Professional Documents
Culture Documents
Orbitales
Un átomo con 3 (litio) y cuatro (berilio) electrones tendrá que ubicar el tercer y cuarto electrón
en el siguiente orbital, llamado 2s, el cual también solo acepta dos electrones.
Hibridación sp3
El átomo numérico de carbono tiene seis electrones: dos se ubican en el orbital 1s (1s²), dos
en el 2s (2s²) y los restantes dos en el orbital 2p (2p²). Debido a su orientación en el plano
tridimensional el orbital 2p tiene capacidad para ubicar 6 electrones: 2 en el eje de las x, dos
en el eje de las y y dos electrones en el eje de las z. Los dos últimos electrones del carbono
se ubicarían uno en el 2px, el otro en el 2py y el orbital 2pz permanece vacío (2px¹ 2py¹). El
esquema de lo anterior es (cada flecha un electrón):
Para satisfacer su estado energético inestable, un átomo de valencia como el del carbono,
con orbitales parcialmente llenos (2px y 2py necesitarían tener dos electrones) tiende a formar
enlaces con otros átomos que tengan electrones disponibles. Para ello, no basta
simplemente colocar un electrón en cada orbital necesitado. En la naturaleza, éste tipo de
átomos redistribuyen sus electrones formando orbitales híbridos. En el caso del carbono, uno
de los electrones del orbital 2s es extraído y se ubica en el orbital 2p z. Así, los cuatro últimos
orbitales tienen un electrón cada uno:
El estímulo para excitar al electrón del 2s al 2pz es aportado por el primer electrón en formar
enlace con un átomo con este tipo de valencia. Por ejemplo, el hidrógeno en el caso del
metano. Esto a su vez incrementa la necesidad de llenado de los restantes orbitales. Estos
nuevos orbitales híbridos dejan de ser llamados 2s y 2p y son ahora llamados sp3 (un poco
de ambos orbitales):
De los cuatro orbitales así formados, uno (25%) es proveniente del orbital s (el 2s) del
carbono y tres (75%) provenientes de los orbitales p (2p). Sin embargo todos se sobreponen
al aportar la hibridación producto del enlace. Tridimensionalmente, la distancia entre un
hidrógeno y el otro en el metano son equivalentes e iguales a un ángulo de 109°.
Hibridación sp2
Configuración de los
orbitales sp².
Los átomos que forman hibridaciones sp2 pueden formar compuestos con enlaces dobles.
Forman un ángulo de 120º y su molécula es de forma plana. A los enlaces simples se les
conoce como enlaces sigma (σ) y los enlaces dobles están compuestos por un enlace sigma
y un enlace pi ( ). Las reglas de ubicación de los electrones en estos casos, como el
alqueno etileno obligan a una hibridación distinta llamada sp2, en la cual un electrón del
orbital 2s se mezcla sólo con dos de los orbitales 2p: surge a partir o al unirse el orbital s con
dos orbitales p; por consiguiente, se producen tres nuevos orbitales sp2, cada orbital nuevo
produce enlaces covalentes
Tridimensionalmente, la distancia entre un hidrógeno y otro en algún carbono del etileno son
equivalentes e iguales a un ángulo de 120°.
Hibridación sp.
Forma y ángulos
Las formas de las moléculas enlazadas por hibridaciones de sus orbitales es forzada por los
ángulos entre sus átomos:
La IUPAC se fundó, a finales de la segunda década del siglo XX, por químicos de la industria
y del mundo académico. Durante casi ocho décadas la Unión ha tenido éxito creando las
comunicaciones mundiales en las ciencias químicas y uniendo a académicos, tanto a los
químicos de la industria como del sector público, en un idioma común. La IUPAC se ha
reconocido, durante mucho tiempo, como la máxima autoridad mundial en las decisiones
sobre nomenclatura química, terminología, métodos estandarizados para la medida, masas
atómicas y muchos otros datos evaluados de fundamental importancia. La Unión continúa
patrocinando reuniones internacionales al máximo nivel que van desde los simposios
científicos especializados a las reuniones con impacto social de la CHEMRAWN. Durante la
Guerra Fría, la IUPAC llegó a ser un importante instrumento para mantener el diálogo técnico
entre científicos de distintas nacionalidades a lo largo del mundo.
