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DE PER FECCION
Y

WIRNUDES (CNRSNANASo
SU AUT OR

EL PADRE AIL ONSO RODRIGUEZ


DE LA coMPARÍA DE uesus, NATURAL DE VALLADOLID.

DIVIDIDO EN TRES PARTES.

PARTE SEGUNDA •

DE VARIOS MEDIOS PARA ALCANZAR


LA VIRTUD Y PER FECCION.

BARCIELONA:

IMPRENTA DE ID, VALERO SIERRA Y MARTI,

AÑo DE 1854.
DE LOS TRATADOS Y CAPÍTULOS QUE SE
CONTIENEN EN ESTA SEGUNDA PARTE.

Tratado primero, de la mortificacion.

Carrulo PRIMERo. Que es menester uno de mortificarse, que el tratar de


juntar la mortificacion con la ora eso, 34.
cion, y que estas dos cosas se han de Cap. 11. Comienzase á tratar del ejer
ayudar la una á la otra. Página 1. cicio de mortificacion, 37.
Cap. 2. En que consiste la mortificacion; Cap. 12. Como se ha de ir poniendo en
y de la necesidad que de ella tene práctica el ejercicio de mortificacion,
mos, 7. 4o.
Cap. 3. Que es de los mayores castigos Cap. 13. Como nos habemos de morti
de Dios, el entregar á uno á sus ape ficar en las cosas lícitas; y tambien en
titos y deseos, dejándole que se vaya las cosas necesarias, 43.
tras ellos, 1 1. Cap. 14. Que principalmente nos habe
Cap. 4. Del odio santo de sí mismo, mos de mortificar en aquel vicio ó pa
y del espíritu de mortificacion y pe sion que reina mas en nosotros, y mos
mitencia que de él nace, 13. hace caer en mayores faltas, 47.
Cap. 5. Que nuestro aprovechamiento y Cap. 15. Que no habemos de dejar las
perfeccion está en la mortificacion, mortificaciones en cosas pequeñas: y
I O. cuan provechosas y agradables sean á
Cap. 6. Que á los Religiosos, y espe Dios estas mortificaciones, 49.
cialmente á los que tratan con próji Cap. 16. Del mal y daño que se sigue de
mos, les es mas particularmente ne menospreciar las mortificaciones en
cesaria la mortificacion, 18. cosas pequeñas, 52.
Cap. 7. De dos maneras que hay de Cap. 17. En que se ponen tres avisos
mortificacion y penitencia: y como importantes en esta materia, 54.
ambas las abraza y usa la Compañia, Cap. 18. Que por bueno y aprovechado
2O.
que sea uno, siempre tiene necesidad
Cap. 8. Que la mortificacion no es odio, de ejercitarse en la mortificacion, 59.
sino verdadero amor no solo de nues Cap. 19. De dos medios que nos harán
tra ánima, sino tambien de nuestro fácil y suave el ejercicio de la mortí
mismo cuerpo, 29. ficacion, que son la gracia del Señor,
Cap. 9. Que el que no trata de mortifi y su santo amor, 62.
carse, no solo no vive vida espiritual, Cap. 2o. De otro medio que nos facili
pero ni racional, 32. tará y hará gustoso el ejercicio de la
Cap. 1o. Que es mayor trabajo no tratar mortificacion, que es la esperanza del
INDICE.

galardon, 66. Cap. 14. De otra razon muy principal,


Cap. 21. En que se confirma con algu por la cual nos conviene mucho, que
nos ejemplos lo dicho en el capítulo nuestras pláticas y conversaciones con
pasado, 69. los prójimos sean de Dios, 119.
Cap. 22. De otro medio que nos ayu
dará y hará fácil el ejercicio de la
mortificacion, que es el ejemplo de Tratado tercero, de la virtud de la
Cristo nuestro Redentor, 71. humildad.
Cap. 23. De tres grados de mortificacion,
74. CAPÍTULo 1. De la escelencia de la vir
tud de la humildad, y de la nece
Tratado segundo, de la modestia y sidad que de ella tenemos, 123.
silencio. Cap. 2. ¿ la humildad es fundamento
de todas las virtudes, 126.
CAPÍTULo 1. Cuan necesaría es la mo Cap. 3. En que se declara mas en par
destia para edificar y aprovechar á ticular, como la humildad es funda—
nuestros prójimos, 8. mento de todas las virtudes, dis
Cap. 2. Cuan necesaria es la modestia iendo por las mas principales,
para nuestro propio aprovechamien I2O.

to, 82. Cap. 4. De la necesidad particular que


Cap. 3. Del engaño de algunos que ha tienen de esta virtud, los que profe
cen poco caso de estas cosas esterio san ayudar á la salvacion de los pró
res, diciendo, que no está en eso la jimos, 132. -

perfeccion, 84. Cap. 5. Del primer grado de humildad,


Cap. 4. Del silencio, y de los bienes y que es tenerse uno en poco y sentir
provechos grandes que hay en él, 87. bajamente de sí mismo, 14o.
Cap. 5. Que el silencio es un medio muy Cap. 6. Del propio conocimiento, que
importante para ser hombres de ora es la raíz, y el medio único y nece
cion, 9o. sario para alcanzar la humildad,
Cap. 6. Que el silencio es un medio muy 142. -

principal para aprovechar y alcanzar Cap. 7. De un medio muy principal


la perfeccion, 92. - para conocerse el hombre á sí mis
Cap. 7. Que andar uno con modestia, mo , y alcanzar la humildad, que es
silencio y recogimiento, no es vida la consideracion de sus pecados,
triste, sino alegre, 95. 145.
Cap. 8. De las circunstancias que habe Cap. 8. Como nos habemos de ejercitar
mos de guardar en el hablar, 96. en el propio conocimiento para no
Cap. 9. Del vicio de la murmuracion, desmayar ni desconfiar, 148.
1o3. Cap. 9. ¿ los bienes y provechos gran
Cap. 1o. Que no habemos de dar oidos des que hay en el ejercicio del propio
a murmuraciones, Io7. conocimiento, 151.
Cap. 11, Que nos habemos de guardar Cap. 1o. Que el propio conocimiento
de todo género de mentiras, 11o. no causa desmayo, sino antes ánimo
Cap. 12. Que nos habemos de guardar y fortaleza, 154.
de palabras juglares y ridículas, de Cap. 11. De otros bienes y provechos
decir gracias y donaires, 12. grandes que hay en el ejercicio del
Cap. 13. Que nuestras pláticas y con propio conocimiento, 156.
versaciones han de ser de Dios: y al C. 12. Cuanto conviene ejercitarnos en
gunos medios que nos ayudarán pa muestro propio conocimiento, 158.
ra esto, 1 15. Cap. 13. Del segundo grado de humil
INDICE.

dad. Declarase en que consiste este humildad, 2 13.


grado, 162. Cap. 29. Como con la humildad se pue
Cap. 14. De algunos ¿ escalones de compadecer el querer ser tenidos
por donde habemos de subirá la per y estimados de los hombres, 2 18.
feccion de este segundo grado de hu Cap. 3o. Del tercero grado de humil
mildad, 166. dad, 225.
Cap. 15. Del cuarto escalon, que es de Cap. 31. Declarase en que consiste el
sear ser despreciados y tenidos en tercero grado de humildad, 23o.
poco, y holgarnos con ello, 17o. Cap. 32. Declarase mas lo sobre dicho,
Cap. 16. Que la perfeccion de la humil 232.
dad y de las demas virtudes, está en Cap. 33. Declarase mas el tercero gra
hacer sus actos con deleite y gusto, y do de humildad, y que de ahí nace
cuanto importa esto para perseverar que el verdadero humilde se tiene en
en la virtud, 173. menos que todos, 234.
Cap. 17. Declarase mas la perfeccion á Cap. 34. Como los buenos y los santos
que habemos de procurar subir en es pueden con verdad tenerse en menos
te segundo grado de humildad, 176. que todos, y decir que son los mayo
Cap. 18. De algunos medios para e. res pecadores del mundo, 238.
zar este segundo grado de humildad, Cap. 35. Que este tercero grado de hu
y particularmente del ejemplo de mildad es medio para vencer todas las
Cristo nuestro Señor, 179. tentaciones, y alcanzar la perfeccion
Cap. 19. De algunas razones y consi de todas las virtudes, 243.
deraciones humanas de que nos ha Cap. 36. Que la humildad no es contra
nos
IO2.
de ayudar para ser humildes, ria á la magnanimidad; antes es fun
damento y causa de ella, 246.
Cap. 2o. De otras razones humanas que Cap. 37. De otros bienes y provechos
nos ayudan para ser humildes, 184. grandes que hay en este tercero grado
Cap. 2 . Que el camino cierto para ser de humildad, 151.
uno tenido y estimado de los hom Cap. 38. De los favores y mercedes gran
bres, es darse á la virtud y á la hu des que hace Dios á los humildes; y
mildad, 187. que es la causa porque los levantó
Cap. 22. Que la humildad es medio tanto, 254.
para alcanzar la paz interior del al Cap. 39. Cuanto nos importa acogernos
ma, y que sin ella nunca la tendre á la humildad para suplir con ella lo
mOS, IQI. que nos falta de virtud y perfeccion;
Cap. 23. ¿ otro género de medios mas para que no mos ¿? y castigue
eficaces para la virtud de la humildad, os, 257.
que es el ejercicio de ella, 195. Cap. 4o. En que se confirma lo dicho
Cap. 24. Confirmase lo dicho con al con algunos ejemplos, 263.
gunos ejemplos, 2oo.
Cap. 25. Del ejercicio de humildad que
tenemos en la Religion, 2o5. Tratado cuarto, de las tentaciones.
Cap. 26. Que nos habemos de guardar
de hablar palabras que puedan re CAPÍTULo 1. Que en esta vida no han de
dundar en muestro loor, 2 o7. faltar tentaciones, 265.
Cap. 27. Como nos habemos de ejerci Cap. 2. Como unos son tentados al
tar en la oracion en este segundo gra principio de su conversion, otros des
do de humildad, 2 1o. pues, 268.
Cap. 28. Como habemos de traer el Cap. 3. Por qué quiere el Señor que
examen particular de la virtud de la tengamos tentaciones; y de la utili
INDICE.

dad y provecho que de ellas se sigue, Cap. 17. De otros dos remedios contra
272. las tentaciones, 3o4.
Cap. 4. De otros bienes y provechos Cap. 18. De otros dos remedios muy
que traen consigo las tentaciones, principales que son resistir á los
274. principios, y nunca estar ociosos,3o5.
Cap. 5. Que las tentaciones aprovechan Cap. 19. De las tentaciones que vienen
mucho para que nos conozcamos y con apariencia de bien. Y que es
humillemos y para que acudamos mas gran remedio contra todas las tenta
á Dios, 277. ciones el conocerlas y tenerlas por
Cap. 6. Que en las tentaciones se prue tales, 3o7.
ban y purifican mas los justos, y se Cap. 2o. Como nos habemos de haber
arraiga mas la virtud, 279. en las tentaciones de pensamientos
Cap. 7. Que las tentaciones hacen al malos y feos, y de los remedios con
hombre diligente y fervoroso, 283. tra ellas, 31o.
Cap. 8. Que los Santos y siervos de Dios Cap. 21. Que en diferentes tentaciones,
no solamente no se entristecian con diferentemente nos habemos de haber
las tentaciones, antes se holgaban en el modo de resistir, 315.
por el provecho que con ellas sentian, Cap. 22. De algunos avisos importantes
286. para el tiempo de la tentacion, 317.
Cap. 9. Que en las tentaciones es uno
enseñado, no solamente para sí, sino Tratado quinto, de la aficion desordenada
para otros, 288. de parientes.
Cap. 1o. Comienzase á tratar de los re
medios contra las tentaciones, y pri CAPÍTULo 1. Cuanto le importa al Re
meramente del ánimo, esfuerzo y ligioso huir visitas de parientes, y las
alegria que habemos de tener en ellas, idas á su tierra, 32 1.
29o. Cap. 2. Que el Religioso ha de evitar
Cap. 11. Cuan poco es lo que el demo tambien cuanto pudiere el ser visita
nio puede contra nosotros, 292. do de parientes, y la comunicacion
Cap. 12. Que nos ha de dar grande áni por cartas, 327.
mo y esfuerzo, para pelear en las ten Cap. 3. Que aunque sea con título de
taciones, considerar que nos está mi predicar, ha de huir el Religioso el
rando Dios, 294. trato de parientes, y las idas á su tier
Cap. 13. De dos razones muy buenas ra, 329.
para pelar con grande ánimo y con Cap. 4. Que particularmente se ha de
fianza en las tentaciones, 296. guardar mucho el Religioso de ocu
Cap. 14. Que Dios no permite que na parse en negocios de parientes, 33 1.
die sea tentado mas de lo que puede Cap. 5. En que se confirma lo dicho con
llevar. Y no debemos desmayar algunos ejemplos, 333.
cuando crece ó dura la tentacion, Cap. 6. De otros males y daños que cau
2O7. sa la aficion á los parientes, y como
cºs. Que el desconfiar de sí, y po nos enseñó Cristo nuestro Redentor
ner toda su confianza en Dios, es el desvío de ellos, 335.
grande medio para vencer las tenta Cap. 7. Como se suele disfrazar esta
ciones, y por que acude Dios tanto á tentacion con título, no solo de pie
los que confian en él, 3oo. dad, sino de obligacion; y del remedio
Cap. 16. Del remedio de la oracion, y para esto, 338.
ponense algunas oraciones jaculato
rias acomodadas para el tiempo de
las tentaciones, 3o2.
INDICE.

esperanza, 385.
Tratado sexto, de la tristeza y Cap. 8. De la imitacion de Cristo que
alegría. habemos de sacar de la meditacion de
sus misterios, 389.
CAPÍTULo 1. De los daños grandes que Cap. 9. En que se confirma con algunos
se siguen de la tristeza, 341. ejemplos, cuan provechosa y agrada
Cap. 2. En que se dan algunas razones, ble sea á Dios la meditacion de la Pa
por las cuales nos conviene mucho sion de Cristo nuestro Redentor, 392.
servirá Dios con alegria, 344.
Cap. 3. Que no han de bastar las culpas Tratado octavo, de la sagrada Comunion,
ordinarias en que caemos, para qui y santo Sacrificio de la Misa.
tarnos esta alegría, 348.
Cap. 4. De las raíces y causas de la tris CAPÍTULo 1. Del beneficio inestimable
teza, y de sus remedios, 349. y amor grande que el Señor nos mos
Cap. 5. Que es muy gran remedio para tró en instituir este divino Sacramen
desechar la tristeza, acudir á la ora to, 395 -

cion, 352. Cap. ¿ las escelencias y cosas ma


Cap. 6. De una raíz muy ordinaria de la ravillosas que la fe nos enseña que
tristeza, que es no andar uno como habemos de creer en este divino Sa—
debe en el servicio de Dios, y de la cramento, 3
alegria grande que causa la buena Cap. 3. Comienzase á tratar de la prepa
conciencia, 354. racion que pide la escelencia y digni
Cap. 7. Que alguna tristeza hay buena dad de este divino Sacramento, 4o6.
y santa, 358. Cap. 4. De la limpieza y puridad, no so
lo de pecados mortales, sino tambien
Tratado séptimo, del tesoro y bienes gran de veniales é imperfecciones con que
des que tenemos en Cristo. Y del modo que nos habemos de llegar á la sagrada
habemos de tener en meditar los misterios Comunion, 4o9.
de su sagrada Pasion, y del fruto Cap. 5. De otra disposicion y prepara
que habemos de sacar cion mas particular con que nos ha
de ellos. bemos de llegar á este divino Sacra
mento, 411.
CAPÍTULo 1. Del tesoro y bienes gran Cap. 6. En que se ponen otras conside
des que tenemos en Cristo, 362. raciones y modos de prepararse para
Cap. 2. Cuan provechosa y agradable la sagrada Comunion, muy provecho
sea á Dios la meditacion de la Pasion sos, 414.
de Cristo nuestro Redentor, 272. Cap. 7. De lo que habemos de hacer
Cap. 3. Del modo que habemos de tener despues de haber recibido este divino
en meditar la Pasion de Cristo nuestro Sacramento, y cual ha de ser el haci
Redentor, y del afecto de compasion miento de gracias, 417.
que habemos de sacar de ella, 377. Cap. 8. De otra manera de accion de
Cap. 4. Del afecto del dolor y contricion gracias, 419.
de nuestros pecados que habemos de Cap. 9. Del fruto que habemos de sacar
sacar de la meditacion de la Pasion de de la sagrada Comunion, 42o.
Cristo muestro Redentor, 377. Cap. 1o. ¿ el frecuentar la sagrada
cº 5. Del afecto del amor de Dios, 8omún es gran remedio contra
O.
todas las tentaciones, y particularmen
Cap. 6. Del afecto de gratitud y haci te para conservar la castidad, 422.
miento de gracias, 382. Cap. 1 1. De otro fruto principal que
Cap. 7, De los afectos de admiracion y habemos de sacar de la sagrada Co
INDICE.

munion , que es unirnos y transfor- llosos efectos, algunos que le frecuen=


marnos en Cristo, 425. tan no los sienten en sí, 432.
Cap. 12. De otro fruto muy principal Cap. 14. Del S. Sacrificio de la Misa,
ue habemos de sacar de la sagrada 436.
omunion, que es ofrecernos y re- Cap. 15. De qué manera se ha de oir la
signarnos enteramente en las manos Misa, 442.
de Dios, y de la preparacion y haci- Cap. 16. Algunos lº acerca de la
miento de gracias que conforme á devocion de oir Misa, y decirla cada
esto habemos de hacer, 427. dia, y la reverencia con que habemos
Cap. 13. Que es la causa que obrando de estar en ella, 451.
este divino Sacramento tan maravi

«éreº
arretratfºrtritºriº
PARTE SEGUN DA,
TRATADO PRIMERO,

DE LA MORTIFICACION.
CAPÍTULO PRIMERO. -.

-.
* -- - .

Que es menester juntar la mortificacion con la oracion, y que estas dos


cosas se han de ayudar la una á la otra.
Bona est oratio cum jejunio: de olor de sí? Dice, que estas dos
Tob. 12, v. 8: Bueno es juntar la cosas, la mirra y el incienso, por
oracion con el ayuno, dijo el An las cuales son significadas la morti
gel Rafael á Tobias, cuando se le ficacion y la oracion, nos han de
descubrió. Por nombre de ayuno acompañar siempre, y nos han de
entienden comunmente los Santos hacer subir á lo alto de la perfec
todo género de penitencias y mor cion, y dar buen olor de nosotros á
tificacion de la carne. Estas dos Dios, y que la una sin la otra po
cosas, mortificacion y oracion, son co ó nada aprovecha; porque si
dos medios de los mas principales uno trata de mortificar la carne, y
que tenemos para nuestro aprove no trata de oracion, será soberbio,
chamiento, los cuales conviene que y á ese se le podrá muy bien decir
anden juntos y acompañados el uno aquello del Profeta: Psal. 49, v. 13:
con el otro. El bienaventurado S, Numquid manducabo carnes tauro
Bernardo(a) sobre aquellas palabras rum, aut sanguinem hircorum pota
de los Cantares: Qua estista, quae as. bo? No agradan á Dios esos sacrifi
eendit per desertum sicut virgula fu cios de carne y sangre á solas. Y si
mi ex aromatibus mirrhae, et thuris? uno se diere á la oracion, y se olvi
¿Quién es esta que sube por el desier. dare de la mortificacion, oirá lo
to, como un pevete, compuesto de que dice Jesucristo en el Evange
diversas especies aromáticas, de mir lio: Quid autem vocatis me, IDomi
ra é incienso, que va echando gran ne, Domine, et non facitis quae dico?
TOMO II. I

(a) Bern. serm. 59 ex parvis. Cant. 3, v. 6.


2 Tratado primero, cap. I.
Luc. 6, v. 46. Y aquello del Sabio: nuesta ánima no está desarraigada
Qui declinat aures suas, ne audiat y apartada de las aficiones que na
legem, oratio ejus erit execrabilis. cen de la carne, no está dispuesta
Prov.c. 28,v. 9. ¿Para qué me llamais para qne el Señor escriba é impri
con la oracion, Señor, Señor, y no ma en ella su sabiduría y dones di
haceis lo que os digo? No agradará vinos: Quem docebit scientiam ? Et
á Dios vuestra oracion, si no poneis quem intelligere faciet auditum? Ab
por obra su voluntad. S. Agustin lactatos á laete, avulsos ab uberibus:
(b) dice, que así como en el templo ¿A quién enseñará Dios su sabidu
que edificó Salomon, hizo dos al ría, dice el profeta Isaias c. 28, v.
tares, uno allá fuera donde se ma 9, y á quién dará oidos y entendi
taban los animales que se habian de miento para entender sus miste
sacrificar, otro dentro el Sancta rios? A los destetados de la leche, y
Sanctorum, donde se ofrecia incien á los apartados de los pechos: quie
so, compuesto de diversas especies re decir, á los que por su amor se
aromáticas; así tambien ha de ha apartaren y desterraren de los rega
ber en nosotros dos altares, uno los y placeres del mundo, y de los
allá dentro en el corazon, donde apetitos y deseos de la carne. Quie
se ofrezca el incienso de la oracion, re Dios quietud y reposo para en
conforme aquello de S. Mateo: Tu trar en nuestro corazon, y que haya
autem cum oraveris, intra in cubicu mucha paz y sosiego en nuestra al
lum tuum, 83 clauso ostio ora Patrem ma: Et factus estin pace locus ejus.
tuum in abscondito: Matth. c. 6, Psal. 75, v. 3. Esto entendieron aun
v. 6; otro acá fuera en el cuerpo, los filósofos gentiles; porque todos
que ha de ser mortificacion, de ma confiesan que nuestra ánima se ha
nera que siempre han de andar jun ce sabia cuando está quieta y sose
tas y hermanadas estas dos cosas, y gada, que es cuando las pasiones
la una ha de ayudar á la otra, por y apetitos sensuales estan mortifica
que la mortificacion es disposicion dos y quietos; porque en este tiem
necesaria para la oracion, y la ora po no hay pasiones vehementes, que
cion es medio para alcanzar la per con sus desordenados movimientos
fecta mortificacion. perturban la paz del ánimo, y cie
Cuanto á lo primero, que la mor guen los ojos de la razon, como lo
tificacion sea disposicion y medio hacen las pasiones cuando estan al
necesario para la oracion, todos los teradas, que eso es propio de la pa
Santos y maestros de la vida es sion, cegar la razon, y disminuir
piritual lo enseñan, y dicen que la libertad de nuestro alvedrío, co
así como en un pergamino no se mo se ve en un hombre airado, que
puede escribir sino está muy bien la ira parece que le hace perder el
raido y quitado de la carne, así si juício y parece furioso y frenético.
(b) August. serm. 255 de temp.
De la mortificacion. 3
Si le preguntais, ¿cómo dijisteis, ó te impide y enoja, dice aquel San
hicisteis aquello? Responde: no es to, que la aficion de tu corazon no
taba en mí. Pero cuando las pasio mortificada? * Esas pasiones, esos
nes estan mortificadas y sosegadas, apetitos é inclinaciones malas que
el entendimiento queda claro para teneis, os desasosiegan, y no os de
conocer lo bueno, y la voluntad li jan entrar en la oracion, eso es lo
bre para abrazarlo, y de esta manera que os inquieta en ella, y lo que ha
viene el hombre á hacerse sabio y ce tanto ruído y estruendo en vues
virtuoso. Pues esta paz y quietud tra ánima, que os despierta de ese
quiere tambien Dios N. Sr. para re dulce sueño, ó por mejor decir, no
posar en el alma, é infundir en ella os deja entrar ni. reposar en él.
su sabiduría y dones divinos, y el Cuando uno ha cenado demasiado,
medio para alcanzar esta paz es la no puede dormir ni sosegar de no
mortificacion de nuestras pasiones che, porque aquellas crudezas del
y apetitos desordenados, y así la estómago, y aquellos vapores grue
llama Isaias fruto y efecto de la sos que se levantan, le inquietan de
justicia : Et erit opus justitiae pax. tal manera, que le hacen estar toda
Isai. c. 32, v. 17. la noche dando buelcos de una par
Declara esto muy bien S. Agus te á otra sin poder sosegar. Eso
tin, sobre aquello del Profeta: Ps. mismo acontece en la oracion, te
84, v. II: Justitia, et pax osculatae nemos muy pesado y cargado el co
sunt; dice: Fac Justitiam, et habebis razon; porque el amor propio des
pacem ut osculentur se justitia, et ordenado, la aficion de cumplir
pax. Si non amaveris justitiam, pa nuestros apetitos, el deseo de ser te
cem non hubebis, quia dua amicae nidos y estimados, la gana grande
sunt justitia, et pax, ipsae se osculan que tenemos de que se cumpla nues
tur: si amicam justitiam non amave tra voluntad, embarazan tanto el
ris, non te amabit ipsa pax, nec ve corazon, y levantan tantos vapores,
nuet ad te: Tu quieres la paz, y no ha y producen tantas y tales figuras y
ces justicia: haz justicia, y hallarás la representaciones, que no nos dejan
paz, porque estan unidas y abrazadas recoger ni tener el corazon fijo en
entre sí estas dos cosas, que no sabe Dios. De esta manera declaran aque
andar la una sin la otra: y así, si no llo que dijo Cristo nuestro Reden
amares la justicia, no te amaráá tí la tor en el Evangelio: Attendite au
paz, ni vendrá á tí. Con la guerra se tem vobis, ne forte graventur corda
alcanza la paz, y si no quereis tener vestra in crapula, et ebrietate, et
guerra con vos, mortificandoos, curs hujus vitae. Luc. 2 1, v. 34. Que
contradiciéndoos, y venciéndoos, se entienda, no solamente de la em
no alcanzaréis esa paz tan necesa briaguez del vino, sino de las demas
ria para la oracion, (c)* ¿Quién mas cosas del mundo, conforme á aque
(c) Thom. de Kemp. l. 1 de contemptu mundi, c. 3.
4 Tratado primero, cap. I.
llo del profeta Isaias c. 51,v. 2 1: Au do. La oracion de suyo no es difi
di hoc paupercula, et ebria non á cultosa; pero eslo y mucho la mor
vino: Oye embriagada, y no de vi tificacion, que es la disposicion ne
no. Del corazon inmortificado sale cesaria para ella: y porque no tene
una niebla oscura, que impide y mos esta disposicion, por eso se nos
quita la presencia del Señor en nues
hace tan pesada y dificultosa la ora
tra alma; y eso es lo que dice el cion; como vemos acá en lo natu
Apóstol S. Pablo: Animalis autem ral, que la dificultad no está en in
homo non percipit ea quae sunt spiri troducir la forma, sino en disponer
tus Dei: 1 ad Cor. 2, v. 14: El hom el sujeto para ella. Sino, miradlo
bre animal no percibe ni entiende en un leño verde, la obra que pone
las cosas del espíritu de Dios; porque el fuego para quitarle aquel verdor,
son muy delicadas, y él está muy la humareda que se levanta, qué de
material y muy grosero, y ha me tiempo es menester para disponerle;
nester desbastarse y adelgazarse pero dispuesto, en un instante se en
con la mortificacion. . . . . . . . tra el fuego como en su casa sin
De aquí se entenderá la solucion ninguna dificultad. Así es en nues
de una duda principal, qué es la tro propósito, la dificultad está en
causa, que siendo la oracion por quitar el verdor de nuestras pasio
una parte tan suave y gustosa, por nes, en mortificar nuestros apetitos
que orar es conservar y tratar con desordenados, en desarraigarnos y
Dios, cuya conversacion y trato no desaficionarnos de las cosas de la
trae consigo amargura ni enfado tierra; que esto hecho, con grande
alguno, sino grande gozo, y ale facilidad y ligereza se irá el ánimo
gria: Non enim habet amaritudi á Dios, y gustará de tratar y con
nem conversatio illius, nectedium versar con él. Cada uno gusta de
convictus illius, sed latitiam, et gau conversar y tratar con sus semejan
dium; Sap. 8, v. 29; y siendonos por tes, y así el hombre mortificado,
otra parte tan provechosa y nece como ya se ha espiritualizado y he
saria, con todo eso se nos hace tan cho semejante á Dios con la morti
dificultosa, y vamos con tanta pesa ficacion, gusta de conversar y tra
dumbre á ella, y hay tan pocos da tar con Dios, y Dios tambien gus
dos á la oracion, dice S. Buenaven ta de conversar y tratar con él: De
tura: (d) Quasi ligati catuli ad sti litiae meae esse cum filiis hominum.
pitem, renitenti animo cogitur esse Prov. 8, v. 31. Pero cuando uno está
in divinis: Hay algunos que estan en lleno de pasiones y apetitos desor
la oracion y ejercicios espirituales denados; y que tira de la honrilla
eomo por fuerza, como los cachor. la aficioncilla, el gusto, el entreteni
ros que estan atados á la estaca. La miento y el regalo, ese tal siente
eausa de esto es la que vamos dicien mucha dificultad en tratar y con

(d) Bonav. l. 1 de profect. Religiosorum, c. 16.


De la mortificacion. 5
versar con Dios, porque le es muy to nuestra ánima como una pluma
desemejante en la condicion, y gus muy liviana, la cual si no está mo
ta de tratar con sus semejantes de jada, ni pegada con otra cosa, sino
cosas terrenas y bajas : Facti sunt pura y limpia de toda viscosidad,
abominabiles, sicut ea quae dilexe con cualquier aire, por pequeño
runt: Oseae 9, v. 1o. que sea, luego se levanta de la tier
Decia uno de aquellos santos Pa ra y sube á lo alto, y anda volan
dres: asi como cuando está turbia do y reboleando por el aire; pe
el agua, es imposible que uno vea ro si está mojada, ó tiene pegada
su rostro en ella ni otra cosa algu alguna viscosidad, aquel peso no
na: asi si no está el corazon purga la deja levantar ni subir á lo alto,
do y purificado de las aficiones de sino antes la tiene soterrada y hun
la tierra, que le turban é inquie. dida en el cieno: asi nuestra áni
tan, y sosegado de vanos y imper ma, si está pura y límpia, luego se
tinentes cuidados, no podrá ver en levanta y sube á Dios con la ma
la oracion el rostro de Dios, ni el rea suave y ligera de la considera
Señor le descubrirá : Beati mundo cion y meditacion; pero si está pe
corde, quoniam ipsi Deum videbunt: gada y aficionada á las cosas de la
Matth. 5, v. 8. Bienaventurados los tierra, y cargada con pasiones y
limpios de corazon, porque ellos apetitos desordenados, esos la agra
verán á Dios. La oracion es una vis van y tienen tan oprimida, que no
ta espiritual de los misterios y obras la dejan levantar á las cosas del
divinas, y asi como para ver bien cielo, ni tener bien oracion. De
con los ojos del cuerpo, es menester cia el santo Abad Nilo, (g) si á
tenerlos limpios y claros; asi para Moisés se le prohibió llegar á la
ver bien las obras de Dios con los zarza, hasta que se descalzase los
ojos del alma, es menester tener zapatos, ¿como quereis vos llegar á
limpio el corazon. Dice S. Agus ver á Dios, y á tratar y conversar
tin sobre estas palabras, (e) Lleum con él, lleno de pasiones y aficio
videre vis? Prius ergo cogita de nes de cosas muertas ?
corde mundando, et quidquid ibi vi En el cuarto libro de los Reyes
tenemos un ejemplo, que declara
des, quod Deo displicet, tolle. Si que
reis ver y contemplar á Dios, tra bien esta paz y sosiego que habe
tad primero de limpiar el corazon, y
mos de tener de nuestros afectos y
pasiones, para entrar en la oracion
quitar del todo lo que le desagrada.
El Abad Isaac, como refiere Casia y tratar con Dios. Cuenta la sagra
no, () declaraba esto con una da Escritura, (h) que yendo el rey
comparacion: decia, que era en es de Israél Jorán, y Josafat rey de
- - - I -

(e) August. serm. 2 de Ascens, Domini, qui est 75 de tempore. () Ca


sian. collat. 9, cap. 4. Abbas Isaac. (g) Nil. Abb. et martyr. de orat.
cap. 3 in Bibliot. sanct. Pat. tom. 3. (h) 4 Reg. cap. 3, p. 13, et 5.
6 Tratado primero, cap. I.
Judá, y el rey de Edon, á pelear que no es santo ni bueno, sino im
contra el rey de Moab, caminan perfecto y malo?
do por el desierto, les faltó el agua, Cuanto á lo segundo, que la ora
y perecia de sed todo el ejército. cion sea medio para alcanzar la
Fueron á consultar al profeta Eliseo, mortificacion, dijimoslo larga
y dicele el rey de Israél que era ma mente, tratando de la oracion, (i)
lo é idolatra: ¿Qué es esto? ¿Cómo y ese es el fruto que habemos de sa
nos ha juntado aqui Dios á tres Re car de ella, y la oracion que no tie
yes, para entregarnos á los moabi ne por hermana y compañera á la
tas? Respondió Eliseo: Quid mihi, mortificacion, la tienen los Santos
et tibi est? Vade ad Prophaetas pa por sospechosa : y con razon, por
tris tui et matris tua : vivit Domi que asi como para labrar el hierro
nus exercituum, in cujus conspectu no basta ablandarle con el calor de
sto, quod si non vultum Josaphat Re la fragua, sino acudimos con el gol
gis Judas erubescerem, non attendis pe del martillo, para darle la figu
sem quidem te, nec respexissem; nunc ra que queremos; asi no basta
autem adducite mihi psaltem. Le re ablandar nuestro corazon con el
prendió con un zelo y corage calor de la oracion y devocion,
santo, dándole en rostro con sus pe sino acudimos con el martillo de la
cados é idolatrias; pero al fin por mortificacion, para labrar nuestra
respeto del rey Josafat, que era anima, y quitarle los siniestros que
bueno y santo, quisoles declarar tiene, y figurar en ella las virtudes
las mercedes que el Señor les habia que ha menester; y para eso ha de
de hacer en aquella jornada, dan ser la dulzura de la oracion, y la
doles luego abundancia de agua, y suavidad del amor de Dios, para
despues victoria de sus enemigos. facilitar el trabajo y dificultad que
Empero porque con aquel corage y hay en la mortificacion, y animar
zelo, aunque santo, se habia desaso nos y esforzarnos con eso á negar
segado y turbado algo, para quie nuestra voluntad, y vencer nuestra
tarse y sosegarse, y asi recibir la mala condicion. Y no habemos de
respuesta de Dios, manda que le parar en la oracion, hasta alcanzar
traigan un músico, y venido, quie con la gracia del Señor esta perfecta
to y sosegado con la música, co mortificacion de nuestras pasiones,
mienza á decir las maravillas que el de que tanta necesidad tenemos, y
Señor habia de obrar con ella. Pues que los Santos, y toda la Escritu
si de una turbacion buena y santa, ra divina tanto nos encomiendan.
fue menester que el que era santo se S. Agust. c. 21, v. 8, sobre aquello
quietase y sosegase para tratar con del Genes. crevitigiturpuer, etablac
Dios, y recibir su respuesta; ¿qué tatus est: fecitque Abraham gran
será de la turbacion y desasosiego, de convivium in die ablactationis

(i) 1 part. tr. 5.


De la mortificacion. 7

ejus: Creció el niño Isaac, y desteta ser niño, y que ya no gustais de los
ronle, é hizo Abrahan un grande con manjares y entretenimientos de los
vite en el dia que le destetaron; pre niños, sino que sabeis comer pan
gunta, ¿qué causa es la que cuenta la con corteza, y os pueden tratar co
sagrada Escritura, que nació el niño mo á hombre espiritual y mortifi
Isaac, aquel hijo tan prometido y cado.
deseado, en el cual habian de ser ben Fuera de esto tiene la oracion
ditas todas las gentes, y no se hace otra trabazon y hermandad parti
fiesta en su nacimiento, y dice que cular con la mortificacion, que no
le circumcidan al octavo dia, que solamente es medio para alcanzarla,
era como acá el dia del bautismo so sino ella misma en sí es grande mor
lemne, y tampoco se hace fiesta, y tificacion de la carne. Asi lo dice el
despues cuando le destetan, cuan Espíritu Santo por el Sabio: Vigilia
do ponen acibar á los pechos de la honestatis tabefaciet carnes: Eccl.
madre, y el niño llora, porque le 31, v. 1: y en otra parte: Frequens
quitan la leche, entonces dice que meditatio, carnis afflictio est: Eccl.
hizo fiesta su padre, y un banquete 12, v. 12. Las vigilias, y la frecuen
muy grande? ¿Qué quiere decir esto? te meditacion y consideracion ma
Dice el Santo, que es menester que ceran y mortiguan la carne. Y es
lo refiramos á algun sentido espiri to nos da tambien á entender la
tual, para poder dar la solucion: y Escritura divina (k) en aquella lu
que lo que nos quiere dar á entender cha que tuvo el patriarca Jacob con
en esto el Espíritu Santo, es, que en el Angel toda la noche, de la cual
tonces ha de ser la fiesta y regocijo dice que quedó cojo. Y por espe
espiritual, cuando uno va creciendo, riencia vemos, que los que se dan
y haciéndose varon perfecto, y ya no mucho a estos ejercicios mentales,
es de aquellos que dice el Apostol: andan flacos, descoloridos y enfer
Tamquam parvulis in Christo lac vo mos; porque son una lima sorda
bis potum dedi, non escam: I ad Cor. que debilita y amortigua la carne,
e. 3, v. 1. Como á niños os he dado y gasta las fuerzas y salud; y asi
leche, y no manjar sólido. Y aplicán por todas partes ayuda mucho la
dolo mas á nosotros, lo que nos quie oracion para la mortificacion.
re decir, es, que no es el gozo y re
gocijo de la Religion, ni de los su CAPÍTULO II.
periores, que son nuestros padres En que consiste la mortificacion, y
espirituales, cuando naceis en la de la necesidad que de ella
Religion entrando en ella, ni tenemos.
euando al cabo del noviciado os
reciben en ella, sino cuando ven que Para que llevemos esto de raiz, es
os vais destetando y dejando de menester presuponer lo primero,
(k) Genes. 32, v. 16.
8 Tratado primero, cap. II.
que en nuestra ánima hay dos da muestra voluntad, aunque os pe
partes principales, que los teólo se, se levantarán en nuestro apetito
gos llaman porcion superior, y por sensitivo, movimientos y aficiones
cion inferior: por otros términos contrarias. Y mas, si el hombre no
mas claros, razon, y apetiio sensi pecara, el cuerpo estuviera dispues
tivo: y antes del pecado, en aquel to para cualquier obra que el alma
dichoso estado de la inocencia y quisiera ejercitar, que no sintiera
justicia original, en que Dios crió en él ningun impedimento; pero aho
al hombre, esta porcion inferior es ra, corpus, quod corrumpitur, ag
taba perfectamente sujeta á la supe. gravat animam, Sap. 9, v. 15, para
rior, el apetito á la razon, como co muchas cosas, para que el alma se
sa menos noble á la mas noble, y siente hábil y deseosa, le es estor
como natural siervo á su señor. Fe bo el cuerpo: á la manera que cuan.
cit Deus hominem rectum. Eccl. 7, do caminamos en una bestia de mal
v. 3. No crió Dios al hombre de paso, y nos lleva molidos, tropie
sordenado, como ahora estamos: en za á menudo, cansase, y á veces no
tonces sin ninguna dificultad ni la podemos menear, espantase de la
contradiccion, antes con mucha fa sombra, echase al mejor tiempo: tal
cilidad y suavidad obedecia el ape es ahora este nuestro cuerpo. Ese fue
tito á la razon, y se iba el hombre el castigo, y justo juicio de Dios,
á amar á su criador, y emplear to dice S. Agustin: (a) Haec est enim
do en su servicio, sin haber cosa que poena inobedienti homini reddita in
le impidiese ni estorbase. Estaba semetipso, utei vicissim non obedia
entonces tan sujeto y rendido el tur neque á semetipso: Esta es la pe
apetito sensitivo á la razon, que no na y la justicia que mandó hacer
se podia levantar movimiento ni la Magestad de Dios nuestro Señor
tentacion alguna de la carne, sino contra el hombre desobediente, que
es que el mismo hombre libremen pues él no quiso obedecer á su cria
te lo quisiese. No fueramos entonces dor y Señor, que tampoco le obe
tentados de ira ni de envidia, ni de dezca á él su carne y apetito, sino
gula, ni de lujuria, ni de otro mal de que sienta en sí una continua guer
seo, sino es que nosotros por nuestra ra y rebelion.
voluntad le quisieramos tener. Em Dicen los teólogos con Beda,
pero por el pecado, como la razon que el hombre por el pecado, fuit
se rebeló contra Dios, se rebeló spoliatus gratuitis, et vulneratus in
tambien el apetito sensitivo contra naturalibus, no solo quedó despoja
la razon: Non enim quod volo bo do de la justicia original, y de la
num, hoc facio; sed quod nolo malum, gracia y de otros dones sobrena
hoc ago, ad Rom. 7, v. 19, de turales que habia recibido, sino
cia el Apostol S. Pablo. Contra to que quedó llagado y estragado en

(a) August. lib. 1 contra adver. legis, et prophetar. cap. 14.


De la mortificacion. 9
lo natural; porque el entendimien contradiccion, para reprimir nues
to quedó oscurecido para entender tra soberbia, y en pena de ella, pa
las cosas de Dios, el libre alvedrío ra que anduviesemos siempre humi
enfermo, la voluntad para lo bue llados, viendo nuestra miseria y ba
no flaca, el apetito para lo malo jeza: Homo cum in honore esset,
fuerte y desenfrenado, la memoria non intellexit, comparatus est ju
derramada. la imaginacion tan in mentis insipientibus, et similis
quieta y desasosegada, que apenas tus estillis. Psal. 48, v. 2 1. Crió
podemos rezar un Pater noster con Dios al hombre en grande honra y
el pensamiento fijo en Dios, sin dignidad, adornándole y hermo
que luego, casi sin sentirlo, nos hur seandole con muchos dones y gra
te el cuerpo, ó se salga de casa, y cias sobrenaturales, y él no lo supo
corra por todos estos mundos sin conocer ni agradecer; y asi mere
parar: los sentidos curiosos, la car ció que Dios le despojase y privase
ne sucia y mal inclinada. Final de todo eso, y quedase hecho seme
mente quedó nuestra naturaleza tan jante á las bestias, sintiendo en sí
llagada y estragada por el pecado, deseos y apetitos bestiales, para
que ya no camina como antes ca que asi se conozca y humille, y
minaba, ni puede lo que antes po no tenga ya ocasion de ensoberbe
dia, sino que el que antes del peca cerse, que no tenemos ninguna, si
do amaba á Dios mas que á sí, des nos supiesemos conocer, sino muy
pues del pecado ama á sí, mas que muchas para andar siempre confun
á Dios, y anda siempre aficionado didos y humillados.
y enamorado de sí mismo, y deseo Lo segundo, habemos de suponer
so de hacer su propia voluntad, in otro fundamento principal en esta
clinado á cumplir sus apetitos, y materia, que se sigue de lo dicho,
dejarse llevar de sus pasiones y que este nuestro apetito asi descon
deseos, aunque sea contra la ra certado y desordenado, esta nues
zon, y contra Dios. tra carne y sensualidad, con este
Mas habemos de notar, (b) que fomes peccati, que habemos dicho
aunque por el Bautismo se nos qui es el mayor impedimento y estorbo
ta el pecado original, que fué cau que tenemos para caminar en el ca
sa de este desconcierto; empero no mino de la virtud. Esto es lo que de
se nos quita esta esencion y rebel cimos comunmente, que la carne es
dia de nuestro apetito contra la ra el mayor enemigo que tenemos,
zon, y contra Dios, que llaman los porque de aínacen todas nuestras
teólogos y los Santos, fomes pec tentaciones y caidas, como dice el
cati. Quiso Dios nuestro Señor por Apóstol Santiago en su Canónica :
su justo y alto juicio y disposicion, Unde bella, et lites in vobis? Non
que nos quedase esta rebeldia y me ex concupiscentiis vestris, quae
(b) Bonav.. lib. 8 de profect... religiosor. cap. 33... . . . .. .. .
I O Tratado primero, cap. II.
militant in membris vestris? Jacob. Todos los pecados nacen de aqui, y
c. 4, v. I. Esa nuestra sensualidad no solo los pecados, sino todas
y concupiscencia, ese amor propio cuantas faltas é imperfecciones ha
desordenado que nos tenemos á no cemos en el camino de la virtud,
sotros mismos, es causa de todas como dirémos despues.
nuestras guerras, de todos nuestros Con esto se entenderá bien en que
pecados, y de todas cuantas faltas consiste la mortificacion, que es en
é imperfecciones hacemos; y asi es concertar y moderar nuestras pa
ta es la mayor dificultad que hay en siones y malas inclinaciones, y el
el camino de la virtud; esto los amor propio desordenado. Dice S.
mismos filósofos con la luz y ra Gerónimo sobre aquellas palabras
zon natural lo conocieron. Aristo de Cristo N. Redentor: (d) Qui
teles dijo, (c) que toda la dificul vult post me venire, abneget seme
tad de ser un hombre bueno y vir tipsum, et tollat crucem suam, et
tuoso, está en refrenar y moderar sequatur me: Aquel se niega ási mes
los deleites y las tristezas. Epicte mo, y lleva su cruz, que antes no
to reducia toda la suma de la filo era honesto, y se hace casto y ho
sofía á estas dos breves palabras: nesto: antes no era templado, y se
Sustine, et abstine: Sufre, y abs hace muy abstinente: antes era ti
tente; porque toda la dificultad de mido y flaco, y se hace fuerte y
la virtud está en dos cosas, en aco constante. Eso es negarse asi mis
meter y sufrir el trabajo, y abs mo, hacerse otro del que antes era;
tenernos del deleite y gusto. Y y esa es tambien la necesidad que
bien lo esperimentamos todos; por de la mortificacion tenemos. Y aña
que ningun hombre peca, sino, ó de S. Basilio: (e) advertid, que
por huir alguna dificultad y traba primero dijo: Nieguese á sí mismo;
jo, ó por conseguir algun gusto y y luego dice: Y sigame; porque si
deleite, ó no abstenerse de él. El no haceis primero eso de negar y
uno peca por el amor y codicia de quebrantar vuestra propia volun
la hacienda: el otro por la codicia tad, y mortificar vuestras malas in
y ambicion de la honra. Este por clinaciones y apetitos, hallaréis
conseguir el deleyte carnal y sen muchas ocasiones y estorbos, que
sual, aquel por huir la dificultad os impedirán el seguir á Cristo. Es
y trabajo que siente en el cumpli menester allanar primero el camino
miento de los mandamientos de con la mortificacion; por eso pone
Dios y de su Iglesia, porque tiene él la mortificacion por fundamento,
mucha dificultad en amar á su ene no solo de la perfeccion, sino de la
migo, ó en ayunar y confesar sus vida cristiana. Esta es la cruz que
pecados vergonzosos y ocultos. habemos de llevar siempre á cues

(c) Aristotel. lib. 7 AEthic. cap. 7 (d) Hieronim. Epistol. ad Algacian


Matth. 16, v. 14. Luc. 9, v. 23. (e) Basil. a ad Cor. c. 4, v. 1o.
De la mortificacion. 1 .

tas, si queremos seguir á Cristo: tiens viro forti, et qui dominatur


2 ad Cor. 4. Semper mortificatio animo suo, expugnatore urbium. Y
nem Jesu in corpore nostro circum da la razon S. Ambrosio; (g) por
ferentes. Esto es tambien lo que di que, Graviores inimici sunt pravi
jo Job, que la vida del hombre es mores, quam hostes infesti: Mayores
una contínua guerra: Militia est enemigos son nuestras malas incli
vita hominis super terram: porque naciones y pasiones, que los ene
como dice el Apostol S. Pablo : migos esteriores. Y tratando de lo
Caro concupiscit adversus spiritum, mucho que vino á valer José, di
spiritus autem adversus carnem : ce, (h) que mas fue, y mas hizo en
haec enim sibi invicem adversantur, regirse y ser señor de sí, no con
ut non quaecumque vultis, illa fa sintiendo con su ama en el adulte
ciatis: Ad Galat. c. 5, v. 17. La rio, que en regir y gobernar des
carne desea contra el espíritu, y el pues todo el reino de Egipto. Y
espíritu contra la carne, porque S. Crisóstomo (i) dice, que mas
son dos contrarios enemigos. Esta hizo David venciéndose y mortifi
es la guerra contínua que traemos cándose, en no querer vengarse de
con nosotros; y el que venciere Saúl, cuando le pudiera matar en
y sujetare mejor su carne y ape la cueva, que cuando venció al gi
titos, ese será mejor y mas fuer gante Goliat; y los despojos de esta
te y valeroso soldado de Cris victoria, dice, no los puso en la ciu
to. Y asi dicen los gloriosos padres dad de Jerusalén la del suelo, sino
y doctores de la Iglesia, Gregorio en aquella soberana Jerusalén del
y Ambrosio, (f) que esta es la ver cielo: y no le salen aqui al encuen
dadera fortaleza de los siervos de tro cantando alabanzas las mugeres
Dios la cual no consiste en las fuer de Israél, como cuando vencióá Go
zas y brazos del cuerpo, sino en liat, sino el ejército de los Angeles
la virtud del ánimo, en vencer su se regocijaba de lo alto, y se mara
carne, en contradecir sus apetitos villaba de su virtud y fortaleza.
y deseos, en menospreciar los de
leites y contentos de esta vida, y CAPITULO III.
en llevar bien los trabajos y adver Que es de los mayores castigos de
sidades que se ofrecen. Y añaden, Dios el entregar á uno a sus ape
que mas es regirse uno á sí, y ser titos y deseos, dejándole
señor de sí, y de sus pasiones y que vaya tras ellos,
sentidos, que regir y sujetar á
otros, conforme á aquello del Sabio, Para que se entienda mejor la
Prov. c. 16, v. 32 : Melior est pa necesidad que tenemos de mor

(f) Greg. l. 7 mor. c. 8. Ambr. l. 5 de offic. c. 39... (g) Ambr. ser. 87


de Eliseo. (h) Ambros. l. de Patriar. Joseph. c. 5: Gen. 39, v. 7, et seq.
(i) Chris. hom de David. et Saial, tom. 1. 1 Reg. 24, v, 7. 1 Reg. 18. v. 6.
2 Tratado primero, cap. III.
tificar nuestra carne y apetitos, y asi la sagrada Escritura leemos, no se
nos animemos átomar las armas con ha de entender que Dios incite á mal
tra este enemigo, importa mucho á nadie, ni le haga caer en pecado,
que conozcamos bien, cuan gran sino es permitir que esos apetitos
contrario y enemigo es este. Eslo y deseos malos que habian conce
tanto, que dicen los Santos, que uno bido allá dentro en su corazon,
de los mayores castigos de Dios, y vengan á salir á la luz, y ayuda
donde él muestra mas su ira, es en dos é instigados del demonio, los
tregar al pecador en manos de este vengan á poner por obra.
enemigo, entregándole á sus apeti Veráse bien cuan grande castigo
tos y deseos, como en manos de sea este, por lo que se sigue de aí.
crueles sayones: y traen para esto Va ponderando el glorioso y biena
muchos lugares de la sagrada Escri venturado Apóstol S. Pablo, co
tura, como aquello del Profeta: Psal. mo les fue con este castigo á aque
8o, v. 12, et. 13: Et non audivit po llos soberbios filósofos, y como les
pulus meus vocem meam, et Israel trató este cruel enemigo, á quien
non intendit mihi. Et dimisi eos Dios los entregó. No se puede de
secundium desideria cordis eorum, cir ni encarecer con palabras, á
ibunt in adinventionibus suis: No que estremo de males los llevó: lle
me quiso obedecer mi pueblo, ni oir vólos por todo género de pecados, y
mis consejos; dejéles que se fuesen no paró hasta dar con ellos en peca
tras sus apetitos y deseos, y siguie dos sucios, feos, abominables y ne
sen sus invenciones y antojos. Y el fandos: Tradiditillos Deus in passio
Apóstol S. Pablo dice, que este es nes ignominiae: Ad Rom. 1, 26. ¡Ay
el castigo que envió Dios á aquellos de vos, cual os parará ese vuestro
soberbios filósofos gentiles por su enemigo, esa bestia fiera, indomi
altivez y soberbia: Quia cum cogno ta, si os dejais caer en sus manos!
vissent Deum, non sicut Deum glori Dice S. Ambrosio: (a) Qui dominari
ficaverunt, aut gratias egerunt, sed nescit cupiditatibus, is quasi equus
evanuerunt in cogitationibus suis : raptatur indomitus, volvutur, obteri
propter quod tradiditillos Deus in tur, laniatur, affligitur. ¿Quereis,
desideria cordis eorum: in immundi que os diga de que manera ostratará,
tiam, ut contumeliis afficiant corpora y cual os parará? Como un caballo
suain semetipsis:ad Rom. 1, v. 2 I, et desbocado y furioso, que lleva al
24. El castigo con que Dios los cas que va encima de lodazal en loda
tigó, fue, que los entregóá sus ape zal, y de barranco en barranco,
titos y deseos, como en manos de hasta dar con él en un despeñadero;
crueles verdugos. Nota S. Ambrosio, de esa manera os tratará ese vuestro
que por este entregar de Dios, que apetito, si no le sabeis domar y
aquí y en otros muchos lugares de mortificar, y ser señor de él: lle
(3) Ambros lib. 3 de Virginibus. -
De la mortificacion. I3
varáos de pecado en pecado, de vi ma y beba lo que quisiere, señal es
cio en vicio, y no parará hasta des de muerte, dejale por desauciado.
peñaros en pecados gravísimos, y Pues eso es lo que hace Dios con el
dar con vos en el profundo del in pecador, cuando está muy airado
fierno. Y así dice el Eclesiástico con él, dejale que haga lo que qui
c. 18, v. 3o: Post concupiscentias siere ¿Y qué es lo que ha de querer el
tuas non eas, et à voluntate tua hombre tan enfermo, y tan mal in
avertere: Mira no te dejes llevar clinado, sino lo que hace daño y le
de tus malas inclinaciones y apeti causa la muerte? Por aquí se enten
tos; guardate de tu propia voluntad; derá bien el infeliz y peligroso esta
porque: Si praestes anima tuar con do de los que tienen por felicidad y
cupiscentias ejus, faciette in gau grandeza hacer en todo su voluntad.
dium inimicis tuis: Si te dejas lle
var de tus malas inclinaciones y CAPITULO Iv.
apetitos, harás que tus enemigos Del odio santo de sí mismo, y el es
vean mal gozo de tí; y serás para - píritu de mortificacion y peni
ellos matería de risa y escarnio. No tencia que de él nacen.
hay mayor fiesta para nuestros ene. S ... as s- =
migos los demonios, que vernos en i se considera bien lo me se ha
tregados á nuestros apetitos y anto dicho, bastará para ¿ º
jos, porque ellos nos pararán tales, nosotros aquel odio y aborreci
cuales todo el infierno junto no pu miento santo de nosotros mismos,
diera. Y así pide el Sabio, Eccle que Cristo nuestro Redentor nos
siast. c. 23, v. 4, & 6, á Dios muy encomienda tanto en el sagrado
encarecidamente, que no le envie Evangelio, Luc. 14, v. 26, que sin
tal azote y castigo: Domine Pater, él, dice, no podemos ser discípulos
et Deus vita mea, aufer á me ven suyos; porque, ¿qué mas es menester
tris concupiscentias, et concubitus para esto, que saber que este nuestro
concupiscentiae, ne apprehendant me, cuerpo es el mayor contrario y ene
et anima irreverenti, et infrunitae migo que tenemos? Enemigo mor
ne tradas me: ¡O Señor Dios de mi tal, el mayor traidor que nunca se
vida, y de mi alma, no me en vió, que anda buscando la muerte,
tregueis à este apetito tan desver y muerte eterna, á quien le da de
gonzado y tan desenfrenado, ni comer, y todo lo que ha menester:
permitais que me lleve trás sí! Con que por haber él un poco de placer,
razon dicen los Santos, que no hay no tiene en nada dar enojos á Dios,
mayor señal de la ira de Dios, que y echar el alma en el infierno para
dejar al pecador andar á su placer siempre jamas. Si dijesen á uno, sa- .
y al sabor de su paladar, siguiendo bed que uno de vuestra casa, y de
sus apetitos y deseos. Cuando el los que comen y beben con vos,
médico deja al enfermo que co os arma una traicion para mataros,
Tratado primero, cap. IV.
¿qué temor tendria? Y le dijesen, que ella nos hace mas cruel y mas
pues sabed mas, que es tanto el odio continua guerra; y muy poco po
y enemistad que tiene con vos, que drian los demonios, si no tuviesen
tiene tragada la muerte, á trueque de su parte esta carne y sensua li
de mataros; ya sabe que luego le dad, para hacernos guerra con ella.
han de coger y matar á él; y con Esto les hacia á los Santos tener
todo eso tiene arriesgada su vida este odio y aborrecimiento contra
por salir con la suya: cómo estan si mismos; y de aí nacia en ellos un
do comiendo, y echándose á dor espíritu grande de mortificacion y
mir, y á todas horas, temeria y penitencia, para vengarse de este su
estaria con sobresalto, si habia de enemigo, y tenerle sujeto y rendi
venir entonces, y darle una puñala do, y andar siempre con temor de
da que le acabase; y si pudiese des dar algun contento y regalo á su
cubrir quien es, qué odio le cobra cuerpo, pareciéndoles que eso era
ria, y qué venganza tomaria de él andar y dar armas á su enemigo,
Pues ese es nuestro cuerpo, que co y que cobrase brios y fuerzas para
me y duerme con nosotros, y sabe hacerles mal. Dice S. Agustin: (a) Ne
muy bien que haciendo mal á nues praeheamus vires illicitas corporinos
tra ánima, le hace tambien á sí mis tro, ne committat bellum adversus
mo; y que echando el ánima en el spirutum nostrum: No ayudemos ni
infierno, ha de ir él allá tras ella; y demos fuerzas á nuestra carne, por
con todo eso á trueque de salir con que no haga guerra al espíritu, sino
su gusto, lo atropella todo, y no re procuremos castigarla y mortificar
para en nada. Mirad si tenemos ra la, para que no se levante á mayores:
zon de aborrecerle. ¿Cuántas veces porque como dice el Sabio: Qui deli
os ha puesto en el infierno este vues catè à pueritia nutrit servum suum,
tro enemigo? ¿Cuántas veces os ha posteà sentiet eum contumacem :
hecho ofender á aquella infinita Prov. 29, v. 21. El que delicadamen
bondad? ¿De cuántos bienes espiri te cria á su siervo desde su primera
tuales os ha privado? ¿Cuántas veces edad, despues le hallará rebelde y
pone vuestra salvacion en peligro contumaz. Andaban aquellos san
cada hora? Pues ¿quién no se indigna tos monges antigüos con tan gran
rá, y tomará un corage santo con de cuidado en este ejercicio, pro
quien tantos males le ha hecho, y de curando de mortificar y disminuir
tantos bienes le ha privado, y en las fuerzas á este enemigo, que
tantos peligros le pone cada momen cuando otros medios no bastaban,
to? Si aborrecemos al demonio, y le tomaban trabajos corporales, muy
tenemos por capital enemigo, por escesivos, para domar y quebran
la guerra y daño que nos hace: ma tar su cuerpo; como cuenta Paladio
yor enemigo es nuestra carne, por de un monge, que era muy fatiga
(a) August. l. seu exhortat. de salutar. monitis, c. 35.
De la mortificacion. 15
do de pensamientos de vanidad y especialmente que vencido este ene
soberbia, y no podia echarlos de sí; migo, quedará tambien el demonio
acordó de tomar una espuerta, y vencido. Así como los demonios nos
pasar á cuestas un gran monton de hacen guerra á nosotros, y nos pro
tierra de una parte á otra. Pregun curan vencer, tomando por medio
tábanle, ¿qué haceis? Respondia: nuestra carne, así nosotros habemos
Vexo eum qui me vexat: Atormento de hacer guerra á los demonios, y
y fatigo á quien me fatiga y ator vencerlos mortificándola y contra
menta: vengome de mi enemigo. diciéndola. Nota esto muy bien S.
Lo mismo se dice (b) de S. Ma Agustin sobre aquellas palabras del
cario en su vida; y de S. Doroteo glorioso Apóstol S. Pablo: Ego igi
se cuenta, que hacia gran peniten tur sic curro, non quasi in incer
cia, y afligia mucho su cuerpo: y tum; sic pugno, non quasi aerem ver
una vez viéndole otro tan trabaja berans, sed castigo corpus meum, et
do, dijole: ¿Por qué atormentas in servitutem redigo: 1 ad Cor. 9, v.
tanto á tu cuerpo? Respondió: Por 26, & 27. No peleo yo contra el de
que me mata él á mí. S. Bernardo monio, como quien da golpes en el
encendido en un odio y corage aire, y pelea con los duendes, tirán
santo contra su cuerpo, como con doles cuchilladas, porque eso es dar
tra enemigo suyo capital, decia: en vacío, sino castigo y mortifico mi
Exurgat Deus, cadat armatus iste, carne, y procuro tenerla sujeta y
cadat, et conteratur inimicus homo, rendida; y dice el Santo: Castiga cor
contemptor Dei, amator sui, amicus pus tuum, et diabolum vinces: hoc
mundi, servus diaboli: Levantese enim modo Paulus adversus illum
Dios en nuestra ayuda, y sea des docuit nos, essepugnandum. Pues cas
truido este enemigo menospreciador tigad vos vuestra carne, mortificad
de Dios, amador del mundo y de vuestras pasiones y malas inclina
sí mismo, siervo y esclavo del demo ciones, y de esta manera vencereis
nio: Quid tibi videtur? Certe si rectè los demonios, porque de esa manera
sentis, mecum dices: Reus est mortis, nos enseña el Apóstol á pelear con
crucifigatur, crucifigatur: Por cier ellos. Cuando un capitan que está
to, si teneis buen sentir, que digais en frontera de moros, va al rebato,
conmigo: Bien merece la muerte, al moro que tiene cautivo echale en
muera el traidor, pónganle en un la mazmorra, y dejale aherrojado,
palo, crucifíquenle. porque no se levante contra él, y
Pues con estos brios y azeros ayude á sus enemigos. Pues eso es
habemos de andar nosotros, mortifi lo que habemos de hacer nosotros,
cando nuestra carne, y sujetándola, sujetando y mortificando nuestra
para que no se levante á mayores, y carne, porque no se haga del vando
lleve tras sí el espíritu y la razon: de nuestros enemigos.
(b) Hist. Eccles. pas, º, l.6, e 2.
16 Tratado primero, cap. V.
, os habeis mortificado, que tan ven
CAPITULO V. cidas y domadas teneis vuestras pa
Que nuestro aprovechamiento y per siones y malas inclinaciones; co
feccion está en la mortificacion. mo os va de humildad y de pacien
cia; si está muerta en vos la aficion
De aquí vinieron á decir los de las cosas del mundo, y de la car
Santos y maestros de la vida es ne y sangre : y en eso se verá si
piritual, que todo nuestro aprove habeis aprovechado, y no en si
chamiento y perfeccion está en la teneis muchas consolaciones y gus
mortificacion. Dice S. Gerónimo: tos en la oracion. Y así leemos de
Tantum proficies, quantum tibi ipsi nuestro bienaventurado Padre S.
vim intuleris: Tanto aprovecharás, Ignacio, (a) que hacia mas caso de
cuanta fuerza te hicieres: y sobre la mortificacion, que de la oracion,
aquello de Job, c. 28, v. 13: Nec inve y por ella medía el aprovechamien
nitur in terra suaviter viventium, to de cada uno. Y nuestro padre S.
dice que la perfecta sabiduria, y el Francisco de Borja, cuando le ala
verdadero temor de Dios, no se ha baban alguna persona, como santa
lla en la tierra de los que viven sua y perfecta, decia: Serálo, si es mor
vemente; esto es, conforme á su vo tificada. Ludovico Blosio (b) dice,
luntad. Asi como la tierra de labor, que el siervo de Dios mortificado,
cuando la dejan llevar lo que ella es como un hermoso racimo de
quiere que son cardos y espinas, di ubas que está ya maduro, sazona
cen que huelga y descansa; y cuan do, blando y suave al gusto; y el
do la obligan á llevar trigo, ó otra que no está mortificado, como un
cosa semejante, entonces dicen que racimo de agraz, duro, amargo y
trabaja; así en la tierra de nuestro desabrido; conforme á aquello de
corazon, cuando uno vive segun sus Isaías, c. 5, v. 4: Expectaviut face
quereres y antojos, decimos que se ret ubas, et fecit labruscas. Esta di
huelga, y vive suave y gustosamen ferencia hay de los hijos de Dios á
te. Pues en esa tierra, dice el bien los hijos de este siglo; que estos se
aventurado S. Gerónimo, no se rigen por sus apetitos sensuales, no
halla la verdadera sabiduría, sino tratan de mortificacion: Qui autem
en la de los que trabajan, y se mor. sunt Christi, carnem suam crucifixe
tifican y niegan sus apetitos: esta runt cum vitiis, et concupiscentiis:
es la regla y la medida con que mi Ad Galat. 5, v. 24; pero los que son
den los Santos la virtud y el apro de Cristo, tratan de mortificar y
vechamiento espiritual de cada uno. crucificar sus afectos y apetitos, y
Si quereis ver cuanto habeis aprove no se rigen por ellos, sino por es
chado en la virtud, mirad cuanto píritu y por razon.

(a) L. 5, c. 1o de la vida de N. P. S. Ignacio. (b) L. 4, c. 5 de inst.


spirit. c. 2.
De la mortificacion. 17
Es verdad que nuestra perfeccion hacer nuestra propia voluntad, y
esencialmente no consiste en la mor buscar nuestras comodidades, nues
tificacion, sino en la caridad y tros movimientos y deseos serán
amor de Dios; y tanto será uno sensuales y de la tierra; pero si con
mas perfecto, cuanto mas unido es la mortificacion nos desasimos del
tuviere con Dios por amor; pero amor de todas esas cosas sensuales,
asi como la piedra que está en lo al predominará en nosotros el amor
to, quitando los impedimentos que del Criador, y ese será nuestro pe
alli la detienen contra su natural in so, y luego se irá nuestro corazon á
clinacion, luego ella por si corre al Dios con mas ligereza que la pie
centro, que es su lugar natural: asi dra al centro : Fecisti nos Domine
nuestra anima, que es sustancia es ad te, et inquietum est cor nostrum,
piritual, y criada para Dios, qui donec requiescat in te. (c) Por esto
tados los impedimentos y estorbos miden los Santos nuestro aprovecha
de los apetitos desordenados y ma miento y perfeccion con la medida
las inclinaciones, que la tienen pre de la mortificacion, porque el que
sa é inclinada á las cosas de acá, estuviere muy mortificado, tendrá
luego ella ayudada con la divina mucho amor de Dios, y mucha
gracia, se va á Dios como á su cen perfeccion.
tro y fin, y se abraza con él por Sobre aquello del Salmo 41: Quem
amor. Dice muy bien S. Agustin, admodum desiderat cervus ad fon
lib. 13 confes. c. 9: Ponderibus suis tes aquarum, ita desiderat anima
aguntur omnia, et loca sua petunt, mea ad te Deus, dice S. Agustin: (d)
levia sursum, et gravia deorsum : Cervus serpentes necat, et post ser
Todas las cosas se mueven conforme pentium interreptionem majori siti
al peso que tienen, las cosas livianas inardescit, peremptis serpentibus ad
arriba como el aire y el fuego, fontes acrius currit: El ciervo mata
las pesadas abajo como la tierra las serpientes, y despues que las ha
y el agua. Pondus meum amor meus, muerto, tiene grande sed, corre con
eó feror: Lo que es el peso en los gran velocidad y ligereza á las fuen
elementos y cuerpos naturales, es el tes de las aguas; y aplícalo muy bien
amor en las criaturas racionales; y á nuestro propósito. ¿Quereis saber
asi como las cosas naturales se mue qué es la causa porque no teneis mu
ven conforme al peso que tienen, cha sed y deseo de la perfeccion, y
asi las criaturas racionales se mue mucho amor de Dios? La causa es
ven conforme al amor que en ellas porque no matais las serpientes como
predomina y reina, porque ese es el ciervo: Serpentes vitia tua sunt:
su peso: si predomina en nosotros consume serpcntes iniquitatis, tunc
el amor de las cosas de acá, el ape amplius desiderabis fontem veritatis:
tito de honra y estimacion, y de Las serpientes son nuestros vicios y
TOMO II , 2

(c) August. l. 1 confes. c. 1. (d) August. Psalm. 41, v. 1 1.


I8 Tratado primero, cap. V.
e
pasiones desordenadas: mirad, y nec quemquam docui, quod priis ip
mortificad vos esas serpientes, y lue se non feci: Da un suspiro muy gran
go tendreis gran sed de la virtud y de, y dice: nunca hice mi voluntad :
perfeccion: luego amará y deseará y juntamente os digo otra cosa, que
nuestra ánima á Dios, como el cier es tambien de mucha importancia,
vo las fuentes de las aguas. De mane que nunca enseñé á otro cosa que
ra que al paso que anduviere la mor yo no pusiese primero por obra.
tificacion, á ese paso andaria la per
feccion y amor de Dios. Y en otra CAPÍTULO VI.
parte dice: Augmentum charitatis, Que á los Religiosos, y especialmen
diminutio cupiditatis : Perfectio, te á los que tratan con prójimos, les
nulla cupiditas. (e) Asi como el es mas particularmente nece
oro se va purificando y acendran saria la mortificacion.
do mas, mientras mas se va gastan
do y consumiendo la liga que tie De todos los siervos de Dios es
ne; asi la caridad y amor de Dios propio este ejercicio de mortifica
se va perficionando y aumentando cion, y todos tienen necesidad de
mas, mientras mas se va disminu él, para irse cada dia ajustando s
yendo y acabando el amor desor mas con la voluntad de Dios; pero
denado de nosotros mismos, y de particularmente es propio de los
todas las demas cosas de acá; y cuan Religiosos, porque para eso deja
do ese estuviere consumido y aca mos el mundo, y venimos á la Re
bado, la caridad y amor de Dios ligion: y eso dice S. Benito, que
será del todo puro y perfecto. es ser Religioso, corregir y mudar
Casiano, l. 5 de ren. c. 28 cuen sus costumbres. Y en la profesion
ta del Abad Juan, que estando ya que hacen sus Religiosos dicen:
para morir, le cercaron sus discipu Promitto conversionem morum meo
los, como lo suelen hacer los hijos á rum: Prometo mudanza y enmien
los padres en aquella hora, y pidié da de costumbres. Esto es lo que
ronle con mucha instancia, les di profesamos en la Religion, y eso
jese alguna cosa para su consuelo y habemos de ir haciendo con la mor
provecho espiritual: Ut memoriale tificacion, despojándonos delhombre
aliquod mandatum veluthaeredita viejo, y vistiéndonos del nuevo, co
rium legatum relinqueret, per quod mo dice S. Pablo. Ad Colos. 3, v. 9 :
possentad perfectionis culmen prae Spoliantes vos veterem hominem cum
cepti compendio faciliius pervenire: actibus suis, et induentes novum.
Que les diese algun documento bre Y asi decia S. Bernardo á los que
ve y compendioso para alcanzar la entraban en Religion: Mirad que el
perfeccion. Ingemiscensille, nun espíritu solo ha de entrar acá, y el
quam, ait, meam feci voluntatem, cuerpo ha de quedar allá fuera; dan
(e) August. l.83, q. 36.
De la mortificacion. 19
doles á entender que en la Religion ocasiones grandes que hay. El solda
no han de tratar de regalar su cuer do que no sale al campo, disimula
po, ni vivir conforme á sus apetitos su flaqueza: mas saliendo, descubre
é inclinaciones, sino que todo el quien es. Asi dice S. Crisóstomo,
cuidado se ha de tener con el alma el que está en su rincon, disimu
y con el espíritu, conforme á aque la sus faltas: pero el que ha de
llo del Apóstol: Ad Galat. 5, v. 16: salir á pelear con el mundo, y ha de
Spiritu ambulate, et desideria car ser espectáculo de él, es menester que
nis non perficietis. Esto es andar en sea señalado en virtud y mortifica
espíritu, cosa tan encomendada y cion. Y mas para ganar á aquellos
deseada de los siervos de Dios, vivir con quienes tratamos, es menester
segun la mejor parte de nosotros, acordarnos, y hacernos á la condi
que es el espíritu y la razon, y no se cion de ellos en cuanto fuere posi
gun la parte inferior, que es la carne ble, conforme á aquello del Apóstol
y sensualidad. Casiano (a) dice, que S. Pablo: 1 Ad Cor. c. 9, v. 22:
era resolucion y tradicion comun de Omnibus omnia factus sum, ut om
aquellos padres antiguos, y muy pro nes facerem salvos; y para esto,
bada por esperiencia, que no podria bien se ve cuan necesario es la mor
uno aprovechar, ni aun durar mucho tificacion. Dicen allá los filósofos,
en la Religion, si no trataba muy de que la niña del ojo, aquella parte
veras de mortificar su voluntad y a donde se reciben las especies de los
petitos; porque estos son muy contra colores, y se forma la vista, no tie
rios álas cosas que hay en la Religion: ne algun color: y que fue nece
Multis quidem experimentis edocti sario asi, para que pudiese recibir
tradunt, eum in caenobio diutius per en sí las especies de todos los colo
durare non posse, qui priias volun res, y los pudiese ver todos como
tates suas non didicerit superare. son; porque si fuera de algun color,
Aunque á todos los Religiosos les no pudiera percibir sino aquel: In
conviene esto mucho; pero á los que tus existens prohibet extraneum. Si
tenemos por instituto tratar con fuera verde, todo lo que vieramos
prójimos, nos es necesario. S. Cri nos pareceria verde: como lo esperi
sóstomo, lib. de Sacerdotibus, va pro mentamos cuando miramos por un
bando muy bien, que la mortifica vidrio verde; y si fuera colorado,
cion de las pasiones es mas necesa todo nos pareciera colorado. Asi es
ria á aquellos que para ayudar á menester que vos os desnudeis de
los prójimos tratan y conversan en vuestra condicion particular, y que
medio de los pueblos; porque en tengais muy mortificadas vuestras
ellos estas fieras (que asi llama él á pasiones, y seais muy señor de vos,
nuestras pasiones) tienen mucho para que asi quepan en vos las con
mayor cebo para sustentarse con las diciones de todos, y podais tratar

(a) Casian. l. 4 de Instit. renuntiantium, c. 8.


2O Tratado primero, cap. VI.
y acomodaros con todos, para ga sí mismo sus gustos y comodida
narlos á todos, como hacia S. Pa des, su honra y estimacion. Entre
blo. No es espíritu de Religion ni cada uno dentro de sí, y verá, que
de perfeccion, atraerse uno á los de cada vez que falta en la caridad, es
su condicion y humor, y que á por buscar y pretender para sí algo
vos que sois colérico, os cuadre so de esto, ó por no perderlo, ni ce
lamente el colérico; y á vos que der de ello. Pues la mortificacion
sois flemático, os dé en rostro el co es la que quita todo eso, y allana
lérico; y mucho menos lo será el el camino para la caridad, que no
atarse uno á los de su nacion. ¿No se busca á sí: Non quaerit quae sua
tendriais por gran infelicidad tener sunt. 1 ad Cor. c. 13, v. 5. Y asidi
unos ojos que solamente pudiesen ce S. Ambrosio, lib. officior. c. 3: Si
ver un color ? Pues mucho mayor quis vult placere omnibus per omnia,
infelicidad es tener una voluntad quae rat, non quod sibi utile est, sed
tan corta, y tan mal dispuesta, que quod multis, sicut quaerebat, et Pau
solamente se incline á los de su na lus: El que quiere agradar y dar
cion, ó à los de su condicion. La contento á todos, busque en todas
caridad todo lo abraza, porque ama las cosas, no su utilidad y prove
al prójimo por Dios, y para Dios; cho, sino la utilidad y provecho
y asi no hace diferencia del barba de sus hermanos, como hacia el
ro, ó scita, ó cualquier otra suerte Apóstol, y nos amonesta á nosotros
de personas: Ubi non est Gentilis, et que lo hagamos: Non quae Sua Sunt
Judaeus, circumcisio, et praeputium, singuli considerantes, sed ea quae
Barbarus, et Scytha, servus, et liber; aliorum. Ad Philip. c. 2, v. 6,
sed omnia, et in omnibus Christus.
Ad Colos. c. 3, v. 1 1. A todos los CAPITULO VII.
querria meter en sus entrañas, porDe dos maneras que hay de morti
que los mira como á hijos de Dios ficacion y penitencia, y como am
y hermanos de Cristo: pues para bas las abraza y usa la
esto bien se ve cuan necesaria sea Compañía.
la mortificacion.
Fuera de esto para conservar en El glorioso Agustino (a) sobre
tre nosotros la union y caridad fra aquellas palabras de S. Mateo c.
terna que tanto nos dejó encomen 1 1, v. 12: A diebus autem Joannis
dada el Señor, Joann. c. 13, v. 35, Baptista regnum caelorum vim pa
que en ella quiere, que nos conoz titur, et violenti rapiuntillud, dice:
can por discipulos suyos, nos es muy Duo sunt abstinentiae, et crucis ge
necesaria la mortificacion; porque nera, unum corporale, aliud spiritua
lo que hace la guerra á esta union y le: Dos maneras hay de peniten
caridad fraterna, es buscarse uno á cias y de mortificacion, una corpo

(a) Aug. ser. 2 o de Sanctis, et primo de S. Joanne Baptista. ,


De la mortificacion. 21

ral, que castiga y aflige el cuerpo, y mera; porque domar el espíritu, y


esta es la que llamamos penitencia hollar la honra y estimacion, mu
esterior, como disciplinas, ayunos, cho mas es que afligir la carne, y
cilicio, mala cama, comida pobre, tomar disciplinas y cilicios. Y asi
vestido áspero, y otras cosas seme como esta penitencia es mas esce
jantes que afligen y castigan la car lente y preciosa, asi tambien es
ne, y le quitan su regalo y deleite. mas dificultosa, y nos ha de costar
Otro género hay de mortificacion y mas, porque lo que es mas, mas
penitencia espiritual mucho mas cuesta. Esta doctrina es tambien de
escelente y levantado que el prime S. Gregorio en muchos lugares,
ro: Alterum genus est pretiosius, et y de S. Doroteo, y otros Santos.
sublimius, scilicet regere motus ani (b)
mi, litígare quotidie contra vitia sua, Estas dos maneras de penitencia
increpare se quadam censura auste abraza y usa la Compañía. Cuan
ritatis, et virtutis, et rixam quodam to á la primera, aunque nuestro Pa
modo cum homine interiore consere dre no quiso dejar tasadas y deter
re: El segundo género de mortifica minadas por regla penitencias ordi
cion, dice el glorioso S. Agustin, es narias, que por obligacion se hu
mas precioso y subido, que es regir biesen de tomar, sino que el mo
y gobernar los movimientos de nues do de vivir en la Compañía fuese
tro apetito, andar uno cada dia pele comun en lo esterior por justos
ando contra sus vicios y malas incli respetos; pero dejó por otra via
naciones, andar negando siempre su muy buen recaudo de esto, como
propia voluntad, quebrantando su luego dirémos. (c) Muchos justos
propio juicio, venciendo su ira, respetos tuvo nuestro santo Padre
reprimiendo su impaciencia, refre para estatuir y ordenar, que el mo
nando su gula, ojos, lengua, y to do de vivir en la Compañia fuese
dos sus sentidos y movimientos: Haec comun en lo esterior, porque los
qui facit, praerupto passionis mu medios han de ser proporcionados
ro, violenter ad coelorum regna cons con su fin: y como el fin de la Com
cendit: El que hace esto, rompien pañía es no solamente atender á su
do el muro de su carne, y de sus propio aprovechamiento, sino tam
pasiones y apetitos, sube y en bien á la salud y aprovechamiento
tra con violencia y esfuerzo al de los prójimos, convino mucho
reino de los cielos; y esos son que tuviesemos un hábito comun
los esforzados y valientes que ar de clérigos honestos, para tener
rebatan el cielo. De manera que mas entrada en todo género de
esta mortificacion interior y espi gentes; porque asi como los Reli
ritual, es mas escelente que la pri giosos somos Religiosos, con los

(b) Greg. l. 32 mor, c. 17; et l. 6, c. 15; et sup. librum I Reg. c.
2. Dorot, serm. 1. (c) Cap. 1 exa. S6; et 6 p. const. c. 2, S 15, et 16.
22 Tratado primero, cap. VII.
clerigos somos clerigos, con los teridad y aspereza del Bautista.
legos no traemos habito diferente Cuanto á las demas penitencias
de los clérigos legos: fuera de que esteriores, aunque no las dejó ta
la Compañía se instituyó en tiem sadas y determinadas por regla; pe
po de Lutero, cuando los hereges ro hay regla viva, que el superior
abominaban los Religiosos, y sus señala á cada uno las que ha me
hábitos; y para tener entrada con nester. Dice nuestro santo Padre, *
ellos para disputar y convencerlos que estas se pueden tomar en dos
(que es propio de nuestro institu maneras, ó las que cada uno eligie
to) convino, que no tuviesemos re para aprovecharse mas en espíri
hábito particular, distinto de los tu, con aprobacion empero del su
otros clérigos honestos, porque perior, ó cuando el superior obli
por él fuéramos aborrecidos de los gare á ellas por el mismo fin. * Es
hereges, antes que los comenzára to juzgó por mas conveniente en la
mos á tratar, y asi se impidiera una Compañía, que determinarlas por
de las principales partes para el fin, regla. (d) Lo uno, porque la regla
para el cual Dios instituyó la Com muerta no podia ser igual en to
pañía ; y mas si trajeramos habito dos, porque no todos tienen iguales
aspero, el otro pecadorazo por fuerzas para esas penitencias: y si
ventura no se atreviera á llegar á hubiera una cosa comun para to
vos, pensando que asi habíades de dos, el que no podria tanto, viviera
ser áspero con él. Pues sea un há desconsolado por no poder andar
bito comun, recibido de todos, pa con todos. Asi como no conviene
ra que asi tengamos mas fácil en una medicina, ni un mismo gobier
trada con todo género de gente, y no y régimen para todos los en
no tenga nadie horror de tratar fermos; asi tampoco pueden con
con nosotros; quiso nuestro santo venir para todos unas mismas pe
Padre que aun en el hábito nos hi nitencias; porque unas convienen
ciesemos todo á todos, para que asi para él mozo, otras para el viejo;
los ganasemos mejor á todos, imi unas para el enfermo, otras para el
tando en esto el ejemplo de Cristo sano; unas para el que entró ino
nuestro Redentor, de quien dice cente, otras para el que entró he
san Agustin contra Faustum, y cho una criva, como dicen, de he
lo trae santo Tomás, 3 p. q. 4o, ridas. Y asi dicen S. Agustin, y S.
artic. 2, que por acomodarse mas Basilio, (e) que no se maraville
al trato y comunicacion con los nadie de que no se guarde con to
hombres, y para mayor provecho dos un modo en la Religion, y
de ellos, escogió antes una me unos hagan mas penitencia que
dianía en lo esterior, que la aus otros; porque la igualdad en esto

(d) Cap. 1 exa. S6, et reg. 4 summa const. (e) August. in regul. Ba
sil. in const. monast. cap. 5, et in reg, fusius disp. interrog. 19.
De la mortificacion. 23
seria muy gran desigualdad. Y aun ellas á la prudencia y caridad del
no solo es conveniente esta diver superior: lo cual no solo no es
sidad y diferencia para diferentes causa para que haga menos peniten
personas, sino para uno mismo, en cias, si antes lo es para que haya
diferentes necesidades y tiempos; mas, y para que se tomen con mas
porque una penitencia es buena pa voluntad y devocion. Psalm. 44,
ra el tiempo de tentacion y seque v. 1o. Y asi lo vemos por la bon
dad, otra para el tiempo de paz y dad y misericordia del Señor, que
devocion; y una para conservarla, se usan y ejercitan mas peniten
y otra para recobrarla, cuando se cias de estas en la Compañía, de las
ha perdido. Pues por esto no quiso que se pudieran poner de regla. Ple
nuestro santo Padre poner en la gue al Señor, que vaya siempre ade
Compañía tarea cierta y determi lante este fervor y espíritu tan
nada de penitencias esteriores para bueno y tan santo, y tan usado en
todos, sino dejólo remitido al su la Iglesia de Dios, y que sea me
perior que es el médico espiritual, nester irnos antes á la mano, y ti
para que él, segun las fuerzas y ne rar la rienda, que darnos de la es
cesidad de cada uno, pueda tasar puela, como hasta ahora por la
y conceder á unos mas, y á otros gracia del Señor lo habemos espe
menos. Lo cual es conforme á la re rimentado.
gla que dió el Angel á S. Paco La segunda manera de peniten
mio de parte de Dios, donde se cia, que es la mortificacion de las
mandaba, que el superior señala pasiones y amor propio desorde
se de esta manera las penitencias nado, abraza la Compañía mas
que cada Religioso habia de hacer. principalmente. Y ese fue otro de
Y asi el no tener la Compañía ta los justos respetos, por el cual nues
sadas por regla sus penitencias or tro santo Padre no quiso dejar
dinarias, como las tienen comun penitencias ordinarias tasadas y
mente otras Religiones, no es por determinadas por la regla: porque
que en la Compañía no haya estas pretendió que pusiésemos los ojos
penitencias corporales, ni porque en la mortificacion interior de nues
no sean muy estimadas en ella, y tras pasiones y apetitos, y que
muy veneradas las que otras Reli esa fuese nuestra principal peni
giones segun su instituto santa tencia, por ser como habemos di
mente observan, cuya variedad cho, mas preciosa y escelente. Po
hermosea la Iglesia, sino porque ne nuestro santo Padre en las cons
juzgó ser mas conveniente á nues tituciones y reglas (f) cosas
tro instituto, y mas proporcionado de grande perfeccion, y para las
á sus fines é intentos, y muy con cuales es menester grande mortifi
forme á la doctrina antigua de los cacion y abnegacion de nosotros
Santos, dejar la tasa y modo de mismos; y quiere que nuestro es

() Cap. 4 exam. 6, p. 46; et 3 p. const. c. 1, $ 17.


24 Tratado primero, cap. VII.
tudio principal sea en lo que toca Compañía de Jesus: Isti sunt semen,
á esta abnegacion y contínua mor cui benedixit Dominus. Psal.61, v
tificacion, y para crecer mas en 1: Y asi en lo que habemos de po
las verdaderas y sólidas virtudes, ner los ojos y ejercitarnos princi
y en toda perfeccion: y pudose te palmente, ha de ser en esta mortifi
mer, y con razon, si les dejo seña cacion interior, y el dia que deja
ladas algunas penitencias ordina remos de tratar de esto, habemos de
rias, no sea que se me queden aí, y entender, que dejamos de vivir co
se contenten con eso, diciendo: Ya mo Religiosos de la Compañía : y
tengo de regla tantos ayunos, tan esa otra penitencia esterior que usa
tos cilicios y disciplinas, eso me mos, la habemos de tomar como
basta: y se dejen lo principal y lo medio para alcanzar esta, como lo
que hace mas al caso, que es la decia y enseñaba aquel varon
mortificacion de sus pasiones y el apostolico y padre nuestro S.
ejercicio de las verdaderas y sóli Francisco Javier, y es doctrina de
das virtudes: asi no nos quiso de S. Buenaventura. (g)
jar por arrimo sino la virtud y De aqui se entenderá la causa de
mortificacion interior. Quiso que lo que tantas veces oímos decir, y
nuestra vida sea comun en lo este por la bondad del Señor esperi
rior, para que en lo interior sea mentamos, que la Compañía tiene
singular y escelente, acompaña grande suavidad en su modo de
da de virtudes sólidas y de mucha proceder. No está la suavidad de
mortificacion: y esto de tal mane la Compañia en que no haya en
ra y en tanto grado, que redunde ellas cosas difíciles, ni en que los
en lo esterior, y nos haga parecer superiores hayan de condescender
Religiosos: de lo cual tenemos no con todo lo que nosotros quisiere
sotros mas necesidad que otros Re mos, que eso no seria , Religion :
ligiosos, porque á ellos el hábito cosas dificiles y muy dificiles hay
los distingue de los demas, y el en la Compañía, como luego diré
sayal y aspereza de vida les da mos; sino está en que en la Com
credito con el pueblo; pero en la pañia han de tratar todos de la
Compañía, que no hay esto, porque mortificacion y abnegacion ver
no conviene á nuestro instituto, es dadera de sí mismos, han de estar
menester que eso se supla con lo in muy indiferentes y resignados pa
terior, y que haya en nosotros tan ra cualesquiera cosas que quisieren
ta humildad y modestia, tanta ca hacer de ellos los superiores. Esta
ridad y zelo de las almas, y tanto buena disposicion, esta indiferen
trato de Dios, que cualquiera que cia y resignacion que tiene, es la
nos viere y tratare, diga: Verda causa de la suavidad grande que hay
deramente este es Religioso de la en la Compañía, asi en el gober

(g) S. Franc. Xav, l. vitae sua, c. 7. Bon. l. 1 de profect. Religiosor. c. 9.


De lo mortificacion. 25
nar y mandar de los superiores, Compañía, y por ventura era tan
como en el obedecer de los subdi habil el que fue á leer los princi
tos; porque están todos entregados pios de la Gramática, como el que
y puestos en las manos del supe fue á leer Artes, ó Teología, y
rior, como un poco de barro en con todo eso no se queja el barro,
manos del ollero, para que haga ni el paño: Quid me fecisti sic? Ad
de él lo que quisiere. Y este fue Rom. c. 9, v. 2o. De manera que
el artificio y traza maravillosa de la causa y raiz de la suavidad de la
nuestro bienaventurado santo Pa Compañía ha de estar en vos, en
dre, inspirada por el Espíritu San que esteis muy mortificado, muy
to, en insistír tanto en esta morti resignado é indiferente para todo,
ficacion y abnegacion de nosotros en que no haya en vos resistencia ni
mismos, como quien dice: Hay en contradiccion alguna, ni esterior
la Compañía cosas arduas y difi ni interior para todo lo que quisie
cultosas: para que todos estén pron ren hacer de vos los superiores. Y
tos y dispuestas para ellas, y para asi cuando no sintieredes esta fa
que los superiores no se acobar cilidad y suavidad en las obedien
den ni encojan en mandarles, pon cias y cosas que se ofrecieren, no
gamosles este fundamento de la echeis la culpa al superior, ni os
mortificacion y resignacion de sí quejeis de él, sino de vos, que no
mismos: entiendan todos, que han estais dispuesto ni mortificado, co
de estar tan indiferentes y resigna mo debeis, que el superior hace su
dos en las manos del superior, para oficio, y presupone que vos sois
que haga de ellos lo que quisiere, Religioso, y que como tal estais
como está el barro en manos del mortificado é indiferente para to
ollero, y como està un poco de pa do, y que no es menester consultar
ño en manos del oficial, que corta vuestra voluntad, ni buscaros tem
de él como quiere, y por donde ple; porque siempre habeis de estar
quiere, esto para mangas, y esto templado y dispuesto para cuales
otro para faldas, esto para el cue quiera cosas que la obediencia os
llo, y esto otro para el ruedo de mandare, y antes os hace mucha
la vestidura, y es tan buen paño honra el superior, en teneros por
el uno, como el otro, porque tal, y en trataros y mandaros co
todo era de una pieza: y es tan mo á tal. Cuando una piedra está
buen barro el que se hace para ser bien labrada, con que facilidad la
vir en la cocina, como el que se asienta el oficial viene justa, no hay
hace para la mesa, porque todo era sino dejarla caer; pero cuando no,
de una misma masa : Ex eadem ¡qué de golpes, qué de martilladas,
massa, ad Rom. 9. v. 21, dice S. cuánto trabajo es menester para
Pablo. Asi todos eran condiscipu asentarla!
los, y de un mismo tiempo de De aqui se sigue tambien otra
26 Tratado primero, cap. VII.
cosa digna de consideracion, y la Saúl un recado á David, que lo
nota S. Buenaventura, (h) que queria casar con su huja. Respon
con ser esta mortificacion interior dió David: Non parum videtur vo
mucho mas difícil que las peniten bis generum esse Regis? Ego autem
cias esteriores, como habemos di sum vir pauper, et tenuis? 1 Reg.
cho, con todo eso juntamente se c. 18, v. 23, et 25. ¿Quien soy yo pa
puede uno escusar mas de las peni ra ser yerno del Rey? Soy un hom
tencias esteriores, que de la morti bre pobre, no tengo costilla para
ficacion interior; porque para aque eso. Manda el Rey que le vuelvan á
llo puede uno decir con verdad: Yo decir: Sie loquimini ad David: Non
no tengo fuerzas para ayunar tan habet Rex sponsalitia necesse, nisi
to, ni para traer tantos cilicios, ni tantum centum praeputia Philisthino
para tomar tantas disciplinas, ni rum, ut fiat ultio de inimicis Regis :
para andar descalzo, ni para levan No tiene el Rey necesidad de dote,
tarme á la media noche; pero no ni de arras y joyas, solo quiere cien
puede nadie decir: Yo no tengo sa prepucios de filisteos, para que se to
lud y fuerzas para ser humilde, ó me venganza de sus enemigos. Esto
para ser paciente, ó para ser obe mismo podemos aqui responder, no
diente y rendido. Podreis vos de tiene Dios necesidad de esas partes,
cir que no teneis virtud para tanta ni de esas habilidades y talentos
humildad, ó para tanta obediencia que vos pensais: Deus meus es tu,
y resignacion como hay y es me quoniam bonorum meorum non eges;
nester en la Compañía; pero no Psal. 15, v. 2; sino lo que él quiere
tengo salud para eso, no lo podeis es, que circuncideis esos filisteos
decir, porque no son menester pa de vuestros apetitos é inclinacio
ra eso fuerzas corporales, sino es nes malas. Eso es tambien lo que
pirituales; el fuerte y el flaco, el pide y quiere de nosotros la Com
sano y el enfermo, el grande y el pañía; y asi si vos quereis, sereis
pequeño, todos con la gracia del bueno para ella. Procurad vos ser
Señor (si ellos quieren ) pueden muy humilde, y estar muy indife
CSO. rente y resignado para todo lo que
Este es un consuelo muy grande quisieren hacer de vos, y esto bas
para algunos que les suele venir tará. Dios os libre de tener puntos
tentacion de pusilanimidad y des de vanidad y soberbia. Dios os li
mayo, pareciéndoles que no tienen bre de ser amigo de vuestras tra
ellos partes ni caudal para un fin zas y comodidades, y de andar
é instituto tan alto, como tenemos buscando entretenimientos, y de
en esta Compañía. En el primero no andar claro y llano con los su
libro de los Reyes cuenta la sa periores; porque si eso hay, no hay
grada Escritura, que envió el rey Religion mas dificil para vos. Pero
(h) Bonav. lib. 15 de profect. Religiosor. c. 3.
De la mortificacion. 27
al humilde, al mortificado, al ver mas aprovecharse en espíritu, y
dadero pobre de espíritu, al que es especialmente para mayor baje
tá indiferente y resignado, al que za y humildad propia, deben to
no tiene propia voluntad, muy fa dos contentarse, que todos los er
cil y muy suave se le hace todo lo rores y faltas, y cualesquiera co
que hay en la Compañía. sas que se notaren y supieren su
Y asi es razon que seamos agra yas, sean manifestadas á sus ma
decidos á Dios, reconociendo esta yores por cualquier persona que
merced y beneficio tan grande que fuera de confesion las supiere: *
mos ha hecho, que con haber en la cosa es para la cual es menester
Compañía cosas de suyo tan difi mucha humildad y mortificacion,
cultosas y trabajosas, con todo para que no os quejeis que no os
eso nos las haya hecho tan suaves avisaron á vos primero, y que hi
y gustosas, y tan fáciles de llevar: cieron mayor la falta de lo que
porque de las penitencias esterio ella era. Y no para aí, sino habeis de
res, por la bondad del Señor, hay estar dispuesto para que os repren
mas de las que se pudieran señalar dan publicamente, y no solo
de regla, como habemos dicho. Y con causa, sino sin ella, y aun para
cuanto á la penitencia y mortifi cuando nos levanten falsos testi
cacion interior, que como dice monios, quiere nuestro santo Pa
S. Agustin, es la mayor y mas dre, que estemos no solo dispues
preciosa, tenemos en nuestras re tos, sino que nos holguemos, no
glas y constituciones cosas de tan dando nosotros ocasion de ello, y
ta perfeccion, y de suyo tan difi que asi como los del mundo se
cultosas, que esceden mucho á to. huelgan con la honra y estima
das las penitencias y asperezas es cion, asi nosotros nos holguemos
teriores. Si no, vamos á la prueba: con la deshonra, injurias y menos
aquel haber uno de dar cuenta al precios: para lo cual bien se ve
superior y al prefecto de las co cuanta virtud sea menester.
sas espirituales de todo lo que pasa Y mas, habemos de estar indife
re por su alma, de todos sus movi rentes para cualquier oficio, mi
mientos, tentaciones y malas in nisterio y ocupacion en que la obe
clinaciones, y de todas sus faltas é diencia nos quisiere poner, y pa
imperfecciones, que tanto se pide ra cualquier grado en que la Com
y practíca en la Compañía, y es pañía nos quisiere incorporar: y
una de las cosas sustanciales que habiendo en la Compañía tan dife
hay en ella; bien se ve que es de su rentes oficios y grados, y unos
yo mas difícil que el ayuno, y la mas altos que otros, estar uno in
disciplina y el cilicio. Aquello que diferente para el mas bajo, tan
nos manda la Regla : (i) * Para contento con él, como si le pusie

() Canon, 17, Congreg. 5, regul. 4 sumar.


28 Tratado primero, cap. PVII.
sen en el mas alto, cosa es de mu tencia, (que es muy buen espíritu)
cha perfeccion, y para la cual es tendrá las manos llenas en la Com
menester mucha mortificacion. pañía. Y aunque ha habido algunos
Habeis de estar siempre á punto, que tentados de la vocacion, han
y muy dispuesto é indiferente para pretendido cubrir y paliar su ten
ir á cualquier parte del mundo á tacion con color de mas perfeccion,
ejercitar estos ministerios, no so y de hacer mas penitencia en otra
lo á otro colegio, sino á otra pro Religion, la verdad es, que no es
vincia, y otro reino estraño, y á esta la causa ni el fin que les movia,
las Indias Orientales, y Occiden sino el no poder llevar la mortifi
tales, y à Roma, y Alemania, á In cacion y perfeccion que se profe
glaterra, y á la Transilvania, adon sa en la Compañía, y de esto tene
de nunca jamas podais ver á vues mos esperiencia confesada por ellos
tros parientes y amigos, y ellos mismos, y lo que mas es, declarada
pierdan la esperanza de veros. por la Sede Apostólica. La Santidad
Cuanto á la pobreza, profesa la de Pio Quinto, que fue Religioso de
Compañía tanta estrechura y ri la sagrada órden de santo Domin
gor, (k) que no puede uno recibir go, lo declara asi espresamente en
ni tener ningun regalo en su aposen la Bula que concedió á la Compañía,
to, no solo de comer, pero ni un contra los apostatas que salen de
libro en que pueda hacer una raya, ella, ó al mundo, ó á otra cualquie
ni llevarlo consigo cuando se fuere ra Religion fuera de la Cartuja:
á otro colegio, y habemos de estar donde despues de haber puesto la
tan desnudos y deshechos de to perfeccion, y la dificultad y tra
das las cosas, que como diremos bajo grande que hay en el instituto
tratando de la pobreza, no pode de la Compañía, declara la raiz de
mos echar llave á una arca, ni á un la tentacion que algunos tienen de
cajoncillo para tener guardada al salir de ella, ó de pasar á otras
guna cosa, sino que todo ha de es Religiones, por estas palabras: Ni
tar patente, abierto y manifiesto, hilominus nonnulli animi levitate,
como quien dice: Tomadlo si que ut credebatur, ducti, ac quietem la
reis, que no es mio. bori, cui proculdubio, Religiosi So
Estas cosas, y otras semejantes cietatis hujusmodi pro excelenda,
que hay en la Compañía bien se ve et propaganda Christiana Religio
que hacen ventaja, asi en perfec ne, continuò erant expositi, ac pri
cion, como en dificultad á todas vatum commodum publicae, tam
las penitencias y asperezas esterio dictae Societatis, quam Christianae
res; y asi el que tuviere espíritu de Reipublicae utilitati, indiscretè prae
rigor contra sí, y deseare mortifi ferentes, factisque coloribus asseren
carse mucho, y hacer grande peni tes, se id facere ob frugem melioris
(k) 3 p. tr. 3, c. 7.
De la mortificacion. 29
vitae, aut strictioris observantiae, ad
alios etiam fratrum Mendicantíum CAPITULO VIII.
ordines transire posse jactabant:
Algunos, dice, con liviandad de Que la mortificacion no es odio, si
ánimo, y por huir el trabajo, al no verdadero amor, no solo de nues
cual estan continuamente espuestos tra ánima, sino tambien de
los Religiosos de esta Compañía muestro mismo cuerpo.
por la salvacion de las almas, pre
firiendo indiscretamente sus como Porque habemos dicho, y es
didades particulares al bien y uti doctrina de los Santos, sacada
lidad comun, asi de la Compañía, del sagrado Evangelio, que nos
como de la república cristiana, habemos de aborrecer á nosotros
con colores aparentes y fingidos, mismos, y parecer esa cosa muy
diciendo , que era por alcanzar mas dura y muy contraria á nuestra
perfeccion, ó por hacer mas peni naturaleza; para que nadie se espan
tencia, pretendian que se podian te oyendo decir esto, ni tome de aí
pasar á otra Religion, aun de los ocasion para desmayar y dejarse
Mendicantes, etc. De manera que de mortificar: declaremos aqui co
en realidad de verdad, no es esto mo este no es odio ni aborreci
por deseo de mas perfeccion, ni miento con que nos queramos mal,
por deseo de hacer mas peniten sino verdadero amor, no solo de
cia, sino por huir el trabajo y la nuestra anima, sino tambien de
dificultad, porque no sienten en nuestro mismo cuerpo: antes el no
sí caudal ni virtud para tanta per mortificarnos es verdadero odio y
feccion y mortificacion, y para tan aborrecimiento, no solo del anima,
ta indiferencia y resignacion como sino tambien del cuerpo. El glorioso
es menester en la Compañía. Pues Agustino (a) sobre aquellas palabras
por eso nuestro Padre insistió tan de S. Pablo: Spiritus concupiscit
to en esta mortificacion, y quiere adversus carnem; dice: Absit fra
que nos ejercitemos y fundemos tres mei, absit, ut spiritus concu
mucho en ella, y que este sea piscendo contra carnem oderit car
siempre el estudio de todos. nem: No penseis, hermanos mios,
que cuando el espíritu desea contra
la carne, aborrece y tiene odio
á la carne. Pues ¿qué es lo que allí
aborrece? Vitia carnis odit, pruden
tiam carnis odit, contentionem mor
tis odit: (b) Los vicios de la car
ne, sus astucias y malas inclinacio

(a) August. l. ser. de verbis Apost, ser. 6, ad Galat. 5, 17. (b) August.
l. de Moribus Eccles. c. 26, et l. 14 de Trinit. c. 14.
3o Tratado primero, cap. PVIII.
nes, en aquella ascension y contra sí mismos, que los pecadores y
riedad que la carne tiene contra la malos, no solo cuanto al alma, si
razon, esto es lo que aborrece, que no cuanto al cuerpo, porque le de
á la carne antes la ama en mortifi sean y procuran el verdadero bien,
carla y contradecirla: como el mé que es la bienaventuranza, de la
dico no aborrece al enfermo, sino cual ha de participar tambien en
la enfermedad, y contra esa pelea, su modo el cuerpo. Y añade santo
que al enfermo antes le ama : y Tomás, artic. 5 ad 2, por esta
pruebalo muy bien; porque amar á misma razon, que el justo ama
uno, es quererle y desearle bien; á su cuerpo, no con cualquier
Amare est velle bonum, dice el Fi amor, sino con amor de caridad,
lósofo, (c) y aborrecerle es querer que es el mas alto y aventajado
que le venga algun mal. Pues el 3II101".

que trate de mortificar su cuerpo, Vease esto claramente por ejem


é irle á la mano en sus apetitos y plo de dos enfermos, de los cuales
deseos desordenados, quiere y pro el uno come y bebe todo lo que le
cura por su cuerpo el mayor y su da gusto, y no quiere recibir san
mo bien, que es el descanso y glo gria ni tomar purga, ni medicina
ria eterna, y asi ese es el que le alguna; y el otro le rige muy bien,
ama verdaderamente; y el que no y guarda la boea, aunque tiene mu
trata de mortificarle, sino que le cha sed y hambre, toma la pur
deja seguir sus malas inclinacio ga, aunque le amarga, y recibe la
nes y apetitos, quiere y procura sangria, aunque le duele: claro está
para su cuerpo el mayor mal que que ama mas su vida, y su cuerpo
le puede querer y procurar, que es y salud este segundo, que por al
el infierno para siempre jamas; y canzarla y conservarla quiere pa
asi ese es el que verdaderamente decer un poco de trabajo en tener
aborrece su cuerpo. De la manera dieta, y en tomar las medicinas; y
que dice el Profeta: Qui diligit ini al otro antes le decimos que se de
quitatem, odit animam suam: Ps. Io, güella, por no querer sufrir un po
v. 6. El que ama el pecado, y la mal co de sed y de trabajo. Pues de la
dad, aborrece su anima, porque con misma manera es en nuestro propó
eso le procura y negocia el infierno sito: y asi lo dijo S. Bernardo à
para siempre; de esa manera, y por unos seglares, que se espantaban de
la misma razon, dice S. Agustin, po sus monges, por tratar tan mal sus
demos decir que aborrece tambien cuerpos, diciendo, que les tenian
su cuerpo, pues le procura y nego odio capital: á los cuales respon
cia el mismo mal. Y asi dicen los dió el Santo, que ellos de verdad
teologos (d) por esta razon, que eran los que aborrecian sus cuer
los justos y buenos se aman mas á pos, pues por darles un poco de
(c) Arist. l. 2 Rethor. c. 4. (d) S. Thom. 2 2, quaest. 25, art. 5, et 7.
De la mortificacion. 3I
gusto de deleites sensuales, los obli amando: Dichosos y bienaventura
gaban á tormentos eternos; mas los dos los que supieron guardar su áni
monges de verdad los amaban, pues ma para la vida eterna, aborreciendo
los afligian un poco de tiempo para aquí su carne, y no la perdieron
merecerles descanso perdurable. amándola: Noli amare in hac vita,
Esta verdad nos enseñó bien cla ne perdas in aeterna vita: Por tanto,
ramente Cristo nuestro Redentor no la querais amar en esta vida,
en el sagrado Evangelio. Porque porque no la perdais en la otra.
diciendo: El que quisiere venir en Otra razon buena trae S. Agus
pos de mí, nieguese á sí mismo, y tin (f) en confirmacion de esto: No
tome su cruz, y sigame; da luego la solo deja, dice, de amar uno una
razon dicha: Qui enim voluerit ani cosa, por amar otra mas que á ella.
mam suam salvam facere, perdet Y trae dos ejemplos que lo decla
eam: qui autem perdiderit animam ran. Claro está, que no deja el en
suam propter me, inveniet eam : fermo de amar su pié, ó su brazo,
Matth. 16, v. 25. Porque quien por dejar que se le corten, cuando
aumare desordenadamente su vida, aquello es necesario para conser
la perderá; y quien la aborrecie var la vida: harto amor les tiene
re por amor de mí, la hallará en él; pero mas amor tiene á su vida,
la vida eterna. Dice S. Agustin sobre y asi deja perder lo menos, por no
estas palabras: Magna, et mira sen perder lo mas. Y cosa cierta es
tentia, quemadmodum sit hominis tambien, que el avariento tiene
in animam suam amor, ut pareat, amor á su dinero, y desea mucho
odium ne pereat. (e) Advertid y conservarle: pero con todo eso se
ponderad esta sentencia de Cristo deshace de él, y lo echa de casa pa
tan alta y tan maravillosa, que ra comprar pan, y lo demas que es
el amar el hombre su vida y su necesario para la vida; porque por
carne, dice que es aborrecerla, y mucho que ame el dinero, ama
el aborrecerla, amarla : Si male mas la vida, y asi quiere perder lo
amaveris, tunc odisti; si bene ode que es menos, por conservar lo que
ris, tunc amasti: Porque si la amais es mas. Pues de la misma manera:
mal y desordenadamente, será abor no deja el hombre de amar su car
recerla, y si sabeis aborrecerla como ne, por mortificarla; sino que ama
se debe, será amarla; porque será mas su alma, y la vida eterna: y
guardarla para la vida eterna, como porque para su alma, y para alcan
dice el mismo Señor: Qui odit ani zar la perfeccion y la vida eterna,
mam suam in hoc mundo, in vitam es necesario mortificar y maltra
deternam custodit eam. Joan. 12, v. tar su carne, por eso la maltrata y
25. Concluye el Santo : Felices qui mortifica: no es esto aborecimien
oderunt custodiendo, ne perdant to ni falta de amor, sino es amar

(e) Aug. tract. 51 super Joannem. (f) Aug. l. de Doct. Christ. c. 25.
2
º3 Tratado primero, cap. IX.
mas á Dios, y amar mas su alma, para siempre, que venir á ser seme
y la perfeccion. jante á las bestias, haciéndose sier
vo y esclavo de una cosa tan bes
CAPÍTULO IX. tial como la carne y sensuali
Que el que no trata de mortificar, dad , sujetándose y rigiéndose
no solo no vive vida espiritual, por ella , y dejándose llevar del
pero ni racional. ímpetu furioso de su apetito bes
tial?
El glorioso Agustino (a) dice: Dice S. Bernardo, c. 3 medit.
Una es la vida de las bestias, Dominam ancillari, et ancillam do
otra la de los Angeles, y otra la de minari, magna abusio est: Grande
los hombres. La vida de las bestias abuso y desórden es que la escla
toda se ocupa en las cosas de la va sea la señora y la que mande: y
tierra, y en el cumplimiento de sus que la que es la señora, y la que
apetitos; la de los Angeles, toda es habia de mandar, quede hecha es
tratar con Dios, y de las cosas del clava, que es aquel desórden y des
cielo; la de los hombres es media concierto, que dice Salomon que
entre estas dos vidas; porque el vió: Vidi servos in equis, et Princi
hombre participa de la una natura pes ambulantes super terram quasi
leza, y de la otra. Si vive segun el servos: Eccles. c. 1 o, v. 7. Ví á los
espíritu, hacese semejante á los An siervos andar á caballo hechos seño
geles, y compañero de ellos: si vi res y mandando, y á los princi
ve segun la carne, hacese semejante pes y señores andar arrastrados
á las bestias, y compañero de ellas. por tierra, sirviendo como escla
Concuerda con esto lo que dice S. vos. El padre maestro Avila, cap.
Ambrosio : Qui secundium corporis 1 1, Audifilia, dice: ¿No os parece,
appetentiam vivit, caro est: qui se que seria cosa monstruosa, y de
cundium praecepta Dei, spiritus est. grande admiracion á los que la
(b) De manera que el que vive segun viesen, traer una bestia enfrenado
los apetitos de la carne, no solo no á un hombre, llevándole donde ella
vive vida espiritual, pero ni aun quisiese, rigiendo ella á quien la
vida racional de hombre, sino una habia de regir ? Pues de estos hay
vida animal de bestias. Esto solo tantos regidos por el freno de sus
nos habia de bastar para animarnos apetitos bestiales, bajos y altos, que
mucho á la mortificacion; porque por ser tantos, no echamos ya de
¿qué cosa hay mas indigna de la ge ver en ello, ni nos espanta ya este
nerosidad y nobleza del hombre, monstruo, ni nos causa admira
que fue criado á imagen y seme cion, que es otra lastima mayor.
janza de Dios, y para gozar de él De Diogenes se cuenta, que anda
() Aug. Serm. 18 super Joann. (b) Ambros. Psal. 1 18, octavar. 4.
sup. illud : Adhaesit pavimento anima mea.
De la mortificacion. 33
ba al medio del dia por la plaza de fe, y un Religioso prevenido y fa
Atenas, con una candela buscando; vorecido con tantas bendiciones y
y preguntándole, ¿qué buscais? An regalos de Dios? Y así dice S.
do, dice, buscando, á ver si hallo Agustin, (d) que el que no se afren
algun hombre. ¿Pues no veis la pla ta de esto, ó no lo siente, tiene per
za llena de ellos? Esos, dice, no vertida la razon, y eso será otro
son hombres, sino bestias, porque monstruo mas digno de admiracion,
no viven vida de hombres, sino de que esté uno hecho bestia, y no
bestias, rigiéndose y guiándose por sienta ni eche de ver en ello.
sus apetitos bestiales. Un filósofo (e) cuenta de sí, que
S. Agustin (c) trae otra compa siendo él muchacho vió un hom
racion graciosa, pero muy propia, y bre que iba con mucha prisa á
que declara muy bien esto: Qualis abrir una puerta con una llave, y
est in oculis hominum qui inversis le aconteció muy al revés; porque
pedibus ambulare videtur, talis est no podia abrirla por mucho que lo
in oculis Angelorum, cui caro pro procuraba, y como él iba con tan
pria dominatur. ¿Qué tal parece de ta prisa, y no podia hacer nada,
lante de los hombres el que anda tomó tanto corage é ira con aque
los pies arriba, y la cabeza abajo? llo, que comenzó á morder la llave
Ese es matachin, cosa de farsa y de con los dientes, y á dar coces en
risa. Pues tal, dice, es en los ojos de aquellas puertas, y no paró aí, sino
Dios y de los Angeles, aquel en que comenzó á decir blasfemias
quien la carne es la señora, y la ra contra Dios, y á echar espumara
zon la esclava, ese anda al revés, jos por aquella boca, como loco
los pies arriba, y la cabeza abajo. furioso, que los ojos parecia que se
¿Pues quién no se afrentará de esto? le querian saltar de corage. Dice
Que aun allá Séneca lo sintió, y di este filósofo, que como vió esto,
jo divinamente, epist. 65: Major concibió en sí tanto odio y abor
sum, et ad majora genitus, quàm recimiento contra el vicio de la
ut mancipium sim mei corporis: ira, que de allí adelante nunca nadie
Mayor soy, y para mayores cosas le vió enojado, por no verse en
nací, que para ser esclavo de mi otra semejante. Todo esto nos ha
cuerpo: sentencia digna de que el de ayudar á vivir como hombres
Religioso, y cualquier cristiano la de razon, y no dejarnos llevar de
tuviese impresa en su corazon. Si los apetitos de la carne. S. Geró
un gentil con sola la luz natural nimo sobre aquello de Job, cap. 1,
alcanzó á sentir y afrentarse de v. I: Vir erat in terra Hus nomine
esto, ¿qué será razon que haga un Job: dice, este varon, y da la ra
cristiano ayudado de la luz de la zon que habemos dicho: Non enim
TOMO II.

(c) Aug. Serm. 5o ad Frat. in eremo. (d) Aug. l. cont. mendacium.


(e) Galen. de cognoscend. et curand. animi morb.
34 Tratado primero, cap. X.
terra carnis ejus animam ipsius su lo segundo, que es mayor trabajo
perabat, sed imperantis animi con el andar uno huyendo de la morti
silio cuncta faciebat: Porque no era ficacion, que el mortificarse. Dice
la carne la señora y la que mandaba, S. Agustin: (b)Jusisti Domine, et sic
sino teniala sujeta y rendida, y todo est, ut paena sua sibi sit omnis ani
cuanto hacia iba nivelado con el mus inordinatus: Mandástelo, Señor,
peso de la razon, conforme á aque y verdaderamente ello es así, que
llo de la Escritura: Subte erit appe el ánimo desordenado sea tormen
titus ejus, et tu dominaberis illius. to y pena de sí mismo. Ese desor
Gen. 4, v. 7. den que trae uno dentro de sí del
apetito á la razon, y de la razon á
CAPÍTULO X. Dios, causa en el hombre un tor
mento y desasosiego grande: y
Que es mayor trabajo notrataruno de esto es general en todas las cosas,
mortificarse, que el tratar de eso. porque ¿qué cosa hay en el mundo,
que estando desordenado, no esté
Podrá alguno decir: Bien veo el naturalmente inquieta y descon
provecho y necesidad de la morti tenta? El hueso que está fuera de
ficacion, pero póneseme delante su juntura, ¿qué dolores causa? El
la dificultad y el trabajo, y eso elemento que está fuera de su lugar
me retrae de ella. A esto digo lo natural, ¿qué violencia padece? Pues
primero con S. Basilio: (a) Si por como sea cosa tan propia y tan na
la salud corporal recibimos de bue tural al hombre racional vivir se
na gana medicinas muy amargas, gun la razon, cuando viviere de
y consentimos que el médico ó sordenadamente, y fuera de razon,
cirujano corte y queme por donde ¿cómo no ha de reclamar su misma
le parece: y si por la hacienda y naturaleza, y darle latidos su pro
dinero acometen los hombres tan pia conciencia?. Muy bien dijo el
grandes dificultades y peligros por santo Job, c. 9, v. 4: Quis restitit
mar y por tierra; por la salud es ei, et pacem habuit? ¿Quién jamas
piritual de nuestra alma, y por al. resistió á Dios, y vivió en paz? Que
canzar los bienes eternos de la glo no puede haber paz ni descanso, vi
ria, razon será acometer alguna di viendo de esa manera: y así S. Juan
ficultad, y ponernos á algun tra en el Apocalipsi, c. 14, v. 11, dice,
bajo. que los que adoraban la bestia, no
Pero porque al fin naturalmente tenian holganza de dia ni de noche:
somos amigos de huir el trabajo: Nec habebant requiem die, ac noc
y ya que forzosamente hayamos de te, qui adoraverunt bestiam, et ima
padecer algo, querriamos que fue ginem ejus. Si servís á esa bestia
se lo menos que pudiese ser; digo de nuestra carne y sensualidad, ja

(a) Basil. in Reg. fusius disp. 1 I. (b) Aug. l. 1 Confes. c. 12.


De la mortificacion. 35
mas tendreis descanso ni sosiego. sosegándose los vientos, luego hay
Dicen allá los médicos, que la bonanza en la mar: Imperavit ven
salud y buena disposicion del cuer tis, et mari, et facta est tranquilli
po consiste en la templanza y pro tas magna. Matth. 8, v. 26. Así si
porcion de los humores; y así vos sabeis mandar á los vientos de
cuando ellos estan fuera de aquella vuestras pasiones y apetitos, y ha
proporcion y templanza natural cer que se sosieguen, mortificándo
que habian de tener, causan enfer los y moderándolos con la razon,
medades y dolores: y cuando es luego habrá grande tranquilidad y
tan bien templados y proporcio paz; pero mientras no tratareis de
nados hay salud, y causan este eso, habrá tormenta.
riormente alegria y vigor corpo Para que mas claramente se vea
ral: así la salud y buena disposi que lleva mayor trabajo y mas
cion de nuestra alma consiste en la pesada cruz el que huye de la mor
proporcion y moderacion de nues tificacion, que el que se mortifica;
tras pasiones, que son sus humo descendamos á casos particulares,
res: y cuando estas no estan tem en lo que esperimentamos cada
pladas y mortificadas, causan en dia. Mirad cual quedais cuando os
fermedades espirituales, y cuando dejasteis llevar de la pasion de la
lo estan, hay en la alma salud y ira ó impaciencia, y dijisteis á
buena disposicion, la cual causa vuestro hermano alguna palabra
en el que la tiene una alegria y airada, ó hicisteis otra cosa des
sosiego grande. compuesta y desedificativa: qué
Mas dicen, y muy bien, que las tristeza, qué desasosiego, qué In
pasiones de nuestro corazon son lo quietud y pesadumbre teneis con
que los vientos en la mar, porque vos Decidme, ¿si es mayor la pena
así como los vientos alborotan y y trabajo que sentís en eso, que la
desasosiegan la mar, así las pasiones que pudierais sentir en haberos mor
alborotan y desasosiegan nuestro tificado? No hay duda en eso. Mas:
corazon con sus desordenados ape mirad los temores y sobresaltos
titos y movimientos. Ya se levan que tiene un Religioso inmortifi
ta la pasion de la ira, que nos tur cado, que no está indiferente y re
ba y desasosiega, ya corre el vien signado para cualesquiera cosas que
to de la soberbia y vanagloria, ya la obediencía quisiere hacer de él,
nos lleva tras sí la impaciencia y una sola cosa á que tenga repug
envidia, por lo cual dijo el pro nancia, basta para que ande siem
feta Isaias, c. 57, v. 2 o: Impii au pre con pena y dolor; porque
tem quasi mare fervens quod quies aquella es la que siempre se le po
cere non potest: Los malos son ne delante y en primer lugar, y
como la mar cuando anda desa aunque á los superiores no les pase
sosegada con tormenta; pero en por el pensamiento ocuparle en
36 Tratado primero, cap. X.
aquello, como al fin es cosa que voluntad, aquello mismo le da
puede ser, y se suele mandar, y él tambien pena y tormento; ó que
no sabe lo que será, siempre anda haces tu voluntad, al fin saliste con
con temor y sobresalto si le han la tuya, no mereces nada en esto,
de mandar aquello. Es como cuan pues lo haces por tu gusto, y por
do uno tiene una herida en el pie, que tu lo quisiste, todo se te vuelve
que todo le parece que le va á dar en acibar.
allí. Así todo le parece al inmorti Añadese á esto el remordimien
ficado, que le va á dar allí à don to de la conciencia que trae consi
de le duele; pero el Religioso mor go el que no trata de su mortifica
tificado, indiferente y resignado cion, ni hace lo que debe; porque
para todo, siempre anda contento ¿qué contento puede tener un Reli
y alegre, y no tiene que temer. gioso, que no vino á la Religion á
Mas considerad la pena y desa otra cosa sino á tratar de su apro
sosiego que traerá consigo el que vechamiento, y á buscar la perfec
fuera soberbio, cuando se viere ar cion, si no trata de eso? Claro está
rinconado y olvidado, y que no que ha de andar con pena y con
hacen caso de él, y que no le enco dolor, y lo mismo podemos decir
miendan cosas de lustre y de hon de cada uno en su estado; porque
ra, como él deseaba, y mirad el te el gusano roedor de la conciencia
mor y congoja con que anda tam que traemos con nosotros, en no
bien cuando se las encomiendan, y haciendo lo que debemos, nos está
cuando ha de hacer alguna cosa remordiendo y royendo las entra
pública, sobre como le ha de suce ñas. Dice muy bien el P. M. Avila,
der, y si ha de sacar por ventura lib. Epist.: Poned en una balanza
deshonra, de donde él pensaba sa los trabajos que se pueden pa
car honra. Por todas partes le afli sar, siendo uno diligente, y vi
ge y atormenta su soberbia y mise viendo en fervor, y tratando de su
rable estado, y así es generalmen mortificacion; y en otra los que
te en todas las demas cosas. Vues pasa el tibio é inmortificado, por
tras pasiones son vuestros verdu que no quiere pasar estos: y halla
gos y sayones, y que os atormen réis que son los de este mil tanto
tarán perpetuamente: mientras no mayores que los de aquel. Cosa es
tratareis de mortificarlas, y esto es esta maravillosa, que halla mas
verdad, ahora se cumpla lo que uno deleite y contento el que sirve al
quiere, ahora no: porque mientras Señor con diligencia en velar y
no se cumple aquel deseo que se orar, y en todo lo que se ofrece de
dilata, aflige y congoja su ánima: trabajo y mortificacion, que el ti
Spes quae differtur, affligit animam. bio y flojo en parlar y pasar
Prov. c. 13, v. 12. Y cuando vie tiempo, y en regalarse y hacer su
me á cumplir su deseo y hacer su voluntad. Riéndose se está el tibio
De la mortificacion. 37
por defuera, y carcomiéndose de huír el trabajo, dejabais de morti
dentro, y llora el justo, y alegrase ficaros: yo digo, que aunque no
en el corazon: Iter pigrorum quasi fuese sino por eso mismo, habiais
sepes spinarum: Prov. 15, v. 19: El de procurar mortificaros, para vi
camino de los tibios y perezosos, vir con paz y sosiego, aunque no
dice el Sabio, es como quien anda hubiera en ello otro bien; cuanto
sobre espinas. Lo que dijo Dios por mas habiendo tantos.
el profeta Oseas: 2, v. 6: Ecce ego
sepiam viam tuam spinis: Yo cerca CAPITULO XI.
ré tu camino con espinas. En los
deleites puso Dios tristes remordi Comienzase á tratar del ejercicio de
mientos de conciencia, y en los mortificacion.
pasatiempos amargura, y en hacer
uno su voluntad, dolor y tormen El principal medio que pode
to, ahí halla el tibio y perezoso es mos poner de nuestra parte para
pinas que punzan y atraviesan su alcanzar esta mortificacion y vic
corazon; pero el camino de los jus toria de nosotros mismos, es ejer
tos es llano y sin tropiezo alguno: citarnos mucho en negar nuestra
Via justorum absque offendiculo. voluntad, y contradecir nuestros
Prov. 14, v. 19. ¡O qué paz y conten apetitos, y no dar gusto á nuestra
to tiene un buen Religioso mortifi carne, ni dejarla salir con la suya,
cado, y que anda con cuidado en su porque de esta manera se va poco á
aprovechamiento, haciendo lo que poco venciendo la naturaleza, y
debe á buen Religioso, no hay con desarraigando el vicio y la pa
tento que se le iguale! Cada dia es sion, é introduciendo y criando
perimentamos esto, que cuando an la virtud. S. Doroteo (a) da acer
damos con diligencia en el servicio ca de esto un aviso muy provechoso.
de Dios, estamos muy alegres y Cuando sois molestado de alguna
contentos, y cuando andamos ti pasion ó inclinacion mala, si con
bios y descuidados, estamos tris descendeis con vuestra flaqueza, y
tes y desconsolados. Esa es mu quereis poner aquello por obra, en
chas veces la causa de nuestras tris tended, dice, y tened por cierto,
tezas y desconsuelos, como dire que con eso la pasion y mala in
mos en su lugar. Trat. 6, c. 4, et 6. clinacion quedará mas arraigada
De manera, que por huír los tra y mas fuerte, y así os hará mayor
bajos menores, viene uno á caer en guerra, y os afligirá mas de ahí ade
otros mayores: Qui timet pruinam, lante. Pero si resistis varonilmente
irruet super eum nix: Job 6, v. 16: a la pasion y mala inclinacion, con
dice Job, huís del frio, y cargará eso se irá ella disminuyendo, y te
sobre vos la nieve. Deciais, que por niendo cada dia menos3é
fuerza para

(a) S. Dorot. Serm. seu doctr. 15 en Bibliot. Sanct. Patr. t. 3.


38 Tratado primero, cap. XI.
combatiros y molestaros, hasta este ejercicio, ayudarános mucho
venir á perder del todo las fuerzas, que vayamos siempre con aquel fun
y á no daros ya molestia ni pesa damento, que deciamos al princi
dumbre. Este es un aviso muy im pio, capit. 2 et 4, que este hom
portante tambien para las tentacio bre esterior, esta nuestra carne y
nes, por la misma razon, como sensualidad, es el mayor contrario
declararémos en su lugar. Trat. 4, y enemigo que tenemos, y que co
cap. 6. Importa mucho resistirá mo tal anda siempre procurando
los principios; porque la mala cos nuestro mal, apeteciendo contra el
tumbre no nos lleve poco á poco á espíritu y contra la razon, y contra
mayor dificultad. Dios. Una de las razones principa
Dicen los Santos, que nos habe les porque dicen los Santos, que el
mos de haber con nuestro cuerpo, propio conocimiento es un medio
como un caballero que va sobre un eficacísimo para vencer todas las
caballo furioso y mal enfrenado, tentaciones, es, porque el que anda
del cual con industria y valor se en este ejercicio, como tiene bien
apodera, y le hace caminar por entendida su flaqueza y miseria,
donde quiere, y al paso que quiere. en asomando el pensamiento ó
Así acá es menester traer siempre deseo malo, luego echa de ver que
el freno tirado, y no descuidar de aquella es tentacion de su enemi
la espuela; y de esa manera sereis go, que le quiere engañar, y así
señor de vuestro cuerpo, y hareis guardase de él, y no le da crédito
de él lo que quisiereis, y que cami ni oídos ningunos. Pero el que no
ne por donde quisiereis, y al paso se conoce ni trata de eso, no echa
que quisiereis: y si no teneis valor de ver la tentacion que le viene, ni
y destreza para gobernarle y apo la tiene por tal, especialmente
deraros de él, apoderaráse él de cuando es conforme á su inclina
vos, y derribárosha en algun des cion y gusto; antes lo que es ten
peñadero. El medio que suelen to tacion lo tiene por razon, y lo que
mar cuando una bestia tiene algun es sensualidad le parece necesidad,
mal siniestro, para quitarsele, es y así facilmente es vencido de la
no dejarle salir con él. Pues ese ha tentacion. Pues esto os ayudará
de ser tambien el medio que habe tambien mucho para mortifica
mos de tomar nosotros, para qui ros, acordaros que traeis con vos el
tar las siniestras y malas inclina mayor enemigo que teneis, y enten
ciones de nuestra carne, no de ded que todos esos apetitos y ten
jarle salir con lo que ella quie taciones que os vienen, son de vues
re, sino contradecirla é irle á la tra carne y sensualidad, que como
mano en todos sus apetitos y de enemigo capital pretende y procu
SeOS. ra vuestro mal, y de esa manera
Para que nos animemos mas á facilmente os mortificaréis, y lo
De la mortificacion. 39
desecharéis; por que ¿quién se fiará aquello: respondió, que por la
de su enemigo? hambre que tenia, que no le bas
S. Bernardo (b) trae otra bue taba lo que le daban en la mesa.
na consideracion para esto: dice, Exhortabale á que fuese al Abad, y
que nos habemos de haber con no le declarase su necesidad: á él hi
sotros mismos, y con nuestro cuer zosele muy dificultoso, diciendo,
po, como con un enfermo que nos que tendria mucha vergüenza en ir
hubiesen encomendado, al cual, con eso al superior. Pues esperad,
aunque pida y desee mucho lo que dice, que yo lo remediaré. Váse
le hace daño, se le ha de negar, y S. Doroteo al Abad, y dale cuen
lo que hace provecho, aunque él no ta de la necesidad del monge. El
guste de ello, se lo han de dar, y ha Abad remiteselo á él, que haga to
cer que lo tome. O si nos acabase do lo que le pareciere que convie
mos de tener por enfermos, y andu ne para su remedio. Con esto hace
viésemos siempre con esta conside llamar al despensero, y mandale
racion, que todos estos apetitos y que á cualquier hora que aquel
deseos que nos vienen, son antojos monge le pidiere de almorzar ó
de enfermos, y persuasiones de nues merendar, le dé todo cuanto le pi
tro enemigo que nos quiere hacer diere. El despensero obedeció, y
mal; cuan facilmente los desecha dabaselo con muy buena gracia:
riamos y venceriamos! Pero sivos con lo cual se comenzó de hallar
no os teneis por enfermo, sino por bien, y por algunos dias no hurtó
sano, no os teneis por enemigo, si nada; pero de aí á poco tornó á su
no por amigo, en grande peligro mala costumbre. Iba con muchas
estais; porque ¿cómo habeis de resis lágrimas á S. Doroteo á decir su
tir á lo que no pensais que es malo, culpa y pedir penitencia: (que ese
sino bueno, y á lo que no pensais tenia bueno, que declaraba luego
que es engaño, sino verdad? sus faltas, el cual es medio muy
Cuenta S. Doroteo, doct. 1 1, eficaz para que no duren mucho)
que estando en el monasterio con preguntale: ¿No os da el despensero
el cargo de las cosas espirituales, á lo que le pedís, haos dicho alguna
quien acudian todos los monges vez de no? Muy bien, dice, lo ha
con sus tentaciones: un dia vino á ce el despensero, y todo cuanto le
él uno de ellos á darle cuenta de una pido me da; pero tengo vergüenza
tentacion que tenia de gula, y co de ir tantas veces á él. ¿Y de mí, di
mo unas cosas se llaman á otras, ce, tendreisla, ya que sé vuestra
pasaba adelante la tentacion, y lle tentacion, y os habeis declarado
gaba á que le hacia hurtar cosas conmigo? Respondió que no : y
de comer. Preguntóle él con mu con esto mandale que acuda á él, y
cho amor la causa por que hacia le daría todo lo que hubiese me

(b) Bern. epist. seu tract. ad frat. de monte Dei.


4O Tratado primero, cap. XI.
nester, y no hurtase nada de aí ade
lante. Tenia entonces S. Doroteo CAPÍTULO XII.
cuidado de los enfermos, y regala
bale mucho. Con esto detuvose en Como se ha de ir poniendo en prac
hurtar por algunos dias, pero pres tica el ejercicio de la morti
to volvió á su mala costumbre; y ficacion.
fue con muchas lágrimas y con
fusion á decir su culpa, y pedir per Pues el ejercicio de la mortifica
don y penitencia. Dicele S. Do cion es el principal medio que po
roteo: Pues cómo, hermano mio, demos poner de nuestra parte pa
á mí no teneis empacho en pedir ra alcanzar victoria y señorío de
me, y yo os doy todo lo que habeis nosotros mismos, y de nuestras
menester, ¿para qué hurtais? Res pasiones y apetitos; será bien que
pondió: Padre, no sé como es esto, vamos descendiendo mas en parti
ni para qué hurto; el vicio y mala cular, declarando como habemos
costumbre me lleva tras sí, que yo de ir poniendo en práctica este
ninguna necesidad tengo, ni como ejercicio. El órden y regla gene
lo que hurto, que al jumento se lo ral que solemos dar en semejantes
doy; y así se halló, porque fueron cosas, es, que pongamos los ojos
á su aposento, y tenia los higos, en aquello de que tenemos mas ne
ubas, manzanas y los pedazos de cesidad, y que eso sea lo primero
pan escondidos debajo de la cama, que procuremos alcanzar. Pues co
y allí se le dejaba hasta que se pu menzad primero este ejercicio por
dria, y entonces no sabiendo que las ocasiones de mortificacion que
se hacer de ello, lo llevaba á la ca se os ofrecen, sin andarlas vos á
balleriza, y lo echaba al jumento. buscar, ahora sea por medio de la
De lo cual se verá, dice S. Doro obediencia, ó por medio de vues
teo, el miserable y desdichado tros hermanos, ó por otra cual
estado á que lleva á uno la pasion quier via. Recibid de buena volun
y mala costumbre: y cuanta razon tad todas esas ocasiones, y aprove
tenemos de tenernos por enfermos cháos de ellas, porque eso es nece
y por enemigos. Bien veía este que sario, así para vuestra paz y quie
hacia mal en aquello, y lloraba tud, como para dar buen ejemplo
se afligia mucho de haberlo hecho; y edificacion. Habiamos nosotros
y con todo eso no parece que se de ser tan fervorosos en la mortifi
podia contener de tornarlo á hacer: cacion, pues nos va tanto en ello,
por lo cual decia muy bien el Abad que anduviesemos pidiendo é im
Nisqueron, que el que se deja lle portunando á los superiores, que
var de la pasion y mala costum nos mortificasen en esto y en lo
bre, se viene á hacer siervo y es otro, y nos mandasen aquello á
clavo de ella. que tenemos mas repugnancia, y
De la mortificacion. 41
nos diesen la penitencia, y la re tisfacer al uno y al otro. Pues si
prension en particular y en pú vamos á las ocasiones de mortifica
blico delante de todos. Pero ya cion que se nos ofrecen de parte
que no seais tan fervorosos como de nuestros prójimos y hermanos
eso, recibid siquiera con pacien con quien tratamos y conversamos,
cia y buena voluntad las ocasiones hallarémos tambien hartas, unas
de mortificacion que se os ofre veces sin querer ellos, ni advertir
cen, y os envia Dios para vuestro en ello, y sin culpa alguna suya;
ejercicio y aprovechamiento. Mu otras por algun descuido ó negli
chas son las ocasiones que en esto gencia, aunque no con mala inten
se nos ofrecen cada dia, y si uno cion: otras veces se ofrecen ocasio
anduviese sobre sí, y con deseo de nes, en que os parece que sois de
mortificarse, siempre hallaría en sestimado, y que hacen poco caso
qué; porque unas veces acerca de de vos. Pues si vamos á las que nos
las cosas de la obediencia, os pare envia el Señor inmediatamente
cerá que á vos os mandan lo mas con las enfermedades, tentaciones
trabajoso, y que todo carga sobre y trabajos que nos vienen, y con
vos, habiendo otros que podian ha el repartimiento tan diferente de
cer aquello: y á cada uno en su ofi sus dones, así naturales, como so
cio se le ofrecen algunas cosas que brenaturales, no tienen cuento ni
le dan particular trabajo y morti número las que cada dia se nos
ficacion. Pues aprovecháos de esas ofrecen, sin andarlas nosotros á
ocasiones que teneis entre manos, y buscar.
preveníos para ellas, y haced cuen Estas son las ocasiones en que
ta, que eso dificultoso es vuestra primero nos habemos de ejercitar;
cruz que habeis de llevar para se porque como estas mortificaciones
guir á Cristo. Otras veces se os se nos han de ofrecer muchas veces
ofrecerán ocasiones de mortifica necesariamente, y las habemos de
cion en la comida, en el vestido, en padecer, aunque nosotros no que
el aposento: holgáos que os quepa ramos, es menester que procure
á vos siempre lo peor, como nos lo mos hacer de la necesidad virtud,
dice la Regla 25. Summarii const. para que ya que las padezcamos,
Otras veces os darán la penitencia sea con fruto; y fuera del aprove
y la reprension; y algunas veces chamiento espiritual que en esto
os parecerá que no teneis culpa, y hay, ahorrarémos de mucho traba
otras que á lo menos no tanta, y jo, si las tomamos de buena volun
que 0s dicen la cosa diferentemente tad; porque muchas veces el traba
de lo que pasó, ó que la encarecen jo y dificultad que sentimos, no
demasiado; holgáos de todo eso, está tanto en las cosas, cuanto en
y no os escuseis ni os quejeis, ni la repugnancia y contrariedad de
querais luego volver por vos, y sa nuestra voluntad; y así abrazán
42 Tratado primero, cap. XII.
dolas de buena gana, aliviarémos cosa, todo es por falta de morti
mucho trabajo. ficacion, ó por no padecer el traba
Otras mortificaciones hay que jo que está anejo á aquello, ó por
las habemos nosotros de hacer de no abstenernos del gusto y delei
nuestra voluntad, y por eso las lla te que recibimos en lo contrario.
man algunos activas, á diferencia De manera que si quereis ser buen
de las pasadas, que llaman pasivas, Religioso y alcanzar la perfec
porque las habemos de padecer, cion, es necesario que os mortifi
aunque no queramos, que son ne queis en estas cosas. Así como pa
cesarias; y así han de ser tambien ra ser uno buen cristiano y salvar
de las primeras: y de estas, unas se, es menester que se mortifique
hay que son necesarias, para que en todo aquello que apetece contra
cualquier cristiano sea bueno, y la ley de Dios; y por eso dijo
se salve; como es mortificarse Cristo nuestro Redentor: Matth.
en todo aquello que le impide la cap. 16, v. 24: El que quisiere
guarda de los mandamientos de venir en pós de mí, nieguese á sí
Dios. Otras son necesarias para mismo: y si no se niega, y morti
que uno sea buen Religioso, y al fica en eso, no será buen cristia
cance la perfeccion; como es mor no, ni se salvará: así para ser buen
tificarse en todo aquello que le im Religioso y alcanzar la perfec
pide la guarda de sus reglas, y cion, es menester que os mortifi
el hacer las cosas bien hechas y queis en todo lo que os fuere impe
con perfeccion; porque cosa cier dimento para ello: pues discurrid
ta es, que no solo todos los peca por todas las obras del dia, desde
dos, como dijimos arriba, cap. la mañana hasta la noche, y mirad
1 I, sino todas cuantas faltas é lo que os impide el guardar vues
imperfecciones hacemos en el ca tras reglas, y el hacer las cosas or
mino de la virtud, son por falta dinarias que haceis bien hechas y
de mortificacion; porque todas con perfeccion, y acometed aquel
son, ó por huir y no padecer al trabajo, y mortificáos en aquel gus
gun trabajo que sentímos en hacer to que os hace hacer la cosa mal
lo bueno y lo mejor, ó por no abs ó imperfectamente, y de esa mane
tenernos de algun gusto y deleite ra cada dia serán las obras mejores
que recibimos en lo malo ó imper y mas perfectas, y vos tambien
fecto que hacemos. Vamos discur sereis mejor y mas perfecto: todo
riendo por todas ellas, y hallare el punto de nuestro aprovechamien
mos que si faltamos en la obedien to está en acabarnos de resolver en
cia y en la observancia de las re eStO.
glas, ó en la templanza, ó en el Preguntó uno una vez, ¿qué es la
silencio, ó en la modestia, ó en causa que por una parte me da Dios
la paciencia, ó en cualquier otra buenos deseos de la virtud, y por
De la mortificacion. 43
otra cuando se ofrece la ocasion, gos obras de supererogacion, por
me hallo flaco y caigo en muchas que no se contenta con oír Misa
faltas, y nunca acabo de arribar á los dias de precepto, sino oyela
la perfeccion? Decian unos y otros, tambien entre semana, y reza el
eso nace de falta de consideracion: rosario de nuestra Señora, y con
si consideraseis esto y esto, os ayu fiesa y comulga á menudo: así el
daría: y dábanle muchas considera buen Religioso no se ha de conten
ciones, y no le aprovechaba nada. tar con guardar sus reglas, y mor
Llegó á un viejo muy esperimenta tificarse en lo que es necesario pa
do, el cual le respondió: No nace ra el cumplimiento de ellas, sino ha
eso de falta de consideracion, sino de procurar hacer otras mortifica
de falta de resolucion. Esa es la ciones de supererogacion, á que no
causa de no aprovechar: acabáos le obligan sus reglas, mortifican
vos de resolver en mortificaros en dose en algunas cosas no necesa
lo que habemos dicho, y de esa ma rias, sino que lícitamente las pudie
nera alcanzaréis la perfeccion. ra hacer. -

S. Doroteo (a) dice, que no hay


CAPITULO XIII. cosa que así ayude para aprove
Como nos habemos de mortificar en char en virtud, y alcanzar paz y
las cosas lícitas, y tambien en tranquilidad, como quebrantar uno
las cosas necesarias. su voluntad; y enseña el modo que
habemos de tener en mortificar
No parece que habia mas que nos en estas cosas que pudieramos
decir acerca de la práctica y ejer hacer lícitamente. ¿Vais por una
cicio de la mortificacion, sino parte, vieneos gana de volver la
que nos ejercitemos muy bien en cabeza y mirar acullá ? no mireis.
ella de las dos maneras sobredi ¿Estais hablando con otros, ofrece
chas, porque eso bastará para ser seos una cosa que viene muy á pro
buenos y perfectos Religiosos; pe pósito, os parece que os tendrán
ro para que mejor hagamos esas, por discreto y avisado? no la di
y estemos mas prontos y dispues gais: Suadet tibi cogitatio tua,
tos para ellas, ponen los Santos y adi cocum, et interroga quid pa
maestros de la vida espiritual otro rat obsonii, non obtemperes: Ejem
ejercicio de mortificacion en co plos son que pone el mismo San
sas que podiamos hacer licitamen to, que tan en particular descien
te: así como el buen cristiano de como esto: ¿Vieneos gana de
no se contenta con hacer las cosas saber que tenemos para comer?
de obligacion que son necesarias no lo querais saber. Cernit for
para salvarse, sino añade otras de tasse quidpiam, suadet illi cogi
devocion, que llaman los téolo tatio, ut interroget quisnam illud

(a) S. Dorot. serm. 1 de obedientia, et negat. propr, volunt.


