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EL SUEÑO DE SAN MARTIN

La expedición libertadora dirigida por José de San Martín había desembarcado en la bahía de
Paracas el 8 septiembre de 1820. Al llegar San Martín a las costas peruanas mando a su
ejército prepararse para la travesía que los esperaba para liberar al Perú del yugo español. Es
entonces que San Martín al sentirse fatigado decidió descansar sobre la sombra de una
palmera, mientras observaba el paisaje no podía sacar de su mente sus planes en el Perú y en
la liberación de la América española. Pronto, San Martín se dejó seducir por las cálidas brisas
marinas y sucumbió al sueño.

El sueño de José de San Martín, escrito por Abraham Valdelomar.


En su sueño imaginó como debía ser la bandera del Perú. San Martín imagino una bandera
expresiva y simple a la vez que se elevara con orgullo en los cielos de aquel pueblo que iba a
libertar. De pronto, al despertar el libertador observó el vuelo de unas aves llamadas
Parihuanas que tenían un singular color en sus cuerpos, sus alas eran rojas y su pecho era
blanco. Estas aves impresionaron al libertador e inspiraron la creación de la bandera de San
Martín, según el cuentista peruano Abraham Valdelomar.

Historia de la independencia en Perú


En el intento de romper el vínculo de sometimiento con la corona española, los patriotas
defensores de la liberación se enfrentaron a los realistas que pretendían mantener el
Virreinato de Perú.
Si bien las manifestaciones y revueltas se sucedieron durante más de una década, recién en el
año 1820 con la llegada de José de San Martín y su Expedición Libertadora se comenzó a
pensar en la independencia como una posibilidad.

El 15 de julio de 1821 sesionó el cabildo de la ciudad y se redactó el Acta de la Independencia


del Perú, luego de que las tropas del virreinato abandonaran el territorio. El documento escrito
fue apoyado por más de tres mil limeños de todas las clases sociales.

Días más tarde, el sábado 28 de julio de 1821, José de San Martín proclamó la independencia
del país ante las miles de personas reunidas en la Plaza Mayor. Sin embargo, recién en 1824 los
realistas cedieron al nuevo sistema imperante.

“Desde este momento, el Perú es libre e independiente por la voluntad general de


los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende" José de San Martín
JULIO, 28 – PROCLAMACIÓN DE LA
INDEPENDENCIA DEL PERÚ
A comienzos de julio de 1821 se vivía en Lima una tremenda escasez de alimentos, las tropas
realistas no contaban con recursos y los patriotas ya habían conseguido importantes victorias
al interior del país, en tanto la población entera reclamaba la presencia del libertador
argentino, quien ya había conseguido tal propósito con Argentina y Chile.
Tras el retiro del virrey La Serna al Cusco, San Martín entró en Lima en 1821 y convocó a una
junta de notables en el Cabildo limeño el 15 de julio. Manuel Pérez de Tudela fue el encargado
de redactar el Acta de Independencia que determinó la proclamación de ella para el sábado 28
de julio de 1821 en la Plaza de Armas de Lima. San Martín buscó implantar el sentimiento de la
independencia por lo menos entre los limeños.
Aquel 28 de julio, según rezan algunas crónicas, amaneció lluvioso y templado. Don José de
San Martín despertó a las 9 de la mañana, se puso el uniforme de gala y, previo saludo a sus
jefes de estado, se preparó para la proclamación.
El acto comenzó a las 10 de la mañana con San Martín abandonando el Palacio de los Virreyes
acompañado de dignatarios de la Universidad de San Marcos, altos prelados de la Iglesia y
priores de los conventos. Tras ellos aparecieron los altos jefes del Ejército Libertador y oidores
de la Real Audiencia de Lima.
Había otro grupo dentro de aquella comitiva: El conde de San Isidro y el marqués de
Montemira, quien portaba la bandera peruana creada por San Martín en Pisco en lugar del
estandarte real.
Las calles cercanas a la Plaza de Armas estaban llenas. Se estimó un aproximado de 16 mil
personas quienes escucharon la proclama de don José de San Martín, secundados por las
tropas en formación.
El marqués de Montemira hizo entrega de la bandera peruana a San Martín y el libertador la
tomó, la mostró a la multitud y proclamó la frase que terminó por reafirmar uno de los sus
sucesos más importantes en la historia del Perú:
“EL PERÚ DESDE ESTE MOMENTO ES LIBRE E INDEPENDIENTE POR LA VOLUNTAD GENERAL DE
LOS PUEBLOS Y POR LA JUSTICIA DE SU CAUSA QUE DIOS DEFIENDE”.
“¡VIVA LA PATRIA ! ¡VIVA LA LIBERTAD!
¡VIVA LA INDEPENDENCIA!”
Las campanas repicaron mientras que los cañones disparaban sus salvas. Don José de San
Martín había proclamado la Independencia del Perú, declaró una patria nueva, emancipada y
libre. El aplauso estruendoso se apoderó de la Plaza de Armas ante tan importante
declaratoria.
La ceremonia se repitió en otros tres lugares: la plazuela de la Merced, el frontis del Convento
de las Descalzas y la Plaza de la Inquisición (hoy Plaza Bolívar o del Congreso).
Según el historiador Jorge Basadre, estas palabras simbolizaban un cambio histórico: había
surgido el principio de “la voluntad de los pueblos”.
Finalmente se consolida la independencia gracias a las tropas bolivarianas con la participación
de montoneras peruanas que respondieron a intereses de elites y grupos medios provinciales,
y luego con el fracaso del proyecto confederativo bolivariano, el Perú asumió el reto de vivir en
una república.

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