respuesta inmune con el objeto de mediar y regular la amplitud y duración
de las respuestas inmune/inflamatorias.

Son producidas por la activación de leucocitos y también por la activación


de células neurales, fibroblastos y células endoteliales. La activación de
estas células es uno de los hechos más precoces de la respuesta celular a
la agresión tisular. El otro estímulo muy importante frente a la agresión tisular
son los impulsos aferentes neuronales del tejido dañado o sitio de la cirugía.

La respuesta inmune es consecuencia de la interacción entre los linfocitos T


(LT), los linfocitos B (LB) y los monocitos/macrófagos. Todas estas células
deben comunicarse entre sí y de ello se encargan las citoquinas. Además,
las citoquinas son el principal mensajero del sistema inmune al cerebro, de
modo tal que éste recibe información del sistema inmune y responde a
ella.

Para poder comprender la importancia del estudio de las citoquinas por los
profesionales médicos relacionados con la anestesia, cirugía, trauma y
medicina crítica, se las debe ubicar en el contexto de las respuestas
elaboradas por el organismo ante la agresión quirúrgica, traumática y/o
infecciosa.

La cirugía provoca una amplia variedad de cambios metabólicos que


incluyen hiperglucemia, pérdida de masa muscular, síntesis de proteínas de
fase aguda y aumento de leucocitos en la sangre periférica. Dichos
cambios se originan en las aferencias neuronales, somáticas y
autonómicas, y en la liberación de citoquinas desde el sitio de la lesión
tisular.

Aunque las técnicas anestésicas bloqueen completamente las aferencias


neuronales, como puede conseguirse en la cirugía de miembros inferiores,
órganos de la pelvis u ojo, las respuestas neuroendocrinas e inmunológicas
pueden retrasarse, pero no desaparecen completamente.

La respuesta al estrés quirúrgico se inicia por tres factores fundamentales:

 percepción psicológica (corteza límbica), relacionada con la


ansiedad preoperatoria

 pérdida de líquido extracelular (receptores de volumen)

 daño tisular (estimulación de las vías nociceptivas y liberación de


citoquinas)

En esta revisión se tratará la activación de la red de citoquinas y la


respuesta de fase aguda producida en la cirugía y el trauma. La secreción
crónica de citoquinas, por ejemplo en la sepsis, deberá ser motivo de otra
revisión.

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