44 Tratado primero, cap. XIII.
attulerit: non interroget: ¿Veis algu de Dios ha de decir muchas veces
na cosa de nuevo en casa, vieneos en su corazon: Por vuestro amor,
gana de saber quien envió aquello, Señor, ni quiero ver esto, ni oír lo
ó quien lo trajo, si es comprado, otro, ni gustar este bocado, ni to
ó si es dado? no lo pregunteis. En mar ahora esta manera de recrea
viniendo el huesped, luego os viene cion. De nuestro padre S. Fran
gana de preguntar ¿quién vino? ¿De cisco de Borja se cuenta, l. 1, c. 5
dónde viene? ¿A donde vá? ¿A qué? de su vida, que siendo duque, era
No lo sepais, mortificáos en eso. muy aficionado á la caza de cetre
Este ejercicio, dice S. Doro ria, y que gustaba mucho de ella, é
teo, que ayuda grandemente para iba á volar una garza, y al mejor
criar hábito de negar nuestra vo tiempo, al punto que el halcon ha
luntad, porque si nos acostumbra cia su presa y la mataba, bajaba
mos á quebrantarla en estas cosas él sus ojos, y les quitaba tambien
pequeñas, en breve vendremos á no la presa, privándose de aquel
tener propia voluntad en las ma contento y recreacion, que con
yores. Así como los que se crian tanto trabajo habia buscado todo el
para la guerra, ejercitan en tiem dia. Dice S. Gregorio, lib. 4 dia
po de paz lo que han de hacer en log. c. 1 I, que es propio de los sier
tiempo de guerra, ensayándose en vos de Dios privarse de las cosas
unas justas y zuizas, que entonces lícitas, por estar muy lejos de las
son juegos; pero es necesario aque ilícitas.
llo para que estén diestros y acos Por esto aquellos santos padres
tumbrados para cuando vengan las del yermo estimaban tanto este
veras. Así el Religioso se ha de ejercicio, y criaban con él á sus
acostumbrar á mortificar y que discípulos, quitándoles lo que ellos
hrantar su voluntad en las cosas lí querian, y haciéndoles hablar lo
citas, para que así esté despues dies que no querian, en cosas pequeñas,
tro y bien acostumbrado para y que las pudieran hacer sin peca
mortificarse en las ilícitas. S. Buen do y sin imperfeccion alguna, pa
aventura (b) enseña tambien este ra que en todo negasen su volun
ejercicio de mortificarnos en co tad, y estuviesen hechos á las ar
sas pequeñas, y que de suyo son mas para cosas mayores. Y del
lícitas, y las podiamos hacer; y que en estas mortifieaciones ligeras
pone ejemplo en coger una flor, ó y fáciles aprovechaba bien, te
no cogerla, cuando vais por la nian buenas esperanzas, que llega
huerta: porque aunque el cogerla ria á la perfeccion; y del otro sen
no sea culpa, pero el dejarla de co tian mal, porque les parecia que
ger por mortificaros, es mas gra una voluntad acostumbrada á ha
to á Dios; y así dice, que el siervo cer lo que quiere, aunque sea en

(b) Bonav, et Ludo. Blosius, c. 2 monil, spirit. /


De la mortificacion. 45
cosas pequeñas y de poca impor apetito, sino antes que comais, ha
tancia, se hallará muy rebelde para beis de mortificar el apetito de la
negarse despues en las mayores: y gula, y no habeis de comer porque
de aí tomó la Compañía el ejercicio vos gustais de ello y lo quereis, sino
que usa, especialmente á los princi porque es obediencia de Dios, que
pios, con los novicios, ocupándolos quiere y manda que comais para
en ejercicios y oficios diferentes, sustentar la vida, como lo hacia el
y haciéndoles dejar lo que han Abad Isidoro, del cual refiere Pa
comenzado, y deshacer lo que han ladio, in historia Lausiaca, lection.
hecho, y volverlo á hacer, para que 1, que lloraba cuando iba á comer,
no se crien voluntarios y apetito é iba por obedecer. Antes que estu
sos, sino que desde el principio se dieis, habeis de mortificar el apeti
acostumbren á negar su voluntad y to de estudiar, y despues estudiad,
Juicio propio. porque Dios lo quiere y os lo
Mas adelante pasan los Santos manda, y no por vuestra voluntad
en este ejercicio de mortificacion. y gusto: antes que prediqueis, ó
No se contentan con que nos acos leais la catedra, mortificad el ape
tumbremos á negar nuestra volun tito é inclinacion que teneis á
tad en las cosas lícitas, que pudie eso, y no lo hagais por vuestro gus
ramos hacer sin pecado y sin im to y aficion sino porque os lo
perfeccion alguna, sino que aun en mandan, y es voluntad de Dios. Y
las mismas cosas á que tenemos de la misma manera en todas las
obligacion de acudir, nos aconse demas cosas habeis de quitar la pro
jan que nos acostumbremos á mor piedad de vuestra voluntad, y ha
tificar y negar nuestra voluntad. cerlas porque Dios lo quiere; por
Pero dirá alguno: ¿Cómo puede ser que no es razon que ellas nos lleven
eso. ¿Habemos de dejar de hacer cautivos ácia sí, sino que nosotros
aquello que tenemos obligacion, las traigamos á ellas á nos, y á Dios,
por mortificarnos? Digo que no, en haciéndolas puramente por él: esto
ninguna manera, porque eso seria es lo que dice el Apóstol: Sive ergo
mal hecho: Non sunt facienda mala, manducatis, sive bibitis, sive aliud
ut veniant bona: ad Rom. c. 3, v. 8: quid facitis, omnia in gloriam Dei
No es lícito hacer mal, para que facite: 1 ad Cor. cap. 1 o, v. 31.
venga algun bien. Pues ¿cómo ha Ahora comais, ahora bebais, ahora
de ser eso? Hallaron los Santos pa hagais otra cualquier cosa, hacedlo
ra esto una traza maravillosa, y es todo á gloria de Dios.
doctrina del Apóstol S. Pablo: Este es un punto muy principal,
Advertid, dice, y tened cuenta, y muy espiritual : 1. p. 3, c. 8: no
que ninguna cosa hagais, ni pen habemos de hacer las obras, ni el
seis, ni hableis, que vaya guiada oficio que hacemos por el gusto é
por cumplir vuestra voluntad ó inclinacion que tenemos á ello, si
46 Tratado primero, cap. XIII.
no puramente por Dios; porque él mente habemos de hacer para ser
así lo quiere y nos lo manda, buenos Religiosos, y guardar nues
acostumbrándonos á hacer en todas tras reglas, y proceder con edifi
ellas, no nuestra voluntad, sino la cacion, que son innumerables. Lo
de Dios, y á holgarnos en ellas, no tercero, de mortificarnos en algu
porque las cosas son de suyo apete nas cosas que lícitamente pudie
cibles, ni porque nosotros gustamos ramos hacer, para de esa manera
de ellas, y son conforme á nuestra irnos habituando y acostumbran
inclinacion, sino porque estamos do á negar nuestra voluntad, y es
haciendo en ellas la voluntad de tar mas prontos y dispuestos para
Dios. El que anduviere de esta ma cuando se ofrezcan otras mayores,
nera, no solamente se acostumbrará proponiendo de mortificarnos en es
á mortificar y negar su voluntad, tas cosas tantas veces á la maña
sino á estar haciendo la voluntad de na, y tantas á la tarde, comenzan
Dios en todas las cosas, que es un do al principio con menos, y des
ejercicio muy alto de amor de pues añadiendo mas, conforme, ó
Dios, y de gran provecho y per como fuere cada uno aprovechan
feccion, como dijimos en otra do; y mientras mas veces se mor
parte. tificáre uno, será mejor, aunque se
Harto campo habemos descubier le acaben todas las cuentas del ro
to para este ejercicio; y así el que sario, como habemos conocido á
quisiere traer exámen particular de algunos en la Compañia, que las
mortificar y negar su voluntad pasaban todas mortificándose cada
(que será muy provechoso) ha de dia tantas veces, y se les parecia
ir poco á poco por los grados y bien en su aprovechamiento. Lo
escalones que habemos dicho en es cuarto, en las mismas cosas que te
tos dos capítulos. Lo primero, po nemos obligacion de hacer, pode
demos traer exámen particular de mos traer este exámen, procurando
mortificarnos en las cosas que hacerlas, no porque nosotros las
ellas mismas se ofrecen, sin noso queremos y gustamos de ellas, sino
tros buscarlas, en que hay harto porque es aquella la voluntad de
que hacer por algunos dias, y aun Dios, que es un ejercicio que pue
por muchos: especialmente si habe de durar toda la vida, por ser de
mos de llegar á llevarlas, no solo grande perfeccion: á lo cual aña
con paciencia, sino con gozo y ale do, que este exámen por estos mis
gria, que es el tercero y mas per mos puntos se puede traer por via
fecto grado de mortificacion, co de conformidad con la voluntad
mo despues diremos. Lo segundo, de Dios, tomando todas las cosas
en mortificar nuestra voluntad en como venidas de su mano, y que
lo que nos estorba é impide el ha nos las envia con entrañas de pa
cer bien las cosas que necesaria dre, para nuestro mayor bien y
De la mortificacion. 47
provecho, haciendo cuenta que el aires elados sobre mí, y que todo
mismo Cristo nos está diciendo: lo que obra, lo obra con infinita
Hijo, yo quiero que ahora hagas ó alegria y gusto suyo, y que debia
padezcas esto; porque de esta ma yo regocijarme, considerando el
nera será mas fácil y suave, y mas gusto de Dios en castigarme y afli
provechoso y eficaz, y de mas per girme, y gozarme del gozo que él
feccion: porque será ejercicio de tenia en esta obra, pues se despeda
amor de Dios, el cual todas las co 'za un leon, ú otro animal bruto de
sas hace fáciles y suaves. Aquella lante de un gran Príncipe, por solo
razon, esto es la voluntad de Dios, darle contento. De esta manera ha
Dios quiere y gusta ahora de esto, bemos de tomar nosotros todas las
convence y concluye, y ata de ocasiones de mortificacion, y ese
pies y manos. -
ha de ser nuestro gusto y contento
De nuestro padre S. Francisco en ellas, y el gusto y contento de
de Borja leemos, lib. I, c. 15 de Dios nuestro Señor.
su vida, que una vez partió tarde
de Valladolid á Simancas, donde CAPÍTULO XIV.
estaba la casa de probacion, neva Que principalmente nos habemos de
ba mucho, y hacia un viento muy mortificar en aquel vicio ó pasion
frio y riguroso, y vino á llegar que reina mas en nosotros, y
muy de noche, y á tiempo que ya nos hace caer en mayo
estaban reposando los novicios. Es E res faltas.
tuvo un gran rato llamando á la n el libro primero de los Re
puerta, cayendo copos de nieve so yes cuenta la sagrada Escritura,
bre él, y como era el primer sue que mandó Dios á Saúl por el
ño, y la puerta estaba lejos de la profeta Samuél, que destruyese
habitacion, no habia quien respon á Amalec, á hecho, que no
diese: á cabo de grande rato le dejase piante ni mamante, como
oyeron, y le abrieron, quedando dicen, grande ni pequeño, ni de
muy corridos los novicios de haber los hombres, ni de los anima
hecho aguardar tanto á su Padre, y les y ganados. Y dice la divina
verle traspasado y tiritando de Escritura: Et pepercit Saul, et
frio. Díjoles entonces el santo Pa populus, Agag, et optimis gregi
dre con muy buena gracia y ale bus ovtum, et armentorum, et
gre semblante: No tengais pena, vestibus, et arietibus, et univer
hermanos mios, que yo os certifi sis quae pulchra erant, nec volue
co, que el Señor me ha regalado runt disperdere ea. 1 Reg. cap.
mucho el tiempo que he estado 15, v. 9. Perdonó Saúl y el pueblo
aguardando; porque estaba pensan al rey Agag, y á lo mas grueso
do, que el Señor era el que tiraba del ganado mayor y menor, y á
los copos de nieve, y enviaba los todo lo que era precioso y de va
48 Tratado primero, cap. XIV.
lor: Quidquid verb vile fuit, et re no que se estan muy vivos y ente
probum, hoc demoliti sunt: Y todo ros en su propia voluntad y juício,
lo vil y desechado, y que no valia y en su honra y estimacion: á los
nada, eso destruyeron. Así hay al cuales podríamos decir en su modo
gunos que se mortifican en cosas lo que dijo Cristo á los escribas, y
pequeñas y livianas; pero en las fariseos: Pae vobis Scribae, et Phari
cosas mayores, que importan y les saei hipocritae, quia mundatis, quod
hacen mas al caso, perdonanse y de foris est calicis, et paropsidis, in
quedanse muy vivos y muy ente tus autem pleni estis rapina, et im
ros. Pues para aviso de estos, digo munditia ! Matt. c. 23, v. 25: ¡Ay de
que lo principal en que habemos de vosotros escribas y fariseos hipó
poner los ojos para mortificarlo y critas, que teneis mucha cuenta con
ofrecerlo á Dios, ha de ser lo mas la limpieza esterior de los platos y
precioso. Va luego Samuél, y re vasos en que comeis y bebeis, y
prendele muy asperamente de dentro estais llenos de inmundicia
parte de Dios por lo que habia he de hurtos y de rapiñas Pharisaee
cho, y hace que le traigan delante caece, munda prius, quod intus est
á Agag rey de Amalec: Et oblatus calicis, et paropsidis, ut fiat id
est ei Agag pinguissimus, et tre quod de foris est, mundum: Lim
mens, et in frustra concidit eum piad y mortificad primero lo inte
Samuel coram Domino in Galgalis: rior, para que lo esterior sea puro
1 Reg. c. 15, v. 32: Hizo sacrifi y limpio; porque esa modestia este
cio de él á Dios. Pues eso ha de ser rior, si no nace de allá dentro de la
lo principal que habeis de sacrifi paz y maduréz interior del cora
car y ofrecer á Dios con la morti zon, todo será hipocresía y fin
ficacion. Ese Agag de vuestra hin gimiento. No seais, dice Cristo
chazon y soberbia, eso que reina nuestro Redentor, como los sepul
mas en vos, esa impaciencia, esa cros blanqueados, que parecen por
condicion áspera y mala que te defuera muy hermosos, y dentro es
neis, ese deseo y apetito de ser tan llenos de huesos de muertos, y
tenido y estimado. de toda inmundicia. Y en el mismo
Hay algunos que todo su cuida capítulo, aun mas á nuestro propósi
do, y toda su santidad y perfec to, reprende á los mismos escri
cion, parece que ponen en esto es bas y fariseos, diciendo: Vaº vobis
terior, que se parece de fuera en Scribae, et Pharisaei hipocritae, qui
traer una modestia y composicion decimutis mentam, et anethum, et
muy edificativa, y que esterior cyminum, et reluquistis quae gravio
mente no se les eche de ver falta ra sunt legis, judicium, et misericor
ninguna; y con la mortificacion in diam, et fidem ! Matt. c. 2, v. 13:
terior, que es la mas preciosa y su ¡Ay de vosotros escribas y fariseos
bida, no tienen cuenta ninguna, si hipócritas, que teneis mucho cui
De la mortificacion. 49
dado, que no se quede por diezmar
la yerba buena, el anís y cominos, CAPÍTULO XV.
y dejaislas cosas mas graves de la
ley, y no teneis cuenta con ellas ! Que no habemos de dejar las mor
Esto es al pie de la letra lo que aho tificaciones en cosas pequeñas, y
ra vamos diciendo, que hay algu cuan provechosas y agradables
nos que tienen mucho cuidado de sean á Dios estas morti
mortificarse en cosas de poco mo ficaciones.
mento, y que no les cuesta nada;
pero en lo que duele, en cosa que D. tal manera habemos de po
llegue á lo vivo, no hay tocar. Pues ner los ojos en las cosas mayo
eso ha de ser lo principal que ha res, que no dejemos las menores.
bemos de mortificar, aquella pa Este aviso es contra algunos que
sion, ó aquel vicio ó inclinacion dejan las mortificaciones peque
ó costumbre mala que mas reina ñas, y no hacen caso de ellas, por
en nosotros, y nos lleva mas tras parecerles que son cosas menudas,
sí, nos pone en mayores peligros, y que no está en eso el aprovecha
y nos hace caer en mayores faltas. miento y perfeccion. Este es un
Por esperiencia vemos, que cada engaño muy grande, y asi nos avi
uno comunmente suele sentir en sí sa tambien de ello Cristo nuestro
una» ó dos ó tres cosas, que son Redentor en aquella misma repren
las que principalmente le hacen la sion que dió á los escribas y
guerra, y le impiden su aprovecha fariseos; porque no les repren
miento, y son causa de todo su des dió porque tenian cuidado de aque
medro. Pues eso decimos que es en llas menudencias, sino porque de
lo que principalmente ha de poner jaban las cosas graves de la ley.
cada uno los ojos, para quitarlo y Antes, añade luego, que es menestcr
desarraigarlo de sí con la mortifi tambien hacer estas cosas: Haec opor
cacion: y por esto tambien solemos tuit facere, illa non omittere:
encargar, que de esto principalmen Matth. 23. Conviene, dice, que se
te se haga el examen particular, y hagan las cosas pequeñas; pero no
que en esto se insista principalmente se han de dejar las mayores. Mu
en la oracion, porque esa es la chas veces tratamos cuanto impor
principal necesidad de cada una. ta el hacer caso de cosas pequeñas
y menudas, y no nos descuidar en
ellas: y á la verdad él es un punto
de tanta importancia, que merece
ser tratado muchas veces, para que
no se nos vaya entrando por aí
tanto mal, como suele entrar por
esos resquicios. Pero ahora sola
TOMO II. 4
5o Tratado primero, cap. XV.
mente dirémos lo que hace á nues ciosa, y mas querida y amada que
tro propósito, que será declarar tenemos; porque no tenemos cosa
dos cosas. La primera, el bien de mayor valor, ni que mas quera
grande que hay en estas mortifica mos y estimemos, que nuestra pro
ciones. La segunda, cuan grande pia voluntad, y dando eso, lo da
mal y daño nos puede venir, si mos todo.
nos descuidamos de ellas. Y comen S. Ambrosio (a) pondera á este
zando de lo primero, cuanto agra propósito aquel hecho de David,
dan á Dios las mortificaciones, cuando estando en campo contra los
aunque sean en cosas pequeñas, y de filisteos, dice la sagrada Escritura
cuanto valor y mérito sean delan que: Desideravit, et dixit: 0 si quis
te de él, entenderáse bien por aqui: daret mihi aquam de cisterna Bethle
en la mortificacion no se ha de mi hem! Deseó, y dijo: ¡O quien me
rar tanto á las cosas que hacemos, diese un poco de agua de la cisterna
cuanto á que negamos y quebran de Belén! que estaba de la otra par
tamos en ella nuestra propia vo te de los enemigos. Oyendo esto tres
luntad; porque eso es propiamen caballeros fortísimos, rompieron
te el mortificarse y negarse á sí mis por medio del ejército de los filis
mo, que Cristo nuestro Redentor teos, y trajeronle un vaso de agua
nos pide en el sagrado Evangelio. de aquella cisterna; y dice la sagra
Matth. 16, v. 24. Pues esta propia da Escritura: Qui noluit bibere, sed
voluntad tambien se niega y que magis libavit illam Domino: No la
branta en las cosas inuy peque quiso beber, sino dice que la sacri
ñas, como en las muy grandes; y ficó y ofreció al Señor, derraman
aun algunas veces mas, como cuan dola. Gran cosa por cierto, y gran
do son mas contra nuestra volun sacrificio ofrecer á Dios un jarro de
tad, como lo esperimentamos mu agua, dice S. Ambrosio: gran sa
chas veces, que sentimos mas difi crificio fue, y muy agradable á
cultad en algunas cosas pequeñas, Dios, y basta contarnoslo la sa
que sintieranos en otras grandes; grada Escritura por hazaña de Da
porque como suelen decir, y muy vid, para entender que fue grande.
bien, la mortificacion no está tan Pero ¿por qué fue grande? ¿Sabeis por
to en las cosas, cuanto en la re qué? Dice S. Ambrosio: Vicit ergo
pugnancia de nuestra voluntad. De naturam ut sitiens non biberet, et
manera que en cualquier mortifica exemplum de se praebuit, quo omnis
cion, aunque sea en cosas peque exercitus tolerare sitim disceret. Ven
ñas, ofrecemos y sacrificamos à ció la naturaleza, quebrantó su vo
Dios nuestra propia voluntad, ne luntad en no beber, teniendo sed,
gándola y quebrantándola por su y dió ejemplo á todo el ejército,
amor, y dándole la cosa mas pre para que sufriese la sed. No fue so
() Ambros. in Apolos, de Dav. cap. 7, v. r. 1 Paral, 11, p. 17.
De la mortificacion. 51
lo el jarro de agua lo que ofreció, hazañas de David: sientan otros lo
sino la voluntad: esa es la que sa que quisieren; pero á mí, dice, mas
crifica y ofrece uno á Dios, cuan admiracion me pone David cuan
do se mortifica, aunque sea en co do le veo danzar y bailar delante
sas pequeñas, y por eso es sacrifi del arca, como si fuera un hombre
cio de mucho valor, y muy agra plebeyo y bajo, que cuando oigo
dable delante de su Magestad. decir que despedazaba osos, y des
S. Gregorio, lib. 27 mor. cap. quijaba leones: y mas, que cuan
27, trae otro ejemplo del mismo do oigo que de una pedrada derribó
David á este propósito; y tambien al gigante Goliat, y venció á los fi
le trae S. Ambrosio, ubi supra. listeos: Pugnando quippe hostes sub
Cuenta la sagrada Escritura en el didit; saltando autem coram Domi
segundo libro de los Reyes, que no semetipsum vicit. Porque con
David trajo el arca del Testamen esto venció á otros; pero con aque
to á su ciudad de Sion, con una llo venció á sí mismo, é hizo mu
procesion y solemnidad muy gran cho mas en vencerse á sí, que en
de, y asi como cuando acá se hace vencer á otros.
procesion en dia del Corpus Chris Pues estimemos en mucho estas
ti, el vulgo y la gente plebeya mortificaciones, y guardemonos de
va con sus danzas y bailes delan menospreciarlas, porque no nos
te del Santísimo Sacramento: asi acontezca lo que le aconteció á Mi
es de creer, dice san Gregorio, cól, que se afrentó y corrió de
que tambien entonces el vulgo y este hecho de David, y le despreció
la gente plebeya hacia estas danzas en su corazon por él, y le dió des.
y bailes delante del arca de Dios. pues en rostro con ello: por lo cual
Pues aquel potentísimo y fortísi la castigó Dios con esterilidad que
mo rey David, olvidado de su au no tuviese hijo ninguno en toda
toridad y grandeza, desnudase de su vida. Mirad no sea la causa de
sus vestiduras Reales, juntase con vuestra esterilidad y sequedad, asi
los danzantes, y comienzan á danzar, en la oracion, como en el trato con
bailar y tañer: Quasi si nudetur los prójimos, de que no se os pe
unus de scurris, 2 Reg, cap. 6, v. guen, ni vuestras palabras se les pe
1 o: et I Paral. cap. 15, v. 29, le di guen, y asi no tengais hijos espiri
jo su muger Micól: Como si fuera tuales; el afrentaros ya de hacer las
villano, ó un hombre de placer. No mortificaciones pequeñas, y el des
se acaba S. Gregorio de maravillar deñaros de acudir al superior con
de este hecho de David, y dice: cosas menudas, pareciéndoos que
Quid de ejus factis ab aliis sentiatur es cosa de niños y de novicios, y
ignoro. Ego David plus saltantem que ya no son para vos esas cosas:
stupeo, quam pugnantem : No sé lo trat. 2, cap. 7: y mucho mas de
que otros sentirán de los hechos y ben temer este castigo los que die
52 Tratado primero, cap. XV.
sen en rostro con estas cosas á los
que ven que son muy observantes, CAPÍTULO XVI.
y muy exactos y puntuales en ellas,
notándolos como de escrupulosos, Del mal y daño que se sigue de me
ó de muy menudos, ó como hacien nospreciar las mortificaciones
do burla y donaire de ellos, que en cosas pequeñas.
es una cosa con que se puede hacer
mucho daño, y de que deberia uno D. lo dicho se podrá entender
tener mucho escrúpulo, porque facilmente cuanto mal y daño.
cuanto es de su parte retrae á los se nos puede seguír, si menospre
otros de la virtud. O qué bien res ciamos las mortificaciones peque
pondió David á Micól Ante Domi ñas, y nos descuidamos de ellas;
num, qui elegit me potius, quam Pa porque no habemos de mirar tanto
trem tuum, et ludam, et vilior fiam, á la cosa pequeña y menuda en
plusquam factus sum, et ero humilis que nos dejamos de mortificar,
in oeulis meis: 2 Reg. c. 6, v. 2 1. cuanto á que no queremos negar ni
Delante de Dios, que me escogió á quebrantar nuestra voluntad por
mí antes que á tu Padre, juzgaré y amor de Dios, ni aun en aquello po
danzaré, y haréme aun mas vil y co. Y hay aqui otro daño muy gran
mas bajo, y no me apartará de eso el de, y muy digno de ser advertido, y
que mofa y murmura de mí. O, dice es, que con esto va uno dando licen
S. Bernardo epis. 87 in fin. bonus cia á su voluntad para que en otras
ludus quo Michol irascitur, et Deus cosas salga tambien con lo que qui
delectatur, bonus ludus, qui homini siere: y asi se va haciendo volunta
bus quidem ridiculum, sed Angelis rioso y apetitoso, fomentando y
pulcherrimum spectaculum praebet aumentando su propia voluntad.
O qué buen juego aquel, con el cual No entiende uno el mal y daño
Micól se enoja, y Dios se deleita que en esto se hace á sí mismo: al
O qué buen juego aquel que al mun principio es leoncillo pequeño esta
do parece risa, pero á los Angeles propia voluntad; pero de esa ma
es un admirable espectáculo ! Este nera irá creciendo, y se hará un leon
juego usaba el que decia: Spectacu fiero é indómito, que no os po
lum facti sumus mundo, et Angelis, dais despues averiguar con él. Bien
et hominibus. I ad Cor c. 4, v. 6. sabemos todos, que la propia vo
Pues usemos nosotros tambien este luntad es la causa y raiz de todos
juego, y no hagamos caso del que los males y pecados, y del infier
drán, dice S. Bernardo: Laudamus no tambien: Cesset propria voluntas,
ut illudamur: porque de esta mane et infernus non erit, dice el glo
ra seremos un espectáculo que espan rioso y bienaventurado S. Bernar
te al inundo, y admire á los Ange do, serm. 3 de Resurrectione: Cese
les, y agrade mucho á Dios. la propia voluntad, y no habrá in
De la mortificacion. 53
fierno. Pues con estas mortificacio ma uno de su voluntad, con que se
nes va uno quebrantando su propia evita otro daño y peligro grande,
voluntad, y quitando la licencia de como nos lo enseñó Eusebio, va
que salga con todo lo que quiere, ron santísimo, y lo refiere Teodore
que suele ser la raiz y causa de to to in sua hist. Religios. Ejercita
dos nuestros males y pecados. Y base mucho este Santo en ellas, y
asi dice Ricardo de S. Victor, preguntado ¿por qué? Respondió:
in Cantic. p. 2, cap. 21, que pues Ensayome contra las artes y ardi
el demonio trabaja en vencernos en des del demonio, y procuro con
culpas pequeñas, para que estando esto que las tentaciones grandes
mas flacos nos venza en culpas con que él me habia de acometer,
grandes, que es justo que nosotros de soberbia, lujuria, envidia y
trabajemos tambien en vencernos otras semejantes, se conviertan en
y mortificarnos á menudo en cosas estas cosas pequeñas, en las cuales
pequeñas, para que cerremos la si yo fuere vencido, no perderé mu
puerta al demonio, y no nos pueda cho, y si venciere, quedará mas
vencer en cosas mayores: y dice corrido y afrentado el demonio,
que habemos de comenzar por estas viendo que aun en estas cosas pe
cosas pequeñas, para que con el uso queñas no me puede vencer. Nótese
vayamos cobrando fuerzas, y de la mucho esto, porque es una verdad
victoria de las menores vayamos su de que tienen mucha esperiencia
biendo poco á poco á vencer las los siervos de Dios. Entended, que
mayores. Casiano, lib. 8, cap. 18, mientras anduvierais en este ejer
da tambien este aviso, y pone ejem cicio de mortificaros en cosas pe
plo, como cuando os viene un mo queñas y menudas, se converti
vimiento de ira con la pluma con rán en eso las tentaciones del de
que escribís, cuando no está buena, monio, y vuestras tentaciones serán
ó con el cuchillo, cuando no corta comunmente de esas cosillas: si ha
bien, ó con otras cosas seinejantes: ré esta mortificacion, si venceré es
conviene mucho, dice, mortificar ta repugnancia, ólo dejaré: que
y reprimir esos movimientos des cuando quedeis vencido alguna
ordenados, aunque sea en estas co vez en eso, no perdereis mucho;
sas pequeñas, porque con esta victo pero si cesais de ese ejercicio, y
ria, cuando se ofrecen despues oca no tratais de pelear con el demo.
siones graves de disgustos é inju nio, y contra vuestra carne en esas
rias de prójimos, se halla el siervo cosas pequeñas, él y ella os harán
de Dios con fuerzas para mortifi la guerra con otras tentaciones ma
carse, y para conservar la caridad yores, en las cuales si quedais
y paz del corazon en ellas. vencido, quedareis perdido.
Y mas hay otro bien en estas El bienaventurado S. Agustin
mortificaciones pequeñas que to tr. 2 sup. Joan cuenta que un hom
4*
54 Tratado primero, cap. XVI.
bre católico estaba muy enfadado poco á poco llevándole mas ade
con unas moscas que le molesta lante, y de la abeja pasó á la lan
ban mucho; llegó á visitarle un here gosta, que es un poco mayor, y
ge maniqueo, y cuéntale su traba de la langosta á la lagartija, y de
jo, que no se podia valer de las mos la lagartija al pajarito, y del pajari
cas, y que estaba muy tentado con to á la oveja, y de alli al buey, y
ellas. Al maniqueo parecióle aque despues al elefante, y finalmente
lla buena coyuntura para encajarle al hombre Et persuasit homini,
su error, que era haber dos princi quod non à Deo factus est homo: Y
pios de las cosas, uno de las invisi persuadióle, que tampoco habia
bles, que es Dios, y otro de las cor criado Dios al hombre. Mirad á
porales y visibles, que decian los que estremo de males vino a traer
maniqueos ser el demonio, contra á este miserable el no saber sufrir
el cual error se pusieron en el Sin una pequeña mortificacion de unas.
bolo que canta la Iglesia aquellas pa picaduras de moscas: y asi dice
labras: Visibilium omnium, et invi S. Agustin: Guardaos no os en
sibilium: donde confesamos que to gañe el demonio, cuando estais
das las cosas crió Dios, no sola tentado y enfadado de las moscas,
mente las espirituales é invisibles, como engañó á este desdichado,
sino tambien las corporales y visi que con las moscas le cazó. Suelen,
bles. Pues viendo el herege tan dice, los cazadores poner en el la
buena ocasion º para persuadir al zo moscas para cazar algunas aves,
otro su error, dicele: ¿Quien crió y asi lo hizo el demonio con este
estas moscas? El otro como estaba desventurado, que con moscas le
tan enfadado con ellas, y le pare armó, y le cogió. Pues guardaos
cian tan mal, no se atrevió á decir, no os engañe á vos tambien el de
que Dios las habia criado. Cogesela monio, cuando estais enfadado y
el maniqueo, y dicele: Pues si Dios tentado, triste y melancólico so
no hizo estas moscas, ¿quién las pu bre cosas pequeñas y menudas,
do hacer? Dice el otro: El diablo porque con estas moscas suele ca
creo que las hizo. Vuelve luego el zar el demonio á muchos, y llevar
maniqueo: Pues si el demonio hi los poco á poco á cosas mayores.
zo las moscas, como vos decís, la
abeja es un poquito mayor que la CAPÍTULO XVII.
mosca, ¿quién la hizo? No se atre
vió el otro á decir que Dios habia En que se ponen tres avisos impor
criado la abeja, y la mosca no, tantes en esta materia.
porque iba muy poco de la una á
la otra : y asi dijo, que si Dios no Para tres géneros que hay de
habia criado las moscas, tampoco personas, pondrémos aqui tres
criaria las abejas. Fue el maniqueo avisos, para consuelo de los unos,
De la mortificacion. 55
y desengaño de los otros. Las con nuestra mano, sino que lo hereda
diciones de los hombres son diver mos con el pecado. Y S. Pablo con
sas, hay algunos que tienen unos ser S. Pablo, sentia en sí esa contra
naturales difíciles, y sienten gran diccion y rebeldía de su carne, y
dificultad, y gran repugnancia y decia: Video alian legem in mem
contradiccion de su carne para las bris meis repugnantem legi mentis
obras de virtud, con lo cual andan meae et captivantem me in lege pec
desconsolados, pareciéndoles que cati, quae est in membris meis. Ad
esya todo perdido. (a) Para esto es Rom. c. 7, v. 23. Y S. Agustin espli
el primer aviso consolatorio, que ca á este propósito aquello del Salmo
no está la culpa, ni la imperfec cuarto: Irascimini, et nolite pecca
cion en tener y sentir estas repug re: Airaos, y no querais pecar: Id
nancias y movimientos contra la est, licèt insurgat motus animi, qui
razoa, sino en seguírlos y obrar jam propter penam peccati non est
conforme á ellos, como en las ten in potestate, saltem non consentiut
taciones no está la culpa en los ei ratio, et mens, sed mente servia
movimientos ó pensamientos ma mus legi Dei, si adhuc carne servi
los y feos que nos vienen contra mus legi peccati: Aunque se levante
la castidad, ó contra la fé, ó contra allá en vuestro apetito el movimien
cualquier virtud con que algunos to de impaciencia y de ira, no os
se suelen afligir y desconsolar mu dejeis llevar ni consintais en él,
cho. Dicen muy bien los Santos, y no pecaréis. Bramando iban
no os fatigueis, ni tengais pena de aquellas vacas que llevaban el ar
esto, que no está la culpa en el sen ca del Testamento, porque les
timiento, sino en el consentimien habian quitado sus becerros, que
to. Cuando á vos os pesa de esas naturalmente amaban; pero al fin,
cosas, y procurais resistir y no ha dice la sagrada Escritura, 1 Reg.
cer caso de ellas, antes son mate c. 9, v. 12, que iban su camino de
ria y ocasion de mayor mereci recho, sin declinar ni á la diestra,
miento. De la misma manera es en ni á la siniestra. Id vos por el ca
las inclinaciones y condiciones mino derecho de la virtud, y no
malas que tenemos de nuestra na oigais los bramidos de la carne, ni
turaleza, unos mas, otros menos, hagais caso de ellos, y con eso po
de los cuales se nos levantan tan deis ser perfecto.
malos movimientos de nuestro ape Esa es la diferencia que hay en
ito, y tantas repugnancias y di tre los hombres espirituales que tra
ficultades para lo bueno: no está tan de perfeccion, y los carnales y
en eso el ser uno malo ó bueno, sensuales, que no tratan de eso: no
ni el ser perfecto ó imperfecto, está la diferencia en sentir ó no
porque eso es natural, y no está en sentir dificultades y contradiccio
(a) Ludovic Blosius in Specul. spirit. cap. 6.
56 Tratado primero, cap. XVII.
nes de la carne, sino que en estos trabajando cada uno por sujetarlas y
se dejan llevar de ellas, y aquellos dominarlas con ánimo generoso: De
no. El pez vivo va agua arriba, el vitiis nostris scalam nobis facimus,
muerto agua abajo. Pues en esto si vitia ipsa calcamus. De esta ma
se verá si sois hombre espiritual, y nera haremos de nuestras pasiones
vive en vos el espíritu, ó si está escalones para subir á lo alto, por
muerto, en si vais agua arriba con que ellas mismas nos levantarán so
tra la corriente de vuestras pasio bre nosotros, y si estuvieren debajo
nes, ó si os dejais llevar de ellas de nosotros, poniéndolas debajo de
agua abajo. El hombre espiritual los pies, nos servirán de escalones
no oye los clamores y ladridos de para subir al cielo. - -

la gula y apetito sensual, ni se de De nuestro bienaventurado Pa


ja llevar de ellos, como dice el san dre S. - Ignacio leemos en su vida,
to Job, cap. 39, v. 7: Clamorem lib. 5, c. 5, que siendo de su natu
exactoris non audit. Al vientre lla ral muy colérico, se habia vencido
ma exactor, porque pide mas de lo y mortificado, y trocado tanto con
necesario. Dice S. Gregorio, lib. 3o la gracia del Señor, que le juzga
mor. c. 1 3: Clamorem exactoris non ban por flemático. Y aun allá de
audire, est violentis tentationum mo Sócrates cuenta Plutarco, lib. 3,
tibus minimè consentire. En esto está apolog. 8o, que viendole un fisono
todo el punto, en no dar oidos á mista, que por la composicion es
las tentaciones y apetitos que se terior del cuerpo y facciones del
levantan, ni consentir en ellos. Y. rostro conocia las inclinaciones.
asi nadie debe desmayar por sentir, naturales de cada uno, dijo, que
en sí malas inclinaciones, sino ani aquel hombre era muy mal incli
marse á sacar de eso mayor coro nado á deshonestidad y glotone
na, como de las tentaciones: asi ría, á embriaguéz y á otros mu
nos lo aconseja S. Agustin en el chos vicios. Los discípulos y ami
sermon tercero de la Ascension, gos de Sócrates indignaronse mu
exhortando y animando á que su cho con aquel hombre, y quisieron
bamos todos al cielo con Cristo. poner las manos en él: Sócrates los
Entre otros medios que pone para, detuvo diciendo: Paso, que ver
subir allá, son menester pasiones dad ha dicho este hombre; porque
y malas inclinaciones: Ascendamus , tal fuera yo verdaderamente, sino
etiam post illum, per vitia ac pas me hubiera dado á la filosofía, y
siones nostras: Subamos tambien al ejercicio de la virtud. Pues si aquel
cielo con Cristo, ayudándonos filósofo, con las fuerzas naturales
de nuestras mismas pasiones. Y si habia alcanzado tanto señorío y,
preguntareis ¿de qué manera nos victoria de sus malas inclinaciones,
podremos ayudar de las pasiones mejor las podrá alcanzar el cris
para subir al cielo? Responde, que tiano y Religioso, ayudados de la
De la mortificacion. 57
gracia del Señor: Sapiens domina cho, y no teneis que vencer, y
bitur astris: mas poderosa es la asi será digno de mayor premio y
gracia, que la naturaleza. alardon.
Hay otro género de personas que Alaba Plutarco, cap. 5, á Alejan
naturalmente son de buena condi dro Magno sobre todos los Monar
cion: Sortiti sunt animam bonam, cas del mundo, diciendo que los
(Sapient.) que no parece que peca otros nacieron Monarcas; mas este
ron en Adán, como solia decir de ganó la monarquía con su brazo
S. Buenaventura su maestro Ale y lanza, y con muchas heridas que
jandro de Ales: tienen un natural en diversas batallas recibió. Asi
tan bueno y tan suave, que todo aquellos que á punta de lanza, co
parece se lo hallan hecho, nin mo dicen, han vencido sus pasio
guna cosa se les hace dificultosa, nes, mortificándose y yéndose á la
ni sienten esas repugnancias y con mano, son dignos de mayor loa y
tradicciones en su carne, que otros; gloria, que los que se nacieron con
antes dicen: ¿Cómo me dicen que ese sosiego natural, y con esa paz,
habia dificultades en la Religion, y no han tenido que vencer. Y asi
que yo no hallo ninguna ? Para es no teneis de que tener vanagloria,
to es el segundo aviso para desen ni porque teneros en mas, por ser
gañarlos. Si Dios os ha dado esta de buena condicion, ni por que te
buena condicion y blandura na ner á los otros en menos, por ver
tural, que no sentis esas dificulta que tienen naturales fuertes, y con
des, ni casi sabeis que cosa sea ten diciones difíciles; antes habeis de
tacion que os dé pena, no os en tomar de allí ocasion para confun
griaís ni tengais vanagloria: por diros y humillaros, viendo que
que eso no es virtud que hayais vos no es virtud en vos, la que lo pa
alcanzado, sino natural, con que rece, sino natural, y en el otro es
vos nacisteis, y la virtud y aprove virtud todo lo que hace: vos no os
chamiento de cada uno no se ha de habeis aprovechado nada, porque
medir por el semblante del rostro, no os habeis vencido en nada, y el
ni por este esterior, que se parece otro ha aprovechado mucho, por
de fuera, ni por el natural blando, que se ha reprimido y vencido en
y condicion facil y suave, sino por muchas cosas. Al otro el tener mas
la fuerza que cada uno se ha he duro contraste, y mas rebelde na
cho, y por la victoria y señorío tural que vencer, le hace tener mas
que ha alcanzado de sí mismo; esa cuidado de sí, y andar mas sobre
es la medida cierta y segura del aviso y con mas fervor, y asiva
aprovechamiento de cada uno, y creciendo siempre en virtud; y á,
en e80 mas ha hecho el otro que, vos el tener buen natural os es oca
tiene el natural fuerte y colérico, sion de ser descuidado, y andar con
que vos que os hallais todo he una contínua tibieza: como mo te
58 Tratado primero, cap. XVII,
neis contrarios y enenigos, os que tienen paz, y no es paz verda
haceis lerdo y haragán. Y será dera, sino falsa y fingida: Dicentes:
bueno tambien en esto considerar Pax, pax, et non erat pax. Je
cual fuerais, si Dios os hubiera da rem. c. 6, v. 14. Sobre aquello de
do natural fuerte y dificultoso S. Pablo: Video autem aliam legem
como al otro, y creed que hicierais in membris meis repugnantem legi
mas y mayores faltas que él: si te mentis meae, et captivantem me in
niendo tan buen natural y tan lege peccati, ad Rom. c. 7, v. 23,
buena condicion, haceis tantas fal dice el glorioso Agustino: Quam
tas, y sois tan tibio y remiso, ¿qué pugnam non experiunturin semetip
fuerais si tuvierais los contrastes y sis, nisi bellatores virtutum, debella
contradicciones que el otro tiene ? toresque vitiorum: Aug. lib. de con
Y asi como decímos, que cuando tinent. Esta guerra y contradiccion
no permite Dios que os vengan de la carne contra el espíritu, y del
tentaciones, habeis de pensar que espíritu contra la carne, ni la sien
es por vuestra flaqueza; porque no ten ni esperimentan en sí, sino aque
teneis virtud para eso: asi tambien llos que tratan de adquirir las virtu
habeis de entender, que fue parti des, y desarraigar de sí los vicios. Y
cular merced del Señor el daros ese asi vemos que los mundanos no en
buen natural, y esa buena condi tienden este lenguage de mortifica
cion; porque no tuvierais virtud cion, porque estan hechos á seguir
para vencer el natural fuerte y ve su voluntad en todo lo que se les
hemente, como el otro la tiene. antoja, y aquello tienen por regla,
Con esto conservaréis en vos por y por ley: Sit pro ratione voluntas.
una parte la humildad, y por otra No saben que cosa es contradecir
la estima de vuestro hermano. se, ni irse á la mano en sus apeti
El tercero aviso es para desen tos, y asi no sienten guerra, ni
gañará otro tercero género de per contradiccion alguna en sí, porque
sonas, que no sienten en sí esas re no la hay para lo que ellos quieren;
pugnancias y contradicciones, ni pero los que tratan de espíritu, y
esa rebeldía de la carne, sino que trabajan por alcanzar las verdade
les parece que tienen paz consigo, ras virtudes, y desarraigar de sí los
y no es porque estén mortificados, vicios y malas inclinaciones, luego
ni tampoco porque tengan buen na sienten esta guerra y contradiccion
tural y buena condicion, como de la carne. Asi como el ave no
los pasados, sino porque no tratan siente que está presa, hasta que quie
de irse á la mano, ni de contrade re salir del lazo; asi es el hombre,
cirse y vencerse, antes gustan de no conoce bien la fuerza de sus vi
seguir su apetito é inclinacion, y cios y malas inclinaciones, hasta
con eso no sienten esas repugnan que trabaja por salir de ellas. Al
cias y contradicciones: pareceles abrazar de la virtud, se declara la
De la mortificacion. 59
contradiccion del vicio que le re siempre es menester andar con el
pugna. escardillo de la mortificacion en
En el libro de los hechos de los la mano, arrancando y mortifi
santos Padres se cuenta, que un cando, y que no hay quien no ten
monge preguntó á uno de aquellos ga necesidad de cortar y podar al
padres antigüos: ¿Qué será la cau go, por mucho que se haya mortifi
sa que no siento en mi alma aque cado, y parezca que está aprovecha
llas peleas y contrastes de tenta do: Credite mihi, et putata repullu
ciones, que otros sienten? Respon lant, et efugata redeunt, et reac
dió el Padre: Porque eres como ceduntur extincta, et sopita denuo
una grande portada, que entra excitantur: Creedme, dice, que lo
quien quiere, y sale quien quiere, podado vuelve á brotar, y lo que pa
sin saber ni entender tú lo que se rece que estaba ya mortificado ó
hace y pasa por tu casa. Tienes muerto del todo, vuelve á revivir:
mucha anchura de conciencia, po y asi no basta podar y cortar una
ca guarda del corazon, poco reca vez, sino muchas, y siempre es me
to en tus cosas, en tus sentidos po nester andar podando y mortifican
co recogimiento, y asi no te espan do nuestras pasiones y malas incli
tes de lo que dices. Si tuvieses la naciones: Parum estergo semel pu
puerta cerrada, y no permitieses tasse, saepè putandum est, imò si
entrar los malos pensamientos, en fieri potest, semper, quia semper.
tonces verías la guerra que te ha quod putari oporteat, si non dissimu
cian para entrar. Pues si vos no las, invenies. Es muy buena campa
sentís allá dentro esta guerra, y es racion á este propósito lo que veinos
tos combates y peleas de la carne, en los jardines. Vereis en ellos hecho
mirad no sea por ventura porque de arrayan, y de otras yerbas, aqui
seguís en todo vuestra voluntad, mi un leon, alli un hombre á caballo,
rad no sea porque no tratais de con alli aun águila. Pero si el jardinero
tradecir á vuestros apetitos, ni des no anda siempre cortando y despun
arraigar los vicios y malas incli tando las hojitas que van crecien
naciones que teneis. do, á pocos días ya no será aquel
leon, ni la otra aguila, ni estará el
CAPÍTULO XVIII. otro á caballo; porque va brotando
la naturaleza, y crece la yerba con
Que por bueno y aprovechado que forme á su natural. Asi acá, aun
uno sea , siempre tiene necesidad que seais un leon, y una aguila, y
de ejercitarse en la mortifi aunque os parezca que estais muy
60C.03, fuerte y sobre vos, sino andais
siempre cortando, y cercenando y
E bienaventurado S. Bernardo, mortificando, presto no sereis leon,
Serm. 58 super Cant., dice, que ni aguila, sino monstruo; porque
-

,
6o Tratado primero, cap. XVIII.
tenemos acá dentro otra raiz con piritual del Religioso dura toda la
traria, que está siempre brotando vida. Mucho mas hay que hacer
y creciendo conforme á su natural; en mortificar y moderar nuestros
de manera que siempre hay que afectos y pasiones, que en labrar
mortificar: Quantumlibet in hoc cor unas piedras muy duras; porque
pore manens profeceris, erras, si vi fuera de que en la piedra no hay re
tia putas emoritua, et non magis sistencia ni contradiccion al oficial,
suppressa: velis, nolis, intra fines como la hay en nosotros, despues
tuos habitat Jebusaeus, subjugari po de labrada una vez, no vuelve á ser
test, sed non exterminari: Por mu tosca como primero; pero nuestros
cho que hayais aprovechado, siem afectos y pasiones, mudanse muy
pre está con vos el enemigo, podeis á menudo, y tornan á revivir y
le reprimir y sujetar; pero no le á reverdecer, y asi es menester tor
podeis acabar de desterrar de vos. nar de nuevo sobre ellas otra y otra
Dice S. Pablo: Scio quia non habitat vez. S. Gerónimo (b) sobre aquello
in me, hoc est, in carne mea bonum: del Profeta: Psal. 97, v. 5: Psal
Ad Rom. c. 7, v. 18. Sé que no mo lite Domino in cithara, dice, que
ra en mi carne bien. Poco dijo en asi como la vihuela no hace bue
eso, dice S. Bernardo, sino añadiera na música ni consonancia, sino es
que moraba en ella el mal y el vi tando bien templadas las cuerdas, y
cio, y la mala inclinacion, como lo una sola que esté quebrada ó des
añadió luego, diciendo: Non enim concertada, hace disonancia: asi
quod volo bonum, hoc facio, sed quod una sola pasion que esté en noso
nolo malum, hoc ago: si autem quod tros desconcertada é inmortifica
nolo, illud facio: jam non ego ope da, no podrá nuestra ánima hacer
ror illud, sed quod habitat in me, buena música á los oidos de Dios,
peccatum. Dice S. Bernardo: Autte es imenester que todas las pasiones
ergo si audes, praefer Apostolo, aut esten concertadas: In psalterio de
fatére cum illo, te quoque vitiis non cem chordarum psallite illi. Psal.
carére: O habeis de proferiros al 32, v. 2. Pues para llegar aquí, bien
Apostol, ó habeis de confesar con se ve cuan necesario es andar siem
él, que mora tambien en vos el vi pre en este ejercicio. Por esto aque
cio é inelinacion mala, y que siem llos padres antiguos, aun á los
pre teneis que mortificar. ya muy perfectos los probaban y
-

Del santo Abad Efren, confirman ejercitaban en muchos géneros de


do esto mismo, (a) dice: Bellum mi mortificaciones y menosprecios,
litum breve; sed Monachi pugna, con como lo refiere S. Juan Clíma
tinuo ad usque migret ad Dominum, co: y daban otra razon muy bue
durat: La guerra de los soldados na para esto; porque muchas veces
presto se acaba; pero la guerra es los que parecen muy perfectos, y
(a) Ephre, exhort, adpietat, t. 1, p. 7 (b) Hier. l. 6 sup. Isai. c. 9, v. 16.
De la mortificacion. 61
muy sufridos de trabajos, si los El que quisiere venir en pós de mí,
prelados dejan de probarlos y lleve la cruz cada dia, y sigame.
ejercitarlos como á hombres ya No se os ha de pasar dia ninguno
consumados en la virtud, vienen en que no quebranteis vuestra volun
por tiempo á perder ó menosca tad en alguna cosa: y si se os pasare,
bar aquella modestia y sufrimien dice S. Juan Clímaco, cap. 4, te
to que tenian, porque aunque la nedlo por gran detrimento, tened
tierra sea buena, gruesa y fruc por perdido aquel dia, y pensad que
tuosa, si le falta la labor y el rie en él no habeis sido Religioso, como
go, suele hacerse silvestre y esteril, decia el otro Emperador romano,
y viene á producir cardos y espi el dia que no habia hecho mercedes:
nas: asi por muy aproveclado y Amice, diem perdidi: Sueton. c.
perfecto que sea uno, si le falta el 8 in Tito. Perdido habemos este
riego y la labor, que es la morti dia, hoy no habemos reinado, hoy
ficacion y el ejercicio del sufri no habemos sido Reyes, ni Empe
miento, se hará tierra silvestre é radores, porque no habemos he
infructuosa, y producirá espinas de cho mercedes á nadie. Pues mas
pensamientos malos y deshones propio es del Religioso mortificar
tos, y de una seguridad falsa y en se y negar su voluntad, que de los
gañosa. De manera que todos te Reyes y emperadores hacer mer
nemos necesidad de mortificacion, cedes, porque eso es ser Religioso,
no solo los mal acondicionados, hacer lo que no quereis, y dejar de
sino los que tienen buena condi hacer lo que quereis.
cion; y no solo los imperfectos y Buen ejemplo nos dejó en esto,
los que comienzan, sino tambien como en todo lo demas, nuestro
los muy antiguos y perfectos : y padre S. Francisco de Borja, el
no solo los que han pecado, sino cual decia, (c) que sin duda le se
tambien los que no han ofendido á ría á él amarga y desabrida la co
Dios, los unos para alcanzar la mida el dia que no castigase su
virtud, los otros para conservarla. cuerpo con alguna buena peniten
El que camina en una bestia, por cia ó mortificacion. Y añadia :
buena y mansa que sea, lleva el que viviera desconsolado, si supie
freno y espuelas, porque al fin es ra que la muerte le habia de tomar
bestia. en dia que no hubiese hecho algu
En aquellas palabras que dijo na penitencia y mortificado sus
Cristo nuestro Redentor: Si quis sentidos. De manera que no se le
vult post me venire, abneget seme pasaba dia en que no se mortifica
tipsum, et tollat crucem suam; añade se, y pedia y suplicaba al Señor,
el Evangelista S. Lucas: Ettollat cru. que le hiciese esta merced, que los
ºem suam quotidie: Luc. c. 9, v. 23. regalos le fuesen tormento y cruz,
(c) Lib. e 5 de la vida del padre S. Francisco de Borja.
62 Tratado primero, cap. XVIII.
y los trabajos regalo, que es el ter y deshacia entre los dientes, y las
cero y mas perfecto grado de morti traia en la boca muy de espacio, y
ficacion: y asi decia, cap. 23, que de esta manera mortificaba y ator
no le regalasen hasta que alcanzase mentaba sus sentidos, y crucificaba
esto de nuestro Señor. Siempre an su carne, y asi vino á llegar á la
daba en perpetua vela , haciendo perfeccion y santidad que llegó.
guerra á su cuerpo, y siempre halla
ba en que le mortificar y maltra CAPÍTULO XIX.
tar, y llamaba amigos suyos todas
las cosas que le ayudaban á afligir Ile dos medios que nos harán fácil
le: si el sol le fatigaba caminando y suave el ejercicio de la mortifica
en estío, decia: ¡O cómo nos ayuda cion, que son la gracia del Se
bien el amigo! y lo mismo decia ñor su santo amor.
del hielo, y del aire, y de la lluvia
en el rigor del invierno, y del do Resta que tratemos de algunos
lor de la gota, y del mal de cora medios que nos ayuden, á que
zon, y de los que le perseguian y este ejercicio de mortificacion que
murmuraban, á todos los llamaba tan necesario nos es, se nos haga, no
amigos, porque le ayudaban á ven solo fácil y llevadero, sino suave
cer y sujetar su cuerpo, al cual te y gustoso. El primero y principal
nia él por capital enemigo, y no se medio para esto ha de ser la gracia
contentaba con las mortificacio del Señor, con la cual todo se hace
nes y trabajos que se le ofrecian, fácil y ligero. Estaba el Apostol
sino andaba á buscar nuevas inven S. Pablo muy fatigado con una
ciones para mortificarse. Algunas tentacion, y pedia á Dios con ins
veces ponia arena y chinillas en tancia que se la quitase: Propter
los zapatos, para que andando le quod Dominum rogavi, ut discede
lastimasen los pies: en el estío se ret à me; 2 ad Cor. c. 12, v. 8, et
iba muy de espacio por el sol, y en 9; y le respondió el Señor: Sufficit
el invierno por la nieve y hielo: y tibi gratia mea: Bastate mi gracia.
traia pelados los aladares de arran Con la gracia de Dios se sintió tan
carse los cabellos: cuando no po esforzado que dice: Omnia possum
dia tomar disciplina, con pellizcos in eo, qui me confortat: ad Phil.
y con otros artificios atormentaba c. 4, v. 13. En Dios todo lo puedo.
su carne, y en las mismas enferme Non ego autem, sed gratia Dei
dades buscaba maneras para añadir mecum, I ad Cor. c. 15, v. 1o.
dolores á dolores, y penas á penas, No yo, sino la gracia de Dios con
porque las purgas por amargas que migo. No nos deja el Señor solos en
fuesen, las bebia á sorbos, como si este trabajo de la mortificacion, él
fuera una escudilla de sustancia, nos ayuda á llevar la carga, y por
las píldoras amargas las mascaba eso se llama yugo su ley; porque
De la mortificacion. 63
le llevan dos: Cristo se une con ves: y asi muchos huyen de este
nosotros para llevarle, ¿quién des: santo ejercicio, porque ven la
mayará con tal compañía y favor? cruz, y no ven la uncion; pero voso
No os parezca dificultoso, pues lo tros que lo habeis esperimentado,
menos de ello habeis de hacer vos. dice á los Religiosos Ecce scitis,
Por esto aunque le llaman yugo, di quia vere crux mostra inuncta est:
ce que es suave, y aunque le llama Sabeis muy bien, que nuestra cruz
carga, dice que es liviana: Jugum está ungida, y que con esta uncion
enim meum suave est, et onus meum no solo es fácil y ligera: Sed utita
leve: Matth. c. 1 1. v. 3o. Porque dicam, amaritudo nostra dulcissima:
aunque considerada nuestra natura sino lo que á los del mundo parece
leza y pocas fuerzas, sea pesado, amargo y desabrido, se nos hace
y eso denota el nombre de yugo y á nosotros con la gracia de Dios
de carga; pero con la gracia de Dios muy dulce y sabroso. Y asi de
es fácil y suave; porque nos lo ali cia S. Agustin, que no habia en
via el mismo Señor, como lo prome tendido el lenguage de la castidad,
te por el profeta Oseas; cap. 1 1. ni le parecia que habia hombre que
v. 4. Et ero eis quasi exaltans ju la guardase, hasta que entendió la
gum super maxillas eorum: Yo los fuerza de la gracia, con la cual
seré como quien levanta el yugo, y podemos muy bien decir aquello de
le quita de encima de sus mejillas. Y S. Juan: Et mandata ejus gravia
por Isaias, c. 1o, v. 17, dice: Com mon sunt: 1 Joan. c. 5, v. 3. No
putrescet jugum à facie olei. Parece son pesados ni dificultosos los man
la mortificacion yugo y carga pesa damientos de Dios y del Evange
da; pero es tanto el favor y gracia lio: porque la abundancia de gra
de Dios, significada por el oleo, que cia que da el Señor para hacer
se pudrirá el yugo, y se ablandará lo que manda, los hace fáciles
de manera, que no se os asiente, ni suaves. S. Gregorio, lib. 7 Mor.
aun le sintais. c. 8, sobre aquello de Isaías, c. 4o,
San Bernardo en el sermon pri v. 31: Quisperant in Domino, mu
mero de la Dedicacion de la Igle tabunt fortitudinem, pone dos ma
sia, dice: Asi como cuando consa neras de fortaleza, una de los jus
gran las iglesias, se usa aquella ce tos, para padecer y mortificarse
remonia, que ungen las cruces con mucho por Dios; otra de los ma
oleo santo: asi hace Dios nuestro los, para padecer grandes trabajos
Señor en las ánimas de los Reli por el mundo, y por sustentar la
giosos: porque con la uncion espi honra y hacienda, y cumplir sus
ritual de su gracia va ungiendo y apetitos y deseos: y dice que los
ablandando en ellos las cruces de que confian en la gracia del Señor,
la penitencia y mortificacion, pa mudarán esta fortaleza en aquella
ra que se les hagan fáciles y sua de los justos.
6 Tratado primero, cap. XIX.
Lo segundo que nos hará fácil y myrrhae dilectus meus mihi: Manoji
suave este ejercicio de la mortifica to de mirra es mi amado para mi :
cion, es el amor de Dios. No hay Propterea non fascem, sed fascicu
cosa mas eficaz ni que mas fácil y lum dilectum dicit, quod leve prae
suave haga cualquier trabajo, como amore ipsius ducat, quidquid laboris
el amor. Dice S. Agustin: (a ) immineat, et doloris: No dijo ma
Qui amat, non laborat: El que ama, nojo de mirra es mi amado para
no trabaja; porque el amor le ha mí, sino manojito, porque todo tra
ce no sentir el trabajo: Omnis la bajo le parece muy pequeño y muy
bor non amantibus, gravis est; so ligero, por el amor grande que tiene
lus amor est, qui nomen dificulta. á su amado; y nota bien, que no
tis erubescit. No son pesados los tra dijo absolutamente manojito de
bajos de los que aman, sino antes mirra es mi amado, sino añade,
ellos mismos deleitan, como de los para mí. Al que ama, hacesele ma
que pescan, montean y cazan, nojito pequeño; si á vos se os hace
que no les es pesado aquel trabajo, manojo grande y pesado, es por
sino antes lo toman por recrea que no amais, falta de amor es, y
cion, por el amor y aficion con asi eso tomad por señal, si teneis
que lo hacen. ¿Quién hace á la ma poco ó mucho amor de Dios: que
dre no sentir los trabajos conti no son grandes los trabajos de la
nuos de la crianza del niño, sino virtud, sino que es pequeño nuestro
el amor? ¿Quién hace á la muger amor, y por eso se nos hacen gran
curar de noche y de dia sin cesar des. Amad vos mucho, y no solo
al marido enfermo, sino el amor? no sentireis trabajo, sino sabor: Ubi
¿Quién hace hasta á las bestias y aves autem omor est, labor non est, sed
andar tan solícitas en la crianza de sapor: dice S. Bernardo, serm. 85
sus hijos, y ayunar lo que ellos co sup. Cant. Donde hay amor, no hay
men, y trabajar porque ellos des trabajo, sino sabor. Una Santa de
cansen, y atreverse á defenderlos con cia, que despues que fue llamada y
tan gran corage, sino el amor? ¿Quién herida del amor de Dios, no habia
hizo que le pareciesen áJacob bre mas sabido que cosa era padecer de
ves y faciles los trabajos de siete, y dentro, ni de fuera, ni del mun
de catorce años al sol, y á la ela do, ni del demonio, ni de la carne,
da por Raquel, sino el amor? Vi ni de otra cosa alguna: porque el
debantur illi pauci dies prae amo puro amor no sabe que cosa es pe
ris mognitudine. Genes. cap. 2o, na ó tormento. De manera que
v. 2o. Dice S. Bernardo (b) sobre el amor, fuera de que sube todas
aquello de la esposa: Fasciculus las obras de quilates, y las hace de
(a) August, l. Manua. et tract. de laudib. charit. et l. de bono viduita
tis, circa finem, et serm., 9 de verbis Domini, et serm. 48 de tempore.
(b) Bernard. serm. 43 super Cant. Canticor. c. 2, v 12.
De la mortificacion. 65
grande perfeccion, da juntamente así el amor de Dios mata y apa
grande ánimo y fortaleza para aco ga en nosotros la accion de todas las
meter cualquier trabajo y mortifi cosas corporales y sensuales, hace
cacion, y lo hace todo fácil, ligero y que muera el hombre al mundo,
sabroso. Y así declara S. Juan Cri y al amor propio, y viva á Cristo
sóstomo, hom. 3, aquello del Após nuestro Señor solamente, y que
tol S. Pablo: ad Rom. c. 13, v. 1 o: pueda decir con S. Pablo: Vivo
Plenitudo legis est dilectio: que no autem jam non ego, vivit veró in
solamente quiere decir que toda la me Christus: Ad Gal. 2, v. 2o.
ley y todos los mandamientos es Vivo yo, ya no yo, Cristo es el
tan encerrados en esa breve pala que vive en m1.
bra, amor; sino que ese amor nos Otra esplicacion buena da S.
hace tambien muy fácil la guarda Agustin sobre aquellas palabras:
de toda la ley y todos los manda Ponite corda vestra in virtute ejus.
mientos de Dios. Psal. 47, v. 14. Dice, que el amor
Confirmase esto muy bien con de Dios es fuerte como la muerte;
porque así como á la muerte, cuan
aquello del Sabio: Fortis est ut mors
dilectio: Cant c. 8, v. 6. El amor do viene, no se le puede resistir
es fuerte como la muerte. Dos espli con ningunas medicinas, ni artifi
caciones entre otras dan los Santos cios, ni aprovecha ser Obispo, ni
á estas palabras, que hacen á nues Rey, ni Papa, ni Emperador, todo
tro propósito. S. Gregorio hom. lo atropella la muerte, nada se le
1 I super Evang., da una, que S. pone delante: así cuando uno está
Agustin epist. 29 ad Hieronym. prendado de veras del amor de
tiene por la mejor. ¿Sabeis, dice, Dios, nada se le pone delante, no
qué quiere decir que el amor es le pueden apartar de él cuantas co
fuerte como la muerte? Que asi sas hay en el mundo, ni las honras,
como la muerte aparta el ánima del ni las riquezas, ni las prosperida
cuerpo, así el amor de Dios aparta des, ni las adversidades, sino vealo
el ánima de las cosas corporales cada uno por sí, por la merced que
y sensibles, y así como la muerte el Señor le ha hecho: con una cen
aparta al hombre del trato de todas tella de amor suyo que él os dió,
las cosas del mundo, así el amor no se os puso delante para dejar
de Dios, apoderado de nuestro es el camino de la perfeccion y Reli
píritu, le fortalece de tal manera, gion que tomasteis, ni los padres
que lo aparta del trato y conver y parientes, ni cuanto habia en el
sacion del mundo, y de la aficion mundo, sino que todo lo atro
que tiene á la carne, y á todas las pellasteis y tuvisteis en poco, en
cosas sensuales. Eso es ser el amor comparacion de lo que teneis. Pues
fuerte como la muerte; porque así amemos mucho á Dios, y no se
como la muerte mata al cuerpo, nos pondrá nada delante, antes
TOMo II. 5
66 Tratado primero, cap. XX.
diremos con el Apóstol: Quis ergo na, vel celte sculpantur in cilice?
nos separabit à charitate Christi, Job c. 19, v. 35. ¿Quién me diese,
tribulatio, an angustia, an fames, que escribiesen las palabras que quie
an nuditas, an periculum, an perse ro decir, para que quedasen en per
cutio, angladius? Ad Rom. c. 8, v. petua memoria á los por venir? Y va
35. ¿Quién nos apartará del amor de añadiendo para mas perpetuidad:
Cristo? Habrá tribulacion, angustia, ¿Quién me diese, que se imprimie
hambre, desnudez, peligro, ó cuchi sen en un libro, ó con un punzon ó
llo que esto pueda? Certus sum quia buril de hierro se gravasen en una
neque mors, neque vita, neque An plancha de plomo, ó con un cincel
geli, neque principatus, neque vir se esculpiesen, acabasen en una
tutes, neque instantia, neque futura, losa de guijarro? ¿Para qué quereis
meque fortitudo, neque altitudo, ne santo Job tanta perpetuidad en vues
que profundum, neque creatura alia tras palabras? Para que el consuelo
poterit nos separare à charitate Dei, que yo tengo con ellas en mis tra
quae est in Christo Jesu Domino nos bajos, ese tengan todos los nacidos
tro: Cierto estoy, dice, que ni muer y por nacer en los suyos. ¿Y qué pa
te, ni vida, ni Angeles, ni principa labras son esas? Scio enim quod Re
dos, ni virtudes, ni las cosas presen. demptor meus vivit, et in novissi
tes, ni las venideras, ni fuerzas, ni mo die de terra surrecturus sum, et
alteza, ni profundidad, ni otra cria rursum circumdabor pelle mea: et
tura alguna será bastante para apar in carne mea videbo Deum meum,
tarnos del amor de Dios. quem visurus sum ego ipse, et oculi
mei conspecturi sunt, et non alius:
CAPÍTULO XX. Sé por revelacion de mi Dios,
que mi Redentor vive (habla
De otro medio que nos facilitará y del Hijo de Dios, y de lo futuro,
hará gustoso el ejercicio de la morti como si fuese pasado ó pre
ficacion, que es la esperanza sente, por la certidumbre grande
del galardon. de ello) pues él resucitó, y vive.
Sé, que tambien en el dia postrero
El tercero medio que nos hará del mundo, tengo de resucitar de
fácil y suave este ejercicio de mor la tierra y polvos que estuviere
tificacion, es la grandeza del ga hecho, y que otra vez me tengo de
lardon que esperamos. Con esta espe rodear de mi pellejo, y que en mi
ranza se animaba y consolaba el carne veré á Dios, que es el pre
santo Job en medio de sus muchas y mio de los que le sirven, al cual
randes adversidades, diciendo: Quis yo mismo y mis ojos han de ver
mihi tribuat, ut scribantur sermones y gozar, que no otro: yo, el mismo
mei? Quis mihi det, ut exarentur que ahora padezco, tengo de resu
in libro stilo ferreo, et plumbi lami citar y gozar de Dios: Reposita
De la mortificacion. 67
est hac spes mea in sinu meo: Pues san: Grandis labor; sed respice quod
ta y guardada tengo esta esperanza promissum est, omne opus leve fieri
en mi seno, y de ahí como de tesoro solet cum ejus pretium cogitatur, et
saco alivio y riquezas de consuelo spes premii solatium est laboris.
en mis trabajos. Con esto animó Dios Direis por ventura: Grande trabajo
á Abrahan, porque diciendo él: Yo, es andarnos siempre mortificando
Señor, he dejado mi tierra y paren y quebrantando nuestra voluntad;
tela, porque vos me lo mandasteis, pero mirad al premio y galardon
¿qué premio me habeis de dar? Le res. que os han de dar por eso, y vereis
pondió: Merces tua magna nimis: como todo es muy poco en su com
Gen. c. 15, v. 1. Tu galardon se paracion: la esperanza del premio
rá muy grande y muy aventajado. disminuye la fuerza del trabajo;
Con esto dice S. Pablo, ad Hebr. c. y así, dice, lo vemos acá en los
1 I, v. 24, que se animó Moisés á trabajos de los mercaderes, labra
dejar la honra, y escoger el menos dores y soldados. Pues si la brave
precio: Fide Moyses grandis factus, za y fuerza de la mar y sus teme
negavit se esse filium filiae Pharao rosas ondas no desmayan á los ma
nis, magis eligens affligi cum popu rineros, negociantes, ni las llu
lo Dei, quam temporalis peccati ha vias y tempestades á los labrado
bere jucunditatem, majores divitias res, ni las heridas y muertes á los
aestimans thesauro AEgyptiorum im soldados, ni los golpes y caidas
properium Christi, aspiciebat enim á los luchadores, cuando ponen
remunerationem : Moisés siendo los ojos en las esperanzas huma
grande, creciendo en la fe y en nas, de lo que por esto pretenden:
la esperanza, no tuvo en nada ser quien espera el reino de los cielos,
hijo de la hija del rey Faraon que ¿cómo se espantará del trabajo y
le habia adoptado por hijo, todo mortificacion que pide la virtud? Et
es0 menospreció, y quiso mas ser illi quidem ut corruptibilem coro
abatido y perseguido por amor nam accipiant, nos autem incorrup
de Dios, que todos los tesoros y tam, ad Cor. c. 9, v. 25, dice
riquezas de Egipto; porque tenia el Apóstol S. Pablo: Si ellos por
ojo al galardon y premio que es un premio y galardon corruptible
peraba. Con esto se animaba tam y de tan poca dura, se ponen á tan
bien el profeta David á cumplir la tos trabajos, ¿qué es razon que haga
ley y mandamiento de Dios, cuan mos nosotros por un premio y ga
de decia: Inclinavi cor meum ad lardon tan grande, y que ha de du
faciendas justificationes tuas in rar para siempre jamas? Que no es
eternum propter retributionem. nada lo que hacemos, para lo que
Psalm. 1 18, 12. esperamos recibir por ello: no es
Dice S. Agustin, epist. 143 ad nada lo que nos piden, para lo que
Demetriadem virginein: Dices for nos dan, de valde nos lo dan. No
68 Tratado primero, cap. XX.
se puede juzgar si una cosa es cara En esta vida los tratos y contratos
ó barata, por lo que os piden, sino de los hombres son iguales de am
mirando juntamente la cosa que se bas partes; porque tanto da uno co
vende. Sino pregunto yo: ¿Es mu mo recibe, tanto vale lo que se ven
cho cien ducados por una cosa ? de, como el precio que dan por ello;
Como ella fuere tal, puede ser que pero la promesa de la vida y gloria
aun en cincuenta maravedis sea eterna comprase con muy bajo pre
cara, y tal, que en mil ducados cio; porque escrito está: Dies anno
sea de valde: si es una muy rica rum nostrorum in ipsis septuaginta
piedra preciosa, ó si os dan una anni. Si autem in potentatibus, octo
ciudad en mil ducados, es de valde. ginta anni, et amplius eorum labor,
Así si quereis ver si es mucho ó po et dolor: Psal. 89, v. 1o. La vida
co lo que os pide Dios, mirad lo que del hombre comunmente es como se
comprais, mirad el premio que por tenta años, ó cuando mucho gobier
ello os da: Ego ero merces tua: Ps. no y regalo tenga uno, ochenta, y
55, v. 8. A Dios os dan. ¿Eso me lo que de aí pasa, es dolor, trabajo y
dan? De valde me lo dan. No me enfermedad. Pues cuando vivamos
piden nada por ello en pedirme que ochenta años, ó ciento y mas sir
niegue mi voluntad, y me mortifi viendo á Dios, no nos darán por ellos
que: Pro nihilo salvos facies illos: otros tantos años de gloria, sino por
Por nada me lo dan: Qui non habe esos años nos darán que reinemos
tis argentum properate, emite, 83para siempre en la gloria, mientras
comedite, venite, emite absque arDios fuere Dios, por todos los siglos
gento, et absque ulla commutatione
de los siglos: In aeternum, et ultra.
vinum, et lac: Isai. c. 55, v. 1.Exod. 15, v. 18. Ergo, filioli,
Venid, corred, y daos priesa á non vos auttaedium defatiget, aut
gozar del barato. vanae gloriae delectet ambitio; non
Este medio encomienda tambien enim sunt condigna passiones hujus
mucho S. Basilio: (a) Semper cor temporis ad futuram gloriam, quae
tuum promissa caelestia meditetur, revelabitur in nobis: Ad Rom. c. 8,
ut ipsa te ad virtutis viam provo v. 18. Por tanto, hijos mios, decia
cent: Acordaos siempre del premio el Santo, no os espante, ni se os
y gloria grande que os espera, para ponga delante el trabajo de esta vida;
que con eso os animeis al trabajo porque no tiene que ver lo que aquí
y á la virtud. El bienaventurado podemos padecer, con el galardon
S. Antonio Abad con esto ani y premio que esperamos: Id enim,
maba á sus discípulos,á perseverar quod in praesenti est momentaneum,
en el continuo rigor de la Reli et leve tribulationis nostrae supra
gion; y admirado de la liberalidad modum in sublimitate aeternum glo
grande de Dios, paraba y decia: riae pondus operatur in nobis. 2 ad

(a) Basil, in admonitione ad filium spiritualem.


De la mortificacion. 69
Cor. c. 4, v. 17. Por un trabajo de mucho, y hacia grandes peniten
un momento nos dan un peso gran cias y mortificaciones. Decíanle
de de gloria, que ha de durar para sus compañeros y discípulos, que
siempre Jamas. cesase ya y moderase los traba
S. Bernardo trae una compara jos y mortificaciones, pues eran
cion muy buena á este propósito. tan grandes. Respondió él: Creed
No hay sembrador tan tonto, que me, hijos, que si el lugar y estado
le parezca muy largo el tiempo en que tienen los bienaventurados en
el cual siembra, aunque gaste mu el cielo, fuera capaz de pena y do
chos dias en sembrar; porque sabe lor, que le tuvieran muy grande por
que cuanto mas duráre el tiempo no haber padecido en esta vida ma
de la sementera, tanto mayor será yores trabajos y mortificaciones,
la cosecha. Pues de la misma ma viendo el grande premio y galar
nera, dice, no nos ha de parecer don que les dieran por ello, y cuan
á nosotros mucho, ni muy largo to se pudieran haber aventajado en
el trabajo de esta vida, porque es la gloria á tan poca costa. Con
tiempo de sementera, y mientras cuerda con esto lo que S. Buenaven
mas sembrarémos, y trabajarémos, tura, de profect. Relig. l. 1, c. 32,
mas abundante y copioso fruto dice: Tantum enim gloriam omni
cogerémos. Y añade el Santo: (b) hora negligimus, quanta bona inte
Et certè modicum seminis incremen rim facere possemus, si otiosè eam
tum, non modica messis multiplica transigimus: Tanta gloria perdemos
tio est: Considerad que un poco de por nuestra negligencia cada hora,
mas semilla que sembreis, se viene si la gastamos ociosamente, cuantas
despues á aumentar y multiplicar buenas obras pudieramos en ella
mucho. Cuando el labrador ve al hacer.
agosto, que de una fanega de trigo Semejante es á esto lo que se
que sembró, coge veinte ó treinta, cuenta (b) de la santa vírgen Ma
quisiera habersembrado mucho mas. tildis, que como fuese muy á me
nudo visitada de Cristo nuestro Re
CAPITULO XXI. dentor su esposo, al cual se habia
dedicado toda , conociendo de él
En que se confirma con algunos cosas maravillosas: oyó una vez
ejemplos lo dicho en el capítulo entre otras, que le decian los San
pasado. tos: O qué dichosos y bienaven
turados sois vosotros los que to
Canº (a) de uno de aquellos davía vivís en la tierra, por lo mu
padres antigüos, que trabajaba cho que podeis merecer Porque si
5 -

(b) Bern, epist. 341 ad Monachos Ecclesiae Sancti Bertini. (a) L. de los
hechos de los santos Padres. (b) Blos. et refert Tilm. Bredenach. l. 8 collat.
C. 3o.
7o Tratado primero, cap. XXI.
el hombre supiese cuanto puede vió nada. A la tercera vez acaecióle
cada dia merecer, luego al punto lo mismo, y volviendo la cabeza,
que se levantase se llenaria su cora vió un mancebo muy hermoso y
zon de grande gozo y contento, resplandeciente que le dijo: No
porque amaneció aquel dia, en el te turbes, que yo soy el Angel de
cual puede vivir á Dios nuestro Dios, y vengo contándote los pa
Señor, y con su gracia, para honra sos que das en este camino, para
y gloria del mismo Dios, aumentar que ninguno de ellos quede sin
su merecimiento, y aquello le daria premio y galardon: y en diciendo
fortaleza y vigor para hacer y pa esto, desapareció. El monge viendo
decer todas las cosas con grandísi esto volvió en sí, y dijo: ¿Pues
ma alegría. cómo tan sin juício soy yo, que
En el prado espiritual que com quiera perder tanto bien y tanta
puso Juan Evirato, ó segun otros ganancia? Determinóse luego de
S. Sofronio, patriarca de Jeru mudar su celda aun mas lejos de lo
salén, y fué aprobado en el segundo que la tenia, para así tener mas
Concilio Niceno, se cuenta, que trabajo y cansancio. -

un monge tenia su celda lejos del Cuéntase en las vidas de los Pa


agua como doce millas: y una dres, p. 3, fol. 237, de un monge
vez de las que fue por agua, des viejo que vivia en la Tebaida, el
falleció en el camino muy cansado. cual tenia un discípulo que habia
Viéndose pues tan fatigado, dijo probado bien. Acostumbraba el san
entre sí; ¿Qué necesidad hay de que to viejo hacerle todas las noches
pase tanto trabajo? Yo me quiero una exortacion, y despues de haber
ir á vivir junto al agua, y hacer tenido oracion, enviabale á acos
allí mi celda. Otra vez yendo por tar. Aconteció que un dia vinieron
agua con su cántaro, iba echando á visitar al monge algunos seglares,
sus trazas donde estaria bien la cel movidos con la fama de su mucha
da, y como la edificaria, y la vida abstinencia: y habiendose despedido
que en ella habia de vivir. En esto ya tarde, pusose á hacer su exorta
oyó tras de si una voz como de cion como solia, y fue tan larga,
hombre que decia, uno, dos, tres, que el sueño le cargó, y se dur
&c. Volvió la cabeza, admirado mió el santo viejo: el buen discí
de que en aquella soledad hubiese pulo aguardaba que despertase,
quien midiese ó contase alguna para que hicieran oracion, y le
distancia, ó otra cosa, y no vió enviára; pero como no despertase,
á nadie. Volvió á continuar su ca comenzáronle á fatigar pensamien
mino, y á pensar en su traza, vuel tos de impaciencia, que le instaban
ve á oír la misma voz que decia, á que se fuese á dormir: resistió
uno, dos, tres, &c. El volvió una vez: acudieron otras y otras,
segunda vez la cabeza, y tampoco hasta siete veces, y á todas resistió
De la mortificacion. 71
con grande constancia. Siendo pues que ya lo tengo todo vendido á mí
ya la media noche, despertó el santo Dios y Señor, y por muy grande
viejo, y hallándole sentado donde precio. Otra vez, despues de algu
le habia dejado cuando comenzó nos años, como fuese fatigado de
la plática, díjole: ¿Por qué hijo muy graves y continuos dolores, y
no me despertaste? Respondió, que fuera de eso, de nuevas y moles
por no darle pena. Rezaron sus tas tentaciones del demonio, y tan
maitines, y acabados, echóle su to, que ya no parecia que habia
bendicion, y envióle á dormir, y fuerzas humanas que lo pudiesen
poniéndose el viejo en oracion fue llevar, oyó una voz del cielo, que
arrebatado en espíritu, y mostró le dijo que se alegrase, porque
le un Angel un lugar muy hermo por aquellos trabajos y tribula
so y glorioso, y una silla res ciones habia de alcanzar en el cielo
plandeciente en él, y encima de un tesoro tan grande, que aunque
la silla siete coronas riquísimas. todo la tierra se convirtiese en oro,
Preguntóle el viejo: ¿De quién son y todas las piedras en margari
estas coronas? Respondió: De tu tas y perlas preciosisimas, y to
discípulo; y el lugar y asiento que das las aguas en bálsamo, no tenia
el Señor le ha dado, es por la vida comparacion ninguna con el pre
que hace, y estas coronas á noche mio y galardon que por ello le
las mereció. Venida la mañana, habian de dar: con lo cual se alivió
preguntó el monge al discípulo, ¿qué y recreó tanto el Santo, que ya
le habia pasado la noche, cuando le no sentia los dolores, y haciendo
guardó el sueño? Y el buen discípu llamar luego á sus Religiosos, con
lo contóle todo lo que le habia grande gozo, les contó el con
pasado, y como habia resistido siete suelo que Dios le habia enviado del
veces á los pensamientos de que cielo.
no le aguardase. Por donde conoció
el viejo habia ganado por aquello CAPÍTULO XXII.
las siete coronas.
Del bienaventurado S. Fran De otro medio que nos ayudará y
cisco se cuenta, (c) que encontrán hará fácil este ejercicio de la mor
dole una vez un su hermano carnal tificacion, que es el ejemplo
en medio del invierno, viéndole de Cristo nuestro
desarropado y casi desnudo, muer Redentor.
t0 y tiritando de frio, le envió á
á decir por burla y escarnio, que si El cuarto medio que nos anima
le queria vender una gota de su rá y ayudará mucho á este ejer
dor? Respondió el Santo con mu cicio de la mortificacion , es
cha alegria: Decid á mi hermano, el ejemplo de Cristo nuestro Re
(a) 2 part. l. 1, cap. 51 de la Cronica de S. Francisco.
72 Tratado primero, cap. XXII.
dentor, y Maestro. Y así el Apóstol Cuando se os hiciere amargo y pe
S. Pablo, ad Hebr. 12, 1, nos sado el trabajo de la mortificacion,
le pone delante, para animarnos á echad aí este sagrado madero, acor
esto: Per patientiam curramus ad daos de la cruz, y pasion de Cris
propositum nobis certamen, aspicien to, de sus azotes y espinas, de
tes in auctorem fidei, et consumato aquella hiel y vinagre que le die
rem Jesum, qui proposito sibi gaudio ron por refrigerio, y luego se os
sustinuit crucem confusione contemp hará dulce y sabroso.
ta: Armados de paciencia corramos En las crónicas de la Orden de
al combate que nos aguarda, miran S. Francisco se cuenta, 2 p. l. 4,
do á Jesucristo autor y consuma c. 1o, que entró en la Orden un
dor de la fe, el cual poniendo ante hombre muy rico, honrado y cria
sus ojos el gozo de nuestra reden do en regalos, y luego que el tenta
cion, sufrió la cruz, y no hizo dor vió la mudanza de su vida, le
caso de la confusion y abatimiento acometió representándole la aspe
del mundo: Recogitate eum, quita reza de la Orden; porque como en
lem sustinuit à peccatoribus adver lugar de los manjares, vestidos y
sus semetipsum contradictionem : ut cama blanda que en el mundo
ne fatigemini animis vestris deficien usaba, halló tablas, túnica gruesa,
tes: (ver. 3.) Pensad una y otra vez paja por cama, estrecha pobreza en
en aquel que contra sí mismo sufrió lugar de riqueza, sentialo mucho.
tal contradiccion de los pecadores, Y como el demonio le representase
para que no os fatigueis, desfalle la dureza de estas cosas, apreta
ciendo en vuestros corazones: Non bale con que las dejase y se vol
dum enim usque ad sanguinem resti viese al siglo. Llegó á terminos
tistis adversus peccatum repugnan la tentacion, que determinó salirse
tes: (vers. 4.) Que aun no habeis de la Orden: y estando en esta re
resistido ni peleado contra el pe solucion, pasó por el Capítulo,
cado, hasta derramar sangre, como y puesto de rodillas delante de la
él la derramó por vos. Cuenta la imágen del Señor crucificado, se
sagrada Escritura, Exod. cap. 15, encomendó á su misericordia, y
v. 33, que cuando los hijos de Israél quedando fuera de sí, fue elevado
andaban por el desierto, y encon en espíritu, y aparecióle nuestro
traron con aquellas aguas de Mara,Señor, y su gloriosa Madre, y pre
que eran tan amargas, que no las guntáronle: ¿qué por qué se iba?
podian beber, hizo Moisés oracion El con mucha reverencia respondió:
á Dios, y mostróle un madero, el Señor, yo me crié en el mundo
cual echado sobre las aguas, las en mucho regalo, y así no puedo
hizo dulces y sabrosas. Por este sufrir la aspereza de esta Religion,
madero, dicen los Santos, que es especialmente en el comer y vestir.
significado el madero de la cruz. El Señor, levantando el brazo dere
-
De la mortificacion. 73
cho, mostróle la llaga de su costa to, y de los Santos. Miraban los
do, corriendo sangre, y dijole: Santos que Cristo nuestro Señor
Estiende el brazo, y pon aquí tu habia ido por este camino, y habia
mano, y untala con la sangre de abrazado los trabajos y la cruz con
mi costado, y cuando te viniere á la tanto amor y deseo, que no veía
memoria algun rigor ó aspereza, ya la hora en que habia de dar su
mójala con esta sangre, y todo, por sangre y vida por nosotros: y co
dificultoso que sea, se te hará fácil mo los elefantes se esfuerzan en la
y suave. Y haciendo el novicio lo batalla cuando ven sangre, así ellos
que el Señor le mandó, á cualquier venian con esto á tener una grande
tentacion que le venia, traía á su sed de padecer martirios y derra
memoria la pasion de Cristo, y mar sangre por aquel que primero
luego se le convertia todo en gran derramó la suya por ellos: y como
suavidad y dulzura. ¿Qué cosa no se les cumplia este deseo, encrue
puede parecer áspera á un hom lecianse contra sí mismos, y hacian
brecillo y vil gusano, mirando á de sí verdugos contra sí, y martiri
Dios coronado de espinas, y encla zaban sus cuerpos, afligiéndolos con
vado en una cruz por su amor?" penitencias, y trabajos, y mortifi
¿Qué no sufrirá y padecerá por sus cando y quebrantando sus volun
pecados el que vé padecer tanto tades y apetitos, y de esta manera
por los agenos al Señor de la Ma descansaban algun tanto; porque se
gestad? les cumplia en algo su deseo, imitan
Este medio del ejemplo de Cris do en cuanto podian á Cristo nues
to nuestro Redentor, y deseo de tro Redentor. Esto es lo que dice el
imitarle, usaban mucho los Santos; Apóstol S. Pablo: 2 ad Cor. c.
porque fuera de ser muy eficaz para 4, v, 1o. Semper mortificationem
animarnos á mortificar y padecer, Jesu in corpore nostro circumferen
es un medio de grande perfeccion, tes, ut et vita Jesu manifestetur
y que hace subir mucho de quila in corporibus nostris: Andémonos
te las obras, porque nacen de siempre mortificando y maltratan
grande amor de Dios. Y así leemos do para que la vida de Jesucris
de nuestro bienaventurado Padre to se manifieste en nuestros cuer
8. Ignacio, lib. I, cap. 3 de su pos. Ha de ser tal el tratamiento
vida, que al principio de su conver y mortificacion de nuestros cuer
sion hacia grandes mortificaciones pos, que represente la vida de Je
y penitencias, teniendo ojo á sus sucristo, y se parezca á ella. Dice
pecados, y á satisfacer por ellos. Pero S. Bernardo: Non decet sub capite
despues iba subiendo mas, y afligia spinoso, membrum esse delicatum :
su cuerpo con asperezas y casti No conviene ni dice bien, que estan
gos, no tanto mirando á sus peca do la cabeza llena de espinas, los
dos, cuanto al ejemplo de Cris miembros se hagan delicados y re
74 Tratado primero, cap. XXII.
galados, sino que se mortifiquen litant adversus animam: Hermanos
y crucifiquen su carne, para con mios, ruegoos que vivais como
formarse con su cabeza. advenedizos y peregrinos sobre la
Muchos otros medios podiamos tierra, y que como tales os absten
traer para esto; porque todos los gais de los deseos y apetitos de la
que los Santos dan, y todas las razo carne, que pelean contra el espiri
nes que traen para exortarnos á ha tu. Todos somos peregrinos en este
cer penitencia, pueden servir para mundo, que caminamos á nuestra
animarnos á este ejercicio de morti patria celestial, como dice el Após
ficacion. Sobre aquellas palabras del tol S. Pablo, ad Hebr. c. 13, v. 14:
Apóstol, ad Rom. c. 8, v. 18: Non Non enim habemus hic civitatem per
sunt condignae passiones hujus tem manentem, sed futuram inquirimus,
poris ad futuram gloriam quae reve. et dum sumus in corpore, peregri
labitur in nobis; dice el glorioso namur á Domino. 2 ad Cor. c. 5,
S. Bernardo: No igualan, ni tie v. 6. Pues hayamonos como pere
nen que ver las pasiones y tribula grinos. El peregrino, dice S. Bernar
ciones de este siglo, ni con la glo do, va su camino derecho, y procu
ria que esperamos, ni con la pena ra escusar todos los rodeos que pue
que tenemos, ni con los pecados que de; y si ve en el camino á unos que
habemos ccmetido, ni con los bene estan riñendo, y á otros que estan
ficios que habemos recibido de Dios. en fiestas, bodas y regocijos, no
Cualquiera de estas cosas bien pon atiende á eso, ni se cura de ello,
deradas bastará para animarnos mu sino pasa adelante su camino dere
cho á este ejercicio. cho, porque es peregrino, y no le
tocan á él aquellas cosas, ni tiene
CAPÍTULO XXIII. que ver con ellas: todo su hipo
y negocio es suspirar por su tierra,
De tres grados de mortificacion. y procurar de acercarse y llegar
á ella; y asi contento con un ves
Por conclusion y remate de este tido ligero, con una comida que
tratado, declararémos brevemente baste para pasar su camino, no
tres grados de mortificacion que quiere ir cargado de otras cosas
pone S. Bernardo, serm. 7 Qua no necesarias para poder mejor ca
drag para que por ellos, como minar. Pues de esta manera habemos
por escalones, vamos subiendo á la de procurar habernos nosotros en
perfeccion. El primero es el que esta nuestra peregrinacion, habemos
nos enseña el Apóstol S. Pedro en de tomar las cosas de este mundo
su primera Canónica: c. 2, v. II. como de paso, al fin, como peregri
Charssimi, obsecro vos, tanquam nos y viandantes que somos, no to
advenas, et peregrinos abstinere mando mas de lo necesario para po
vos á carnalibus desideriis, quae mi der pasar nuestro camino: Haben
De la mortificacion. 75
tes autem alimenta, et quibus tega de las cosas de este siglo, que el
mur, his contentisumus, 1 ad Tim. peregrino? ¿Sabeis quién? El que
G, 8, como dice S. Pablo: Ahorre-- está muerto: porque el peregrino
monos y descarguemonos de todo aunque no sea sino en pedir y bus
lo que no nos es muy necesario, pa car lo necesario para su camino,
ra que así ligeros podamos mejor ca y en ir cargado con ello, se puede
minar, suspiremos por nuestra pa ocupar y detener mas de lo que
tria, y sintamos nuestro destierro: convendria; pero el muerto, aunque
Heu mihi, quia uncolatus meus pro le falte la sepultura, no lo siente.
longatus est! Psal. 1 19, 5. ¡Ay de El muerto de la misma manera
mí, como se me alarga este destier oye á los que le vituperan, y á los
ro! Dichoso y bienaventurado, dice que le alaban, á los que le lison
S. Bernardo, el que se tiene y tra jean, y á los que murmuran de él:
ta como peregrino sobre la tierra, antes á ninguno oye, porque está
y conoce y llora su destierro, dicien. muerto. Pues este es el segundo gra
do con el Profeta: Psal. 38, 13: do de mortificacion, mas alto y
Quoniam advena ego sum apud te, mas perfecto que el pasado, el cual
et peregrinus sicut omnes Patres pone S. Pablo: Ad Col. c. 3, v. 3.
mei: Oíd, Señor, mis suspiros, lágri Mortui enim estis, et vita vestra
mas y gemidos, porque yo tambien abscondita est cum Christo in Deo:
soy advenedizo y peregrino sobre No nos habemos de contentar con
la tierra, como lo fueron mis padres habernos como peregrinos en esta
y antepasados. tierra, sino procurar de habernos
Muy bueno es este grado, y no como muertos. ¿Cómo ha de ser eso?
haremos poco si llegamos á él; pe ¿Sabeis cómo? dice el doctor Lans
ro otro hay mas alto y de mayor perg: Mirad las condiciones del
perfeccion, dice el Santo: porque muerto: Hic non videt, non loquitur,
el peregrino aunque no se junta non sentit, non audit, non inflatur,
con los vecinos y moradores de non irascitur: La señal de estar
los pueblos; pero algunas veces se uno muerto, es no ver, no res
huelga de ver y oír lo que pasa ponder, no sentir, no quejarse, no
por el camino, y de contarlo á ensoberbecerse, no enojarse. Pues
otros, y con estas cosillas, aunque sivos teneis ojos para ver y juzgar
no pierde del todo su camino, em lo que hacen los otros, y aun por
pero todavía se detiene y tarda ventura el superior, no estais muer
mas en llegar; y aun tanto se po to; si teneis respuestas y escusas
dria detener y deleitar en esas para lo que os ordena la obedien
cosas, que no solo le fuese causa de cia; si mostrais sentimiento cuan
llegar mas tarde á su tierra, pero do os dicen vuestras faltas, y os
aun de nunca llegar. Pues ¿quién está reprenden ; si os sentís y os re
mas ageno, y mas libre y apartado sentís cuando os humillan, y no
76 Tratado primero, cap. XXIII.
hacen caso de vos, no estais muerto, ese es el tercero grado de mortifica
sino muy vivo en vuestras pasio cion, mas alto y mas perfecto que
nes, y en vuestra honra y estima el pasado, y así con razon le po
cion, porque el muerto, aunque demos llamar el tercero cielo, al
le pisen y le desprecien, y no ha cual tambien fue arrebatado el Após
gan caso de él, no lo siente. ¡O di tol S. Pablo: Mihi mundus cruci
choso, dice S. Bernardo, y biena fixus est, et ego mundo. Ad Galat.
venturado aquel que está de esta c. 6, v. 14. No solo dice que esta
manera muerto Porque esta muer ba muerto al mundo, sino que es
te verdaderamente es vida, pues taba crucificado al mundo, y que
nos conserva sin mancilla en este el mundo era cruz para él, y él
siglo, y aun nos hace del todo para el mundo. Quiere decir: Todo
agenos de él. lo que el mundo ama, los deleites
Magnus omnino gradus est iste; de la carne, las honras, las riquezas,
at fortasse poterit aliquis adhuc su las vanas alabanzas de los hom
perius inveniri: Grande es por cier bres, todo eso es cruz y tormento
to este grado, y de mucha perfec para mí, y como tal lo aborrez
cion: empero ¿por ventura podremos co; y aquello que el mundo tiene
hallar otra cosa mas alta y mas per por cruz, por tormento y des
fecta? Pero; adónde la habemos de ir honra, en eso tengo yo enclavado
á buscar? ¿y en quién la podremos y fijado mi corazon, eso es lo que
hallar sino en aquel que fue arre yo amo y abrazo. Eso es estar
batado al tercero cielo? Porque si crucificado al mundo, y el mundo
me dais otro tercero grado mas alto á mí, y que el mundo me sea á mi
y mas perfecto, ese, dice S. Bernar cruz, y yo á él. Mas alto y mas
do, bien le podeis llamar tercero perfecto grado es este, que el pri
cielo. Pues¿puede haber mas que mo mero y segundo, dice S. Ber
rir? Sí, mas hay que morir: Humi nardo: porque el peregrino aunque
liavit semetipsum Dominus noster pasa y no se detiene mucho en las
Jesus Christus usque ad mortem: cosas que ve, pero al fin las ve, y se
Ad Philip. c. 2, v. 8. Humillóse detiene algo en eso: el muerto,
y abatióse nuestro Señor Jesucris que es el segundo grado, igualmen
to hasta la muerte. ¿Hay mas que te lleva lo próspero y lo adverso,
esto? Sí, añade S. Pablo, y aña las honras y las deshonras, y no
delo la Iglesia, la segunda noche hace diferencia de lo uno á lo otro;
de las tinieblas: Mortem autem Cru pero este tercero grado pasa mas
cis: Morir crucificado, eso es mas adelante, y no se ha igualmente,
que morir simplemente; porque en eso; porque no solo no siente
la muerte de cruz era un género la honra y estimacion como el
de muerte el mas ignominioso y muerto, sino que le es cruz y tor
afrentoso que entonces habia. Pues mento el ser tenido y estimado,
De la mortificacion. 77
y como tal lo aborrece. No solo no niegan lo que pedís: mirad si os
siente las deshonras y menosprecios, holgais cuando os desprecian y tie
sino que eso es su gloria y su con nen en poco, y si recibis pena cuan
tento: Mihi autem absit gloriari ni do os honran y estiman, y hacen
si in cruce Domini nostri Jesu Chris mucho caso de vos: Pensemus ergo
ti, per quem mihi mundus crucifi singuli, in quo gradu quisque sit po
xus est, et ego mundo: Ad Galat. situs, et fidamus proficere de die in
c. 6, v. 14. Nunca Dios quiera que diem, quoniam de virtute in virtu
yo me glorie en otra cosa, sino en tem, videbitur Deus Deorum in Sion:
la cruz de Cristo, por amor del Psal.83, v. 8. Pues entre cada uno
cual todo lo que el mundo ama, dentro de sí, dice S. Bernardo, y
me es á mi cruz, y todo lo que el mire y examine con atencion á que
mundo tiene por cruz, me es á mí grado de estos ha llegado; y no pa
gloria y contento grande: Repletus remos ni descansemos hasta llegar
sum consolatione, superabundo gau y arribar á este tercero cielo,
dio in omni tribulatione nostra: 1 que es lo que dijo el Señor á S.
ad Cor. c. 7, v. 4. Lleno estoy, dice, Francisco: Si me deseas, toma las
de consolacion, bañome en gozo cosas amargas por dulces, y las
y regocijo en padecer tribulacio dulces por amargas.
nes, persecuciones y afrentas por Cuenta Cesario, l. 8 dialog. c.
Cristo. Pues este es el tercero gra 16, que en un monasterio de su
do de mortificacion, que con mu Orden del Cistér, un Religioso
cha razon llama S. Bernardo el lego, llamado Rodulfo, gran siervo
tercero cielo, por su grande per de Dios, y que tenia muchas re
feccion. Y aunque él lo dice de velaciones, quedándose una noche
bajo de esta metáfora, pero es despues de maitines en oracion en
doctrina comun de los Doctores, la iglesia, vió á Cristo nuestro
y Santos, que en esto que nosotros Redentor crucificado, y juntamen
entendemos por el tercero cielo, te con el vió á quince Religiosos de
está la perfeccion de la mortifica su Religion, cada uno tambien en
cion, porque esa es la señal que su cruz acompañando á Cristo
ponen los filósofos de haber uno nuestro Redentor : que aunque
alcanzado la perfeccion de cual era de noche, era tanta la clari
quier virtud, cuando obra los actos dad y replandor que resultaba
de ella con gusto y delectacion, co de la presencia de Cristo, que los
mo diremos despues, trac. 3, c. 16. podia ver muy claramente, los
Y así si quereis saber si vais apro conoció muy bien, que aun vivian
vechando en la mortificacion, si todos: y dice que los cinco eran
habeis alcanzado la perfeccion de legos, y los diez monges. Estan
ella, mirad si os holgais cuando do él espantado de tan admirable
0s quiebran vuestra voluntad, y os vision, hablóle Cristo desde la
78 Tratado primero, cap. XXIII.
cruz: Rodulfo, ¿conoces quiénes cir esto que veo. Entonces dijole el
son estos que ves crucificados cerca Señor: Estos solos de toda esta Reli
de mí? Respondió él: Señor, bien gion son los que estan crucificados
conozco quienes son, pero no en conmigo, conformando su vida con
tiendo lo que significa y quiere de mi Pasion.

TRATADO SEGUNDO,
DE LA MODESTIA Y SILENCIO.
CAPÍTULO PRIMERO.

Cuan necesaria es la modestia para edificar y aprovechar


á nuestros prójimos. N

La modestia de que ahora ha vimientos vayan de tal manera or


hemos de tratar, consiste en que denados, que nadie se pueda ofen
sea tal la composicion del cuerpo, der, sino edificar. Resplandezca
y tal la guarda de nuestros senti siempre en vuestro esterior hu
dos, tal nuestro trato y conversa mildad, y juntamente gravedad
cion, y tales todos nuestros movi y madureza religiosa, y de esa
mientos y meneos, que causen manera guardareis la modestia que
edificacion en todos los que nos conviene. Solamente pretendo de
vieren y trataren. En esto com clarar aquí, cuan necesaria sea esta
prende S. Agustin todo lo que hay modestia, especialmente á aque
que decir de la modestia: in omni llos, cuyo fin é instituto es, no
bus motibus vestris nihil fiat, quod solamente atender á su salvacion
cujusquam offendat aspectum, sed y perfeccion de sus propias áni
quod vestram deceat sanctitatem. mas, sino tambien á las de los
Agust. in regul. No es mi inten prójimos. -

to descender á tratar en particular Cuanto á lo primero, una de las


las cosas en que se ha de guardar la cosas con que mucho se edifican
modestia, ni notar lo que seria in y ganan los prójimos, es con lo
modestia. Bastará ahora esta regla esterior religioso y edificativo:
general del glorioso S. Agustin, porque los hombres no ven lo in
que es comun de los Santos, y maes terior, sino solamente lo esterior,
tros de la vida espiritual. Procurad y eso es lo que les mueve y edifica,
que todas vuestras acciones y mo y lo que les predica mas que el
De la molestia y silencio. 79
ruido y estruendo de las palabras. Con esto se declara mas lo pri
Y así se cuenta del bienaventurado mero; porque esta es la causa de
S. Francisco, que dijo una vez edificarse tanto los hombres de la
á su compañero: Vamos á predicar; modestia y composicion esterior:
y sale, y da una vuelta á la ciudad, porque por aí entienden y conciben
y vuélvese á casa. Dícele el com la virtud interior que hay en el
pañero: ¿Pues Padre no predicamos? alma, y por eso la estiman y tie
Ya, dice, habemos predicado. Aque nen en mucho. Dice S. Gerónimo:
lla composicion y modestia con (a) Speculum mentis est facies, et
que iban por las calles, fue muy taciti oculi, mentis fatentur arcana:
buen sermon: esa mueve á devo El rostro es un espejo del alma, y
eion á la gente, y á menosprecio lo ojos modestos, ó descompuestos
del mundo, y compungirse de sus y desasosegados descubren luego lo
pecados, y á levantar su corazon y íntimo del corazon. Y es sentencia del
deseo á las cosas de la otra vida: ese Espíritu Santo: Quomodo in aquis
es sermon de obras, que es mas resplendet vultus prospicientium, sic
eficaz que el de palabras. corda hominum manifesta sunt pru
L0 segundo, esta modestia y dentibus: Prov. c. 27, v. 19. Así
buena composicion esterior sir como en el agua clara resplandece
ve y ayuda mucho para nuestro el rostro de los que se miran en ella;
propio aprovechamiento espirítual, así el varon prudente conoce los
como diremos despues mas larga corazones de los hombres por
mente: porque es tan grande la la muestra de lo esterior que ve
Union y liga que hay entre el cuer en ellas. No hay espejo en que
p0 y el espíritu, entre el hombre así se vea uno, como se ve la vir
esterior y el interior, que lo que tud y asiento interior en esto es
hay en el uno, luego se comunica terior: Ex visu cognoscitur vir, et
al otro. Y así, si el espíritu está ab occursu faciei cognoscitur sensa
compuesto, luego naturalmente se tus, amictus corporis, et risus denti
compone el mismo cuerpo: y por el um, et ingressus hominis enuntiant
contrario, si el cuerpo anda inquie de illo: Eccl. c. 19, v. 26. En el pes
to y descompuesto, luego el espí tañear de los ojos se conoce quien es
ritu tambien se descompone é in cada uno, dice el Sabio, la vestidura
quieta. Y de aquí es, que la modes del hombre, la manera de cubrirse, de
tia y composicion esterior es gran reirse, y de andar, descubren luego
de argumento y señal del recogi lo que es. Y poniendo las señas del
miento interior, y de la virtud y hombre apóstata, dice: Homo aposta
aprovechamiento espiritual que ta, vir inutilis, graditur ore perver
hay allá dentro, como la mano del so, annuit oculis, terit pede, digito
reloj del movimiento y concierto loquitur: Prov. c. 6, v. 12. Ha
de las ruedas.
(a) Hieronim. epist. ad Furiam viduam.
8o Tratado segundo, cap. I.
bla de dedo, y guiña de ojo, da del así la modestia y buena composi
pie. Y así de Juliano Apóstata dice cion lo es de la virtud interior: y
S. Gregorio Nacianceno: (b) Las por eso edifica y mueve tanto á
condiciones de Juliano no cono los hombres.
cieron algunos, hasta que las ma Por esta razon tenemos nosotros
nifestó por sus obras, y por el po particular obligacion de procuraría
der imperial que recibió; pero yo con mucho cuidado, porque como
bien conocí sus costumbres, desde nuestro fin é instituto es apro
que le ví y comuniqué en Atenas. vechar á los prójimos con nuestros
Ninguna señal ví en él, que me ministerios de predicar, confesar,
pareciese buena: la cerviz yerta, leer, enseñar la doctrina, y hacer
los hombros movedizos, los ojos li amistades, visitar las cárceles, hos
geros, meneándose á cada parte, el pitales, &c. Una de las cosas que
mirar feroz, los pies siempre bulli da mas fuerza y eficacia á esos
dores, las narices muy prestas para ministerios, para que se reciban
mofar y escarnecer, la lengua y hagan fruto en sus almas, es esta
ejercitada en males y chocarre modestia y buena composicion es
rias, la risa desenfrenada, la facili terior, porque con esto se cobra
dad en conceder y negar una mis mucha autoridad con los prójimos
ma cosa en un tiempo, sus pláticas por la virtud y santidad interior
sin órden y sin fundamento, sus que conciben : y toman entonces
preguntas importunas, sus respues lo que se les dice, como venido
tas sin propósito: mas ¿para qué dis del cielo, y se les imprime en
curro, dice, tan menudamenre por el corazon. Cuenta Surio, lib. 2,
sus calidades? En conclusion digo, c. 2 vit. S. Bern., que visitó el Papa
que le conocí antes de sus obras, Inocencio segundo el monasterio
y por ellas despues le conocí mejor: de Claraval, acompañado de los
y si ahora estuviesen presentes los Cardenales. Saliéronle á recibir to
que entonces estaban en mi com dos los monges con S. Bernardo,
pañía, darian testimonio, que en que residia allí; y dice la historia,
viendo en él tales muestras, subita que les movió tanto aquel espectá
mente dije: ¡O cuán venenosa ser culo de los monges, que lloraban
piente cria para sí la república el Papa y los Cardenales de devo
romana ! Y diciendo esto deseé cion, solo de ver la modestia de los
salir mentiroso; porque mejor fuera Religiosos. Maravillábanse todos
así, que abrasarse la tierra con mucho de ver la gravedad de aque
tantos males, cuales nunca se vie lla santa congregacion, que en
ron. Pues así como el desórden una fiesta y regocijo tan solemne
y mala composicion esterior es y tan nuevo, como era ver en una
muestra y señal del vicio interior, casa al sumo Pontífice, y á los Car

(b) Gregor. Nacianz. refer. in histor. Eccles. p. 2, l. 4 infine.


8I
De la modestia y silencio.
denales: todos tenian sus ojos ba su ejemplo atraen y mueven á de
jos y enclavados en la tierra, sin vocion á los demas, y los despiertan
volverlos á ninguna parte, y tenien á deseos del cielo. Y esto es lo que
do todos puestos los ojos en ellos, nuestro santo Padre nos dice á no
ellos á ninguno miraban. sotros, pidiéndonos: * que proce
No solamente ayuda esta modes damos de tal manera en esto, que
tia y composicion religiosa para considerando los unos á los otros,
mover y edificar á los de fuera, crezcan todos en devocion, y alaben
sino tambien á los de casa; porque á Dios nuestro Señor. * Regul. 29
asi como á los seglares los edifica Sul In II131".
mucho ver á un Religioso que está De S. Bernardino se cuenta,
ayudando á Misa, y que en toda que era tal su modestia y composi
ella no levanta los ojos, ni vuelve cion, que con sola su presencia ha
la cabeza á una parte ni á otra, cia componer todos sus compañe
y que cuando va por la calle no los ros; no era menester mas que decir:
levanta, ni aun á mirar á quien Bernardino viene, para compo
pasó junto á él, y se confunden nerse todos. Y de Luciano martir
y compungen, y conciben dentro cuenta Metafraste, y Surio en su
de sí mucha estima: asi tambien vida, que de solo verle los gen
acá entre nosotros edifica mucho tiles, se convertian y movian á ser
el que anda con modestia, recogi cristianos. Estos son buenos predi
miento y silencio, y mueve á devo cadores, imitadores del glorioso
cion y á compuncion á los demas. Bautista, de quien dice el sagrado
Y asi S. Gerónimo entre otros Evangelio: Erat lucerna ardens, et
frutos que pone de esta modestia lucens: Joan. c. 5, v. 25. Era una
y composicion esterior, es uno este: hacha encendida, que ardia en sí
Ut loquacibus compunctionem inge con grande amor de Dios, y daba
rant, et intrandi ad societatem mucha luz y resplandor á los pró
vestram sancta desideria incitent, jimos con el ejemplo de su vida
et affectus ad celestia moveantur: maravillosa. Este debe ser para no
Hier. in reg. Monach. 21. ¿Sabeis, sotros un motivo muy grande para
dice, qué hace un Religioso de estos andar siempre con mucha modes
con su silencio y modestia? Es una tia, para edificar á nuestros pró
reprension muy fuerte y eficaz jimos y á nuestros hermanos, y
para el que habla mucho, y para el hacer en ellos el fruto que habemos
que anda con poca modestia y reco dicho: porque sino, ¿dónde está
gimiento, viendo que no es él tal el zelo y deseo de la mayor gloria
como el otro. Estos, dice, son los y honra de Dios, y de ganar al
que pueblan las casas de la Religion, mas, tan propio de nuestro institu
y los que las sustentan y conservan to, si no procuramos hacer esto, con
en virtud y santidad: porque con que ellos tanto se edifican y se
ToMo II. 6
82 Tratado segundo, cap. II.
ganan, estando tan en nuestra mano? guro: pero si están abiertas de par
en par y sin guarda, para que en
CAPÍTULO II. tre y salga quien quisiere, no es
tará segura la casa, ó á lo menos
Cuan necesaria es la modestia para no habrá sosiego ni quietud en ella
nuestro propio aprovecha con tanto entrar y salir. Asi es
miento. tambien acá, los que tuvieren bien
Doctrina es comun de los San guardadas las puertas de sus senti
dos, andarán recogidos y devo
tos, que la modestia y guarda de tos; pero los que no tienen cuidado
los sentidos, es uno de los prin de eso, no tendrán paz ni quietud
cipales medios que hay para nuestro en SU COra ZOI).
propio aprovechamiento espiritual: Por eso nos amonesta el Sabio:
porque ayuda mucho á la guarda Omni custodia serva cor tuum, quia
del corazon, y al recogimiento inte ex ipso vita procedit: Prov. c. 4, v. 24.
rior, y á conservar la devocion, Guarda tu corazon; y añade, con
por ser esas las puertas por donde toda guarda, con todo cuidado
entra todo el mal allá dentro al co y diligencia; para darnos á enten
razon. S. Gerónimo sobre aquello de der la importancia de esto, porque
Job: c. 38, v. 17 : Numquid apertae guardando bien las puertas de los
sunt tibi porta mortis: et ostia tene sentidos, se guarda el corazon. Dice
brosa vidisti? Dice, que en sentido S. Gregorio, lib. 2 I Moral. c. 2:
tropológico las puertas de la muer Unde nobis ad custodiendam cordis
te son nuestros sentidos, porque por munditiam, exteriorum quoque sen
ellos entra la muerte del pecado á suum disciplina servanda est: Para
nuestra anima, conforme á aquello tener límpio y puro el corazon,
del profeta Jeremías: cap. 9, v. 2 1: es menester que tengamos mucha
Ascendit mors per fenestras nostras. cuenta con la guarda de nuestros
Y dice, que se llaman puertas tene sentidos. Y S. Doroteo: ser. 22,
brosas, porque dan entrada á las dice: Assuesce oculos non circumferre
tinieblas de los pecados. Lo mismo ad alienas, et vanas res; hoc enim la
dice S. Gregorio, lib. 2 Moral. c. 2; bores omnes monasticos deperire fa
y es comun manera de hablar de los cit: Acostumbraos á tener vuestros
Santos, sacada de la filosofía: Ni ojos modestos y bajos, y á no andar
hil est in intellectu, quod prius non mirando cosas impertinentes y va
fuerit in sensu: Ninguna cosa puede nas; porque eso suele hacer que se
estar en el entendimiento, sin pasar pierdan todos los trabajos del Reli
primero por los sentidos, como por gioso. Todo lo que habeis ganado
puertas. Pues cuando en una casa en mucho tiempo, y con mucho
están las puertas cerradas y bien trabajo, se os irá muy facilmente
guardadas, todo lo demas está se por las puertas de los sentidos, si no
,
De la modestia y silencio. 83
teneis cuidado de guardarlas, y os puertas de estos sentidos, estará
quedareis vacío y sin nada. ¡O qué su ánima limpia, y la imaginacion
bien lo dijo aquel Santo! (a) * Muy desambarazada y dispuesta para
presto se pierde por descuido, lo tratar y conversar con Dios. Pero
que con mucho trabajo y dificul dirá alguno: ¿Cómo podremos no
tad se ganó por gracia. *Y en otra sotros ser sordos, ciegos y mu
parte dice S. Doroteo, ser. 2o: Ca dos, que tratamos tanto con los
ve à multiloquio; hoc enim sanctas, ac prójimos, y nos es forzoso ver y
rationales, et à caelo advenientes oir muchas cosas que no querria
cogitationes penitus extinguit: Guar mos? El remedio es, oir esas co
daos de hablar mucho, porque eso sas, como si no las oyesemos, que
impide los pensamientos santos, y por un oido entren, y por otro se
las inspiraciones y deseos del cielo. salgan, sin dejar pegar el corazon
Y por el contrario, dice el glorioso á ellas, sino despidiéndolas luego
S. Bernardo, epist. 378: Juge silen de nosotros, no haciendo caso de
tium, et ab omnistrepitu saecularium ellas. S. Efren (d) cuenta á este
perpetua quies cogit coelestia medi propósito, que un monge preguntó
tari: El contínuo silencio, y estar á otro padre antigüo: ¿Qué haré,
olvidados y apartados del ruido que me manda el Abad que vaya
de las cosas del mundo, levanta al horno á ayudar al panadero, y
el corazon, y hace que pense hay alli mozos de fuera, que tratan
mos en las cosas del cielo, y que muchas cosas impertinentes, que
pongamos nuestro corazon en ellas. no me está á mi bien el oirlas:
Y tratando de la modestia de los cómo me habré? Respondió el vie
ojos, (b) dice: * Los ojos en el jo: ¿No has visto los muchachos en
suelo ayudan para traer el cora la escuela, como estan juntos con
zon siempre en el cielo. * Y bien tanto ruido, leyendo y apren
lo esperimentamos, que cuando diendo las liciones que han de dar
andanos los ojos modestos y ba al maestro, y cada uno atiende á su
jos, andamos recogidos y devo licion, y no á las de los demas, por
tOS. que sabe que de aquella ha de dar
Esta es la causa porque decian cuenta al maestro, y no de las de
aquellos santos padres de Egipto, los otros? Haz tu asi, y no atiendas
como refiere Casiano, (e) que el á lo que los otros hacen ó dicen,
que quisiere alcanzar la perfecta sino á hacer bien tu oficio; porque
limpieza y pureza de corazon, eso es de lo que has de dar cuen
y tener devocion y recogimiento, ta á Dios.
ha de ser sordo, ciego y mudo: Del bienaventurado S. Bernar
porque cerradas de esta manera las do se dice, que tenia su corazon
(a) Thom. de Kempis. (b) Bern. tra. de 12 gradib humilitat. (c) Casian.
l. 4 de inst. renuntiat. c. 41. (d) Ephr. to. 2, c. 73 variar. doctrin. pag. 234.
84 Tratado segundo, cap. II.
tan puesto en Dios, que viendo no cap. 6. Cuentase alli, que uno de
veia, y oyendo no oia. Parecía que aquellos padres viejos, que mora
no usaba de sus sentidos. Un año ban en el desierto de Citia, fue un
habia pasado de novicio, y no sa dia á la ciudad de Alejandria á
bia de que era el techo de su celda, vender las cestillas que habia hecho;
si de bóveda, ó madera. Habia tres y vió allí otro monge mancebo,
ventanas, ó vidrieras en la iglesia, que habia entrado en un bodegon,
y él nunca echó de ver si era mas lo cual sintió el viejo mucho, y
que una. Habia caminado casi todo acordó de esperarle hasta que sa
un dia por la ribera de un lago, y liese, para decirle su parecer; y en
hablando despues los compañeros saliendo, llamale á parte, y dicele:
de él, les preguntó, ¿dónde habian Hermano mio, ¿no veis que sois mo
visto aquel lago, que él no le habia zo, y que son muchos los lazos
echado de ver? Y del Abad Paladio de nuestro enemigo? ¿No sabeis el
se cuenta, in Prat. Spirit. que estuvo daño que recibe el monge en andar
veinte años en una celda, y no le por las ciudades, por las figuras
vantó los ojos al techo. De esta ma y representaciones que le entran
nera, aunque andemos en medio por los ojos y por los oidos? Pues
del mundo tratando con los pró ¿cómo os atreveis á entrar en los bo
jimos, serémos sordos, ciegos y degones, donde hay tan malas com
mudos, y no nos impedirá nuestro pañías de hombres y mugeres, y
aprovechamiento el ruido de lo que donde por fuerza habeis de ver co
oimos y vemos. sas malas, y oir lo que no quereis?
No por amor de Dios, hijo mio, no
CAPITULO III. lo hagais asi, sino huid al desierto,
en donde con ayuda de Dios estareis
Del engaño de algunos que hacen salvo y seguro. Respondió el man
poco caso de estas cosas esteriores, cebo: Andad padre, que no está
diciendo que no está en eso en eso la perfeccion, sino en la
la perfeccion. limpieza del corazon. Tenga yo
limpio el corazon, que eso es lo
De lo dicho se colige bien, cuan que quiere Dios. Entonces levantó
engañados andan los que hacen el viejo las manos al cielo, diciendo;
poco caso de estas cosas esterio Bendito y alabado seais vos Señor
res, de la modestia y silencio, que cincuenta y cinco años ha que
diciendo que no está en eso la estoy en este desierto de Citia con
perfeccion, sino en lo interior del todo el recogimiento que he po
corazon, y en las verdaderas y dido, y aun no tengo el corazon
sólidas virtudes. Lipomano trae un limpio; y este tratando y con
ejemplo muy bueno á este propó versando en las tabernas y bodego
sito, sacado del prado espiritual, nes, ha alcanzado limpieza de co
De la modestia y silencio. 85
razon. Pues esa sea vuestra respues ¿no veis que color trae? ¿qué amarillo
ta. Yo os confieso que la perfeccion anda? ¿que ojeras tiene? Pues de
esencial está en la puridad y lim esa manera es tambien en la salud
pieza del corazon, y en la caridad espiritual.
y amor de Dios, y no en estas cosas San Basilio (b) declara esto con
esteriores: pero no tendreis ni al una comparacion, que pues él la
canzareis esa perfeccion, si no teneis trae tambien la podemos traer no
cuenta con la guarda de vuestros sotros. Va suponiendo aquella doc
sentidos, y con la modestia y com trina y alegoría comun de los San
posicion esterior. tos, que los sentidos esteriores son
San Buenaventura (a) nota esto unas ventanas, por donde el alma
muy bien, y da la razon porque se asoma á mirar lo que pasa allá
con este esterior se adquiere y fuera: y dice, que entre el alma
recogida y distraida hay la di
conserva lo interior; y esos son los
reparos y defensivos del corazon. ferencia que entre la muger hones
Asi como acá vemos que no pro ta y liviana: á la muger honesta,
duce la naturaleza al árbol sin sus por maravilla la verán á la venta
hojas y corteza, ni la fruta sin su na; pero la que es liviana y mala,
cáscara, sino que todas las cosas todo el dia está á la ventana y á
hace con sus reparos y defensivos, la puerta, mirando todos los que
para conservacion y ornato de las pasan, y llamando al uno, y ha
cosas; asi tambien la gracia, que blando y entreteniendose con el
obra conforme á la naturaleza, otro. Esa, dice S. Basilio, es la di
y mas perfectamente que ella, no ferencia que hay entre el Religioso
obra lo interior de la virtud, sino recogido y el distraido, que al re
mediante esto esterior: esa es la cogido por maravilla le vereis aso
corteza y cáscara con que se con mado á las ventanas de sus sentidos,
serva la virtud y recogimiento in estáse allá dentro recogido en el
terior, y la puridad y limpieza del retrete de su corazon; pero al otro,
Corazon; y cuando eso faltare, fal á cada paso le vereis asomado á
tará tambien este otro, como la sa esas ventanas, mirando lo que pa
lud, ó enfermedad corporal no es sa, oyendo lo que se dice, ha
ta en esto esterior, ni en tener uno
blando y perdiendo tiempo con
buen ó mal color, sino en el con unos y con otros. No está la ho
cierto ó desconcierto de los hu nestidad ó deshonestidad de la mu
mores que están allá dentro; pero ger en asomarse á la ventana, ó no;
con todo eso, en viendo en uno pero la muger ventanera y calle
mal color, luego decimos: Malo jera, y amiga de parlar y con
anda fulano, no está del todo sano, versar con unos y con otros, gran
3.

(a) Bonav. tom. 2 opusc. l. 2 de profectu religios. cap. 22. (b) Basil.
lract. de vera virginitat. c. 2.
86 Tratado segundo, cap. III.
indicio y muestra da de su livian espíritu, ó no: y declaralo S.
dad, y eso solo bastaria para ha Agustin (d) con esta comparacion:
cerla ruin, aunque no lo fuese. De Asi como vemos que ahora noso
la misma manera, es verdad que tros, que somos ya hombres, care
no está la perfeccion en la guarda cemos de muchos deleites y pa
de la lengua y de los sentidos; satiempos que teniamos cuando era
empero alma ventanera y callejera, mos niños, que si entonces nos lo
amiga de ver, oir y parlar, no quitáran, nos diera mucha pena, y
alcanzará la perfeccion, ni la pure ahora ninguna sentimos en carecer
za de corazon. de ellos, porque son pasatiempos
Y hase de notar aqui otro punto y juegos de niños, y nosotros somos
principal, que asi como esto este ya hombres; asi, dice, es en el ca
rior ayuda á componer y conser mino espiritual, cuando uno co
var lo interior, asi tambien lo in mienza á gustar de Dios, y de las
terior compone luego lo esterior. cosas de virtud, y se va haciendo
Ubi Christus est, modestia quoque hombre espiritual y varon perfec
est, dice S. Gregorio Nazianceno, to, no siente ni le da pena el care
epist. 193, cuando hay allá dentro cer de los gustos y delectaciones
virtud sólida y maciza, luego hay sensuales de que gustaba cuando
gravedad y peso en los ojos y en era niño é imperfecto en la virtud,
la lengua, y mucha madureza en porque aquellos son deleites y pa
el andar, y en todos nuestros movi satiempos de niños y de imperfec
mientos. La gravedad y peso in tos, y él es ya hombre: Cum essem
terior, pone peso y madureza en parvulus, loquebar ut parvulus, sa
lo esterior. Y esta es la modestia piebam ut parvulus, cogitabam ut
que nuestro Padre nos pide, (c) que parvulus: quando autem factus sum
nazca de la paz y verdadera hu vir, evacuavi quae erant parvu
mildad del ánima, no modestia li: 1 ad Cor. cap. 13, v. 1 1.
compuesta y fingida artificiosa Cuando era pequeño, sabia y pen
mente, que eso no dura, al mejor saba, y obraba como pequeño; pero
tiempo falta, al fin como cosa pos despues que soy hombre, dejé las
tiza; sino una modestia, que ella cosas de niño. Pues si quereis ver si
misma se caiga de suyo, nacida, sois hombre, y si vais aprovechan
como efecto de su causa, de un do y creciendo en perfeccion, ó si
corazon compuesto, mortificado y sois todavía niño, mirad si habeis
humilde. dejado y olvidado las cosas de
De donde podemos colegir una niño; porque si todavia gustais de
señal muy buena para conocer, si los juegos y entretenimientos de
un hombre es espiritual, ó no, y si los niños, niño sois; si gustais de ni
va aprovechando y creciendo en ñerias, de derramar vuestros senti
(c) Regul. 19 sum. constitut. (d) August. l. 83, quaest. 7o.
De la modestia y silencio. 87
dos, de apacentar vuestros ojos, c. 1, v. 16. Si alguno piensa que es
andando mirando cosas curiosas y Religioso, y no refrena su lengua,
vanas, y vuestros oidos en querer engañase, que vana es su Religion.
oir todo lo que pasa, y vuestra S. Gerónimo, in reg. Monacho
lengua en conversaciones y plati rum c. 22, trae esta autoridad para
cas impertinentes y escusadas; encomendar la guarda del silencio,
niño sois, é imperfecto sois, pues y dice que por esto aquellos padres
gustais de los pasatiempos y en antiguos del yermo, fundados en
tretenimientos de los niños y de esta sentencia y doctrina del Após
los imperfectos. El que es hombre tol Santiago, tenian gran cuidado
espiritual, y va creciendo y ha de guardarle. Dice que halló á mu
ciéndose varon perfecto, ya no chos de aquellos santos padres, que
gusta de esas cosas, antes se rie habia siete años que no habian
y hace burla de ellas, como el hablado palabra con otro. De aqui
hombre de los juegos y entreteni tambien dice Dionisio Cartusiano,
mientos de los niños, y se afrenta que vinieron todas las Religiones
ria de tratar de eso. á poner entre las observancias de
la Religion, por una de las prin
CAPITULO IV. cipales, esta del silencio, y con tan
Del silencio, y de los bienes y to rigor, que establecieron y orde
provechos grandes que hay naron, que el que le quebrantase,
6

en él. fuese castigado con disciplina pú


blica.
U, de los medios que nos ayu Pero veamos que será la causa
dará mucho para aprovechar en de encomendarnos tanto este nego
virtud y alcanzar la perfeccion, cio. ¿Tan grave cosa es hablar una
Será refrenar y mortificar la len palabra ociosa? ¿Es mas que perder
gua; y por el contrario, una de un poco de tiempo que se gasta en
las cosas que mas nos dañará é decirla, un pecadillo venial, que se
impedirá nuestro aprovechamien quita con agua bendita? Mas debe
to, Será descuidarnos en esto. Lo de haber en ello que perder un poco
uno y lo otro nos dice Santiago de tiempo, y de mas peso debe ser
en su Canónica, c. 3, v. 2; porque este negocio de lo que parece, pues
por una parte dice: Si quis in verbo la sagrada Escritura nos lo encarece
non ofendit, hic perfectus est vir: El tanto, porque el Espíritu Santo no es
que guardare bien su lengua, y no encarecedor ni exagerador de las co
pecáre con ella , ese será varon sas, ni las pesa con otro peso del que
perfecto; y por otra dice: Si quis ellas tienen. Los Santos, y Docto
Putat se religiosum esse, non refrae res de la Iglesia, á quienes el Señor
mans lignam suam, sed seducens cor dió particular luz para entender
ºum, hujus vana est Religio: Jacob. y declarar los misterios de la Escri
88 Tratado segundo, cap. IV.
tura divina, declaran muy á la mal lenguaje nuestro primero que
larga los provechos grandes que se traiamos del mundo, que es una
siguen de la guarda del silencio, y parte muy principal para aprender
los daños grandes que trae consigo buen lenguaje, como lo es para
lo contrario. saber olvidar lo mal aprendido;
San Basilio, in regul. fusius disp. y lo segundo, con el silencio tene
13, dice, que es muy provecho mos mucho lugar y tiempo para
so, especialmente á los que co aprender el buen modo de hablar;
mienzan á ejercitarse en el silen porque él nos le da muy cumplido
cio: lo primero, para aprender para andar mirando á los Religio
á hablar como conviene ; porque sos antiguos, que entendemos son
se requieren muchas circunstancias doctos en esta ciencia, y saben ha
para esto, y es negocio que tiene hlar como conviene, para apren
dificultad, y mucha: pues para der de ellos, y que se nos imprima
aprender las demas ciencias y ar aquella madureza con que ellos ha
tes , damos por bien empleados blan, aquel reposo y peso de las pala
muchos años, á trueque de salir bras. Como el aprendiz está miran
con ellas; tambien será razon que do como hace su maestro la obra,
empleemos algunos años en apren para hacerla él de aquella manera,
der esta ciencia de saber hablar; y asi aprende y sale maestro; asi
porque sino os haceis discípulo, y habemos nosotros de andar miran
procurais aprender, nunca saldreis do á los que se señalan en esto, para
maestro. Pero direis: Hablando mu aprender de ellos. Mirad al otro
cho, la aprenderemos, como las hermano antiguo, y al otro padre,
demas ciencias y artes se apren qué buen modo tiene de hablar,
den, ejercitándose mucho en ellas. con que buena gracia despacha y
Dice S. Basilio, que esta ciencia da recaudo á todos los que le ha
de saber bien hablar, no se puede blan y tratan, por ocupado que
aprender sino es callando, y ejer esté, que parece no tiene otra cosa
citándose mucho en el silencio: y da que hacer, sino responderos ávos:
la razon: porque como el hablar siempre le hallaréis de un temple,
bien depende de tantas circunstan siempre de un semblante, no como
cias, y nosotros estamos tan mal vos, que cuando estais muy ocupa
acostumbrados á hablar no con do, respondeis desgraciada y sacu
esas circunstancias, sino lo que se didamente. Mirad al otro, cuando
nos antoja, y cuando nos parece, y le ordenan algo de parte de la obe
con el tono que queremos, sin ór diencia, cuan bien responde, que
den ni concierto; el silencio hace me place de muy buena voluntad,
dos cosas muy principales para sa cuan sin escusas, ni sin preguntar
ber hablar: lo primero, que con quien lo manda. Mirad al otro,
el mucho silencio se nos olvida el como nunca sabe hablar cosa que
De la modestia y silencio. 89
lastime, ni pueda dar disgusto á su Aprendamos pues nosotros primero
hermano, ni en la recreacion ni á callar, para que despues sepamos
fuera de ella, ni por burla ni por hablar: Sileamus certo tempore, ad
gracia, ni en presencia ni en ausen praeceptorum eloquia pendeamus, ni
cia, con todos y de todos habla hil nobis videatur rectum esse, misi
con respeto y estima: y aprended quod discimus, ut post multum silen
vos á hablar de esa manera. Adver tium, de discipulis eficiamur ma
tid como el otro, cuando le dije gistri: Tengamos silencio por algun
ron la palabrilla de que se podia tiempo, andemos mirando á los que
sentir, no respondió con otra tal: se señalen en esta ciencia para imi
con cuan buena gracia lo disimuló, tarlos, hagamonos primero discipu
como si no la hubiera entendido, los, para que despues de mucho si
conforme á aquello del Profeta: Psal. lencio podamos salir maestros.
37, y 15: Factus sum sicut homo Y aunque estos Santos van ha
non audiens: qué bien supo ganarse blando con los que comienzan; pero
á sí, y á su hermano; y aprended á todos nos toca lo que se ha dicho,
vos á haberos de esa manera en ó porque sois antiguo, ó novicio,
semejantes ocasiones. Para estas dos ó os quereis haber en la guarda de
cosas, dice S. Basilio, que apro la lengua como novicio, ó como
vecha mucho el largo silencio : antiguo, escoged lo que quisiereis;
Quippe cum taciturnitas simul, et si sois novicio, ó os quereis haber
oblivionem ex desuetudine pariat, como novicio, el primero documen
et adea quae recta sunt discenda, to ha de ser callar hasta que sepais
otium suppeditet. bien hablar, como queda dicho: si
S. Ambrosio, lib. 1 offic. c. 1o, sois antiguo, ó os quereis haber co
y S. Gerónimo sobre aquello del mo antiguo, habeis de ser el ejem
Eclesiastés, c. 3, v. 7: Tempus tacen plo y dechado en que se ha de mirar
di, el tempus loquendi, confirman el novicio, y de quien ha de apren
esto mismo, y dicen, que esta es la der el que comienza. Mas estimo
causa, por la cual Pitagoras, aquel que os hayais como antiguo, que
antiquísimo filósofo, el primer do como novicio; porque á mas obliga
cumento que daba á sus discipulos, el ser antiguo: para eso fuisteis no
era que callasen por cinco años, vicio, y callasteis tanto, para apren
para que con el largo silencio olvi derá hablar, ya será razon que se
dasen lo que mal sabian, y oyen pais hablar al cabo de tanto tiempo:
dole á él, aprendiesen lo que habian y si nunca habeis sido novicio, ni
despues de hablar, y de esa manera habeis aprendido á hablar, es me
saliesen maestros. Y asi viene á con nester que os hagais en esto novicio,
duir allí S. Gerónimo; Discamus para que asi aprendais á hablar lo
taque, et nos prius non loqui, ut que conviene, y cuando conviene,
Pºstea ad loquendum ora reseremus: y como conviene.
9o Tratado segundo, cap. V.
nen en el órgano del oido, otros
CAPÍTULO V. por haber gran ruido, no oyen ;
Que el silencio es un medio muy im asi tambien el ruido y estruendo
portante para ser hombres de de las palabras y cosas y negocios
0.7"C00,
del mundo, impide y nos hace sor
dos para oir las inspiraciones de
No solo aprovecha el silencio pa Dios, y caer en la cuenta de lo que
ra aprender á hablar con los hom nos conviene. Quiere Dios soledad
bres, sino aprovecha tambien, y para tratar con el alma: Ducam
es muy necesario para aprenderá eam in solitudinem, et loquar ad cor
hablar y tratar con Dios, y ser ejus, Oseae c. 2, v. 14, dice por el
hombres de oracion: asi lo dice profeta Oseas: Llevarla he á la so
S. Gerónimo, y por eso dice él, ledad, y alli le hablaré al corazon,
que tenian aquellos padres tanta alli serán los consuelos y regalos:
cuenta con el silencio: Ex hoc Ecce ego lactabo eam : Alli la daré
enim in eremo Sancti Patres edoc leche á mis pechos: para significar
ti summa cum diligentia observant los favores y mercedes que hace al
sancta silentia, tamquam sanctae alma, cuando se recoge de esta ma
contemplationis causam : Hier. in nera. Dice S. Bernardo, ser. 4o
Regul. Monac. 22. Por esto aque in Cantic, Espíritu es Dios, y no
llos santos padres del yermo, en cuerpo, y asi soledad espiritual pi
señados del Espíritu Santo, guar de, y no corporal. Y S. Gregorio,
daban con suma diligencia el san l. 3o mor. c. 12, dice: Quid prodest
to silencio, como causa de la san solitudo corporis, si solitudo defuerit
ta contemplacion. Y S. Diadoco cordis? Poco aprovechará la soledad
tratando del silencio, (a) dice: del cuerpo, sino hay esta soledad
Praeclara ergo res est silentium, y recogimiento del corazon. Lo que
nihilque aliud, quam mater sa quiere el Señor, es, que allá dentro
pientissimorum cogitatuum : Gran de vuestro corazon hagais una mo
de y escelente cosa es el silencio, rada y una celda para tratar con
porque es madre de santos y levan Dios, y para que su divina Mages
tados pensamientos. Pues si quereis tad huelgue de tratar y conversar
ser espiritual y hombre de ora con vos. De esa manera podreis
cion, si quereis tratar y conversar decir con el Profeta, Psal. 54, v. 8,
con Dios, guardad silencio. Si que habeis huido y acogidoos á la
quereis tener siempre buenos pen soledad: Ecce elongavi fugiens, et
samientos, y oir las inspiraciones mansi in solitudine. No es menes
de Dios, tened silencio y recogi ter para eso, que os hagais hermi
miento, porque asi como unos son taño, ni que huyais el trato y con
sordos por impedimentos que tie versacion de los projimos; mas si
(a) Diado. l. de perfect. spirit. c. 7o, in Biblio, sanctor. Patr. tom. 3.
De la modestia y silencio. 91
quereis andar siempre devoto, y asi como el silencio es causa de la
muy dispuesto y preparado para santa contemplacion, asi tambien
entrar facilmente en oracion, te la oracion y contemplacion, y el
ned silencio. Dice muy bien S. trato con Dios es causa del silencio.
Diadoco, ubi supra, que asi como Decia Mosies á Dios: Ex quo lo
cuando la puerta del baño se abre quutus es ad servum, impeditioris,
muchas veces, se sale presto por et tardioris linguae sum: Exod, 4,
allí el calor; asi cuando uno habla 1o. Señor, despues que comenzas
mucho, todo el calor de la devo teis á hablar y tratar conmigo, me
cion se va por la boca. Luego se he hecho tartamudo, y no acierto
derrama el corazon, y el alma es á hablar. Y el profeta Jeremias,
desamparada de buenos pensamien cap. 1, v. 6, en comenzando á ha
tos. Es cosa de ver cuan presto de blar con Dios, dice que se ha vuelto
saparece todo el jugo de la devo niño, y que no sabe hablar. Nota
cion, en abriendo la boca á hablar aqui S. Gregorio, lib. 7 Mor.
demasiado, vasenos el corazon por cap. 6, que los hombres espirituales
la boca: mas si quereis tener mu que tienen trato y conversacion
cho tiempo desocupado, y ahorrar con Dios, luego se hacen mudos
y grangear nuchos y largos ratos para las cosas del mundo, y les da
para tener oracion, tened silencio, en rostro el hablar y oir tratar
y vereis que de tiempo os sobra de ellas; porque no querrian oir
para tratar con Dios, y con vos. ni tratar de otra cosa, sino de lo que
0 qué bien lo dijo aquel santo aman y tienen en su corazon, y to
Tomas de Kempis!* Si te apar do lo demas les da fastidio y pesa
tases de pláticas superfluas, y de dumbre: Valde namque insolens, at
andar en balde, y de oir nuevas que intollerabile aestimant, quidquid
y murmuraciones, hallarias tiempo illud non sonat, quod intus amant.
aparejado para pensar buenas co Y acá lo esperimentamos; y sino mi
sas. * Pero si sois amigo de parlar, radlo: cuando el Señor os hace
y de derramaros por los sentidos, merced en la oracion, y salis de
no 0s espanteis que andeis siempre ella con devocion, como no os da
alcanzado de tiempo, y que os fal gana de hablar con nadie, ni de
te aun para los ejercicios ordina levantar los ojos á una parte ni
rios, como leemos, Exod. 5, v. 22, á otra, ni de oir nuevas, sino que pa
de los hijos de Israel, que porque rece que os han echado un candado
andaban derramados por Egipto, á la boca, y á todos vuestros senti
buscando pajas, no podian cumplir dos. ¿Qué es la causa de eso? La cau
la tarea ordinaria, y asi eran cas sa es, porque estais alla dentro ocu
tigados por ello. pado y entretenido con Dios, por
Hase de advertir aqui otro punto eso no os viene gana de andar bus
principal y muy espiritual, que cando entretenimientos y consuelos
92 Tratado segundo, cap. V.
esteriores. Y por el contrario, cuan do la avellana anda muy ligera
do uno anda parlando, y distraido y salta, es señal que está vana y
y derramando aca fuera, es que no no hay sustancia dentro. Eso es
hay espíritu ni devocion ni entre lo principal que miramos en esas
tenimiento alla dentro. Asi lo dice cosas, y por esto hacemos tanto
aquel santo Tomas de Kempis. * caso de ellas.
¿Qué es la causa que tan de gana
hablamos y platicamos unos con CAPITULO VI.
otros, viendo cuan pocas veces
volvemos al silencio, sin daño de Que el silencio es medio muy princi
la conciencia? La causa, dice, es pal para aprovechar y alcan
que por el hablar buscamos ser zar la perfeccion.
consolados unos de otros, y de
seamos aliviar el corazon fatigado Decia el padre maestro Nadal,
de pensamientos diversos, y toma muy espiritual y muy docto,
mos placer en pensar y hablar de una cosa particular y muy nota
las cosas que amamos, ó nos son hle del silencio, que declara bien
contrarias. * No podemos vivir sin su importancia, que aunque á algu
algun entretenimiento y contento; no por ventura le parecerá encare
y como no le tenemos allá dentro cimiento y exageracion, no lo es,
en el corazon con Dios, buscamos sino verdad llana, y muy esperi
le en esas cosas esteriores. Esta es mentada. Decia, que para refor
la razon porque acá en la Religion mar una casa, y toda una Religion,
hacemos tanto caso de estas y otras no es menester mas de reformarla
semejantes faltas esteriores, y las en silencio. Haya silencio en casa, y
reprendemos tanto, aunque de yo os la doy reformada. No pa
suyo parecen pequeñas: porque rece que se puede decir mayor ala
esas faltas esteriores, el andar que banza del silencio, porque aqui se
brantando el silencio y perdiendo encierran todas. La razon de esto
tiempo, y otras cosas semejantes, es, porque cuando hay silencio en
son señal de poco aprovechamien casa, cada uno atiende á su nego
to, y de la poca virtud interior cio, á que vino á la Religion, que
que hay allá dentro: muestra uno es á tratar de su aprovechamiento
en eso, que no ha entrado en es espiritual. Pero cuando no hay
píritu, ni ha comenzado á gustar silencio, entonces son las quejas,
de Dios, pues no se sabe entre los corrillos, las murmuraciones,
tener consigo y con Dios á solas las amistades particulares, que se
en su celda. Quando el arca no fomentan con estas conversaciones
tiene cerradura, por el mismo caso y familiaridades: entonces es el
entendemos que no hay alla den perder tiempo, y hacerlo perder
tro tesoro ni cosa preciosa. Cuan á los otros, y otros muchos incon
De la modestia y silencio. 93
venientes que de esto se siguen; y asi reformar toda la casa, y toda la
vemos que cuando no hay silencio Religion. Y esta es la causa por
en casa, no parece casa de Reli que aquellos santos antiguos esti
gion, sino de seglares: y al contra maban y ejercitaban tanto el si
rio, cuando hay silencio, luego lencio, y por la cual vinieron todas
parece casa de Religion y un parai las Religiones á poner en sus obser
so; luego en entrando por la puerta vancias por una de las principales
huele todo á santidad; aquella sole esta del silencio. Y por eso dice
dad y silencio, levanta el espíritu, Dionisio Cartusiano, que dijo el
y mueve á devocion á los que en Apostol Santiago, cap. 1, v. 26: El
tran: Verè Dominus est in loco isto. que no peca con la lengua, ese es
Non est hic aliud misi domus Dei, et varon perfecto: y si alguno piensa
porta celi: Gen. c. 28, v. 16 et 17. que es Religioso, y no refrena su
Verdaderamente el Señor mora lengua, engañase, que vana es su
aquí, esta es la casa de Dios. De la Religion.
misma manera digo de cualquier Pues considere aqui cada uno
particular: reformese uno en el atentamente cuan poco le pedimos
silencio, y yo le doy por reforma para ser perfecto, y cuan facil me
do. Por esperiencia lo vemos, que dio le damos para ello. Si quereis
cuando hablamos mucho, enton aprovechar mucho en virtud y al
ces hallamos en el examen haber canzar la perfeccion, guardad silen
caido en muchas culpas: Ubi verba cio, que con eso dice el Apostol
sunt plurima, ibi frequenter egestas: Santiago, c. 3, v. 2, que la alcanza
Prov.cap. 14, v. 23. Entonces hay reis. Si quereis ser espiritual, y hom
pobreza y miseria, y que llorar: bre de razon, guardad silencio, que
y cuando habemos guardado bien de esa manera, dicen los Santos,
el silencio, apenas hallamos de que que lo alcanzareis. Y Por el contra
hacer examen: Qui custoditos suum, rio, si no teneis cuidado de guardar
custodit animam suam, Prov. c. 13, silencio, nunca alcanzareis la per
V. 3, dice el Sabio: el que guarda feccion, nunca sereis hombre de ora
su boca, guarda su ánima. Aun allá cion, nunca sereis muy espiritual:
Carilo, varon principal, y gran sino, decidme, ¿si habeis visto algun
letrado entre los lacedemonios, hombre parlero y hablador, que
siendo preguntado, ¿por qué causa sea muy eontemplativo y espiritual?
Licurgo habia dado tan pocas leyes Ni aun aprovechado le vereis: Num
á los lacedemonios? Respondió: quid vir verbosus justificabitur? Dice
Porque los que hablan poco, como el santo Job, cap. 1 I, v. 1. ¿Por ven
son los lacedemonios, tienen poca tura el hombre que es hablador,
necesidad de leyes. De manera será justificado? Dice alli S. Gre
que el silencio basta para refor gorio, lib. 1o mor. c. 2: Cosa cier
mar á cualquier particular, y para ta es, que el que habla mucho,
94 Tratado segundo, cap. VI.
no será justificado, no aprovechará habla mucho, dañará su alma. El
mucho: y trae para esto muchas au que habla mucho, en algo yerra,
toridades de la sagrada Escritura, no faltará pecado en el mucho ha
y entre ellas aquello del Profeta blar. Pluguiera á Dios, que no es
Psal. 139, v. 12: Vir linguosus non perimentaramos esto tanto como lo
dirigetur in terra: El hombre par esperimentamos. Dice muy bien
lero y hablador, no será endere S. Gregorio: (a) Comenzareis por
zado en la tierra. No medrará, no palabras buenas, y de aí vendreis
crecerá, comprenderle ha aquella á una palabra ociosa, y de aí salta
maldicion del patriarca Jacob : Gen. reis luego á otra jocosa, luego á otra
49, v. 4. Effussus est sicut aqua, non enojosa, y poco á poco se va calen
crescas: Habeisos derramado como tando la lengua, y creciendo el deseo
agua, habeis derramado el corazon de encarecer las cosas, y hacer que
por esas puertas de la boca y de parezcan algo, y cuando no pensa
los sentidos, desmandandoos á to reis, habreis resbalado en otras men
mar vanos entretenimientos en es tirosas, y por ventura maliciosas, y
tas cosas esteriores: no crecereis, aun perniciosas: comenzareis por
no medrareis. poco, y acabareis por mucho, que
Comparan muy bien los Santos, asi suele acontecer, comenzar bur
al que no trae guardada y cerrada lando, y acabar murmurando.
su boca, al vaso sin cubierta, al Mas: dice Alberto Magno, lib. de
cual mandaba Dios, que fuese te virtut. c. 31: Ubi non est taciturni
nido por inmundo: Vas quod non tas, ibi homo de facili ab adversario
habuerit operculum, nec ligaturam superatur: Donde no hay silencio,
desuper, immundum erit: Núm. 19, facilmente es uno vencido del ene
v. 15: porque está espuesto para re migo. Y trae para esto aquello de
cibir dentro de sí cualquier inmun los Proverbios: Prov. c. 2 5, v, 2.8. Si.
dicia, y luego se llena de polvo y de cut urbs patens, et absque mororum
suciedad. Asi cuando uno no tiene ambitu, ita vir, qui non potest in
cerrada la boca, presto se llena de loquendo cohibere spiritum suum: El
imperfecciones y de pecados. Asi que no se puede contener en el ha
lo dice el Espíritu Santo por el blar, es como una ciudad abierta
Sabio, y lo repite muchas veces: y sin muros. Sobre las cuales pala
Qui multis utitur verbis, ladat ani bras dice S. Gerónimo, (d) que
mam suam: Eccles. c. 2o, v. 8: y en asi como la ciudad abierta y sin
otra parte: In multiloquio non deerit muros, está muy espuesta para ser
peccatum: Prov. c. 1o, v. 19; y en entrada y saqueada de los enemi
otra : ln multis sermonibus invenie gos; asi el que no está guardado
tur stultitia: Eccles. c. 5, v. 2. El que con este muro del silencio, está

(a) Greg. l.7 mor. c. 17: et 3 p. Pastor. admon. 3. (b) Hier, ibid. Gres.
3 p. Pastor. cap. 13: et l. 7 mor. c. 25.
De la modestia y silencio. 95
muy espuesto, y muy á peligro para Viderunt alii quid sentiant, unus
ser vencido de las tentaciones del quisque enim suo sensu ducitur: mi
demonio; y podemos dar otra razon hi oppidum carcer, et solitudo pa
mas particular de esto: asi como acá radisus est: Sientan otros lo que
á un hombre que está descuidado quisieren, porque cada uno dice de
y entretenido en otras cosas dife la feria como le va en ella: lo que
rentes, facilmente le pueden enga de mí sé decir, es, que la ciudad
ñar; pero al que está siempre sobre me es cárcel, y la soledad paraiso.
aviso, con dificultad: asi al que no Y S. Bernardo decia: (d) Numquam
guarda silencio, facilmente le puede minus solus, quâm cium solus: Nun
engañar el demonio, porque anda ca estoy menos solo, que cuando
divertido, entrenido y embebe estoy solo. Entonces estoy mas
cido en cosas impertinentes; pero acompañado, y mas alegre y rego
el que anda con silencio y recogi cijado, porque aquello que satisfa
miento, anda siempre apercibido ce y da verdadero contento al co
y sobre aviso, y asi no le engañará razon, es el tratar y conversar con
facilmente el demonio, ni le echará Dios. Para los que no tienen este
treta falsa. trato interior, ni saben de espíritu,
ni de oracion, ni hallan gusto en
CAPITULO VII. las cosas espirituales, será esta vi
Que andar uno con modestia, silen da triste y melancólica; pero no
cio y recogimiento, no es vi para el buen Religioso.
da triste, sino muy De aqui se entenderá otro en
alegre. gaño, (c) que como piensa el la
dron que todos son de su condicion,
D. lo dicho se sigue una cosa algunos en viendo al otro devoto
digna de advertir en esta materia: y recogido, y sus ojos bajos, y que
que esta manera de vida recogi no anda parlando como ellos con
da, andar uno con sus ojos bajos, todos los que encuentra, luego les
no querer hablar ni oir sino lo parece que anda tentado, ó que
necesario, haciendose sordo, ciego anda triste y melancólico, y aun
y mudo por Dios, no es vida tris algunas veces se lo dicen. Y hay
te ni melancólica, sino antes muy algunos que no se atreven á andar
alegre y gustosa: y tanto mas con la modestia y silencio que
que esa otra, cuanto es mas dulce la querrian y deberian, por temor
conversacion y compañía de Dios, de esto: lo cual se debe advertir mu
que la de los hombres, á la cual cho, para que nadie haga daño por
nos convida y lleva ese recogi su indiscrecion y poco espíritu:
miento. Dice S. Gerónimo: (a) ¿por qué vos no sabeis tener alegria

(a) Hieronim. epist. 4 ad Rusti, Monac. de vivend. form. (b) Bern.


ºpist, seu tract. ad Frat. de Monte Dei. (c) Tract. 1, cap. 15.
96 Tratado segundo, cap. XI.
y contento en el silencio y recogi
miento, pensais que el otro tam CAPITULO VII.
poco lo ha de tener? ¿O por ven
tura os da en rostro la modestia De las circunstancias que habemos
del otro, porque es una continua de guardar en el hablar.
reprension de vuestra modestia
y poco recogimiento, y por eso no Pone Domine custodiam ori meo,
lo podeis sufrir? Dejad al otro ir et ostium circunstantiae labiis meis,
adelante en su ejercicio, que ma Psal. 1 4o, v. 3. Los bienaven
yor alegria y contento trae él, que turados santos y doctores de la
no vos; porque aquella es una ale Iglesia, Ambrosio, y Gregorio, (a)
gria espiritual y verdadera, que es tratando de los muchos males y -

la que dice S. Pablo, 2 ad Cor. c. 6, daños que se siguen de la lengua,


v. 1 o: Quasi tristes: semper autem de que está llena la sagrada Escri
gaudentes. Aunque os parece á vos tura, especialmente los Sapiencia
que anda triste, no anda sino con les, y encomendandonos mucho la
mucho contento y gozo interior. guarda del silencio, para que nos li
Aun allá Seneca (d) avisa de esto á bremos de tantos daños y peligros,
su amigo Lucilo. No está, dice, la dicen: Quidigitur, mutos nos esse
alegria verdadera en lo esterior, oportet? ¿Pues qué quereis que ha
sino allá dentro en el corazon. Asi gamos? ¿Habemos de ser mudos?
como el oro y metal fino, no es lo Minimè: No queremos decir eso,
que se halla en la superficie de la dicen estos Santos: porque la virtud
tierra, sino lo que está en las ve del silencio no está en no hablar.
nas y entrañas de ella; asi la ver Asi como la virtud de la templanza
dadera alegria y contento, no es no está en no comer, sino en comer
el que uno muestra de fuera par cuando es menester, y lo que es
lando, riendo y conversando con menester, y en lo demas abstenerse;
unos y con otros; porque eso no asi la virtud del silencio no está en
harta ni satisface al alma, sino no hablar, sino en saber callar á su
que está como oro fino en las venas tiempo, y en saber hablar á su tiem
y entrañas del corazon. En tener po: y trae para esto aquello del
uno buena conciencia, y un ánimo Eclesiastes, c. 3, v. 7: Tempus tacen
generoso, despreciador de todas las di, et tempus loquendi: Hay tiem
cosas del mundo, y levantado sobre po de callar, y tiempo de hablar.
todas ellas, en eso está el verdade Y asi es menester mucha discre
ro gozo y contento. - cion para acertar á hacer cada cosa
de estas á su tiempo : porque asi
como es falta de hablar cuando no

(d)Senec. l. 3, Epist. 23 ad Lucillum, desolido, et inani gaudio. (a) Ambr,


l. 1 offic. c. 3. Greg. l. 7 Moral. c. 17; et 3 p. pastor. ad moni. 15.
De la modestia y silencio. 97
conviene, asi tambien lo es dejar faltar ninguna: Quia bonum con
uno de hablar cuando debria de ha surgit ex integra causa, malum au
blar. Estas dos cosas dicen estos tem ex quocumque defectu. Esta di
Santos, que nos dió á entender el ferencia hay del bien al mal, y de
Profeta en las palabras propuestas: la virtud al vicio, que para la vir
Poned Señor guarda en mi boca. tud es menester que concurran to
¿Qué guarda pedís, santo Profeta? das las circunstancias, sin faltar
Ostium circunstantia labiis meis: ninguna; y para el vicio basta una
Una puerta con que se cierren mis sola que falte.
lábios. Nota muy bien S. Grego Las circunstancias que son ne
rio, que no pide David á Dios que cesarias para hablar bien, pónen
ponga una pared en su boca, y la las comunmente los santos Basilio,
cierre á piedra y lodo para que nun Ambrosio, Bernardo, y otros. (b)
ca se abra, sino puerta que se abra La primera y principal es mirar
y se cierre á sus tiempos, para dar primero muy bien lo que se ha de
nos á entender que habemos de ca hablar, y la misma naturaleza nos
llar y cerrar la boca á su tiempo, da bien á entender el recato grande
y abrirla á su tiempo, y que en eso que habemos de tener en esto; pues
está la discrecion, y la virtud del asi guardó y escondió la lengua,
silencio. Esto mismo es lo que pide no solamente con una puerta y
el Sabio, diciendo : Quis dabit ori cerradura, sino con dos, primero
meo custodiam, et super labia mea con los dientes, y despues con los
signaculum certum, ut non cadam ab labios; muro y ante muro puso á
ipsis, et lingua mea perdat me? la lengua, no hahiendo puesto á los
Eccles. c. 2 2, v. 33. ¿Quién dará oídos guarda ni cerradura ningu
guarda á mi boca, y pondrá un na: para que por aí en tendamos la
sello en mis lábios, para que no venga dificultad y recato que habemos de
á caer por ellos, y mi propia len tener en hablar, y la prontitud
gua me condene? Son menester tan y facilidad en el oír, conforme á
tas circunstancias y condiciones aquello del Apóstol Santiago, c. 1,
para hablar sin errar, que con ra v. I 9: Sit autem omnis homo velox
zonteme el Sabio de perderse por la ad audiendum, tardus autem ad lo
lengua, y pide esta discrecion para quendum. Esto mismo se nos enseña
saber cerrar y abrir la boca cuando en la composicion y harmonía de
conviene; porque una sola circuns la lengua, porque hay en esta dos ve
tancia que falte, basta para errar: nas, una que va al corazon, y otra
y para que el hablar sea acertado al celebro, donde ponen los filó
y bueno, es menester que concur sofos el asiento del entendimiento,
ran todas las circunstancias, sin para darnos á entender, que lo que

TOM. II. 7
(b) Basil. un reg. brevi. 2o8; et in const. monast. c. 12. Ambr, l. ºffic. c.
1 o Bern. de ordine vit et morum insti. c. 6. -
98 Tratado segundo, cap. VIII.
se ha de hablar, ha de salir del cora Vicente dice, que tanta dificultad
zon, y regulado por la razon. Y asi habiamos de tener en abrir la boca
este es el primer aviso que da S. para hablar, como en abrir la bolsa
Agustin para hablar bien: Omne ver para pagar. ¡Qué de espacio, y con
bum prius veniat ad limam, quam que acuerdo abre el otro la bolsa,
ad linguam: La palabra primero ha mirando primero muy bien si lo de
de ir á la lima, que á la lengua; be, y cuanto debe Pues de esa ma
primero se ha de registrar allá den nera, y con esa dificultad habeis de
tro en el corazon, y limarse con abrir la boca para hablar, mirando
la regla de la razon, que salga por primero, si debeis de hablar, y lo
la boca. Esta es la diferencia que po que debeis de hablar, y no hableis
ne el Eclesiástico, cap. 21, v. 9, mas palabras que las que debeis,
entre el hombre sabio, y el necio: como el otro no paga mas de lo que
In ore fatuorum corillorum, et in debe. Concuerda con esto S. Bue
corde sapientium os illorum: Los ne naventura, (c) diciendo, que ha de
cios tienen su corazon en la lengua, ser uno tan cauto y tan escaso
porque le tienen rendido á ella, y al en las palabras, como el avariento
apetito desordenado de hablar; y asi en sus dineros.
dicen todo lo que se les viene á la S. Bernardo (d) aun no se con
boca; porque el corazon consiente tenta con esto, sino dice: Antequam
luego, como si lengua y corazon verba proferat, bis ad limam ve
fuese una misma cosa. Pero los sa niant, quām semel ad linguam. Dos
bios y prudentes tienen la lengua veces quieren que pasen primero las
en el corazon, porque todo lo que palabras por la lima de la razon, an
han de hablar sale de él, y con tes que lleguen una vez á la lengua:
consejo de la razon tienen la len y lo mismo dice S. Buenaventura.
gua rendida y sujeta al corazon, y (e) S. Efren (f) dice, y lo trae del
no el corazon á la lengua, como santo Abad Antonio: Antes que ha
los necios. bleis, comunicad primero con Dios
S. Cipriano dice, que asi como lo que habeis de hablar, y la razon
el hombre sóbrio y templado nin y causa que hay para hablar, y en
guna cosa echa en su estómago, tonces hablad como quien ejecuta
sin que prinero la masque; asi el la voluntad de Dios, que quiere que
hombre prudente y discreto nin hableis. Esta es la principal cir
guna palabra echa de la boca, sin cunstancia para hablar bien, y si
que primero la rumie muy bien en esta guardamos, facilmente podre
su corazon; porque de las palabras mos guardar las demas.
no - bien pesadas ni pensadas se La segunda circunstancia que ha.
suelen levantar las contiendas. S. bemos de mirar en el hablar, es el

(e) Bonav. t. 2 opus. l. 2 de profectu Religiosorum, c. 1o. (d) Bern. inspec.


Monachor. (e) Bonav. inspec, discip. c. 5 () Eph, t. 2, p. 28, c. 18.
De la modestia y silencio. 99
fin é intencion que nos mueve á en lo esterior, y le hace tener mo.
hablar: porque no basta que las pa destia, comedimiento y silencio
labras sean buenas, sino es menester delante de los mayores.
tambien que el fin sea bueno: por. La cuarta circunstancia, dice S.
que algunos, dice S. Buenaven Ambrosio, es mirar el tiempo en
tura, hablan cosas buenas, por que se ha de hablar: porque una de
parecer espirituales, otros por ven las principales partes de la pruden
derse por agudos y bien hablados: cia, es saber decir las cosas á su
de lo cual, lo uno es hipocresía tiempo: Homo sapiens tacebit usque
y fingimiento, y lo otro vanidad ad tempus, lascivus autem, et impru
y locura. dens non servabunt tempus: Eccl.
Lo tercero, dice S. Basilio, c. 2o, v. 7. El hombre sabio y pru
que es menester mirar quien es el dente callará hasta su tiempo; pero
que habla, y á quien y delante de el imprudente é indiscreto no
quien habla: y da aqui muy buenos guarda tiempo ni coyuntura. Y del
documentos, de como se han de que guarda esta circunstancia de
haber los mozos delante de los vie hablar á su tiempo, dice el Espíri
jos, y delante de los sacerdotes los tu Santo: Mala aurea in lectis ar
que no lo son, apoyándolo todo genteis, qui loquitur verbum in tem
con autoridades de la sagrada Es pore suo: Prov. c. 25, v. 1 I. Man
critura: Noli verbosus esse in multi zana de oro sobre columnas de pla
tudine Presbyterorum: Eccles. c. 7, ta es hablar lo que conviene á su
v. 15. Es muy buena crianza y re tiempo, parece eso muy bien, y da
verencia callar delante de los ancia mucho contento. Y por el contra
nos, y delante de los sacerdotes. rio, aunque lo que se habla sea
S. Bernardo (g) dice, que los mo bueno, sino se dice á su tiempo des
zos callando honran á los mayo agrada: Ex ore fatui reprobabitur
res. Aquello es una manera de re parabola, non enim dicit illam in
verencia y reconocimiento, y de tempore suo: Eccl. c. 2o, v. 22. De
darles la ventaja: y añade una bue la boca del necio, dice el Eclesiás
na razon: Silentium est maximus tico, no es bien recibida la palabra
actus verecundiae: El silencio es un sentenciosa, porque no la dice á su
acto muy principal de la vergüen tiempo. A esta circunstancia perte
za, la cual parece muy bien en los nece no interrumpir á nadie, que es
mozos. S. Buenaventura (h) de mala crianza, y poca humildad. No
clarando esto mas, dice, que asi es buen tiempo de hablar cuando el
como el temor de Dios compone otro está hablando: In medio ser
y ordena á uno allá en lo interior, monum ne adjicias loqui: Eccles. c.
y le hace estar bien con Dios; asi 1 I, v. 8, dice el Sabio. Esperad que
la vergüenza le compone y ordena acabe el otro su razon, y entonces
(g) Bern. de ord. vit, etmorum insti. (h) D. Bon. de infor. novit, p. 1, c. 28.
IO O Tratado segundo, cap. VIII.
entraréis vos con la vuestra. A esto riam sororem suam silentio, dicens:
tambien se reduce lo que alli añade: Magister adest, et vocat te: Llamó
Priusquam audias, ne respondeas Marta á Maria en silencio, dicien
verbum: No respondais antes que do: El Maestro está aqui, y te lla
acabeis de oír lo que os dicen: y en ma; pregunta el Santo: ¿Cómo dice
otra parte dice: Qui prius respondet, en silencio, pues dijo: El Maestro
quàn audiat, stultum se esse demons está aqui, y te llama? Y responde:
trat, et confusione dignum: Prov. que la voz baja se llama silencio.
c. 18, v. 1 3. El que responde antes Pues asi acá, cuando hablan unos
que acabe de oír lo que le dicen, con otros en sus oficios con voz
muestras da de poco asiento, y mu baja, , entonces decimos que hay
chas veces queda confundido, por silencio en casa; pero cuando ha
que no respondió á propósito, pensó blan alto, aunque las cosas sean ne
que le iban á decir aquello, y no cesarias, no guardan silencio. De
le iban á decir sino otra cosa, des manera que para que haya silencio
puntó de agudo. Da tambien S. en todas las oficinas, y parezca casa
Basilio otro aviso acerca del res de Religion, y nosotros parezca
ponder: que si preguntan á otro, mos Religiosos, es menester hablar
calleis vos. Y cuando estan muchos, bajo. Dice S. Buenaventura, (k)
y les dicen que digan su parecer: que es gran falta en un Religioso
en tal caso, sino os preguntan á vos hablar alto. Basta que hableis de
en particular, es poca humildad, manera que los que estan cerca os
que querais haceros el principal, puedan entender. Y si quereis decir
y tomar la mano por todos: hasta algo al que está lejos, id allá, de
que os digan en particular, que di cídselo ; porque no conviene á la
gais, callad. - modestia religiosa hablar á voces
La quinta circunstancia que po ni desde lejos. Y advierte S. Bue
nen los Santos para hablar bien, es: naventura, que la noche, y el tiem
Loquendi modus: El modo y tono po de reposo y de recogimiento,
de la voz: que es lo que nos dice piden aun mas particularmente que
á nosotros nuestra regla 28 com el hablar sea mas bajo para no
mun. Todos hablen con voz baja, inquietar á otros en aquel tiempo,
como á Religiosos conviene. Esta y lo mismo piden algunos lugares
es una muy principal circunstancia particulares, como la sacristía, por
del silencio, ó por mejor decir, una tería y refitorio.
muy gran parte de él. S. Agustin A esta circunstancia del modo
(i) sobre aquellas palabras que di de hablar, dice S. Buenaventura,
jo Marta á su hermana, cuando que pertenece tambien hablar con
Cristo nuestro Redentor fue á re serenidad del rostro, no haciendo
sucitar á Lazaro: Et vocavit Ma gestos con la boca, encogiendo ó

(i) Aug, tr. 4 sup.Joan. c. 1 1, v. 28. (k) Bonav, inspec, discip. p. 4, c. 5.


De la modestia y silencio. IO

estendiendo mucho los labios, ni tur: No se enseña la virtud con vi


mostrando señales en los ojos, ó ar cio, ni la paciencia con impacien
rugas en la frente ó en la nariz, cia, ni la humildad con soberbia.
ni meneos en la cabeza, ni hablan Mas se edificaría y aprovecharía
do inucho de manos, que es lo que el otro del ejemplo de vuestra
encomienda nuestro santo Padre en paciencia y mansedumbre, que
las reglas de la modestia. Tambien de vuestras razones. Y asi dice S.
dice S. Ambrosio, (1) y S. Bernardo, Ambrosio, lib. I offic. c. 2: Mo
(m) que pertenece á esta circunstan nitio sine asperitate, oratio sine of
cia: Ut voa, ipsa non sit remissa, non fensione: El aviso y amonestacion
fracta, nihil femineum sonans, sed ha de ser sin aspereza y sin ofen
formam quamdam, et regulam, ac sion. Y traen á este propósito aque
succum virilem reservans: Que la llo del Apóstol S. Pablo: Seniorem
voz no sea afectada, ni quebrada con ne increpaveris, sed obsecra ut pa
una blandura mugeril, sino que sea trem: 1 ad Tim. c. 5, v. 1. Al an
voz de hombre grave: empero aun ciano no le reprendais, sino rogad
que no ha de ser el modo de hablar le como á padre. - º

melindroso ni afeminado, dicen, Tambien se reprende aqui con


que tampoco ha de ser áspero, bron razon el hablar afectadamente, con
co ni pesado: Sed ut molliculum, intencion de parecer muy discreto
aut infractum, aut vocis sonum y bien hablado: y asi son muy re
aut gestum corporis non probo, ita prendidos los predicadores que
neque agrestem, ac rusticum. Siem procuran hablar curiosa y pulida-,
pre ha de ser el modo de hablar del mente, y hacen estudio particular
Religioso de tal manera grave, de eso: con lo cual pierden el es
que vaya mezclado con suavidad. piritu y el fruto de los sermones:.
Y aunque siempre es menester, dicen que el hablar ha de ser como
guardar buen modo en el ha el agua que ningun sabor ha de
blar; pero particularmente es esto tener para que sea buena.
mas necesario, cuando queremos Finalmente, son tantas las cir-,
amonestar ó reprender. Porque cunstancias que se requieren para
si esto no se hace con buen modo, hablar bien, que será gran mara
perderáse del todo el fruto de ello., villa no faltar en alguna de ellas: y
Dice muy bien S. Buenaventura por eso es muy buen remedio aco
de inform. novit.: el que turbado gernos al puerto del silencio, donde
y con cólera corrige ó avisa á con solo callar está uno guarda
otro, mas parece que lo hace de do de los muchos inconvenientes
impaciencia y por lastimarle, que y peligros que hay con el hablar,
de caridad y por zelo de aprove conforme á aquello del Sabio: Qui
charle: Virtus cum vitio non doce custoditos suum, et linguam suam,
() Amb. l. 1 de offic. c. 19. (m) Bern. de ordin. vit. et morum instit.
O2 Tratado segundo, cap. VIII.
custodit abangustiis animam suam. Pues resolvámonos de guardar
Prov. c. 21, v. 23. Yasi decia uno muy bien nuestra lengua, diciendo
de aquellos padres antiguos: In om con el Profeta: Ps. 38, v. 1. Dixi
ni loco, sitaciturnus fueris, requiem. custodiam vias meas, ut non delin
habebis: Si fueres callado, en cual quam in lingua mea: Concerté y de
quier lugar tendrás quietud y sosiego. terminé de guardar mis caminos.
Y aun allá dijo Séneca, epist. 2o7: S. Ambrosio, lib. 1 offic. c. 2,
Nihil aequè prodest quam quiescere, sobre estas palabras dice: Unos son
et minimum cum aliis loqui, secum los caminos que habemos de seguir,
plurimum : No hay cosa que asi y otros los que habemos de guardar:
aproveche, como andar uno reco los caminos de Dios habemos de
gido, y hablar muy poco con otro, seguir, y los nuestros guardar, por
y consigo mucho. Bien celebre es que no nos despeñernos y perda
aquella sentencia del santo Abad mos por ellos, cayendo en pecado.
Arsenio, que la solia él repetir mu Y los guardarémos, dice, si sabe
chas veces, y aun cantarla, dice mos callar. En la história ecle
Surio en su história: Me saepe peni siástica se cuenta, que un monge
tuit dixisse, numquam autem tacuis llamado Pambo, como fuese hom
se: Muchas veces me pesó de haber bre sin letras, fue á otro monge sa
hablado, y ninguna de haber callado: bio, que le enseñase; y oyendo este
lo mismo se dice de Sócrates: y da verso: Determiné de guardar mis
Séneca la razon de esto; porque lo caminos, no pecando con mi lengua;
que se calla, se puede hablar despues; no consintió á su maestro pasar
pero lo que se habla, no puede dejar adelante á enseñarle el segundo
de estar hablado: Et semel emissum verso, diciendo: Si yo la pudiera
volat irrevocabile verbum, Horat. cumplir, bastaráme esta sola li
epist. 19, lib. 1, dijo el otro; y S. cion. Y como despues de seis me
Gerónimo epist. de virginitate ser ses su preceptor le reprendiese,
vanda: Lapis emissus est sermo pro porque no habia vuelto á tomar li
latus: La palabra que salió de la bo cion, respondió: En verdad padre,
ca es como la piedra que salió de la que la primera tengo hoy por cum
mano, que ya no podeis hacer que plir. Y despues de muchos años
no vaya, y haga el daño. Y por preguntóle uno muy conocido suyo,
eso es menester, dice S. Gerónimo, si habia ya aprendido el verso?
mirar primero muy bien lo que ha Y dijo: Cuarenta y nueve años ha
beis de hablar, antes que lo echeisque le oí, y apenas le he podido
por la boca; porque despues no pue poner por obra. Y si sabía, aunque
de dejar de estar hablado: Qua él por su humildad dudaba; por
propter diu antequam sermo pro que Paladio cuenta de él, que tomó
feratur, cogitandus est: que es el tan bien aquella licion, y la puso
primer aviso que dimos. de tal manera por obra, que antes
De la modestia y silencio. 1 o3
que hablase y respondiese á lo que za: y aunque esteriormente se rien,
le preguntaban, levantaba siempre y parece que gustan, allá interior
el corazon á Dios, y lo comunicaba mente les parece muy mal, y se
y trataba primero con él, confor guardan de ellos; porque temen,
me al consejo que habemos di y con razon, que lo que hacen
cho; y dice, que fue por esto tan con otros delante de ellos, haran
ayudado de Dios, que cuando se despues con ellos delante de otros.
quiso morir, dijo no se acordaba Esto bastaba para aborrecer y huír
haber hablado palabra que le pesase mucho este vicio; porque, ¿qué ma
haberla dicho. Surio cuenta de san yor mal puede ser, que ser aborre
ta Maria de Oña virgen, que una cidos de Dios y de los hombres ?
vez guardó perpetuo silencio, desde Pero dejado esto á parte, ahora sola.
la fiesta de la Cruz de setiembre mente querria declarar brevemente
hasta Pascua de Navidad, de tal la gravedad y malicia de este vi
manera que en todo este tiempo no cio, y cuan facilmente puede uno
habló ni una palabra: lo cual dice llegar en esto á pecar mortalmente,
que fue tan agradable á Dios, que para que procuremos estar muy le
le fue revelado, que con esta obra jos de ponernos en gran peligro. Su
y mortificacion de la lengua, princi gravedad y malicia consiste en que
palmente, habia alcanzado no pasar escurece, y quita la fama y buena
por purgatorio cuando muriese. opinion y estima del prójimo, la
cual es de mayor precio y valor,
CAPITULO IX. que la hacienda y riquezas tempo
rales, conforme á aquello del Sa
Del vicio de la murmuracion. bio: Melius est nomen bonum, quam
divitiae multae. Eccl. c. 22, v. r.
Mitt. detrahere alterutrum fra Et curam habe de bono nomine: hoc
tres: Jac. c. 4, v. 1 I. Hermanos enim magis permanebit tibi, quam
mios, dice el Apóstol Santiago, no mille thesauri pretiosi, et magni.
murmureis unos de otros. Los Eccl. c. 41, v. 15. Y asi dicen los
que murmuran, dice el Apóstol S. Doctores, que es mayor y mas
Pablo, ad Rom. 1, v. 3o, que son grave este pecado de la murmura
aborrecidos de Dios: Detractores cion, que el pecado del hurto,
Deo odibiles. Y el Sabio dice, Prov. cuanto es de mas precio y estima
º. 24, v. 9, que son tambien abor la fama y buena opinion, que la
recidos de los hombres: Abomina hacienda. Y descendiendo mas en
tio hominum detractor, et (Eccles. particular á tratar cuando llega
c. 5, v. 17) susurratoriodium, et rá la murmuraeion á pecado mor
inimicitia, et contumelia. Abominan tal, y cuando será solamente ve
los hombres de los murmuradores, nial; dicen lo que suelen decir co
y tienenles grande aversion y ojeri munmente en todos los demas pe
I o4 Tratado segundo, cap. IX.
cados, que de su genero son morta medir, por ser pecado mortal, ó no,
les. Asi como el hurto es de suyo lo que se dice de él, sino por la es
pecado mortal; pero por razon de tima y reputacion que se le quita.
la poquedad de la materia puede ser Siempre habemos de ir en este
venial, como hurtar una manzana, fundamento, y tenerle por primer
ó un cuarto; asi tambien el mur principio en esta materia. Porque
murar, de su genero es pecado mor claro está, que ser uno de casta de
tal, mas tan liviana cosa puede ser moros, ó judios, no es pecado
la que uno dice de otro, que sea so ninguno, y con todo eso infamar
lamente venial. á uno de esto, lo dan los Doctores
Empero advierten en esto una por pecado mortal. Pues de la mis
cosa que hace mucho al caso, para ma manera, si yo digo de un Reli
que se entienda el peligro que hay gioso, que es liviano, que tiene po
en esto, y el recato que es menester co juicio, (que es ejemplo espreso
tener aun en las cosas que parecen que ponen los mismos Doctores )
pequeñas; y es, que muchas veces mas opinion y estima pierde aquel
no son pequeñas ni livianas las que Religioso con aquello, que un se
á algunos les parecen tales. Dicen glar porque digan de él algun peca
tambien los Teologos, que aunque do mortal. Y asi hay mas peligro
decir de alguno un pecado venial, en esto de lo que parece. Tengo yo
como fulano dijo una mentira, en al otro por buen Religioso, asen
los seglares no sería pecado mor tado y cuerdo. Decís vos: Fulano
tal, porque es cosa liviana, y que es asi, asi, volviendo la mano, y
no les quita á ellos la fama; pero dando á entender que tiene poco
decir de un Religioso un pecado asiento: mucho le deshicisteis con
venial, y aun una imperfeccion, eso, mucho cayó de la opinion en
podrá ser pecado mortal; porque que antes se tenia. Viene el otro de
mas deshonra é infamia puede ser fuera, y si allá hubo alguna cosa
eso en un Religioso, que un peca de desedificacion, esa es la primera
do mortal en un seglar. Claro está que cuenta, comienza á calificar
que si dijese yo de un Religioso, al uno de altivo, al otro de porfia
que es mentiroso, que perdería mas do y cabezudo, al otro de inquie
opinion y estima delante de vos el to y bullidor. Esas cosas no son
tal Religioso, que allá en el mun livianas, sino tales, que desdoran
do pierde un seglar de vida poco mucho á un Religioso: sino vealo
concertada, porque digan de él, cada uno por sí. Si otro dijese es
que no ayuna toda la cuaresma, tas cosas de vos, y fuese causa que
ó que sale de noche. Y asi es me os tuviesen en esa posesion, mi
nester advertir, que este negocio de rad como lo sentiriais. Pues esa es
pecar mortalmente en murmurar la regla de la caridad que habemos
y decir mal de otro, no se ha de de guardar con nuestros hermanos:
De la modestia y silencio. Io5
especialmente que tratamos de per de casa tuvo siempre un estraño
feccion, y habemos de estar muy silencio; porque si alguno hacia
léjos de ponernos en esas dudas alguna cosa, no de tanta edifica
y peligros. Si por lo que yo dije, cion, no la descubria á nadie, sino
perdió mi hermano notablemente de á quien le hubiese de remediar,
la estima y buena opinion que el y entonces con tan gran miramien
otro tenia de él, y si llegó á peca to y recato, y con tanto respeto
do mortal, ó no, como decimos en al buen nombre del que habia fal
el voto de la pobreza, ¿téngomeyo de tado, que si para su remedio bas
poner en duda, si lo que recibí ó dí taba que lo supiese uno solo, no lo
sin licencia, llegó á cantidad que decia á dos. De aqui habemos de
baste para ser pecado mortal? Mu aprender nosotros, como habemos
chas veces no podemos determinar de hablar de nuestros hermanos. Si
de cierto, si llegó á eso, ó no. Pero nuestro santo Padre con ser supe
harto trabajo es ponerse uno en ese rior , , y poder decir y reprender
peligro: por todo cuanto hay en el las faltas de los de casa delante de
mundo no se ha de poner uno en todos en castigo de ellas, andaba
esa duda: es menester que ande con este recato, y esto aun en faltas
mos con mucho cuidado y recato pequeñas y menudas, ¿cuánta ma
en las cosas pequeñas, porque sino yor razon será que nosotros lo an
muy presto nos hallarémos llenos demos?
de escrupulos y remordimientos, S. Buenaventura (a) pone esta
y de dudas de pecado grave. Y en regla para hablar de los ausentes:
esto del murmurar es aun mas ne Erubescant dicere de absenti, quod
cesario ese cuidado, porque es cum charitate non possunt dicere co
muy grande la inclinacion que te ram ipso. Asi habeis de hablar del
nemos á esto, y la facilidad y lige ausente, como si él estuviera pre
reza de la lengua es tambien muy sente, y lo que no os atrevierais á
grande. Esta diferencia hay de los decir de él, si estuviera presente
que tratan de perfeccion, á los que y lo oyera, no lo habeis de decir en
no tratan de ella: que los que tra su ausencia : entiendan todos que
tan de perfeccion, hacen mas caso tienen seguras las espaldas en vos.
de faltas pequeñas, que los otros Esta es una regla muy buena, y que
de grandes: y esa es una de las co abraza asi las cosas graves, como
sas en que se echa mucho de ver si las que parecen livianas, que son
uno trata de veras de su aprovecha las que muchas veces nos suelen
miento, ó no. engañar porque algunas veces no
De nuestro bienaventurado Pa son tan livianas como entonces nos
dre S. Ignacio leemos, lib. 5, c. 6 parecen, como queda dicho, y asi
de su vida, que de las faltas de los no nos habemos de escusar con

(a) Bonav. Spec. discipl part. 3, c. 3 de informat. novit part. 1. c. 23.


1 o6 Tratado segundo, cap. IX.
esto, ni con decir que no hacen los de parto, está con grandes ansias
otros caso de aquellas cosas, ni con y congojas, hasta echar la cria
decir que son públicas; porque la tura; y asi como cuando enclavan
perfeccion que profesamos no admi una saeta ó garrocha en la parte
te estas escusas: asi nos lo enseña carnuda de un toro, no para ni
nuestro santo Padre, (b) el cual sosiega el toro hasta echarla de sí;
nunca hablaba en su conversacion asi el necio, no para ni sosiega
de los vicios agenos, aunque fue hasta decir la falta que sabe de
sen públicos, y se dijesen por las su prójimo. Pues no seamos noso
plazas, y quería que los nuestros tros de estos, sino de los cuerdos
hiciesen lo mismo. Sean todos de y sabios, que tienen vaso y cora
nuestra boca buenos, virtuosos y zon ancho para encerrar y sepul
honrados, y tenga todo el mundo tar esas cosas, y que mueran y se
entendido, que por nuestro dicho acaben alli. -

nadie ha de perder, ni ser tenido Nuestro Padre General Claudio


621 In6InOS, -
Aquaviva en las industrias que es
Si acaso supisteis ú oisteis alguna cribió, ad curandos animae morbos,
falta de vuestro hermano, guardad hace un capítulo muy sustancial de
aquello que dice el Sabio: Audisti la murmuracion, que es el diez
verbum adversus proximum tuum ? y siete, y da alli un consejo, que
Commoriatur in te, fidens quoniam cuando aconteciere haberse uno
non te dirumpet. Eccles. c. 19, v. desmandado algo en esto, no se
1 o. ¿Habeis oido ó sabido alguna acueste sin confesarse primero de
falta en vuestro hermano? Muérase ello. Lo uno, porque si por ventura
en vos, sepultadla allá dentro, aca llegó á cosa grave, que es fácil, no
bese aí, y no salga fuera, que no es razon acostarse con eso: siempre
rebentaréis por eso. Alude el Es nos habemos de echar á dormir,
píritu Santo á los que habiendo como quien se echa á morir. Y lo
tomado ponzoña y veneno, estan segundo, aunque no llegase á tanto,
con grandes ansias y bascas hasta servirá eso de remedio y medicina
echarlo, y no hacen sino tomar re preservativa para no caer otra vez
medios y aceites para ello, pare en ello. Y no solo para este parti
ciéndoles que rebentarán sino lo cular, sino para otras cosas seme
echan. Y trae alli el Sabio otras jantes, que traen consigo algunas
dos comparaciones para declarar es dudas ó remordimientos, será muy
to mismo: A facie verbi parturit fa provechoso este consejo, y mas por
tuus, tanquam gemitus partus in ser de nuestro Padre.
fantis. Sagitta infixa femori carnis,
sic verbum in corde stulti. Vers. 1 1
& 12. Asi como la muger que está

(b) Lib. 5, c. 6 vit. N. P. S. Ignat.


De la modestia y silencio. 1o.7
ó cuando ve que aquella murmura
CAPÍTULO X. cion es en daño notable del próji
mo, y puede estorbarla; porque
qu alemas dº dar oidos á mur
700
entonces la caridad obliga, que en
- muraciones. aquella necesidad ayude á su pró
jimo. Asi como no solo hace
El bienaventurado S. Bernardo mal el que pega fuego á una casa,
(a) dice: Non solum nihilipsi in sino tambien el que se está calen
decorum loqui, sed neque aurem tando á la llama que otro enciende,
quidem debemus hujusmodi praebere estando obligado á acudir con agua
dictis, quia quem delectat audire, para apagarla: asi tambien no solo
alterum loqui provocat, audire quo peca el que murmura, sino tam
que quod turpe sit pudori maximo bien el que puede y debe estorbar
est: No solamente nos habemos de la murmuracion, y no lo hace,
guardar de hablar lo que no convie antes por ventura con el aplauso
me, sino tambien de dar oidos á ello; y buen rostro que muestra al otro,
porque el que gusta de oir, provoca le da ocasion para que lleve ade
al otroá hablar, y tambien porque es lante la plática. Otras veces dicen,
cosa vergonzosa y torpe oir cosas que será solamente pecado venial
milas y torpes. El glorioso S. Basi no resistir, como cuando por alguna
lio (in reg. brev. 16.) tratando del vergüenza, por ser personas de au
castigo que se ha de dar al que unur toridad las que tratan de aquello,
mura, yal que oye la murmuracion, no se atreve uno á decirles nada,
dice, que al uno y al otro han de ni entremeterse en eso. Y advierten
apartar de la comunidad. Igual cas aqui una cosa que nos toca mucho
tigoles da; porque si el uno no oyese á los Religiosos, y es, que cuando
de buena gana, tampoco el otro gus el que oye la murmuracion es per
taria de murmurar: Nemo invito sona que tiene autoridad cerca de
auditore libenter loquitur. aquellos que estan hablando, este
Los Teólogos en la materia de tal tiene mas obligacion á resistir
detraccion tratan esta cuestion: siy volver por la honra del prójimo,
el que oye al que murmura, y no le y tanto unas, cuanto mas autoridad
resiste, peca mortalmente? Y po tuviere. Eso es lo que dicen los
nen algunos casos en que dicen Teólogos.
que sí, como cuando fuese causa De aqui podemos colegir como
que el otro dijese mal de su pró nos habemos de haber cuando nos
jimo, moviéndole á ello, ó pre hallamos en semejantes conversa
guntándole de aquello, ó cuando ciones, y el peligro que puede haber
por no estar bien con el otro, se en disimular y callar, y pasar con
holgase que murmurasen de él, ellas por nuestra inmortificacion
* - º

(a) Bernard. de Ordin. vit. et mor. instit.


1 o8 Tratado segundo, cap. X. º 2
y pusilanimidad. Y como por nues pasa aquello, y no les dice nada º
tros pecados se usa tanto el dia de hoy Diran, esto no debe de ser pecado,
esto de murmurar, que apenas saben pues el Padre calla. Y si piensan
los del mundo tener una conversa que es pecado, y lo hacen de
cion, sin tratar de vidas agenas, y lante de vos, os desestiman á vos
nosotros tratando tanto con ellos, y á vuestra Religion, pues se atre
no dejan de ofrecerse escrupulos ven á decir en presencia vuestra
en esta materia : Si lo pude es lo que es malo y pecado, y vos
torbar y no lo estorbé, si fui yo no os atreveis á contradecirlo, ni
alguna ocasion que fuese adelante teneis virtud ni fortaleza para
aquella plática, ó preguntando algo, ello.
ó mostrando holgarme de oirlo, S. Agustin (b) para obviar á es
haciendo buen rostro, á lo que ta pestilencia de la murmuracion,
se decia, y condescendiendo «con tenia escritos en el lugar donde co
ello. Pero dejemos escrupulos á mia estos versos.
parte: porque en eso podrá alguno
decir, que bien sabe hasta donde Quisquis amat dictis absentum ro
llega, y cuando es pecado, y cuando dere vitam,
no; vamos siempre en este funda Hanc mensam indignam noverit es
mento, que hablamos ahora con Re se sibi.
ligiosos, y con gente que trata de Ninguno del ausente aqui murmu
virtud y perfeccion, y que no solo re,
pretende guardarse de pecado mor Antes quien piense en esto desman
tal y venial, sino que desea hacer darse,
siempre lo mejor, y lo que es de Procure de la mesa levantarse.
mas edificacion y provecho para
los prójimos. Pues supuesto esto, Y cuéntase, que como una vez
si cuando nos hallamos en una comiesen con él unos Obispos, ami
conversacion, donde estan mur gos suyos, y comenzasen á sol
murando de nuestro prójimo, calla tar sus lenguas, y decir mal de las
mos de pura inmortificacion, de vidas agenas, luego les reprendió,
vergüenza y pusilanimidad, y pa diciendo, que sino cesasen de decir
samos con ello, y lo consentimos; mal, ó habia de borrar aquellos ver
porque callar es consentir: Qui sos, ó levantarse de la mesa. Este es
tacet, consentire videtur: ¿qué edifi buen ánimo: Señor, iréme sino ce
cacion han de tomar aquellos, sais de decir mal. Y asi dice S. Ge
sino conformarse mas en lo que rónimo, in reg. Monachorum c. 12,
hacen, viendo que un Religioso que lo hagamos: Si quem alicui.
docto y siervo de Dios, y que detrahentem audieritis, procul
tiene autoridad acerca de ellos, fugientes dimittite, ut serpen

(b) Refert D. Hier. t. 7, aut Beda, si ejus estille tract.


