You are on page 1of 5

Objetivo general

Analizar la función/representación? del el discurso sexual en la obra de The Handmaid´s


Tale (1985) de Margaret Atwood como un dispositivo biopolítico y de control del
Estado, en este caso, el Gilead. en su distopía ficcionada?
Objetivos específicos
Definir como la biopolítica se relaciona con la sexualidad y la manera en que actúan en
conjunción. Establecer conceptos de biopolítica y su relación con la sexualidad? En la
literatura? En la novela de Atwood? Cómo tópico literario?
Describir el contexto social y literario de la novela The Handmaid´s Tale. El de su
creación o el de su representación como distopía?
Justificar? cómo opera lo sexual en la novela como dispositivo biopolítico Con cuál
finalidad?
Daniela Romero

Entrega #2

Planteamiento del problema

En la concepción que Margaret Atwood tiene de la novela no existe, realmente,


ningún elemento nuevo. Para ella, lo más importante es narrar hechos que ya
sucedieron. La novela The Handmaid´s Tale es, realmente, una gran compilación de
diferentes hechos históricos; solo que ella los supo sintetizar muy bien y no se notan las
costuras. Sustentarse en eventos de la historia para escribir su novela es lo que le da un
elemento verídico, que era lo que quería conseguir en el texto. Porque, según las propias
palabras de la autora, “Utopias we can only imagine; dystopias we´ve already had”.
Demostrar esto, que es muy interesante.

Aunque hay muchos momentos históricos que la inspiraron en la creación de la


novela, los más significativos son dos, la Guerra Fría y la República Puritana de Nueva
Inglaterra del siglo XVII. La Guerra Fría duró desde 1947 hasta 1991 y la novela fue
publicada en 1985. Aunque ya había pasado el período de mayor riesgo, todavía los dos
bloques, Oriente y Occidente no habían llegado a una tregua. Por esa razón, el trauma?
de un posible ataque nuclear seguía vigente.

La novela comienza con ese “¿Qué hubiera pasado si…?”, en donde, claramente, ese si
incluye un ataque nuclear que destruyó la sociedad que conocían. De hecho, esto lo
confirma la misma Atwood “Stories about the future always have a "what-if" premise,
and The Handmaid's Tale has several”. No contradice la premise de la autora del
primer párrafo? Mientras que el Estado teocrático ficcional que ella narra tiene su
origen en la república Puritana de Nueva Inglaterra en el siglo XVII; el cual, para
Atwood “which would need only the opportunity of a period of social chaos to reassert
itself”. Puede volver a ocurrir porque está intrínsecamente ligado al origen de Estados
Unidos. Es una parte muy profunda de él que no podrá ser totalmente borrada.
Imperioso un poco de criterio diacrónico.

La manera en la que este nuevo Estado ficcional, el Gilead, logra mantener a sus
gobernados bajo control es a través de dispositivos biopolíticos, específicamente el de la
sexualidad. Precisamente, uno de los objetivos de este trabajo es definir como la
biopolítica se relaciona con la sexualidad y la manera en que actúan en conjunción en la
novela. Porque este es uno de los tantos mecanismos para mantener subyugados a los
ciudadanos. Se penetra en este tema demasiado abruptamente.

Sin embargo, antes debe darse una definición de lo que es biopolítica y sexualidad.
El principal teórico para le explicación de ambos términos será Michael Foucault. En
primer lugar, él define a la biopolítica como “biopolítica de la población que se focaliza
en el cuerpo-especie, regulando diversos procesos biológicos como nacimientos,
mortalidad, longevidad, vivienda, migraciones, tasa de procreación y fecundidad”
(Foucault, citado en Orígenes de la biopolítica: tensiones entre Foucault y Arendt,
2012). Es la manera en la que el Estado, a través de relaciones de poder, puede controlar
y regular a la sociedad por medio de todos los procesos biológicos que ocurren en ella.
Comenzando primero con la sociedad en general, al Estado se la facilita,
posteriormente, poder subyugar a cada persona en particular. ¿?

Para el Estado controlar el cuerpo de los ciudadanos le permite un control más


directo sobre sus vidas. De esta manera, se aspira a que el ciudadano se convierta en una
persona más vulnerable ante él, fácil de manipular y pasar a convertirse en un cuerpo
dócil ante sus exigencias. Así el Estado puede regular y transformar la vida de los
súbditos en función de sus intereses.