Historia
La IUPAC se fundó en 1919 por químicos tanto de sectores de la industria como de las
universidades que reconocieron la necesidad de establecer estándares globales en la
simbología y protocolos operacionales de la química. La normalización de masas, medidas,
nombres y símbolos es esencial para el éxito continuo de la empresa científica y para el
desarrollo y crecimiento del comercio internacional. Este deseo entre químicos por colaborar
en estos menesteres facilitó el trabajo internacional, pero una de las características iniciales
de la Unión fue la fragmentación de la comunidad. Incluso antes de la creación de la IUPAC
un grupo de su predecesora, la Asociación Internacional de Sociedades Químicas (IACS), se
había reunido en París en 1911 y había establecido un abanico de propuestas para el trabajo
que la nueva Asociación debía dirigir. Estos incluyeron las siguientes directrices:
Aunque el año 1911 pueda parecer una fecha temprana, en realidad, el primer impulso
internacional para organizar la nomenclatura química de los compuestos orgánicos (la
nomenclatura de Ginebra de 1892) nace a partir de una serie de reuniones internacionales, la
primera de las cuales fue organizada por Friedrich August Kekulé en 1860.
Las normas
La IUPAC es bien conocida por publicar los datos definitivos y más recientes relativos a
masas atómicas que son ciertas y abundancias isotópicas. También publica una amplia
variedad de otros datos de gran valor para químicos e ingenieros del sector. Por ejemplo:
Las tablas [termodinámica] internacionales del estado fluido del mundo. Un volumen
reciente en esta directriz proporciona los datos sobre el metanol. Esta forma de actuar
es muy apropiada en un momento en el que los usos de esta sustancia se están
extendiendo con rapidez, como resultado de la legislación medioambiental vigente que
fomenta el uso de combustibles más limpios.
En geometría y cristalografía las redes de Bravais son una disposición infinita de puntos
discretos cuya estructura es invariante bajo cierto grupo de traslaciones. En la mayoría de
casos también se da una invariancia bajo rotaciones o simetría rotacional. Estas propiedades
hacen que desde todos los nodos de una red de Bravais se tenga la misma perspectiva de la
red. Se dice entonces que los puntos de una red de Bravais son equivalentes.
Mediante teoría de grupos se ha demostrado que sólo existe una única red de Bravais
unidimensional, 5 redes bidimensionales y 14 modelos distintos de redes tridimensionales.
Para generar éstas normalmente se usa el concepto de celda primitiva. Las celdas
unitarias, son paralelogramos (2D) o paralelepípedos (3D) que constituyen la menor
subdivisión de una red cristalina que conserva las características generales de toda la
retícula, de modo que por simple traslación de la misma, puede reconstruirse la red al
completo en cualquier punto.
donde {a1,..., an} es una base en el espacio Rn. Puede haber diferentes bases que generen la
misma red pero el valor absoluto del determinante de los vectores ai vendrá siempre
determinado por la red por lo que se lo puede representar como d(R).
Las celdas unitarias se pueden definir de forma muy simple a partir de dos vectores (2D) o
tres vectores (3D). La construcción de la celda se realiza trazando las paralelas de estos
vectores desde sus extremos hasta el punto en el que se cruzan. Existe un tipo de celda
unitaria que se construye de un modo distinto y que presenta ciertas ventajas en la
visualización de la red ya que posee la misma simetría que la red, es la celda de Wigner-
Seitz. Una celda unitaria se caracteriza principalmente por contener un único nodo de la red
de ahí el adjetivo de "unitaria". Si bien en muchos casos existen distintas formas para las
celdas unitarias de una determinada red el volumen de toda celda unitaria es siempre el
mismo.
En ocasiones resulta más sencillo construir otro tipo de celdas que sin ser unitarias describen
mejor la estructura de la red que tratamos. Este tipo de celdas se denominan celdas
convencionales. Éstas tienen, a su vez, sus propios parámetros de red y un volumen
determinado.