De la modestia y silencio. o9
tem. Si oyereis murmurar á algu agenas. No se contenta el Sabio
no, huíd de él, como de serpiente, con que tapeis los oídos con algo
y dejadle. O qué se afrentará Y don ó con otra cosa blanda, sino
aun por eso, dice S. Gerónimo: Ut con espinas, para que no solo no
verecundia victus, discat de factis entren allá las palabras malas, hol
aliorum silére. Para eso le habeis de
gándoos de oírlas, sino que puncen
dejar con la palabra en la boca, el corazon del que murmura, y se
para que quede avergonzado, y asi corrija y enmiende: Per tristitiam
aprenda como ha de hablar otra vultus corrigitur animus delinquen
vez. Este medio nos está muy bien tis: Eccl. c. 7, v. 4. Con la triste
á nosotros, ó avisarles que no za, gravedad y semblante de rostro,
murmuren, ó salirnos de la con se corrige el ánimo del que peca, y
versacion. por aí viene á entender y caer en
Cuando no pudieremos poner la cuenta que hace mal.
este medio, por parecer áspero, y De nuestro bienaventurado Padre
ser las personas de mucho respeto, S. Ignacio leemos, lib. 5, cap. 5.
dan los Santos otro mas fácil y de su vida, que usaba mucho este
suave, y es mostrar mal rostro medio. Acontecia algunas veces
á lo que se dice, para que entienda estando con él, descuidadamente
el otro, que no me parece bien aque caérsele á alguno de los nuestros
llo, ni gusto de oirlo, y es me alguna palabra, que no le pare
dio que nos da el Espíritu Santo por ciese á nuestro santo Padre tan á
el Sabio: Ventus Aquilo dissipat propósito, ó tan bien dicha, y luego
pluvias, et facies tristis lunguam se mesuraba, y se ponia con un sem
detrahentem: Prov. c. 25, v. 23. blante algo severo, de manera que
Asi como el viento cierzo desbarata en solo verle conocian los padres,
las nubes, asi el rostro triste la len que habia habido falta, y quedaba
gua del que murmura y dice mal avisado y corregido el que se des
de otro. Y en otra parte: Sepi au cuidaba. Y esto hacia muchas veces
res tuas spinis, linguam nequam en cosas muy ligeras y menudas,
moli audire: Eccles. c. 28, v. 28. cuya falta, por ser tan pequeña,
Tapa tus orejas con espinas, cuan á los otros se les iba de vista, y se
do oyeres murmurar. Esas son las les pasaba por alto; porque no sola
espinas con que habemos de ta mente el estaba siempre muy en sí,
par nuestras orejas. Ese mal sem sino queria que los suyos tambien lo
eStuVieSen.
blante, ese ceño y tristeza que
In0strais en el rostro cuando el Tambien es muy buen medio
ºtro murmura, son espinas que para esto, mudar la plática y en
punzan al otro, y le hacen com tremeter buenamente otras, para
Pºngir, y que caiga en la cuenta cortar el hilo á aquellas. Y para es-,
ºe que hace mal de tratar de vidas to no es menester esperar muehas
á
fo Tratado segundo, cap. X.
coyunturas, ni que venga muy á dado. Aun allá en el mundo se tie
propósito; antes ese es el mejor ne por gran vicio ser uno mentiro
propósito, el no venir muy á pro so, y decir á uno que miente, se
pósito; porque de esa manera en tiene por grande afrenta y deshon
tenderá mejor el otro y todos los ra; ¿qué será acá en la Religion, don
circunstantes, que no era bien tra de pierde uno mucha mas opinion
tar lo que trataba, y que le hicis estima con estos vicios, que allá
tes honra en no reprenderle mas en el mundo? Bien se ve cuan baja
claramente y avergonzarle delante y fea cosa sea esta, y cuan indigna
de todos. Y si aguardais muchas de un Religioso, y asi muy lejos ha
coyunturas y propósitos, y á que de estar la mentira de su boca, ni
se acabe la plática, ni el otro en por escusarse y encubrir la falta.
tenderá la cifra, ni remediaréis el Léjos está de la mortificacion y
daño. Asi como cuando el toro va humildad el que dice mentira,
tras algun hombre, le echen una para que no se sepa su falta, ni le
capa, para que se entretenga en tengan en menos. Habiamos noso
ella y deje al hombre: asi cuando tros de andar á buscar ocasiones
uno va dando tras otro, murmu de humillacion y mortificacion,
rando de él, es muy buen remedio ¿y huís de las que se os ofrecen, y de
echarle una capa, que es otra plá las que no podeis escusar sin pecar?
tica, en que se entretenga y deje Mucho desdice uno en eso de la
de murmurar. Y asi como al que perfeccion que profesa. Por la sal
echó la capa se le agradece la vida vacion de todo el mundo, dicen los
del otro, asi al que divierte la plá Teólogos, y los Santos, que no
tica y ataja la murmuracion, se es lícito decir una Inentira: mirad
le agradece, y debe la honra y si será bien decirla por no quedar
fama que defendió. corto ó corrido en alguna cosilla:
y asi de siete cosas que dice el Sa
CAPÍTULO XI. bio que aborrece Dios, la segunda
es, linguam mendacem: La lengua
Que nos habemos de guardar de to Iment1 r0Sa.

do genero de mentiras. Otra manera hay de decir men


tira, aunque no sea tan de propósito,
Ante omnia opera verbum verax y es, cuando contamos alguna cosa,
praecedat te, Eccles. cap. 37, v. añadiendo mas de lo que fue. La
2o, dice el Sabio: Ante todas co verdad consiste en indivisible, y asi
sas os habeis de preciar siempre de cualesquier cosa que añada uno,
hablar verdad, y nunca decir men mas de lo que fue, ú de lo que sabe,
tira. Esto no parece que es menester será mentira, y de esto suele haber
encomendarlo mucho al Religioso; comunmente mucho peligro; por
porque ello se está harto encomen que somos muy amigos de que pa
De la modestia y silencio. II º

rezca algo lo que decimos, y asi na que nos enseñan aquí los Santos.
lo querriamos hacer mas, y por El glorioso S. Bernardo dice: (b)
eso conviene andar en esto con mu Numquam pertinaciter aliquid affir
cho recato. mes, vel neges, sed sint tuae afirma
Añade S. Buenaventura, (a) que tiones, et negationes dubitationis
habemos de huír de encarecimientos sale conditae: Nunca afirmeis ni
y exageraciones; porque no es gra negueis con demasiada aseveracion
vedad ni modestia religiosa, en y certidumbre lo que sabeis, sino
carecer y exagerar mucho las co decidlo siempre con un poco de sal
sas. Vuestra verdad y gravedad y gracia de alguna duda, como
ha de ser la que ha de dar autori diciendo: Pienso que es asi, ó sino
dad á las cosas que decís, no las me engaño, asi es: pareceme que
palabras superfluas y de exagera lo he oído decir. Si esto se sabe
cion: que esas no solo no dan au hacer con discrecion, es un modo
toridad á lo que decís, pero aun de hablar modesto, humilde y reli
á vos os quitan la que teneis. Y la gioso, y de un hombre que no está
razon porque quita la autoridad muy fiado de sí, ni de su propio
y crédito el hablar con estos hiper parecer, como no lo ha de estar el
boles y encarecimientos, es por que es humilde, y por eso habla
que muchas veces se encarecen las ban los Santos de esa manera;
cosas mas de lo justo, y asi hay porque eran muy humildes, y no
mentira en ello, porque no es tanto se fiaban de sí. De santo Domingo
como eso, y asi hombres encare Loricato cuenta Surio, que cuan
cedores no suelen ser tenidos por do le preguntaban qué hora era,
muy verdaderos, y pierden crédito nunca respondia determinadamen
y autoridad. De nuestro bienaventu te, son las ocho, ó las nueve; sino
rado Padre S. Ignacio lib. 5, c. 6, serán como las ocho, ó como las
se dice, que por maravilla usaba nueve. Y preguntado ¿por qué res
de los nombres que en latin lla pondia así? Dijo, porque de esa
man superlativos; porque en ellos manera estoy seguro de no decir
se suelen encarecer algunas veces mentira, ahora haya dado la hora,
las cosas mas de lo justo: sino de ahora esté por dar. Esta es otra ra
cia y contaba las cosas sencilla y zon, porque es prudencia y mo
llanamente sin amplificarlas ni destia religiosa no afirmar mu
encarecerlas, y estaba tan lejos de cho las cosas, sino con un poco de
estos encarecimientos y exagera sal y gracia de alguna duda, como
ciones, que aun se dice de él, dice S. Bernardo; porque con
que no afirmaba mucho las cosas esto no se pone uno á peligro de
que sabia. mentira alguna, aunque acontecie
Esta es otra doctrina muy bue se despues no ser asi, pero cuando

(a) Bonav. inspec. disc. p. 3, c. 3. (b) Bern formula honesta vitae.


1.2 Tratado segundo, cap. XI.
se afirma absolutamente, y con mu y comunes, no es eso lícito, antes
cha resolucion y aseveracion, si es vicio de hombres dobles y fingi
despues se halla no ser asi, como dos. Y asi muy contrario á la pu
algunas veces suele acontecer, ha reza y sencilléz, no solo de Reli
llaremosnos corridos de haber dicho gioso, sino de la vida cristiana,
una mentira, y afirmándola tan de y aun política; porque impide la
cierto, y mas será causa de dese fidelidad, y el trato y comunica
dificar al otro, que halla despues no cion humana de unos con otros, ni
ser asi; y esto digo aun en las cosas mas ni menos que la materia cla
que nosotros tenemos por ciertas; ra y manifiesta; porque cosa cier
porque si yo no estoy cierto, sino ta es, que si ordinariamente fuese
en duda de alguna cosa, y la afirmo lícito este lenguage, no se atreve
absolutamente, eso tambien es rian los hombres á fiarse unos de
mentir, aunque ello fuese asi, por otros. Y asi nos enseña la esperien
que digo lo que no sé, y á lo menos cia, que cuando de algunos se sabe
me pongo en peligro manifiesto de que tienen este vicio, aunque en
que sea mentira lo que digo, que es otras cosas sean hombres virtuo
la misma culpa. sos, no se osan fiar de ellos los que
Dice mas S. Buenaventura: Ser los conocen, antes los tratan con
mo veridicus, et purus sit. No solo recelo y temor de ser engañados;
habeis de hablar siempre verdad, y asi dice el Sabio: Qui sophistice
sino habeis de hablar llana y sen loquitur, odibilis est: Eccl. c. 37,
cillamente, y no con dobleces ni v. 23. El que habla sofisticamente,
con palabras equivocas que tengan que es con dobléz, fingimiento y
diversos sentidos; porque esa es cosa
equivocaciones, es aborrecido: por
muy agena de llaneza y simpli que es tenido por hombre doblado,
cidad religiosa. Y aun S. Agus falso y fingido, y asi se debe
tin dice, que el tal modo de hablar huír mucho este lenguaje, no digan
es mentira: Omnis simulatio, et om de vos lo que suelen decir de algu
mis duplicitas mendacium est. Hay nos: Fulano no dice mentira, pero
algunos, que por una parte no quer tampoco dice verdad.
rian decir mentira, y por otra tam
poco quieren decir la verdad, sino CAPÍTULO XII.
andan por rodeos y con equivoca
ciones, para que entendais vos una Que nos hahemos de guardar de pa
cosa, y ellos entiendan otra. En labras juglares y ridiculas, y de
algun caso grave lícito es hablar decir gracias y donaires.
con palabras equivocas, para ocul
tar alguna cosa que conviene ocul El bienaventurado S. Basilio
tar; mas en las pláticas ordinarias (a) dice: Neque in modum par
(a) Basil. in exhort. ad filium spiritualem. y
De la modestia y silencio. 1 I3
vuli jocari velis assiduè, quia non vel fabulas. De los labios del sacer
convenit, qui ad perfectionem nititur dote, dice el profeta Malaquias, c.
jocari ut parvuli: Guardaos de pa 2, v. 7, que han de buscar y oir
labras juglares y ridículas, de pa los hombres la ciencia y la ley de
labras juguetonas, y de andar tris Dios: no gracias, ni fabulas ni
cando y burlando; porque esos chocarrerias: Verbum scurrile, quod
son entretenimientos de niños, y el facti urbani nomine colorant, non
que trata de perfeccion, es razon suficit peregrinari ab ore, procul,
que deje de serlo, y sea hombre. Y et ab aure relegandum est. Aun no
añade el Santo, (b) que estas bur se contenta el glorioso S. Bernar
las y entretenimientos hacen á uno do con que esté lejos el Religioso
remiso y negligente en las cosas de decir estas palabras de donaires
del servicio de Dios, y quitan la y chocarrerias, sino quiere que esté
devocion y compuncion del cora tambien lejos de oirlas, y de gustar
zon. Especialmente, dice, se debe de ellas. Y dice, cap. 1 o, que cuan
uno guardar de decir gracias ó do do otro las dijese delante de noso
naires; porque eso es hacerse cho tros, nos habemos de haber en ellas
carrero y truhán: que es cosa muy como en las murmuraciones, pro
indigna de quien trata de perfec curando de interrumpirlas, y di
C1011 e
vertir la plática con alguna cosa
S. Bernardo (c) trata muy gra séria y de provecho, y mostran
vemente este punto: Inter saeculares doles mal rostro. Pues, si aun de
nugae, nugae sunt; in ore sacerdotis oirlas, y de que se diga delante de
blasphemiae: Entre los seglares, di nosotros nos habemos de avergon
ce, los donaires pasan por donai zar, ¿qué será de decirlas? Faede ad
res; pero en la boca del sacerdote cachinos moveris, faedius moves:
y del Religioso son blasfemias: Fea cosa es, dice, hacer aplausos á
Consecrasti os tuum Evangelio, tali esas cosas, riendoos y mostrando
bus jam aperire illicitum; assuescere holgaros de oirlas: pero mas fea co
sacrilegium est: Habeis consagrado sa es mover vos á otros á risa, di
y dedicado vuestra boca al Evange ciéndolas.
lio, ya es ilicito abrirla para estas Dice Clemente Alejandrino, (d)
cosas, y acostumbrarlo sacrilegio: maestro que fue de Origenes, y es
como el aplicar á usos profanos el doctrina de los Santos Basilio, Ber
templo consagrado al culto divino: nardo y Buenaventura: Cum verba
Labia Sacerdotis, ait Malachias, omnia à cogitatione, et moribus ema
custodient scientíam, et legem requi nent, fieri non potest, ut verba aliqua
rent ex ore ejus, non nugas profecto, mittantur ridiculo, quae non proce
TOMO II,

(b) Basil. in const. monas. c. 13. (c) Bern. l. 2 de consi. ad Euge. 3. (d)
Clem. Alexand. l. 2 de paedag. c. 5. Basil. in constit. monast. c. 13. Bern. in
modo bene vivend. adsor. ser. 3o. Bonav. in specul, disciplin. p. 4, c. 5.
II 4 Tratado segundo, cap. XII.
dant à moribus ridiculis. Las pa no solo no son espirituales, pero ni
labras proceden del corazon: Ex buenos Religiosos. El padre maes
abundantia enim cordis os loqui tro Avila declaraba á este propósi
tur: Luc. cap. 6, v. 4o: y asi el to aquello del Apóstol: Scurrilitas
que habla palabras vanas y livia quae ad rem non pertinet: Ad Ephes.
nas, da muestras de la vanidad y c. 5, v. 4; y glosábalo él de esta ma
liviandad de su corazon. Asi como nera: Que palabras de gracia y
en el sonido se conoce si la campa chocarrerias no solo no pertene
na ó vaso está sano ó quebrado, si cian á la modestia del Religioso,
está lleno ó vacío: asi en la voz y pero ni aun á la gravedad del insti
sonido de las palabras se echa de ver tuto de la vida cristiana. Y leese
el que está lleno ó vacío allá den de él en su vida, que palabra de do
tro, sano ó quebrado. El que ha naire nunca se vió en su boca. Y
bla estas cosas suena á hueco. S. de S. Crisóstomo nota Metafras
Crisóstomo sobre aquellas pala te, in vita S. Chrisost., que nun
bras del Apóstol: Omnis sermo ma ca dijo gracias, ni consintió á otro
lus ex ore vestro non procedat, dice: que las dijese. Estimaban esto tan
Quale cor unusquisque habet, talia to aquellos padres antigiios, que la
verba loquitur, et talia opera facit: penitencia que manda S. Basilio,
Cual tiene uno el corazon, tales (e) que se dé á quien hablare seme
son las palabras que habla, y tales jantes palabras, es que le aparten
son las obras que hace. El santo por una semana de la comunidad,
martir Ignacio en medio de sus que era como un género de esco
tormentos nombraba muchas veces munion que usaban los monges,
el Nombre de Jesus: y preguntan apartaban los tales de la conversa
do la causa, respondió: Porque cion y trato de los demas Reli
le tengo escrito en mi corazon, y giosos, porque no les inficionen y
por esto no puedo dejar de nom les peguen la roña, y para que ellos
brarle. Y despues de muerto saca se confundan y entiendan, que no
ronle el corazon, y le partieron, y merece estar entre los demas Reli
en cada parte hallaron que estaba giosos, el que no trata ni habla
escrito el Nombre de Jesus con le como Religioso.
tras de oro. El que da en decir gra En la vida de S. Hugon Abad
cias y donaires, no tiene escrito Cluniacense cuenta Surio de un
en su corazon el Nombre de Jesus, Arzobispo de Tolosa de Francia,
sino el mundo y su vanidad, y eso llamado Durano, que era amigo de
está brotando por la boca: y asi oir y decir donaires y palabras
vemos, que hombres que se precian ociosas. S. Hugon, que era enton
de decir gracias, y de hacer reir á ces Abad del monasterio de Clu
otros con sus dichos y donaires, ni, reprendióle esto diversas ve

(e) Basil. in animadversionibus adversus Canónicos delinquentes.


De la modestia y silencio. II 5
ces, por haber sido antes monge de otra falta. Estas son unas gracias
su monasterio, diciéndole, que si muy pesadas, y muy peores que las
no se enmendaba, tendria por esto pasadas, porque son perjudiciales,
particular purgatorio. Murió el Ar y tanto mas, cuanto con mas gra
zobispo de aí á pocos dias, y apa cia se dicen; porque quedan mas
recióse á un santo monge llamado impresas en los oyentes, y se acuer
Siguino, y mostraba la boca muy dan mas de ellas. Aun allá en el
hinchada, y los lábios llenos de mundo, cuando los hombres gra
llagas. Pidióle con lágrimas, que ciosos, que llaman hombres de pla
rogase á Hugon, que hiciese ora cer, saben hacer eso sin perjuicio,
cion por él, porque padecia cruel y sin tocar á nadie, y pasan con
tormento en el purgatorio, en pena ello, y son entretenimiento de los
de sus donaires y palabras ocio hombres del mundo, y dicen de
sas de que no se habia enmendado. ellos, gracioso es; pero al fin hacenlo
Refirió esto Siguino al santo Abad sin perjuicio de nadie; pero cuan
Hugon, el cual mandó á siete mon do con sus donaires muerden á
ges, que siete dias guardasen silen otros, son muy aborrecidos, y aun
cio, por satisfaccion de aquella cul suelen parar en mal; porque no fal
pa: de estos el uno quebrantó el si ta quien les dé su merecido. Pero
lencio: apareciósele á Siguino el Ar porque de esto, y de otras maneras
zobispo, y quejóse de aquel mon de palabras que son contrarias á la
ge, que por su inobediencia se ha union y caridad de unos con otros,
bia dilatado su remedio. Siguino fue tratamos en la primera parte, I. p.
con ello á Hugon: él halló que era tract. 4, c. 1 o, et 1 I, escusarémos
asi verdad, encargó á otro el silen el tratarlo aquí.
cio por siete dias, y pasados apare
ciósele el Arzobispo tercera vez, y CAPITULO XIII.
dió gracias al Abad y á los mon
ges, mostrándose vestido de ponti Que nuestras pláticas y conversa
fical, y su rostro sano y muy ale ciones han de ser de Dios, y de al
gre, desapareciendo luego. gunos medios que nos ayuda
Especialmente se debe advertir rán para esto.
aquí, que nos habemos de guardar
de gracias picantes, como son al Oami, sermo malus ex ore vestro
gunas palabrillas que se dicen al non procedat; sed siquis bonus ad
gunas veces por via de gracia, y edificationem fidei, ut det gratiam
se tienen por agudeza, que suelen audientibus: Ad Eph. c. 4, v. 29.
lastimar á otro; porque disimula No salga palabra mala de vues
damente le notan, ó en la condi tra boca, dice el Apostol, sino todas
cion, ó en el entendimiento, ó in vuestras pláticas sean siempre de co
genio no tan agudo, ó de alguna sas buenas de edificacion y pro
I 16 Tratado segundo, cap. XIII.
vecho para los oyentes, que les en de cosas buenas y espirituales. Del
ciendan é inflamen en el amor de bienaventurado S. Francisco lee
Dios, y en deseo de la virtud y mos, (a) que hacia á sus Religio
perfeccion. Esta es una cosa que ha sos, que se sentasen muchas veces
bemos menester mucho nosotros; á hablar entre sí cosas de Dios, pa
porque nuestro fin é instituto es, ra que fuesen instruidos en este len
no solo atender á nuestro propio guage y conversacion, para cuan
aprovechamiento, sino tambien al do estuviesen entre seglares. Y cuen
de los projimos, y una de las co tase allí, que estando ellos una vez
sas que edifica mucho á aquellos en esta santa conversacion, se les
con quien tratamos, y con que se apareció en medio el Señor en for
hace mucho fruto en ellos, es con ma de un hermosisimo mancebo,
semejantes pláticas y conversacio y les echó su bendicion, dandoles
nes: porque fuera del provecho que á entender cuanto le agradaban
estas pláticas traen consigo, viendo aquellas pláticas. Y en la Compa
los del mundo que nuestro trato ñía se usa esto desde el novicia
es siempre de estas cosas, conciben do, juntándose muchas veces los
esta estima y respeto grande, en novicios á tratar entre sí de cosas
tendiendo que está lleno de Dios espirituales: y despues toda la vida
el que nunca trata con ellos sino usamos tener á menudo conferen
de Dios: con lo cual son de gran cias espirituales entre nosotros, pa
de eficacia los ministerios que con ra que estemos diestros en este len
ellos se ejercitan. Del padre S. guage. Y fuera de esto nos está muy
Francisco Javier se lee en su vida, encomendado, que le usemos en
que hacia mas fruto con las con nuestras pláticas y conversaciones
versaciones particulares, que con ordinarias.
los sermones. Y nuestro Padre en S. Bernardo (b) da sobre esto
las constituciones, tratando de los una muy buena y muy grave re
medios con que los de la Compa prension á ciertos Religiosos de
ñía han de ayudar á los prójimos, su tiempo, poniéndoles delante lo
pone este por uno de los principa que se usaba en aquellos tiempos do
les. Y ponele por general, 7 p. rados: O quantum distamus ab his,
const, c. 4, S8, de que todos los de qui diebus Antonii extitere monachi!
la Compañía han de procurar usar, O cuanto distamos, dice, de aque
aunque sean hermanos legos. llos monges que habia en tiempo
Para que sepamos y podamos de S. Antonio, y S. Pablo pri
hacer esto mejor, nos ayudará mu mer hermitaño! Porque aquellos,
cho, lo primero, que nos acostum cuando se juntaban y visitaban,
bremos á hablar acá entre nosotros toda su conversacion era del cielo

(a) 1 p. l. 1, c. 1o de la Crónica de S. Francisco. (b) Bernard. in


Apolog. ad Guillelmum Abbatem.
De la modestia y silencio. 1 17
y tomaban con tanto deseo y ham. dadera discrecion: Qua enim chari
bre el manjar del ánimo, hablando tas est carnem diligere, et spiritum
y tratando cosas de Dios y del pro negligere? Quave discretio totum
vecho de sus ánimas, que se olvida dare corpori, et animae nihil? Por
ban del manjar del cuerpo, y se les que, ¿qué caridad es amar la carne, y
pasaba muchas veces todo el dia en menospreciar el espíritu? ¿Y qué dis
ayunos, ocupados en esto: Ethic crecion es darlo todo al cuerpo, y
erat rectus ordo, quando digniori al alma nada? Hartar al cuerpo, y
parti prius inserviebatur: Y este era matar el anima de hambre, no es
el buen órden, cuando á la parte discrecion ni caridad, sino cruel
mas principal y mas digna, que es dad y desorden grande. Un Doc
el alma, se le servia primero: Nobis tor grave (Tauler. in instit. cap. 28)
autem convenientibus in unum, ut cuenta, que una vez apareció el Se
verbis Apostoliutar, jam non est do ñor á un gran siervo suyo, y le di
minicam caenam manducare. 1 Cor. jo con grande sentimiento seis que
c. 1 1, v. 2o. Panem quippe caelestem, jas que de sus siervos tenia, de las
nemo qui requirat, nemo qui tribuat, cuales la segunda era, que en sus
nihil de Scripturis, nihil de salute juntas y pláticas trataban cosas
agitur animarum: sed nugae, et ri vanas é impertinentes, y que á él
sus, et verba proferuntur in ventum: no le tomaban en su boca. Pues pro
Empero ahora cuando nos juntamos, curemos que no tenga el señor esta
ya nohay quien pida, ni quien repar queja de nosotros, ni se nos pueda
ta este manjar espiritual y celestial: dar esta reprension.
ya no se usa en las visitas y conver Otro medio bueno da S. Ber
saciones hablar de las Escrituras sa nardo, (c) y S. Buenaventura, (d)
gradas, ni de lo que toca á la salud para tratar siempre de cosas de edi
de las almas, sino todo es risas, gra ficacion, que cuando salimos à tra
cias y palabras que lleva el viento. tar con los prójimos, llevemos
Y lo peor es, dice el Santo, que prevenidas algunas cosas buenas y
ya el saber entretener á uno de esta provechosas que poderles decir.
manera, se llama afabilidad y dis Y para cuando ellos hablaren algu
crecion, y aun caridad: y lo con nas impertinentes y vanas, ten
trario se llama sequedad é inurba gamos á punto otras de edificacion
nidad y rusticidad: y á los que ha para cortar y mudar la plática.
blan de Dios, los tienen por melan De lo cual nos avisan á nosotros
cólicos, y huyen de su conversacion: nuestras reglas: Regul. 1 1 Sacer
Ista charitas destruit charitatem, dotum: y no es mucho que los que
haec discretionem confundit: Esta somos Religiosos usemos de este
caridad destruye la verdadera cari medio para sustentar las pláticas y
dad: Esta discrecion destruye la ver conversaciones de Dios, tan pro
8*
(c) Bern. in formula honesta vitae. (d) Bonav. inspecul, discipl. p. 3, c. 3.
I I8 Tratado segundo, cap. XIII.
pias nuestras, pues vemos que los tar de esas cosas, y no nos faltará
del mundo le usan, para sustentar que tratar: y asi es muy buena se
sus pláticas y conversaciones se ñal, cuando uno gusta de hablar y
glares. En esto ha de mostrar uno tratar de Dios; y mala, cuando no,
su buen entendimiento y discre conforme á aquello que dice san
cion, en tener destreza para cerce Juan: Ipsi de mundo sunt, ideó de
nar y cortar pláticas impertinen mundo loquuntur. 1 Joan. 4, v. 5.
tes, y saber ingerir y entremeter Ellos son del mundo, y por eso ha
cosas de Dios. blan de las cosas del mundo.
Lo tercero nos ayudará mucho S. Agustin (e) sobre aquellas pa
para esto, amar mucho á Dios, y labras de la Sabiduría, c. 16, v. 2 o :
tener mucha aficion à las cosas es Angelorum esca nutrivisti populum
pirituales: porque de esta manera tuum, et paratum panem de coelo
no nos cansarémos ni enfadaré praestitisti illis sine labore, omne
mos de hablar ni de oir hablar de delectamentum in se habentem, et
Dios, sino antes gustarémos mu omnis saporis suavitatem, dice, que
cho de ello; porque no es pesadum aquel maná del cielo, con que susten
bre, sino gusto y recreacion, ha tó Dios en el desierto á los hijos de
blar cada uno de lo que ama y tiene Israel, sabia á cada uno á lo que él
en el corazon: sino mirad cuan de queria, conforme á estas palabras.
buena gana habla el mercader de sus Empero esto, dice, se ha de enten
tratos y negocios en la mesa y so der de los buenos, y que á los malos
bre mesa, y en todos tiempos gusta no les sabia á lo que ellos querian:
de oir donde se compra y vende porque si eso fuera, no pudieran ni
bien. Y el labrador habla de buena deseáran otro manjar, como lo de
gana de sus barbechos y cosechas: searon y pidieron: Quis dabit no
y el pastor de sus becerros y corde bis ad vescendum carnes? Recorda
ros: Eccles. c. 28, v. 27. Qui tenet mur piscium quos comedebamus in
aratrum, et qui gloriatur in jaculo, AEgipto gratis: in mentem nobis ve
stimulo boves agitat, et conversatur niunt cucumeres, et pepones, porri
in operibus eorum, et enarratio ejus que, et caepe, et alia. Anima mostra
in filiis taurorum : cor suum dabit arida est, nihil aliud respiciunt oculi
ad versandos sulcos. Cada uno ha nostrinisi manna. Núm. c. II, v. 5, et
bla de buena gana de lo que toca á 6. A estos no solo no les sabia el maná
su oficio. Pues asi nosotros, que ha á todas las cosas, antes les enfadaba
bemos dejado el mundo y trata ya y tenian hastío de él, y suspi
mos de perfeccion, si amamos mu raban por carne, y se acordaban de
cho á Dios, y tenemos mucha afi las ollas de Egipto, y de los cohom
cion á las cosas espirituales, todo bros, pepinos, puerros, cebollas y
nuestro gusto y recreacion será tra ajos que allá comian, y eso desea
(e) Aug. l. 1 de inquis. Januar. c. 2; et l. 2 retractat. c. 16, v. 2o.
De la modestia y silencio. 1 I9
ban y apetecian mas. Pero los bue pláticas de Dios les son mas dulces
nos estaban muy contentos con el y sabrosas que la miel. De aqui es,
maná, y no tenian deseo de otro que el alma muy aficionada á Dios,
manjar, ni se acordaban de eso, para su honesta recreacion y alivio
porque en él hallaban todos los de sus trabajos y enfermedades, no
manjares que querian. Pues esta es tiene necesidad de distraerse á plá
la diferencia que hay entre los Re ticas y conversaciones de cosas in
ligiosos buenos y perfectos, y los pertinentes y ridículas ; porque
tibios é imperfectos: que los bue estas como no las ama, antes le
nos Religiosos gustan mucho de las acrecientan la pena y el trabajo.
cosas espirituales y de Dios, y de Lo que le consuela y alivia, es ha
hablar y tratar de eso, y hallan blar y oir hablar de las cosas que
en este maná todos los buenos sabo ama y desea: y asi leemos de san
res: sabeles Dios á todas las cosas, ta Catalina de Sena, que nunca se
y dicen con san Agustin y san cansaba de hablar de Dios, antes
Francisco: Deus meus, et omnia: esa era su recreacion y medio pa
Dios mio, y todas las cosas. Todas ra estar mas recia y sana, y para
las cosas les es Dios, y en él hallan descanso y alivio de sus enferme
todo lo que desean; pero á los ti dades y trabajos: lo mismo leemos
bios é imperfectos ni les sabe este de otros muchos Santos.
divino maná á todas las cosas, an
tes les enfada y les da en rostro : CAPITULO XIV.
y mas se huelgan de oir el cuento,
que el ejemplo. No es esa buena se De otra razon muy principal, por
ñal: Felix lingua, quae non novit ni la cual nos conviene mucho que
si de divinis texere sermonem: Di nuestras pláticas y conversa
chosa la lengua, dice S. Geróni ciones con los prójimos
mo, que no sabe hablar sino de Dios. sean de Dios.
Y S. Basilio dice: Futilesque ha
beantur sermones, tu magnopere ne No solamente para la edifica
attendite; sed si quae ex divinis litte cion y provecho de los prójimos
ris ad salutem animae partinentia es necesario que nuestras pláti
memorare audieris, acerbo gustatu cas y conversaciones sean de Dios,
tibi ea sumpto, quaecumque de mun sino tambien para nuestro propio
danis rebus memorentur contraque aprovechamiento y conversacion,
favis mellis assimila, quae à pieta porque hablando de Dios nos in
tis colentibus viris narrentur. () flamarémos y encenderémos mas
Al verdadero siervo de Dios danle en su amor, que es muy propio
en rostro las pláticas vanas é im de semejantes pláticas, como lo
pertinentes; y las conversaciones y vemos en aquellos dos discípulos
() Basil. ser de renunt, saculi istius, et spirituali perfect.
12O Tratado segundo, cap. XIV.
que iban al castillo de Emaús, lestial. Y dase alli la razon; porque
hablando de estas dos cosas: Non como no se habia distraido en la
ne cor mostrum ardens erat in no ocupacion, facilmente tornaba á lo
bis? Luc. 24. Y nosotros lo espe que no habia dejado.
rimentamos muchas veces, que sa Por el contrario, si nuestro tra
limos mas movidos y devotos de to, y nuestras palabras y conver
algunas conversaciones de estas, saciones no son de Dios, corremos
que de los sermones. mucho peligro. Decia nuestro bie
De santo Tomás de Aquino naventurado Padre S. Ignacio, lib.
euenta Surio, que sus pláticas y 3, cap. 6 de su vida, que asi co
conversaciones con todos eran de mo el trato y conversacion fami
cosas santas y provechosas á la sa liar con los prójimos es de mu
lud de las almas: y que esta fue una cho fruto y edificacion para ellos,
de las causas porque despues de y muy propio de la Compañía, si
haber hablado y negociado con se hace como debe; asi por el con
hombres, se podia recoger á orar trario, si no sabemos tratar como
y meditar con facilidad las cosas debemos, será de mucha desedifi
divinas; porque como las pláticas cacion para ellos, y de mucho peli
eran de cosas de Dios, y dichas gro para nosotros. Dice S. Bernar
con consideracion, no le distraían do: Vanus sermo cito polluit men
ni le impedian la oracion. Y del tem et facile agitur, quodlibenter
padre S. Francisco Javier, una de auditur. (a) Las palabras vanas fa
las cosas que se cuenta en su vida, cilmente ensucian el corazon, lo
lib. 6, c. 5, por digna de admira que oimos y tratamos de buena ga
cion, es el haber sabido juntar tam na, cerca estamos de hacerlo. Es
bien la accion y trato con los pro verdad que algunas veces en las plá
jimos con la oracion; porque acu ticas y conversaciones que tene
diendo á tantas cosas, y andando mos con los prójimos, es menester
ocupado en tan grandes negocios, entrar con la suya; pero eso, dice
y caminando casi siempre, ó por nuestro Padre, que ha de ser para
tierra, ó por mar, entre tantos tra salir con la nuestra. No nos lleven
bajos y peligros, siendo en el trato ellos tras sí, y entren con la suya: no
con todos tan urbano y cortesa salgan tambien con ella, sino sal
no, con todo eso siempre andaba gamos nosotros siempre con la nues
interior y en la presencia de Dios. tra, trayéndolos á ellos á nosotros,
Y asi en apartándose de los nego y á Dios con pláticas provechosas
cios y del trato con los prójimos, y de edificacion: y para esto no es
luego con mucha facilidad y gus menester aguardar tantos puntos,
to entraba en oracion, y en un tra ni tantas circunstancias y coyun
to muy familiar con su esposo ce turas; porque si tanto aguardais,

(a) Bernard. in modo vivendi ad sororem, serm. 3o.


22 I
De la modestia y silencio.
nunca saldreis con la vuestra, y que vantarle y sacarle de la miseria en
daránse ellos con la suya. Entien que está, y no de manera que nos
dan todos que somos Religiosos, y quedemos nosotros en la misma mi
que este es nuestro trato, y que con seria: Sic tamen ut ad auxilium
nosotros no han de perder tiempo, non ad aequalitatem miseria valeat.
ni tratar de cosas impertinentes, si Y declara esto con una buena com
no que habemos de tratar de Dios, paracion, como se inclina el que
y de cosas de provecho, y sino no quiere dar la mano á otro que está
vengan á tratar con nosotros. Y asi caido, para levantarle, que no se
leemos de nuestro Padre S. Igna arroja en el suelo, ni se deja caer
cio, lib. 5, c. 1 1 de su vida, que si como el otro está, antes hace pié
algun hombre ocioso venia á él, con y estribo, porque el otro no le lle
quien se hubiese de gastar mucho ve tras sí, y solamente se inclina
tiempo sin fruto, despues de haber un poco, cuanto es menester para
le una y dos veces recibido con ale ayudarle. De esta manera nos habe
gria, si continuaba las visitas sin mos nosotros de acomodar con los
provecho, comenzaba á hablar con seglares, y hacernos de su vando,
él de la muerte, del juicio, ó infier inclinándonos y humanandonos un
no: porque decia, que si aquel no poco, entrando con la suya pa
gustaba de oir semejantes pláticas, ra ganarlos; pero habemos de te
se cansaria, y no volviera mas: y ner firme, y estar siempre muy so
si gustaba de ellas, sacaria algun bre los estribos, para que no nos
fruto espiritual para su alma. lleven tras sí, sino que salgamos
S. Agustin, lib. 83, quaest. 71, con la nuestra: y persuadámonos
en confirmacion de esto dice: Es con esta verdad, que una de las cosas
verdad que habemos de procurar de que edifica mucho á aquellos con
acomodarnos con todos, para ga quien tratamos, es ver que nuestro
narlos á todos, como lo decia el trato es siempre de cosas buenas y
Apóstol S. Pablo, 1 ad Cor. c. 9, provechosas. Y aunque á algunos
y. 22: Omnibus omnia factus sum. al principio parezca que no gustan,
Atodos, dice, me hacia todas las co despues caen en la cuenta, y que
sas. Con el triste me hacia triste : dan edificados, y con mas opinion
porque eso consuela mucho al que y estima de nosotros; porque al
está triste, ver que el otro se en fin entienden, que aquello es lo que
tristece con él, y siente su trabajo: hace al caso: y por el contrario,
y con el alegre mostraba alegría; si ven que entramos y salímos con
pero advierte, que este acomodar ellos en sus pláticas seglares y pro
nos con nuestros prójimos, y po fanas, y que gustamos de esas co
nernos de su parte, ha de ser de sas como ellos, tendrannos por
tal manera, que sea para ayudar ventura por amigos, como tuvieran
y aliviar al atribulado, y para le á otro seglar, pero no por muy es
122
Tratado segundo, cap. XIV.
pirituales; y asi se perderá la au tes, et nemo dubitet cum viderit
toridad y fuerza para hacer fruto eum, vel audierit, quin vere sit
en sus ánimas. Pues procuremos lle Monachus: Hayamonos en todas las
var adelante en esto el buen nombre cosas, y especialmente en esta, de
de nuestra Religion, y el ejemplo tal manera que todos los que nos
de nuestros padres antigüos. vieren y oyeren, se edifiquen, y
De nuestro padre S. Francisco digan: Este es verdadero Religio
de Borja, l. 4, c. 4 de su vida, lee so: que es lo que dice el Apóstol,
mos, que si algunos seglares que le ad Tit. c. 2, v. 7, escribiendo á
visitaban, á quien no podia huir el Tito su discípulo: In omnibus te p
cuerpo, ingerian pláticas imperti sum praebe exemplum bonorum ope
nentes, no atendia ni estaba aten rum, in doctrina, in integritate,
to á lo que platicaban, sino tenia in gravitate, verbum sanum irre
su corazon y espíritu puesto en prehensibile: Ut is, qui ex adver
Dios. Y avisándole algunos padres, so est, vereatur nihil habens malum
que caia en falta por esta causa, y dicere de nobis. Procuremos en to
que algunas veces no venia bien lo do dar tal ejemplo y edificacion,
que decia con lo que se trataba, que no solo no tengan en que repa
respondia, que mas queria que le rar nuestros amigos, sino que nues
tuviesen por necio, que perder tros mismos emulos se confundan
tiempo; pareciéndole, que era y avergüencen, viendo que no ha
tiempo perdido todo lo que no se llan que decir con nosotros, ni de
empleaba en Dios, ó por Dios: que que asir.
es conforme á lo que refiere Casia De un filósofo se cuenta, que
no, l. 5 de instit. renunt. c. 29, del diciéndole que murmuraban de él,
Abad Maquete, que habia alcanza respondió: Yo viviré de tal mane
do de nuestro Señor con largas ora ra, que no den crédito á los que
ciones esta gracia, que en las plá murmuran de mí. De esa manera
ticas y conferencias espirituales habemos de vivir nosotros, procu
ahora fuesen de dia, ahora de no rando no solamente que no haya en
che, nunca se dormia ni le venia nuestras palabras ni en nuestras
sueño; pero si se hallaba en alguna obras cosa digna de reprension,
cosa ociosa ó impertinente, luego sino que nuestra vida y conversa
se dormia. cion sea tal, que no den crédito á
Concluyamos con un aviso gene los que murmuraren de nosotros:
ral que S. Bernardo, in Specul. esta es la mejor manera de satisfa
Monachor., da al Religioso: Sic in cer á las murmuraciones, callar con
cunctis se habeat, ut aedificet viden la boca, y responder con las obras.
1 23

TRATADO TERCERO,
DE LA VIRTUD DE LA HUMILDAD.

CAP ITULO PRIMERO.

De la escelencia de la virtud de la humildad, y de la necesidad que de


ella tenemos.

ADicie à me quia mitis sum, lar Maestro de ella, no solo por pa


et humilis corde, et invenietis re labra, sino muy mas particularmen
quiem animabus vestris. Matth. c. te en la obra; porque toda su vida
1 1, v. 29. Aprended de mí, dice fue un ejemplo y dechado vivo
Jesucristo nuestro Redentor, que de humildad. El glorioso S. Basi
soy manso y humilde de corazon, lio, ser. de humilit., va discurrien
y hallareis descanso para vuestras do por toda la vida de Cristo,
ánimas. El bienaventurado S. Agus desde su nacimiento, mostrando
tin, lib. de vera religio., dice: Tota y ponderando como todas sus obras
vita Christi in terris per hominem, nos enseñan particularmente esta
quem suscipere dignatus est, disci virtud. Quiso, dice, nacer de ma
plina morum fuit, sed praecipuè hu dre pobre en un pobre portal, y en
militatem suam imitandam propo un pobre pesebre, y ser envuel
suit, dicens: Discite à me, quia mi to en unos pobres pañales: quiso
tis sum, et humilis corde. Matth. ser circuncidado como pecador,
1 I. Toda la vida de Cristo en la huír á Egipto como flaco, y ser
tierra fue una enseñanza nuestra, bautizado entre pecadores y publi
y él fue de todas las virtudes canos, como uno de ellos: despues
Maestro, pero especialmente de en el discurso de su vida quiérenle
la humildad: esta quiso particular honrar y levantar por Rey, y es
mente que aprendiesemos de él, lo condese; y cuando le quieren afren
cual bastaba para entender, que tar y deshonrar, entonces se ofre
debe ser grande la escelencia de ce: ensálzanle los hombres, aun
esta virtud, y grande la necesidad los endemoniados, mandales que
que de ella tenemos, pues el Hijo callen: y cuando le escarnecen y dí
de Dios bajó del cielo á la tierra cenle injurias, no habla palabra. Y
á enseñarnosla, y quiso ser particu al fin de su vida, para dejarnos
I 24 Tratado tercero, cap. I.
mas encomendada esta virtud, co Maestro de esta virtud, y que de él
mo en testamento y última volun la habemos de aprender: porque es
tad, la confirmó con aquel tan ma ta virtud de humildad no la supo
ravilloso ejemplo de lavar los pies enseñar Platon, ni Socrates, ni Aris.
á sus discípulos, y con aquella tóteles. Tratando de otras virtudes
muerte tan afrentosa de la cruz. los filósofos gentiles, de la forta
Dice S. Bernardo: (a) Exinanivit leza, de la templanza, de la justi
semetipsum, ut prius praestaret exem cia, tan lejos estaban de ser humil
plo, quod erat docturus verbo. Aba des, que en aquellas mismas obras,
jóse y apocóse el Hijo de Dios, y en todas sus virtudes pretendian
tomando nuestra naturaleza huma
ser estimados y dejar memoria de
na, y toda su vida quiso que fuese sí. Bien habia un Diógenes y otros
un dechado de humildad, para en tales, que se mostraban desprecia
señarnos por obra lo que nos habia dores del mundo y de sí mismos,
de enseñar por palabra. Maravillo en vestidos viles, en pobreza, en
sa manera de enseñar! ¿Para qué, Se abstinencia; pero en eso mismo te
ñor, tan grande Magestad tan hu nian una gran soberbia, y querian
millada? Ut non apponat ultra mag por aquel camino ser mirados y
nificare se homo super terram. Para estimados, y menospreciaban á los
que ya de aquí adelante no haya otros, como prudentemente se lo
hombre que se atreva á ensoberbe notó Platon á Diógenes. Convi
cer y engrandecer sobre la tierra: dando un dia Platon (b) á ciertos
Intolerabilis enim imprudentia est, filósofos, y entre ellos á Diógenes,
ut ubi sese exinanivit majestas, ver tenia muy bien aderezada su ca
miculus infletur, et intumescat. sa, y puestas sus alfombras, y mu
Siempre fue locura y atrevimiento cho aparato, como para tales con
ensoberbecerse el hombre: empero vidados convenia. Diógenes en en
particularmente despues que la Ma trando, comienza con sus pies su
gestad de Dios se abatió y humilló. cios á hollar aquellas alfombras: dí
Dice el bienaventurado S. Bernar
cele Platon, ¿qué haces? Calco Pla
do: Es intolerable desvergüenza y tonis faustum. Estoy, dice, hollan
descomedimiento grande, que el gu do y acoceando el fausto y 80
sanillo del hombre quiera ser tenido berbia de Platon. Respóndele muy
y estimado. El Hijo de Dios, igual bien Platon: Calcas, sed aliofaustu;
al Padre, toma forma de siervo, y notando en él mas soberbia en
quiere ser humillado y deshonra hollar sus alfombras, que la que él
do: y yo polvo y ceniza quiero tenia en tenerlas. No alcanzaron
ser tenido y estimado! los filósofos el verdadero menos
Con mucha razon dice el Re precio de sí mismos, en que consis
dentor del mundo, que él es el te la humildad cristiana, ni aun

(a) S. Bern. ser. 1 de Nativit. Dñi, (b) Tertul. in Apologeti. 582.


De la virtud de la humildad. 1 25
por el nombre conocieron esta vir so en la vida espiritual. Dice S.
tud de la humildad: es esta propia Agustin : epist. 56 ad Dioscorum:
virtud nuestra, enseñada por Cris Nisi humilitas omnia quaecumque be
to. Y pondera S. Agustin, (c) que nefacimus, et praecesserit, et comit
por aquí comenzó aquel soberano tetur, et consecuta fuerit, jam nobis
sermon del monte: Beati pauperes de aliquo bono facto gaudentibus, to
spiritu, quoniam ipsorum est Reg tum extorquet de manu superbia: Es
num caelorum : Bienaventurados los menester que todas las obras vayan
pobres de espíritu. Dicen S. Agus muy guarnecidas y acompañadas
tin, S. Gerónimo, S. Gregorio y de humildad, al principio, al me
otros Santos, que se entienden los dio y al fin : porque si tanto nos
humildes; por aquí comienza el descuidamos, y dejamos entrar la
Redentor del mundo su predica complacencia vana, todo se lo lle
cion, con esto media, con esto aca vará el viento de la soberbia. Y po
ba, esto nos enseña toda su vida, co nos aprovechará, que la obra
esto quiere que aprendamos de él: sea muy buena de suyo, antes aí
Discite à me, non mundum fabri habemos de temer mas el vicio de la
care, non cuncta visibilia, et invisi soberbia y vanagloria: Vitia quip
bilia creare, non in ipso mundo mi pe caetera in peccatis; superbia verò
rabilia facere, et mortuos suscitare, etiam in rectè factistimenda est, ne
sed quoniam mitis sum, et humilis illa quae laudabiliter facta sunt, ip
corde, dice S. Agustin. No dijo, sius laudis cupiditate amittantur:
aprended de mi á fabricar los cie Aug. epist. 56 á Dioscoro. Porque
los y tierra: aprended de mi á ha los demas vicios, dice Agustin,
cer maravillas y milagros, sanar son acerca de pecados y cosas ma
enfermos, echar demonios y resu las, la envidia, la ira, la lujuria:
citar muertos: sino aprended de mi y así consigo se traen su sobre escri
á ser mansos y humildes de cora to, para que nos guardemos de ellos;
zon: Potentior est enim, et tutior pero la soberbia anda tras las bue
solidissima humilitas, quām vento nas obras, para destruírlas: Super
sissima celsitudo: Mejor es el hu bia bonis operibus insidiatur, ut pe
milde que sirve á Dios, que el que reant. Iba el hombre navegando
hace milagros. Este es el camino lla prosperamente puesto su corazon
no y seguro, y ese otro está lleno en el cielo, porque habia endereza
de tropiezos y peligros. do al principio lo que hacia á Dios,
La necesidad que tenemos de es y de repente viene un viento de va
ta virtud de la humildad, es tan gran nidad, y da con él en una roca, de
de, que sin ella no hay que dar pa seando agradar á los hombres, y

(c) Aug. l. de Sanct. virgin. c. 32. Matth. c. 5, v. 3. Aug. de verb. Domin.


in Evang. secundium Matth. ser. 18 de virgini. c. 34: et l. 8 de Trinitat. c. 7.
Hieronim. Daniel. 3. Gregor. 6 mor. c. 16.
1 26 Tratado tercero, cap. II.
ser tenido y estimado de ellos, ó tud cualquiera que sea, sino perse
tomando algun vano contentamien vera en la raíz de la humildad, se
to, que con todo se hundió: y así seca y se pierde luego. Mas: así co
dicen muy bien S. Gregorio y mo la raíz está debajo de tierra, y
S. Bernardo: (a) Qui sine humili se huella y pisa, y no tiene en sí
tate virtutes congregat, quasi in hermosura ni olor, pero de allí re
ventum pulverem portat: El que cibe el árbol vida: así el humilde
quiere allegar virtndes sin humil está soterrado, es hollado y teni
dad, es como el que lleva un poco do en poco, no parece que tiene
de polvo ó ceniza en contrario lustre ni resplandor, sino que está
del viento, que todo se derrama y echado al rincon y olvidado: em
se lo lleva el aire. pero esto es lo que le conserva y
hace crecer. Mas: así como para que
CAPÍTULO II. el árbol crezca y dure, y lleve mu
cho fruto, es menester arraigarse
Que la humildad es fundamento de la raíz : y cuanto esta estuviere mas
todas las virtudes. honda y mas dentro de la tierra,
tanto el árbol echará mas fruto y
San Cipriano dice: Humilitas est durará mas, conforme á aquello
sanctitatis fundamentum, (a) S. que dijo el profeta Isaías: Mittet
Gerónimo: Prima virtus Christia radicem deorsum, et faciet fructum
norum est humilitas. (b) S. Bernar sursum; 4 Reg. c. 19, v. 3o; así el
do: Humilitas est fundamentum, fructificar en todas las virtudes, y
custosque virtutum. (c) Todos dicen, el conservarse en ellas, está en echar
que la humildad es fundamento de hondas raíces de humildad. Cuanto
la santidad y de todas las virtudes. mas humilde fuereis, tanto mas me
Y S. Gregorio (d) en una parte draréis, y creceréis en virtud y
la llama maestra y madre de todas perfeccion. Finalmente, así como
las virtudes; y en otra dice, que es la soberbia es raíz y principio de
raíz y origen de las virtudes. Esta todo pecado, como dice el Sabio:
metáfora y comparacion de la Initium omnis peccati est superbia;
raíz es muy propia, y declara mu Eccl. c. 1o, v. 15; así dicen los San
cho las propiedades y condiciones tos, que la humildad es raíz y fun
de la humildad; porque cuanto á damento de toda virtud.
lo primero, dice S. Gregorio, Pero dirá alguno: ¿Cómo decís
que así como la flor se sustenta en que la humildad es fundamento de
la raíz, y cortada se seca: así la vir. todas las virtudes y del edificio es

(d) Greg. sup. Psal. 3 penitent. Bern. de ordin. vit et morum insti. c. 7;
et ser. de Donis Spirit. Sanct. qui est ultimus ex parvis, c. 2.
(a) Cipria, ser. de Nativit. Christi. (b) Hier. epist. ad Eusto. (c) Bern.
ser. 1 de Nativit. (d) Greg. l. 23 mor. c. 13; et l. 27, c. ult.
De la virtud de la humildad. 127
piritual: pnes comunmente dicen los la humildad abriere bien las zan
Santos, que la fe es el fundamen jas, y ahondare en su propio cono
to, conforme aquello de S. Pablo: cimiento, y echare fuera todo lo
Fundamentum enim aliud nemo po movedizo de la estima y confian
test ponere, praeter id quod positum za de sí mismo, hasta llegar al ver
est, qu0d es Christus Jesus. 1 Co dadero fundamento, que es Cris
rint, c. 3, v. II. A esto responde muy to: este tal edificará buen edificio,
bien santo Tomas: 2 2, q. 161, art. que aunque le combatan los vien
5 ad 2. Dos cosas se requieren para tos y crezcan las aguas, no le der
fundar bien una casa. Lo primero rotarán; porque está fundado sobre
es necesario abrir bien los cimien piedra firme. Pero si edificáre sin
tos, y echar fuera todo lo movedi humildad, luego caerá su edificio,
zo hasta llegar á lo firme, para porque está fundado sobre arena.
edificar sobre ello; despues de muy No son virtudes verdaderas, sino
bien ahondado el cimiento, y saca aparentes y falsas las que no se
da fuera toda la tierra movediza, fundan en humildad: y así dice S.
comienzase á asentar la primera Agustin, (f) que en aquellos ro
piedra, la cual con las demas que manos, y filósofos antigüos no
se van asentando, es el principal habia virtudes verdaderas, no solo
fundamento del edificio. De esta por faltarles la caridad, que es la
manera, dice santo Tomas, se forma, y la que da vida y sérá to
han la humildad y la fe en este das, y sin la cual no hay ninguna
edificio espiritual y fabrica de las verdadera y perfecta virtud, sino
virtudes; la humildad es la que abre porque les faltaba tambien el funda
las zanjas, su oficio es ahondar el mento de la humildad: en su for
cimiento, y echar fuera todo lo taleza, en su justicia, en su tem
movedizo, que es la flaqueza de las planza pretendian ser estimados, y
fuerzas humanas. No habeis de fun dejar memoria de sí. Eran unas
dar sobre nuestras fuerzas, que to virtudes huecas y sin sustancia, y
do eso es arena, todo eso habeis de una sombra de virtudes: y así co
echar fuera, desconfiando de vos mo no eran perfectas ni verdade
mismo, y ahondando hasta llegar ras, sino aparentes, dice que se las
á la peña viva y piedra firme, que premió y remuneró Dios á los ro
es Cristo: Petra autem erat Chris manos con los bienes de esta vida,
fus: ese es el principal fundamen que son tambien los bienes aparen
to; pero porque para asentar este tes. Pues si quereis edificar verda
fundamento, es menester ese otro, lo deras virtudes en vuestra alma, pro
cual se hace con la humildad, por curad de echar primero buen funda
eso se llama tambien la humildad mento de humildad: Magnus esse vis?
undamento: (e) y así el que con A minimo incipe. Cogitas magnam

(*) Cor. c. 1o, v. 4 (f) Aug, l. 5 de Civit. Dei, c. 15; et in Ps. 31.
1 28 Tratado tercero, cap. II.
fabricam construere celsitudinis? De vemente por las mas principales,
fundamento prius cogita humilita comenzando por las teologales.
tis, dice S. Agustin: ser. 1o de Para la fe es menester humildad,
verbis Dñi. Si quereis ser grande, no digo á los niños, á los cuales
y levantar alto edificio de virtudes, se les infunde la fe sin acto pro
tratad primero de echar muy buen pio en el bautismo: hablo de los
fundamento de humildad: Et quan adultos, que ya tienen uso de razon.
tam quisque vult, et disponit super La fe pide un entendimiento hu
imponere molem aedificii, cuanto milde y rendido: In captivitatem
erit majus aedificium, tanto altius redigentes omnem intellectum in
fodit fundamentum: Y cuanto uno obsequium Christi, 1 ad Cor. c.
quiere levantar mas alto el edificio, Io, v. 5, dice el Apóstol S. Pa
tanto mas ahonda los cimientos: blo: y el entendimiento soberbio
porque no hay alto sin hondo, y así es impedimento y estorbo para re
á la medida y proporcion que cibir la fe: y así dijo Cristo nues
ahondáreis, y echáreis los cimien tro Redentor á los fariseos: Qu0
tos de la humildad, podreis levan modo vos potestis credere, qui glo
tar esta torre de la perfeccion evan riam ab invicem accipitis, el glo
gélica que habeis comenzado. San riam quae à solo Deo est non quari
to Tomas de Aquino entre otras tis? Joan. c. 5, v. 44. ¿Cómo p0
sentencias graves que se refieren deis vosotros creer en mí, pues bus
suyas, decia de la humildad: (g) cais ser honrados unos de otr08, y
Quien anda con deseo de honra, no buscais la honra que de solo Dios
quien huye de ser tenido en poco, y viene? Y no solo para recibir la fe
le pesa si lo es; aunque haga mara es menester humildad, sino tam
villas, lejos está de la perfeccion, bien para conservar la doctrina: es
porque todo es virtud sin cimiento. comun de los Doctores y Santos,
que la soberbia es principio de to
CAPÍTULO III. das las heregías: estima uno en tan
En que se declara mas en particu to su parecer y juício, que le anº
lar como la humildad es fundamento tepone al sentir comun de los San
de todas las virtudes, discurrien tos, y de la Iglesia, y de aí viene
do por las mas principales. á dar en heregías. Y así dice el Após
tol: Hoc autem scitote, quod in nº
Para que se vea mejor cuan ver vissimis diebus instabunt tempora
dadera es esta sentencia de los periculosa, et erunt homines se lº:
Santos, que la humildad es funda sos amantes, cupidi, elati, superb
mento de todas las virtudes, y cuan º ad Timoth. c. 3, v. 1. Hágº
necesario es este fundamento para saber que en los dias postreros habrá
todas ellas, irémos discurriendo bre unos tiempos muy peligrosos, Pºº

(g) 1 part. l. 3, c. 37 de la Historia de la Orden de los Predicadores,


De la virtud de la humildad. 1 29
que los hombres sean muy ama ánima al Señor, porque puso los
dores de sí mismos, codiciosos, al ojos en la bajeza de su sierva.
tivos, soberbios. A la elacion y so Para la caridad con los proji
berbia atribuye los errores y he mos, bien se ve cuan necesaria es
regías, como lo prosigue muy bien la humildad; porque una de las co
S. Agustin. La esperanza con la sas que suele entibiar y disminuir
humildad se sustenta; porque el hu el amor de nuestros hermanos, es
milde siente su necesidad, y entien juzgar sus faltas, y tenerlos por im
de que no puede de sí cosa alguna: perfectos y defectuosos, y el hu
y asi con mas afecto se vale de milde está muy lejos de eso; por
Dios, y pone toda su esperanza en que tiene puestos los ojos en sus fal
él. La caridad y amor de Dios tas propias, y en los otros nunca
con la humildad se aviva y encien mira sino á sus virtudes, y asi à to
de; porque el humilde conoce que dos los tiene por buenos, y á sí so
todo lo que tiene le viene de la lo por malo é imperfecto, y por
mano de Dios, y que él está muy indigno de estar entre sus herma
Iéjos de merecerlo, y con esto se nos. Y de aqui le nace una estima
enciende é inflama mucho en y respeto, y un amor grande á to
amor de Dios: Quid est homo quia dos. Mas al humilde no le pesa de
magnificas eum, aut quid apponis que todos le sean preferidos, y de
erga eum cor tuum ? decia el santo que se haga caso de los otros, y
Job, c. 7, v. 17. ¿Quien es el hombre, que él solo sea el olvidado, ni de
Señor, para que os acordeis de él, y que á los otros se les encomienden
pongais vuestro corazon en él, y las cosas mayores, y á él las bajas
le hagais tantos favores y merce y pequeñas; no hay envidias entre
des? ¿Yo tan malo para con vos, y los humildes, porque la envidia
vos tan bueno para conmigo? ¿Yo nace de la soberbia: y asi si hay hu
porfiar y ofenderos cada dia, y vos mildad, ni habrá envidias, ni en
á hacerme mercedes cada hora? Es cuentros, ni cosa que entibie el
te es uno de los principales moti amor de los hermanos.
vos de que se ayudaban los Santos De la humildad nace tambien la
para encenderse mucho en amor de paciencia tan necesaria en esta vi
Dios. Mientras mas consideraban su da; porque el humilde conoce sus
indignidad y miseria, mas obli culpas y pecados, se ve digno de
gados se hallaban á amar á Dios, cualquier pena, y ningun trabajo
que puso los ojos en tan grande le viene que no lo juzgue por me
bajeza: Magnificat anima mea Do nor de lo que habia de ser, confor
minum, Luc. c. 1, v. 46, decia la me á sus culpas, y asi calla, y no se
sacratísima Reina de los Angeles: sabe quejar, antes dice con el profe
Quia respexit humilitatem ancillae ta Micheas, c. 7, v. 9: Iram Domini
sua : Magnifica y engrandece mi portabo, quoniam peccavi ei: Sufri
TOMO II. 9
t 3o Tratado tercero, cap. III.
ré de buena gana el castigo que quiem animabus vestris: Math. 1 1,
Dios me envia, porque he pecado v. 29. Sed humilde, y tendreis
contra él. Asi como el soberbio grande paz con vos, y tambien con
de todo se queja, y le parece que vuestros hermanos. Asi como entre
le hacen sin razon, aunque no se la los soberbios siempre hay rencillas,
hagan, y que no lo tratan como me contiendas y porfías: Inter super
rece; asi el humilde, aunque le bos semper jurgia sunt, Prov. 13, v.
hagan sin razon, no lo echa de ver, 1 o, dice el Sabio; asi entre los
ni lo juzga por tal. En ninguna humildes no puede haber rencilla
cosa entiende que le hacen agra ni disension, sino en aquella santa
vio, antes todo le parece que le vie rencilla y porfía de cual será mas
ne ancho, y de cualquier manera humillado, y de dar cada uno la
que le traten, está muy satisfecho ventaja al otro: cual fue aquella
que lo tratan mejor de lo que él graciosa contienda entre san Pa
merece ser tratado. Gran medio es blo, y san Antonio, sobre el par
la humildad para la paciencia: y tir el pan: el uno importunaba al
asi el Sabio avisando al que quiere otro, porque era huesped; el otro á
servir á Dios, que se prepare para este, porque era mas anciano: cada
sufrir tentaciones y disgustos, y uno buscaba por donde preferir y
que se arme de paciencia, el medio dar la ventaja al otro. Estas son
que le da para ello, es, que se hu buenas rencillas y contiendas, que
mille: Deprime cor tuum, et susti asi como nacen de verdadera hu
ne: Eccl. c. 2, v. 2, et 4. Trae aba mildad, asi no solo no van contra
tido tu corazon, y asi sufre. Omnela paz y caridad fraterna, sino la
confirman y conservan mas.
quod tibi applicitum fuerit accipe,
et in dolore sustine: Todo lo que se Vengamos á aquellas tres virtu
te ofrece, aunque sea muy contrario
des propias y esenciales del Reli
gioso, á que nos obligamos por los
al gusto y á la sensualidad, recibe
lo bien, y aunque te duela, sufrelo.
tres votos de la pobreza, castidad
¿Pues cómo será eso? ¿Qué armas mey obediencía. La pobreza tiene tan
vestís, para que no lo sienta, ó pa
ta conexion y parentesco con la
humildad, que parecen hermanas
ra que ya que lo sienta lo lleve bien?
In humilitate tua patientiam habe:de un vientre. Y asi por la pobreza
Tened humildad, y asi tendreis pa de espíritu que Cristo nuestro Se
ciencia y sufrimiento. ñor puso por la primera de las bien
De la humildad nace tambien la aventuranzas, unos Santos entien
paz, tan olvidada de todos, y tan den la humildad, otros la pobreza
necesaria al Religioso: asi lo dice voluntaria, cual es la que los Reli
bien claramente Cristo nuestro Se giosos profesan. Y es menester que
ñor : Discite à me quia mitis sum, la pobreza ande siempre muy
et humilis corde, et invenietis re acompañada de la humildad; por
De la virtud de la humildad. 131
que la una sin la otra es cosa peli que lo fuere. Al humilde cual
grosa. Facilmente se suele criar un quier cosa se le puede mandar, no
espíritu de vanagloria y soberbia asi al que no lo fuere. El humilde
del vestido pobre y vil; y de alli no tiene juicio contrario, en todo
suele nacer un menosprecio de los se conforma con el superior, asi
otros. Y por esto S. Agustin huia con la obra, como con la volun
de muy viles vestiduras, y queria tad y entendimiento, no hay nin
que sus Religiosos trajesen vestidos guna contradiccion ni resistencia
honestos y decentes, para huir en él.
de este inconveniente; y por otra Pues si venimos á la oracion en
parte tambien es menester humil que estriba la vida del Religioso y
dad, para que no queramos andar del varon espiritual, si no va acom
muy acomodados, que no nos falte pañada de humildad, no tiene va
nada, sino que nos contentemos lor, y la oracion con humildad pe
con lo que nos dieren, y con lo netra los cielos: Oratio humiliantis
peor, pues somos pobres, y profe se, nubes penetrabit, et donec pro
samos pobreza. Para la guarda de pinquet non consolabitur, et non dis
la castidad, que sea necesaria la cedet donec altissimus aspiciat: Ec
humildad, tenemos muchos ejem cl. c. 35, v. 2 1. La oracion del que
plos en las historias de los padres se humilla, dice el Sabio, penetra
del yermo, de feas y torpísimas rá los cielos, y no descansará hasta
caidas en hombres de muchos años que alcance de Dios todo lo que de
de penitencias y vida solitaria, sea. Aquella santa y humilde Ju
que todas ellas nacian de falta de dith , encerrada en su oratorio,
humildad y presuncion, y fiar vestida de cilicio, cubierta de ceni
se de sí, lo cual suele Dios castigar za, postrada en tierra clama y da
con permitir semejantes caidas. Es voces: Humilium, et mansuetorum
la humildad tan grande ornato de semper tibi placuit deprecatio: Ju
la castidad y pureza virginal, que dith. c. 9, v. 16. Siempre os agradó,
dice S. Bernardo, hom. sup. Mis Señor, la oracion de los humildes y
sus est: Sine humilitate audeo dice de los mansos de corazon. Respexit
re, nec virginitas Mariae Deo pla in orationem humilium, et non spre
cuisset: Atrevome á decir, que sin vit precem eorum: Psal. 1 o 1, v. 18.
humildad, aun la virginidad de nues Miró Dios la oracion de los humil
tra Señora no agradára á Dios. Ven des, y no menospreció sus ruegos.
gamos á la virtud de la obedien Ne avertatur humilis factus confu
cia, en la cual quiere nuestro san sus: Psal. 73, v. 2 1. No hayais mie
to Padre, que nos señalemos los de do que sea desechado el humilde, ni
la Compañía. Cosa clara es, que no que vaya confundido; él alcanzará lo
puede ser buen obediente el que no que pide, Dios oirá su oracion. Mi
fuere humilde, ni dejarlo de ser el rad cuanto agradó á Dios aquella
I 32 Tratado tercero, cap. IV.
oracion humilde del Publicano del tro instituto es para servir á la san
Evangelio, que no osaba alzar los ta Iglesia en muy altos y levanta
ojos al cielo, ni acercarse al al dos ministerios, para los cuales es
tar, sino allá léjos en un rincon cogió Dios á los Apostoles, que
del templo, hiriendo sus pechos, son la predicacion del Evangelio,
con humilde conocimiento decia: la administracion de los Sacramen
Deus propitius esto mihi peccatori: tos, y de su sangre preciosísima:
Luc. 18, v. 13. Señor, habed mi que podemos decir con S. Pablo:
sericordia de mi, que soy gran pe Dedit nobis ministerium reconcilia
cador. Dico vobis, descendit hic tionis: 2 ad Cor. 5, v. 18. Llama
justificatus in domum suam ab illo: ministerio de reconciliacion, la gra
De verdad os digo, dice Cristo cia, y la predicacion del Evange
nuestro Señor, que salió este jus lio, y los Sacramentos, por donde
tificado del templo, y el otro fa se comunica esta gracia: Et posuit
riseo soberbio que se tenia por bue in nobis verbum reconciliationis, pro
no, salió condenado. De esta mane Christo ergo legatione fungimur :
ra podriamos discurrir por las de Hizonos Dios ministros suyos, em
mas virtudes; y asi, si quereis un bajadores suyos, como Apostoles
atajo para alcanzarlas todas, y un suyos, Legados del sumo Pontifi
documento breve y compendioso, ce Jesu Crísto, lenguas, é instru
para llegar presto á la perfeccion, mento del Espíritu Santo: Tan
este es ser humilde. quam Deo exhortante per nos: Por
nosotros es servido el Señor de ha
CAPÍTULO IV. blar á las almas. Por estas lenguas de
carne, quiere el Señor mover los
De la necesidad particular que tie corazones de los hombres. Pues por
nen de esta virtud los que profe esto tenemos mas necesidad que
san ayudar á la salvacion de otros de la virtud de la humildad,
los prójimos. por dos razones: La primera, porque
cuanto mas alto es nuestro institu
uanto magnus es, humilia te in to, y la alteza de nuestra vocacion,
omnibus, et coram Deo invenies tanto mayor es nuestro peligro y el
gratiam: Eccl. 3, v. 2o. Cuanto combate de la soberbia y vanidad.
fueres mayor, tanto mas te hu Los montes mas altos, dice san
milla, dice el Sabio, y hallarás gra Gerónimo, con mayores vientos
cia delante de Dios. Los que profesa son combatidos. Andamos en mi
mos ganar almas para Dios, tene nisterios muy altos, y por eso so
mos oficio de grandes. Que para mos respetados y estimados de to
nuestra confusion bien lo podemos do el mundo, somos tenidos por
decir, hanos llamado el Señor á santos, y por otros Apostoles en
un estado muy alto, porque nues la tierra, y que nuestro trato es to
De la virtud de la humildad. I 3.3
do santidad, y hacer santos á los hay dos maneras de soberbia: una
que tratamos. Grande fundamento de las cosas temporales, y esta lla
de humildad es menester para no ma soberbia carnal: otra de las co
dar con tan alto edificio en tierra: sas espirituales, que llama soberbia
gran fuerza, y gran caudal de vir espiritual: y esa, dice, es mayor
tud es menester para sufrir el peso soberbia, y mayor pecado, que la
de la honra y ocasiones que vie primera: y la razon está clara; por
nen con ella, cosa dificultosa es an que el soberbio, dice S. Buena
dar entre honras, y que no se pe ventura, es ladron que comete
gue algo al corazon. No todos tie hurto, porque se alza con lo age
nen cabeza para andar en alto. Ó no, contra la voluntad de su due
cuántos se han desvanecido y caí ño, alzase con la gloria y honra
do del estado alto en que estaban, que es propia de Dios, y que no
por faltarles este fundamento de la quiere él dar á otro, sino reser
humildad! ¿Cuántos, que parecia varla para sí: Gloriam meam alteri
que como águilas iban levantados non dabo, dice él por Isaías, c. 42, v.
en el ejercicio de las virtudes, por 8, etc. 48, v. II. Esa quiere hurtará
soberbia quedaron hechos murcie Dios el soberbio, y alzarse con ella,
lagos? Milagros hacia aquel mon y atribuirla á sí. Pues cuando uno
ge, de quien se escribe en la vida se ensoberbece de un buen natural,
de S. Pacomio, y Palemon, que de la nobleza, de la buena disposi
andaba sobre las brasas sin que cion del cuerpo, del buen entendi
marse: empero de aquello mismo miento, de las letras, ú otras habi
se ensoberbeció, y tenia en poco á lidades semejantes, ladron es; pero
los otros, y decia de sí mismo: Este no es tan grande el hurto: porque
es santo, que anda sobre las brasas aunque es verdad, que todos esos
sin quemarse: ¿cuál de vosotros ha bienes son de Dios; pero son los sal
rá otro tanto? Corregióle S. Pale vados de su casa. Empero el que se
mon, viendo que era soberbia, y al ensoberbece de los dones espiritua
fin vino á caer miserablemente, y les de gracia, de la santidad, del
acabar mal. Llena está la Escritu fruto que hace en las almas, ese es
ra, y las histórias de los Santos de grande ladron, robador de la hon
semejantes ejemplos. ra de Dios, ladron famoso, que
Pues por esto tenemos particular hurta las joyas mas ricas y de ma
necesidad de estar muy fundados en yor precio y valor delante de
esta virtud, porque si no, esta Dios, que las estimó él en tanto,
mos en gran peligro de desvanecer que por ellas dió por bien emplea
nos, y caer en el pecado de sober da su sangre y su vida. Y así el
bia, y en la mayor que hay, que es glorioso y bienaventurado san
la soberbia espiritual. S. Buena Francisco andaba con grande te
ventura declarando esto, dice que mor de caer en esta soberbia,

y de
9
I 34 Tratado tercero, cap. IV.
cia á Dios: Señor, si algo me die y caudillo de su pueblo, y hacer
reis, guardadlo vos, que yo no me por su medio tantas maravillas y
atrevo, porque soy un gran ladron señales como habia de hacer, quiso
que me alzo con vuestra hacienda. que primero aquella mano con que
Pues andemos nosotros tambien habia de dividir el mar vermejo, y
con este temor, que tenemos mas hacer obras tan maravillosas, en
razon de tenerle, pues no somos trándola en el seno, la sacase y s
tan humildes como S. Francisco, viese toda llena de lepra.
no caigamos en esta soberbia tan La segunda razon, por la cual lli,
peligrosa; no nos alcemos con la tenemos mas particular necesidad h
hacienda de Dios, que la traemos de humildad, es para hacer fruto .
entre las manos, y ha hecho Dios con esos mismos ministerios que te
mucha confianza de nosotros, no nemos, de manera que no solo nos
se nos pugue algo, ni nos atribuya es necesaria la humildad para no
mos á nosotros cosa alguna, volva sotros, para nuestro propio apro
moselo todo á Dios. vechamiento, para que no nos des. l
No sin gran misterio Cristo vanezcamos y ensoberbezcamos, y
nuestro Redentor, Marc. 16, v. asi nos perdamos; sino tambien pa
14, cuando apareció á sus Discí ra ganar nuestros prójimos, y ha
pulos el dia de su gloriosa Ascen cer fruto en sus almas. Uno de los
sion, primero les reprendió de principales y mas eficaces medios u
la incredulidad y dureza de cora para esto, es la humildad, que des Cri
zon, y despues les mandó ir á pre confiemos de nosotros misinos, y
dicar el Evangelio por todo el no estribemos en nuestras fuerzas,
mundo, y les dió poder para hacer industria y prudencia, sino que
muchos y grandes milagros; dán pongamos toda nuestra confianza en
donos á entender, que quien ha de Dios, y á él lo refiramos y atribu. h
ser levantado á grandes cosas, pri yamos todo, conforme á aquello del
mero es menester que sea humilla Sabio: Habe fiduciam in Domino 3, .
do, y se abata en sí mismo, y ten ex toto corde tuo, etne innitaris 8 de
ga conocimiento de sus propias prudentiae tua. Prov. c. 3, v. 5.
flaquezas y miserias, para que, Y la razon de esto, como diremos,
aunque despues vuele sobre los cie c. 1 o, y 38, despues mas larga
los y haga milagros, quede entero mente, es, porque cuando descon
en su propio conocimiento, y asi fiados de nosotros, ponemos toda
do á su propia bajeza, sin atribuir nuestra confianza en Dios, se lo
se á sí mismo otra cosa, sino su in atribuímos todo á él, y hacemos
dignidad. Teodoreto, q. 1 o super cargo de todo, con que le obliga
Exod., nota á este propósito, que mos mucho á que él tome la ma 3.
t
por esta misma causa, queriendo no en ello. Señor, haced vuestro
Dios elegir á Moisés por capitan negocio: la conversion de las al
De la virtud de la humildad. I 35
mas negocio vuestro es, y no nues recia que arrojaba unas como lla
tro; ¿qué parte somos nosotros pa mas encendidas en los corazones de
ra eso? Pero cuando vamos con los oyentes. Ahora no sé si el no ha
fiados en nuestros medios y en cer tanto fruto, es que vamos muy
nuestras razones, hacemonos parte asidos á nuestra prudencia, y estri
en el negocio, atribuyendo mucho bamos y confiamos mucho en
á nosotros mismos, y todo eso nuestros medios, letras y razones,
quitamos á Dios. Son como las y en el modo de decirlas, muy pu
dos balanzas, que cuanto sube la lido y elegante, y nos vamos sabo
una, baja la otra; cuanto atribui reando y contentando mucho de
mos á nosotros, quitamos á Dios, nosotros mismos. Pues yo haré, di
y nos queremos alzar con la glo ce Dios, que cuando á vos os pa
ria y honra que es propia suya, rece que habeis dicho mejores co
y asi permite él, que no se ha sas, y mas concertadas razones, y
ga nada. Y plegue al Señor que no quedais muy contento y ufano,
sea esta algunas veces la causa de pareciéndoos que habeis hecho al
no hacer tanto fruto en los próji go, entonces hagais menos, y se
II10S, cumpla en vos aquello que dice el
De nuestro bienaventurado Pa profeta Oseas: c. 9, v. 14. Da eis
dre S. Ignacio leemos en su vida, Domine. Quid dabis eis? Da eis vul
l. 3, c. 2, que con unas pláticas de vam sine liberis, et ubera arentia:
doctrina cristiana que hacia en Yo os haré madre estéril, que no
Roma, llanas, y con palabras tos tengais mas que el nombre. El Pa
cas é impropias, porque no sabía dre fulano, Padre predicador, con
bien la lengua italiana, hacia tan el nombre solo os quedaréis, y no
gran fruto en las almas, que en tendréis hijos espirituales: os daré
acabando la plática venian los pe pechos secos, que no se os peguen
nitentes, heridos los corazones de hijos, ni se les pegue lo que les decís,
dolor, gimiendo y sollozando á que eso merece el que se quiere al
los pies del confesor, que de lá zar con la hacienda de Dios, y atri
grimas y sollozos apenas podian buírse á sí lo que es propio de su
hablar; porque no ponia la fuerza divina Magestad. No digo yo, que
en las palabras, sino en el espíritu: no ha de ir muy bien estudiado,
Non in persuasibilibus humanae sa muy bien mirado lo que se predica;
pientiae verbis, sed in ostensione spi pero no basta eso, es menester que
ritus, et virtutis, 1 ad Cor. c. 2, v. vaya tambien muy bien llorado, y
4, como decia S. Pablo. Iba des muy encomendado á Dios, y que
confiado de sí, y ponia toda su con despues que os hayais quebrado la
fianza en Dios, y asi él daba tanta cabeza en estudiarlo y rumiarlo,
fuerza y espíritu á aquellas pala digais: Servi inutiles sumus, quod
bras toscas é impropias, que pa debuimus facere, fecimus: Lucae
1 36 Tratado tercero, cap. IV.
c. 17, v. 1o. Siervos somos sin pro unos leños, que no nos podemos
vecho, ¿qué podré yo hacer? Cuan mover ni menear, si Dios no nos
do mucho, un poco de ruído con menea. Y asi todo se lo habemos de
mis palabras, como la escopeta sin atribuir á él, y no tenemos de que
pelota; pero el golpe en el cora gloriarnos.
zon, vos Señor sois el que le ha Estima Dios tanto que no estri
beis de dar: Cor regis in manu Do bemos en nuestras fuerzas y me
mini, quocumque voluerit, inclina dios humanos, y que no nos atri
bit illud: Prov. c. 2 I, v. I. Vos Se buyamos nada á nosotros, sino que
ñor, sois el que habeis de herir y todo se lo atribuyamos á él, y á él
mover los corazones; ¿qué parte so demos la gloria de todo, que por
mos nosotros para eso? ¿Qué pro esto dice S. Pablo, que Cristo
porcion hay de nuestras palabras, y nuestro Redentor, para la predica
de cuantos medios humanos pode cion de su Evangelio, y convertir
mos nosotros poner, para un fin el mundo, no quiso escoger letra
tan alto y sobrenatural, como es dos, ni hombres elocuentes, sino
convertir las almas? Ninguna. Pues unos pobres pescadores, idiotas y
¿por qué quedamos tan ufanos y sin letras: Quae stulta sunt mundi
tan contentos de nosotros mismos elegit Deus, ut confundat sapientes,
cuando nos parece que se hace fru 83 infirma mundi elegit Deus, ut con
to, y que nos suceden bien los ne fundat fortia, 83 ignobilia mundi, 83
gocios, como si nosotros lo hubie contemptibilia elegit Deus, S3 ea quae
ramos acabado? Numquid gloriabi non sunt, utea quae sunt, destrueret:
tur securis contra eum, qui secat 1 ad Cor. c. 1, v. 27. Escogió Dios
in ea? Aut exaltabitur serra contra ignorantes é idiotas, para confun
eum à quo trahitur? ¿Por ventura, dir á los sabios del mundo; eseo
dice Dios por Isaías, c. 1o, v. 15, glo gió pobres y flacos, para confun
riarseha la hacha ó la sierra con dir á los fuertes y poderosos; es
tra el que obra con ella, diciendo, cogió los bajos y abatidos en el
yo soy la que he cortado, yo soy la mundo, y que parece que no eran
que he aserrado el madero? Quomo nada en él, para derribar los Re
do si elevetur virga contra elevan yes y Emperadores, y todos los
tem se, et exaltetur baculus, qui uti Grandes de la tierra. ¿Sabeis por
que lignum est: Eso es como si el qué, dice S. Pablo ? 1 ad Cor. c. 1,
báculo se ensalzase y engreyese, v. 29. Ut non glorietur omnis caro in
porque le levantan, siendo un le conspectu ejus, sed quemadmodum
ño que no se puede menear si no scriptum est, qui gloriatur, in Domi
le menean. Pues de esa manera so no glorietur: Para que no se gloríe
mos nosotros, respeto del fin espi el hombre delante de Dios, ni ten
ritual y sobrenatural de la conver ga ocasion de atribuirse nada á sí,
sion de las almas. Somos como sino que todo lo atribuya á Dios,
De la virtud de la humildad. 1 37
y á él dé la gloria de todo. Si los pescador; por medio del cual cre
predicadores del Evangelio fueran yese y se convirtiese no solo el
muy ricos y poderosos, y con orador, sino tambien el Empera
mucha gente y mano armada fue dor.
ran por ese mundo á predicar el Llena está la sagrada Escritura
Evangelio, pudiérase atribuir la de ejemplos, en que escogia Dios
conversion al poder y fuerzas de instrumentos y medios flacos para
armas: si escogiera Dios para eso hacer cosas grandes, para enseñar
grandes letrados, y grandes retó nos esta verdad, y que quedase
ricos del mundo, que con sus le muy fijo en nuestros corazones
tras y elocuencia convencieran á que no tenemos de que gloriarnos,
los filósofos, pudieran atribuir la ni que atribuir nada á nosotros, si
conversion á la elocuencia y á la no todo á Dios nuestro Señor. Eso
sutileza de sus argumentos, y dis nos quiso decir aquella insigne vic
minuyerase con eso el crédito y toria de Judith, una muger flaca,
reputacion de la virtud de Cristo. contra un ejército de mas de ciento
Pues no de esa manera, dice S. y cincuenta mil hombres. Eso nos
Pablo: ad Cor. c. 1, v. 17. Non dice lo de un pastorcico David, que
in sapientia verbi ut non evacuetur muchacho, y sin armas, º con su
crux Christi: No quiso Dios que honda derribó al gigante Goliat:
fuese con sabiduría y elocuencia Ut sciat omnis terra, quia est Deus
de palabras, para que no se menos in Israël, et noverit universa Ec
cabase la estima de la virtud y efi clesia hac, quia non in gladio, nec
cacia de la eruz, y pasion de in hasta salvat Dominus, ipsius est
Cristo. Dice S. Agustin, tract. 7 enim bellum: I Reg. cap. 7, v.
sup. Joann.: Dominus noster Jesus 46. Para que sepa todo el mundo,
Christus volens superborum frangere dice, que hay Dos en Israél, y en
cervices, non quaesivit per oratorem tiendan todos, que no ha menester
piscatorem, sed è piscatore lucratus Dios espada ni lanza para vencer,
est Imperatorem : Nuestro Señor Je porque suya es la batalla, y suya es
sucristo queriendo quebrantar y la victoria, y para que eso se entien
bajar las cervices de los soberbios, da, la quiere él dar sin armas. Este
no buscó pescadores por oradores, fue tambien el misterio de Gedeon,
sino por unos pobres pescadores der el cual habia juntado treinta y dos
ribó y ganó á los oradores, y á mil hombres contra los madiani
los Emperadores: Magnus Cyprianus tas, que eran mas de ciento y trein
orator, sed prius Petrus piscator, ta mil, y dícele Dios: Multus tecum
per quem postea crederet non solum est populus, nec tradetur Madian in
Imperator: Gran re manus ejus. Judicum c. 7, v. 2. Ge
orator, sed et
tórico y orador fue S. Cipria deon, mucha gente teneis, con tan
no, pero primero fue S. Pedro ta gente no podeis vencer. Mirad,
138 Tratado tercero, cap. IV.
que razon da Dios: no podreis ven victoria de la batalla, y el buen
cer, porque sois muchos. Si dije suceso de los negocios, todo se le
ra, no podreis vencer porque ellos atribuya á él: si aun en las cosas na
son muchos, y vosotros pocos, pa turales, ni el que planta, ni el que
reciera buena razon. Os engañais, riega es algo, no es el hortelano el
no lo entendeis, esa fuera razon de que hace crecer las plantas, y dar
hombres, esa otra es razon propia el fruto á los árboles, sino Dios;
de Dios. No podeis vencer, dice ¿qué será en las cosas espirituales y
Dios, porque sois muchos. ¿Por sobrenaturales de la conversion de
qué? Ne glorietur contra me Israel, las almas, y de su aprovechamien
83 dicat meis viribus liberatus sum: to y crecimiento en virtud? Don
Porque no se gloríe contra mí Is de nuestros medios, fuerzas é in
raél, y se alce con la victoria, y dustrias quedan tan cortas y tan
quede muy ufano, pensando que atrás, que ninguna proporcion tie
con sus fuerzas ha vencido. Da nen con tan alto fin. Y asi dice el
Dios traza, que solo queden tres Apóstol S. Pablo: Itaque neque
cientos hombres con Gedeon, y quiplantat est aliquid, neque quiri
con esos le manda que presente la gat, sed qui incrementum dat Deus,
batalla al enemigo, y con ellos le I ad Cor. c. 3, v.7. Dios solo es el
dió la victoria, y aun no fue me que puede dar el crecimiento, y
nester que se pusiesen en armas, ni fruto espiritual, Dios solo es el que
que echasen mano á las espadas, puede poner terror y espanto en
sino solo con el sonído de las trom los corazones de los hombres. Dios
petas que llevaban en la una ma solo es el que puede hacer que los
no, y con el ruido de quebrar los hombres aborrezcan los pecados,
cántaros, y el resplandor de las y dejen la mala vida, que noso
hachas encendidas que llevaban en tros solamente podemos hacer un
otra mano, causó Dios tanto ter poco de ruído con la trompeta de
ror y espanto en los enemigos, su Evangelio; y si quebrantamos
que unos á otros se atropellaban y los cántaros de nuestros cuerpos
mataban huyendo, pensando que con la mortificacion, para que nues
venia todo el mundo sobre ellos. tra luz resplandezca delante de los
Ahora no direis, que por vuestras hombres con vida muy ejemplar,
fuerzas habeis vencido. Eso es lo no haremos poco, con eso Dios
que pretende Dios. Pues si en las dará la victoria.
cosas temporales y humanas, en Saquemos de aqui dos cosas, que
las cuales nuestros medios tienen nos ayudarán mucho para ejerci
alguna proporcion con el fin, y tar nuestros ministerios con mu
nuestras fuerzas con la victoria, no cho consuelo y aprovechamiento,
quiere Dios que nos atribuyamos á asi nuestro, como de los prójimos.
nosotros alguna cosa, sino que la La primera, lo que está dícho, que
De la virtud de la humildad. 139
desconfiemos de nosotros, y pon no desmayará? ¡Jesus, qué despro
gamos toda nuestra confianza en porcion tan grande No dice á mí
Dios, y todo el fruto y buen suce esa empresa, que yo soy mas ne
so de los negocios se lo atribuyamos cesitado y mas miserable que to
á él. Dice S. Crisóstomo: (a) No dos. O qué engañado estais ! Antes
límus igitur extolli, sed et nos di por eso dice á vos esa empresa.
camus inutiles, ut utiles efficiamur: No podia acabar de creer Moisés,
No nos ensoberbezcamos, sino con que él habia de hacer una obra tan
fesemonos por inútiles, para que asi grande, como era sacar el pueblo
seamos útiles y provechosos. Y S. de Israél del cautiverio de Egipto,
Ambrosio (b) dice: Si quereis hacer y escusábase con Dios, que le en
mucho fruto en los prójimos, guar viaba á eso: Quis sum ego ut vadam
dad aquel documento que nos ense ad Pharaonem, et educam filios Is
ña el Apóstol S. Pedro: Si quis raël de AEgypto? Exod. c. 3, v. 1 1.
loquitur quasi sermones Dei, si quis ¿Quién soy yo, para ir á tratar con
ministrat tamquam ex virtute, quam el Rey, y hacer que deje salir el
administrat Deus, ut in omnibus pueblo de Israél de Egipto? Obse
honorificetur Deus per Jesum Chris cro Domine, mitte, quem missurus
tum, cui est gloria, et imperium es: Exod. c. 4, v. 1 1. Enviad, Señor,
in saecula saeculorum. Amen. 1 á quien habeis de enviar, que yo
Pet. c. 4, v. 1 1. El que habla, haga no soy para eso, que soy tartamu
cuenta que Dios puso aquellas pa do. Eso es lo que yo he menester,
labras en su boca: el que obra, ha dice Dios: Ego ero in oretuo, doce
ga cuenta que Dios es el que obra boquete, quid loquaris: Que no lo
por él, y déle á él la gloria y honhas de hacer tú, yo seré contigo, y
ra de todo. No nos atribuyamos á te enseñaré lo que has de hablar. Lo
nosotros cosa alguna, ni nos alce mismo le aconteció al profeta Jere
mos con nada, ni tomemos vano mías, enviabale Dios á predicar á
contentamiento en ello. las gentes, y comienza á escusarse:
La segunda cosa que habemos de A, à, à, Domine Deus: ecce nescio lo
sacar, es no desanimarnos ni des ui, quia puer ego sum: Jer. c. 1, v. 6.
confiar, viendo nuestra poquedad y ¿ há, há, no veis, Señor, que no
miseria: de lo cual tenemos tam acierto á hablar, que soy niño, ¿có
bien mucha necesidad; porque mo me quereis enviar á una em
¿quién viéndose llamado á un fin é presa tan grande? Y aun por eso
instituto tan alto y sobrenatural, que bien estais en la cuenta. Eso es
como es convertir almas y sacarlas lo que anda Dios á buscar. Antes
de pecados, de heregías é infideli si tuvierais muchas partes, por ven
dad; quién poniendo los ojos en sí, tura no os escogiera Dios para

(a) Chrysost. hom. 38 ad Popul Antioch. t. 5 (b) Ambros. epist. 4 ad


sacr. Virg. Demet.
I 4o Tratado tercero, cap. IV.
eso, porque no os alzarais con ello, cae c. 12, v. 32. No quieras temer,
y os atribuyerais á vos algo. Anda manada pequeña, no desmayes, ni
Dios á escoger gente humilde, gen te desanimes, Compañia minima
te que no se atribuya nada á sí, y de Jesus, por verte pequeñuela, y
por eso quiere hacer cosas grandes. la mas minima de todas; porque le
Cuentan los sagrados Evangelis ha placído á vuestro Padre celestial
tas, que viniendo de predicar los de franquearos las almas y los co
Apóstoles, viendo Cristo nuestro razones de los hombres. Yo seré
Redentor el fruto y maravillas con vosotros, dijo Cristo nuestro
grandes que habian hecho, se rego Redentor á nuestro Padre S. Igna
cijó en su espíritu, y comenzó á cio, l. 2 de su vida c. 12, cuando
glorificar y dar gracias á su Padre se le apareció yendo á Roma: Ego
Eterno: In ipsa hora exultavit in vobis Romae propitius ero: Yo os
Spiritu Sancto, 83 dixit: Confi ayudaré, yo seré en vuestra compa
teor tibi Pater Domine Caeli, 85 ñia. Y por este milagro y apari
terrae, quia abscondisti hac à sa cion maravillosa se le dió á esta
pientibus, 83 prudentibus, 83 re Religion este nombre y apellido
velasti ea parvulis: ita Pater, de Compañia de Jesus, para que
quoniam sic fuit placitum ante te: entendamos, que no somos llama
Luc. c. Io, v. 2 I. Matth. c. 1 I, v. dos á la Compañia y Orden de Ig
25. Gracias te doy Padre Eterno, nacio, sino á la Compañia de Je
Señor del cielo y la tierra, que es sus, y tengamos por cierto, que Je
condisteis estas cosas á los sabios y sus será siempre en nuestra ayuda,
prudentes del mundo, y las revelas como él se lo prometió á nuestro
te y comunicaste á los pequeñue santo Padre, y que á él tenemos
los, y por ellos quieres hacer tantas por caudillo y capitan, y asinº
maravillas y milagros. Bendito y nos cansemos ni desmayemos en
alabado seais, Señor, para siempre, esta empresa tan grande de ayudar
porque os ha placido hacerlo asi. á las almas, á que Dios nos ha lla
¡O dichosos los pequeñuelos! dicho mado.
sos los humildes, los que no se atri
buyen nada á sí, porque esos son CAPÍTULO V.
los que levanta Dios nuestro Señor:
esos son por quien hace las mara Del primer grado de humildad, que
villas, á esos toma él por instru es tenerse uno en poco, y sentir
mento para hacer grandes cosas, bajamente de sí mismo.
grandes conversiones, y grande fru
to en las almas: por eso nadie des San Laurencio Justiniano dicº,
confie, nadie desaníme: Nolite time que ninguno conoce bien lº
re pusillus grex, quia complacuit Pa cosa es humildad, sino el que hº
tri vestro dare vobis regnum : Lu recibido de Dios ser humilde; º
De la virtud de la humildad. I 41
cosa muy difícil de conocer. En lejos están de la verdadera humil
ninguna cosa se engaña tanto el dad: Auferantur omnia figmenta
hombre, dice este Santo, como en verborum, cessent simulati gestus,
conocer la verdadera humildad. verum humulem patientia ostendit:
¿Pensais que consiste en decir que Cesen todas las palabras fingidas,
soy un miserable, y que soy un so vayan fuera todas esas hipocresías
berbio? Si en eso consistiera, bien y esterioridades, que el verdadero
fácil cosa fuera, todos fueramos humilde, en la paciencia y sufri
humildes; porque todos andamos miento se echa de ver: esa, dice
diciendo de nosotros, que somos S. Gerónimo, es la piedra de to
unos tales, y unos cuales: plegue que, donde se conoce la verdadera
al Señor que lo sintamos asi, y que humildad.
no lo digamos solamente en la bo San Bernardo desciende mas en
ca y por cumplimiento. ¿Pensais particular á declarar en que consis
que consiste la humildad en traer te esta virtud, y pone su definicion:
vestidos viles y despreciados, ó Humilitas est virtus, qua homo ve
en andar en oficios bajos y humil rissima sui agnitione sibi ipsi viles
des? No consiste en eso, porque cit: (a) La humildad es una virtud,
aí puede haber tambien mucha so con la cual el hombre considerando
berbia, y desear uno ser tenido y y viendo sus defectos y miserias, se
estimado por eso, y tenerse por me tiene en poco á sí mismo; no está
jor y mas humilde que otros, que la humildad en palabras, ni en co
es la fina soberbia. Verdad es, que sas esteriores, sino en lo íntimo del
ayudan mucho estas cosas esterio corazon, en un sentir bajo de sí
res á la verdadera humildad, si se mismo, en tenerse en poco, y en
toman como deben, como adelante desear ser tenido de los otros en ba
diremos: c. 22, et seq.: pero al ja reputacion, que nace de un pro
fin, no consiste en eso la humildad. fundísimo conocimiento propio.
Dice S. Gerónimo: epist. 27: Mul Para declarar y desmenuzar mas
ti humilitatis umbram, veritatem esto, ponen los Santos muchos gra
pauci sectantur : Muchos siguen la dos de humildad. El bienaventura
sombra y apariencia de humildad: do S. Benito, á quien sigue santo
fácil cosa es traer la cabeza incli Tomás, (b) y otros Santos, pone
nada, los ojos bajos, hablar con doce grados. S. Anselmo (c) po
voz humilde, suspirar muchas ve ne siete. S. Buenaventura (d) los
ces, y á cada paso llamarse mise reduce á tres: y esto seguirémos
rables y pecadores; pero si á esos ahora por causa de mas brevedad, y
los tocais con una palabra, aunque para que recogiendo la doctrina á
sea muy liviana, luego vereis cuan menos puntos, la tengamos mas de
(a) Bern. tract. de gradub. humilit. (b) S. Thom. 2 2, q. 161, art. 6.
(º) Anselm. l. de similitudinub. (d)Bonav, procesu. 6 Relig, cap. 22.
I 42 Tratado tercero, cap. V.
lante de los ojos, para ponerla neis; porque si os teneis en lo que
por obra. El primer grado de hu sois, sereis bien humilde, porque os
mildad, dice S. Buenaventura , es tendreis en muy poco. Pero si os
que se tenga uno á sí mismo en po quereis tener en mas de lo que sois,
co, y sienta bajamente de sí: y el eso es soberbia. Dice S. Isidoro:
medio unico y necesario para es lib. Ethimol. Superbus dictus est,
to es el propio conocimiento. Es quia super vult videri, quam est:
tas dos cosas son las que compren Por eso se llama uno soberbio, por
de la difinicion de la humildad que se tiene y quiere ser tenido so
de S. Bernardo, y asi solo com bre lo que es, y en mas de lo que es:
prende este primer grado. La hu y esta es una de las razones que dan
mildad es una virtud, con la cual algunos, de amar Dios tanto á la
el hombre se tiene en poco á sí humildad, porque es muy amigo de
mismo. Ved aí lo primero, y esto la verdad: y la humildad es verdad,
hace, dice S. Bernardo, teniendo y la soberbia y presuncion es
verdadero conocimiento de sí, y mentira y engaño: porque no sois
de sus miserias y defectos. Por esto vos lo que pensais, ni lo que que
ponen algunos por primer grado reis que los otros piensen que sois.
de humildad el conocimiento pro Pues si quereis andar en verdad y
pio, y con mucha razon; pero no en humildad, teneos en lo que Sois.
sotros como reducimos todos los Por cierto, que no parece que pedir
grados á tres, con S. Buenaven mos mucho en pediros que osten
tura, ponemos por primer grado gais en lo que sois, y que no os
de humildad el tenerse uno á sí querais tener en mas; porque no es
mismo en poco; y al conocimiento razon que nadie se tenga en mas de
propio ponemosle por medio uni lo que es, antes seria grande enga
co y necesario para alcanzar ese ño, y muy peligroso, andar uno en
grado de humildad; pero en la sus gañado en sí mismo, teniéndose por
tancia todo es uno. Todos conve otro de lo que es.
nimos en que el conocimiento pro
pio es el principio y fundamento CAPITULO VI.
para alcanzar la humildad, y te
nernos en lo que somos: porque Del propio conocimiento, que es la
¿cómo habeis de tener á uno en lo raiz y el medio único y necesa
que es, sino le conoceis? No puede rio para la humildad.
ser: es menester que primero co
nozcais quien es, y asi le tendreis Comentemo. á cavar y ahon:
y honrareis como á tal: asi es me dar en lo que somos, y en el
nester que primero os conozcais conocimiento de nuestras miserias
quien sois, y despues teneos en lo y flaquezas, para que asi descubrº
" que sois, que para esto licencia te mos este riquísimo tesoro. Dracº
De la virtud de la humildad. 1 43
ma periit, dice S. Gerónimo ad suavitatis odorem, et tu de te red
Rusticum, et tamen invenitur in dis abominationen fetoris: Las plan
stercore. Entre ese estiercol de vues tas y los árboles producen de sí acei
tra bajeza, y de vuestros pecados te, vino y bálsamo, y echan de sí un
y miserias, hallareis esta margarita olor muy suave: y el hombre echa
preciosa de la humildad. Comen de sí mil inmundicias, y un hedor
cemos del ser corporal, sea esa la abominable, que pone asco pensar
primera azadonada. Dice S. Ber en ello, cuanto mas decirlo. Al fin:
nardo: in formul. honestae vitae : Qualis arbor, talis fructus, non enim
Ista tria semper mente habeas, quid potest arbor mala fructus bonos fa
fuisti?quid es?quid eris? Estas tres cere: Cual es el árbol, tal es el fru
cosas ten siempre delante de los to, porque el árbol malo no puede
ojos: ¿qué fuiste? ¿qué eres? ¿qué se llevar fruto bueno. Con mucha ra
rás? Quid fuisti?quia sperna faeti zon por cierto, y con mucha pro
dum : Quid es? quia vas stercorum: piedad comparan los Santos al
Quid eris? quia esca vermium. Ten cuerpo humano á un muladar cu
siempre delante de los ojos lo que bierto de nieve, que por defuera
fuiste antes de tu generacion: que parece blanco, y dentro está lleno
es una materia hedionda y sucia, de inmundicias y suciedades.
que no se puede decir. ¿Qué eres Dice el bienaventurado S. Ber
ahora que eres un vaso de estiercol: nardo: c. 3 meditat. Si diligenter
¿Quéserás de aqui á poco? que serás consideres, quid per os et nares, cae
manjar de gusanos. Bien tenemos terosque corporis meatus egrediatur,
aqui que meditar, y en que ahon vilius sterquilinium, numquam vidis
dar. Dice bien Inocencio Papa: (a) ti: Si os poneis á considerar lo que
0 vilis conditionis humana indigni echais por los ojos, oidos, boca y
tas 0 indigna vilitatis humanae con narices, y por los demas albañares
ditio Herbas, et arbores investiga, del cuerpo, no hay muladar tan su
illa de se producunt flores, et fron cio, ni que tales cosas eche de si. ¡O
des, et fructus, et tu de te lendes, et que bien dijo el santo Job! ¿qué es
pediculos, et lumbricos: ¡O condicion el hombre, sino un poco de podre,
baja y vil de la naturaleza huma y un manantial de gusanos? Putre -
na! Mira los arboles, las yerbas dini dixi, pater meus es: mater mea,
del campo, y hallarás que ellas pro et soror mea, vermibus: Job, c. 17, v.
ducen y echan de sí flores, hojas, 14. A la pobreza dije, tu eres mi pa
y frutos muy buenos: y el hombre dre: la semejanza que hay de podre
produce y cria de sí mil sabandijas: á padre, esa y mas hay de nosotros
Illa de se effundunt oleum, vinum, et á la podre; y á los gusanos dije,
balsamum, et tu de te sputum, uri. vosotros sois mi madre, y mis her
mam, et stercus: illae de se spirant manos: Eso es el hombre: un ma
(*) Innoc. Papa l. 8 de contemptu mundi.
I 44 Tratado tercero, cap. VI.
nantial de podre, y un costal de gu cuando el oficial hizo la casa, que
sanos. ¿Pues de qué nos ensoberbece despues de edificada la dejó, y ella
mos? Quid superbis terra, et cinis? se sustenta sin tener necesidad del
Eccl. c. 1o, v. 9. De aqui á lo menos oficial que la hizo: no es asi en no
no tenemos de que nos ensoberbe sotros, sino que despues de cria
cer, sino harto de que nos humillar dos, tenemos tanta necesidad de
y tener en poco. Y asi dice S. Dios cada momento de nuestra vi
Gregorio: Custos humilitatis estre da, para no perder el ser que tene
cordatio propriae faeditatis. La guar mos, como la tuvimos, para, siendo
da de la humildad es acordarnos nada, alcanzar el ser. El nos está
de nuestra propia fealdad. Debajo siempre sustentando y teniendo
de esta ceniza se conserva ella muy con su mano poderosa, para que
bien. no caigamos en el pozo profundo
Pasemos adelante, cavemos y de la nada, de la cual primero nos
ahondemos un poco mas, demos sacó. Y asi dice David: Psal. 1 38,8.
otra azadonada. Mirad quien era Tu formasti me, et posuisti super
des antes que Dios os criase, y me manum tuam: Vos, Señor, me hi
hallaréis que erades nada, y que cisteis y pusisteis vuestra mano so
no podíadeis vos salir de aquellas bre mí. Esa vuestra mano, Señor,
tinieblas de no ser, sino que Dios que teneis puesta sobre mi, me tie:
por su bondad y misericordia os ne en pie y me conserva, para que
sacó de aquel abismo profundo, y no me torne á volver en la nada que
os puso en el número de sus criatu antes era. Estamos siempre tan col
ras, dandoos el verdadero y real gados y pendientes de esta manute
ser que teneis. De manera que nencia de Dios, que si esta nos fal
cuanto es de nuestra parte, somos tase, y nos soltase de su mano un
nada, y asi nos habemos de tener solo momento, en el mismo punto
por iguales de nuestra parte á las faltariamos nosotros, y dejariamos
cosas que no son, y atribuir á Dios de ser, y nos volveriamos en nues
la ventaja que les llevamos. Eso es tra nada, como en escondiéndose
lo que dice S. Pablo: Si quis exis el sol falta la luz en la tierra. Por
timat aliquid esse, cum nihil sit, ip eso dice la Escritura divina: Omnes
se se seducit: Ad Galat. c. 6, v. 3. gentes quasi non sint, sic sunt coram
Si alguno piensa que es algo, enga eo, et quasi nihilum, et inane repu
ñase, que nada es. Gran mina se tatae sunt ei: Isaias c. 4o, 17. Todas
nos descubre aqui, para enriquecer las gentes son delante de Dios, co
nos de humildad. mo si no fuesen: y como nada y
Y aun hay mas en esto: que aun vanidad son reputados delante de él.
despues que fuimos criados, y reci Esto es lo que todos andamos di
bimos el ser, no nos tenemos en ciendo á cada paso, que somos na
nosotros mismos ; no es como da; pero creo que lo decimos sola
De la virtud de la humildad. 1 45
mente con la boca, no sé si enten
demos lo que decimos. O si lo en CAPITULO VII,
tendiesemos ó sintiesemos, como
lo entendia y sentia el Profeta De un medio muy principal para
cuando decia: Psal. 38. 6. Et subs conocerse el hombre á sí mismo, y al
tantia mea tamquam nihilum ante canzar la humildad, que es la consi
te! Yo soy, Señor, delante de vos, deracion de sus pecados.
como nada: verdaderamente nada
soy, cuanto es de mi parte; porque Premos adelante, y cavemos y
nada era, y el sér que tengo no lo y ahondemos mas en nuestro pro
hube de mí, sino que vos, Señor, pio conocimiento. Demos otra aza
me lo disteis, y á vos lo tengo de donada. ¿Pues hay mas que ahondar?
atribuír; y yo no tengo de que glo ¿Hay mas hondo que la nada ? Sí,
rlarme ni envanecerme en eso, aun harto mas. ¿Qué? El pecado
porque no fuí parte ninguna en que vos añadisteis. O qué cosa tan
ello, vos estais siempre conser honda ! Muy mas hondo es eso,
vando ese sér, y teniéndole en pie que la nada; porque peor es el pe
me estais dando las fuerzas para cado, que el no ser: mejor fuera no
obrar: todo el sér, todo el poder, ser, que haber pecado; y asi dijo
toda la fuerza para obrar, nos ha Cristo nuestro Redentor de Judas,
de venir de vuestra mano, que no porque le habia de vender: Bonum
sotros de nuestra parte no pode erat ei, si natus non fuisset homo
mos ni valemos nada; porque so ille : (a) Mas le valiera no haber
mos nada. Pues ¿qué tenemos de nacido. No hay lugar tan bajo,
que nos podamos ensoberbecer? ¿Por ni tan apartado y despreciado en
ventura de la nada? Poco ha decia los ojos de Dios entre todo lo que
mos, ¿de qué te ensoberbeces polvo es, y no es, (b) como el hombre
y ceniza? Ahora podemos decir, ¿de que está en pecado mortal, deshe
qué te ensoberbeces siendo nada, redado del cielo, enemigo de Dios,
que es menos que polvo y ceniza? sentenciado al infierno para siem
¿Qué razon, ó qué ocasion tiene la pre jamas. Y aunque ahora por la
nada, para engreirse y ensoberbe bondad del Señor, no tengais con
cerse, y tenerse en algo? Ninguna ciencia de pecado mortal; pero asi
por cierto. como para conocer nuestra nada,
nos acordabamos del tiempo que
no tenemos sér, asi para conocer
mas nuestra bajeza y miseria, nos
habemos de acordar del tiempo en
que estabamos en pecado. Mirad
en cuan miserable estado estaba
TOMO 1 I. - IO

(a) Matth. c. 26, v. 24. (b) Cap. prae.


1.46 Tratado tercero, cap. VII.
des, cuando delante los ojos de 1 18, 67. Antes que me viniese el
Dios estabades feo y desagradable, azote con que Dios me aflige y
y enemigo suyo, hijo de ira, obli humilla, yo habia hecho porque, ya
gado á los fuegos eternos; y despre yo habia delinquido, y por eso ca
ciaos y abajaos en el mas profun llo, y no me oso quejar, porque
do lugar que pudiéredes, muy de todo es mucho menos de lo que
espacio, que seguramente podeis habia de ser, conforme á mis culpas.
creer, que por mucho que os des No me habeis castigado, Señor, co
precieis y humilleis, no podreis mo yo merecia. Que todo es nada
abajar ni llegar al abismo del des cuanto podemos padecer en esta
precio que merece el que ofendió vida, en comparacion de lo que
al infinito bien, que es Dios. No merece un solo pecado que hubie
tiene suelo este negocio: es un abis semos hecho. ¿No os parece que
mo profundísimo é infinito: porque merece ser deshonrado y despre
hasta que veamos en el cielo cuan ciado, quien deshonró y despreció
bueno es Dios, no podemos del todo á Dios? ¿No os parece, que es razon
conocer cuan malo sea el pecado, que sea tenido en poco, el que tuvo
que es contra Dios, y cuanto mal en poco á Dios? ¿No os parece que
merece quien le comete. la voluntad que se atrevió á ofen
¡O si anduviésemos en esta con derá su Criador, que merece que
sideracion, y cavasemos y ahon de aqui adelante jamas se haga cosa
dasemos en esta mina de nuestros que ella pretenda y quiera, en pe
pecados y miserias cuán humil na de su grande atrevimiento?
des seriamos, cuán en poco nos ten Y hay en esto otra cosa particu
driamos, y cuán bien recibiriamos lar, que aunque podemos confiar
el ser despreciados y desestimados en la misericordia de Dios, que nos
Quien ha sido traidor á Dios, ¿qué ha perdonado ya nuestros pecados,
desprecios no abrazará por amor pero al fin no tenemos certidum
de él ? Quien trocó á Dios por un bre de ello: Nescit homo utrum
antojo y apetito suyo, y por un de amore, an odio dignus sit: Eccl. 9, v.
leite de un momento, quien ofen 1. No sabe el hombre, dice el Sabio,
dió á su Criador y Señor, y me si le ama Dios, ó le aborrece. Y S.
recia estar en los infiernos para Pablo decia: Nihil mihi conscius
siempre jamas, ¿qué deshonras, qué sum, sed non in hoc justificatus
injurias, qué afrentas no recibiria sum: Iad Cor. 4, 4. No me remuerde
de buena voluntad, en recompensa la conciencia de pecado, mas no
y satisfaccion de las ofensas que ha por eso sé si estoy justificado. Y ay
cometido contra la Magestad de de mí, si no lo estoy, que aunque
Dios? Priusquam humiliarer ego de sea Religioso, y aunque convierta
liqui: propterea eloquuum tuum cus á otros, poco me aprovechará! Si
todivi, dice el profeta David. Psal. linguis hominum loquar, et Angelo
”,
De la virtud de la humildad. 1 47
rum, charitatem autem non habeam, ricordia, como nos lo aconseja el
nihil sum: 1 Cor. 13. Aunque hable Sabio: Beatus homo, qui semper est
con lenguas de Angeles, dice S. pavidus, et de propitiato peccato no
Pablo, aunque tenga dón de profe li esse sine metu: Prov. c. 28, v. 14 et
cía, y sepa todas las ciencias, aun Eccl. c. 5, v. 5. Bienaventurado el va
que dé toda mi hacienda á pobres, ron que siempre anda con temor. Muy
y aunque convierta todo el mun eficaz es esta consideracion de los
do, sino tengo caridad, nada soy, pecados, para tenernos en poco, y
y nada me aprovechará. ¡Ay de vos, andar siempre humildes y debajo
si no teneis caridad, gracia de de la tierra, y mucho hay que ca
Dios, que nada sois, y menos que var y ahondar en ella.
nada! Gran medio es para andar Pues si nos parasemos á conside
uno humillado, y sentir siempre rar los efectos y daños que causó
bajamente de sí y tenerse en po en nosotros el pecado original,
co, no saber si está en gracia, ó si ¿cuán copiosa y abundante materia
está en pecado. Sé cierto, que ofen hallariamos para humillarnos
díá Dios, y no sé de cierto si estoy tenernos en poco? ¡Cuán estragada
perdonado, ¿quién se atreverá ále. quedó la naturaleza por el pecado!
vantar cabeza ? ¿Quién con esto no Que asi como una piedra con el pe
andará confundido y humillado so es inclinada á ir hàcia abajo, asi
debajo de la tierra? Por esto dice por la corrupcion del pecado ori
S. Gregorio, que nos escondió ginal tenemos una vivísima incli
Dios la gracia: Ut unam gratiam nacion á las cosas de nuestra carne,
certam habeamus, scilicet, humilita honra y provecho: estarnos viví
tem: Aunque parece penoso este te simos á las cosas terrenales que
mor é incertidumbre en que Dios nos tocan, y muy muertos para el
nos dejó, que no sepamos de cier gusto de las cosas espirituales y di
to. si estamos en su amistad, ó no; vinas: manda en nosotros lo que ha
empero fue merced y misericor bia de obedecer, y obedece lo que
dia suya, porque nos es esto muy habia de mandar. Y finalmente esta
provechoso para alcanzar la hu mos tan miserables, que debajo de
mildad, para conservarla, para no cuerpo humano, y derecho, traemos
despreciar á nadie, por muchos pe escondidos apetitos de bestias, y co
cados que haya hecho. O qué aquel razones encorvados hácia la tierra:
aunque haya hecho mas pecados que Parvum est cor omnium, et inscruta
yo, estará ya perdonado y en gra bile: quis cognoscetillud?Jerem. 17,
cia de Dios, y yo no sé si lo estoy! v.9. ¿Quién podrá conocer la malicia
Sirve de espuelas para bien obrar, del corazon humano? Cuanto mas
y no os descuidar, sino andar con cavaredeis en esa pared, se des
temor y humildad delante de cubrirán mayores abominaciones,
Dios, y pidiéndole perdon y mise como lo fue mostrado en figura á
1 48 Tratado tercero, cap. VII.
Ezequiel. Pues si nos ponemos á nemos estabilidad ni firmeza en la
pensar nuestras culpas presentes, virtud, ni en los buenos propósitos.
hallarémonos muy llenos de ellas, Bien tenemos de que confundirnos
porque eso es lo que tenemos de y humillarnos. Y no solamente mi
nuestra cosecha. Cuan fáciles so rando á nuestros males y pecados, si
mos en la lengua, cuan descuida no mirando á las obras á que nosotros
dos en la guarda del corazon, cuan nos parecen muy buenas, si bien las
inconstantes en los buenos propósi consideramos y examinamos, ha
tos, cuan amigos de nuestro pro llarémos harta ocasion y materia
pio interés y regalo, cuan deseo para humillarnos, por las faltas é
sos de cumplir nuestros apetitos, imperfecciones que comunmente
cuan llenos estamos de amor pro mezclamos en ellas, conforme á
pio, de propia voluntad y juício, aquello del mismo Profeta : Facti
cuan vivas tenemos todavia nuestras sumus utimmundus omnes nos, et
pasiones, Cuan enteras nuestras ma quasi pannus menstruatae universae
las inclinaciones, y cuan facilmen justitiae nostrae. Isaias. 64, v. 6.
te nos dejamos llevar de ellas. Dice De lo cual dijimos, 1 p. tr. 3, c. 6,
muy bien S. Gregorio, l. 1 1 mor. c. en otra parte, y asi no será menes
24, sobre aquellas palabras de Job: ter alargar mas aqui.
c. 13, v. 25. Contra folium, quod
vento rapitur, ostendis potentiam CAPÍTULO VIII.
tuam: Que con mucha razon se
compara el hombre á la hoja del Como nos habemos de ejercitar en
árbol; porque asi como esta se el propio conocimiento, para no
trueca y vuelve con cada viento: desmayar ni des
asi el hombre se vuelve y muda confiar.
con el viento de las tentaciones:
unas veces le turba la ira, otras la E, tan grande nuestra miseria,
vanagloria, otras le lleva tras sí el y tenemos tanto de que humillar
apetito de la avaricia y de la am nos; y lo esperimentamos no
bicion, otras el de la lujuria, unas sotros tanto, que mas parece que
veces le levanta la soberbia, otras le tenemos necesidad de ser anima
acobarda y abate el temor desorde dos y esforzados, para que no
nado. Y asi dijo tambien Isaías: c. desmayemos ni desconfiemos vien
64, v. 6. Cecidimus quasi folium do en nosotros tantas faltas é im
universi, et iniquitutes mostrae perfecciones, que exortados al co
quasi ventus abstulerunt nos: Como nocimiento de eso. Y en tanto gra
las hojas de los árboles son comba do es esto verdad, que los Santos, y
tidas, y caen con los vientos: asi maestros de la vida espiritual nos
nosotros somos combatidos y der enseñan, que de tal manera habemos
ribados con las tentaciones: no te de cavar y ahondar en el conoci
De la virtud de la humildad. I 49
miento propio de nuestras miserias da vuestra confianza, quedareis
y flaquezas, que no paremos aí; mas fuerte y mas esforzado para
porque no venga el ánima en des todo.
confianza y desesperacion, vien Empero advierten aqui los San
do en sí tanta miseria y tanta in tos una cosa de mucha importan
constancia en los buenos propósi cia: que asi como no habemos de
tos, sino que pasemos adelante al parar en el conocimiento de nues
conocimiento de la bondad de Dios, tras miserias y flaquezas, porque
y pongamos en él toda nuestra no vengamos en desconfianza y
confianza. Asi como dice S. Pa desesperacion, sino pasar adelante
blo, que la tristeza por haber peca al conocimiento de la bondad, mi
do, no ha de ser tanta que cause sericordia y liberalidad de Dios,
descaecimiento y desesperacion : y poner en él toda nuestra confian
Me forte abundantiori tristitia ab za; asi tampoco habemos de parar
sorbeatur, qui ejusmodi est; I ad aí, sino tornar luego á poner los
Cor. c. 2, v.7; sino ha de ser una ojos en nosotros mismos, y en
tristeza templada y mezclada con la nuestra flaqueza y miseria; porque
esperanza del perdon, poniendo los si paramos en el conocimiento de
ojos en la misericordia de Dios, y la bondad, misericordia y libera
no parando en solo la considera lidad de Dios, y nos olvidamos de
cion del pecado, y de su fealdad y lo que somos nosotros, hay en eso
gravedad ; asi dicen que no habe un peligro muy grande de caer en
mos de parar en el conocimiento presuncion y soberbia; porque
de nuestras miserias y flaquezas, vendriamos á asegurarnos dema
porque no desmayemos y descon siado de nosotros mismos, y andar
fiemos, sino que habemos de cavar muy confiados, y no tan recatados
y ahondar en nuestro propio cono y temerosos como es menester, que
cimiento, para con eso desconfiar es un gran despeñadero, y raiz y
de nosotros, viendo que de parte principio de grandes y temerosas
nuestra no tenemos arrimo ni en caidas. ¡O cuántos muy espiritua
que estrivar, y poner luego los ojos les, y que parecia que se levan
en Dios, y confiar en él, y de esa taban hasta el cielo en el ejercicio
manera no solo no quedaremos des de la oracion y contemplacion, se
mayados sino antes mas anima han despeñado por aquí! ¡O cuán
dos y esforzados: porque lo que tos, que verdaderamente eran san
sirve para desmayar mirando á tos, y grandes santos, han venido
V08, sirve para esforzar mirando á por aqui á dar miserables caidas,
Dios, y mientras mas conocieredeis porque se olvidaron de sí, porque
Vuestra flaqueza, y mas descon se aseguraron demasiado con los
fiaredeis de vos, mirando á Dios, favores que recibian de Dios! An
estrivando y poniendo en él to daban muy confiados, y como si
- 1 o*
1 5o Tratado tercero, cap. VIII.
ya para ellos no hubiera peligro, y sotros mismos, ni tenernos por se
asi vinieron á caer miserablemen guros en esta vida, sino mirando
te. Llenos tenemos los libros de lo que somos, andar siempre con
semejantes caidas. San Basilio di grande temor de nosotros mismos,
ce, que la causa de aquella misera y con grande recato y cuidado,
ble caida del rey David en adulte no nos haga alguna traicion este
rio y homicidio, fue una presun enemigo que traemos con noso
cion que tuvo una vez que fue visi tros, y nos arme alguna zancadilla
tado de la mano de Dios, con con que nos haga caer.
abundancia de mucha consolacion, De manera que asi como no
y se atrevió á decir: Ego dixi in habemos de parar en el conoci
ubundantia mea, non movebor in miento de nuestras miserias y fla
aeternum : Ps. 29, v. 7. No seré ya quezas, sino pasar luego al conoci
mudado de este estado para siempre. miento de la bondad de Dios; asi
Pues esperaos un poco, alzará Dios tampoco habemos de parar en el
algun tanto la mano, cesarán esos conocimiento de Dios, y de sus
favores y regalos estraordinarios, misericordias y favores, sin tor
y veréis lo que pasa : Avertisti fa nar luego á bajar los ojos á noso
ciem tuum à me, et factus sum con tros mismos. Esta es la escala de
turbatus: Dejaráos Dios en vuestra Jacob, que por una parte está fija
pobreza, y hareis de las vuestras, y en la tierra de nuestro propio co
conocereis por vuestro mal, des nocimiento, y por otra llega à la
pues de caido, lo que no quisisteis cumbre del cielo. Por aí habeis
conocer, cuando erades favoreci de subir y bajar, como subian y
do y visitado de Dios. Y la causa bajaban los Angeles por aquella.
de la caida y negacion del Após Subid al conocimiento de la bondad
tol S. Pedro, dice tambien S. de Dios; y no pareis aí, porque
Basilio, (a) que fue el haber presu no vengals en presuncion, sino
mido y confiado vanamente de sí: tornad á bajar al conocimiento de
Etiam si oportuerit me mori tecum, vos mismo; y no pareis aí, por
mon te negabo: et si omnes scanda que no desmayeis y desconfiies, si
lizati fuerint in te, ego numquam no tornad á subir al conocimiento
scandalizabor: Matth. c. 26, v. 35. de Dios, para tener confianza en
Porque dijo con arrogancia y pre él: todo ha de ser subir y bajar
suncion, que aunque todos se escan por esta escala.
dalizasen, él no se escandalizaria, si De esta manera usaba este ejer
no que antes moriria; por eso permi cicio santa Catalina de Sena, para
tió Dios que cayese, para que se librarse de diversas tentaciones que
humillase y se conociese. Nunca el demonio le traia, como ella
habemos de apartar los ojos de no misma lo cuenta en los dialogos,
(a) Basil, hom. a 2 de humilitate, et regulis brevioribus respons. 18.
-.
... , ,
De la virtud de la humildad. I5 t
c. 67, cuando eldemonio la tenta Pues de esta manera babemos noso
ba por confusion, queriéndola ha tros de usar este ejercicio, y anda
cer entender, que toda su vida habia rémos por una parte temerosos y
sido engaño; entonces ella se alza recatados, y por otra esforzados y
ba y levantaba en la misericordia regocijados: temerosos de nosotros
de Dios con humildad, diciendo: mismos, y esforzados y alegres en
Yo confieso á mi Criador, que mi Dios. Estas son las dos liciones
vida toda ha sido tinieblas, mas yo que aquel santo Tomás de Kempis
me esconderé en las llagas de Jesu dice, da Dios cada dia á sus es
cristo crucificado, y me bañaré cogidos, una de ver sus defectos, y
en su sangre, y asi habrá consumido otra de ver la bondad de Dios, que
mis maldades, y me gozaré en mi con tanto amor se los quita.
Criador, y Señor: Lavabis me, et
super nivem dealbabor. Psal. 5o. Y CAPITULO IX.
cuando el demonio la queria le De los bienes y provechos grandes
vantar por soberbia con la contra que hay en el ejercicio del pro
ria tentacion, diciendo: Tu eres pio conocimiento.
perfecta y agradable á Dios, y no
es menester que mas te aflijas, ni Para que nos animemos mas á
que llores mas tus defectos; enton este ejercicio de nuestro propio
ces ella se humillaba, y respondia conocimiento, iremos diciendo al
al demonio, diciendo: Miserable gunos de los grandes bienes y
de mí! S. Juan Bautista no hizo provechos que hay en él. Ya que
jamas pecado, y fue santificado en da dicho uno muy principal, que
el vientre de su madre, y no por es ser fundamento y raiz de la hu
eso dejó de hacer tanta peniten mildad y medio único y necesa
tia, y yo he cometido tantos defec rio para alcanzarla y conservarla.
tos, y nunca los he llorado ni co Preguntado uno de aquellos padres
nocido como debiera. Con esto el antiguos, ¿cómo podia uno alean
zar la verdadera humildad? Res
demonio no pudiendo sufrir tanta
humildad por una parte, ni tanta pondió: Si sua tantum modo, et non
confianza en Dios por otra, la di alterius mala consideret: El que
jo: Maldita seas tú, y quien te lo apartare los ojos de las faltas agenas,
enseñó, que no sé por donde te en y los pusiese en las suyas propias,
tre, que si yo te abato por confu cavando y ahondando en su propio
conocimiento, ese alcanzará la ver
sion, tute levantas en alto á la mi
dadera humildad. Esto solo bastaba
sericordia de Dios: y si yo te levan
to, te bajas hasta el infierno por para que procurasemos darnos mu
humildad, y dentro del mismo in cho á este ejercicio, pues tanto
nos va en alcanzar la virtud de la
fierno me persigues; y asi la dejaba, humildad. . . . ..
Pºrque volvia con grande pérdida.
152 Tratado tercero, cap. IX.
Pero pasan adelante los Santos, quia pulvis es, et in pulverem rever
y dicen, que el humilde cono teris: Acuerdate hombre que eres
cimiento de sí mismo, es mas cier lodo y polvo, y que en eso te has
to camino, para conocer á Dios, de volver; para que conociéndose
que el profundo ejercicio de todas á sí, venga á conocer á Dios, y a
las ciencias. Y esa es la razon que pesarle de haberle ofendido, y ha
da S. Bernardo, c. 12, porque es cer penitencia de sus pecados. De
ta es mas alta ciencia que las demas, manera que el verse y conocerse á
y de mayor provecho; porque por sí mismo, el considerar el hombre
aqui viene el hombre en conoci su lodo y su bajeza, es medio para
miento de Dios. Y eso dice S. venir en conocimiento de Dios; y
Buenaventura, processu 5 Relig. mientras mas conociere uno su ba
c. 18, que nos da á entender aquel jeza, mas conocerá y echará de
misterio del sagrado Evangelio, ver la grandeza y alteza de Dios:
que Cristo nuestro Redentor obró porque, opposita juxta se posita, ma
en aquel ciego desde su nacimiento, gis elucescunt: Un contrario puesto
que poniéndole lodo en los ojos, junto de su contrario, y un estremo
le dió vista corporal con que se puesto delante de otro estremo,
viese á sí, y vista espiritual con que echase mas de ver lo blanco pues
conociese á Dios, y le adorase: Sic to sobre lo negro, resplandece y
Dominus nos caecos natos per nos campea mucho mas. Pues el hom
tri et Dei ignorantiam illuminat, bre es la suma bajeza, y Dios la
lutum, unde nati sumus, linien suma alteza, son dos estremos con
do super oculos nostros, ut primum trarios: de aí es, que mientras mas
incipiamus mos ipsos agnoscere, dein uno se conoce á sí mismo, viendo
de ipsum illuminatorem nostrum que de sí no tiene bien ninguno,
credendo proni adorare: Asi dice, á sino nada y pecados; mas echa de
nosotros que nacimos ciegos, con ver la bondad y misericordia y
ignorancia de Dios, y de nosotros liberalidad de Dios, que se inclina á
mismos, nos da Dios vista, ponien amar y tratar con tan grande ba
do sobre nuestros ojos el lodo de que jeza como la nuestra.
fuímos formados, para que conside De aqui se viene el ánima á en
rando que somos un poco de lodo, cender é inflamar mucho en amor
recibamos vista con que nos vea de Dios, porque nunca se acaba de
mos y conozcamos primero á noso maravillar y dar gracias á Dios,
tros, y de aí vengamos á conocer á viendo que siendo el hombre tan
Dios. Esto mismo pretende la Igle miserable y malo, le sufre Dios y
sia nuestra madre, con aquella san le hace tantas mercedes; que mu
ta ceremonia que usa al principio chas veces no nos podemos noso
de la cuaresma, de ponernos lodo tros sufrir á nosotros mismos, y
encima de los ojos: Memento homo, que sea tanta la bondad y miseri
De la virtud de la humildad. I 53
cordia de Dios para con nosotros, entran en un aposento, se parecen
que no solo nos sufra, pero que di luego los átomos: Sic, et cor radiis
ga él: Delitiae meae esse cum filiis gratiae illustratum etiam minima
homimum: Prov. c. 8, v. 31. Mis videt: Asi el alma ilustrada con el
deleites son estar con los hijos de los conocimiento de Dios, con los ra
hombres. ¿Qué hallasteis, Señor, yos de aquel verdadero Sol de Jus
en los hijos de los hombres. para ticia, luego ve en sí aun las cosas
que digais, que vuestros deleites minimas; y asi viene á tener por
son estar y conversar con ellos? malo y defectuoso, lo que el que
Por esto usaban tanto los Santos no tiene tanta luz, tiene por bue
este ejercicio del propio conoci no. Esta es la causa porque los San
miento, para venir en mayor co tos son tan humildes, y se tienen
nocimiento de Dios, y en mayor en tan poco, y mientras mayores
amor de su divina Magestad. Este Santos, son mas humildes, y se tie
era el ejercicio y oracion que usa nen en menos, porque como tie
ba S. Agustin: lib. de vit. beata. nen mas luz y mayor conocimien
Deus semper idem, noverim me, to de Dios, conocense mejor á sí,
noverim te: Dios mio, que siempre y ven que de su cosecha no tienen
estás en un sér, y nunca te mudas, sino nada y pecados. Y por mu
conozcame á mí, y conozcate á tí. cho que se conozcan, y por muchas
Esa era la oracion en que el hu faltas que vean en sí, siempre creen
milde S. Francisco gastaba los que hay otras muchas que ellos no
dias y las noches, ¿Quién sois vos, ven, y creen que la menor parte de
y quién soy yo? Por aqui vinieron sus males es la que ellos conocen,
los Santos á muy alto conocimien y por tales se tienen; porque asi
to de Dios: este es camino muy como creen que Dios es mas bue
seguro y cierto para eso, y mien no de lo que ellos conocen, asi
tras mas bajárades y ahondárades tambien creen que ellos son mas
en vuestro propio conocimiento, malos de lo que alcanzan. Asi co
mas subiréis y creceréis en el co mo por mucho que conozcamos y
nocimiento de Dios, y de su bon entendamos de Dios, no lo pode
dad y misericordia infinita: y tam
mos comprender, sino siempre
bien mientras mas subieredes y hay en él mas y mas que entender
crecieredes en el conocimiento de y conocer: asi por mucho que nos
Dios, mas bajaréis y medraréis en conozcamos á nosotros, y por mu
el vuestro; porque la luz celestial cho que nos despreciemos y hu.
descubre los rincones, y hace aver millemos, no podremos bajar ni
gonzar al ánima de lo que aun á. llegar á lo profundo de nuestra mi
los ojos del mundo parece muy seria. Y esto no es encarecimiento,
bueno. Dice san Buenaventura, sino verdad llana; porque como
asi como cuando los rayos del sol el hombre no tiene de su cosecha
* - "
*.
- e - . . .
-
54 Tratado tercero, cap. IX.
sino nada y pecados, ¿quién podrá por tomar un poco de gusto y con
humillarse y bajarse tanto, cuan tentamiento? ¿No os parece que es
to merecen estos dos títulos? razon tener odio á quien os hizo
De una Santa se lee, que pidió perder la gloria eterna, y merecer
á Dios luz para couocerse : y vió el infierno para siempre jamás? A
en sí tanta fealdad y miseria, que quien os causó tanto mal, y aun
no lo pudo sufrir: y volvió á supli todavía lo procura, ¿no os parece
car á Dios: Señor, no tanto, que que es razon aborrecerle? Pues ese
desmayaré. Y el P. M. Avila (a) sois vos, contrario y enemigo de
dice, que conoció él á una perso Dios, y contrario y enemigo de
na, que rogó muchas veces á Dios, vuestro propio bien y de vuestra
que le descubriese lo que él podia salvacion.
ser. Abrióle Dios los ojos tantico,
y le hubiera de costar caro: vióse CAPITULO X.
tan feo y abominable, que á gran
des voces decia: Señor, por vuestra Que el propio conocimiento no cau
misericordia me quitad este espejo sa desmayo, sino antes ánimo
de delante de mis ojos, no quiero y fortaleza.
ver mas mi figura.
De aqui nacen tambien en los Hay otro bien grande en este
siervos de Dios aquel odio y abor ejercicio del propio conocimiento,
recimiento santo de sí mismos, de que no solo no causa desmayo
que dijímos arriba, trat. 1, c. 4; ni cobardía, como le podria por
porque cuanto mas conocen la ventura parecer á alguno, sino
bondad inmensa de Dios, y mas antes da grande ánimo y forta
le aman, tanto mas se aborrecen á leza para todo lo bueno. Y la ra
sí mismos, como á contrarios y ene zon de esto es, porque cuando uno
migos de Dios, conforme á aquello se conoce á sí, ve que no tiene
de Job : c. 7, v. 2o. Quare posuis en que estribar en sí, y desconfiado
ti me contrarium tibi, et factus sum de sí pone toda su confianza en
mihi metipsi gravis? Ven que en Dios, en el cual se halla fuerte y
sí mismos tienen la raiz de todos poderoso para todo. De aqui es,
los males, que es la propia volun que estos son los que pueden em
tad y sensualidad, de la cual pro prender y acometer cosas grandes,
ceden todos los pecados, y con es y los que salen con ellas; porque
te conocimiento se levantan contra como lo atribuyen todo á Dios, y
sí mismos, y se aborrecen. ¿No os nada á sí, toma Dios la mano, y
parece que es razon aborrecer á hace suyo el negocio, y encargase
quien os hizo dejar y trocar un de él, y entonces quiere él hacer
bien tan grande, como es Dios, maravillas y cosas grandes por
- () M. Avila trat. 5 del Espíritu Santo, pºs I 4O.
De la virtud de la humildad. 155
instrumentos y medios flacos : Ut nosotros deseamos y pensamos te
ostenderet divitias gloriae suae in ner mejor oracion y mas devo
vasa misericordiae, quia praepara cion, tenemos menos, porque iba
vitin gloriam: Ad Rom. c. 9, v. 23. mos confiados en nuestros medios,
Para mostrar las riquezas y teso y en nuestras diligencias y prepa
ros de sus misericordias, quiere Dios raciones. Y otras veces, cuando
por vasos é instrumentos flacos menos pensamos, somos preveni
miserables hacer cosas mara dos con grandes bendiciones de
villosas. En los vasos de mayor dulzura; para que entendamos, que
flaqueza suele poner los tesoros esta es gracia y misericordia del
de su fortaleza: porque de esa Señor, y no diligencia ni mereci
manera resplandece mas su gloria. miento nuestro. De manera que el
Esto es lo que dijo el mismo Dios conocer uno su flaqueza y miseria,
á S. Pablo cuando fatigado de no desmaya ni acobarda, antes
sus tentaciones, daba voces pidien anima y esfuerza mas: porque hace
do le librase de ellas; respondele desconfiar de sí, y poner toda la
Dios: Sufficit tibi gratia mea, nam confianza en Dios. Y eso es tam
virtus in infirmitate perficitur: 2 bien lo que dice el Apostol san
ad Cor. c. 12, v. 9. Bástate mi gra Pablo: Cum informor, tune potens
cia por muchas tentaciones y fla sum: 2 ad Cor. c. 12, v. 1o. Esto
quezas que sientas: porque enton es: Cum humilior, tune exaltor. Asi
ces la virtud de Dios se muestra mas lo declara S. Agustin, lib. 4 de Trin.
perfecta y mas fuerte, cuando es y S. Ambrosio, 2 ad Cor. I I. Cuan
mayor la enfermedad y flaqueza. do me humillo y abato, y conozco
Asi como el médico gana mas honra, que no puedo ni valgo nada, en
mientras la enfermedad es mayor tonces soy ensalzado y levantado:
y mas peligrosa; asi mientras mas mientras mas conozco y veo mi
flaqueza hay en nosotros, mas hon enfermedad y flaqueza, poniendo
ra gana el brazo de Dios. Asi decla. los ojos en Dios, me hallo mas
ran este lugar S. Agustin, lib. 4, fuerte y mas esforzado para todo:
de Trin. c. 1, y S. Ambrosio, 2 ad porque él es toda mi confianza y
Cor. 1. Pues por eso cuando uno fortaleza: Et erit Dominus fiducia
se conoce y desconfía de sí, y ejus. Jerem. c. 17, v. 7.
pone toda su confianza en Dios, De aqui se entenderá, que no es
entonces acude y ayuda su mages humildad, ni nacen de ella unos
tad. Y por el contrario, cuando desmayos y descaecimientos que
uno va confiado de sí, y de sus me nos suelen venir, unas veces acerca
dios y diligencias, es desamparado. de nuestro aprovechamiento, pare
Esta dice S. Basilio, que es la ciéndonos que nunca habemos de
causa, porque muchas veces, en al poder alcanzar la virtud, ni vencer
gunas fiestas principales, cuando la mala condicion é inclinacion
156 Tratado tercero, cap. X.
que tenemos: otras acerca de los gigantes con las langostas. En mi
oficios y ministerios en que nos Dios hollaré los leones y dragones.
pone ó puede poner la obediencia. Con la gracia y favor del Señor se
Si tengo yo de ser para confesar, si remos fuertes: Qui docet manus
tengo de ser para andar en misio meas ad praelium, et posuisti, ut ar
nes, ó para otras cosas semejantes. cum aereum, brachia mea. Psal. 17.
Parece esto humildad; pero muchas
veces no lo es, antes nace de so CAPÍTULO XI.
berbia ; porque pone uno los ojos
en sí, como si por sus fuerzas, in De otros bienes y provechos gran
dustrias y diligencias hubiera de des que hay en el ejercicio del pro
poder aquello, habiéndolos de po pio conocimiento.
ner en Dios, en el cual habemos de
quedar muy esforzados y animados: Uno de los principales medios
Dominus illuminatio mea, et salus que podemos poner de nuestra
mea, quem timebo? Dominus protec parte, para que el Señor nos ha
tor vitae meae, à quo trepidabo? Ps. ga mercedes, y nos comunique gran
26, 4. Si consistant adversum me des dones y virtudes, es humillar
castra, non timebit cor meum: si nos, y conocer nuestra flaqueza
exurgat adversus me praelium, in hoc miseria. Y asi decia el Apóstol
ego sperabo: et si ambulavero in me S. Pablo: Libenter igitur gloria
dio umbrae mortis, non timebo mala, bor in infirmitatibus meis, utinha
quoniam tu mecum es: Ps. 22, 4. Si bitet in me virtus Christi: 2 ad
se levantaren contra mí ejércitos, no Cor. c. 12, v. 6. De muy buena ga
temerá mi corazon: si se levantaren na me gloriaré en mis flaquezas, en
contra mí batallas, en Dios espera fermedades y miserias, para que
ré; aunque ande en medio de la som asi more en la virtud de Cristo.
bra de la muerte, y aunque llegue Y S. Ambrosio sobre aquellas pa
hasta las puertas del infierno, no te labras: Placeo mihi in infirmitati
merá mi corazon; porque vos, Se bus, 2 ad Cor. c. 12, v. 1o, dice:
ñor, estais conmigo. Con que di Si gloriandum est cristiano, in hu
versidad de palabras dice el santo militate gloriandum est, de qua cres.
Profeta una misma cosa, y tene citur apud Deum: Si se ha de gloriar
mos los Salmos llenos de esto, pa el cristiano, ha de ser en su bajeza
ra significar la abundancia del afec y poquedad, porque ese es el cami
to y confianza que él tenia, y no no para crecer y valer delante de
sotros habemos de tener en Dios. Dios. S. Agustin, lib 4 de Trinit.
In Deo meo transgrediar murum : c. 1, trae á este propósito aquello
Psal. 15, 3o. En mi Dios pasaré el del Profeta : Pluviam voluntariam
muro, por alto que sea, no se me segregabis Deus hareditati tua, el
pondrá nada delante, él vencerá los infirmata est: tu verð perfecistieam:
De la virtud de la humildad. 157
Psal,67, v. 1o. La lluvia volunta tendríadeis tanto que mirar y llo
ria y graciosa de sus dones y gracias, rar vuestros duelos, que no tendría
¿cuándo pensais que la dará Dios á deis cuenta con los agenos. Si pre
su heredad, que es el alma? Et in guntais, ¿de dónde nace hablar á
firmata est: Cuando ella conociere mis hermanos palabras ásperas y
su enfermedad y miseria, enton mortificativas? Tambien nace de
ces la perficionará Dios, y caerá falta de conocimiento propio: por
sobre ella la lluvia voluntaria y que sivos os conociésedeis, y os
graciosa de sus dones. Asi como tuviésedeis por el menor de todos,
acá los pobres mendigos, mientras y á cada uno le mirásedeis como á
mas descubren su pobreza y sus lla superior, no tendríades atrevi
gas á los hombres ricos y miseri miento para hablar de esa mane
cordiosos, mas les mueven á pie ra. Si preguntais, ¿de dónde nacen
dad, y mas limosna reciben de las escusas, las quejas y murmura
ellos: asi mientras mas uno se hu ciones, porque no me dan esto, ó
milla y se conoce, mientras mas el otro, ó porque me tratan de es
descubre y confiesa su miseria, tamanera? Claro está que nacen de
mas convida é inclina á la miseri eso. Si preguntais, ¿de dónde nace
cordia de Dios, á que se compadez el turbarse y entristecerse uno de
ca y apiade de él, y le comunique masiado, cuando es molestado de
con mayor abundancia los dones de tales ó tantas tentaciones, ó cuan
su gracia: Qui dat lasso virtutem, et do ve que cae muehas veces en al
hi, qui non sunt, fortitudinem, et ro gunas faltas, y melancolizarse, y
bur multiplicat. Isaías c. 4o, v. 29. desanimarse con eso? Tambien na
Para decir en breve los bienes y ce de falta de propio conocimien
provechos grandes de este ejerci to: porque situviésedeis humildad,
cio, digo, que para todas las cosas y considerásedeis bien la malicia
es remedio universal el propio co de vuestro corazon, no os tur
nocimiento. Y asi en las preguntas baríadeis ni desmayaríadeis por
que se hacen en las conferencias es eso, antes os espantaríadeis, como
pirituales que solemos tener, ¿de no pasan peores cosas por vos, y
dónde nace tal cosa, y qué reme como no dais mayores caídas, y
dio hay para ella? Casi en todas po andaríadeis alabando y dando gra
demos responder, que aquello nace cias áDios, porque os tiene de su
de falta de conocimiento propio, y mano, para que no caigais en lo
que el remedio seria conocerse á sí que cayéradeis si él no os tuviera.
mismo y humillarse; porque si De una sentina y manantial de vi
Preguntais, ¿de dónde nace el juz cios, ¿qué no ha de brotar? De tal
gar á mis hermanos? Digo, que de muladar tales olores como esos se
alta de conocimiento propio; por han de esperar, y de tal árbol tal
que si anduviésedeis dentro de vos, fruto. Sobre aquellas palabras del
58 . Tratado tercero, cap. XI.
Profeta, Psal. 1 o 2, 14: Recorda una vez hablando con ella un Re
tus est quoniam pulvis sumus, dice ligioso, gran siervo de Dios, y muy
S. Anselmo, l. de similitudin. c. 6 I. espiritual, entre otras cosas le di
¿Qué mucho que el viento se lle jo, como él habia suplicado á Dios
ve al polvo? Si pedís remedio para muchas veces en la oracion, que le
tener mucha caridad con vuestros mostrase el camino que los padres
herinanos, para ser obediente, para antiguos habian llevado, para agra
ser paciente, para ser muy peniten darle tanto, y recibir de su mano
te, aqui hallareis remedio para todo. muchas mercedes que recibieron: y
De nuestro padre S. Francisco que estando una noche durmiendo,
de Borja leemos, l. 4, c. 1 de su le fue puesto delante un libro es
vida, que yendo de camino, le en crito con letras de oro, y luego le
contró un señor de estos Reinos, despertó una voz, que decia: Le
amigo suyo, y como le vió que an vantate, y lee. Y que se habia levan
daba con tanta pobreza é incomo tado, y leído estas pocas palabras,
didad, condoliéndose de él, rogó pero celestiales y divinas. * Esta
le, que tuviese mas cuenta con su fue la perfeccion de los padres an
persona y regalo. Díjole el Santo tiguos, amar á Dios, despreciarse á
con alegre semblante y mucha di sí mismos, no despreciar á nadie,
simulacion: No le dé pena á vues ni juzgarle. *Y luego desapareció
tra Señoría, ni piense que voy tan el libro.
desapercebido como le parece; por
que le hago saber, que siempre en , CAPITULO XII.
vio delante un aposentador, que
tiene aderezada la posada y todo Que conviene ejercitarnos en nues
regalo. Preguntando aquel señor, tro propio conocimiento.
¿quién era aquel aposentador? Res
pondió, es mi propio conocimien De lo dicho se entenderá cuan
to, y la consideracion de lo que yo to conviene ejercitarnos en nuestro
merezco, que es el infierno, por propio conocimiento. Preguntando
mis pecados: y cuando con este co Tales Milesio (a) uno de los siete
nocimiento llego á cualquier po sabios de Grecia, ¿cuál era en
sada, por desacomodada y desa todas las cosas naturales la mas
percebida que esté, siempre me pa dificultosa de saber ? Respondió,
rece mas regalada de lo que yo me que el conocerse el hombre á sí
622CO, mismo; porque es tan grande el
En las cronicas de la Orden de amor propio que nos tenemos, que
los Predicadores, 1 p. l. 3, c. 4, se nos estorba é impide este conoci
cuenta de la bienaventurada santa miento. Y de aí vino aquel dicho
Margarita de la dicha Orden, que tan celebre entre los antiguos: Nos
(a) Tales Miles. refert Paul. Manut, in appoteg, p. 567, S8Id. Diogenes.
De la virtud de la humildad. 159
ce te ipsum: Conócete á tí mismo. homo si te videres, tibi displiceres,
Y el otro dijo: Tecum habita. Mo et mihi placeres; sed quia te non vi
ra contigo; pero dejemos los estra des, tibi places, et mihi displices: O
ños, y vengámonos á los nuestros, hombre, si te vieses y conocieses,
que son mejores maestros de esta luego te descontentarias y desagra
ciencia; los bienaventurados santos darías á tí, y me contentarías y
Agustin, (b) y Bernardo (c) di agradarías á mí; pero porque no te
cen, que esta ciencia del propio ves ni conoces, agradaste á tí, y
conocimiento es la mas alta y de descontentasme á mí: Veniet tem
mayor provecho de cuantas han pus, cum nec mihi nec tibi placebis,
inventado y hallado los hombres. mihiquia peccasti, tibi quia in aeter
En mucho estiman los hombres, num ardebis: Guardáos no venga
dice S. Agustin, la ciencia de las tiempo, cuando ni os agradeis á
cosas del cielo y de la tierra, la vos, ni á Dios; á Dios porque pe
ciencia de la astrología, de cosmo casteis y á vos porque os conde
grafia, el saber los movimientos de nasteis.
los cielos, los cursos de los plane S. Gregorio, (d) tratando de es -
tas, sus propiedades é influencias; to, dice: Hay algunos, que en co
pero el conocerse á sí mismo, es menzando á servir á Dios, y á tra
mas alta ciencia y mas provecho tar un poco de virtud, luego les pa
sa que todas esas: las demas hin rece que son buenos santos, y de
chan y envanecen, como dice S. tal manera ponen los ojos en lo
Pablo, 1 ad Cor. c. 8, v. 1; pero esta bueno, que hacen que se olvidan
edifica y humilla. Y asi los Santos, del todo de los pecados y males
y todos los maestros de espíritu pasados, y aun algunas veces de los
encargan mucho, que nos ocupe presentes, porque se ocupan tanto
mos en la oracion en este ejerci en mirar lo bueno, que no atien
cio, y reprenden el engaño de den ni echan de ver muchas cosas
algunos que pasan ligeramente malas que hacen. Pero los buenos
por el conocimiento de sus defec y los escogidos hacen muy al con
tos, y se detienen en pensar otras trario, porque estando verdadera
cosas devotas, porque hallan gusto mente llenos de virtudes y buenas
en ella, en considerar sus defec obras, siempre ponen los ojos en lo
tos y faltas no hallan sabor, porque malo que tienen, y estan mirando
no gustan de parecer mal á sí mis y considerando sus faltas é imper
mos, como la persona fea, que por fecciones. Y bien se ve lo que va
eso no se osa mirar en el espejo. de lo uno á lo otro, porque de esa .
Dice el glorioso S. Bernardo, ha manera vienen á ser, que estos mi
blando en la persona de Dios: 0 rando á sus males conserven sus

(b) Aug. l. 4 de Trin. in praemio. (c) Bernar de interioridomo.


(d) Greg. l. 22 moral. c. 5, et l. 34, c. 16.
16o Tratado tercero, cap. XII.
bienes, y las virtudes grandes que v. 19. Este es muy buen contrape
tienen, permaneciendo siempre en so, y muy buena contramina contra
humildad: y por el contrario, los esta tentacion.
malos mirando sus bienes los pier Sobre aquellas palabras que dijo
den, porque se ensoberbecen y des el Arcángel S. Gabriel al profeta
vanecen con ellos. De manera que Daniel, c. 8, v. 7: Intellige fili
los buenos se ayudan de sus males, y hominis: Hijo del hombre, entiende
sacan bien y provecho de ellos: y lo que te quiero decir. Dice S.
los malos sacan mal y daño de sus Gerónimo: aquellos santos profe
mismos bienes, porque usan mal tas, Daniel, Ezequiel y Zacarías,
de ellos. Como acontece acá en cual
con las altas y continuas revelacio
quier manjar, que aunque sea bue nes que tenian, parece que se ha
no y saludable, si come uno de él llaban ya entre los coros de los
sin órden y sin regla, enfermará Angeles: y porque no se levanta
con él; y por el contrario, si el ve sen sobre sí, y se desvaneciesen y
neno de la vivora le toma con ensoberbeciesen con esto, pensan
cierta composicion y temperamen do que eran ya de otra naturaleza
to, le será triaca y salud. Y cuan angélica superior, les avisa el
do el demonio os trajere á la me Angel de parte de Dios, que se
moria los bienes que habeis hecho, acuerden de la fragilidad y flaque
para que os estimeis y ensoberbez za de su náturaleza, llamándolos
cais, dice S. Gregorio, l. 22 mor. hijos de hombres, para que reco
c. 5, contraponedle vos vuestros nozcan que son hombres flacos y
males, trayendo á la memoria miserables como los demas, y asi
vuestros pecados pasados. Como lo se humillen y se tengan en lo que
hacia el Apóstol S. Pablo, para son. Y tenemos muchos ejemplos
que no le levantasen y desvane en las historias, asi eclesiásticas,
ciesen sus grandes virtudes, y ha como seglares, y de Santos, y de
ber sido arrebatado al tercero cielo, varones ilustres, Reyes, Empera
y la grandeza de las revelaciones que dores y Pontífices, que usaban de
habia oído: Qui prius blasphemus este medio, para conservarse en hu
fui, et persecutor, et contumeliosus: mildad, y no desvanecerse.
1 ad Tim. c. 1, v. 13. ¡Ay, dice, De nuestro padre S. Francisco
que he sido blasfemo y persegui de Borja se dice, l. 4, c. 1 de su vi
dor de los siervos de Dios, y del da, que aun siendo duque de Gan
nombre de Cristo ! ¡Ay que no día, un santo varon le dió este con
soy digno de ser llamado Apóstol, sejo: que si queria aprovechar mn
porque he perseguido la Iglesia de cho en el servicio de Dios, no se le
Dios! Qui non sum dignus vocari pasase dia ninguno que no pensase
Apostolus, quoniam persecutus sum algo que tocase á su confusion y
Ecclesiam Dei: 1 ad Cor. c. 15, desprecio. Tomó él tan de veras el
De la virtud de la humildad. 16I

consejo: que desde que se dió al ejer nester andar reprimiendo y abajan
cicio de la oracion mental, emplea do esta hinchazon y soberbia que se
ba cada dia las dos primeras horas de levanta en nosotros, mirandonos á
ella en este conocimiento y menos los pies de nuestra fealdad y baje
precio de sí mismo. Y cuanto oía, y za, para que así se deshaga esa rue
leía y miraba, todo le servia para da de vanidad y soberbia. Acorde
este abatimiento y confusion. Y fue monos de aquella parábola de la hi
ra de esto tenia otra devocion, que le guera, que trae el sagrado Evange
ayudaba mncho, y era que cada dia lio. Luc. 13, v. 6. Queria arran
en levantándose, la primera cosa que carla su dueño, porque habia tres
hacia era arrodillarse, y besar tres años que no llevaba fruto. Dice el
veces la tierra, para acordarse que hortelano: Señor, dejadla este año
era polvo y tierra, y que en eso se siquiera, y yo la cavaré, y echaré
habia de volver. Y bien se le pare estiércol al rededor de ella, y si con
ció el provecho que de aí sacó, esto no diere fruto, entonces la ar
pues nos dejó tan grande ejemplo rancareis. Pues cavad vos esa higue
de humildad y santidad. Lib. 4, c. ra seca y estéril de vuestra ánima,
4. Pues guardemos nosotros este y echad al rededor estiércol de vues
consejo, y quedemonos con él: no tros pecados y miserias, pues hay
se nos pase dia ninguno, que no gas harto, y con eso llevará fruto y se
temos algun rato de oracion en hará fértil.
pensar algo que toque á nuestra Para que nos animemos mas á
confusion y desprecio. Y no pare este ejercicio, y ninguno tome
mos ni descansemos en este ejerci ocasion para dejarle por algunas
cio, hasta que sintamos que se nos falsas aprehensiones, se han de ad
ha embebido en nuestra alma un vertir aquí dos cosas. La primera,
entrañable desprecio y desestima que no piense nadie que es ejerci
de nosotros mismos, y una confu cio de solos principiantes, porque
sion y vergüenza delante del aca lo es tambien de antigüos y apro
tamiento de la Magestad de Dios, vechados, y de muy perfectos va
viendo nuestra bajeza y miseria: rones, pues vemos que ellos, y el
que lo habemos mucho menester, mismo Apóstol S. Pablo le usa
porque es tanta nuestra soberbia, y ban. Lo segundo, es menester que
la inclinacion que tenemos á ser te entendamos que este ejercicio no
nidos y estimados, que si no anda es triste ni melancólico, ni causa
mos continuamente en este ejerci turbacion ni desasosiego, sino an
cio, cada hora nos hallarémos le tes trae consigo grande paz y quie
vantados sobre nosotros, como el tud, y gran contento y alegria,
corcho sobre el agua. Porque mas por muchas faltas y miserias que
vanos y mas livianos somos noso uno conozca en sí, aunque de verse
tros que el corcho. Siempre es me tan ruín entienda claramente que
TOMO I I. II
162 Tratado tercero, cap. XII.
merece que todos le aborrezcan y mente todo eso. Y con esta consi
desprecien ; porque cuando este co deracion arraigada en las entrañas
nocimiento nace de verdadera hu desarrimase de sí, como de caña
mildad, viene aquella pena con quebrada, y anda arrimado y con
una suavidad y contento, que no fiado siempre en Dios, conforme
querria uno verse sin ella. Esas otras aquello del profeta Daniel: c. 19,
penas y congojas que algunos tie v. 18. Neque enim in justificatio.
nen, viendo en sí tantas faltas é nihus nostris prosternimus preces
imperfecciones, son tentacion del ante faciem tuam, sed in misera
demonio, el cual pretende con eso tionibus tuis multis: No confiados
por una parte, que pensemos que de nosotros, ni en nuestros mereci
tenemos humildad, y por otra si mientos y buenas obras nos atreve
pudiese á vueltas, querria que des mos á levantar nuestros ojos á vos,
confiasemos de Dios, y que andu y pediros mercedes, sino confiados,
viesemos desalentados y desmaya Señor, en vuestra grande miseri
dos en su servicio. Si hubieramos cordia.
de parar en el conocimiento de
nuestra flaqueza y miseria, harta - CAPÍTULO XIII.
ocasion tuviéramos de entristecer Del segundo grado de humildad,
nos y desconsolarnos, como tam declarase en que consiste este
bien de desmayar y acobardarnos; grado.
pero no habemos de parar aí, sino
pasar luego á la consideracion de El segundo grado de humildad,
la bondad y misericordia y libe dice S. Buenaventura, es desear
ralidad de Dios, y á lo mucho que uno ser tenido de los otros en p0
nos ama y padeció por nosotros, co: Amat nesciri, et pro nihilo re
y en eso habemos de poner toda putari: Process.6 regul. c. 22. De
nuestra confianza. Y así lo que fue sear que no os conozcan, ni os esti
ra ocasion de desmayo y tristeza, men, y que no haga nadie caso de
mirandoos á vos, sirve para esfor vos. Si estuvisemos bien fundados
zar y animar, y es ocasion de ma en el primer grado de humildad,
yor alegria y consuelo, mirando á tendriamos andado mucho cami
Dios. Mirase uno á sí mismo, y no no para llegar á este segundo, si
ve sino que llora, y mirando á verdaderamente nosotros nos tu
Dios, confia en su bondad, sin te viesemos en poco á nosotros mis
mor de verse desamparado, por mos, no se nos haria muy dificul
muchas faltas é imperfecciones y toso que los otros tambien nos tu
miserias que vea en sí. Porque la viesen en poco, antes nos holga
bondad y misericordia de Dios, riamos de ello. ¿Lo quereis ver di
en que tiene puestos sus ojos y co ce S. Buenaventura. Todos natu
razon, escede y sobrepuja infinita ralmente nos holgamos que los de
De la virtud de la humildad. 163
mas se conformen con nuestro pa dad y menosprecio de sí mismo,
recer, y sientan lo mismo que no y nunca acababa de decir mal de
sotros sentimos. Pues si esto es así; sí, que era tan pecador y malo
¿por qué no nos holgamos que los que no era digno de gozar de este
otros nos tengan en poco? ¿Sabeis aire comun, ni de la tierra que pi
por qué? Porque no nos tenemos saba, no queria sentarse sino en el
nosotros en poco, no somos de ese suelo, y mucho menos consentir
parecer. S. Gregorio (a) sobre que le lavasen los pies. El Abad Se
aquellas palabras de Job: c. 33, v. rapion despues de haber comido co
17. Peccavi, et vere deliqui, et ut menzó á tratar algunas cosas espiri
eram dignus, mon recepi, dice: Mu tuales, como tenia de costumbre,
chos con la boca dicen mal de sí, y cupole su racion al huesped. Dió
y que son unos tales, y unos cua le un buen consejo con mucho
les, y no lo creen ellos así; porque amor y blandura, que pues era
cuando otros les dicen aquellas mancebo y robusto, procurase
mismas cosas, y aun menores, no residir en su celda, y trabajar con
lo pueden sufrir, y estos tales cuan sus manos para comer, conforme á
do dicen mal de sí, no lo dicen la regla de los monges, y no andu
con verdad, porque no lo sienten viese ocioso discurriendo por las
ellos así en su corazon, como lo celdas de los demas. Sintió tanto
sentia Job, cuando decia: Pequé, y aquel monge esta amonestacion y
verdaderamente he delinquido y aviso, que no lo pudo disimular,
ofendido á Dios, y no me ha casti sino que lo mostró esteriormente
gado tanto como yo merecia. Job en el rostro y semblante. Enton
decia esto con verdad y de cora ces dijole el Abad Serapion: ¿Qué
zon; pero estos, dice S. Gregorio, es esto hijo, que hasta ahora nos de
solamente se humillan con la bo cias de tí tantos males, y tantas
ca y esteriormente, mas en el co cosas de mucha afrenta y deshon
razon no tienen humildad; quieren ra, y ahora con una amonestacion
parecer humildes, pero no lo quie tan llana como esta, que no con
ren ser, porque si de veras lo de tiene en sí injuria ni afrenta algu
Seasen, no se sentirian tanto cuan na, sino mucho amor y caridad,
do otro les reprende y les avisa te has indignado y alterado tanto,
de alguna falta, y no se escusarian que no lo has podido disimular ?
ni volverian tanto por sí, ni se tur ¿Esperabas por ventura con aquellos
barian como se turban. males que decias de tí, oir de nues
Cuenta Casiano, collat. 18, c. 1 1, tra boca aquella sentencia del Sa
que vino un monge al Abad Sera bio: Justus prior est accusator sui:
pion, que en el hábito, meneos y Prov. c. 18, v. 17: Este es justo y hu
palabras mostraba grande humil milde, pues dice mal de sí? ¿Preten
(a) Gregor. l. 1 dial. c. 6, l. 24 moral. c. 12; et l. 22, c. 14.
164 Tratado tercero, cap. XIII.
dias que te alabasemos, y tuviese unde videris deterior? ¿Qué cosa pue
mos por justo y por bueno? ¡Ay! de ser mas fuera de razon, que que
dice S. Gregorio, que muchas rer parecer mejor, de donde pareceis
veces eso es lo que pretendemos peor? Del mal que decís de vos, que
con nuestras hipocresias y humil reis parecer bueno, y ser tenido por
dades fingidas, y lo que parece hu tal, ¿qué cosa mas indigna y mas
mildad, es soberbia grande; por fuera de razon? Y S. Ambrosio re
que muchas veces nos humillamos, prendiendo esto, dice: Multi habent
por ser alabados de los hombres, y humilitatis speciem, sed virtutem
por ser tenidos por buenos y por non habent: Multieam foris praeten
humildes. Sino, pregunto yo: ¿Pa dunt, et intus impugnant: l. 7, ep.
ra qué decis de vos lo que no que 44. Muchos tienen la apariencia
reis que crean los otros? Si lo de de la humildad, pero no tienen la
cís de corazon, y andais con ver virtud de la humildad. Muchos, que
dad, habeis de querer que los otros parece que esteriormente la buscan,
crean, y os tengan por tal; y si interiormente la contradicen.
esto no quereis, manifiestamente Es tanta nuestra soberbia, y la
mostrais que en eso no pretendeis inclinacion que tenemos á ser teni
ser humillado, sino ser tenido y es dos y estimados, que buscamos
timado. Esto es lo que dice el Sabio: mil modos, é inventamos mil tra
Est qui nequiter humiliat se, et in zas para eso. Unas veces por indi
teriora ejus plena sunt dolo: Eccl. rectas, otras por directas, siempre
c. 19, v. 23. Hay algunos que se hu procuramos llevar el agua á nues
millan fingidamente, y allá en lo tro molino. Dice S. Gregorio,
interior su corazon está lleno de (b) que es propio de los soberbios,
soberbia y engaño; porque, ¿qué cuando les parece que han habla
mayor engaño, que buscar por me do ó hecho alguna cosa bien, pre
dio de humildad ser honrado y es guntar á los que los vieron ú oye
timado de los hombres? ¿Y qué ma ron que les digan las faltas, pa
yor soberbia que pretender ser teni ra que les digan bien de ello: pa
do por humilde? Appetere de humi rece que se humillan esteriormen
litate laudem humilitatis, non est te, pidiendo que les digan las fal
virtus, sed subversio: Ber. serm. 16 tas, pero no es humildad aquella,
super Cant. Pretender alabanzas de sino soberbia: porque pretenden
la humildad, dice S. Bernardo, con aquello sacar alabanza. Otras
no es virtud de humildad, sino per veces comienza uno á decir mal
version y destruccion de ella. ¿Qué de lo que ha hecho, y dice que ha
mayor preversion puede ser, que quedado muy descontento de ello,
esa? Quid perversius, quidve indig para con aquello sacar lo que el
nius, ut inde velas videri melior, otro tiene en su pecho, y querria

(b) Greg. l. 26 mor. c. 1. Idem Bonavent. de informat. novit. c. 8.


De la virtud de la humildad. 165
que se lo escusase, y le dijese: No de haber falta ninguna en ello, y lo
fue por cierto sino muy bien di echen todo á humildad nuestra; y
cho, ó muy bien hecho, no teneis así, exagerando y diciendo mas de
razon de estar descontento. Eso es lo que es, queremos encubrir lo
lo que el otro buscaba. que es. Con mil mañas y marañas
Llamaba á esta un padre muy procuramos disfrazar y encubrir
grave y muy espiritual, humildad nuestra soberbia, so capa de humil
de garabato; porque con ese gara dad.
bato quereis sacar del otro que os Y en esto vereis de camino, dice
alabe. Acaba uno de predicar, y S. Bernardo (ubi suprà) cuan es
queda él muy contento y muy pa celente y preciosa cosa sea la hu
gado de su sermon, y pregunta al mildad, y cuan baja y afrentosa
otro que le diga las faltas: ¿Para la soberbia. Gloriosa res humilitas,
qué son esas ficciones é hipocre qua ipsa quoque superbia palliare se
sias? Que no pensais vos que ha ha appetit, ne vilescat: Mirad cuan al
bido faltas. No pretendeis, sino que ta y gloriosa cosa es la humildad,
0s digan bien del sermon, y que pues la misma soberbia se quiere
concuerden con vuestro parecer, y valer de ella, y cubrir con ella.
eso oís de buena gana; y si acaso Y mirad cuan baja y vergonzosa
el otro con llaneza os dice alguna cosa es la soberbia, pues no se atre
falta, no gustais de ello, antes la de ve á parecer descubierta la cara, si
fendeis, y aun algunas veces acon no disfrazada y cubierta con velo
tece, que juzgais al que os notó la de humildad. Que quedaríadeis vos
falta de no tan buen entendimien corrido y afrentado, si el otro en
to, y que no tiene buen voto en tendiese que pretendeis y deseais
aquella materia, porque tuvo por ser estimado y alabado: Porque os
falta lo que vos tuvisteis por acer tendrian por soberbio, que es el mas
tado. Todo es soberbia y estima bajo puesto en que podeis ser teni
cion, y eso pretendeis sacar con do, y por eso procurais encubrir
humildades fingidas. Otras veces vuestra soberbia con muestras de hu
cuando no podemos encubrir nues mildad, ¿Pues por qué quereis ser lo
tra falta, la confesamos llanamen que teneis vergüenza de parecer? Si
te, para que ya que perdímos honra quedarais avergonzado y corrido
con la falta, la ganemos con aque de que los otros entendiesen, que
lla confesion humílde. Otras veces, vos quereis ser alabado y estimado,
dice S. Bernardo, de grad. humi ¿por que vos no os avergonzais de
lit. c. 9, exageramos nosotros nues quererlo? Pues el mal en esto está, en
tras faltas, y decimos aun mas de lo quererlo vos, no en que los otros en
que es; para que viendo los otros, que tienden que lo quereis. Y si teneis
no es posible ni creible, ser tanto vergüenza que los hombres entien
como aquello, piensen que no debió dan eso, ¿por que nº. la teneis de
1.1
166 Tratado tercero, cap. XIII.
Dios, que lo entiende y vé? Im gura, y os holgais de oir esas eo
perfectum meum viderunt oculi tui. sas, cuando se ofrece la ocasion,
Psal. 1 38, 1 6. esa es verdadera humildad.
Todo esto nos viene de no estar
bien fundados en el primer grado CAPÍTULO XIV.
de humildad, y asi estamos tan le
jos del segundo. Es menester que De algunos grados y escalones por
tomemos este negocio de sus prin donde habemos de subir á la per
cipios: primero conviene que co feccion de este segundo grado
nozcamos nuestra miseria y nues de humildad.
tra nada, y del profundo conoci
miento propio ha de nacer en no Por ser este segundo grado de
sotros un sentir muy bajamente de humildad de lo mas práctico y
nosotros mismos, y despreciarnos dificultoso que hay en el ejercicio
y tenernos en poco, que es el pri de esta virtud, (a) dividirémosle
mer grado de humildad. Y de aí como le dividen algunos Santos, y
habemos de subir á este segundo. De harémos de él cuatro grados ó es
Inanera que no basta que vos os calones, para que así poco á poco,
tengais en poco, no basta que vos y como por sus pasos contados
digais mal de vos, aunque lo di vamos subiendo á la perfeccion de
gais de verdad y de corazon, y lo la humildad, que este grado nos
sintais asi: sino habeis de procurar pide. El primer escalon es no de
llegar á holgaros que los otros sear ser honrado y estimado de
tambien sientan de vos eso mis los hombres; antes huir de todo lo
mo que vos sentís y decís, y os que dice honra y estimacion. Lle
desprecien y tengan en poco. Dice nos tenemos todos los libros de
S. Juan Clímaco: cap. de vanag. ejemplos de Santos, que estaban
No es humilde el que se abate, y tan lejos de desear ser tenidos y
dice mal de sí; porque, ¿quién hay estimados del mundo, que huian
que no se sufra á sí mismo ? Sino de las honras y dignidades, y de
aquel es humilde, que con paz todas las ocasiones que les podian
huelga ser despreciado y maltra acarrear estimacion delante de los
tado de otros. Bueno es que uno hombres, como de un enemigo ca
diga siempre mal de sí, que es un pital. De esto nos dió primero
soberbio, perezoso, impaciente, ne ejemplo Cristo nuestro Redentor
gligente y descuidado : pero mejor y Maestro, Joan. c. 6, v. 16, que
seria que guardase eso para cuan huyó cuando entendió que querian
do otro se lo dice. Si vos deseais venir á elegirle por Rey, despues
que los otros sientan eso mismo, y de aquel famoso milagro de haber
os tengan en esa posicion y fi hartado á cinco mil hombres con

(a) Ansel. l. de similit.