Dominar y reprimir directamente a la sociedad ya no es el objetivo; es mejor hacerlo


desde una manera menos obvia, algo que sea más sutil y genere menos reacción en la
sociedad. Lo importante aquí es producir la vida. Por eso la novela trabaja bajo una
biopolítica, porque esa es la única función de las criadas, producir vida. ¿Por qué esto es
más sutil?

Para Foucault sexualidad es:

Es el nombre que se puede dar a un dispositivo histórico: no una realidad por


debajo en la que se ejercerían difíciles apresamientos, sino una gran red
superficial donde la estimulación de los cuerpos, la intensificación de los
placeres, la incitación al discurso, la formación de conocimientos, el refuerzo de
los controles y la resistencia se encadenan unos con otros según grandes
estrategias de saber y poder. No encuentro demasiado conveniente singularizar y
monopolizar la noción de “sexualidad” a la de Foucault. Un poquito de
pluralidad en aras de la objetividad de la investigación no vendría mal.
Según esta definición, la idea de sexualidad ha sido controlada por el poder desde su
misma creación, lo hayan hecho de manera evidente o no. Aunque en otras épocas,
sobre todo en la victoriana, este era un elemento fuertemente reprimido. De ese
concepto, también se puede deducir que sexualidad está muy ligada a la idea del deseo.
Foucault considera que todos los discursos que giran alrededor del placer, el sexo,
pertenecen a los dispositivos de sexualidad.

Para un Estado controlar los dispositivos de sexualidad le permite, posteriormente,


hacer lo mismo con la reproducción; que es la manera más eficaz de controlar la vida de
las personas.

Controlar la sexualidad se convierte en un rasgo distintivo de jerarquía social -en la


novela este es el puesto que ocupan los comandantes-; porque, de esa manera, se puede
convertir en un objeto de escrutinio las conductas sexuales de cada persona y considerar
qué sujetos están yendo en contra de los procedimientos establecidos.

De alguna manera, lo que hace es producir criminales. Porque se prohíben muchas


conductas sexuales, que una gran mayoría de la población no va a poder controlar, ya
que forma parte de sus deseos, de la parte biológica y no racional de su ser. Es en este
punto en donde se puede observar como el discurso sexual funciona como dispositivo
biopolítico y de control del Estado, del Gilead en el caso específico de la novela.

Son premisas muy discutibles, quizás más convenientes en el marco teórico que en este
punto del Anteproyecto, enriquecidas con una óptica menos totalitaria y más dialógica.
Bibliografía

Libros

Atwood, M. (2018). El cuento de la criada. Editor digital: Titivillus.

Foucault, M. (s.f.). Microfísica del poder. Edición y traducción de Julia Varela y


Fernando Álvarez-Uría

Fuentes Electrónicas

Atwood, M. (2012). Haunted by The Handmaid´s Tale [Documento en línea]. The


Guardian. Extraído el 26 de abril de 2018 desde
https://www.theguardian.com/books/2012/jan/20/handmaids-tale-margaret-atwood

Fachin, P. (s.f.). ''O gênero é uma construção social''. Entrevista especial con Esther
Díaz [Documento en línea]. Extraído el 26 de abril de 2018 desde
http://www.estherdiaz.com.ar/textos/foucault_entrevista.htm

Ilivitzky, M. (2012). Orígenes de la biopolítica: tensiones entre Foucault y Arendt


[Documento en línea]. Araucaria. Extraído el 26 de abril de 2018 desde
https://revistascientificas.us.es/index.php/araucaria/article/view/1900

Lepore, J. (2017). A golden age for dystopian fiction [Documento en línea]. The New
Yorker. Extraído el 26 de abril de 2018 desde
https://www.newyorker.com/magazine/2017/06/05/a-golden-age-for-dystopian-fiction

No estaría de más revisar a Umberto Eco (quizás Apocalípticos e integrados o Historia de la


belleza), Mario Vargas Llosa en La civilización del espectáculo; Octavio Paz en La llama doble o
Los signos en rotación; Xavier Domingo, Erótica hispánica; Barthes, Blanchot, Kristeva, Bataille,
Baudrillard, en varios títulos famosos.

You might also like