Todas estas celdas se consideran celdas primitivas ya que son capaces de cubrir todo el
espacio mediante traslaciones sin que queden huecos ni solapamientos. Sus diferencias o
características son las siguientes:
Parámetro de red: Es la longitud de los lados de la celda unitaria. Puede haber tan solo uno,
dos o hasta tres parámetros de red distintos dependiendo del tipo de red de bravais que
tratemos. En las estructuras más comunes se representa con la letra a y con la c en caso de
haber dos.
Nodos o átomos por celda: Tal y como dice el nombre es el número de nodos o átomos
que posee cada celda. Una celda cuadrada, por ejemplo, poseerá un nodo por celda ya que
cada esquina la comparte con cuatro celdas más. De hecho si una celda posee más de un
nodo de red es que no es unitaria, en cambio si posee más de un átomo por celda pudiera
ser que estuviésemos en una celda unitaria pero con una base atómica de más de un átomo.
Factor de empaquetamiento: Fracción del espacio de la celda unitaria ocupada por los
átomos, suponiendo que éstos son esferas sólidas.
Densidad: A partir de las características de la red, puede obtenerse la densidad teórica del
material que conforma la red mediante la siguiente expresión.
Volumen de la celda unitaria primitiva: Toda celda unitaria tiene el mismo volumen
representado por la siguiente fórmula. Donde a son los vectores de la
base de la red.
REDES BIDIMENSIONALES
Según los ángulos y la distancia entre los nodos se distinguen 5 redes distintas.
Redes tridimensionales
En función de los parámetros de la celda unitaria, longitudes de sus lados y ángulos que
forman, se distinguen 7 sistemas cristalinos.
P: Celda primitiva o simple en la que los puntos reticulares son sólo los vértices del
paralelepípedo.
F: Celda centrada en las caras, que tiene puntos reticulares en las caras, además de
en los vértices. Si sólo tienen puntos reticulares en las bases, se designan con las
letras A, B o C según sean las caras que tienen los dos puntos reticulares.
I: Celda centrada en el cuerpo que tiene un punto reticular en el centro de la celda,
además de los vértices.
C: Primitiva con ejes iguales y ángulos iguales ó hexagonal doblemente centrada en el
cuerpo, además de los vértices.
Combinando los 7 sistemas cristalinos con las disposiciones de los puntos de red
mencionados, se obtendrían 28 redes cristalinas posibles. En realidad, como puede
demostrarse, sólo existen 14 configuraciones básicas, pudiéndose el resto obtener a partir de
ellas. Estas estructuras se denominan redes de Bravais.
Triclínico (a ≠ b ≠ c y α ≠ β ≠ γ )
El volumen de un paralelepípedo cuyos lados sean vectores , , está dado por el triple
producto escalar:
Por lo tanto:
Monoclínico simple
Monoclínico centrado
Se caracteriza porque la celda unidad de la red cristalina tiene la forma geométrica con los
tres ángulos rectos, mientras que las tres aristas de dicha celda unidad tienen todas
longitudes diferentes. Los tres vectores que definen la celda es lo que en matemáticas se
denominan mutuamente ortogonales. La caraterísticas que lo distingue de los otros seis
sistemas cristalinos es que, o bien tiene tres ejes binarios o bien un sólo eje binario con tres
planos de simetría.
Piramidal
Diesfenoidal
Dipiramidal
Tipos
Diesfenoidal
Piramidal
Dipiramidal
Escalenohedral
Piramidal Ditetragonal
Trapezohedral
Dipiramidal-Ditetragonal
Romboedrico (trigonal)
El sistema cristalino cúbico, también llamado isométrico, es uno de los siete sistemas
cristalinos existentes en cristalografía. Es común en muchos minerales, como por ejemplo en
la pirita o la galena.
Se caracteriza porque la celda unidad de la red cristalina tiene la forma geométrica de cubo,
ya que tiene los tres ángulos rectos y las tres aristas de la celda iguales. La caraterísticas
que lo distingue de los otros seis sistemas cristalinos en la presencia de 4 ejes de simetría
ternarios.