De la virtud de la humildad. 167
cinco panes y dos peces; no tenien podia ser vencido. Pero Hércules
do él peligro alguno en algun es cayendo en la cuenta, levantóle en
tado, por alto que fuese, sino por alto, y así le cortó la cabeza. Eso,
darnos ejemplo. Y por la misma dice Gerson, pretende el demonio
razon cuando manifestó la gloria con las alabanzas, honras y esti
de su sacratísimo cuerpo á sus tres macion del mundo, levantarnos en
discipulos en su admirable Transfi alto para degollarnos y hacernos
guracion, Matth. c. 9, v. 2o, Marcí dar mayor caida: y por esto el
c. 7, y, 35, les mandó que no lo di verdadero humilde se echa en la
jesen á nadie, hasta despues de su tierra de su propio conocimiento,
muerte y gloriosa Resurreccion: y y teme y huye tanto ser levanta
dando vista á los ciegos, y hacien do y estimado.
do otros milagros, les encargaba El segundo escalon, dice S. An
el secreto, todo para darnos á no selmo, que es: Ut patiatur comtemp
sotros ejemplo, que huyamos de la tibiliter se tractari: Sufrir con pa
honra y estimacion de los hom ciencia ser despreciado de otros:
bres, y por el grande peligro que que cuando se os ofreciere alguna
en ello hay de desvanecernos y per ocasion, que parezca que es menos
dernos. cabo y desprecio vuestro, la lle
En las crónicas de la Orden veis bien. Ahora no tratamos, que
del bienaventurado san Francisco, deseeis injurias y afrentas, y que
p. 1, l. 7, c. 6, se cuenta, que oyen
las andeis á buscar, y os holgueis
do fray Gil contar la caida de y regocijeis en ellas. De eso trata
fray Elías que habia sido Ministro rémos despues que es cosa mas al
General, y gran letrado, y entonces ta y mas perfecta. Lo que decimos
era apostata y descomulgado, por es, que á lo menos cuando se ofre
que se fue para el emperador Fe ciere la ocasion de alguna cosa que
derico Segundo, rebelde á la Igle toque á vuestro desprecio, la lle
sia; echóse fray Gil en tierra, veis con paciencia, sino podeis con
oyendo estas cosas, y apretabase alegría, conforme á aquello del Sa
fuertemente con ella. Y pregunta. bio: Omne quod tibi applicitum fue
do, ¿porque hacia aquello? Respon rit, accipe, et in dolore sustine, et
dió: quiero descender cuanto pu in humilitate tua patientiam habe:
diere, porque aquel cayó por subir Eccl. c. 2, v. 4. Todo lo que se te ofre
mucho. Gerson (b) trae á este pro ciere, aunque sea muy contrario al
pósito aquello que fingen los poe gusto y á la sensualidad, recibelo
las de Anteo gigante, hijo de la muy bien, y aunque te duela, sufre
tierra, que peleando con Hércules, lo con humildad y paciencia. Este
cada vez que se echaba en la tierra es un medio muy grande para al
cobraba nuevas fuerzas, y asi no canzar la humildad y para conser
(b) Gerson. ser. de humilit. in Cana Domini.
168 Tratado tercero, cap. XIV.
varla: porque asi como la honra alguno os manda con imperio y
y estimacion de los hombres, es resolucion : mirad como lo tomais
ocasion para ensoberbecernos y cuando os avisan ó reprenden
desvanecernos, y por eso huian alguna falta: mirad lo que sentís
tanto de ella los Santos; asi todo lo cnando os parece que el superior
que es en nuestro desprecio y de no hace mucha confianza de vos,
sestima, es muy grande medio pa sino que antes anda con recato. Di
ra alcanzar la humildad, y conser ce S. Doroteo: Cualquier oca
varnos y crecer en ella. Decia S. sion de estas que se ofreciere, re
Laurencio Justiniano, que la hu cibidla como remedio y medicina
mildad es semejante al arroyo ó para curar y sanar vuestra sober
corriente, que en el invierno lleva bia, y rogad á Dios por el que os
grande avenida, y en el verano pe ofrece esa ocasion, como por me
queña. Asi la humildad con la dico de vuestra alma, y persuadíos
prosperidad desmedra, y con la ad que el que aborrece estas cosas,
versidad crece. aborrece la humildad. .
Muchas son las ocasiones que de El tercero escalon que habemos
esto se nos ofrecen cada dia, y de subir es no holgarnos ni to
grande ejercicio de humildad po mar contentamiento cuando somos
driamos traer, si anduviesemos con alabados y estimados de los hom
atencion y cuidado de aprove bres: esto es mas dificultoso que lo
charnos de ellas. Dice muy bien pasado, dice S. Agustin: Et si cui
aquel Santo: (c)* Lo que agrada á quam facile est laude carrere, dum
los otros, irá delante: lo que á tí denegatur; dificile estea non de
contenta, no se hará: lo que dicen lectari cum offertur: (d) Aunque es
los otros, será oido: lo que dices tú, facil cosa carecer de alabanzas, y
será contado por nada: pedirán los no se nos da nada de no ser alaba
otros, y recibirán; tú pedirás, y no dos ni honrados cuando esto no se
alcanzarás. Otros serán muy gran ofrece; pero no holgarse uno cuan
des en la boca de los hombres, de do le alaban y estiman, y no to
tí no se hará cuenta: á los otros mar contentamiento en eso, es muy
encargarán los negocios, tú serás dificultoso. S. Gregorio, líb. 22
tenido por inútil. Por esto entris moral. c. 6, trata muy bien este pun
tecerse ha la naturaleza, mas será to, sobre aquellas palabras de Job,
gran cosa si lo sufrieres callando. * c. 31, v. 26, et 27: Si vidi solem cum
Cada uno entre en cuenta consigo, fulgeret, et lunam incedentem cla
y vaya discurriendo en particular rè, et la tatum est in abscondito cor
por las ocasiones que se pueden y meum: Si ví al sol cuando resplan
suelen ofrecer, vea como le va decia, y la luna cuando andaba
en ellas. Mirad como os va cuando claramente, se alegró allá dentro
(c) Thom. de Kempis. (d) Augus, epist. 64 ad Aurel, Episcop.
De la virtud de la humildad. 16g
mi corazon. Dice S. Gregorio, bre su premio y galardon en aque
que esto dice Job, porque no se llas alabanzas, y le digan despues:
holgaba, ni tomaba vano contenta Recepisti bona in vitatua: Luc. c.
miento en las alabanzas y estima 16, v. 25. Ya recibiste en tu vida
cion de los hombres, que eso es el premio de tus obras.
mirar al sol cuando resplandece, y De manera que de lo que los
á la luna cuando está con gran soberbios toman ocasion para en
claridad, mirar uno la buena fama greirse y desvanecerse, que es de
y opinion que tiene acerca de los las alabanzas de los hombres, de
hombres y sus alabanzas, y hol eso toman los humildes ocasion pa
garse y contentarse de eso. Pues ra confundirse y humillarse mas:
dice, que esta diferencia hay entre y eso es, dice S. Gregorio, lib.
los soberbios y los humildes, que 22 moral. c. 9, lo que dice el Sabio:
los soberbios huelganse cuando los Quomodo probatur in conflatorio ar
alaban, y aunque sea mentira el bien gentum, et in fornace aurum, sic
que dicen de ellos, se huelgan; por probatur homo ore laudantis: Prov.
que no tienen cuenta con lo que son c. 21, v. 21. Asi como la plata se prue
verdaderamente en sí, y delante de ba en el lugar donde es fundida, y
Dios; solo pretenden ser tenidos y el oro en el crisol, asi es probado
estimados de los hombres, y asi se el hombre en la boca de quien le
alegran y engrien con eso, como alaba. La plata, ó el oro, si es ma
quien ha alcanzado el fin que pre lo, en el fuego se consume: mas si
tendia: empero el verdadero humil es bueno, en el fuego se clarifica
de de corazon, cuando ve que le ala y purifica mas. Pues así, dice el
ban y estiman, y dicen bien de él, Sabio, se prueba el hombre con
entonces se encoge y se confunde las alabanzas: porque el que euan
mas, conforme aquello del Profeta: do es alabado y estimado se en
Psal. 87, 16. Exaltatus autem hu salza y envanece con las alabanzas
miliatus sum, et conturbatus: Cuan que oye, ese es oro ó plata no bue
do me ensalzaban, entonces me hu na, sino reprobada, pues se consu
millaba yo mas, y andaba con mayor me en el crisol de la lengua; pero el
vergüenza y temor: y con razon: que oyendo alabanzas suyas, de
Cauta enim consideratione trepidat, alli toma ocasion para humillarse
ne aut de his, in quibus laudatur, y confundirse mas, es plata y oro
et non sunt, majus Dei judicium finísimo, pues no se consumió con
inveniat, aut de his in quibus lauda el fuego de las alabanzas, antes que
tur, et sunt, competens praemium per dó mas acendrado y clarificado
e dat: Gregor. Porque teme no sea con ellas, porque quedó mas humi
S mas castigado de Dios, por no te llado y confundido. Pues tomad
d ner aquello de que es alabado, ó si esta por señal de si vais aprove
Pºr Ventura lo tiene, teme no se li chando en virtud y humildad,
17o Tratado tercero, cap. XIV. "Y

pues por tal nos la da el Espíritu tenido en poco de los hombres, y


Santo. Mirad si os pesa cuando os que se huelgue con las deshonras,
alaban y estiman, ó si os holgais injurias y menosprecios. Dice S. Ber
y contentais de eso, y aí veréis si nardo : (a) Verus humilis, vilis vult
sois oro ú oropel. reputari, non humilis praedicari, et
De nuestro padre S. Francisco gaudet de contemptu sui: El ver
de Borja, lib. 4, c. 1 de su vida, lee dadero humilde desea ser tenido
mos, que ninguna cosa le daba de los otros en poco, no por hu
tanta pena , como cuando se veia milde, sino por vil, y gozase en
honrado por santo ó por siervo de eso. Este es el segundo grado de hu
Dios. Y preguntando una vez, ¿por mildad, y en esto consiste la per
qué se afligia tanto de ello, pues él feccion de él. Y por eso, dice, (b) se
no lo deseaba ni procuraba? Res compara la humildad al nardo,
pondió: que temía la cuenta que yerba pequeña y odorífera, con
habia de dar á Dios por ello, siendo forme á aquello de los Cantáres, c.
él tan otro del que se pensaba; que I, v. II. Nardus mea dedit odorem
es lo que deciamos de S. Grego suum; porque entonces se estiende
rio. Asi nosotros habemos de estar y esparce el olor de este nardo de la
tan fundados en nuestro propio humildad á los demas, cuando no
conocimiento, que no basten los solo vos os teneis en poco, sino
vientos de las alabanzas y estima quereis y deseais que los demas
cion de los hombres á levantarnos tambien os desprecien y tengan en
y sacarnos de nuestra nada; an poco.
tes entonces nos habemos de con Nota S. Bernardo, (c) que hay
fundir y avergonzar mas, viendo dos maneras de humildad, una que
que son falsas aquellas alabanzas, está en el entendimiento, que es
y que no hay en nosotros aquella cuando uno mirándose á- sí mis
virtud de que nos alaban, ni somos mo, y viendo su miseria y vileza,
tales, cuales el mundo nos predi convencido de la verdad, se tiene
ca, y habiamos de ser. en poco, y se juzga por digno de
todo desprecio y deshonra. Otra
CAPITULO XV. está en la voluntad, y es cuando
uno quiere ser tenido de otros en
Del cuarto escalon, que es desear poco, y desea ser despreciado y
ser despreciados y tenidos en poco, deshonrado de todos. En Cristo
y holgarnos con ello. nuestro Redentor, dice que no hu
bo la primera humildad de entendi.
El cuarto escalon para llegar á miento, porque no podia Cristo
la perfeccion de la humildad, es tenerse á sí mismo en poco, ni por
que desee uno ser despreciado y digno de desprecio y deshonra:
(c) Bern. ser. 16 super Cant. (a) Ser, 24 super Cant. (b) Ser. 4 super Cant.
De la virtud de la humildad. 1 71
Quoniam sciebat se ipsum. Porque se carnis peccati, ad Rom. c. 8, v. 3, di
conocia él muy bien á sí mismo, y ce el Apostol S. Pablo: Envió
sabia que era verdadero Dios, é Dios á su Hijo en trage y semejan
igual al Padre: Non rapinam arbi za de un hombre pecador: no tomó
tratus est esse se aequalem Deo, sed pecado, porque no pudo caber en
semetipsum exinanivit formam servi él; pero tomó el cauterio y señal
accipiens: Ad Philip. c. 2, v. 6 et 7: de pecadores; porque quiso ser cir
Mas hubo en él la segunda humil cuncidado como pecador, y bauti
dad de corazon y de voluntad, por zado entre pecadores y publica
que por el grande amor que nos tu nos, como si fuera uno de ellos, ser
vo, quiso abatirse y desautorizar tenido en menos que Barrabás, y
se, y parecer vil y despreciado de ser juzgado por peor y por mas
lante de los hombres. Y así dice él: indigno de la vida que él.
Discite á me, quia mitis sum, et hu Finalmente era tan grande el de
milis corde: Math. c. 1, v. 29. Apren seo que tenia de padecer afrentas,
ded de mí, que soy manso y humil escarnios y vituperios por nuestro
de de corazon y de voluntad. Em amor, que le parecia que se tarda
pero en nosotros, dice S. Bernar ba mucho aquella hora, en la cual
do, ha de haber ambas humildades, embriagado de amor habia de que
porque la primera sin la segunda es dar desnudo, como otro Noé, para
falsa y engañosa. Querer parecer ser escarnecido de los hombres: Bap
y ser tenido por otro de lo que ver tismo habeo baptizari, et quomodo
daderamente sois, falsedad y enga coarctor usque dum perficiatur. Luc.
ño es. El que verdaderamente es cap. 12, v. 25. Con bautismo, dice,
humilde, y de veras siente baja tengo de ser bautizado, con bautis
mente de sí, y se desprecia él á sí mo de sangre, y cómo vivo en es
mismo y se tiene en poco, hase de trechura, hasta que se ponga por
holgar tambien que los otros le des obra! Desiderio desideravi hoc Pas
precien y tengan en poco. cha manducare vobiscum. Luc. 22,
Esto es lo que habemos de apren v. 1 5. Con deseo he deseado que se
der de Cristo. Mirad cuan de co llegue ya esta hora, en la cual no
razon, y con cuan gran deseo y se verán sino escarnios y vitupe
voluntad abrazó él los desprecios rios nunca vistos, bofetadas y pes
y deshonras por nuestro amor, que cozones como á esclavo, esculpirle
no se contentó con abatirse y apo su cara como á blasfemo, y vestir
carse, haciéndose hombre, y to le de blanco como á loco, y de
mando forma y hábito de siervo, púrpura como á Rey fingido: y so
el que es Señor de los cielos y de bre todo los azotes, que es castigo
la tierra, sino que quiso tomar for de ladrones y malechores, y el
ma y hábito de pecador: Deus Fi tormento de la Cruz en compañía
lium suum mittens in similitudinem de ladrones, que en aquel tiempo
172 Tratado tercero, cap. XV.
era el mas vergonzoso é ignomi nes y angustias por Cristo. Y es
nioso linage de muerte que habia en cribiendo á los filipenses, c. 1, v.7,
el mundo. Esto es lo que con gran tratando de su prision, les pide que
deseo estaba deseando Cristo nues le sean compañeros en la alegría
tro Redentor: Improperium expec que tenia, por verse preso en aque
tavit cor meum, et miseriam, Psal. lla cadena por Cristo. Tenia tan
68, 23, dice el Profeta en su nom ta abundancia de gozo en las per
bre: Estaba esperando improperios secuciones y trabajos que padecia,
y afrentas, como quien espera una que podia repartir alegria á los
cosa muy agradable y de que gus compañeros, y asi los convidaba
ta mucho, que de esas cosas es la á que participasen de su alegría.
esperanza como el temor de las Esta es la leche que mamaron á
que dan pena y tristeza. Y el pro los pechos de Cristo los sagrados
feta Jeremias, c. 3, v. 3o, dice: Satu Apóstoles; y asi leemos de ellos: Et
rabitur oprobriis: Estaba deseando illiquidem ibant gaudentes à conspe
esta hora para hartarse de opro ctu concilii, quoniam digni habiti
bios, escarnios y afrentas, como sunt pro nomine Jesu contumeliam
de cosa que él tenia grande ham pati: Act. c. 5, v. 41. Que iban gozo
bre, y de que gustaba mucho y sos y regocijados, cuando los llevaban
le era muy sabrosa por nuestro presos delante de los Presidentes, y
3II10”. Sinagogas, y tenian por gran rega
Pues si el Hijo de Dios deseó lo y merced de Dios ser dignos de
con tan gran deseo los desprecios padecer afrentas é injurias por el
y deshonras, y las recibió con tan nombre de Cristo. Esto imitaron
grande gusto y contento por nues despues los Santos, como un S.
tro amor, no siendo digno de ellas, Ignacio que cuando le llevaban á
no será mucho que nosotros sien martirizar á Roma, con muchos
do dignos de todo desprecio y denuestos é injurias iba con gran
deshonra, deseemos por su amor de alegría, y decia: Nunc incipio
ser tenidos siquiera en lo que so Christiesse discipulus: Ahora comien
mos, y que nos holguemos con las zo á ser discípulo de Cristo. Esto
deshonras y menosprecios que me quiere nuestro santo Padre que
recemos, como lo hacia el Apostol imitemos nosotros, y nos lo encar
S. Pablo, cuando decia: Propter ga con palabras de grande encare
quod placeat mihi in infirmitatibus cimiento y ponderacion. * Los
meis, in contumeliis, in necessitati que entraren y viven en la Com
bus, in persecutionibus, in angustiis pañía, han, dice, (d) de advertir
pro Christo: Por lo cual me huelgo y ponderar delante de nuestro
en las enfermedades, en las injurias, Criador y Señor en cuanto gra
afrentas, necesidades, persecucio do ayuda y aprovecha á la vida

(d) Cap. 4 exam. S 44, et reg. II summ.


De la virtud de la humildad. I 73
espiritual, aborrecer en todo y no nombre, sino en sus deshonras y
en parte cuanto el mundo ama y menosprecios, y nos vistamos de su
abraza; y admitir y desear con librea, siendo afrentados y despre
todas las fuerzas posibles cuanto ciados del mundo con él, y por él,
Cristo nuestro Señor ha amado y y alegrándonos y regocijándonos
abrazado; y como los mundanos en eso por su amor. Vos, Señor,
que siguen el mundo, aman y bus fuisteis pregonado públicamente por
can con tantas diligencias, honras, malo, puesto entre dos ladrones co
fama y estimacion de mucho nom mo malhechor, no permitais que yo
bre en el mundo, como el mundo sea pregonado por bueno, que no es
les enseña; así los que van en espi razon que el siervo sea tenido en
ritu, y siguen de veras á Cristo mas que el señor ni el discípulo en
nuestro Señor, aman y desean in mas que su maestro. Matth. c. 9,
tensamente todo lo contrario: es á v. 24. Pues si á vos, Señor, os per
saber, vestirse de la misma vestidu siguieron y menospreciaron, per
ra y librea de su Señor, por su di síganme á mí, desprecíenme, afrén
vino amor y reverencia: tanto, que tenme, para que así os imite á vos,
donde á su divina Magestad no le y parezca discípulo y compañero
fuese ofensa alguna, ni al prójimo VueStrO.
imputado á pecado, deseen pasar Decia el padre S. Francisco Ja
injurias, falsos testimonios y afren vier, l. 2, c. 3 de su vida, que
tas, y ser tenidos y estimados por tenia él por cosa indigna que un
locos no dando ellos ocasion algu hombre cristiano, que ha de traer
na de ello, por desear parecer é siempre en la memoria las afrentas
imitar en alguna manera á nuestro que hicieron á Cristo nuestro Se
Criador y Señor Jesucristo. ñor, guste de que los hombres le
En esta regla está cifrado todo honren y veneren.
lo que podemos decir de la humil
dad: esto es haber dejado y abor CAPÍTULO XVI.
recido de veras el mundo, lo mas
fino de él, que es el apetito y deseo Que la perfeccion de la humildad y
de ser tenidos y estimados. Esto es de las demas virtudes, está en hacer
estar muertos al mundo, y ser de sus actos con deleite y gusto: y
veras Religiosos: que como los del cuanto importa esto para per
mundo desean honra y estimacion, severar en la virtud.
y se huelgan con ella; así nosotros
deseemos deshonras y menospre Doctrina es comun de los Filó
cios, y nos holguemos con ellos. sofos, que la perfeccion de la
Esto es ser de la Compañia de Je virtud consiste en hacer los actos de
sus, y compañeros de Jesus: que le ella con deleite y gusto: porque
hagamos compañia, no solo en el tratando de las señales por donde
74 Tratado tercero, cap. XVI.
se conoce si uno ha alcanzado el de eso para tañer bien. Y así dijo
hábito de la virtud, dicen que son, allá Aristóteles: (a) Ars perfecta non
cuando obra las obras de aquella deliberat, tam sibi facilis est actus
virtud, prompte, faciliter, et delec suus. El que tiene adquirido per
tabiliter, con prontitud, facilidad fectamente el hábito de algun arte,
y deleite: el que tiene adquirido esle tan fácil el obrar los actos de
hábito de algun arte ó ciencia, ella, que no ha menester ponerse á
obra con grandísima prontitud y pensar ni á deliberar como los ha
facilidad las obras de ella. Y así ve de hacer para hacerlos bien. Y así
mos, que el que es músico, como vienen á decir los Filósofos, que de
tiene ya adquirido el hábito de la los actos repentinos é indelibera
música, tañe con grandísima faci dos, se conoce la virtud de uno: In
lidad y prontitud, y no ha me repentinis secundum habitum opera
nester prevenirse ni estar pensan mur. No se conoce la virtud en las
do en eso, que aun pensando en cosas que uno hace muy de pensado,
otras cosas tañe muy bien. Pues de sino en los actos que hace descuida
la misma manera obra los actos de damente.
la virtud el que tiene adquirido Y aun mas que esto dicen los Fi
hábito de ella. Y así, si quereis ver lósofos. Plutarco, (b) tratando co
si habeis adquirido la virtud de la mo se conocerá cnando uno ha al
humildad, mirad lo primero, si canzado la virtud, pone doce seña
obrais las obras de ella con pronti les, y una de ellas que nos la de
tud y facilidad; porque si sentis re jó, dice, escrita aquel gran filóso
pugnancia y dificultad en las oca fo llamado Zenon, es por los sue
siones que se os ofrecen, es señal ños: si aun en sueños, cuando estais
que no habeis alcanzado perfecta durmiendo, no os vienen movi
mente la virtud. Y si para llevarlas mientos malos, ni imaginaciones
bien habeis menester prevenciones torpes y deshonestas, ó cuando os
y consideraciones, buen camino vienen no tomais gusto ni conten
es ese para alcanzar la perfeccion tamiento ninguno en ellas, sino
de esta virtud; pero al fin es señal antes pena, y estais resistiendo á la
que aun no la habeis alcanzado. Co tentacion y á la delectacion entre
mo el que para tañer ha menester sueños, como si estuviéradeis des
ir pensando donde ha de poner este pierto, esa es señal de estar la vir
dedo, donde este otro, y acordán tud muy arraigada en vuestra al
dose de las reglas que le han dado, ma, y que no solamente la volun
bien va para aprender á tañer; pero tad está sujeta á la razon, sino tam
es señal, que aun no ha adquirido bien la sensualidad é imaginacion:
el hábito de la música, porque ese así como cuando los caballos que
no ha menester acordarse de nada llevan un coche, estan bien doma

(a) Aristot. 3 Ethicorum, c. 8. (b) Plutar. l. de profectu morum.


De la virtud de la humildad. 175
dos y amaestrados en aquello: fos, y dicen que la tercera condi
aunque el cochero que los rige aflo cion ó señal en que se conoce
je las riendas, y se vaya durmien cuando uno ha adquirido y alcan
do, ellos se van su camino derecho zado perfectamente la virtud, es
sin errar. Así, dice este Filósofo, los cuando obra las obras de aquella
que han alcanzado perfectamente virtud, dilectabiliter: con deleite
la virtud, y han ya domado y su y con gusto. Esta es la principal
jetado del todo los afectos y ape señal, y en lo que consiste la per
titos brutales, aun durmiendo van feccion de la virtud. Pues si que
su camino derecho. S. Agustin nos reis ver si habeis alcanzado la per
enseña tambien esta doctrina : (c) feccion de la virtud de la humil
Domine memores mandatorum tuo dad, examináos por la regla que
rum, etiam in somnis resistimus. pusimos en el capítulo pasado, mi
Tienen algunos siervos de Dios tan rad si os holgais tanto con la afren
to amor y aficion á la virtud, y á ta y deshonra, como se huelgan
la guarda de los mandamientos de los mundanos con la honra y esti
II la CIOIl e
Dios, y tanto aborrecimiento al vi
cio, y estan tan hechos y acostum Fuera de ser esto menester para
brados á resistir en vela á las tenta llegar á la perfeccion de cualquier
ciones, que aun en sueños tambien virtud, hay en ello otra cosa de mu
las resisten. cha sustancia, que es ser muy im
Del padre S. Francisco Javier portante para durar y perseverar
leemos en su vida, l. 6, c. 6, que en en ella. Porque mientras no llega
una tentacion ó ilusion que tuvo remos á hacer las cosas virtuosas
durmiendo, hizo tanta fuerza para con gusto y alegria, será cosa muy
resistirla, que con la fuerza echó dificultosa el perseverar en la vir
tres ó cuatro bocanadas de sangre. tud. S. Doroteo dice, que esta era
De esta manera declaran algunos doctrina comun de aquellos padres
aquello de S. Pablo: Sive vigile antigüos: (d) Solebant patres, et ma
mus, sive dormiamus, simul cum jores nostri firmiter asserere, quid
illo vivamus. 1 ad Thes. c. 5, v. quid animus alacriter non admittit
lo: que quiere decir, no solo que diuturnum esse non posse: Solian de
viviendo y durmiendo siempre vi cir aquellos padres antigüos, y te
Vamos con Cristo, que es la co nian esta por una verdad muy ave
mun esposicion; sino que los fer riguada y cierta, que lo que no se
Vorosos siervos de Dios, siempre hace con gozo y alegria, no puede
han de vivir con Cristo, no sola durar mucho tiempo. Bien podrá
mente velando, sino tambien dur ser que por alguna temporada guar
miendo y soñando. deis el silencio, y andeis con mo
Pasan mas adelante los Filóso destia y recogimiento; pero hasta

(c) August. l. 12 super Gen. ad lit. c. 15. (d) Doroth. 1, serm. 1o.
176 Tratado tercero, cap. XVI.
que eso salga de lo interior del co tanto la honra y estimacion, que
razon, y con la buena costumbre para ser mas honrados y estimados
se os haga como connatural, y así de los hombres, muchas veces fin
lo vengais á hacer con suavidad y gen y dan á entender lo que no
gusto, no perseverareis mucho en tienen, como mas nobleza, ó mas
ello, porque será como cosa posti riqueza, ó mas habilidades y par
za y violenta: Et nullum violen tes de las que tienen, así es altisi
tum perpetuum. Por esto importa ma humildad, que llegue uno à,
mucho ejercitarnos en los actos de tener tanto deseo de ser desprecia
las virtudes, hasta que la virtud se do y tenido en poco, que para al-s
nos vaya embebiendo y arraigan canzar esto, procure en casos fin
do en el corazon, de tal manera gir y dar á entender algunas faltas
que parezca que ella se cae de suyo, que no tenga, para que así sea te
y que aquel es nuestro natural, y nido en menos. Tenemos, dice, de
así vengamos á obrar las obras de la esto ejemplo en aquel padre Si
virtud con gusto y alegria. Por meon, que oyendo que el Adelan
que de esa manera podremos tener tado de la Provincia le venia á vi
alguna seguridad de que durare sitar, como á varon famoso y
mos y perseveraremos en ella. Es santo, tomó en las manos un peda
to es lo que dice el Profeta: Ps. 1, zo de pan y queso, y asentado á la
2. Sed in lege Domini voluntas puerta de su celda comenzó á co
ejus; dice otra letra: Sed in lege mer de aquello á manera de tonto:
Domini voluptas ejus: Bienaventu y visto esto, el Adelantado le des
rado el varon que todo su conten preció: de lo cual quedó él muy
to y todo su gozo y regocijo es contento, porque alcanzó lo que
en la ley del Señor, y esos son sus pretendia. Y de otros Santos lee
deleites y entretenimientos; por mos ejemplos semejantes: como
que ese dará fruto de buenas obras, de S. Francisco, (b) cuando se
como árbol plantado cerca de las puso á amasar el barro con los
corrientes de las aguas. pies, por huír la honra y recibi
miento que le querian hacer. Y de
CAPÍTULO XVII. fray Junipero, cuando se puso á
columpiar con los muchachos, por
Declarase mas la perfeccion á que el mismo fin. Miraban estos san
habemos de procurar subir en este tos, que el mundo despreció al Hi
segundo grado de humildad. jo de Dios, que es sumo é infinito
bien, y viendo que el mundo es tan
San Juan Climaco (a) añade mentiroso y falso, que fué enga
otro punto á lo dicho, y dice, ñado en no conocer una tan clarísi
que así como los soberbios aman ma luz, como era el Hijo de Dios,
(a) Clim. c. 25 de humil (b) 1 p, l. 1, c. 72 de la Cron, de S. Franciscº.
De la virtud de la humildad. 177
y en no honrar á lo que era verda humildad hay de perfectos, y es
derísima honra; toman tanto ódio cuando el Señor comunica á uno
y aborrecimiento con el mundo y tanta luz y conocimiento de sí
su estimacion, que reprueban aque mismo, que le parece que ya no se
llo que el mundo aprueba; y aque puede ensoberbecer, ni parece que
llo aprecian y aman, que el mundo le pueden venir movimientos de so
aborrece y desprecia; y asi huyen berbia y elacion: Tunc anima ve
con mucho cuidado de ser aprecia lut naturalem habet humilitatem:
s
dos y estimados de quien despreció Entonces tiene el ánima una hu
á su Dios y Señor: y tienen por mildad como natural, que aunque
grande señal de ser amados de obra grandes cosas, no se levanta
Cristo, el ser despreciados del nada por eso, ni se tiene en mas,
mundo con él y por él. Esta es la sino entes se tiene por menor de to
causa por que gustaban tanto los dos. Y entre estas dos maneras de
Santos de los oprobios, afrentas y humildad hay, dice, esta diferen
deshonras del mundo, y hacian cia, que la primera comunmente
tantos ensayos para alcanzar este está con dolor, y con alguna triste
desprecio. Verdad es, dice S. Juan za y pena, al fin como gente que
Clímaco, que muchas cosas de es no ha alcanzado perfecta victoria
tas fueron hechas por particular de sí mismos, sino que todavía
instinto del Espíritu Santo, y asi siente en sí alguna contradiccion,
mas son para admirarnos de ellas, que esa es la que causa la pena y
que para imitarlas. Empero aun tristeza, cuando se ofrece la oca
que no lleguemos á hacer con efec sion de la humillacion y desesti
to aquellas locuras santas que ha ma. Y lo que hace, que aunque la
cian los Santos, habemos de procu lleve con paciencia, no la lleve con
rar imitarlos en el amor y deseo alegria; porque todavia hay allá
grande que tenian de ser desprecia dentro quien haga alguna resisten
dos y tenidos en poco. cia, por no estar acabadas de ven
S. Didaco pasa adelante, y dice, cer las pasiones. Pero la segunda
que hay dos maneras de humildad: humildad no está con pena ni do
Una mediocrum, altera perfecto lor ninguno, sino antes con mucha
rum: Didac. l. de perfect. spirit. alegria se está uno en aquella con
c. 95. La primera es de los media fusion y vergüenza delante del Se
nos que van aprovechando, pero ñor, y en aquella desestima y des
estan todavia en pelea, y son com precio de sí mismo, como quien
batidos de pensamientos de sober no tiene ya quien le haga resisten
bia y de malos movimientos, aun cia, y por haber vencido y sujetado
que procuran con la gracia del Se las pasiones y vicios contrarios,
ñor, resistirlos y desecharlos, hu y alcanzado perfecta victoria de sí
millándose y confundiéndose. Otra mismo. Y de aí es tambien, dice
TOMO II. I 2
178 Tratado tercero, cap. XVII.
el Santo, que los que tienen la pri damos de él: Discite à me, quia mi
mera humildad, se turban y mu tis sum, et humilis corde: Matth.
dan con las adversidades y prospe c. 1 1, v. 29. Y el Apóstol S. Pedro
ridades, y diversos sucesos de esta dice, que nos dió ejemplo para que
vida; pero á los que tienen la se le imitemos: Christus passus est pro
gunda humildad, ni las cosas ad nobis, vobis relinquens exemplum, ut
versas les turban, ni las prósperas sequamini vestigia ejus. 1 Petr. c. 2,
les desvanecen, ni engrien, ni cau v. 21. S. Gerónimo sobre aquellas
san en ellos vano contentamiento; palabras de Cristo: (e) Si vis per
sino siempre permanecen en un sér, fectus esse, dice, que de estas palabras
y gozan de grande paz y tranqui se colige manifiestamente, que está
lidad, como gente que ha alcanza en nuestra mano ser perfectos, pues
do la perfeccion, y es superior á Cristo dice: Si quereis: Quia si di
todos esos sucesos. Al que desea aceris vires non suppetunt, qui inspec
ser tenido en poco, y se huelga con tor est cordis ipse intelligit: Prov.
eso, no hay cosa que le inquiete ni 12. Porque si dijéredeis, no tengo
le dé pena; porque si lo que le po fuerzas, bien sabe Dios nuestra fla
dia dar alguna, que es ser olvida queza; y con todo eso dice que po
do y desestimado, eso desea él, y dreis, si quereis; porque él está á
ese es su gusto y contento: ¿qué le punto para ayudarnos, si nosotros
podrá inquietar ni dar pena? Si en queremos, y con su ayuda todo lo
aquello en que los hombres parece podrémos. VióJacob una escala, dice
que le podian hacer guerra, siente el Santo, que llegaba desde la tierra
él mucha paz, nadie le podrá qui al cielo, y que subian por ella Ange
tar su paz. Y asi dice S. Crisósto les, y bajaban; y al fin de la escala
mo, (c) que este tal ha hallado pa en lo alto de ella estaba sentado el
raíso y bienaventuranza en la tierra: todo poderoso Dios, para dar la
Anima autem, quae sic se habet, quid mano á los que subian, y para ani
potest esse beatius? Quicumque talis marlos al trabajo de la subida con
est, is in portu continuó sedet ab su presencia. Pues procurad vos su
omni tempestate liber, et oblectatur bir por esta escala, y por estos gra
in serenitate cogitationum. dos que habemos dicho, que él os
Pues á esta perfeccion de humil dará la mano para que llegueis hasta
dad habemos de procurar llegar: y el último escalon. Al caminante que
no se nos haga esto imposible, por vé de lejos algun puerto muy al
que con la gracia de Dios, dice to, parécele imposible la subida;
S. Agustin, (d) no solamente á los mas cuando llega cerca, y vé el
Santos, sino al Señor de los Santos camino hollado, hácesele muy fá
podemos imitar, si queremos; por cil.
que el mismo Señor dice, que apren
(e) Chrys.h. 9 sup. Gen. (d) Aug, ser. 47 de Sanct. (e) Hier. Matt. 19,v. 21.
De la virtud de la humildad. 179
3, el postrero de los hombres; y
CAPITULO XVIII. como dice el Real profeta David,
Psal. 2 1, 7, oprobio de los hom
De algunos medios para alcanzar bres, y deshecho del mundo; sino
este segundo grado de humildad, y Sciens Jesus, quia venit hora ejus,
particularmente del ejemplo de ut transeat ex hoc mundo ad Pa
Cristo nuestro Señor. trem, cum dilexisset suos, qui erant
in mundo, in finem dilexit eos: Joan.
D. maneras de medios se sue 13, v. 1. Sabiendo Jesus, que era ya
len dar comunmente, para alcan llegada la hora en que se habia de
zar las virtudes morales: el uno partir de este mundo á su Padre, co
es de razones y consideraciones mo tuviese grande amor á los suyos,
que nos convenzan y anímen á quisoseles mostrar al fin de su vida; y
ello; el otro de ejercicio y uso de acabada la Cena, levantase de la
los actos de aquella virtud, con mesa, y quitase sus vestiduras, y ci
los cuales se alcanzan los hábitos. ñese una toalla, echa agua en una
Comenzando del primer grado de vacía, y postrase á los pies de sus
medios, una de las mas principa discipulos, y á los de Judas, y co
les y eficaces consideraciones de mienza á lavarselos con aquellas
que nos podemos ayudar para ser manos divinas, limpiarselos con
muy humildes, ó la mas principal la toalla con que estaba ceñido. O
y eficáz de todas, es el ejemplo de misterio grande ! ¿Qué es esto, Se
Cristo nuestro Redentor y Maes ñor, que haceis? Domine tu mihi la
tro: de lo cual aunque habemos di vas pedes? dice el Apóstol S. Pe
cho algo, siempre hay que decir. dro: ¿Vos, Señor, me lavais á mí
Toda la vida de Cristo fue un per los pies? No entendian los discípu
fectísimo dechado de humildad, des los lo que hacia. Quod ego facio, tu
de que nació hasta que espiró en nescis modo, scies autem postea. Res
la cruz: pero el bienaventurado ponde el Señor: Ahora no entiendes
S. Agustin pondera particular lo que hago, empero despues lo en
mente para esto el ejemplo que tenderás, yo os lo declararé. Vuel
nos dió, lavando los pies á sus dis vese á sentar á la mesa, y declárales
cípulos en el jueves de la Cena, ya el misterio muy de propósito: Vos
cercano á su pasion y muerte. No vocatis me Magister, et Domine; et
se contentó Cristo nuestro Reden bene dicitis, sum etenim. Si ergo ego
tor, dice S. Agustin, lib. de lavi pedes vestros, Dominus, et Ma
Sanct. Virg., con los ejemplos de gister, et vos debetis alter alterius
toda su vida pasada, ni con los que lavare pedes: Joan. 13, v. 13. Voso
luego habia de dar en su pasion que tros me llamais Maestro y Señor,
tan cercana estaba, donde habia de y decís bien, porque lo soy. Pues si
padecer, como dice Isaías, c. 35, v. yo siendo vuestro Maestro y Se
18o Tratado tercero, cap. XVIII.
ñor, me he humillado y os he la á aprender de vos? Que soy manso
vado los pies, vosotros habeis de y humilde de corazon. Esto es lo
hacer lo mismo unos con otros. que habeis de aprender de mí: Huc
Exemplum enim dedi vobis, ut quem cine redacti sunt omnes thesauri sa
admodum ego feci vobis, ita, et vos pientiae, et scientiae absconditi in te;
faciatis: Os he dejado ejemplo pa ut pro magno discamus à te, que
ra que aprendais de mí y hagais niam mitis es, et humilis corde? ¿En
como yo. Ese es el misterio: que eso se han resumido todos los tesoros
aprendais á humillaros, como yo de la sabiduría y ciencia del Pa
me he humillado. Es tan grande dre, escondidos en vos, que por gran
por una parte la importancia de cosa digais, que vamos á aprender
esta virtud de la humildad, y por de vos, que sois manso y humilde
otra la dificultad que hay en ella, de corazon? Ita ne magnum est esse
que no se contenta con tantos parvum, ut nisi à te, qui tam mag
ejemplos como nos habia dado, y nus es fieret, disci omnino non pos
tenia tan á la mano para darnos, si set? ¿Tan grande cosa es hacerse uno
no como quien conocia bien nues pequeño, que si vos que sois tan
tra flaqueza, y tambien habia toma grande no os hicieredes pequeño,
do el pulso á nuestro corazon, y no hubiera quien lo pudiera apren
tenia bien entendida la malicia del der? Sí dice S. Agustin, (b) tan
humor, de que pecaba nuestra do grande cosa es, y tan dificultosa hu
lencia, cargó tanto la mano en esta millarse y hacerse pequeño, que si
parte, y puso esta entre las pos el mismo Dios no se hubiera humi
treras mandas de su testamento, llado y hecho pequeño, no aca
por su última voluntad, para que báran los hombres de humillarse.
quedase mas impresa en nuestros Porque no hay cosa que tengan tan
COraZOne.S. -

metida en las entrañas, y tan en


Sobre aquellas palabras de Cris trañada en el corazon, como este
to: Aprended de mí, que soy man apetito de ser honrados y estima
so y humilde de corazon, esclama dos. Y asi todo eso fue menester
S. Agustin: (a) 0 doctrinam saluta para que seamos humildes. Tal me
rem 0 Magistrum, Dominumque dicina como esta requeria la en
mortalium, quibus mors poculo super fermedad de nuestra soberbia: á
biae propinata, atque transfussa est! tal llaga tal cura. Y si esta medi
Quid ut discamus à te venimus ad cina de haberse Dios hecho hombre
te? Matth. c. 1 1, v. 29. ¡O doctrina y humilladose tanto por nosotros,
saludable! ¡O Maestro y Señor de no cura nuestra soberbia; no sé, di
los hombres, á los cuales por la so ce S. Agustin, con que se podrá
berbia les entró la muerte! ¿Qué es, curar: Haec medicina, si superbiam
Señor, lo que quereis que vamos non curat, quid eam curet nescio. Si
(a) Aug. l. de Sanct. PVirgin. c. 34. (b) Aus Domin. 2 Quadrag. ser. 1.
De la virtud de la humildad. I8 I

ver al Señor de la Magestad tan le pega su lepra y su ponzoña: Eri


abatido y humillado, no basta pa tis sicut Dii, scientes bonum, et ma
ra que nosotros nos avergonzemos lum: Gen. c. 3, v. 5: engolosinaron
de desear ser honrados y estima se de que les dijo que serían como
dos; y nos tome gana de ser despre Dios, y quebrantaron su mandamien
ciados y abatidos con él, y por to, y quedaron semejantes al demo
él; no sé que ha de bastar. Y asi nio. Dijo el profeta Eliseo, 4 Reg.
Guerrico Abad, admirado y con c. 5, v. 27, á su criado Giezi, despues
vencido con tan grande ejemplo de que tomó los dones de Naaman le
humildad, esclama y dice lo que proso: Tomaste la hacienda de Naa
es razon que nosotros digamos, y man: pues la lepra de Naaman se
saquemos de aquí: Vicisti Domine, te pegará á tí y á todos tus descen
vicisti superbiam meam, ecce do dientes eternalmente. Este fue el
manus in vincula tua, accipe ser juicio de Dios contra el hombre,
vum sempiternum: Vencido habeis, que pues él quiso la riqueza de Lu
Señor, vencido habeis mi soberbia, cifer, que fue la culpa de su sober
atado me habeis de pies y manos bia, tambien se le pegase la lepra
eon vuestro ejemplo, yo me rindo del que fue la pena de ella. Pues
y entrego por esclavo vuestro para veis aqui tambien al hombre per
siempre. dído, y comparado con el demo
Es tambien maravilloso pensa nio, porque quiso ser semejante á
miento á este propósito aquel del Dios. ¿Qué será bueno que haga el
glorioso Bernardo. Serm. 1 de Ad Hijo de Dios, viendo á su Eterno
vent. Vió, dice, el Hijo de Dios, Padre zelar y volver asi por su hon
que dos criaturas nobles, genero ra? Ecce, inquit, ocasione mei creatu
sas y capaces de la bienaventuran ras suas Pater amittit : Veo, dice,
za, que Dios habia criado, se per que por mi ocasion pierde mi Padre
dian, por querer ser semejantes á sus criaturas: los Angeles quisieron
él: crió Dios los Angeles, y luego ser como yo, y se perdieron: el
Lucifer quiso ser semejante á Dios: hombre tambien quiso ser como yo,
In caelum conscendam: super astra y se perdió: todos tienen envidia
Dei exaltabo solium meum, sedebo in de mí, y quieren ser como yo. Pues:
monte testamenti in lateribus Aqui Ecce venio, et talem eis exhibeo
lonis, ascendam super altitudinem me ipsum, ut quisquis videre vo
nubium, similis ero Altissimo; Isai. luerit, quisquis gestierit imitari,
c. 14, v. 13; y llevó tras sí á otros; fiat ei demulatio ista in bonum: Ad
echalos Dios luego en el infierno, y vertid, yo iré en tal forma, dice el
de Angeles quedaron hechos demo Hijo de Dios, que de aqui adelante
nios: Verumtamen ad infernum de el que quisiere ser como yo, no se
traheris, ad profundum laci. Cria pierda, sino se gane. Para esto ba
Dios al hombre, y luego el demonio jó el Hijo de Dios del cielo, y se
I 2*
182 Tratado tercero, cap. XVIII.
hizo hombre. O bendita, ensalzada fundamento de todas las virtudes,
y glorificada sea tal bondad y mi atajo para alcanzarlas, medio para
sericordia, que condescendió Dios conservarlas, y que si tenemos esta,
con el apetito tan grande que te las tendremos todas, y otras cosas
niamos de ser semejantes á él, y ya semejantes; pero porque no parez
no con mentira y falsedad, como ca que lo queremos llevar todo por
el demonio dijo, sino con verdad; la via del espíritu solamente, será
ya no con soberbia y malicia, sino bien que digamos algunas razones
con mucha humildad y santidad y consideraciones humanas, que
podemos ser como Dios. son mas connaturales y propor
Y sobre aquellas palabras: Par cionadas á nuestra flaqueza, por
vulus natus est nobis, Isai. c. 9, v. 6, que asi convencidos, no solamente
dice el mismo Santo; Studeamus por via de espíritu y de perfeccion,
effici sicut iste parvulus, discamus sino de la misma razon natural,
ab eo, quia mitis est, et humilis cor nos animemos y aficionemos mas
de, ne magnus Deus sine causa fac á despreciar la honra y estimacion
tus sit homo parvulus: Bern. h. 3 del mundo, y á seguir el camino
sup. Miss. est. Pues que Dios siendo de la humildad: que todo es me
tan grande, se hizo por nosotros nester para una cosa tan dificultosa
pequeño, procuremos nosotros hu. como esta, y asi es bien que nos
millarnos y hacernos pequeños, por ayudemos de todo. Pues sea lo pri
que no sea sin fruto para nosotros, el mero: que nos pongamos á consi
haberse Dios hecho niño y peque derar y examinar muy de espacio
ño: Quia misi efficiamini sicut par y con atencion, qué cosa sea esta
vulus iste, non intrabitis in Reg opinion y estimacion de los hom
num coelorum : Porque si no os ha bres, que tanta guerra nos hace, y
ceis como este niño, no entraréis tanto nos da en que entender: vea.
en el reino de los cielos. mos el tomo y peso que tiene, pa
ra que asi lo tengamos en lo que
CAPITULO XIX. es, y nos animemos á despreciarlo,
y no andemos tan engañados co
De algunas razones y consideracio mo andamos. Dijo muy bien Sene
nes humanas, de que nos habemos ca, que hay muchas cosas que juz
de ayudar para ser humildes. gamos por grandes, no porque ten
gan en sí grandeza, sino porque es
Desde el principio de este tra tanta nuestra vileza y poquedad,
tado habemos ido diciendo otras que lo pequeño nos parece grande,
muchas razones y consideracio lo poco mucho: y trae el ejemplo
nes que nos pueden ayudar y del peso que llevan las hormigas,
animar mucho á esta virtud de la que conforme á su cuerpo nos pa
humildad, diciendo, que es raíz y rece muy grande, siendo él en sí
De la virtud de la humildad. 183
muy pequeño. Pues asi es esto de de, y no lo es, asi los soberbios,
la honra y estimacion de los hom que son tenidos y estimados de los
bres: sino pregunto yo: ¿Sois mejor hombres, parecen grandes, pero no
porque los otros os tengan en algo, lo son: porque no es grandeza
ó peor porque os tengan en me aquella, sino hinchazon. Hay unos
nos? No por cierto. Dice muy bien convalecientes ó enfermizos, que
S. Agustin: (a) Nec malam cons parece que estan gordos y buenos,
cientiam sanat praeconium laudan y no es aquella buena gordura, si
tis, nec bonam vulnerat convitian no falsa, es enfermedad ó hincha
tis oprobrium : Ni al malo le hace zon. Asi, dice S. Agustin, es el
bueno ser alabado y estimado, ni aplauso y estima del mundo; pue
al bueno le hace malo ser deshonra deos hinchar, pero no os puede ha
do y vituperado: (b) Senti de Au cer grande. Pues si es asi, como lo
gustino quidquid libet, sola me in es, que la opinion y estima de los
oculis Dei conscientia non acuset: hombres no es grandeza, sino hin
Siente tú de Agustino lo que quisie chazon y enfermedad, ¿para qué
res, lo que yo querria es, que mi andamos como camaleones, abier
conciencia no me acuse delante de tas las bocas, papando viento, para
Dios: esto es lo que hace al caso, lo con eso quedar hinchados y en
demas es vanidad, pues ni quita, ni fermos? Mejor le es á uno estar sa
pone. Esto es lo que dice aquel San no, aunque parezca enfermo, que
to. (c)* ¿Qué mejoría tiene el hom no estar enfermo y parecer sano:
bre porque otro le alabe? Cuanto asi tambien mejor es ser bueno,
cada uno es en los ojos de Dios, tan aunque sea tenido por ruín, que ser
to es y no mas, como dice el hu ruín, y ser tenido por bueno. Por
milde S. Francisco, ó por mejor que, ¿qué os aprovechará ser tenido
decir el Apostol S. Pablo: Non por virtuoso y espiritual, si no lo
enim qui seipsum commendat, ille sois? Et laudenteam in portis opera
probatus est, sed quem Deus com ejus: Prov. c. 31, v. 31. Dice S. Ge
mendat: 2 ad Cor. c. 1o, v. 18. rónimo sobre estas palabras: No
Trae S. Agustin una buena com son los vanos loores de los hom
paracion á este propósito: (d) Est bres, sino vuestras buenas obras
enim superbia, non magnitudo, sed las que os han de alabar y valer,
tumor: quod autem tumet, videtur cuando parezcais en juício delante
magnum, sed non est sanum: La so de Dios.
berbia y estimacion del mundo Cuenta S. Gregorio, l. 4 dia
no es grandeza, sino viento é hin log. c. 38, que en un monasterio de
chazon: y asi como cuando una co Iconia habia un monge, del cual
sa está bien hinchada, parece gran tenian todos mucha opinion de

(a) Aug. l. 3 contra epist. Petiliani Donatista. (b) Aug. l. unico contra
Secun. Manich. c. 1. (c) Thom. de Kempis. (d) Aug. serm. 16 de tempore.
184 Tratado tercero, cap. XIX.
santo, especialmente de muy absti decia que era causa de grandes ma.
nente y penitente. Llegándose la les, é impedia muchos bienes, y
hora de su muerte, llamó á todos asi le oían decir algunas veces con
los monges: ellos fueron muy ale grande afecto y gemídos: ¡0 opi
gres, pensando oír de él alguna co nion ! ¡ó opinion y estima de los
sa de edificacion: pero él temblan hombres, cuántos males has hecho,
do y muy angustiado, fue compe haces y harás!
lido interiormente á decirles su es
tado, y asi les declaró como esta CAPITULO XX.
ba condenado por haber sido toda
su vida hipocresía, porque cuando De otras razones humanas que nos
ellos pensaban que ayunaba y ha ayudarán para ser humildes.
cia mucha abstinencia, comia se
cretamante sin que nadie lo viese: San Crisóstomo (a) sobre aquellas
y por eso, dice, soy ahora entrega palabras de S. Pablo: Non plus
do á un terrible dragon, el cual sapere, quam oportet sapere, sed
con su cola me tiene trabado, y sapere ad sobrietatem; va pro
atados mis pies: ya entra su cabeza bando muy de propósito, que el
en mi boca, para sacar y llevar mi soberbio y arrogante, no solo es
ánima consigo para siempre: y di malo y pecador, sino loco: y trae
ciendo esto espiró con grande es para esto aquello de Isaías, c. 32, v,
panto de todos. ¿Qué le aprovechó 6: Stultus enim fatua loquetur: El
á este miserable el haber sido teni loco dirá locuras, y por las locuras
do por santo? que dice entenderéis que es loco.
S. Atanasio (e) compara á los Pues mirad las locuras que dice el
soberbios que buscan honras, á los soberbio y arrogante, y veréis c0
niños que andan cazando mari mo es loco. ¿Qué es lo que dijo el
posas. Otros los comparan á las primer soberbio, que fue Lucifer?
arañas, que se desentrañan tejien In coelum conscendam: super astra
do sus telas para cazar moscas, Dei exaltabo solium meum, sedebo in
conforme á aquello de Isaías, c. 59, monte testamenti, in lateribus Aqui
v. 5: Telas araneae texuerunt: asi el lonis, ascendam super altitudinem
soberbio se desentraña y echa los nubium, similis ero Altissimo: Isai. c.
higados, como dicen, para alcan 14, v. 12. Subiré al cielo, y pondré
zar un poco de honor humano. Del y ensalzaré mi asiento sobre las nu
padre S. Francisco Javier lee bes, y allá encima de las estrellas,
mos en su vida, l. 6, c. 8, que te y seré semejante al Altísimo. Quid
nia y mostraba siempre particular stultius? ¿Qué cosa mas loca y desa
ódio y aborrecimiento á esta opi tinada? Y en el capítulo décimo p0
nion y estima del mundo. Porque ne unas palabras muy arrogantes y
.

(e) Athanas. h. de simil. c. 27. (a) Chrys, h. 2 o sup. epist. ad Rom, º, 3.


-
De la virtud de la humildad. 185
locas de Asur, rey de los Asirios, ra la del soberbio, y digna del ma
con que se gloriaba que con su ma yor vituperio é ignominia, que la
no poderosa habia vencido y suje natural; porque esta no trae consi
tado á todos los Reyes de la tierra: go culpa ni pecado alguno, y aque
Et invenit quasi nidum manus mea lla sí. De donde se sigue otra dife
fortitudinem populorum : et sicut rencia entre estas dos locuras, que
colliguntur ova, quae derelicta sunt, los locos naturales causan compa
sic universam terram ego congrega sion, y mueven á que todos se due
vi, et non fuit, qui moveret pennam, lan y compadezcan de su trabajo;
et aperiret os, et ganniret : Isai. c. pero la locura de los soberbios no
Io, v. 14. Como quien toma de un mueve á compasion ni misericor
nido los pajaritos pequeños que dia, sino á risa y escarnio.
crian las aves, como quien vá á co De manera que los soberbios
ger los huevos que han dejado: asi, son locos, y asi tratamos con ellos
dice, tomé yo toda la tierra con esa como con tales. Porque asi como
misma facilidad, que no hubo condescendeis con lo que dice el
quien se menease, ni osase abrir la loco para tener paz con él, aunque
boca ni chistar. ¡Qué mayor locura! ello no sea asi, ni vos lo sintais asi,
dice S. Juan Crisóstomo. Y trae y no lo quereis contradecir, por
alli otras muchas palabras de so que está loco: de esa manera ha
berbios, en las cuales muestran cemos con los soberbios. Y reina
bien su locura, de tal manera que si tanto el dia de hoy este humor y
no oís sus palabras, no podreis co locura en el mundo, que apenas se
nocer si acaso son palabras de puede ya hablar con los hombres
hombre soberbio, ó de alguno que sin lisonjearlos, y decir de ellos lo
está verdaderamente loco, segun que verdaderamente no es asi, ni
son de locas y desatinadas: y asi vos lo sentís asi. Porque gusta tan
vemos acá, que como los locos nos to el otro de entender que conten
mueven á risa con las locuras que tan y parecen bien sus cosas, que
dicen y hacen ; asi tambien los so para contentarle y ganarle la vo
berbios dan materia de risa y con luntad, no sabeis mejor entrada
versacion con las palabras que di que alabarle. Y esta es una de las
cen arrogantes, y que redundan en vanidades y locuras que dice el Sa
su loor, y con los meneos y auto bio que vió en el mundo, ser ala
ridad con que andan, y con el ca bados los malos, por estar en lugares
80 que quieren se haga de ellos y altos, como si fueran buenos: Vidi
de sus cosas, y con la estimacion en impios sepultos, qui etiam cum ad
que ellos las tienen. Y añade S. huc viverent, in loco sancto erant, et
Crisóstomo, (b) que es peor locu laudabantur in civitate quasi justo
(b) Chrysost. hom. 29 ad Populum Antiochenum, t. 5.
186 Tratado tercero, cap. XX.
rum operum; sed et hoc vanitas est. le ha de hacer buen estómago, por
Eccl. c. 8, v. 1o. ¿Qué mayor vani que nadie quiere buscar ruído por
dad y locura, que alabaros los sus dineros; antes le dan á enten
hombres sin sentirlo ellos asi ? Y der que les parece bien lo que les
que muchas veces os alaban de lo parece mal; y el otro está tan pa
que hicisteis mal, y de lo que á gado de sí, que lo cree. De donde
ellos les pareció mal; y el donaire se verá tambien lo que deciamos
es, que á los otros ya les han dicho en el capítulo pasado, cuan grande
la verdad de lo que sienten, sino vanidad y locura sea hacer caso
que con vos, á trueque de conten de las alabanzas de los hombres;
taros, unas veces no se les da nada pues sabemos que el dia de hoy to
de mentir, y otras buscan rodeos do es cumplimiento, engaño, li
para sin mentir poder alabar y sonja y mentira, que aun ellos in
decir bien de lo que les pareció terpretan asi el nombre cumpli
mal. Es que os tratan como á loco miento: cumplo y miento para
condescendiendo con vos: entiende cumplir.
el otro que vos teneis ese humor, Mas los soberbios, dice S.
y que os holgais de ser tratado de Crisóstomo, son aborrecidos de
esa manera, y que el mejor boca todos: de Dios primeramente, co
do de la comida, despues que habeis mo dice el Sabio: Abominatio Do
predicado ó hecho otra cosa seme mini est omnis arrogans: Prov. c. 16,
jante, es deciros que salió muy bien, v. 5. Todo hombre arrogante y so
y que quedaron todos muy conten berbio, es abominacion delante de
tos, y por eso os trata asi, para Dios. Y de siete cosas que aborrece
teneros contento, y ganaros la vo Dios, la primera pone la soberbia:
luntad, que por ventura os ha me Oculos sublimes. Prov. c. 6, v. 7.
nester. Y de lo que sirve eso, es de Pero no solo de Dios, sino tambien
haceros mas loco, porque os ala de los hombres son aborrecidos:
ban de lo que dijisteis ó hicisteis 0dibilis coram Deo est, et homini
mal, y quedais mas confirmado pa bus superbia: Eccl. c. 1 o, v, 7. El
ra hacerlo otra vez. No se atreven sicut eructant praecordia faetentium,
los hombres el dia de hoy á decir lo sic et cor superborum: Eccl. c. 11,
que sienten; porque saben que las v. 23. Asi como los que tienen los
verdades amargan: Veritas odium higados y entrañas dañadas, echan
parit: y saben que asi como el que un olor muy malo de sí, que no hay
está loco y frenético, resiste á las quien lo sufra; asi son los soberbios.
medicinas, y escupe al médico que El mismo mundo les da aquel pago
le quiere curar: asi el soberbio re de su soberbia, castigándoles en lo
siste al aviso y á la correccion. Y mismo que ellos pretendian, por
por eso no quieren los hombres que todo les sale muy al revés
decir al otro, lo que saben que no ellos pretenden ser tenidos y estiº
De la virtud de la humildad. 187
mados de todos, y vienen á ser te dice S. Pablo: Nos autem praedi
nidos por locos. Ellos pretenden camus Christum crucifixum: Judaeis
ser queridos de todos, y viene á quidem scandalum : Gentibus autem
ser al revés. De todo el mundo es stultitiam : ipsis autem vocatis Ju
aborrecido el soberbio: de los ma daeis, atque Graecis Christum Dei
yores, porque se les quiere igualar; virtutem, et Dei sapientiam: 1 ad
de los iguales, porque los quiere Cor. c. 1, v. 23. A los ciegos y sober
sobrepujar: de los menores, porque bios gentiles, pareceles locura la de
quiere mas de lo que es razon. Aun Cristo: pero á nosotros, que tene
los criados dicen mal de su amo, mos luz de fe, parécenos suma sa
cuando es soberbio, y no le pueden biduría y amor infinito. Pues si
sufrir: Ubi fuerit superbia, ibi erit aquella fue suma sabiduría: luego
et contumelia. Prov. c. 12, v. 2. Por la nuestra es locura, y nosotros so
el contrario, el humilde es tenido mos los locos en hacer tanto caso
y estimado, querido y amado de de la opinion y estima de los hom
todos. Asi como los niños por su bres, y de la honra del mundo.
bondad, inocencia y simplicidad,
son muy amables: asi, dice el glo CAPITULO XXI.
rioso S. Gregorio, l. 7 mor. c.
23, lo son los humildes, porque Que el camino cierto para ser uno
aquella simplicidad y llaneza en las tenido y estimado de los hombres,
palabras, y en la manera de tratar es darse á la virtud y á la
sin fingimiento y dobléz, roba el humildad.
corazon. Es piedra iman la humil
dad, que trae á sí los corazones, S; con todo lo que habemos dicho
todos parece que querrian meter en no acabais de dejar los humos,
las entrañas al humilde. y perder los brios y deseos de hon
Para que nos acabemos de per ra y estimacion, sino que decís
suadir, que es locura el andar de que al fin es gran cosa tener buen
seando y procurando la estima y crédito y opinion cerca de los
opinion de los hombres, hace S. hombres, y que importa eso mu
Bernardo, ser. I de Nativ., un dile cho para la edificacion, y para
ma muy bueno, y que concluye: O otras cosas, y que el Sabio nos acon
fue locura la del Hijo de Dios en seja que tengamos cuidado de esto:
abatirse y apocarse tanto, y esco Curam habe de bono nomine: Eccl.
ger menosprecio y deshonra; ó c. 41, v. 15, digo que sea en buena
es gran locura nuestra en desear hora, yo soy contento que ten
tanto la honra y estimacion de los gais cuidado de conservar el buen
hombres. No fue locura la del Hi nombre que teneis, y de que seais
jo de Dios, ni lo pudo ser, aun tenido y estimado en mucho de
que al mundo le pareció tal, como los hombres. Pero hagoos saber,
I88 Tratado tercero, cap. XXI.
que de la manera que lo deseais, vergonzosa y afrentosa cosa es el
vais muy errado, aun para alcan desear ser tenido y estimado de los
zar esto mismo que pretendeis, por hombres, en quien profesa tratar
aí nunca lo alcanzaréis, sino antes de perfeccion? Salga á luz ese de
lo contrario. El camino seguro y seo, de manera que echen de ver
cierto, por el cual sin duda ven los otros que lo deseais, y vereis
dreis á ser muy tenido y estimado que afrentado y corrido quedaréis
de los hombres, dice S. Crisósto vos mismo de que eso se entienda.
mo, hom. 29 ad Populum, es el de Tenemos un ejemplo muy bueno
la virtud y humildad. Procurad de esto en el sagrado Evangelio.
vos ser muy buen Religioso, y el Cuentan los Evangelistas que iban
menor y mas humilde de todos, y una vez los Apóstoles con Cristo
de parecerlo en vuestro modo de nuestro Redentor algo apartados de
proceder, y en las ocasiones que se él, que les parecia á ellos que no les
ofrecieren; y de esa manera sereis oiria, é iban disputando y conten
muy tenido y estimado de todos: diendo entre sí: Quis eorum vide
esa es la honra del Religioso que retur eSSe major? Luc. 22, 24.
dejó el mundo, á quien le parece ¿Quién de ellos era el mayor y mas
mejor la escoba en la mano, y el principal? Y llegados á casa en Ca
vestido pobre, y el oficio bajo y farnaum, preguntó el Señor: Marc.
humilde, que al caballero las ar c. 9, v. 32. ¿Qué era aquello que ve
mas y el caballo; y por el contra niais tratando por el camino? Dice
rio, el desear y buscar ser tenido el sagrado Evangelio, que se halla
y estimado de los hombres, es gran ron los pobres tan corridos y aver
de afrenta y deshonra suya. Asi gonzados de ver descubierta su pre
como sería grande afrenta y des tension y ambicion, que no tuvie
honra salirse de la Religion y vol ron boca para responder: Atillita
verse al mundo, y con razon harian cebant, siquidem in via inter se dis
los hombres burla de él: Quia hic putaverant, quis eorum major esset.
homo caepit aedificare, et non potuit Entonces toma la mano el Salva
consummare: Luc. c. 14, v. 3o. dor del mundo, y díceles: Mirad
Porque comenzó á edificar, y no lo discipulos mios, allá entre los del
pudo acabar; asi lo es desear y mundo y los que siguen sus leyes,
pretender ser tenido y estimado los que gobiernan y mandan, son
de los hombres: porque eso es vol tenidos por grandes: Wos autem non
verse al mundo con el corazon : sic: sed qui major est in vobis, fiatsi
porque eso es lo mas fino del mun cut minor, et qui praecessor est, sicut
do, y lo que vos dejasteis y huis ministrator: Empero en mi escuelaes
teis, cuando os acogisteis á la Re al revés: el mayor ha de ser el me.
ligion. nor, y el que ha de servir á todos: Si
¿Queréis ver claramente cuan quis vult primus esse, erit omnium
De la virtud de la humildad. 189
novissimus, 83 omnium minister. En fuera por Dios ni por la virtud,
la casa de Dios y en la Religion, sino solamente por esa misma hon
humillarse y abatirse, es ser gran ra y estimacion que desea, no
de. El hacerse uno menor que to las dijera ni hiciera en ninguna
dos, le hace ser tenido y estimado manera. Cuantas veces acontece
en mas que todos. Esa es la honra que se siente y se queja uno por
acá en la Religion, que esa otra que que no hicieron caso de él en tal
vos pretendeis no es honra, sino ocasion, ó porque prefirieron á
deshonra, y en lugar de alcanzar otro en tal cosa, pareciéndole que
ser tenido y estimado, venis por se le debia aquello á él, que le
sí á ser desestimado y tenido en hacen agravio en ello, y que re
menos que todos; porque quedais dundará en deshonra, desestima y
en reputacion de soberbio, que es la nota suya, y que los otros lo echa
mayor bajeza en que podeis dar. En rán de ver y repararán en ello. Y
ninguna cosa podreis tanto como con este titulo y color da á enten
en que se entienda que deseais y der su sentimiento y pretension,
pretendeis ser tenido y estimado con lo cual queda en realidad de
de los hombres, y que andais mi verdad mas notado y desestimado,
rando en puntillos, y que os sentís porque queda tenido por soberbio,
de cosillas de estas. y por hombre que mira en puntos
Y asi dice muy bien S. Juan de honra, que acá en la Religion
Clímaco, (c. de vanaglor.) que la es cosa muy aborrecible. Y si di
vanagloria muchas veces fue causa simulára en aquella ocasion, y se
de ignominia á los suyos; porque descuidára de sí, y que hicieran los
les hizo caer en cosas, con que des superiores lo que quisieran, ganára
cubriendo su vanidad y ambicion mucha honra, y fuera muy estimado
vinieron en gran vituperio y con por ello.
fusion. No mira el soberbio, que De manera que aunque no fue
en las cosas que dice y hace para que se por via de espíritu, sino en ley
le estimen, descubre su apetito des de prudencia y buen juício, y aun
ordenado de soberbia; y asi de en ley de mundo, el camino verda
donde pretendia sacar estimacion, dero y cierto para ser uno tenido
saca vituperio y confusion. Y S. y estimado, querido y amado de
Buenaventura (a) dice, que la so los hombres, es darse uno muy de
berbia ciega de tal manera el en veras á la virtud y á la humildad.
tendimiento, que muchas veces Aun allá se dice de Argesilao, rey
mientras mas soberbia hay, menos de los lacedemonios, y grande sa
se conoce; y asi como ciego hace bio entre ellos, que preguntado de
y dice el soberbio tales cosas, que
Sócrates, cómo haria que todos tu
si cayera en la cuenta, aunque no viesen estima y buen concepto
(a) Bonav, l. 1 de profectu Religiosorum, c. 9.
19o Tratado tercero, cap. XXI.
de él; respondió: Si talis esse stu trás la sombra, ella huirá de vos, y
deas, qualis haberi vis: Si procurá mientras mas corrieredes tras ella,
res ser tal, cual deseas parecer. Y mas huirá, que no la podreis alcan
otra vez siendo preguntado de lo zar; asi es la honra y estimacion.
mismo, respondió: Si loquaris quae Este medio nos enseñó Cristo
sunt optima, 85 facias quae sunt ho nuestro Redentor en el sagrado
nestissima: (Pindarus.) Si hablares Evangelio, declarando el modo para
siempre bien, y obrares mejor. Y de tener los lugares y asientos mas hon.
otro filósofo se cuenta, que tenia rosos en los ayuntamientos: Cum in
un grande amigo, que en cualquier vitatus fueris ad nuptias, non dis
ocasion decia grandes bienes de él; cumbas in primo loco, ne fortè ho
y diciéndole un dia: Mucho me de noratior te sit invitatus ab illo, 83
bes, pues donde quiera que me hallo veniensis quite, 83 illum vocavit,
te alabo mucho, y encarezco tus vir dicat tibi: Da huic locum, 83 tuncin
tudes; respondió el filósofo: Bien cipias cum rubore novissimum locum
te lo pago en vivir de manera que tenere: sed cum vocatus fueris, vade,
no mientas en ninguna cosa de las recumbe in novissimo loco, ut cum
que dijeres. venerit, qui te invitavit, dicat tibi:
No queremos por esto decir, que Amice ascende superius; tune erit
nos habemos de dar á la virtud y tíbi gloria coram simul discumben
humildad, por ser tenidos y esti tibus: Luc. 14, v. 8. Cuando fue
mados de los hombres, que eso se reis convidado, no os senteis en el
ría soberbia y perversion grande. primer lugar, porque por ventura
Lo que decimos es, que sivos pro estará convidado otro mas honrado
curais ser humilde de veras y de que vos, y viniendo os dirán que le
corazon, seréis tenido y estimado dejeis aquel lugar, y entonces iréis
en mucho aunque vos no querais: bajando hasta el postrero, con gran
antes mientras mas huyéradeis la vergüenza y confusion vuestra: si
honra y estimacion, y deseáredeis no lo que habeis de hacer es, sen
ser tenido en menos, os irá ella si taros en el postrero lugar, para que
guiendo mas, porque es como la cuando venga el que os convidó,
sombra. Tratando S. Gerónimo os haga subir mas arriba, y de esta
de santa Paula, dice: Fugiendo glo manera quedaréis honrado delante
riam, merebatur, quae virtutem, quasi de todos: que es lo mismo que el
umbra sequitur, et appetitores sui Espíritu Santo habia dicho antes por
deser ens, appetit contemptores: Hu el Sabio: Ne gloriosus appareas co
yendo de la honra y estimacion, era ram Rege, 83 in loco magnorum me
mas honrada y estimada: porque steteris: melius est enim ut dicatur
asi como la sombra mientras mas tibi ascende huc, quam ut humilie
uno huye de ella, mas le sigue; y ris coram Principe: Prov. c. 25,
por el contrario, si vos quereis ir v. 6. Y concluye la parábola dicien
De la virtud de la humildad. 1 91
do: Quia omnis, qui se exaltat humi Nabucodonosor; pero la humildad
liabitur, 83 qui se humiliat exalta hizo á Josef señor de Egipto, y
bitur: Porque todo aquel que se en principe del pueblo de Israél. La
salza, será humillado, y el que se soberbia anegó á Faraón; pero la
humilla será ensalzado. Ved como humildad levantó y ensalzó á Moi
no solo delante de Dios, sino tam sés.
bien delante de los hombres, el hu
milde que escoge el lugar bajo y CAPITULO XXII.
despreciado, es tenido y estimado:
y por el contrario, el soberbio que Que la humildad es medio para al
desea y pretende el primer lugar, canzar la paz interior del alma, y
y los mejores puestos y mas hon que sin ella nunca la ten
rosos, es despreciado y tenido en drémos.
menos. Esclama S. Agustin, y di
ce: 0sancta humilitas, quām dissimi /D iscite à me, quia mitis sum, $3
lis es superbiae! (b) O humildad san humilis corde, 83 invenietis requiem.
ta, cuán desemejante eres á la sober animabus vestris: Aprended de mí,
bia Ipsa superbia, fratres mei, Lu que soy manso y humilde de co
ciferum de coelo dejecit, sed humili razon, y hallaréis descanso para
tas Dei filium ancarnavit: ipsa su vuestras ánimas. Una de las mas
perbia Adam de Paradiso expulit, principales y eficaces razones que
sed humilitas Latronem in Paradi podemos traer, para que nos anime
sum introduxit. Superbia Gigantum mos á despreciar la honra y es
linguas divisit, 83 confundit, sed hu timacion del mundo, y procurar
militas cunctas congregavit disper ser humildes, es la que nos propo
sas. Superbia Nabuchodonosor in bes. ne Cristo nuestro Redentor en
tiam transmutavit, sed humilitasJo estas palabras, que es ser este me
seph Principem Israël constituit. Su dio único para alcanzar la paz y
perbia Pharaonem submersit, sed hu quietud interior del alma, cosa tan
militas Moysem exaltavit: La so deseada de todos los espirituales, y
berbia, hermanos mios, echó del cie que el Apóstol S. Pablo pone por
lo á Lucifer; pero la humildad hizo uno de los frutos del Espíritu Santo:
que el Hijo de Dios se hiciese hom Fructus autem spiritus pax. Ad
bre. La soberbia echó á Adan del Galat. c. 5, v. 22. Para que enten
paraíso; pero la humildad subió allá damos mejor la paz y quietud de
al ladron. La soberbia dividió y que goza el humilde, será bien que
confundió las lenguas de los gi veamos la inquietud y desasosiego
gantes; la humildad juntó en uno que el soberbio trae en su corazon;
las que estaban divididas. Las so porque por un contrario se conoce
berbia convirtió en bestia al rey mejor el otro.
(a) Aug in serm. 22 ad fratres in eremo.
1 92 Tratado tercero, cap. XXII.
Llena está la sagrada Escritura hija de la soberbia, y que siempre
de sentencias, que dicen que los ma le acompaña, cuando viere á otros
los no tienen paz: Non est pax im tenidos y estimados, y preferidos
piis dicit Dominus: Isai. c. 48, v. á sí, claro está que ha de andar lle.
a 2. Pax, pax, 83 non erat pax : Je no de hiel y de amargura, y con
rem. c. 6, v. 14. Contritio, 83 infeli grande inquietud y desasosiego;
citas in viis eorum, 83 viam pacis porque no hay cosa que mas lastíme
non cognoverunt: Psal. 13, v. 3. No á un soberbio, ni que tanto le lle
saben que cosa es tener paz, y aun gue al corazon, como una cosa de
que parece algunas veces esterior eStaS.
mente que la tienen, no es paz ver La divina Escritura nos pinta
dadera aquella; porque allá dentro esto muy al vivo en aquel sober.
de su corazon tienen guerra, la cual bio Aman. Era muy privado del
les está haciendo siempre su propia rey Asuero, sobre todos los Prin
conciencia: Ecce in pace amaritudo cipes y Grandes del reino, y te
mea amarissima : Isai. c. 38, v. 17. nia grande abundancia de rique
Siempre viven en amargura de co zas y bienes temporales, y asi era
razon los malos. Pero particular muy tenido y estimado de todos,
mente los soberbios traen siempre que no parecía que tenia acá mas
consigo grande inquietud y desa que desear; y con todo eso le daba
sosiego. Y la razon particular de tanta pena que un solo hombre, y
esto podemos colegir muy bien de bajo, que era aquel Mardoqueo
S. Agustin, el cual dice que de la que estaba asentado á las puertas
soberbia nace luego la envidia, co de palacio, no hiciese caso de él,
mo hija suya legítima, y que nun ni se quitase la gorra, ni se levan
ca está sin compañia de esta mala tase ni moviese de su lugar cuan
hija: Quibus duobus malis, hoc est, do él pasaba, que no hacia caso
superbia, 83 invidentia, diabolus, de cuanto tenia, en comparacion
diabolus est: Aug. l. de S. Virg. de la pena y turbacion que en esto
c. 55. Los cuales dos males, sober sentia. Y asi lo confesó él mismo,
bia y envidia, dice que hacen al quejándose de esto á sus amigos y
demonio demonio. Pues por aqui á su muger, declarándoles su prospe
se entenderá, que obrarán en el ridad y pujanza: Et cum haec omnia
hombre estos dos males, pues bas habeam nihil me habere puto, quam
tan para hacer al demonio, demo diu videro Mardochaeum Judaum
nio. El que por una parte anda lle sedentem ante fores regias: Esther
no de soberbia, y de deseos de hon c. 5, v. 13; paraque se vea el desa
ra y estimacion, y vé que no le su sosiego del soberbio, y las olas y
ceden las cosas conforme á sus tra tempestades que se levantan en su
zas; y por otra parte anda junta corazon: Impii autem quasi marº
mente lleno de envidia, porque es fervens, quod quiescere non potes
De la virtud de la humildad. I93
Isai. c. 57, v. 2o. Como la mar, entre. Entró Amán, y preguntale º
cuando anda brava y alterada, asi ¿Qué será razon hacer con un hom
anda el corazon del malo y sober bre á quien el Rey quiera honrar?
bio. Y fue tanta la rabia que tomó Amán, pareciéndole que él seria
allá en su corazon por esto, que no aquel á quien el Rey deseaba hon
tuvo en nada poner las manos en rar, respondió: El hombre á quien
aquel particular, sino sabiendo que desea el Rey honrar, ha de ser
era judío de nacion, alcanzó pa vestido de las vestiduras Reales, y
tentes y provisiones del rey Asue ser puesto en el mismo caballo del
ro, para que muriesen todos los Rey con la corona Real en su ca
judíos que estaban en su Reino, beza, y uno de los mas principa
y para Mardoqueo tenia apresta les Caballeros de la Corte ha de
da en su casa una viga muy alta ir delante de él, llevándole el ca
para ahorcarle de ella: aunque le ballo del diestro, y pregonando
salió el sueño muy al revés, por por estas plazas: asi ha de ser hon
que los judíos ejecutaron en sus rado aquel á quien quisiere el Rey
enemigos la sentencia dada contra honrar. Dicele el Rey: pues vé á
ellos, y el mismo Amán fue col ese Mardoqueo que está á las
gado en la horca que él tenia para puertas de palacio, y haz con él
ahorcar á Mardoqueo. Y primero todo eso que has dicho, y mira
le sucedió otra buena mortifica que no faltes en un punto. Ved el
cion, y fue, que cuando él andaba dolor que sentiria aquel triste y
tratando de su venganza, una ma soberbio corazon: al fin no pudo
ñana que habia madrugado mucho, hacer menos sino ejecutarlo al pie
é ido á palacio, para alcanzar li de la letra. No parece que se podia
cencia del Rey para ello; aconte imaginar otra mayor mortifica
ció que aquella noche no habia po cion para él. Y luego se le siguió la
dido dormir el Rey, y mandó que de ahorcarle en la horca que él te
le trajesen y leyesen la historia nia á punto para Mardoqueo. Este
y crónica que se escribia de sus es el pago que el mundo suele dará
tiempos; y como llegasen á lo que los suyos. Y mirad de donde le na
habia hecho Mardoqueo en servicio ció la pepita á la gallina, como di
del Rey, descubriéndole cierta trai cen, de que no se quitaba el otro la
cion que unos criados suyos arma gorra, ni se levantaba cuando él
ban contra él, preguntó: ¿Qué pre pasaba: y una cosilla de estas basta
mio y galardon dieron á ese hom para traer inquietos y desasosega
bre por ese servicio y fidelidad dos á los soberbios, y para que an
tan grande? Respondieron: Ningu den siempre lastimados y amar
no. Dice el Rey: ¿Quién está aí? gos; y asi lo vemos el dia de hoy
¿Ha venido alguno á palacio? Di en los del mundo: y tanto mas,
cenle: Amán está aqui fuera. Pues cuanto en mas alto lugar estan.
TOMO IIs I3
I94 Tratado tercero, cap. XXII.
Todos estos puntos son para ellos que perdisteis de vuestro crédito y
puntas que punzan y atraviesan su opinion, y por eso quedais triste
corazon; que no hay lanzada que y melancólico; y cuando habeis de
tanto sientan: nunca les falta á los hacer alguna cosa de estas publi
soberbios del mundo algo de esto, cas, el temor de como os ha de su
por mucho que priven y tengan : y ceder, y si habeis de ganar honra ó
asi traen siempre el corazon mas perderla, os trae triste y congojado.
amargo que una hiel, y andan Estas son las cosas que traen triste
siempre con una perpetua inquie y melancólico al soberbio; pero el
tud y desasosiego: y lo mismo se humilde de corazon, que no desea
rá acá en la Religion, si uno es so honra y estimacion, y se contenta
berbio; porque tambien reparará con el lugar bajo, está libre de to
en si hacen menos caso de él que das esas congojas y desasosiegos,
de los otros, y porque echaron ma y goza de mucha paz, conforme
no de aquel para tal, y tal nego á las palabras de Cristo , de
cio, y á él le dejaron olvidado. Y quien lo tomó aquel Santo que
estas cosas y otras semejantes cau dice: (a) Si hay paz en la tierra, el
sarán tanta inquietud en él, como humilde de corazon la posee. * Y
en los del mundo sus puntos y pre asi aunque no hubiera de por me
tenSIOneS. dio otro espíritu ni perfeccion, sino
De aqui se entenderá otra co solo nuestro interes, y tener paz y
sa que esperimentamos muy co quietud en nuestro corazon, por so
munmente; que aunque es verdad lo eso habiamos de procurar ser hu
que hay enfermedad de melan mildes, porque eso es vivir, y ese
colía, pero muchas veces el es otro es morir viviendo.
tar uno melancólico y triste, no S. Agustin cuenta (b) á este pro
es humor de melancolía, ni enfer pósito una cosa de sí, con que dice
medad corporal, sino humor de so que le dió el Señor á entender la
berbia, y enfermedad espiritual. ceguedad y miseria en que en
Estais triste y melancólico, porque tonces andaba. Como yo anduvie
estais olvidado y arrinconado, y se, dice, muy ocupado en una
no hacen caso de vos. Estais triste oracion que habia de recitar al Em
y melancólico, porque de donde perador, diciendo sus loores, de
pensabadeis salir con honra, no sa los cuales los mas habian de ser fal
listeis con ella, antes os parece que sos, y yo loado por ello de los que
quedasteis corrido y afrentado. sabian ser tales, (para que se vea
No os sucedió la cosa como qui la vanidad y la locura del mundo)
sieradeis, ni os salió el sermon, ni pues como yo anduviese con gran
argumento, ni las conclusiones co de cuidado de esto, muy pensati
mo pensabadeis, antes os parece vo é imaginativo en como me
(a) Thom. de Kempis. (b) Augus, l. 6 Confes. c. 6.
De la virtud de la humildad. 1 95
habia de suceder, ardiendo con jos y malas venturas. Y no tuviera
calentura de consumidores pensa razon, dice. Sino pregunto: ¿Qué
mientos, acaeció, que pasando causa habia para ello? ¿No me de
por una calle de Milán, víá un po biera yo anteponer á aquel pobre,
bre mendigo, que despues de haber por ser mas sabio que él? Por serlo
comido y bebido, jugaba y toma no me dejaba contentamiento, imas
ba placer, estaba muy alegre y con el saber solamente deseaba
regocijado: lo cual como yo viese, contentar á los hombres, no para
suspiré, y dije á mis amigos que enseñarles, mas solo para agradar
alli estaban, muchas lastimas de los. Sin duda, dice, era aquel mas
nuestras locuras, pues que en to bienaventurado que yo, no sola
dos nuestros trabajos, como en los mente porque él estaba alegre, y
que entonces estabamos ocupados, yo con cuidados que me arran
trayendo acuestas la carga de nues caban las entrañas, mas tambien
tra infidelidad, heridos con los porque con buenos medios habia
aguijones de mil codicias, y aña alcanzado el vino, y yo mintiendo
diendo carga á carga, no busca buscaba gloria vana.
bamos ni procurabamos otra cosa,
sino alcanzar una segura alegria, CAPÍTULO XXIII.
en lo cual nos iba ya adelante aquel
pobre á nosotros, que por ventura De otro género de medios mas efi
nunca allá llegariamos; porque lo caces para alcanzar la virtud de la
que él habia alcanzado con su poca humildad, que es el ejercicio
limosna, eso andaba yo buscando de ella.
con tantos trabajos y desventuras,
quiero decir, la alegría de la feli Ya habemos dicho del primer
cidad temporal. Es verdad, dice género de medios que suelen dar
S. Agustin, que aquel pobre no para alcanzar la virtud, que es,
tenia la verdadera alegría, mas yo razones y consideraciones, asi
con mis ambiciones mas falsa la divinas, como humanas; pero es
buscaba que aquella; y al fin él se tanta la inclinacion que tenemos á
alegraba, y yo andaba triste, y él este vicio de la soberbia, por haber
estaba seguro, y yo con miedo y senos quedado arraigado en el cora
sobresaltos: y si alguno me pre zon aquel eritis sicut Dei, Gen.
guntara, ¿qué quisiera mas, estar ale c. 3, v. 5, de nuestros primeros pa
gre ó triste? Yo le respondiera, dres, que no bastan cuantas consi
que mas quisiera alegrarme; y si deraciones hay, para que acabemos
me volviera á preguntar, ¿si querria de perder estos brios y humos de
yo mas ser tal como aquel, ó co ser tenidos y estimados. Parece
mo yo era? Entonces escogiera ser que nos acontece en esto, como á
ºmas el que era, asi lleno de traba los que tienen miedo, que por mu
196 Tratado tercero, cap. XXIII.
chas razones que les digais, para artes se adquieren con el ejerci
persuadirles que no hay de que te cio; asi tambien las virtudes mora
mer, dicen: Bien veo que todo les. Para ser uno buen músico, ó
eso es verdad, y yo querria, pe buen oficial mecánico, ó buen re
ro con todo eso no puedo acabar tórico, ó filósofo, es menester
conmigo de perder el miedo. Asi ejercitarse en eso, y de esa mane
dicen algunos: Bien veo yo que to ra saldrá con ello. Asi tambien pa.
das esas razones que habeis dicho ra alcanzar el hábito de la humil
de la opinion y estima de los hom dad, y de las demas virtudes mo
bres, son verdaderas, y convencen rales, es menester ejercitarnos en
que todo es un poco de viento y sus actos, y de esa manera lo al
vanidad; pero con todo eso no canzarémos. Y si alguno dijere, que
puedo acabar conmigo de no ha para componer y moderar las pa
cer caso de ello. Yo querria, pero siones y afectos de su ánima, y al
paréceme que sin querer, no sé canzar las virtudes, bastan razones 4.

como me llevan esas cosas tras sí, y consideraciones, y los avisos y do


y me inquietan. Pues asi como no cumentos de la Escritura, y de los
bastan razones y consideraciones Santos, engañase dice S. Basilio
para quitar el miedo al medroso, in regul. fusius disp. 7: Is similiter
sino que juntamente con eso le so facit, ut si quis disceret a dificare,
lemos dar remedios de obras, di nec unquam tamen aedificaret, et ex
ciéndole que llegue y toque aque cudere, et quae didiscisset, ea in ac
llas que le parecen fantasmas y es tum nunquam educeret : Ese será co
pantajos, y que se vaya de noche á mo el que quisiese aprenderá edi
los lugares oscuros y solos, para ficar ó á acuñar moneda, y nunca se
que esperimente y vea que no hay ejercitase en ello, sino que todo se
nada, sino que todo era imaginacion le fuese en oir los documentos y avi
y aprehension suya, y de esa mane sos del arte. Ese cosa cierta es, que
ra vaya perdiendo el miedo; asi nunca saldrá oficial. Pues asi tamp0
tanubien para acabarlo de perder á co saldrá con la humildad, ni con las
la opinion y estimacion del mun demas virtudes el que no se ejercita
do, y no hacer caso de eso, dicen re en ellas. Y trae en confirmacion
los Santos, que no bastan razones de esto aquello del Apóstol S. Pablo:
ni consideraciones, sino que es me ad Rom. c. 3, v. 13. Non enim audi
nester medio de obra, y ejercicio de tores legis justi sunt apud Deum º
humildad, y que ese es el mas prin sed factores legis justificabunturº
cipal y eficaz remedio que pode No basta para esto oir muchas ra"
mos poner de nuestra parte, para zones y documentos, sino es mer
alcanzar esta virtud. nester obrarlos; y mas vale y aprº”
S. Basilio (in regul. brevi. 1 98.) vecha para este negocio la practi
dice, que asi como las ciencias y ca y ejercicio, que toda cuantº
De la virtud de la humildad. 1 97
retórica hay. Y aunque es verdad y estando sujeto y obediente á ellos
que toda virtud y todo bien nos en todo lo que le mandaban; apren
ha de venir de la mano de Dios, y damos nosotros de él: ejercitemo
que nuestras fuerzas no son bastan nos en ejercicios bajos y humildes,
tes para eso; pero quiere ese mis y de esa manera alcanzarémos la
mo Señor que nos lo ha de dar, virtud de la humildad.
que nosotros nos ayudemos de esta Esto es tambien lo que dice S. Ber.
la 1613. nardo, epist. 87: Humiliatio via est
S. Agustin, tract. 58 sup. Joan, so ad humilitatem, sicut patientia ad
bre aquellas palabras de Cristo: Si pacem, sicut lectio ad scientiam: La
ergo ego lavi pedes vestros Dominus, humiliacion esterior es el camino
et Magister, et vos debetis alter al y medio para alcanzar la virtud de
terius lavare pedes, Joan. c. 13, v. 14, la humildad, como la paciencia pa
dice, que esto es lo que nos quiso en ra alcanzar la paz, y la licion y
señar Cristo nuestro Redentor con estudio para alcanzar la ciencia. Si
este ejemplo de lavar los pies á sus virtutem appetis humilitatis, viam
discípulos: Hoc est, Beate Petre, non refugias humiliationis; nam
quod nesciebas, quando fieri non si si non poteris humiliari, non po
nebas, hoc tibi postea sciendum pro teris ad humilitatem provehi: Por
misit, ecce ipsum est postea: Esto tanto, si quereis alcanzar la vir
es, Pedro, lo que no sabias cuando tud de la humildad, no huyais
no querias consentir que te lavase de los ejercicios de la humilia
Cristo los pies, él te prometió que cion: porque si decís que no podeis,
lo sabrias despues; este despues, ó no os quereis humillar y abajar,
ahora lo entendereis. Y es, que si tampoco podreis alcanzar la virtud
queremos alcanzar la virtud de la de la humildad.
humildad, nos ejercitemos en ac Va probando muy bien S. Agus
tos esteriores de humildad: Exem tin, y dando la razon porque este
plum enim dedi vobis, ut quemad ejercicio de la humiliacion esterior
modum ego feci vobis, ita, et vos ayuda, y es tan importante y ne
faciatis: Heos dado ejemplo, pa cesario para alcanzar la verdadera
ra que hagais como yo lo hecho: humildad del corazon: Cum enim
Didiscimus fratres humilitatem ab ad pedes fratris inclinatur corpus,
excelso, faciamus invicem humi etiam in corde ipso, vel exercitatur,
les, quod humiliter fecit excel vel si jam inerat, confirmaturip
sus : Pues el soberano y todo po sius humilitatis affectus: Estan tan
deroso se humilló, pues el Hijo de unidos y travados entre sí este
Dios se abatió y ocupó en ejerci hombre esterior é interior: depen
cios humildes y bajos, lavando de tanto el uno del otro, que cuan
los pies á sus discípulos, y sirvien do el cuerpo anda humillado y
do á su madre, y al santo José, abatido, se despierta allá dentro en
13*
1 98 Tratado tercero, cap. XXIII.
el corazon un afecto de humildad : sí, y parece que hace al hombre
no sé que tiene aquel humillarme despreciable. Y añade el Santo,
delante de mi hermano á servirle, que asi como los hombres del
y á besarle los pies: no sé que se mundo desean los vestidos huenos
tiene el vestido pobre y vil, y el y lustrosos, para ser por ellos mas
oficio bajo y humilde, que parece conocidos, y mas tenidos y esti
que va engendrando y criando la mados, asi los siervos de Dios y
humildad en el corazon, y si la hay, verdaderos humildes desean los
la va conservando y aumentando. vestidos viles y pobres, para ser
Y con esto responde S. Doroteo por eso desestimados y tenidos en
(doctr. 2.) á esta pregunta: ¿Cómo menos de los hombres, y porque
del vestido bajo y vil que está en en aquello les parece que hallan
el cuerpo, puede ganar humildad el gran remedio para conservarse en la
alma? Porque cierta cosa es, dice, verdadera humildad, y crecer en ella,
que del cuerpo se pega al alma la Entre todas las humillaciones es
buena ó mala disposicion. Y asi teriores, una de las mas principales
vemos que una disposicion tiene es la del vestido pobre y vil, y por
el alma, cuando el cuerpo está sa eso es tan usado de los verdaderos
no, y otra cuando está enfermo, y humildes. Del padre S. Francisco
una cuando está harto, y otra cuan Javier leemos en su vida, lib. 6. c.
do está con hambre. Pues de la mis 7, que andaba siempre muy pobre
ma manera: de un afecto se viste el mente vestido, para conservarse en
alma, cuando el hombre se sienta humildad, temiendo no se envol
en un trono, ó sobre un caballo rica viese y mezclase en el vestido bue.
mente enjaezado; y de otro, cuando no alguna estimacion ó presun
se siente en la tierra, ó sobre un ju cion, como suele acontecer.
mento: y un afecto y disposicion Por otra razon se verá tambien,
tiene cuando se adorna de vestidos que para alcanzar la humildad de
preciosos, y otra cuando se cubre corazon, y cualquier otra vir
con vestidos pobres y viles. tud interior, ayuda mucho el ejer
S. Basilio, in regul. fusius disp. cicio esterior de la misma virtud;
22, notó tambien esto muy bien: porque la voluntad se mueve mu
dice que asi como á los hombres cho mas con eso, que con los de
del mundo el vestido bueno y lus seos: porque el objeto presente,
troso les levanta el corazon, y en claro está que mueve mas que el
gendra en ellos unos humos de va ausente, como lo que vemos con
nidad y soberbia y estima propia; los ojos nos mueve mas que lo que
asi en los Religiosos y siervos de oimos. De donde manó el prover
Dios el vestido pobre y humilde bio: Lo que ojos no ven, corazon
despierta en el corazon un afecto no quiebra. Asi lo esterior que se
de humildad, y cria desestima de pone por obra, porque el objeto
De la virtud de la humildud. 199
está allí presente, mueve mucho dios y causas por donde una vir
mas la voluntad, que las aprehen tud se alcanza, se conserva y au
siones y deseos interiores, donde menta: asi como el ejercicio este
el objeto no está presente, sino en rior es necesario para alcanzar la
sola la imaginacion y aprehen virtud de la humildad, asi tambien
sion. Mas virtud de paciencia cria lo es para conservarla y aumen
rá en vuestra ánima una grande tarla. De donde se sigue, que para
afrenta bien sufrida con la voluntad, todos es muy importante este ejer
que cuatro en solo deseo sin obrar: cicio, no solamente para los que
y mas virtud de humildad criará comienzan, sino para los que van
en vuestra anima el hacer un dia el adelante, y estan muy aprovecha
oficio bajo y humilde, y el traer dos; como lo dijímos tambien tra
un dia el vestido roto y pobre, tando de la mortificacion: asi nues
que muchos dias de solos deseos. tro santo Padre en las constitucio
Cada dia lo esperimentamos, que nes y reglas (a) lo encomienda mu
tiene uno repugnancia de hacer cho á todos: Magnopere confert de
una mortificacion de esas ordina vote quoad fieri poterit, ea munera
rias que hacemos, y al segundo dia obire, in quibus magis exercetur hu
que la hace no siente dificultad, y militas, et charitas: Muy especial
antes habia tenido muchos deseos de mente ayudará hacer con toda devo
eso, y no bastaron para vencer la cion posible los oficios, donde se
dificultad; y por esta misma razon ejercita mas la humildad y cari
usa tambien la Compañía algunas dad. Y en otra parte (b) dice: *
mortificaciones públicas, como ve Debense prevenir las tentaciones
mos que las usaron muchos San con los contrarios de ellas, como
tos; porque con una vez que se ha es cuando uno se entiende ser in
ga una cosa de estas, queda uno se clinado á soberbia, ejercitándose
ñor de sí para otras cosas que an en cosas bajas, que se piensa le
tes se le hacian dificultosas. Y aña ayudarán para humillarse; y asi de
dese á esto lo que dicen los Teo otras inclinaciones siniestras. Y en
logos, que el acto interior, cuan otra, cuanto á los oficios bajos y
do se acompaña con el esterior, humildes, debense prontamente to
comunmente es mas intenso y efi. mar aquellos, en los cuales halla
caz. De manera que por todas re mayor repugnancia (si le fuere
partes ayuda mucho para alcanzar ordenado que los haga). Y asi di
la virtud de la humildad, el ejer go, que estas dos cosas, humildad
citarnos esteriormente en cosas ba y humiliacion, se han de ayudar la
jas y humildes. una á la otra, y de la humildad in
Y porque por los mismos me terior, que es despreciarse á sí mis

(a)Tract. 1, c. 18, 3 part. const. c. 1, St 3, et 23, reg. 14, et 19


sum (b) Cap. 4 exam, $ 28, reg. 13 sumar.
2OO
Tratado tercero, cap. XXIV.
mo, y tenerse en poco, y desear ser haber agradado mas á nuestro Señor
tenido de los otros en poco, ha de en esta vida El respondió: Padre,
nacer la humiliacion esterior, que dificultosa cosa es la que me man
tal se muestra el hombre por defue das, y que en ninguna manera la
ra, cual se estima de dentro: quie dijera, si la obediencia no me obli.
ro decir, que asi como el humilde gara á ello. Yo desde mi niñez he si
se desprecia interiormente en sus do muy afligido y perseguido del
mismos ojos, y se tiene por indig demonio; pero segun la muchedum
no de toda honra, asi ha de ser el bre de los dolores y tribulaciones
tratamiento esterior, y las obras que padecia mi corazon, asi era
esteriores que hiciere: echase de recreada mi anima con las muchas
ver en las obras la humildad inte consolaciones que Cristo, y la
rior que hay allá dentro, escoged Vírgen Maria su madre me envia
el lugar mas bajo, como dice ban. Estando, pues, yo un dia muy
Cristo nuestro Redentor; no os afligido y fatigado con graves ten
desdeñeis de tratar con los peque taciones del demonio, apareció.
ñuelos y bajos; holgaos con los me la soberana Vírgen, y con su
oficios humildes; y esa misma hu presencia huyeron los demonios, y
miliacion esterior, que nace de la cesaron todas sus tentaciones : y
interior, acrecentará esa misma despues de haberme consolado y
fuente de donde nace. animado á perseverar, y á ir ade
lante en la virtud y perfeccion, me
CAPÍTULO XXIV. dijo: Y para que mejor puedas ha
cer esto, te quiero decir en parti
Confirmase lo dicho con algunos cular de los tesoros de mi Hijo
ejemplos. tres maneras ó ejercicios de hu
mildad, en las cuales ejercitando
Cuentº Pedro Cluniacense, (a) te, agradarás mucho á Dios, y ven
que hubo en la Orden de la Car cerás á tus enemigos: y son, que te
tuja un Religioso de santa y humilles siempre en estas tres co
aprobada vida, á quien nuestro Se sas, en la comida, en el vestido, y
ñor conservó tan casto, puro y en en los oficios que hicieres: de mane
tero, que ni aun entre sueños tuvo ra que en el comer desees y pro
jamas ninguna ilusion. Llegándose cures los manjares mas viles, y en
la hora de su muerte, como asis el vestido el mas pobre y grosero:
tiesen á su cabecera todos los Re y cuanto á los oficios, procures
ligiosos, el Prior que tambien esta siempre los mas bajos y humil
ba allí, le mandó que les dijese des, teniendo por grande honra y
cual era la cosa en que entendia ganancia ocuparte en otros oficios

(a) Petr. Cluniac, l. 2 miracul. c. 19: et Titelm. Brandembr, l. 2 col


la. sacrarum, c. 33.
De la virtud de la humildad. 2O I

mas abatidos y despreciados, de del monasterio, poniéndole otro


que otros se desdeñan y huyen. Y por superior, á quien en todo obe
en diciendo esto desapareció, y yo deciese. Haciendo su oficio con
imprimí en mi corazon la virtud grande exaccion y humildad, pro
y eficacia de aquellas sus palabras, curaba hacer todo lo que otros re
para hacer de alli adelante, segun husaban, que era lo mas molesto
ella me habia enseñado: y con esto de casa: y no contentándose con lo
ha sentido mi anima gran prove que hacia de dia, se levantaba de
cho. noche secretamente, y aderezaba
San Casiano (b) cuenta del Abad las cosas que podia de casa, sin que
Pafnufio, que siendo monge en pudiese ser visto, maravillándose
Egipto, y Abad de un monasterio, todos por la mañana, por no sa
por sus venerables canas y admi ber quien lo hacia. Estuvo asi tres
rable vida estimado y honrado de años muy contento de la buena oca
los monges, como padre y maestro, sion que tenia entre manos, de tra
llevando mal tanta honra, y de bajar, y ser tenido en poco, que --,

seando verse humillado y olvida era lo que tanto habia deseado; y


do y tenido en poco, una noche como sus monges sintiesen mucho
salió secretamente de su monaste la ausencia del tal padre, salieron
rio, y vistiéndose un hábito de se algunos de ellos á buscarle por di
glar, se partió para el monasterio versas partes, y ya desconfiados de
de Pacomio, que estaba muy lejos hallarle, al cabo de tres años, co
del suyo, y florecia entonces mu mo pasasen por el monasterio de
cho en rigor y fervor de santidad, Pacomio, uno de los monges de
para que así, no siendo conocido, Pafnufio, bien descuidado de ha
le tratasen como á novicio, y le llarle, al fin le reconoció, estando
tuviesen en poco: y estuvo á la el Santo estercolando la tierra.
puerta muchos dias, pidiendo el Echóse á sus pies: los que le vie
hábito humilmente, postrándose y ron no poco se espantaron de esto,
arrodillándose delante de todos los y mas cuando supieron quien era,
monges: y alli de propósito le des por la fama que de él y de sus co
preciaban, y daban en rostro, que sas tenian, pidieronle perdon. El
despues de estar harto de gozar del santo viejo lloraba su desdicha, en
mundo, á la vejez venia á servirá haber sido descubierto por envidia
Dios, cuando parece que venia del demonio, y perdido el tesoro
mas por necesidad, y porque le que alli tenia. Llevaronle aunque
diesen de comer y sirviesen, que por fuerza á su monasterio: reci
no para servir él. Al fin le recibie bieronle con incomparable alegria,
ron, dandole el cargo de la huerta y guardaronle desde entonces con
(b) Casian. l. 5 de instit. renuntiantium, c. 3o, et 31; et collatione
20, cap. 2 I.
2O 2
Tratado tercero, cap. XXIV.
mucha diligencia. Pero no fue par que yo te dijere? Respondió el vie
te esto, para que él (con el deseo jo que sí: entonces díjole: Toma
grande que tenia de ser menospre este azote, vete á guardar los
ciado y desconocido, y con el sa puercos. El obedeció, porque de
hor y gusto de aquella vida hu seaba servir á Dios, y alcanzar lo
milde que en el otro monasterio que le faltaba para la perfeccion.
habia tenido) dejase de salir otra Y andaba el buen viejo con su azote
noche teniendo antes concertado guardando puercos, y los que le
de partirse en una nao á Palestina, conocian, que eran muchos, por
que era muy lejos: hízose así, apor ser grande la fama de su santidad
tando al monasterio de Casiano. Pe en aquella tierra, viéndole guardar s
ro nuestro Señor, que tiene cuidado puercos, decian: ¿Habeis visto co
de levantar los humildes, ordenó mo aquel viejo solitario, del cual
como alli fuese descubierto de unos oíamos decir tan grandes cosas, se
monges suyos, que alli habian ve ha tornado loco, y anda guardan
nido á visitar aquellos santos lu do puercos? Los muchos ayunos, ó
gares, siendo el santo viejo por la mucha penitencia le debieron de
estas cosas mas estimado. secar el celebro, y ha enloquecido.
En las vidas de los Padres se Y el buen viejo que oia decir estas
cuenta de un monge, que habiendo cosas, llevábalo con mucha pacien
vivido mucho tiempo en el yermo cia y humildad, y perseveró asi
en soledad, en gran penitencia y algunos dias, y viendo Dios su hur
oracion, le vino una vez al pensa mildad, y que llevaba de buena
miento, que ya debia de ser perfec gana aquellas afrentas y vitupe:
to; y pusose en oracion, y pidió á rios, mandóle que de nuevo se tor
Dios: Señor, muestrame lo que me nase á su lugar.
falta para la perfeccion. Y querien En el prado espiritual se cuenta
do Dios humillar sus pensamien de un santo Obispo, que dejado el
tos, oyó una voz, que le dijo: Vé obispado y su honra, se vino solo
á tal persona (que era un hombre á la ciudad santa de Jerusalén, con
que guardaba puercos) y haz lo que deseo de ser tenido en poco, por
él te dijere. Y en el mismo tiempo que no era de nadie allí conocido
fuele revelado al otro, como iba á y vistiéndose pobremente, asentó
hablarle aquel solitario, y que le por peon en las obras públicas, sus
dijese, que tomase el azote, y tentándose con su trabajo. Habia
guardase los puercos. Llegado el alli un conde llamado Efremio,
viejo solitario, despues de haber hombre piadoso y prudente, el
saludado al otro, díjole: Yo deseo cual tenia á su cargo reparar los
servir mucho á Dios: dime por ca edificios públicos de la ciudad; es
ridad lo que me conviene hacer pa te vió diversas veces al santo Obis
ra eso. Díjole el otro: ¿Harás tú lo po dormir en el suelo, y veia una
De la virtud de la humildad. 2o3
columna de fuego, que salia de él, to, haste de dejar ejercitar con
que llegaba al cielo, lo cual le te los trabajos de la obediencia. El
nia muy maravillado, por verle un respondió: Asi como el hierro está
hombre tan pobre y sucio con la en las manos del herrero, sujeto
tierra de los edificios, crecido el á todo lo que quiere hacer de él;
cabello y barba, y que vivia en un asi yo, Padre, me sujeto á todo lo
oficio tan vil y despreciado. Fi que me mandares. Pues quiero, di
nalmente un dia no se pudo conte jo él, que estés á la puerta del mo
ner sin que le llamase á parte, y le nasterio, y te derribes á los pies de
preguntase, quien era. El Santo res todos cuantos entran y salen, y les
pondió, que era uno de los pobres digas que ruegen á Dios por tí,
de la ciudad, y que pasaba su vida porque eres gran pecador. El obe
en aquel trabajo, por no tener deció muy bien à esto, y despues
con que sustentarse. Al conde no de haber estado siete años en este
le quietó esta respuesta, queriendo ejercicio, y alcanzado por este me.
lo asi Dios, para honrar á su sier dio una grande humildad, quiso el
vo, descubriendo su humildad; y Abad recibirle en el monasterio en
asi le volvió á preguntar una y compañía de los otros, y ordenar
muchas veces, quien era, con tan le, como merecedor de esta honra :
grande instancia, que le constriñó mas echando muchos rogadores, y
á descubrirselo: y asi le dijo, que entre ellos al mismo S. Juan Clí
con dos condiciones se lo descubri maco, acabó con el superior, que
ria; la una, que mientras viviese le dejase en el mismo lugar y
no habia de descubrir nada de to ejercicio que hasta entonces habia
do lo que le dijese; la otra, que tenido, hasta que acabase su carre
no le habia de preguntar su nombre. ra, como significando ó conjetu
Concedióselo, y él le descubrió co rando, que ya el dia de su fin se
mo era Obispo, y que por huir la llegaba: y asi fue, porque diez dias
honra y estimacion habia venido despues de esto, nuestro Señor le lle
huido. vó para sí: y siete dias despues lle
Cuenta S. Juan Clímaco, c. 4, vó consigo al portero del mismo
de un hombre principal de Alejan monasterio, à quien habia prometi
dria, que vino á ser recibido en un do en su vida, que si despues de su
monasterio, al cual el Abad como muerte tenia alguna cabida con
le pareciese por su aspecto y otras Dios, le negociaría que fuese su
señales hombre áspero, altivo é compañero muy presto: y así fue.
hinchado con la vanidad del siglo, Y dice mas el mismo Santo, que
quiso llevarle por el seguro camino cuando estaba vivo, y se ejercita
de la humildad, y asi le dijo: Si ba en aquel ejercicio de humildad,
verdaderamente has determinado de le preguntó, ¿en que se ocupaba ó
tomar sobre tí el yugo de Cris pensaba en aquel tiempo? Y respon
2o 4 Tratado tercero, cap. XXIV.
dió, que su ejercicio era tenerse y comenzó áreir y burlar de ellos.
por indigno de la conversacion del Se paró nuestro santo Padre con
monasterio, y de la compañía y mucha alegría, y diciéndole el
vista de los padres, y de levantar compañero, ¿que por qué no andaba,
los ojos para mirarlos. y dejaba aquel muchacho? Respon
Cuentase en la vida de los pa dió: ¿Por qué habemos de privará
dres, 2 part. S 8o, que contaba este niño de este contento y ale
el Abad Juan, que un filósofo tuvo gria que se le ha ofrecido? y asi
un díscipulo que cometió una culpa, se estuvo parado, para que el mu
y díjole no te perdonaré, sino su chacho se hartase de mirarlo, y de
fres las injurias de otros por tres reir y burlar de él, recibiendo el
años. Hízolo así, y vino por el mayor contento con este desprecio,
perdon, y volvióle á decir el filó que los del mundo reciben con las
sofo: No te perdono, sino das pre honras y estima.
mios otros tres años, porque te in De nuestro padre S. Francisco
jurien. Hízolo así, y entonces le de Borja se cuenta en su vida, lib.
perdonó, y le dijo: ya podrás irá 4, c. 5, que yendo una vez de cami
Atenas á aprender la sabiduría; no con el padre Bustamante, que
con lo cual fue á Atenas, y un fi era su compañero, llegaron á una
lósofo injuriaba á los que entraban posada, donde no hubo para dor
á oirle de nuevo, por ver si tenian mir sino un aposentillo estrecho,
paciencia, y como le hiciese una con sendos jergones de paja: acosta.
injuria, y él se riese, díjole: ¿Có ronse los padres, y el padre Busta:
mo te ries, injuriándote yo? Respon mante por su vejez, y ser fatigado
dió: Tres años dí dones porque me de asma, no hizo en toda la noche
injuriasen, y ahora hallando quien sino toser y escupir, pensando
me injurie de valde, ¿no quieres que que escupia hácia la pared, acertó
me ría ? Entonces dijo el filósofo: acaso á escupir en el padre san
Entra, que tú eres bueno para la Francisco, y muchas veces en el
sabiduría. De lo cual concluia el rostro. El santo Padre no habló
Abad Juan, que la paciencia era la palabra, ni se mudó ni desvió por
puerta de la sabiduria. ello. A la mañana cuando el padre
El padre Mafeo, en la vida que Bustamante vió de dia lo que habia
escribe de nuestro bienaventurado hecho de noche, quedó en gran
P. S. Ignacio, lib. 3, c. 5, cuenta, manera corrido y confuso, y el
que yendo una vez nuestro santo padre S. Francisco no menos ale
Padre en peregrinacion de Vene gre y contento; y para consolarle,
cia á Padua, con el padre Diego le decia: No tenga pena de esto, pa.
Lainez, con unos vestidos muy vie dre, que yo le certifico, que no ha
jos y remendados, viéndolos un bia en el aposento lugar mas digno
pastorcillo, se llegó cerca de ellos, de ser escupido que yo.
De la virtud de la humildad. 2o5
Religion, donde hay tanta disposi
CAPÍTULO XXV. cion y tantos medios para alcan
zar la virtud : al fin es escuela de
Del ejercicio de humildad que te perfeccion. Pero nosotros tenemos
nemos en la Religion. en esto particular obligacion; por
que fuera de los medios comunes,
El bienaventurado S. Basilio, (a) nos ha dado otros muy particula
prefiriendo y anteponiendo la vi res, y especialmente para alcanzar
da monástica á la solitaria, una la virtud de la humildad, y esto de
de las razones que de esto da, es, regla y constitucion. De manera
porque la vida solitaria, fuera de que si guardamos bien nuestras re
ser paligrosa, no es tan suficiente glas, seremos muy humildes, por
para alcanzar las virtudes necesa que en ellas tenemos muy bastante
rias, como la monastica, por ca ejercicio para ello. Tal es el que
recer del uso y ejercicio de ellas. nos pide aquella regla (b) y cons
Porque ¿cómo se ejercitará en la titucion que tenemos tan principal
humildad, el que no tiene alguno á é importante en la Compañía, que
quien humillarse? ¿Y cómo se ejer nos manda, que tengamos toda
citará en la caridad y misericor nuestra conciencia descubierta al
dia, quien no tiene trato ni co superior, dandole cuenta de todas
municacion con otro? ¿Y cómo se nuestras tentaciones, pasiones y
podrá ejercitar en la paciencia, el malas inclinaciones, y de todos
que no tiene quien le resista á lo nuestros defectos y miserias: y aun
que quiere? Pero el Religioso que que es verdad, que esto se ordena
vive en comunidad, tiene gran co para otros fines, como diremos en
modidad para alcanzar todas las su propio lugar, pero no hay duda,
virtudes necesarias, por la ocasion sino que es grande ejercicio de
grande que tiene de ejercitarse en humildad. Tal es tambien el que
todas ellas. En la humildad, por nos pide aquella regla, (c) que di
que tiene á quien se humillar y su ce: * Para mas aprovecharse en es
jetar. En la caridad, porque tiene píritu, y especialmente para mayor
con quien la ejercitar. En la pa bajeza y humildad propia, deben
ciencia, porque á quien trata con todos contentarse, que todos los
tantos, nunca le faltan ocasiones errores y faltas, y cualesquier co
para esto. Y asi podiamos ir dis sas que se notaren y supieren su
curriendo por las demas virtudes. yas, sean manifestadas á sus mayo
Mucho debemos al Señor los Re res, por cualquier persona que
ligiosos, por la merced tan grande fuera de confesion las supiere. *
que nos ha hecho, en traernos á la Nótese aquella razon que da para
(a) Basil, in reg. fusius disp. 9. (b) 3 p. const. e. 1, $ 12, et reg.
4o, et 41 (c) 3. p. tr. 7, regul. 9 summarii, c. 4 exam. S8.
2o.6 Tratado tercero, cap. XXV.
mayor bajeza y humildad propia, de mucho provecho para alcanzar
porque eso es lo que vamos dicien la verdadera humildad y para con
do. Si deseais alcanzar la verdade servarla. Cuando os sentais á co
ra humildad, vos os holgaréis de mer en el suelo, lo habeis de hacer
que todas vuestras faltas sean mani con un conocimiento interior de
fiestas á vuestros mayores. Y asi vos mismo, que no mereceis senta
el buen Religioso y humilde, él ros á la mesa con vuestros herma
mismo va á decir sus faltas al supe nos: y cuando les besais los pies,
rior, y á pedir penitencia de ellas, que no mereceis aun besar la tier
y procura que el primero de quien ra que ellos pisan. Y cuando os pos.
el superior sepa sus faltas, sea de trais, que mereceis que todos os pi
él mismo. Y no solo esto, sino sen la boca. Y habeis de querer y
mucho mayor ejercicio de humil desear que todos lo sientan asi. Y
dad tenemos en la Compañía; por seria muy bueno, que cuando uno
que publicamente decís vuestras cul hace estas mortificaciones, se ac
pas delante de todos, para que os tuase interiormente en estas consi
desprecien y os tengan en poco, deraciones, como lo hacia aquel
que ese es el fin de ese ejercicio santo monge, que estuvo siete años
de humildad, y no para que os á la puerta del monasterio, de quien
tengan por humilde y mortifica dijímos en el capítulo pasado, por
do, porque eso no seria acto ni que de esa manera serán ellas de
ejercicio de humildad, sino de so mucho provecho, y engendrarán
berbia. Con este mismo espíritu ha humildad allá dentro en el corazon;
beis de tomar y desear las repren pero sivos haceis esas cosas sin es
siones, no solo en particular y píritu, y solamente esteriormente,
en secreto, sino en público delante serán de poco provecho. Porque
de todos; y cuanto es de vuestra como dijo S. Pablo : Corporalis
parte, os habeis de holgar que se exercitatio ad modicum utilis est,
haga aquello muy de veras, y que 1 ad Tim. 48. Eso es hacer las
lo sientan todos así, y os tengan cosas por cumplimiento y costum
por tal. Y generalmente el uso y bre, cuando se hace solamente lo
ejercicio de todas las penitencias esterior, sin espíritu, y sin procu
y mortificaciones esteriores que rar conseguir el fin que se pretende
se usan en la Compañía, ayuda con ello. Si vos acabais de besar
mucho para alcanzar y conservar los pies á vuestros hermanos, y de
la verdadera humildad, el besar postraros para que todos os pisen,
los pies, y comer debajo de la me y despues les hablais palabras aspe.
sa, ó hincado de rodillas, el pos ras y desabridas, no viene bien
trarse á la puerta del refectorio, lo uno con lo otro: eso es señal
etc. Si estas cosas se hacen con el que aquello fue cumplimiento ó
espíritu que se han de hacer, seran hipocresía.
De la virtud de la humildad. 2o.7
principal como esa, ¿de qué sirve
Estos y otros muchos ejercicios
de humildad tenemos en la Compa la humildad y la mortificacion? Si
ñía de regla y constitucion: los aun no podeis sufrir que otro avise
he querido traer aquí á la memo de vuestra parte al superior, para
ria, aunque los apuntamos arriba,que os corrija, ¿donde está vuestra
humildad? Sino la teneis para re
trat. 1, c. 7, á otro propósito, pa
cibir las reprensiones y la peniten
ra que pongamos los ojos en ellos, y
eso sea en lo que principalmente cia, y para hacer el oficio bajo y
ejercitemos la humildad; porque humilde, y para ser incorporado en
en lo que el Religioso ha de ejer el grado que os quisiere poner la
citar y mostrar principalmente la Compañía, ¿de que sirve la humil
virtud y mortificacion, ha de ser dad y la indiferencia, y para que
en aquello que es menester para la quieren los superiores ? A este
guardar muy bien las reglas y modo puede especificar cada Reli
constituciones de su Religion; por gioso en las cosas espirituales de su
que eso es en lo que consiste nues Religion, y cada uno en las particu
tro aprovechamiento y perfeccion. lares que pide su estado y oficio.
Y sino teneis virtud para poner por
obra las cosas de humildad y mor CAPÍTULO XXVI.
tificacion, á que nos obliga vuestra
regla é instituto, no hagais caso Que nos habemos de guardar de ha
de cuanto teneis. Como podemos blar palabras que puedan re
decir tambien de cualquier cris dundar en nuestro loor.
tiano, que lo principal para que
tiene necesidad de humildad y de Las Santos y maestros de la vi
mortificacion, es para guardar la da espiritual, Basilio, (a) Gre
ley de Dios: y si para eso no la gorio, Bernardo, y otros nos avisan,
tiene, poco ó nada le aprovechará. que nos guardemos con mucho cui
Sino tiene humildad y mortifica dado de hablar palabras que pue
cion para confesar una cosa ver dan redundar en nuestra alabanza
gonzosa, sino que de vergüenza, ó y estima, conforme á aquello que
por mejor decir, de soberbia la de el santo Tobías, cap. 4, v. 14,
ja y quebranta un mandamiento aconseja á su hijo: Superbiam nun
tan principal, ¿qué le aprovechará quam in tuo sensu, aut in tuo verbo
cuanto tuviere é hiciere ? Pues por donari permittas. Nunca permitas
solo eso se condenará. Asi pode que la soberbia se enseñoree en tu
mos decir en su modo del Religio corazon, ni en tus palabras. Pondera
so. Si vos no teneis humildad para muy bien S. Bernardo, epist. 87,
descubrir al superior vuestra con á este propósito aquello de S. Pa
ciencia, y cumplir una regla tan blo: Parco autem, ne quis ine exis
(a) Basil. serm de exercitatione monastica.
2o.8 Tratado tercero, cap. XXVI.
timet supra id quod videt in me, gioso ú hombre de oracion, y ge
aut aliquid audit ex me: 1 ad Cor. neralmente, cosa que pueda redun
c. 12, v. 6. Habia dicho el Apóstol al dar en vuestro loor, de cualquier
gunas cosas grandes de sí, porque manera que sea, siempre os habeis
convenia asi para los oyentes, para de guardar de decirla, porque es
mayor gloria de Dios, y pudiera de cosa muy peligrosa, aunque la po
cir otras mayores, (b) pues habia si dais decir con mucha verdad, y aun
do arrebatado al tercero cielo, don que sea de edificacion, y os parezca
de vió y entendió mas que lo que la que la decís para bien y provecho
lengua puede hablar: pero dejélas, del otro, basta ser cosa vuestra, pa
dice, de decir, porque no piense al ra no la decir. Siempre habeis de an
guno de mí mas de lo que hay y se dar muy recatado en esto, para que
vé en mí. Dice S. Bernardo: Quám no perdais con eso el bien que por
pulchrà dixit, parco Non parcit sibi ventura hicisteis.
arrogans, non parcit sibi superbus, San Buenaventura dice: (d) Nun.
non cupldus vanae gloriae, et jactator quam de scientia, vel de saculi
actuum suorum, qui vel sibi arrogat, statu se jactent: Nunca digais pala
quod est, vel mentitur quod non est. bras que den á entender que sabeis,
O que bien dijo, yo perdono ahora ó que tengais habilidad, ingenio ó
eso ! El soberbio y el arrogante no talento particular, ni tampoco ha
perdona á esas cosas, porque no gais cosa por donde puedan los
deja pasar ninguna ocasion en que otros entender, que allá en el siglo
pueda mostrar ser algo, que no lo eradeis algo. Parece muy mal en la
haga: antes algunas veces añade y Religion preciarse de la nobleza
dice mas de lo que es, para ser te y estado de los suyos: porque to.
nido y estimado en mas: Solus, qui dos estos linages y estados son un
verè humilis est, parcit animae suae, poco de viento: y como decia uno
qui ne putetur, quod non est, semper, muy bien, la nobleza, ¿sabeis para
quantum in se est, vult nesciri quod que es buena? Para menospreciar.
est: Solo el verdadero humilde deja la, como la riqueza. De lo que acá
pasar estas ocasiones, y para que se hace caso, es de la virtud y hu
no le tengan en mas de lo que es, mildad que tuvieredeis: eso es lo
quiere encubrir lo que verdadera que se estima, que lo que eradeis
mente es. Y descendiendo en esto ó no eradeis allá fuera, todo es ai
mas en particular, dice: (c) Loquens re, y el que en la Religion se pre
nihil dicas, unde multum eruditus, cia de esas cosas, ó hace caso de
multumque Religiosus possis putari: ellas, muestra bien su vanidad y
Nunca digais cosa de donde podais poco espíritu: ese tal no ha deja
parecer muy letrado, ó muy Reli do ni menospreciado el mundo.
(b) Nota S. Gregor. l. 18 mor. c. 5. (c) Bernard. in spec. Monachor,
(d) Bonav. in specul, disc. part. 3, c. 3.
De la virtud de la humildad. so9
Dice S. Basilio: in regul. bre. 9o: soberbio. Del Abad Arsenio cuenta
Qui natus est ex spiritu juxta Domi su história, (e) que con haber sido
ni vocem, 83 potestatem accepit fieri en el mundo tan ilustre y eminen
Filius Dei, cum cognationis secun te en letras, porque fue maestro
dum carnem pudet: El que ha nacido de los hijos del emperador Teodo
con otro nacimiento nuevo, y ha con sio, Arcadio y Honorio, que fue
trahído parentesco espiritual y di ron tambien Emperadores; con to
vino con Dios, y recibido poder do eso despues que se hizo monge,
para ser hijo suyo, avergüenzase jamas se le oyó palabra que oliese
de ese otro parentesco carnal, y ol á grandeza, ni que diese á enten
vidase de él. En cualquiera parecen der que sabía letras, sino que con
mal las palabras de su alabanza: y asi versaba y trataba con los demas
dice el Proverbio: Laus in ore pro monges con tanta humildad y lla
prio vilescit; y mejor el Sabio: cap. neza, como sino supiera letras nin
27, v. 2: Laudet te alienus, S5 non gunas: antes él preguntaba á los
os tuum : extraneus, 83 non labia monges mas simples las cosas del
tua. Pero en la boca del Religioso espíritu, diciendo que en esta altí
parecen mucho peor, por ser tan sima ciencia no merecia ser discípu
contrarias á lo que profesa: y por lo. Y del bienaventurado S. Ge
donde uno piensa que será estima rónimo se dice en su vida, que era
do, viene á ser desestimado y teni de linage nobilísimo, y con todo
do en poco. S. Ambrosio, ser. 2o, eso en todas sus obras no se halla,
sobre aquellas palabras del Profeta, que él haya dado significacion algu
Psal. 1 18, 1 53: Vide humilita na de ello. -

tem meam, 85 eripe me: Mirad, Se Dice S. Buenaventura (f) una


ñor, mi humildad, y libradine; di razon muy buena: Entended, que
ce: aunque uno sea enfermo, pobre apenas puede haber en vos cosa bue
y de baja suerte, si él no se enso na y digna de loor, que no se les
berbece ni se quiere preferir á na trasluzca á los otros, y la entien
die, Ipse humilitate commendat: dan y sepan: y si vos callais y la
con la humildad se hace amar y es escondeis, agradaréis mucho mas,
timar: ella lo suple todo: y por el y seréis mas digno de loor, asi por
contrario, aunque uno sea muy ri la virtud, como por quererla encu
co, noble, poderoso, y aunque sea brir; pero si vos la manifestais y
muy letrado, y tenga muchas par haceis plato de ella, harán burla
tes y habilidades, si el se jacta y de vos, y de donde antes se edifica
engrie de eso, Insolentia sibi vilis ban y os estimaban, os vendrán á
est: con eso se apoca y abate, y vie despreciar y tener en poco. Es en
ne á ser despreciado y tenido en me esto la virtud como el almizcle,
nos, porque viene á ser tenido por que mientras mas le escondeis, mas
ToMo II. I4
(e) Metaph.85 Surius invita Arsenii. (f)Bon, de infor. nov. p. 1, c. 25.
21 O
Tratado tercero, cap. XXVI.
se muestra con el olor que da, y si monges, les dijo: Que ninguno de
lo traeis descubierto, presto perde todos ellos comeria bocado, hasta
rá el olor. que alcanzasen la salud de aquel
Cuenta S. Gregorio, l. 3 dia mozo. Y postrados todos en ora
log. c. 33, que un santo Abad, lla cion, no se levantaron de ella, has
mado Eleuterio, iba una vez cami ta que fue sano el enfermo. Por
nando, y llegando á hacer noche á donde se verá cuanto aborrece
un monasterio de monjas, le hos Dios las palabras que tienen algun
pedaron en cierta casa, donde esta resabio de alabanza propia, aun
ba un muchacho muy atormenta que se digan burlando por gracia
do del demonio, el cual fue aque por donaire, como parece que
lla noche su compañero. Venida la las dijo este Santo.
mañana, preguntáronle las mon
jas, si le habia venido á aquel mozo CAPITULO XXVII.
algun accidente: respondió que
no. Entonces dijeron ellas, que Como nos habemos de ejercitar en
era muy atormentado cada noche la oracion en este segundo grado
del demonio, y ruéganle con mucha de humildad.
instancia que le lleve consigo al
monasterio. Aceptó el viejo sus N uestro Padre, en las consti
ruegos, y como estuviese mucho tuciones, pone aquella regla tan
tiempo en el convento, y no se principal (a) y de tanta perfec
osase llegar á él el enemigo an cion, que dijimos arriba. * Que
tigüo, fue tocado el corazon del asi como los mundanos aman y
viejo de alguna alegria desordena desean con tanta diligencia hon
da y vano contento, por la salud ras, fama y estimacion de mucho
del mozo, y hablando con sus nombre en la tierra, asi los que
monges, dijoles: Burlábase, her van en espíritu, y siguen de veras á
manos, el demonio con aquellas Cristo nuestro Señor, aman y de
monjas, atormentando este mozo, sean intensamente todo lo contra
mas despues que ha venido al mo rio, deseando pasar injurias, falsos
nasterio de los siervos de Dios, no testimonios y afrentas, y ser teni
se ha atrevido á llegar á él. En di dos por locos: no dando ellos oca
ciendo estas palabras, subitamente sion alguna de ello, por desear pa
delante de todos fue el mozo ator recer é imitar en alguna manera á
mentado del demonio: lo cual vis nuestro Criador y Señor Jesu
to por el santo viejo, comenzó á cristo. * Y manda que todos los
llorar amargamente, viendo que que hubieren de entrar en la Comº
su vanagloria habia sido causa de pañia, sean primero preguntados,
aquel desmán, y consolándole los si tienen estos deseos. Cosa recia

(a) C. 4 de exa. S 44, 85 45, c. 5.


De la virtud de la humildad. 2 I

parece por cierto, que un novicio do tiempo. ¡O Señor, y cuan léjos


recien cortado del mundo, y que me veo de tener aquellos vivos y
viene corriendo sangre, como di encendidos deseos, que tenian aque
cen, sea examinado por una regla llos grandes Santos y verdaderos
tan estrecha, y de tanta perfeccion humildes, de ser despreciados del
como esta. Aí se verá la perfeccion mundo! Mucho querria, Señor, lle
grande que nuestro instituto nos gar siquiera á tener deseo de tener
pide. Quiere hombres verdadera esos deseos, deseo de desearlo. Bien
mente deshechos de sí, y que estén vais por aí, muy buen principio
muertos del todo al mundo. Pero y disposicion es esa para alcanzar
porque esto es dificultoso, y de lo; insistid y perseverad en eso en
gran perfeccion, añade nuestro Pa la oracion, y pedid al Señor que os
dre, que si alguno por nuestra hu ablande el corazon, y deteneos en
mana flaqueza y miseria, no sin eso algunos dias, porque agradan
tiere en sí tan encendidos deseos de mucho al Señor estos deseos, y los
esto, que sea preguntado, si tie oye él de muy buena gana: Deside
ne á lo menos deseos de tenerlos, y rium pauperum exaudivit Dominus;
con eso y con que esté dispuesto á praeparationem cordis eorum audi
llevarlo en paciencia, cuando se le vit auris tua : Psal. 9, 38. Presto
ofrecieren semejantes ocasiones, se os dará el Señor un deseo de padecer
contenta. Porque esa es buena dis algo por su amor, y de hacer alguna
posicion para aprender y aprove penitencia por vuestros pecados, y
char; basta que el aprendiz entre cuando os lo diere, ¿en qué podeis
con deseo de saber el oficio y se emplear mejor ese deseo de pade
aplique á eso, de esa manera sal cer? ¿Y en qué podeis hacer mayor
drá con ello. La Religion es escue penitencia, que ser despreciado y
la de virtud y perfeccion; entrad tenido en poco por su amor, en re
con ese deseo, y saldréis con lo que compensa de vuestros pecados? Uo
deseais. mo hacia David, cuando le malde
Pues conocemos por aqui este cia y deshonraba Semeí: 1 Reg. c.
ejercicio; vámoslo tomando poco 16, v. 1 1. Dejádle, dice, que por
á poco. Decís, que no sentís en vos ventura será servido el Señor de re
deseos de ser despreciado y tenido cibir esas afrentas y desprecios,
en poco, pero que deseais tenerlos: en descuento de mis pecados, y será
comenzad por aí á ejercitaros en esa gran dicha mia. Y cuando el
la oracion en esta virtud de la hu Señor os hiciere esa merced, que
mildad, decid con el Profeta: Ps. sintais en vos esos deseos de ser
1 18, 1 o: Concupivit anima mea de despreciado y tenido en poco, por
siderare justificationes tuas in omni parecer é imitar á Cristo, no
tempore: Deseó, ó Señor, mi ánima habeis de pensar que está acabado el
desear vuestras justificaciones en to negocio, y que habeis alcanzado ya
212 Tratado tercero, cap. XXVII.
la virtud de la humildad; antes en si vais creciendo en la virtud de la
tonces habeis de hacer cuenta, que humildad: y lo mismo es en las de
ha de comenzar de nuevo el plan mas virtudes.
tar y asentar en vuestra alma la Para que nos aprovechemos mas
virtud : y asi habeis de procurar no de este medio de la oracion, y
pasar ligeramente por esos deseos, con él se nos vaya imprimiendo
sino deteneros en ellos muy de es mas en el corazon la virtud, habe.
pacio, ejercitaros mucho tiempo mos de ir en ella descendiendo á
en ellos en la oracion, hasta que casos particulares y dificultosos
lleguen á ser tales y tan eficaces, que se nos pueden ofrecer, animán
que se estiendan á la obra. Y cuando donos y actuándonos en ellos, co
llegáredeis á eso, que os parece mo si los tuviésemos presentes, in
que llevais bien las ocasiones que sistiendo y deteniéndonos en eso,
se os ofrecen, en la misma obra hay hasta que ninguna cosa se nos pon
muchos grados y escalones que ga delante, sino que todo quede
subir para llegar á la perfeccion de allanado, porque de esa manera se
la humildad: Porque lo primero es va desarraigando el vicio, y la vir
menester que os ejerciteis en llevar tud embebiendo y entrañando en
con paciencia todas las ocasiones el corazon, y perficionándose mas.
que se ofrecieren que tocáren á Es muy buena comparacion para
vuestro desprecio y desestima : en esto lo que hacen los plateros para
lo cual habrá que hacer por algun refinar el oro: derrítenlo en el
tiempo, y aun por ventura por mu crisol, y cuando está derretido,
cho. Despues habeis de pasar ade echan alli un granito de soliman, y
lante, y no parar ni descansar has comienza el oro á hervir con gran
ta que os holgueis en el desprecio de furia y braveza, hasta que se
y afrenta, y sintais en esto tanto acaba de gastar el soliman, y en
contento y gusto, como los mun gastándose sosiégase el oro: torna
danos en cuantas honras, riquezas y el platero á echar otro granito de
placeres hay en el mundo, confor soliman, y torna el oro á hervir;
me á aquello del Profeta: , Ps. 1 18, pero no con tanta furia como la
1 4. ln via testimoniorum tuorum primera vez, y en consumiéndose
delectatus sum sicut in omnibus di el soliman, tornase el oro á S0se
vitiis. Cuando deseamos alguna cosa gar: torna á echar tercera vez otro
de veras, naturalmente nos holga poquito de soliman, y torna el oro
mos cuando la alcanzamos, y si mu á hervir, pero mansamente: torna
cho la deseamos, mucho nos hol cuarta vez á echar otro poco de S0
gamos, y si poco, poco. Pues to liman, y ya no hace ruído el orº
mad esto por señal, para ver si de con el soliman, ni hace sentimienº
seais de veras ser tenido en poco, y to mas que si nada le echáran; pºr”
.
º
º
De la virtud de la humildad. 2I3
que está ya refinado y purificado, que si le trajesemos de muchas co
y esa es la señal de ello. Pues esto sas juntas; y por eso se llama par
es lo que nosotros habemos de ha ticular, porque se hace de una cosa
cer en la oracion, echar un granito sola: y es de tanta importancia es
de soliman, imaginando que se os to, que aun un vicio ó una virtud
ofrece una cosa de mortificacion y muchas veces, y aun lo mas ordina
desprecio, y si os comenzais á azo rio, es menester tomarla por partes
rar y turbar, deteneos en eso, has y poco á poco, para poder alcan
ta que con el calor de la oracion se zar mejor lo que se desea. Pues asi
gaste ese granito de soliman, y ha es en esta virtud : si quereis traer
gais rostro á aquella, y quedeis examen de desarraigar la soberbia
quieto y sosegado en ello. Y tor de vuestro corazon, y alcanzar la
nad otro dia á echar otro granito virtud de la humildad, no lo habeis
de soliman, imaginando que se de tomar en general, porque la so
ofrece otra cosa dificultosa de mu berbia ó la humildad comprende
cha mortificacion y humiliacion, mucho, y si lo tomais asi á bul
y si todavia hierve y se turba la to y en general, no habeis de ser
naturaleza, deteneos hasta que lo soberbio en nada, sino en todo hu
gasteis, y os sosegueis en aquello, milde: es mucho examen, y mas
y tornad á echar otra y otra vez que si lo trajeradeis de dos ó tres
otro granito, y cuando ya no cau cosas juntas, y asi no haréis nada;
Sare en vos ruido ni turbacion el sino habeislo de tomar poco á poco
soliman, sino que con cualquier por partes, Mirad en que soleis
cosa que se ofrezca y se os ponga principalmente sentir falta de hu
delante, os quedais con mucha paz mildad, y tener soberbia, y de eso
y sosiego , entonces está refinado comenzad: y en concluyendo con
y purificado el oro: esa es la señal una cosa particular, tomad á pe
de haber alcanzado la perfeccion chos otra, y despues otra, y de esa
de la virtud. manera poco á poco iréis desarrai
gando de vos el vicio de la sober
CAPÍTULO XXVIII. bia, y alcanzando la virtud de la
humildad. Pues estas cosas iremos
Como habemos de traer el examen ahora dividiendo y desmenuzando,
particular de la humildad. para que asi podamos hacer mejor
y con mas provecho el examen
E examen particular, como di particular de esta virtud tan nece
saria.
jimos (a) en su lugar, siempre
se ha de hacer de una cosa sola, Sea lo primero, de no hablar pa
porque de esta manera es mas efi labras que puedan redundar en
caz este medio y de mayor efecto, nuestra alabanza y estima. Como
º 14º
(a) 1 p. tract. 7, c. 4, et 5.
2I4 Tratado tercero, cap. XXVIII.
nos es tan natural este apetito de Del bienaventurado S. Pacomio
honra y estimacion, y le tenemos se cuenta en su vida, que solia salir
tan arraigado en el corazon, casi del monasterio, é irse á partes mas
sin sentir ni advertir en ello se nos solitarias á orar, y cuando volvia,
va la lengua á decir palabras que muchas veces venian los demonios,
pueden redundar en nuestro loor di y como cuando viene un gran ejer
recta ó indirectamente: Ex abun cito con un capitan, con grande
dantia enim cordis os loquitur: acompañamiento, iban delante ha
Matth c. 12, v. 34: et Luc. c. 6, v. ciendo mucho estruendo, y como
45. En ofreciéndose alguna cosa que hacian lugar, y quitaban los
honrosa, luego nos querriamos hacer impedimentos, iban diciendo : Da
parte de ella: yo me hallé allí, y aun te locum homini Dei: date locum
fuí en que se hubiese así, sino fuera homini Dei: Aparta, aparta, haced
por mí, etc. Desde el principio se lugar, haced lugar, que viene el
me ofreció á mí aquello: yo aseguro santo; que viene el siervo de Dios:
que si la cosa no fuera tal, que aun para ver si podian por allí levan
que os hubierais hallado y sido par tarle y ensoberbecerle, y él reíase
te en ella, que lo callarais. Y á este y hacia burla de ellos. Pues hacedlo
modo hay otras palabras, que mu vos asi: cuando oyereis que os ala
chas veces no echamos de ver, hasta ban, ó cuando os vinieren pensa
despues que las habemos dicho: y mientos de vuestra estima, haced
asi es muy bueno traer examen par cuenta que oís al dermonio que os
ticular de esto, para que con esa ad dice esas cosas, y reíos y haced
vertencia y costumbre buena qui burla de él, y asi os libraréis de
temos esa otra mala, y casi conna esa tentacion.
tural que tenemos. S. Juan Clímaco, (c. 21.) cuen
Lo segundo sea lo que nos avisa ta una cosa muy particular acerca
S Basilio, ser. de exerc. Monast., de esto. Dice, que una vez el de
y es tambien de los santos, Geró monio descubrió á un monge los
nimo, Agustino y Bernardo, que pensamientos malos con que comº
no oigamos de buena gana, que batió á otro, porque oyendo el
otro nos alabe y diga bien de no combatido de la boca del otro lo
sotros, porque en eso hay tambien que pasaba en su corazon, le tuvie
grande peligro. Dice S. Ambro se por profeta, y le alabase y pre
sio, que cuando el demonio no nos dicase por santo, y asi se ensober
puede derribar con pusilanimidad y beciese. De donde se verá, cuanto
desmayo, procura derribarnos con estima el demonio que entre en nº
presuncion y soberbia: y cuan sotros esta soberbia y complacen
do no nos puede derribar con des cia
y
vana; pues con tantos ardides
mañas lo procura. Y asi dice S. Ge
honra, trata que nos honren y
alaben, para derribarnos por allí. rónimo: Nos ergo ad patriam fº
De la virtud de la humildad 2I5
tinantes, mortiferos syrenarum muy provechoso y puédese dividir
cantus surda debemus aure pertran en muchas partes. Primero se puede
sire: Guardaos de las sirenas de la traer de no hacer las cosas por res
mar, que encantan los hombres, y petos humanos; y despues de hacer
les hacen perder el juicio. Es tan las puramente por Dios; y despues
dulce música y tan suave á nuestras de hacerlas muy bien hechas, como
orejas la de las alabanzas de los quien las hace delante de Dios, y
hombres, que no hay sirenas que como quien sirve á Dios, y no á
asi encanten y hagan á uno salir hombres, hasta llegar á hacer las
de sí, y por eso es menester hacer obras de tal manera, que mas pa
nos sordos y taparnos los oidos. rezca que estamos en ella amando,
S. Juan Clímaco dice : cuando nos que obrando; como dijímos larga
alaban, pongamos delante nuestros mente, 1 p. trat. 7, tratando de la
pecados, y hallarémonos indignos rectitud y pureza de intencion que
de las alabanzas que nos dan, y asi habemos de tener en las obras.
sacarémos de ellas mayor humildad La cuarta cosa de que podemos
y confusion. Pues esta puede ser la traer examen particular, es de no
Segunda cosa de que se puede traer nos escusar : porque tambien nace
examen particular de no holgaros de soberbia, que en haciendo la fal
que otros os alaben y dígan bien ta, ó en diciéndonosla, luego la
de vos: y con esta se puede juntar queremos escusar, y sin sentir se
el holgaros cuando alaban y dicen nos sale una escusa tras otra, y aun
bien de otro, que es otra cosa par de habernos escusado, queremos lue
ticular de mucha importancia. Y go dar otra escusa : Ad excusandas
cuando tuviereis algun sentimiento excusationes in peccatis: Psal. 1 4o,
ó movimiento de envidia de que v. 4. S. Gregorio lib. 22 Moral.
alaban y dicen bien de otro, ó al cap. 9, sobre aquellas palabras de
guna complacencia ó contentamien Job 31 : Si abscondi quasi homo pec.
to vano de que dicen bien de vos, catum meum , et celavi in sinu meo
apuntadlo por falta. iniquitatem meam : Si escondí como
La tercera cosa de que podemos hombre mi pecado: pondera muy
traer examen particular, es de no bien aquel quasi homo, y dice, que
hacer cosa alguna, por ser vistos y es propio del hombre querer encu
estimados de los hombres, que es lo brir y escusar su pecado: porque
que nos avisa Cristo nuestro Señor nos viene de casta este vicio, y le
en el Evangelio : Attendite ne justi. heredamos de nuestros primeros pa
tiam vestram faciatis coram homi dres. En pecando el primer hom
mibus, ut videamini ab eis, alioquin bre, luego se fue á esconder entre
mercedem non habebitis apud Pa los árboles del Paraiso: y repren
trem vestrum, qui in Caelis est. diéndole Dios de su inobediencia,
Matth. c. 6, v. 1. Este es un examen luego se escusó con la muger: Mu
2 16 Tratado tercero, cap. XXVIII.
lier quam dedisti mihi sociam, de se contenta uno con escusarse á sí,
dit mihi de ligno, et comedi: sino que quiere echar la culpa á
Gen. 3, v. 12. Señor, la muger otros. Compara un Santo á los que
que vos me disteis por compañera, se escusan, al erizo, que cuando
me hizo comer. Y la muger se escu siente que le quieren tomar ó to.
só con la serpiente: Serpens decepit car, encoge con grandísima veloci
me, et comedi. Preguntales Dios de dad la cabeza y los pies, y que
su pecado, para que conociéndole, y da por todas partes rodeado de espi
confesándole alcanzasen perdon de nas, hecho una bola, que no le p0.
él. Y asi dice S. Gregorio, no dréis tomar ni tocar sin punzaros
preguntó á la serpiente; porque á primero: Ut prius videas sangui
esa no la habia de perdonar: y ellos nem tuum, quám corpus suum. De
en lugar de humillarse y conocer esa manera, dice este Santo, son los
su pecado, para alcanzar perdon de que se escusan, que si los quereis
él, acreciéntanle y hacenle mayor tocar, y les decís la falta que hicie.
escusandole, y aun queriendo en ron, luego se defienden como el
alguna manera echar la culpa á erizo. Y unas veces os punzarán á
Dios. Señor, la muger que vos me vos, dandoos á entender que tam
disteis fue causa de esto: como si bien vos habeis menester aquello:
dijera: Si vos no me la dierais por otras diciéndoos que tambien hay
compañera, no hubiera nada de es regla que no reprenda uno á otro:
to. La serpiente que vos criasteis, y otras diciendo, que otros hacen
dejasteis entrar en el paraiso, esa mayores faltas, y se disimulan. Lle.
me engañó, que si vos no la deja gaos á tocar al erizo, y veréis si
rais entrar acá, no pecara yo. Dice punza. Todo esto nace de la mu
S. Gregorio, como habian oido de cha soberbia que tenemos, que no
la boca del demonio, que serian se querriamos que se supiesen nues
mejantes á Dios: ya que ellos no tras faltas, ni ser tenidos p0r
pudieron ser semejantes á él en la defectuosos, y mas nos pesa de
divinidad, quisiéronle hacer seme que se sepan, y de la estima que
jante á sí en la culpa: y asi la ha por ello perdemos, que de ha
cen mayor, defendiéndola, que ha berlas hecho: y asi las procura
bia sido cometiendola. Pues como mos encubrir y escusar cuanto po
hijos que somos de tales padres, al demos: y hay algunos tan inmortº
fin como hombres nos habemos que ficados en esto, que aun antes que
dado con esta enfermedad, y con les digan nada, ellos previenen, y
este vicio y mala costumbre, que se escusan, y quieren dar razon de
en reprendiéndonos de ¿ lo que les pueden oponer: si hice
falta, luego la queremos encubrir aquello, fue por esto, y si hice lo
con escusas, como debajo de unas otro, fue por esto otro. ¿Quién os piº
hojas y ramas: y algunas veces no ca ahora, que asi saltais? Es estimuº
De la virtud de la humildad. 217
lo y aguijon de la soberbia, que tos altivos y vanos: como lo es
tiene allá dentro de las entrañas, tambien de atajar y cortar luego
ese les pica, y les hace faltar con los pensamientos deshonestos, y de
eso, aun antes de tiempo. Pues el juicios, y de otro cualquier vicio
que sintiere en sí este vicio y mala de que uno es molestado.
costumbre, será bien traer examen Lo sexto, será tambien buen exa
particular de esto, hasta que no os men de tenerlos á todos por supe
venga gana de encubrir vuestra fal riores, conforme á lo que nos dice
ta, sino que antes os holgueis, ya nuestra Regla: (b) Que nos anime
que la hicisteis, de que os tengan mos á la humildad, procurando y
por defectuoso, en recompensa y deseando dar ventaja á los otros,
satisfaccion de ella: y aunque no ha estimándolos en nuestra ánima á to
yais hecho falta, y os repren - dos, como si nos fuesen superiores,
dan por ella, no os escuseis, que y esteriormente teniéndoles el res
cuando el superior quisiere saber peto y reverencia que sufre el es
la causa ó razon que tuvisteis para tado de cada uno, con la llaneza y
hacer aquello, él sabrá preguntar, simplicidad religiosa , que es to
y por ventura la sabe ya, sino que mada del Apóstol. (c) Aunque en
quiere probar vuestra humildad, y lo esterior haya de haber diferen
ver como tomais la reprension y el cia, conforme á los estados y per
aV1SO, sonas, pero cuanto á la humildad
Lo quinto, es tambien buen exa verdadera é interior de nuestra
men de cortar y cercenar pensa ánima, quiere nuestro santo Pa
mientos de soberbia. Es uno tan so dre, que asi como llamó minima á
berbio y tan vano, que le vienen esta Compañía y Religion, asi
muchos pensamientos vanos y al cada uno de ella se tenga por el mi
tivos, imaginándose en puestos al nimo de todos, y que á todos los
tos, y en tales ministerios, ya os tenga por superiores y mejores.
hallais predicando en vuestra tier Pues este será muy buen examen y
ra, con grande aceptacion, é imagi muy provechoso; con tal que esto
nando que haréis mucho fruto: ya no sea solamente especulacion, si
0s hallais leyendo ó disputando en no que en la práctica y ejercicio
tales conclusiones, con grande aplauprocureis haberos con todos con
80 de los circunstantes, ó en otras aquella humildad y respeto, co
cosas semejantes. Todo eso nace de mo si os fuesen superiores. Porque
la soberbia grande que tenemos, que si vos teneis al otro por superior,
está brotando y rebentando en esos no le hablaréis con libertad ni as
pensamientos. Y asi es muy bueno pereza, y mucho menos palabras
traer examen particular de cerce que le puedan lastimar ó mortifi
nar y cortar luego estos pensamien car, ni le juzgareis tan facilmente,

(b).3 p. const. c. 1, $ 4: et reg. 29 sum. (c) Ad Phil. 2, 3. Ad Rom. 12, 1o.


