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Antanas Mockus, el mayor asesino de perros

BY SVCNOTICIAS ON 3 MARZO, 2018

Santiago Villarreal
Las incoherencias de los partidos políticos en Colombia no tiene límites. Los
partidos verdes en Europa se caracterizan por la protección del medio ambiente, la
ecología, los derechos humanos y los derechos de los animales. De allí nació la
corriente llamada hoy animalista.
Más o menos esa misma filosofía encarna la doctrina del partido Alianza Verde de
Colombia. Sin embargo, parece que a los directivos de ese partido se les olvidó el
ideario al escoger la cabeza de lista para el senado de la república al nominar al ex
alcalde de Bogotá Antanas Mockus.
Revisando la historia de cuando fue alcalde mayor de Bogotá (1995-1998), Mockus
lideró un programa sanitario con la Secretaría de Salud del Distrito bajo la dirección
de la señora Beatriz Londoño, que consistía en asesinar a todos los perros callejeros
de la capital de la república mediante el horroroso método de electrocutarlos.
El Centro de Zoonosis se convirtió por esos años en el sitio macabro desde donde
los verdugos de los caninos diseñaban operativos para capturar, acarrear y luego, en
una brutal ceremonia de tortura aplicar la muerte a los inocentes animales.
Pero lo más abominable de esta espantosa carnicería perruna fue que los
funcionarios de ese organismo, no contentos con capturar cuanto perro encontraban
en las calles, llegaron a cometer falsos positivos en su loca y diabólica persecución
contra los mejores amigos del hombre. Forzaban las puertas de los patios de las
casas de los barrios, y sacaban las mascotas que permanecían sueltas, muchas de
ellas con sus collares y otras amaradas para defender las entradas de las residencias.
Fue tan grande el escándalo que la Sociedad Mundial para la Protección Animal
(WSPA), envió al alcalde asesino una senda protesta escrita solicitando la
suspensión inmediata de la terrible matanza. Algo similar hizo la Asociación
Defensora de Animales (ADA) y el Instituto Nacional para el Bienestar Animal de
nuestro país. El escritor colombiano Fernando Vallejo, exiliado en México, también
se pronunció enérgicamente ante semejante canallada dirigida por el alcalde mayor
de Bogotá.
Como consecuencia del escándalo desatado, el asesino de perros (Antanas Mockus)
se vio en la obligación de suspender la macabra operación en octubre de 1996,
como lo registran los medios de comunicación de la época.
Son muchos los análisis que han hecho distintos profesionales de la sociología,
psicología, psiquiatría y antropología para tratar de escudriñar en la mentalidad de
este matemático las causas por las cuales se ensañó contra esta especie animal.
Algunos afirman que su origen judío pudiera ser la razón para actuar así pues es
sabido que esa etnia no gusta de los perros.
Pero es bueno que la ciudadanía se entere de estos tormentosos momentos de
nuestra historia para que a la hora de votar por la lista verde, por los menos los
animalistas y quienes adoran a los perros que somos la mayoría de los colombianos,
no cometan el error de votar por el mayor asesino de perros que registra la historia
colombiana: Antanas Mockus.

Cantabria
¡No bote su voto!
Autor: Anibal Vallejo Rendón
27 de Abril de 2010

Han pasado más de veinte años desde la promulgación de la Ley 84 de


1989 (Estatuto Nacional de Protección de los Animales) sin que se haya
podido lograr su reglamentación ni su actualización acorde con los cambios
generados en la relación de los humanos con los animales. Entre otros
infructuosos intentos está en trámite el Proyecto de Ley número 044 de
2009.

Esta época preelectoral ha sido aprovechada por políticos que en busca de


los votos de los desprevenidos ciudadanos, y sobre todo de las nuevas
generaciones, han marcado sus aspiraciones con algún tinte ecológico,
ambientalista, animalista, o de cualquier contenido de protección del medio
ambiente. Sus asesores ya no son ratones de biblioteca sino maus de
computadores que teclean cualquier tema referido para poderle dar
connotación a sus propuestas aun cuando estas sean estrapoladas de
otras culturas o de otras condiciones geográficas distantes a la nuestra. Y
en lugar de adecuar las normas existentes lo que se les ocurre es mayor
explotación con menores libertades.

El aspirante presidencial Gustavo Petro en desarrollo de su campaña, se


reunió con un grupo de ganaderos de Arauca y les habló de subsidiar la
alimentación del hato ganadero para reintegrar los potreros a programas de
reforestación y de cultivos a costa de reducir al mínimo el espacio del
ganado. Es decir, cambiar el pastoreo por la estabulación. En este afán
comercial los animales son convertidos en máquinas productoras y de un
encierro pasan a otro y de allí al matadero. Como el negocio que iniciaron
recientemente con el transporte de bovinos para el mercado asiático en
viajes de 23 días en alta mar. El primer envío fue de 2.825 machos
vendidos por los ganaderos de la Costa Atlántica, con destino a Beirut,
Líbano.

Semejante viaje en espacios reducidos, sin atender siquiera los postulados


de los bienestaristas. Tal propuesta es condenar al encerramiento perpetuo
a la ganadería de carne y de leche y reducir la vida animal a su mínima
expresión.

La aspirante que por conveniencia ahora es conservadora, Noemí Sanín,


no ha olvidado sus costumbres españolas, ya que gracias a los
emolumentos oficiales pudo “disfrutar” como los turistas, de las corridas de
toros, sacándole tiempo a tan agotadora representación diplomática. Acá
en Medellín su presencia en la temporada taurina pasó desapercibida y
para no perder su hábito taurino anda puyando a diestra y siniestra como si
así consiguiera mejorar su imagen esperando dar la estocada final a sus
contrincantes, las que siempre le resultan en barrena. Estocada cruzada o
atravesada la que le propinó a su opositor, colega en política y en
taurinismo, Juan Manuel Santos, quien le hizo el quite. Entre aficionados se
entienden.

El aspirante del partido con tinte verde, Antanas Mockus, no puede haber
olvidado cuando su Secretaria de Salud Beatriz Londoño permitió la
matanza de perros en el centro de Zoonosis de Engativá, la cual empezó a
las cinco de la mañana: “Cardozo entró en la celda del segundo lote de
caninos (que habían visto todo) y comenzó a trasladarlos a la jaula del
sacrificio. Como algunos se arrinconaban contra los barrotes y se
escondían, tomó del cuello a cuatro de ellos, los estrelló contra la pared y
los trasladó a la celda vecina. Otras dos personas sacaban con varillas y a
patadas a los que se apretujaban en el espacio que había entre las rejas y
un muro de baldosín que debía servir como comedero. Un ayudante se
paró frente a la celda, hizo un ademán de bajarse la cremallera del pantalón
y preguntó: ¿será que me electrocuto si meo encima de estos perros? (El
Tiempo, 29 de octubre de 1996).

Matanza que nunca fue sancionada. “Quienes son crueles para con los
animales, también lo son para con los hombres” Marguerite Yourcenar.

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