Tipos
Cúbico simple
Cúbico centrado
Tetratoidal1
Diploidal
Hextetrahedral
Gyroidal
Hexoctahedral
Teoría del enlace de valencia
Historia
En 1916, G.N. Lewis propuso que un enlace químico se forma por la interacción de dos
electrones compartidos enlazadas, con la representación de moléculas según la estructura
de Lewis. En 1927, fue formulada la teoría de Heitler-London, que permitió por primera vez el
cálculo de las propiedades del enlace de la molécula de dihidrógeno (H2), basado en
consideraciones de mecánica cuántica. Específicamente, un día, después de una larga
siesta, Walter Heitler imaginó cómo podría usar la ecuación de onda de Schrödinger (1925)
para mostrar cómo pueden unirse las funciones de onda de dos átomos de hidrógeno, con
más, menos, y términos de intercambio (canje), para formar un enlace covalente. Llamó a su
asociado Fritz London y trabajaron los detalles de la teoría en el curso de la noche. 2
Posteriormente, Linus Pauling usó las ideas de pares enlazantes de Lewis junto con la teoría
de Heitler-London para desarrollar otros dos conceptos claves en la teoría EV: resonancia
(1928) e hibridación de orbitales (1930). Según Charles Coulson, autor del aclamado libro de
1952, Valence, este período marca el nacimiento de la "teoría de enlace de valencia
moderna", en contraste con las viejas teorías de enlace de valencia, que son esencialmente
teorías electrónicas de valencia, expresadas en términos pre-mecánico-ondulatorios. La
teoría de resonancia fue criticada como imperfecta por los químicos soviéticos en la década
de 1950.3
Teoría
Una estructura de enlace de valencia es similar a una estructura de Lewis, sin embargo,
pueden escribirse varias estructuras de enlace de valencia donde no puede escribirse sólo
una estructura de Lewis. Cada una de estas estructuras de EV representa a una estructura
de Lewis específica. La combinación de las estructuras de enlace de valencia es el punto
principal de la teoría de resonancia. La teoría del enlace de valencia considera que el
solapamiento de orbitales atómicos de los átomos participantes forma un enlace químico.
Debido al traslape, es más probable que los electrones estén en la región del enlace. La
teoría del enlace de valencia considera a los enlaces como orbitales débilmente apareados
(traslape pequeño). Típicamente, la teoría del enlace de valencia es más fácil de emplear en
moléculas en el estado basal.
Por ejemplo en el caso de la molécula F2, el enlace F-F está formado por el traslape de
orbitales p de dos átomos de flúor diferentes, cada uno conteniendo un electrón
desapareado. Dado que la naturaleza de los orbitales es diferente en las moléculas de H 2 y
F2, la fuerza de enlace y la longitud de enlace diferirán en ambas moléculas.
En una molécula de HF, el enlace covalente está formado por el traslape del orbital 1s del H
y 2p del F, cada uno conteniendo un electrón desapareado. La compartición mutua de los
eletrones entre H y F resulta en la formación de un enlace covalente entre ambos.
Teoría de los orbitales moleculares
Los coeficientes cij pueden ser determinados numéricamente por sustitución de esta
ecuación por la de Schrödinger y la aplicación del principio variacional. Este método se llama
combinación lineal de órbitas atómicas y se utiliza en la química computacional. Una
transformación unitaria adicional puede ser aplicada en el sistema para acelerar la
convergencia en algunos combinaciones computacionales. La teoría de los orbitales
moleculares ha sido vista como competidor de la Teoría del Enlace de Valencia en los años
30', pero se descubrió después que los dos métodos están íntimamente relacionados y que
cuando son extendidos son equivalentes.