2 I8 Tratado tercero, cap. XXVIII.
ni os sentireis de que él os trate ó ejercicios de humildad, ú otra vir
hable de esta ú otra manera. Y asi tud de que trajere examen, asi in
todas estas cosas habeis de notar y teriores, como esteriores, actuan.
apuntar por faltas, cuando traeis dose en aquello tantas veces á la
examen de esto. mañana, tantas á la tarde, comen
La septima cosa de que podemos zando con menos actos, y yendo
traer examen particular en esta ma añadiendo mas, hasta que vaya
teria, es de llevar bien todas las ganando hábito y costumbre en
ocasiones que se nos ofrecieren de aquella virtud. De esta manera di
humildad. ¿Os soleis sentir cuando vididos los enemigos, y tomando á
el otro os dice la palabrilla, ó cuan cada uno por sí, se vencerá mejor,
do os mandan con resolucion y y se alcanza mas brevemente lo que
con imperio, ó cuando os parece se desea.
qué no hacen tanto caso de vos co
mo de los otros? Traed examen de CAPÍTULO XXIX.
llevar bien esas y las demas ocasio
nes que se os ofrecieren, que pue Como con la humildad se puede
dan redundar en desestima vuestra. compadecer el querer ser tenidos
Este es un examen de los mas pro y estimados de los
pios y provechosos que podemos hombres.
traer para alcanzar la virtud de la
humildad; porque fuera de irnos Sudes ofrecer muchas veces una
en esto previniendo para todo lo que duda acerca de la humildad, cu
se nos ofrece, y habemos menester ya resolucion nos importa mucho,
entre dia, podemos en este examen para que sepamos como nos habe
ir creciendo y subiendo por aque mos de haber en ello. Decimos co
llos tres grados que pusimos en la munmente, y es doctrina comun de
virtud. Cap. prec. Primero podeis los Santos, que habemos de desear
traer examen de llevar todas esas ser despreciados, abatidos y te
cosas con paciencia, despues de lle nidos en poco, y que no hagan ca
varlas con prontitud y facilidad, so de nosotros. Luego por otra par.
hasta que no repareis ni hagais ca te se nos ofrece: ¿pues cómo haré.
so de nada de eso. Despues le po mos fruto en los prójimos, si nos
deis traer de llevarlas con alegría, desprecian y tienen en poco? Por
y holgaros en vuestrs desprecio en que para eso es menester tener au
que dijimos consistia la perfeccion toridad con ellos, y que tengan
de la humildad. buena opinion y estima de noso
Lo octavo de que puede uno tros. Y asi parece que no será ma
traer examen particular, asi en esta lo, sino bueno, desear ser estima
materia, como en otras semejan dos y tenidos de los hombres. Es
tes, es de hacer algunos actos y ta duda tratan los gloriosos san
De la vtriud de la humildad. 2.19
tos Basilio, Gregorio y Bernar sancti viri de bona sua opinione gau
do, (a) y responden muy bien á ella, dent; sed cum per hanc ad meliora
y dicen que aunque es verdad que proficere audientes pensant. Algunas
habemos de huir la honra y esti veces tambien los varones santos
macion del mundo, por el gran pe se huelgan de tener buena opinion
ligro que hay en esto, y cuanto es y estima cerca de los hombres: pe
de nuestra parte, y por lo que nos ro eso es cuando ven que es medio
toca á nosotros, siempre habemos necesario para que los prójimos se
de desear ser despreciados y teni aprovechen y ayuden mas en sus
dos en poco; pero que por algun almas: Nec jam de opinione sua, sed
buen fin del mayor servicio de Dios, de proximorum gaudent utílitate,
lícita y santamente se puede desear qua aliud est favores quaerere, et
la honra y estimacion de los hom aliud de defectibus exultare. Y eso,
bres. Y asi dice S. Bernardo, que dice S. Gregorio, no es holgarse
es verdad que cuanto es de nuestra de su estima y opinion, sino del
parte, habemos de querer que los fruto y aprovechamiento de los
otros conozcan y sientan de noso prójimos, que es cosa muy diferen
tros, lo que nosotros sentimos y te. Una cosa es amar uno la honra
conocemos de nosotros mismos, pa y estimacion humana por sí misma,
ra que nos tengan en lo mismo que y parando en ella por su propio
nosotros nos tenemos: mas muchas respeto y contento, por ser gran
veces, dice que conviene que los de y señalado en la opinion de los
otros sepan eso; y asi podemos al hombres, y esto es malo. Otra cosa
gunas veces lícita y santamente es cuando esto se ama por algun
querer que no sepan nuestras faltas; buen fin, como por el provecho
porque no reciban de ello algun da de los prójimos, y para hacer fru
ño, y se impida en ellos algun pro to en sus almas, y esto no es ma
vecho espiritual. lo, sino bueno. Y de esta manera
Pero es menester que entenda bien podemos nosotros desear la
mos esto bien, y que vamos en ello honra y estimacion del mundo, y
con tiento y con mucho espíritu; que tengan buena opinion de noso
porque semejantes verdades como tros, por la mayor gloria de Dios,
esta, socolor de verdades, sue y por ser asi necesario para la edi
len hacer grande daño en algunos, ficacion de los prójimos, y para
por no usar bien de ellas. Los hacer fruto en ellos; porque esto
mismos Santos nos declaran bien no es holgarse uno de su honra y
esta doctrina, para que no tome estimacion, sino del provecho y
mos en ellas ocasion de errar. Dice bien de los prójimos, y de la ma
S. Gregorio: Nonnunquam etiam yor gloria de Dios. Como el que
(a) Basil. in reg, brev. 185. Greg. lib. 22 moral. cap. 29. Bern. serm.
42 super Cant.
22O
Tratado tercero, cap. XXIX. -

por la salud quiere la purga que mente en cuanto es necesaria para


naturalmente aborrece : el querer la edificacion de los prójimos, y
y admitir la purga, es amar la sa para hacer fruto en ellos, y para la
lud; asi el que à la honra humana mayor honra y gloria de Dios
que huye y desprecia, la quiere y nuestro Señor. De nuestro bien
admite solamente por ser en aquel aventurado padre S. Ignacio lee
caso medio necesario y provecho mos, lib. 5, c. 3 de su vida, que
so para el servicio de Dios, y bien decia, que si se dejaba llevar de su
de las almas, se dice con verdad fervor y deseo, se anduviera por
que no quiere ni desea sino la glo las calles desnudo y emplumado,
ria de Dios. y lleno de lodo, para ser tenido
Pero veamos en que se conocerá por loco: mas la caridad y deseo
si se huelga uno con la honra y que tenia de ayudar á los proji
estimacion puramente por la gloria mos, reprimia en él este tan gran
de Dios, y provecho de los próji de afecto de humildad, y le decia
mos; ó si se huelga por sí mismo, que se tratase con la autoridad y
y por su propia honra y estima; decencia, que á su oficio y persona
porque esa es cosa muy delicada, convenia. Pero su inclinacion y de
y todo el punto y dificultad de es seo era ser despreciado y abatido :
te negocio consiste en ello. A lo y siempre que se le ofrecia ocasion
cual responde S. Gregorio : Qua de humillarse, la abrazaba, y aun
in re necesse est, ut cum audientium la buscaba muy de veras. Pues en
utilitati non proficit, mentem nos esto se conocerá si os holgais vos
tram fama laudabilis non elevet, con la autoridad y estimacion por
sed fatiget: El holgarnos con la el bien de las almas, y gloria de
honra y estimacion, ha de ser tan Dios, y por vos mismo, y por vues
puramente por Dios, que cuando tra propia honra y autoridad: si
no fuere necesario para su mayor glo cuando se os ofrece la ocasion de
ria y bien de los prójimos, no so humildad y desprecio, la abrazais
lo no nos habemos de holgar con muy de veras y de corazon, y os
ellos, sino nos ha de dar pena. De holgais con ella; entonces es bue
manera que nuestro corazon y na señal, que cuando os sucede
deseo, cuanto es de nuestra parte, bien el sermon ó el negocio, y
siempre ha de ser inclinar á la des por eso sois tenido y estimado,
honra y desprecio: y asi cuando que no os holgais por vuestra hon
se nos ofreciere ocasion de esto, la ra y estima, sino que puramente
habemos de abrazar de corazon, y por la gloria de Dios, y provecho
holgarnos con ella como quien ha de los prójimos que se sigue de aí.
topado con lo que deseaba. Y la Pero si cuando se os ofrece la oca
honra y estimacion la habemos de sion de humildad y de ser tenido
desear, y holgarnos con ella, sola en poco, la reúsais y no la llevais
De la virtud de la humildad. 22

bien: y si cuando no es necesario despreciador de la honra, sino


para el provecho de los prójimos, amador del desprecio y deshonra
con todo eso os holgais con la es por Jesucristo; porque cuando no
timacion y alabanza de los hom era necesario para el bien de los
bres, y la procurais, eso es señal prójimos, muy bien se sabía él apo
que tambien en lo demas os hol car y abatir, diciendo de sí, que
gais por lo que toca á vos, y por no era digno de llamarse Apóstol,
vuestra honra y estimacion, y no 1 ad Tim. c. 1, v, 15, porque per
puramente por la gloria de Dios, y siguió la Iglesia de Dios, y llamán
provecho de los prójimos. dose blasfemo y abortivo, y el ma
De manera que la honra y esti yor de los pecadores; y cuando se
macion de los hombres, es verdad le ofrecian deshonras y menospre
que no es mala, sino buena si usa cios, ese era su contento y rego
mos bien de ella, y asilícita y san cijo. De estos tales corazones bien
tamente se puede desear: como se puede fiar que reciban honra, y
cuando el padre S. Francisco Ja que digan ellos algunas veces cosas
vier, l. 4, c. 1 o de su vida, fue al que aprovechen para tenerla; por
rey de Burgo, con grande acom que nunca haran estas cosas, sino
pañamiento y autoridad. Y aun cuando fuere necesario para la
alabarse uno á sí mismo, puede ser mayor gloria de Dios, y entonces
bueno y santo, si se hace como se lo hacen tan sin pegarseles nada de
debe : como vemos que S. Pablo, ello, como sino lo hiciesen; por
escribiendo á los de Corinto, c. 4, que no aman su propia honra, si
v. 1 1, & 1 2, se comienza á alabar no la honra de Dios, y el bien de
y contar grandezas de sí, refirien las almas.
do grandes mercedes que nuestro Pero porque es muy dificultoso
Señor le habia hecho, diciendo recibir la honra, y no ensoberbe
que habia trabajado mas que los de cerse, ni tomar en ella algun vano
mas Apóstoles, y comienza á con contentamiento ó complacencia,
tar las revelaciones y arrebata por eso los Santos temiendo el peli
mientos que habia tenido hasta el gro grande que hay en la honra y
tercero cielo: mas esto hacia él estimacion, y en las dignidades y
porque entonces convenia y era puestos altos, huían cuanto podian
menester para la honra de Dios, y de todo eso, y se iban á donde no
para el provecho de los prójimos, fuesen conocidos ni estimados, y
á quien escribia, para que asi le tu procuraban ocuparse en oficios ba
viesen y estimasen por Apóstol dejos y despreciados; porque veían
Cristo, 1 ad Cor. c. 15, v. 9, y que aquello les ayudaba mas á su
recibiesen su doctrina, y se apro aprovechamiento, y á conservarse
vechasen de ella. Y decia estas co en humildad, y que era camino
Sas de sí con un corazon no solo mas seguro para ellos. Decia S.
222 Tratado tercero, cap. XXIX.
Francisco, 1 p. l. 1, c. 7 de su tro provecho, y eso os ayudará
Cor., una razon buena: No soy Re mas á ser humilde, y en eso agra.
ligioso, sino tomo con la misma ale daréis mas á Dios, que si fuerais
gria de rostro y alma la deshon gran predicador, pues él lo quiere
ra, que la honra; porque si me ale a SI.
gro en la honra que otros me dan De donde se verá cuan engaña
por su provecho, cuando predico, dos andan los que tienen puestos
ó les hago otras buenas obras, los ojos en la honra y estimacion
donde pongo el alma á riesgo y del mundo, socolor de que eso es
peligro de vanidad, mucho mas menester para hacer fruto en los
me debo alegrar de mi provecho, prójimos: y con ese título desean
y de la salud de mi alma, que ten los oficios honrosos, y los puestos
go mas segura cuando me vitupe altos, y todo lo que dice autori
ran. Claro está que estamos mas dad: y huyendo de lo bajo y hu
obligados á holgarnos de nuestro milde, pareciéndoles que en eso
bien y provecho, que del bien y se desautorizan. Y hay en eso otro
provecho de nuestros prójimos, engaño muy grande, que con lo
porque la caridad bien ordenada que uno piensa que gana autori
de sí mismo ha de comenzar. Pues dad, la pierde: y con lo que pien.
si os holgais del provecho del sa que la perderá, la ganará. Algu
prójimo, cuando el sermon ó el nos piensan, que con el vestido p0
negocio os salió bien, ó sois alaba bre, y oficio y ejercicio bajo y
do y estimado por ello; ¿por qué humilde, perderán la opinion y
no os holgais de vuestro provecho, estima necesaria para hacer fruto
cuando haciendo vos lo que es de en los prójimos, y engáñales su
vuestra parte, sois tenido en poco? soberbia, que antes con eso la ga
Porque eso es mejor, y mas seguro naréis, y con lo contrario que v0s
para vos. Si os holgais cuando te procurais, la perderéis. Enseñaba
neis gran talento para hacer gran esto muy bien nuestro bienaventura.
des cosas por el bien de los otros; do padre S. Ignacio: decia, l. 5, c.
¿por qué cuando Dios no os dió ta 3 de su vida, que ayudaba mas
lento para esas cosas, no os hol á la conversion de las almas el
gais por vuestro provecho, y por afecto de verdadera humildad, que
vuestra humildad? Si os holgais el mostrar autoridad que tenga
cuando teneis mucha salud y fuer algun resabio y olor del mun
zas para trabajar para otros, por do. Y asi lo practicaba él, no solo
el provecho de ellos; ¿por qué no os en sí, sino en los que enviaba á tra
holgais cuando Dios quiere que es bajar á la viña del Señor; de tal
teis enfermo y flaco, y que no seais manera les enseñaba, que para sa
para nada, sino que esteis arrinco lir con las cosas arduas y grandes,
nado é inútil? Porque ese es vues siempre procurasen hacer el camino
De la virtud de la humildad. 223
por la humildad y desprecio de sí ir a enseñar la doctrina, ni por ha
mismos; porque entonces estaría cer pláticas en las plazas, hospita
la obra bien segura, si estuviese les y cárceles. No hayais miedo que
bien fundada sobre esta humildad. perdais crédito con la gente grave,
Porque ese es el camino por don porque os vean confesar á los po
de suele el Señor obrar cosas gran brecitos, porque os vean vestido
des. Y conforme á esto, cuando como Religioso pobre. Antes con
envió á los padres S. Francisco eso ganaréis autoridad, y cobra
Javier y Simon Rodriguez á Por réis mas crédito y reputacion, y
tugal, les ordenó, que llegados á haréis mas fruto en las almas, por
aquel Reino pidiesen limosna, y que á los humildes levanta Dios,
que con la pobreza y menospre y por esos suele él obrar grandes
cio de sí, abriesen la puerta para COS3 S.

todo lo demas. Y á los padres Sal Y dejando á parte esta razon,


merón y Pascasio, cuando fueron que es la principal, llevándolo por
á Hibernia por Nuncios Apóstoli via de prudencia y razon humana:
cos, tambien les ordenó, que en no podeis poner medio mas eficaz
señasen la doctrina cristiana á para ganar autoridad y opinion
los niños, y á la gente ruda. Y al con los prójimos, y para hacer
mismo padre Salmerón, y al padre mucho fruto en las almas, que usar
maestro Lainez, cuando la prime estas cosas que parecen bajas, y
ra vez fueron al Concilio de Tren humildes: y tanto mas, cuanto
to, enviados del Papa Paulo III. mayores fueren vuestras partes. La
por teólogos de su Santidad, la razon de esto es, porque es tanto en
instruccion que les dió, fue, que lo que el mundo tiene la honra y
antes de decir su parecer en el Con estimacion, y las cosas altas, que
cilio, se fuesen al hospital, y sir de lo que mas se admiran los de él,
viesen en él á los pobres enfermos, es de ver que eso se desprecie, y
y enseñasen á los niños los princi que el que podia entender en cosas
pios de nuestra santa fe: y que des
altas y honrosas, se ocupa en co
pues de haber echado estas raíces sas bajas y humildes: y asi cobran
pasasen adelante, y dijesen su pa grande opinion y estima de santi
recer en el Concilio, porque asi dad de los tales, y reciben su doc
sería de fruto y provecho, como trina como venida del cielo.
sabemos que lo fue por la miseri Del P. S. Francisco Javier lee
cordia del Señor. Y andarémos no mos en su vida, l. 1, c. 12, que
sotros mirando, temiendo y tan habiéndose de embarcar para la In
teando con nuestras prudencias hu dia, y no queriendo recibir ningu
manas, si se pierde autoridad por na provision para su navegacion,
estas cosas. Que no hayais miedo instándole mucho el conde de Cas
que se desautorice el púlpito, por tañeda, que tenia entonces oficio
224 Tratado tercero, cap. XXIX.
de proveedor de las armadas para fruto en las almas: estima y opi.
aquellas partes, que á lo menos lle nion de humildes: estima y opi
vase un criado que le sirviese en la nion de santos y de predicadores
mar, diciéndole, que se disminuí evangélicos. Y asi esta es la que
ria su crédito y autoridad para nosotros habemos de procurar; que
con la gente, á quien habia de ense esas otras autoridades y puntos
ñar, si le viesen en la mar con los que tienen resabio y olor de mun
demas lavar sus paños al borde de do, antes dañan y desedifican mu
la nao, y guisar su comida. El pa cho á los prójimos, asi á los de fue
dre S. Francisco le representó: Se ra, como á los de dentro.
ñor Conde, el procurar adquirir Sobre aquellas palabras de S,
crédito y autoridad por ese me Juan: Ego autem non quaerogloriam
dio que vuestra Señoría dice, ha meam, est qui quaerat, et judicet;
traído á la Iglesia de Dios y á sus Yo no busco mi gloria, mi Padre
Prelados al estado en que ahora es tiene cuenta con eso; dice muy
tá. El medio por donde se ha de ad bien un Doctor: pues si nuestro Pa
quirir el crédito y autoridad, es dre celestial busca y procura nues
lavando esas cosillas, y guisando tra gloria y nuestra honra, no es
la olla, sin tener necesidad de na menester que nosotros tengamos cul,
die; y con todo eso, procurando dado de eso. Tenedlo vos de humi
emplearse en el servicio de las al llaros, y de ser el que debeis; y el
mas de los prójimos. Quedó con de vuestra estima y autoridad, para
esta respuesta el Conde tan atajado, hacer mas fruto en los prójimos,
y tan edificado, que no supo que dejadlo á Dios, que por donde vos
responder. De esta manera, y con mas os humillais y bajais, por aíos
esta humildad y verdad se ha de ad levantará él mas con otra estima
quirir la autoridad, y de esa ma muy diferente de la que vos pudie
nera se hace mas fruto. Y asi ve rais alcanzar por esos otros medios
mos que hizo tanto el padre S. y prudencias humanas.
Francisco Javier en esas Indias, Y no se os ponga tampoco delan
con enseñar la doctrina á los ni te la honra y autoridad de la Reli
ños, y andar tañendo la campani gion, que es otra solapa que se nos
lla de noche á las ánimas del pur suele algunas veces ofrecer, para co
gatorio, y sirviendo y consolando lorear nuestra imperfeccion é in
á los enfermos con otros oficios mortificacion. O que no lo hago y0
bajos y humildes. De esa manera por mí, sino por la autoridad de la
vino á tener tanta autoridad y re Religion, que es razon se le tengº
putacion, que robaba y atraía á sí respeto! Dejáos de esos respetos, que
los corazones de todos, y le llama la Religion tambien ganará mas en
ban el padre santo. Esta es la auto que os vean á vos humilde; por
ridad que es menester para hacer que en eso consiste la autoridad y
De la virtud de la humildad. 225
estima de la Religion, en que sus virtudes y dones de Dios, y estan
Religiosos sean humildes y morti do en grande honra y estimacion,
ficados, y estén muy deshechos de no se ensoberbece en nada, ni se
todo lo que tiene sabor y olor de atribuye á sí cosa alguna, sino
mundo. todo lo refiere y atribuye á su mis
El padre Mafeo, en la historia ma fuente, que es Dios, del cual
de las Indias, l. 14, pag. 277, y procede todo bien, y todo dón per
28o, cuenta, que predicando uno fecto. Este tercero grado de humil
de los nuestros en el Japon la fe de dad, dice S. Buenaventura, (a) es
Cristo nuestro Redentor, en una de grandes y perfectos varones, que
calle pública de Firando, un gen cuanto mayores son, tanto mas se
til de aquellos que acaso pasaba humillan en todo. Que uno siendo
por alli, hizo burla de él y de lo que malo é imperfecto, se conozca y
predicaba, y arranca un flemon estime por tal, no es mucho: bueno
muy grande, y escúpesele en el ros es, y de loar es; pero no es de mara
tro. El predicador sacó su pañuelo, villar, como no lo es, que el hijo del
y limpióse, sin mostrar turbacion labrador no quiera ser tenido por
alguna, y sin responder palabra, y hijo del Rey, y que el pobre se ten
prosiguió su sermon con el mismo ga por pobre, y el enfermo por en
tenor y semblante, como si no hu fermo, y que quieran ser tenidos
biera pasado nada. Uno de los que por tales de los demas; pero que el
estaban oyendo notó mucho aquello, rico se haga pobre, y el grande se
y viendo la paciencia y humildad apoque y conforme con los bajos,
grande del predicador, comenzó á haciéndose pequeño, esto es de ma
pensar entre sí: No es posible que ravillar. Pues asi, dice el Santo, (b)
doctrina que enseña tanta paciencia, no es de maravillar, que siendo
tanta humildad y constancia de áni uno malo é imperfecto, se tenga
mo, no sea del cielo: cosa de Dios por malo é imperfecto: antes lo es,
debe ser esta: lo cual le hizo tanta que siendo tal, se tenga por bueno
fuerza, que bastó para convertirle, y por perfecto: como si estando lle
y asi se fue tras él en acabando de no de lepra, se tuviese por sano; pe
predicar, y le pidió que le instru ro que el que es muy aventajado
yese en la fe y le bautizase. en virtud, y tiene muchos dones de
Dios, y es verdaderamente grande
CAPITULO XXX. ante su divino acatamiento, se ten
ga por pequeño: esa es humildad
Del tercer grado de humildad. grande y de maravillar, dice S.
Bernardo: ser. 13 sup. Cant. Mag
El tercero grado de humildad na, 83 rara virtus profecto est, cum
es cuando uno teniendo grandes magna operaris, magnum te nescire,
TOM. II.
I5
(a) Bonav, proc. 6 relig. c. a 2. (b) Idem dicit Bernar. ser. 45 sup. Cant.
226 Tratado tercero, cap. XXX.
cum omnibus nota sit sanctitas tua, te en el Apocalipsi, c. 4, & 1o, de
solum lateat: cum omnibus mirabilis aquellos veinte y cuatro ancianos,
appareas, tibi soli vilescas: Grande que postrados delante del trono de
y rara virtud es, que obre uno gran Dios, le adoraban, quitando las
des cosas, y que él no se tenga por coronas de sus cabezas, y arroján
grande, sino por pequeño, que to dolas á los pies del trono. Dice,
dos le tengan por santo, y por va que arrojar sus coronas á los pies
ron admirable, y que él solo se ten del trono de Dios, es no atribuirse
ga en poco: Hoc ego ipsis virtutibus á sí sus victorias, sino atribuirlo to
mirabilius judico: En mas tengo do á Dios, que les dió las fuerzas
esto, dice, que todas las virtudes. y virtud para vencer, y darle á él
Esta humildad se halló perfectísi la gloria y honra de todo: Dignus
mamente en la sacratísima Reina es Domine Deus noster accipere glo
de los Angeles, que sabiendo que riam, 83 honorem 83 virtutem, quia
era elegida por madre de Dios, con tu creasti omnia, 83 propter volunta
profundísima humildad se recono tem tuam erant, 83 creata sunt: Ra
ció por sierva y esclava suya: Ec zon es, Señor, que te demos la hon
ce ancilla Domini. Luc. c. 1, 38. ra y gloria de todo, y que quite
Dice S. Bernardo: Mater Dei eligi mos las coronas de nuestras cabe
tur, 83 ancillam se nominat: Bern. zas, y las arrojemos á tus pies; por
hom. 4 super Missus est. Eligiéndo que todo es tuyo; y por tu volun
la para tan alta dignidad y tan gran tad ha sido hecho; y si algo bueno
de honra, como era ser madre de tenemos, es porque tú lo quisiste.
Dios, se llama esclava, y siendo Pues este es el tercero grado de hu
predicada por la boca de santa Isa mildad, no alzarse uno con los do
bel por bienaventurada entre to nes y gracias que ha recibido de
das las mugeres, no se atribuyó á Dios, ni atribuírselos á sí, sino atri,
sí gloria alguna de las grandezas buírlo y referirlo todo á Dios, co
que en ella habia, sido todas se las mo á autor y dador de todo lo
atribuyó á Dios, engrandeciéndo bueno.
le, y ensalzándole por ellas, que Pero podrá decir alguno: Si en
dándose ella entera y firme en su eso consiste la humildad, todos S0
profundísima humildad: Magnificat mos humildes; porque ¿quién hay
anima mea Dominum, S3 exultavit que no conozca que todo el bien nos
spiritus meus in Deo salutari meo. viene de Dios, y que de nosotros
Quia respexit humilitatem ancillae no tenemos sino pecados y miserias
y
sua. Luc. c. 1, v. 46. Esta es humil ¿Quién hay que no diga: Si Dios
dad del cielo: los bienaventura me dejase de su mano, sería el maº
dos tienen allá esa humildad; y eso mal hombre del mundo? Perditio tuº
dice S. Gregorio, l. 12 moral. c. ex te Israel, tantummodo in me auº
151, que es lo que vió S. Juan lium tuum: Oss. c. 13, v. 9. De nues"
De la virtud de la humildad. 227
tra parte no tenemos sino perdi nadie puede hacer obra meritoria
cion y pecados, dice el profeta por sí mismo, si no estuviere uni
Oseas: todo el favor, y todo lo do conmigo: Ego sum vitis, vos pal
bueno nos ha de venir de acarreo mites: qui manet in me, 85 ego ineo,
de la liberalidad de Dios. Eso es hic fert fructum multum, quia sine
fe católica, y asi todos parece me nihil potestis facere. ¿Qué cosa
que tenemos esa humildad; porque mas fructifera que el sarmiento jun
todos creemos muy bien esa verdad, to con la vid?¿Y qué cosa mas inútil
de que está llena la sagrada Escritu y desaprovechada que el sarmiento
ra. El Apóstol Santiago en su Canó apartado de la vid? ¿Para qué vale
nica, c. 1, v. 17, dice: Omne da pregunta Dios al profeta Ezequiel:
tum optimum, 83 omne donum per c. 15, v. 2. Fili hominis, quid fiet
fectum desursum est, descendens á de ligno vitis? ¿Qué se hará del
Patre luminum: Toda dádiva buena, sarmiento ? No es madera, dice,
y todo dón perfecto nos ha de venir que valga para obra alguna de car
de arriba del Padre de la lumbre. Y pintería, ni aun para hacer siquie
el Apóstol S. Pablo: Quid habes, ra una estaca que pongais en la pa
qu0d non accepisti? 1 ad Cor. c. 4, v. red, para colgar de ella alguna cosa:
7. Mon quod suficientes simus cogi no es bueno el sarmiento aparta
tare aliquid à nobis, quasi ex nobis, do de la vid, sino para el fuego.
sed suficientia nostra ex Deo est: Pues asi somos nosotros, si no es
2 adCor. 3, v. 5. Deus est qui opera tamos unidos con la vid verdadera,
turin nobis, 83 velle, 83 perficere pro que es Cristo nuestro Redentor:
bona voluntate: Ad Phil. c. 2, v. 13: Si quis in me non manserit, mitte
Dice, que no podemos obrar, ni tur foras, sicut palmes, 85 arescet,
desear, ni pensar, ni comenzar, ni S3 colligent eum, 83 in ignem mit
acabar cosa que sirva para nuestra tent, 85 ardet. Joan. 15, v. 6. No
salvacion, sin Dios, de quien toda valemos nada sino para el fuego: si
nuestra suficiencia procede. ¿Y con algo somos, es por la gracia de Dios,
qué mas clara comparacion se nos como dice S. Pablo: Gratia Dei
pudo dar á entender esto, que con sum id, quod sum. 1 ad Cor. 15, v.
la que el mismo Cristo Redentor 1o. Bien enterados parece que esta
nuestro nos la declara en el sagrado mos todos en esa verdad, que to
Evangelio ? Sicut palmes non po do el bien que tenemos es de Dios,
test ferre fructum à semetipso, nisi y que de nosotros no tenemos sino
manserit in vite; sic nec vos, nisi in pecados, y que ningun bien nos ha
memanseritis. Joan. c. 15, v. 4. ¿Que bemos de atribuir á nosotros, si
reis ver, dice, lo poco ó nada que no todo á Dios, á quien se le debe
podeis sin mí? Asi como el sarmien la honra y gloria de todo. No pa
to no puede dar fruto por sí mis rece esto muy dificultoso al que
mo, si no está unido con la vid; asi cree, para ponerlo por último y
228 Tratado tercero, cap. XXX.
perfectísimo grado de humildad, mo se debe, sin atribuírse á sí cosa
pues es una verdad de fe tan llana. alguna, ni tomar de ello algun va
Asi parece á prima faz, mirándolo no contentamiento, cosa es de mu
superficialmente y á sobre haz, cha perfeccion. Ser honrado y ala
parece fácil; pero no es sino muy bado por santo, y no se le pegar al
dificil. corazon la honra y estimacion,
Dice Casiano: coll. 2 de castit. & mas que si no tuviera nada, cosa es
17 inter coll. A los que comienzan, dificultosa, y que pocos la alcan
paréceles cosa fácil el no atribuírse zan: mucha virtud es menester pa
nada á sí, y el no estribar, ni con 13l eSO,
fiar en su industria y diligencia, Dice S. Crisóstomo, que an
sino referirlo y atribuirlo todo á dar entre honras, y no pegarse na
Dios; pero no es sino muy dificul da al corazon del honrado, es co
toso; porque como nosotros pone mo andar entre hermosas mugeres,
mos tambien algo de nuestra parte sin alguna vez mirarlas con ojos
en las buenas obras: Dei enim sumus no castos. Cosa dificultosa y peli
adjutores, 1 ad Cor. c. 3, v. 9, dice grosa es esa, y mucha virtud es
S. Pablo, como obramos noso menester para ella. Para andar en
tros tambien, y concurrimos jun alto, y no se desvanecer, buena ca
tamente con Dios, luego tacita beza es menester: no todos tienen
mente y casi sin sentirlo estriba cabeza para andar en alto, no la
mos y confiamos en nosotros mis tuvieron los Angeles en el cielo,
mos, y se nos entra una presun Lucifer y sus compañeros: y asi
cion y soberbia secreta, parecién se desvanecieron y cayeron en el
donos, que por nuestra diligencia é abismo del infierno. Ese dicen
industria se hizo esto ó lo otro: y que fue el pecado de los Angeles,
asi luego nos engreímos y envane que habiéndolos Dios criado tan be
cemos, y nos alzamos con las obras llos y tan hermosos, con tantos
que hacemos, como si por nuestras dones naturales y sobrenaturales :
fuerzas las hubiésemos hecho, y In veritate non stetit: No estuvieron
como si fuesen solo nuestras. No es en Dios, ni le atribuyeron á él la
tan fácil este negocio como pare gloria de todo, sino estuviéronse en
ce: bástanos saber que los Santos sí: no porque entendiesen que te
ponen este por perfectísimo grado nian de sí aquellas cosas, que bien sa
de humildad, y dicen que es hu bian que todas venian de Dios, y que
mildad de grandes, para que en de él dependian, pues conocian que
tendamos, que hay en ello mas difi eran criaturas; sino como dice el
cultad y perfeccion de lo que pare profeta Ezequiel: c. 28, v. 17: Eleva
ce. Recibir uno grandes dones de tum estcor tuum in decore tuo, perdi
Dios, y obrar grandes cosas, y sa disti sapientiam tuam in decoretuo:
ber dar á Dios la gloria de ello, co Envaneciéronse en su hermosura,
De la virtud de la humildad. 229
pavonearonse en aquellos dones que car, volvieron ellos muy conten
habian recibido de Dios, y delei tos y ufanos de su mision, dicien
táronse en ellos, como si los tu do: ¡O Señor, que habemos hecho
vieran de sí: no los refirieron ni maravillas, aun hasta los demonios
atribuyeron todos á Dios, dándole se rendian y nos obedecian en
á él la gloria y honra de ello, sino vuestro nombre Respóndeles el Re
que se desvanecieron ensalzándose dentor del mundo con gran severi
y contentándose vanamente de sí dad: Videbam Satanam sicut ful
mismos, como si de sí tuvieran el gur de Celo cadentem: Luc. c. 1o.
bien. De manera que aunque con Guardáos del vano contentamien
el entendimiento conocian, que la to, mirad que por eso cayó Luci
gloria se debia á Dios, robabanse fer del cielo; porque en aquel esta
la con la voluntad, y atribuíansela do alto en que fue criado, se con
á sí. Ved como no es tan fácil co tentó vanamente de sí mismo, y
mo parece este grado de humildad; de los dones que habia recibido, y
pues á los mismos Angeles les fue no atribuyó á Dios la gloria y
tan dificultoso, que cayeron de la honra como debia, sino que se qui
alteza en que Dios les habia puesto, so alzar con ella. No os acontezca
por no saber conservarse en él. á vosotros lo mismo: no os desva
Pues si los Angeles no tuvieron ca nezcais con las maravillas y cosas
beza para andar en alto, sino que grandes que haceis en mi nombre,
se desvanecieron y cayeron; mas ni tomeis vano contentamiento en
razon tenemos nosotros de temer, eso. A nosotros dicen estas pala
no nos desvanezcamos, puestos y bras: Mirad no os ensoberbezcais
levantados en alto; porque somos de que por vuestro medio se hace
tan miserables los hombres, dice el mucha hacienda en los prójimos,
profeta David, Psal. 36, v. 2o, que y se ganan muchas almas. Guar
como humo nos desvanecemos: Mox dáos, no tomeis algun vano con
ut honorificati fuerint, S5 exalta tentamiento del aplauso y opinion
ti, deficientes, quemadmodum fu de los hombres, y del mucho caso
mus deficient. Asi como el humo que hacen de vos. Mirad no os al
mientras mas alto sube, mas se des ceis con algo, y se os pegue al co
hace y desaparece; asi el hombre razon la honra y estimacion; por
miserable y soberbio, mientras mas que eso es lo que hizo caer á Luci
le honran y suben á mas alto esta fer, y lo que de Angel le hizo de
do, mas se desvanece. monio. En lo cual veréis, dice S.
0 qué bien, y cuan á punto nos Agustin, cuan mala cosa es la so
avisó de esto Cristo nuestro Re berbia, pues de Angeles hace de
dentor Cuenta el sagrado Evan monios: y por el contrario, cuan
gelio, que habiendo enviado á los buena es la humildad, que hace á
setenta y dos discípulos á predi los hombres semejantes á los Ange
15*
23o Tratado tercero, cap. XXXI.
les santos: Humilitas homines sanctis conocer y ejercitareso practica
Angelis similes facit: 83 superbia miente, y en estar tan llenos y tan
daemones ex Angelis fecit. (e.) asentados en esto, como si lo vie
semos con los ojos, y tocasemos
CAPÍTULO XXXI. y palpasemos con las manos. Lo
Declarase en qué consiste el terce cual dice S. Ambrosio, (a) que es
ro grado de humildad. particularísimo dón y merced
grande de Dios. Y trae para esto
No habemos acabado de decla aquello de S. Pablo: Nos autem
rar bien en qué consiste este ter non spiritum hujus mundi accepi
cero grado de humildad, y asi mus, sed spiritum qui ex Deo est,
será menester declararlo un poco ut sciamus, quae à Deo donata sunt
mas, para que mejor podamos po nobis: 1 ad Cor. c. 2, v. 12. No
nerlo por obra, que es lo que pre sotros habemos recibido, no el espi
tendemos. Este grado de humil ritu de este mundo, sino el espíritu
dad, dicen los Santos, que consiste de Dios, para que conozcamos y
en saber distinguir entre el oro que sintamos los dones que habemos re
nos viene de Dios, de sus dones cibido de su mano. Sentir y reco
y beneficios, y entre el lodo y nocer uno los dones que ha recibi
miseria que somos nosotros, y dar do de Dios, como agenos, y como
á cada uno lo que le pertenece: recibidos y dados de la liberalidad
atribuir á Dios lo que es de Dios, y misericordia de Dios, es particu
y á nosotros lo que es nuestro: y lar don y merced suya. Y el Sabio
que todo esto sea practicamente, Salomón dice, que esta es suma sa
en lo cual está todo el punto de es biduría: Et ut scivi, quoniam ali
te negocio. De manera que no ter non possem esse continens, nisi
consiste la humildad en conocer es. Deus det, 83 hoc ipsum erat sa
peculativamente, que de nosotros pientiae, scire cujus esset hoc do
no podemos ni valemos nada, y num: Sapient. c. 8, v. 2 I. Otra le
que todo el bien nos ha de venir de tra dice: Ethoc ipsum erat summa
Dios, y que él es el que obra en sapientia: Entender y conocer prac
nosotros, el querer, y el comenzar ticamente, que el ser continente no
y el acabar, por su libre y buena es cosa que podemos nosotros al
voluntad, como dice el Apóstol S. canzar por nuestras fuerzas, y que
Pablo: Ad Philip. c. 2, v. 13, que no basta ningun trabajo ni indus
conocer eso especulativamente, por tria nuestra para esto, sino que es
que asi nos lo dice la fe, fácil don de Dios, y que nos ha de ve
cosa es, y todos los cristianos lo nir de su mano, es suma sabiduria.
conocemos y creemos asi; sino en Pues en esto que S. Pablo dice,
(c) Aug. l. seu exhor. de salute mon. adquemdam comitem c. 18.
(a) Ambros. epist. 84 ad sacram Virginem Demetriadem.
De la virtud de la humildad. 231
que es particular dón y merced de ensalzaban, ni se tenian por eso en
Dios, y Salomón suma sabiduría, mas, ni se les pegaba nada de aque
consiste este grado de humildad: llo al corazon, sino parecíales que
Quid habes, quod non accepisti? Si aquellas alabanzas no decian ni
autem accepisti, quid gloriaris quasi hablaban con ellos, sino con otro á
non acceperis? ad Cor. c. 4, v. 7. quien pertenecian, que es Dios, y
¿Qué tienes, que no lo hayas reci en él y en su gloria ponian su go
bido, y sea ageno? Dice el Apóstol zo y contento.
S, Pablo, todo cuanto bien tene Y asi con mucha razon dicen
mos es recibido y ageno; de noso ser esta humildad de grandes y
tros no tenemos bien ninguno. perfectos varones. Lo primero, por
Pues si lo has recibido, y es ageno, que presupone grandes virtudes y
¿por qué te glorías como sino lo hu. dones de Dios, que es lo que hace
bieses recibido, y como si fuese tu á uno grande delante de él. Lo se
yo propio? gundo, porque ser uno verdadera
Esta era la humildad de los San mente grande delante de los ojos
tos, que con estar enriquecidos de de Dios, y muy aventajado en vir
dones y gracias de Dios, y haberles tud y perfeccion, y por eso teni
él levantado á la cumbre de la per do y estimado en mucho de Dios,
feccion, y con eso á grande hon y de los hombres, y tenerse él por
ra y estimacion del mundo, con pequeño y vil en sus ojos, es gran
todo eso se tenian ellos por tan de y maravillosa perfeccion: y de
viles en sus ojos, y se quedaba su eso es lo que se maravillan S.
ánima tan entera en su bajeza y Crisóstomo y S. Bernardo de
humildad, como sino tuviera nada los Apóstoles y otros, que con ser
de aquellos dones. No se les pega tan grandes Santos, y tan encum
ba ninguna vanidad en su corazon, brados en dones de Dios, y hacien
ni cosa alguna de aquella honra y do su Magestad por ellos tantas
estima en que el mundo los tenia, maravillas y milagros, y resuci
porque sabian bien distinguir en tando muertos, y siendo por eso
tre lo que era ageno, y lo que era tan estimados de todo el mundo,
suyo propio; y asi todos los dones, con todo eso se quedasen ellos tan
honras y estimacion lo miraban enteros en su humildad y bajeza,
como cosa agena, y recibida de como sino tuvieran nada de aque
Dios, y á él le daban y atribuían llo, y como si otro hiciera aquellas
toda la gloria y alabanza de ello,cosas, y no ellos, y como si toda
quedándose ellos enteros en su ba aquella honra, estima y alabanza
Jeza, mirando que de sí no tenian fuera agena, y se hiciera á otro, y
nada, ni podian bien alguno: y de no á ellos. Dice S. Bernardo: Non
aíles venia, que aunque todo el magnum est esse humilem in abjec
mundo los ensalzase, ellos no se tione: magna prorsus, 83 rara virtus,
232 Tratado tercero, cap. XXXI.
humilitas honorata: hom. 4 super.
Miss. est. No es mucho huinillarse CAPÍTULO XXXII.
uno en la pobreza y abatimiento;
porque eso de suyo ayuda á cono Declarase mas lo sobredicho.
cerse y tenerse en lo que es; pero
que uno sea honrado y estimado de Habemos dicho, que el tercero
todos, y tenido por santo, y por grado de humildad es cuando uno
varon admirable, y se quede él tan teniendo grandes virtudes y dones
entero en la verdad de su bajeza y de Dios, estando en grande hon
de su nada, como sino hubiera nada ra y estimacion, no se ensoberbe
de aquello en él; esa es rara y es ce en nada, ni se atribuye á sí
celente virtud, y cosa de grande cosa alguna, sino todo lo refiere
perfeccion. y atribuye á su misma fuente,
En esto dice S. Bernardo, serm que es Dios, dándole á él la gloria
13 super Cant., conforme al man de todo, y quedándose él entero en
damiento del Señor, su luz luce y su bajeza y humildad, como si no
resplandece delante de los hom tuviese ni hiciese nada. No que
bres, para glorificar, no á sí mis remos por esto decir, que nosotros
mos, sino á su Padre celestial que no obremos tambien, y tengamos
está en los cielos. Matth. c. 5, v. 16. parte en las buenas obras que hace
Estos son verdaderos imitadores del mos, que esto sería ignorancia y
Apóstol S. Pablo, 2 ad Cor. c. error. Claro está que nosotros y
4, v. 5, y de los predicadores nuestro libre alvedrío concurre y
evangélicos, que no se predican á obra juntamente con Dios en las
sí mismos, sino á Jesucristo. 2 ad buenas obras: porque libremente
Cor. c. 12, v. 14. Estos son bue da el hombre su consentimiento en
nos y fieles siervos, que no buscan ellas, y por eso obra el hombre,
sus comodidades, ni se alzan con pues que de su voluntad propia y
cosa alguna, ni se atribuyen nada á libre quiere lo que quiere, y obra
sí, sino todo lo atribuyen fielmen lo que obra, y en su mano está no
te á Dios, y á él le dan la gloria de obrar. Antes eso es lo que hace
todo: y asi oirán de la boca del Se tan dificultoso este grado de humil
ñor aquellas palabras del Evange dad; porque por una parte habe
lio: Euge serve bone, et fidelis, mos nosotros de hacer todas nues
quia super pauca fuisti fidelis, su tras diligencias, y poner todos los
pra multa te constituam: Matth. medios que pudieremos, para al
c. 25, v. 21. Alegrate siervo bue canzar la virtud, y para resistir á la
no y fiel, que porque fuiste fiel tentacion, y para que el negocio su
en lo poco, te constituiré sobre lo ceda bien, como si ellos solos bas
mucho. tasen para ello. Y por otra, des
pues de haber hecho eso, habemos de
De la virtud de la humildad. 233
desconfiar de todo ello, como sino muy ciega el ánima, que las bue
hubiéramos hecho nada, y tener nas obras que hace, las atribuyese
nos por siervos inútiles ó sin pro á sí misma, y no á Dios que le in
vecho, y poner toda nuestra con fundió el espíritu de vida, que es la
fianza en solo Dios, como nos lo gracia, para que las pudiese hacer.
enseña él en el Evangelio: Cum fe Y en otra parte dice, (a) que asi
ceritis omnia quae praecepta sunt vo como los ojos corporales, aunque
bis, dicite, servi inutiles sumus, quod estén muy sanos, sino son ayuda
debuimus facere fecimus: Luc. c. 17, dos de la luz, no pueden ver; asi
v. 1o. Despues que hubiéredeis he el hombre, aunque sea muy justifi
cho todas las cosas que os son man cado, sino es ayudado de la luz y
dadas (no dice algunas, sino todas) gracia divina, no puede vivir
decid, siervos somos sin provecho, bien. Si el Señor no guarda la ciu
pues para acertar á hacer esto, vir dad, dice David, Psal. 126, v. I,
tud es menester, y no poca. Dice en vano vela el que la guarda: O si
Casiano, el que llegáre á conocer cognoscant se omnes homines, 85 qui
bien, que es siervo sin provecho, y gloriantur, in Domino glorientur,
que no bastan todos sus medios y (b) dice el Santo: ¡O si se conocie
diligencias, para alcanzar bien al sen ya los hombres, y acabasen de
guno, sino que ha de ser dádiva entender que no tienen de que
graciosa del Señor, este tal no se gloriarse en sí, sino en Dios! ¡O si
ensoberbecerá cuando alcanzare al nos enviase Dios una luz del cie
go; porque entenderá que no al lo, con la cual quitadas las tinie
canzó por su diligencia, sino por blas, conociésemos y sintiésemos,
gracia y misericordia de Dios; que ningun bien, ni sér, ni fuerza
que es lo que dice S. Pablo: ¿Qué hay en todo lo criado, mas de aque
tienes que no lo hayas recibido? 1 llo que el Señor de su graciosa vo
ad Cor. 4. luntad ha querido dar, y quiere
Dice S. Agustin, que nosotros conservar!
sin la gracia de Dios no somos Pues en esto consiste el tercero
otra cosa, sino lo que es un cuer grado de humildad, sino que no
po sin alma. Asi como un cuerpo llegan nuestras cortas palabras á
muerto no se puede mover ni me acabar de declarar la profundidad
near; asi nosotros sin la gracia de y perfeccion grande que hay en él,
Dios no podemos obrar obras de por mas que lo andemos diciendo,
vida y de valor delante de Dios. ahora de una manera, ahora de otra:
Pues asi como sería loco un cuer porque no solo la práctica, sino
po, que se atribuyese á sí el vivir tambien la teórica de él es dificul
y el moverse, y no al ánima que tosa. Esta es aquella aniquilacion de
en él está, y le da vida; asi sería sí mismos, tan repetida y enco

(a) Aug. l. de natur. 83 gratia, c. 26. (b) Aug. l. 9 de confession. c. 13.


234 Tratado tercero, cap. XXXII.
mendada de los maestros de la vi ordinarias de la virtud, cualquiera
da espiritual. Este es aquel tenerse las entiende; pero las particulares
y confesarse por indigno é inútil y sútiles, las altas y delicadas no
por todas las cosas, que S. Beni las entienden sino los que son emi
to y otros Santos ponen por per nentes y aventajados en aquella
fectísimo grado de humildad: Ad virtud. Y esto es lo que dice S.
omnia indignum, 83 inutilem, se con Laurencio Justiniano, que ningu
fiteri, 83 credere. Esta es aquella no conoce bien que cosa es humil
desconfianza de sí mismos, y aquel dad, sino aquel que ha recibido de
estar colgados y pendientes de Dios ser humilde. Y de aqui es tam
Dios, tan encomendado en las sa bien, que los Santos, como te
gradas letras. Este es el verdadero nian profundísima humildad, sen
tenerse en nada, que á cada paso tian y decian tales cosas de sí, que
oímos y decimos, si lo acabase los que no llegamos allá, no las
mos de sentir asi con el corazon. acabamos de entender, y nos pare
Que entendamos y sintamos con cen encarecimientos y exageracio
verdad y practicamente, como nes: como que eran los mayores pe
quien lo ve con los ojos, y lo toca cadores de cuantos habia en el
y palpa con las manos, que de nues mundo, y otras semejantes, como
tra parte no tenemos ni podemos luego diremos. Y si nosotros no sa
sino perdicion y pecados, y que bemos decir ni sentir estas cosas,
todo el bien que tuvieremos y ni aun las acabamos de entender,
obraremos, no lo tenemos ni obra es porque no habemos llegado á tan
mos de nosotros, sino de Dios, y ta humildad como ellos: y así no
que suya es la honra y gloria de entendemos las cosas sútiles y de
todo. licadas de esta facultad. Procurad
Y si aun con todo esto no aca vos ser humilde, é ir creciendo en
esta ciencia, y aprovechar mas y
bais de entender la perfeccion de es
te grado de humildad, no os espan mas en ella, y entonces entenderéis
teis; porque es esta una Teología como se pueden decir con verdad
muy alta: y asi no es mucho que eStaS COSaS.
no la acabemos de entender tan
facilmente. Dice muy bien un Doc CAPITULO XXXIII.
tor, que en todas las artes ó cien
cias acontece esto, que las cosas Declarase mas el tercero grado de
comunes y claras, cualquera las humildad, y que de aí nace que el
sabe y entiende; pero las sútiles y verdadero humilde se tiene en
delicadas, no todos las alcanzan, menos que todos.
sino solamente aquellos que son
eminentes en aquella arte ó cien Para que entendamos mejor este
cia. Asi acá, las cosas comunes y tercero grado de humildad, y nos
De la virtud de la humildad. 235
podamos fundar bien en él, es dianero nuestro como dice S. Pa
menester tomar el agua mas de blo: Justificati gratis per gratiam
atrás. Asi como arriba, cap. 6, diji ipsius, per redemptionem, quae est in
mos, que todo el sér natural, y to Christo Jesu: Ad Rom. c. 3, v. 24.
das las operaciones naturales que Pues asi como no podiamos noso
tenemos, las tenemos de Dios, por tros salir de la nada que eramos, al
que nosotros eramos nada, y enton sér natural que tenemos, no po
ces no teniamos fuerza para mover diamos obrar obras de vida, ni
nos, ni para vér, ni oír, ni gustar, ni vér, ni oír, ni sentir, sino que todo
entender, ni querer; mas dándonos eso fue dadiva graciosa de Dios, y
Dios el sér natural, nos dió estas á él se lo habemos de atribuír todo,
potencias y fuerzas: y asi á él le sin que nos podamos atribuír á no
habemos de atribuir, asi el sér, co sotros gloria alguna de ello: asi
mo estas operaciones naturales; de tampoco podiamos salir nosotros
la misma manera, y con mucha de las tinieblas del pecado en que
mayor razon habemos de decir en estabamos, y en que fuímos conce
el sér sobrenatural y obras de gra bidos y nacidos, si Dios por su in
cia, y tanto mas cuanto estas son finita bondad y misericordia no
mayores y mas escelentes. El sér nos sacára, ni podiamos obrar obras
sobrenatural que tenemos no le te de vida, si él no nos diera su gra
nemos de nosotros, sino de Dios: al cia para ello: porque el valor y
fin es sér de gracia, que por eso se merecimiento de las obras no es
llama asi, porque es añadido al sér por lo que tienen de nosotros, sino
de naturaleza graciosamente: Era por lo que tienen de la gracia del
mus natura filii irae: Ad Ephes. c. Señor: como el valor que tiene la
2, v. 3. Nosotros nacimos en peca moneda, no la tiene de suyo, sino
do, hijos de ira, enemigos de Dios, por el cuño con que se labra. Y asi
el cual nos sacó de aquellas tinie no debemos atribuírnos gloria algu
blas, In admirabile lumen suum, I na, sino toda á Dios, cuyo es,
Pet. c. 2, v. 9, á su admirable luz, asi lo natural, como lo sobrenatu
como dice el Apóstol S. Pedro. ral, trayendo siempre en la boca
Hízonos Dios de enemigos ami y el corazon aquello que dice S.
gos, de esclavos hijos, de no valer Pablo: Gratia Dei sum id quod sum:
nada tener ser agradable en sus 1 ad Cor. c. 15, v. 1o. Por la gra
ojos. Y la causa por que Dios hizo cia de Dios soy eso que soy.
esto, no fueron nuestros mereci Mas asi como deciamos, que no
mientos pasados, ni el respeto de solo nos sacó Dios de la nada, y
los servicios que le habiamos de ha nos dió el sér que tenemos, sino
cer, sino por sola su bondad y que aun despues que fuímos cria
misericordia, y por los mereci dos y recibimos el sér, no nos te
mientos de Jesucristo, único me nemos en nosotros mismos, sino
236 Tratado tercero, cap. XXXIII.
que nos está Dios sustentando, te siempre teniendo de su mano.
niendo y conservando con su ma Y asi dice Alberto Magno, (a)
no poderosa, para que no caiga que el que quisiere alcanzar la hu
mos en el pozo profundo de la na mildad, ha de plantar en su cora
da, de la cual primero nos sacó: zon la raíz de la humildad; esto es,
de la misma manera en el sér so que conozca su propia flaqueza y
brenatural, no solo nos hizo Dios miseria, y entienda y pondere muy
merced de sacarnos de las tinieblas bien, no solo cuan vil y miserable
de los pecados en que estabamos, á es ahora, sino cuan vil y miserable
la luz admirable de la gracia, sino puede ser, y sería al dia de hoy, si
siempre nos está conservando y te Dios con su mano poderosa no le
niendo de su mano, para que no apartase de los pecados, y le qui
tornemos á caer : de tal manera tase las ocasiones, y ayudase en
que si un punto apartase y alzase las tentaciones. ¿En cuántos peca
Dios su mano y guarda de noso dos hubiera yo caído, si vos, Se
tros, y diese licencia al demonio ñor, no me hubiéradeis por vues
para que nos tentase cuanto qui tra infinita misericordia librado?
siese, nos tornariamos á los peca ¿Cuántas ocasiones de pecar me ha
dos pasados, y á otros peores. Quo beis escusado, que bastáran para
niam à dextris estmihi, ne commo derribarme, pues derribaron á Da
vear, decia el profeta David: Ps. vid, si vos no las atajaradeis cono
15, v. 8. Vos estais siempre á mi la ciendo mi flaqueza? ¿Cuántas veces
do, teniéndome, para que no sea habeis atado las manos al demonio,
derribado: vuestro es, Señor, el le para que no me tentase cuanto pu
vantarnos de la culpa, y vuestro es diese, y si me tentase, para que
el no haber vuelto á caer en ella: si no me venciese ? ¿Cuántas veces
me levanté, fue porque vos me dis podria yo decir con verdad aque
teis la mano: y si ahora estoy en pie, llas palabras del Profeta: Psal. 93,
es porque vos me teneis para que v. 17. Nisi quia Dominus adju
no caiga. Pues asi como decía vit me, paulo minus habitasset in
mos, aquello basta para tenernos inferno anima mea: Si vos, Señor,
en nada, porque de nuestra parte no me hubiéradeis ayudado, ya mi
eso somos, y eso eramos y eso se ánima estuviera en los infiernos?
riamos, si Dios no nos estuviese ¿Cuántas veces fuí combatido y tras
siempre conservando: y asi esto tornado para caer, y vos, Señor, me
tambien basta para tenernos siem tuvisteis, y poniadeis allí vuestra
pre por pecadores y malos; por blanda y poderosa mano, para que
que cuanto es de nuestra parte, eso no me lastimase? Si dicebam mo
somos, y eso fuímos y eso se tus est pes meus, misericordia tua
riamos, si Dios no nos estuviese Domine adjuvabat me: Si os decia

(a) Alb. Magn. tract. de variis perfectisq. virtut, c. 2.


De la virtud de la humildad. 237.
que mis pies habian resbalado, lue nesta á nosotros, que procuremos
go vuestra misericordia me ayuda llegar á esta humildad, que nos
ba. l¡O cuántas veces nos hubiéra tengamos por inferiores y por me
mos ya perdido, si Dios por su infi nos que todos, y que á todos los
nita bondad y misericordia no nos reconozcamos por superiores y
hubiera guardado! Pues eso es en mejores. Dice S. Agustin ; (b)
lo que nos habemos de tener, por Non fallit nos Apostolus, nec adula
que eso es lo que somos, y lo que tione uti jubet, cum ad Philip. 2 di
tenemos de nuestra parte, y eso cit, in humilitate superiores sibi invi
fuímos, y eso seriamos tambien aho cem arbitrantes. Et ad Romanos 12,
ra, si Dios apartase y alzase su honore invicem praevenientes: No nos
mano y su guarda de nosotros. engaña el Apóstol cuando nos di
De aqui venian los Santos á ce, que nos tengamos por los me
confundirse, y despreciarse y hu nores, y que á todos los tengamos
millarse tanto, que no se contenta por superiores y mejores, ni nos
ban en tenerse en poco, y por ma manda que usemos de palabras de
los y pecadores, sino que se tenian adulacion y lisonja. Los Santos
en menos que todos, y por los mas no decian con mentira ni con fin
viles y pecadores de cuantos habia gida humildad, que eran los ma
en el mundo. Un S. Francisco, yores pecadores del mundo, sino
del cual leemos, 1 part. l. I, c. 68 con verdad, porque asi lo sentian
de su Cron., que le habia Dios le en su corazon: y asi nos encargan
vantado y encumbrado tanto, que á nosotros, que lo sintamos y di
su compañero estando en oracion, gamos, no por cumplimiento ni
vió allá entre los Serafines una silla con ficcion.
muy ricamente labrada de varios S. Bernardo, serm. 17 super
esmaltes y piedras preciosas, que Cantica, pondera muy bien á este
estaba preparada para él; y pregun propósito aquel dicho del Salvador:
tándole despues: Padre, ¿qué repu Cum vocatus fueris ad nuptias, re
tacion tienes de tí? Respondió: No cumbe in novissimo loco: Luc. c. 14,
creo que hay en el mundo mayor v. 1o. Cuando fueres convidado,
pecador que yo. Y lo mismo dijo sientate en el postrer lugar. No di
de sí el glorioso Apóstol S. Pablo: jo que escogieseis un lugar medie
I ad Tim. c. 1, v. 15. Christus Jesus no, ó que os sentaseis entre los
venit in hunc mundum peccatores postreros, ó en el penúltimo lugar,
salvos facere, quorum primus ego sino solo quiere que esteis en el pos
sum : Nuestro Señor Jesucristo trer lugar: Ut solus videlicet omnium
vino á este mundo á salvar los pe novissimus sedeas, teque nemini, non
cadores, de los cuales el primero dico praeponas, sed nec comparare
y principal soy yo. Y asi nos amo praesumas: No solo no os habeis de

(b) Aug. l.83, quaest. 71, et l. de Sanct. Virg. c. 46, t.6.


238 Tratado tercero, cap. XXXIII.
preferir á nadie; pero ni habeis de de ayer acá, y en un momento? Fa
presumir de compararos ni igualaros cile est enim in oculis Dei subito ho
con nadie: solo os habeis de quedar nestare pauperem: Eccl. 1 1, v. 23.
en el postrer lugar, sin igual en En un instante puede Dios hacer
vuestra bajeza, teniéndoos por mas de un públicano, y de un persegui
miserable y pecador de todos. Di dor de la Iglesia Apóstoles suyos,
ce el bienaventurado S. Bernar como hizo á S. Mateo, y á S.
do: A ningun peligro os poneis Pablo: Potens est Deus de lapidibus
en humillaros mucho, y poneros istis suscitare filios Abrahae: Matt.
debajo de los pies de todos; pero c. 3, v. 9. De pecadores empederni
el anteponeros á solo uno, os pue dos y mas duros que un diamante,
de hacer mucho daño: y trae aque puede hacer hijos de Dios. Cuán
lla comparacion comun: Asi co engañado se halló aquel fariseo,
mo si pasais por una puerta baja, Luc. c. 7, v.39, que juzgó á la Mag.
no os puede dañar el bajar mucho dalena por mala, y como le re
la cabeza; empero un tantico menos prendió Cristo nuestro Redentor,
que os dejeis de bajar de lo que la y le dió á entender que era mejor
puerta requiere, os puede hacer que él la que él tenia por pública
mucho daño, y quebraros la cabe pecadora! Y asi S. Benito, santo
za: asi en el ánima, el bajarse y Tomas, y otros Santos ponen es
humillarse mucho, no puede da te por uno de los doce grados de
ñar: empero el dejarse de humillar humildad: Credere, 83 pronuntiare
un poco, el quererse anteponer ó se omnibus viliorem : Decir y sentir
igualar á solo uno, es cosa peligro de sí, que es el peor de todos. No
sa. ¿Qué sabes, ó hombre, dice el basta decirlo con la boca, es me
Santo, si ese uno que piensas que nester que lo sintais asi en vuestro
es no solo peor que tú, (que por corazon. * No pienses haber apro
ventura te parece que ya vives vechado algo, si no te tienes por el
bien) sino que es el mas malo de peor de todos, dice aquel santo
los malos, y el mas pecador de los Tomas de Kempis.
pecadores, ha de ser mejor que
ellos y que tú, y si lo es ya delante CAPÍTULO XXXIV.
de Dios? Quien sabe, si cruzará Dios
las manos como Jacob, y se troca Como los buenos y santos pueden
rán las suertes, y serás tú el dese con verdad tenerse en menos que t0
chado, y el otro el escogido? Quid dos, y decir que son los mayo
scis, inquit, si melior, 83 te, 83 illis res pecadores del
mutatione dexterae excelsi in se qui mundo.
dem futurus sit, in Deo vero jam sit?
Gen. c. 8, v. 14. ¿Qué sabeis vos lo No será curiosidad , sino de
que ha obrado Dios en su corazon mucho provecho declarar como
De la virtud de la humildad. 239
los buenos y los santos pueden con don y merced de Dios, con la cual
verdad tenerse en menos que to os haga mucha ventaja, como acon
dos, y decir que son los mayores teció en aquel fariseo, y publi
pecadores del mundo: pues deci cano del Evangelio, que entra
mos que habemos de procurar lle ron á orar al templo: Dico vobis:
gar aqui. Algunos Santos no quie descendit hic justificatus in domum
ren responder á esta cuestion, sino suam ab illo: Luc. c. 18, v. 14. De
contentanse con sentirlo ellos asi verdad os digo, dice Cristo nues
en su corazon. Cuenta S. Doro tro Redentor, que el publicano y
teo, doctrin. 2 de humilit., que co tenido por malo salió justificado:
mo el Abad Zozimo estuviese un y el fariseo que se tenia por bue
dia platicando de la humildad, y no, salió condenado. Esto nos habia
dijese esto de sí: hallóse allí un de bastar para escarmentar y para
sofista ó filósofo, y preguntóle: que no nos atrevamos à preferir
¿Cómo te tienes por tan pecador, ni comparar con nadie, sino que
pues que sabes que guardas los nos quedemos solos en el postrer
mandamientos de Dios? Respon lugar, que es lo seguro.
dió el santo Abad: Yo sé que esto Al que de verdad y de corazon
que digo es verdad, y asi lo siento: es humilde, muy fácil cosa le es
no me preguntes mas. Empero S. el tenerse en menos que todos; por
Agustin, santo Tomas, y otros que el verdadero humilde conside
Santos responden á esta cuestion, y ra en los otros las virtudes y lo
dan diversas respuestas. La de S. bueno que tienen, y en sí sus defec
Águstin y santo Tomas es, (a) tos: y anda tan ocupado en el co
que poniendo uno los ojos en los nocimiento y remedio de ellos, que
defectos que él conoce en sí, y con no se le levantan los ojos á mirar
siderando en su prójimo los dones faltas agenas, pareciéndole que tie
ocultos que tiene ó puede tener de ne harto que hacer en llorar sus
Dios, puede cada uno con verdad duelos: y asi á todos los tiene por
decir de sí, que es mas vil y ma buenos, y á sí solo por malo: y
yor pecador de todos; porque mis mientras mas santo es uno, mas fá
defectos sélos yo, y no sé los dones cil le es esto; porque asi como va
ocultos que el otro tiene de Dios. creciendo en las demas virtudes, va
¡O que le veo que comete tantos tambien creciendo en la humil
pecados, que yo no cometo! ¿Y qué dad, y en mayor conocimiento
sabeis vos lo que Dios ha obrado propio, y mayor desprecio de sí
en su corazon despues acá ? En un mismo, que todo anda junto. Y
momento, oculta y secretamente mientras mas luz y conocimiento
puede aquel haber recibido algun tiene de la bondad y Magestad de

(a) Aug, l. de sanc. vir. c. 46, 8347. S. Thom. 2 2, q. 161, art. 1 ad 1; 83


art. 3.
24o Tratado tercero, cap. XXXIV.
Dios, mas profundo conocimiento dones y beneficios, con diversas
tiene de su miseria y de su nada; tentaciones, y á veces con algunas
porque Abyssus abyssum invocat: faltas é imperfecciones que per
Psal. 41, v. 8. Aquel abismo del mite, para que asi se conserven me
conocimiento de la bondad y gran jor, como las brasas cubiertas con la
deza de Dios descubre el abis ceniza. S. Juan Clímaco dice, que
mo y profundidad de nuestra mi como el demonio procura ponernos
seria, y hace ver los átomos y pol delante nuestras virtudes y buenas
vos infinitos de las imperfecciones. obras, para que nos ensoberbezca
Y si nosotros nos tenemos en algo, mos, porque desea nuestro mal; asi
es porque tenemos poco conoci al contrario, Dios nuestro Señor,
miento de Dios, y poca luz del porque desea nuestro mayor bien,
cielo. Aun no han entrado por las suele dar luz particular á sus siervos,
puertas de nuestra alma los rayos para que conozcan sus faltas é im
del Sol de justicia, y asi no solo perfecciones, y encubrir y disfra
no vemos los átomos, que son zar tanto sus dones, que el mismo
nuestras faltas é imperfecciones que los recibe no lo entiende. Y es
menudas, pero aun tenemos tan doctrina comun de los Santos, dice
corta vista, ó por mejor decir, es S. Bernardo: Nimium conservan
tamos tan ciegos, que aun las faltas dae humilitatis gratia, divina solet
graves no echamos de ver. pietas ordinare, ut quanto quis plus s
Añadese á esto, que ama Dios tan profecit, eo minus se reputet profe
to la humildad, y le agrada tanto cisse; nam, 85 usque ad supremum
que se tenga en poco á sí mismo, exercitii spiritualis gradum, si quis
y se conserve en eso, que por eso eo usque pervenerit, aliquid ei de
suele muchas veces en grandes sier primi gradus imperfectione relinqui
vos suyos, á quien él hace muchas tur, ut vix sibi primum videatur
mercedes y beneficios, disfrazar adeptus: ser. de quatuor modis
tanto sus dones, y comunicarlos tan orand. Para conservar la humil
secreta y escondidamente, que el dad en sus siervos, suele la divina
mismo que los recibe no lo entiende, bondad disponer las cosas de tal
y piensa que no tiene nada. Dice manera, que cuanto uno va aprove
S. Gerónimo: (b) Tota illa taber chando mas, tanto menos piensa que
naculi pulchritudo pellibus tegitur, aprovecha: y cuando ha llegado al
85 ciliciis: Toda aquella hermosura último grado de la virtud, permite
del tabernáculo estaba cubierta con que tenga alguna imperfeccion en el
cilicios y pieles de animales. Asi primero, para que piense que aun no
suele Dios cubrir y encubrir la ha alcanzada aquel: lo mismo nota
hermosura de las virtudes, y de sus S. Gregorio en muchas partes. (c)

(b) Hieron. inprolog, galeato. Exod. 36, v. 19. (c) Greg, l. 34 mor. c. 15
in pastoral. p. 4, l. 3 dialog. c. 14.
De la virtud de la humildad. 2 t
Por eso comparan algunos muy otros se los manifiesta y hace que
bien a la humildad, y dicen que se los conozcan, para que los estimen
ha con las otras virtudes, como el y agradezcan. Y asi decia el Apóstol
sol con las demas estrellas: es la S. Pablo: Nos autem non spiritum
razon, que asi como cuando apa hujus mundi accepimus, sed spiri
rece el sol, desaparecen y se encu tum qui ex Deo est: ut sciamus quae
bren las otras estrellas; asi cuando à Deo donata sunt nobis: 1 ad
hay humildad en el alma, se encu Cor. c. 2, v. 12. Nosotros habemos
bren las demas virtudes, y le pare recibido, no el espíritu de este
ce al humilde que no tiene ningu mundo, sino el espíritu de Dios,
na virtud. Dice el glorioso S. Gre para que conozcamos los dones que
gorio: Boni soli bona sua non vi recibímos de su mano. Y la sa
dent, qui in se videnda omnibus ad cratísima Reina de los Angeles muy
exemplum prae bent : lib. 22 moral. bien conocia y reconocia las mer
c. 5. Siendo á todos manifiestas sus cedes y dones grandes que tenia y
virtudes, ellos solos no las ven. De habia recibido de Dios: Quia fecit
Moisés cuenta la sagrada Escritu mihi magna, qui potens est, Luc.
ra, que cuando salió de hablar con c. 1, v. 59, dice ella en su cántico:
Dios, traia un grande resplandor Magnifica y engrandece mi alma
en su rostro: viéndolo los hijos de al Señor; porque ha obrado en mí
Israél, él no: Ignorabat quod cor grandes cosas el que es todo pode
muta esset facies sua, ex consortio roso. Y esto no solo no es contra
sermonis Domini: Exod. c. 34, v. rio á la humildad y perfeccion,
29: asi el humilde no ve en sí nin antes está acompañado con una
guna virtud: todo lo que ve, le pa tan alta y levantada humildad,
rece que son faltas é imperfeccio que por eso la llaman los Santos
nes; y aun cree que la menor parte humildad de grandes y perfectos
de sus males, es la que el conoce, V3.1011 eSe

y que son muchos mas los que ig Hay aqui empero un peligro y
nora. Con esto le es fácil tenerse engaño grande, de que nos advierten
en menos que todos, y por el ma los Santos, y es, que algunos pien
yor pecador de cuantos hay en el san de sí, que tienen mas dones de
mundo. Dios, de los que tienen: en el cual
Es verdad (para que lo digamos engaño estaba aquel miserable á
todo) que como son muchos y quien mandó Dios decir en el Apo
diversos los caminos por donde calipsi: cap. 2, v. 17. Dicis di
Dios lleva á sus escogidos, aunque ves suum, et locupletatus, et nullius
á muchos lleva por el camino que egeo, et nescis, quia tu es miser, et
habemos dicho, de encubrirles sus miserabilis, et pauper, et caecus, et
dones, que ellos mismos no los nudus: Dices que eres rico, y que
vean, ni piensen que los tienen; á de nada tienes necesidad, y no en
TOMO II. 16
242 Tratado tercero, cap. XXXIV.
tiendes que eres miserable, pobre, guna virtud, sino todo faltas é im
ciego y desnudo. En el mismo en perfecciones, no tiene eso tanta
gaño estaba aquel fariseo del Evan dificultad: pero en estos otros ¿cómo
gelio, Luc. c. 18, v. 1 1, el cual da puede ser? Muy bien puede ser con
ba gracias á Dios, porque no era todo eso: sed vos humilde como
él como los otros hombres, cre S. Francisco, y entenderéis el co
yendo de sí que tenia lo que no te mo. (d) Apretándole su compañe
nia, y que era por eso mejor que ro, ¿cómo podia él con verdad sen
los otros. Y algunas veces se nos tir y decir esto de sí? Respondió
entra esta soberbia tan oculta y el seráfico padre: Verdaderamente
secretamente, que casi sin sentirlo entiendo y creo, que si Dios hu
ni entenderlo estamos muy llenos biera hecho con un ladron, y con
de nosotros mismos, y de nuestra el mayor de todos los pecadores
propia estimacion: por eso es gran las misericordias y beneficios que
remedio el tener el hombre siem ha hecho conmigo, que fuera mu
pre los ojos abiertos para ver las cho mejor que yo, y que fuera mas
virtudes agenas, y cerrados para agradecido que yo. Y por el con
ver las suyas propias; y asi vivir trario, entiendo y creo, que si Dios
siempre con un santo temor, con el levantase su mano de mí, y no me
cual estan mas seguros y guarda tuviese, que yo cometeria mayo
dos los dones de Dios. res males que todos los hombres,
Pero al fin como nuestro Señor y que seria peor que todos ellos: y
no está atado á eso, y lleva á los por esto, dice, yo soy el mayor pe
suyos por diversos caminos, algu cador y mas ingrato de todos los
nas veces, como dice el Apóstol hombres. Esta es muy buena res.
S. Pablo, quiere él hacer esta par puesta y humildad muy profunda,
ticular merced á sus siervos, que y doctrina maravillosa. Este cono
conozcan los dones que de su mano cimiento y consideracion es la
han recibido. Y entonces parece que hacia á los Santos hundirse de
que tiene mas dificultad la cues bajo de la tierra, y ponerse ó los
tion propuesta. ¿Cómo estos santos pies de todos, y tenerse con ver:
y varones espirituales, que cono dad por los mayores pecadores del
cen y ven en sí grandes dones que mundo. Porque tenian plantada y
han recibido de Dios, pueden con arraigada muy bien en su corazon
verdad tenerse en menos que to la raiz de la humildad, que es el
dos, y decir de sí, que son los ma conocimiento de su propia flaque"
yores pecadores del mundo? Ya za y miseria; y sabian penetrar y
cuando nuestro Señor lleva á uno ponderar muy bien lo que ellos
por ese otro camino de encubrirle eran y tenian de sí; y eso les hacia
sus dones, y que no vea en sí nin creer, que si Dios los dejara de $º

- (d) 1 p. l. 2, c. 68 de la Cr. de S. Franc.


De la virtud de la humildad. 243
mano, y no los estuviera siempre darselo á él: y con todo eso se le
teniendo, fueran los mayores pe humilla, y se apoca y abate de
cadores del mundo: y asi se tenian lante de él, sabiendo que Dios le
por tales. Y los dones y beneficios habia preferido á él, y que delante
que habian recibido de Dios, los de Dios era mejor que él. Para que
miraban ellos, no como cosa suya, de aqui aprendamos nosotros á
sino como cosa agena y prestada. tenernos en menos que los que no
Y no solo no los estorbaba ni im sabemos en que grado estan delante
pedia eso, para que ellos se que de Dios.
dasen enteros en su humildad y
bajeza, y se tuviesen en menos que CAPÍTULO XXXV.
todos; antes les ayudaba mas á
eso, por parecerles que no se apro Que este tercero grado de humildad
vechaban de ellos como debian. es medio para vencer todas la ten
De manera que á cualquier parte taciones, y alcanzar la per
que volvamos los ojos, ahora los feccion de todas las
pongamos en lo que tenemos de virtudes.
nuestra parte, ahora los levantemos
á lo que habemos recibido de Dios, Cino dice, (a) que era tradi
hallarémos harta ocasion para hu cion de aquellos padres anti
millarnos y tenernos en menos que guos, y como primer principio entre
todos. ellos, que no puede uno alcanzar
S. Gregorio, lib. 34 moral. c. la puridad de corazon, ni la per
16, pondera á este propósito aque feccion de las virtudes, si primero
llas palabras que dijo el profeta no conociere y entendiere, que to
David á Saúl, despues que pudién da su industria, diligencia y traba
dole matar en la cueva donde habia jo no es bastante para ello, sin es
entrado, le perdonó y le dejó ir. pecial ayuda y favor de Dios, que
Salese David tras él, y dale voces, es el principal autor y dador de
diciendo: Quem persequeris Rex Is todo bien. Y este conocimiento,
rael? Quem persequeris? Canem mor dice, no ha de ser especulativo,
tuum persequeris, et pulicem unum? porque asi lo habemos oido ólei
1 Reg. c. 24, v. 15. ¿A quién persi do, ó porque asi nos lo dice la fé;
gues Rey de Israél? ¿A un perro sino conviene que lo conozcamos
muerto persigues, á una pulga co practicamente y por esperiencia,
mo yo? Pondera muy bien san y que estemos tan llanos, y tan
Gregorio: Ya David estaba ungido ausentados y resueltos en esta verdad,
por Rey, y habia sabido del Profeta como si lo viesemos con los ojos,
Samuel que le ungió, que Dios y tocasemos con las manos: que es
queria quitar el reino á Saúl, y al pie de la letra el tercero gra
(a) Casian. l. 12 de spiritu superbiae, c. 13.
244 Tratado tercero, cap. XXXV.
do de humildad, de que vamos sido en el cuerpo de admirable for.
tratando: y de esta humildad se en taleza, y en el ánimo viciosísimo,
tienden las autoridades de la sagra se convirtió muy de corazon á
da Escritura, que prometen gran Dios. Fue á los principios muy
des bienes á los humildes, los cua gravemente tentado, especialmen
les son inumerables. Y por eso te de torpezas; y por consejo de los
con mucha razon le ponen los santos Padres ponia sus medios pa
Santos por último y perfectísimo ra vencerlas. Oraba tanto, que
grado de humildad, y dicen que pasó seis años orando, la mayor
ese es el fundamento de todas las parte de la noche en pie, sin dor
virtudes, y la preparacion y dis mir. Trabajaba mucho de manos,
posicion para recibir todos los do no comia sino un poco de pan, iba
nes de Dios. Y prosiguiendo Casia por las celdas de los monges vie
no (b) esto mismo mas en particu jos, y traíales agua, y hacia otras
lar tratando de la castidad, dice, mortificaciones y asperezas gran
que para alcanzarla ningun trabajo des. Con todo eso no acababa de
basta, hasta que entendamos por vencer las tentaciones, sino que ar
esperiencia que no lo podemos al dia en ellas, y estaba en peligro de
canzar por nuestras fuerzas, sino caer, y dejar el instituto de mon
que nos ha de venir de la liberali ge. Estando en este trabajo, vino á
dad y misericordia de Dios. Y S. él el santo Abad Isidoro, y dole
Agustin, lib. 2 de sanct. virg. c. 39, de parte de Dios: desde ahora en
concuerda muy bien con esto; por nombre de Jesucristo cesarán tus
que el primero y principal medio tentaciones. Y asi fue que nunca
que pone para alcanzar y conser mas le vinieron. Y añadió el San
var el dón de la castidad, es esta to, declarándole la causa porque
humildad: que no penseis que lo hasta alli Dios no le habia dadº
podeis vos, ni que bastan vuestras cumplida victoria de ellas: Moi
diligencias ; que mereceis perder sés, porque no te gloriases, ni cº"
lo, si en eso estribais; sino que en yeses en soberbia, pensando que
tendais que ha de ser don de Dios, por tu ejercicio habias vencidºs
que os ha de venir de arriba, y en por eso ha permitido Dios esto Pº
eso pongais toda vuestra confian ra tu provecho. No habia Moiséº
za. Y asi decia un viejo de aque alcanzado el don de la desconfiº"
llos padres antiguos, que seria uno za de sí mismo, y porque lo alº
tentado en la carne, hasta que co zase, y no cayese en soberbia de
nociese bien que la castidad es don propia confianza, por eso le º
del Señor, y no fuerza propia. Con Dios tanto tiempo, y no alcaº
firma esto Paladio con el ejemplo con tan grandes y tan santoººº!
del Abad Moisés, el cual habiendo cicios la cumplida victoria de º
(b) Casian. collat. 2 Abbatis Cheremontis, c. 4.
De la virtud de la humildad. 245
pasion, que otros con menos traba Sapient. c. 8, v. 2 1, nos pone es
jo han alcanzado. presamente la teorica, y juntamen.
Lo mismo refiere Paladio que te la práctica de todo esto: Et ut
le aconteció al Abad Pacon, que scavi, quoniam aliter non possem es
con ser ya viejo de setenta años, se continens, nisiº Deus det, et hoc
era muy molestado de tentaciones ipsum erat sapientia, scire cujus es
deshonestas; y dice que le afirmó set hoc donum : adii Dominum, et
con juramento, que despues de cin deprecatus sum illum ex totis prae
cuenta años de edad, por espacio cordiis meis : Como yo supiese, di
de dos años fue tan recia la pelea, ce Salomon, que no podia ser conti
y tan ordinario el combate, que nente sin especial dón de Dios. Con
no se le pasó dia ó noche en todo tinente aqui es nombre general, que
este tiempo, que no fuese combati abraza no solo el contener y refre
do de este vicio. El hacia cosas muy nar la pasion, que es contra la cas
estraordinarias para librarse de es tidad, sino todas las demas pasio
tas tentaciones, y no aprovechaba. nes y apetitos que son contra la ra
Un dia estandose él lamentando, zon. Como tambien en aquello del
pareciéndole que le habia el Señor Eclesiástico: c. 26, v. 2 o. Omnis au
desamparado, oyó una voz que le tem ponderatio non est digna conti
decia interiormente: Entiende, que nentis animae: Todo peso de plata y
la causa de haber Dios permitido en oro, no es digno de la ánima conti
tí esta récia batalla, ha sido para nente. No hay cosa que tanto pese
que conozcas tus flaquezas y po ni valga, como la persona conti
breza, y lo poco ó nada que tie nente, quiere decir, que por todas
nes de tu parte, y asi te humilles partes tiene y contiene sus afectos
de aqui adelante, no confiando en y apetitos, para que no salgan de
cosa alguna de tí, sino recurriendo la raya de la virtud y de la ra
en todas á mi á pedirme socorro. Y zon. Pues dice Salomon: Luego
dice, que con esta enseñanza quedó que supe que sin especial dón de
tan consolado y confortado, que Dios no podia contener siempre
nunca mas sintió aquella tentacion. estas potencias y pasiones de mi
Quiere Dios que pongamos toda alma y de mi cuerpo en aquel me
nuestra confianza en él, y que des dio de verdad y virtud, sin que al
confiernos de nosotros, y de nues gunas veces sobresaliesen; y cono
tros medios y diligencias. cer esto, es, dice, gran sabiduría:
Esta doctrina no solo es de Agus acudí al Señor, á pedírselo de todo
tino, Casiano, y de aquellos pa mi corazon. De manera que este es
dres antiguos, sino del mismo Es medio único para ser continentes,
píritu Santo, y en estos propios y para poder refrenar y gobernar
terminos que la vamos diciendo. El nuestras pasiones, y tenerlas ára
Sabio en el libro de la Sabiduría, ya, y para alcanzar victoria de to
16º
246 Tratado tercero, cap. XXXVI.
das las tentaciones, y la perfecion porque cuanto á lo primero, que
de todas las virtudes, y asi lo reco es emprender cosas grandes, no
nocia muy bien el Profeta, cuan parece que dice con ella; porque
do decia: Psal. 1 26, v. 1. Nisi Do uno de los grados de humildad que
minus aedificaverit domum, in va ponen los Santos, es: Ad omnia in
num laboraverunt, qui aedificant dignum, et utilem se confiteri, et
eam : Si el Señor no edifica la casa, credere: Confesarse y tenerse por
en vano trabaja el que la edifica: Et indigno é inútil para todas las co
nisi Dominus custodierit Civitatem, sas: y emprender uno aquello para
frustra vigilat qui custodit eam: Y lo que no es, parece soberbia y
si el Señor no guarda la ciudad, en presuncion. Y lo segundo, que es
vano trabaja el que la guarda. El es emprender cosas de honra, parece
el que nos ha de dar todo el bien, y tambien contrario; porque el ver
el que despues de dado lo ha de dadero humilde ha de estar muy
guardar y conservar; y sino en va léjos de desear honra y estima
no será todo nuestro trabajo. cion. A esto responde muy bien
santo Tomás, y dice, que aunque
CAPÍTULO XXXVI. mirando la apariencia y sonido
esterior, parecen contrarias entre
Que la humildad no es contraria á sí estas dos virtudes: pero en efecto
la magnanimidad, antes es ninguna virtud puede ser contraria
fundamento y causa á otra: y en particular dice de es
de ella. tas dos, humildad, y magnanimi
dad, que si miramos atentamente
Santo Tomás, 2 2, q. 1, art. 29, á la verdad y sustancia de la cosa,
tratando de la virtud de la mag hallarémos que no solo no son
nanimidad, pone esta cuestion. contrarias, pero que son muy her
Por una parte dicen los Santos, y manas, y depende mucho la una
dícelo el sagrado Evangelio, que de la otra. Y declara esto muy
nos es muy necesaria la humildad, bien; porque cuanto á lo primero,
y por otra nos es tambien muy ne que es emprender y acometer co
cesaria la magnanimidad, especial sas grandes, que es propio del mag
mente á los que tienen oficios y nánimo, no solo no es eso contra
ministerios altos. Estas dos virtu rio al humilde, antes es muy pro
des parecen contrarias entre sí: pio suyo; y solo el que lo fuere
porque la magnanimidad es una puede hacer eso bien. Si fiados en
grandeza de ánimo, para empren nuestras fuerzas y medios, empren
der y acometer cosas grandes y diesemos cosas grandes, seria pre
escelentes, y que sean en sí dignas suncion y soberbia; porque ¿qué
de honra: y lo uno y lo otro cosas grandes, ni aun pequeñas po
parece contrario. á la humildad; demos nosotros emprender, fiados
De la virtud de la humildad. 2 47
cen nuestras fuerzas, pues no somos amado. Non ego autem, sed gratia
suficientes de nosotros, ni aun para Dei mecum: Luego estriba sobre su
tener un buen pensamiento? como amado: No yo, sino la gracia de
dice S. Pablo: 2 ad Cor. 3, v. 5. Dios conmigo. Y escribiendo á los
Non quod suficientes simus cogitare filipenses, c. 4, v. 13, dice: 0mnia
aliquid à mobis, quasi ex nobis. Pero possum : Todo lo puedo. Y luego
el fundamento firme de esta virtud estriba en su amado, y dice: In
de la magnanimidad, para acome eo qui me confortat: En aquel que
ter y emprender cosas grandes, ha me conforta. En Dios todo lo po
de ser desconfiar de nosotros, y de drémos, con su gracia serémos po
todos los medios humanos, y poner derosos para todo: en eso hemos
nuestra confianza en Dios, que es de estribar, y ese ha de ser el fun
la verdadera humildad. damento de nuestra magnanimidad
El glorioso S. Bernardo, sobre y grandeza de ánimo. Y eso es lo
aquello de los Cantares: Qua est que dice el profeta Isaías: c. 4o, v.
ista, quae ascendit de deserto deli 31. Quisperant in Domino, muta
tiis affluens, innixa super dilectum bunt fortitudinem: Los que descon
suum? Bern. ser. 6o ex parv. ¿Quién fian de sí, y ponen toda su confianza
es esta que sube del desierto, abun en Dios, mudarán su fortaleza: por
dante en riquezas, estribando so que trocarán la fortaleza de hom
bre su amado ? declara muy bien, bres, que es flaqueza, en fortaleza
como toda nuestra virtud y forta de Dios, trocarán su brazo flaco y
leza, y todas nuestras buenas obras de carne, en el brazo del Señor, y
han de estribar en nuestro amado. asi quedarán fuertes y poderosos
Y trae para esto el ejemplo del para todo, porque en Dios todo lo
Apóstol S. Pablo á los de Corinto: podrán. Y asi dijo muy bien S. Leon
Gratia autem Dei sum id quod sum, Papa: serm. 5 Epiph. Nihil ar
et gratia ejus in me vacua non fuit, duum humilibus: nihil asperum mi
sed abundantius illis omnibus labo tibus: El verdadero humilde, ese
ravi: 1 ad Cor. I 5, v. 1o. Co es magnánimo, animoso y esfor
mienza el Apóstol, á contar sus tra zado para acometer y emprender
bajos, y lo mucho que habia hecho cosas grandes, ninguna cosa se le
en la predicacion del Evangelio, hace ardua ni dificultosa: porque
no confia en sí, sino en Dios, y po
y en el servicio de la Iglesia, hasta
venir á decir que habia trabajado
niendo los ojos en Dios, y estriban
mas que los demas Apóstoles. Dice
do en él, nada se le pone delante:
el bienaventurado san Bernardo: In Deo faciemus virtutem, et ipse
Mirad lo que decís Apóstol santo; ad nihilum deducet tribulantes nos:
para que podais decir eso, y para que Psal. 59, v. 14 En Dios todo lo
no lo perdais: Innitere super dilec puede. Esto es lo que habemos me
tºm tuum : Estribad sobre vuestro nester mucho nosotros , ánimo
248 Tratado tercero, cap. XXXVI.
grande, esfuerzo y confianza en dré ir, y seré suficiente pare ello
Dios, no desmayos que quitan la yendo en vuestro nombre. Y dícele
gana de obrar nuestros ministe Dios: Wade. Veis aqui, dice S.
rios. De manera que habemos de Basilio, quedó el profeta Isaías
ser en nosotros humildes, cono graduado por predicador y após
ciendo que de nosotros no somos tol de Dios, porque supo respon
para nada, ni valemos ni podemos der muy bien en la materia de hu
nada; pero en Dios, y con su vir mildad, porque no se atribuyó á si
tud y gracia, habemos de ser ani el ir, sino reconociendo su insufi
mosos y esforzados para empren ciencia y flaqueza, puso toda su
der cosas grandes. confianza en Dios, creyendo que
S. Basilio declara esto muy bien en él todo lo podia, y que si él le
sobre aquellas palabras de Isaías: enviaba podria ir. Pues eso se lo
c. 6, v. 8. Ecce ego, mitte me. concede Dios, y le dice que vaya,
Queria Dios enviar á predicar al haciéndole predicador, y embaja.
guno á su pueblo, y como el quiere dor y apóstol suyo. Esta ha de ser
obrar las cosas en nosotros con vo nuestra fortaleza, y nuestra magna.
luntad y consentimiento nuestro, nimidad, para emprender y aco.
dijo donde lo pudo oir Isaías: Quem meter cosas grandes. Por eso no
mittam, et quis ibit nobis: ¿A quién desmayeis, ni os desanimeis por
enviaré, quién querrá ir de buena vuestra flaqueza é insuficiencia:
gana?. Responde el Profeta: Ecce Noli dicere puer suum, dice Dios á
ego, mitte me: Señor, aqui estoy Jeremías: c. 1, v. 7. Quoniam ad om
yo, si me quereis enviar. Pondera nia quae mittam te, ibis: et univer.
bien S. Basilio, que no dijo: Se. sa, quaecumque mandavero tibi, lo
ñor, yo iré, y haré eso muy bien; queris: No digas que eres niño, y
porque era humilde, y conocia su que no sabes hablar, que á todo lo
flaqueza, y veia que era atrevimien que yo te enviare, irás, hablarás, ha
to prometer de sí que haría una co rás, y podrás muy bien todo lo que
sa tan grande, y que sobrepujaba yo te mandare: Ne timeas à facie
todas sus fuerzas; sino dice: Se eorum, quia tecum ego sum: No te
ñor, aqui estoy yo muy pronto mas, que yo seré contigo. De mane
y dispuesto para recibir lo que vos ra que cuanto á esta parte de la hu"
me quisiereis dar. Enviadme vos, mildad no solo no es contraria á la
que si me enviais, yo iré; como si magnanimidad, sino antes es raia
dijera: Yo no soy suficiente para y fundamento de ella.
un ministerio tan alto como ese ; Lo segundo que tiene el magnár
empero vos me podeis dar la sufi nimo, que es desear hacer cosas
ciencia, vos podeis poner palabras grandes, y que sean en sí dignas de
en mi boca, que truequen los cora honra, tampoco es contrario á la
zones. Si vos me enviais, yo po humildad; porque como dice muy
De la virtud de la humildad. 249
bien santo Tomás, 2 2, q. 129, ar. cogniti: quasi morientes, et ecce vi
2 ad 3, aunque el magnánimo de vimus. 1 ad Cor. c. 6, v. 8. Para que
sea esto, no lo desea por la honra vientos tan recios y tan contrarios
humana, ni este es su fin: merecerla como de la honra y de la deshon
si, pero no procurarla, ni estimar ra, de las alabanzas y de las mur
la: antes tiene un corazon tan des muraciones, de los favores y de
preciador de las honras y de las las persecuciones, no causen en no
deshonras, que ninguna cosa tiene sotros mudanza, ni nos hagan titu
por grande, sino la virtud, y por bear, sino que siempre nos quede
amor de ella se mueve á hacer co mos en un mismo ser, gran funda
sas grandes, despreciando la honra mento de humildad y de sabidu
de los hombres; porque la virtud ría del cielo es menester. No sé si
es cosa tan alta, que no se puede sabreis vadearos en la abundancia,
honrar ni premiar suficientemente como el Apóstol S. Pablo: pade
de los hombres; porque merece ser cer pobreza y mendigar, pere
honrada y premiada de Dios. Y grinar y andar humilde entre las
asi el magnánimo no tiene en na deshonras y afrentas, por ventura
da todas las honras del mundo, es sabreis; pero ser humilde en las
esa cosa baja y de ningun precio honras, cátedras, púlpitos y mi
para él, mas alto es su vuelo: por nisterios altos, no sé si sabreis. ¡Ay!
solo amor de Dios, y de la virtud que los Angeles en el cielo no su
se mueve á obrar y hacer cosas pieron hacer eso, sino que se des
grandes, despreciando todo lo de vanecieron y cayeron. Aun allá di
mas. Pues para tener este corazon jo Boecio: Cum omnis fortuna ti
tan grande, tan generoso, y tan menda sit, magistamen timenda est
despreciador de las honras y des prospera, quām adversa: Mas difi
honras de los hombres, cual le ha cultoso es conservarse uno en humil
de tener el magnánimo, menester es dad en las honras y en la estima
mucha humildad para llegar á tanta cion del mundo, y en los ministe
perfeccion, que podais decir con S. rios y oficios altos, que en los des
Pablo: ad Philip. c. 4, v. 12. Scio, precios y deshonras, y en oficios
et humiliari, scio, et abundare, (ubi bajos y humildes; porque estas
que, et in omnibus institutus sum) et cosas traen consigo humildad, y
satiari, et esurire, et abundare, et esas otras soberbia y vanidad:
penuriam pati: Sé portarme asi en Scientia inflat: 1 ad Cor. c. 8, v. 7.
la humillacion, como en la abun La ciencia, y las demas cosas altas,
dancia y prosperidad: y asi en la de suyo hinchan y desvanecen.
hartura, como en la hambre: Per Por eso dicen los Santos, que es
gloriam, et ignobilitatem, per infa humildad de grandes y de perfec
miam et bonam famam: ut seducto tos varones, saber ser humildes
res, et veraces: sicut qui ignoti, et entre los dones y mercedes gran
a5o Tratado tercero, cap. XXXVI.
des que reciben de Dios, y entre no contentamiento; sino quedándo
las honras y estimacion del mundo. se tan entero en su humildad y ba
Cuéntase (a) del bienaventurado jeza, como sino hubiera nada de
S. Francisco una cosa, que parece aquello, y como si aquella honra
bien diferente, de cuando se puso á no se diera á sí, sino á otro: es al
amasar el barro con los pies, por tísima perfeccion y humildad pro
huir la honra con que le salian á fundísima.
recibir. Entrando una vez en un Pues á esta humildad habemos de
pueblo, hiciéronle grande honra, procurar llegar con la gracia del
por la opinion y estima que tenian Señor, especialmente los que so
de su santidad, y venian todos á be mos llamados, no para que estemos
sarle el hábito, las manos y los arrinconados y escondidos deba
pies, y él no hacia resistencia algu jo del celemin, sino en alto, como
na. Su compañero le juzgó, de que ciudad sobre el monte, y como
parecia que se holgaba con aquella antorcha sobre el candelero, para
honra, y le venció tanto la tenta alumbrar y dar luz al mundo, pa
cion, que al fin se lo dijo. Respon ra lo cual es menester echar muy
dió el Santo: Esta gente, hermano, buenos fundamentos, y tener un
ninguna cosa hace en comparacion deseo grande, cuanto es de nuestra
de la honra que habia de hacer. El parte, de ser despreciados y teni
compañero quedó mas escándaliza dos en poco, el cual nazca de un
do con esta respuesta, porque no profundo conocimiento de nuestra
la entendió. Entonces le dijo el miseria y vileza, y de nuestra na
Santo: Hermano, esta honra que me da, cual la tenia S. Francisco,
ves hacer, no la atribuyo yo á mí, cuando se puso á amasar el barro
sino toda la refiero á Dios, cuya con los pies, para ser tenido por
es, quedándome yo en lo profundo loco: de aquel profundo conoci,
de mi vileza: y ellos ganan con es miento propio que tenia de sí mis
to, porque reconocen y honran á mo, de donde nacia el desear ser
Dios en su criatura. Quedó el com despreciado y tenido en poco, de
pañero satisfecho y maravillado alli nacia tambien, que cuando des:
de la perfeccion del Santo: y con pues le honraban, y le besaban el
mucha razon; porque ser tenido y hábito y los pies, no se desvane
honrado por Santo (que es la ma cia, ni se tenia por eso en mas, sino
yor honra y estima en que uno se quedaba tan entero en su baje
puede ser tenido) y saber dará za y humildad, como si ninguna
Dios la gloria de ello, como se de honra le hicieran: atribuyendo y
be, sin atribuirse á sí cosa alguna, refiriendo todo aquello á Dios. Y
y sin que se le pegue la miel á las asi aunque estos dos hechos de S.
manos, sin tomar de ello algun va Francisco parecen entre sí contra
(a) part. l. 1, c. 37 de la Cron. de S. Francisco.
De la virtud de la humildad. 251
rios, procedian de una misma raiz, ced otra: Gratiam pro gratia. Joan.
y de un mismo espíritu de humil 1, v. 16, No se contenta el Señor
dad. como otro José con darnos el
trigo, sino darnos tambien el dine
CAPITULO XXXVII. ro y precio con que se compra :
Gratiam, et gloriam dabit Domi
De otros bienes y provechos gran nus. Psal. 83, 1 1. Todo es dádiva
des que hay en este tercero grado de Dios; y todo se lo habemos de
de humildad. atribuir y volver á él.
Uno de los bienes y provechos
7. sunt omnia, et quae de manu grandes que hay en este tercero gra
tua accepimus, dedimus tibi: 1 do de humildad, es que este es el
Par. cap. 29, 1 4. Despues que el bueno y verdadero agradecimien
rey David habia preparado mu to y hacimiento de gracias, por
cho oro y plata, y grandes materia los beneficios recibidos de Dios.
les, para el edificio y fabrica del Bien sabida cosa es, cuan enco
templo, ofreciéndolo á Dios, dijo mendado y estimado es este haci
estas palabras:Todas las cosas, Señor, miento de gracias en la divina Es
son vuestras, y lo que habemos reci critura, pues vemos, que cuando el
bido de vuestra mano, eso os damos Señor hacia á su pueblo algun be
y volvemos. Esto es lo que habemos neficio señalado, luego ordenaba
de hacer y decir nosotros en to alguna memoria ó fiesta en su
das nuestras buenas obras: Señor, agradecimiento, por lo mucho que
todas nuestras buenas obras son vues nos importa serle agradecidos, para
tras, y asi os volvemos lo que nos ha recibir de él nuevas gracias y mer.
beis dado. Dice muy bien S. Agustin: cedes. Pues esto se hace muy bien
lib. 9 conf. c. 13. Quisquis tibi con este tercero grado de humildad,
enumerat merita sua, quid tibi enu que como está dicho, consiste en
merat misi munera tua ? El que se no atribuirse el hombre á sí bien
pone á contaros sus merecimientos, ninguno, síno atribuirlo todo á
y los servicios que os hace, ¿qué Dios, y darle á él la gloria de to
otra cosa os cuenta, Señor, si do: y en eso está el bueno y ver
no los dones y beneficios que ha dadero agradecimiento y haci
recibido de vuestra mano? Esa es miento de gracias, no en que di
vuestra bondad y liberalidad infi gais con la boca: Gracias os doy,
nita, que quereis que vuestros do Señor, por vuestros beneficios; aun
nes y beneficios sean nuevos mere que tambien con la boca habemos
cimientos nuestros, y cuando pa de alabar á Dios y darle gracias;
gais nuestros servicios, galardonais pero si lo haceis solamente con la
vuestros beneficios, y por una gra boca, no será hacer gracias, sino
cianos dais otra, y por una mer decir gracias. Pues para que sea no
250 Tratado tercero, cap. XXXP'II.
solo decir gracias á Dios, sino ha omnia praestiterunt: eso es olvidar.
cerle gracias, y sea no solo con la se de Dios, y el mayor desagradeci
hoca, sino tambien con el corazon miento que puede uno tener, atri
y con la obra, es menester que re buirse á sí los dones de Dios. No os
conozcais, que todo el bien que te pase tal cosa por el pensamiento: Sed
neis es de Dios, y que se lo volvais recorderis Domini Dei tui, quöd ip
y atribuyais todo á él, dándole la se vires tibi praebuerit, ut impleret
gloria de todo, sin alzaros con na pactum suum : Sino acordaos de
da; porque de esa manera se des Dios, y reconoced que suya es
nuda el hombre de la honra que la fortaleza, y él os dió las fuerzas
ve no ser suya, y la da toda á Dios para todo, y esto hizo, no por
nuestro Señor, cuya es. Y esto nos vuestros merecimientos, sino por
quiso dar á entender Cristo nues cumplir la promesa que liberalmen
tro Redentor en el sagrado Evan te hizo á aquellos padres antigüos:
gelio, cuando habiendo sanado este es el agradecimiento y haci
aquellos diez leprosos, y volviendo miento de gracias, y el sacrificio de
solo uno á agradecer el beneficio re alabanza con que Dios nuestro Señor
cibido, le dijo: Non est inventus, quiere ser honrado, por los beneficios
qui rediret, et daret gloriam Deo, y mercedes que nos hace: Sacrifi
misi hic alienigena: Luc. c. 17, v. 18, cium laudis honorificabit me: Psal.
No hubo quien volviese, y diese 49, 2 I. Este es el Regu saeculorum
la gloria á Dios, sino este estrange immortali, et invisibili, soli Deo ho
ro. Y amonestando Dios à los hi nor, et gloria, 1 ad Tim. c. 1, v.
jos de Israel, que fuesen agrade 17, que dice S. Pablo, á solo Dios
cidos, y no se olvidasen de los bene se ha de dar la gloria de todo.
ficios recibidos, les advierte de esto: De aqui se sigue otro bien y
Observa, et cave, netuando oblivis provecho grande, que el verdadero
caris Domini Dei tui, et elevetur humilde, aunque tenga muchos
cor tuum, et non remuniscaris Do dones de Dios, y sea por eso muy
muni Deitui, qui eduacit te de terra tenido y estimado de todo el mun
AEgypti, Deut. 8, 1 t. 14. Guar do, él no se estima, ni se tiene por
daos no os olvideis de Dios cuando eso en mas, sino quedase tan firme
os veais en la tierra de promision en el conocimiento de su bajeza,
en mucha prosperidad de bienes como si nada de lo que le dieron se
temporales, de casas, heredades hallára en él. Porque sabe muy
y ganados. Guardaos no se levan bien distinguir entre lo que es age
te entonces vuestro corazon, y no, y lo que es suyo propio, y atri
seais ingratos, y digais que por buir á cada uno lo que le pertene
vuestras fuerzas y diligencias habeis ce: y asi los dones y beneficios
alcanzado esas cosas: Fortitudo mea, que ha recibido de Dios, miralos
et robur manus meae, hac mihi él, no como cosa suya, sino como
De la virtud de la humildad. 253
cosa agena y prestada, y trae siem muy bien la alegría del recibo, el
pre puestos los ojos en el conoci saber que queda obligado á pagar
miento de su propia flaqueza y lo; y le da cuidado y pena el pen
miseria, y en lo que él seria, si Dios sar, si podrá cumplir á su tiempo
le dejase de su mano, y no le estu con la obligacion; asi el humilde,
viese siempre teniendo y conser mientras mas dones tiene recibi
vando. Antes mientras mas dones dos, se reconoce por mas deudor á
tiene recibidos de Dios, anda mas Dios, y se tiene por obligado á ser
confundido y humillado con ellos. virle mas; y parecele que no cor
Dice S. Doroteo, ser. de humil., que responde á mayores mercedes con
asi como en los árboles que estan mayores servicios, ni á mayores
muy cargados de fruta, el mismo gracias con mayores agradecimien
fruto hace bajar y encorvar los tos; y cree y entiende, que
ramos, y aun algunas veces hasta cualquiera á quien Dios hubiera
quebrarlos con su grande peso: em dado lo que á él, usara mejor de
pero el ramo que no tiene fruto ello, y fuera mucho mejor que él,
ninguno, quedase muy derecho y y mas agradecido. Y una de las
levantado en alto: y las espigas, consideraciones que trae á los sier
cuando los trigos estan muy gra vos de Dios muy humillados y
nados, se inclinan tanto, que pare confundidos, es esta; porque saben,
ce que se quiere quebrar la caña; que no solo les ha de pedir Dios
pero cuando las espigas estan muy cuenta de los pecados cometidos,
derechas, es mala señal é indicio sino tambien de los beneficios reci
de que estan vacías; asi dice, acon bidos: y saben, que á quien die
tece en lo espiritual, que los que es ren mucho, mucho le pedirán, y á
tan vacíos y sin fruto, andan muy quien le encomendaron mas, mas
engreídos y levantados, teniendo le pedirán : Omni autem, cui mul
se en algo: pero los que estan car tum datum est, multum quaeretur ab
gados de fruto, y de dones de Dios, eo: et cui commendaverunt multum,
andan mas humillados y confun plus petent abeo. Luc. c. 12, v. 48,
didos. dice Cristo nuestro Redentor. El
De los mismos dones y benefi Abad Macario dice, que el humil
cios que han recibido toman oca de mira los dones de Dios como de
sion los siervos de Dios para humi positario y tesorero, que tiene la
llarse y confundirse mas, y para hacienda de su amo, al cual no le
andar mas temerosos. Dice S. Gre viene vanagloria de ello, sino antes
gorio, (a) que asi como el que temor y cuidado, por la cuenta
recibe prestada gran cantidad de que sabe le han de pedir de ella, si
dineros, de tal manera se huelga por su culpa se pierde.
con el emprestito, que le templa De aqui se sigue otro bien y

(a) Greg. l. 22 moral. c. 5, hom. 9. in Evangel.


254 Tratado tercero, cap. XXXVII.
Provecho, y es, que el verdadero siervos de Dios en humildad, y en
humilde no desprecia á nadie, ni le no menospreciar á sus prójimos,
tiene en poco, por mucho que le no indignarse contra nadie, por
vea caer en culpas y pecados, ni muchas faltas y pecados que vean,
por eso se ensoberbece él, ni se tie. conforme á aquello de S. Gregorio:
ne en mas que el otro: antes de allí hom. 34 sup. Evang. Pera justi
toma ocasion de humillarse mas, tia compassionem habet, falsa justi
viendo al otro caer; porque consi tia dedignationem: La verdadera
dera, que él y el caido son de una justicia hace que tengamos compa
masa, y que cayendo el otro, cae sion de nuestro hermano: la falsa,
él, cuanto es de su parte; porque desdén é indignacion. Y estos ta.
como dice S. Agustin, soliloq. c. les deben temer aquello que dice S.
17, no hay pecado que uno haga, Pablo: Considerans te ipsum, ne et
tu tenteris: Ad Galat. c. 6, v. 1:
que otro no le haria, sino le tuviese
piadosamente la mano de Dios. Y no permita el Señor, que sean tenta
asi uno de aquellos padres anti dos en aquello mismo que condenan,
güos, cuando oia que alguno habia y vengan á probar á su costa, cuan
caido, lloraba amargamente, y de ta es la humana flaqueza, que sue
cia: Ille hodie, et ego cras: Hoy por
le ser castigo de esta culpa. En tres
tí, y mañana por mí. Asi como aquel cosas, dijo uno de aquellos padres
cayó, pudiera yo caer, pues soy antigüos, (b) juzgué á mis herma
hombre flaco como él: Homo sum, nos, y en todas tres he caido: Ut
et humanum, me nihil alienum pu sciant gentes, quoniam homines sunt:
to: Y el no haber caido, lo tengo Psal. 9, 2 I. Para que conozcamos
de tener por particular beneficio por esperiencia, que nosotros tam
del Señor. Asi como nos aconsejan bien somos hombres, y aprenda
los Santos, que cuando vieremos á mos á no juzgar ni menospreciar
uno ciego, á otro sordo, á otro co á nadie.
jo, manco, ó enfermo, todos aque
llos males tengamos por beneficios CAPITULO XXXVIII.
nuestros, y demos gracias á Dios,
que no me hizo á mi ciego, ni sor De los favores y mercedes grandes
da, ni manco, ni mudo, como á que hace Dios á los humildes, y
aquel: asi habemos de hacer cuen que es la causa porque los le
ta, que los pecados de todos los vanta tanto.
hombres son beneficios nuestros,
porque en todos ellos pudiera yo /nerun mihi omnia bona pa
haber caido, si el Señor no me hu riter cum illa. Sap. cap. 7, v. 11,
biera por su infinita misericordia Estas palabras dice Salomon de la
librado. Con esto se conservan los sabiduría divina, que con ella le

(b) Refert Casian. l. 5 de Instit. ren. c. 3o de Abb. Macar,


De la virtud de la humildad. 255
vinieron todos los bienes; pero po tentes de sede, et exaltavit humiles.
demoslas aplicar muy bien á la hu Esurientes implevit bonis, et divites
mildad, y decir que todos los bie dimisit inanes: Luc. c. 1, v. 56. El
nes vienen con ella: pues el mismo Señor abate á los soberbios, y en
Sabio dice, que donde hay humil salza á los humildes: harta de bie
dad, aí está la sabiduria: Ubiest hu nes á los hambrientos, y deja va
militas, ibi et Sapientia: Prov. II, cíos á los que les parece que estan ri
2; en otra parte dice, que tener es cos: que es lo que habia dicho antes
ta humildad, es suma sabiduría. Sa el profeta David : Psal. 17, 28.
pient. c. 8, v. 22. Y el profeta David Quoniam tu populum humilem sal
Psal. 18, 8, que á los humildes da vum facies, et oculos superborum
Dios la sabiduría: Sapientiam praes humiliabis: y lo que nos dice Cris
tans parvulis. Pero fuera de esto en to en el sagrado Evangelio : Quia
propios términos nos enseña esta omnis qui se exaltat, humiliabitur:
verdad la Escritura divina, asi en et qui se humiliat, exaltabitur: Luc.
el viejo como en el nuevo Testa c. 4, v. 1 1. El que se ensalza, será
mento, prometiendo grandes bie humillado: y el que se humilla, será
nes y gracias de Dios, unas veces ensalzado. Asi como las aguas se van
á los humildes, otras á los peque corriendo á los valles: Qui emittis
ñuelos, otras á los pobres de espiri fontes in convallibus; Psal. 1 o 3;
tu, llamando por estos y por otros asi las lluvias de las gracias de Dios
tales nombres á los verdaderos hu se van á los humildes. Y asi como
mildes : Ad quem autem respiciam, los valles, por las muchas aguas que
misi ad pauperculum, et contritum recogen en sí, suelen ser fértiles y
spiritu , et trementem sermones dar abundantes frutos: Et valles
meos, dice Dios por Isaías: c. 66, v. abundabunt frumento: Psal. 64, 1:
2. ¿A quién miraré yo, y en quién asi los bajos en sus ojos, que son
pondré los ojos, sino en el humilde, los humildes, aprovechan y dan
y en el pobrecito, y en el que está mucho fruto, por los muchos dones y
temblando y confundiéndose delan gracias que reciben de Dios. Dice S.
te de mí? En estos pone Dios los Agustin, serm. 2 de Asc., que la
ojos para hacerles mercedes y lle humildad atrae á sí al altísimo Dios:
narlos de bienes. Y los gloriosos Altus est Deus: humilias te, et des
Apóstoles S. Pedro y Santiago en cenditad te; erigiste, et fugit a te:
sus Canónicas dicen: Deus superbis Alto es Dios, y si os humillais, des
resistit, humilibus autem dat gra ciende á vos; y si os levantais y en
tiam: 1 Petr. c. 5, v. 5: Jacob. c. 4, v. soberbeceis, huye de vos: Quare?
6. Dios resiste á los soberbios, y á los Quoniam excelsus est, et humilia
humildes da su gracia. Lo mismo nos respicit, et alta à longè cognoscit. ¿Sa
enseña la sacratísima Reina de los beis por qué?dice S. Agustin. Porque
Angeles en su cántico: Deposuit po como dice el Real profeta David,
256 Tratado tercero, cap. XXXVIII.
Psal. 137, 6, es Dios grande y So mo en cosa propia. Porque toda la
berano Señor, mira á los humildes, gloria y honra se queda por suya.
y el mirarlos es llenarlos de bie Aun acá vemos que un gran Señor,
nes. A los soberbios, dice, que y un Rey se precia y tiene por
los vé de léjos; porque asi como grandeza levantar á uno del pol
acá, cuando vemos á uno de léjos, vo de la tierra, como dicen, y
no le conocemos, asi no conoce hacer en el que no era, ni tenia na
Dios á los soberbios para hacerles da; porque en eso se echa mas de
mercedes: Amen dico vobis, nescio ver la liberalidad y grandeza del
vos: Matth. c. 25, v. 12. De verdad Rey; y dicen despues, que aquel es
os digo, que no os conozco, dice hechura suya. Asi dice el Apóstol S.
Dios á los malos y soberbios. San Pablo: 2 ad Cor. c. 4, v. 7. Habe
Buenaventura (a) dice, que asi co mus thesaurum istum in vasis ficti
mo la cera blanda está muy dis libus, ut sublimitas sit virtutis Dei,
puesta para recibir el sello que quie et non ex nobis: Tenemos los teso
ren imprimir en ella; asi la hu ros de las gracias y dones de Dios
mildad dispone el alma para reci en vasos de barro, para que se en
bir las virtudes y dones de Dios, tienda, que esos tesoros son de
En aquel convite que José hizo á Dios, y no de nosotros, que el bar
sus hermanos, al mas pequeño cu ro no lleva eso. Pues por eso le
po la mejor parte. Genes. cap. 43, vanta Dios á los humildes, y les E
V. 34. hace tantas mercedes: y por eso
Pero veamos, qué cosa es la causa deja vacíos à los soberbios; por
porque levanta Dios tanto á los que el soberbio confia mucho de
humildes, y les hace tantas merce sí, de sus diligencias é industrias,
des. La causa de esto es, porque se y atribuyese mucho a sí, y toma
le queda todo en casa. Can. 1o, t. 4, vano contentamiento en los buenos
c. 15; porque el humilde no se alza sucesos de los negocios, como si
con nada, ni se atribuye á sí cosa al por sus fuerzas y diligencias se
guna, sino todo se lo atribuye y hubieran hecho; y todo eso quita
vuelve enteramente á Dios, y á él da á Dios, alzandose con la honra y
la gloria y honra de todo: Quoniam gloria que es propia de su Mages
magna potentia Dei solius, et ab hu tad. En entrando un poco en ora
milibus honoratur: Eccl. c. 3, v. 2 1. cion, con tantica devocion, con
Pues en estos tales, dice Dios, bien una lagrimita que tengamos, nos
podemos hacer, bien les podemos parece que ya somos espirituales
fiar nuestra hacienda, y darles y hombres de oracion, y aun algu
nuestros dones y riquezas, que no nas veces nos preferimos á los
se nos levantarán ni alzarán con otros, y nos parece que los otros
ellas. Y asi hace Dios en ellos co no estan tan aprovechados, ó que

(a) Bonav. in Specul, disciplinae ad novitios, c. 3.


De la virtud de la humildad. 257
no son tan espirituales, ni van tan y desarríma al hombre de sí mismo,
adelante como eso. Por esto no haciéndole desconfiar de sí, y de
nos hace el Señor mayores merce todos los medios humanos, y que
des, y algunas veces nos quita lo no se atribuya á sí nada, sino todo
que nos habia dado; porque no se á Dios: y asi á estos tales á manos
nos convierta el bien en mal, la sa llenas les hace él mercedes: Humi
lud en enfermedad, la triaca en liare Deo, 85 expecta manus ejus.
ponzoña, y sean para mayor con Eccles. c. 13, v. 9.
denacion nuestra los dones y be
neficios recibidos, por usar noso CAPÍTULO XXXIX.
tros mal de ellos. Como al enfer Cuanto nos importa acogernos á la
mo y de flaco estómago, aunque humildad, para suplir con ella lo
sea la vianda buena, como de una que nos falta de virtud y perfeccion,
gallina, le dan poco, porque no tie para que no nos humille y
ne virtud para digerir mas, y si le castigue Dios.
diesen mas, se le corrompería y
convertiría en mal humor. Aquel El bienaventurado S. Bernardo
oleo del profeta Eliseo nunca dejó dice: Stultus est qui confidit, ni
de correr, hasta que faltaron vasos si in sola humilitate, quia apud
en que le recibir, y en faltando, di Deum, fratres, jus habere non
ce la sagrada Escritura: Stetitque possumus: quoniam in multis offen
oleum: 4 Reg. c. 4, v. 6. Luego paró dimus omnes: Bern. serm. de di
vers. serm. 26. Muy necio es el
el oleo. Pues tal es el oleo de la di
vina misericordia, que por sí no se que confia sino en sola la humil
limita de parte de Dios: no tienen dad; porque, hermanos mios, to
límite sus gracias y misericordias: dos habemos pecado y ofendido á
Non est abbreviata manus Domini: Dios en muchas cosas, y asi no te
No ha estrechado ni encogido nemos derecho sino á ser castiga
Dios su mano, ni ha mudado de dos. Si quisiere el hombre entrar en
condicion; porque Dios no se mu juício con Dios, dice Job, cap. 9,
da, ni se puede mudar, sino siemv. 3: Non poterit ei respondere
pre permanece en un sér: y mas unum pro mille : No podrá respon
gana tiene él de dar, que nosotros der, ni uno por mil: á mil cargos
de recibir. La falta está de parte no podrá dar un buen descargo.
nuestra, que no tenemos vasos va Quid ergo restat, misi ad humilita
cíos para recibir el oleo de las mi tis remedia tota mente confugere,
sericordias y gracias de Dios: es 85 quidquid in aliis minus habemus,
tamos muy llenos de nosotros mis de ea supplere: ¿Pues que resta,
mos, y confiamos mucho de nues y que otro remedio nos queda, di
tros medios. La humildad, y el ce, sino acogernos á la humildad,
propio conocimiento desembaraza, y suplir con ella lo que nos falta
ToMo II, 17
258 Tratado tercero, cap. XXXIX.
en todo lo demas? Y por ser este pidiera Dios grandes ayunos, gran
remedio de mucha importancia, le des penitencias, grandes contempla
repite el Santo muchas veces por es ciones, pudiéranse algunos escusar,
tas y otras semejantes palabras: (a) diciendo, que para lo uno no tenian
Quidquid verò minus est fervoris, fuerzas, y para lo otro no tenian ta
humilitas suppleat pur ae confusionis: lento ni habilidad: Sed num humi
Lo que os falta de buena concien liarenos ipsos non possumus: Empero
cia, suplidlo de vergüenza: y lo para no ser humildes, no hay razon,
que os falta de fervor y de perfec ni escusa ninguna. No podeis decir
cion, suplidlo de confusion. Y S. que no teneis salud ni fuerzas para
Doroteo dice, que el Abad Juan ser humilde, ó que no teneis talento ó
encomendaba tambien mucho esto, habilidad para ello. Nihil facilius est
y decia: Humiliemus nos paulisper, volenti, quam humiliare semetip
ut salutem animae nostrae consequa sum, serm. 2. cap. jejun., dice S.
mur, si propter imbecillitatem laho Bernardo: Al que quiere, no hay co
rare non possumus, humiliare sal sa mas fácil que humillarse, eso
tem nos ipsos studeamus: Dorot. ser. todos lo podemos, y dentro de no
de humil. Hermanos mios, ya que sotros tenemos harta materia para
por nuestra flaqueza no podemos ello: Humiliatio tua in medio tui.
trabajar tanto, humillémonos si Mich. c. 6, v. 14. Pues acojámonos
quiera, y con esto confio que nos á la humildad, y suplamos con con
hallarémos entre aquellos que tra fusion lo que nos falta de perfec
bajaron. Cuando despues de muchos cion, y de esa manera moveré
pecados os hallareis inhabilitado mos las entrañas de Dios á miseri.
con falta de salud para hacer mu cordia y perdon. Ya que sois p0
cha penitencia, caminad por el ca bre, sed humilde, y con eso con
mino llano de la santa humildad; tentaréis á Dios; pero ser pobre y
porque no hallaréis otro mas con soberbio, ofendele mucho. De tres
veniente medio para vuestra salud. cosas que pone el Sabio, que abor
Si os parece que no podeis entrar rece mucho Dios, esa es la prime
en la oracion, entrad en vuestra ra: Pauperem superbum: Eccl. c. 25,
confesion; y si os parece que no te v. 3. Pobre y soberbio: eso aun
neis talento para cosas grandes, te acá á los hombres ofende.
ned humildad, y con esto supliréis Mas, humillémonos, porque no
la falta de todas esas cosas. nos humille Dios, que es cosa que
Pues consideremos aqui cuan po suele hacerse muy ordinariamente:
co se nos pide, y con cuan poco Qui se exaltat, humiliabitur. Luca
se contenta el Señor; pidenos con c. 18, v. 14. Pues si quereis que Dios
forme á nuestra bajeza, que nos no os humille, humillaos vos. Es
conozcamos y humillemos. Si nos te es un punto muy principal, y
(a) Bern. serm. de Nativ. Joan. Bapt. $3 de interior. domo, c. 37.
De la virtud de la humildad. 259
digno de ser considerado y ponde vobis annos, quos comedit locusta,
rado muy de espacio. El bienaventu bruchus, 83 rubigo, 83 eruca, dicen,
rado S. Gregorio (b) dice: Plerumque que para humillar al hombre, y
omnipotens Dominus rectorum men domar su soberbia, crió Dios estos
tes, quamvis majori ex parte perfi animalejos y gusanillos pequeños
cit, imperfectas tamen in aliquibus y viles, que nos son tan molestos.
esse permittit; ut licet mitis virtuti Y aquel pueblo soberbio de Fa
bus rutilent, imperfectionis suae tae raon, bien pudiera Dios domarle
dio tabescant, 83 de magnis se non y humillarle, enviándoles osos,
extollant, dum adhuc contra minima leones y serpientes; pero quiso do
innitentes, laborentur. Deniquè cum mar su soberbia con cosas vilísi
extrema vincere non valeant, de prae mas, con moscas, mosquitos y ra
cipuis actibus superbire non audeant. nas, para humillarlos mas. Pues
¿Sabeis cuanto ama Dios la humil asi para que andemos humillados
dad, y cuanto aborrece la soberbia y confundidos, permite Dios que
y presuncion ? Aborrécela tan caigamos en faltas livianas, y que
to, que permite, lo primero que nos hagan algunas veces guerra
caigamos en pecados veniales, y unas tentacioncillas, unos mosqui
en muchas faltas pequeñas, para tos, unas cosillas que parece que
con esto enseñarnos, que pues no no tienen en sí tomo ninguno. Si
podemos guardarnos de los peca nos paramos á considerar atenta
dos y tentaciones pequeñas, sino mente lo que nos suele inquietar
que nos vemos tropezar y caer ca y desasosegar algunas veces, ha
da dia en cosas bajas y fáciles de llarémos que son unas cosas, que
vencer, estemos ciertos que no te bien apuradas no tienen tomo ni
nemos fuerzas para evitar las ma suetancia ninguna: ni sé que pala
yores: y asi no nos ensoberbezca brilla que me dijeron, ó porque
mos en las cosas grandes, ni nos me la dijeron con tal modo, ó por
atribuyamos á nosotros cosa algu que me parece que no hicieron tan
na, sino que andemos siempre con to caso de mí. De una mosca que
temor y humildad, pidiendo al voló por el aire, suele uno fabri
Señor su gracia y favor. Lo mis car una torre de viento, y juntan
mo dice S. Bernardo, (c) y es do unas con otras venir á andar
doctrina comun de los Santos. S. muy inquieto y desasosegado: ¿qué
Agustin, tract. 1 sup. Joan., sobre fuera si soltára Dios un tigre ó un
aquellas palabras de S. Juan : c. 1, leon? Cuando un mosquito asi os
v. 3. Et sine ipso factum est nihil; y turba é inquieta; ¿qué fuera si vi
S. Gerónimo sobre aquello del niera una grandísima tentacion? Y
profeta Joel: c. 2, v. 25. Et reddam asi habemos de sacar de estas cosas

(b) Greg. in Past. 4 p. in fin. 83 l. 34 mor. c. 15: 85 l. 3 dialog. c. 14.


(c) Bern. serm. de quatuor mod. orand. S3 serm. in Cana Domini.
26o Tratado tercero, cap. XXXIX.
mas humildad y confusion. Y si eso Ps.89, v. 1 ... ¿Quién no te teme
sacais, dice S. Bernardo: ser. in rá, ó Rey de las gentes? ¿Quién no
Coena Domini: Pia dispensatione, temblará de este castigo tan gran
nobiscum agitur, ut non penitus de ? Que ninguno hay mayor, fuera
auferantur: Es misericordia de del infierno, y aun peor es el pe
Dios, y gran beneficio y merced cado que el infierno. Quis novit po
suya, que no faltan de estas cosi testatem irae tuae, é3 prae timore tuo
llas, y que os baste eso para andar iram tuam dinumerare? ¿Quién co
humilde. -

noció, Señor, el poder de tu ira, ó


Pero si estas cosas pequeñas no la podrá contar con el gran temor
bastan, entended que pasará Dios de ella? -

adelante, y muy á costa suya, Notan los Santos, que Dios usa
que lo suele él hacer. Aborrece él con nosotros de dos maneras de
tanto la soberbia y presuncion, y misericordia, grande y pequeña:
ama tanto la humildad, que dicen misericordia pequeña es cuando
los Santos, que suele permitir por socorre en las miserias pequeñas,
justo y secretísimo juício suyo, como son las temporales que to
que caiga en pecados mortales, á can solamente al cuerpo: y mise
trueque de que se humille; y aun ricordia grande, cuando socorre
no en cualesquiera, sino en pecados en las miserias grandes, que son
carnales, que son mas afrentosos y las espirituales que llegan al alma:
feos, para que mas se humille. * y asi cuando David se vió con es
Castiga Dios, dicen, la secreta so ta miseria grande desamparado y
berbia con manifiesta lujuria. Y desposeído de Dios por el adulte
traen (d) para esto aquello que dice rio y homicidio cometido, cla
S. Pablo de aquellos soberbios filó. ma y da voces pidiendo á Dios
sofos, que por su soberbia los entregó misericordia grande: Miserere mei
Dios á los deseos de su corazon: In Deus, secundium magnam misericor
immunditiam, ut contumeliis affi diam tuam. Ps. 5o, v. 3. Asi dicen
ciant corpora sua, in semetipsis, in tambien, que hay en Dios ira gran
passiones ignominiae: Vinieron á caer de, é ira pequeña: la pequeña es
en pecados deshonestos, feísimos cuando castiga acá en lo temporal
y nefandos, permitiéndolo asi Dios con adversidades de pérdidas de ha
por su soberbia, para que queda cienda, honra, salud, y otras co
sen confundidos y humillados, sas semejantes que tocan solamen
viéndose hechos bestias como Na te al cuerpo; pero la ira grande es
bucodonosor, con corazon, y con cuando llega el castigo a lo inte
versacion y trato de bestias. Quis rior del alma, conforme á aquello
non timebut te, ô Rex gentium ? de Jeremías: c. 4, v. 1o. Ecce perve.

(d) Greg. l. 25 mor. c. 1 3. Isid, de summo bono, l. 2. c. 39. Ad Rom. c. 1,


v. 24. Jerem. c. 1o, v. 7.
De la virtud de la humildad. 26 I

mit glodius usque ad animam. Y esto que se conozcan, y comiencen á


es lo que dice Dios por el profeta humillarse y desconfiar de sí los
Zacarías: c. 1, v. 15. Ira magna ego que por estar muy contentos y pa
irascor super gentes opulentas: Con gados de sí, ya interiormente habian
las gentes hinchadas y soberbias, caído por la soberbia, aunque no lo
me airaré yo con ira grande. habian sentido: conforme aquello
Cuando Dios desampara á uno, y del Sabio: Contritionem praecedit
le deja caer en pecados mortales superbia, 83 ante ruinam exaltatur
en pena y castigo de otros peca spiritus. Prov. c. 16, v. 1o. Lo mis
dos, esa es la ira grande de Dios, mo dicen S. Gregorio y Basilio.
esas son las heridas del furor divi (f) Pregunta S. Gregorio, á pro
no, heridas no de Padre, sino de jus pósito del pecado de David: ¿Por qué
to y riguroso Juez, de las cuales Dios á los que él ha escogido y
se puede entender aquello de Jere predestinado para la vida eterna, y
mías: c. 3o, v. 14. Plaga inimici per encumbrado con grandes dones su
cussite, castigatione crudeli: Con yos, les permite algunas veces caer
herida de enemigo te herí, con en pecados, y en pecados carna
castigo cruel. Y asi dice el Sabio: les y feos? Y responde, que la
Fovea profunda os alienae, cui ira razon de esto es, porque algunas
tus est Dominus, incidet in eam : veces los que han recibido gran
Hoya es muy profunda la mala mu des dones, caen en soberbia: . . la
ger, y aquel con quien Dios estu cual tienen algunas veces tan entra.
viere airado, caerá en ella. ñada en lo íntimo de su corazon,
Finalmente, es tan mala cosa que ellos mismos no lo entienden,
la soberbia, y aborrécela Dios tan sino que estando agradados y con
to, que dicen los Santos, que al fiados de sí mismos piensan que lo
gunas veces le es bueno y prove estan de Dios, como le aconteció al
choso al soberbio, que le casti Apóstol S. Pedro, Matth. c. 26,
gue Dios con este castigo, para v.83, que no le parecia á él que era
que con ese sane de la soberbia soberbia aquellas palabras que di
que tenia: asi lo dice S. Agustin: jo : Aunque todos se escandelicen,
(e) Audeo dicere superbis esse utile yo no me escandalizaré: sino que
cadere in aliquod apertum manifes era grande fortaleza de ánimo, y
tumque peccatum, unde sibi dis grande amor de su Maestro. Pues
pliceant, qui jam sibi placendo ceci para curar tales soberbias, tan se
derant: Atrévome á decir, que es cretas y disfrazadas, en las cuales
útil y provechoso á los soberbios, ya está uno caído, y no lo conoce,
que les deje Dios caer en algun pe permite el Señor que caigan los
cado esterior y manifiesto, para tales en pecados esteriores mani
17*
(e) Aug. l. 14 de Civ. c. 1 s ss serm. 53 de verbis Domini. () Basil. in
reg brev. 81. Greg. l. 23 moral. c. 16.
262 Tratado tercero, cap. XXXIX.
fiestos, feos y deshonestos: porque que Dios hace en Israél, (g) que á
esos conocénse mejor, y échanse quien quiera que la oyere le retiñis
mas de ver, y por aí viene el hom rán las orejas de puro temor. Esto
bre á entender el otro mal que te son los grandes castigos de Dios,
nia de secreta soberbia, que él no que solo oírlo hace temblar las car
entendia; y asi no le buscára reme 1162S,
dio, y se perdiera: y con la caída Pero al fin como el Señor es tan
Imanifiesta conócelo, y humillado benigno y misericordioso, no usa
delante de Dios hace penitencia de con el hombre de este castigo tan
lo uno y de lo otro, y alcanza re riguroso, ni de este medio tan des
medio para ambos males. Como lo dichado y lamentable, sino habien
vemos en S. Pedro, que por la do usado de otros medios mas fá
caída esterior y manifiesta vino ciles y suaves, primero nos envia
á conocer la soberbia oculta que otras ocasiones, y otras medicinas
habia tenido, y vino á llorar y ha y remedios mas blandos, para que
cer penitencia de ámbos pecados: nos humillemos. Unas veces la en
y asi le fue provechosa la caída. fermedad, otras la contradiccion y
Lo mismo le aconteció á David, y murmuracion, otras la deshonra, y
asi dice él: Bonum mihi, quia humi que caiga uno de su punto. Y cuan
liasti me, ut discam justificationes do estas cosas temporales no bas
tuas: Ps. 1 18, 71. Señor, caro me tan para humillarnos, pasa á las
costó, yo lo confieso; pero bueno espirituales. Primero á cosas peque
ha sido para mí el haberme humilla ñas, y despues permitiendo tenta
do, para que aprenda como os ten ciones recias y graves, y tales que
go de servir de aquí adelante, y co nos lleguen hasta ponernos en un
mo tengo de desconfiar de mí. Asi hilo, y hasta persuadirnos, ó ha
como el sabio medico, cuando cernos dudar si consentimos, para
no puede sanar del todo la dolen que asi vea y esperimente uno
cia, y por ser el humor maligno y bien, que por sí no las puede ven
rebelde, no le puede digerir y ven cer, y conozca y entienda por es
cer, procura llamarle y sacarle á periencia su flaqueza, y la necesi
las partes esteriores del cuerpo, pa dad que tiene del favor divino, y
ra que mejor se pueda curar; asi dosconfie de sus fuerzas, y se humi
el Señor, para sanar algunas áni lle. Y cuando todo eso no basta,
mas altivas y rebeldes, las deja entonces viene esa otra tan fuerte
caer en culpas graves y esteriores, y costosa cura de dejar caer al
para que se conozcan y humillen, hombre en pecado mortal, y que
y con el abatimiento de fuera se sea vencido de la tentacion. Enton
cure el humor maligno y pestífero ces viene ese boton de fuego del
que estaba dentro. Palabra es esta infierno, para que siquiera despues
(g) Jerem. c. 9, v. 3. 1 Reg. c. 3, v. 1 1.
De la virtud de la humildad. 263
de haberse quebrado los ojos, cai no Abad, de un santo varon muy
ga el hombre en la cuenta de lo que señalado en virtudes y milagros,
es, y se acabe de humillar, ya que que sanaba enfermos, echaba demo
por bien no quiso. nios de los cuerpos, y hacia otras
Pues por aqui se verá bien cuan muchas maravillas, por lo cual acu
to nos importa ser humildes, y no dian á él de todo el mundo, y le ve
fiar ni presumir de nosotros: y nian á visitar Señores de título, y
asi cada uno entre en cuenta consi Obispos, y tenian por gran di
go, y vea como se aprovecha de cha poder tocar sus vestiduras, y
las ocasiones que Dios le envia pa que les echase su bendicion. Con
ra humillarse, como Padre, y Mé estas cosas sentia el Santo, que se le
dico piadoso, para que no sean me comenzaba á entrar alguna vanidad
nester esos otros remedios fuertes en su corazon. Y viendo por una
y tan costosos. Castigadme, Señor, parte que no podia estorbar el con
con castigo de Padre, curad mi so curso del pueblo, y por otra que
berbia con trabajos, enfermedades, no podia librarse de aquellos pen
deshonras y afrentas, y con cuan samientos importunos de vanidad,
tas humillaciones fuéredes servido, afligiase mucho; y poniéndose un
y no permitais que yo caiga en pe dia en oracion, pidió á nuestro Se
cado mortal. Dad, Señor, licencia ñor con mucha instancia, que para
al demonio, para que me toque en remedio de aquella tentacion, y
la honra, y en la salud, y me ponga para que él se conservase en humil
como otro Job: c. 2, v. 6. Verunta dad, permitiese su Magestad, y
men animam meann serva; pero no diese licencia al demonio que en
le deis licencia para que me toque trase en su cuerpo por algun tiem
en el alma. (h) * Con tal que no po, y le atormentase como á los
os aparteis vos Señor de mí, ni per otros endemoniados. Oyó Dios su
mitais que yo me aparte de vos, no oracion, y entra el demonio en él,
me dañará cualquier tribulacion y era cosa de espanto y admira
que venga sobre mí, sino antes me cion ver aquel á quien solian poco
aprovechará para alcanzar la humil antes traer los endemoniados para
dad, de que vos tanto os agradais. que los curase, atado con cadenas
como furioso y endemoniado, y
CAPÍTULO XL. ser asi llevado á que hiciesen so
bre él los exorcismos, y todo lo de
En que se confirma lo dicho con al mas que se suele hacer con los ta
gunos ejemplos. les: y estuvo asi cinco meses, y al
cabo de ellos, dice la historia, fue
Cuan Severo Sulpicio, y Su curado y libre, no solo del demo
rio (a) en la vida de S. Severi nio que habia entrado en su cuer
(h) Thom. de Kemp. (a) Sever. Sulpi, dialog. 1, $14. Sur. die8Januar.
264 Tratado tercero, cap. XL.
po, sino de la soberbia y vanidad el demonio, no lo temo, porque es
que se le entraba en el ánima. soberbio.
Surio, uhi suprà, cuenta otro Cuenta S. Juan Clímaco, c. 24,
ejemplo semejante, y dice, que el que una vez los demonios malva
santo Abad Severino tenia en su mo dos comenzaron á sembrar ciertas
nasterio tres monges altivos, toca alabanzas en el corazon de un for
dos de soberbia y vanidad. Habia tísimo caballero de Cristo, que
les avisado de ello, y perseveraban corria á esta virtud de la humil
en su falta. El Santo con el deseo dad: mas él movido por inspira
que tenia de verlos enmendados y cion de Dios, halló un brevísimo
humildes, pidió al Señor con lágri atajo para vencer la malicia de es
mas, que los corrigiese y castiga tos espiritus perversos: y fue, que
se de su mano con algun castigo escribió en la pared de su celda los
que les humillase y enmendase. Y nombres de algunas altísimas vir
antes que se levantase de la ora tudes, conviene á saber, caridad
cion, permitió el Señor que tres perfecta, humildad profundísima,
demonios se apoderasen de ellos, y castidad angélica, oracion purísi
los atormentasen reciamente, con ma y altísima, y otras cosas se
fesando á voces la soberbia é hin mejantes. Y cuando aquellos malos
chazon de su corazon. Castigo pro pensamientos comenzaron à ten
porcionado á su culpa, que el espi tarle, respondia él á los demonios,
ritu de soberbia entrase y morase vamos á la prueba de esto, y leía
en sujetos soberbios y llenos de todos aquellos títulos: Profundísi
vanidad. Y porque veía el Señor que ma humildad; esa no tengo y0.
ninguna cosa tanto les humillaría, Con profunda nos contentariamos:
estuvieron asi cuarenta dias, y al aun no sé si habemos concluido cOn
cabo de ellos pidió el Santo al Se el primer grado. Caridad perfecta,
ñor los librase del poder del demo caridad si, pero no es muy perfec
nio, lo cual alcanzó, y ellos que ta, que algunas veces hablo á mis
daron sanos del cuerpo y alma, y hermanos alto y sacudidamente.
bien humillados con este castigo del Castidad angélica: no, que mu
Señor. chos malos pensamientos, y aun mu
Cuenta Cesario, l. 4 dialog. c. chos malos movimientos siento en
5, que trujeron á un convento del mí. Oracion altísima: no, duerm0
Cister un endemoniado, para ser me, y distraigome mucho en ella,
sano. Salió el Prior, y llevó consi Y deciase á sí mismo: Despues que
go á un Religioso mozo de grande hubieres alcanzado todas estas vir
opinion de virtud, que sabía que tudes, aun has de decir que eres
era virgen. Y dijo el Prior al de siervo inútil y sin provecho, y por
monio: Si este monge te mandáre tal te has de tener, conforme á
salir, ¿osarás quedarte? Respondió aquellas palabras de Cristo nues
De la virtud de la humildad. 265
tro Redentor: Cum feceritis omnia, v. 1o. Pues ahora que estás tan le
que praecepta sunt vobis, dicite: jos de eso, ¿qué serás?
Servi inutiles sumus. Luc. c. 17,
.
-43- c3)e333

TRATADO CUARTO,
DE LAS TENTACIONES.

CAP ITULO PRIMER O.

Que en esta vida no han de faltar tentaciones.


F, accedens ad servitutem Dei, ahora ha de ser el pelear, para que
sta injustitia, et in timore, prae saliendo vencedores, descansemos
para animam tuam ad tentationem. despues en aquella bienaventurada
Eccl. c. 2, v. 1. Dice el Sabio: Hi paz. S. Agustin, serm. 45 de temp.,
jo, si quieres servir á Dios, con sobre aquello de S. Pablo: Non
sérvate en justicia y en temor, y enim quod volo bonum, hoc facio:
preparate para la tentacion. El dice, que aqui la vida del hombre
bienaventurado S.Gerónimo, so justo es pelea, y no triunfo : y asi
bre aquello del Eclesiastes: c. 3, v. oímos ahora voces de guerra, cuales
8. Tempus belli, et tempus pacis: son estas que da el Apóstol, sintien
Hay tiempo de guerra, y tiempo do la repugnancia y contradiccion
de paz, dice, que mientras estamos que la carne tiene á lo bueno, y la
). en este siglo, es tiempo de guerra, inclinacion tan grande que tiene á
y cuando pasemos al otro, será lo malo, y deseando verse ya libre
tiempo de paz: Et factus est in pa de eso: Non enim quod volo bonum,
-
ce locus ejus. Ps. 75, 3. Y de aí to hoc facio, sed quod nolo malum, hoc
mó aquella nuestra ciudad celestial ago. Et video aliam legem in mem
el nombre de Jerusalén, que quiere bris meis repugnantem legi mentis
decir vision de paz. Nemo ergo se meae, et captivantem me in lege pec
nunc putet esse securum tempore bel cati, quae est in membris meis: Ad
li, ubi certandum est, et Apostolica Rom. c. 7, v. 15, et 23. Pero la voz de
arma tractanda, ut victores quondam triunfo se oirá despues, cuando, como
requiescamus in pace: Por tanto, di dice el mismo Apóstol, este cuerpo
ce, ninguno se tenga ahora por se corruptible y mortal se vista de in
guro, porque es tiempo de guerra, corrupcion é inmortalidad. Y la
266 Tratado cuarto, cap. I.
voz de triunfo que entonces se oirá, menzando á dar la vela, se alborotó
será la que dice aíS. Pablo: Absorp el mar, y se levantó una tempestad
ta est mors in victoria, ubi est mors y olas tan grandes, que la cubrian
victoria tua, ubi est mors stimulus y querian anegar. Asi nuestra áni
tuus ? 1 ad Cor. c. 15, v. 5. ¿Dónde ma va en esta barquilla del cuer
está muerte tu victoria, dónde tu po, rota, agujereada, que por una
aguijon ? Todo esto dijo muy bien parte hace agua, y por otra se le
el santo Job, c. 7, v. 2, en aquellas vantan olas y tempestades de mu
breves palabras: Militia est vita ho chos movimientos y apetitos des
minis super terram, et sicut dies ordenados, que la quieren anegar
mercenarii dies ejus: La vida del y hundir: Corpus quod corrumpitur,
hombre sobre la tierra, es una con agravat animam. Sap. 15.
tinua guerra, y como el dia del jor De manera que la causa de nues
nalero. Porque asi como el oficio del tras continuas tentaciones es la cor
jornalero es trabajar y cansarse to rupcion de nuestra naturaleza;
do el dia, y despues se sigue el pre aquel fomes peccati é inclinacion
mio y el descanso; asi tambien mala que nos quedó despues del pe
en nosotros el dia de esta vida es cado. Se nos quedó el mayor ene
lleno de trabajos y tentaciones, y migo dentro de casa, y ese es el
despues se nos dará el premio y el que nos hace continua guerra. Y
descanso, conforme á como hubie asi no tiene el hombre de que es
remos trabajado. pantarse cuando se ve molestado de
Pero descendiendo en particular tentaciones; porque al fin es hijo de
á examinar la causa de esta continua Adan, concebido y nacido en pe
guerra, el Apóstol Santiago la pone cado: Ecce enim in iniquitatibus
en su Canónica: c. 4, v. I. Unde conceptus sum, et in peccatis conce
bella, et lites un vobis? Nonne hinc pit me mater mea: Psal. 5o, 7; y
ex concupiscentiis vestris, quae mili no puede dejar de tener tentaciones,
tant in membris vestris? Dentro de é inclinaciones y apetitos malos que
nosotros mismos tenemos la causa le hagan guerra. Y asi nota S.
y la raíz, que es la rebeldía y Gerónimo, que en la oracion del
contradiccion, para todo lo bueno Pater noster, que Cristo nuestro
que quedó en nuestra carne des Señor nos enseñó, no nos dice que
pues del pecado. Quedó tambien pidamos á Dios no tener tentacio
maldita la tierra de nuestra carne, nes; porque eso, dice, es imposi
y asi brota cardos y espinas, que ble: Impossibile enim est humanam
nos punzan y atormentan conti animam non tentari; sino que no nos
nuamente. Traen los Santos á este deje caer en la tentacion. Y eso es
propósito la comparacion de la na tambien lo que el mismo Cristo en
vecilla, que dice el sagrado Evan otra parte dijo á sus discípulos:
gelio, Matth. c. 8, v. 14, que en co Vigilate, et orate, ut non intretis
De las tentaciones. 267
in tentationem: Matth. c. 6, v. 13. piensas que hay paz? Sedet in insi
Velad y orad, porque no entreis diis cum divitibus, in occultis, utin
en la tentacion. Dice S. Geróni terficiat innocentem, oculi ejus in
mo: (a) In tentationem intrare, non pauperem respiciunt, insidiatur in
est tentari, sed vinci: Entrar en la abscondito quasi leo inspelunca sua:
tentacion, no es ser tentado, sino Psal. 9, 29. Está escondido, aze
es ser vencido de la tentacion. El chando para matar al inocente, ¿y
santo patriarca José tentado fue te tienes tú por seguro? Es engaño
de adulterio, pero no fue vencido ese, porque esta vida es tiempo de
de la tentacion. La santa Susana guerra y de pelea, y espantarse de
tentada fue tambien de lo mismo, las tentaciones, es como si el solda
pero la ayudó el Señor, para que do se espantase del sonido del tiro
no cayese en la tentacion. Pues y del arcabúz, y se quisiese por eso
eso es lo que nosotros pedimos al volver de la guerra; ó como el que
Señor en la oracion del Pater nos quisiese dejar de navegar, y salir
ter, que nos dé gracia y fortaleza, se de la nave, por ver que se le re
para que no caigamos ni seamos vuelve el estómago.
vencidos de la tentacion: Non tenta Dice S. Gregorio, lib. 24 mo
tionem panitus refutantes: sed vires ral. c. 14, que es engaño de algu
sustinendi in tentationibus deprecan nos, que en teniendo alguna grave
tes. Y en la epístola ad Heliodorum tentacion, luego les parece que es
dice: Erras, frater, erras, si putas todo perdído, y que ya les ha olvi
unquam Christianum persecutionem dado Dios, y que estan en desgra
mon pati: Yerras, hermano, yerras cia suya. Muy engañado andais;
y te engañas mucho, si piensas que antes es menester que entendais,
el cristiano ha de estar sin tenta que el tener tentaciones, no solo es
ciones: Tunc maximè oppugnaris, si cosa ordinaria de hombres, sino
te impugnari nescis: Esa es, dice, la muy propia de hombres espiritua
mayor tentacion, cuando te pare les, y que tratan de virtud y per
ce que no tienes tentacion: enton feccion, como nos lo da á entender
cesos hace el demonio mayor guer el Sabio en las palabras propuestas,
ra, cuando á vos os parece que no y lo mismo nos enseña el Apóstol
hay guerra: Adversarius noster tan S. Pablo: Omnes qui pie volunt vi
quam leo rugiens, aliquem devorare vere in Christo Jesu, persecutionem
quaerens, circuit, et tu pacem pu patientur: 2 ad Tim. c. 3, v. 12. Los
tas: 1 Pet. 5, v. 8. Nuestro adver que quieren vivir bien, y tratan de
Sario el demonio, como dice el su aprovechamiento, y de adelan
Apóstol S. Pedro, anda braman tarse en el servicio de Dios, esos
do y dando vueltas como leon, á son los perseguidos y combatidos
ver si halla á quien tragar, ¿y tú con tentaciones, que esos otros
(*) Idem notat August. de ser. Dom. in monte, l. 2, c. 14.
268 Tratado cuarto, cap. I.
muchas veces no saben que cosa es no ha menester él andar á caza de
tentacion, ni echan de de ver la re ellos: Eos enim pulsare negligit,
belion y guerra que la carne hace quos quieto jure possidere se sentit,
al espíritu, antes hacen de eso go dice S. Gregorio, l. 24 mor. c. 12.
losina. Nota esto muy bien S. Y asi no solo no nos habemos de es
Agustin, (b) sobre aquellas pala pantar de tener tentaciones, sino
bras de S. Pablo: Caro concupis antes las habemos de tener por bue
cit adversus spiritum: La carne de na señal, como lo advirtió S. Juan
sea y apetece contra el espíritu : Clímaco: Nullum certius argumen.
In bonis concupiscit adversus spiri tum est, quðd daemones victi à no
tum, nam in malis non habet con bis sint, quam si nos acerrimè op
tra quem concupiscere, ibi enim pugnant: No hay, dice, mas cierta
concupiscit adversus spiritum, ubi señal de que los demonios han sido
spiritus: En los buenos, dice, que vencidos de nosotros, que ver que
tratan de espíritu de virtud y per nos hacen mucha guerra: porque
feccion, apetece la carne contra el por eso os la hacen, porque os ha
espíritu; pero en los malos, que beis rebelado contra él, y os ha
no tratan de eso, no tiene la carne beis salido de su jurisdiccion: por
contra quien apetecer; y asi estos eso os persigue el demonio, porque
no sienten la lucha de la carne con tiene envidia de vos, que sino, no
tra el espiritu, porque no hay es os persiguiera tanto.
píritu que la contradiga y pelee
contra ella. Y asi el demonio tam CAPITULO II.
poco ha menester gastar tiempo en Como unos son tentados al princi
tentar á estos tales; porque sin na pio de su conversion, otros
da de eso ellos de su voluntad le si despues. -

guen, y se le rinden sin dificultad El bienaventurado S. Gregorio,


ni contradiccion. No andan los ca lib. 24 mor. c. 12, 13, & 14,
zadores á caza de jumentos, sino á nota, que unos comienzan á sentir
caza de ciervos y gamos, que cor esta guerra de las tentaciones al
ren con ligereza, y se suben á los principio de su conversion, en co
montes: Qui perfecit pedes meos menzando á recogerse, y á tratar
tamquam cervorum, et super excel de virtud : y trae para esto el ejem
sa statuens me. Psal. 17, 34. A plo de Cristo nuestro Redentor,
los que con ligereza de ciervos y el cual nos quiso figurar y dibu
de gamos corren á lo alto de la per jar esto en sí mismo con una ad.
feccion, á esos anda por cazar el mirable dispensacion, porque no
demonio con sus lazos y tenta permitió que el demonio le tenta
ciones, que á esos otros que viven se, sino cuando despues de bautiza
como jumentos, en casa los tiene, do se recogió al desierto á ayunar,

(b) Aug. de verbis Domini in Evangel. secundum Joan. ser. 43.


De las tentaciones. 269
y orar y hacer penitencia. Enton do con la virtud divina es compeli
ces, dice el sagrado Evangelio, do á salir de él, entonces le despe
Matth. c. 4, v. 1, que acudió el de daza: para que entendamos, que en
monio á tentarle. Quiso Cristo tonces procura él turbarnos y
nuestro Redentor con esto, dice molestarnos mas con tentaciones,
S. Gregorio, avisar á los que ha cuando nos apartamos de él.
bian de ser miembros é hijos su Fuera de esto, dice S. Grego
yos, que cuando tratan de recoger rio, l. 24 mor. c. 12, 13, & 14, que
se y darse á la virtud, estén aperci permite y quiere el Señor, que sea
bidos para las tentaciones, porque mos tentados á los principios de
es muy propio del demonio acudir nuestra conversion, porque no pien
entonces. Como en saliendo los hi se uno que es ya santo por haber de
jos de Israél de Egipto, luego jun jado la mala vida, y tomado otra
tó Faraon su ejercito y todo su buena, que son pensamientos que
poder, para ir contra ellos. Y La suelen venir á los tales: y tambien
bán, viendo que Jacob se apartaba porque la seguridad suele ser ma
de él, le siguió con gente, y con dre de la negligencia, y para que
encendido furor. Y cuando salió el la seguridad de la buena vida que
demonio del otro hombre, dice el ha tomado no le haga negligente
sagrado Evangelio, que tomó otros y flojo, permite el Señor que le
siete espíritus peores, para tornar vengan tentaciones, que le pongan
á él, como quien hace gente con delante los ojos el peligro en que
tra quien se le alzó, y le va de todavia está, y le despierten y avi
nuevo á sujetar. Luc. c. 1 1, v. 26. ven, y le hagan diligente y cuida
Asi el demonio, cuanto ve que uno doso.
se le rebela, y quiere salir de su S. Juan Clímaco, c. de discre
señorío y sujecion, entonces se tion., dice: La novedad de la vida
embravece mas, y se muestra mas nueva suele hacerla pesada á quien
cruel, y le procura hacer mayor estaba acostumbrado á la mala. Y
guerra. Trae S. Gregorio, l. 33 al abrazar de la virtud se declara y
mor. c. 18, á este propósito aquello siente la contradiccion y guerra del
que dice el Evangelista S. Mar vicio que le repugna, como el ave
cos, cuando Cristo nuestro Re cuando quiere salir del lazo, en
dentor echó aquel demonio inmun tonces siente que está presa; y asi
do, sordo y mudo: Et exclamans, no se ha de espantar ni desmayar
et multum discerpens eum, exiit ab nadie, por sentir dificultades y
eo, Marc. c. 9, v. 25, dice el Santo: tentaciones á los principios, porque
cce eum non diserpserat cum te es cosa muy ordinaria. -

nebat, exiens discepsit. Notad, que Añade S. Gregorio, que algu


cuando el demonio poseía aquel nas veces el que ha dejado el mun
hombre no le despedazaba; y cuan do y la mala vida, y comienza á
27o Tratado cuarto, cap. II.
servir á Dios, es tentado de tales tentaciones en tiempo de la ora
tentaciones, cuales nunca antes de cion, que cuando andan ocupados
su conversion habia sentido; pero en oficios y cosas esteriores. De
esto, dice, no es porque no hubiese manera que el sentir uno acá en la
en él antes la raíz de aquellas tenta Religion tales tentaciones, cuales
ciones, que en sí habia, sino porque nunca antes de su conversion habia
no se parecia ni descubria enton sentido, no es porque ahora sea peor
ces, y ahora se descubre: como cuan que cuando estaba en el siglo, sino
do el hombre está muy ocupa porque entonces no se veía el hom
do en otros pensamientos y cuida bre ni se conocia, y ahora comien
dos muy diferentes, muchas veces za á ver y á conocerse sus malas in
no se conoce á sí mismo, ni entien clinaciones y apetitos desordena
de lo que pasa allá dentro, y en dos: y asi lo que ha uno de procu
comenzando á recogerse y á entrar rar, es no tapar y cubrir la raiz,
dentro de sí, entonces echa de ver sino arrancarla.
las malas raíces que brotaron de su Otros hay, dice S. Gregorio,
corazon: es, dice, como el cardo que al principio de su conversion
que nace en el camino, que como no son combatidos con tentacio
le pisan todos los que pasan, no se nes, antes sienten mucha paz, gus
echa de ver; pero aunque no salgan tos y consolaciones, y despues an
fuera las espinas, dentro queda la dando el tiempo los prueba el Se
raíz encubierta en la tierra, y en ñor con tentaciones. Lo cual or
dejándole de pisar los que pasan, dena su Magestad con divino con
luego brotan y salen á fuera: asi, sejo y disposicion, porque no les
dice, en los seglares, muchas veces parezca áspero y dificultoso el ca
está la raíz de las tentaciones ocul mino de la virtud, y desmayen y
ta, que no se echa de ver por defue se vuelvan á lo que poco antes de
ra, porque como cardo que está jaron: como hizo con su pueblo
en el camino, se pisa y trilla como cuando le sacó de Egipto, que no
de caminantes, de la diversidad de les llevó por la tierra de los filis
los pensamientos que van y vie teos, que estaba cerca: da la razon
nen, y de los muchos cuidados, y la sagrada Escritura: Ne forte pa
ocupaciones que hay. Pero cuando nitere eum, si vidisset adversum se
uno se aparta de todo eso, y se re bella consurgere, et reverteretur in
coge á servir á Dios, entonces co AEgiptum: Exod. c. 13, v. 17. Por
mo no hay quien pise el cardo, pare que por ventura, viendo que luego
cese lo que habia allá dentro escon se les levantaban guerras, no se ar
dido, y sientense las espinas de la repintiesen de haber salido de Egip
tentacion, que brotan de la mala to, y se volviesen allá. Antes al
raíz: y esta es tambien la causa por principio les mostró Dios muchos
que suelen algunos sentir mas las favores, haciendo por ellos gran
De las tentaciones. 271
des maravillas y milagros; pero ces con tanta paz y quietud, y que
despues que habian ya pasado el mar les hace el Señor merced de darles
vermejo, y estaban en el desierto, entrada en la oracion, y hallan fa
y no podian volver atrás, probólos cilidad en los ejercicios de la vir
con muchos trabajos y tentacio tud y de la mortificacion, pien
nes, antes de entrar en la tierra de san que ya han alcanzado la per
promision. Asi, dice el Santo, á feccion, y no entienden que son
los que dejan el mundo, les quita aquellos regalos de niños y de
el Señor algunas veces á los princi principiantes, y que les da el Señor
pios las guerras de tentaciones; por aquellas ayudas de costa, para aca
que como estan tiernos en la vir barlos de destetar de las cosas del
tud, no se espanten con ellas, y se mundo. Algunas veces, dijo el
vuelvan al mundo. Llevalos el Se Santo, se comunica el Señor mas
ñor por suavidad al principio, y abundantemente á los menos perfec
dales consuelos y gustos, para que tos, y que no tienen tanto aprove
habiendo gustado de la dulzura y chamiento en la virtud, no porque
suavidad del camino de Dios, pue ellos lo merecen, sino por ser mas
dan despues mejor llevar la guer necesitados: á la manera que le
ra y molestia de las tentaciones y suele hacer acá un padre, que con
trabajos; y tanto mas, cuanto mas amar mucho á todos sus hijos, pa
han gustado de Dios, y conocido rece que no hace caso de los que
cuanto merece ser servido y ama estan sanos; pero si alguno está en
do. Y asi á S. Pedro primero le fermo, no solo le cura con medici
mostró nuestro Señor la hermosu nas, sino tambien le da lo que es de
ra y resplandor de su gloria en la contento y de regalo. Y como el
Transfiguracion, y despues permi hortelano, que las plantas mas tier
tió que fuese tentado de la escla nas las riega á menudo, y las re
va, que le preguntó, si era discí gala, pero despues que estan fuer
pulo de Cristo, para que humilla tes y bien arraigadas, dejalas sin
do en la tentacion, llorando, y ese riego y regalo: asi aquella di
amando supiese valer y ayudarse vina bondad tiene esta manera de
de aquello que primero habia visto gobierno con los flacos y peque
en el monte Tabor, y asi como el ñuelos, y con los que comienzan.
temor le habia derribado, asi la Dicen tambien los Santos, que
dulzura de la suavidad y bondad algunas veces da el Señor mas con
de Dios, que ya habia esperimen suelos á los que han sido mas peca
tado, le levantase. dores, y parece que les hace mas
De aqui, dice S. Gregorio, se particulares regalos y favores, que
entenderá un engaño que suele haber á los que han siempre vivido bien,
en los que comienzan á servir á porque aquellos no desconfien ni de
Dios, que como se ven algunas ve sesperen, y porque estos otros no se
272 Tratado cuarto, cap. II.
ensoberbezcan. Bien se nos declara dos maneras de tentar, una para
esto en aquella parábola del hijo engañar y hacer caer en pecado,
pródigo, y en aquella fiesta, músi y de esta manera no tienta Dios á
ca y regocijo, con que su padre le nadie, sino el demonio, cuyo ofi
recibió, matando el becerro grue cio es ese, conforme á aquello del
so, y haciendo un gran convite, Apóstol S. Pablo: Ne forte tenta
no habiendo dado al hijo mayor, verit vos is, qui tentat, dice allí la
Glosa, id est, diabolus, cujus oficium
que le habia servido toda su vida, y
nunca habia salido de su mandado, esttentare: I ad Tesal. c. 3,v.5. Otra
ni siquiera un cabrito con que se manera de tentar hay para probar y
holgase alguna vez con sus ami tomar esperiencia de uno; y de es
gos: que no tienen necesidad de ta manera dice aquí la divina Es
médico los sanos, sino los enfer critura, que nos tienta y prueba
mos, como dice el mismo Señor. Dios. Y en el capitulo veinte y dos
del Genesis dice: Tentavit Deus
CAPITULO III. Abraham: Id est, probavit: Tentó
y provó Dios á Abrahan. Danos el
Por qué quiere el Señor que tenga Señor un tiento, y muchos tientos,
mos tentaciones, y de la utilidad para que conozcamos nuestras fuer
y provecho que de ellas zas, y entendamos que tanto es lo
se sigue. que amamos y tememos á Dios.
Y asi dijo luego el mismo Dios á
7 na vos Dominus Deus ves Abrahan, cuando echó mano al
ter, ut palam fiat utrum diligatis cuchillo para sacrificar á su hijo:
eum, an non in toto corde, et in Nunc cognovi quod times Deum: Id
tota anima vestra. Dice el Espíri est, feci te cognoscere, como declara
tu Santo en el Deuteronomio: c. 13, S. Agustin: hom. 58 super Genes,
v. 3. Tientaos el Señor Dios vuestro, Ahora he hecho que conozcas que
para que se vea si le amais de ve temes á Dios. De manera que
ras, y de todo vuestro corazon, ó unas tentaciones nos envia el Se
no. El bienaventurado S. Agus. ñor de su mano, y otras permite
tin (a) mueve una cuestion sobre que nos vengan por medio del de
estas palabras: ¿Cómo dice aqui la monio, mundo y carne nuestros
sagrada Escritura, que Dios nos enemigos.
tienta, y , por otra parte dice el Pero ¿qué es la causa, por que per.
Apóstol Santiago en su Canónica: mite y quiere el Señor que tenga
Deus neminem tentat: (b) Dios no mos tentaciones? S. Gregorio,
tienta á nadie? Responde, que hay Casiano, (c) y otros tratan muy
(a) Aug. tract. 34 super Joan, et q. 57 super Genes. (b) Jac. c. 1, p. 13.
Idem Sanct. Thom. 1 p. quaest. 1 14, art. 2. (c) Greg. l.8 mor, c. 1 o; et l. ºo,
c. 2 1. Casian. colla. 4. Abb. Daniel. c. 6.
De las tentaciones. 273
bien de este punto, y dicen lo pri su pueblo, sino dejó en la tierra de
mero, que nos es provechoso el ser promision aquellas gentes de los
tentados y atribulados, y que alce cananeos, amorreos, y jebuseos,
el Señor algunas veces un poco la etc. Ut erudiret in eis Israelem, ut
mano de nosotros; porque si esto postea discerent filii eorum certare
no fuera asi, , no dijera y pidiera cum hostibus, et habere consuetudi
el Profeta á Dios: Non me derelin nem praeliandi: Judic. 3, 2. Para
quas usquequaque: Psal. 1 18, v. 8. enseñar y ejercitar á su pueblo,
Señor, no me dejeis ni desampa que no estuviesen con la seguridad
reis del todo; pero porque sabia ociosos, sino que se hiciesen va
muy bien que algunas veces suele lientes y hombres de guerra. Así,
el Señor desamparar á sus siervos, dice, quiere el Señor que tengamos
y alzar un poco la mano de ellos enemigos, y que seamos combati
para mayor bien y provecho su dos de tentaciones, para que te
yo; por eso no pide á Dios que no niendo ejercicio de pelear, no nos
le desampare nunca, ni alce jamás haga daño la ociosidad ó prospe
la mano de él, sino que no le desam ridad; porque muchas veces á los
pare del todo. Y en el sal. 26, v. 9, que el enemigo no pudo vencer
dice: Ne declines in ira à servo tuo: con peleas, con seguridad falsa los
No pide á Dios que no se aparte de él engañó y derribó.
en ningun tiempo, y de ninguna S. Gregorio, lib. 23 mor. c. 24
manera, sino que no se aparte de él et seq., dice, que con alta y secreta
en ira, que no le desampare tanto, providencia quiere el Señor que
que venga á caer en pecado; pero sean tentados y atribulados en es
que le pruebe, y le envie tentacio ta vida los buenos y escogidos,
nes y trabajos, antes lo pide: Proba porque esta vida es un camino, ó
me, Domíne, et tenta me. Psalm. por mejor decir, un destierro, por
25, v. 2. Y por Isaías, c. 54, v. 7, di donde andamos caminando y pe
ce el mismo Señor: Ad punctum in regrinando, hasta llegar á nuestra
modico dereliquite, et in miseratio patria celestial; y porque suelen al
nibus magnis congregabo te, in mo gunos caminantes, cuando ven en
mento indignationis abscondi faciem el camino algunos prados y flo
meam parumper à te, et in miseri restas, detenerse y apartarse del
cordia semputerna misertus sum tui. camino: por eso quiso el Señor
Pero veamos en particular, que que estuviese esta vida llena de
bienes y provechos son los que se trabajos y tentaciones, para que
nos siguen de las tentaciones. Ca no pongamos nuestro corazon y
siano, ubi sup., dice que se ha Dios amor en ella, ni tomemos el des
con nosotros, como se hubo con tierro por la patria, sino que suspi
los hijos de Israél, que no quiso remos siempre por ella. S. Agus
del todo destruir los enemigos de tin da la misma razon, y dice, que
TOMO II , I8
.."
274 Tratado cuarto, cap. IV.
aprovechan las tentaciones y tra bien en ella, porque recibirá coro
bajos para mostrarnos la miseria na de vida. Dice S. Bernardo, ser.
de esta vida: Utilla ubi erit beatitu 64 super Cantic., sobre estas pala
do vera, atque perpetua et desidere bras: Necesse estut veniant tentatio
tur ardentius, et instantius inquira nes: quis enim coronabitur, misiqui
tur: Aug. l. 13 de Trinit. c. 16. legitimè certaverit? Aut quomodo
Para que asi deseemos mas ardien certabunt, si desit qui impugnet?
temente aquella vida bienaventura Necesario es que haya tentaciones,
da, y la busquemos con mayor cui porque, como dice el Apóstol, no
dado y fervor. Y en otra parte di será coronado sino el que peleare
ce: Neviator tendens ad patriam, varonilmente; y si no hay tentacio
stabulum amet pro domo sua : Aug. nes, ¿quién peleará, no habiendo con
super Psal. 4o. Porque no amemos tra quien pelear ? Todos los bie
el establo, y nos olvidemos de nes y provechos que la Escritura
aquellos palacios Reales, para que divina, y los Santos nos predican
fuímos criados. Cuando el ama de los trabajos y adversidades, que
quiere destetar al niño, y que se en son innumerables, todos los traen
señe á comer pan, pone acibar en consigo las tentaciones; y uno de
los pechos; asi Dios pone amar ellos y el principal es el que nos
gura en las cosas de esta vida, para dicen las palabras propuestas. En
que los hombres se aparten de vianoslas el Señor, para que tenga
ellas, y no tengan acá que desear, mos despues mayor premio y co"
sino todo su deseo y corazon pon rona en la gloria: Quoniam per
gan en el cielo. Y asi dice san multas tribulationes, oportet nos in:
Gregorio: Mala, quae nos hic pre trare in regnum Dei: 2 ad Tim.
munt, ad Deum nos ire compellunt: cap. 2, v.5. Ese es el camino real
Los trabajos que nos fatigan y del cielo, tentaciones, trabajos
aprietan en esta vida, hacen que y adversidades; y asi en el Apoca:
acudamos y nos volvamos á Dios. lipsi, cap. 7, v. 4, mostrándole a
S. Juan la gloria grande de los
CAPÍTULO IV. Santos, le dijo uno de aquellos
ancianos : Hi sunt qui venerunº
De otros bienes y provechos que de tribulatione magna, et laverum
traen consigo las tenta stolas suas, et dealbaverunt eas lº
ciones. sanguine Agni: Estos son los que
vinieron de grandes trabajos, y
/3eatus vir, qui suffert tentatio lavaron y blanquearon sus ves"
nem: quoniam cum probatus fue tiduras en la sangre del Corderº,
rit, accipiet coronam vitae: Jacob. De camino pregunta S. Berna
c. 1, v. 12. Bienaventurado el varon do, serm. 1 de Resur. ¿cómo diº
que sufre la tentacion, y prueba ce que blanquearon sus vestidura
De las tentaciones. 275
con la sangre del Cordero? Por echar en el cimiento, no se suelen
que la sangre no suele blanquear, labrar, asi los que se han de echar
sino colorear. Quedaron blancas, abajo en el profundo del infierno
dice, porque con la sangre del no es menester labrarlos ni marti
costado salió juntamente agua que llarlos; estos huelguense aqui en
las blanqueó: ó sino digamos, di esta vida, y cumplan sus antojos y
ce, que se pararon blancas, por apetitos, hagan su voluntad, dense
que la sangre de aquel Cordero á buena vida, que con eso queda
tierna y sin mancilla, era como rán pagados.
una leche blanca y colorada, Pero los que han de ir á reparar
conforme á aquello de la esposa aquellas ruinas de los Angeles ma
de los Cantares: cap. 5, v. 1o. los, y llenar aquellas sillas celestia
Dilectus meus candidus, et rubi les que ellos perdieron por su so
cundus, electus ex millibus. berbia, es menester labrarlos con
De manera que por sangre y tentaciones y trabajos. Dice S.
trabajos se entra en el reino de Pablo: Si autem filii, et ha redes,
los cielos. Desbastanse, labranse haeredes, quidem Dei, cohaeredes au
y pulense acá las piedras, para tem Christi: sic tamen compatimur,
asentarlas en el templo de aquella ut et conglorificemur: Ad Rom. c. 8,
Jerusalen celestial; porque allá no v. 17. Si somos hijos, serémos here
se ha de oir golpe ni martillo: deros, y herederos de Dios, y junta
Malleus, et securis, et omne ferra mente herederos con Cristo: em
mentum non sunt audita in domo, pero siéndole acá primero compa
cum aedificaretur: 3 Reg. c. 6, v. 7, ñeros en sus trabajos, para que asi
y cuanto en mejor y mas principal lo seamos despues en su gloria. Y
lugar se han de asentar las piedras, el Angel dijo áTobías: c. 12, v. 13,
tanto mas las pican y labran; y asi Quia acceptus eras Deo, necesse fuit
como la piedra de la portada suele ut tentatio probaret te: Porque eras
ser la mas picada y labrada, para acepto á Dios, y te queria bien,
que quede mas vistosa la entrada: por eso te quiso probar con la ten
asi Cristo nuestro Señor, porque tacion, para que asi tu premio y
se hacia nueva puerta del cielo, galardon fuese mayor. Y de Abra
que hasta él estuvo cerrada, quiso han dice el Sabio, que le tentó
ser muy golpeado y martillado: Dios, y le halló fiel: Et in tenta
y tambien para que nosotros pe tione inventus est fidelis: y porque
cadores tuviesemos vergüenza de le halló fiel, constante y fuerte en
entrar por puerta labrada con tan la tentacion, luego le ofrece el pre
tos golpes de tribulaciones y tra mio, y le promete con su juramento
bajos, sin primero padecer algu que habia de multiplicar su genera
nos, para quedar labrados y pu cion como las estrellas del cielo,
lidos. Las piedras que se han de y como las arenas del mar. Pues
276 Tratado cuarto, cap. IV.
para esto nos envia el Señor los men succedentibus prosperis prapo
trabajos y tentaciones, para dar situs pincernarum oblitus est inter
nos mayor premio y mas rica co pretis sui. Gen. c. 4o, v. 23, ¿Quién
rona; y asi dicen los Santos, que hizo ensoberbecer al rey Ozías, te
es mayor merced la que el Señor niendo tan buenos principios, sino la
nos hace en darnos tentaciones, prosperidad? Cum roburatus esset,
dandonos juntamente favor para elevatum est cor ejus in interitum
vencerlas, que si del todo nos las suum, et neglexit Dominum Deum
quitase; porque de esa manera ca suum? 2 Paral. c. 26, v. 16. ¿Quién
receriamos del premio y gloria desvaneció á Nabucodonosor, quién
que con ellas merecemos. á Salomon, quién á David, para con
Añade á esta razon S. Buena tar al pueblo? Y los hijos de Israél,
ventura, proces. 4 Relig. c. 1, que cuando se vieron muy pujantes con
como nos ama tanto el Señor, no los favores y mercedes grandes que
se contenta con que alcancemos la el Señor les habia hecho, entonces se
gloria, y grande gloria, sino quie empeoraron, y se olvidaron mas de
re que gocemos presto de ella, y Dios: Incrassatus est dilectus, et re
que no nos detengamos en el pur calcitravit incrassatus, impinguatus,
gatorio: y para eso nos envia dilatatus, dereliquit Deum factorem
aqui trabajos y tentaciones, que suum, et reces sit à Deo salutari suo.
son martillo y fragua con que se Deut. c. 32, v. 15. Y por el contra
quita el orin y escoria de nuestra rio dice el Profeta, que con los
anima, y queda purgada y purifi trabajos se volvian á Dios: Imple
cada para poder entrar luego ágo facies eorum ignominia, et quaerent
zar de Dios: Aufer rubiginem de ar nomen tuum Domine. Ps.82, v. 17.
gento, et egreditur vas purissimum : Et clamaverunt ad Dominum cum
Prov. c. 25, v. 4. Y no es pequeña tribularentur. Psal. 1 o6, v. 13. Et
merced y beneficio ese: fuera del cum occideret eos, quaerebant eum, el
que se nos hace en conmutarnos revertebantur, et diluculo veniebant
tanta y tan grave pena, como es ad eum. Ps. 77, 34. Vuelto en bestia
la que allá habiamos de padecer en Nabucodonosor, ahora fuese en rea
lo poco ó nada, que en su compa lidad de verdad, ahora en su imagi
racion padecemos en esta vida. nacion, entonces conoce á Dios.
Mas, llena está la sagrada Es Dan. 4, 31. ¿Cuanto mejor le fue á
critura, de que las prosperidades de David en la persecucion de Saúl, Ab
esta vida apartan el alma de Dios, salon, y Semei, que con la prospe
y las adversidades y trabajos son ridad y paseo del corredor? Y
ocasion de atraerle al mismo Dios. asi, como bien acuchillado, dice
¿Quién hizo al copero de Faraon despues: Laetati sumus pro diebus,
olvidarse tan presto de su interpre quibus nos humiliasti, annis quibus
te José, sino la prosperidad? Etta vidimus mala: Ps.8o, v. 15. y Bo
De las tentaciones. 277
num mihiquia humiliasti me: Psal. por defuera; porque todo eso no
118, 17. O qué bueno ha sido, Se toca mas que al cuerpo, y asi no
ñor, para mí el haberme humillado hacen mucho caso de ello. Pero
y atribulado! ¿Cuantos han sanado cuando el trabajo es interior y
de esa manera, que de otra se per llega al alma, como la tentacion
dieran? Conversus sum in aerumna que les quiere apartar de Dios, y
mea, dum configitur spina: Psal. parece que los pone en ese peligro
31, v. 4. Cuando punza la espina de y contingencia; esto es lo que se
la tribulacion y tentacion, enton siente mucho, y lo que les hace dar
ces entra uno dentro de si, y se el grito tan grande, como le daba
convierte y vuelve á Dios. Aun el Apóstol S. Pablo, cuando sen
allá dicen, que el loco por la pena tia esta guerra y contradiccion de
es cuerdo: y es sentencia del Espi la carne, que queria llevar tras sí
ritu Santo por Isaías: c. 28, v. 19. al espíritu: Infelix ego homo, quis
Sola vexatio intellectum dabit audi me liberabit de corpore mortis hu
tui. Y mas claramente por el Sabio: jus? Ad Rom. c. 7, v. 24. ¡Ay mi
Infirmitas gravis sobriam facit ani serable de mí! que me lleva tras sí
mam: Eccl. c. 31, v. 2. Et virga lo malo, y lo bueno que deseo no
atque correptio tribuit sapientiam : lo acabo de poner por obra: ¿quién
Prov. c. 29, v. 25. La enfermedad me librará de este cautiverio y
grave, los trabajos y adversidades servibumbre ?
hacen asesar. Anda uno con la pros
peridad libre y cerrero, como no CAPITULO V.
villo por domar, echale Dios el yu
go de la tribulacion y de la tenta Que las tentaciones aprovechan mu
cion, para que asiente: Castigasti cho, paraque nos conozcamos y hu
me, et eruditus sum, quasi juvencu millemos, y para que acuda
lus indomitus. Jerem. c. 31, v. 18. mos mas á Dios.
Con la hiel curó el Angel áTobías,
Tob. c. 1 I, v. 13: y con el lodo Tarn tambien consigo las ten
dió Cristo nuestro Redentor vista taciones otro bien y provecho gran
al ciego. Joan. c. 9, v. 6. de, que hacen que nos conozca
Pues para eso envia el Señor mos á nosotros mismos. º Mu
las tentaciones, que son de los ma chas veces no sabemos lo que po
yores trabajos, y que mas sienten demos, mas la tentacion descu
los hombres espirituales. Porque bre lo que somos, º dice aquel
esos otros corporales, de sucesos santo Tomás de Kempis. Y este
de hacienda, enfermedades y co conocimiento de nosotros mis
sas semejantes, para los siervos de mos es la piedra fundamental de
Dios que tratan de espíritu, son todo el edificio espiritual, sin el
cosa muy somera, y que cae muy cual ninguna cosa que sea de dura,
I8*
278 Tratado cuarto, cap. V.
se edifica: y con el cual crece el provecho grande, que como uno co
alma como espuma, porque sabe noce su flaqueza, viene de ahíáco.
arrimarse á Dios, en quien todo lo nocer la necesidad que tiene delfa.
puede. Pues las tentaciones descu vor y ayuda del Señor, y acudirá
bren al hombre su grande flaque él con la oracion, y estar siempre
za é ignominia, que hasta alli á lo colgado de él, como de su remedio,
uno y á lo otro tenia cerrados los conforme á aquello del Profeta:
ojos: y asi no sabia sentir vilmen Psal.62, v. 9: et Psal. 7 1, v. 28. Ad.
te de sí, porque no lo habia espe haesit anima mea post te, mihi au.
rimentado. Pero cuando uno ve tem adhaerere Deo bonum est: 0 qué
que un soplico le derriba, que con bueno es para mi llegarme á Dios,
una no nada se para frio, que en y nunca jamas apartarme de él. Asi
viniendole una tentacion se des como la madre cuando quiere que
concierta y se encona, y que luego su hijo se venga para ella, hace que
huye de él el consejo y el acuer otros le pongan miedo, para que la
do, y que le crecen tinieblas, co necesidad le haga ir á su regazo; asi
mienza á templar los brios, y á hu el Señor permite que el demonio nos
millarse y sentir bajamente de sí. espante y nos ponga miedo con las
Dice el bienaventurado S. Grego tentaciones, para que acudamos á su
rio, lib. 23 mor. c. 27, sino tuvie regazo y amparo. Dice Gerson: (a)
semos tentaciones, luego nos ten Ut provocet sicut aquila pullos ad
driamos en algo, y pensariamos que volandum, ut mater filium ad ho
eramos muy valientes; pero cuando ram relinquit, quo instantius ille
viene la tentacion, y se ve el hom clamet, accuratius quaerat, arctius
bre á pique de caer, que no pare stringat, et illa vicissim blandia.
ce que está un canto de real de dar tur suavius. Deut. c. 32, v, 11.S.
consigo al través; entonces conoce Bernardo, ser. 74 sup. Cant., dice,
su flaqueza, y humillase. Y asi di que deja el Señor á veces al alma
ce el Apóstol S. Pablo de sí: Et para que con mas deseo y fervor le
ne magnitudo revelationum extol llame, y mas fuertemente le tengº,
lat me, datus est mihi stimulus como hizo con los discipulos que
carnis meae, Angelus Satanae, qui iban á Emaús, fingiendo que que
me colaphizet : Porque el haber si ria pasar adelante, é ir mas lejos,
do arrebatado al tercero cielo, y para que ellos le importunasen y
las grandes revelaciones que he te detuviesen: Mane nobiscum, qu0"
nido no me ensoberbeciesen, per niam advesperascit, et inclinatº
mitió el Señor que fuese tentado, est jam dies. Luc. c. 24, v. 29.
para que conociese lo que era de mi De aqui viene uno tambien á es
parte, y me humillase. timar en mas el favor y proteº
De aqui se sigue otro bien y cion del Señor, viendo la neces"
(a) Gers, de Justitia Theol, practic, consid, vel indust, art. 6.
De las tentaciones. 279
dad que tiene de ella. Dice san
Gregorio, que por esto nos es pro CAPITULO VI.
vechoso que alce él algun tanto la
mano de nosotros, porque si siem Que en las tentaciones se prueban y
pre tuviesemos aquella proteccion, purifican mas los justos, y se ar
no la estimariamos en tanto, ni la raiga mas la virtud.
tendriamos por tan necesaria; pe
ro cuando Dios nos deja un poco, Dicen tambien los Santos, que
y parece que vamos á caer, y ve quiere el Señor que seamos ten
mos que luego nos da la mano: Ni tados, para probar la virtud de
siquia Dominus adjuvit me, paulo cada uno: asi como con los vien
minus habitasset in inferno anima tos y tempestades se ve si el arbol
mea; Psal. 93, v. 17; entonces esti ha echado buenas raices, y el va
mamos mas su favor, y quedamos lor y fortaleza del caballero y
mas agradecidos, y con mayor co buen soldado no se echa de ver en
nocimiento de su bondad y miseri tiempo de paz, sino de guerra en
cordia: In quacumque die invocave los encuentros y peleas; asi la vir
rote, ecce cognovi, quoniam Deus tud y fortaleza del siervo de Dios
meus es. Psal. 53, v. 1o. Llama uno no se echa de ver cuando hay devo
á Dios en la tentacion, y siente su cion y sosiego, sino cuando hay
ayuda, y esperimenta la fidelidad tentaciones y trabajos. S. Am
de su Magestad en el buen acogi brosio, ser. 8 sup. Psal. 1 18, sobre
miento que le hace en el tiempo de aquellas palabras: Paratus sum, et
la necesidad, y reconocele por Pa non sum turbatus, ut custodiam man
dre (b) y por defensor: enciendese data tua, dice, que asi como es
con eso mas en su amor, y pro mejor piloto, y digno de mayor
rumpe en alabanzas suyas, como loa el que sabe y tiene industria
los hijos de Israél cuando los egip para gobernar la nave en tiempo
cios les iban á los alcances, y se que hay tempestades y borrascas,
vieron de esa otra parte del mar, cuando la nave unas veces parece
y á los otros ahogados. Exod. cap. que se va á fondo, otras con las
10, V. I. olas se levanta hasta el cielo, que
De aqui viene (c) tambien á no el que la rige y gobierna en tiem
atribuirse uno á sí cosa buena, sino po de tranquilidad y bonanza ;
atribuirlo todo á Dios, y á darle á asi tambien es digno de mayor loa
él la gloria de todo: que es otro el que se sabe regir y gobernar en
bien y provecho grande de las ten tiempo de tentaciones, de tal ma
taciones, y un remedio grande con nera que ni con la prosperidad se
tra ellas, y para alcanzar grandes levanta ni ensoberbece, ni con las
favores y mercedes del Señor. adversidades y trabajos se anila
(b) Bonav. 1 2, opusc. 2 de prof. Relig. c. 5. (c) Tract. 3, e. 53.
28o Tratado cuarto, cap. VI.
na y desmaya, sino que puede de do la masa está ardiendo en el
cir con el Profeta : Ps. 1 18, v. 6o. fuego, no se echa de ver si es oro,
Paratus sum, et non sum turbatus: plata, ú otro metal, porque todo
dispuesto y preparado estoy para está entonces de un color, todo pa
eso, y eso otro. Pues para eso en rece fuego. Asi en tiempo de con
via Dios las tentaciones, como hi solacion, cuando hay fervor y de
zo con los hijos de Israél, dejan vocion, no se echa de ver lo que
doles aquellas gentes enemigas y es uno, todo parece fuego: pero sa
contrarias: Ut in ipsis experiretur cad la masa del fuego, dejadla en
Israelem, utrum audirent mandata friar, y vereis lo que es. Dejad pa
Domuni, quae praecepit patribus eo sar aquel fervor y consuelo, ven
rum per manum Moysi, an mon: Ju ga el trabajo y la tentacion, y en
dic. c. 3, v. 4. Para probar la cons tonces se echará de ver lo que es
tancia y firmeza que tenian en su cada uno. Cuando uno en tiempo
amor y servicio. Y el Apóstol S. de paz sigue la virtud, no se sabe si
Pablo dice: Oportet, et ha reses esse, aquello es virtud, ó si nace de su
etut qui probati sunt manifesti fiant natural bueno, ó de gusto particu
in vobis: 1 ad Cor. c. 1 1, v. 19. Es lar que tiene en aquel ejercicio, ó
menester que haya heregías, para de no haber otra cosa que le lleve;
que se conozcan los buenos, y los pero el que combatido de la tenta
que prueban bien: Quoniam Deus cion, persevera, ese bien muestra
tentavit eos, et invenit illos dignos que lo hace por virtud, y por el
se: Sap. c. 5, v. 5. Las tentaciones amor que tiene á Dios. -

son los golpes con que se descubre Sirve tambien la tentacion de


la fineza del metal, y la piedra de purificar mas á uno: Igne nos exa
toque con que prueba Dios á los minasti sicut examinatur argentum:
amigos: entonces se echa de ver lo Psal. 65, v. 1o. Asi como el ar
que hay en cada uno. tifice purifica la plata y el oro con
Asi como acá los hombres se el fuego, y le quita toda la escoria:
huelgan de tener amigos probados; asi el Señor quiere purificar á sus
asi tambien Dios, y por eso los prue escogidos con la tentacion, para
ba: Vasa figuli probat fornax, et ho que asi queden mas agradables á su
mines justos tentatio tribulationis, divina Magestad: Uram eos sicut uri
Eccl. c. 27, v. 6, dice el Sabio: Et tur argentum, et probabo eos sicut
sicut igne probatur argentum, et au probatur aurum, dice Dios por Za
rum camino; ita corda probat Domi carías: c. 1, 3, 9. Y por Isaias: c. 1,
nus: Prov. 17. v. 3. Como los vasos v. 25: Et excoquam ad purum sco
se prueban en el horno, y la plata riam tuam, et auferam omne stan
y oro con el fuego; asi los justos num tuum. Esto obra la tentacion
se prueban con la tentacion. Dice en los justos: va consumiendo y
S. Gerónimo, ad Galat. 3, cuan gastando en ellos el orin de los vi
De las tentaciones. 28 I

cios, y amor de las cosas del porque la Escritura divina nos en


mundo, y de sí mismos, y hace seña que antes con eso crecen y se
que queden mas acendrados y pu multiplican los siervos de Dios,
rificados. Verdad es, dice S. Agus como dice de los hijos de Israél,
tin, que no todos sacan este fruto cuando mas eran oprimidos y aco
de las tentaciones, sino solamente sados de los egipcios, tanto mas
los buenos. Hay unas cosas que pues crecian y se multiplicaban. Y del
tas al fuego luego se ablandan y arca de Noé dice: Et multiplicatae
derriten, como la cera: otras hay sunt aquae, et elevaverunt arcamin
que se paran mas duras, como el sublime: Exod. c. 1, v. 12; et Gen. c.
barro. 7, v. 17. Multiplicaronse las aguas del
Asi los buenos con el fuego de diluvio, y levantaron el arca sobre
la tentacion y del trabajo se paran los montes de Armenia. Asi las
tiernos, conociéndose y humillan aguas de las tentaciones y traba
dose; pero los malos quedan mas jos levantan y perfeccionan mucho
duros y obstinados, como vemos una alma: y si vos no quedais mas
que de los dos ladrones en Cruz, el purificado con la tentacion, será
uno se convirtió, y el otro blasfe porque no sois oro, sino paja, y por
mó: y asi dice S. Agustin: Tenta eso quedais negro y feo. Gerson
tio ignis est, in quo aurum rutilat, (a) dice, que asi como el mar con
palea consumitur, justus perficitur, las borrascas y tempestades dese
peccator miserè perit: La tentacion cha de sí las inmundicias que ha
es fuego, con el cual el oro queda recogido, y queda límpio y purifi
mas resplandeciente, y la paja con cado; asi la mar espiritual de
sumida: el justo queda mas puro y nuestra ánima con las tentaciones
mas perfecto, y el malo mas perdi y trabajos queda límpia y purifi
do. Tempestas est, ex qua hic emer cada de las inmundicias é imper
git, ille suffocatur: Exod. c. 14, v. 29. fecciones, que con la demasiada
Es una tempestad, de la cual el jus paz y tranquilidad suelen recoger,
to escapa, y el malo queda anega y para eso las envia Dios.
do. Los hijos de Israel hallaron Mas, asi como el buen labrador
camino por las aguas, y las mis poda la vid, para que dé mas fru
mas aguas les servian de muro á la to: asi dicen los Santos, Dios nues
diestra y á la siniestra; pero los
tro Señor, que se compara en el
egipcios quedaron hundidos y ane Evangelio al labrador, poda sus
gados en las mismas aguas. vides, que son los escogidos, para
S.Cipriano, lib. de exh. mart.,
que fructifiquen mas: Omnem pal
trae esta razon para animarnos á mitem, qui fert fructum, purgabit
los trabajos y persecuciones, y eum, ut fructum plus offerat, Joan.
persuadirnos que no las temamos; C. I 5. V. 2. -

(a) Gers, de institutio. Theologic. pract. consid, vel. indust. art. 6.


