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FILOSOFÍA
CRÍTICA AL CONCEPTO DE CAUSA SIMPLE DE RICHARD DAWKINS
DESDE LA FILOSOFÍA ARISTOTÉLICO-TOMISTA
SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN I
Dawkins plantea que un Dios no puede explicar el fin de una regresión por el simple
hecho de que no entendamos “por ahora” qué podría ser ese terminador natural. Establece a
partir de ejemplos experimentales que, para todas las cosas que admiten una regresión, debe
haber un terminador explicable y más simple de aquello desde lo cual partimos. Aquí
vislumbramos algo de la concepción de simplicidad que propone.
Uno de los argumentos más fuertes de los creacionistas es el del diseño: las cosas
están ordenadas; no puede existir un orden a partir del azar; luego debe existir un diseño, y
consiguientemente un diseñador. Dawkins da una doble respuesta a este argumento.
Por un lado, ofrece una respuesta negativa.
[…]Por más estadísticamente improbable que sea una entidad que se trata de explicar
invocando a un diseñador, el mismo diseñador tiene que ser por lo menos tan estadísticamente
improbable como la entidad.2
1
DAWKINS, R., The God Delusion, London, BANTAM PRESS, 2006, p. 77
2
DAWKINS, R., The God Delusion, London, BANTAM PRESS, 2006, p. 114
nuevo, esto es, porque el mismo diseñador (o diseñadora) hace surgir inmediatamente el
mayor problema de su propio origen, ¿quién diseñó al diseñador?3
Al final propone tres posibilidades, niega las dos primeras y concluye por exclusión.
[…] Tanto el azar, como el diseño, fracasan como solución al problema de la
improbabilidad estadística, porque uno de ellos es el problema; y el otro nos regresa hasta él.
La selección natural es la única solución real.4
Resumiendo: Dawkins asume que existe una causa del universo; asume también que
debe ser simple a causa de la regresión; pero excluye la posibilidad que esa causa sea Dios,
pues “¡tendría que ser muy muy complejo y también presumiblemente irreductible!”5
Es inevitable darse cuenta de que todo el argumento únicamente se fundamenta en la
causa material del universo. Y no puede siquiera admitir una causa agente. Es por eso por lo
que admite que esa causa irreductible debe ser de algún modo una partícula o una especie de
energía. Pero si lo forzamos a ir más allá de esa concepción, inevitablemente él afirma que
“es muy misterioso cómo el universo llegó a existir, […] Y la explicación debe ser algo muy
simple”6. Porque “las cosas simples no nos incitan a invocar un diseño”7. ¿Acaso hemos
llegado a un lugar común?
En el libro el relojero ciego cae en una gruesa contradicción, pues define las cosas
complejas como “algo cuyas partes constituyentes están ordenadas de forma que es
improbable que se haya originado solo por azar”8. También añade “el comportamiento de
una cosa compleja debería explicarse en términos de interacciones entre sus componentes,
consideradas como peldaños sucesivos de un orden jerárquico, […]su existencia se produjo
a consecuencia de un proceso de transformaciones graduales, cumulativas, hechas paso a
paso a partir de cosas más simples”9. ¿Cómo estos procesos de transformaciones graduales
(azar) produjeron algo que no puede explicarse desde el azar?
3
DAWKINS, R., The God Delusion, London, BANTAM PRESS, 2006, p. 120
4
DAWKINS, R., The God Delusion, London, BANTAM PRESS, 2006, p. 120
5
DAWKINS, R., The God Delusion, London, BANTAM PRESS, 2006, p. 120
6
Debate entre el biólogo Richar Dawkins y el cardenal George Pell [en línea:
https://www.youtube.com/watch?v=-vj4falKEw4&t=416s] visto por última vez: 09/11/17.
7
DAWKINS, R., El relojero ciego, Barcelona, RBA EDITORES, 1993, p. 21.
8
DAWKINS, R., El relojero ciego, Barcelona, RBA EDITORES, 1993, p. 35
9
DAWKINS, R., El relojero ciego, Barcelona, RBA EDITORES, 1993, p. 35
Dawkins propone, en un documental de National Geographic, otra refutación a la
existencia de un diseñador, aunque de un modo mucho más débil10. Su argumentación es
como sigue: si existiese un diseñador, todas las cosas parecerían estar diseñadas y no habría
ningún error, pues incluso un ingeniero puede volver sobre el plano de su diseño para
modificarlo. Pero en la naturaleza vemos algunos errores (p.ej. el nervio laríngeo de la jirafa)
que muestran que no han sido corregidos por un ingeniero, mucho menos han sido diseñados.