Según la Teoría de los Orbitales Moleculares, los enlaces covalentes de las moléculas se
forman por solapamiento de orbitales atómicos, de manera que los nuevos orbitales
moleculares pertenecen a la molécula entera y no a un solo átomo. Durante la formación de
un enlace, los orbitales atómicos se acercan y comienzan a solaparse, liberando energía a
medida que el electrón de cada átomo es atraído por la carga positiva del núcleo del otro
átomo. Cuanto mayor sea el solapamiento, mayor será el desprendimiento de energía y, por
lo tanto, menor será la energía del orbital molecular. Si el proceso de aproximación de los
átomos continúa, los núcleos atómicos pueden llegar a repelerse mutuamente, lo que hace
que la energía del sistema aumente. Esto significa que la máxima estabilidad (mínima
energía) se alcanza cuando los núcleos se encuentran a una distancia determinada que se
conoce como longitud de enlace.2
En química cuántica, los orbitales moleculares son los orbitales (funciones matemáticas) que
describen el comportamiento ondulatorio que pueden tener los electrones en las moléculas.
Estas funciones pueden usarse para calcular propiedades químicas y físicas tales como la
probabilidad de encontrar un electrón en una región del espacio. El término orbital fue
utilizado por primera vez en inglés por Robert S. Mulliken en 1925 como una traducción de la
palabra alemana utilizada por Erwin Schrödinger,'Eigenfunktion'. Desde entonces se
considera un sinónimo a la región del espacio generada con dicha función. Los orbitales
moleculares se construyen habitualmente por combinación lineal de orbitales atómicos
centrados en cada átomo de la molécula. Utilizando métodos de cálculo de la estructura
electrónica, como por ejemplo, el método de Hartree-Fock se pueden obtener de forma
cuantitativa.
Al enlazar dos átomos, los orbitales atómicos se fusionan para dar orbitales moleculares :
Enlazantes: De menor energía que cualquiera de los orbitales atómicos a partir de los
cuales se creó. Se encuentra en situación de atracción, es decir, en la región
internuclear. Contribuyen al enlace de tal forma que los núcleos positivos vencen las
fuerzas electrostáticas de repulsión gracias a la atracción que ejerce la nube
electrónica de carga negativa que hay entre ellos hasta una distancia dada que se
conoce como longitud de enlace.
Antienlazantes: De mayor energía, y en consecuencia, en estado de repulsión.
1. Orbitales σ enlazantes: Combinación de orbitales atómicos s con p (s-s p-p s-p p-s).
Enlaces "sencillos" con grado de deslocalización muy pequeño. Orbitales con
geometría cilíndrica alrededor del eje de enlace.
2. Orbitales π enlazantes: Combinación de orbitales atómicos p perpendicuales al eje
de enlace. Electrones fuertemente deslocalizados que interaccionan fácilmente con el
entorno. Se distribuyen como nubes electrónicas por encima y debajo del plano de
enlace.
3. Orbitales σ* antienlazantes: Versión excitada (de mayor energía) de los enlazantes.
4. Orbitales π* antienlazantes: Orbitales π de alta energía.
5. Orbitales n: Para moléculas con heteroátomos (como el N o el O, por ejemplo). Los
electrones desapareados no participan en el enlace y ocupan este orbital.
Los orbitales moleculares se "llenan" de electrones al igual que lo hacen los orbitales
atómicos:
Por orden creciente del nivel de energía: Se llenan antes los orbitales enlazantes
que los antienlazantes, siguiendo entre estos un orden creciente de energía. La
molécula tenderá a rellenar los orbitales de tal modo que la situación energética sea
favorable.
Siguiendo el principio de exclusión de Pauli: Cuando se forman los orbitales
moleculares estos podrán albergar como máximo dos electrones, teniendo estos
espines distintos.