282 Tratado cuarto, cap. VI.
Mas, con que se confirma lo pa suele Dios nuestro Señor consolar
sado: la tentacion hace que se ar y premiar estraordinariamente á
raigue mas en el alma la virtud los que han sido mny tentados de
contraria. Dice el santo Abad Nilo: algun vicio, y mostrádose fieles en
Plantas enutriunt venti, et tenta la tentacion, dandoles con venta
tio confirmat anima fortitudinem: ja y escelencia grande la virtud
Asi como los vientos, hielos y contraria, como cuenta S. Gre
tempestades hacen que las plantas gorio de S. Benito, que porque
y árboles se arraiguen mas en la resistió varonilmente á una tenta
tierra; asi las tentaciones hacen cion vehemente de la carne, alli
que se arraiguen mas en el alma las echándose desnudo sobre unos abro
virtudes contrarias. Y asi declaran jos y espinas, le dió el Señor tan
los Santos aquello de S. Pablo: ta perfeccion en la castidad, que
Virtus in ifirmitate perficitur: id de ahí adelante nunca mas sintió
est, stabilitur, fundatur, stabilis tentaciones deshonestas. Lo mismo
declaratur. 2 ad Cor. c. 12, v. 9. leemos de santo Tomás de Aqui
Como cuando otro impugna una no, cuando con un tizon de fuego
verdad que vos defendeis, mientras hizo huir á una muger que le ve
mas razones y mas argumentos nia á solicitar. Envióle Dios lue
trae para impugnarla, mas razones go dos Angeles que le ciñeron y
buscais vos para defenderla y con apretaron los lomos fuertemente,
firmarla; y con eso, y con ver que en señal que le concedia el don de
respondeis y satisfaceis á los argu perpetua castidad. Asi dice san
mentos contrarios, os vais mas Buenaventura, que á los que son
confirmando en ella: asi tambien tentados de la fé, y con tentacio
el siervo de Dios, mientras mas nes de blasfemias, suele el Señor dar
tentaciones le trae el demonio pa despues una claridad é ilustracion
ra contrastar la virtud, mas moti grande en eso, y un muy encendi.
vos y razones busca él para con do amor de Dios: y asi de otras
servarla, y resistir á la tentacion; y tentaciones. Y trae á este propósito
entonces hace nuevos propósitos, y aquello de Isaías: c. 14, v. . El
se ejercita mas en actos de aquella erunt capientes eos, qui se ceperan,
virtud, con lo cual ella se arraiga, et subjicient exactores suos: Cogerán
fortifica y crece mas. Y asi dicen y sujetarán á los que los querian
muy bien, que la tentacion obra en coger y sujetar. Esta es una cosº
el alma, lo que los golpes en el que consuela mucho en las tenta"
yunque, que le endurecen mas, y ciones. Consolaos y animaos á pº
hacen mas sólido y fuerte. lear, hermano mio, que quiere el
Fuera de esto que va por el ca Señor arraigar en vos con eso lº
mino ordinario, dice S. Buena virtud contraria, y quiere daros unº
ventura, proces. 4 Relig. c. 13, que castidad angélica. Le salió á San
De los tentaciones. 283
son un leon al encuentro, Judic. c. mo la hidropesía, que mientras mas
14, v. 6 et 8, y le acometió, y le bebe el hidrópico, mas sed tiene;
mató, y despues halló en él un pa y como el avariento, que mientras
nal de miel. Así, aunque la tenta mas tiene, mas crece la codicia de
cion al principio os parezca leon, tener: Crescit amor nummi, quan
no la temais, sino acometedla, y tum ipsa pecunia crescit. Asi es acá.
vencedla, y vereis como hallais Tened entendido, que cuando os
despues en eso mismo una dulzura dejais llevar de la tentacion y
y suavidad muy grande. condescendeis con ella , crece ella
De aqui se entenderá, que tam tantos quilates, y vos perdeis otros
bien al contrario, cuando uno se tantos de fortaleza; y asi quedais
deja llevar de la tentacion, y con mas sujeto para tornar á caer mas
desciende con ella, crecerá el vicio facilmente. Y cuando resistís y
con sus propios actos, y juntamen os haceis fuerza, no condescen
te la tentacion; y será mas fuerte diendo con ella, crece la virtud
de ahí adelante, porque está mas ar y fortaleza en vos otros tantos qui
raigado el vicio, y mas enseñorea lates. Y asi el medio para alcan
do de él; y lo nota S. Agustin, lib. 8, zar victoria contra las tentaciones
confes. c. 5: Peccatum peccavitJeru y malas inclinaciones, y quedar
salem, propterea instabilis facta est: quieto y sosegado, es no con
Tren. c. 1, v. 8, dice el profeta Je descender con ellas, ni dejar que
remías: Porque pecó, quedó mas salgan jamas con la suya; porque
instable é inconstante, y mas flaca de esa manera poco á poco, con el
para tornar á caer: que es lo que favor del Señor, va perdiendo la
dijo tambien el Sabio: Et peccator fuerza la tentacion y la pasion,
adjiciet ad peccandum. Eccl. c. 3. v. hasta no dar molestia ni pesadum
29. Este es un aviso muy impor bre ninguna. Lo cual nos deberia
tante para los que son combatidos animar mucho á resistir con valor á
de tentaciones: porque á algunos las tentaciones.
suele engañar y cegar el demonio,
haciéndoles en creyéndole, que sa CAPITULO VII.
tisfagan á su tentacion, y que asi
cesará, el cual es un engaño muy Que las tentaciones hacen al hombre
grande; antes si cumplís con la ten diligente y fervoroso.
tacion, se arraigará mas, y crecerá
mas la pasion y apetito, y tendrá Traen tambien consigo otro
de ahí adelante mayores fuerzas y bien y provecho muy grande
mayor señorío sobre vos, y os tor las tentaciones, que hacen al hom
nará á derribar mas facilmente otra bre diligente y cuidadoso, y que
y otra vez. ande con fervor y espíritu, co
Dicen muy bien, que es esto co mo quien anda siempre á punto de
284 Tratado cuarto, cap. VII.
pelear: asi como la larga paz ha bostezando, en la obediencia con
ce á los hombres flojos, descuida flojedad, anda buscando entreteni
dos, y para poco: y la guerra y mientos: vienele una tentacion ve
ejercicio de armas los hace fuer hemente, en que es menester Dios
tes, robustos y valerosos: y por y ayuda, y con eso se anima y co
eso Caton en el Senado romano dió bra brío y fervor para la mortifi
aquel parecer: Carthaginem non de cacion, y para la oracion. Aun allá
lendam, ne Romani otio, et torpore dicen si quereis saber orar, entrad
languerent. Vaº (dixit) Romae, si en la mar. La necesidad y peligro
Carthago non steterit: (a) Conviene enseñan á orar, y hacen acudir á
á los romanos, que Cartago esté Dios de veras. Y asi dice S. Cri
en pie, porque el ocio no los traiga sóstomo, (b) que para esto permite
á otros mayores males. Yay, dice, Dios las tentaciones para nuestro
(a) de Roma, cuando faltare Car mayor bien y provecho espiritual:
tago! Lo mismo respondieron los Cum enin nos ad torporem declinan
lacedemonios, porque afirmando tes viderit, et ab ipsius familiarita
su Rey, que habia de destruir y te resilientes, et spiritualium nul
asolar una ciudad que les daba mu lam rationem facientes paululum nos
cho en que entender á cada paso; derelinquit, utita castigati ad ip
dijeron los Gobernadores, y Sena sum studiosius redeamus. Y en otra
dores, que en ninguna manera con parte dice: Quando malignus ille
sentirian que se quebrase la piedra perterret nos, atque perturbat, tunc
de amolar en que se aguzaban y frugi efficimur, tune nos metipsos
avivaban las fuerzas y virtud de agnoscimus, tune ad Deum omni
los mancebos lacedemonios. A la studio recurrimus: Cuando el de
ciudad que muchas veces les hacia monio nos acomete, y procura es
tocar al arma, llamaban piedra de pantar con sus tentaciones, aquello
amolar; porque por ella la juven nos es de provecho, porque enton
tud se ejercitaba en las armas, y ces conocemos lo que somos, y acu
se descubrian los aceros y valor dimos á Dios con mayor cuidado.
de cada uno : y el no tener peleas De manera que las tentaciones,
y conquistas, juzgaban por gran no solamente no son impedimento
detrimento. Pues asi el no tener ni estorbo para caminar en el ca
tentaciones, suele hacer à los hom mino de la virtud, antes son me
bres remisos y descuidados; y el dio y ayuda para eso. Y asi el
tenerlas, diligentes y fervorosos. Apóstol S. Pablo no llamó á la
Andase uno mano sobre mano : no tentacion cuchillo ni lanza, sino
hay quien le haga tomar la discipli estímulo y aguijon: Datus est mihi
na ni el cilicio; en la oracion está stimulus carnis: 2 ad Cor. c. 12, v, 7.

(a) Paul. Manuu. in Apop. part. 1 13, $ 24, (b) Chrysost. homil. 4 ad
Popul. Antioc. tom. 5; et lib. 1 de Provid.
De las tentaciones. 285
Porque asi como el aguijon no ma sotros para descalabrarnos y ma
ta ni daña, sino aviva y des tarnos, las toma Dios para labrarnos
pierta, y hace caminar mas aprie de ellas una muy hermosa y pre
sa; asi la tentacion no hace daño, ciosísima corona, como leemos del
sino mucho provecho, porque avi glorioso S. Estevan, como estaba
va y despierta para caminar me rodeado de sus perseguidores, y
jor: y este provecho suele ser gene cercado de piedras que le tiraban,
ral para todos, aunque estén muy Actor. c. 7, v. 55, y vé abiertos los
aprovechados: porque asi como el cielos, y alli á Jesu-cristo, como
caballo, aunque sea bueno y fuer que estaba recogiendo aquellas pie
te, ha menester espuela, y entonces dras para de ellas fabricarle una
corre mejor cuando la siente; asi corona de pedrería de gloria.
los siervos de Dios corren mejor y Añade Gerson, trat. contra pusi
mas ligeramente en el servicio de lan., aqui otra cosa de mucho con
Dios, cuando sienten estos estímu suelo, y dice que es doctrina co
los y aguijones de las tentaciones, mun de los Doctores y Santos, que
y entonces andan mas humildes y aunque uno cuando es molestado
recatados. de tentaciones, haga algunas faltas,
Dice S. Gregorio: l. 2. mor. c. y le parezca que tuvo alguna negli
31. La pretension del demonio con gencia y descuido, y que se mezcló
la tentacion es mala: mas la del Se alguna culpa venial; con todo eso
ñor es buena: como la sanguijuela por otra parte la paciencia que tie
cuando chupa la sangre del enfer ne en aquel trabajo, y la conformi
mo, lo que pretende es hartarse de dad con la voluntad de Dios, y la
ella, y bebersela toda si pudiese; resistencia que hace peleando con
pero el médico pretende con ella tra la tentacion, y las diligencias
sacar la mala sangre, y dar la salud y medios que pone para alcanzar
al enfermo. Y cuando dan un bo victoria, no solamente quitan y
ton de fuego á un enfermo, lo que purgan todas esas faltas y negli
pretende el fuego es abrasar; pero gencias, sino que hacen que crezca y
el cirujano no pretende sino sanar. se adelante en merecimiento de ma
El fuego queria pasar á lo sano; yor gracia y mayor gloria, confor
el cirujano solo á lo enfermo, y me aquello del Apóstol S. Pablo:
no le deja pasar adelante. Asi el Faciet etiam cum tentatione pro
demonio con la tentacion preten ventum: 1 ad Cor. c. 1o, v. 13. Saca
de destruir la virtud, y el mereci Dios bien de la tentacion, y hace
miento y gloria nuestra; pero el que quedemos de ella medrados y
Señor pretende y obra maravillo aventajados. El ama ó madre, pa
samente todo lo contrario por ese ra que el niño sepa andar, apartale
mismo medio. Y asi las piedras un poco de sí, y luego llamale; él
que el demonio arroja contra no tiembla, y no osa ir; ella le deja,
286 Tratado cuarto, cap. VII.
aunque caiga algunas veces, tenien Dios, no solamente no se entriste
do aquel por menor daño, que el cian con ellas, antes se holgaban,
no saber andar. De esa manera se conforme á aquello del Apóstol
ha Dios con nosotros: Et ego quasi Santiago: c. 1, v. 2. Omne gaudium
nutritius Ephraim. Oseae c. 1 1, v. 3. existimate, fratres mei, cum intenta
No tiene Dios en nada esas caidas tiones varias incideritis: Hermanos
y faltas que á vosos parece que ha mios, cuando os vieredes en diver
ceis, en comparacion del provecho sas tentaciones, tenedlo por grande
que de las tentaciones se sigue. ganancia, y holgaos mucho con eso,
De la santa vírgen Gertrudis Y el Apóstol S. Pablo escribien
cuenta Blosio, c. 4 monilis spiri do á los romanos, c. 5, v. 3,dice:
tualis, que afligiéndose y repren Non solum autem, sed et gloriamur
diéndose ella mucho por un defec in tribulationibus: scientes quod tri
to pequeño que tenia, deseó y pi bulatio patientiam operatur: patien
dió á Dios, que se le quitase del tia autem probationem: probatio
todo. Y respondióle el Señor con verò spem : No solamente llevamos
mucha blandura y suavidad: ¿Para las tentaciones y trabajos con pa
qué quieres que yo sea privado de ciencia, sino gloriamonos en ellas,
grande honra, y tú de grande pre y llevamoslas con gozo y regocijo:
mio? Porque cada vez que recono porque sabemos que en ellas se
ciendo ese defecto ó otro semejan muestra la paciencia, y en esa pa
te, propones de evitarle de ahi ade ciencia se prueba uno, y esa prueba
lante, ganas grande premio: y cada da grandes esperanzas. De esta ma
vez que procura uno vencer sus de nera declara tambien S. Gregorio,
fectos por mi amor, me honra á mí lib. 8 mor. cap. 1, aquello de Job
tanto, cuanto un soldado à su Rey,cap. 7, v. 4. Si dormiero, dicam,
cuando por él pelea varonilmente quando consurgam? Etrursum expec,
en la guerra contra sus enemigos, tabo vesperam. Por la tarde que es:
y los procura vencer. peraba, entiende S. Gregorio la
tentacion. Y nota, que la desea el
CAPÍTULO VIII. santo Job como cosa buena y pro
vechosa : Expectamus enim pros
Que los Santos y siervos de Dios pera, et formidamus adversa: Por
que las cosas buenas y próspera8,
no solamente no se entristecian con
las tentaciones, antes se holga decimos que las esperamos; y las
ban por el provecho que malas y dañosas, que las tememos,
con ellas sentian. Pues porque tenia el santo Job la
tentacion por cosa que le conveniº,
Por estos bienes y provechos y le era buena y provechosa, pºr
grandes que se siguen de las eso dice que la esperaba. r

tentaciones, los Santos y siervos de San Doroteo, doctrina 13, traeº


De las tentaciones. 287
este própósito aquel ejemplo que quitó Dios una tentacion que tenia,
se cuenta en el prado espiritual, de se entristeció, y llorando decia amo
un discípulo de uno de aquellos pa rosamente á Dios: Señor, ¿qué no
dres antigüos, el cual era comba fuí yo digno de padecer, y ser afli
tido del espíritu de la fornicacion, gido y atribulado algun tanto por
y él, favoreciéndole la gracia del vuestro amor?
Señor, resistia varonilmente á sus S. Juan Clímaco (b) cuenta de
malos y sucios pensamientos, y S. Efren, que viéndose en altísi
para mortificarse ayunaba, estaba mo estado de paz y tranquilidad,
mucho tiempo en oracion, y mal á la cual llamaba él cielo terrenal é
trataba su cuerpo con la obra de impasibilidad, rogaba á Dios que
sus manos. Como un santo maestro le volviese y renovase las bata
le vió en tanto trabajo, díjole: Si llas antigüas de sus tentaciones,
quieres, hijo mio, rogaré al Señor por no perder la ocasion y mate
que te libre de este combate. A esto ria de merecer y labrar su coro
respondió el discípulo: Bien veo, na. Y de otro santo monge (c)
padre, que es grande trabajo el que cuenta Paladio, que vino un dia
padezco; mas con todo eso siento, al abad Pastor, y díjole: Ya Dios
que por causa de esta tentacion me me ha quitado las peleas, y dado
aprovecho mas, porque acudo mas me paz, porque se lo he rogado.
á Dios con la oracion, y con la Dijo Pastor: Vuelve á Dios, y pi
mortificacion y penitencia. Y asi dele que te vuelva tus peleas, por
lo que te suplico es, ruegues á Dios que no te hagas negligente. Fué al
me dé paciencia y fortaleza para Señor, y díjole lo que Pastor de
sufrir este trabajo, y salir de él ven cia. Respondióle Dios, que tenia
cedor, límpio y sin reprension su maestro razon; y volvióle sus
alguna. Mucho se holgó el santo tentaciones. En confirmacion de es
viejo de oir esta respuesta, y dijo: to vemos, que el Apóstol S. Pa
Ahora entiendo, hijo, que vas apro blo, cuando pidió ser libre de la ten
vechando en el camino de la per tacion, no fue oido, sino respon
feccion, porque cuando uno es com dióle el Señor: Sufficit tibi gratia
batido de algun vicio, y él procura mea: nam virtus in infirmitate
resistir varonilmente, anda humi perficitur : 2 ad Cor. c. 12, v. 5.
llado, y solícito y congojado, y Bastate mi gracia, porque en la
con estas aficiones y trabajos se tentacion se perficiona y se echa de
va poco á poco purgando y purifi ver la virtud.
cando el alma, hasta llegar á una
puridad y perfeccion muy grande.
De otro santo monge cuenta
S. Doroteo, (a) que porque le

() Dorot, ubi supra. (b) Clim. c. 19. (c) Del AbadJuan Breve.
288 Tratado cuarto, cap. IX. º

tido en estas guerras espirituales,


CAPITULO IX. será buen pastor. Pues para eso
Que en las tentaciones es uno ense quiere tambien el Señor que tenga
ñado, no solamente para sí, mos tentaciones, para que quede
sino para otros. mos enseñados y diestros en el ma
Tsen consigo las tentaciones gisterio espiritual de guiar y en
derezar almas.
otro provecho muy grande y muy Declarando mas esto, quiete
importante para los que tratan de tambien el Señor que seamos ten
ayudar á los prójimos, y es, que tados, para que cuando vieremos á
en ellas es un alma muy enseña nuestro hermano tentado y afligi
da, no solamente para sí, sino do, sepamos tener compasion de
para otros; porque esperimenta en él. Asi como acá en lo corporal
sí lo que despues ha de ver en los aprovecha mucho el haber tenido
que ha de tratar y enderezar. Va uno enfermedades y achaques, pa
se uno ejercitando en la milicia es ra compadecerse despues de los que
piritual, y va advirtiendo con aten los tienen, y saberles acudir con
cion las entradas y salidas del de caridad y amor: asi es tambien
monio, con lo cual se aprende el en lo espiritual.
magisterio espiritual, para guiar al Cuenta Casiano, (a) que un inon
mas, porque la esperiencia enseña ge mancebo, y muy Religioso, era
mucho: y de ahí vino el proverbio: muy tentado de tentaciones desho
No hay mejor cirujano, que el nestas, y fuese á otro monge viejo,
bien acuchillado. Asi como el an y declaróle llanamente todas aque
dar por el mundo hace á los hom llas tentaciones y movimientos
bres rasgados, prácticos y espe malos que padecia, pensando que
rimentados: Qui navigant mare, hallaría consuelo y remedio en
enarrent pericula ejus; asi tam sus oraciones y consejos; pero
bien lo hacen las tentaciones: y acontecióle muy al revés, porque
por eso dijo el Sabio: Qui non est el viejo eralo solo en los años, y no
tentatus, quid scit? Eccl. c. 43, en la prudencia y discresion: y
v. 26. El que no ha sido tentado, oyendo las tentaciones del mance
¿qué puede saber? Ni para sí, ni pa bo, se comenzó á espantar y San
ra otro sabrá: Vir in multis exper tiguar, y dióle una buena mano, re
tus, cogitabit multa; qui non est prendiéndole con palabras muy
expertus, pauca recognoscit: Eccl. ásperas, llamandole desdichado y
c. 34, v. 9; pero el hombre ejerci miserable, y diciéndole que era
tado y esperimentado, ese sabrá indigno del nombre de monge,
mucho, y será hombre de muchos pues tales cosas pasaban por él. Al
medios. El que estuviere bien cur fin le envió tan desconsolado con

(a) Casian. collat 2. Abbat. Moysi, cap. 13.


De las tentaciones. 289
sus reprensiones, que el pobre trabajo, como con la gracia y mi
monge en lugar de salir curado, sericordia de Dios. Finalmente, pi
salió mas llagado, con tan grande dele que siquiera por un dia se de
tristeza, y desconfianza y desespera tenga, y se torne á su celda, y que
cion, que ya no pensaba ni trataba allí pida á Dios luz y remedio de
del remedio de su tentacion, sino su necesidad. Y como fué tan bre
de ponerla por obra, tanto que to ve el plazo que pidió, alcanzólo de
maba ya el camino de la ciudad él, y alcanzado, vase el Abad Apo
con esa determinacion é intento. lo á la hermita ó celda del viejo
Encontróle acaso el Abad Apolo, que le habia reprendido, y ya que
que era uno de los padres mas san llegaba cerca, ponese en oracion, é
tos y mas esperimentados que allí hincadas las rodillas, y levantadas
habia: y en habiéndole conocido en las manos, y con lágrimas en sus
su semblante y disposicion, que te ojos comenzó á rogar á Dios: Se
nia alguna grave tentacion, co ñor, que sabeis las fuerzas y fla
menzó con grande blandura á pre queza de cada uno, y sois médico
guntarle, ¿qué sentia, y qué era la piadoso de las almas, pasad la ten
causa de la turbacion y tristeza tacion de aquel mancebo á este vie
que mostraba? El mancebo estaba jo, para que sepa siquiera en la ve
tan embebecido en sus imaginacio jez compadecerse de las flaquezas
nes, que no respondió palabra. El y trabajos de los mozos. Apenas
viejo viendo que la tristeza y tur habia él acabado esta oracion, cuan
bacion era tan grande, que no le do vió que un negrillo muy feo es
dejaba hablar, y queria encu taba tirando una saeta de fuego á
brir la causa de ella, importunóle la celda de aquel viejo, con la cual
con mucho amor y suavidad, que herido el viejo, salió luego de la
se la dijese. Al fin importunado, celda, y andaba como loco, salién
dícele claramente que pues no po dose y volviéndose á entrar: y al
dia ser monge, ni refrenar las ten fin no pudiendo sosegar ni quie
taciones y movimientos de la car tarse en la celda, tomó el camino
ne, conforme á lo que le habia di que llevaba el otro mancebo para
cho tal viejo, que habia determinala ciudad. El Abad Apolo que es
do de dejar el momasterio, y vol taba á la mira, y por lo que habia
verse al mundo y casarse. Enton visto entendia su intencion, llégase
ces el santo viejo Apolo comiénza á él, y preguntarle: ¿A dónde vas, y
le á consolar y animar, dieiéndo qué es la causa ó tentacion que te
le que él tambien tenia cada dia hace, que olvidado de la gravedad
aquellas tentaciones, que no por y madurez que pide tu edad, an
eso se habia de espantar ni descondas con tanta priesa é inquietud ?
fiar; porque estas cosas no se ven
El confundido y avergonzado con
cen ni desechan tanto con nuestro su mala conciencia, entendió que
TOMO II - I9
29o Tratado cuarto, cap. IX.
habia conocido su tentacion, y no nus dedit mihi linguam eruditam,
tuvo boca para responder. Enton ut sciam sustentare eum, quilaesus
ces toma la mano el santo Abad, y est verbo: Dios me ha dado pruden
comiénzale á dar doctrina: Vuelve cia y discrecion para que sepa ani
te, dice, á tu celda, y entiende que mar y sustentar al que ha caído: y
hasta aquí el demonio no te cono conforme al ejemplo de nuestro Sal
cia, y no hacia caso de tí, pues no vador, del cual dice el mismo Isaías,
peleaba contigo como él suele ha c. 42, v. 3, y lo trae el Evangelis
cer con aquellos de quien tiene en ta S. Mateo: c. 12, v. 2o. Cala
vidia: en eso conocerás tu poca mum quassatum non conteret, et
virtud, pues al cabo de tantos años lignum fumigans non extinguet: La
que eres monge, no pudiste resistir pluma cascada no la acabará de
à una tentacion, ni aun sufrirla y quebrar, y la torcida que estaba hu
aguardarla siquiera un solo dia, si meando, no la acabará de apagar.
no que luego al punto te dejaste Concluyó el santo viejo diciendo:
vencer, y la ibas ya á poner por Y porque ninguno puede apagar ni
obra. Entiende que por esto ha per reprimir los movimientos y encen
mitido el Señor, que te venga esta dimientos de la carne, sino es
tentacion, para que siquiera en la con el favor y gracia del Señor,
vejez sepas compadecerte de las hagamos oracion á Dios, pidién
enfermedades y tentaciones de los dole que te libre de esta tentacion;
otros, y aprendas por esperiencia, porque él es el que hiere y el que
que los has de enviar consolados sana, el que humilla y ensalza, el
y animados, y no desesperados, que mortifica y vivifica. Ponese el
como hiciste con aquel mancebo Santo en oracion, y así como por
que vino á tí, al cual sin duda el su oracion le vino la tentacion, así
demonio acometia con estas tenta tambien por ella se la quitó luego
ciones, y te dejaba átí, porque te el Señor; y con esto quedaron re
nia mas envidia de su virtud y de mediados y enseñados, así el mozo,
su aprovechamiento, que del tuyo; como el viejo.
y le parecia que una virtud tan
fuerte, con fuertes y vehementes CAPITULO X.
tentaciones habia de ser contrastada.
Pues aprende de aquí adelante Comienzase á tratar de los remedios
de tí á saber compadecerte de los contra las tentaciones, y primera
otros, y á dar la mano al que va mente del ánimo, esfuerzo y ale
á caer, y ayudarle á levantar con gria que habemos de tener
palabras blandas y amorosas, y en ellas.
no ayudarle á caer con palabras
ásperas y desabridas, conforme á /De caetero, fratres, conforta
aquello de Isaías: c. 5o, v. 2. Domi mini in Domino, et in potentia vir
De las tentaciones. 291
tutis ejus, induite vos armaturam ces cobra mayor brio y fortaleza,
Dei, ut possitis stare adversus insi y se hace un tigre y un leon con
dias diaboli: Ad Ephes. c. 6, v. 1o. tra nosotros. Y así dice el Apóstol
Hermanos mios, dice el Apóstol S. Santiago: c. 4, v.7. Resistite diabo
Pablo, confortáos en el Señor, y en lo, et fugiet à vohis: Haced rostro al
la potencia de su virtud. Armáos de demonio, resistidle con ánimo y es
Dios, para que podais resistir y fuerzo, y huirá de vosotros. Con
tener fuerte contra las asechanzas firma esto S. Gregorio, l. 5 mo
del demonio. El bienaventurado ral. c. 17, con aquello de la Escri
S. Antonio, varon muy ejercita tura en el libro de Job, c. 4, v. I,
do y esperimentado en estas guer donde segun los Setenta, llama al
ras y batallas espirituales, solia demonio: Myrmicaleon, id est, leo
decir, que uno de los principales et formica: Es leon de las hormi
medios para vencer á nuestro ene gas; pero si vos le mostrais forta
migo, era mostrar ánimo, esfuer leza de leon, será uno hormiga pa
zo y alegria en las tentaciones; ra vos. Por esto nos aconsejan los
porque con eso luego él se entriste Santos, que en las tentaciones no
ce, y desmaya y pierde la espe nos entristezcamos: porque nos
ranza de podernos dañar. Nuestro S. haremos cobardes y pusilanimes;
Padre, (a) en el libro de los ejer sino que peleemos con alegria, co
cicios espirituales, pone una regla mo dice la sagrada Escritura de
y documento muy bueno á este pro Judas Macabeo, y sus hermanos
pósito: dice, que el demonio nues y compañeros: Et praeliabantur
tro enemigo se ha con nosotros en praelium Israël cum latitia: Ma
las tentaciones, como se ha una cab. c. 3, v. 3. Peleaban las batallas
muger cuando riñe con algun hom de Israel con grande alegría, y así
bre, que si ve que el hombre la VeIl Cla Il s.
resiste y muestra pecho, luego ella Y hay otra razon para esto, que
se amilana, y vuelve las espaldas como los demonios son tan envi
y huye; pero sí siente en el hom diosos de nuestro bien, nuestra ale
bre pusilanimidad y cobardía, gria les atormenta y da pena; y
luego ella se engrie, y toma de alli nuestra tristeza y pusilanimidad
mas atrevimiento y osadía, y se los alegra; y así aunque no fuese
hace un tigre. Asi el demonio sino por eso, habiamos de procurar
cnándo nos tienta, si nosotros le no mostrar pusilanimidad ni tris
mostramos pecho y brio, y resis teza, por no darles ese contento;
timos varonilmente á sus tentacio sino mostrar mucho ánimo y ale
nes, luego desmaya y se da por gria, para hacerlos rabiar con eso.
vencido; pero si siente en nosotros Cuentan las historias eclesiásticas,
pusilanimidad y desmayo, entón de los santos Martires, que una de
() S. Ignat, l. de Exerc. spirit. regul. 1 a ad motus anima dicernendos.
292 Tratado cuarto, cap. XI.
las cosas con que hacian rabiar á victoria, ¿qué contento llevaria?
los tiranos, y con que los atormen Sin duda muy grande; porque iria
taban mas á los tiranos, que los cierto de ella, pues de sí está cierto
tiranos á ellos, era con el ánimo que quiere vencer, y no ser venci
y fortaleza que mostraban en los do. Pues de esta manera podemosir
tormentos. Pues de esa manera nos nosotros á pelear con el demonio;
habemos de haber nosotros con los porque estamos ciertos que no nos
demonios en las tentaciones, pa puede vencer, si nosotros no que
ra hacerlos rabiar, y que queden remos ser vencidos. S. Gerónimo,
corridos. Por ser este medio tan sup. c. 4 Matth. 1, notó esto muy
principal para vencer las tentacio bien, sobre aquellas palabras que
nes, y salir con victoria y triunfo el demonio dijo á Cristo nuestro
de nuestros enemigos, iremos di Señor, cuando puesto en el pinaculo
ciendo en los capítulos siguientes del templo le tentó, persuadiéndole
algunas cosas, que nos ayudarán á que se echase de allí abajo: Mittete
tener este ánimo y esfuerzo en deorsum. Matth. c. 4, v. 6, y dice S.
ellas. Gerónimo: Vox diaboli est, quisem
per omnes cadere deorsum deside
CAPITULO XI. rat: Esa es voz del demonio, que
desea que todos se echen y caigan
Cuan poco es lo que el demonio pue abajo: Persuadere potest, praci
de contra nosotros. pitare non potest : El demonio Os
puede persuadir que os echeis,
Ayudarnos, y no poco, para mas no os puede él echar, si v0s
tener ánimo y esfuerzo en las no quereis. Echate de aí abajo, di
tentaciones, considerar la flaque ce el demonio cuando os tienta,
za de nuestros enemigos, y cuan echate en el infierno: Decidle v08:
poco puede el demonio contra no Echate tu, que sabes ya el camino,
sotros; pues no nos puede hacer que yo no me qniero echar. Pues
caer en pecado ninguno, si noso si vos no quereis, él no os puede
tros no queremos. Dice muy bien S. echar, si vos no quereis ir al infier
Bernardo: Videte fratres, quām de no, él no os puede llevar allá, An
bilis est hostis noster, qui non vin daba uno muy afligido, y ya muy
cit nisi volentem: Mirad y advertid, consumido y gastado con una ten
hermanos mios, cuan flaco es tacion del demonio, que le decla
nuestro enemigo, pues no puede interiormente: Ahorcate. Dijole
vencer, sino al que quiere ser ven un Religioso, á quien se declaró
cido. Si cuando uno va á la guerra Hermano, eso no ha de ser que
á pelear contra su enemigo, estu riendo vos. Pues decidle: No quiº
viese cierto, que si él quisiese ven ro: y avisadme de aquíá ocho diº
ceria, y que en su mano estaba la como os va; y se le quitó con aquº
De las tentaciones. 293
llo la tentacion, y volvió á dar las Latrare potest, solicitare potest,
gracias al confesor, que tal reme mordere omnino non potest, nisivo
dio le habia dado. Pues este es el lentem: Aug. lib. 8 de Civ. c. 8. La
medio que ahora vamos dando. drar puede, y provocar y solicitar á
Concuerda bien con esto lo que Inal; pero no puede morder ni ha
dice S. Agustin: serm. 176 de temp.: cer mal sino al que se le quisiere lle
Hermanos mios, antes de la veni gar. Pues asi como seria necio, y os
da de Cristo el demonio andaba reiriadeis y hariadeis burla del
suelto; pero viniendo él al mundo, hombre que se dejase morder de
ató al demonio, que se habia hecho perro que está amarrado fuerte
fuerte con él, como dice el sagrado mente con una cadena ; asi, dice
Evangelio, Matt. c. 12. v. 29, y lo S. Agustin, merecen que se rian
vióS. Juan en el Apocalipsi c. 2o, v. y hagan burla de ellos, los que se
1: Et vidi Angelum descendentem dejan morder y ser vencidos del
de Caelo, habentem clavem abissi, et demonio, pues está atado y amar
catenam magnam in manusua. Et rado fuertemente, como perro ra
apprehendit draconem serpentem an bioso, y no puede hacer mal, sino
tiquum, qui est diobolus, et Sata á los que se quieren llegar: vos os
mas, et ligavit eum per annos mille, lo quisisteis, pues os llegasteis á él
et missit eum in abissum, et clausit, para que os mordiese, que él no
et signavit super illum, ut non sedu puede llegar á vos, ni haceros caer
cat amplius gentes, donec consumen en culpa alguna, si vos no quereis,
tur mille anni. El post hac oportet y asi podeis hacer burla de él. Y
illum solvi modico tempore. Dice S. declara S. Agustin á este propósito
Agustin sobre este lugar, que este aquello del Salmo 1 o3, v. 46. Draco
atar al demonio, es no le dejar ni iste, quem formasti ad illudendum
permitir, que haga todo el mal que ei: Este dragon que criasteis, Se
él podia y queria, si le dejaran ten ñor, para que hiciesemos burla de
tando y engañando á los hombres él: ¿No habeis visto como hacen bur
de mil maneras esquisitas. Cuando la de un perro ú de un oso atado,
venga el Anticristo, le darán al y se van á jugar y pasar tiempo
guna mas licencia, mas ahora está con él los muchachos? Pues asi po
muy atado. Pero direis: si está ata deis hacer burla del demonio, cuan
do, ¿cómo prevalece, y hace tanto do os trae las tentaciones, y lla
mal? Es verdad, dice S. Agustin, marle de perro, y decirle: Anda mi
que prevalece, y hace mucho da serable, que estás atado, no puedes
ño; pero eso es en los descuidados morder, no puedes hacer mas de
y negligentes; porque el demonio ladrar.
está atado, como perro con cade Cuando al bienaventurado S. An
nas, y no puede morderá nadie, tonio le aparecieron los demonios
sino es al que se quiere llegar á él: en diversas formas espantables, en
19*
294 Tratado cuarto, cap. XII.
figura de fieros animales, como
leones, tigres , torOS, serpientes y CAPITULO XII.
escorpiones, cercándole, y amena
zándole con sus uñas, dientes, brami Que nos ha de dar grande ánimo y
dos y silvos temerosos, que pare esfuerzo para pelear en las tenta
cia le querian ya tragar, el Santo ciones , considerar que nos está
hacia burla de ellos, y decíales: Si mirando Dios.
tuviesedeis algunas fuerzas, uno so
lo de vosotros bastaria para pelear Ayudanos tambien mucho pa
con un hombre; mas porque sois ra tener grande ánimo y esfuer
flacos, procurais juntaros á una zo en las tentaciones, y pelear
mucha canalla, para poner miedo varonilinente en ellas, considerar
con eso. Si el Señor os ha dado que nos está mirando Dios co
poder sobre mí, me veis aquí, tra mo peleamos. Cuando un buen
gadme: mas si no le teneis, ¿para qué soldado está en campo peleando
trabajais en valde? Asi podemos contra sus enemigos, y echa de ver
hacer nosotros; porque despues que que el Emperador ó Capitan Gene
Dios se hizo hombre, ya no tiene ral le está mirando, y gustando de
fuerzas el demonio, como él mismo ver el ánimo con que pelea, cobra
lo confesó á S. Antonio, el cual grande esfuerzo y bríos para pe
respondió: Al Señor se den gracias lear. Pues eso pasa en nuestras pe
por eso, que aunque eres padre de leas espirituales en realidad de
mentiras, en esto dices verdad, por verdad. Y asi cuando peleamos
que el mismo Cristo nos lo dice: contra las tentaciones, habemos de
Confidite, ego vici mundum: Joan. hacer cuenta que estamos en un
cap. 16, v. 33. Ya yo he vencido teatro cerrados y rodeados de An
y librado al mundo de la sujecion y geles, y de toda la Corte celestial,
poderío del demonio, por eso tened que está á la mira esperando el su
ánimo y confianza. Deo autem ceso, y que el presidente y juez
gratias, qui dedit nobis victoriam de nuestra lucha y pelea, es el to
per Dominum nostrum Jesum Chris do poderoso Dios; y es conside
tum: 1 ad Cor. c. 15, v. 47. Gra racion esta de los Santos, fundada
cias infinitas sean dadas al Señor,
en aquellas palabras del sagrado
que por Cristo nos ha concedido Evangelio: Et ecce Angeli accesse
esta victoria. runt, et ministrabant ei: Matth. e.
4, v. 1 1. En aquella tentacion, y
batalla espiritual de Cristo con el
demonio, estaban los Angeles á la
mira, y en acabando de vencer,
comenzaron á servirle, y á cantar
le la gala de la victoria. Y del biena
De las tentaciones. 295
venturado san Antonio leemos, vear. Psal. 15, v. 9. En el cuarto
que siendo una vez reciamente libro de los Reyes cuenta la sagrada
azotado y acoceado de los demo Escritura, que envió el Rey de Siria
nios, alzando los ojos arriba, vió la fuerza de todo su ejército de
abrirse el techo de su celda, y en carros y caballos sobre la ciudad
trar por alli un rayo de luz tan ad de Dotain, á donde estaba el pro
mirable, que con su presencia huye feta Eliseo, para prenderle; y le
ron todos los demonios, y el dolor vantándose de mañana su criado
de las llagas le fue quitado: y Giezi, viendo sobre sí tanta multi
con entrañables suspiros dijo al tud, fue corriendo y dando voces
Señor, que entonces le apareció: á Eliseo, diciéndole lo que pasaba:
¿Dónde estabas, buen Jesus, dónde Heu, heu, heu, domine mi, quid fa
estabas cuando yo era tan maltra ciemus ? 4. Reg. c. 16. Pareciale
tado de los enemigos? ¿Por qué que ya eran perdidos. Dícele el Pro
no estuviese aqui al principio de la feta: Noli timere, plures enim nobis
pelea para que la impidieras, y sa cum sunt, quam cum illis: No temas,
náras todas mis llagas? A lo cual que mas son los que nos defienden
el Señor respondió diciendo: An á nosotros. Y pidió á Dios, que le
tonio, aqui estuve desde el princi abriese los ojos, para que lo viese.
pio, mas estaba mirando como te Abrele Dios los ojos, y ve que to
habías en la pelea: y porque varo do el monte estaba lleno de caba
milmente peleaste, siempre te ayu llerías y carros de fuego en su de
daré, y te haré nombrado en la re fensa: con lo cual quedó muy es
dondez de la tierra. De manera forzado. Pues con esto lo habemos
que somos espectáculo de Dios, y de quedar tambien nosotros. Pone
de los Angeles, y de toda la Corte me juxta te: et cujusvis manus pug
celestial. Pues ¿quién no se animará net contra me, decia el santo Job.
á pelear con esfuerzo y valentia de c. 17, v. 3. Y el profeta Jeremias
lante del teatro ? c. 2, v. 1 I. Dominus autem mecum
Y mas, porque el mirar de Dios es est, quasi bellator fortis, idcirco qui
ayudarnos, habemos de pasar en esto persequuntur me, cadent, et infirmi
adelante, y considerar que no sola erunt: confundentur vehementer: El
mente nos está Dios mirando como Señor está conmigo, y como fuer
Juez, 2. Par. c. 16, v. 9, para darnos te guerrero pelea por mí, no hay
Premio y galardon, si vencemos, si que temer los enemigos; porque
no tambien como Padre y valedor sin duda caerán y quedarán con
para darnos favor y ayuda, para que fundidos.
salgamos vencedores: Oculi enim Do San Gerónimo, sobre aquello del
mini contemplantur universam ter Profeta: Psal. 5, v. 18. Domine ut
ram, et praebent fortitudinem. Quo. scuto bonae voluntatis tuar coronas
miam à dextris est mihi ne commo. ti nos: Señor, con el escudo de
296 Tratado cuarto, cap. XIII. -

vuestra buena voluntad nos coro agarrochado del hombre, arreme


naste; dice: Notad, que allá en el te contra su estátua y figura que
mundo una cosa es el escudo, y en el caso le han puesto, y en ella
otra la corona ; pero para con descarga su furia y rabia, hacien
Dios, una misma cosa es el escu dola pedazos, vengándose en ella
do, y la corona; porque defendién del hombre.
donos el Señor con el escudo de De aqui sacan los Santos dos ra
su buena voluntad, enviandonos su zones muy buenas, para animarnos
proteccion y ayuda, ese es su es á pelear varonilmente en las tenta
cudo, y ampara vuestra victoria ciones, y para que tengamos gran
y corona: Si Deus pro nobis, quis de confianza, que saldremos de
contra nos? Ad Rom. 8, v. 31. ellas con victoria. La primera es,
porque no nos va en ello nuestra
CAPÍTULO XIII. honra sola, sino la de Dios, á quien
el demonio quiere injuriar y ofen
De dos razones muy buenas para der en nosotros: lo cual nos ha de
pelear con grande ánimo y animar á dar la vida, antes que fal
confianza en las ten tar; porque el demonio no salga
taciones. con la suya, de haber tomado aque
lla venganza contra Dios en noso
El bienaventurado S. Basilio tros, como en imagen suya, y que
serm. 2 1, et 28 de variis arg. él tanto ama y estima. De manera
dice, que la rabia y enemistad que que ya no solo defendemos nues
el demonio tiene con nosotros, no tro partido sino que volvemos por el
solo es envidia del hombre, sino partido y causa de Dios; y asi ha
odio que tiene contra Dios nues bemos de morir en la demanda, an
tro Señor, y como no puede hacer tes que consentir que se menoscabe
fuerte en Dios ni satisfacer en él la honra de Dios.
su rabioso enojo, viendo que el Lo segundo, pues el demonio
hombre habia sido criado á su ima por respeto de Dios, y por el odio
gen y semejanza, convierte toda que á su divina Magestad tiene,
su rabia y enojo contra el hom nos hace guerra, podemos confia
bre, por ser imagen y semejanza damente esperar, que el Señor sal
de Dios, á quien él tanto aborrece, drá á la causa, y tomará este nego
y procura vengarse en él, hacien cio por suyo, y volverá por noso
dole todo el mal y daño que pue tros, para que no seamos vencidos
de. Como si uno estuviese muy ni sobrepujados de él, sino que sal
airado con el Rey, y descargase gamos con victoria y triunfo: por
el enojo en su imagen, porque no que aun acá vemos, que si un prín
puede llegar al Rey. Y como el to cipe, ó señor poderoso, ve á otro
ro, dice S. Basilio, que viéndose puesto en algun trabajo ó aprieto
De las tentaciones.
297
por su causa y respeto, luego sale grande ánimo en las tentaciones.
á la demanda, y toma el negocio Por una parte sabemos, que el de
por suyo. En el libro de Ester, c. monio no puede mas de lo que
8, et 9, cuenta la sagrada Escritu Dios le diere licencia, ni nos po
ra, que por causa de Mardoqueo drá tentar un punto mas. Por otra
habia Amán puesto á punto de parte estamos ciertos, que Dios
muerte á todo el pueblo de los ju no le dará licencia para que nos
dios, y tornó Mardoqueo por su tiente mas de lo que pudieremos
causa, de tal manera que puso á llevar como, dice aqui el Apóstol.
Amán y á los suyos, donde él que ¿Quien con esto no se consolará y
ria ponerlos. Mucho mejor hará es animará? No hay médico que con
to el Señor: y asi osadamente pode tanto cuidado mida y tase las
mos decir á Dios: Exurge Deus, ju onzas de acibar que ha de dar al
dica causam tuam: Psal.71, v. 22. enfermo, conforme á la disposi
Levantaos, Señor, y volved por cion del sugeto, como aquel fisi
vuestra causa : Apprehende arma, et co celestial mide y tasa el acibar
scutum, et exurge in adjutorium mi de la tentacion y tribulacion que
hi. Psal. 34, v, 2. ha de dar ó permitir á sus siervos,
conforme á la virtud y fuerzas de
CAPÍTULO XIV. cada uno. Dice muy bien el santo
Abad Efren : serm. 1 de Patientia,
Que Dios no permite que nadie sea Si el ollero, que hace vasos de bar
tentado mas de lo que puede llevar, ro, y los pone en el horno, sabe
y que no debemos desmayar muy bien el tiempo que conviene
cuando crece ó dura tenerlos en el fuego, para que sal
la tentacion. gan bien sazonados y templados,
y sean provechosos para el uso de
Audi, autem Deus est, qui non los hombres, y no los tiene mas
patietur vos tentari suprà id quod tiempo del que es menester, porque
potestis, sed faciet etiam cum ten no se quemen y se quiebren ; ni
tatione proventum, ut possitis sus los tiene menos tiempo del ne
tinere: 1 ad Cor. c. Io, v. 13. cesario, porque no salgan tan tier
Fiel es Dios, dice el Apóstol S. Pa nos, que luego se deshagan entre
blo, que no permitirá que seais las manos: ¿cuánto mas hará esto
tentados mas de lo que podeis; y Dios con nosotros, que es de infi
si creciere la tentacion, crecerá nita sabiduría y bondad , y es
tambien el socorro y favor, para grande el amor paternal que nos
veneer y triunfar de vuestros ene tiene? - -
migos, y quedar con gananeia de S. Ambrosio, lib. 6 sobre aque
la tentacion. Esta es una cosa de
llo de S. Matth.: c. 8, v, 2.3. As
grandísimo consuelo, y que pone cendente Jesu in naviculam, secuti.
298 Tratado cuarto, cap. XIV.
sunt eum discipuli ejus, et ecce mo sus siervos: dejales por algun tiem
tas magnus factus est in mari, ita ut po en las tentaciones y trabajos,
navicula operiretur fluctibus, ipse que parece se ha olvidado de ellos,
vero dormiebat, dice: Notad, que pero no se ha olvidado, sino hacelo
tambien los escogidos del Señor, y para sacarles despues de ellos con
que andan en su compañía, son com mayor triunfo y gloria; como á
batidos de tentaciones, y algunas ve José, que le dejó estar mucho
ces hace él del que duerme, escon tiempo en la cárcel, para sacarle
diendo como buen Padre el amor que despues de allí, como le sacó con
tiene á sus hijos, para que acudan grande honra y gloria, haciéndole
mas á él; pero no duerme Dios, ni Governador de toda la tierra de
se ha olvidado de vos. Dice el pro Egipto. Asi, dice, habeis de enten
feta Abacuc: Si moram fecerit, ex der, que si el Señor se detiene y
pecta illum, quia veniens veniet, et permite que dure la tentacion y el
non tardabit; id est citissime veniet: trabajo, es para sacaros despues de él
Si os pareciere que tarda el Señor, con mayor aprovechamiento y acre
esperadle, y estad muy cierto que centamiento vuestro. S. Juan Crisós
vendrá, y no tardará. Pareceos á tomo nota tambien esto, sobre aque
vos que tarda; mas en realidad de llas palabras: Qui exaltas me de por
verdad no tarda. Al enfermo pare tis mortis. Psal. 9, 15. Advertid,
cele larga la noche, y que se tarda dice, que no dijo el Profeta: Libras
el dia; mas no es así, no se tarda, teme, Señor, de las puertas de la
que á su tiempo viene. Asi Dios no muerte, sino: Ensalzasme. Porque
se tarda, aunque á vos como á en el Señor, no solamente libra á sus
fermo os parezca que sí. El sabe siervos de las tentaciones, sino pasa
muy bien la ocasion y la coyun adelante, haciéndoles con esto mas
tura, y acudirá al tiempo de la ne aventajados y señalados. Y asi
cesidad. por muy apretado que os veais, aun
S. Agustin, epist. 134 ad De que os parezca que llegais hasta las
met. virg.,trae á este propósito aque puertas del infierno, habeis de tener
llo que respondió Cristo nuestro confianza, que de aíos sacará Dios:
Redentor á las hermanas de Lázaro, Quia Dominus mortificat, et vivifi
Marta y María: Infirmitas hac non cat: deducitad inferos, et reducit:
estad mortem, sed pro gloria Dei, El es el que mortifica y vivifica,
ut glorificetur filius Dei per eam. y el que deja llegar hasta las puer
Joan. c. 1 1, v. 4. Habíanle enviado á tas de la muerte, y el que saca y
decir que estaba enfermo su ami libra de ella, cuando ya pensaba
go Lázaro, y detúvose dos dias, des perecer. Y asi decia él santo
que no quiso ir allá, para que el Job: c. 13, v. 15. Etiam si occiderit
milagro fuese mas señalado. Así, me, in ipso sperabo: Aunque me
dice, hace Dios muchas veces con mate, en él esperaré.
De las tentaciones. 299
S. Gerónimo pondera aqui muy en buenas manos, que no se le que
bien aquello del profeta Jonás, que brará la redoma, ni la dejará caer:
cuando pensó que era ya perdi In manibus tuis sortes meae. Psal.
do, y que no habia remedio, sino 3o, v. 16.
que dan con él en el mar: Praepa En la historia eclesiástica se re
ravit Dominus picem grandem, ut fiere, que decia el Abad Isidoro ;
deglutiret Jonam: Joan. c. 2, v. 1. Aí Cuarenta años ha que soy comba
le tenia el Señor á punto una ballena, tido de un vicio, y nunca he con
que le recibiese, no para despeda sentido. Y de otros muchos de
zarle, sino para salvarle y echar aquellos santos monges antigüos
le á tierra: como en navío muy se leemos semejantes ejemplos de ten
guro: Animadvertendum est, quod taciones muy contínuas y largas
ubi putabatur interitus, ibi custo en que peleaban con grande fortale
dia sit: Advertid y considerad, za y confianza: Ibi fuerunt gigan
dice el glorioso S. Gerónimo, que tes scientes bellum. Baruch. c. 3. v.
lo que los hombres pensaban que 26. Pues á estos gigantes que sabian
era su muerte, eso fue su guarda y bien pelear, habemos nosotros de
su vida. Pues asi, dice, nos acon imitar. El glorioso S.Cipriano, lib.
tece á nosotros, que lo que pensa de exh. mart., para animarnos á esto
mos muchas veces que es pérdida, trae aquello de Isaias: Noli timere:
es ganancia, y lo que pensamos que quia redemite, et vocavi te nomine
es muerte, es vida, como la redo tuo: meus es tu, cum transieris
ma de vidrio en manos de hombre per aquas tecum ero, et flumina
que juega de manos, que la echa mon operient te: cum ambulaveris in
Inuchas veces en alto, y piensan los igne, non comburéris, et flamma non
otros que cada vez se le ha de caer ardebit in te, quia ego Dominus
y hacer pedazos; pero despues de Deus tuus sanctus Israel Salvator
dos ó tres veces quitaseles el mie tuus: No quieras temer, dice Dios,
do á los que lo ven, y tienen por porque yo te redimí, tu eres mio, y
tan diestro al jugador, que se admi bien te sé el nombre: cuando pasa
ran de su destreza. Asi los siervos res por las aguas seré contigo, y no
de Dios, que saben muy bien cuan te hundirás: cuando anduvieres en
diestro oficial es Dios, y conocen medio del fuego, no te quemarás,
practicamente y por esperiencia, ni la llama te hará mal alguno;
que sabe muy bien jugar con noso porque yo soy tu Dios, tu Señor y
tros, levantándonos y humillan Salvador.Tambien son para esto muy
nos, mortificandonos y vivifi tiernas y regaladas aquellas palabras
cándonos, hiriendo y sanando : no que dice Dios por el mismo Pro
temen ya en las adversidades y pe feta: Ab ubera portabimini, et
ligros, aunque se tengan por flacos, super genua blandientur vobis. Quo
y de vidrio; porque saben que están modo si cui mater blandiatur, ita
3oo Tratado cuarto, cap. XV.
ego consolabor vos. Isai. c. 66, v. 12. res de la sagrada Escritura, pa
Mirad con que amor y ternura re ra amparar y librará uno en el tiem.
cibe la madre al niño, cuando te po de la tribulacion y tentacion, si
niendo miedo de alguna cosa se no haber esperado y confiado en él:
acoge á ella: como le abraza, y le Quoniam in me speravit, liberabo
da los pechos, como junta su ros eum. Psal. 9o, 14. Qui salvos fecit
tro con el suyo, y le acaricia y re sperantes in se. Psal, 16, 7. Pro
gale. Pues con mayor amor y re tector est omnium sperantium in se.
galo sin comparacion acoge el Se Psal. 1 7, 31. De donde tomó la
ñor á los que en las tentaciones y Iglesia aquella oracion: Protector in
peligros acuden á él. Esto decia el te sperantium Deus, etc. Señor, que
Profeta que le consolaba y anima sois protector y amparo de los que
ba mucho á él en sus tentaciones y esperan en vos. Y en el salmo 56
trabajos: Memor esto verbi tui servo esto alega el Profeta, y pone delan
tuo, in quo mihi spem dedisti. Haec te á Dios, para obligarle á que use
me consolata est in humilitate mea, con él de misericordia: Miserere mei
quia eloquium tuum vivificavit me. Deus, miserere mei: quoniam in te
Psal. 1 18, v. 49. Esto nos ha de con confidit anima mea: et in umbra
solar y animar tambien á nosotros, alarum tuarum sperabo: Psal. 56, 1.
y hacer que tengamos grande ánimo Señor, habed misericordia de mí,
y confianza en las tentaciones, por porque he esperado y puesto toda
que no puede faltar Dios á su pala mi confianza en vos. Y lo mismo ha
bra: Impossibile estmentiri Deum, ce el profeta Daniel, c. 3, v. 4o: Quo
dice el Apóstol S. Pablo. Ad Heb. niam non est confusio confidentibus in
cap. 6, v. 18. te. Y el Sabio dice: ¿Quién jamas es
peró en Dios, que quedase confun
- , CAPÍTULO XV. dido? Eccl. c. 2, v, 1 1. Y toda la
Escritura está llena de esto, de lo
Que el desconfiar de si, y poner toda
cual dijímos arriba largamente,
su confianza en Dios, es grande me trat. 3, c. 35, y 38, asi no será
dio para vencer las tentaciones, y menester detenernos aqui en ello.
por qué acude Dios tanto á los Pero veamos ¿qué es la causa de
que confian en él. ser este medio tan eficaz para al
canzar el favor del Señor; y por
Uno de los mas principales y qué acude Dios tanto á los que des
eficaces medios para alcanzar vic confian de sí, y ponen en él toda su
toria y triunfo en las tentaciones, confianza? La razon de esto habe
es desconfiar de nosotros, y po mos tambien tocado diversas ve
ner toda nuestra confianza en Dios;
ces, y la da el mismo Señor en el
y asi vemos que no da otra razon salmo 9o. Porque esperó en mí, le
el mismo Señor en muchos luga ampararé y libraré: Por que prote
De las tentaciones.
3o I
tegam eum, quoniam cognovit nomen acabemos de vencer y sujetar del
meum. Declaralo muy bien S. Ber todo: Non ut damnemur, sedut hu
nardo: Si tamen cognoverit nomen miles simus. Commendans nobis gra
meum: ne sibi tribuat, quod libera tiam suam, ne facilitatem in omni
tus est, sed nomini meo det gloriam. bus assecuti, nostrum putemus esse
Bern. serm. 15 sup. Ps. Qui habi quod ejus est, qui error multum est
tat. La razon es, porque ese no se Religioni, pietatique contrarius: No
atribuye nada á sí, sino todo lo atri para que nos perdamos y condene
buye y refiere a Dios, y á él le da la mos, sino para que seamos humildes, -

honra y gloria de todo; y así enton y para encomendarnos mas sus do -

ces toma Dios la mano, y hace suyo nes, y que los estimemos en mas, y los
el negocio, y se encarga de él, y reconozcamos por suyos, y no nos
vuelve por su gloria y honra; pero atribuyamos á nosotros lo que es de
cuando uno va confiado en sí, y en Dios,porque ese es un error muygran
sus medios y diligencias, todo
aquello se atribuye á sí, y lo quita
de,y muy contrario á la honra de
y á la Religion y piedad cristiana.
s
-
á Dios, y se quiere alzar con la Y si alcanzasemos esas con faeilidad, ---
honra y gloria, que es propia de su no las tendriamos en tanto, y luego
Magestad; y así le deja Dios en su pensariamos que nos las teniamos en
flaqueza, que no haga nada, porque la manga, y que por nuestra diligen
como dice el Profeta: Ps. 147, 1o. cia las habiamos alcanzado. S. Gre
Non in fortitudine equi voluntatem gorio, l. 7 mor. c. 1o, sobre aque
habebit, nec in tibiis viri beneplaci llas palabras de Job, c. 6, v. 13. Ec
tum erit ei: beneplacitum est Domi ce non est auxilium mihi in me; dice:
no super timentes eum, et in eis qui Plerumque enim virtus habita, dete
sperant super misericordia ejus : No rius quam si deesset, interficit, quia
se agrada Dios en los que confian en dum ad sui confidentiam mentem
la fortaleza de sus caballos, y en sus erigit, hanc elationis gladio trans
industrias y diligencias, sino en figit: cumque eam quasi roborando
aquellos que desconfiados de sí y vivificat, elevando necat: ad inte
de todos sus medios, ponen toda su ritum videlicet pertrahit, quâm per
confianza en Dios, y á esos envia él spem propriam ab interna forti
su socorro y favor muy copioso y tudinis fiducia evellit: Muchas ve
abundante.
ces usamos tan mal de la virtud y
S. Agustin dice, (a) que por es de los dones de Dios, que nos fuera
to dilata Dios algunas veces sus do mejor no los tener, porque nos en
nes y favores, y permite que duren soberbecemos con ellos, y confiamos
mucho en nosotros los resabios de luego mucho en nosotros mismos,
algunos vicios, de malas inclina y atribuímos á nosotros, y á nues
ciones que tenemos, y que no las tras fuerzas y diligencia, lo que es

(a) August. l. 2 de pecat. meri. et remis. c. 19.


3o 2 Tratado cuarto, cap. XVI.
pura gracia y misericordia de ñar la noche de su Pasion, aperci
Dios. Pues por esto (b) nos niega el biéndose para aquella batalla con
Señor muchas veces sus dones, y larga y prólija oracion, no porque
permite que millares de veces espe él tuviese necesidad, sino para en
rimente uno su propia imposibili señarnos á nosotros que lo haga
dad en muchas obras buenas gran mos así en todas nuestras tentacio
des y pequeñas, y que no pueda nes y adversidades. El Abad Juan
obrar cuando querria; y permite decia, que ha de ser el Religioso
que dure por mucho tiempo esa como un hombre que tiene á la
imposibilidad, para que aprenda á mano izquierda el fuego, y á la de
humillarse, y á no confiar de sí, ni recha el agua, para que encendién
atribuirse cosa alguna, sino que to dose el fuego, luego eche agua y
do el bien lo atribuya á Dios: y le apague. Así en encendiéndose
entonces podrá cantar y decir: Ar el fuego del pensamiento torpe y
cus fortium superatus est, et infirmi malo, habemos de tener luego á la
accincti sunt robore: 1 Reg. 24. mano el agua y refrigerio de la
Las armas de los fuertes fueron ven oracion para apagarle. Traía tam
cidas, y los flacos han sido ceñidos bien otra comparacion, y decia,
de fortaleza. que el Religioso es semejante á un
hombre que está sentado debajo de
CAPÍTULO XVI. un árbol grande, Prov. 1, v. 18,
el cual viendo venir muchas serpien
Del remedio de la oracion, y ponen tes y bestias fieras contra sí, como
se algunas oraciones jaculatorias, no les puede resistir, súbese encima
acomodadas para el tiempo de del árbol, y así se salva. De la mis
las tentaciones. ma manera el Religioso cuando
ve venir las tentaciones, se ha de
El medio de la oracion siempre subir á lo alto con la oracion, y
se ha de tener por muy encomen acogerse á Dios, y así se salvará y
dado, porque es un remedio ge librará de las tentaciones y lazos
neralísimo, y de los mas princi del demonio: Frustra autem jaci
pales que la divina Escritura, y tur rete ante oculos pennatorum:
los Santos nos dan para esto. Y el Ps. 24, v. 15. En valde trabajará y
mismo Cristo nos le enseña en el echará él sus redes, si nosotros sabe
sagrado Evangelio: Vigilate, et ora mos volar y subirnos á lo alto con
te, ut non intretis in tentationem: las alas de la oracion: Oculi mei sem
Matth. c. 26, v. 42. Velad y orad, per ad Dominum: quoniam ipse evel
porque no entreis en la tentacion. let de laqueo pedes meos.
Y no solo de palabra, sino con su En la primera parte tratamos
propio ejemplo nos le quiso ense largamente de este medio de la

(b) D. Vincentius tract. de vita spirituali, c. 3. . . .


De las tentaciones.
3o 3
oracion; ahora solamente recogeré refugio y amparo en el tiempo de
mos algunas oraciones jaculatorias, la necesidad y tribulacion: In umbra
de que nos podemos ayudar en seme alarum tuarum sperabo. Psal. 56,
jantes tiempos. Llena tenemos la sa v. 2. Et in velamento alarum tua
grada Escritura, Isai. c. 38, v. 14, rum exultabo. Ps. 62, v. 8. Así co
especialmente los Salmos, de ora mo los pollitos se guarecen debajo de
ciones acomodadas para esto, cuales las alas de su madre, cuando viene
son: Domine vim patior, responde el milano; así nosotros, Señor, es
pro me. Exurge, quare obdormis Do tarémos bien guarecidos y guar
mine? Exurge, etne repellas in fi dados debajo de vuestras alas. S.
nem. Quare faciem tuam avertis, Agustin se alegraba mucho con esta
oblivisceris inopiae nostrae, et tribu consideracion, y decia á Dios: Si non
lationis nostrae: Ps. 43, v. 8. Le me protegis, quia pullus sum, mil
vantáos, Señor, ¿por qué dormís, por vus me rapiet : Señor, pollito soy
qué apartais vuestro rostro, y os ol tierno y flaco, y sivos no me ampa
vidais de nuestra pobreza y tribu rais, arrebataráme el milano: Sub
lacion? Apprehende arma, et scu umbra alarum tuarum protege me:
tum, et exurge in adjutorium mihi: Ps. 16, v. 8. Amparadme, Señor,
dic animas meae: Salus tua ego sum: debajo de vuestras alas. Particular
Ps. 34, v. 2. Tomad armas y escu mente es maravilloso para este efecto
do, y levantáos en nuestra ayuda: de aquel principio del salmo 67, v. 1:
cid á mi ánima: Yo soy tu salud: Us Exurgat Deus, et dissipentur inimi
quequo Domine oblivisceris me in fi ciejus, et fugiant qui oderunt eum à
mem? Usquequo avertis faciem tuam facie ejus: Levántese Dios, y sean
à me? Usquequo exaltabitur inimicus desbaratados sus enemigos: huyan
meus super me? Respice, et exaudi de delante de él los que le aborrecen;
me Domine Deus meus. Illumina ocu porque como les ponemos delante,
los meos, ne unquam obdormiam in no nuestra virtud, sino la de Dios,
morte, ne quando dicatinimicus meus, desconfiando de nosotros, é invo
praevalui adversus eum : Ps. 12, v. cando contra ellos el favor de su
1 & 3. ¿Hasta cuando, Señor, me ha Magestad, desfallecen y huyen,
beis de olvidar? ¿Hasta cuando habeis viendo que ha de salir él á la causa
de apartar de mí vuestro rostro?¿Has contra ellos en favor nuestro.
ta cuando se ha de gloriar mi enemi Unas veces con estas, lí otras se
go sobre mí? Mirad, Señor, y oídme, mejantes palabras de la sagrada Es
y alumbrad mis ojos, para que no critura, que tienen particular fuer
duerma sueño de muerte, ni pueda za: otras veces con palabras sali
decir mi enemigo, que prevaleció das de nuestra necesidad, (que tam
contra mi: Adjutor in opportunita bien suelen ser muy eficaces) siem
tibus, in tribulatione: Psalm. 9, pre habemos de tener muy á la ma
v. Io. Vos sois, Señor, nuestro no este remedio de acudir á Dios
3o4 Tratado cuarto, cap. XVII.
con la oracion: y así solia decir el clinado, por allí le acomete; y así
P. M. Avila : * La tentacion á vos, á los blandos y de suave condi
y vos á Dios.* Levavi oculos meos cion les acomete con tentaciones
in montes, unde veniet auxilium deshonestas, y de vanagloria: y á
mihi: Ps. 1 2o, v. 1. Levanté mis los que tienen condicion áspera,
ojos á aquellos montes soberanos, de con tentaciones de ira, de soberbia,
donde me ha de venir todo el socor de indignacion é impaciencia. Lo
ro y favor: Auxilium meum à Do mismo nota S. Gregorio, y trae
mino, qui fecit caelum et terram. Y una buena comparacion: dice, que
habemos de procurar, que estos cla así como uno de los principales
mores y suspiros salgan, no sola avisos de los cazadores, es saber
mente de la boca, sino de lo inti á qué linage de cebo son mas aficio
mo del corazon, conforme á aquello nadas las aves que quieren cazar, pa.
del Profeta: Psal. 1 29, v. 1. De pro ra animarles con eso: así el prin
fundis clamavi ad te Domine. Dice cipal cuidado de nuestros adversa
S. Juan Crisóstomo, t. I, homil. sup. rios los demonios, es saber á qué
Ps. 129, sobre estas palabras: Non género de cosas estamos mas afi
dixit solummodo ex ore, neque solum cionados, y de qué gustamos mas,
modo ex lingua: nam errante etiam para armarnos y entrarnos por aí:
mente, verba funduntur, sed ex cor y así vemos que acometió y ten
de profundíssimo, cum magno stu tó el demonio á Adán por la mu
dio, et magna animi alacritate ex ger; porque sabia la aficion grande
ipsis mentis penetralibus: No dijo que le tenia: y á Sanson tambien por
ni clamó solamente con la boca, por aí le acometió y le venció, para
que estando el corazon distraído, que declaráse el enigma, y para
puede la lengua hablar; sino de lo que dijese en qué estaba su fortale
profundísimo y mas íntimo de sus za. Anda el demonio como diestro
entrañas, y con grande fervor cla guerrero, rodeando y buscando
maba á Dios. con mucha diligencia la parte mas
flaca de nuestra alma, la pasion
CAPITULO XVII. que reina mas en cada uno, y
aquello á que es mas inclinado, pa
De otros remedios contra las ra combatirlo por allí; y asi esta
tentaciones. ha de ser tambien la prevencion y
remedio que nosotros habemos de
El bienaventurado S. Bernardo, oner de nuestra parte contra este
de interior. dono, c. 47, dice, ardid del enemigo, reconocer la
que el demonio cuando , quiere parte mas flaca de nuestra ánima,
engañar á uno, primero mira muy y mas desamparada de virtud, que
bien su natural, su condicion, éin es donde la inclinacion natural, ó
clinacion, y adonde le ve mas in la pasion ó costumbre mala mas
De las tentaciones. 3O5
nos llena, y poner aí mayor cuida tir á los principios. Dice S. Geróni
do y defensa. mo: Dum parvus est hostis interfice:
Otro remedio muy conforme á nequitia elidatur in semine: Cuan
este nos le ponen los Santos y do el enemigo es pequeño, matad
maestros de la vida espiritual. Di le, ahogadle en su principio, y des
cen, que habemos de tener por regla hacedle en su raíz antes que crezca;
general cuando somos combatidos porque despues por ventura no po
de alguna tentacion, acudir luego dreis. Es la tentacion, como una
á lo contrario de ella, y defender centella de fuego, que si una vez
nos con ello; porque de esta mane prende, crece y abrasa: A scintilla
ra curan acá los médicos las enfer una augetur ignis: Eccl. c. 1 1, v. 34:
medades del cuerpo: Contraria con asi dijo muy bien el otro: Principiis
trariis curantur. Cuando la enfer obsta, sero medicina paratur, cum
medad procede de frio, aplican co mala per longas invaluere moras.
sas calientes, y cuando de seque Resiste á los principios: tarde viene
dad, cosas húmedas, y de esa ma el remedio cuando la llaga es muy
nera los humores se reducen á un vieja. Y mucho mejor nos avisa de
medio, y se ponen en conveniente esto el Espiritu Santo por el pro
proporcion. Pues de esa misma ma feta David: Ps. 136, v. 12. Beatus
nera habemos nosotros de curar y qui tenebit, et allidet parvulos tuos
remediar las enfermedades y ten ad petram; y por su hijo Salomon:
taciones del alma, y eso es lo que Capite nobis vulpes parvulas, quae
nos dice nuestro santo Padre. (a) * demoliuntur vineas. Cant. 2, v. 15.
Debense prevenir las tentaciones Cuando las raposillas de las tenta
con los contrarios de ellas, como ciones son pequeñas, cuando co
cuando uno se entiende ser inclina mienzan los pensamientos de juí
do á soberbia, ejercitándose en co cios, de soberbia, de la aficioncilla,
sas bajas, que se piensa le ayuda de la amistad, y de la singularidad,
rán para humillarse: y asi de otras entonces los habeis de quebrantar en
inclinaciones siniestras. la piedra firmísima, que es Cristo
nuestro Redentor, con su ejemplo
CAPÍTULO XVIII. y consideracion, para que no crez
can y vengan á destruír la viña de
De otros dos remedios muy princi nuestra alma. No podemos escusar,
pales, que son resistir d los princi que no nos vengan tentaciones y
pios, y nunca estar ociosos. pensamientos malos; pero biena
venturado aquel que al principio,
Oro remedio muy bueno y cuando comienza á venir, se sabe
general nos dan aqui los San sacudir de ellos. Asi declara S.
tos, y es, que procuremos resis Gerónimo, epist. ad Eustoch., este
TOMO II. 2O

(a) 3 part. Constit. c. 1, S 13: et reg. 14 summ.


3o6 Tratado cuarto, cap. XVIII.
lugar. Importa mucho resistir á los demente resistir á los principios.
principios cuando el enemigo es fla En las vidas de los Padres, 1 p.
co y tiene pocas fuerzas; porque pag. 91, 3, se cuenta, que el demo
entonces el resistir es fácil, y des nio se le apareció una vez al Abad
pues muy dificultoso. Paconio, en figura de una muger
S. Crisóstomo, contra Concubi muy hermosa, y riñéndole el San
nar., declara esto con una com to, porque usaba de tanta malicia
paracion. Asi como si á un enfer para engañar á los hombres, le di
mo le viene apetito de comer una jo el demonio: Si comenzais á dar
cosa dañosa, y vence aquel apetito, alguna entrada á nuestras tentacio
se libra del daño que le habia de ha nes, luego os ponemos mayores in
cer aquella mala comida, y sana centivos, para provocaros mas á pe
mas presto de la enfermedad; mas car: empero, si vemos que al prin
si por tomar aquel poco de gusto, cipio resistís, y no dais entrada á
come el manjar dañoso, agravasele las imaginaciones y pensamientos
la enfermedad, y viene á morir de que os traemos, como humo desapa
ella, ó á tener muy grande pena en reCeimos.
la cura: todo lo cual pudiera es Tambien es gran remedio con
cusar, con tomar un poco de tra tra las tentaciones, nunca estar
bajo en refrenar al principio aquel ociosos, y asi dice Casiano, que
apetito de gula de comer aquel aquellos padres de Egipto tenian
manjar dañoso: asi dice: Si cuan esto por primer principio, y lo
do al hombre le viene el mal pen guardaban como tradicion antigua,
samiento ó el deseo de mirar, se recibida de sus mayores, y lo en
vence en eso al principio, refrenan comendaban mucho á sus discipu
do la vista, y desechando luego el los, por singular remedio: Semper
mal pensamiento, libraráse de la te diabolus occupatum inveniat:
molestia y pena de la tentacion Hállete siempre el demonio ocupa
que de alli se le habia de levantar, do. Y asi se lo enseñó Dios á S.
y del daño en que consintiendo po Antonio, y le dió este medio para
dria caer; pero si no se vence y re poder perseverar en la soledad, y
frena al principio, por aquel peque defenderse de las tentaciones; y lo
ño descuido, y por aquel poquito trae S. Agustin, ser. 17 ad frat. in
de gusto que recibió mirando ó eremo. Dice, que S. Antonio no
pensando, viene despues á morir en podia siempre estar en oracion con
el alma, ó á lo menos á tener gran ser S. Antonio, y era combatido
trabajo y pena, resistiendo. De y fatigado algunas veces de diver
manera que lo que al principio le sos pensamientos, y pidió á Dios:
costára poco ó casi nada, le viene Señor, ¿qué haré, que querria ser
despues á costar mucho. Y asi con bueno, y mis pensamientos no me
cluye el Santo: que importa gran dejan ? Y oyó una voz que le di
De las tentaciones. 307
jo: Antoni, cupis Deo placere, ora: sa gustosa, para que no se sientan; y
et dum orare non poteris, manibus el cazador esconde el lazo con cebo.
labora, 83 semper aliquid facito: fac Asi lo hace el demonio: In viu hac
quod in te est, 83 non deficiet tibi qua ambulabam absconderunt la
auxilium de sancto: Antonio, si de queum mihi. Ps. 141, v. 4. Porque
seas agradar á Dios, ora; y cuando si claramente y al descubierto aco
no pudieres orar, trabaja: procura metiese con lo malo, los que aman
siempre estar ocupado en algo, y la virtud y desean servir á Dios,
hacer lo que es de tu parte, y no te huirian de ellos, y no haria nada con
faltará el favor del Señor. Otros ellos. Y asi dice S. Bernardo: Bo
dicen, que le apareció un Angel en nus, nunquam nisi boni simulatione
figura de un mancebo, que cavaba deceptus est: Ber. ser. 66 in Cant.
un poco, y otro poco estaba puesto El bueno y virtuoso nunca es enga
de rodillas en oracion, las manos ñado, sino con apariencia de bien.
puestas y levantadas, que era de Es el demonio muy astuto, y sabe
cirle lo mismo. La ociosidad es muy bien por donde ha de entrar á
raíz y orígen de muchas tentacio cada uno; y asi para mejor conseguir
nes y de muchos males, y asi nos su intento, entra muy disimulado.
importa mucho, que nunca el de Lo primero, dice S. Buenaventu
monio nos halle ociosos, sino siem ra, propone cosas de suyo buenas,
pre ocupados. luego las mezcla con las malas, des
pues ofrece falsos bienes, y verda
CAPÍTULO XIX. deros males: y cuando tiene ya á
uno en el lazo, que con dificultad
De las tentaciones que vienen con puede salir de él, entonces muestra
apariencia de bien, y que es gran claramente su ponzoña, y le hace
remedio contra todas las tentacio caer en pecados manifiestos. Es co
nes, el conocerlas y tenerlas mo el escorpion, que tiene una ca
por tales. ra alhagüeña, y en la cola tiene el
veneno con que mata. Cuantos, di
San Buenaventura, proces. 4 Re ce S. Buenavetura, han trabado
lig. c. 12, avisa otra cosa comun, conversacion y amistad con algu
pero muy necesaria; y es, que es nas personas, con socolor de espi
temos advertidos, que á los bue ritu, pareciéndoles que todo aquel
nos que tratan de virtud y de per trato era de Dios y espiritual, y
feccion, procura el demonio aco que aprovechaban sus almas con
meterles siempre con apariencia de aquello, y por ventura al principio
bien, transfigurándose en Angel de era asi: pero ese es el ardid del de
luz. Los venenos y ponzoña, dice monio que vamos ahora descubrien
S.Gerónimo, no se dan sino cu do: Non enim ignoramus cogitationes
biertos con azucar ó con otra co ejus, 2 ad Cor. c. 2, v. II, como
3o8 Tratado cuarto, cap. XIX.
dice el Apóstol S. Pablo: bien sa en Angel de luz, como dice el
bemos sus celadas, sus entradas y Apóstol S. Pablo, sino que se
salidas: por aí comienza él; prime transfigura en luz de medio dia, ha
ro por cosas buenas; pero luego se ciendo que parezca muy claro y
siguen de aí largas pláticas y con resplandeciente lo que es oscuri
versaciones, y unas veces son de dad y tinieblas, y haciendo enten
Dios, y otras del mucho amor que der que no hay que dudar, ni hay
se tienen: luego se sigue de aí el peligro ninguno, sino que es clara.
darse algunas cosillas y doneci mente bueno lo que es ciertamen
llos en señal de amor, y para que te malo, y de suyo muy peligroso.
se acuerde el uno del otro: las cua Hay algunos ladrones, los cuales
les cosas, como dice S. Gerónimo: andan tan vestidos de seda, que no
(a) Sanctus amor non habet: son hay quien les conozca, ni piense
señal clara de amor no santo. Va que puede caber tal maldad en h0m.
ya mezclando el demonio males bres que parecen tan honrados, has
con bienes: y de aí se siguen falsos ta que los hallan con el hurto en
bienes, y verdaderos males. De es las manos. Entonces se espantan,
ta manera engaña el demonio á como aquellos eran ladrones, y di
muchos en este y en otros muchos cen: ¿Quién pensára tal? Asi es la
vicios, cubriéndolos con velo de tentacion que viene con apariencia
virtud, para que no se entienda ni de bien.
conozca lo que son. Como el que Doctrina es comun de los San
se finge ser amigo de otro para te tos y maestros de la vida espiri.
ner entrada con él, y despues ma tual, que es gran remedio contra
tarle á traicion, como hizo (b) todas las tentaciones, conocer que
Joab con Amasa, y Judas con es tentacion aquella que me comº
Cristo nuestro Redentor, entre bate: como lo es, conocer á unº
gándole y vendiéndole con beso por enemigo, para guardarse de
de paz. Y asi es menester que nos Y por eso tambien deciamos arrº
guardemos mucho de estas tenta ba, trat. 1, cap. 1 1, que el propº
ciones que vienen con apariencia conocimiento es un medio efica
de bien, y que estemos muy sobre císimo para vencer todas las tentº"
aviso, porque son tanto mas peli ciones. Y veráse bien la fuerza de
grosas, cuanto son menos conoci este medio por aquí: si cuando vº
das. Por lo cual pedia el Profeta al ne la tentacion, y el movimienº
Señor, que le librase del demonio y apetito malo, viesedes delante de
de medio dia: Ab incursu, 83 daemo vos un demonio horrible y espºº
nio meridiano. Aun no se contenta toso, que os está persuadiendo
el demonio (c) con transfigurarse aquello, ¿qué hariadeis? Luegº º
(a) Hieron. epist. 2 ad Nepotianum, t. 1. (b) 2 Reg. c. 2o, v. 9. Luc. C.

2 2, v. 48. (c) Bern. ser. 33 sup. Cant. Ps. 5o, v. 6.2 ad Cor. c. 11, º 4
De las tentaciones. 3o9
santiguariades, é invocariades el causar en nosotros malos pensamien
nombre de Jesus; no seria menester tos y peores movimientos, y es
mas de ver, que el demonio es el tá siempre aguardando la ocasion
que os persuade á ello, para enten y coyuntura para eso, porque nun
der que es engaño y tentacion, y ca duerme, y está mirando nuestra
huir de ello. Pues esto pasa al pie de inclinacion, y lo que nos da mas
la letra en nuestras tentaciones. Asi gusto, para acometernos y tentar
como tenemos con nosotros cada nos por allí, tomando por medio
uno su Angel Custodio, conforme á nuestra carne y sensualidad para
aquellas palabras de Cristo : Vide hacernos mal. Y asi dijo Dios al de
te ne contemnatis unum ex his pu monio: Numquid considerasti ser
sillis: dico enim vobis, quia Angeli vum meum Job Job c. 2, v. 3. ¿No has
eorum in Caelis semper vident fa considerado á mi siervo Job? Como
ciem patris mei qui in Calis est: á quien anda tras él: Et diabolus est
Matt. c. 18, v. Io. Mirad no menos à dextris ejus: Psal. 1 o8, v. 5: de
precieis uno de estos pequeñitos; por manera que siempre anda el demo
que os digo de verdad, que sus An nio á nuestro lado. Y asi, cuando os
geles siempre ven el rostro de mi Pa viniere algun movimiento, ó algun
dre que está en los cielos. Sobre las pensamiento que os incite á hacer
cuales palabras, dice S. Gerónimo: algun pecado ó alguna imperfec
sup. Matth. Magna dignitas ani cion, entended que esa es tenta
marum: ut unaquaeque habeat ab or cion del demonio, y santiguaos, y
tu nativitatis in custodiam sui Ange guardáos, como si viesedes al mis
lum deputatum: Grande es la digni mo demonio que os está diciendo
dad de las almas, y en mucho las que hagais aquello.
estima Dios: pues en naciendo el San Gregorio (e) trae un ejem
hombre, (d) luego le deputa un An plo, que le aconteció al bienaven
gel que le guarde y tenga cuidado turado S. Benito con un monge
de él. Asi como un padre principal suyo, con que se declara bien esto.
da á un hijo muy querido un ayo Dice, que un monge era muy ten
que le guarde en lo corporal, y le tado de la vocacion: parecíale que
enseñe en las costumbres; asi Dios no podia llevar el rigor de la Reli
nos quiso y estimó en tanto, que gion, y queríase volver al mundo;
dió á cada uno un Angel por ayo. acudia muchas veces con esta ten
Pues volviendo á nuestro punto, tam tacion á S. Benito; el Santo decia
bien traemos contra nosotros cada le, que era tentacion del demonio,
uno un demonio, que atiende y se y aconsejabale lo que convenia. Y
ocupa en solicitarnos á lo malo, y como hiciese esto muchas veces, y
2 o*
(d) Ita Sancti, et Doctores gravissimi, quos referunt Pater Joann. Mal
dona. sup. locum citatum Matth. et P. Gabriel Vazquez sup. 1 part. S.
Thom. tom. 2, disp. 245, c. 2. (e) Greg. lib. Dial. c. 15.
31 o Tratado cuarto, cap. XIX.
no aprovechase, para que el novi dia á la memoria nuestra madre la
cio dejase de hacer instancia para Iglesia, como cosa de mucha im
irse; el Santo cansado é importu portancia: Fratres sobrii estote, et
nado, dijo que fuese en buena ho vigilate: quia adversarius vester
ra, y mandale dar sus vestidos; pe diabolus, tanquam Leo rugiens cir
ro al fin, como padre no pudo de cuit, quaerens quem devoret: cuire
jar de sentirlo, y púsose en oracion sistite fortes in fide: 1 Petr. c. 5,
por él. Y en saliendo el monge por v. 8. Hermanos mios, estad siem
las puertas del monasterio para ir pre á punto y sobre aviso, porque
se al mundo, ve venir contra sí un vuestro adversario el demonio anda
grande dragon, que abierta la boca como un leon bramando, buscando
le queria tragar. El temblando y y rodeando á ver si hallará á quien
palpitando, comienza á dar grandes tragar; resistidle varonilmente, y
voces: Sucurrite fratres: Sucurri no os dejeis llevar de sus engaños
te fratres: Socorredme, socorred y persuasiones.
me hermanos, porque este dragon
me quiere tragar. Acudieron los CAPÍTULO XX.
monges á las voces, y no vieron el
dragon; pero hallaron al monge Como nos habemos de haber en las
temblando, casi ya agonizando : tentaciones de pensamientos malos
traenle al monasterio, y en vien y feos, y de los remedios comº
dose dentro, hizo voto de nunca tra ellas.
mas salir de él. Y asi lo cumplió, y
no fue de aí adelante molestado de Acera de esto se ha de advertir
aquella tentacion. Nota allí san lo primero, que hay algunos que
Gregorio, que por las oraciones se entristecen y afligen mucho
del bienaventurado san Benito, vió cuando se ven combatidos de penº
al dragon que le queria tragar, al samientos malos, de blasfemias, ó
cual antes no veia, y asi le seguia, contra la fé, ó pensamientos tor
porque no le tenia por dragon, ni pes y deshonestos: tanto, que al
por demonio; pero cuando le vió gunas veces les parece que el 8º
y conoció comenzó á dar voces, y ñor les ha desamparado y olvida
á pedir socorro, para librarse de do, y que deben de estar en sudes
él. De manera que no es esta ima gracia, pues tales cosas pasan Pºº
ginacion ni consideracion inventa ellos. Este es un engaño grandº
da de nuestra cabeza, sino que pa Cuenta Gerson, 3 part, fol7, º
sa asi en realidad de verdad, que un monge, que hacia vida solitaria
el demonio es el que nos acomete en el yermo, que era muy tenº
con la tentacion. Y asi nos lo avisa do y afligido de pensamientos,
tambien el Apóstol S. Pedro, co blasfemias, y de otros muy feos y
mo buen pastor, y nos lo trae cada torpes, y habia veinte años que Pº
De las tentaciones, 31 r
decia esta tentacion, y no se atre se aqui de camino, para los que
via á descubrirla á nadie, parecién por la dificultad que sienten, dejan
dole ser aquella una cosa nunca oí de manifestar sus tentaciones, co
da ni vista, y que se escandaliza mo es mayor pena y tormento el
ría el que la oyese. Finalmente al no declararse uno, que el decla
cabo de veinte años fue á un padre rarse, como dirémos en su lugar.
muy antiguo y esperimentado, y Veinte años estuvo este monge en
aun no se atrevió á decirselo de pa grande afliccion y tormento, 3
labra, sino escríbelo en un papel, y part. trat. 7, cap. 6, por no ma
daselo. El viejo leyó su papel, y nifestar su tentacion, y en mani
comenzóse á reir, y dice al monge: festándola quedó quieto y sose
Pon tu mano sobre mi cabeza : y gado. Cuánto trabajo hubiera ahor
como la pusiese, dijo el viejo: yo rado, si lo que hizo al cabo de
tomo todo este pecado sobre mí, veinte años, lo hiciera al princi
no hagas mas conciencia de él de pio De manera que no es nueva
aqui adelante. El monge quedó es esta tentacion, ni nos habemos de
pantado. ¿Pues cómo, parecíame á espantar de ella.
mí que estaba yo en el infierno, Resta decir, como nos habemos
y dicesme que no haga caso de de haber en semejantes tentaciones
ello? Dícele el viejo: ¿Recibias tú de pensamientos malos y feos. Al
por ventura contento en esos pen gunos no se saben valer en ellas,
samientos malos y torpes? Jesus, porque hacen mucha fuerza, y po
dice, no, sino muy grande pena y nen mucho ahinco para desechar
tormento. Pues de esa manera, di y resistir á estos pensamientos, apre
ce el santo viejo, claro está que no tando las sienes, arrugando la fren
hacias tú eso, sino padecíaslo con te, meneando la cabeza, cerran
tra tu voluntad, procurandolo el do los ojos, como quien dice: No
demonio para traerte con eso á de habeis de entrar acá. Y algunas ve
sesperacion. Y asi toma hijo mio ces si no hablan y responden, no
mi consejo; y si de aqui adelan quiero: les parece que consienten.
te te tornaren á venir esos pensa Mayor es el daño que se hace uno
mientos malos, dí: Sobre tí sea con esto á sí mismo, que el que le
esa blasfemia, espíritu maligno, y hace la tentacion. Estaba el otro
ese pensamiento sucio, yo no que criado del rey Saúl dando voces
ro tener parte en eso, sino creo y de cerca, y reprendia al que las
tengo todo lo que tiene y cree la daba de léjos: porque despertaba é
santa madre Iglesia, y daré la vi inquietaba al Rey: Quis es tu, qui
da antes que ofender á mi Dios. clamas, et inquietas Regem ? 1 Reg.
Con esto quedó remediado el mon c. 26, v. 14. Os estais vos inquietan
ge, y de alli adelante nunca mas do y turbando á vos mismo de cer
le vino aquella tentacion. Y nóte ca, ¿y os quejais de la tentacion
312 Tratado cuarto, cap. XX.
que viene de fuera? Adviertase mu ben de persuadir á usar de este re
cho esto, porque es una cosa que medio, advierten los Santos, que
suele destruir mucho las cabezas, por muy malos que sean los pensa
especialmente á gente escrupulosa. mientos, no hay que haeer caso de
No es la oracion ni los ejercicios ellos, antes mientras mas malos
espirituales lo que les tiene casca son, menos caso habemos de hacer
das y quebradas las cabezas, y gas de ellos, por ser menos peligrosos.
tada la salud: sino sus escrúpulos ¿Pueden ser peores que contra Dios
é indiscreciones. Y eso es lo que y sus Santos, contra la fé y Reli
pretende el demonio, que bien sa gion? Pues esos son los menos pe
be él que estais muy lejos de con ligrosos, porque cuanto peores,
sentir; y no es pequeña, sino gran tanto por la gracia del Señor estan
de ganancia para él, euando esto mas lejos de vuestra voluntad y
saca. No es negocio este que se ha consentimiento. Y asi no hay que
de hacer por fuerza. tener pena de que os vengan, por
¿Pues cómo se han de resistir y que eso no és enlpa ninguna, ni es
desechar estas tentaciones? Dicen tá en vuestra mano, ni sois vos el
los Santos y maestros de la vida que haceis eso, sino padeceislo con
espiritual, que el modo de resistir tra vuestra voluntad, proeurándolo
no ha de ser pelear por desecharlas, el demonio para haceros desmayar
fatigandose y cansandose, y ha y caer en desesperacion, ó en una
ciendo fuerza con la imaginacion, tristeza y afliccion grande.
siuo no haciendo caso de ellas. De Cuentase de santa Catalina de
claran esto con algunas compara Sena, que estando una vez muy fa
ciones, que aunque bajas lo de tigada y afligida de estos pensa
claran bien. Asi como cuando sa mientos, se le apareció Criste
len algunos gozquejos á ladrar á nuestro Redentor, y desaparecie
uno, si no hace caso de ellos, luego ron luego todos aquellos nubla
se van : y si hace caso y vuelve á dos. Ella quejóse dulcemente á su
ellos, vuelven á ladrar; asi aconte Esposo: ¡Ay, Señor! ¿y dónde esta
ce en estos pensamientos. Y asi el bades vos cuando tales cosas pasa
remedio es no hacer caso de ellos, ban por mi corazon? Dícele: Hi
y de esa manera nos dejarán mas ja, aí estaba yo dentro de tu cora
presto; ó habemos de hacer, dicen, zon. Jesus mio, ¿entre pensamientos
como el que va por alguna ealle, tan torpes y makos estabades vosº
y el aire trae contra él muche Dícele: Dime, hija, ¿holgabaste tú
dumbre de polvo, y él no hace ca por ventura de tener aquellos pen
so de eso, sino cierra los ojos, y samientos? ¡O Señor, que me lle
pasa adelante. Y para mayor con gaban al alma, y no sé que me esco
suelo de los que son molestados de giera, antes que tenerlos! ¿Pues
esta tentacion, y para que se aca quién, dice, hacia que te pesase,
De las tentaciones. 31 3
sino yo que estaba allí? De mane bien podeis hacer cuenta, que pa
ra que por malos y feos pensa san fuera de vos, dice un Santo,
mientos que tengais, si vos no os porque en tanto los pensamientos
holgais con ellos, antes recibís pe malos estan dentro de vos, en
na y pesar, no solo no os ha des cuanto la voluntad consiente, y no
amparado Dios, sino podeis tomar mas; y no consintiendo, aun no
esa por señal de que mora en vos; han entrado en vuestra casa, sino
porque él es el que os da ese abor llaman y dan golpes á la puerta
recimiento del pecado, y ese temor de afuera. -

de perder á Dios: Cum ipso sum in Y advierten aqui los maestros


tribulatione: Psal. 9o, v. 15. Con él de la vida espiritual, que el temer
estoy en la tribulacion, dice el Se mucho estas cosas, y hacer mucho
ñor. En medio de la zarza y de caso de ellas, no solo no es bueno,
las espinas, y del fuego está Dios. sino malo y dañoso, porque hace
Exod. c. 3, v. 2. crecer la tentacion; y esta es es
Dice S. Bernardo, de interiori periencia: y la razon de ello es na
dono, c. 19: Molesta est lueta, sed tural, y los mismos Filósofos la en
fructuosa, quia si habes poenam, ha señan, porque el miedo despierta
bebis et coronam, non nocet sensus, la imaginacion; y el pensar, y dar
ubi non est consensus: imò quod resis y tomar mucho en una cosa, hace
tentem fatigat, vincentem coronat: que se imprima mas profundamente
Penosa y molesta es esta pelea, pero en la memoria, con lo cual ere
fructuosa, porque todo lo que se le ce y se aviva mas la tentacion.
añade de pena y de trabajo, se le Asi como vemos que pasa uno segu
acrecienta de premio y de corona. ramente por un madero angosto
No está el pecado en el sentimien cuando está en el suelo; pero cuan
to, sino en el consentimiento. Blo do el madero está en alto, el temor
sio, inspeculo spirituali, cap. 6, en le hace que no vaya por alli segu
confirmacion de esto dice: Cual ro, sino con grande peligro de
quiera que gusta de complacerse caer, porque con el temor recoge
vanamente á sí mismo, aunque sea se la sangre al corazon, y como
una sola vez, parece mas mal en quedan los miembros destituidos
los ojos de Dios, que si muchos de virtud, va con grande peligre,
años padeciese semejantes movi y viene á caer. Eso hace tambien
mientos, por muy malos que sean, el temor y pusilanimidad en las
como no les dé consentimiento. Y tentaciones, y asi conviene no an
asi no hay que congejarse, ni hacer dar con demasiados temores en es
mucho caso de estos movimientos tas cosas, ni hacer mucho caso de
y pensamientos, sino como si pa ellas, porque asi se suelen olvidar
sasen por otro, y no por vos, asi mas presto. Pero nota aqui Gerson,
os habeis de hacer en ellos: y muy y otros, que aunque no es bue
31 4 Tratado cuarto, cap. XX.
no entonces este temor particular, ayudará mucho el cavar y ahon
pero que es bueno y muy prove dar uno en la oracion en algunas
choso el temor del pecado en ge cosas que le suelen mover mas, ha
neral pidiendo á Dios: Ne permittasciéndoselas muy familiares, por
me separari à te: Señor, no permi que con esto, cuando es fatigado
tais que jamás me aparte de vos, y y molestado de algunas tentacio
haciendo algunos actos, de antes nes y malos pensamientos, luego
de morir mil muertes, que hacer halla alliguarida, y asi es bien que
un pecado mortal, sin pensar ni cada uno tenga para esto algunos
acordarse en particular de aquella lugares de refugio, donde se pueda
tentacion que entonces le comba acoger en semejantes aprietos, co
te. mo quien se acoge á sagrado. Unos
Añado á lo dicho otro punto se acogen á las llagas de Cristo,
que encomienda aqui mucho los especialmente á la del costado, y
Santos, y servirá de medio general se hallan allí muy bien guarecidos:
contra todo género de tentaciones In foraminibus petrae, in caverna
interiores: y es cuando nos viene maceriae. Cant. c. 2 1, v. 14. Otros se
el pensamiento malo, procurar di hallan bien acordándose de la muer
vertir el entendimiento á algun pen te, y del juicio, ó infierno: Quis
samiento ó consideracion buena, mihi hoc tribuat, utin inferno pro
como de la muerte de Cristo cru tegas me, et abscondas me, donec
cificado, ó á otra cosa semejan pertranseat furor tuus? Job c. 4, v.
te; y esto no ha de ser haciendo 13. Cada uno eche mano de lo que
fuerza con la imaginacion, ni con mas le aprovechare y moviere; y
gojándose ni fatigandose, sino solo procure haber ahondado y cavado
procurando hurtar el cuerpo, co bien en alguna cosa de estas, para
mo dicen, al mal pensamiento, y que asi pueda tener fácil recurso, y
emplearlo en el bueno; ó como hallar luego entrada y guarída en
cuando uno anda por hablar á ella en semejante tiempo.
otro, y el otro nunca se desocupa Cuenta Esmaragdo Abad, lib.
para ello, ni le da lugar; ó como de gemma animae, una cosa gracio
cuando le dicen á un hombre cuer sa á este propósito, pero prove
do algunas cosas impertinentes, y chosa. Dice, que un Religioso vió,
vuelve la cabeza á otra parte, no que estaban una vez dos demonios
cuidando de responder ni atender platicando entre sí: A tí ¿cómo te vá
á aquello. Este es muy buen modo con tu monge? Decia el uno: A mí
de resistir á estas tentaciones, y muy bien; porque le pongo el pen
muy fácil y seguro, porque mien samiento, y luego para y se pone
tras estuvieremos en el pensamien á pensar en él, y vuelve á ha:
to bueno, muy léjos estarémos de cer reflexion: ¿ Cómo fue aquel
consentir en el malo. Para esto pensamiento, si me detuve, º
De las tentaciones. 3I 5
tuve yo alguna culpa en ello, si re en diferentes tentaciones nos ha
sistí, si consentí, de dónde me vino bemos de haber diferentemente en
esto, si dí yo alguna causa para el modo de resistir; porque hay
ello, si hice todo lo que pude? Y algunos vicios que de su naturaleza
con aquello le traigo al retortero son desabridos y penosos, como
medio loco. Muy bien le va al de es la ira, la envidia, el rencor, el
monio, cuando uno se pone árazo odio, el deseo de venganza, la im
nes, y en demandas y respuestas paciencia, la indignacion, la amar
con la tentacion; porque no le fal gura de corazon, la tristeza, la
tarán á él argumentos ni repli contienda, y otros tales. Otros vi
cas. Dice el otro: A mí me va muy cios hay que traen consigo delei
mal con mi monge; porque en re te, como son los pecados carnales,
presentándole el mal pensamiento, el comer, el beber, el jugar, el reir,
luego acude á Dios, ó á otro buen el parlar, y otros gustos y conten
pensamiento, ó se levanta de la si tamientos sensuales. Y porque estos
lla, y toma alguna ocupacion, pa segundos vicios, cuanto mas los
ra no pensar en aquello, ni hacer miramos y ponemos los ojos en
caso de ello: y asi no le puedo en ellos, tanto mas atraen nuestro co
trar. Este es muy buen modo de razon y le llevan en pos de sí; di
resistir á estas tentaciones y pen ce, que habemos de pelear contra
samientos, no los dejar entrar, ni ellos, huyendo, que es apartando
responder á ellos, ni ponerse ára nos de las ocasiones, y desviando
zones con la tentacion; sino vol la vista, y la memoria y conside
ver la cabeza, y huirle el rostro y racion de ellos con toda presteza;
no hacer caso de ella. Y cuando pero en los otros vicios primeros,
este huir y no querer escuchar, es habemos de pelear luchando contra
volviendo la cabeza á algun buen ellos, mirando atentamente la na
pensamiento, coino habemos dicho, turaleza, malicia y fealdad de
es mejor. Y cuando eso no basta ellos, para poder mejor vencerlos:
re, es bueno tomar alguna ocupa lo cual se hace con menos peligro,
cion esterior. por no ser tan pegajosos; aunque á
la ira y deseo de venganza, dice
CAPÍTULO XXI. que es menester tambien hurtarle el
Que en diferentes tentaciones, di cuerpo, no pensando cosas que nos
ferentemente nos habemos de pueden incitar á ella.
haber en el modo de Esta misma doctrina ponen Ca
S resistir. siano y S. Buenaventura. (a) Y
an Juan Clímaco, cap. 26, tra añaden: que en los primeros vicios
tando de la discrecion, dice, que puede uno desear ejercitarse, y bus
)

(a) Casian. colla. 19, c. 16: et l. 6 instit. renu. Bonav. de refor men
tis, c. 3: et proc. 4 Relig. c. 12.
316 Tratado cuarto. cap. XXI.
car loablemente ocasiones de pe acasiones, y huir y desechar luego
lear contra ellos: como conser con diligencia los pensamientosé
vando y tratando con los que le imaginaciones que nos vienen de es
persiguen y ofenden, para apren tas cosas: y asi añadió alli el Após.
der paciencia, y sujetándose á quien tol: ad Cor. 6, et 18. Fugite for
en todo le quiebre la voluntad, nicationem: Huid la fornicacion. Hu
para aprender á obedecer y á ser yendo se ha de resistir y vencer es
humilde; pero en los vicios carna ta tentacion. De esta manera decla
les seria indiscrecion y cosa muy ran Casiano y santo Tomás este
peligrosa desear estas tentaciones, lugar.
y ponerse en ocasiones de ellas. Y Cuentase en las crónicas de la
asi Cristo nuestro Redentor no Orden de S. Francisco, 1 part,
permitió ser tentado de este vicio, lib. 6, c. 38, que estando una vez
para enseñarnos que en tentacion juntos en plática espiritual Fr. Gil,
semejante no nos habemos nosotros Fr. Rufino, Fr. Simon de Asis, y
de poner, aunque sea con esperan Fr. Junipero, dijo Fr. Gil á los
za de mayor premio y triunfo; otros: Hermanos, ¿cómo os armais
porque este vicio es muy connatu y resistis á las tentaciones de la sen
ral al hombre; y como trae consi sualidad? Respondió Fr Simon: Yo,
go mezclada tanta delectacion, no hermano, considero la vileza y
solo en la voluntad, sino en el mis torpeza del pecado, y cuan aborre
mo cuerpo, es mas fácil y mas pe cible es, no solo á Dios, mas aun
ligrosa su entrada. á los hombres, los cuales por ma
Trae S. Buenaventura una bue los que sean, se esconden y encu
na comparacion para declarar es bren para que no sean vistos come
to. Asi como cuando el enemigo ter un pecado sensual: y de esta
tiene dentro de la ciudad que com consideracion me viene un grande
bate, algunos que le favorecen, enojo y aborrecimiento, y asi es
mas facilmente la entra y la rinde: capo de la tentacion. Fr. Rufino
asi el demonio nuestro enemigo dijo: Yo póstrome en tierra, y
tiene acá dentro quien le favorezca con muchas lágrimas llamo la cle.
muy particularmente en esta tenta mencia de Dios, y de nuestra Seño
cion, que es nuestro cuerpo, por ra, hasta que me siento perfecta
el deleite grande que de ello le ca mente libre. Fr. Junipero dijo:
be, conforme aquello de S. Pablo: Cuando yo siento las tales tenta
1 ad Cor. 6, et 18. Omne peccatum ciones diabólicas, y oigo su en
quodcumque fecerit homo, extra trada en los sentidos de la carne,
corpus est. En los demas pecados no luego en esa hora cierro fuerte
tiene tanta parte el cuerpo; pero mente las puertas del corazon, y
en este tiene mucha, y por eso pongo mucha gente de santas me
eonviene mucho apartarnos de las ditaciones y buenos deseos para
De las tentaciones. 317
guarda segura de él. Y cuando aque como las enfermedades corporales
llas sugestiones de los enemigos lle y sus remedios son tantos, y tan
gan y combaten la puerta, res diversos, que no se pueden es
pondo yo, como de dentro, no les cribir ni enseñar todos, sino que
abriendo en ninguna manera: A fue se ha de dejar mucho al arbitrio
ra, á fuera, que la posada está to y parecer del médico, que confor
mada, y por eso no podeis entrar me al sugeto y circunstancias par
acá, y asi nunca doy entrada á ticulares, aplique el remedio que
aquella gente ruín, y ella vencida le pareciere convenir; asi tambien
y confusa, vase. Fr. Gil habiendo en las enfermedades espirituales.
oído á todos, respondió, á tí me Por lo cual los Santos y maestros
atengo Fr. Junipero, porque con es de la vida espiritual ponen por re
te vicio mas seguramente pelea el medio general y muy principal
hombre huyendo. De manera que para todas las tentaciones, el des
el mejor modo de resistir á esta cubrirlas y manifestarlas al médi
tentacion es no dejar entrar en el co espiritual. Pero porque de esto
corazon los pensamientos malos, tratarémos largamente en la tercera
ni dar entrada alguna á esta tenta parte, trat. 7, aqui solamente avi
cion, porque esto es mas fácil. Pe sarémos una cosa que advierte S.
ro si una vez entran los malos pen Basilio acerca de esto. Dice el Santo,
samientos, no será fácil, sino muy in reg. brev. 229, que asi como las
dificultoso el desecharlos. La puer enfermedades del cuerpo no se des
ta facilmente se defiende; mas ella cubren á cualquiera, sino solamen
tomada, Dios nos libre. En la ter te à los médicos que las han de cu
cera parte, en el tratado de la cas rar; asi tambien las tentaciones y
tidad tratarémos mas largamente enfermedades espirituales no se
de esta tentacion, y de los reme han de descubrir á todos, sino so
dios que habemos de usar contra lamente á aquellos que Dios nos ha
ellos, los cuales nos podran ayudar puesto por médicos para eso, que
tambien mucho para las demas ten son los superiores, ó confesores,
taciones. conforme á aquello de S. Pablo:
ad Rom. c. 15, v. 1. Debemus autem
CAPITULO XXII. nos firmiores imbecillitates infirmo
rum sustinere. Y asi nuestra regla
De algunos avisos importantes para dice, 3 p. const. 1, S 12, regul. 14
el tiempo de la tentacion. summ., que se acuda con estas co
sas al prefecto de las cosas espiri
Haro, remedios habemos dituales, ó al confesor, ó al supe
cho para las tentaciones: pero por rior. Este es un aviso de mas im
muchos que se digan, no se portancia de lo que algunos por
pueden decir todos: porque asi ventura piensan; porque suele acon A
318 Tratado cuarto, cap. XXII.
tecer algunas veces, que no quiere cicios, y de añadir, antes que qui
uno descubrir sus tentaciones á tar. Porque si el demonio nos qui
quien debe, y descúbrelas á quien ta las armas espirituales, con que
no debiera, y á quien por ventura nos defendemos y le ofendemos;
hará daño, descubriéndolas, y le claro está que nos llevará mas fa
recibirá él tambien; porque podrá cilmente á lo que él desea. Y asi
ser que el otro tenga la misma ten conviene mucho ser fieles á Dios
tacion y flaqueza, y con eso que nuestro Señor en el tiempo de la
de mas confirmado en ella el uno tentacion, y en eso se conocen sus
y el otro. Pues por esto y por otros verdaderos siervos: Vos estis, qui
inconvenientes que se podrian se permansistis mecum in tentationibus
guir, conviene mucho que solamen meis: Luc. 22, v. 28. No es mucho
te comunique uno sus tentaciones perseverar uno en sus buenos ejer
y enfermedades espirituales con los cicios, cuando hay bonanza y de
médicos espirituales que los han de vocion; pero perseverar cuando hay
curar y remediar; de quienes pue tempestades, tentaciones, sequeda
de estar seguro que no le hará daño, des y desconsuelos, eso es mucho
y que recibirá provecho. Y asi di de loar, porque es gran señal de
ce el Sabio: Non enim omni homini verdadero amor, y de que sirve á
cor tuum manifestes: No descubrais Dios purisimamente por quien él
628,
vuestro corazon á cualquiera. Y en
otro lugar: Multipacifici sunt tibi, El tercer aviso es, que se debe
83 consiliarius sit tibi unus de mille: guardar uno mucho en el tiempo
Amigos muchos, todos han de ser de la tentacion de hacer mudan
nuestros amigos, pero consejero za y tomar nuevas resoluciones,
uno entre mil. porque no es aquel tiempo á pro
Otro aviso (a) dan tambien pa pósito para eso. En el agua turbia
ra el tiempo de las tentaciones de no se ve nada, dejadla asentar y
mucha importancia: Que procure aclarar, y entonces vereis las gui.
mos en los tales tiempos continuar gítas y arenítas que estan allá en lo
nuestros ejercicios espirituales, y mas hondo. Con la tentacion está
perseverar en ellos con diligencia, uno muy inquieto y turbado: no
y nos guardemos mucho de dejar puede ver bien lo que le convie
los ó disimularlos; porque cuan ne: Comprehenderunt me iniquitates
do no hiciese otra cosa el demo meae, 83 non potui ut viderem; Psal.
nio con la tentacion sino desba 36, v. 13; y asi no es ese buen tiem
ratarnos en eso, habria hecho mu po para deliberar, y resolverse y de
cho, y se daría por bien pagado. terminarse en ninguna cosa de nue
Antes entonces hay necesidad de vo. Dejad asentar y aclarar el
mayor continuacion en estos ejer agua, y cuando esteis sosegado y
(a) Divus Vincentius Ferrer l. de Spirit. c. 12.
De las tentaciones. 3l 9
quieto, entonces vereis mejor lo allí adelante suplicaba con mas ins
que os conviene. Todos los maestros tancia al Señor, diese esfuerzo
de la vida espiritual encomien al monge, y enviaba á su Mages
dan mucho este aviso. Y nuestro tad suspiros y gemidos con mu
santo Padre (b) nos le pone en el cha eficacia. Otra y otra vez vol
libro de los ejercicios, en las re vió el monge à él, y le dijo, que
glas que da para discernir los di no le aprovechaban sus oraciones:
versos espiritus. Y da allí una ra de lo cual el santo viejo quedó des
zon muy buena de esto; porque asi consolado, y se maravillaba como
como en el tiempo de la consola Dios no le oía. Estando pues fati
cion es uno llevado y movido de gado con este pensamiento, el Se
Dios á lo bueno; asi en la tenta ñor le reveló aquella noche si
cion es llevado é instigado del de guiente, que la causa porque no le
monio, con cuya instigacion nunca oía, era la negligencia y poco va
se hace cosa buena. lor del monge para resistir: y la
Lo cuarto, es menester que en el revelacion fue de esta manera: que
tiempo de la tentacion seamos di veía estar muy ocioso y sentado
ligentes en aprovecharnos de los aquel monge, y el espíritu de la
remedios arriba dichos, y que no fornicacion andaba delante de él
nos estemos mano sobre mano. Lo tomando diversas formas y rostros
cual se entenderá bien con el ejem de mugeres, jugando y haciéndo
plo siguiente. Cuéntase en las vidas le visajes, y el monge lo miraba, y
de los Padres, que un monge anda se holgaba mucho con ello: veía
ba muy molestado del espíritu de tambien que el Angel del Señor es
fornicacion, y deseando librarse de taba cabe de él, muy indignado
tal molestia, se fue á un aprobadí con el monge; porque no se levan
simo padre del yermo, y con mu taba de allí, y acudia al Señor, y se
cho sentimiento le dijo: Pón, pa postraba en tierra, y hacia oracion,
dre venerable, tu cuidado y solici y dejaba de deleitarse en sus pen
tud en mí, y ruega á Dios que me samientos. Por esto conoció el
favorezca, porque pesadamente me buen viejo, que la causa porque
combate el espíritu de la fornica Dios no le oía, era la negligencia
cion. Y como esto oyó el santo del monge. Y asi la primera vez
viejo, de allí adelante suplicaba de que le volvió á visitar, le dijo:
dia y de noche á Dios le favore Por tu culpa, hermano, no me oye
ciese. Pasados algunos dias volvió Dios, por cuanto te deleitas con
el monge al padre, y le suplicó, los malos pensamientos. Imposible
que orase por él con mas vehe es que de tí se aparte el espiritu
mencia, porque no se le mitigaba sucio de la fornicacion, aunque
su pegajosa tentacion. El padre de otros rueguen á Dios por tí, si tu
(b) S. P. N. Ignat, l. exerc. spir. reg. 5ad discernendum varios animimotus.
32 o Tratado cuarto, cap. XXII.
mismo no tomas el trabajo de mu con resistir de cualquier manera,
chos ayunos, oraciones y vigilias, sino procurar la mejor. En las cro
rogando á Dios con gemídos y lá nicas de S. Francisco, p. 2, lib. 7,
grimas que te conceda su favor y c. 8, se cuenta, que declaró el Se
misericordia, y te dé fortaleza; de ñor á un grande siervo suyo Reli
manera que puedas resistir á los gioso de aquella Orden, llamado
malos pensamientos: porque aun fray Juan de Alverne, el diverso
que los médicos apliquen á los en modo con que se habian los Reli
fermos todas las medicinas nece giosos contra las tentaciones, es
sarias, y se las dén con toda dili pecialmente contra los pensamien
gencia y cuidado, ninguna cosa tos de la carne : vió casi inumera
les aprovechará, si por otra parte ble multitud de demonios, que sin
los enfermos comen cosas dañosas. cesar arrojaban contra los siervos
De la misma manera pasa en las de Dios muchas saetas, algunas de
enfermedades del alma, que aunque las cuales con impetuosa ligereza
los padres venerables, que son los volvian contra los demonios que
médicos del alma, oren con toda las tiraban, y entonces ellos con
su intencion y corazon á Dios por gran clamor daban á huír como
aquellos que piden les ayuden con afrentados: otras de aquellas saetas
sus oraciones, poco aprovecharán arrojadas de los demonios tocaban á
los tales médicos, si los que son ten los Religiosos, mas luego caían
tados no se ejercitan en obras es en el suelo sin hacerles daño algu
pirituales, rezando, ayunando y no: otras entraban con el hierro
haciendo otras cosas que son á hasta la carne, y otras pasaban el
Dios agradables. Como esto oyó cuerpo de parte á parte. Pues con
el monge, arrepintióse de todo su forme á esto, el mejor modo de re
corazon, y de allí adelante siguió sistir, y el que habemos de procurar
el consejo del buen viejo, y afli es el primero; hiriendo al demo
gióse con ayunos, vigilias y ora nio con las mismas tentaciones y
ciones, y asi mereció la misericor saetas con que él nos procura he
dia del Señor, y se le quitó la ten rir, y haciéndole huír. Y esto ha
tacion. Pues de esta manera nos rémos muy bien, cuando pensando
habemos de haber nosotros en las el demonio dañarnos con sus ten
tentaciones, haciendo lo que es de taciones, nosotros sacamos mayor
nuestra parte, y poniendo los me provecho de ellas: como si de la
dios que debemos; porque de esa tentacion de soberbia y vanidad,
manera nos quiere el Señor dar la que el demonio nos trae, sacamos
victoria. mas humildad y confusion; y de la
Y porque en esto del resistir à las tentacion deshonesta sacamos ma
tentaciones, puede haber mas y me yor aborrecimiento del vicio, y
nos, no nos habemos de contentar mayor amor á la castidad, y andar
De las tentaciones, 32 1
con mayor recato y fervor, y acu llo del Real Profeta: Ps, 9, v, 16.
dir mas á Dios: Y así dice el bien In laqueo isto, quem absconderunt,
aventurado S. Agustin, sobre aque comprehensus est pes eorum. Captio,
llas palabras: Ps. 1 o 2, v. 26. Dra quam abscondit, apprehendat eum.
co iste, quem formasti ad illuden Et in laqueum cadat in ipsum :
dum ei: que de esta manera los Psal. 34, v. 8. Viniendo por lana,
siervos de Dios hacen burla de este vuelve trasquilado: Convertetur do
dragon, porque queda cogido y lor ejus in caput ejus, et in verti
enlazado con el mismo lazo con que cem ipsius iniquitas ejus descendet.
nos queria enlazar. Conforme áaque Psal. 7, v. 17.
-83- e$o-se

TRATADO QUINTO,
DE LA AFICION DESOR DENADA
DE PA RIENTES.

CAPÍTULO PRIMERO.

Cuanto le importa al Religioso huír visitas de parientes, y de las idas


á su tierra.

Acerca del amor y aficion que Luc. c. 14, v. 26. Y así debe pro
habemos de tener á parientes, curar de perder toda la aficion car
nos pone nuestro santo Padre (a) nal, y convertirla en espiritual con
una regla, que dice bien á todos los deudos, amándolos solamente con
los Religiosos.* Cada uno de los el amor que la caridad ordenada re
que entran en la Compañia, siguien quiere, como quien es muerto al
do el consejo de Cristo nuestro mundo y al amor propio, y vive
Señor: Qui dimiserit Patrem, Söc. en Cristo nuestro Señor solamente,
Matth. c. 19, v. 19, haga cuenta teniendo á él en lugar de padres
de dejar el padre y madre, her y hermanos, y de todas las cosas.*
manos y hermanas, y cuanto tenia No basta dejar el mundo con el
en el mundo: Antes tenga por cuerpo, es menester que le dejemos
dicha á sí, aquella palabra: Qui tambien con el corazon, perdiendo
non odit patrem suum, et matrem, todas las aficiones que tratan de
adhuc autem et animam suam, él, y le inclinan á las cosas del si
non potest meus esse discipulus: glo. No es malo amar al deudo,
TOMO II. 2

(a) C. 4 exa. S 7: et reg. 8 summ.


322 Tratado quinto, cap. I.
porque es deudo: antes por ese res constituciones es tomada del Evan.
peto debe ser amado mas que otro gelio, mas no quiso, sino darnos
que no lo es: mas si este amor se esta doctrina con la llaneza y sin
funda solamente en la naturaleza, ceridad con que de Dios le habia
no es amor propio de cristiano, recibido: pero en llegando á tratar
y mucho menos del Religioso, pues de parientes, luego apoya lo que
todos los hombres, aunque sean in dice con autoridades de la Escritu.
humanos y bárbaros, quieren bien ra, como vemos que lo hace tam
á sus padres, y á los que estan con bien, cuando trata de dejar la ha.
juntos consigo en naturaleza; pero cienda á los parientes, luego trae
el cristiano, y mas el Religioso, (b) la Escritura que dice: Dispersit,
dice S. Gerónimo, hom. 27, ha de dedit pauperibus: y el consejo de
subir el punto de este amor natural, Cristo: Da pauperibus; Matth. c.
y apurarle como en crisol con el 19, v. 2 I. No dijo, que diesemos
fuego del amor divino, y amará nuestra hacienda á parientes, sinoá
los suyos, no tanto porque la natu pobres. Vió muy bien nuestro san.
raleza le inclina á amarlos, como to Padre, que todo esto era aquí
porque Dios le manda que los ame, menester, por ser este afecto tan
cercenando del todo lo que le pue natural, y con el cual nacemos to
de dañar y apartar del amor del dos, y está tan arraigado en nues
sumo bien, y amándolos solamen tras entrañas, y tan apoderado de
te para lo que Dios los ama, y pa nOSOtrOS.
ra lo que quiere que nosotros los Esta es una materia de mucha
ainemos. Y esto es lo que dice la importancia para el Religioso, y
regla, que habemos de perder toda asi muy tratada de los santos Ba
la aficion carnal, y convertirla en silio, Gregorio, Bernardo y otros
espiritual, haciendo de amor pro muchos. Recogerémos aquí breve
pio, amor de caridad, y de amor mente la sustancia de ella. Cuanto
de carne, amor de espíritu. Y da la á lo primero: S. Basilio, in quaest.
razon de esto: porque el Religioso fusius disp. 32, trata muy bien
debe ser muerto al mundo y al cuanto le conviene al Religioso
amor propio; y así no ha de vivir huír el trato y conversacion de
ya en él el amor del mundo, sino parientes, y escusar sus visitas, y las
solo el amor de Cristo. Y apoya idas á su tierra. Y trae muchas ra
nuestro santo Padre esta regla con zones que muestran bien la impor
autoridades de la sagrada Escritu tancia de esto: Nam supra hoc, qu0d
ra, que es cosa que no suele hacer illis nullam utilitatem exhibemus, in,
en otras reglas y constituciones, super, et mostram ipsorum vitam, tu l
aunque lo pudiera facilmente ha multibus, et turbatione replemus, el
cer: porque la doctrina de nuestras peccatorum occasiones attrahimus:

(b) C. 4 exa. $ 1 et 2. Ps. 1 1 , v. 9.


De la aficion desordenada de parientes. 323
Porque fuera de que nosotros no sentís, pues vos os lo buscasteis,
hacemos fruto ninguno con esto en vuestro merecido teneis.
nuestros parientes, recibimos de Mas dice S. Basilio, in constit.
ello mucho daño en nuestras al monast. c. 1 1, que los que gustan de
mas: porque ellos nos cuentan sus tratar y conversar con parientes,
cuitas, pleitos, y la perdida de la con aquel trato y conversacion
hacienda y de la honra, y todos van embebiendo poco á poco en sus
sus duelos y lástimas; y así volve almas las malas costumbres y afi
mos nosotros á nuestra casa carga ciones de ellos, y ocupada el alma
dos de todo lo que á ellos les da pe con pensamientos mundanos, se va
na. Y mas, ponémonos con esto en resfriando en el fervor del espíritu,
muchas ocasiones de pecados, por y perdiendo la estabilidad y fir
muchas vias y maneras; porque za de los primeros deseos, y se
de este trato y conversacion de pa va aseglarando y volviendo al
rientes se suele recrecer lo primero: mundo sin sentir, conforme á aque
Memoria prioris vitae: El acordar llo del Profeta: Psal. Io5, v. 35.
se y traer á la memoria las co Commixti sunt inter gentes, 83 didi
sas de la vida pasada, que suele cerunt opera eorum, 83 servierunt
ser no pequeña ocasion de pecados, sculptilibus eorum, factum estillis
porque de aquí suele proceder el in scandalum. ¿Qué se les podia pe
renovarse las llagas viejas, y el re gar á los hijos de Israél de morar con
frescarse la sangre, trayendo á la los filisteos, sino adorar sus ídolos,
memoria tal casa, tal lugar, tal y que ellos les fuesen escándalo y
pase; y unas cosas van trayendo ruína? Así se os pegará á vos si tra
y llamando á otras, y de lance en tais con parientes, su lenguage se
lance, y de treta en treta nos vie glar, el no andar en verdad, sino
nen á dejar inquietos, y hacer mu con ficciones, con fruncimientos
cho daño. Y es una razon fuerte, y cumplimientos, como se usa en
del daño que esto hace, que acon el mundo, y á sus ídolos, os con
sejan los maestros de la vída espi tentan su honrilla y regalo, y es
ritual, que no nos acordemos de tais lleno de presuncion, y deseais
los pecados de la vida pasada en salir con la vuestra, que es otro
particular, aun cuando tratamos mundillo que os han pegado.
de tener dolor y contricion de Trae otra razon muy principal
ellos, sino solamente en general, S. Basilio, in const. monast. c. II,
haciendo como un manojito de por la cual nos conviene mucho
ellos, para que no nos tornen á in huir el trato y conversacion de los
quietar: Cuanto mas será dañoso el parientes, que es por el daño gran
tomar nosotros esa ocasion sin ne de que causa la compasion y ter
cesidad; no teneis que quejaros des nura natural; porque de tratar y
pues de la inquietud y daño que conversar uno con sus parientes,
324 Tratado quinto, cap, I.
naturalmente se sigue el alegrarse parientes les vienen algunas adver
con sus prosperidades, y entriste sidades y trabajos ¿entristéceste? Y
cerse con sus adversidades y traba cuando les va bien ¿huélgaste de sus
jos, y cargarse de pensamientos y prosperidades? Eso, Padre, por
cuidados, si tienen bien lo que han fuerza, no puede ser menos. Con
menester, que es lo que les falta, si fesó llanamente la verdad, que de
les sucederá bien aquel empleo, si uno y otro participaba. Pues en
saldrán bien del otro negocio de tiende, hijo, dice el Santo, que en
honra ó hacienda: los cuales pen la otra vida serás contado tambien
samientos y cuidados van debili en el número de esos de quien en
tando y apocando la virtud y esta vida fuíste compañero en sus
fuerzas espirituales; de tal manera gozos y tristezas. Con los seglares
que cualquiera tentacion le viene será contado en la otra vida, el que
despues á derrotar, porque viene, con ellos y de sus cosas trata en
dice S. Basilio, á quedar como esta. Pues por esta causa, dice S.
una estatua que está vestida de há Basilio, que nos importa mucho
bito de Religioso, sin tener la ver huir el trato y conversacion de
dad y espíritu Religioso: Eoque parientes; porque al fin, lo que
promovet, ut habitum Religionis ojos no ven, corazon no quiebra.
tantum instar statua circumferamus, Y así como el dejar con el afecto
illi nullo pacto virtutum studio cor la hacienda, como la dejamos por
respondentes. No tiene uno mas que el voto de la pobreza, dicen los
el cuerpo en la Religion, y el cora Santos, que nos ayuda á perder la
zon está allá en el mundo entre sus aficion de ella; así el dejar con afec
parientes. Casiano, colla. I, c. 1 1, to los parientes, y no los tratar ni
cuenta de un monge, que hizo su conversar, nos hará olvidar esta
asiento y morada cerca de sus pa aficion carnal, y así nos libraré
rientes, y ellos le proveían alli de mos de los peligros grandes que de
todo lo necesario; de manera que ella se siguen. Importa mucho el
él no tenia que hacer sino vacar á despegarnos de ellos con la obra,
la oracion y leccion; y estaba él para despegarnos de ellos con el co
muy contento con esto, parecién razon: y sino hay lo primero, no
dole que era aquella una vida muy habrá lo segundo. Aun acontece es
quieta y sosegada. Fue una vez á tar muy apartados, é irsenos el co
visitar al gran Antonio, y pregun razon allá, ¿qué será si tratamos y
tóle el Santo, ¿ donde moraba ? El conversamos con ellos?
respondió, que cerca de sus parien Por esto en nuestra Religion es
tes; y que ellos le acudian con to tan prohibidas las idas de los nues
do lo necesario, y él no tenia otra tros á sus tierras tan estrechamen
ocupacion sino vacar á Dios. Pre te como todos saben. Pero para
guntóle: Dime hijo, cuando á tus que esta santa y provechosa prohi
De la aficion desordenada de parientes. 325
bicion se pueda poner en ejecu es de buenos Religiosos, y no co
con, es menester que ayudemos mo hacen algunos, que por no de
nosotros á ello: y que cuando vues jar al otro disgustado contra sí,
tros parientes piden á los superio quieren echar la carga sobre los
res, que os den licencia para ir superiores. Dice S. Gerónimo,
allá, vos seais el primero que resis sobre aquellas palabras de Cristo:
tais, y les satisfagais y persuadais Matth. c. 1 o, v. 16. Estote pruden
que en ninguna manera os convie tes sicut serpentes: Serpentis ponitur
ne, que no os faltarán razones bas exemplum qui toto corde occultat ca
tantes para ello, si vos quereis. Y put, utillud, in quo vita est protegat.
con esto se cumple con los parien Se nos pone ejemplo de la serpiente,
tes, y quedan satisfechos por vues que con el cuerpo defiende la cabe
tro contento, y algunas veces por za, en la cual está la vida. Así no
el suyo. Y esto es lo que desean los sotros siempre habemos de defender
superiores, y se edifican mucho la cabeza, que es el superior, y no
cuando vos decis que no es nece al revés, que porque no dé el golpe
sario, y que deshareis eso con en el cuerpo, descubrimos la cabe
ellos. Porque los superiores mu za, y por escusarnos á nosotros,
chas veces no pueden cumplir de echamos muchas veces la culpa al
superior: pues con esto se ha de te
otra manera con quien se lo pide, y
con los intercesores que algunas ner muy particular cuenta en el ca
so de que vamos hablando. Y co
veces echan, sivos no salís á esto: y
así condescienden y dan una licen munmente todo el punto de este y
cía como estrujada, que no es obe otros semejantes negocios está en
diencia, sino permision, que mas nosotros. Quiera uno, que facil
quisiera el superior que no fuera mente se desharán las dificultades.
des. Este es un aviso muy bueno, Y así lo que yo aconsejaria en este
así para esto, como para otros particular, á quien desease acertar,
muchos casos. Cuando vuestros es lo primero, que procure cuanto
parientes, ú otros amigos ó devo pudiese escusar estas idas y visitas,
tos os piden que hagais ó enten y cuando no las pudiere escusar, sea
dais en algun negocio, que no es el hacerlas forzado por la obedien
conforme á nuestra vocacion é cia, y diciendo al superior, si sien
instituto, no echeis toda la carga te algun peligro en ello; y con todo
al superior, que le obligais, ó á eso hay bien de que temer, y es ine
romper con ellos, ó ha conceder nester ir bien preparados.
lo que piden. No traigais las cosas Del Abad Teodosio cuenta Su
á esos terminos, desviadles vos de rio, que viniéndole á ver su ma
su pretension con buenas palabras, dre con muchas cartas de los Obis
dándoles á entender, que no es cosa pos y Prelados, para que se le de
aquella de nuestra profesion. Eso jasen ver; y dándole licencia el
2 I*
326 Tratado quinto, cap. I.
santo Abad Pacomio, que era su transgressorem te ipsum constituis:
superior, para verla, él respondió: ne igitur ob cognatorum tuorum ne
Padre, asegurame que no daré cessitatem secesseris à loco tuo, nam
cuenta á Dios el dia del juício de discedens è loco, fortassis ex aequo
esta visita, y yo la haré. Entonces discedes à moribus tuis. Si habeis
el santo Abad dijo: hijo, si tu en muerto ya al mundo, y á vuestros pa
tiendes que no te conviene, yo no dres y parientes, ¿para qué volveis á
te obligo á ello. No le quiso ase tratar y conversar con ellos? Mirad
gurar, y él no quiso hacer la visita que es mal caso volverá tomar lo que
sino la tomaba el superior sobre su habeis ya dejado por Cristo: por
conciencia, y así se quedó. Y suce eso guardaos de dejar vuestro
dió bien, porque su madre deter puesto, y vuestro sosiego y recogi
minó de quedarse en un monaste miento por vuestros parientes, por.
rio de monjas que estaba cercano, que no dejeis juntamente con eso el
de que tenian cuidado aquellos espíritu y las buenas costumbres,
monges, con esperanza de ver al que es cosa que suele acontecer:
guna vez entre ellos á su hijo. Este Non invenitur Jesus inter cognatos,
andaba bien, que no queria hacer S3 notos. Luc. c. 2, v. 44. No se
estas visitas, sino era por pura obe halla Jesus entre parientes. Dice muy
diencia, y que lo tomase el supe bien el glorioso S. Bernardo: Quo
rior sobre su conciencia. De esa modo te bome Jesu inter meos cogna
manera ha de ir á su tierra el buen tos inveniam, qui inter tuos minime
Religioso, cuando fuere. Y si en es inventus? ¿Cómo te hallaré, ó buen
tendiésemos bien lo que en seme Jesus, entre mis parientes, pues en
jantes idas suele acontecer, teme tre los tuyos no te pudo hallar tu
riamos las mas, y las procuraria sacratísima Madre? Pues si quereis
mos escusar y estorbar con mayor hallar á Jesus, no le busqueis entre
diligencia. Llenas estan las histo parientes, sino buscadle en el tem
rias y las vidas de los Padres de plo, en la oracion, en el recogimien
ejemplos de monges, que venian to, y aí le hallareis.
perdidos de semejantes jornadas. Y Del padre S. Francisco Javier
será razon que escarmentemos en leemos en su vida, lib. I, c. 9, que
cabeza agena, para que no venga cuando vino de Roma á Portugal,
mos á esperiinentar el daño en la para de allí ir á las Indias, pasan
propia. do cuatro leguas de su tierra, nun
Dice S. Basilio, epist. ad Chilon.: ca quiso llegará ella, ni visitará
Si mórtuus es cum Cristo à cognatis sus parientes, ni á su madre que aun
tuis secundum carnem, quid rursus vivia, por mucho que se lo importu
inter ipsos conversari cupis? Si verò naron; aunque sabia que pasada
quae destruxisti propter Christum, aquella ocasion, nunca tendria otra
rursus dedificas propter cognatos tuos, para poderlos ver. Y lo mismo hi
De la aficion desordenada de parientes. 327
zo el padre maestro Pedro Fabro lo es; y no solo es sin provecho, si
pasando cinco leguas de la suya. Y no de mucho daño, como habemos
nuestro bienaventurado Padre S. dicho. Y para que entendamos
Ignacio, cuando por necesidad cuanto agrada á Dios esta seque
fue á Loyola, nunca quiso posar en dad, y ese despego y desvio de pa
casa de su hermano, sino en el rientes, y el no querer ser visitados
hospital. de ellos, lo ha querido el Señor
mostrar y confirmar con mila
CAPITULO II. gros. En el Prado espiritual se
cuenta de un santo monge llama
Que el Religioso ha de evitar tam do Ciriaco, que viniendo una vez
bien cuanto pudiere, el ser visitado sus padres y parientes á verle, lla
de parientes, y la comunicacion maron á la puerta de su celda; él
por cartas. sabiendo ya la gente que era, y á lo
que venian, hizo primero oracion
El buen Religioso que de veras á Dios nuestro Señor, pidiendo le
desea servir á Dios, y tratar de librase de ellos, y diese órden co
su aprovechamiento, y del fin á mo no le viesen; hecha esta ora
que vino á la Religion, no sola cion abrió su puerta, y salió de su
mente ha de huir de estas visitas celda sin que le viese nadie de
de parientes, é idas á su tierra, aun aquella gente, ni echasen de ver si
que sean con buen título, sino ha salia alguno, y apartóse bien, en
de procurar cuanto pudiere, evitar trándose por el desierto adentro, sin
todo el trato y conversacion de querer volver hasta que supo de
los deudos, y no se ha de contentar cierto que se habian ido. Y del san
con no irles él á visitar, sino ha de to Abad Pacomio cuenta Surio, (c)
procurar no ser visitado de ellos. que viniéndole á visitar una herma
S. Efren dice, (a) que amoneste na suya, no la quiso salir á ver, ni
mos y persuadamos á nuestros pa que le viese, sino envióle á decir
rientes, que no nos visiten, sino con el portero: (d) Ecce audivisti
cuando mucho una ó dos veces al me vivere, abi. Ya has oido que soy
año: Sed si inutilem illorum conver vivo, y estoy bueno, vete en paz. Y
sationem paenitus praecideris, melius aprovechóle mucho la respuesta, co
ages. Pero si pudiésedes, dice, evi mo á la madre de Teodosio, por
tar del todo su conversacion inútil, que se quedó en un monasterio de
mucho mejor sería; y llamala con monjas que estaba allí cerca, ha
mucha razon inútil. Y nuestro santo ciéndose Religiosa.
Padre tambien en las constitucio No solamente las visitas, sino la
nes (b) usó de este término, porque comunicacion por cartas ha de

(a) Efren t. 2, tract. de varia doct. c. 53. (b) Cap. 4 exam. sess. 2.
(c) Surio 14 de mayo, 83 legitur in vit. Patrum. (d) Cap. praecedenti.
328 Tratado quinto, cap. II.
procurar escusar el buen Religioso si la memoria de aquellos que me
cuanto pudiere: porque tambien han eserito, y me apartarán del re
inquieta y desasosiega. Y así co poso y sosiego de mi oracion y
mo no les visitando vos, os libra contemplacion? ¿Cuántos dias se me
reis de muchas visitas, así no les representarán y pondrán delante
escribiendo, os libraríades de mu las figuras y facciones de sus tos
chas cartas suyas. Dice muy bien tros, y los dichos que me dijeron,
aquel santo Tomas de Kempis: * y las cosas de que me escribieron
Si tu sabes dejar los hombres, ellos ¿Cuándo se me acabarán de olvidar,
te dejarán hacer tus hechos. * To y raer de la memoria aquellas es
do está en que vos querais; que si pecies? ¿Con cuánto trabajo volveré
quereis, hallareis medios para todo yo al estado de la tranquilidad, y
lo que quisiéredes. Ya dejamos olvido de las cosas del mundo que
nuestra tierra, casa y parientes por ahora tengo? ¿Qué me aprovechará
Dios: acabémoslos de dejar del to haber dejado los parientes con el
do, y olvidémonos de ellos, para cuerpo, si con el corazon y con la
que así estemos libres y desemba memoria me torno á ellos, y me
razados, para acordarnos mas de estoy conversando y entretenien
Dios, y para amarle y servirle do con ellos? Y diciendo y revol
mas. Cuenta Casiano, l. 5 de inst. viendo estas cosas en su coraz0n,
renunt. c. 32, de un santo monge, toma su mazo de cartas, así como
que era muy dado á la oracion y venia, y da con él en el fuego, di
contemplacion, y tenia mucho cui ciendo: Ite cogitationes patria, pa
dado de guardar la puridad y lim riter concremamini: ne me ulterius
pieza de su corazon, como para ta adilla, quae fugi, revocare tentetis:
les ejercicios se requeria. Habia Apartáos de mi, pensamientosdecar.
quince años, que estaba en el desier ne y sangre, y quemáos aquí todos
to, y al cabo de ellos trajéronle un juntamente con estas cartas, porque
grande mazo de cartas de su tierra, no hagais que me vuelve á lo que
de la provincia del Ponto, de sus ya he dejado. No solo no quiso
padres, de todos sus parientes y leer carta alguna; pero ni desen
amigos; recibe su pliego, y comien volver el pliego, ni ver los nom
za á pensar y revolver entre sí: Si bres y firmas de los que le escri
yo leo estas cartas, ¿de cuántos pen bian, ni aun mirar los sobrescriº
samientos me serán causa? ¿Qué di tros, porque reconociendo la letra
versidad de olas se levantarán lue no se le representase la memoria
go en mi corazon de alegria vana, de ellos, y le impidiese aquello la
si hallo que á mis parientes les va tranquilidad y paz de su corazon.
bien; ó tristeza inútil y desaprove De nuestro bienaventurado padre
chada, si hallo que les ha sucedido S. Ignacio leemos otro ejemplº
mal? ¿Cuántos dias me llevará tras semejante. Lib. 5, c. 1 vitae suº
V. .
De la aficion desordenada de parientes. 329
Esto es muy bueno para los que aun sí. Especialmente, que para hacer
no se contentan con leer una vez fruto espiritual en parientes, co
las cartas, sino que las tienen muy munmente no son aptos parientes;
guardadas para tornarlas á leer porque como ayer los conocieron
otra y otra vez, y relamerse y sa que andaban jugando con ellos, no
borearse en ellas, refrescando la me los tratan con la estima y respeto
moria de sus deudos. Ya que no la que es necesario para el Predica
quemasteis antes de leerla, ¿por qué dor evangélico. Y asi dijo Cristo
no la quemais luego en leyéndola? nuestro Redentor: Amen dico vobis,
Y con ella todos los pensamientos quia memo Propheta acceptus est in
de carne y sangre, para que no os patria sua: Luc. c. 4, v. 24. Nin
inquieten mas. gun Profeta es accepto en su tierra.
Y queriendo Dios hacer de Abrahan
CAPÍTULO III. un gran predicador, y padre de los
fieles, le mandó que saliese de su
Que aunque sea con título de predi tierra, y de entre sus parientes,
car, ha de huir el Religioso el trato amigos y conocidos, y se fuese á
de parientes, y las idas á Mesopotamia, donde de nadie fue
- su tierra. se conocido. Y á S. Pablo (que es
cosa digna de consideracion) es
Algunos les viene esta tenta tando él en Jerusalén en oracion
cion de ir á su tierra, y visitar en el templo, le dijo Dios que
y tratar sus parientes con título de saliese de allí, y fuese á predicar á
predicarles, y hacer fruto espiri la gentilidad; porque aquí en Jeru
tual en sus almas. Y cuando las salén, dice, no harás fruto: Non re
tentaciones vienen de esta manera, cipient testimonium tuum de me.
disfrazadas con color y aparien Actorum c. 22, v. 18. O Señor, que
cia de bien, suelen ser mas peligro aquí me conocen, criado á los pies
sas: porque no se suelen tener por de Gamaliel, y saben que yo perse
tentaciones, sino por buenas razones. guia á los que creian en vos, y que
S. Bernardo, ser. 64 sup. Cant., cuando los otros apedreaban á S.
sobre aquellas palabras: Capite no Estevan, guardaba sus vestiduras.
his vulpes parvulas, quae demoliuntur Anda, que no lo entiendes: sale de
vineas; Cant. 1, v. 15, dice, que esta tierra, donde eres conocido,
esta es una de las raposillas que en que te quiero hacer Predicador de
trando con engaño, y con aparien las gentes: Ego in nationes longe mit
cia de bien, suele destruir y echar tam te: Allá donde no te conocen,
á perder á muchos. Y á algunos, dice harás mucho fruto. Y pareceos á
el Santo, que conoció él, que se vi vos que hareis fruto en vuestra tier
nieron á perder por aquí: pensa ra; ¿y qué fruto podeis vos hacer aí
ron ganar á otros, y perdiéronse á entre parientes? ¿Cómo les podeis
33o Tratado quinto, cap. III,
predicar y persuadir el desprecio ellas le fue necesario pasar por el
del mundo y del regalo, viéndoos yermo, donde vivian los padres,
ellos á vos regalado y entretenido en donde vió muchos monasterios
en el mundo entre carne y san celdas de monges; tuvo plática
gre? con el Abad Juan, el cual le trató
El padre Pedro de Ribadeneira, de las cosas de su alma y salva
en unos diálogos manuscritos, cion; y de la plática quedó tan
cuenta un ejemplo gracioso que movido, que no volvió mas á su
le aconteció á uno de la Compa casa : antes renunciando el mundo,
ñía, que vencido de la ternura de comenzó una vida tan admirable
su madre, se fue á su tierra, en Me. en aquel desierto, y tomó tan á pe
cina, y dice: Que estando un dia un chos el negocio de la virtud, que
sacerdote conjurando en la iglesia en breve tiempo hacia ventaja á
un demonio, que tenía una pobre muchos de los viejos. Yendo tan
muger, delante de mucha gente, viento en popa, le vino una recia
entró à deshora este, y quiso ayu tentacion, que seria mejor volver
dar al sacerdote, comenzó á ame al mundo, y salvar su muger é
nazar al espíritu maligno, y man hijo, pues él estaba ya tan desenga
darle en nombre de Dios, que sa ñado, y no ser para sí solo. Con
liese de aquel cuerpo. El espíritu esta apariencia de caridad, enga
le respondió solamente, mama, ñado del demonio, despues de
mama. Cayóles á todos muy en haber estado cuatro años en el de
gracia la respuesta, como le cono sierto, toma el camino para su tier
cian, y sabian la causa de su veni ra: y pasando por un monasterio,
da, y él quedó muy confuso y cor como visitase á los monges, y les
rido. Pues lo mismo os podran res dijese su intento, todos le decian
ponder á vos, cuando en vuestra ser tentacion del demonio, y que
tierra predicais á los otros, que se muchos habian sido burlados de
mortifiquen, y que dejen los re aquella manera. El no les dió cré
galos y entretenimientos del mun dito, antes obstinado en su pare
do. cer, se despidió de los monges, y
Severo Sulpicio , dialog. 1, queria ya proseguir su camino:
cuenta otro ejemplo á este propósi apenas habia salido del monasterio,
to, no gracioso, sino temeroso. Dice, cuando permitió Dios nuestro Se
que un mancebo de Asia muy rico ñor, que un demonio entrase en su
de bienes temporales, de muy ilus cuerpo, y le atormentase fuerte
tre linage, casado, y ya con un hi mente, haciéndole despedazarse
jo, era tribune tambien de Egip con los dientes, y echar espumara
to, y en viages que solia hacer al jos por la boca. Fue traído en bra
gunas veces, sobre negocios que zos al monasterio, y allí fue for
pertenecian á su oficio, una de zoso por su fiereza echarle en pri
De la aficion desordenada de parientes. 331
siones, y atarle de pies y manos. mos, despreciándose y teniéndose
Digna pena del fugitivo; y aunque en poco, y hollando con igual
los monges rogaban á Dios por él, constancia la prosperidad y la ad
y conjuraban al demonio, permi versidad, se hallan todos con el
tió Dios nuestro Señor, que no le vínculo del amor del deudo y san
dejase hasta pasados , dos años; gre, y queriendo indiscretamente
al cabo de los cuales, siendo libre, cumplir con esta obligacion, vuel
volvió bien escarmentado á su pri ven con el afecto de la carne y pa
mer lugar y vida de monge, sien rentesco á las cosas que ya tenian
do para los otros grande escar dejadas y olvidadas, y amando
miento, para que perseverasen en mas de lo que deben á sus deudos,
lo comenzado, y para que no se olvidados de su profesion, se ocu
deje nadie engañar de estas fal pan en negocios y cosas esterio
sas apariencias de piedad. De aquí res de ellos, entran en las audien
se verá cuan lejos debe estar el cias y tribunales, y se enredan en
Religioso de estas idas á su tierra, los pleitos y marañas de las cosas
y visitas de parientes; porque si aunterrenales, y dejada la paz y quie
con título de predicarles y hacer tud interior, se engolfan de nuevo
fruto en sus almas, dicen los Santos en los negocios seglares con mu
que es tentacion, y que hay en ello cho peligro de sus almas. Lo mismo
muchos inconvenientes y peligros, dice S. Isidoro, l. 1 de summo
¿qué será cuando uno va solamente bono: Multi Monachorum amore
por consolarlos ó consolarse? parentum, non solum terrenis curis,
sed etiam forensibus jurgiis involuti
sunt, 85 pro suorum temporali salu
CAPITULO IV. te suas animas perdiderunt.
Este es uno de los mayores bar
Que particularmente se ha de guar rancos y atolladeros que hay en es
dar mucho el Religioso de ocuparse ta materia. Cuando la aficion car
en negocios de parientes. nal se enseñorea tanto del Religio
so, que le hace cuidar de los ne
Sobre todo se debe guardar mu goeios de sus parientes, y encargarse
cho el Religioso de encargarse de de ellos; como lo vemos y espe
negocios de parientes, y de ocu rimentamos mas de lo que quisiera
parse en ellos, por los muchos y mos por nuestros pecados. Dice S.
grandes inconvenientes y peligros Basilio, in const. monast. c. 2 1,
que en ello hay. Dice S. Gregorio, que esto nace de que el demonio
l. 7 mor. c. 14, muchos hay, que envidioso de ver que en el mun
despues de haber dejado sus ha do hace un Religioso vida celes
ciendas, y todo cuanto poseian en tial, y viviendo en carne, vive sin
el siglo, y lo que es mas, á sí mis ella, y va ganando lo que él per
332 Tratado quinto, cap. IV,
dió, procura con pretexto de pie Religioso: dejó él su hacien
dad, y aun de obligacion, embara da, y su honra, y sus comodi
zar á los Religiosos con estos cui dades y regalo, por librarse de
dados, para que así pierdan la paz, esos cuidados y embarazos, ¿y hase
y quietud de las almas, y vayan de encargar acá de los agenos, y ser
resfriándose en el amor que tenian como el obligado á todas las co
puesto en Dios, y en el fervor con sas que tocan á la carne y sangre,
que caminaban á la perfeccion. Y y perder por eso el fruto de su vo
es cosa de ver el ahinco que en es cacion? Muy bien respondió el
to pone el demonio, tomando por Abad Apolo, como refiere Casiano,
instrumento á los mismos parientes, colla. 24, c. 9, el cual como es
que parece que no saben en todos tuviese en su celda, vino á él un
sus negocios, trampas y diferen hermano suyo una noche á pedirle
cias, y en todos sus casamientos que saliese de ella, y le fuese á ayu
y embarazos, sino acudir luego al dar á sacar un buey que se le habia
pariente Religioso. Aquel ha de atollado en un buhedal, ó panta
ser como el obligado á la carni no, porque él solo no le podia sa
cería; paréceles que aquel es mas car. Díjole el Abad Apolo: ¿Por qué
á propósito, y está mas desocupado, no fuiste á llamar al otro hermano
y que no tiene en que entender si que quedó allá? Respondió él : Ese
no en acudir á sus negocios. Dice ya ha quince años que es muerto.
muy bien Dionisio Cartujano, (a) Entonces dijo el Abad Apolo:
aun hablando de los prelados y Pues hermano mio, yo ha veinte
clérigos seglares, quitó Dios los hi años que soy muerto, y estoy se
jos á los clérigos, y el demonio les pultado en esta celda, y así no pue
dió sobrinos: y trae aquello que do salir de ella á ayudarte. De esta
dijo el otro: manera se ha de haber el Religioso
Cum factor rerum privaret semine en semejantes ocasiones, y sino se
clerum: -

sabe sacudir de cuidados y nego.


Ad Satanae votum, successit turba cios de parientes, tenga por cierto,
nepotum. que recibirá muy grande daño en
Para eso procura satanás el nego su ánima, aunque sea con título
cio del sobrino, y el poner en esta de piedad, y cuanto mas justificado
do á la sobrina, y meteros á vos en quisiere.
la danza, para sacaros de vuestro Concuerda muy bien con lo di
puesto y de vuestra profesion. Eso cho, dice S. Gerónimo: Quanti
es lo que él pretende, no el bien de Monachorum, dum patris, matris
vuestros parientes, sino vuestro que miserentur, suas animas perdide
mal y daño. Pues cuidado del runt! (b) O cuántos Religiosos, di
- (a) Ludolph. de Saxonia. Cartus. in vita Christi, part. 1, e 68.
(b) Hieron. in Reg. Monachor, quam colleg. Lup. de Olivet.
De la aficion desordenada de parientes. 333
ce, con pretexto de piedad, y con cia esa, sino permision; condes
una falsa compasion de sus parien ciende el superior con vos y con
tes, perdieron sus ánimas, y acaba vuestra flaqueza, y mas hace él
ron mal La esperiencia cotidiana vuestra voluntad en eso, que vos la
nos lo muestra, y ejemplos hay suya. Y si el otro monge no quiso
muchos de Religiosos, que ha der visitar á su madre, porque el supe
rotado esta falsa compasion de los rior no lo tomaba sobre su concien
parientes. ¿Cuántos han faltado en cia; ¿cuánto mas será razon, que
su vocacion y dejado de ser Reli vos no os engolfeis ni entremetais
giosos, por enfrascarse en seme en negocios de vuestros parientes,
jantes cuidados de hacienda de los sino es puramente por obediencia:
suyos, ó de ponerlos en estado? y que el superior diga que lo to
¿Cuántos por consolar á sus padres ma sobre su conciencia, habiendo
los vemos apóstatas por esas ca tanto peligro en ellos?
lles, que despues no sirven sino de
comerles las haciendas, y darles CAPÍTULO V.
mala vejez con su mala vida? Y así
llama S. Basilio, in const. monast, En que se confirma lo dicho con al
c. 2 1, á esta, arma ó saéta del de gunos ejemplos.
monio, de la cual debemos huír,
porque la torna él por instrumento Del santo Abad Pemenes con
y medio para hacernos grande mal: taban aquellos santos padres an
Scientes itaque intolerabile detri tigüos, que en un cierto tiempo
mentum, hujus erga cognatos afec habia ido á Egipto un juez, el cual
tus : fugiamus illorum curam, tan oyendo la fama y opinion de este
quam diabolicam ad impugnandum Santo, le deseó ver, y para esto le
nos armaturam habentem. envió un mensagero á suplicarle,
Y no se escuse, ni asegure nadie que tuviese por bien de recibirle,
en estas cosas, ni piense que está porque le queria ir à visitar. Peme
todo santificado, con decir que nes se entristeció y desconsoló con
lo que hace está ya colado y pasa este recado, pensando entre sí, que
do por la obediencia; porque como si las personas nobles comenzaban
decimos de las visitas de parien á irle á visitar y á honrar, luego
tes, é idas á las tierras, así es acudirian muchos de los popula
en esto, que muchas veces los supe res, y le inquietarian en su vida y
riores no querrian que vosos entre ejercicios solitarios, y perderia y
metiésedeis en los negocios de vues le robaria el demonio la gracia de
tros parientes, porque eso entien la humildad, que con tanto traba
den que seria lo mejor; pero per jo, favoreciéndole el Señor, habia
mítenlo, porque no ven virtud en procurado alcanzar y conservar
vos para otra cosa. No es obedien desde su mocedad hasta entonces,
334 Tratado quinto, cap. V.
y caeria en los lazos de la vanaglo nan á misericordia, entendiendo,
ría. Pensando, pues, en sí estas co que un hijo único que tengo está
sas, se deterininó de escusarse, y no puesto en peligro de muerte? Peme
recibirle. De lo cual el juez quedó nes que esto oyó, dijo al monge
desconsolado, y dijo á un su ofi su compañero que le servia: Anda,
cial: A mis pecados imputo el no díle estas palabras: Pemenes no en
poder ver á este hombre de Dios. Y gendró hijos, y así no se duele.
de allí adelante deseó verle, por Con esto se volvió la hermana des
cualquier ocasion que fuese. Y al consolada, y el juez supo lo que ha
cabo dió en una traza, que le pare bia sucedido en el desierto, y vien
ció ser bastante para forzarle á que do que era escusado irle á visitar,
le recibiese de buena gana, ó él dijo á ciertos amigos suyos: per
viniese del yermo á visitarle : y suadidle, que á lo menos me escri
fue, que prendió á un su sobrino, ba una carta de ruego, para que le
hijo de una hermana suya, y le pu pueda soltar. Muchos fueron con es
so en la cárcel, y secretamente di te recado á Pemenes, y le rogaron
jo á su oficial, que porque no se que escribiese al juez, y él mo
desconsolase el santo viejo por la lestado de sus ruegos, le escribió de
prision de su sobrino, le enviase á esta manera: Mande tu nobleza in
decir, que si venia á visitar al juez, quirir diligentemente la causa de
luego le sacaría de la cárcel, aun ese mancebo, y si ha hecho algu
que la causa era tan grave y cri na cosa digna de muerte, muera;
minal, que no podia pasar sin ser porque pague en este presente siglo
asperamente castigado. Como esto la culpa de su pecado, y con esto se
oyó la madre del preso, y enten escape de las penas eternas del in
dió que si su hermano venia á vi fierno. Del santo Abad Pastor se
sitar el juez, su hijo seria suelto y cuenta en las vidas de los padres
libre, fue al yermo, y comenzó á otro ejemplo semejante: Que no
dar en la puerta de la celda de su pudieron alcanzar de él, que inter
santo hermano muchas voces y so cediese por un sobrino suyo que
llozos, y con abundancia de lágri estaba condenado á muertes por no
mas desde allí le rogaba, que fuese embarazarse en cosas que tocaban
á ver al juez, y le rogase por su hi á la carne y sangre. *.

jo. S. Pemenes, aunque la oyó, ni De nuestro bienaventurado Pa


le dijo nada, ni le quiso abrir la dre S. Ignacio leemos, l. 5, c. 5,
puerta para que entrase. Viendo vitae S. Ignatii, que nunca se quiso
esto la hermana, se enojó, y le co encargar del casamiento de su so
menzó á maldecir y decir: Durisi brina, que era heredera y señora
mo y cruelísimo, que tienes las de su casa, ni aun escribir una car
entrañas de acero, ¿cómo mi gran ta para ello, por mucho que se lo
dolor, ni mis llantos no te incli rogaron algunos grandes señores,
De la aficion desordenada de parientes. 3.35
como los duques de Najera, y Al deremos aquí, de que negocios se
burquerque; á los cuales respon estrañaban aquellos Santos, y pu
dió, que ya aquellos negocios no diéndolos concluír tan brevemen
le tocaban á él, ni eran conforme te; y miremos por otra parte, en
á su profesion, y por haber ya tantos que negocios se embarazan ahora
años antes renunciado estos cuida algunos Religiosos. Si aquellos
dos, y ser muerto al mundo, y ilustres varones, siendo tan san
que no le estaba bien volver á to tos, temian tanto de tratar seme
mar lo que tanto antes habia deja jantes negocios, ¿cómo no tememos
do, y tratar cosas agenas de su voca los que no somos tan santos, y asi
cion, y vestirse otra vez la ropa de corremos mayor peligro? Y aun
que ya se habia desnudado, y ensuciar esa creo que es la causa, porque
los pies, que con la gracia divina, á no tememos, porque no somos
tanta costa suya, desde que de su ca-; tan santos, que si de veras tratase
sa partió, habia lavado: Expoliavi mos de santidad y perfeccion, te
me tunica mea, quomodo induar illa? meriamos los peligros grandes que
Lavi pedes meos, quomodo inquina hay en estos negocios, y huiriamos
bo illos? Cant. 53. de ellos, como vemos que lo ha
De nuestro padre S. Francisco cian los Santos.
de Borja leemos en su vida, I. 4,
c. 6, que nunca se pudo acabar con CAPITULO VI.
él que suplicase á su Santidad dis
pensase con Don Alvaro de Borja De otros males y daños que causa
su hijo, para que se casase con su la aficion á los parientes, y co
sobrina, hija de su hermana Doña mo nos enseñó Cristo nuestro
Juana de Aragon, que habia here Redentor el desvío
dado el marquesado de Alcañizas, de ellos.
yéndole tanto en ello á su hijo,
pues le iba á heredar un estado tan El bienaventurado S. Basilio,
principal, y sabiendo por otra parte in const. monast. c. 21, dice, que
la voluntad grande que tenia el este afecto y compasion natural á
Papa de favorecerle á él y á todas los parientes, suele algunas veces
las cosas que le toeasen. Y con el poner en tal estado al Religioso,
Emperador, se dice allí, que le y llegarle á tales terminos, que
aconteció en esto otro easo, del viene á hacer sacrilegio, hurtando
cual quedó el Emperador muy á la Religion para socorrerles. Y
edificado, y conoció que era ver ya que no tome uno de la Reli
dad lo que le habian dicho del des gion para dar á los parientes,
pegamiento del padre S. Francisco toma de lo que los devotos habian
para con sus hijos, que se habia con de dar á la Religion: y de aquí y de
ellos, como sino lo fueran. Consi allí, de parientes y amigos busca
336 Tratado quinto, cap. PI.
para darles, y algunas veces con adhue autem et animam suam, non
detrimento de los ministerios; por potest meus esse discipulus: Luc. c.
que no puede uno tener tanta liber. 14, v. 26. Si alguno quisiere venir
tad con aquellos que ha menester, en pos de mi, y no aborreciere á su
y de quien de esta manera está padre, madre, hijos, muger, herina.
prendado. Otras con algun escru nos, y tambien á sí mismo, no puede
pulo de conciencia contra el voto ser mi discípulo. Advierte aquí
de la pobreza: Si me lo dan á mi, ó muy bien S. Gregorio, lib. 7
se lo dan á otro; si lo doy yo, ó si mor. c. 14, que de la misma mane
se lo da el otro. Y añadese á esto, ra que manda que nos aborrezca
que esta aficion de parientes ciega mos á nosotros mismos, manda
de tal manera, que hace que no re que aborrezcamos á nuestros pa
pare uno en esas cosas, y que le dres y parientes. De manera que
parezca lícito lo que algunas veces así como habeis de tener un odio
es ilícito, y que le parezca que no santo contra vos mismo, mortifi
es contra el voto de la pobreza lo cándoos y contradiciéndoos en
que en realidad de verdad lo es. Y todo aquello que la carne pidiere
aunque no llegue uno á hurtar otra contra el espíritu y contra la ra
cosa á la Religion, sino el tiempo zon, y no condescendiendo con
que gasta en los negocios de sus ello, porque ese es el mayor ene
parientes, en eso hurta y la de migo que teneis; así tambien habeis
frauda harto; porque ya dice S. de tener un odio santo á vuestros pa
Basilio: No sois vuestro, sino de la dres y parientes, no condescendien
Religion, á lo cual ofrecisteis tam do con ellos, sino contradiciéndoles
bien vuestro cuerpo, y todas vues en todo aquello que fuere impedi
tras obras y trabajos, y por eso mento para vuestra salvacion, y pa
ella tiene cuidado, no solo de ra vuestro aprovechamiento y per
vuestra alma, sino tambien de feccion, porque esos son parte de
vuestro cuerpo, dandoos todo lo vos, y son tambien vuestros enemi
necesario; y vos tomais el sustento gos: Et inimici hominis domestici
de la Religion, y os ocupais en ejus. Mich. c. 7, v. 6.
servir á vuestros parientes. Todo En las crónicas de S. Fran
eso le hurtais, fuera de la desedifi cisco, 1 p. c. 24, se cuenta, que
cacion que en esto dais á los que un hombre dijo al santo fray Gil,
os ven tan pegado y asido á pa que en todo caso determinaba
rientes. de ser Religioso. Respondió el
No sin gran razon dijo Cristo siervo de Dios: Si determinas de
nuestro Redentor en el Evange hacer eso, ve primero, y mata
lio: Si quis venit ad me, S9 non odit cuantos parientes tienes. Y aquel
patrem suum, 83 matrem, 83 uxo hombre díjole llorando, que no
rem, et filios, et fratres, et sorores, le obligase á hacer tantos pecados.
De la aficion desordenada de parientes. 337
Respondio fray Gil: ¿Por qué eres tas palabras: Si autem illi, neque
de tan poco saber y entendimien patrem sepelire licuit, va his qui
to? Yo no digo que los mates con monasticem professi, ad mundana
la espada material, sino con la regrediuntur negotia ! Si aun para
mental. Porque segun la palabra enterrar á su padre no le dió licen
del Señor, el que no tiene odio al cia: ay de aquellos que profesan ya
padre y á la madre, y á los parien la Religion, y tornan á negocios
tes, no puede ser su discípulo. Es mundanos y seglares! ,

cosa digna de consideracion, ver Y no se contentó Cristo nuestro


que de veces nos repite el Salvador Redentor con avisarnos de esto de
esta doctrina en el santo Evange palabra, y con ejemplos agenos,
lio. Y lo nota muy bien S. Basi sino con su propio ejemplo nos
lio, in const. monast. c. 21, y trae quiso encomendar este desvío de
aquellos dos ejemplos que en él parientes. Como se ve en muchos
leemos. El primero de aquel man lugares del Evangelio, que en lo
cebo que queria seguir á Cristo, esterior parece que muestra rigor
y le pidió licencia para ir á dispo. y aspereza á su santísima Madre,
ner de su hacienda y legitima. Al como en aquel desvío, al parecer,
cual respondió: Nemo mittens ma que le dió habiéndole hallado en el
num suam ad aratrum, et respiciens templo: Quid est quod me quaereba
retro, aptus est Regno Dei; Luc. c. tis? Nesciebatis quia in his quae pa
96, v. 2. El que echa mano al arado, tris mei sunt, oportet me esse? Luc.
y vuelve atras, no es apto para el c. 2, v. 49. ¿Para quéme buscabadeis,
reino de los cielos. De manera no sabíadeis que me conviene estar
que es volver atras, habiendo co en las cosas de mi padre? Y en las
menzado á echar mano del arado bodas cuando faltó el vino : Quid
de los consejos evangélicos, tor mihi, et tibi est mulier? Joan. c. 2,
naros á embarazar en los negocios v. 4. ¿Qué tenemos nosotros que ver
del siglo que dejasteis. Por eso te con eso? Para enseñarnos á noso
med la sentencia de Cristo, que tros, dice S. Bernardo, serm. 2,
es no ser apto para el reino de los Dom. 1 post octav. Epiph, el modo
cielos. El segundo ejemplo es del con que habemos de tratar á los pa
otro mancebo que queria tambien rientes, que cuando nós quisieren
seguir á Cristo, y pidióle licencia apartar del fin de nuestra profe
para ir á enterrar á su padre, cosa sion, les demos de mano diciendo:
tan honesta, y que tan en breve se In his, quae patris mei sunt, oportet
podia hacer, y no se la dió, sino me esse: Convienenos atender al ne
respondióle: Sine ut mortui se gocio de Dios, y de nuestra salva
peliant mortuos suos: Luc. c. 9, v. 6o. cion. Y al otro que le dijo :
Deja á los muertos enterrar sus Maestro, díá mi hermano, que
muertos. Dice Teofilato sobre es. parta conmigo la herencia: Le res
TOMO I I , 22
338 Tratado quinto, cap. XXVII.
pondió sacudidamente: Homo quis dio. Y asi está uno obligado á quie
me constituut judicem aut divisorem tarse con lo que la Compañía le dije.
super vos? Luc. c. 12, 14. ¿Quién me re en esta parte, pues hay en ella tan.
ha hecho á mi juez de partijas? No tas letras, y tanto amor de Dios, y
me enviaron á mi á averiguar y lo mira bien, conforme á ciencia y
componer esas diferencias. Para en conciencia. Y para eso se le propo
señarnos, que habemos de huir de ne y pregunta esto al principio al
semejantes negocios, porque no son que quiere entrar en la Compañía;
conformes á nuestra profesion. y no le reciben, sino es contento
de pasar por esto. Y debe dar mu
CAPÍTULO VII. chas gracias á Dios de que se pue
da seguramente descuidar con es
Como se suele disfrazar esta tenta to, para tratar mas de veras de su
cion, con título no solo de piedad, aprovechamiento y perfeccion.
sino de obligacion: y del re. Por esta misma razon manda tam
medio para eso. bien nuestro santo Padre, que cuan
do la distribucion de la hacienda se
Porque esta tentacion se suele hubiere de hacer á parientes, por
algunas veces , valer y ayudar, ser pobres, se deje á juicio de dos
no solo de título de piedad, sino ó tres personas de ciencia, ó con
de obligacion, que son las mas pe ciencia, que cada uno eligiere con
ligrosas tentaciones; nuestro santo aprobacion del superior, los cuales
Padre, para prevenir y obviar el han de juzgar si son verdaderamen
daño grande que de aqui podia re te pobres, y si es verdadera necesi
sultar en la Compañía, manda en dad la que tienen; porque la aficion
las constituciones, c. 5 exag. $ 3, de la carne y sangre no haga errar.
que á todos los que entran en ella, De manera que para dar uno su
se les pregunte: Si cuando hubiere hacienda á pobres estraños, no es
duda, si estan obligados á socorrer menester esta consulta, y para dar
á sus padres ó parientes, se deja á parientes pobres, sí, por el peli
rán regir por lo que la Compañía gro que hay del amor y aficion na
y superior de ella les ordenare, no tural. Y asi notó S. Gregorio, lib.
dejándose llevar de su propio jui 7 mor. cap. 24, en aquel ejemplo,
eio; porque en negocio de parien en que prohibió Cristo á aquel
tes, como en cosa propia, la afi mancebo, que no fuese á enterrar
cion ciega suele ser causa de errar: á su padre. Luc. 9, 6o. Advertid,
asi no pueden ser ellos buenos jue que lo que no prohibiera hacer
ces en esa causa. Pues para que es con un estraño, antes lo aconse
tén todos quietos, y no tengan que jára y fuera obra de misericordia,
tener escrúpulo ninguno, proveyó lo prohibe para con su padre, para
nuestro santo Padre de este reme que entendamos, que lo que se pue
De la aficion desordenada de parientes. 339
de hacer con los estraños, muchas no solamente con el cuerpo, pues
veces no conviene que se haga con habiendo de ser mas humildes, tie
los parientes, por el peligro que nen mas vanidad y presuncion.
suele haber en ellos, y por la desedi Finalmente, el que quisiere al
ficacion de los que ven á un Reli canzar el fin á que vino á la Reli
gioso envuelto, y embarazado en gion, conviene que se sacuda del
cosas de carne y sangre. Claro está trato y negocios de parientes, y que
que de otra manera hace uno el les dé de mano: Qui dixit patri suo,
negocio del estraño, que de sus S3 matri sua nescio vos, 83fratribus
deudos y parientes: porque aquel suis ignoro vos, 83 nescierunt filios
no le inquieta ni desasosiega; pe suos, hi custodierunt eloquium tuum,
ro este otro bien esperimenta, que S3 pactum tuum servaverunt: Deut.
le causa grande inquietud, y le ro c. 33, v. 9. El que por mas servirá
ba la paz de su alma, y le es gran Dios se olvida de sus parientes, y
de impedimento para los ejerci dice á su padre, madre y herma
cios espirituales: y asi, cuando al nos no os conozco, ese guardará
guna vez fuese necesario ayudar bien los mandamientos de Dios y
uno en algo á sus parientes, será los consejos que ha profesado. Di
mejor y mas seguro para él, y de ce muy bien S. Bernardo, y es
mas edificacion para los prójimos, doctrina comun de los Santos, que
que otro padre se encargase de el Religioso ha de ser como otro
eso, y no él. Y en la Compañía te Melchisedech, del cual dice S. Pa
nemos órden de que se haga así, y blo, ad Hebr. c. 7, v. 3, que no tenia
es doctrina de S. Basilio: in quaest. padre, ni madre, ni linage. No por
fusius disp.: fuera de que cuan que careciese de esto, que siendo
do él propio entiende en esos ne como era verdadero hombre, no
gocios, si en él hay alguna cosa de podia carecer de ello: pero dicese,
mundo y carne, querria que los su que no lo tenia, porque la sagrada
yos no fuesen pobres ni padecie Escritura, cuando habla de él en
sen, y Dios quiere que sean pobres, razon de sacerdote, no hace men
y que padezcan necesidad: porque cion de esto, ni del principio y fin
aquello les conviene mas á ellos pa de sus dias. Para darnos á entender,
ra su salvacion, y á él para su hu que los sacerdotes, y mucho mas los
millacion. Y aun suele en esto en Religiosos, han de estar tan despe
trarse algunas veces otra vanidad gados de todo esto, como sino lo
y locura, que algunos Religiosos tuviesen, y tan dedicados á las co
quieren y procuran, que sus pa sas espirituales y divinas, como si
dres y parientes sean y tengan mas hubieran venido del cielo. De ma
de lo que fueran y tuvieran si ellos nera que sean cn su corazon como
no fueran Religiosos. En lo cual otro Melchisedech, sin tener cosa en
dan claras muestras de no serlo, si este mundo que trate de él, y les
34o Tratado quinto, cap. VII.
impida y retarde su apresurado ca y determinó el día siguiente salirse
minar á Dios. Pues concluyamos con de la Religion: y sintiendo sobre
lo que concluye S. Bernardo: Sede este caso grande contienda en su
itaque solitarius sicut turtur, nihil corazon, acudió á la oracion, co
tibi, 83 turbis, nihil cum multitudi mo lo tenia de costumbre; y pos
ne caeterorum, etiamque ipsum obli trado ante la imágen de un Cruci.
viscere populum tuum, et domum fijo, decia con angustiado cora
patris tui, 83 concupiscet rex deco zon: Señor, no os quiero yo de
rem tuum: Psal. 1 14, v. 1 1. Reco jar, ni vos permitais tal cosa, mas
geos y sentaos á solas, y apartaos, no solamente quiero remediar á mi ma
solamente de la demas multitud, si dre, que está en gran necesidad.
no olvidaos tambien de vuestro pue Y como diciendo estas cosas, le
blo, y de la casa de vuestro pa vantase los ojos á la imágen, vió
dre, y codiciará Dios vuestra her que del lado del Señor manaba ver
mosura. S. Gerónimo (a) sobre dadera sangre; y luego oyó una
estas palabras del Profeta, dice: voz que le decia: Mas caro me cos
Grande praemium est parentis obli taste á mi que á tu madre, pues te
visci, quia concupiscet rex decorem crié, y redimí con esta sangre: no
tuum: Gran cosa debe ser el olvidar me debes tu dejar por amor de tu
se uno de sus padres y parientes, madre. Con este aviso quedó el
pues tan gran premio se le promete, maestro espantado, y prefiriendo
que codiciará Dios su hermosura. el amor de Jesucristo al amor
En las crónicas de la Orden de natural de su madre, que le movia
S. Francisco, 2 p. c. 13, se cuenta, por su necesidad á dejar aquel es
que entró en Paris en la Orden un tado, perseveró en la Orden aca
maestro en Teología, al cual bando en ella con mucho loor.
habia sustentado su madre con li Aunque en este tratado parece
mosnas y mucha pobreza hasta que habemos hablado solamente
ponerle en aquel estado. Y oyendo con los Religiosos, pero si los se
que su hijo era fraile, vino al glares sacasen de él, como desea
convento, y con muchas lágrimas mos, ni inquietar á los Religiosos
é importunaciones, pedia á voces á ni embarazarlos en sus negocios,
su hijo descubriéndole los pechos, ni entremeterse en el gobierno de
y diciéndole los trabajos con que la Religion, pidiendo y procuran
le habia criado, representándole la do que su pariente ó amigo vaya
necesidad y miseria en que la de ó resida en tal parte, no seria de
jaba. Por estas lágrimas fue movi pequeño fruto, asi para ellos, co
do el maestro á dejar su propósito; mo para nosotros.