Y concluye, por destrucción del consecuente, que no existe un diseñador.
Causa en ciencia
Para entender la perspectiva de Dawkins, estudiaremos la concepción de causa para
la ciencia.
Antes que nada, aquí nos referimos a ciencia en el sentido actual de la palabra. De
hecho, cuando escuchamos ciencia, inmediatamente nos viene a la mente: método científico.
El método científico se centra en la búsqueda de conocimientos que puedan ser controlados
mediante experimentos. Estos experimentos, cuando tienen un mismo resultado en las
condiciones espaciotemporales necesarias, abren paso a lo que se conoce como método, que
igualmente aplicados en las circunstancias proporcionadas, dan como resultado lo que se
espera.
Los métodos utilizados por una ciencia particular son los medios que emplean para
lograr sus objetivos. Por esta razón, a este tipo de ciencia se la conoce como ciencia
experimental, pues para comprobar la validez de sus hipótesis, recurren al empleo sistemático
de la experimentación. Por este motivo, cuando se habla de estas ciencias, suele decirse que
emplean el método experimental.
Dentro de este panorama nos preguntamos si dentro de las ciencias particulares hay o
no un estudio de las causas de las cosas.
“Las ciencias particulares estudian un tipo específico de entes, en sus principios
próximos”11, es decir, estudian los fenómenos de las cosas y no la esencia. Las ciencias
particulares aíslan cierto aspecto de las cosas pues analizan con detalle un grupo de entes
dotados de una propiedad peculiar dentro de un campo de investigación que es un sector del
10
Pruebas de la evolución [en línea: https://www.youtube.com/watch?v=modDe1Cjly0&t=4s] visto por
última vez: 16/11/17.
11
SANGUINETI J. J., Lógica, Pamplona, EUNSA, 2000, p. 175
mundo. Y el objeto formal de cada ciencia es la propiedad que caracteriza a ese ámbito de la
realidad.
Dado que las ciencias particulares tienen métodos experimentales, no realizan
cualquier experimento, sino aquellos experimentos que corresponden a cada objeto formal
de cada disciplina. Por eso decimos que las ciencias particulares explican el cómo de las
cosas, apuntan a la descripción fáctica, partiendo de principios que sacan de la experiencia.
Ahora, las causas estudiadas por las ciencias particulares explican fenómenos que
ocurren dentro de lo que se puede comprobar, es decir, medir. Y todo lo mensurable deja de
lado muchas otras cosas. No podría explicar más allá de lo que los sentidos perciben. Y eso
imposibilita un estudio de la esencia de las cosas que no siempre está sujeta a medición y
mucho menos a percepción sensible. Además, utilizando un lenguaje filosófico, las ciencias
particulares se concentran meramente en las causas materiales de las cosas. Y dentro de esto,
estudian las causas de las cosas en una dimensión meramente perceptible.
Todo este supuesto está sosteniendo al argumento de Dawkins. Cuando él habla de
regresión, se refiere a un tipo de regresión que puede ser percibido y medido. Llega así, a la
concepción de una causa por regresión hasta una pequeña partícula o energía.
Entonces, lo que la ciencia empírica entiende por causa no es otra cosa que una
explicación mensurable y perceptible de los fenómenos de la naturaleza sensible, en un sector
muy limitado de la realidad. Con todo esto, ¿cómo una ciencia particular presumirá tener el
derecho de explicar la causa de la totalidad de las cosas?
Causa en filosofía
Para mirar el problema desde otra perspectiva, estudiaremos las causas desde la
filosofía.
Para una aproximación a la idea de causa en filosofía, no diremos primeramente las
cuatro concepciones que menciona Aristóteles12, sino la corta definición de santo Tomás “se
llaman causas aquellas cosas de las cuales dependen otras según su ser o su hacerse” 13. Uno
incluso puede buscar el griego para la palabra causa (aitia) que tiene el significado de
responsable. Una causa es aquella que es responsable por el ser o el hacerse de alguna otra
cosa.
12
Cfr. Aristóteles, Metafísica, libro V, cap. 2, 1013a 25.
13
Santo Tomás, In I Physicorum, Lectio 1, n. 5.
Es importante distinguir las causas de una cosa de las condiciones necesarias para esa
cosa. P. ej. la presencia de aire en la atmósfera fue la condición necesaria para la explosión
de la bomba en Hiroshima, pero no fue una de las causas. Sería absurdo pensar que el aire
fue el responsable de la explosión, porque no se puede encontrar en la presencia de aire en la
atmósfera la razón de la explosión de la bomba.
