Lo que le falta a Colombia

¿Cómo es posible que se sostenga una sociedad en la que nada funciona bien? Con este
cuestionamiento se empieza a abordar la temática de este primer ensayo, y es que son varias las
razones que nos han llevado a este caos social y es importante comprenderlas para deducir que le
falta a esta sociedad.

Para empezar, la sociedad colombiana se funda en los ideales de la revolución francesa sin
embargo es imposible adoptar los ideales de una revolución que no sufrimos y vivimos, solo
repetimos estos gritos para evitar pasar por nuestra propia revolución, pues a pesar de basarnos
en estos ideales de naciones modernas seguimos siendo una sociedad colonial.

Como sociedad colonial se avergüenza de si misma, vacila en reconocerse a si misma y en intentar

construir instituciones que nazcan de su composición social y crear su propio destino, por tal
motivo se ha declinado por la simulación e imitación de otras culturas. Al negarse a reconocerse a
si misma otros pueblos son los que imponen su interpretación social y ética de sus riquezas
naturales, por ejemplo, los países del primer mundo son quienes culpan a los países que cultivan la
hoja de coca, la transforman en cocaína y la venden los únicos responsables de este problema que
compromete la crisis de la civilización.

A su vez, el estado colombiano es un estado inexistente e infinito, esta dualidad se da pues por un
lado es un estado que no cumple con sus funciones: brindar seguridad social, protección al
ciudadano, garantizar la educación, la salud y el aseo público, la igualdad ante la ley, el trabajo, la
dignidad de los individuos, reconocer los méritos y castigar las culpas; y por otro lado es un Estado
que existe infinitamente al ser servicial con los poderosos y crecido con los humildes, siendo pues
un instrumento para que los poderosos se adueñen del país, y al mismo tiempo sirve de muro que
impide la promoción social.

A pesar de lo anterior, lo mas grave de todo es que nadie se queja de las injusticias, nadie se
revela, el pueblo esta mudo, pues el pueblo ni siquiera espera. ¿Por qué pasa esto? ¿Qué lleva al
pueblo a este estado de pasividad?, el pueblo se ha acostumbrado a la mendicidad y ha perdido su
dignidad y la empresa privada es cómplice de esta mentalidad. Ya que el estado no cumple sus
funciones principales para proteger a su pueblo la empresa privada se muestra como la salvadora
que intercambia caridad por exenciones de impuestos y reconocimientos, de esta forma se
acostumbra a la gente a recibir y agradecer como limosna lo que se le debe dar por derecho.
Adicionalmente, el estado también tiene esa mentalidad de mendigo, pues ante cualquier
calamidad como un terremoto, los dirigentes lo primero que hacen es pedir ayuda a organismos
internacionales, pues el dinero de los contribuyentes ya lo malversaron.

Por otro lado, el país carece de carácter, lo cual se evidencia en su conducta de no reconocer y
afrontar sus errores haciendo algo para cambiar, en cambio, oculta todo y lo niega, sin importarle
las consecuencias de su error. Debido a lo anterior los colombianos sentimos que no se puede
confiar en nadie, imitamos a otras sociedades al sentirnos inferiores tenemos la tendencia de
excluir y descalificar al otro evidenciando intolerancia y hostilidad social.

Esa intolerancia y hostilidad social es consecuencia de los conflictos étnicos (españoles, indígenas,
mestizos y afrocolombiano), entre elites económicas, políticas y el resto de la sociedad y del éxodo
de campesinos de los años 40 que fueron recibidos en las urbes con hostilidad. Ademas, gracias a
la estupidez de la clase dirigente colombiana que piensa que la pobreza es problema de los pobres
y no de la sociedad como lo es realmente, no toma cartas en el asunto generando un aumento en
la delincuencia llevando al país a ser tierra de nadie donde no pueden vivir ni ricos ni pobres.

En conclusión, la historia del país llena de conflictos, y fundada en ideales prestados ha

desencadenado en un caos social del cual sin embargo el peor error de la sociedad es el no
revelarse, ser un pueblo que ya no cree en nada, cansado de un estado que beneficia a los
poderosos y excluye y humilla a los pobres y que sin confianza evita luchar por el bien común. Es
por esto que la sociedad es quien debe cambiar al estado, pero primero debe cambiarse a si
misma, debe reconocerse en el otro, aceptar al diferente y luchar por la diversidad, es quizá esta la
única revolución, el cambio vasto y al mismo tiempo sutil, que necesita Colombia.