(a) Hieron. in regul. monachorum, quam collegit Lupus de Olivero.


34 I

TRATADO SEXTo,
DE LA TRISTEZA Y ALEGRIA.

CAP ITULO PRIMERO.

De los daños grandes que se siguen de la tristeza.


Zinium longe repelle à te: y que dejeis la leccion espiritual.
multos enim occidit tristitia, 83 non Y en todos los ejercicios espiri
est utilitas in illa. Eccl. c. 3o, v. tuales os pondrá un tedio y un
23. Echa muy léjos de tí la tris hastío, que no podais arrostrar á
teza, dice el Sabio, porque la tris ellos: Dormitavit anima mea prae
teza ha muerto á muchos, y no taedio. Psal. 1 18, v. 28. En este verso
hay en ella provecho alguno. Ca dice Casiano, lib. 1o, c. 3, declara
siano, lib. 9 de instit. renunt., muy bien el Profeta estos daños
hace un libro del espíritu de la que se siguen de la tristeza. No di
tristeza; porque dice, que para ce que se adormeció su cuerpo, si
curar y remediar este mal y enfer no su ánima; porque con la triste
medad, no es menester menor cui za y acedia espiritual cobra el áni
dado y diligencia que para las de ma tanto tedio y hastío á todos
mas enfermedades y tentaciones los ejercicios espirituales, y á to
espirituales que se nos ofrecen en das las obras de virtud, que está co
esta vida, por los muchos y gran mo dormida, inhabil y torpe para
des daños que se siguen de ella: los todo lo bueno. Y algunas veces es
cuales va allí poniendo, y fundán tan grande el fastidio que tiene uno
dolos muy bien en la Escritura sa con las cosas espirituales, que le
grada. Guardaos, dice, de la triste vienen á enfadar y dar en rostro
za, no la dejeis entrar en vuestro los que tratan de virtud y perfec
corazon ; porque si le dais entrada, cion, y aun algunas veces los pro
y se comienza á enseñorear de vos, cura retraer y estorbar de sus bue
luego os quitará el gusto de la ora nos ejercicios.
cion, y hará que os parezca larga Tiene tambien otra cosa la tris
la hora, y que no la cumplais ente teza, dice Casiano, que hace al
ramente, y aun algunas veces hará hombre desabrido y áspero con
que os quedeis del todo sin oracion, sus hermanos. S. Gregorio, lib. 31
22º
342 Tratado sexto, cap. I.
mor. c. 31, dice, Tristis ex propin píritu Santo nos los declara breve
quo habetiram: La tristeza mueve á mente por el Sábio: Sicut tinea ves
ira y enojo. Y asi esperimenta timento, 83 vermís ligno, ita tristi
mos, que cuando estamos tristes, tia virinocet cordi: Prov. 25, v. 2o.
facilmente nos airamos, y nos en Lo que hace la polilla en la vestidu
fadamos luego de cualquiera cosa. ra, y el gusano y carcoma en el
Y mas, hace al hombre impaciente madero, eso hace la tristeza en el
en las cosas que trata: hacele sospe corazon del hombre. La vestidura
choso y malicioso, y algunas ve comida de polilla no vale nada, ni
ces turba de tal manera al hombre puede servir para nada: y el made
la tristeza, que parece que le quita ro lleno de carcoma no es de pro
el sentido, y le saca fuera de sí, con vecho para el edificio, ni se puede
forme á aquello del Eclesiástico, c. cargar sobre él peso alguno, por
2 1, v. 15. Non est sensus, ubiest ama. que luego se hace pedazos: asi el
ritudo: Donde hay amargura y tris hombre lleno de melancolía, triste
teza, no hay juicio. Y asi vemos y desgraciado se hace inútil para
muchas veces, que cuando reina todo lo bueno. Y no para aqui el
en uno la tristeza y melancolía, mal, sino lo que peor es, la tristeza
tiene unas aprehensiones tan fuera en el corazon es causa y raiz de
de camino, unas sospechas y te muchas tentaciones, y de muchas
mores tan sin fundamento, que los caídas: Multos enim occidit tristitia:
que estan en su seso, se suelen reir, A muchos ha hecho la tristeza caer
y hacer conversacion de ellas, co en pecados. Y asi llaman algunos
mo de locuras. Y á otros habemos á la tristeza, nido de ladrones, y
visto hombres gravísimos, de gran cueva de los demonios: y con mu
des letras y talentos, tan presos de cha razon. Y traen para esto aque
esta pasion, que era gran compa llo que dice el santo Job del de
sion verlos, unas veces llorar como monio: Sub umbra dormit: En esa
criaturas, y otras dar unos suspiros, sombra y oscuridad, en esas nie
que no parecia sino que bramaban. blas y tinieblas de esa confusion
Y asi cuando estan en su seso, y que teneis cuando estais triste, aí
sienten que les quiere venir esta lo duerme y se esconde el demonio;
cura (que bien se puede llamar asi) ese es su nido y madriguera, y
se encierran en su aposento, para aí él hace sus mangas, como dicen :
allí á solas llorar y suspirar con esa es la disposicion que él está
sigo, y no perder la autoridad y aguardando, para acometer con to
opinion con los que les vieren hacer das cuantas tentaciones quiere: Po
tales cosas. suisti tenebras, 83 facta est nox, in
Si quereis saber de raiz los efec psa pertransibunt omnes bestiae sil
tos y daños que causa la tristeza vae: Psal. 1 o 3, v. 2 o, et 22. Así como
en el corazon, dice Casiano, el Es las serpientes y bestias fieras estan
De la tristeza y alegría. 343
aguardando la oscuridad de la no procura que se detengá en ellos,
che para salir de sus cuevas; asi el socolor de que con eso desechará
demonio, serpiente antigua, está la tristeza, y se aliviará su corazon.
esperando esa noche y oscuridad Esta es una cosa mucho de temer
de la tristeza, y entonces acomete en los que andan tristes y melán
con todo género de tentaciones: Pa cólicos; porque suelen ser muy or
raverunt sagittas suas in pharetra, dinarias en ellos estas tentaciones.
ut sagitent in obscuro rectos corde. Y lo advierte muy bien san Gre
Psal. Io, v. 2. gorio. (a) Dice, que como todo
Decia el bienaventurado san hombre naturalmente desea alguna
Francisco, que se alegra mucho el delectacion y contento, cuando
demonio, cuando el corazon de no lo halla en Dios, ni en las co
uno está triste: porque facilmente, sas espirituales, luego el demonio
ó le ahoga en la tristeza y desespe que sabe bien nuestra inclinacion,
racion, ó le convierte á los place le representa y pone delante cosas
res mundanos. Nótese mucho esta sensuales y deshonestas, y le ofre
doctrina, porque es de mucha im ce gusto y contento en ellas: con
portancia. Al que anda triste y que le parece que se le mitiga y ali
melancólico, unas veces le hace el via la tristeza y melancolía pre
demonio venir en gran desconfian sente: Sine delectatione anima nun
za y en desesperacion, como lo hi quam potest esse, nam aut in infimis
zo con Cain, y con Judas. Otras delectatur, aut in summis:Entended,
veces, cuando por aí le parece que dice el Santo, que si no teneis con
no tiene buen juego, le acomete tento y gusto en Dios y en las
con deleites mundanos, otras con cosas espirituales, que le habeis de
deleites carnales y sensuales: so ir á buscar en las cosas viles y sen
color que con aquello saldrá de la suales. Porque no puede vivir el
pena y tristeza que tiene. Y de aquí hombre sin algun contento y en
es, que cuando está uno triste, le tretenimiento.
suelen venir unas tentaciones de la Finalmente, son tantos los ma
vocacion; porque le representa el les y daños que se siguen de la
demonio que allá en el mundo vi tristeza, que dice el Sabio: A tris
viera alegre y contento: y algu titia enim festinat mors. Y en otro
nos ha sacado de la Religion la lugar: Omnis plaga tristitia cordis
tristeza y melancolía. Otras veces est: Todos los males vienen con la
les suele traer el demonio pensa tristeza. La muerte viene con ella;
mientos carnales y deshonestos, aun la muerte eterna que es el in
que dan gusto á la sensualidad, y fierno. Asi declara S. Agustin (b)

(a) Greg. l. 18 mor. c. 8. Idem notat S. Bonav, t. 2 opusc. l. 3 de profect.


Relig. c. 2. Eccles. c. 38, v. 19. Eccles. c. 24, v. 17. (b) Aug. l. 52 sup.
Gen. ad lit. c. 33. Genes. c. 42, v. 38.
344 Tratado sexto, cap. 1.
aquello que dijo Jacob á sus hijos: feta David: Laetamini in Domino,
Deducetis canos meos cum dolore ad S3 exultate justi, 83 gloriamini om
inferos. Dice, que temió Jacob, no nes recti corde. Psal 31. v. 1 I. Exul
hiciese tanta impresion, y causase tent, 83 latentur in te, omnes, qui
en él tanto daño la tristeza de ca quaeruntte. Ps.69, v. 5. Jubilate Deo
recer de su hijo Benjamin, que le omnis terra, servite Domino in la
pusiese en contingencia su salva titia, introite in conspectu ejus in
cion, y diese con él en el infierno exultatione. Psal, 99, v. 1. La tetur
de los condenados. Y por eso, dice, cor quaerentium Dominum. Ps. 1 o4,
nos avisa el Apóstol S. Pablo, que v. 3. Y en otros muchos lugares nos
nos guardemos de ella: Nequa ra exorta á menudo á que sirvamos á
dix amaritudinis sursum germinans Dios con alegría. Y con esto saludó
impediat, 85 per illam inquinentur el Angel áTobías: Gaudium tibi sit
multi: Ad Heb. c. 2, v. 15. Por ser semper: Tob. c. 5, v. 1 I. Dios te dé
tan grandes los daños y peligros siempre mucho gozo y alegría.
que se siguen de la tristeza, nos pre Solia decir el bienaventurado S.
viene y avisa tanto la sagrada Es Francisco: Al demonio y á sus
critura y los Santos, que nos guar miembros pertenece estar triste, mas
demos de ella. No es por vuestro á nosotros alegrarnos siempre en el
consuelo, ni por vuestro gusto, que Señor: Vox exultationis, 83 salu
sino hubiera mas que eso, poco tis in tabernaculis justorum: Psal.
importaba que estuviesedeis triste 1 17, v. 15. En las moradas de los
ó alegre. Y por eso tambien la de justos siempre se ha de oir voz de
sea y procura tanto el demonio, alegria y de salud. Hanos traido el
porque sabe que es causa y raiz de Señor á su casa, y escogido entre
muchos males y pecados. millares, ¿cómo hemos de andar
tristes? Bastaba para entender ser
CAPITULO II. esta cosa de mucha importancia,
ver qué de veces nos la encomien
En que se ponen algunas razones, da y repite la sagrada Escritura,
por las cuales nos conviene mu y el ver por otra parte los daños
cho servir á Dios con grandes que dijímos se siguen de
alegría. la tristeza. Pero para mayor abun
dancia, y para que viendo al ojo
Ganaa. in Domino semper: ite el provecho, nos esforzemos mas á
rum dico gaudete: Ad Philip. 44. ello, dirémos algunas razones, por
Gozaos siempre en el Señor: otra las cuales nos conviene mucho an
vez os vuelvo á decir, que os dar siempre en el servicio de Dios
goceis y regocijeis, dice el Apóstol con esta alegría de corazon. Y sea
S. Pablo. Lo mismo nos repite la primera, porque asi lo quiere el
muchas veces en los salmos el pro Señor: Non ex tristitia, aut ex neces
De la tristeza y alegría. 345
sitate, hilarem enim datorem diligit da en mucha gloria y honra de
Deus. 2 ad Cor. c. 9, v. 7. Dice S. Dios el servirle con alegría, por
Pablo: Quiere Dios un dadivoso que de esa manera muestra uno
alegre, conforme á lo que él dijo que hace aquello de buena gana, y
por el Sabio: In omni dato hilarem que le parece todo poco para lo
fac vultum tuum: Eccl. c. 35, v. 1 1. que desea hacer. Los que sirven á
Asi como acá en el mundo vemos, Dios con tristeza, parece que dan á
que cualquier señor quiere que sus entender que hacen mucho, y que
criados le sirvan con alegría; y cuan andan rebentando con la carga, y
do ve que andan encapotados, y que apenas la pueden ya llevar, por
le sirven con ceño y con tristeza, que es grande y pesada, y eso de
no le es agradable su servicio, an sagrada y da en rostro. Y asi una
tes le enfada; asi Dios nuestro Se de las causas porque el bienaventu
ñor gusta de que le sirvamos con rado S. Francisco no queria ver
mucha voluntad y alegría, no en el rostro de sus frailes tristeza,
con ceño ni tristeza. Nota la sa era, porque da á entender que hay
grada Escritura, que ofreció el pesadumbre en la voluntad, y pere
pueblo de Israel mucho oro, y pla za en el cuerpo para el bien. Pero
ta y piedras preciosas, para el esos otros, segun van de alegres y
edificio del templo con grande vo ligeros, parece que estan diciendo,
luntad y alegría: Cum ingenti gau que no es nada lo que hacen, para
dio. Y el rey David, 1 Paral. c. 29, lo que desean y querrian hacer:
v. 9, et 17, dió gracias á Dios de como decia S. Bernardo: ser. 14
ver al pueblo ofrecer sus dones con sup. Cant. Opus meum vix unius est
tan grande gozo. Eso es lo que es horae, 85 si plus, prae amore non sen
tima mucho Dios, no estima tan tio: Señor, lo que yo hago por vos,
to la obra que se hace, cuanto la apenas es trabajo de una hora, y si
voluntad con que se hace. Aun acá mas es, con el amor no lo siento.
solemos decir: la voluntad con que Eso da mucho contento al Señor.
lo hace, vale mas que todo. Y aqueY asi dice él en el Evangelio: Tu au
llo estimamos en mucho, aunque tem cum jejunas, unge caput tuum,
83 faciem tuam lava, ne videaris
el servicio haya sido pequeño. Y por
el contrario, por grande que sea, hominibus jejunans: Matt. c. 6, v. 17.
sino fue hecho con voluntad y ale Cuando ayunaredes, ungid la cabe
gria, no lo estimamos ni agrade za, y lavaos el rostro. Quiere de
cemos, antes nos descontenta. Di cir, poneos de fiesta, y andad ale
cen muy bien, que es como quien gre, que parezca que no ayunais,
sirve un buen manjar, pero con ni haceis nada: Nolite fieri sicut hi
salsa amarga, que lo hace todo de pocritae tristes: No andeis tristes, co
sabrido. mo los hipócritas, que quieren dar
La segunda razon es, que redun á entender á todos, que ayunan, y
346 Tratado sexto, cap. II.
que echen de ver, que hacen algo. nos sabemos, que han dejado el
De camino se ha de advertir aqui, mundo y entrado en Religion, por
que hay algunos que para andar ver la alegría y contento con que
con modestia y recogimiento, les andan los Religiosos; porque lo
parece que es menester andar ca que desean los hombres, es pasar
bizbajos y con semblante triste. Y esta vida con contento; y si enten
engañanse, dice san Leon Papa, diesen el que tiene el buen Reli
ser. 4 Quadrag.: Religiosorum mo gioso, creo se despoblaria el mun
destia non sit maesta, sed sancta: La do, y se acogerian todos á la Reli
modestia del Religioso no ha de ser gion, sino que es este un maná es
triste, sino santa. Ha de tener siem condido que le escondió y guar
pre el Religioso una modestia ale dó Dios para los que él quiso esco
gre, y una alegria modesta. Y sa ger: á vos os descubrió el Señor es
ber juntar estas dos cosas, es gran te tesoro escondido, y no se le des
decoro y grande ornato del Reli cubrió á vuestro hermano, y asi él
gioso. se quedó allá, y á vos os trajo acá,
Lo tercero, no solamente redun por lo cual le debeis infinitas gra
da esto en mucha honra de Dios, Cl38,
sino tambien en provecho y edifi La cuarta razon porque nos
cacion de los prójimos, y en abo conviene andar con alegría, es por
no de la virtud, porque los que de que la obra comunmente es de ma
esta manera sirven á Dios, persua yor mérito y valor cuando se ha
den mucho á los hombres con su ce con esta alegria y prontitud;
ejemplo, que en el camino de la porque eso hace hacer la obra me
virtud no hay la pesadumbre y jor y mas perfectamente. Aun allá
dificultad que los malos imaginan, dijo Aristóteles, l. 1 o AEtic. 6, 4,
pues les ven á ellos caminar por él et 5: Delectatio perficit operationem,
con tanta suavidad y alegría. Con tristitia corrumpit: La alegria y gus.
lo cual, los hombres que natural to con que se hace la obra, es causa
mente son amigos de andar ale que se haga con perfeccion, y la
gres y conténtos, se animan mu tristeza de que se haga mal hecha.
cho á darse á la virtud. Por esta ra Y asi vemos por esperiencia, que
zon particularmente nos conviene hay mucha diferencia del que hace
mucho á nosotros andar con ale la cosa con gusto, al que la hace de
gria en nuestros ministerios, por mala gana. Porque este no parece
tratar tanto con prójimos, y ser que atiende mas que á poder decir
nuestro fin é instituto el ganar al que la hizo: pero aquel estáse esme
mas para Dios; porque de esa ma rando en hacer bien lo que hace, y
nera se ganan y aficionan mucho, procura hacerlo lo mejor que pue
no solo á la virtud, sino á la per de. Añadese á esto lo que dice S.
feccion y á la Religion. De algu Crisóstomo, hom. 41 sup. Genes,
De la tristeza y alegria. 347
que la alegria y contento del áni rece sino que cada brazo, y cada pie
ma da fuerzas y aliento para obrar. nos pesa un quintal. Por esto acon
Y asidice el profeta David: Psal. 1 18, sejan los Santos, trat. 4, c. 1o, et
v. 32. Viam mandatorum tuorum 1 I, que en las tentaciones no nos
cucurri, cum dilatasticor meum : La entristezcamos; porque eso quita
alegria dilata y ensancha el cora el vigor del corazon, y hace al
zon. Pues dice el Profeta: Señor, hombre cobarde y pusilanime.
cuando vos me dabadeis aquella Otra razon se puede colegir de
alegria con que se dilataba mi co las pasadas, por lo cual es mucho
razon, corria yo con grande li de desear que el siervo de Dios, y
gereza por el camino de vuestros especialmente el Religioso ande
mandamientos. Entonces no se sien con alegría. Y es, porque cuando
te el trabajo: Current, et non labo se ve que uno anda con alegria en
rabunt, ambulabunt, et non defi las cosas de la virtud y de la Re
cient. Isai. c. 4o, v. 41. Y por el con ligion, da aquello grande satisfac
trario, la tristeza estrecha, aprieta cion y esperanza, que aquel per
y encoge el corazon: no solo quita severará y llevará adelante lo co
la gana de obrar, sino tambien las menzado; pero cuando le vemos
fuerzas, y hace que se le haga á uno andar triste, sospecha da y temor
pesado lo que antes le era facil. Y si ha de perseverar. Como cuando
asi confesó su flaqueza el sacer veis á uno que lleva á cuestas una
dote Aaron, que habiéndole Dios gran carga de leña, y que va con
muerto dos hijos de un golpe, y pesadumbre, anelando y suspi
siendo reprendido de su herma rando, y aqui para, y alli se le cae
no Moisés, por no haber ofrecido un pedazo, y acullá otro, luego de
sacrificio al Señor, respondió: Quo cís: este no ha de poder con tanto;
modo potui placere Domino in cere. creo que lo ha de dejar á medio
moniis mentelugubri Levit. c. 1o, v. camino : pero cuando le veis lige
19. ¿Cómo podia yo agradar con el ro con la carga, y que va cantan
sacrificio al Señor con ánimo llo do y alegre, luego decís: este aun
roso y triste? Y los hijos de Israél mas que aquello llevaria. Pues de
en el destierro de Babilonia de la misma manera, cuando uno ha
cian, ¿cómo cantarémos el cántico ce con tristeza y pesadumbre las
del Señor en tierra agena? Ps. 136, cosas de la virtud y de la Reli
v. 2, et 4. Y por esperiencia vemos gion, y parece que va gimiendo y
cada dia, que cuando estamos con rebentando con la carga, sospecha
tristeza, no solo se disminuyen las da que no ha de durar: porque ir
fuerzas espirituales, conforme á siempre remando y forcejando
aquello del Sabio: In maerore animi agua arriba, es vida de galera, y
dejicitur spiritus. Prov. 15, v. 13, si cosa muy violenta. Pero cuando
no tambien las corporales, que no pa anda alegre en los oficios humil
348 Tratado sexto, cap. III.
des, y en los demas ejercicios de vuelva la alegria primera: Redde mi
la Religion, asi corporales, como hi latitiam salutaris tui, et spiritu
espirituales, y todo se le hace fácil principali confirma me: Tornadme,
y ligero, da muy buenas esperanzas Señor, aquella alegria y prontitud
que irá delante y perseverará. que sentia en vuestro servicio an
tes que pecara; y sustentadme y
CAPÍTULO III. confirmadme en eso con el espíri
tu magnífico y poderoso de vues
Que no han de bastar las culpas tra gracia. Asi declara tambien S.
ordinarias en que caemos, Gerónimo este lugar: Id est, red
para quitarnos esta de mihi illam exultationem, quam
alegria. in Christo habui, prius quam pecca
rem. El padre maestro Avila repren
Estiman tanto los Santos que de, y con mucha razon, á al
andemos siempre con este ani gunos que andan en el camino de
mo y alegria, que aun en las cai Dios llenos de tristeza desaprove
das, dicen que no habemos de des chada, ahelados los corazones, sin
mayar ni desanimarnos, ni andar gusto en las cosas de Dios, desa
tristes y meláncólicos, con ser el bridos consigo y con sus próji
pecado una de las cosas porque mos, desmayados y desanimados :
con razon podemos tener tristeza, y muchos dicen: ¡ay de estos, que
como luego diremos: con todo no cometen pecados mortales, si
esto dice S. Pablo, que esa tris no dice, que por no servir á Dios
teza ha de ser templada y modera como deben y desean, y por los
da con la esperanza del perdon y pecados veniales que hacen, estan
misericordia de Dios, para que no de aquella manera! Este es un en
cause desmayo ni desconfianza: Ne gaño grande; porque mucho ma
forte abundantiori tristitia absor yores son los daños que se siguen
beatur, qui ejusmodi est. 2 ad Cor. de esa pena y tristeza demasiada,
c. 2, v. 7. Y asi el bienaventurado que los que se siguen de la misma
S. Francisco, que aborrecia mu culpa, y lo que pudieran atajar, si
cho esta tristeza en sus frailes, re tuvieran prudencia y esfuerzo, lo
prendió á uno de sus compañe hacen crecer, y que de un mal cai
ros que andaba triste, diciendo: gan en otro. Y eso es lo que pre
No debe el que sirve á Dios andar tende el demonio con esta tristeza,
triste, sino es por haber cometido quitarles el vigor y esfuerzo para
algun pecado: si tu le has come obrar, y que no acierten á hacer
tido, arrepientate y confiesa cosa bien hecha.
te, y pide á Dios perdon y Lo que habemos de sacar de nues
misericordia; y suplicale con el tras faltas y caidas, ha de ser lo
Profeta, Psal. 5o, v. 14, que te primero, que nos confundamos y
De la tristeza y alegria. 349
humillemos mas, conociendo que minus timentibus se, quoniam ipse
somos mas flacos de lo que pensa cognovit figmentum nostrum. Et re
bamos. Lo segundo, que pidanos cordatus est quoniam pulvis su
mayor gracia al Señor, pues la ha mus: Conoce Dios muy bien nues
bemos menester. Lo tercero, que tra enfermedad y miseria, y áma
vivamos de aí adelante con mayor nos como á hijos flacos y enfer
cautela y recato, tomando avisos mos; asi esas caidas y flaquezas
de una vez para otra, previniendo nuestras antes le mueven á com
las ocasiones, y apartándonos de pasion, que á indignacion. Uno de
ellas. De esta manera harémos mas los grandes consuelos que tenemos
que con desmayos y tristezas desa los que somos flacos en el servi
provechadas. Dice muy bien el pa cio de Dios, es entender que es
dre maestro Avila: Si por las culpas Dios tan rico en amor y miseri
ordinarias que hacemos, hubiese cordia, que nos sufre y ama,
mos de andar decaidos, tristes y aunque nosotros no le correspon
desanimados, ¿quién de los hombres damos tan por entero, como era
tendria descanso ni paz, pues to razon: Qui dives est in misericor
dos pecamos? Si iniquitates observa dia: Ad Ephes. c. 2, v. 4. So
veris Domine, Domine quis sustine brepuja su misericordia á nues
bit? Psal. 129, v. 3. Procurad vos de tros pecados. Asi como se derri
servir á Dios, y de hacer vuestras te la cera delante del fuego, asi
diligencias, y sino las hicieredeis se deshacen todas nuestras faltas
todas, y cayeradeis en faltas, no os y pecados delante de su misericor
espanteis por eso, ni desmayeis, dia infinita. Esto nos ha de ani
que asi somos todos: hombre sois, mar mucho para andar siempre
y no Angel; flaco, y no santifica con grande contento y alegria,
do. Y bien conoce Dios nuestra fla entender que Dios mos ama y
queza y miseria, y no quiere que nos quiere bien, y que por to
desmayemos por eso, sino que nos das estas faltas ordinarias que ha
levantemos luego y pidamos ma cemos, no perdemos un punto de
yor fuerza al Señor; como el niño gracia y amor de Dios.
que cae, que luego se levanta, y
corre como primero. Dice san CAPÍTULO IV.
Ambrosio, lib. 2 de reparatione
gentium, c. 3, et ult., las caidas de De las raices y causas de la tris
los niños no indignan á su padre, teza, y de sus reme
sino enternecenle. De esa manera, dios.
dice, se ha Dios con nosotros,
conforme á aquello del Profeta : Pero veamos las raices y causas
Psal. 1 o 2, v. 13. Quomodo misere de donde suele nacer la tristeza,
tur Pater filiorum, misertus est Do para que asi apliquemos los re
35o Tratado sexto, cap. IV.
medios necesarios. Casiano, y san de acá dentro, en nosotros está la
Buenaventura (a) dicen, que la tris causa, el no tener mortificados nues.
teza puede nacer de muchas raices. tras pasiones, es la raiz de don
Algunas veces nace de enfermedad de nace todo eso. Y asi no es
natural de humor melancólico el remedio para tener paz, el huir
que predomina en el cuerpo: y en el trato y conversacion de los hom
tonces el remedio mas pertenece á bres, ni nos manda Dios eso, si
los médicos, que á los teólogos, no el tener paciencia, y mortifi
pero se ha de advertir, que ese car muy bien nuestras pasiones,
humor melancólico se engendra y porque si estas no mortificamos,
aumenta con los pensamientos me á donde quiera que vamos, y á
lancólicos que uno tiene. Y asi di donde quiera que huyamos, lleva
ce Casiano, que no menor cuida mos con nosotros la causa de las
do habemos de poner en que no en tentaciones y turbaciones.
tren, ni nos lleven tras sí estos Bien sabido es aquel ejemplo
pensamientos tristes y melancó que cuenta Surio (b) de un monge
licos, que en los pensamientos que airado, el cual por razon de su có
nos vienen contra la castidad, ó lera é ira poco mortificada, era
contra la fé, por los daños gran pesado á sí y á los otros: determi
des que dijímos nos pueden de eso nóse de salir del monasterio del
venir. santo Abad Eutimio, en el cual
Otras veces, dice, que sin haber vivia, pareciéndole que estando
procedido causa alguna particular quitado de tratar con otros, y vi
que provoque á ello, de repente se viendo solo, cesaria la ira, pues
suele hallar uno tan triste y me no tendria ocasiones con que ai
lancólico, que no gusta de nada, rarse. Hacelo asi, y encerrándose
ni aun de los amigos y conversa en una celda, llevó consigo un can.
ciones que antes solia gustar, sino taro de agua, y por arte del demo
que todo le enfada y le da en ros nio se le derramó: levantóle, y
tro, y no querria tratar ni conver volvióle á llenar de agua, y segun
sar con nadie, y si trata y habla, da vez se derramó, cayendo en el
no es con aquella suavidad y afa suelo: volvió tercera vez á llenar
bilidad que solia, sino con sacudi le bien, y tercera vez se le derra
miento y desgracia. De donde po mó: entonces con mas cólera que
demos colegir, dice Casiano, que solía, coge el cántaro, y da con él
nuestras impaciencias, y palabras en el suelo, haciéndole pedazos.
ásperas y desabridas no nacen Acabando de hacer esto, cayó en
siempre de ocasion que nos den la cuenta, y echó de ver, que no
nuestros hermanos para ello, sino era la compañía de los monges y

(a) Casian. l. 9 de Instit. renunt. Bonav. tract. de Reform. mentis, c. 12.


(b) Surius in vita Sancti Euthimii, mense Januarii.
De la tristeza, y alegría. 35 I
la comunicacion con ellos la cau Descendiendo en esto mas en par
sa de su caida en impaciencias é ticular, y aplicándolo á nosotros,
iras, sino su poca mortificacion; y digo: Que muchas veces la causa
al fin se volvió á su monasterio. de la tristeza del Religioso es no
De manera que en vos está la cau estar indiferente para todo aquello
sa de vuestra inquietud é impa en que le puede poner la obediencia:
ciencia, y no en vuestros herma eso es lo que le suele traer muchas
nos: mortificad vos vuestras pa veces triste y melancólico, y lo
siones, y de esa manera, dice Ca que le hace que ande con pena y
siano, aun con las bestias fieras con sobresalto. ¿Si me quitarán es
tendreis paz, conforme á aquello to en que me hallo bien? ¿Si me
de Job: c. 5, v. 23. Bestiae terrae mandarán aquello á que tengo re
pacifica erunt tibi; cuanto mas con pugnancia? Asi lo dice S. Gregorio:
vuestros hermanos. lib. 22 mor. c. 24. Quia aut non
Otras veces dice san Buenaven habita concupiscit, ut habeat; aut
tura, que suele nacer la tristeza de adepta metuit, ne amitat, S3 dum in
algun trabajo que sobreviene, ó de adversis sperat prospera, in prosperis
no haber alcanzado alguna cosa de formidat adversa, hue illucque quasi
seada. Y S. Gregorio, y S. Agus quibusdam fluctibus volvitur, ac per
tin, (c) y otros Santos ponen tam modos varios rerum alternantium
bien esta raiz, y dicen, que la tris mutabilitate versatur. Porque desea
teza del mundo nace de estar uno uno tener lo que no tiene, ó teme
aficionado á las cosas mundanas ; perder lo que tiene, por eso anda
porque claro está que se ha de en con pena y con sobresalto; pero
tristecer el que se viere privado de el Religioso que está indiferente
lo que ama; pero el que estuviere para cualquier cosa que le ordena
desasido y desaficionado de todas re la obediencia, y tiene puesto to
las cosas del mundo, y pusiere to do su contento en hacer la volun
do su deseo y contento en Dios, tad de Dios, siempre anda contento
estará libre de la tristeza del mun y alegre, y nadie le podrá quitar
do. Dice muy bien el padre maes su contento. Bien podrá el superior
tro Avila: No hay duda, sino que el quitarle de este oficio, y de este
penar viene del desear, y asi á mas colegio; pero no podrá quitarle el
desear, mas penar; á menos desear, contento que en eso tiene, porque
menos penar; á ningun desear, des no le ha puesto en estar aqui ó
cansar. De manera que nuestros allí, ni en hacer este oficio ó
deseos son nuestros sayones: esos aquel, sino en hacer la voluntad
son los verdugos que nos atormen de Dios; y asi consigo lleva siem
tan y dan garrote. pre su contento, donde quiera que

(c) Greg. l. 22 mor. c. 14. Aug, sup. illud Psalm. 7: Concepit dolorem,
85 peperit iniquitatem; 85 tract. 4 super Joan.
352 Tratado cuarto, cap. IV.
fuere, y en cualquier cosa que le han de mandar aquello, basta para
ocuparen. Pues si quereis andar CSO.
siempre alegre y contento, poned El remedio para esta tristeza
vuestro contento en hacer la vo bien se ve que será ser uno humil
luntad de Dios en todas las cosas, de, y contentarse con el lugar ba
y no le pongais en esto ó aquello, jo; ese tal estará libre de todas
ni en hacer vuestra voluntad, por estas tristezas y desasosiegos, y
que ese no es medio para tener gozará de mucha paz y descanso:
contento, sino para tener mil des Discite à me, quia mitis sum, 83 hu
contentos y sinsabores. milis corde, $3 invenietis requiem
Declarando esto mas, lo que animabus vestris. Matth. c. 15, v. 19.
suele ser muy comunmente causa De esta manera declara el glorio
y raiz de nuestras melancolías y so S. Agustin estas palabras: di
tristezas, es no el humor de me ce, que si imitamos á Cristo en
lancolía, sino el humor de sober la humildad, no sentirémos traba
bia que reina mucho en nuestro jo ni dificultad en el ejercicio de
corazon, como dijímos, trat. 3, las virtudes, sino mucha facilidad
c. 22, tratando de la humildad; y y suavidad; porque lo que lo hace á
mientras ese humor reinare en eso dificultoso, es el amor pro
vuestro corazon, tened por cierto, pio, la voluntad y juicio propio,
que nunca os faltarán tristezas y el deseo de la honra y estima
melancolías, porque nunca falta cion, y del deleite y comodidad,
rán ocasiones; y asi siempre vivi y todos esos impedimentos qui
reis con pena y tormento. Y á es ta y allana la humildad; porque
to podemos reducir lo que acaba ella hace que el hombre se tenga
mos de decir, de estar uno indi en poco á sí mismo, y niegue su
ferente para cualquier cosa que voluntad y juicio, y desprecie
la obediencia le quiere mandar; las honras y estimacion, y todos
porque muchas veces no es el tra los bienes y contentos temporales;
bajo, ni la dificultad del oficio lo quitando esto, no se siente traba
que se nos pone delante. ¿Qué ma jo ni dificultad en el ejercicio de
yor trabajo, y mayores dificulta las virtudes, sino grande paz y
des suele haber en los oficios y pues descanso,
tos altos que nosotros apetece
mos y deseamos, sino la soberbia, CAPITULO V.
y el deseo de honra? Esa es la que Que es muy grande remedio para
nos hace fácil lo trabajoso, y pe desechar la tristeza, acudir à
sado lo que es mas fácil y lige la oracion,
ro, y lo que nos trae tristes y
melancólicos en ello. Y aun solo Cuano, lib. 9 de instit. renunt.
el pensamiento y temor, si nos cap. ult., dice, que para todo
A
De la tristeza y alegria. 353
genero de tristeza, por cualquier menos cantarlas, sino el acudir á
via ó causa que venga, es muy Dios, el recogerse á la oracion;
buen medio acogernos á la ora ese ha de ser su consuelo y des
cion, y pensar en Dios, y en la es CaInSO,
peranza de la vida eterna que nos Ponderan los Santos aquello que
está prometida. Con lo cual se qui cuenta la Escritura divina, que
tan y aclaran todos los nublados, despues del diluvio, pasados cua
y huye el espíritu de la tristeza: renta dias, abrió Noe la ventana
como cuando David tañia con su del arca, y envió el cuervo para
harpa y cantaba, huia el espíritu ver si estaba ya seca la tierra, para
malo de Saúl, y le dejaba. Y asi el poder desembarcar; y no volvió
Apóstol Santiago en su Canónica, mas; (por eso dicen: el mensagero
c. 5, v. 15, nos pone este remedio: del cuervo) envió luego , tras él
Tristatur aliquis vestrum? Oret: ¿Es la paloma, la cual dice la sagrada
tais triste? Acudid á la oracion. Y el Escritura, que no hallando donde
profeta David dice, que usaba de él: poner los pies, se volvió al arca: Quar
Renuit consolari anuma mea, me cum non invenisset, ubi quiesceret
mor fui Dei, et delectatus sum: Ps. per ejus, reversa est adeum in Ar
76, v. 4. Cuando me siento triste cam. Gen. 89. Preguntan los San
y desconsolado, el remedio que ten tos: Pues el cuervo no volvió, cla
go es acordarme de Dios, y con ro está que halló donde poner los
eso quedo consolado: Cantabiles pies: ¿cómo dice la Escritura, que
mihi erant justificationes tuar, in lo la paloma no halló donde poner
co peregrinationis meae; idest, erant los? La respuesta es que el cuervo
mihi cantica, 83 solatium : Ps. 1 18, sobre aquellos lodazares, y sobre
v. 54. El pensar, Señor, en vos, y aquellos cuerpos muertos hizo su
en vuestros mandamientos, y en asiento ; pero la palomica simple,
vuestras promesas, eso es para mí blanca y hermosa, no se ceba en
cantar de alegría: eso es lo que cuerpos muertos, no hace su asien
me recrea y consuela en este des to en lodazares; y asi se volvió al
tierro y peregrinacion en todos arca, porque no halló donde po
mis trabajos y desconsuelos. Si él ner los pies, no halló donde des
conversar acá con un amigo basta cansar. Pues asi el verdadero sier
para desmelancolizarnos y ale vo de Dios, y el buen Religioso,
grarnos, ¿qué será el conversar con no halla contento ni recreacion
Dios? Y asi el siervo de Dios, y el en esas cosas muertas, en esos en
buen Religioso no ha de tomar tretenimientos vanos del mundo:
por medio para desechar sus triste y asi se vuelve como la palomica
zas y melancolías, el parlar, y el al arca de su corazon, y todo su
distraerse y derramar sus sentidos, descanso y consuelo en todos sus
ni leer cosas vanas ó profanas, ni trabajos y tristezas, es acudir á la
ToMo II. 23
354 Tratado sexto, cap. V.
oracion, acordarse de Dios, irse derar en mi Pasion. Levantóse lue
un rato al Santísimo Secramento á go, y púsose con cuidado á medi
consolarse con Cristo, y darle tar los misterios de la Pasion de
alli cuenta de sus trabajos, y de Cristo, y luego se le quitó la tris
cirle: ¿Cómo puedo yo, Señor, es teza, y quedó consolado y anima
tar triste, estando en vuestra casa do; y continuando esta considera
y compañía ? cion, nunca jamas sintió en toda
Sobre aquellas palabras del Real su vida esta tentacion.
profeta David: Psal. 4, v. 7. Dedts
ti latitiam in corde meo: diste ale CAPÍTULO VI.
gria en mi corazon, dice san
Agustin: Non ergo foris quaerenda De una raiz muy ordinaria de la
est latitia, sed intus in interiori ho tristeza, que es no andar uno co
mine, ubi habitat Christus, in ipso mo debe en el servicio de Dios,
corde, id est, in illo cubiculo, ubi y de la alegria grande que
orandum est: Enseñanos aqui el san. causa la buena con
to Profeta, que no se ha de buscar ciencia.
la alegria fuera en las cosas este
riores, sino allá dentro en la cel Una de las causas y raices
da secreta del corazon, donde dice principales de las tristezas, trat.
Cristo nuestro Redentor, que ha 1, cap. 1o, y melancolías suele
bemos de orar al Padre Eterno. ser el no andar uno á las derechas
Matth. c. 6, v. 6. con Dios, el no hacer lo que debe
Del bienaventurado san Martin conforme su estado y profesion.
Obispo cuenta Severo Sulpicio, Por esperiencia vemos, y cada
que el alivio de sus trabajos y can uno lo esperimenta en sí, que
sancios era la oracion. A la ma cuando anda con fervor y cuida
nera de los herreros, que para ali do en su aprovechamiento, anda
viar un poco su trabajo, suelen tan alegre y tan contento, que no
dar en vacío algunos golpes en el cabe de placer; y por el contrario,
yunque; asi él cuando parecia que cuando no hace lo que debe, anda
descansaba , oraba. De otro siervo triste y desconsolado: Cor nequam
de Dios se cuenta, que estando en gravabitur in doloribus: Eccl. c. 3,
su celda, lleno de gravisima tris v. 26, dice el Sabio: Et corpravum
teza é increible afliccion, con la dabit tristitiam. Eccl. c. 36, v. 22.
cual Dios á tiempos le quiso ejer Es propiedad y condicion natu
citar, oyó una voz del cielo, que ral del mal y del pecado causar
en lo interior de su alma le dijo: tristeza y dolor en el alma. Esta
¿Qué haces aí ocioso consumiendo propiedad del pecado intimó Dios
te? (a) Levantate, y ponte á consi á Cain en pecando; porque luego

(a) Enriq. Sus. in horologio sapientiae, c. 14.


De la tristeza y alegría. 3.55
que tuvo envidia de su hermano mo, c. 45: Nulla pena gravior est
Abel, dice la sagrada Escritura: prava conscientia. Mala conscientia
Iratus est Cain vehementer, et con propriis agitur stimulis, si publica fa
cidit vultus ejus: Gen. c. 4,v. 6. Traia mate non damnat, propria conscien
consigo una ira y una rabia inte tia te condemnat, quoniam nemo po
rior, que le hacia andar muy tris test se ipsum fugere: Ninguna pena
te y cabizcaido: echabasele bien hay mayor ni mas grave que la ma
de ver en el rostro la amargura y la conciencia, porque aunque los
tristeza interior de su alma. Y pre otros no vean vuestras faltas, ni las
guntale Dios: Quare iratus es, 85 sepan, basta que vos las sabeis;
cur concidit facies tua? ¿Qué es la ese es el testigo que está siempre
causa, que andas de esa manera tur acusando y atormentando: no os
bado, triste y cabizcaido? Y co podeis esconder, ni huir de vos
mo no respondiese Cain, responde mismo, por mas que hagais. Y asi
el mismo Dios, que es aquella la decia el otro filósofo Séneca, que
condicion del pecado, diciendo: la mayor pena que se puede dar á
Nonne si bene egeris, recipies? ¿Por una culpa, es haberla cometido,
ventura no es cierto, que si hicie por el tormento grande con que la
res bien, recibirás contento y ale propia conciencia está atormentan
gria? Y asi dice otra letra: Nonne do al que hace el mal. Plutarco,
si bene egeris levabis caput tuum ? epist. ad Pacium, compara esta pe
Si bien hicieredes, levantarás el ros na y tormento que causa la mala
tro, que es andar alegre: Sin autem conciencia, al calor y frio de la
male, statim in foribus peccatum calentura. Dice, que asi como los
aderat: Pero si mal hiciereis, luego enfermos reciben mucha mayor pe
á la puerta está tu pecado, dandó na con el frío y calentura que na
golpes para entrarte á atormentar: ce de la enfermedad, que los sanos
y tambien luego se te echará de cuando acá por razon del tiempo
ver por defuera en el semblante tienen frio ó calor; asi las tris
del rostro. Asi como la virtud, tezas melancólicas que vienen de
porque es conforme á razon, natu nuestras propias culpas, de que
ralmente causa grande alegría en nos está remordiendo la conciencia,
el corazon; asi el vicio y el peca causan mucha mayor pena y tor
do naturalmente causa grande tris mento, que las que vienen de casos
teza; porque pelea uno contra sí fortuitos y desastrados, pero sin
mismo, y contra el dictamen natu culpa nuestra. Y particularmente
ral de su razon: y luego el gusano tiene esto mas lugar en el que co
de la conciencia le está dando lati menzó ya á gustar de Dios, y en
dos allá dentro, remordiendo y algun tiempo andaba bien con fer
royendo las entrañas. vor y diligencia, y despues viene
Dice S. Bernardo, de inter. do á desdecir y á proceder con tibie
356 Tratado sexto, cap. VI.
za; porque venir uno á empobre está en un convite se alegra con la
cer despues de haber sido rico, es variedad de los manjares, y con la
vida mas trabajosa y triste, que la presencia de los convidados; asi
de los que nunca supieron que co el siervo de Dios que hace lo que
sa eran riquezas. Cuando uno se debe, se alegra con el testimonio
acuerda que en otro tiempo andaba de la buena conciencia, y con el
con devocion y cuidado de servir olor de la presencia divina, de la
á Dios, y que le hacia el Señor cual tiene grandes prendas y conje
merced, y ahora se ve tan diferen turas en su ánima. Conforme á aque
te de entonces, no puede dejar de llo de S. Juan: Si cor nostrum non re
causarle aquello gran sentimien prehenderit nos, fiduciam habemus ad
to, y darle gran golpe en el cora Deum. 1 Joan. cap. 3, v. 2 I. El
Z011, -

Apóstol S. Pablo dice, 2 ad Cor.


Pues si quereis desterrar de vos c. 2, v. 2, que la buena conciencia
la tristeza, y vivir siempre alegre es un paraiso, y una gloria y bien
y contento, el remedio es vivir aventuranza en la tierra: Gloria
bien, y hacer lo que debeis confor mostra haéc est, testimonium conscien
me á vuestro estado: Vis numquam tiae nostrae. S. Crisóstomo, hom. 25
esse tristis? Bene vive: ¿Queréis nun ad populum Anth., dice, que la
ca estar triste? dice S. Bernardo: buena conciencia causada de la
Vivid bien. Entrad en cuenta con buena vida, quita y deshace todas
vos, y quitad las faltas que causan las tinieblas y amarguras del cora
esa tristeza, de esa manera cesará zon, como el sol cuando sale qui
ella, y vendrá la alegría: Bona vita ta y deshace todos los nublados: de
semper gaudium habet, conscientia tal manera que toda abundancia de
rei semper in pena est: La buena tristeza cayendo en una buena con
vida siempre anda acompañada de ciencia, asi se apaga como una
gozo y alegria, como la mala de centella de fuego cayendo en un
pena y tormento. Asi como no hay lago muy profundo de agua. San
mayor pena y tormento, que el Agustin añade, que asi como la
remordimiento y latidos de la ma miel no solamente es dulce en sí,
la conciencia, asi no hay mayor sino hace dulces las cosas desabridas
contento y alegría en esta vida, con que se junta; asi la buena con
que el testimonio de la buena con ciencia, no solo es alegre y dulce
ciencia. Non estoblectamentum super en sí, sino alegre en medio de los
cordis gaudium, Eccl. c. 3o, v. 16, trabajos, y los hace dulces y sa
dice el Sabio: No hay alegria en la brosos, conforme aquello del Pro
tierra que se le pueda comparar: feta: Psal. 18, v. 1 o. Judicia Domini
Secura mens, quasi juge convivium : vera justificata in semetipsa: desi
Prov. 15. Es, dice, como un ban derabilia super aurum, c5 lapidem
quete perpetuo. Asi como el que pretiosum multum, 83 dialciora super
De la tristeza y alegria. 357
mel, 83 favum : Los juicios de Dios, conciencia, y la esperanza del des
que son sus santos mandamientos, canso, y de la gloria los aliviaba
y el cumplimiento de su ley, son los dolores, y los recreaba. Y asi
mas dulces que el panal de miel: lo esperimentan comunmente los
no solo es en sí dulce el servir á buenos; porque es tan grande la
Dios, sino hace tambien dulces to alegria de la buena conciencia,
dos los trabajos y molestias de esta que muchas veces, cuando el bue
vida. no se halla triste y atribulado, y
Leemos en las historias eclesias volviendo los ojos á todas partes,
ticas, part. 1, l. 4, c. 3, que los per no ve cosa que le consuele; volvién
seguidores de la fé hicieron una dolos hácia dentro, y mirando la
cosa muy nueva, que no hay me paz de su conciencia y el testimo
moria que otros hiciesen en tiem nio de ella, se consuela y esfuerza;
pos pasados: y fue, que á todos porque entiende bien, que todo lo
aquellos que primero siendo lla demas como quiera que suceda, ni
mados, ó puestos á tormento ha hace ni deshace á su negocio, sino
bian negado la fé, pusieron junta solo esto.
mente con los santos martires en la De aqui se sigue una cosa de
cárcel, y para que su castigo fuese mucho consuelo, y es que si la
sin consuelo, no ya acusados por buena couciencia, y el andar bien
cristianos, sino por matadores de con Dios, es causa de andar ale
hombres y malechores. Y notóse allí gre, que tambien esta alegría espi
la diferencia que habia en lo este ritual será señal é indicio muy
rior, en el gesto, y en los ojos de los grande, de que uno tiene buena
unos á los otros, porque los Santos conciencia, y anda bien con Dios,
salian á la audiencia y al tormen y está en gracia y amistad suya;
to regocijados, y en sus rostros pare porque por el efecto se conoce la
cia no sé que divinidad, sus prisio causa: y asi lo nota S. Buenaven
nes los hermoseaban como collares tura: inspec. disc. p. 1, c. 3. Maxi
de perlas, y de la suciedad de la car mum inhabitantis gratiae signum est
cel salian olorosísimos á Cristo, y spiritualis latitia: La alegria espiri
á sus Angeles, y á sí mismos, co tual, dice, es gran señal de que mo
Imo sino hubieran estado en cárceles, ra Dios en una alma, y que está en
mas en jardines. Los otros salian su gracia y amor: Lux orta est jus
tristes, la cabeza baja, y en sus aca to, et rectis corde latitia: Psal. 96,
tamientos espantables, y sobre toda v. 1 1. Para los justos nació la luz,
fealdad disformes. A estos su pro y para los rectos de corazon la ale
pia conciencia les fatigaba y ator gria: Impii autem in tenebris ambu
mentaba mas asperamente que los lant. Psal.61, v, 5. Pero las tinie
grillos y cadenas, y el hedor de la blas, oscuridad y tristeza, esa
cárcel; pero á los otros su buena es para los malos: Contritio, 85 in
23*
358 Tratado sexto, cap. VII.
faelicitas in viis eorum, 85 viam pa
cis non cognoverunt. Psal. 13, v. 3. CAPITULO VII.
Y asi una de las causas principa
les, porque el bienaventurado S. Que alguna tristeza hay buena y
Francisco, 1 p. l. 1, c. 6 de su Santa.
Crónica, deseaba ver en sus Reli
giosos esta alegria espiritual, era Pero dirá alguno: ¿siempre habe
por esto: porque era indicio de mos de andar alegres? ¿Nunca
que moraba Dios en ellos, y que nos habemos de entristecer? ¿No hay
estaban en su gracia y amistad : alguna tristeza que sea buena ? A
Fructus autem spiritus estgaudium, esto responde S. Basilio, in regul.
ad Galat. c. 5, v. 22, dice S. Pa brev. 192, et 194, que alguna tris
blo: Esa alegria espiritual, que teza hay buena y provechosa. Por
proviene y nace como de fuente que una de las ocho Bienaventu
de la limpieza de corazon, y de la ranzas, que pone Cristo nuestro
pureza de vida, es fruto del Espíri Redentor en el Evangelio, es: Bea
tu Santo, y asi es señal de que mo ti, qui lugent, quoniam ipsi consola
ra él allí. Y holgabase tanto S. buntur: Matth. c. 5, v. 5. Bienaven
Francisco de ver á sus Religiosos turados los que lloran, porque
con esta alegria, que decia él: Si ellos serán consolados. Dice san
alguna vez me tienta el demonio á Basilio, y S. Leon Papa, y traelo
mi con acedia y tristeza de espíri tambien Casiano, lib. 9 de instit. re.
tu, pongome á mirar y considerar nunt., que hay dos maneras de tris
la alegria de mis frailes y com teza, una mundana, que es cuando
pañeros, y luego con la vista de su alguno se entristece de alguna cosa
alegria, quedo libre de la tenta del mundo, como de sucesos ad
cion, como si viese Angeles. Ver versos y trabajosos: y esta dicen,
la alegria de los siervos de Dios que no la han de tener los siervos
que estan en gracia y amistad su de Dios. De S. Apolonio se lee en
ya, es como ver Angeles en la tier las vidas de los Padres, que pre
ra, conforme á aquello de la Escri dicaba á sus discípulos, que los
tura: Vidi te quasi Angelum Dei. siervos de Dios que tienen puesto
Esther c. 15, v. 16. Et bonus es su corazon en él, y esperan el rei
tu in oculis meis sicut Angelus Dei. no de los cielos, no conviene que
I Reg. c. 29, v. 9. se entristezcan. Entristezcanse, di
ce, los gentiles, y los judíos, y
los demas infieles, y lloren tambien
sin cesar los pecadores; pero los
justos, que con fé viva esperan go
zar de aquellos bienes eternos, ale
grense y regocijense: Laetamini in
De la tristeza y alegria. 359
Domino, 83 exultate justi, 83 gloria como sino llorasen, y los que se
mini omnes recti corde. Psalm. 61, gozan, como sino se gozasen.
v. 1 1. Porque si aquellos que aman Otra tristeza hay espiritual y se
las cosas caducas y terrenas, se gun Dios: esta es buena y pro
alegran y regocijan del buen su vechosa, y conviene á los siervos
ceso de ellas, ¿cuánta mayor razon de Dios. Y esta, dice S. Basilio, y
tenemos nosotros de alegrarnos y Casiano, (a) que se engendra de
regocijarnos en Dios, y en la glo cuatro maneras, ó de cuatro co
ria eterna que esperamos? Y asi el sas. Lo primero, de los pecados
Apóstol S. Pablo, aun de la muer que habemos cometido contra Dios,
te de nuestros amigos y parientes, conforme á aquello del Apóstol S.
quiere que no nos entristezcamos Pablo, 2 ad Corinth. c. 7, v. 9.
demasiado: Nolumus autem vos ig Gaudeo, non quia contristati estis,
norare fratres de dormientibus, ut sed quia contristati estis ad peni
non contristemini, sicut 83 caeteri qui tentiam, contristati enim estis se
spem non habent. 1 ad Thesal. c. 4. cundum Deum, quae enim secundum
v. 12. No dice absolutamente que Deum tristitia est, paenitentiam in
no nos entristezcamos; porque salutem stabilem operatur: El llorar
mostrar algun sentimiento de eso, uno sus pecados, y entristecerse y
es cosa natural, y no es malo, sino dolerse por haber ofendido á Dios,
bueno, y señal de amor: Cristo esa es muy buena tristeza, segun
nuestro Redentor lo mostró, y llo Dios. Dice S. Crisóstomo una ra
ró en la muerte de su amigo Laza zon digna de ingenio: Ninguna
ro, y dijeron los circunstantes: pérdida hay en el mundo que se res
Ecce quomodo amabat eum. Joan. taure con el dolor, pesar y tristeza,
c. 1 1, v. 24. Pero lo que dice S. sino sola la del pecado: asi en todas
Pablo es, que no nos entristezca las otras materias es mal empleado el
mos, como los infieles que no es dolor y la tristeza, sino es en esta;
peran otra vida, sino que la triste porque todas las demas pérdidas,
za sea moderada, consolandonos no solo no se remedian con llorar
con que presto nos veremos todos y estar tristes, sino antes se aumen
juntos con Dios en el cielo: aquel tan y acrecientan con eso; pero
va delante, luego irémos nos otros la pérdida del pecado remediase
tras él. De manera que las cosas con la tristeza y dolor, y asi eso
presentes de esta vida, aunque no habemos de llorar.
las podemos dejar de sentir como Lo segundo, se engendra y na
hombres; pero no habemos de re ce esta tristeza de los pecados de
parar mucho en ellas, sino tomar otros, de ver que Dios es ofendi
las como de paso. Los que lloran, do y menospreciado, y que es
dice el Apóstol, 1 Cor. c. 7, v. 3o, quebrantada su ley. Esta es tam

(a) Idem August, serm. 1 1 ad fratres in eremo.


-
36o Tratado sexto, cap. VII.
bien muy buena tristeza; porque lio: Beati qui esuriunt, 83 sitiunt
nace de amor y zelo de la honra justitiam, quoniam ipsi saturabun
y gloria de Dios, y bien de las al tur: Matth. c. 5, v. 6. Bienaventu
mas. Y asi vemos á aquellos san rados los que andan con esta ham
tos Profetas, y amigos grandes de bre y sed de la virtud y perfec
Dios, enflaquecidos y consumidos cion; porque ellos serán hartos:
de esta tristeza y dolor, viendo Dios les cumplirá sus deseos.
los pecados y ofensas que se co Lo cuarto, suele nacer tambien
metian contra su Magestad, y que una tristeza santa en los siervos de
ellos no las podian remediar: De Dios, de la contemplacion de la
fectio tenuit me pro peccatoribus de gloria, y del deseo de aquellos bie
relinquentibus legem tuam. Psal. nes celestiales, viéndose desterra
1 18, 53; 139, 158. Era tan grande dos de ellos, y que se les dilatan: co
la afliccion que por esta causa sentia mo lloraban los hijos de Israel en
el profeta David, que el dolor del su destierro de Babilonia, acordan
ánima le enflaquecia el cuerpo, y dose de la tierra de promision: Su
le corrompia la sangre: Tabescere per flumina Babilonis illic sedimus,
me fecitzelus meus: quia obliti sunt 83 flevimus, cum recordaremur tui
verba tua inimici mei. Et vidi prae Sion. Psal. 136, v. 1. Y el profeta
varicantes, 83 tabescebam, quia elo David lloraba el destierro de esta
quiatua non custodierunt. Pudriasele vida: Heu mihi , quia incolatus
la sangre en el cuerpo de ver las in meus prolongatus est! Psal. 1 19, v. 5.
jurias y ofensas que se hacian con ¡Ay de mí, que se me dilata mi des
tra Dios. Y el profeta Jeremias es tierro Aquel, á ti suspiramos los
tá lleno de semejantes llantos y ge desterrados hijos de Eva, gimien
midos. Esta tristeza nos está muy do y llorando en este valle de lá
bien á nosotros, y nos es muy pro grimas, suspiros son que hacen
pia; porque el fin de nuestro insti muy buena y suave música á los
tuto es que el nombre de Dios sea oidos de Dios.
santificado y glorificado de todo Casiano pone las señales para co
el mundo: y asi el mayor de nues nocer cual sea tristeza buena y se
tros dolores ha de ser ver que esto gun Dios, y cual mala y del de
no se haga asi, sino muy al reves. monio. Dice, que la primera es
Lo tercero, puede nacer esta tris obediente, afable, humilde, mansa,
teza del deseo de la perfeccion, que suave y paciente. Al fin, como na
es tener una ansia tan grande de ir ce de amor de Dios contiene en sí
adelante en la perfeccion, que siem todos los frutos del Espíritu Santo,
pre andemos suspirando y lloran que cuenta S. Pablo, ad Gal. c. 5,
do, porque no somos mejores v. 22, que son caridad, gozo, paz,
y mas perfectos. Conforme á aque longanimidad, bondad, fé, man
llo que dice Cristo en el Evange sedumbre, continencia; pero la
De la tristeza y alegria. 361
tristeza mala y del demonio, as les dé aquellos jubilos espirituales
pera, impaciente, llena de rencor, que él suele comunicar á sus esco
y amargura infructuosa, que nos gidos? ¿Qué será cuando del todo
inclina á desconfianza y desespe los enjugue y limpie las lágrimas
racion, nos retrae y aparta de de sus ojos? Absterget Ileus omnem
todo lo bueno. Y mas, esta tristeza lacrimam ab oculis eorum, 83 mors
mala no trae consigo consuelo ni ultra non erit, neque luctus, neque
alegria ninguna; pero la tristeza clamor, neque dolor erit ultra. Apo
buena y segun Dios, dice Casiano, cal. c. 2 I, v. 4. Pues el andar siem
est quodammodo la ta: es en cierta pre hecho un Jeremias, llorando
manera alegre, y trae consigo un con los pecados agenos, bien se ve el sa
suelo, y un conforte y aliento gran bor, gusto y satisfaccion que cau
de para todo lo bueno; como se ve sa en el alma; porque es señal de
discurriendo por todas esas cuatro buenos hijos ser muy zelosos de
maneras de tristeza que habemos la honra de su padre. Pues el andar
dicho. El mismo andar uno llo siempre anhelando y suspirando
rando sus pecados, aunque por una por la perfeccion, y con deseos de
parte aflige y da pena, por otra vernos ya en aquella patria celes
consuela grandemente. Por espe tial, ¿qué cosa puede haber mas sua
riencia vemos, cuan contentos y ve y mas dulce, dice S. Agus
satisfechos quedamos cuando habe tin? l. 37 medit. Quid enim pul
mos llorado muy bien nuestros pe chrius, quidve dulcius, Tuam inter
cados: y una de las cosas en que tenebras hujus vitae multasque ama
se echa mucho de ver la diferen ritudines, divinae dulcedini inhiare,
cia y ventaja grande que hay de la 83 aeterna beatitudini suspirare,
vida espiritual de los siervos de illicque teneri mente, ubi vera ha
Dios á la vida de los del mundo, beri gaudia certissimum est? ¿Qué
es en esto, en que sentimos mayor cosa mas dulce, que estar siempre
gozo y regocijo en nuestra alma suspirando por aquella gloria y
cuando acabamos de llorar nues bienaventuranza que esperamos, y
tros pecados, que el que sienten los tener siempre nuestro corazon á
mundanos en todas las fiestas y donde está el verdadero gozo, que
placeres del mundo. Asi pondera es en el cielo?
esto muy bien S. Agustin dicien De aqui se verá tambien, que la
do: si esta que es la primera de las alegria que pedimos en los siervos
verdaderas obras del que comien de Dios, no es alegria vana, de ri
za á servir á Dios, si el llorar de sas y palabras livianas, ni de do
los justos, si su tristeza les da tanto naires y gracias, que ande uno
contento, ¿qué será la alegria y parlando con todos cuantos en
contento que sentirán, cuando el cuentra; porque esa no seria ale
Señor los consuele en la oracion, y gria de siervos de Dios, sino dis
362 Tratado sexto, cap. VII.
traccion , libertad y disolucion. sicat ossa: Prov. c. 17, v. 22; asi la
Lo que pedimos, una alegria es alegria interior del corazon re
terior que redunde de la interior. dunda tambien en el cuerpo, y ha
Conforme á aquello del Sabio: Cor ce que se eche de ver en el rostro:
gaudens exhilarat faciem: Prov. y asi leemos de muchos Santos,
cap. 13. Asi como la tristeza del que parecia en su rostro una ale
espíritu redunda en el cuerpo, de gria y serenidad, que daba testi.
tal manera que viene á secar y monio de la alegria y paz interior
consumir no solo las carnes, pero de su alma. Esta es la alegria que
aun los huesos: Spiritus tristis ex habemos nosotros menester.

-¿?- c39o 333

TRATADO SEPTIMO,
DEL TESORO Y BIENES GRANDES QUE
TENEMOS EN CRISTO, Y DEL MODO QUE HABEMOS DE
TENER EN MEDITAR LOS MISTERIOS DE SU SA

GRADA PASION, Y DEL FRUTO QUE HABE


MOS DE SACAR DE ELLOS.

CAP ITULO PRIMERO.

Del tesoro y bienes grandes que tenemos en Cristo.


At ubi venit plenitudo tempo por eso con mucha razon se llama
ris, misit Deus Filium suum, fac ley de gracia; porque en él se
tum ex muliere, factum sub le nos dió esta gracia, que esfuente,
ge, ut eos, qui sub lege erant, principio y manantial de todas
redimeret, ut adoptionem filiorum las gracias. Envió Dios á su Unige
reciperemus : Ad Galat. cap. 4, nito Hijo, hecho hombre, para que
v. 4. Cuando vino la plenitud nos librase del pecado, para que noº
del tiempo, dice el Apóstol S. Pablo, rescatase y remediase de la poteº
nos envió Dios á su Hijo. Todos los tad y servidumbre del demoniº
demas tiempos fueron como va en que estabamos: Nunc priº
cíos de gracia: este tiempo es lleno ceps hujus mundi ejicietur foras
de ella, y de dones espirituales, y Joan c. 18, v. 31, para que nos º
Del tesoro y bienes que tenemos en Cristo. 363
conciliase con Dios, para que nos su linage naceria: y toda la Re
hiciese hijos adoptivos suyos, pa ligion de los judíos profesaba eso,
ra que nos abriese la puerta del y los Profetas decian maravillas de
cielo que el pecado tenia cerrada, esta venida, le estaban aguardando
despues de aquella miserable caida con clamores, gemidos y oracio
de nuestros primeros padres, con nes: Emitte agnum Domine domina
la cual perdieron para sí y para torem terrae. Isai. c. 16, v. I. Utinam.
nosotros el estado dichoso de la disrumperes Celos, 83 descenderes.
justicia original en que Dios les Isai. c. 64, v. 1. Rorate Coeli desuper,
habia criado, y quedaron sujetos, y $3 nubespluant justum, aperiatur ter
en ellos todos sus descendientes, á ra, 83 germinet salvatorem. Isai.c.45,
infinitas miserias: Deus fecit homi v. 8. Acabad ya cielos de enviar
nem rectum, 85 ipse se infinitis mis nos ese divino rocío. Acabad nu
cuit quaestionibus. Eccl. c. 7, v. 3o. bes de echar acá al que es por sí en
Un consuelo les quedó entre tan teramente justo. Acabad ya tier
tos trabajos, y fue, que luego que ra de abriros, y darnos al Salva
pecó Adan, maldiciendo Dios á la dor. Y la Esposa de los Cantares,
serpiente, alli prometió de dar en c. 8, v. 1, deseaba y decia: Quis mi
cierto tiempo á su Unigenito Hijo, hi det te fratrem meum sugentem
para que hecho hombre, y pade ubera matris meae, ut inveniam te fo
ciendo por nosotros, nos librase ris, 83 deosculer te, 83 jam me nemo
de los males en que caimos por el despiciat. O si te viese acá fuera he
pecado: Inimicitias ponam inter te, cho ya hermano mio, en los pe
&5 multerem, 83 semen tuum, 83 se chos de la madre, para que alli te
men illius, ipsa conteret caput tuum: pudiese besar, y abrazarme conti
Gen. c. 3, v. 15. Pondré enemistades go, y ya nadie me menosprecie,
entre tí y la muger, y entre tu si pues que tengo á Dios por herma
miente y la suya, y ella quebran no! Esta era toda la esperanza de
tará tu cabeza. Esa promesa les las gentes: Et ipse erit expectatio
consoló mucho, y con esto hicie gentium. Gen. c. 49, v. 1o. Estaban
ron penitencia, y enseñaban á sus esperando como cautivos el resca
hijos el estado dichoso que habian te, y esta esperanza los sustentaba.
tenido, y como le habian perdido Y en virtud del que habia de venir
por el pecado; pero que habia de ve se les perdonaban los pecados: co
nir un Redentor, en cuya virtud se mo nosotros creemos que vino,
salvarian. Esa promesa la confirmó asi ellos creian que habia de venir,
Dios, Sap. c. 1o, v. 2, despues y asi le llamaban el que ha de
muchas veces, especialmente á al venir; y eso es lo que preguntaron
gunos que le agradaron mas parti los discípulos de S. Juan Bautista: Tu
cularmente, como Abrahan, Jacob, es qui venturus es, an alium expecta
y David, prometiéndoles, que de mus?Matt. c. 21, v. 3. ¿Eres tú el que
364 Tratado septimo, cap. I.
ha de venir, ó esperamos à otro? grandeza y poder infinito de Dios,
Pues cuando vino el cumpli mas que ninguna de todas las otras
miento del tiempo, cuando llegó obras que ha hecho en el mundo. Y
la hora en que Dios habia determi asi dice el Profeta á Dios: Psal 79.
nado de hacer esta misericordia v. 5. Excita potentiam tuam, 8 ve
tan grande al mundo, nos envió ni, ut salvos facias nos: Despertad,
á su Unigenito Hijo. No quiso Señor, vuestro poder, manifestad
Dios enviar luego el remedio, vuestra omnipotencia, y venidá
porque conociesen mas los hom salvarnos. Pídele que muestre su
bres su miseria, y deseasen su re potencia en esta venida, porque la
medio, y le estimasen mas, cuan obra era de la mayor fuerza que
do se le diesen. Muchas veces no Dios podia hacer en el mundo. Asi
nos quiere Dios remediar, ni dar lo dice S. Agustin: l. 1o de Civ.
el consuelo luego, porque eche c. 29. Grande obra fue criar este
mos de ver nuestra poquedad, y la mundo, criar tan perfectas criaturas,
necesidad que tenemos de acudir á señal fue de su poder, y asilo can:
Dios, y no nos atribuyamos nada ta la Iglesia: Credo in unum Deum
a nosotros. Pues cuando determi Patrem omnipotentem, creatorem
nó Dios de remediarnos, y llegó Cali, 83 terrae: pero comparada
aquel tiempo dichoso y tan desea la redencion del mundo con esta
do, porque aquella caida y daño obra, es como cifra. Y asi David,
ninguno lo podia reparar digna y Psal. 8, v. 4, llama á la creacion
debidamente sino el mismo Dios; obra de los dedos de Dios: Qu0"
no bastaban las fuerzas del hombre niam videbo Celos tuos, opera digi
para levantarse, ni bastaban fuer torum tuorum, Lunam, 83 Stellas,
zas de Angeles para levantarle, quae tu fundasti: pero cuando se ha
eran menester fuerzas divinas, y bla de la redencion del linage hu.
porque la redencion se habia de mano, llamase obra de su brazo: Fº
obrar con la satisfaccion de la culpa, cit potentiam in brachio suo: Hitº
y esta satisfaccion habia de ser peno fuerza en su brazo. La diferencia
sa, y Dios en su sustancia y natu que hay del brazo al dedo, esa hay
raleza no podia padecer; halló la de la una obra á la otra. Y no sº
infinita Sabiduria este medio é in lamente fue esta obra manifestado.
vencion maravillosa, de hacerse el ra del poder y grandeza de Diºs,
Hijo de Dios hombre, y unidas sino tambien de la granderº del
ambas naturalezas, divina y hu hombre, y del caudal que Dº
mana, en una misma persona, ella hace de él, mucho mas que lo º
obrase este importantísimo nego la de la creacion. Y asi dice la Iglº
cio de la redencion de los hom sia: Deus, qui humana substanº
bres. Invencion llena de sabidu dignitatem mirabiliter condidisti, g
ría y bondad, manifestadora de la mirabilius reformasti. Mucho diº
Del tesoro y bienes que tenemos en Cristo. 365
Dios al hombre cuando le crió; dice: Vehementer quidem nobis, di
pero mucho mas le dió, cuando le lectissimi, virunus, S3 mulier una no
redimió. Dice S. Leon Papa: (a) cuere, sed gratias Deo, per unum ni
A altísimo ser levantó Dios al hom hilominus virum, 85 mulierem unam.
bre, , haciéndole á su imágen y omnia restaurantur, nec sine magno
semejanza; pero mucho mas le le fenore gratiarum, neque enim sicut
vantó y ennobleció, haciéndose delictum, ita 83 donum, sed excedit
Dios, no solo á imagen y seme damni aestimationem beneficii mag
janza del hombre, sino verdadero nitudo: Mucho daño nos hicieron un
hombre. hombre y una muger; pero infini
Son tantos y tan grandes los tas gracias sean dadas á Dios, que
bienes que se nos han seguido de por medio de otro hombre, y de
haberse hecho Dios hombre para otra muger, que son Cristo, y la
redimirnos, que á trueque de ellos Vírgen, se restauró ese daño, y
habemos de tener por buena para el con grande ventaja: escede en in
mundo la culpa de Adan. Como la finito la grandeza del beneficio y
Iglesia en el sabado Santo, con un don que se nos dió, al daño que
esceso de amor arrebatada en espi habiamos recibido.
ritu, enterneciéndose y regalándo No se pueden contar ni decir
se con su Esposo Cristo, canta: 0 los bienes y tesoros grandes que
felix culpa, quae talem, ac tantum tenemos en Cristo. El Apóstol S.
meruit habere redemptorem ! O cer Pablo dice, que le habia el Se
te necessarium Adae peccatum, qu0d ñor dado esta gracia de predicar
Christimorte deletum est! ¡O dichoso y declarar á las gentes estas rique
mal, por el cual tan grande bien zas y tesoros inestimables: Mihi
vino á los hombres! ¡O dichosa en omnium sanctorum minimo data est
fermedad, que con tal medicina gratia hac, in gentibus evangelizare
sanó! Mas se nos da por Cristo, investigabiles divitias Christi. Ad
que se nos quitó por Adán. Mayor Ephes. c. 3, v. 8. Esta gracia habia
es la ganancia de la redencion, que mos menester nosotros ahora. Dijo
fue la pérdida de la culpa: Non si el mismo Cristo á la Samaritana :
cut delictum, ita 83 donum, ad Rom. Si scires donum Dei, 83 quis est qui
c. 5, v. 15, dice el Apóstol S. Pa dicit tibi, da mihi bibere: Joan. c. 4,
blo, ponderando que mas fue la v. 1. O muger, si supieseis el dón
gracia que Cristo nuestro Reden de Dios! La merced que ha hecho
tor comunicó al mundo, que el da al mundo. Aquella dádiva tan seña
ño que en él causó la culpa de lada que tenia prometida de dar á
Adan. Y S. Bernardo (b) trayen su Hijo, ya la dió. Este es don me
do este testimonio de S. Pablo, recedor de este vocablo don; por

(a) Leo Papa, 83 August. serm. 9 de tempore. (b) Ber. ser. 7 de B.


M. de verbis. Apoc. 12, signum magnum, 1 in initio.
366 Tratado septimo, cap. I.
que en él se encierran todos los do ritatis! Ut servum redimires, Filium
nes divinos: Omnia nobis cum illo tradidisti: in sabbato Sanc. 0 ma
donavit: Ad Rom. c. 8, v. 32. ¡O si ravilloso amor! ¡O caridad inesti.
conociesemos y entendiesemos es mable, que entregasteis, Señor, á
te dón, y los bienes grandes que vuestro Hijo, para redimir al es
tenemos en él ! ¡O si el Señor nos clavo! ¿Quién pudiera imaginar tal
abriese esta vena, y nos descubrie cosa? ¿Qué hombre se atreviera, es.
se esta mina, y este tesoro tan es tando cautivo en Berbería, á pedir
celente, qué ricos quedariamos, y á su Rey: Señor enviad acá ávues.
qué dichosos seriamos! A san tro único Hijo, que venga á morir
Agustin le habia hecho Dios esta entre estos infieles, para rescatar
merced: y asi decia él: Señor, quien me á mí? Pues lo que vos no Osatt
no te sirve por el beneficio de la deis bosquear, y lo que no pudiera.
creacion, bien merece el infierno: deis pensar, ni imaginar, ni pu
mas el que no te sirve por el de la diera caer en vuestro entendimien
redencion, menester es nuevo in to, eso hace Dios por vos.
fierno para él. Y del padre maes Y mas, no solamente nos sacó
tro Avila se dice, que andaba tan del cautiverio en que estabamos,
actuado en esto, que cuando algu sino levantónos á dignidad de hi:
no se maravillaba de alguna mer jos de Dios: tomó nuestra natura:
ced que el Señor le habia hecho, leza para hacernos participantes de
decia: No os maravilleis de eso, si la suya: hízose Dios hombre, para
no maravillaos y espantaos de que hacernos á nosotros hijos de Dios:
os amó Dios tanto, que se hizo hom Videte qualem charitatem dedit mo.
bre por vos: Sic Deus dilexit mun bis Pater, utfilii Dei nominemur, º
dum, ut filium suum Unigenitum simus, dice S. Juan: Ad Gal. c. 4,
daret. Joan. c. 3, v. 16. No supo el v. 5. 1 Joan. c. 3, v. 1. Mirad la ca:
Apóstol y Evangelista S. Juan de ridad y bondad del Señor, y la
cir ni esplicar el grado de la alte merced tan grande que nos hitº,
za del amor que Dios nos tuvo, si que no solamente nos llamamºs
no midiendo el amor conforme al hijos de Dios, sino que verdadera"
dón. Por la soberania del dón que mente lo somos. Y con verdad la
nos dió, por aí vereis el amor que mamos á Dios Padre, y á Jesucris
nos tuvo. Cuan grande fue el dón, to su Hijo, hermano. Y asi, no º
tan grande fue el amor. Pues amó desdeña él, dice S. Pablo, de tº
Dios tanto al mundo, que nos dió nernos por hermanos, y llamarººº
à su Unigénito Hijo, que se hicie así: Propter quam causammon cº"
se hombre, para que muriendo él, funditur fratres eos vocare, dicenº
viviesemos nosotros: O mira circa nuntiabo nomen tuum fratribus mº
nos tua pietatis dignatio canta la Ad Heb. c. 2, v. 11, et 12, amº
Iglesia: O inestimabilis dilectio cha parece que se precia de ello, º
Del tesoro y bienes que tenemos en Cristo. 367
muchas veces usa de ese termino, ofensas y pecados que contra él
y nos llama hermanos á boca lle habeis cometido, para hacernos des
na. Pues quien tiene á Dios por confiar y desmayar, ya por la pe
Padre y por hermano á Jesucris nitencia los tiene olvidados. Y no
to, en cuyas manos está todo el po solo eso, sino él mismo es nuestro
der del cielo, y de la tierra: Data medianero é intercesor con su Pa
est mihi omnis potestas in Coelo, 83 dre Eterno, para alcanzarnos mi
in terra: Matt. c. 28, v. 18. ¿qué mas sericordia y perdon: y asi nos es
tiene que desear? Cuando los her fuerza con esto el Apóstol y Evan
manos de José vieron á su her gelista S. Juan: c. 2, v. 1., Filioli mei
mano entronizado en Egipto, y haec scribo vobis, ut non peccetis, sed
que mandaba toda la tierra, y que 85 si quis peccaverit, advocatum ha
Faraon todas las cosas despachaba bemus apud patrem Jesum-Cristum
por su medio: Ite ad Joseph: Genes. justum: Hijos mios, no pequeis; pe
c. 41, v. 55. Despues que José les ro si alguno pecare, no desconfie;
quitó el miedo por la ofensa que le porque tenemos por abogado de
habian hecho, y les ofreció todo lo lante del Padre á Jesucristo su
necesario: Nolite timere, ego pas Hijo. Y el Apóstol S. Pablo dice,
cam vos: Genes. c. 5o, v. 2 I, ¿qué que subió Cristo al cielo, para
alegres? ¿Qué contentos? ¿Qué con hacer oficio de abogado y pro
fiados estarian ? A todos los llevó curador nuestro en la audiencia
allá consigo, dióles carros en que del Padre: Ut appareat nunc vultui
llevasen su hacienda: Venite ad me, Dei pronobis. Ad Heb. c. 9, v. 4. Di
85 ego dabo vobis omnia bona AEgip ce S. Bernardo, que está allá en
ti: Genes. c. 45, v. 18. Venios con el cielo, mostrando y represen
migo, y daros he todo lo bueno tando al Padre Eterno sus llagas,
que hay acá. Pues eso hace con diciendo: Que por nosotros las re
nosotros Cristo nuestro Redentor, cibió, y por su mandado, que no
que es hermano nuestro, y nos permita se pierda quien tan caro le
ama mas que José á sus herma costó. Así como la Sacratísima
nos; á todos nos quiere llevar consi Reina de los Angeles muestra á su
go: Pater, quos dedisti mihi, volo ut Hijo benditísimo los pechos que
ubi sum ego, 85 illi sint mecum, dice le criaron, intercediendo por no
sotros; asi el Hijo muestra al Pa
por el Apóstol S. Juan: c. 17, v. 24.
Padre, los que me diste, quiero quedre Eterno las heridas y llagas
donde yo estoy, estén ellos conmi que por nosotros recibió. Y esa
go. Danos carros para que vamos dicen los Santos, que es una de las
allá, que son tantos Sacramentos, causas porque quiso él que le que
y tantas ayudas de costa como te dasen las señales y ahujeros de
nemos para ello. ellas despues de su gloriosa Resur
Y si se os pusieren delante las reccion.
368 Tratado septimo, cap. I.
Cuando murió Jacob, dice la blo: Tenemos la sangre de Cris.
sagrada Escritura, Gen. c. 5o, v. to, que está clamando y dando vo
15, que fueron sus hijos á su her ces por nosotros, mejor que la de
mano José, temerosos, no qui Abel; porque aquella clamaba pi
siese vengar entonces las injurias, diendo venganza, pero la sangre
que en vida del padre no habia ven de Cristo está clamando miseri
gado. Y dijeronle: nuestro padre, cordia para aquellos por quien se
á la hora de su muerte no deseó derramó, y para aquellos mismos
para sus hijos otro mayor bien, si que la derramaron. Pues cuando
no que su hermano les perdone, y el demonio os pusiere delante la
se olvide de las injurias pasadas: y muchedumbre de vuestros peca
nosotros tambien os suplicamos, dos y miserias, para haceros des.
que perdoneis á vuestro padre esta mayar y desconfiar, poned vos los
maldad: (c) Nos quoque oramus ut ojos en Jesucristo : imaginad,
servo Dei patri tuo dimittas iniqui que él os toma luego por la mano,
tatem hanc. Es mucho de notar, que y os lleva delante de su Padre, y
las injurias no las habia hecho el que responde y habla por vos, to.
padre; mas el amor paternal los mo abogado y procurador vues
yerros de sus hijos hace suyos. tro: y que cubre vuestra confusion
Asi Cristo nuestro Redentor, por y vergüenza con los méritos y ser
el grande amor que nos tuvo, los vicios que á su Padre hizo; y con
yerros y pecados nuestros hizo su esto cobraréis luego otro nuevo cº
yos; porque se cargó de ellos, y sa razon, y vuestra desconfianza se
lió por fiador nuestro: Posuit domi mudará en esperanza, y vuestra
nus in eo iniquitatem omnium nos tristeza en alegría; porque él es
trum. Et iniquitates eorum ipse por nuestra justicia, satisfaccion y
tabit, dice Isaias: c. 35, v. 6, et 1 1. redencion, como dice el Apóstol
Pues vamos nosotros con esta mis Qui factus est nobis justitia, º
ma embajada y peticion al Padre sanctificatio, 83 redemptio. d
Eterno, y digamosle: Padre Eter Cor. c. 1, v. 3o. -

no, perdonad estos mis pecados á S. Ambrosio, l. 3 de virgin, diº


vuestro Hijo Jesucristo, que no Omnia igitur habemus in Christº
dejó él cosa mas encomendada á la omnia Christus est nobis. Si vulnº
hora de su muerte: Pater dimitte curare desideras, medicus estº f.
illis, non enim sciunt, quid faciunt. bribus astuas, fons est. Si gatº
Luc. c. 23, v. 34. ¿Pues quién con es iniquitate, justitia est. Si auxiliº".
to desconfiará de ser perdonado? Ha diges, virtus est. Si mortem timºsº
bemus sanguinis aspersionem melius ta est. Si calum desideras, viaestº
loquentem quām Abel, ad Hebr. c. tenebras fuges, lux est. Si cibumº
2 2, v. 24, dice el Apóstol S. Pa ris, alimentum est: Todas las º

(c)Vulgata correcta legit, ut servis Dei Patris tui.


Del tesoro y bienes que tenemos en Cristo. 369
tenemos en Cristo, y todas ellas asechanzas y tentaciones del demo
nos es Cristo. Si deseais ser cura nio: dice, que de lo que luego se
do de vuestras llagas, médico es. sigue, y de todo lo que en la sagra
Si ardeis con calenturas, fuente es. da Escritura hallamos de Cristo
Si os fatiga la carga de los pecados, nuestro Redentor, se colige clara
justicia es. Si teneis necesidad de ser mente, que todas las armas de
ayudado, fortaleza es. Si temeis la Dios, de que nos manda vestir aquí
muerte, vida es. Si deseais ir al cie el Apóstol, son Cristo nuestro Re
lo, camino es. Si quereis huír las ti dentor. De manera que es lo
nieblas, luz es. Si teneis necesidad mismo decir: Vestios todas las ar
de manjar, mantenimiento es. To mas de Dios; como si dijera: Ves
do lo que deseáredeis y hubiéredeis tios de Jesucristo. Y va proban
menester hallareis en él. Y en otra do, como Cristo es nuestra lori
parte dice: Si in te insurrexerit lu ga, y nuestra zelada, y nuestro ar
pus, petram cape, et fugit, petra nés, y nuestro escudo y nuestra es
tua Christus est: si ad Christum pada de dos filos: Utraque parte
confugias, fugit lupus, nec terrere acuta: Apoc. c. 1, v. 16; &c. 2, v. 22,
te poterit. Hanc petram quaesivit y todo lo demas. Y así las armas
Petrus, cum titubaret in fluctibus, que nos habemos de vestir, y con
et invenit quod quaesivit, quia dex que nos habemos de armar, para re
teram amplexus est Christi: Amb. sistir á todas las tentaciones del de
l. 6 exam. c. 4. Si se levantáre con monio, y para defendernos de to
tra vos el lobo, tomad la piedra, que dos sus engaños y asechanzas, y
es Cristo; si acudís á él, huirá el salir con victoria, son la virtud de
lobo, y no os podrá ni aun espan Cristo. De manera que todas las
tar, cuanto mas hacer mal. A esta cosas nos es Cristo, y todas las
piedra acudió S. Pedro, cuando tenemos en él. Y para que mejor
en medio de las olas comenzó á te entendamos esto, la Escritura di
mer, y luego halló lo que buscaba; vina le atribuye innumerables nom
porque le tomó Cristo de la ma bres y títulos, llamándole Rey,
no, y le libró del peligro. Maestro, Pastor, Sacerdote, Médi
S. Gerónimo, sobre aquello de co, Amigo, Padre, Hermano, Es
S. Pablo: ad Ephes. c. 6, v. 1o. De poso, Luz, Vida, Fuente y otros
caetero fratres confortamini in Domi semejantes. Así como el Apóstol
no, et in potentia virtutis ejus indui dice, que en él estan cerrados to
te vos armaturam Dei, ut possitis sta dos los tesoros de la sabiduría y
re adversus insidias diaboli: Herma ciencia del Padre: In quo sunt om
nos mios, de aquí adelante confor nes thesauri sapientiae et scientiae
taos en el Señor, y en el poder de absconditi: Ad Colos. c. 2, v 3: así
su virtud, y vestios de las armas de tambien en él estan encerrados to
Dios, para que podais resistir á las dos nuestros tesoros y riquezas;
TOM. II. 24
37o Tratado séptimo, cap. I.
porque en él está librado todo vid, bastaban en el acatamiento de
nuestro bien y remedio; y todas Dios, para aplacarle y tenerle la
nuestras obras, si tienen algun me mano que no castigase su pueblo;
recimiento, es por él: teñidas en su y no solo para eso, sino para que
sangre, son de valor; como le fue por respeto de ellos les hiciese mu
dicho á S. Juan en el Apocalipsi, chos favores y mercedes, como
c. 7, v. 13, de aquella tan gran vemos que el Señor lo hacia a ca
de multitud que vió estar ante el da paso: Propter servum meum J.
trono de Dios, que no se podia cob, et Israël electum meum, el prop.
contar, vestidos con vestiduras ter David servum meum: Isai. c. 54,
blancas y resplandecientes, y con v. 4; & 4 Reg. c. 9. v. 34; ¿cuánto
palmas en sus manos: estos son los mas hará el Padre Eterno por Jesu
que lavaron sus vestiduras, y las cristo su Hijo, en el cual tanto se
blanquearon con la sangre del agradó? In quo mihi bene complacui:
Cordero. Todos nuestros bienes Matth. c. 17, v. 5. Y así dice el
son unos como pedazos y sobras Apóstol S. Pablo: Gratificavil ms
de las riquezas de Cristo. Todos in dilecto filio suo. Ad Ephes, c. 1,
los bienes y dones que nos vienen, v. 5. Y el mismo Cristo dice y nos
nos vienen por medio de él, y por asegura, que cualquier cosa que
sus merecimientos. Por él somos pidieremos al Padre en su nombre,
libres de las tentaciones y de los se hará, para que el Padre sea glo
peligros; por él alcanzamos todas rificado en el Hijo: Quodcumue pº
las virtndes: finalmente, todo lo tieritis Patrem in nomine meo, lº
tenemos en Cristo, y todo lo habe faciam, ut glorificetur Pater in Pº
mos de alcanzar por Cristo, y to lio. Joan. c. 14, v. 13.
do se lo habemos de atribuir á Cris O con cuánta razon dijo el An
to: Y así la Iglesia remata y con gel á los pastores el dia que
cluye todas las oraciones y peticio este Señor, y en ellos á nosotrºs
nes, diciendo: Per Dominum nos Ecce enim evangelizo vobis gaudiº
trum Jesum-Christum; conforme á magnum, quod erit omni populo, º
aquello del Profeta: Ps. 83, v. 1o. natus est vobis hodie Salvator, quiº
Protector noster aspice Deus, et res Christus Dominus: Luc. c. 2, V º
pice in faciem Christi tui: Señor, Traigoos una nueva de grande º
concedednos esto por Jesucristo zo y alegria para todo el pue
vuestro Hijo: perdonad nuestros blo, que ha nacido hoy el Salvador
pecados, por el amor que le teneis, para vosotros, que es Cristo º
pues nurió por ellos en una cruz: tro Señor. Y no es un gozº º
poned los ojos en aquellas llagas te, sino muchos gozos, y muchos
que por nosotros padeció: y tened bienes. Pregunta Origenes: ¿porque
de nosotros misericordia. Si los diciendo Isaías, c. 52, v. 7, enº
servicios de Abrahan, Jacob y Da lar, anuntiantis bonum; reº
Del tesoro y bienes que tenemos en Cristo. 371
do S. Pablo este lugar, dice en plu niendo un Pontífice, y un mediane
ral: Evangelizantium bona ? Ad ro é intercesor tan grande como
Rom. c. 1o, v. 13. Y responde: á Jesucristo, Hijo de Dios, que
Porque Jesucristo, no es solo un penetró los cielos, y está sentado á
bien, sino todos los bienes. El es la diestra del Padre, y es igual con
nuestra salud, nuestra vida, nuestra él: Adeamus cum fiducia ad Tronum
resurreccion, luz del mundo, ver gratie ejus ut misericordiam conse.
dad, camino, puerta del cielo, sa quamur, et gratiam inveniamus in
biduría, poder y tesoro de todos auxilio opportuno: Acudamos al
los bienes. Para nosotros nació, y trono de la gracia y misericordia
murió, para que nosotros vivainos. de Dios con grande confianza, que
Para nosotros resucitó, para que no alcanzarémos perdon.
sotros resucitemos. Para nosotros Del bienaventurado S. Bernar
subió á los cielos: Vado parare vo do se lee en su historia, que en una
bis locum, Joan. c. 14, v. 2, dijo él: enfermedad grave que tuvo, se ar
Et expedit vobis, ut ego vadam. robó, y estando como en extasis, le
Joan. c. 1 1, v. 7. Voy á prepararos pareció que le llevaban delante del
el lugar, y convieneos á vosotros que tribunal de Dios, y que el demo
vaya. De allí nos envió el Espíri nio le acusaba allí, y le hacia sus
tu Santo: Dedit dona hominibus: cargos, diciendo, que no era mere
Ad Ephes. c. 4, v. 4. Y allí donde es cedor de la gloria. Respondió el
tá sentado á la diestra del Padre, Santo: Yo confieso que no soy
nos está haciendo continuos favo digno de la gloria eterna, mas á
res y mercedes. Dice S. Cipria mí Señor Jesucristo se le debe, y
no, que para eso tambien le que posee el cielo por dos títulos; lo
daron abiertos los agujeros de las uno, por ser Unigénito del Eterno
llagas, para mostrar que los caños Padre, y heredero del reino ce
quedaron como fuentes, manando lestial; y lo otro, por haberle com
tesoros y gracias, siempre estan prado con su sangre, obedeciendo
manando con grandísima liberali á su Padre hasta la muerte: él se con
dad y no se pueden agotar: Manus tenta con el primero de estos dos
ejus tornatiles aurea, plenae hia títulos, y ese solo le basta, y del
cinthis: Cant. c. 5, v. 14. Tiene ma segundo me hace á mi donacion, y
nos de oro, y llenas de piedras pre en virtud de ella tengo yo derecho
ciosas, y como es maniroto, cué al cielo, y así en eso tengo con
lanse por aquellos agujeros los do fianza. Con esto quedó el perverso
nes. Pues concluyamos con lo que acusador confuso, y aquella forma
concluye el Apóstol S. Pablo: Ha de juício y tribunal desapareció, y
bentes ergo Pontificem magnum qui el Santo volvió en sí. Pues en eso
penetravit coelos, Jesum filium Dei; habemos de confiar nosotros, y esa
Ad Hebr. c. 4, v. 1 4 & 16. Te ha de ser toda nuestra esperanza.
372 Tratado séptimo, cap. II.
Jacob vestido de las vestiduras de el acogernos á pensar en la Pasion
su hermano mayor, alcanzó la ben de Cristo, y escondernos en sus
dicion de su Padre. Vistámonos no llagas. Finalmente, para todo ha
sotros de Jesucristo, nuestro her llaréinos remedio y ayuda en la
mano mayor, cubrámonos con las Pasion de Cristo: In omnibus non
pieles de este Cordero sin man inven tam efficax remedium, qum
cilla, valgámonos de sus méritos y vulnera Christi, dice S. Agustin,
Pasion, y de esta manera alcan in manual. c. 32. En ninguna cosa
zarémos la bendicion del Padre hallé tan eficáz remedio como en
Eterno. esto. Y S. Buenaventura, collat, 7,
dice: Qui se attente, et devole in
CAPÍTULO II. sanctissima vita, 83 Passione Dumi
Cuan provechosa y agradable sea ni exercet, et omnia utilia et mecés
á Dios la meditacion de la Pa saria sibi abundanteribi invenil, mºc
sion de Cristo nuestro opus est ut extra Jesum aliquid que
Redentor. rat: El que se ejercita con derº.
El bienaventurado S. Agustin, cion en la vida y Pasion Santísi.
ma del Señor, allí halla abundam
serm. 32 ad fratres in eremo, di temente todo lo que ha menester,
ce: Nihil tam salutiferum nobis y fuera de Jesus, no hay que buscar,
est, quam quotidie cogitare quan Y así vemos que los Santos, y se
ta pro nobis pertulit Deus, et vos de Dios han usado muy conti
homo: No hay cosa que tan saluda nuamente este ejercicio, y por 6$te
ble y provechosa nos sea, como medio vinieron á alcanzar grandº
pensar y considerar cada dia lo que santidad y perfeccion. º

padeció por nosotros el Hijo de Aunque no hubiese en este ejº


Dios. Y S. Bernardo, serm. 62 acordarnos
cicio otra cosa, sino
sup. Cant. dice: No hay cosa tan de Dios, y traerá la memoria º
eficáz para curar las llagas de nues beneficios que de su mano habemº
tra conciencia, y purgar y perfi recibido, y estar pensando en ellos,
cionar nuestra alma, como la fre sería de mucha estima y valor dº
cuente y continua meditacion de lante del Señor: porque condiciº
las llagas de Cristo, y de su muer es del amor, hacer al que ama, º
desee y estime en mucho, º la
te y Pasion: Quid enim tām effi
cax ad curanda conscientiae vulne persona en quien tiene puesº º
ra, nec non ad purgandam mentis amor, se acuerde mucho de él, y
aciem, quām Christi vulnerum se piense muy á menudo en las º
dula meditatio? Y para todas las nas obras que de él ha recibido, y
tentaciones, y especialmente COIl que muchas veces trate y hable de
tra las deshonestas, dicen los San estas cosas;yy gusta
el quededeello,
verasmucho
º
tos, que es singularísimo remedio
se agrada
De la meditacion de la Pasion de Cristo N. R. 373
mas que si la persona amada le en quiera de aquí, que pues á él no se
viase muchos presentes y dones le hizo de mal el padecer por nues
de su hacienda. Lo qual vemos en tro amor, que no se nos haga á no
una madre, señora principal y ri sotros de mal el acordarnos de lo
ca, que ama mucho á su hijo au que padeció por nosotros. De S.
sente, que si le dicen que el hijo se Francisco, 6 part. lib. 1, c. 86 de
acuerda y trata mucho de ella, y su Crónica, se cuenta, que una vez
que siempre le hallan hablando de andando él junto á nuestra Señora
los regalos con que le criaba, y de de Porciuncula, llorando y lamen
los beneficios y buenas obras que tándose en altas voces, acertó á pa
siempre le ha hecho, y de los tra sar por allí un hombre honrado,
bajos que por él ha padecido; mas siervo de Dios, que le conocia, el
lo aprecia, y mas contento y gusto cual viendo al Santo tan triste y
recibe en oir esto de su hijo, que lloroso, pensando haberle sucedido
si le enviase muchas piezas de seda, alguna desgracia y trabajo, se lle
y joyas de oro, sin tener memoria gó á él, y le preguntó, ¿qué tenia, ó
de ella. qué le daba pena? Respondió el San
Pues de la misma manera, Dios to con muchas lágrimas y sollozos:
nuestro Señor, que en todas las de Duélome mucho, y lloro por los
mas cosas guardó las propiedades grandes tormentos y penas que die
y leyes del amor, tambien las guar ron á mi Señor Jesucristo tan sin
da en esto, que es propiedad de los culpa, y de ver cuan olvidados esta
que mucho aman: y así desea y mos los hombres de tan sumo be
estima en mucho, que siempre nos neficio, habiendo nosotros sido la
acordemos de él, y pensemos en él, causa de su Pasion.
y en los beneficios y maravillas
que por nosotros ha obrado. Espe CAPÍTULO III.
cialmente, que si nos ejercitamos
mucho en la memoria de estos be Del modo que habemos de tener en
neficios no se pasará á mucho tiem meditar la Pasion de Cristo nues
po sin que se despierte en nosotros tro Redentor, y del afecto de com
el deseo de servir de veras al Señor pasion que habemos de sa
por ellos. car de ella.
Blosio, c. 2 mon. spiritual., re
fiere de la santa virgen Gertrudis, El modo que habemos de tener
que entendió del Señor, que cuan en la meditacion de la Pasion de
tas veces uno mira con devocion Cristo nuestro Redentor, es el que
la imágen de Jesucristo crucifi los Maestros de la vida espiritual
cado, tantas es mirado amorosa enseñan comunmente, que habe
mente de la benignísima miseri mos de tener en la oracion. En
cordia de Dios. Pues saquemos si la cual advierten, que no se nos ha
24*
374 Tratado séptimo, cap. IV.
de ir todo en meditar y discurrir nernos con mucho fruto; pero co
por la historia, sino que lo princi munmente los reducen los que tra
pal ha de ser mover nuestra volun tan de esto, á siete géneros ó ma
tad con afectos y deseos: los cua neras de afectos. El primero es
les se forman primero en el cora compasion. Compadecerse uno de
zon, para que despues á su tiempo esto, es recibir pena de su pena, y
salgan en obra; y eso ha de ser en dolor de su dolor, acompañándo
lo que habemos de insistir y dete le en sus trabajos con sentimiento
nernos mas en la oracion. Así co y lágrimas de corazon, con lo cual
mo el que cava y ahonda para sa parece que se reparte el trabajo y
car agua, ó para descubrir algun dolor entre ámbos, y con el que
tesoro, en topando con lo que bus yo tomo compadeciéndome, que
ca, pára, y no da mas azadonada: da el otro mas aliviado, y con me
así en descubriendo con la medi nor dolor y afliccion: como por
tacion y consideracion del enten el contrario, cuando uno muestra
dimiento el oro y tesoro de la ver holgarse de su mal y trabajo, y
dad y afecto que buscais, en topan se rie y hace burla de él, hace
do con el agua viva, de que está que su trabajo y dolor sea mayor,
deseosa y sedienta vuestra ánima, y que lo sienta mas. Y aunque es
no habeis de cavar ni ahondar mas verdad, que no podemos nosotros
con el entendimiento, sino detene de esta manera hacer, que los do
ros en esos afectos y deseos de la lores y trabajos de Cristo nues
voluntad, hasta hartaros de esa tro Redentor le sean mas ligeros,
agua, y matar vuestra sed, y que porque ya son pasados; pero con
dar satisfecho: porque ese es el fin todo eso le es á él muy agradable
que se pretende en la oracion, y el esta nuestra compasion, porque por
fruto que habemos de sacar de ella; ella en cierta manera hacemos
y á eso se han de ordenar y ende nuestros sus dolores y trabajos. Y
rezar todas las meditaciones, y así dice el Apóstol S. Pablo: ad
consideraciones y discursos del en Rom. c. 8, v. 17. Si autem filii, et
tendimiento. Pues este mismo modo haeredes: haredes quidem Dei, co
habemos de guardar en la medita haeredes autem Christi: si tamen
cion de la Pasion de Cristo nuestro compatimur, ut et conglorificemur: Si
Redentor. Y así iremos diciendo tomamos y traspasamos en noso
los afectos que habemos de sacar de tros los dolores de Cristo, com
esta meditacion, y en que habemos padeciéndonos de ellos, seremos he
de insistir, apuntando juntamen rederos de la gloria juntamente
te algunas consideraciones que nos con él.
despierten á ellos. Para despertar en nosotros este
Muchos son los afectos en que afecto de compasion, nos ayudará
podemos aquí ocuparnos y dete considerar la grandeza de los dolo
De la meditacion de la Pasion de Cristo N. R. 375
res, penas y tormentos que Cristo para padecer mas por nuestro amorº
nuestro Redentor padeció; porque cerró las puertas por todas partes á
como dicen los Teólogos, y los todo género de alivio y consola
Santos, fueron los mayores que se cion, así del cielo, como de la
han padecido, y se pueden padecer tierra, cuanto á la porcion inferior,
en esta vida, conforme á aquello y así fue desamparado, no solo de
del profeta Jeremias: 0 vos omnes, sus amigos y discípulos, sino tam
qui transitis per viam, attendite, $5 bien de su Padre: Factus sum sicut
videte, si est dolor similis, sicut homo sine adjutorio inter mortuos
dolor meus. Threnor. c. 1, v. 12. liber: Ps. 87, v. 5. Fuí hecho co
Lo primero en su cuerpo no hubo mo hombre sin favor y ayuda, sien
parte que no padeciese gravísimos do yo solo el que entre los muertos
dolores y tormentos: A planta pedis estaba libre del pecado, y de mere
usque adverticem non estin eo sani cer muerte ni pena.
tas, dice Isaías: c. 1, v. 6. Los pies Basta para entender la grandeza
y las manos enclavadas, la cabeza de los dolores de Cristo, que de
traspasada con la corona de espi solo imaginarlos y pensar en ellos,
nas, el rostro afeado con salivas, y sudó en el huerto sudor de sangre
herido con bofetadas, todo el cuer con tanta copia y abundancia,
po acardenalado con azotes, y des que corria en tierra. Pues ¿qué seria
coyuntado con el tormento de la el padecerlos, si solo el pensarlos
cruz: Dinumeraverunt omnia ossa causó tanta pena y agonía en él?
mea. Psalm. 12, v. 18. Finalmente, fueron tales y tan ri
Y no solamente fue su dolor en gurosos sus trabajos y dolores, que
el cuerpo, sino tambien en el ani dicen los Santos, que ninguno pu
ma; porque aunque la naturaleza diera vivir con ellos sin milagro
humana estaba unida con la perso que le conservase la vida; y así fue
na divina; empero así sintio la necesario valerse Cristo de su di
acerbidad de la Pasion, como si vinidad, para no morir en ellos;
no hubiera aquella union. Añade pero lo que la divinidad allí obra
se á esto, que para que este dolor ba, no era no sentir los trabajos,
fuese mayor, quiso él carecer de sino que el escesivo dolor y senti
todo consuelo. Y eso es lo que di miento no le acabase la vida, para
jo estando en la cruz: Deus meus, así poder padecer mas: donde po
Deus meus, ut quid dereliquisti me? demos considerar y ponderar la
Matth. cap. 27, v. 46. Los santos misericordia y liberalidad del Se
Martires en sus tormentos eran re ñor, que para que los santos Marti
creados con un consuelo celestial res no sintiesen los tormentos, ha
y divino, que les hacia sufrirlos, cia milagros, y en sí los hace, para
no solo con ánimo, sino con ale padecer y sentirlos mas por nues
gria; y Cristo nuestro Redentor trO a ImOr.
*

376 Tratado séptimo, cap. III.


Fuera de estos dolores esterio lante de sus ojos, desde el instante
res que atormentando su cuerpo, de su concepcion hasta que espiró
atormentaban juntamente su áni en la cruz, conforme á aquello del
ma, como habemos dicho, tuvo Profeta: Psal. 37, v. 18. El dolor
Cristo nuestro Redentor otros do meus in conspectu meo semper. De
lores interiores, que inmediata donde podemos entender, que toda
mente atormentaban su alma san su vida fue como el dia de su Pa
tísima, que fueron mucho mayo sion. Y aun á veces suele dar mayor
res que esos otros; porque desde el pena y tormento, el estar esperan:
instante de su concepcion hasta el do la adversidad y trabajo, que el
punto en que murió, tuvo siempre padecerlo. De manera que toda su
presentes todos los pecados de los vida fue un mar de inmensos dolo
hombres, hechos desde el principio res, que sin cesar de noche y de
del mundo, y todos los que se habian dia, sin medida atormentaban aque.
de hacer hasta el fin de él; y como lla alma sacratísima.
por una parte amaba tanto á Dios, Pues quien por menudo conside.
y veía que eran injurias y ofensas ráre, y ponderáre todas estas cosas,
suyas, y por otra parte amaba tan y que el que las padece es el mismo
to las almas, y veía que eran en Hijo de Dios, y que las padece por
daño y perdicion de ellas, y que nosotros, y por puro amor nuestro,
con ofrecer él su Pasion y muerte corazon mas que de piedra ha de
para su remedio, con todo eso tan tener, si no se mueve á compasion.
ta infinidad de almas no se habian Y así dice S. Bernardo: (a) Pues
de querer aprovechar de ella, sino la tierra tiembla, y las piedras se
que habian de querer mas la muerte quiebran, y los monumentos se
que la vida; érale esto una espada abren, y el velo del templo se
de dos filos, que le heria por ambas rompe, y el sol y la luna se os
partes; la una por la ofensa de curecen; razon será que nosotros
Dios; y la otra por el daño y con nos compadezcamos de lo que el
denacion de las almas. Y así no se Señor padeció por nosotros. No es
pueden decir ni pensar los dolores razon que seamos mas duros que
incomparables que de esto recibia las piedras, y mas insensibles que
aquella ánima santísima. Pues to las criaturas irracionales: pártase
do esto junto con los tormentos, nos el corazon de dolor, y rómpºlº
dolores y afrentas, que represen senos las entrañas: Fili mi Absalº",
tándosele en la oracion del huer Absalon fili mi, quis mihi tribuat, º
to, le hicieron sudar sangre en tan ego moriar prote, Absalon fil",
ta abundancia, que corria en tierra, li mi Absalon Hijo mio Absº
y todo lo demas que en su vida san lon, Absalon hijo mio, quién º
tísiua padeció, tuvo siempre de diese que yo muriese por til Biº
(a) Bern, ser. Feriae 4 hebdomada Sanctae. Matth. 27, v. 34835
De la meditacion de la Pasion de Cristo N. R. 377
to decia el rey David, 2 Regum que es tan grande mal el pecado,
c. 28, 33, sintiendo la muerte del que fue menester que Dios se hi
hijo que murió, por perseguirle y ciese hombre para pagar esta deu
quitarle el reino; cuanto mayor da: porque de otra manera no se
razon será que lo digamos nosotros, pudiera pagar ni satisfacer de todo
sintiendo la muerte del Hijo de Dios, rigor de justicia, y quedára menos
que murió por librarnos del cautive cabada la justicia de Dios; porque
rio del demonio, y darnos el reino la ofensa habia sido en cierta ma
de su Padre Eterno. nera infinita, porque habia sido
contra Dios infinito, y así hombre
CAPITULO IV. puro no pudo satisfacer por ella,
por la distancia grande que hay en
Del afecto del dolor y contricion tre Dios, y hombre puro: era me
de nuestros pecados, que habemos nester, que el que satisfaciese fuese
de sacar de la meditacion de la persona de infinita dignidad, igual
Pasion de Cristo nuestro al injuriado y ofendido, y tan
Señor. bueno como él. Declaran esto los
Teólogos con un ejemplo. Da un
El segundo afecto en que nos pastor, ó labrador, hombre co
habemos de ejercitar, y procurar mun y bajo, de palos, ó un bofe
sacar de la meditacion de la Pa ton al Rey; claro está que no que
sion del Señor, es dolor y contri dará el Rey satisfecho con hacer
cion de nuestros pecados. Este es dar de palos, ú otro bofeton á
uno de los frutos mas propios que aquel, ni aunque le haga dar dos
podemos sacar de ella, por descu cientos azotes, ni aunque le ahor
brirsenos en ella tanto la gravedad que; porque hay mucha distancia
y malicia del pecado; la considera de él al Rey: ¿qué tiene que ver bo
cion del remedio nos ha de abrir los feton, é injuria del Rey, con bofe
ojos, y hacer que echemos de ver ton, ó muerte de un pastor? Pues
la gravedad de la enfermedad, dice ¿cómo se podia satisfacer aquel Rey?
S. Bernardo: ser. 3 de Nativita ¿Sabeis cómo? Si aquel fuera, óle
te. Agnosce, ô homo, quam gra hicieran Rey tan grande como él,
via sunt vulnera, pro quibus necesse y entonces le ofreciera satisfaccion
est Dominum Christum vulnera igual: con eso quedára satisfe
ri! ¡O hombre, conoce y entiende cho.
cuan grande es la llaga que tuvo Pues así es acá: habia el hombre
necesidad de tan costosa medici vil y bajo y apocado, polvo y
na! No hay cosa que tanto declare ceniza, ofendido é injuriado al
la gravedad del pecado, aunque en Rey del cielo y de la gloria:
tre en ello el infierno que se le de habia, como si dijesemos, dado un
be para siempre jamas, como es, bofeton á Dios; porque eso hace
378 Tratado séptimo, cap. IV.
uno, cuanto es de su parte, cuando el infierno y sus tormentos per.
hace un pecado mortal, aunque durables no es paga igual á la
muera ese hombre vil y bajo, no vida y muerte de Cristo, con la
quedará satisfecha la injuria. Pues cual como era Dios el que pagaba,
¿cómo se satisfará? Si ese hombre se hizo á la justicia entera satis
fuera Dios igual con el injuriado; faccion de todo lo que se le debia,
padeciendo ese hombre, quedará y aun mas; pero en el infierno
satisfecha la injuria. ¿Pues qué re jamas se acaba de pagar un solo
medio? ¿Qué no hay otro Dios? No, pecado.
porque no hay mas que un solo Dios Pues conforme á esto digo, que
verdadero. Esa fue la misericor uno de los principales frutos queha.
dia infinita de Dios, y la inven bemos de sacar de la meditacion de
cion, y artificio maravilloso que la Pasion, ha de ser, llorar y abor.
halló para poder perdonar al hom recer mucho nuestros pecados, que
bre sin menoscabo de su justicia: tanto costaron á Jesucristo. Estas
que habiendo sido él el ofendido, y espinas y azotes, Señor, mis peca
no habiendo otro Dios que pudiese dos los causaron; yo Señor, os p.
satisfacer, se hace Dios hombre, se en esos trabajos: Ego sum qui
para que así padeciese y murie peccavi, ego inique egi: vertatur, ob
se el hombre, pues el hombre habia Secr0, manus tua contra me, 2 Reg.
ofendido é injuriado á Dios; y pa 24, v. 17 Tollite me, et milite in
ra que el padecer sea de infinito mare, scio enim ego, quoniam prop
valor, pues la ofensa y culpa habia terme tempestas hac grandis venit.
sido en cierta manera infinita, sea Joan. cap. 1, v. 12. Esa cruz, Se.
el que padece tambien Dios, cuyas ñor, yo la merecia; yo soy el que
obras son de valor infinito, porque habia de ser escupido, azotado y
son obras de Dios infinito. Esta escarnecido.
fue la necesidad de la Pasion de S. Bernardo, ser. 3 de Nativ,
Cristo nuestro Redentor, que de Domini, pone una consideracion
clara bien la gravedad y malicia muy buena á este propósito. Está
del pecado: y así dice S. Juan bame yo jugando en la plaza con
Damasceno, lib. I, c. 1, que si por mis compañeros, y allá en la reca:
el pecado echara Dios en el infier mara Real se estaba dando senten
no para siempre jamas á todos cia de muerte contra mí. 0yó estº
cuantos hombres ha tenido el mun el Hijo unigénito del Rey, y quíº
do, y tendrá hasta que se acabe, no tase la corona de la cabeza, y des.
quedára tan satisfecha, ni tan pa nudase de sus vestiduras Reales, y
gada la justicia divina, como encar sale vestido de un saco, cubierta la
nando Dios, y muriendo. Y no es cabeza de ceniza, y los pies descal.
esto hipérbole ó exageracion, sino zos, llorando y lamentando, pº"
una verdad muy llana; porque todo que habia condenado á muerte áº
De la meditacion de la Pasion de Cristo N. R. 379
siervo. Véole subitamente salir de mereció estar en los infiernos para
esta manera, quedé atónito de la siempre jamas, ¿qué deshonras, qué
novedad: pregunté la causa: oí de injurias, qué desprecios no reci
cir, que va á morir por mí. ¿Qué birá de buena voluntad, en recom
será bien que haga en este caso? pensa y satisfaccion de las ofensas
¿Quién será tan loco ó tan desco que ha cometido contra la Mages
medido, que se vuelva al juego, y tad de Dios? Lo segundo, es este un
no vaya siquiera acompañándole, y ejercicio, que asegura mucho el
llorando juntamente con él? Pues perdon. Una de las cosas que mas
de esta manera, con estas ú otras satisfaccion puede dar á uno, de que
semejantes consideraciones nos ha le ha Dios ya perdonado sus peca
bemos de detener en la oracion, dos, es haberse dolido y arrepen
llorando y doliéndonos de nuestros tido mucho de ellos. Si vos traeis
pecados, que fueron causa de la delante de los ojos vuestros pecados,
Pasion de Cristo. Y así nuestro doliéndoos y confundiéndoos de
Padre S. Ignacio, lib. exer ellos; no los mirará Dios, sino ol.
cit. spirit., en los ejercicios de la vidarlos ha: por eso se acordaban
Pasion, pone esto por peticion, do tanto los Santos de sus pecados, y
lor, sentimiento y confusion; por los traían siempre delante de sus
que por mis pecados padeció tanto ojos: Quoniam iniquitatem meam
el Señor. Y la peticion que nuestro ego cognosco, et peccatum meum con
santo Padre pone en los ejercicios tra me est semper; id est coram me:
por preámbulo, siempre es lo que Psal. 5o, v. 5 & II, decia el Profeta,
quiere que procuremos sacar de para que Dios los olvidase y apar
ellos. tase sus ojos de ellos: Averte fa
Este ejercicio es muy encomen ciem tuam à peccatis meis, et omnes
dado de los Santos, y es razon que iniquitates meas dele. Y así lo nota
no nos olvidemos de él, sino que le S. Gerónimo sobre estas palabras:
usemos y ejercitemos mucho, así Quia si tu ponis illud ante te, Deus
los que comienzan, como los que illud non ponit ante se. No hay cosa
van adelante: porque hay grandes que así haga apartar á Dios los
provechos en él. Lo primero, es un ojos de nuestros pecados, como mi
ejercicio con que se conserva uno rarlos nosotros, y confundirnos
mucho en humildad y temor de y avergonzarnos de ellos. Y así,
Dios. Una de las mas fuertes y efi esta es una de las cosas que mas
caces consideraciones que pode nos asegurará, y mas contento nos
mos traer para andar siempre hu dará á la hora de la muerte; y por
millados y confundidos, es la con eso es menester tenerlo prevenido
sideracion de los pecados, y el do de atrás. Lo tercero, no solamente
lor y el sentimiento de ellos. Quien es remedio este para los pecados
ofendió á su Criador y Señor, y pasados, sino es una medicina muy
38o Tratado séptimo, cap. IV.
preservativa para no caer de aí ade sos ejercicios, que uno puede tener
lante en pecado. Porque el que an en la oracion y fuera de ella, es
da continuamente confundiéndose ejercitarse en actos de contricion,
y doliéndose de haber ofendido á aborreciendo mucho al pecado, y
Dios, muy lejos está de pecar de haciendo propósitos firmes de dar la
nuevo. Lo cuarto, es gran remedio vida, y mil vidas, antes que hacer
para poder consolar y asegurar á un pecado mortal, y pidiendo con
uno que no consintió en las tenta mucha instancia al Señor, que antes
ciones y escrupulos de que es mo le lleve, que tal permita: Ne per
lestado; porque el que se anda ejer mittas me separari à te: No permi.
citando en actos de contricion, abor tais, Señor, que me aparte jamas de
reciendo mucho el pecado, y ha vos. ¿Para qué quiero yo, Señor, la
ciendo propósitos firmes de dar la vida, sino para serviros? Sino os ten
vida antes que hacer un pecado go de servir, no la quiero, llevad
mortal, seguro puede estar, que no me, Señor, antes que os ofenda.
consintió en las tentaciones y es
crupulos que le vienen: porque no CAPÍTULO V.
consiente uno tan facilmente en lo
que tanto aborrece. Y mas, el andar Del afecto del amor de Dios.
en este ejercicio, es andar en un
ejercicio de amor de Dios. Porque El tercer afecto en que nos
la verdadera contricion nace de habemos de ejercitar, y sacar de
amor de Dios, por haber ofendido la meditacion de los misterios de
á un Señor tan bueno, y tan digno la Pasion, es amor de Dios. No
de ser amado y servido; y así, hay cosa que mas mueva á uno á
cuanto uno mas conoce y ama á amar, que verse amado, ni hay gri
Dios, tanto mas le pesa de haberle llos ni cadenas, que así le aten de
ofendido. pies y manos: pues considerando
Del glorioso Apóstol S. Pedro el alma, y ponderando muy de es
cuenta S. Clemente, lib. 2 recog pacio y con atencion el sumº
nitionum, que acordándose que ha amor de Cristo que aqui tantº
bia negado á Cristo, lloraba tanto, resplandece, se ha de ir inflaman
que las lágrimas le quemaban el ros do y encendiendo en amor de
tro, y tenia hechas canales en sus quien tanto le amó, dice el Após
megillas. Y dice, que al primer can tol y Evangelista S. Juan: In hº
to del gallo se levantaba cada noche apparuit charitas Dei in nobis, quº.
á oracion, y que no dormia mas en niam Filium suum Unigenitum misiº
toda la noche, y que por toda su Deus in mundum, ut vivamus pº"
vida guardó esta costumbre. Pues eum: 1 Joan. c. 4, v. 9. En º
eso es lo que nosotros habemos de se manifestó el amor grande de Diº
imitar. Y uno de los mas provecho para con nosotros, que envió áº
De la meditacion de la Pasion de Cristo N. R. 381
Unigénito Hijo al mundo, para Santos, porque era obra de infinito
que con su muerte vivamos. Y el valor, por ser de Dios infinito: y
Evangelista S. Lucas, c. 9, v. 3, no se contentó con eso aquella
por ser tan grande este amor, le bondad y misericordia infinita, si
llama esceso de amor. Cuando se no que quiso dar por nosotros toda
transfiguró el Señor delante de sus su sangre y su vida. El Apóstol S.
tres discípulos, dice que aparecie Pablo le llama amor nimio: Prop
ron allí Elias y Moisés, y que ha ter nimiam charitatem suam, qua
blaban del esceso que habia de cum dilexit nos: Ad Ephes. c. 1, v. 4; por
plir en Jerusalén, que era de la Pa que escede infinitamente este amor
sion y muerte: Et loquebantur cum todo cuanto se puede decir y pen
illo, et dicebant excessum ejus, quem sar. El profeta Zacarias, padre del
completurus erat in Jerusalem. Con glorioso Bautista, tratando de este
mucha razon le llamó esceso de beneficio, no se contentó con de
amor; lo uno porque murió por cir, que salia de la misericordia de
sus enemigos. Grande amor es el Dios, sino añadió, que salia de las
que llega á dar la vida por los ami entrañas, y de lo mas íntimo y
gos, tanto, que dice el Salvador retirado de ellas: Per viscera mise
del mundo, que es el mayor amor ricordiae Dei nostri: in quibus visi
que uno les puede mostrar: Majo tavit nos, oriens ex alto.
rem hac dilectionem nemo habet, ut Pues ¿quién no amará á quien
animam suam ponat quis pro amicis tanto le amó? Y así dice el amado
suis. Joan. c. 15, 13. Pues á mas discípulo: Nos ergo diligamus Deum,
que eso llegó el amor del Hijo de quoniam Deus prior dilexut nos: 1
Dios, porque llegó á darla por sus Joan. c. 4, v. 29. Hermanos mios,
enemigos. Y así dice el Apóstol S. amémosle nosotros á él, pues que
Pablo, que en eso nos descubrió él nos amó primero á nosotros:
Dios mucho su amor: Commendat correspondamos siquiera con el re
autem charitatem suam Deus in no torno, y procuremos mostrarle el
bis, quoniam cum adhuc peccatores amor de la manera que él nos le
essemus, Christus pro nobis mortuus mostró á nosotros: él nos le mos
est. Ad Rom. c. 5, v. 8. tró con obras, y con obras muy
Lo segundo, llamase esceso de costosas, que es en lo que mas se des
amor, porque una sola gota de san cubre y echa de ver el amor: y así
gre de las que derramó en su Cir dice S. Ambrosio: l. 2 sup. Luc.
cuncision, y de su sudor en el huer Plus igitur Domine Jesu injuriis tuis
to, y la menor obra que hiciera debeo, qu0d redemptus sum, quam
para redemirnos, bastaba, y era operibus, quod creatus sum: Mas os
justísima satisfaccion de todo rigor debo, Señor, por lo que hicisteis por
de justicia, por todo el mundo, y mi en redimirme, que por lo que
por mil mundos, como dicen los hicisteis en criarme: gran beneficio
-

382 Tratado septimo, cap. V.


fue el criarnos; pero al fin eso no el que abraza y lleva bien el tra
os costó trabajo ninguno, no fue bajo, la mortificacion y humilia
menester mas de decirlo, y luego cion, da testimonio, que el amor
fue hecho: Ipse dixit, et facta sunt, que tiene no es palabrero, sino
ipse mandavit, et creata sunt: Ps. obrador y verdadero; pues no fal
32, v. 9; & Ps. 1 48, v. 5; pero el re ta en el tiempo de la tribulacion y
dimirnos mas os costó que decirlo, tentacion, que es el tiempo donde
porque os costó la sangre y la vi se prueban los verdaderos amigos.
da. Pues mostremos nosotros el Este es uno de los mas principa.
amor que le tenemos, no con pa les frutos que habemos de procurar
labras, sino con obras: Filioli mei sacar de la meditacion de la Pa
non diligamus verbo, neque lingua, sion. Y así habemos de procurar
sed opere, et veritate. 1 Joan. c. 3, v. ejercitarnos mucho en esto en la
18. Dice el Evangelista: El Hijo de oracion. Y particularmente en ofre.
Dios nos mostró el amor que nos cernos enteramente y de todo cora
tiene, en ser despreciado y abatido zon á Dios; para que haga de noso.
por nosotros: mostrémosle noso tros lo que quisiere, como quisiere,
tros á él el amor que le tenenos, cuando quisiere, y de la manera
en desear ser despreciados y teni que quisiere, descendiendo en esto á
dos en poco por él; y en holgarnos cosas particulares y dificultosas que
cuando se ofrece la ocasion de la se nos podrian ofrecer, no dejando
humillacion, y de la mortifica lugar, ni oficio, ni grado, por bº.
cion. El nos mostró el amor que jo é infino que sea, á que no nos
nos tenia, en ofrecerse á sí mismo ofrezcamos por su amor; porque
enteramente en sacrificio al Padre este es un ejercicio de grandísimo
Eterno en la cruz: en tanto que no provecho, y de muy grande perº
le quedaba cosa que no lo ofrecie feccion, y en que se muestra mu.
se todo por nuestro amor: mostre cho el verdadero amor.
mos tambien nosotros el amor que
le tenemos, ofreciéndonos y en CAPITULO VI.
tregándonos enteramente á él, y
dándole todo nuestro corazon, de Del afecto de gratitud y hacimien
seando que se haga su voluntad en to de gracias.
nosotros en todo, y no la nuestra.
En esto se echa de ver el amor, no El cuarto afecto en que nos hº
en palabras, ni en decir con la bo bemos de ejercitar en la oraciºn
ca: Señor, mucho os amo. Y así y meditacion de la Pasion, es º
declaran los Santos aquello del hacimiento de gracias. Dice
Apóstol Santiago: c. 4. Patientia Agustin: epist. 77. Quid melius, º
autem opus perfectum habet : La pa animo geramus, et ore proferamº
ciencia tiene obra perfecta; porque et calamo exprimamus, quún Deº
De la meditacion de la Pasion de Cristo N. R. 383
gratias? Hoc nec dici brevius, nec au del mundo al que volvió á darle
diri latius, nec intelligi grandius, nec gracias por el beneficio recibido,
agi fructuosius potest: ¿Qué cosa me y reprendió á los de mas que ha
jor podemos traer en el corazon, bian sido ingratos y desagradecidos:
pronunciar con la boca, escribir Non ne decem mundati sunt? et
con la pluma, que esta palabra, novem, ubi sunt? non est anventus
Gracias á Dios? No hay cosa que se qui rediret, 83 daret gloriam Deo, ni
pueda decir con mas brevedad, ni si hic alienigena. Luc. c. 17, v. 18.
oir con mas alegria, ni sentir con Pues no seamos nosotros ingratos à
mayor alteza, ni hacer con mayor los beneficios que habemos recibido
utilidad. Estima Dios en tanto este de la mano de Dios, y especialmen
agradecimiento y hacimiento de te al mayor de los beneficios, que es
gracias, que en haciendo él algun haberse hecho hombre, y puesto en
señalado beneficio á su pueblo, lue una cruz por nosotros: Gratiam fi
go queria que le cantasen un cánti dejussoris tui ne obliviscaris. dedit
co de alabanzas: Immola Deo sacri enim prote animam suam, Eccles.
ficium laudis. Psal. 41, v. 14. Y c. 29, v. 2 o, dice el Sabio. Salió Cris.
tenemos llena la Escritura de cán. to por nuestro fiador, y pagó por
ticos que hacian los Santos y los nosotros dando su sangre y su vi
hijos de Israél, en hacimiento de da: razon es que no nos olvidemos
gracias por los beneficios que reci de tan grande merced y beneficio,
bian de la mano del Señor. S. Ge sino que seanos agradecidos.
rónimo, l. 1 1 sup. Isai. c. 39, di Santo Tomas, 2 2, q. 1 o7, art. 2,
ce, que era tradicion de los he tratando de la gratitud, dice: Que
breos, que aquella enfermedad que de tres maneras puede ser el haci
tuvo el rey Ezechias, que le puso miento de gracias. La primera, in
á punto de muerte: AEgrotavit Eze teriormente con el corazon, reco
chias usque ad mortem; (a) fue por nociendo y estimando la grandeza
que despues de aquella tan insigne del beneficio, y teniéndose por
y milagrosa victoria, que Dios le muy obligado á tal bienhechor. La
habia dado contra los asirios, ma segunda, alabándole y dándole
tando el Angel del Señor en una gracias con palabras. La tercera,
noche ciento y ochenta inil de ellos, recompensando con obras el bene
no habia cantado á Dios cántico ficio, conforme á la voluntad del
de alabanzas, como solian hacer que lo recibe. Pnes de todas estas
los demas en semejantes beneficios. tres maneras nos habeinos de procu
S. Agustin, serm. 1 o de verbis rar ejercitar en este hacimiento de
Apost., tratando de aquellos diez le gracias en cualquier misterio de la
prosos que Cristo sanó, pondera Pasion. Lo prinero, reconociendo
muy bien, que alabó el Redentor con el corazon la grandeza de ta

(a) 4 Reg. ao, v. 1: 83 Isai. c. 38, v. 1. 4 Reg. 19, v.36, 83 a Paral. c. 32, v. 2 1.
384 Tratado séptimo, cap. VI.
les, y tantos beneficios, como en hicisteis hombre por mí, y os pu
cada misterio se encierran, y esti sisteis en una cruz por mí, no
mándolos en mucho; ponderando habia menester otro motivo, pa
muy por menudo todas las circuns ra derretirme en vuestro grande
tancia de ellos, y todos los bienes amor, y entregaros todo mi cora
que por ellos nos han venido, y, zon! Y ese será el verdadero agra
vendrán para siempre; y estarnos decimiento.
conociendo, y confesando por obli Nota aquí S. Crisóstomo, lib,
gados á servirle perpetuamente por 2 de compunct. cordis, una cosa
ellos con todas nuestras fuerzas. de mucho provecho. Dice, que es
Lo segundo, alabando y glorifi afecto y sentimiento de siervo fiel,
cando tambien con nuestros labios estimar los beneficios de su Señor,
á Dios, y deseando que todo lo que son comunes á todos, y agra
criado nos ayude à alabarle y decerlos como si á él solo se hicie
darle gracias por ellos: Conforme ran, y él solo fuera el deudor, y es.
á aquello de S. Pablo: Per ipsum tuviera obligado á satisfacer por
ergo offeramus hostiam laudis sem todos ellos, como lo hacia el Após
per Deo; id est, fructum labiorum tol S. Pablo, cuando decia: Qui
confitentium nomini ejus. Ad Hebr. dilexit me, et tradidit semetipsum
c. 13, v. 15. Lo tercero, procu pro me: Que me amó á mí, y se en
rando de corresponder con obras á tregó á la muerte por mí. Con mu
tantos beneficios, ofreciéndole y cha razon decia esto, y lo poder
entregándole todo nuestro corazon, mos decir nosotros, dice S. Juan
como deciamos en el capítulo pa Crisóstomo, pues tanto me apro
sado. vecha el beneficio á mi, como siá
Dice S. Bernardo, que en cual mi solo se hubiera hecho. Como
quier misterio que consideremos, la lumbre del sol, tanto me alum.
habemos de hacer cuenta, que nos bra á mí, como si á mi solo alum
dice Cristo nuestro Redentor aque brase, y el alumbrar á otros no
llas palabras que dijo á sus discí disminuye el dón, antes le acre
pulos despues de haberles lavado cienta, porque alumbrando á otros,
los pies: Scitis, quid fecerim vobis? me da compañeros que me ayudeº,
Joan. c. 13, v. 12. ¿Sabeis lo que y consuelen, y me hagan bien. As
he hecho con vosotros? ¿Entendeis el haberse hecho Dios hombre, y
ese misterio? ¿Entendeis ese bene padecido muerte de cruz, tanº
ficio de la creacion, de la reden me aprovecha á mi, como si pºr
cion, de la vocacion? ¡O que no mi solo se obrára. Y el aprovechar
conocemos, ni entendemos lo que á otros, no disminuye mi provº
Dios ha hecho por nosotros, que cho, antes le aumenta mucho, pº"
si yo conociese, y ponderase bien, que me da compañeros que º
que Vos, Señor, siendo Dios, os amen, alegren y ayuden ámerº
De la meditacion de la Pasion de Cristo N. R. 385
cer y acrecentar la gloria. Y mas, porque él haya menester que se lo
que fue tan grande el amor de Dios agradezcamos, sino todo es para
para con cada uno, como si á él mayor bien y provecho nuestro;
solo, y no á otro amara; y cuanto para que de esta manera nos haga
fue de parte de la voluntad y amor mos dignos de nuevos beneficios.
de Cristo, tan dispuesto estaba á Dice S. Bernardo, que asi como
padecer y obrar estos misterios la ingratitud y olvido de los bene
para cada uno, si fuera menester, ficios recibidos es causa de que Dios
como por todos. Y de hecho, dice S. vaya despojando al hombre de ellos:
Juan Crisóstomo, ad Gal. 2, fue Ingratitudo est ventus urens fontem
tanto el amor de Cristo, que no pietatis, exsiccans rorem misericor
rehusara hacer por uno solo, lo que dia, 83 gratiaefluenta non recipiens:
hizo por todo el mundo. Y mas, (c) La ingratitud es un viento
que es verdad, que se acordó Dios abrasador, que todo lo seca y
de mí en particular, y me tuvo pre consume, y tapa y cierra la frente
sente delante de sus ojos cuando se de la divina misericordia ; asi la
hizo hombre, y cuando murió en la gratitud, el dar gracias á Dios por
Cruz: In charitate perpetua dilexi los beneficios, causa que Dios les
te; Jerem. c. 31, v. 3, y dió por bien vaya conservando, y acrecentando
empleada su muerte por mi vida. otros nuevos dones y mercedes :
De manera que cada uno ha de como los rios corren á la mar, que
considerar los misterios y benefi es como fuente de ellos, para vol
cios del Señor, como si por él solo ver á salir de ella; asi cuando vol
se hubieran obrado. Y tambien el vemos á Dios los beneficios reci
amor de donde nace el beneficio, le bidos con hacimiento de gracias,
ha de considerar cada uno, como vuelven á manar en nosotros nue
si á él solo hubiera Dios amado. Y vos dones y beneficios.
decir con S. Pablo, ad Gal. c. 2,
v. 2o, que me amó á mí, y se entre CAPITULO VII.
gó á la muerte por mí. Considera
dos de esta manera los beneficios, y De los afectos de admiracion
el amor de donde procedieron, des y esperanza.
pertarán en nuestra alma grande
agradecimiento, y grande amor á El quinto afecto en que nos po
aquel que siempre, y con caridad demos ejercitar en la oracion y
perpetua nos amó. meditacion de la Pasion, es ad
Añaden los Santos, (b) que el miracion, deteniéndonos y ad
pedirnos Dios que le hagamos mirándonos, de que padezca y
gracias por sus beneficios, no es muera Dios, que es impasible é
TOMO II, 25
(b) Chrysost. hom. 25 in Genes. (c) Bernar. serm. contra vitium pessi
mum ingratitut. 85 serm. 1 in cap. jejunii.
386 Tratado septimo, cap. VII.
inmortal: admirandonos de que pa fin de los versos, aquella palabra
dezca y muera por aquellos mis Selà, que denota pausa, pondera.
mos que le dan la muerte, y tan in cion y admiracion de aquel mis.
dignos eran de todo bien: admi terio: para enseñarnos, que nos ha.
randonos que padezca tantos y ta bemos de detener en este afecto, en
les dolores y tormentos, cuales los misterios que meditamos,
ningun hombre mortal jamas pa Lo sexto que podemos sata de
deció: admirandonos de la inmen la meditacion de la Pasion, es una
sa caridad y piedad de Dios, y de esperanza y confianza grande en
su infinita Sabiduría, y del consejo Dios, porque considerando el alma
altísimo que de ella salió, esco lo mucho que Dios ha hecho por
giendo un remedio tan convenien ella, sin haberlo merecido, antes
tísimo para salvar al hombre, con habiendo desmerecido, y conside.
el cual cumpliese juntamente con rando la voluntad y gana tan gran
su misericordia, y con su justicia. de que muestra Cristo nuestro Re:
Estarse uno considerando estas co dentor de mi salvacion, pues esa
sas y otras semejantes que aqui es la sed que en la Cruz dijo que
resplandecen, muy de espacio, pon tenia; levantase con esto á esperar
derándolas, y admirándose de ellas, de tal bondad y misericordia,
y de la bondad infinita del Señor, que le dará todas las cosas nece"
que por criaturas tan viles, y tan sarias y convenientes para su sal.
indignas é ingratas las obró, es vacion: Qui etiam proprio filio suº
muy buena oracion. Y aun esa tie non pepercit, sed pro nobis omnibus
nen por muy alta contemplacion, tradidit illum, quomodo non ellº"
estarse uno embebecido y absorto, cum illo omnia nobis donavi. Al
considerando y ponderando las Rom. c. 8, v.3o. Dice el Apóstolº
obras maravillosas de Dios; y Pablo: El que nos dió á suUnigeniº
cuanto uno tuviere mayor luz y Hijo, y le entregó por nosotros º
conocimiento de estos misterios, y muerte de Cruz, todo nos lo diº
mas los ponderase, mas se admira con él. Y si esto hizo Dios pornº
rá: y en aquella admiracion está sotros, aun siendo enemigos, º
encerrado un amor grande de hará cuando procuraremos sera"
Dios, y un reconocimiento y os? Nótese mucho esta razon, º
agradecimiento grande de sus be es del Apóstol, y es de grandsiº
neficios, y una confusion grande consuelo: Si enim cum inimiciº
nuestra. Y asi habemos de procurar mus reconciliati sumus Deo pernº
ejercitarnos muchas veces en este tem filii ejus, multo magis recºnº
santo afecto, porque sacarémos de liati salvi erimus in vitaipsius; º
ello grandes provechos. En los Rom. c. 5, v. 1o. Si siendo enº
Salmos pone muchas veces la sa gos, y andando nosotros oleº
grada Escritura, en el Hebreo, al do á Dios, nos miró él con ojos de
De la meditacion de la Pasion de Cristo N. R. 387
misericordia, y nos reconcilió tan obra de Dios. Y el Apóstol S. Pa
á costa suya; ahora que somos ami blo llama á Dios rico en misericor
gos, y que no le ha de costar la san dia: Deus autem, qui dives est in
gre y la vida, como entonces, si misericordia. Ad Ephes. c. 2, v. 4.
no que está ya hecha toda la costa, Aunque es rico en todo, dice par
¿con qué ojos nos mirará? El que ticularmente que es rico en miseri
nos amó estando afeados por nues cordia: es manera de hablar, para
tros pecados, ¿cómo no nos amará significar escelencia en aquello: co
ahora que nos ha limpiado y en mo decímos acá: fulano es rico en
blanquecido con su sangre preciosa? ganado: asi Dios en lo que es mas
Si cuando nosotros huiamos de él, rico, en lo que tiene escelencia y
y resistiamos á sus inspiraciones, to eminencia grande su riqueza, es en
davia nos buscaba, y nos convida misericordia: Deus qui omnipoten
ba, y no nos dejó, hasta traernos tiam tuam parcendo maximè, 85 mi
á su casa, ¿cómo nos dejará y ol serando manifestas, le canta la Igle
vidará despues de traídos? sia. Eso es en lo que se manifiesta
Ayudarános tambien mucho, pa mas la omnipotencia y grandeza
ra sacar este afecto de confianza, de Dios en perdonar y en tener
cavar y ahondar en la misericor misericordia, y de eso se precia él
dia grande de Dios, que para eso mas. Como vemos que suele tam
nos canta la Iglesia, que es propio bien acá un caballero que tiene
de Dios tener misericordia y per muchas gracias, preciarse mas de
donar: Deus, cui proprium est mise la una, uno de justo, otro de libe
reri semper, 83 parcere. Es verdad, ral; asi Dios se precia mas de ser
que Dios tambien es justiciero, y misericordioso.
tan grande es en él su justicia, co Y asi dice el bienaventurado S.
mo su misericordia, porque en Dios Bernardo, serm. 5 de Nativ. Do
todo es una misma cosa; pero la obra mini, el tener misericordia es obra
mas propia de Dios, y lo que él ha propia de Dios, y lo que él hace
ce de suyo, y mas de voluntad, y la de suyo, porque de su naturaleza
virtud que mas usa, es la misericor está manando misericordia y be
dia, como lo canta el Real Profeta: neficios. Y no ha menester nuestros
Psal. 1 44, v. 4. Suavis Dominus merecimientos, ni depende de eso,
universis, $5 miserationes ejus su. para usar con nosotros de miseri
per omnia opera ejus : Para todos cordia; pero el castigar es como
es bueno y suave el Señor; pe ageno de Dios, porque para eso es
ro sobre todas sus obras, la miseri menester que nosotros le provoque
cordia es la que campea y resplan mos y compelamos á ello con
dece mas. Esa es la obra que se di nuestros pecados. Como la abeja,
ce mas suya, tanto, que por anto que su condicion y propiedad es
nomasia y escelencia se llama hacer miel; pero el punzar eso no
388 Tratado septimo, cap. VIII.
lo hace ella sino cuando la moles 83 paravit illum. Et in eo paravit
tan y provocan á ello como por vasa mortis, sagittas suas ardenti
fuerza, y provocada con injuria, bus effecit : Clemencia y piedad
viene á hacer eso: asi Dios, cuan grande es del Señor, dice el Santo,
do viene á castigar y condenar, es amenazarnos con arco, y espantar
como por fuerza, provocado y co nos, y exagerar con palabras el casti
mo compelido de nuestros peca go, para que no vengamos ó caer en
dos; y aun entonces cuando muy él. Hace, dice, Dios con nosotros, á
provocado y como compelido vie la manera que se suelen haber acá
ne á castigar, declara bien su mi los padres que aman mucho á sus
sericordia en el dolor y sentimien hijos, que muestran su enojo con
to que muestra: como se ve en palabras encarecidas, y dicen que
muchos lugares de la Escritura. harán y acontecerán, para que el
Cuando creciendo la maldad en hijo tema y se enmiende con aque
los hombres, quiso Dios enviar el llo, y no sea menester venir el cas
diluvio, dice el Texto: Et tactus tigo. Y mas, que la espada hiere de
dolore cordis intrinsecus: Delebo, in cerca; pero el arco y la ballesta
quit, hominem, quem creavi, à fa hieren de lejos; y para herir con la
cie terrae: Genes. c. 6, v. 6. Parece espada, no es menester sino echar
que le llegaba al corazon haber de mano, y dar el golpe; pero para
asolar al mundo. Y cuando anunció herir con el arco, es menester ar
la ruina de Jerusalén, dice el sagra marle primero, y sacar las saetas
do Evangelio, que lloró Cristo nues de la aljaba, y ponerlas en él, y al
tro Redentor, videns civitatem, fle armar y desarmar hace ruido; y por
vit super illam. Luc. c. 19, v. 1 1. Y eso nos amenaza el Señor con arco,
por Isaias, c. 1, v. 24, dice: Heu con para que tengamos tiempo de huir el
solabor super hostibus meis, 85 vin castigo, y librarnos de él, conforme
dicabor de inimicis meis! ¡Ay qué me á aquello del Profeta: Psal. 59, v. 6,
tengo de vengar de mis enemigos! et 7. Dedisti metuentibus te signifi
Como el juez que no puede dejar de cationem, ut fugiant à facie arcus,
firmar la sentencia de muerte: pero ut liberentur dilecti tui. Y para
firmala con lágrimas. Y no solo en destruir el mundo con el diluvio,
esto, sino en el mismo castigo y jui dió el pregon cien años antes, para
cio con que Dios nos amenaza y nos que se recogiesen los hombres, co
quiere poner temor, se echa bien de mo quien quiere soltar el toro. To
ver su amor y misericordia infinita, do es amor y deseo de no casti
y el deseo grande que tiene de nues gar, si pudiese ser. Y en la homi
tra salvacion. S. Juan Crisostomo lia diez y siete, sobre el Genesis,
nota esto muy bien, sobre aquello del tratando de como Dios castigó á la
Real Profeta: Psal. 7, v. 17. Nisi con serpiente, porque habia engañado
versi fueritis, arcum suum tetendit, á Eva, dice el mismo Santo: Mirad
De la meditacion de la Pasion de Cristo N. R. 389
la misericordia grande de Dios, que es acogernos á la Pasion y me
que asi como acá un padre que ritos de Jesucristo. .

ama mucho á su hijo, no se con


tenta con castigar al que le mató, CAPÍTULO VIII.
sino toma la espada ó lanza con
que le mató, y quiebrala y hacela De la imitacion de Cristo que ha
mil pedazos. Asi hace Dios nues bemos de sacar de la meditacion
tro Señor con la serpiente, que fue de sus misterios.
como la espada y el instrumento
de la malicia del demonio, conde Lo septimo que habemos de sa
nandola á pena perpetua. Que no car de la meditacion y oracion
quiere Dios la muerte del pecador, de la Pasion, y en que nos ha
ni se huelga con la perdicion de bemos de ejercitar en ella, es imi
los hombres, que si eso fuera, harta tacion de las virtudes que alli res
ocasion le habeis dado; porque si os plandecen en Cristo. Dos son las
hubieradeis muerto cuando vos sa causas principales, dicen los Santos,
beis, ya estuvieradeis en el infierno (Basil. in const. monast. c. 2. )
muchos años ha, y no quiso aque para que el Hijo de Dios vino al
lla bondad y misericordia infinita mundo, haciéndose hombre, y
dar licencia á la muerte ni al de obrando estos sacratísimos miste
monio para que os llevase allá: Nun rios. La primera y principal fue
quid voluntatis meae est mors impii, para redimir al hombre con su
dicit Dominus Deus: 83 non ut con Muerte y Pasion. La segunda para
vertatur á viis suis 83 vivat? Dice dar á los hombres ejemplo perfectí
Dios por el profeta Ezequiel, c. 18, simo de todas las virtudes, y per
v. 23, que no quiere él que os con suadirles con él, que le imitasen y
deneis, que le costasteis muy ca siguiesen en ellas. Y por eso habien
ro; y su sangre y vida le costas do hecho en la última Cena aquella
teis, y asi no querria que se perdie obra de tan profundísima humil
se tan caro precio, sino que todos dad , como fue hincarse de rodi
se convirtiesen y salvasen, como llas delante de sus discipulos, y
dice el Apóstol S. Pablo: Qui om lavarles los pies con sus divinas
nes homines vult salvos fieri, 83 ad manos, les dijo luego: Exemplum
agnitionem veritatis venire: 1 ad enim dedi vobis, ut quemadmodum
Tim. c. 2. v. 4. De todas estas y ego feci vobis, ita 83 vos faciatis:
otras semejantes consideraciones, de Joan. c. 13, v. 15. Os he dado ejem
que tenemos llena la sagrada Es plo, para que hagais de la manera
critura y los Santos, nos habemos que yo he hecho. Y lo que enton
de ayudar, para confiar mucho en ces avisó de aquella obra, quiso
la misericordia de Dios, y especial que entendiesemos de todas las de
mente de lo que ahora tratamos, mas, como lo significó el Apóstol
25
39o Tratado septimo, cap. VIII.
S. Pedro en su primera Canoni los hombres, y á tales afrentas se
ca, donde hablando de la Pasion ha de estar el hombre alli despre
del Señor, dice: Christus passus est ciando á sí mismo, teniendose por
pr o nobis, vobis relinquens exemplum, cosa pequeña y vil: y estar desean
ut sequamini vestigia ejus: 1 Pet. do de corazon, que no le honren,
c. 2, v. 2 1. Cristo padeció por no ni le estimen, ni le den ventaja so
sotros, dejandoos ejemplo para que bre los otros, y estar proponiendo,
sigais sus pisadas. Y asi dice el que si le sucediesen algunas afren
bienaventurado S. Agustin: orat. tas y desprecios de los hombres,
1 19 in Joan. Crux Christi non so los sufriria de buena gana, y se hol
lum est lectulum morientis, sed 83 garia que se le ofreciesen, por imi
cathedra docentis: La Cruz no solo tar y parecer en algo á Cristo
es la cama en que muere Cristo nuestro Señor. Y de la misma ma
nuestro Redentor, sino es tambien nera, considerando la paciencia de
catedra, de la cual nos está ense Cristo, ha de estar alli proponien
ñando con ejemplo lo que habe do con la voluntad de sufrir y
mos de hacer é imitar. Y aunque aceptar de buena gana cualesquie
toda la vida de Cristo fue un per ra cosas adversas que le sucedieren,
fectísimo ejemplo y dechado de y desear que se le ofrezcan; y que
virtud : pero en su Pasion parece Dios le envie trabajos, y penas en
que quiso recopilar lo que en toda esta vida, por imitar á Cristo
su vida por palabra y ejemplo nos nuestro Señor. Nolo Domine sine
habia enseñado, haciendo que res vulnere vivere, quia te video vulne
plandeciesen en ella en sumo gra ratum, decia san Buenaventura.
do todas las virtudes. Y asi habe No quiero, Señor, vivir sin llagas
mos de procurar sacar de la consi y dolores, pues os veo á vos tan
deracion de estos misterios, afectos lleno de ellas. De esta manera habe
de imitacion de las virtudes de mos de ir discurriendo por todas
Cristo, considerando y ponderan las demas virtudes, por la obedien
do de espacio y con atencion cada cia, por la caridad, por la manse
virtud de por sí, y sacando de allí dumbre, por la castidad, por la po
en la voluntad una aficion y deseo breza, por la abstinencia; pues to
grande de ella, y una determina das resplandecen allí: ejercitando
cion y propósito eficaz de ejerci nos en deseos de imitar á Cristo
tar y poner por obra sus actos y en todas ellas.
operaciones, un ódio y aborre Y se ha de advertir aqui, y lo
cimiento grande del vicio contra tocamos tambien arriba, trat. 3,
rio. Como considerando la humil c. 27, que en cada virtud habemos
dad de Cristo, que siendo Dios se de descender á los casos particulares
abajó tanto, y se ofreció de volun que se nos pueden ofrecer, acep
tad á los desprecios y afrentas de tándolos, y holgándonos con ellos,
De la meditacion de la Pasion de Cristo N. R. 39 t
por amor de Dios. Porque eso es afecto de esos, para movernos mas
lo que aprovecha mas que las ge á él, podemos considerar y pon
neralidades, y lo que habemos mas derar las cosas siguientes. Lo pri
menester. Como si tratais de la vir mero, quién es el que padece. Lo
tud de la humildad, habeis de des segundo, qué es lo que padece. Lo
cenderá imaginar los casos parti tercero, el modo con que lo pade
culares que se suelen ó pueden ce: conviene á saber, la paciencia,
ofrecer de vuestro desprecio y de humildad, mansedumbre y amor
sestima. Primero, los mas fáciles, y con que sufre y abraza aquellos
despues otros mas dificultosos, que trabajos y afrentas. Lo cuarto,
os parece que sentiriades mas, si se por quien lo padece. Lo quinto, de
os ofreciesen, y os habeis de estar quien. Lo sexto, el fin porque lo
alli actuando y holgandoos en ellos, padece, que son unos puntos que
como si los tuviesedeis presentes. Y comunmente ponen y ponderan
de la misma manera, cuando tratais aqui los Santos, en que nos pode
de la indiferencia, paciencia, morti mos detener con mucho provecho.
ficacion ó conformidad con la vo Y aunque no hubiera otra cosa, en
luntad, de Dios. Porque de esa ma solo el postrero afecto de la imita
nera se va poco á poco embebien cion tenemos materia para toda la
do la virtud en el alma, y remitien vida: lo cual se verá claramente
do y mitigando la pasion y vicio por dos vias. Lo primero, porque
contrario. Y de esa manera se os podemos discurrir por todas las vir
hará mas fácil la obra despues, tudes; porque de todas tenemos
cuando se os ofrezca la ocasion, co necesidad, y todas las hallaremos
mo á quien estaba ya prevenido y alli en Cristo. Lo segundo, por
apercibido para ella, y para eso que si en cada virtud vamos discur
son los deseos y propósitos de la riendo por los casos particulares
oracion. que se suelen y pueden ofrecer, y
Con esto habemos dado muy co los habemos de dejar todos allana
piosa y abundante materia, y muy dos, y tan allanados, que no sola
rica y provechosa para detenernos mente los llevemos con paciencia,
en la oracion y meditacion de la sino con gozo y alegría, confor
Pasion de Cristo nuestro Señor, me á lo que decimos arriba, tra
y tambien en los misterios de su tado 3, cap. 17, tenemos bien en que
vida santísima. Y no podrá decir entender toda la vida, aun en una
nadie con razon que no sabe que sola virtud, cuanto mas en tantas :
hacer, ni en que entretenerse en y asi digo, que aunque los demas
ella, pues habemos dicho tantos afectos son muy principales: pero
afectos, en que cada punto nos po este de la imitacion es mas princi
demos detener. A lo cual se añade, pal y mas necesario que todos;
que en cada misterio, y en cada porque contiene el afecto del amor
,,
392 Tratado septimo, cap. IX. . . .
de Dios, y los otros que habemos di pero desierto, donde perseveró por
cho, y abraza todos los actos de espacio de treinta y dos años, qui
las virtudes. De manera que la so nuestro Señor enseñarla en
imitacion no es un afecto solo, si que ejercieio se habia de ocupar en
no un compendio y suma de to aquella soledad, con que mas le
dos los afectos santos, en que con agradase y le fuese mas acepta. Y
siste la vida cristiana y la perfec para eso le envió al principio al
cion de ella. Y asi este ha de ser Arcángel S. Miguel con una
nuestro entretenimiento ordinario, hermosísima cruz en las manos,
en la oracion de la Pasion de la cual puso á la puerta de su cue
Cristo, y de su Vida santísima; va, para que teniéndola delante la
y el fruto principal que habemos de Santa á todas horas, sin poderla
procurar sacar de ella, insistiendo perder de vista, tampoco pudiese
cada uno en la imitacion de aque perder de vista los sagrados miste
lla virtud de que tiene mas nece rios que ella representaba y en ella
sidad; deteniéndose, y cavando y se habian obrado : y asi todo el
ahondando, y actuándose en ella, tiempo que estuvo en la soledad,
hasta que se le vaya embebiendo, y meditaba continuamente en estos
arraigando y entrañando en el misterios de la Pasion y Muerte
corazon, y se vaya mitigando y de su Redentor y Maestro. Esto
apaciguando la pasion y vicio reveló la Santa á un siervo de Dios,
contrario. Y despues pasar á otra de la Orden de santo Domingo,
virtud, y despues á otra; y esto como mas largamente lo refiere el
es mejor y de mas provecho, que mismo Silvestro.
picar en la oracion en muchas co Lodulfo Cartujano (b) cuenta
sas, y pasar ligeramente por ellas. de un siervo de Dios, que vivia en
soledad con vida muy perfecta y
CAPITULO IX. santa, que deseaba mucho servir à
nuestro Señor, y saber en particu
En que se confirma con algunos lar, qué obras y servicios le eran
ejemplos, cuan provechosa y agra mas agradables, para hacerlos por
dable sea á Dios la meditacion de su amor: pedia al Señor con mu
la Pasion de Cristo nuestro cho fervor é instancia, se lo mani
Redentor. festase. Y estando una vez en ora
cion, pidiendo lo que solia, se le
Silvaro (a) refiere de santa Ma apareció Cristo todo llagado,
ria Magdalena, que habiéndose re desnudo y temblando, con una
tirado, despues de la Ascension de pesada Cruz sobre sus hombros, y
Cristo nuestro Redentor, á un ás. le dijo: Una de las cosas que mas
- - - º r, : . . ... , " A -

(a) Silvest. in rosa aurea serm. de S. Maria 4. Magd. () Lodulº. a.


v

Saxonia, Cartuj. in vit. Christ. in proaemio Passion.


De la meditacion de la Pasion de Cristo N. R. 393
me agradan, y en que mis siervos rio de la Vida y Pasion de Cristo
me harán mayor servicio, es en nuestro Señor. Y de esta medita
ayudarme á llevar esta Cruz, lo cion sacaba gran devocion, y no
cual harán acompañandome con menos provecho y remedio para
la consideracion en todas mis pe todas sus cosas.
nas y trabajos, y sintiéndolos tier En la historia de santo Domin
namente en su corazon. Y dichas go, 1 p. l. 1, c. 61, se escribe de un
estas palabras desapareció. Religioso de aquella sagrada Or
Vincencio, S. Antonino, y Su den, alemán de nacion, y de mucha
rio, (c) en la vida de S. Etmundo virtud y santidad, que desde muy
Arzobispo de Canturbel en Ingla mozo tuvo particularísima devo
terra, cuenta: que siendo este San cion á la Pasion de Cristo, en la
to niño de poca edad, y estudian cual solia pensar muy á menudo
do en la Universidad de Oxonia con gran sentimiento y lágrimas,
los principios de gramática, yen y reverenciar sus sacratísimas lla
do un dia solo por el campo, ocu gas, diciendo á cada una de ellas
pado en santas meditaciones, re aquellas palabras de la Iglesia: Ado
pentinamente se le apareció el Ni ramus te Christe, et benedicimus ti
ño Jesus blanco y colorado, como bi, quia per Crucem Sanctam tuam
le pinta la Esposa, Cant. c. 5, v. 1 o, redemisti mundum: Te adoramos
y dándosele á conocer, y travan Cristo, y te bendecimos, porque
do con él algunas suavísimas pla por tu santa Cruz redimiste el
ticas, entre otras cosas le aconse mundo. Y diciéndolas , hincaba
jó y encomendó mucho, que de cinco veces las rodillas en el suelo,
allí adelante pensase todos los dias rezando cada vez la oracion del
algun misterio de su Vida, Pasion Padre nuestro, y suplicando á Dios
y Muerte sacratísima; aseguran le diese su santo temor y amor. Y
dole, que esto le seria de grande cuan acepta y agradable le fuese
ayuda y socorro contra el demo esta devocion, los mostró bien en
nio y sus asechanzas, y eficaeísi una singular merced y regalo que
mo remedio para alcanzar y con le hizo, estando en oracion, apare
servarse en toda virtud, y para des ciéndosele Cristo nuestro Reden
pues tener una buena y dichosa tor muy benigno y humano, y
Inuerte. Y dicho este tan saludable
convidándole á que llegase sin
consejo, desapareció, dejando al miedo á gozar de sus llagas : Lo
niño Etmundo con gran consuelo cual él hizo con profunda reveren
en su corazon. Y desde entonces cia y humildad, llegando la boca
puso diligencias en meditar todos á ellas, y de ello fue tanta la suavi
los dias á las noches algun miste dad y dulzura que sintió en su ani
- ... ...". --
. "... . ... ..., º aº. .. .
-
. . . ... ",
-
-
º .. ...,

(c) Vincen. inspecul, históric. An ton. 3 part. histor. quos refert. Sur,
tom. 6. A
394 Tratado septimo, cap. IX.
ma, que de allí adelante todo lo tirano á quien servía, pregunta
que no era Dios, le era amargu bale algunas veces: ¿ porqué anda.
ra y tormento increible. ba tan triste, y no se alegraba
Lipomano, y Surio (d) cuentan con los demas compañeros? El siem
del santo Abad Palemon, maestro pre le respondia, que no podia mas;
de S. Pacomio, que habiéndole porque traia en su corazon im
un dia de Pascua de Resurreccion presa la Pasion del Señor. Oyen.
aderezado S. Pacomio para la co do esta respuesta el tirano, qui
mida las ortalizas ordinarias con so ver si decia verdad, y haciendo.
un poco de aceite y sal por le abrir el pecho, y sacar el cora
ser el dia que era, soliendo los de zon, hallaron dentro de él una
mas días comer solas yerbas con imágen de Cristo nuestro Reden
un poco de sal: viéndolas el Santo tor crucificado perfectísimamente
viejo guisadas con aceite, comen formada, la cual maravilla fue par
zó á llorar y derramar muchas lá te, para que el tirano se conver
grimas, acordándose de la Pasion tiese á la fé.
del Señor, y diciendo: Dominus Semejante es á esto lo que se
meus crucifixus est, 83 ego nunc cuenta (f) de la santa vírgen Clara
oleum comedam? Mi Señor fue pues de Monte Falcó, que habiendo si
to en una Cruz, ¿y habia yo de atre do en su vida muy devota de la
verme á comer aceite? Nunca Dios Pasion de Cristo nuestro Reden
tal quiera. Le replicó su discípulo tor, despues de muerta fue hallada
Pacomio, que era Pascua, y que por en su corazon, á la una parte de él,
serlo se podia permitir aquel rega una imágen de Cristo crucifica
lo; pero por mucha instancia que do con tres clavos, lanza, esponja
le hizo á que las probase, no lo y caña, todo hecho de la misma
pudo acabar con él. carne de la Santa perfectísima
Cuéntase de un cristiano cau mente ; y á la otra parte estaban
tivo, (e) que era muy devoto de la los azotes de cinco ramales, la co
Pasion de Cristo nuestro Reden luna y corona de espinas, la
tor, y por la contínua memoria cual maravilla hasta hoy día se
que de ella traía, andaba siempre muestra en Monte Falcó, lugar de
triste y lloroso; viéndole asi el Italia.

