Situada en la silla turca del esfenoides y recubierta por la
duramadre. Está unida por un pedículo al hipotálamo en la
base del cerebro. Tiene un origen embriológico doble, ectodérmico y nervioso. La porción de origen ectodérmico es la adenohipófisis, la de origen nervioso es la neurohipófisis (Fig. 97).
Adenohipófisis: se subdivide en tres partes, la pars distalis, la
pars tuberalis y la pars intermedia (Fig. 98). Tiene la apariencia típica de una glándula endocrina, con cordones y grupos irregulares de células epiteliales glandulares, entre los cuales hay numerosos capilares sinusoidales. Tanto los cordones celulares como los sinusoides están incluidos en tejido conectivo, que junto con la cápsula, forman el estroma.
Pars distalis: es la parte más voluminosa, presenta dos tipos
fundamentales de células: las cromófilas, con gránulos citoplasmáticos afines a los colorantes histológicos, se sitúan cercanas a los capilares sanguíneos y se subdividen de acuerdo a la afinidad tintorial en acidófilas y basófilas. El otro tipo celular son las cromófobas, que no presentan gránulos citoplasmáticos visibles al microscopio óptico, siendo su citoplasma reducido y poco teñido.
Células acidófilas: usualmente son pequeñas, redondeadas,
con gránulos voluminosos en su citoplasma, afines a la eosina u otros colorantes ácidos.
Células basófilas: generalmente son células voluminosas, con
gránulos citoplasmáticos afines a colorantes básicos como la hematoxilina.
Células cromófobas: tradicionalmente se consideraron como
células indiferenciadas sin actividad secretora, que podían convertirse en otros tipos de células. La microscopía electrónica ha demostrado que la mayor parte de estas células son secretoras cromófilas en una fase en que contienen pocos gránulos en su citoplasma, pues la mayoría han sido degranulados (Fig. 99) (Fig. 100).
Otras células que se encuentran en la pars distalis son las
llamadas células foliculares o estrelladas, de aspecto cuboide y que pueden formar pequeños quistes o folículos. Tienen función desconocida.
Las células secretoras ya sean acidófilas o basófilas, también
pueden clasificarse de acuerdo a la hormona que producen, así tenemos por ejemplo las células somatotrópicas (Fig. 101) que producen la hormona del crecimiento (STH) o las células tirotrópicas que producen la hormona tirotrópica (TSH). Otras hormonas secretadas en la pars distalis son la prolactina, la folículo estimulante (FSH) y la luteinizante (LH) así como la adrenocorticotrópica (ACTH).
Pars tuberalis: tiene forma de un embudo que rodea al
infundíbulo de la hipófisis. Es una continuación de la pars distalis, pero con una estructura microscópica diferente. Formada fundamentalmente por células sin gránulos de secreción y algunas células acidófilas y basófilas pequeñas, dispuestas en cordones longitudinales. Está muy vascularizada (Fig. 102).
Pars intermedia: localizada entre la neurohipófisis y la pars
distalis, separada de esta última por los restos de la bolsa de Rathke (cavidad que se forma durante la embriogénesis de la glándula) y que forman cavidades revestidas de un epitelio cúbico ocupadas de coloide. Las células de esta región hipofisaria son poligonales y basófilas, semejantes a las basófilas de la pars distalis (Fig. 103). Estas células producen la hormona estimulante de los melanocitos (MSH).
Sistema porta hipofisario: la irrigación sanguínea de la
hipófisis se realiza por dos grupos de arterias: las arterias hipofisarias superiores, derecha e izquierda, que riegan la eminencia media y el infundíbulo, y las arterias hipofisarias inferiores, también derecha e izquierda, que irrigan principalmente la neurohipófisis, pero envían algunas ramas al pedículo hipofisario. Los dos grupos de arterias derivan de las arterias carótidas internas. En el infundíbulo, las arterias hipofisarias superiores forman el plexo capilar primario, cuyas células endoteliales son fenestradas. Las terminaciones axónicas de las neuronas neurosecretoras, que contienen hormonas inhibidoras y estimulantes de la adenohipófisis, se sitúan muy próximas a la membrana basal de estos capilares. Los capilares del plexo primario se unen para formar las vénulas y venas portales que atraviesan todo el pedículo de la hipófisis, yendo a formar el plexo capilar secundario, en íntima relación con las células de la adenohipófisis. Mediante este sistema las hormonas producidas por el hipotálamo son transmitidas directamente a la adenohipófisis sin transcurrir por la circulación general.