Sobre Bogota

Bogotá fue una capital que no representaba a la nación, el resto del país siempre la vio como algo
ilustre sin embargo no siente ni cordialidad ni amor por ella, una ciudad prepotente que se basa
en un régimen de simulación Europea, sin embargo su reinado de ciudad señorial del virreinato
termino con la muerte de Gaitan y con la gran migración que se dio por parte de los campesinos
en el periodo de la violencia 1948. El crecimiento desmesurado trajo consigo bastantes desafíos
como altos niveles de pobreza, caos urbano, hostilidad y falta de cultura ciudadana entre otros.

Para poder transformar esa ciudad que no representa al país, y que ya no es la ciudad de la
simulación, la ciudad señorial, debe descubrir su propia identidad. Para esto debe aprovechar y
potenciar lo existente, cada ciudadano debe ser consciente de su importancia para si y para la
sociedad.

Primero deben dignificarse los ciudadanos, deben darse reformas políticas, económicas y sociales
y no solo un discurso pedagógico, esto solo será posible si por parte de la comunidad se reclaman
estas reformas. Y es posible llegar a la dignificación de los ciudadanos mediante el arte, que tras la
revolución francesa, en el arte se encontró un instrumento para encontrar nobleza y heroísmo en
los seres mas humildes, de esta manera a nuestros pueblos se les devuelve su conciencia de ser
creadores de lenguaje y voceros del espíritu.

Se suele tildar al pueblo de pasivo, sin embargo, hay que tener en cuenta que cada que el pueblo
reclama la respuesta que obtiene son represiones o promesas que siempre se incumplen,
llevándolos a un estado de desesperanza aprendida. Por otro lado, una situación insoportable
puede ser visto por muchos como algo natural y por lo tanto inevitable, por lo que basta con que
surja en la sociedad la duda de que existen otras posibilidades para que empiece a ser esta
situación intolerable.

Por esto, la alternativa a la resignación, a ese estado pasivo en el que se encuentran los
ciudadanos es la acción común, la solidaridad. Los ciudadanos que se formen actualmente en
Bogota, deben ser seres que contribuyan a su transformación, para lo cual deben primero
transformarse a si mismos, siendo conscientes de su propia identidad. A su vez, deben dejarse a
un lado la pretensión de lo que es elemental para unos, es un lujo para otros, todos somos iguales
y necesitamos alimento, techo, trabajo, dignidad, cultura y un sentimiento de pertenencia a la
ciudad y la sociedad.

ESTANISLAO ZULETA, LA AMISTAD Y EL SABER

Para este gran pensador colombiano lo que nos hace humanos es la mirada del otro, las
expectativas de otros y su aceptación en el mundo. Su filosofía critica la educación formal por ser
una manera mecánica de impartir conocimientos mediante una relación entre una persona que
sabe mucho y alguien que no sabe nada, ya que el saber es libertad y no una transmmision
autoritaria como se acostumbra en la educacion formal, por este motivo este ilustre pensador
deserto de la escuela muy temprano para dedicar su vida a la lectura y la conversación.

En una época donde había un énfasis en la especialización, el se intereso por diversas diciplinas
como filosofia, piscología, economía, ética, estética, entre otras, quería ser un hacedor de
puentes entre disciplinas como lo proclamaba Aldous Huxley. Para este pensador el objetivo del
pensamiento, la reflexión y la investigación no es mas que hallar o inventar cosas que sirvan para
vivir mejor individual y colectivamente, para percibir mejor el mundo y para entendernos mejor
con los otros. Por este motivo se deben dejar las vanas pretensiones del saber por la vanidad de
ser superiores a otros o adquirir poder sobre otros, modo de ver la educacion tan común en
occidente, como una competencia.

Estanislao al igual que otros pensadores como Fernando Gonzales, estaba menos interesado en
dejar un sistema que por convertir la vida entera en una apasionada aventura de exploración y de
descubrimento, es por este motivo que el dialogo siempre fue su mejor herramienta, pues de ese
contacto nace además de un texto y un sentido una relación humana. Este pensador hacia sentir a
todos que eran dignos del pensamiento, del arte, de la verdad, de la belleza, que podríamos
acercarnos a la cultura del mundo y hacerla nuestra, que no había privilegios para las castas mas
afortunadas o de cierto origen, que todos eran iguales y que solo creyendo en la dignidad de los
demás podremos acceder a una vida digna.