Aplicando la regla de máxima multiplicidad de Hund: Los orbitales moleculares
degenerados (con el mismo nivel de energía) tienden a repartir los electrones
desapareándolos al máximos (espines paralelos). Esto sucede para conseguir
orbitales semillenos que son más estables que una subcapa llena y otra vacía debido
a las intensas fuerzas repulsivas entre los electrones. Gracias a ello podemos dar
explicaciones a propiedades de ciertas moléculas como el paramagnetismo del
oxígeno molecular (el orbital más externo de la molécula tiene electrones
desapareados que interaccionan con un campo magnético)
Según estas reglas se van completando los orbitales. Una molécula será estable si sus
electrones se encuentran de forma mayoritaria en orbitales enlazantes y será inestable si se
encuentran en orbitales antienlazantes:
Cuando una gran cantidad de átomos se unen, como en las estructuras sólidas, el número de
orbitales de valencia (los niveles de energía más altos) es tan grande y la diferencia de
energía entre cada uno de ellos tan pequeña que se puede considerar como si los niveles de
energía conjunta formaran bandas continuas más que niveles de energía como ocurre en los
átomos aislados. Sin embargo, debido a que algunos intervalos de energía no contienen
orbitales, independiente del número de átomos agregados, se crean ciertas brechas
energéticas entre las diferentes bandas.
Dentro de una banda los niveles de energía son tan numerosos que tienden a considerarse
continuos si se cumplen dos hechos:
Bandas de energía
La banda de valencia (BV): está ocupada por los electrones de valencia de los
átomos, es decir, aquellos electrones que se encuentran en la última capa o nivel
energético de los átomos. Los electrones de valencia son los que forman los enlaces
entre los átomos, pero no intervienen en la conducción eléctrica.
La banda de conducción (BC): está ocupada por los electrones libres, es decir,
aquellos que se han desligado de sus átomos y pueden moverse fácilmente. Estos
electrones son los responsables de conducir la corriente eléctrica.
En consecuencia, para que un material sea buen conductor de la corriente eléctrica debe
haber poca o ninguna separación entre la BC y la BV (que pueden a llegar a solaparse), de
manera que los electrones puedan saltar entre las bandas. Cuando la separación entre
electrones sea mayor, el material se comportará como un aislante. En ocasiones, la
separación entre bandas permite el salto entre las mismas de solo algunos electrones. En
estos casos, el material se comportará como un semiconductor. Para que el salto de
electrones entre bandas en este caso se produzca deben darse alguna o varias de las
siguientes situaciones: que el material se encuentre a altas presiones, a una temperatura
elevada o se le añadan impurezas (que aportan más electrones).
Entre la banda de valencia y la de conducción existe una zona denominada banda prohibida
o gap, que separa ambas bandas y en la cual no pueden encontrarse los electrones.
El comportamiento de los electrones está regido por las leyes de la mecánica cuántica, por lo
tanto:
Los electrones no pueden tener cualquier nivel de energía: los estados de energía
están cuantificados. A un conjunto de niveles de energía muy cerca entre sí se lo
denomina banda de energía y se la considera continua.
No todas las bandas se ocupan uniformemente, sino que algunas tienen más
probabilidades de ser ocupadas que otras, incluso hay bandas totalmente
desocupadas, o sea que la probabilidad de que un electrón tenga ese nivel de energía
es nula o muy cercana a cero.
Modelo simple
Supóngase una red cristalina formada por átomos de silicio. Cuando los átomos están
aislados, el orbital s (2 estados con dos electrones) y el orbital p (6 estados con 2 electrones
y cuatro vacantes) tendrán una cierta energía Es y Ep respectivamente (punto A). A medida
que disminuye la distancia interatómica comienza a observarse la interacción mutua entre los
átomos, hasta que ambos orbitales llegan a formar, por la distorsión creada, un sistema
electrónico único. En este momento se tienen 8 orbitales híbridos sp³ con cuatro electrones y
cuatro vacantes (punto B).
Si se continúa disminuyendo la distancia interatómica hasta la configuración del cristal,
comienzan a interferir los electrones de las capas internas de los átomos, formándose
bandas de energía (punto Z). Las tres bandas de valores que se pueden distinguir son:
Los electrones no se distribuyen uniformemente en las diferentes bandas, sino que algunas
son más probables a ser ocupadas que otras. La probabilidad de ocupación de las bandas
está dada por la estadística de Fermi-Dirac, y el parámetro más importante es la energía de
Fermi.
Paramagnetismo
Prueba magnética
Este alineamiento de los dipolos magnéticos atómicos con un campo externo tiende a
fortalecerlo. Esto se describe por una permeabilidad magnética superior a la unidad, o, lo que
es lo mismo, una susceptibilidad magnética positiva y muy pequeña.
