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21 de julio de 2016
Desde hace ocho años, Ángel Polanco Rodríguez, quien labora en el Centro de Investigaciones
Regionales de la Universidad Autónoma de Yucatán (CIR Uady), estudia desde una
perspectiva multidisciplinaria la prevalencia de contaminantes y enfermedades emergentes que
son resultado principalmente del uso de pesticidas organoclorados en actividades agrícolas de
la región.
Entrevistado por la Agencia Informativa Conacyt, Polanco Rodríguez detalló los resultados
obtenidos en un proyecto financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología (Conacyt), cuyo objetivo principal fue determinar la existencia, tipos y niveles de
plaguicidas en once municipios que forman parte del anillo de cenotes, que desemboca por el
noroeste en Celestún y por el noreste en el municipio de Dzilam de Bravo.
Cuando se tiene la cosecha de maíz, por ejemplo, se guarda dentro de la casa para
conservarlo durante los próximos cinco a seis meses, y ahí mismo fumigan, entonces son
varios los riesgos y muchos de alto impacto. Aquí es importante conocer los dos tipos de
impacto que tienen los pesticidas: de tipo agudo, que puede manifestarse en mareos y dolores
de cabeza en el momento en que están fumigando; y de tipo crónico, en el que los
contaminantes se van bioacumulando en el tejido graso durante toda la vida y las
repercusiones son mucho más severas.
AIC: ¿Cuáles son las zonas más afectadas en Yucatán y cuáles son sus características?
APR: Hay casi cinco mil cenotes distribuidos en el anillo, y la zona donde obtuvimos mayores
niveles de concentración fue en la zona del centro —que abarca municipios como Tekit y
Tekax—, a la que se le llama zona de recarga, que es importante porque aquí se recarga la
corriente durante el tiempo de lluvias.
AIC: ¿Cuál fue la presencia de pesticidas organoclorados en estas zonas del anillo de
cenotes?
AIC: ¿Qué contribuye a que los habitantes de la zona maya continúen comprando estos
productos?
APR: Hay algunas trampas porque los que venden estos productos a nivel internacional lo
venden con otros nombres, pero el principio activo es el mismo. En la zona rural casi la mitad
de la gente es analfabeta, por lo que no siempre saben lo que están poniendo y a veces hasta
los combinan. Ellos le llaman "rociar líquidos", o sea, pesticidas o herbicidas. No usan
protección como se requiere, mascarilla mucho menos, si acaso se ponen un pañuelo o un
sombrero y playeras de manga larga. Entonces es muy peligroso porque lo están respirando,
está entrando por la piel.
APR: Tratamos de que sea un estudio multidisciplinario con un enfoque cuantitativo para
detectar niveles de contaminantes en el agua, y también con un enfoque cualitativo para
investigar cuáles son las percepciones de los habitantes de estas regiones, principalmente de
la zona maya. Colaboramos también con biólogos, físicos, químicos, ingenieros y antropólogos
médicos de instituciones como la Universidad de Cádiz, Massachusetts Institute of Technology,
Università degli Studi di Udine, Università Ca’Foscari de Venecia y Michigan State University.
Palabras clave:
Contaminación