Una causa real es la responsable de que una cosa llegue a existir. P.ej. para la
construcción de una casa necesitamos los materiales, el plano, el constructor, y la finalidad
de la casa. Estas causas explican la existencia de la casa y no son simplemente la condición
de su existencia.
Podemos decir, además, que toda causa es un principio, pero no todo principio es una
causa. Pues lo común a todo tipo de principio es “ser lo primero a partir de lo cual algo es, o
se conoce, o se produce,”14 la causa, como ya dijimos, es principio a partir del cual algo se
hace y llega a ser. Y, naturalmente, de esto se sigue que toda causa es anterior a su efecto.
Ahora, en la regresión en busca de una causa primera ¿se llegará a una simplicidad
inteligente?
14
Aristóteles, Metafísica, libro V, cap. 1, 1013a 16.
15
Cfr. AUGROS, M. Who designed the Designer?, San Francisco, IGNATIUS PRESS, 2015, p. 123
y así sucesivamente. O esta sucesión es ad infinitum, o termina en un combinador simple. No
puede ser ad infinitum, pues no explicaría nada.
Cuando decimos “combinador”, parece que estamos dando una cualidad personal a la
causa. No estamos diciendo eso (al menos en este caso), puede ser una fuerza o causa de
combinación. Tomemos un ejemplo de la carpintería. Los carpinteros saben que para que una
combinación de cuatro maderas de igual medida que forman un cuadrado tenga rigidez, no
es posible simplemente unir los extremos de cada madera con clavos, pues así, el cuadrado
no quedaría rígido. El carpintero debe agregar una madera en diagonal para que el cuadrado
completo sea rígido. La propiedad de rigidez del cuadrado no se logra solo con un
combinador (el carpintero), sino también de una propiedad propia de la triangularidad, que
se estudia en geometría. Así, las cosas complejas necesitan un combinador.
Avanzando en nuestro razonamiento, resulta que la causa primera es inmóvil. Esto se
explica así:16
Todas las cosas que vemos están en movimiento. Y todo movimiento es un
movimiento de algo, o producido por otra cosa. Luego el movimiento como efecto necesita
también una causa, llamaremos a esta causa “motor”, y en la cadena de motores y móviles
debemos llegar a un motor primero. Ahora bien, este motor o está en movimiento, o es
inmóvil. Si está en movimiento, o recibe el movimiento de otro o se mueve a sí mismo. Si
recibe el momento de otro, ya no es el primer motor. Si se mueve a sí mismo, o tendría que
tener dos partes o una sola parte que mueve y es movida. Si tiene dos partes (una que mueve
y otra que es movida) en realidad, la parte que mueve es el verdadero motor, porque la parte
que es movida, no se moverá si está separada del primer motor. Si se mueve a sí mismo, sería
motor y móvil, en definitiva, sería acto y potencia al mismo tiempo y bajo el mismo respecto,
lo cual es absurdo. Por tanto, la causa primera es inmóvil.
No solo es inmóvil, tampoco sufre cualquier especie de cambio. No puede sufrir
alteración, aumento o disminución. Pues para sufrir esas cosas, debería estar en potencia para
tal o cual cosa. Pero la causa primera no puede estar en potencia, porque si estuviese, recibiría
el acto de otro motor “puesto que lo que tiene potencia puede no estar actuando”17, y ese otro
motor sería la causa primera, pues no podríamos ad infinitum. Luego, no puede sufrir ninguna
especie de cambio.
16
Cfr. Aristóteles, Física, Libro VIII, caps. 5-6.
17
Aristóteles, Metafísica, Libro XII, cap. 6, 1071b13.
Además, es simple. He aquí la piedra de tropiezo de Dawkins. Simplicidad significa
ausencia o negación de cualquier composición18. No es cuerpo, porque ningún cuerpo mueve
a otro si, a su vez, no es movido. Ya vimos que la causa primera es inmóvil. Por tanto, no es
cuerpo. Tampoco es compuesto de materia y forma, pues es “suficiente con decir que [la
causa primera] no es cuerpo para mostrar que no puede tener composición de materia y forma,
ya que todo lo que tiene composición de materia y forma es corpóreo”.19
Por último, es inteligente. Nuestra experiencia dice que las cosas que se mueven se
mueven por contacto, es decir, cuerpo a cuerpo. Pero existe dos tipos de movimiento que
puede causar un motor: por contacto y por deseo o intelecto.20 Si el primer motor no mueve
por contacto, mueve por deseo o intelección.
Hasta ahora, nuestra causa es “motor”.
21
A.D. SERTILANGES, La vida Intelectual, Buenos Aires, ED. SANTA CATALINA, 1942, p. 118
Bibliografía
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