Los materiales paramagnéticos sufren el mismo tipo de atracción y repulsión que los imanes
normales, cuando están sujetos a un campo magnético. Sin embargo, al retirar el campo
magnético, la entropía destruye el alineamiento magnético, que ya no está favorecido
energéticamente. Es decir, los materiales paramagnéticos son materiales atraídos por
imanes, pero no se convierten en materiales permanentemente magnetizados. Algunos
materiales paramagnéticos son: aire, aluminio, magnesio, titanio y wolframio.
Ley de Curie
es la magnetización resultante,
Esta ley indica que los materiales paramagnéticos tienden a volverse cada vez más
magnéticos al aumentar el campo aplicado, y cada vez menos magnéticos al elevarse la
temperatura.
La ley de Curie sólo es aplicable a campos bajos o temperaturas elevadas, ya que falla en la
descripción del fenómeno cuando la mayoría de los momentos magnéticos se hallan
alineados (cuando nos acercamos a la saturación magnética). En este punto, la respuesta
del campo magnético al campo aplicado deja de ser lineal. Llegado al punto de saturación, la
magnetización es la máxima posible, y no crece más, independientemente de que se
aumente el campo magnético o se reduzca la temperatura.
Los materiales paramagnéticos están constituidos por átomos y moléculas que tienen
momentos magnéticos permanentes ("dipolos" magnéticos) incluso en ausencia de campo.
Estos momentos magnéticos tienen su origen en los espines de electrones desapareados en
de los orbitales moleculares presentes en muchos metales y materiales paramagnéticos.
Esto tiene consecuencias cuando sobre dicho material se aplica un campo magnético.
Puesto que un espín alineado con el campo tienen menos energía que los anti-alineados y la
energía conjunta de todos los electrones libres debe sumar aproximadamente la energía de
Fermi, mantener esa energía constante implica que algunos átomos anti-alineados deben
alinearse con el campo. En ausencia de campo las poblaciones de espines alineados y anti-
alineados es más o menos la misma, pero en presencia de campo debe aumentar el número
de alineados y decrecer el número de desalineados. Como el número de momentos
magnéticos alineados finalmente supera al de anti-alineados existe una magnetización neta
que produce un campo magnético que se suma al campo magnético externo.
Diamagnetismo
Materiales diamagnéticos
Las sustancias, son en su gran mayoría, diamagnéticas, puesto que todos los pares de
electrones con espín opuesto contribuyen débilmente al diamagnetismo, y sólo en los casos
en los que hay electrones desparejados existe una contribución paramagnética (o más
compleja) en sentido contrario.
El término se aplica de una forma tan amplia que ha perdido buena parte de su significado.
No sólo se aplica a las industrias de silicatos (grupo de minerales de mayor abundancia,
pues constituyen más del 95% de la corteza terrestre), sino también a artículos y
recubrimientos aglutinados por medio del calor, con suficiente temperatura como para dar
lugar al sinterizado. Este campo se está ampliando nuevamente incluyendo en él a cementos
y esmaltes sobre metal.
Historia
La historia de la cerámica va unida a la historia de casi todos los pueblos del mundo. Abarca
sus mismas evoluciones y fechas y su estudio está unido a las relaciones de los seres
humanos que han permitido el progreso de este arte.
Según las teorías difusionistas, los primeros pueblos que iniciaron la elaboración de
utensilios de cerámica con técnicas más sofisticadas y cociendo las piezas en hornos fueron
los chinos. Desde China pasó el conocimiento hacia Corea y Japón por el Oriente, y hacia el
Occidente, a Persia y el norte de África hasta llegar a la Península Ibérica. En todo este
recorrido, las técnicas fueron modificándose. Esto fue debido a ciertas variantes; una de ellas
fue porque las arcillas eran diferentes. En China se utilizaba una arcilla blanca muy pura, el
caolín, para elaborar porcelana, mientras que en Occidente estas arcillas eran difíciles de
encontrar. Otras variantes fueron los motivos decorativos y los diferentes métodos utilizados
para la cocción.
El invento del torno de alfarero, ya en la Edad de los Metales, vino a mejorar su elaboración y
acabado, como también su cocción al horno que la hizo más resistente y amplió la gama de
colores y texturas. En principio, el torno era solamente una rueda colocada en un eje vertical
de madera introducido en el terreno, y se la hacía girar hasta alcanzar la velocidad necesaria
para elaborar la pieza. Poco a poco fue evolucionando, se introdujo una segunda rueda
superior y se hacía girar el torno mediante un movimiento del pie; posteriormente se añadió
un motor, que daba a la rueda diferente velocidad según las necesidades.
A menudo la cerámica ha servido a los arqueólogos para datar los yacimientos e, incluso,
algunos tipos de cerámica han dado nombre a culturas prehistóricas. Uno de los primeros
ejemplos de cerámica prehistórica es la llamada cerámica cardial. Surgió en el Neolítico,
debiendo su denominación a que estaba decorada con incisiones hechas con la concha del
cardium edule, una especie de berberecho. La cerámica campaniforme, o de vaso
campaniforme, es característica de la edad de los metales y, más concretamente, del
calcolítico, al igual que la cerámica de El Argar (argárica) lo es de la Edad del Bronce.
Los ceramistas griegos trabajaron la cerámica influenciados por las civilizaciones del Antiguo
Egipto, Canaán y Mesopotamia. Crearon recipientes con bellas formas que cubrieron de
dibujos que narraban la vida y costumbres de su época. La estética griega fue heredada por
la Antigua Roma y Bizancio, que la propagaron hasta el Extremo Oriente. Se unió después a
las artes del mundo islámico, de las que aprendieron los ceramistas chinos el empleo del
bello azul de cobalto.
Desde el norte de África penetró el arte de la cerámica en la Península Ibérica, dando pie a la
creación de la loza hispano-morisca, precedente de la cerámica mayólica con esmaltes
metálicos, de influencia persa, y elaborada por primera vez en Europa en Mallorca (España),
introducida después con gran éxito en Sicilia y en toda Italia, donde perdió la influencia
islámica y se europeizó.
GLOSARIO
ENERGETICO: adj. De la energía o relativo a ella. Que produce energía. Ciencia que trata
de la energía.
DIRECTRIZ: es una norma o una instrucción que se tiene en cuenta para realizar una cosa.
También se trata de aquello que fija cómo se producirá algo.
CRISTALINO: adj. Del cristal o relativo a el. Parecido al cristal. m. anat. Cuerpo de forma
esférica lenticular situado detrás de la pupila del ojo.
CRISTALOGRAFICO: f. Ciencia que describe las formas que toman los cuerpos al
cristalizar.
PARALELEPIPEDO: Forma sólida con seis caras de forma que todas las caras opuestas
son paralelas. En un paralelepípedo, las seis caras son paralelogramos. Si las caras son
rectángulos, se le llama paralelepípedo rectangular. Si las caras son cuadrados, es un cubo.
MONOCLINICA: Díc del sistema cristalino que se caracteriza por tener un eje de simetría, un
eje binario y un plano perpendicular.
DIATOMICO: Díc. del cuerpo simple cuyo peso molecular es doble del peso atómico. Díc. de
la molécula formada por dos átomos.
SUBCAPA: Subcapa o subnivel es el orbital o conjunto de orbitales del mismo tipo que hay
en una capa o nivel.
BIBLIOGRAFIA
http://es.wikipedia.org/wiki/Hibridaci%C3%B3n_%28biolog%C3%ADa_molecular%29
http://es.wikipedia.org/wiki/Uni%C3%B3n_Internacional_de_Qu%C3%ADmica_Pura_y_
Aplicada
http://es.wikipedia.org/wiki/Redes_de_Bravais
http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_del_enlace_de_valencia
http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_de_los_orbitales_moleculares
http://es.wikipedia.org/wiki/Orbital_molecular
http://es.wikipedia.org/wiki/Paramagnetismo
http://es.wikipedia.org/wiki/Diamagnetismo
http://es.wikipedia.org/wiki/Ceramica