(d) Lipom. et Surius in vita Sanct. Pacom. mense junii. (e) Fr. Thom.
Cantimp. l. 1 de apibus. c. ultim. (f) 3 p. l. 4, c. 2 a de la Cron. de S.
Francisco.
395

TRATADO OCTAVO,
DE LA SAGRADA COMUNION, Y SANTO
SACRIFICIO DE LA MISA,

CAP ITULO PRIMERO.

Del beneficio inestimable, y amor grande que el Señor nos mostró en


instituir este divino Sacramento.

D. obras nos ha mostrado que el amor es virtud unitiva, que


Dios las mas insignes, y que transforma el amante en el amado,
mas pasman y atajan los juicios y hace de los dos uno. Pues lo que
de los hombres, que todas cuan jamas pudo hacer amor alguno
tas ha hecho, y, tan artificio que hubiese en la tierra, eso hizo
sas, que hablando de ellas Isa el amor de Dios por el hombre.
ías, cap. 12, v. 4, las llama in Jamas se vió de los cielos abajo,
venciones de Dios: Notas facite in que el amor hiciese verdadera
populis adinventiones ejus. Obras mente uno al que amaba y al ama
que parece se puso á pensar en que do, de los cielos arriba bien se vé:
mostrarse comunicador y derrama la misma naturaleza del Padre es
dor de sí mismo. La primera obra del Hijo, y son uno; pero de los
fue su Encarnacion, en la cual el cielos abajo, tal union jamás se
Verbo del Padre se juntó y unió hizo. Pues fue tan grande el amor
con nuestra naturaleza con una tra que Dios nuestro Señor tuvo al
vazon tan travada, y con un nudo hombre, que se juntó y unió con
tan apretado y tan junto, que en el hombre de tal suerte, que de
una persona quedó Dios y el hom Dios nuestro Señor y del hombre
bre. Nudo ciego á toda la razon del quedó sola una persona, y tan
mundo, y á solo él claro: á todos una, que el hombre es verdadero
tinieblas y oscuridad, y á solo él Dios, y Dios es verdadero hom
luz y claridad. Nudo insoluble, que bre; y todo lo que es propio de
lo que una vez juntó, nunca jainas Dios con verdad y con propiedad
se desatará, ni se desató: Quod se se dice del hombre. Y por el contra
mel assumpsit, nunquam dimusit. rio, lo que es propio del hombre se
Dice S. Dionisio Areop. c. 4 de div. diee tambien de Dios. E)e mane
399 Tratado octavo, cap. I.
ra, que el que veian los hombres, el Verbo divino; le entró en las
era Dios. El que veian hablar con entrañas de Dios. En esta segun
instrumento de boca corporal, era da quiere que Vos le entrañeis á
Dios. El que veian comer, andar él en las vuestras. Antes estaba el
y afanar, era Dios. Tenia naturale hombre unido con Dios; ahora quie
za humana realmente, y operacio re Dios y hombre unirse con Vos.
nes humanas, y el que las hacia era En la primera, la comunicacion y
Dios: Quis audivit unquam tale, et union fue con sola una naturaleza
quis vidit huic simile? dice el profe singular, que es la santísima hu
ta Isaías: c. 66, v. 8. ¿Quién jamas manidad de Cristo nuestro Se
vió, ni oyó tal cosa? Dios niño, ñor, que personalmente está unida
Dios envuelto en pañales, Dios con el Verbo divino. En esta se
llorar, Dios tener flaquezas, y can gunda unese con cada uno que le
sarse, y sufrir dolores y tormen recibe singularmente, y hacese una
tos. Allá dice el Real Profeta, Psal. cosa con él, ya que no por union
9o, v. 9, que pusisteis, Señor, vuestro hipostática ó personal, que eso no
asiento muy alto, y que no llegaria convenia, por la union mas ínti
á Vos azote, ni trabajo: Altissimum ma y mas estrecha que se pudo
posuisti refugium tuum, non accedet imaginar fuera de aquella. El que
ad te malum, et flagellum non ap come mi carne, y bebe mi sangre,
propinquabit tabernaculo tuo: , pero está en mí, y yo en él, dice él mismo
ahora, Señor, vemos que han llega Señor. Obra maravillosa: Memoriam
do á Vos los azotes, los clavos, las fecit mirabilium suorum, misericors,
espinas, y que os han puesto en la et miserator Dominus, escam dedit
Cruz. Cosa tan agena de Dios: Pe timentibus se. Joan. c. 6, v. 57. Psal.
regrinum est opus ejus abeo, dice 1 Io, v. 4. No solo es la mayor de
Isaías, c. 28, v. 22. Cosa peregrina, sus maravillas, como dice santo To
obra que pasma y ataja los juícios mas, ser. festi Corp. Chris.: Mi
de los hombres y de los Angeles. raculorum ab ipso factorum maxi
Otra obra hizo Dios, (invencion mum: sino es una cifra y recopi
propia de su infinito amor) que fue lacion de todas ellas.
la institucion del Santísimo Sacra Del rey Asuero cuenta la sagra.
mento. En la primera cubrió su ser da Escritura, que hizo un grande y
divino con una cortina de carne, solemne convite, que duró ciento y
para que le pudiesemos ver: en esta ochenta dias: Ut ostenderet divitias
cubre no solo lo divino, sino tam gloriae regni sui: Esther cap. 1,
bien lo humano con la cortina de v. 4. Para mostrar sus grandes ri
los accidentes de pan y vino, para quezas, y la gloria de su poder:
que le podamos comer. En la pri asi este gran rey Asuero, Cristo
mera, entrañó Dios al hombre, nuestro Redentor, quiso hacer un
uniendo la naturaleza humana con convite Real, en el cual mostrase
De la sagrada comunion. 397
la grandeza de sus tesoros y rique mayores beneficios, y les dejó ma
zas, y el poder y magestad de su yores prendas de amor, entre las
gloria; porque el manjar que nos cuales, una de las principales, ó la
da en este convite, es el mismo mas principal fue este Santísimo
Dios. Obra que admira y espanta Sacramento, quedándose en él su
tambien al mundo, no menos que Magestad verdadera y realmente.
la primera, y aun en sola la som En lo cual nos declaró bien el
bra de este admirable misterio que amor grande que nos tenia; porque
fue el maná, se admiraron : Manhu? la condicion del amor verdadero,
Quid est hoc? Exod. c. 16, v. 15. Y es querer tener siempre presente al
despues decian: Quomodo potest hic que ama, y gozar siempre de su
nobis carnem suam dare ad mandu compañía; porque el amor no su
candum?Joan. c. 6, v. 53. ¿Qué es po fre la ausencia del amado. Y asi ha
sible, que habemos de comer su car biéndose de partir Cristo nuestro
ne? Y no dura este convite ciento Redentor de este mundo á su Pa
y ochenta dias, como duró el del dre, quiso de tal manera partirse,
rey Asuero, sino mil y seiscien que del todo no se partiese, y de
tos años; y durará hasta el fin tal manera irse, que tambien se que
del mundo, y siempre comemos y dase. Asi como salió del cielo, sin
siempre dura. Con razon se admi dejar el cielo; asi sale ahora de
ra, y esclama el Profeta: Psal. 45, la tierra, sin dejar la tierra; y asi
v. 9. Venite, et videte opera Domi como salió del Padre, sin dejarle;
ni, quae posuit prodigia super terram : asi sale ahora de sus hijos, sin de
Venid, y ved las obras del Señor, jarlos: Exivi à Patre, et veni in
los prodigios que ha hecho sobre la mundum: iterum relinquo mundum,
tierra. Pasma el artificio y sabidu et vado ad Patrem: Joan c. 16,
ría de los consejos de Dios, que to v. 23. Mas es tambien condicion del
mó para la salud de los hombres. De amor desear vivir en la memoria
esta segunda obra habemos de tratar del amado, y querer que siempre se
ahora: dénos el Señor su gracia para acuerde de él: y para eso se dan los
ello, que bien la habemos menester. que se aman, cuando se apartan,
El glorioso Apóstol y Evange algunos memoriales y prendas que
lista S. Juan, c. 13, v. 1, en su sa dispierten esta memoria. Pues para
grado Evangelio, tratando de la que no nos olvidasemos de él, nos
institucion de este Santisimo Sa dejó por memorial este Santísimo
cramento, dice: Cum dilexisset suos, Sacramento, en que se queda él
qui erant in mundo, in finem dilexit mismo en persona, no queriendo
eos : Como amase Cristo nuestro que entre él y nosotros haya otra
Redentor á los suyos que tenia en menor prenda que despierte esta
el mundo, en el fin señaladamente memoria que él mismo. Y asi en
los amó, porque entonces les hizo acabando de instituirse este Santí
398 Tratado octavo, cap. I.
simo Sacramento, dijo: Hoc facite barrios y calles, y se deje llevar, y
in meam commemorationem : Luc, sea portatil: y que le tengamos de
c. 22, v. 19: 1 Cor. v. 24, & 26. Cadaasiento en nuestros templos, y
vez que celebraredes este misterio, que le podemos visitar muchas ve
celebradlo en memoria de mí; acor ces, y á todas horas, de dia y de
dandoos de lo mucho que os amé, de noche, y tratar alli con él nuestros
lo mucho que os quise, y de lo mu negocios cara á cara, dandole cuen
cho que por vuestra causa padecí. ta de nuestros trabajos, y comuni.
Engrandecia mucho Moisés al cándole nuestras tentaciones, y pi
pueblo de Israél, que no habia na diéndole remedio y ayuda para
cion tan grande que tuviese á Dios todas nuestras necesidades: confia
tan cercano á sí, como ellos: Nec est dos, que quien nos ama tanto, que
alia natio tam grandis, quae habeat quiso estar tan cerca de nosotros, no
Deos appropinquantes sibi, sicut estará léjos para remediarnos; Po
Deus noster adest cunctis obsecratio nam tabernaculum meum in medio
nibus nostris: Deut. c. 4, v. 7. Y Sa vestri: ambulabo inter vos, et ero
lomon, habiendo edificado el tem Deus vester: Levit. c. 26, v. 1 1. An
plo, se espantaba, y decia: ¿Es posi daré, y pondré mi asiento en medio
ble que more Dios con los hom de vosotros: iré donde me quisíere
bres en la tierra? Si el cielo, y los des llevar: pasearmehe por vuestras
cielos de los cielos con toda su calles, honraroshe. ¿Que corazon hay
anchura no bastan, Señor, para que no se enternezca é inflame,
darte lugar, ¿cuanto menos bastará viendo á Dios tan casero?
esta pequeña casa que yo he edifi No se contentó el Señor con que
cado? Con cuanta mayor razon po le tuviesemos en nuestros tem
demos nosotros decir esto, pues plos y casas, sino quiso que le tu
no ya la sombra y la figura, sino viesemos dentro de nosotros mis
al mismo Dios tenemos en nuestra mos; quiso entrañarse en nuestro
compañía: Ecce ego vobiscum sum corazon. Quiso que vos mismo fue
omnibus diebus, usque ad consuma sedes el templo, y el cáliz, la
tionem saeculi. Matth. c. 28, v. 2o. custodia y relicario, donde estu
Gran consuelo y favor fue querer viese y se depositase este Santísimo
quedarse Cristo nuestro Redentor. Sacramento: Inter ubera mea com
en nuestra compañía para consuelo morabitur. Cant. 1, 12. No nos
y alivio de nuestra peregrinacion. Si le dan aqui á besar como á los pas
acá la compañía de un amigo nos tores, y Reyes, sino para recibirle
es consuelo en nuestros trabajos y en nuestras entrañas. ¡O amor ine
aflicciones: ¿qué será tener en nues fable! ¡O largueza nunca oida! ¡Qué
tra compañía al mismo Jesucris reciba yo en mi pecho y en mis
to, y ver que entre Dios por nues entrañas al mismo Dios en perso
tras puertas, y se pasee por nuestros na, al mismo Jesucristo, verda
De la sagrada comunion. 399
dero Dios, y verdadero hombre nes, por nuestro amor; asi permite
Al mismo que recibió, y trajo la ahora ser tratado por manos de ma
sacratísima Reina de los Ange los y perversos sacerdotes, y en
les nueve meses en sus entrañas, trar en las bocas y cuerpos sucios
al mismo recibímos nosotros en las y hediondos de muchos malos y
nuestras. Si santa Isabel, madre pecadores, por visitar y consolar á
del glorioso Bautista, por entrar sus amigos. A todo esto se pone el
en su casa la Vírgen vuestra Ma Señor, y quiere ser otra y otras
dre, en cuyas entrañas ibades vos, muchas veces vendido, y escarne
maravillada y llena del Espíritu cido, y crucificado, y puesto entre
Santo, dió voces diciendo: Et unde ladrones, al modo que dice S. Pa
hoc mihi, ut veniat Mater Domini blo, que los que pecan, tornan á
mei ad me? Luc. c. 1, v. 43. ¿De dón crucificar á Jesucristo, cuanto es
de á mí, que venga la Madre de de su parte: Crucifigentes sibime
Dios á mí? ¿Qué diré yo viendo que tipsis filium Dei: Ad Heb. c. 6, v. 6:
no por las puertas de mi casa ma todo por comunicarseos á vos. Mirad
terial, sino de las de mi cuerpo y si tenemos bien que agradecerle, y
alma, dentro de mi mismo entrais bien por qué para servirle. Canta
vos, Señor, Hijo de Dios vivo? la Iglesia, y espantase que no tu
Con cuanta mayor razon diré: Et viese horror este gran Señor de
unde hoc mihi? ¿De dónde á mí? ¿A entrar en el vientre de una donce
mí, que tanto tiempo he sido mo lla: Non horruisti virginis uterum.
rada del demonio? ¿A mí que tantas Pues cotejad la pureza de aquella
veces os he ofendido? ¿A mí tan des doncella, y la impuridad nuestra,
conocido é ingrato? ¿De dónde á y veréis cuanta mayor razon tene
mí, sino de la grandeza de vues mos para espantarnos, que no ten
tra misericordia, de ser vos quien ga horror de entrar en el pecho de
sois, tan bueno tan amador de los un pecador.
hombres? ¿De dónde, sino de ese
infinito amor vuestro. CAPITULO II.
Añaden y ponderan aquí los
Santos, y con mucha razon, que si De las escelencias y cosas mara
este beneficio concediera el Señor villosas que la fé nos enseña, que
á solos inocentes y límpios, aun habemos de creer en este di
fuera dádiva inestimable: mas qué vino Sacramento.
dirémos, que por el mismo caso
que se quiso comunicar á estos, se Muchas cosas maravillosas nos
obligó á pasar por las manos de mu enseña la fé católica, que obran
chos malos ministros; y asi co aqui las palabras de la consagra
mo permitió ser crucificado por cion. La primera es, que habe
manos de aquellos perversos sayo mos de creer, que en acabando de
4oo Tratado octavo, cap. II.
pronunciar el sacerdote las palabras pan, y parece vino; pero la voz,
de la consagracion sobre la hostia, que es la fe: Auditus autem per
está allí el verdadero cuerpo de verbum fidei, ad Rom. c. 1 o, v. 18,
Cristo nuestro Redentor el mismo otra cosa nos dice: Praestet fides sup
que nació de las entrañas virginales plementum sensuum defectui: La fe
de la sacratísima Vírgen, y el mismo suple aqui la falta de los sentidos. Y
que estuvo en la Cruz, y resucitó, allá en el maná, sombra y figura
y el mismo que ahora está sentado á de este Sacramento, hubo tambien
la diestra de Dios Padre. Y en aca este, que sabia el maná á todas las
bando de pronunciar el sacerdote cosas; sabia á perdiz, y no era per
las palabras de la consagracion so diz; sabia á trucha, y no era tru
bre el caliz, está allí su verdadera cha: asi este divino maná sabe á
y preciosa sangre. Y diciéndose en pan, y no es pan; sabe á vino, y no
una misma hora cien mil misas en es vino. En los demas Sacramentos
toda la Iglesia, en el punto que aca no se muda la materia en otra, sino
ba el sacerdote de pronunciar las el agua en el Bautismo, se queda
palabras de la consagracion, obra agua, y el oleo oleo en el Sacramen
Dios esta conversion maravillosa, y to de la Confirmacion, y Estre
en todas ellas está real y verdadera ma-Uncion; pero en este Sacra
mente el cuerpo y sangre de nues mento mudase la materia. De ma
tro Redentor, y aqui le están con nera que aquello que parece pan,
sumiendo, y allí le estan consagran no es pan; y aquello que parece vi
do, y en todas partes es uno. no, no es vino, sino la sustancia
La segunda cosa maravillosa que del pan se muda y convierte en el
aquí habemos de creer, es, que verdadero cuerpo de Cristo nues
despues de las palabras de la con tro Salvador, y la sustancia del vi
sagracion, no queda alli pan ni vi no en sangre preciosa. Dice muy
no, aunque á nuestros ojos, tacto, bien S. Ambrosio: l. de his qui ini
gusto y olfato parezca que si; pe tiantur nimis. c. 9. * Quien pudo
ro la fé nos dice que no. Dijo el hacer algo de nada, criando los
patriarca Isaac á su hijo Jacob, cielos y la tierra, mucho mas po
cuando para alcanzar la bendi drá hacer una cosa de otra, y mu
cion y mayorazgo cubrió sus ma dar una sustancia en otra. * Y mas
nos con unos pellejos de cabrito, vemos, que el pan que cada dia co
para parecer á su hermano Esaú: memos, por virtud del calor natu
Vox quidem Jacob est: sed manus ral, en breve espacio se muda en
sunt Esaú: Genes. cap. 27, v. nuestra carne : mucho mejor podrá
22. La voz es de Jacob, pero las la virtud omnipotente de Dios ha
manos son de Esaú. Asi aqui lo que cer en un instante esta conversion
palpamos con las manos, y toca maravillosa. Y para que con un es
mos con nuestros sentidos, parece panto se nos quite otro: mucho
De la sagrada comunion. 4o I
mas es que Dios se haya hecho hom danza de una sustancia en otra.
bre, sin dejar de ser Dios, que no Porque asi como la generacion na
que el pan, dejando de ser pan, se tural, porque en ella se muda la for
vuelva en carne. Pues con aquella ma, se puede llamar propiamente
virtud divina con la cual el Hijo trasformacion ; asi en este Sacra
de Dios se hizo hombre, con ella mento, porque toda la sustancia
misma el pan y el vino se convier del pan y del vino se convierte
ten en la carne y sangre de Cristo: en toda la sustancia del cuerpo y
Quia non est impossibile apud Deum sangre de Cristo, se llama con
omne verbum: A Dios ninguna cosa mucha razon transustanciacion.
le es imposible, como dijo el An De manera que no queda en es
gel á nuestra Señora. Lo tercero, te Sacramento cosa alguna de la
hay otra cosa particular en esta con sustancia del pan, ni de la sustancia
version, que no es al modo de las del vino, sino solamente queda alli
demas conversiones naturales, en el color, olor, sabor, y los demas
las cuales cuando una cosa se con accidentes del pan y del vino, que
vierte en otra, queda algo de la llaman especies sacramentales. Y
sustancia de la cosa que se muda; esta es otra maravilla grande que
porque la materia es la misma, resplandece en este Santísimo Sa
y solamente se muda la forma: co cramento, que estan allí estos acci
mo cuando la tierra se convierte dentes, sin estar en sustancia y su
en plata, y en agua el cristal. Es co jeto alguno; siendo propio de los
mo cuando de un poco de barro ó accidentes estar juntos y pegados
cera haceis una vez un caballo, con la sustancia, como lo enseña
otra un leon. Pero en esta admira toda la Filosofía; porque la blan
ble conversion, despues de la con cura, claro está que naturalmente
sagracion, en la hostia no queda no puede estar por sí, sino junta y
nada de la sustancia del pan, y en pegada con alguna sustancia: y el
el cáliz no queda nada de la sus sabor, y el olor tambien; pero aqui
tancia del vino, ni de la forma, ni sobre todo órden de naturaleza se
de la materia, sino que toda la sus quedan los mismos accidentes del
tancia del pan se convierte y mu pan y del vino, siendo sobrenatu
da en todo el cuerpo de Cristo: y ralmente sustentados por sí solos,
toda la sustancia del vino en toda como en el aire; porque la sustan
su sangre preciosa. Y asi la Iglesia cia del pan y del vino ya no está
con mucha conveniencia y propie allí, como habemos dicho. Y en
dad, como dice el concilio Tri el Cuerpo y sangre de Cristo,
dentino, (a) para significarnos esta que sucede en su lugar, no pue
total conversion, la llama transus den estar aquellos accidentes: y
tanciacion, que quiere decir, mu asi los tiene y sustenta Dios de
TOMO II. 26
(a) Concil. Trident. sess. 13 de Sanctis. Euch. Sacramento, c. 4.
4o 2 Tratado octavo, cap. II.
por sí con un perpetuo milagro. ahora solo, sino juntamente con la
Mas habemos de creer que en este sangre, y con el ánima y con la
Santísimo Sacramento, debajo de divinidad; por eso estan allí tam
aquellas especies y accidentes de bien en la hostia todas estas cosas.
pan, está no solo el cuerpo de Y porque la sangre tampoco está
Cristo, sino todo Cristo, verda ahora sola, sino juntamente con el
dero Dios, y verdadero hombre, cuerpo, y con el ánima, y con la
así como está en el cielo. De ma divinidad; por eso estan tambien
nera que en la hostia, juntamente en el caliz todas estas cosas. Por
con el cuerpo, está tambien la san que cuando algunas cosas estan en
gre de Cristo nuestro Redentor y tre sí juntas y unidas, á donde está
su ánima sacratísima, y su santí la una, ha de estar necesariamente
sima divinidad. De la misma ma la otra. Entenderse ha esto bien
nera en el caliz, debajo de las es por aquí. Dicen los Teólogos,
pecies de vino está no solamente que si en aquellos tres dias que
la sangre de Cristo, sino tambien Cristo estuvo en el sepulcro, con
el cuerpo, y el ánima, y la divi sagrára S. Pedro ú otro de los
nidad. Pero advierten los Teólo Apóstoles, que no estuviera en el
gos, que no estan aqui todas estas Santísimo Sacramento el ánima de
cosas por una misma razon y ma Cristo; porque entonces no estaba
nera; sino unas estan en este Sacra el ánima junta con el cuerpo, sino
mento por virtud y eficacia de las solamente estuviera alli el cuerpo
palabras de la consagracion, y muerto, como estaba en el sepul
otras por via de concomitancia ó cro, aunque junto con la divini
compañía. Aquello se dice estar en dad, porque esa nunca la dejó. De
este Sacramento por virtud y efi la misma manera cuando consagró
cacia de las palabras, que se signi Cristo el jueves de la Cena, esta
fica y esplica por las mismas pala ba alli en el Sacramento Cristo
bras de la forma de la consagra nuestro Redentor, verdadero Dios,
cion. Y de esta manera no está en la y verdadero hombre; pero pasible
hostia mas que el cuerpo de Cris y mortal, como entonces lo era:
to, ni en el cáliz mas que la san Mas ahora está en el Sacramento
gre; porque las palabras hacen lo vivo, glorioso y resucitado, inmor
que significan: y eso solo es lo que tal, é impasible, como está en el
significan, este es mi cuerpo, esta cielo. -

es mi sangre. Aquellas cosas se di Empero, aunque esto es así, que


cen estar por via de concomitan en la hostia está la sangre, y en el
cia ó compañía, que están juntas, caliz el cuerpo de Cristo nuestro
y en compañía de aquello que se Redentor; con todo eso convino
esplica y declara por las palabras: que se hiciesen estas dos consagra
porque el cuerpo de Cristo no está ciones distintas, cada una de por sí:
De la sagrada comunion. 4o3
para que asi se representase mas pecies de pan y vino, recibe por
al vivo la Pasion de Cristo, en la eso mas, ni el que le recibe sola
cual la sangre se apartó del cuer mente debajo de especies de pan,
po. Y asi se hace mencion de esto recibe por eso menos. Todos son
en la misma consagracion de la san iguales en esto.
gre: Qui provobis, et pro multis Mas hay otra maravilla grande en
effundetur. Y tambien, pues se ins este altísimo Sacramento, y es, que
tituia este Sacramento para alimen no solamente está Cristo todo en
tar y sustentar nuestras animas, tero en todas las hostias, y todo en
convino que se instituyese no solo tero en el caliz, sino en cada par
en manjar, sino tambien en bebi ticula de la hostia, y en cada par
da. Porque el perfecto alimento tecica de las especies del vino está
del cuerpo, de estas dos cosas cons tambien todo Cristo, tan entero
ta. Pero una cosa podemos sacar de como está en toda la hostia, y tan
aquí, para consuelo de los que no entero como está en el cielo, por
son sacerdotes, y es, que aunque mínima que sea la partícula: co
no comulgan debajo de ambas es mo se colige claramente del mis
pecies, como los que dicen Misa, mo Evangelio ; porque Cristo
sino solamente debajo de especies nuestro Señor no consagró de por
de pan, por muchas y muy graves sí cada bocado de aquellos, con
razones que para esto tuvo la Igle que comulgó á sus Apóstoles, sino
sia; pero recibiendo en la hostia consagró de una vez tanta canti
el cuerpo de Cristo nuestro Re dad de pan, que dividida, bastase
dentor, reciben juntamente su para comulgarlos á todos. Y asi
sangre, y su ánima, y su divinidad; del caliz dice espresamente el sa
porque todo entero y perfectamen grado Evangelio, que le dió Cris
te está debajo de cualquiera de las to á sus Apóstoles, diciendo: Acci
dos especies. Y dicen los Teólo pite, et dividite inter vos: Luc. c.
gos y los Santos, que reciben tan 2o, v. 17. Tomad este caliz, divi
ta gracia, como los sacerdotes que didle entre vosotros. Y no solo cuan
comulgan debajo de ambas espe do se parte y divide la hostia ó
cies, llegando con igual disposi el caliz, sino tambien antes que se
cion. S. Hilario dice, que asi co parta, está el cuerpo de Cristo to
mo en el maná, que fue figura de do entero en toda la hostia, y to
este Santísimo Sacramento, ni el do entero en cualquier parte de
que cogia mas, hallaba por eso ella; y todo entero en todas las es
mas: ni el que cogia menos, halla pecies del vino, y todo entero en
ba por eso menos, como dice la cualquier partícula de ellas. Algu
Escritura : Exod. c. 16, v. 18. Asi nos ejemplos y comparaciones hay
tambien en este divino Sacramen acá en lo natural, que nos pueden
to, ni el que le recibe debajo de es dar alguna luz en esto. Porque nues
4o4 Tratado octavo, cap. II.
tra ánima está tambien toda en to que os partimos y mascamos como
do el cuerpo, y toda en cualquiera al pan material que comemos; pero
parte de él. Y la voz que yo hablo, la verdad es, que no partimos ni
que es ejemplo que trae S. Agus mascamos sino aquellos accidentes
tin, está toda en vuestros oidos, y que vemos! Pero Vos, Señor, ente
toda en los de todos los oyentes. Y ro y perfecto os quedais en cual
si tomais un espejo, veréis en él quier partícula sin corrupcion ni
vuestra figura toda entera, aunque division alguna, y entero Os reciº
el espejo sea pequeño, y mucho me bimos: y asi lo canta la Iglesia: A
nor que vos. Y si dividis el espejo sumente non concisus, non confrac
en muchas partes, en cada parte ve tus, non divisus, integer accipilur,
reis tambien vuestra figura, ni mas Nulla rei fit scisura, signi tantum it
ni menos como la veíadeis en to fractura. Acontecenos en este con
do el espejo. Estos y otros seme vite al reves que en los convites
jantes ejemplos y comparaciones de acá: en los cuales cortais un
traen los Doctores y los Santos, manjar, pero no cortais los platos,
para declararnos estos misterios, ni vasija. Pero en esta divina mesa
aunque ninguno hay que del todo no es asi, pártese el plato y la va
tenga semejanza; pero todavía ayu sija, que son los accidentes, y que
dan y dan alguna luz. -
dase el manjar y la sustancia ente
Y hay aqui otro misterio, que ra: mas en las otras mesas C0melº
cuando se parte y divide la hostia la vianda y el manjar; pero no co
ó el caliz, los accidentes del pan y meis las vasijas ni los platos; pero
del vino son los que allí se parten en esta mesa soberana comem08
y dividen ; pero Cristo no se par el manjar, y es tan sabroso, quenos
te ni divide, sino entero se queda comemos el plato tras él.
en cualquier partícula por pequeña Todas estas cosas que la fe nos
que sea. Y de la misma manera, cuan. enseña, nos habemos de contentar
do mascais la hostia, no mascais ni por ahora, con creerlas y venerar
desmenuzais á Cristo. Dice S. Geró las, sin quererlas escudriñar curiº
nimo: t. 4, p. 358 apud Euseb. O samente, yendo siempre en aquel
humanorum illusio sensuum, fran fundamento de S. Agustin: 1, 12 sup.
gunturilla quae humanis sensibus in Joan. Demus aliquid Deum posit,
te videntur accidentia, et tamen nec quod nos fateamur illud investigºº
corrumperis, nec frangeris: te dentes non posse. Este ha de ser como prº
videntur masticare, velut materia mer principio, que puede Dios mº
lem panem, et tamen nunquam mas de lo que podemos nosotros alcanº
tucaris: perfectus, et integer, sub zar; porque como dicen muy bien
qualibet quantumcumque minima, los Santos, no fueran grandes lº
contineris, particula. ¡O engaño é cosas de Dios, si nuestro entendº
ilusion de nuestros sentidos, parece miento y razon las pudiera cºº
De la sagrada comunion. 4o5
prender; y asi es el mérito de la especie de pan y vino; pero cuan
fé creer lo que no vemos. Y aun do asome la tarde, por la cual es
en los misterios de este Santísimo significada la gloria, vereis la car
Sacramento hay una cosa especial, ne de Cristo, entenderéis clara
que no hay en los demas misterios mente como y de que manera es
de la fe; porque en los demas, tá allí: romperáse entonces el velo,
creemos lo que no vemos, que es correránse las cortinas, y verémos
mucho de loar: Beati qui non vide todas estas cosas claramente cara á
runt, et crediderunt. Joan. c. 2o, v. C3 3. - -

27. Mas aqui no solo habemos de Muchos milagros, y muy auten


creer lo que no vemos, sino contra ticos pudieramos aqui traer en con
lo que nos parece que vemos. Por firmacion de lo que habemos di
que segun nuestros sentidos, pare cho; porque estan los Santos, y las
cenos que hay alli pan y vino, y historias llenas de ellos. Pero solo
habeinos de creer que no los hay. quiero decir uno, que se refiere en
Es semejante la fe que tenemos de la crónica de la Orden de san
este misterio, á la que tuvo Abra Gerónimo: l. 2, cap. 9 de su cró.
han, que tanto encarece S. Pablo: Qui Un Religioso, llamado Fr. Pedro
contra spem in spem credidit. Ad de Cavañuelas, que despues fue
Rom. c. 4, v. 18. Venció la esperan Prior de Guadalupe, fue muy com
za sobrenatural á la desconfianza batido de tentaciones de fe, y es
natural, que los ojos veian, porque pecialmente acerca del Santísimo
creyó y esperó que tendria hijo, Sacramento del altar, diciéndole
contra todo lo que le prometia la el pensamiento, ¿cómo podia ser
esperanza natural, pues natural que hubiese sangre en la hostia?
mente no le podia tener, por ser él Y quiso el Señor librarle del todo
y su muger y a muy viejos; y des de esta tentacion con un modo ma
pues queriendo sacrificar ese hijo, ravilloso. Y fué, que diciendo él
como Dios se lo habia mandado, un sabado Misa de nuestra Seño
con todo eso creyó que le habia ra, despues que hubo consagrado,
el Señor de cumplir la promesa que inclinándose á decir la oracion que
le habia hecho, de multiplicar en él comienza, Supplices te rogamus,
su generacion. Asi en este divino vió una nube qce descendió de lo
Sacramento creemos contra lo que alto, y cubrió todo el altar donde
naturalmente nos dicen todos nues él decia la Misa, de manera que
tros sentidos; y asi es de gran me con la oscuridad de la nube, él
rito lo que aqui creemos. Dijo no podia ver la hostia ni el caliz.
Dios, Exod. c. 16, v. 12, á su pueblo: Y como se espantase Inucho de es
á la mañana comereis pan, y á la te acaecimiento, y fuese lleno de
tarde os daré carne. La mañana es grandísimo temor en ver lo que
esta vida presente. Dasenos Dios en habia, rogó á nuestro Señor con
26*
4o6 Tratado octavo, cap. II.
muchas lágrimas, que le quisiese li tió aquella tentacion. El acólito
brar de este peligro, y manifestar ó ministro que servia á la Misa,
¿por qué causa aquello habia acaeci no vió ninguna cosa de estas, ni
do? Y estando asi llorando, y con oyó la voz, mas sintió las lágrimas
gran temor, poco á poco se fue qui del sacerdote, y como se tardó mu
tando la nube, y esclareciendo el cho mas en la Misa que solia. To
altar del todo; y mirando al al do lo susodicho se halló despues de
tar, vió que le faltaba la hostia su muerte escrito en una cedula de
consagrada, y que el caliz estaba su mano, puesta entre su confe
descubierto y vacío, porque tam sion geueral. Lo cual él hizo en se
bien le habia sido de él tomada la ñal del secreto que le fue mandado
sangre. Y fue tan grande el espan guardar.
to y temor que recibió cuando es
to vió, que quedó como muerto; y CAPITULO III.
tornando en sí, comenzó con gran
dolor de su corazon, y derraman - Comienzase á tratar de la prepa
do muchas lagrimas de sus ojos á racion que pide la escelencia y
rogar de nuevo á nuestro Señor, y dignidad de este divino
á su santísima Madre, cuya Misa Sacramento.
decia, que le perdonasen, si lo que
habia acaecido era por su culpa, y Esta ventaja tiene este divino
le librasen y sacasen de aquel tan Sacramento sobre todos los de
grande peligro. Y estando en esta mas, que está aqui real y ver
congoja, vió venir por el aire la daderamente el mismo Jesucristo,
hostia, puesta en una patena muy verdadero Dios, y verdadero hom
resplandeciente, y púsose encima bre. Y por esto el mas escelente
de la boca del caliz, y comenza de los Sacramentos, el que ma
ron luego á destilar y salir de ella yores gracias y efectos obra en
gotas de sangre dentro del caliz, nuestras almas; porque en los otros
y salió en tanta cantidad como an Sacramentos participamos la gra
tes estaba. Y acabada de salir la cia que se nos comunica allí; pero
sangre, se volvió la hijuela de los en este participamos la misma fuen
corporales á poner sobre el caliz, te de gracia. En los otros Sacra
y la hostia á su lugar sobre el mentos bebemos como de arroyo
ara, donde estaba primero. El sa que mana de la fuente, pero en es
cerdote, estando muy espantado en te bebemos en la misma fuente:
ver tan grandes misterios, y no sa porque recibimos al mismo Cris
biendo que se hacer, oyó una voz to, verdadero Dios, y hombre. Y
que le dijo: acaba tu oficio, y sea asi se llama este santísimo Sacra
te en secreto todo esto que has vis mento Eucaristia, que quiere de
to. Y de aí adelante nunca mas sin cir, buena gracia: porque todo el
De la sagrada comunion. 4o7
bien y el principio de la gracia les que comunican y participan de
aqui está. Y porque asi se nos da el este Sacramento, se hace un cuer
mismo hijo de Dios, que con ver po místico. San Juan Damasceno
dad se llama gracia y don hecho compara este Santísimo Sacra
al linage humano por el misterio to á aquel carbon ó brasa encen
de la encarnacion. Por esto tam dida, con que uno de los Serafi
bien se llama por antonomasia co nes purificó los labios del profeta
munion: conforme á aquello de Isaias, y quitó todas sus imperfec
S. Lucas, que dice de los fieles ciones. Isai. c. 6, v. 6. Así, dice, este
en los actos de los Apóstoles: 2, v. manjar celestial, por estar unido
42. Erant perseverantes in commu con la divinidad, que es fuego con
nicatione fractionis panis. Porque sumidor, Deus noster ignis consu
recibiendo este Santísimo Sacra mens est: Deut. c. 4, v. 24. Ad Hebr.
mento participamos del sumo y c. 12, v. 19, consume y purifica to
mayor bien que hay, que es Dios, das nuestras imperfecciones y mal
y con él de todos los bienes y gra dades, y nos llena de dones y bie
cias espirituales. Dandonos su car nes espirituales. Finalmente este es
ne y sangre, nos hace participes aquel convite del Evangelio, en
de todos aquellos tesoros que con el cual manda Dios decir á los
esa sagrada carne y sangre nos convidados: Ecce prandium meum
adquirió. Aunque tambien se dice paravi, tauri mei, et altilia occisa
comunion, porque une los fieles sunt, et omnia parata: Matth. c. 22,
entre sí; porque recibiendo todos v. 4; diciendo, que todas las cosas
un manjar y á una mesa, nos co están á punto y preparadas; da á
municamos y juntamos, y hace entender, que aqui en este sagrado
mos una misma cosa, á lo menos convite tenemos todas las cosas que
en la fe y Religion somos todos se pueden desear. Y asi dijo el pro
un cuerpo, conforme á aquello feta David, Psal. 67, v. 2 1, de este
que dice S. Pablo: Unus panis, manjar: Parasti in dulcedine tua
unum corpus, multi sumus, omnes, pauperi Deus. No dice que es lo que
qui de uno pane participamus : 1 nos preparó; porque es tan grande
Cor. c. 1 o,v. 17. Todos somos un pan, el bien que alli se encierra, que no
y un cuerpo, aquellos que participa se puede con palabras esplicar. Y
mos de un mismo pan. Y por eso asi con razon esclama la Iglesia: 0
dice S. Agustín, que instituyó sacrum convivium, in quo Christus
Cristo este Sacramento debajo sumitur, recolitur memoria passionis
de especies de pan y de vino, para ejus, mens impletur gratia, et futu
denotar, que como el pan se hace rae gloriae nobis pignus datur! ¡O sa
de muchos granos de trigo que se grado convite, en el cual recibimos
unen en uno, y el vino de muchos á Dios! El mismo nombre de con
granos de ubas; asi de muchos fie vite nos dice la alegría y conten
4o8 Tratado octavo, cap. III.
to, y la abundancia y hartura morada en que habemos de recibir
que hay en él. ¡O sagrado convite, al mismo Dios en persona? Que
en el cual se nos refresca la memo tanto habia de ser mayor, cuanto
ria de su Pasion, de aquel esceso escede lo figurado á la figura, y lo
de amor con que Dios nos amó, vivo á lo pintado ; y fuera de lo
entregándose por nosotros á la que se debe á la Magestad de tan
muerte, y muerte de Cruz ! ¡O sa gran Señor, á nosotros nos impor
grado convite, en el cual nuestra ta mucho ir muy preparados para
alma se harta, y queda llena de gra recibir este Santísimo Sacramen
cia! ¡O sagrado convite, en el cual to, porque cual fuere la prepara
se nos da una prenda de la gloria, y cion y disposicion que llevarémos,
tal, que no es cosa distinta de lo tal será la gracia que recibirémos,
que nos han de dar despues, como Como el que va á coger agua de la
lo suelen ser acá las prendas, sino fuente, tanta coge cuan grande va
el mismo Dios que ha de ser nues so lleva. Y para que se entienda
tro premio y galardon se nos da mejor lo que queremos decir en es
por prenda en este soberano con to, notan aqui los Teólogos, que
vite, sino que aqui nos sirven á pla no solamente recibe uno mayor
to cubierto, y en aquel convite y gracia para el mayor mérito de los
cena de la gloria nos servirán á actos y buenas obras con que se
plato descubierto! - llega á recibir el Sacramento, que
Pues la escelencia de tan alto llaman ex opere operantis: y es
Sacramento, y la Magestad grande modo de hablar del Concilio Tri
del Señor que habemos de recibir, dentino sess. 7, c. 9, sino que la gra.
pide que la disposicion y prepa cia sacramental, que fuera de esto
racion para eso sea muy grande. da de suyo el Sacramento, por pri
Tratando el Real Profeta de edificar vilegio é institucion divina, que
el templo de Jerusalén, decia: Opus llaman ex opere operato, será ma.
namque grande est, neque enim ho. yor, cuanto mayor fuere la dispo
inini praeparatur habitatio, sed Deo: sicion con que nos llegarémos á él
1 Paral. c. 29, v. 1 I. Grande cosa porque obra Dios las obras degra"
es esta, porque no tratamos de pre cia conforme á las de naturaleza.
parar morada para hombres, sino pa Y en lo natural vemos, que todas
ra Dios. Y habiendo preparado gran las cosas obran conforme á la diº
de cantidad de oro y plata, vasos , posicion que hallan en los suget08 y
y piedras preciosas, todo le parecia asi el fuego luego se enciende enla
nada, y todo esto era para el Tem leña seca: mas sino lo está, mastº”
plo donde se habia de poner el arca, de se encenderá: de modo que º"
y en ella el maná, figura de ese gun fueren las grados de la seº
divino Sacramento. ¿Pues qué será dad, asi será la operacion del º
de la preparacion del Templo y go. Pues á este modo es tambiº
De la sagrada comunion. 4o.9
en este divino Sacramento. Y asi mento por disposicion, que es el de
por todas partes nos importa mu la confesion, cuando precedió al
cho llegarnos á él muy bien pre gun pecado mortal. De manera que
parados. no basta llegarse con dolor y con
tricion, sino es menester que pre
CAPITULO IV. ceda la confesion, como lo deter
De la limpieza y puridad, no so minó el concilio Tridentino, con
lo de pecados mortales, sino tam forme á aquello del Apóstol S. Pa
bien de veniales é imperfecciones, blo: Probet autem se ipsum homo,
con que nos habemos de llegar 85 sic de pane illo edat, 83 de calice
á la sagrada comu bibat. Las cuales palabras declara
l.0/0.
el Concilio (a) de esta manera, que
es menester que vaya uno proba
Tres cosas principales trararé do y examinado con el examen y
mos aquí. La primera, de la dis juicio de la confesion. Esta dispo
posicion y preparacion que se re sicion y preparacion es necesaria
quiere para llegar á recibir este á todos los cristianos, so pena de
divino Sacramento. La segunda, de pecado mortal, y basta ella para
lo que habemos de hacer despues de recibir gracia en el Sacramento.
haberle recibido: y cual ha de ser Mas aunque sea verdad, que por
el hacimiento de gracias. La terce los pecados veniales, y por otras
ra, que es el fruto y provecho que faltas é imperfecciones que no
habemos de sacar de la sagrada co llegan á pecado mortal no pierde
munion. Y comenzando de lo pri el hombre del todo el fruto de ese
mero, la disposicion y prepara santo Sacramento, sino que recibe
cion que para esto se requiere, es aumento de gracia, como dicen los
mucho mayor, que para los demas Teólogos; pero pierde aquel fru
Sacramentos; porque cuanto son to copioso y abundante de gra
mas escelentes los Sacramentos, cias y virtudes, y otros efectos ad
tanto piden mayor preparacion y mirables que suele él obrar en las
pureza para haberlos de recibir. Y almas mas límpias y devotas. Por
asi algunos Sacramentos hay, que que aunque los pecados veniales no
para recibirse dignamente, basta quitan la caridad, amortiguan sa
tener dolor y arrepentimiento ver fervor, y disminuyen la devocion,
dadero de los pecados, sin ser ne que es la mas propia disposicion
cesaria la confesion. Mas este di que para este divino Sacramento
vino Sacramento es de tanta digni se requiere; y asi, si queremos par
dad y escelencia, por estar en él ticipar del copioso fruto de que
encerrado el mismo Dios, que de suelen gozar los que se llegan á co
mas de lo dicho, pide otro Sacra mulgar como deben, es menester ir
(a) Concil. Trid. sess. 13, c. 1. ad Cor. c. 21, v. 2, 83 8.
41 o Tratado octavo, cap. IV.
límpíos, no solo de pecados nor mos con gran límpieza y puridad?
tales, síno tambien de los veniales, Al fin es pan de Angeles, y asi nos
Y así el mismo Jesucristo nos habemos de llegar á él con pureza
enseñó esta disposicion (b) con de Angeles.
aquel ejemplo de lavar los pies á Pedro Cluniacense, l. 1 de mir.
sus discípulos antes de comulgar cap. 2, cuenta de un sacerdote, en
los, dándonos á entender, como una parte de Alemania, que llaman
dice S. Bernardo, serm. de Coena de los teutones, que habiendo pri
Domini, la limpieza y puridad con mero sido de buena y santa vida,
que nos habemos de llegar á este despues vino á caer miserablemen
Santísimo Sacramento, no solo de te en cierto pecado deshonesto ; y
pecados mortales, sino tambien de añadiendo pecados á pecados, se
veniales, que es el polvo que se nos atrevia á llegar al altar á decir
suele pegar á los pies. Misa, sin haberse enmendado ni
San Dionisio Areopagita (c) di confesado: que este suele ser en
ce, que no solo de los pecados ve gaño de algunos que han vivido
niales, sino tambien de las demas bien, que cuando les acontece al
faltas é imperfecciones, pide el Se guna cosa vergonzosa, no se atre
ñor limpieza, con este ejemplo: ven á confesarla, ni á dejar de co
Exigit, dice, extremam munditiem. mulgar, por no perder la opinion
Y trae á este propósito aquella ce y credito que antes tenian: ciega
remonia santa que usa la Iglesia les la soberbia. Quiso Dios casti
en la Misa de lavarse el sacerdote garle piadosamente como Padre
las manos antes de ofrecer aquel con una cosa que le hizo abrir los
Sacrosanto Sacrificio. Y pondera ojos, y fue, que al tiempo de con
muy bien, que no se lava todas las sumir, teniendo á Cristo en sus
manos, sino solamente las estremi manos, se le desapareció de ellas,
dades de los dedos, para significar y de la misma manera el sanguis
que no solamente habemos de ir se desapareció del caliz, quedan
límpios de los pecados graves, sino do aquel dia sin comulgar, y no
tambien de los ligeros, y de las fal poco espantado. Esto mismo le acae
tas é imperfecciones. Si allá Na ció otras dos veces en que qui
bucodonosor mandó, que escogiesen so volver á decir Misa, por ver
niños, in quibus nulla esset macula, si Dios nuestro Señor mostraba la
Dan. c. 1, v. 5, puros, límpios y her misma señal de indignacion con
mosos, para darles y mantenerles él, que la primera; y con esto co
de los manjares de su mesa, ¿cuánto noció cuan grandes eran sus peca
mayor razon será, que para llegar dos, y con cuanta razon tenia pro
nos á esta mesa Real y divina, va vocada contra sí la ira de Dios: y

(b)Joan. c. 13, v. 5: Capit lavare pedes Discipulor. (c) D. Dionis. c. 3


de Ecclesias. hier.85 S. Thom. 3 p. q.83, art. 5 ad 1.
De la sagrada comunion. 4 II
lleno de muchas lágrimas, se fue á
los pies de su Obispo, y con gran CAPÍTULO V.
sentimiento y dolor le contó lo
que le habia acaecido: confesó con De otru disposicion y preparacion
él, y recibió de su mano la peni mas particular con que nos habe
tencia que merecia de ayunos, dis mos de llegar á este divino
ciplinas y otras asperezas, en las Sacramento.
cuales se ejercitó mucho tiempo,
sin atreverse á llegar á celebrar, Para gozar cumplidamente de
hasta que su Prelado, y Pastor se lo los frutos admirables que trae
vino á mandar, ó dar licencia cuan consigo este divino Sacramento,
do le pareció que ya habia bastan dicen los Santos y Maestros de la
temente satisfecho á Dios por sus vida espiritual, que nos habemos de
pecados. Y fue cosa maravillosa la procurar preparar con otra dispo
que acaeció en la primera Misa sicion mas particular, que es con
que dijo: que despues de haber di actual devocion. Y asi declararémos
cho la mayor parte de ella con gran aquí qué devocion ha de ser esta,
dísimo sentimiento y lágrimas, y cómo la despertarémos en noso
queriendo consumir, subitamente tros. Para esto dicen, que nos habe
se le aparecieron delante las tres mos de llegar á la sagrada comu
hostias que antes por su indigni nion, lo primero con grandísima
dad se le habian desaparecido, y en humildad y reverencia. Lo segun
el caliz halló toda aquella cantidaddo, con grandísimo amor y con
del sanguis. Queriendo con aquesta fianza. Lo tercero, con grande
tan evidente señal, mostrarle el Se hambre y deseo de este pan celes
ñor, como ya sus pecados eran per tial. A estas tres cosas se pueden re
donados. Quedó muy agradecido á ducir todas las maneras de afectos
esta misericordia del Señor, y con con que podemos despertar la ac
mucha alegría recibió tambien las tual devocion, asi antes de recibir
otras tres hostias, y de alli adelante este Santísimo Sacramento, como
perseveró en muy perfecta vida. al tiempo de comulgar, y tambien
Este caso dice Pedro Cluniacen despues de la comunion. Y estan
se, que se le contó el Obispo de llenos los libros de consideraciones
Claramonte delante de muchas á este propósito muy buenas y
personas. Cesario en sus diálogos, muy dilatadas: y asi solamente to
lib. 2, cap. 5, cuenta otro ejem carémos algunas de las mas ordi
plo semejante. narias, que suelen ser las mas pro
vechosas, abriendo el camino pa
ra que sobre ese fundamento pue
da cada uno discurrir por sí; por
que eso le noverá mas, y/ le será
41 2 Tratado octavo, cap. 7.
de mas provecho, conforme á la cibidme como á uno de los jorna
doctrina (a) que de esto tenemos en leros de vuestra casa. Otras, con
el libro de los ejercicios espiritua aquellas palabras de santa Isabel:
les. Et unde hoc mihi? Luc. c. 1, 43, co
Pues lo primero habemos de lle mo dijimos arriba. Será tambien
gar á este Santísimo Sacramento muy bueno considerar con mucha
con grandísima humildad y reve atencion aquellas palabras que tie
rencia: la cual se despertará en ne instituidas la Iglesia para el
nuestra ánima, considerando por tiempo de comulgar, tomadas del
una parte aquella soberana mages sagrado Evangelio: Domine non
tad y grandeza de Dios, que ver sum dignus, ui intres sub tectun
daderamente está en aquel Santísi meum, sed tantium dic verbo, et sa
mo Sacramento, y que es el mismo nabitur anima mea: Matt. c. 9. v. 8.
Señor que con sola su voluntad Señor no soy digno; pero por eso
crió, conserva y gobierna los cie me llego, para que Vos me hagais
los y la tierra, y con sola ella lo digno. Señor, flaco soy y enfer
puede todo aniquilar, en cuya pre mo; pero por eso me llego, para
sencia los Angeles y mas altos Se que Vos me saneis y esforceis; por.
rafines encogen las alas, tiemblan, y que como Vos dijisteis no tienen
se estremecen con profundísima re los sanos necesidad de médico, si
verencia : Columnae Coeli contremis no los enfermos; y para eso señala
cunt, et pavent ad nutum ejus. Job damente venisteis Vos.
c. 26, v. II. Y por otra parte vol Eusebio, escribiendo la muerte
viendo luego los ojos á nosotros del bienaventurado san Geróni
mismos, mirando nuestra bajeza mo, que se halló á ella, y fue su
y miseria. Y asi unas veces nos po discípulo, dice, que estando el San
demos llegar con el corazon de to para recibir este Santísimo Sa
aquel publicano del Evangelio, cramento, admirado por una par
que no se osaba acercar al altar, ni te de la magestad y bondad in
alzar los ojos al cielo, sino de mensa del Señor, y volviendo por
lejos con mucha humildad heria otra parte los ojos á sí, decia: Cur
sus pechos, diciendo: Deus propi nunc tantum te humilias, ut patiaris
tius esto mihi peccatori. Luc. c. 15, ad hominem descendere publicanum,
v. 13. Señor, habed misericordia de et peccatorem, et non solium cum illo
mí, que soy grande pecador. Otras manducare vis, sed te ipsum mandu
veces nos podemos llegar con aque cari abillo jubes? ¿Cómo Señor os hu
llas palabras del hijo pródigo: Luc. millais ahora tanto, que quereis ve
c. 15, v. 18, et 19. Señor, pequé nir y descender á un hombre publi
contra el cielo, y contra Vos: ya no cano y pecador, y no solo quereis
merezco llamarme vuestro hijo: re comer con él, sino que mandais

(a) S. Ignat, l. exerc. spirit. in annot. in princ. positis, annot. 2.


De la sagrada comunion. 413
que él os coma á vos? En el libro habemos de considerar la bondad
segundo de los Reyes cuenta la sa y misericordia, y amor infinito del
grada Escritura, que dijo David á Señor, que tanto aquí resplandece,
Mifiboset, hijo de Jonatás: Tu co como al principio dijimos: (c. 1.)
medes panem in mensa mea semper: Por que ¿quién no amará á quien
2 Regum. c. 9,v. 7. Tu comerás siem tanto nos amó? ¿Quién no confiará
pre á mi mesa. Respondió él: Quis en quien tanto bien nos hizo ? El
ego sum servus tuus, quoniam respe que nos dió á sí mismo, ¿qué no nos
xisti super canem mortuum similem dará? Dice muy bien S. Crisósto
mei? ¿Quién soy yo, para poner los mo ; (b) Quis pastor oves proprio
ojos en mí, sino como un perro pascit cruore? Et quid dico pastor?
muerto? Si dice esto Mifiboset, por Matres multae sunt, quae post partus
verse convidado á la mesa de un dolores filios aliis tradunt nutricibus:
Rey, ¿qué será bien que diga un hoc autem ipse non est passus, sed ip
hombre con vidado á la mesa de se nos proprio sanguine pascit, et
Dios? Ya que no podemos llegar á per omnia nos sibi coaugmentat:
este divino Sacramento con la ¿Qué pastor hubo que apacentase sus
disposicion que él merece, suplá ovejas con su propia sangre? ¿Y
moslo con humildad y reverencia; qué digo Pastor? Muchas madres
y digamos con el Real profeta Da hay que despues de los dolores del
vid: Ps. 8, v. 5. Quid est homo, qu0d parto entregan á sus propios hijos
memor es ejus, aut filius hominis, á otras mugeres que los crien;
quoniam visitas eum? Y con el san mas esto no lo consintió él, sino con
to Job: c. 7, v. 17. Quid est homo, su propia sangre nos mantiene, y
quia magnificas eum? ¿Quién es, Se. nos junta consigo.
ñor, el hombre, para que os acordeis La tercera cosa que pide este
de él: ó el hijo del hombre, para que Santísimo Sacramento, es que nos
le visiteis, y magnifiqueis y engran lleguemos á él con grande hambre
dezcais tanto? Con razon se admi y deseo: Panis iste, dice el biena
ra, y canta la Iglesia: 0 res mirabi venturado S. Agustin, esuriem quae
lis, manducat Dominum pauper, ser rit hominis interioris: Así como el
vus, et humilis ! ¡O cosa admirable, manjar corporal entonces parece
que el siervo pobre y bajo reciba que entra en provecho, cuando se
en su boca y en su pecho á su come con hambre : así tambien
Dios y Señor, criador de cielo este divino manjar nos entrará
y tierra! en gran provecho, si va el alma
Lo segundo, habemos de llegar á él con grande hambre, ansiosa
á este Santísimo Sacramento con de unirse con Dios, y de alcanzar
grandísimo amor y confianza: y algun don y merced particular:
para avivar este afecto en nosotros, Et animam esurientem satiabit bo

(b) Chris. hom. 6 ad populum, et hom. 83 in Matth.


41 4 Tratado octavo, cap. P.
nis: Ps. 1 o 6, v. 9. Al ánima ham
brienta harta Dios de bienes. Y lo CAPÍTULO VI.
mismo dijo la sacratísima Reina
de los Angeles en su Cántico: Esu En que se ponen otras consideracio
rientes implevit bonis. Luc. c. 1, v. nes y modos de prepararse para la
53. Para despertar esta hambre y sagrada comunion muy
deseo en nuestras almas, nos ayuda provechosas.
rá considerar por una parte, nues
tra grande necesidad; y por otra, Entre otras consideraciones con
los efectos admirables que obra este que nos podemos preparar para la
Santísimo Sacramento. Así como sagrada comunion, es muy propia
cuando Cristo nuestro Redentor la memoria de la Pasion de Cris
andaba acá en el mundo, á todos to, considerando aquella inmen
los que llegaban á él los sanaba de sidad de amor con que el Hijo
todas sus enfermedades: y no se lee, de Dios se ofreció por nosotros
que alguno le pidiese salud, y se la en la cruz, porque una de las ra
negase. Llegó á él aquella muger zones principales porque Cristo
que padecia flujo de sangre, y tocó nuestro Redentor instituyó este di
el ruedo de su vestidura, y luego vino Sacramento, fue para que tu
quedó sana: llegó á sus pies aquella viésemos siempre presente y viva
pecadora del sagrado Evangelio, en la memoria su Pasion: y así
y quedó perdonada: llegaban á él nos inandó, que cada vez que le ce
los leprosos, y quedaban limpios: lebrasemos, nos acordasemos de
llegaban á él los endemoniados, ella: Hoc facite in meam commemo
los ciegos, los paralíticos, y todos rationem. Luc. c. 22, v. 19. Y nos lo
quedaban buenos y sanos: Quia repite el glorioso Apóstol S. Pablo:
virtus de illo exibat, et sanabat om Quotiescum que manducabitis panem
nes: Luc. c. 6, v, 19. Porque salia de hunc, et calicem bibetis, mortem Do
él virtud que los sanaba. Así hará mini anuntiabitis. 1 ad Cor. c. 1 I,
tambien en este Santísimo Sacra v. 24, & 26. Y así S. Buenaven
mento si llegamos con esta ham tura (a) aconseja mucho esta devo
bre y deseo, pues es el mismo que cion, que cada vez que vamos á
entonces, y no ha mudado la con comulgar, consideremos un paso de
dicion. la Pasion. Y él dice, que usaba ha
cerlo así, y que con esto, liquefie
bat anima ejus, su ánima se derretia
en amor de Dios. El bienaventura
do S. Crisóstomo dice, que el
que se llega á comulgar, ha de ha

(a) D. Bonav. de praeparatione ad Missam c. 6: et in fasciculario, c. 8


Cant. 5.
De la sagrada comunion. 415
cer cuenta, que todas las veces que polvo y ceniza, y que muchas ve
comulga, pone la boca en aquella ce le he ofendido. Lo tercero, á
preciosa llaga del costado de Cris qué viene, que es á comunicarme
to, y chupa su sangre, participan el fruto de su Pasion, y los dones
do de todo lo que él nos ganó con preciosísimos de su gracia. Lo
ella. Santa Catalina de Sena cada cuarto, qué le mueve á venir, que
vez que comulgaba, hacia cuenta es no su interés, porque es Señor
que iba, como cuando era niña, al de todas las cosas, y no tiene nece-.
pecho de su madre. Otros, como sidad de nadie; sino puro actor y
este soberano Sacramento es me deseo de que mi ánima se salve, y
moria de la Pasion de Cristo, esté siempre acompañada de su gra
imaginan á Cristo crucificado, y cia. Lo quinto, se ha de ejercitar
hacen calvario de su corazon, y fi uno en los actos de las tres virtu
jan allí la cruz del Señor: y abra des teologales, fe, esperanza y
zándose con ella, recogen en sí las caridad.
gotas de sangre que por ella caen. Y porque nosotros no podemos
Otros hacen cuenta, que se hallan dignamente prepararnos para reci
en aquella cena que cenó Cristo bir este Señor, si él no nos lo da,
nuestro Redentor con sus discípu habemos de pedir que él disponga
los la noche de su Pasion, como sí y atavie nuestra alma con la hu
estuvieran allí sentados entre los mildad, limpieza, amor y reveren
Apóstoles, y que reciben de su ma cia que conviene, alegándole para
no su sagrado cuerpo y sangre. Y ello aquella razon comun: Señor, si
esta no es solamente consideracion un Rey poderoso y rico se hubie
y representacion de aquella cena, se de hospedar en casa de una viuda
sino en realidad de verdad esta es pobre, no esperaria que ella le ade
aquella misma mesa, el mismo rézase el palacio donde habia de re
convite, y el mismo Señor que posar, sino enviaria delante su re
dió entonces su cuerpo y sangre á camara y criados que lo adereza
sus Apóstoles, él mismo nos le da sen. Pues hacedlo Vos así con mi
ahora á nosotros, y con el mismo alma pobre, pues venís á hospeda
amor que entonces lo dió. ros en ella: enviad Señor vuestra
Tambien es muy buena prepara recamara delante, y vuestros An
cion, ejercitarse en la considera geles, para que aderecen y adornen
cion de los puntos siguientes. Lo esta posada, que tan sucia ha esta
primero quién es el Señor que vie do, y tan llena de telarañas de pe
ne, que es el criador de todas las cados, y la hagan digna morada
cosas; Rey y Señor de los cielos vuestra. Y volviéndonos á la so
y tierra; Dios de infinita Mages berana Virgen, y á los Santos
tad y perfeccion. Lo segundo, á nuestros devotos, pidámosles con
quién viene, que es á mí, que soy humildad, que nos alcanzen el
4 16 Tratado octavo, cap. VI.
cumplíniento de esta peticion. recibirle, por lo cual la dijo el Se
Fuera de estas preparaciones ñor: Jam vere omnibus caeli civi
añadirémos aquí una muy fácil, y bus appares in eo ornatu, quem ti
muy provechosa, y de mucho con bi petisti. Verdaderamente que de
suelo para todos. Cuando no llega lante de los cortesanos del cielo,
redeis á tener aquel fervor, y aque pareces con aquel aderezo que pe
llos deseos encendidos que querria diste. De manera que será muy
des, y era razon tener para recibir buena disposicion y preparacion,
tan gran Señor; ejercitaos en tener desear llegar á recibir este Santísi
gran voluntad y deseo de tener mo Sacramento con aquel fervor
esos deseos, y con eso suplireis lo y amor con que los grandes Santos
que os falta; porque Dios mira el se llegaban á él, y desear y pedir
corazon, y recibirá y aceptará lo al Señor, que lo que á nosotros nos
que deseais tener, como si lo tu falta, lo supla de los merecimien
viésedeis, conforme á aquello del tos y virtudes de Jesucristo, y
Profeta: Ps. 9, v. 38. Desiderium de sus Santos. Y de esto mismo nos
pauperum exaudivit Dominus, prae podemos ayudar para el hacimien
parationem cordis eorum audivit to de gracias, como diremos en el
auris tua. Esta devocion y prepara capítulo siguiente.
cion, dice Blosio, c. 6 mon. spiritual., Con estas, ú otras semejantes
que enseñó Dios á santa Matilde: consideraciones, habemos de des
díjola una vez el Señor: Cuando pertar en nosotros la actual devo
has de recibir la sagrada comu cion con que los Santos dicen que
nion, desea á gloria de mi nombre nos habemos de llegar á la sagrada
tener todo el deseo y amor con comunion, unas veces con unas, y
que ardió algun tiempo para con otras con otras, como cada uno
migo el mas encendido corazon, y mejor se halláre. Pero hase de ad
de esta manera te puedes llegará vertir, que para prepararnos de es
mi; porque pondré yo los ojos en ta manera, y hacer en esta parte lo
aquel amor, y lo recibiré confor que debemos, es menester que to
me á como deseas tenerlo. Lo mis memos algun tiempo para gastar
mo se cuenta de santa Gertrudis. en ello. Nuestro padre S. Fran
Estando esta Santa un dia para re cisco de Borja, en el tratado que
cibir el Santísimo Sacramento, co hace de la preparacion para la sa
mo recibiese mucha pena por no grada comunion, pone tres dias
estar tan preparada, rogó á la glo antes para prepararse, y tres dias
ríosa Virgen Maria, y á todos los despues para hacimiento de gra
Santos, que ofreciesen á Dios por cias, y da muchas consideraciones
ella toda la preparacion y mereci y ejercicios en que se ocupen estos
mientos con que cada uno de ellos dias: y sería ese un medio muy
se habia preparado algun dia para bueno, para andar toda la semana,
De la sagrada comunion. 4I 7
y toda la vida devotos y recogidos, corporal, que avive el calor natu
parte con la esperanza de recibir tan ral, así lo es antes de la comu
gran Señor, parte con la memoria nion tener algun ejercicio de me
del beneficio recibido. Porque solo ditacion y consideracion, que avi
pensar, mañana tengo de comulgar, ve el calor del alma, que es la
ó acordarme que hoy ó ayer comul devocion y amor, de lo cual habe
gué, basta para traer recogido el co mos ya dicho. De la misma mane
razon; pero sino fuere tanto como ra sobre comida, tener un rato de
eso el tiempo que tomarémos para conversacion, es cosa muy saluda
esta preparacion, á lo menos es ra ble; y lo será tambien despues de
zon que aquella mañana que uno ha esta divina comida: y de esto trata
de comulgar, gaste la oracion ó par rémos ahora. Este es el mejor tiem
te de ella en alguna, ó algunas de po para negociar con Dios, y para
las consideraciones dichas. Y ayu abrazarle dentro de nuestro cora
dará mucho, que la noche antes de zon. Y así es razon, que nos sepa
la comunion, cuando nos vamos á mos aprovechar de él, y que no le
acostar, sea con aquel cuidado y pen dejemos pasar en valde, ni una
samiento que tengo de comulgar partecita de él: conforme á aquello
mañana, y cuantas veces despertá del Sabio: Non defrauderis à die
remos, sea con el mismo pensa bono. Et particula boni doni non te
miento. Y á la mañana, apenas ha praetereat. Eccles. c. 14, v. 14. En
bemos de haber abierto los ojos, lo que se ha de gastar este tiempo,
cuando ya estemos abrazados con el ha de ser en algunas consideracio
mismo pensamiento. Porque si pa nes y afectos semejantes á los que
ra la oracion de cada dia pide esto dijimos que habian de precederá la
nuestro santo Padre en las adver sagrada comunion. Y particular
tencias (b) que para ella da; ¿cuán mente nos habemos de ocupar, lo
ta mayor razon será, que se haga primero en las alabanzas y haci
el dia que habemos de recibir tan miento de gracias por todos los be
alto Sacramento? neficios recibidos, y señaladamen
te por el beneficio inestimable de
CAPITULO VII. nuestra redencion, y por este que
aquí nos hace el Señor, dándose
De lo que habemos de hacer despues nos á sí mismo, y entrando en nues
de haber recibido este divino Sacra tras entrañas. Y porque nosotros
mento, y cuál ha de ser el haci no sabemos, ni podemos dar las de
miento de gracias. bidas gracias por tan alto benefi
cio, para suplir nuestra insuficien
As como antes de comer sue cia, habemos de ofrecer al Señor
le ser provechoso algun ejercicio todas las gracias y alabanzas que
TOMO II.
27
(b) S. Ignat, l. exerc. espiritual. in additionibus prima hebdomada.
4 18 Tratado octavo, cap. VII.
dieron, y dan todos los Serafines, y este tiempo en peticiones, porque
coros de los Angeles desde el prin es muy propio tiempo para despa
cipio del mundo, y todos los San char nuestros negocios, y alcanzar
tos bienaventurados mientras vi mercedes de Dios. De la reina Es
vieron en el mundo, y mas princi tér cuenta la sagrada Escritura, e.
palmente las que ahora le dan en la 5, v. 8; & c. 7, v. 3, que no quiso
gloria, y las que le han de dar por declarar al rey Asuero su peticion,
toda la eternidad, y juntar nuestras sino pídele que sea su convidado,
voces con las suyas, deseando ala y que allí se la declarará. Hácese
barle con los corazones y lenguas así, y allí alcanzó todo lo que pi
de todos: Cum quibus, 83 nostras dió. Así aquí en este convite, don
voces, ut admitti jubeas, depreca de el Rey de los Reyes es nuestro
mur. Y convidar á todas las criatu convidado, ó por mejor decir, no
ras, que nos ayuden á lo mismo: sotros suyos, alcanzarémos todo lo
Magnificate Dominum mecum, et que pidieremos: In die enim bona
exaltemus nomen ejus in idipsum. venimus. I Reg. c. 25, v. 8. Por
Ps. 33, v. 4. Y porque ni aun to que llegamos en buen dia, y en bue
do eso llega á lo que se debe á Dios, na coyuntura, y podemos decir lo
porque es mayor que toda alabanza, que Jacob luchando con Dios, dijo:
habemos de desear que él se ame Non dimittam te, nisi benedixeris
y alabe á sí mismo, que solo se pue mihi: Genes. c. 32, v. 16. No os de
de amar y alabar bastantemente. jaré, Señor, si primero no me dais
Lo segundo, habemos de ocupar vuestra bendicion. Cuando entras
este tiempo en actos de amor de teis en casa de Zaqueo, dijisteis:
Dios. Porque aquí principalmente Hodie salus domui huic facta est:
da lugar el ejercicio de aquellas Luc. 19, v. 9. Hoy ha venido la sa
santas inspiraciones, que no son lud á esta casa. Decid ahora, Señor,
otra cosa, que unos actos amorosos, otro tanto de esta casa donde ha
y unos deseos entrañables de aquel beis entrado: Dic animae meae salus
sumo bien; cuales eran los del Pro tua ego sum: Psal. 34, v. 3. Sea
feta, Ps. 17, v. 1, cuando decia: hecha hoy la salud en mi ánima.
Diligam te, Domine, fortitudo mea: Aquí habemos de pedir á Dios
Amete yo, Señor, fortaleza mia. perdon de nuestros pecados, forta
Quemadmodum desiderat cervus ad leza para vencer nuestras pasiones,
fontes aquarum: ita desiderat ani y resistir á las tentaciones, gracia
me mea ad te Deus: Psal. 41, v. para alcanzar las virtudes, la hu
2. Así como el ciervo herido de los mildad, la obediencia, la pacien
cazadores desea las fuentes de las cia y la perseverancia. Y no sola
aguas, así mi ánima, herida de mente ha de pedir uno para sí, sino
amor, desea á tí Dios. ha de rogar á Dios por las necesi
Lo tercero, habemos de ocupar dades de la Iglesia generales y par
De la sagrada comunion. 419
ticulares, por el Papa, por el Rey, y Otros imaginándose enfermos en
por todos los que gobiernan la repú todos sus sentidos y potencias, co
blica cristiana, en lo espiritual y mo Cristo es médico que sana to
temporal, y por otras personas par das las enfermedades: Qui sanatom
ticulares á quien tiene obligacion y nes infirmitates tuas, Ps. 1 o 2, v.3,
devocion, á la manera que lo hace lo llevan por todas ellas, como al
mos en el memento de la Misa, y médico por las enfermerías, pidién
dirémos despues, c. 15. dole: Domine veni, et vide: Joan. c.
1 1, v. 34. Señor, mirad estos mis ojos
CAPÍTULO VIII. enfermos, esta lengua, &c. y compa
decéos de mí, y sanadme: Miserere
De la otra manera de accion de mei Domine, quoniam infirmus sum:
gracias. sana animam meam, quia peccavi
tibi. Ps. 6, v. 3: & Ps. 4o, v. 5.
Alguna dan gracias despues de Adviertase aquí, que para actuar
la sagrada comunion de la mane nos y ejercitarnos en estos ejerci
ra siguiente: Imaginan y con cios, y en otros semejantes en este
sideran á Cristo nuestro Señor tiempo, no es menester fingir la
dentro en sus entrañas, como en composicion de lugar, ni buscarle
un estrado ó sitial, y llaman á to fuera de nosotros, pues tenemos
das sus potencias y sentidos, para presente, y dentro de nuestro pe
que le conozcan y reverencien por cho al mismo Jesucristo, no sola
su Señor y Rey, á la manera que mente cuanto á la presencia de su
acá, cuando uno hospeda en su ca divinidad, la cual está en todo lu
sa alguna persona principal, suele gar; sino tambien cuanto á la pre
llamar á todos sus hijos y allega sencia de su santísima humanidad,
dos, para que le reverencien y re la cual está realmente en nuestras
conozcan. Y con cada uno de sus entrañas, por todo el tiempo que
sentidos y potencias hacen tres co duran las especies sacramentales,
sas. La primera, darle gracias, por que es por todo el tiempo que durá
que les dió aquella potencia ó sen ra la sustancia del pan, si allí es
tido. La segunda, acúsanse y dué tuviera. Pues si el mirar una imágen
lense de no haberle empleado en de Cristo, nos recoge para tener
aquello para que el Señor se le oracion; ¿qué será mirar al mismo
dió. La tercera, piden favor y gra Cristo que está aquí presente, no
cia, para enmendarse de ahí adelan en dibujo, como en el Crucifijo,
te. Y es muy buena y provechosa sino en su propia persona? Y así
manera de dar gracias. Y en efecto, cada uno se ha de convertir á sí
es el primer modo de orar, de los mismo, considerando dentro de sí
tres que nuestro santo Padre pone en á Cristo, como lo hacia la sacra
el libro de los ejercicios espirituales. tísima Reina de los Angeles, cuan
2o Tratado octavo, cap. VIII.
do le traía en sus entrañas, y tratar cuenta Surio, que cuando habia de
allí con su amado, diciendo con la comulgar, el dia antes no comia
esposa: Inveni quem diligit anima mas de pan y agua, en reverencia
mea, tenui eum, nec dimittam: de aquella comida y manjar celes
Cant. c. 3, v. 4. Hallado he al que tial que esperaba, y luego toda la
ama mi ánima; téngole, no le dejaré. noche entera pasaba en oracion;
Para que nos animemos á dete despues de comulgar, gastaba todo
nernos, y gastar mas tiempo en aquel dia en oracion y rezar has
el hacimiento de gracias, nos po ta la noche, que tomaba alguna
drá ayudar una cosa que dicen poca de comida.
aquí algunos Teólogos, (a) y es,
que por todo el tiempo que duran CAPÍTULO IX.
las especies sacramentales, y la
real presencia de Cristo en nues Del fruto que habemos de sacar de
tro pecho, mientras mas uno se ac la sagrada comunion.
tuare y ejercitare en semejantes
actos, recibirá mayor gracia, no Las virtudes y afectos admira
solamente por el mayor mérito de bles que los Santos declaran de
los actos que llaman, ex opere este divino Sacramento, no so
operantis; sino ex opere operato, lamente son para descubrirnos su
por la virtud del Sacramento: de la escelencia, y el amor y caridad in
manera que deciamos, tratando de mensa que nos tuvo el Señor, sino
la disposicion. tambien para que pongamos los
De lo dicho se verá cuan mal ojos y el corazon en ellos, para sa
hacen los que dejan perder este car ese fruto de la sagrada comu
tiempo, en que tanto podian ganar; nion. Y así irémos diciendo algunos
y en acabando de recibir tal hues de ellos para este fin. Este divino
ped en su casa, luego le vuelven las Sacramento, así como todos los
espaldas, y apenas ha entrado él otros, tiene un efecto comun con
por una puerta, cuando estos se sa todos los demas Sacramentos, que
len por otra, dejándole, como dicen, es dar gracia al que dignamente le
con la palabra en la boca. Si acá recibe; y tiene otro efecto propio
tendriamos por muy mala crianza con que se diferencia de los demas
recibir en casa un huesped de respe Sacramentos, al cual llaman los
to, y despues de recibido no le ha Teólogos refeccion espiritual, que
blar, ni ofrecer servicio ninguno; es ser mantenimiento del alma,
¿qué será á un tal huesped, como con el cual ella se rehace, restaura
este? De la gloriosa vírgen Mar y toma fuerzas para resistir á sus
garita, hija del Rey de Ungría, apetitos, y abrazarse con la virtud.
(a) Cayetan. Cab Major. Paludanus, et alii, quos refert P. F. Suarez, t. 3.
in 3 p. disp. 63, sect. 7, dicens esse valde, c. 3
De la sagrada comunion. 42 1
Y asi sobre aquellas palabras que nos sustenta, conserva y esfuerza,
dijo Cristo nuestro Señor: * Mi sino tambien gasta un gusto y sua
carne es verdadero manjar, y mi vidad espiritual, conforme á aque
sangre verdadera bebida, * Joann. llo que dijo el patriarca Jacob, en
c. 6, v. 56, dicen comunmente los aquellas bendiciones proféticas que
Santos, y dicelo tambien el conci á la hora de su muerte echó á sus
lio Florentino, que todos los efec hijos, anunciando lo que habia de
tos que obra el mantenimiento cor ser en la ley evangélica, cuando
poral en los cuerpos, obra espiri llegó á su hijo Aser, dice: Aser pin
tualmente este divino manjar en guis panis ejus, et praebebit delitias
las almas. Y por eso dice, que qui regibus: Genes. c. 49, v. 2o. Cristo
so Cristo nuestro Señor instituir es pan perfectísimo, suavísimo y
este Santísimo Sacramento en espe gustosísimo. Dice santo Tomás,
cie de mantenimiento, para que en opusc. 57, que es tan grande el
la misma especie en que le insti gusto y deleite que causa este pan
tuia, nos declarase los efectos que celestial en aquellos que tienen
obraba, y la necesidad que nues purgado el paladar de su ánima,
tras almas tenian de él. Pues con que con ningunas palabras se puede
forme á esto, asi como el manteni esplicar, por gustarse aqui la dul
miento corporal sustenta la vida zura espiritual en su misma fuen
del cuerpo, y renueva las fuerzas, te, que es Cristo nuestro Salva
y en cierta edad hace creer; asi dor, fuente de toda suavidad, y vi
tambien este Santísimo Sacramen da de todas las cosas, el cual por
to sustenta la vida espiritual, reha medio de este Sacramento entra en
ce las fuerzas del alma, repara la el ánima del que comulga. Y mu
virtud enflaquecida, fortalece al chas veces es tanta la suavidad,
hombre contra las tentaciones del que no solo recrea el espíritu, sino
enemigo, y hacele crecer hasta su redunda tambien en la misma car
debida perfeccion. Este es el pan ne, conforme á aquello del Profeta:
que conforta y esfuerza el corazon Psal. 83, v. 3. Cor meum, et caro
del hombre, y con el cual esforza mea exultaverunt in Deum vivum :
dos como Elias, 3 Reg. c. 19, v. 8, Mi corazon y mi carne se alegra
habemos de caminar hasta llegar ron en Dios vivo.
al monte santo de Oreb. De ahi nace lo que dice S. Bue
Mas, tiene otra propiedad el naventura, lib. de perfect. ad soro
manjar corporal, que es dar gusto rem suam, que muchas veces acae
y sabor al que come; y tanto ma ce llegar una persona muy debili
yor, cuanto es mayor y mas pre tada y flaca á la sagrada comu
cioso el manjar, y el paladar está nion, y ser tan grande la alegría y
mas bien dispuesto: asi tambien consolacion que recibe con la vir
este divino manjar, no solamente tud de este manjar, que se levanta
27*
4.22 Tratado octavo, cap. IX.
de ahí tan esforzada, como si nin mesa, como unos leones, echando
guna flaqueza tuviera. Guimando fuego por la boca, con que espan
Adversano Obispo, autor antíguo, temos y nos hagamos terribles á
escribe de aquellos monges anti los demonios: Tamquam leones ig
guos, que era tanto el consuelo y nem spirantes, ab hac mensa rece
fortaleza que tenian con la sagra damus facti diabolo terribiles. Y es
da comunion, que algunos con so te efecto nos significa Cristo nues
lo este sustento se pasaban sin nin tro Redentor, cuando acabando
guna otra comida, siendoles este de comulgar á sus discípulos, les di
todo su consuelo y sustento, asi jo: Surgite, eamus hine: Joan. c. 14,
para el alma, como para el cuerpo, v. 31; como quien dice: Ya habeis
y el dia que no comulgaban, sen comulgado, levantaos, y vamos á
tian en sí una flaqueza y desmayo padecer. Y asi vemos, que en la
grande, y les parecia que desfalle primitiva Iglesia, cuando se fre
cian, y que no podian vivir. Y di cuentaba tanto este divino Sacra
ce, que á algunos les llevaba un mento, no solo tenian los cristia
Angel la comunion á su celda. En nos fuerzas para guardar la ley de
Jas crónicas de la Orden Cister Dios, sino para resistir á la fuerza
ciense se cuenta de un monge, que y rabia de los tiranos, y dar la san
siempre que comulgaba le parecia gre y la vida por Cristo.
recibir un panal de miel, cuya sua
vidad le duraba tres dias. CAPITULO X.
Pues conforme á esto, el fruto
que nosotros habemos de sacar de la Que el frecuentar la sagrada co
sagrada comunion, ha de ser un munion, es gran remedio contra to
ánimo varonil, para caminar é ir das las tentaciones, y particu
adelante en el camino de Dios: larmente para conservar
una fortaleza muy grande, para la castidad.
mortificar nuestras pasiones, y re
sistir y vencer las tentaciones: Pa Contra todas las tentaciones di
rasti in conspectu meo mensam ad cen los Santos, que es gran re
versus eos qui tribulant me: Psal. medio frecuentar este divino Sa
22, v. 5. Para eso nos preparó el Se cramento: porque fuera de dar
ñor esta mesa. En las demas mesas, grande fortaleza, enflaquece las
quien tiene enemigos, teme, y no osa pasiones, y los hábitos é inclina
estar: pero en esta recibe el hombre ciones malas, disminuye el fuego
esfuerzo y fortaleza para vencer á de la concupiscencia, que es raiz de
todos sus enemigos. Y asi dice S. todos los males, y hacenos pron
Crisóstomo, hom. 6 1 ad popu tos para cumplir la voluntad de
lum; et 45 in Joann., que nos ha Dios.
bemos de levantar de esta sagrada Santo Tomás, 3 p. q. 69, art.
De la sagrada comunion. 423
7, dice, que una de las razones por et vinum germinans virgines? Di
que este Santísimo Sacramento nos cen, que es virtud y efecto parti
defiende y libra de las tentaciones cular de este manjar celestial, en
y de las caidas, es porque como es gendrar virgenes. Asi como el man
memorial de la Pasion de Cristo, tenimiento corporal, cuando es bue
por la cual los demonios fueron no, cria buena sangre y buenos hu
vencidos, en viendo en nosotros el mores: asi este divino manjar cria
cuerpo y sangre de Cristo, ellos en nosotros castidad y pureza de
echan á huir, y los santos Angeles afectos. De donde vino á decir S.
nos acompañan, y ayudan. San Ig Cirilo, que este divino Sacramento,
nacio, y S. Cirilo (a) aconsejan no solo santifica el ánima, sino tam
por esta razon la frecuencia de es bien el cuerpo, cumpliéndose aque
te Santísimo Sacramento, para que llo que la Iglesia pide en el sacri
huyan los demonios de nosotros. ficio de la Misa: Fiat nobis ad sa
Y S. Crisóstomo, hom. 6 1 ad lutem mentis, et corporis. 4 Reg.
populum Antioch., dice, si la san c. 4, v. 41. Es la arina de Eliseo,
gre del Cordero, figura de este Sa que quita la ponzoña de la olla, y
cramento, puesta en los umbrales le da sazon. Y como tocando aque
de las puertas de las casas, libraba á lla muger del Evangelio, Luc. c. 8,
sus moradores del castigo y matan v. 44: Jos. c. 3, v. 16, el ruedo de la
za que iba haciendo el Angel des vestidura del Salvador, cesó en
truidor, Exod. c. 12, v. 2 2, ¿cuánto ella el flujo de sangre; y entrando
mas lo hará este divino Sacramen el arca del Testamento en el Jor
to? dán, las aguas se detuvieron hácia
Pero particularmente dicen los arriba, y dejaron de correr: asi
Santos, que es este eficacísimo re entrando Cristo en nuestro cuer
medio, para vencer las tentaciones po, se detienen las tentaciones, y
deshonestas y conservar la casti cesa el ardor y fuego de la concu
dad : porque pacifica los movi piscencia. O felix fructus ubertatis,
mientos de la carne, mitiga el fo ex quo virginitas germinatur Vi
mes peccati. Y, como dice S. Ciri guer. instit. theol. c. 16, S 1. Con
lo, apaga el ardor y apetito de la razon esclaman los Santos: O di
sensualidad, como al fuego el agua. choso fruto el de este divino Sa
De esta manera declaran S. Ge cramento, pues engendra castidad,
rónimo, y santo Tomás, (b) y hace vírgenes! Un Doctor gra
y otros Santos, aquello del profe ve dice, que no hay medio tan efi
ta Zacarías: cap. 6, v. 19. Quid caz para ser uno casto, como fre
enim bonum ejus, et quid pulchrum cuentar devotamente la sagrada
ejus, nisi frumentum electorum, comunion.

(a) S. Ignat. epist. ad Ephes. Ciril. l. in Joannem, c. 37. (b) Hieron, S.


Thom. opusc. 58, c. 26.
424 Tratado octavo, cap. X.
Cuenta Niceforo Calixto, Gre del horno. La madre hallando me
gorio Turonense, Nauclero, (c) y nos á su hijo, y viendo que pasaba
otros graves autores, una cosa ma mucho tiempo, y no parecia, salió
ravillosa que aconteció en la ciu á buscarle por toda la ciudad con
dad de Constantinopla: y fue, que grandes ansias y diligencias, y co
habiendo costumbre muy antigua mo no le pudiese descubrir ni ha
en la Iglesia Griega de consagrar llar rastro de él, volvióse á su casa
el cuerpo Santísimo de nuestro Se muy lastimada, donde al cabo de
ñor Jesucristo en panes, como tres dias, estando junto al horno,
los que se hacen para comer: de renovando sus lágrimas y gemi
aquellos panes consagrados comul dos, mesando sus cabellos, comen
gaban al pueblo; y si algunas reli zó á llamar á su hijo por su nom
quias sobraban en la custodia, lla bre: el cual oyendo, y conociendo
maban los sacerdotes algunos niños la voz de la madre, le respondió de
de los mas virtuosos que andaban dentro del horno donde estaba. En
á la escuela, y de cuya sinceridad tonces ella quebrando la puerta
se pudiera tener mayor satisfaccion, del horno, vió su hijo estar en me
y estando ayunos les daban aque dio del fuego, tan sano y sin le
llas santísimas reliquias, para que sion, que ni á un cabello solo le
las recibiesen. Y esto dice el mis habia tocado el fuego. Sale el niño,
mo Niceforo, que pasó con él mu y preguntándole, ¿quién le habia
chas veces, siendo niño y de poca guardado?. Respondió, que una Se
edad, y criándose en la iglesia. ñora vestida de grana habia venido
Acaeció, pues, qne yendo una vez allí muchas veces, y con agua que
los niños que para esto estaban lla echaba apagaba el fuego. Y demas
mados, fue entre ellos un hijo de de esto, le traia de comer todas las
un judio, oficial de hacer vidrio, veces que lo habia menester. Supo
y comulgó juntamente con ellos. esta maravilla el emperador Justi
Con esto tardó el niño de acudir á niano, y mandó luego bautizar al
casa á la hora acostumbrada, y niño y á la madre, que quisieron
preguntándole su padre, ¿de dónde ser cristianos. Y al desventurado
venia? Dijo, que de la iglesia de del padre, que no se quiso conver
los cristianos, que habia comido tir, como á parricida le hizo col
del otro pan que daban á los mu gar en un árbol, y asi murió ahor
chachos. Tomóle al judio tan gran cado. Pues lo que obró este Santí
de ira contra su hijo, que sin es simo Sacramento en el cuerpo de
perar mas razones, le tomó, y le este niño que le habia recibido,
echó en el horno de vidrio que es conservándose sin lesion alguna en
taba encendido, y cerró la puerta medio del fuego, eso obra espiri

(c) Nicephor. Calixt. in sua histor. Eccles, l. 17, c. 26. Greg. Tur, l. de
martyr. c. 8.
De la sagrada comunion. 425
tualmente en las almas de los que vierte en la sustancia del que le co
dignamente le reciben, defendien me, y se hace una misma cosa con
dolas y conservándolas sin lesion él; asi el que come este pan de An
alguna en medio del fuego de las geles, se une y junta, y hace una
tentaciones. cosa con Cristo: no convirtiéndo
se Cristo en el mantenido, sino con
CAPITULO XI. virtiendo y transformando él en sí
al que le recibe, como el mismo Se
De otro fruto principal que habe ñor dijo al bienaventurado S. Agus
mos de sacar de la sagrada comu tin l. 1 o Conf. c. 19. Cibus sum
nion, que es unirnos y trans grandium, cresce, et manducabis me,
formarnos en Cristo. nec tu me mutabis in te, sicut cibum
carnis tua; sed tu mutaberis in me:
Uno de los mas principales Manjar soy de grandes; crece, y co
efectos y fines para que ins merme has; pero hagote saber, que
tituyó Cristo nuestro Redentor no me mudarás tú á mí en tu sus
este divino Sacramento, ó el mas tancia y naturaleza, como á los de
principal, dicen los Santos, que fue mas manjares, sino tú te mudarás y
para unirnos, incorporarnos y ha transformarás en mí. Y asi dice san
cernos una cosa consigo. Asi co to Tomás, 4 sent. disp. 2, q. 2, art. 1,
mo cuando se consagra este divi que el efecto propio de este Sacra
no Sacramento, por virtud de las mento es transformar el hombre en
palabras de la consagracion lo Dios, haciéndole semejante á sí;
que era pan se convierte en sus porque si el fuego, por ser elemen
tancia de Cristo: asi por virtud de to tan noble, convierte en sí todas
esta sagrada comunion, el que era las cosas que se juntan con él, gas
hombre, se viene por una maravi tando primero todo lo que en ellas
llosa manera á transformar espiri le es contrario, y comunicándoles
tualmente en Dios. Y eso es lo que despues su forma y perfeccion,
dice el mismo Cristo en el sagrado ¿cuánto mas aquel abismo de infi
Evangelio: Caro mea verè est cibus, nita bondad y nobleza gastará to
et sanguis meus verè est potus. Qui do lo malo que hallare en nuestras
manducat meam Carnem, et bibit almas, y las hará semejantes á sí?
meum Sanguinem, in me manet, et Pero dejando á parte la union
ego inillo: Joan. c. 6,v. 56. Mi car real y verdadera de Cristo con el
ne verdaderamente es comida, y mi que le recibe, que él nos quiso sig
sangre verdaderamente es bebida. nificar por aquellas palabras: El
El que come mi carne, y bebe mi está en mí, y yo en él, la cual de
sangre, está en mi, y yo en él. De claran los Santos con algunas com
manera que asi como el manjar paraciones muy encarecidas, des
por virtud del calor natural se con cendiendo mas en particular á la
426 Tratado octavo, cap. XI.
práctica, el fruto que nosotros ha sea de las cosas del cielo. ¡Qué
bemos de procurar sacar de la sa otros salieron los discípulos de
grada comunion, es unirnos, mu Emaús, despues de haber recibido
darnos y transformarnos en Cristo este divino Sacramento! Cognove
espiritualmente; esto es, que nos runt eum in fractione panis. Luc. c.
hagamos semejantes á él en la vi 24, v. 65. De dudosos, fieles; de
da y costumbres: humildes como medrosos, esforzados. Pues asi no
Cristo, pacientes como Cristo, sotros habemos de salir de la sagra
obedientes como Cristo, castos y da comunion trocados y mudados
pobres como Cristo. Y esto es lo en otros hombres: Mutaberis in vi.
que el glorioso Apóstol S. Pablo rum alium. In virum perfectum. 1
dice por estas palabras, que nos Reg. c. 1o, v. 6. Lo mismo dice S.
vistamos de Jesucristo: Induimi Basilio, (a) y trae para esto aquello
ni Dominum Jesum Christum. Ad de S. Pablo: Ut, et qui vivunt, jam
Rom. c. 13, v. 14. Et induite novum non sibi vivant, sed ei qui pro ip
hominem. Ad Ephes. c. 4, v. 24. En sis mortuus est, et resurrexit: Para
la consagracion conviertese la sus que el que vive, ya no viva para
tancia del pan en la sustancia del sí, sino todo para Dios.
cuerpo de Cristo, quedándose en Dice una (b) Santa una cosa muy
teros los accidentes: en la comu sustancial y muy espiritual á este
nion es al contrario, que se queda la propósito. Va tratando de las con
sustancia del hombre, y se mudan diciones y señales en que se cono
los accidentes; porque el hombre ce ser el ánima transformada en
de soberbio se hace humilde, de in Dios; y una de ellas dice que es,
continente casto, de airado pacien cuando desea el hombre ser menos
te, y de esa manera se transforma preciado, abatido y deshonrado
en Cristo. de toda criatura, y desea y quiere
S. Cipriano, lib. 2, epist. 2 ad que todos crean, que él es digno
Caecilium, sobre aquellas palabras de deshonras, y que ninguno se
del Real Profeta: Ps. 22, v. 5. Et Ca compadezca de él, y no quiere vi
lix meus inebrians, quam praeclarus vir en el corazon de alguna criatu
est, las cuales entiende de este San ra, sino de solo Dios; y no sola
tísimo Sacramento, dice, que asi mente no quiere ser reputado en
como la embriaguez enagena á un cosa alguna, en ninguna manera,
hombre de sí, y le hace otro; así sino que tiene por grande honra ser
este divino Sacramento enagena á despreciado, por conformarse con
uno de sí, y le hace otro; hacien Cristo nuestro Señor, al cual se
dole olvidar las cosas del mundo, guir es grande honra; y dice con
y que de ahi adelante todo su trato S. Pablo: Mihi autem absit gloria
(a) Ad Ephes. c. 4, v. 13. Basil. in q. breviorib. n. 172. Ad Corinth. 5, 15.
(b) S. Angela de Fulguno, c. 66.
De la sagrada comunion. 427
ri nisi in Cruce Domini nostri Jesu imaginando el Señor en él, como
Christi: Ad Galat. c. 6, v. 14. No si estuviera reposando en su casa.
plega á Dios que yo me honre ni Por lo cual procuro de guardar
glorie sino en la Cruz de Jesucris toda la modestia posible, asi en el
to nuestro Señor. Pues de esta mane hablar, mirar y andar, como en
ra nos habemos de transformar en toda la conversacion esterior, co
Cristo. Y esto es lo que habemos mo quien pone el dedo sobre la
de sacar de la sagrada comunion. boca, pidiendo silencio y que no
San Crisóstomo, hom. 61 ad hagan ruido, porque no despierten
populum Antioch., declarando la al que duerme.
obligacion que para esto nos pone
el recibir tan alto Sacramento, dice: CAPÍTULO XII.
Cum nos ab ira corrumpi viderimus, De otro fruto muy principal que ha
vel ab alio vitio, cogitemus, quibus bemos de sacar de la sagrada co
facti sumus digni, et sit irrationabi munion, que es ofrecernos y re
lium nobis motuum correctio, talis signarnos enteramente en las manos
cogitatio: Cuando nos vieremos aco de Dios. Y de la preparacion y
sados de la ira, ú otro vicio ó ten hacimiento de gracias, que con.
tacion, consideremos de cuan gran forme á esto habemos
de bien habemos sido dignos, y sir de hacer.
vanos eso de freno, para guardar
nos de todo pecado y de toda im Una de las principales cosas
perfeccion. Lengua que ha tocado que habemos de sacar de la sa
á Cristo, razon es que quede san grada comunion, ha de ser re
tificada; y que no hable ya livianda signarnos y ponernos del todo en
des, ni se profane mas pecho y las manos de Dios, como un poco
corazon que ha recibido al mismo de barro en manos del artífice, pa
Dios, y sido custodia y relicario ra que haga de nosotros lo que
del Santísimo Sacramento, no es quiere, y como quisiere, y cuando
razon que se eche en el estiercol de quisiere, y de la manera que quisie
vanos deseos, ni que trate ni pien re, sin esceptuar ni reservar cosa
se ya de otra cosa, sino de Dios. alguna. El Hijo de Dios se ofreció
Acá come uno una alcorza, y todo á sí mismo enteramente en sacri
el dia aspira olor. Habeis comido ficio al Padre Eterno en la Cruz,
esta alcorza divina, que tiene el dando por nosotros toda su sangre
ambar celestial, olor de toda vir y su vida, y cada dia se nos da en
tud y deidad, ¿qué olor será ra manjar en este Santísimo Sacra
zon que respireis? De una santa mento enteramente su cuerpo, san
vírgen se lee, que decia: Cuando gre, alma y divinidad: razon será
comulgo, todo aquel dia guardo que nosotros tambien nos ofrezca
con mas diligencia mi corazon, mos y entreguemos enteramente y
428 Tratado octavo, cap. XII.
del todo á él. Eso dicen que es alguna cosa suya, y no le daba ni
propiamente comulgar: Comuni entregaba á sí mismo. Y esto mis
care: Hacer con Dios lo que él mo dice S. Agustin, (a) que ha
hace con vos: él os dá y comuni cen los que ofrecen á Dios alguna
ca cuanto tiene : dadle vos cuanto cosa, y no le ofrecen su voluntad:
teneis. Regnum Caelorum aliud non quaerit
Este ha de ser tambien el haci pretium, quam te ipsum. Tantum
miento de gracias despues de la sa valet, quantum es tu. Te da, et ha
grada comunion: Quid retribuam bebis illud: El reino del cielo no
Domino pro omnibus, quae retribuit tiene otro precio, sino á tí mismo.
mihi? Ps. 15, v. 12 ¿Qué ofreceré al Tanto vale, cuanto eres tú. Date,
Señor por tantas mercedes y bene y ofrecete á tí, y alcanzarlo has.
ficios, y especialmente por este que Pues en este ofrecimiento y re
ahora he recibido? ¿Sabeis qué quie signacion entera en las manos de
re él que le ofrezcais? Lo que va Dios, nos habemos de ocupar y de
mos diciendo: Praebe fili mi cor tener despues de la sagrada comu
tuum mihi. Prov. c. 23, v. 26. Hijo nion. Y esto no ha de ser solamen
dadme tu corazon. Declaralo muy te en general, sino desmenuzándo
bien aquel santo Tomás de Kem lo, y descendiendo á casos particu
pis. * Qué otra cosa mas quiere de lares, resignándonos y confor
tí, sino que estudies de renunciar mándonos con la voluntad de Dios,
del todo en mí. Cualquiera cosa asi en la enfermedad, como en
que me das sin tí, no me curo de la salud, asi en la muerte, co
ella; porque no quiero tu don, sino mo en la vida, asi en la tentacion,
á ti. Asi como no te bastarian á como en la consolacion: especifi
tí todas las cosas sin mí: asi no cando aquello en que cada uno le
puede agradar á mí cuanto me pareciere que sentiria mas repug
ofreces sin tí. Ofrecete á mí, y date nancia y dificultad; y ofreciéndo
todo por mí, y será muy acepto tu selo al Señor en hacimiento de gra
sacrificio. * S. Agustin, lib. I de cias; no dejando lugar, ni oficio
civit. Dei, c. 7, dice, que en lo ni grado, por bajo é ínfimo que
que Cain desagradó á Dios, cuan sea, hasta que no se nos ponga cosá
do le ofrecia sacrificio, y la causa delante, en que no sintamos nues
porque no miró ni aceptó su sacri tra voluntad muy conforme y
ficio, como el de su hermano Abel, unida con la de Dios. Y es muy
fue, porque no repartia bien con buena y muy devota para esto
Dios: Dans Deo aliquid suum, sibi aquella oracion que nuestro santo
autem se ipsum : Porque daba á Dios Padre (b) pone en el libro de los

(a) Aug. ser. 2 de omnibus Sanctis, et in manual. c. 16 (b) S. Ignat, lib,


Exerc. spirituali. in contemplation. ad amorem spiritualem in nobis exci
tandum, punct. 1.
De la sagrada comunion. 429
ejercicios espirituales: Suscipe Do mayor humildad, ni qué cosa mas
mine universam meam libertatem, baja se puede imaginar, que poner
accipe memoriam, intellectum, atque se Dios como manjar comun, pa
voluntatem omnem, quidquid habeo, ra que le comamos: que estenda
vel possideo, mihi largitus es: id tibi mos allí en aquella mesa del altar
totum restituo, actuae prorsus volun los manteles, y como servilleta los
tati trado gubernandum. Amorem corporales, como plato la patena,
tui solum, cum gratia tua, mihi do como vaso el cáliz: qué le trate
nes, sum satis, nec aliud quidquam mos con nuestras manos, y le reci
ultra poscam: Recibid, Señor, toda bamos en nuestra boca y en nues
mi libertad, memoria, entendimien tro estómago? ¿Qué mayor bajada
to y voluntad, todo lo que tengo ó de Dios, y qué mayor subida del
poseo, Vos Señor me lo disteis, todo hombre ? En cierta manera res
plandece aquí mas la humildad,
os lo ofrezco y restituyo, y pongo en
vuestras manos, para que hagais de que en la obra de la Encarnacion.
ello lo que os pluguiere: dadme so Pues ejercitáos y actuáos en ella,
lamente vuestro amor y gracia, y hasta tanto que sintais que se os va
quedaré rico, sin tener mas que de embebiendo y entrañando en vues
sear. Aquí nos habemos tambien de tra ánima. Ofreced al Señor el des
ejercitar y actuar en los actos de precio de toda la honra y estima
algunas virtudes, especialmente en cion del mundo en hacimiento de
aquellas de que cada uno tiene mas gracias, abrazando el ser menos
necesidad. Porque á todo lo que preciado y tenido en poco por su
uno quisiere, y hubiere menester, a 10 ".

le sabrá este divino maná : Hahen Tambien es muy bueno descen


tem omnis saporis suavitatem. Sa der á algunas cosas mas particula
pient. c. 16, v. 2o. Todos los sabores res y menudas, y ofrecerlas aquí
de las virtudes tiene; y así, una al Señor en hacimiento de gra
vez os habeis de actuar y ejercitar cias. Ya entiende cada uno poco
en una virtud, otra en otra, tenien mas ó menos sus faltas, y sabe lo
do siempre puesta la mira en vues que le impide su aprovechamien
tra mayor necesidad. Si os sentís to, y en lo que suele tropezar or
necesitado de humildad, procurad dinariamente. Pues procurad en
que os sepa á humildad, que buen cada comunion sacrificar y ofre
dechado y sabor hallaréis aquí de cer á Dios alguna cosa de esas en
ella, pues está vestido el Hijo de hacimiento de gracias. Sois ami
Dios de unos accidentes de pan, go del regalo y de vuestras como
que por ser accidentes, son mas po didades, y de que no os falte nada:
bres y bajos, que los pañales y ofreced al Señor el mortificaros en
fajas con que le envolvió su sa eso, hoy en una cosa, y otro dia en
cratísima Madre en Belen. ¿Y qué otra. Sois amigo de parlar, y de
43o Tratado octavo, cap. XII.
perder tiempo, mortificaos en eso, con obras, y este es el mejor haci
y ofrecedlo al Señor en otra co miento de gracias, pues eso es lo
munion. Sois tan amigo de vues que ahora decimos. No se nos vaya
tra voluntad, que por no recibir todo en consideraciones, que aun
vos un poco de mortificacion y que buenas, mejores son las obras,
trabajo, no sabeis dar gusto ni y para eso han de ser las conside
contento á vuestros hermanos, raciones, para que vengamos á las
algunas veces les hablais sacudida obras.
y desabridamente: procurad ven De la misma manera digo de la
ceros en eso, y ofrecerlo al Señor preparacion para comulgar, ann
en otra comunion. Y como deciamos, que es muy buena aquella particu
I p. trat. 5, c. 2 o, tratando de la lar preparacion que se acostumbra
oracion, que es muy bueno propo hacer antes de la sagrada comu
ner allí algo que hacer aquel mis nion con algunas consideraciones;
mo dia. Así tambien en la comu y ninguno la debe dejar, porque
nion será muy bueno sacar propó. la reverencia de tan alto Sacra
sito de venceros y mortificaros en mento pide, que eada uno haga
algo aquel mismo dia, y ofrecer tambien en eso lo que mas pudie
esa mortificacion al Señor en ha re. Pero la mejor y mas principal
cimiento de gracias. Haced cuenta disposicion ha de ser la buena y
que esto es lo que os está pidiendo santa vida; y el irnos cada dia me
el Señor, por la merced y benefi jorando y perfeccionando en las
cios que habeis recibido. Que no cosas que hacemos, para así llegar
quiere Dios de nosotros otra cosa, con mayor limpieza y puridad á
ni otra recompensa, sino que nos este divino Sacramento, conforme
mejoremos en la vida, y nos va á aquello de los gloriosos santos,
mos enmendando en aquello que sa Ambrosio y Agustino: (c) Sic vive,
bemos que desagrada á Dios: y así ut quotidie merearis accipere: Vi
ese es el mejor hacimiento de gra vid de tal manera, que merezcais re
cias que podemos hacer despues de cibir cada dia este Santísimo Sa
la comunion, y el servicio mas cramento. Y así el P. M. Avila en
agradable que le podemos ofrecer. una carta que de esto escribe á un
De tres maneras decimos arriba, devoto, le dice: La preparacion
trat. 7, c. 6, que puede ser el ha para la sagrada comunion ha de
cimiento de gracias. La primera, ser el buen órden que tenga en to
reconociendo beneficios interior da su vida, y en toda la semana. Y
mente con el corazon. La segunda, trae para esto el ejemplo de un
alabando y dando gracias con pa siervo de Dios, que decia, que él
labras al bienhechor. La tercera, nunca hacia particular prepara

(c) Ambros. l. 3 de Sacramentis, c. 4. August. de verbis Domini in Evang.


2 Lucam, serm. 8. M. Avila, t. 2, epist. f. 187.
De la sagrada comunion. 43 f
cion para comulgar, porque cada y el fruto de ella, no está ni se ha
dia, dice, hago todo lo que puedo: de medir, por las muchas conside
esa es muy buena preparacion, raciones que uno tiene, por muy
harto mejor que el recogerse uno buenas y santas que sean, ni por
solamente un cuarto de hora an los gustos y consolaciones, sino
tes y otro despues, y quedarse tan por la mortificacion de las pasio
tibio y tan inmortificado é imper nes, y por la mayor resignacion
fecto como antes. y conformidad con la voluntad de
De manera que es esta la princi Dios que de allí se saca.
pal disposicion, y este es el princi De aquí se sigue una cosa de
pal hacimiento de gracias, y este grandísimo consuelo, y es, que
ha de ser tambien el principal fru siempre está en nuestra mano co
to que habemos de sacar de la sa mulgar bien, y sacar mucho fruto
grada comunion. Y así como de de la comunion: porque el ofrecer
cimos de la oracion, que la dispo nos y resignarnos en las manos de
sicion principal para ella ha de ser Dios, el mortificarnos y enmen
la mortificacion de nuestras pasio darnos en aquello que sabemos
nes el recogimiento de los senti desagrada á su divina Magestad,
dos y la guarda del corazon; y siempre está en nuestra mano, con
decimos que ese ha de ser tambien la gracia del Señor. Pues haced
el fruto que habemos de sacar de vos eso, y sacaréis mucho fruto de
ella; y que lo uno ha de ayudar á la comunion: idos cada dia vencien
lo otro; así tambien aquí la bue do y mortificando, y enmendan
na y santa vida, el hacer uno to do en alguna cosa; caiga el idolo
das las cosas lo mejor que puede, de Dagón, 1 Reg. 53, en presen
para agradar á Dios, ha de ser la cia del arca del Testamento, ese
principal disposicion para recibir ídolo de la honra, ese ídolo del re
la sagrada comunion: y eso mis galo, y de buscar vuestras comodi
mo ha de ser el principal fruto que dades, ese ídolo de la propia volun
ha de sacar de ella: y lo uno ha de tad, que de todo por tierra en re
ayudar á lo otro, y una comunion verencia de este Señor. O si comul
ha de ser disposicion para otra. Y gásemos de esta manera, mortifi
así como decimos, que el tener cándonos y enmendándonos cada
buena oracion, y el ir aprovechan vez en alguna cosa, por pequeña
do en ella, no está en tener consue que fuese, como medraria nuestra
los y sentimientos, ni en tener alma!
muchas consideraciones ni gran S. Gerónimo declara á este
des contemplaciones; sino en que propósito, aquello que dice el Sabio
salga uno de allí muy humilde, pa de la muger fuerte: Consideravit
ciente, indiferente y mortificado, semitas domus suae, 85 panem otio
así tambien la buena comunion sa non comedit. Prov. c. 31, v. 27.
432 Tratado octavo, cap. XII.
Consideró los rincones y escon la sabiduría, la fortaleza, la paz,
drijos de su casa, que es el exa el gozo, y las demas virtudes; las
men y preparacion que se requie cuales, el que no las tiene, no pue
re para llegar á esta mesa divina: de decir, vive en mí Cristo.
y no comió ociosa su pan, no co
mió el pan de valde. Dice S. Ge CAPÍTULO XIII.
rónimo, cuando uno saca fruto de Que es la causa que obrando este
la sagrada comunion, de la mane divino Sacramento tan maravillo
ra que habemos dicho, no come el sos efectos, algunos que le fre
pan de valde, pues le aprovecha cuentan no los sien
bien lo que come. Pero ay de vos, ten en sí.
que habeis comido este pan de valde
tantos años ha, pues nunca os habeis
vencido ni mortificado en una
Preguntar Sacramento
Santísimo
alguno: pues este
da tanta
pasion, ni en un siniestro malo gracia, y obra tantos y tan ma
que teniadeis ! Grave enfermedad ravillosos efectos, ¿qué es la causa
teneis, pues no os aprovecha nada que muchas personas que cele
lo que comeis. Pues no sea así de bran y comulgan á menudo no
aquí adelante: entre cada uno den sienten en sus almas, no solo aquel
tro de sí, y considere los rincones gusto y suavidad espiritual, que
de su alma, mire la pasion, ó si deciamos c. 9, pero ni aun pare
niestro é inclinacion que mas da ce que aprovechan en la virtud, si
ño y estorbo le hace, y procure ir no que se estan siempre casi de una
la quitando y mortificando, hasta misma manera? Algunos suelen
que pueda decir con el Apóstol S. responder á esto con aquel pro
Pablo: Vivo autem, jam non ego, verbio comun: que la mucha con
vivit verò in me Christus: Ad Galat. versacion es causa de menospre
c. 2, v. 2o. Vivo yo, ya no yo, sino cio. Pareciéndoles, que la mucha
Cristo es el que vive en mí. Co frecuencia es causa que no se lle
mo dice S. Gerónimo sobre estas guen con tanta reverencia y dis
palabras: Idest, non vivitille, qui posicion: y así que no saquen tan
quondam vivebat in lege, quippe to fruto. Pero no tienen razon;
persequebatur Ecclesiam : vivit au porque esto no ha lugar en las co
tem in eo Christus, idest sapientia, sas espirituales y trato con Dios.
fortitudo, sermo, pax, gaudium, Aun con los hombres sabios y
caeteraeque virtutes, quas qui non prudentes, dicen que no ha esto
habet, non potest dicere, vivit au lugar, sino que antes la mucha
tem in me Christus. Vivo yo, ya no conversacion y familiaridad con
yo, ya no vive aquel que vivia an ellos causa mayor estima y reve
tiguamente en la ley, aquel que rencia; porque cuanto uno mas
perseguia la Iglesia, sino vive en el les trata, tanto mas conoce su pru
De la sagrada comunion. 433
dencia y virtud, y asi tanto mas quia Propheta es tu. Y prosiguien
los estima. Pero demos que tenga do mas adelante, reconócele por
lugar este proverbio en los sabios Cristo y por Mesias. De la misma
del mundo: porque al fin como en manera es en la frecuencia de los
esta vida miserable no puede haber Sacramentos. Antes una comunion
ninguno tan perfecto, que no tenga dispone para otra; y es engaño
algunas faltas, y esas se descubran, grande pensar que por llegarse
tratando mucho y muy familiar uno de tarde en tarde á recíbir este
mente con él, puede la mucha fa Santísimo Sacramento, irá con ma
miliaridad ser causa que se dismi yor preparacion y reverencia ; y
nuya su opinion y estima. Empe asi dijo muy bien S. Agustin, y
ro en el trato y familiaridad con S. Ambrosio, (a) que el que no
Dios no puede haber este lugar; le merece recibir cada dia, no me
porque como este Señor sea de in rece recibirle una vez al año: Qui
finita perfeccion y sabiduría, cuan non meretur quotidie accipere, non
to mas uno trata con él y mas le meretur post annum accipere.
conoce, tanto mas le reverencia y Pues respondiendo á la duda, di
estima: como lo vemos en los san go lo primero, que el no sentir
tos Angeles y Bienaventurados, tanto fruto con la frecuencia de es
que conocen perfectísimamente á te Santísimo Sacramento, unas ve
Dios en el cielo, y conversan con ces viene por culpa nuestra, por
él familiarmente; y lo esperimen que no nos preparamos y dispone
tamos tambien acá en la tierra, mos para recibirle como debemos,
porque cuanto mas uno trata con sino llegamos á él por una mane
Dios en la oracion, tanto mas le ra de costumbre ó cumplimiento,
reverencia y estima. Y declaráse que es como si dijésemos: Comul
nos esto bien en lo que el sagrado go, porque otros comulgan, y por
Evangelio cuenta de aquella mu que ya lo tengo por costumbre: lle
ger Samaritana, que al principio gámonos como por via de ceremo
trató á Cristo como á uno del pue nia, sin haber precedido considera
blo: Quomodo tu Judaeus cum sis, cion ni sentimiento de lo que va
bibere à me poseis, quae sum mulier mos á hacer, esa es la causa de sen
Samaritana Joan. c. 4, v. 9. Llamó tir poco fruto; y asi cuando uno
le el nombre comun de la nacion; siente en sí que no medra ni apro
pero procediendo un poco mas vecha con la frecuencia de este
adelante en la conversacion, lla Santo Sacramento, debe mirar y
móle Señor: Domine da mihi hanc examinar muy bien, si es por falta
aquam. Y procediendo un poco mas de disposicion, y si halla serlo, ha
adelante, llamale Profeta: Video, de procurar remediarlo.
TOMO II, 28
(a) August. de Verbis Domini in Evangelium secundum Lucam, ser. 23 ss
epistol. 18 in Joan. Ambr. l. 5 de Sac. c. 4.
434 Tratado octavo, cap. XIII.
Otras veces suele provenir esto tir aun con este divino Sacramen
de dejarse caer uno advertidamen. to aquellos efectos que habemos di
te en culpas veniales. Dos maneras cho, muchas veces no es por culpa
hay de culpas veniales: Lud. Blos. in alguna, ni por eso deja de recibir
Specul. spir. c. 6: unas que se ha en su alma grande fruto, aunque á
cen por inadvertencia, aunque con él le parezca que no lo siente, co
algun, descuido y negligencia: mo solemos decir de la oracion,
otras hay que se hacen advertida de la cual suelen tener muchos la
mente y de propósito. Las culpas misma queja, que aunque uno no
veniales, en que por no advertir sienta en ella el gusto y consuelo
caen las personas temerosas de que desea, y otras veces por ventu
Dios, y diligentes en su servicio, ra suele sentir, no por eso deja de
no hacen este daño; mas las que ser de mucho provecho. Como el
con deliberacion, de propósito y manjar al enfermo, que aunque no
advertidamente hacen las personas le dé gusto, no por eso le deja de
tibias y remisas en el servicio de sustentar y ser provechoso. Son
Dios, impiden en gran parte los esas cosas que pertenecen á la pro
efectos divinos de este Santísimo videncia altísima de Dios, el cual
Sacramento. Y lo mismo podemos suele de esa manera purgar y pro
decir de las faltas que deliberada bar á sus siervos, y ejercitarlos y
mente y de propósito hace uno en humillarlos, y sacar otros bienes
la observancia de sus reglas é ins que él se sabe. Añadese á esto, que
tituto. Asi como un padre suele algunas veces obra este Sacramen
mostrar á su hijo el rostro torci to tan secretamente, que apenas lo
do, cuando ha hecho alguna falta, puede el hombre entender; porque
para reprenderle con aquello, y la gracia comunmente obra como
avisarle que ande con mas cuida la naturaleza, poco á poco, como
do de aí adelante; asi lo suele ha parece en una planta, que sin echar
cer Dios con nosotros en la comu se de ver cuando crece, vemos des
nion y en la oracion. Y asi si quepues que ha crecido. Y asi dice
remos participar del copioso fru S. Laurencio Justiniano, que asi
to, de que suelen gozar los que secomo el manjar corporal sustenta
llegan á este divino Sacramento al hombre, y hace que crezca, aun
como deben, es menester que pro que no lo advirtamos, asi este di
curemos no hacer faltas advertida vino Sacramento conforta y for
mente y de propósito. Y noten talece al alma con aumento de
mucho esto las personas temero gracia, aunque no lo sintanos.
sas; porque es de mucha impor Lo cuarto digo, que no solo se
tancia para que el Señor les haga cuenta por aprovechamiento el
mercedes. ir adelante, sino tambien el no
Lo tercero digo, que el no sen caer y volver atras. Y no es menos
De la sagrada comunion. 435
de estimar la medicina que nos pre nos con la disposicion y reveren
serva de la enfermedad, que la que cia que habemos dicho, que sin du
nos acrecienta la salud; y advier da será grande el provecho que re
tase mucho esto, porque es cosa de cibirá nuestra alma con la fre
gran consuelo para aquellos que cuencia de este divino Sacramen
no ven tan palpablemente en sí el t0. -

fruto de este Sacramento. Vemos Cuenta Timal Bredembraquio


comunmente, que los que reciben (c) de un duque de Sajonia, lla
á menudo este divino manjar, vi mado Wedequindo, que era infiel,
ven en temor de Dios, y se les y vínole curiosidad de ver lo que
pasa todo el año, y á muchos to pasaba en los Reales católicos de
da la vida, sin hacer pecado mor Carlo Magno, y por hacerlo mas
tal: pues ese es uno de los princi á su placer, vistióse en hábito de
pales frutos y efectos de este Sacra peregrino, y vase allá. Era tiempo
mento, preservar á uno que no de semana Santa, y Pascua, cuan
caiga en pecados: Como lo es del do toda la gente comulgaba; él
manjar, conservar la vida tempo andaba con atencion mirándolo
ral, y lo notó muy bien el conci todo, y entre otras cosas que vió,
lio Tridentino, (b) diciendo que es: fue: Que cuando el sacerdote co
Antidotum, quo liberamur à culpis mulgaba al pueblo, veía un niño
quotidianis, 83 à peccatis mortali muy hermoso y resplandeciente en
bus praeservamur: Remedio y me cada forma, y dice que en las bo
dicina que nos libra de las culpas cas de unos entraba el niño tan ale
cotidianas, y nos preserva de las gre, tan regocijado y tan de buena
mortales; y asi aunque uno no gana, que parecia que él mismo se
sienta en sí aquel fervor y devo iba y daba priesa á entrar: en otros,
cion, ni aquella hartura y consue dice que parecia que entraba de
lo espiritual, ni despues de haber muy mala gana y como forzado,
comulgado sienta aquel aliento y porque volvia el rostro y las manos
ligereza para las buenas obras que atras, y meneaba los pies, como
otros suelen sentir, sino antes se haciendo resistencia para no entrar
quedad y tibieza, no por eso de en su boca. Y con este milagro se
ja de recibir fruto. Y si comulgan convirtió, y se hizo cristiano este
do cae en algunas faltas, no comul Principe, y toda su tierra. Otro
gando caerá en otras mayores. Ha ejemplo semejante, y que declara
gamos nosotros buenamente lo que mas el pasado, se cuenta (d) de un
es de nuestra parte, para llegar sacerdote seglar, que diciendo Mi

(c) Concil. Trident. sess. 13 de Sanct. Euchar. Sacram. c. 2. (c) Tim. Bre.
demb. l. 1 collat. c. 2 ex histor. Eccles. Alberti Granti, l. 1, c. 9. (d) Enrique
Gran en sus ejemplos, verbo Euchar. exemplo 4, alegado por el Doct. Santoro,
l. 4 de su Prado espiritual, c. 1oo.
436 Tratado octavo, cap. XIV.
sa, un siervo de Dios que la oía, al ovejas, para que todos entiendan
tiempo de consumir vió en la pa el tesoro grande que dejó Cristo
tena, no las especies de pan, sino nuestro Redentor en su Iglesia, en
un niño. Y al tiempo que el sacer dejarnos este sacrificio, y se sepan
dote le levantó para tomarle, volvió aprovechar de él. Desde el princi
el niño el rostro, y como quien por pio del mundo, á lo menos despues
fiaba, contradiciendo con los pies del pecado, aun en la ley natural,
y con las manos á que no le reci siempre hubo y fueron necesarios
biese. Y esto vió aquel siervo de sacrificios para aplacar á Dios, y
Dios, no una, sino algunas veces. para reverenciarle y honrarle, en
Y hablando una vez aquel sacer reconocimiento de su infinita cle
dote con él, vínole á decir que no mencia y magestad. Y asi en la
sabía que era, que cada vez que ley vieja instituyó Dios sacerdo
tomaba el cuerpo del Señor, lo tes y sacrificios muchos: empero
tomaba con mucha dificultad. En como la ley era imperfecta, los sa
tonces el siervo de Dios le contó lo crificios tainbien lo eran: sacrifica
que habia visto, y aconsejóle, que ban y mataban muchos animales;
mirase por sí y se enmendase. El no les podia aquello llevar á per
sacerdote tomó muy bien el aviso, feccion, no bastaba el sacerdocio
y compungido, enmendó su vida, de Aaron ni sus sacrificios, para
y despues oyendo su Misa el mis santificar á los hombres y quitar
mo siervo de Dios, vió al niño co les los pecados: Impossibile enim est,
mo de antes, mas que al tiempo sanguine taurorum, 83 hircorum,
de consumir, con los pies y manos auferri peccata. Ad Heb. c. 1o, v. 4,
juntas se le entraba por la boca dice el Apóstol S. Pablo. Era me
sin mucha violencia. nester que viniese otro Sacerdote
segun la órden de Melquisedech,
CAPÍTULO XIV. que es Jesucristo, y que ofreciese
otro sacrificio, que es á sí mismo,
Del santo sacrificio de la Misa. que fuese bastante para aplacará
Dios, y santificar á los hombres, y
Y, habemos tratado de este di llevarlos á perfeccion. Y asi dice
vino Sacramento, y de sus efec S. Agustin, (a) que todos los sa
tos y virtudes admirables, en crificios de la ley vieja significa
cuanto es Sacramento. Resta tratar ban y eran figura de este sacrifi
cio, y que asi como una misma co
ahora de él, en cuanto es Sacrificio:
que es una cosa que el sagrado sa se puede significar y dar á en
concilio Tridentino, sess. 22, man tender con diversas palabras y en
da á los predicadores y pastores diversas lenguas; asi este único y
de las almas, que declaren á sus verdadero sacrificio fue significa
(a) August. l. 1 contra adversarium legis, 3 prophetarum, c. 18.
De la sagrada comunion. 437
do y figurado mucho antes con por nosotros en la cruz: y asi vi
toda aquella multitud de sacrifi niendo al mundo lo figurado, ce
cios, para por una parte encomen só la sombra y la figura, y deja
dárnosle mucha y muchas veces; ron de agradar á Dios aquellos an
y por otra con la diversidad y va tiguos sacrificios.
riedad quitarnos el fastidio que Pues este es el sacrificio que te
suele causar el repetir muchas ve nemos en la ley de gracia, y el
ces una misma cosa. Y por eso, di que cada dia ofrecemos en la Mi
ce, mandaba Dios, que le ofrecie sa. El mismo Jesucristo verdade
sen sacrificios de animales limpios, ro Hijo de Dios, es nuestro sacri
para que entendiesemos, que asi ficio: Tradidit semetipsum pro no
como aquellos animales que se ha bis oblationem, 83 hostiam Deo in
bian de sacrificar, carecian de los odorem suavitatis. Ad Ephes. c. 5, v.
vicios y defectos del cuerpo, y no 2. Y estas no son consideraciones, ni
tenían macula, asi el que habia de pensamientos propios, sino cosas
venir á ofrecerse en sacrificio por que nos enseña la fe. La Misa, es
nosotros, no habia de tener macula verdad que es memoria y represen
de pecado. Y si aquellos sacrificios tacion de la Pasion y muerte de
agradaban á Dios nuestro Señor Cristo. Y asi dijo él, cuando ins
(como es cierto que por entonces tituyó este soberano sacrificio: Hoc
le agradaban) era en cuanto por facite in meam commemorationem.
ellos confesaban y profesaban los Luc. c. 22, v. 19. Pero es menes
hombres, que habia de venir un Sal ter que entendamos, que no sola
vador y Redentor, que habia de mente es memoria y representa
ser el verdadero sacrificio, y en vir cion de aquel sacrificio en que
tud de este tenian aquellos enton Cristo se ofreció en la cruz al Pa
ces algun valor; pero en viniendo, y dre Eterno por nuestros pecados,
asi que vino este Salvador y Reden sino es el mismo sacrificio que en
tor del mundo, desagradaron á Dios tonces se ofreció, y del mismo va
aquellos sacrificios, como lo dice lor y eficacia. Y mas, no solo es
el Apóstol S. Pablo: Ideo ingre el mismo sacrificio, sino tambien
diens mundum dicit: Hostiam, 83 el que ofrece ahora este sacrificio de
oblationem noluisti; corpus autem ap la Misa, es el mismo que el que
tasti mihi, holocaustomata, 85 pro ofreció aquel sacrificio en la cruz.
peccato, non tibi placuerunt. Ad He De manera que asi como enton
br. c. 1o, v. 5. Tunc dixi ecce venio: ces, en tiempo de la Pasion, el mis
in capite libri scriptum est de me, ut mo Cristo fue el Sacerdote, y el
faciam Deus voluntatem tuam. Ps. sacrificio: asi tambien ahora en la
39, v. 7. Dió Dios cuerpo á su Uni Misa el mismo Cristo es no so
genito Hijo, para que hiciese la lamente el Sacrificio, sino tambien
voluntad de su Padre, ofreciéndose el Sacerdote y el Pontífice que se
28*
438 Tratado octavo, cap. XIV.
ofrece á sí mismo cada dia en la tal: Qui in diebus carnis suae preces,
Misa al Padre Eterno por ministe supplicationesque ad eum, qui possit
rio de los sacerdotes. Y asi el sa illum salvum facere à morte, cum
cerdote que dice la Misa, repre clamore, R5 lachrimis offerens, exau
senta la persona de Cristo, y como ditus est pro sua reverentia: Ad He
ministro é instrumento suyo y br. c. 3, v. 7, que por su dignidad y
en su nombre ofrece este sacrificio. reverencia fuese oído. Tal, que
Lo cual declaran bien las palabras no con sangre agena, sino con la
de la consagracion, porque no di suya propia aplacase á Dios.
ce el sacerdote: Hoc est corpus Pues ponderemos aqui las inven
Christi: Este es el cuerpo de Cris ciones de Dios, y el artificio y
to; sino Hoc est corpus meum : Este sabiduría de sus consejos, que to
es mi cuerpo, como quien habla mó para la salud de los hombres:
en persona de Cristo, que es el y lo que hizo, para que este sacri
Sacerdote y Pontífice principal ficio fuese por todas partes acepto
que ofrece este sacrificio. Y por y agradable, como lo pondera muy
esta razon el profeta David, Psal. bien S. Agustin: l. 4 de Trinit.
1 o9, v. 4: y el Apóstol S. Pablo, ad Porque habiendo en un sacrificio
Hebr. 7, 17, 21, le llaman Sacer cuatro cosas que considerar: La
dote eterno segun el órden de Mel primera, á quién se ofrece; la se
quisedech. Y no se dijera bien Sacer gunda, quién le ofrece; la tercera,
dote perpetuo, si una sola vez hu qué es lo que se ofrece; la cuarta,
biera ofrecido sacrificio: pero dice por quién se ofrece: la sabiduría
se Sacerdote eterno, porque siem de Dios ordenó de tal manera este
pre ofrece sacrificio por medio de sacrificio, y con tal artificio, que
los sacerdotes, y nunca cesa ni el mismo que ofrece este sacrificio
cesará de ofrecerle hasta el fin del para reconciliarnos con Dios, es
mundo: Talis enum decebat ut nobis uno con aquel á quien le ofrece : y
esset Pontifex sanctus, innocens, im se hizo uno con aquellos por quien
pollutus, segregatus à peccatoribus, le ofrecia; y él misino era lo que
85 excelsior caelis factus, qui non ha ofrecia; para que por todas partes
bet necessitatem quotidie, quemadmo fuese acepto, agradable y eficaz
dum Sacerdotes, prius pro suis delic este sacrificio. Y asi fué de tanto
tis hostias offerre, deinde pro populi:
valor y eficacia, que bastó para sa
Ad Hebr. c. 7, v. 26. Tal Sacerdote tisfacer y aplacar á Dios, no solo
y tal Pontífice habiamos nosotros por nuestros pecados, sino por los
menester, dice el Apóstol S. Pa de todo el mundo, y de cien mil
blo, que no fuese como los otros mundos que hubiera: Ipse est propi
sacerdotes, que primero han me tiatio propeccatis nostris, non pronos.
nester rogar á Dios por sus pecados, tris autem tantium, sed etiam proto
y despues por los del pueblo; sino tius mundi, 1 Joan. c. 2, v. 2, dice el
De la sagrada comunion. 439
Apóstol y Evangelista S. Juan. to, que quiere decir, sin derrama
Y asi dicen los Teólogos, y los miento de sangre; porque ya Cris
Santos, que este sacrificio no solo to está glorioso y resucitado, y asi
fue suficiente satisfaccion y re no puede morir ni padecer: Chris
compensa por nuestras deudas y tus resurgens ex mortuis, jam non
pecados, sino muy superabundante: moritur, mors illi ultra non domina
porque mucho mas es lo que se da bitur. Ad Rom. c. 6, v. 9: Matth. c.
y ofrece aqui, que la deuda que de 26, v. 26. Dice el Concilio, y dicen
bíamos; y mucho mas agradó al lo los Evangelistas, que habiendo el
Padre Eterno este sacrificio, que le Redentor del mundo de ser sacrifi
habia desagradado la ofensa cometi cado, y morir en la Cruz para re
da. Y de aqui es tambien, que aun dimirnos, no quiso que se acabase
que el sacerdote sea malo y peca alli el sacrificio: Quia erat Sacerdos
dor, no por eso deja de aprovechar in aeternum: Marc. c. 14, v. 22. Por
y valer este sacrificio á aquellos que era Sacerdote para siempre.
por quien se ofrece, ni se disminuye Quiso que la Iglesia tuviese y le
nada de su valor y eficacia; porque quedase su sacrificio; y porque era
Cristo es no solo el sacrificio, si Sacerdote segun la órden de Mel
no el Sacerdote y Pontífice que le quisedech, Luc. c. 22, v. 17, el cual
ofrece. Como la limosna que vos ha ofreció sacrificio de pan y vino,
ceis, aunque la envieis por medio Psal. 1 o9, v. 4, convenia que se nos
de un criado que sea malo y peca quedase en sacrificio debajo de
dor, no por eso pierde nada de su especies de pan y vino. Y asi en la
virtud y merito. Y asi dice, y di ultima Cena: In qua nocte tradeba
fine el concilio Tridentino: sess. tur, accepit panem et gratias agens
22, c. 2. Una enim, eademque est hos fregit, deditque discipulis suis: r
tia, idemque nunc offerens Sacerdo Cor. c. 1 1, v. 23. Entonces, cuando
tum ministerio qui se ipsum tunc in los hombres trataban de darle la
Cruce obtulit, sola offerendi ratione muerte, trataba él de darles á ellos
diversa: El mismo sacrificio es este, la vida: quiso dejar á su Esposa la
que el que entonces se ofreció en la Iglesia visible un sacrificio visible,
Cruz: y el misino es el que ahora le como lo pide la naturaleza de los
ofrece por ministerio de los sacer hombres, que no solo representa
dotes: solamente está la diferencia, se y trajese á la memoria aquel
dice el Concilio, en que aquel que se sacrificio sangriento de la Cruz, si
ofreció en la Cruz, fue sacrificio no que tuviese la misma virtud y
cruento, que quiere decir sangrien eficacia que aquel, para perdonar
to, con derramamiento de sangre, pecados y aplacar á Dios y recon
porque Cristo Redentor nuestro ciliarnos con él, y que fuese en
era entonces pasible y mortal: y es efecto el mismo sacrificio. Y asi
te de la Misa es sacrificio incruen consagró su cuerpo y sangre san
44o Tratado octavo, cap. XIV.
tísima debajo de especies de pan acá en sacrificio, para que tenga
y vino, convirtiendo el pan en su mos, no sola una vez, sino mu
cuerpo, y el vino en su sangre, y chas, y cada dia hasta el fin del
debajo de aquellas especies se ofre mundo, un sacrificio agradable que
ció al Padre Eterno. Aquella, dicen ofrecer al Padre Eterno, y un pre
los Doctores, que fue la primera sente tan grande y tan precioso
Misa que se celebró en el mundo: que le presentar por nuestros peca
y entonces ordenó á sus discipu dos, para aplacarle, que no puede
los sacerdotes del nuevo Testa ser mayor, ni mas precioso y agra
mento, y les mandó á ellos y á sus dable. ¿Qué fuera del pueblo cris
succesores en el sacerdocio, que tiano, sino tuvieramos este sacrifi
ofreciesen este sacrificio, diciendo: cio con que aplacar á Dios? Quasi
Hoc facite in meam commemoratio Sodoma fuissemus, et quasi Gomor
nem. Luc. c. 22, v. 19. Por esta ra rha similes essemus: Isai. 1, v. 9.
zon dicen algunos que la fiesta del Ya estuvieramos como otro Sodoma
Santísimo Sacramento es la ma y Gomorra, y nos hubiera Dios
yor de cuantas la Iglesia celebra asolado y destruido, como nues
de Cristo nuestro Señor, porque tros pecados merecian. Este dice
las demas solamente son memoria santo Tomás, 3 p. quaest. 49, art. 4,
y representacion, como la de la que es el efecto propio del sacrifi
Encarnacion, Natividad, Resurrec cio, aplacar á Dios con él, confor
cion y Ascension, no se hace en me á aquello de S. Pablo: Tradidit
tonces el Hijo de Dios hombre, ni semetipsum pro nobis oblationem, $3
nace, ni resucita, ni sube á los cie hostiam Deo in odorem suavitatis.
Ad Ephes. c. 5, v. 2. Como cuando
los de nuevo, que allá se está siem
acá un hombre se aplaca, y perdo
pre; pero esta fiesta no es solamen
te memoria y representacion, sino na la injuria que le han hecho, por
que de nuevo viene, y está Cristo algun servicio ó presente que le ha
debajo de aquellas especies sacra cen: asi es tan acepto y tan agra
mentales, cada vez que el sacerdo dable á Dios este sacrificio y pre
sente que le hacemos, que basta pa
te dice las palabras de la consagra
ra aplacarle, y para que podamos
cion; y de nuevo se ofrece cada dia
en la Misa el mismo sacrificio parecer delante de él, y que nos
que se ofreció cuando Cristo mu mire con ojos de piedad. Si el vier
rió por nosotros en la Cruz. nes Santo, cuando fue crucificado
Consideremos aqui el amor gran el Redentor del mundo, os hallare
de de Cristo para con los hom des al pie de la Cruz, y cayeran
bres, y lo mucho que le debe sobre vos aquellas gotas de su pre
mos, que no se contentó con ofre ciosa sangre, ¡qué consolacion sen
cerse una vez en la Cruz por nues tiria vuestra alma! ¡Qué esfuerzo
tros pecados, sino quiso quedarse tomaríades ! ¡Qué esperanza tan
De la sagrada comunion. 441
cierta cobraríades de vuestro re mente es sacrificio. Y hay mucha
medio! El ladron, que en toda su diferencia entre estas dos razones de
vida no habia sabido sino hurtar, Sacramento, y de sacrificio; porque
cobró tan grande ánimo, que de el ser sacrificio consiste en que se
ladron se volvió Santo, y de la ofrezca por medio del sacerdote en
Cruz hizo paraiso. Pues el mismo la Misa. Sentencia es muy recibida
Hijo de Dios que entonces se ofre de los Teólogos, que la esencia de
ció en la Cruz, él mismo se ofrece este sacrificio consiste en la consa
ahora en la Misa por vos, y de tan gracion de entrambas especies, y que
to valor y eficacia es este sacrifi entonces se ofrece. Asi como en el
cio, como aquel. Y asi dice la Igle punto que Cristo espiró, se acabó
sia: Dom. 9 post Pent. in oration. de hacer aquel sacrificio cruento
secret. Quoties hujus hostiae comme en que se ofreció al Padre Eterno
moratio celebratur, opus mostrae re por nosotros en la Cruz; asi este
demptionis exercetur. Aquellos fru sacrificio de la Misa, que es ver
tos grandes de aquel sacrificio san dadera representacion de aquel, y
griento, manan y se nos comuni es el mismo número que aquel, se
can á uosotros por este sin sangre. acaba esencialmente en el punto
Es tan alto y tan soberano este en que se acaban de decir las pala
sacrificio, que á solo Dios se puede bras de la consagracion sobre el
ofrecer: y lo nota el concilio Tri pan y sobre el vino: porque enton
dentino, sess. 22, c. 3, diciendo: Que ces está alli por virtud y fuerza de
aunque la Iglesia acostumbra decir las palabras, el cuerpo en la hos
Misa en reverencia y memoria tia, y la sangre en el caliz; y en
de los Santos, pero que no se ofrece aquella consagracion de la sangre,
este sacrificio de la Misa á los San que se hace en acabando de consa
tos. Y asi no dice el sacerdote : grar el cuerpo, se representa al vi
Offero tibi Sancte Petre, vel Sancte vo el derramamiento de la sangre
Paule : sino ofrecele á solo Dios, de Cristo, y consiguientemente el
dándole gracias por las victorias y apartamiento del ánima del cuer
coronas que dió á los Santos, é im po, que de ese derramamiento y
plorando su patrocinio: Utipsi pro apartamiento de la sangre del cuer
nobis intercedere dignentur in Cae po se siguió. De manera que por las
lis, quorum memoriam facimus in palabras de la consagracion se pro
terris: Para que ellos intercedan por duce el sacrificio que se ofrece, y
nosotros en el cielo, pues nosotros por ellas mismas se hace la oblacion.
los honramos y reverenciamos en Pero el ser Sacramento, lo es siem
la tierra. •

pre despues de consagrado, mien


De manera que este divino mis tras duran las especies de pan, cuan
terio, no solamente es Sacramen do está reservado en la Custodia, y
to como los demas, sino junta cuando le llevan á los enfermos, y
442 Tratado octavo. cap. XIV.
cuando uno comulga; y no tiene y habla el uno solo con él; pero to
entonces razon ni fuerza de sacri dos traen presente, y todos le
ficio. Y hay otra diferencia, que en ofrecen: asi acá, aunque solo el sa
cuanto es Sacramento, aprovecha cerdote habla, y con sus manos
al que lo recibe, como los demas afrece este sacrificio; pero por
Sacramentos, dándole gracia y los manos del sacerdote ofrecen to
demas efectos propios suyos; pero dos. Verdad es, que hay diferencia,
en cuanto es sacrificio, aprovecha porque en el ejemplo que traemos,
no solamente al que lo recibe, sino aunque escogen uno que hable; pe
tambien á otros por quien se ofre ro cualquiera de los otros podia
ce. Y asi nota el concilio Triden hacer aquello, y en la Misa no;
tino, que para estas dos cosas, y porque solo el sacerdote que está
por estas dos causas instituyó Cris escogido de Dios para ello, puede
to este divino misterio. La una, consagrar y hacer lo que se hace
para que como Sacramento fuese en la Misa; pero todos los demas
mantenimiento del alma, con el que sirven ó asisten á ella, ofrecen
cual se pudiese conservar, res tambien aquel sacrificio. Y asi lo
taurar y renovar la vida espiri dice el mismo sacerdote en la Mi
tual. La otra, para que la Iglesia sa: Orate fratres, ut meum, ac ves
tuviese un sacrificio perpetuo que trum Sacrificium , acceptabile fiat
ofrecer á Dios, para perdon y sa apud Deum Patrem omnipotentem;
tisfaccion de nuestros pecados; para y en el Canon dice: Pro quibus tibi
remedio de nuestras necesidades: offerimus, vel qui tibi offerunt: Ro
en recompensa y agradecimiento gad hermanos á Dios, que mi sa
de los beneficios recibidos: y para crificio, y vuestro, sea acepto y
impetrar y alcanzar nuevas gra agradable á Dios todo poderoso. Lo
cias y mercedes del Señor. Y no cual deberia poner mucha codicia
solamente para remedio y alivio á todos de oir y ayudar á las Mi
de los vivos, sino tambien de los sas; y lo declararémos mas en el
difuntos que mueren en gracia, y capítulo siguiente.
están en purgatorio, á todos apro
vecha este sacrificio. Y hay aqui CAPÍTULO XV.
una cosa de gran consuelo, que asi De que manera se ha de oir la
como el sacerdote, cuando dice Misa.
Misa, ofrece este sacrificio por sí
y por otros; asi tambien todos los Lo que habemos dicho, parece
que la estan oyendo, ofrecen junta que nos obliga á tratar como
mente con él este sacrificio por sí se debe oir la Misa, y lo que
y por otros. Asi como cuando un habemos de hacer en ella. Y asi di
pueblo ofrece un presente á su Se remos acerca de esto tres cosas que
ñor, vienen tres ó cuatro hombres, serán tres devociones que podemos
De la sagrada comunion. 443
tener en la Misa, y cada una de sa nos representan tambien eso
ellas es muy principal, y todas tres mismo. El amito, dicen los San
se pueden tener juntamente. Y no tos que representa el velo con que
seran de nuestra cabeza, sino de los judios cubrieron el rostro á
nuestra madre la Iglesia, para que Cristo nuestro Redentor, cuando
se tengan y estimen en lo que es le decian, hiriéndole en el rostro:
razon. Cuanto á lo primero, habe Profetiza quien te dió. La alba, la
mos de presuponer, que la Misa es vestidura blanca con que Herodes,
una memoria y representacion de haciendo burla y escarnio de él,
la pasion y muerte de Cristo, con su ejercito, le envió vestido á
como queda dicho. Quiso el Re Pilato. El cingulo representa, ó
dentor del mundo, que este santo las primeras ataduras y sogas con
sacrificio fuese memoria de su pa que fue atado cuando le prendie
sion, y del amor que nos tuvo; ron, ó los azotes con que fue azo
porque entendió, que acordándo tado por mandado de Pilato. El
nos de lo que por nosotros pade manipulo, significa las segundas
ció, nos sería esta continua memo ataduras con que ataron á Cristo
ria un despertador grande para las manos á la columna, cuando
amarle y servirle: y que no seria le azotaron. Pónese en el brazo iz
mos como el otro pueblo: Qui obliti quierdo, que está mas cercano al
sunt Deum, qui salvavit eos: Psal. corazon, para denotar el amor
1 o5. v. 1, que se olvidó del Se grande con que recibió aquellos
ñor que los salvó y sacó de Egip crueles azotes por nuestros peca
to. Y asi una de las buenas devo dos; y el amor con que es razon
ciones que podemos tener en la que nosotros correspondamos á tan
Misa conforme á esto, es ir consi grande amor y beneficio. La es
derando los misterios de la Pasion, tola representa las terceras atadu
que en ella se nos representan: sa ras, que fue aquella soga que le
cando de allí actos de amor, y pro echaron al cuello, cuando llevaba
pósitos de servir mucho al Señor. la cruz á cuestas para ser crucifi
Para ésto ayudará mucho saber las cado. La casulla representa la vesti
significaciones de lo que se hace y dura de grana que le vistieron para
dice en la Misa, para que asi va hacer burla y escarnio de él; ó se
mos entendiendo y gustando mas gun otros representa aquella túni
de los misterios tan grandes que ca inconsutil que le desnudaron
allí se nos representan, porque no para crucificarle. El entrar el sa
hay palabra, ni signo, ni ceremo cerdote en la sacristia á vestirse de
nia, que no tenga grandes signifi estas vestiduras sacerdotales, repre
caciones y misterios, y todas las senta la entrada de Cristo en este
vestiduras y ornamentos con que mundo, en el sagrario sacratísimo
se viste el sacerdote para decir Mi del vientre virginal de la Virgen
444 Tratado octavo, cap. XV.
María Madre suya, donde se vistió cruz: y el levantar en alto la hos
de las vestiduras de nuestra huma tia y el cáliz, en acabando de
nidad, para ir á celebrar este sacri consagrar (fuera de que se hace pa
ficio en la cruz. Y al salir el sa ra que el pueblo le adore) nos re
cerdote de la sacristía canta el Co presenta cuando levantaron la cruz
ro el Introito de la Misa, el cual en alto, para que todos le viesen
significa los grandes deseos y sus crucificado. Cada uno puede en
piros con que aquellos santos Pa tretenerse en la consideracion de un
dres esperaban la Encarnacion del misterio ó dos, que mas devocion
Hijo de Dios: Emitte agnum Domi le diere, sacando de ellos fruto pa
ne dominatorem terrae. Is. c. 16, v. ra sí, y procurando corresponder
1. Et utinam disrumperes caelos, et á tan grande amor y beneficio; y
descenderes: Is. c. 74, v. 1. Y torna eso será mas provechoso, que el
se á repetir otra vez el Introito, pasar de corrida muchos misterios
para significar la frecuencia de es por la memoria. Esta es la prime
tos clamores y deseos que tenian ra devocion que podemos tener en
aquellos santos Padres de ver á la Misa.
Cristo en el mundo, vestido de La segunda devocion y modo
nuestra carne. El decir el sacerdo de oír la Misa, es muy principal
te la confesion, como hombre pe y muy propia de ella; y le apun
cador, significa que Cristo tomó tamos en el capítulo pasado: para
sobre sí todos nuestros pecados, cuya inteligencia, es menester pre
para pagar por ellos, y quiso pare suponer dos cosas que allí declara
cer pecador y ser tenido por tal, mos. La primera, que la Misa no
como dice el profeta Isaías, c. 53, solamente es memoria y repre
v. 1, & II, para que nosotros fué sentacion de la Pasion de Cristo,
semos justos y santos. Los Kyries, y de aquel sacrificio en que él se
que quiere decir: Señor, misericor ofreció en la cruz al Padre Eterno
dia, significan la grande miseria en por nuestros pecados, sino que es el
que estabamos todos antes de la ve mismo sacrificio que entonces se
nida de Cristo. Sería cosa muy lar ofreció, y del mismo valor y efi
ga discurrir por todos los miste cacia. La segunda, que aunque so
rios en particular, basta entender lo el sacerdote habla, y con sus
que no hay cosa en la Misa que no manos ofrece este sacrificio; pero
esté llena de misterios, y todos todos los circunstantes le ofrecen
aquellos signos y cruces que hace tambien juntamente con él. Supues
el sacerdote sobre la hostia y el to esto, digo, que el mejor mo
cáliz, es para representarnos y do de oír la Misa, es ir juntamen
traernos á la memoria los muchos te con el sacerdote ofreciendo este
y varios tormentos y dolores que sacrificio, y haciendo en cuanto
Cristo padeció por nosotros en la pudiéremos lo que él hace, hacien
De la sagrada comunion. 445
do cuenta que nos juntamos todos conociendo el bien grande de este
allí, no solo á oír Misa, sino á ha beneficio. Luego se sigue la ora
cer y ofrecer este sacrificio jun cion. Y débese notar, que dice el
tamente con el sacerdote, pues en sacerdote Oremus, y no Oro: por
realidad de verdad es asi. Y por eso que todos oran con él, y él en per
está ordenado, que los sacerdo sona de todos. Y para que esto se
tes digan con voz clara y modera haga con mas espíritu, precede el
damente alta las cosas de la Mi pedir para ella la asistencia del Es
sa, que conviene que el pueblo oi piritu Santo, volviéndose el sacer
ga, para que vayan gustando, y dote al pueblo con el Dominus vo
preparándose juntamente con el biscum ; y respondiendo el pueblo:
sacerdote, para ofrecer este sacri Et cum spiritu tuo. La Epistola sig
ficio con la preparacion que la nifica la doctrina del viejo Testa
Iglesia con tan grande consejo y mento, y la de S. Juan Bautista,
acuerdo ha ordenado para eso. que precedió como preparacion y
Porque todo lo que allí se dice y catecismo para la doctrina del
se hace, es un preparar y disponer Evangelio. El Gradual que se di
asi al sacerdote, como á los que ce despues de la Epistola, significa
asisten, para que con mas devocion la penitencia que hacia el pueblo
y reverencia ofrezcan este tan al con la predicacion de S. Juan
tísimo sacrificio.
Bautista. Y el Alleluya que se sigue
Para que mejor podamos poner despues del Gradual, significa la
esto en ejecucion, se ha de notar, alegria que tiene el alma, despues
que tres partes principales tiene la de haber alcanzado el perdon de los
Misa, la primera es desde la con pecados por medio de la peniten
fesion hasta el ofertorio; que toda cia. El Evangelio significa la doc
ella es un preparar al pueblo, para trina que Cristo predicó en el
que dignamente pueda ofrecer este mundo. Y hace el sacerdote la se
sacrificio. Al principio con la ñal de la cruz sobre el libro que
confesion y aquellos versos de ha de leer, porque nos ha de pre
salmos aun antes de llegar al al dicar, á Cristo crucificado: y des
tar. Luego los Kyries, que fuera de pues hace la señal de la cruz en la
significar, como dijimos, la gran frente, boca y pecho, y el pueblo
de miseria en que estabamos antes tambien; en lo cual profesamos,
de la venida de Cristo, nos dan que tenemos á Cristo crucificado
tambien á entender, que el que ha en nuestro corazon, y que le con
de tratar negocios con Dios no los fesarémos con nuestras lenguas, y
ha de tratar por justicia, sino por con nuestros rostros descubiertos,
misericordia. Luego se sigue el y vivirémos y morirémos en es
Gloria in excelsis Deo, dando gloria ta confesion. Enciéndense nuevas
á Dios, por la Encarnacion, y re lumbres para decir el Evangelio;
446 Tratado octavo, cap. XV.
porque esta doctrina es la que alum. cio, y á decir las oraciones en se
bra nuestras almas, y la luz que creto, que no sean oídas de los cir
trajo el Hijo de Dios al mundo: cunstantes, como quien se acerca
Lumen ad revelationem gentium, S3 ya al sacrificio. Como cuando se
gloriam plebis tuae Israël. Luc. c. acercaba la Pasion, dice el sagrado
21, v. 32. Se oye el Evangelio en Evangelio, Joan. c. 12, v. 54,
pie, para darnos á entender la que Cristo nuestro Redentor se
prontitud que habemos de tener pa retiró al desierto junto á la ciu
ra obedecerle, y para defenderle dad de Efrén, y que ya no andaba
cuando fuere menester. Se oye des en público. Pues acercándose ya el
cubierta la cabeza, que da á en sacerdote á ofrecer el sacrificio,
tender la reverencia que habemos lavase las manos, para darnos á
de tener á la palabra de Dios. Lue entender la limpieza y puridad
go se sigue el Credo, que es el con que nos habemos de llegar á es.
fruto que se saca de la doctrina del te sacrificio. Y vuélvese al pueblo,
Evangelio, porque en él confesa diciendo que hagan oracion jun
mos los artículos y principales tamente con él, para que aquel sa
misterios de nuestra fe. Esta es la crificio sea acepto y agradable á
primera parte de la Misa, la cual la Magestad de Dios. Y despues de
llaman Misa de los catecumenos, haber orado un poco secretamente,
porque hasta aquí se permitian es torna á interrumpir el silencio con
tar en la Misa los catecumenos, que el Prefacio, que es un apercebi
no estaban bautizados, y los infie miento mas particular, con que el
les, asi judios como gentiles, sacerdote se dispone á sí y al pue
para que oyesen la palabra de Dios, blo para este santo sacrificio, exor
y fuesen instruidos en ella. tándolos á que levanten los cora
La segunda parte de la Misa es zones al cielo, y á que den gra
desde el ofertorio hasta el Pater cias al Señor, por haber bajado del
noster, que llaman Misa del sacri cielo á tomar nuestra carne, y mo
ficio, á la cual solo los cristia rir por nosotros: Benedictus qui ve
nos pueden estar. Y asi solía el mit in nomine Domini, hosanna in
diácono desde el púlpito mandar excelsis: Matth. c. 2 1, v. 9, que sen
ir á los catecumenos, y entonces se aquellos loores con que le recibie
decia antiguamente el Ite Missa est: ron en Jerusalén el domingo de
Idos, porque la Misa, esto es el Ramos. Y Sanctus, Sanctus, Sanc
sacrificio se comienza ya ; al cual tus, Dominus Deus Sabaoth: Isaiae
no es lícito á vosotros el asistir. c. 6, v. 3, que son aquellas voces
Esta es la principal parte de la Mi con que le estan perpetuamente ala
sa, donde se hace la consagracion, bando los cortesanos del cielo,
y se ofrece lo consagrado. Y asi el como dice Isaías, y S. Juan en su
sacerdote comienza á tener silen Apocalipsi. C. 4, v. 8. Luego co
De la sagrada comunion. 447
mienza el Canon de la Misa, don cerdote hace el memento de los
de primero ruega el sacerdote al vivos, es bueno hacer tambien ca
Padre Eterno, que por los meritos da uno su memento, rogando á
de Jesucristo, su único Hijo, y Dios por los vivos: y despues el de
Señor nuestro, acepte este sacrifi los difuntos, tambien con el sacer
cio por la Iglesia, por el Papa, por dote. Nuestro padre S. Francisco
el Prelado, por el Rey. Y luego en de Borja hacia el memento de esta
secreto ruega á Dios por otras per manera: presupuesta la considera
sonas particulares, ofreciendo tam cion dicha, que este sacrificio re
bien el sacrificio por ellas, hacien presenta y es el mismo que se ofre
do el primer memento que llama ció en la cruz por nosotros, iba
mos de los vivos; y particularmen haciendo su memento por las cin
te ofrece este sacrificio por los que co llagas de Cristo. En la llaga de
estan presentes: Et omnium circums la mano derecha, encomendaba á
tantium. Y asi es cosa muy prove Dios al Papa y los Cardenales, y
chosa asistir á la Misa; porque los todos los Obispos y Prelados, clé
que asisten á ella, participan mas rigos y cúras, y todo el estado
de los dones de Dios, como los eclesiástico. En la llaga de la ma
que asisten á la mesa del Rey; y no izquierda, encomendaba á Dios
como los que le salen á recibir, al Rey, y todas las justicias y ca
cuando entra en la ciudad; y co bezas del brazo seglar. En la llaga
mo los que estuvieron al pie de la del pie derecho, todas las Religio.
cruz, S. Juan, y nuestra Señora, nes, y en particular la Compañia.
la Magdalena, y el buen Ladron. En la llaga del pie izquierdo, to
Ruperto Abad, c. 2 o, dice que dos sus deudos, parientes, amigos,
hallarse presente á la Misa, es ha bienhechores, y todos los que se
llarse presente á las exequias de habian encomendado en sus oracio
Cristo nuestro Redentor. Luego nes. La llaga del costado reserva
se hace la consagracion, en que ba para sí, y allí se entraba y aco
consiste, y se ofrece este sacrificio gia él: In foraminibus petra, in ca
de la Misa por todos aquellos de verna maceriae; Cantic. 1, v. 14; pi.
quien en el memento se ha hecho diendo á Dios perdon de sus peca
mencion. dos, y remedio de sus necesidades
Pues digo, que la mejor devo y miserias. Y asi ofreeia este sacri
cion que uno puede tener en ella, ficio por todas estas cosas, y por
es ir atendiendo á lo que el sacer cada una de ellas, como si por sola
dote dice y hace, é ir haciendo ella le ofreciera. Ofreciéndole siem
con él en cuanto puede, lo que él pre en particular, por aquella per
hace, como persona que es parte en sona ó personas por quien decia la
tan grande negocio, como allí se Misa por obligacion ó devocion,
trata y se celebra. Y cuando el sa con voluntad de que se le aplicase
448 Tratado octavo, cap. XV.
de aquel santo sacrificio, toda la ofrecer cada uno á Dios este sacri
parte que se le debia, sin que fuese ficio por estas tres cosas, no solo
defraudado en nada por los demas por sí mismo, sino tambien por
á quien lo aplicaba. De la misma los prójimos, ofreciéndole, no so
manera hacia el memento de los lo por los beneficios que él ha re
difuntos, ofreciendo aquel sacri cibido, sino tambien por las mer
ficio, lo primero, por la persona ó cedes tan grandes que ha hecho y
personas por quien particularmen cada dia hace á todos los hombres;
te decia la Misa. Lo segundo, por y no solo en satisfaccion y recom
las ánimas de sus padres y parien pensa de sus pecados, sino de todos
tes. Lo tercero, por los difuntos de los pecados del mundo; pues basta
su Religion. Lo cuarto, por sus y sobra para satisfacer y aplacar
amigos, bienhechores, enconen por todos ellos al Padre Eterno. Y
dados, y por todos aquellos á quien no solo para pedir remedio de las
tenia alguna obligacion. Lo quin miserias y necesidades propias y
to, por las ánimas que estan mas particulares, sino de todas las de
desamparadas, que no tienen quien la Iglesia. Y en esto se conforma
haga bien por ellas, y por las que uno mas con el sacerdote, que lo
estan en mas graves penas y en hace asi; fuera de que la caridad y
mayor necesidad, y por las que es zelo de las almas pide, que no solo
tan mas cerca de salir del purga tenga uno cuenta con su particular,
torio, y por las que sería mayor sino con el bien comun de la Igle
caridad y servicio de Dios ofre sia, y generalmente es bueno ofre
cerle. Asi habemos de hacer noso cer este sacrificio por todo aquello
tros; de esta ú otra manera, como que Cristo le ofreció estando en
cada uno mejor se hallare. Y parti la cruz. Y será bueno ofrecernos
cularmente habemos de ofrecer este tambien á nosotros mismos junta
sacrificio por tres cosas, que entre mente con Cristo en sacrificio al
otras muchas nos tienen muy obli Padre Eterno, cada dia en la Mi
gados y cercados por todas partes. sa, por estas mismas cosas, sin que
La primera, en hacimiento de gra dar nada en nosotros que no se lo
ofrezcamos. Porque aunque es ver
cias por los beneficios tan grandes
que habemos recibido de la mano dad, que son de muy poco valor
de Dios, asi generales, como par nuestras obras de suyo; pero teñi
das en la sangre de Cristo, y en
ticulares. La segunda, en satisfac
cion y recompensa de nuestros pe union de sus meritos y Pasion, se
cados. La tercera, para pedir re rán de mucho valor, y agradarán
medio de nuestras necesidades y mucho á Dios.
flaquezas, y alcanzar nuevas mer S. Crisóstomo (a) dice, que
cedes del Señor. Y es muy bueno la hora en que se ofrece este divi

(a) Chrysost. hom. 2 de incomprehensib. Dei natura.


De la sagrada comunion. 449
no sacrificio, es el tiempo mas pero espiritualmente sí. Pues esta
oportuno que hay para negociar con sea la tercera devocion de la Misa,
Dios. Y que los Angeles tienen esta que es muy buena y muy prove
por una suavísima coyuntura para chosa, que cuando comulga el sa
pedirle mercedes en favor del géne cerdote sacramentalmente, comul
ro humano, y que claman allí con guen tambien espiritualmente los
grande ahinco por nosotros á Dios, que se hallan presentes. Comulgar
por ser el tiempo tan acomodado. espiritualmente, es tener un deseo
Y asi dice, que estan alli escuadro grande de tomar este Santísimo Sa
nes celestiales de Angeles, de Que cramento, conforme aquellas pala
rubines y Serafines, arrodillados bras de Job: c. 31, v. 3: Si non dixe
con gran reverencia ante la Mages runt viri tabernaculi mei: (Id est bo
tad de Dios, y que luego en ofre ni Christiani, 85 timorati) Quis det
ciéndose este sacrificio, van volan de carnibus ejus, ut saturemur ? Asi
do estos correos celestiales, para como el goloso se le van los ojos
que las carceles del purgatorio se tras la golosina, asi al siervo de
abran, y se ejecute lo que alli se ha Dios se le han de ir los ojos y el
despachado. Y asi es razon que no corazon tras este divino manjar.
sotros sepamos estimar esta coyun Y cuando el sacerdote abre la bo
tura, y aprovecharnos de tan bue ca para consumir, ha de abrir él la
na ocasion, y que vamos á la Mi boca de su ánima con un deseo
sa á ofrecer este divino sacrificio grande de recibir aquel divino
con grande confianza, que por me manjar, y estarse saboreando en
dio de él aplacarémos la ira del Pa aquello. De esta manera Dios satis
dre Eterno, y pagarémos las deu fará el deseo del corazon con au
das de nuestros pecados, y alcanza mento de gracia y de caridad, con
rémos los dones y mercedes que le forme á aquello que él promete por
pidieremos. el Profeta: Psal. 8o, v. II. Dilata
- La tercera devocion pertenece os tuum, 83 implebo illud.
particularmente á la tercera parte Pero nota aqui el concilio Tri
de la Misa, que es desde el Pater dentino, sess. 13, c. 8, que para que
noster hasta el fin, donde el sacer el deseo de recibir este Sacratísimo
dote consume; y las oraciones que Sacramento sea comunion espiri
se dicen despues de la comunion, tual, es menester que nazca de fe
todas son un hacimiento de gra viva, informada de la caridad.
cias por el beneficio recibido. Pues Quiere decir, que es menester que
lo que han de hacer entonces los el que tiene este deseo, esté en cari
que oyen la Misa, es ir tambien en dad y gracia de Dios; porque en
esto con el sacerdote, en cuanto tonces consigue este fruto espiri
pudieren. No podemos comulgar tual, uniéndose mas con Cristo:
en cada Misa sacramentalmente; pero en el que estuviese en pecado
TOMO I I,
29
45o Tratado octavo, cap. XV.
mortal, este deseo no seria comu mas, tiene otro privilegio particu
nion espiritual, antes si desease co lar, que no tiene la sacramental, y
mulgar estando en pecado, pecaria es que se puede hacer mas veces,
mortalmente: Y si lo desease sa porque la sacramental hacese una
liendo primero de él, aunque seria vez en la semana, ó cuando mu
buen deseo, no seria comunion es cho una vez cada dia: pero la es
piritual: porque como no está en piritual puedese hacer no solamen.
gracia, no puede recibir el fruto de te cada dia, sino muchas veces al
ella. De manera que es menester dia. Y asi tienen muchos esta loa
estar en gracia de Dios, y tener en ble devocion de comulgar espiri
tonces ese deseo es comulgar espi tualmente, no solo cuando oyen
ritualmente; porque por ese deseo Misa, sino cada vez que visitan
de recibir este Santísimo Sacra el Santísimo Sacramento, y otras
mento, participa de los bienes y VeCeS.
gracias espirituales que suelen par Y es bueno el modo de comul
ticipar los que le reciben sacra gar espiritualmente que usan algu
mentalmente. Y aun puede ser, que nos siervos de Dios, el cual pon
el que comulga espiritualmente, dremos aqui, para que se pueda
reciba mayor gracia, que el que aprovechar de él el que quisiere.
comulga sacramentalmente, aun Cuando oís Mísa, ó cuando visi
que comulgue en estado de gracia; tais el Santísimo Sacramento, ó
porque aunque es verdad, que la cada vez y cuando que quisiereis
comunion sacramental de suyo es comulgar espiritualmente, desper
de mayor provecho y de mayor tad vuestro corazon con afectos y
gracia, que la espiritual, porque al deseos de recibir este Santísimo
fin es Sacramento, y tiene privile Sacramento, y decid: O Señor,
gio de dar gracia ex opere opera quien tuviera la limpieza y puri
to, lo cual no tiene la comunion dad que es menester para recibir
espiritual; pero con tanta devo dignamente tan gran huesped! ¡0
cion, reverencia y humildad pue quien fuera digno de recibiros cada
de uno desear recibir este Santísi dia, y teneros siempre en sus entra
mo Sacramento, que reciba con ñas! ¡O Señor, qué rico estuviera
eso mayor gracia, que el que yo, si os mereciera recibir y traer
le recibe sacramentalmente, no á mi casa, qué dichosa fuera mi
con tanta disposicion. Y mas, hay suerte Pero no es necesario, Señor,
otra cosa en esta comunion espiri venir Vos á mí sacramentalmente
tual, que como es secreta y no la para enriquecerme, queredlo Vos,
ven los demas, no hay ningun peli Dios mio, que eso bastará, man
gro de vanagloria de los circuns dadlo Vos, Señor, y quedaré justi
tantes, como le hay en la comunion ficado. Y en testimonio de esto, de
sacramental, que es pública. Y cid con el Centurion: Domine non
De la sagrada comunion. 451
sum dignus, ut intres sub tectum cada dia le dijese Misa. Pareció
meum, sed tantium dic verbo, et sa le bien este remedio, y asi se con
nabitur animamea: Matth. c. 8, v. 8. certó con un sacerdote, y los dos
Señor mio Jesucristo, yo no soy se fueron á vivir á una buena forta
digno que vos entreis en mi mora leza que tenia en el campo, donde
da, mas decidlo Vos, que con vues habiendo un año que por medio de
tra sola palabra, mi ánima será sa esta santísima devocion vivia en
na y salva. Si mirar la serpiente sosiego, acaeció, que un dia le
de metal, bastaba para sanar los he pidió licencia su capellan para ir
ridos; Num. 2 1, v. 9; tambien basta á celebrar una fiesta á un pueblo
rá el miraros con viva fe, y con allí vecino con un clérigo ami
ardiente deseo de recibiros. Y será go suyo. El caballero dió la licen
bueno añadir la antífona: 0 sacrum cia, con intencion de ir allá á oir
convivium, etc. y el verso: Panem Misa, y hallarse en la fiesta; pero
de Caelo, etc. con la oracion del por cierta ocasion se detuvo de mo
Santísimo Sacramento. do, que era ya medio dia cuan
do vino á salir de su fortaleza mu
CAPÍTULO XVI. congojado, pensando no hallar Mi
sa; y molestado de su antígua ten
De algunos ejemplos acerca de la tacion, yendo asi fatigado, en
devocion de oir Misa, y decirla contróse con un labrador que ve
cada dia, y la reverencia con nia del lugar, el cual le certificó,
que habemos de estar que eran ya acabados los oficios
en ella. divinos. Recibió de esto el caba
llero tanta pena, que comenzó á
El Papa Pio Segundo, y Sabe maldecir su ventura, y á decir: que
lico, (a) cuentan, que en la pro pues aquel dia no habia oido Misa,
vincia de Histria, que confina se tenia ya por perdido. El labra
con Pannonia, y Austria, vivia un dor le dijo, que no se fatigase, que
devoto caballero, el cual era mo él le vendería la Misa, y lo que
lestado de una grave tentacion de delante de Dios habia merecido con
ahorcarse, y algunas veces estuvo ella: al caballero le agradó esto, y
en puntos de hacerlo. Andando con asi se concertaron en que le diese
esta penosa tentacion, descubrióse una ropa que traia vestida, la cual
á un hombre Religioso, letrado, y él dió de buena voluntad, y con es
temeroso de Dios nuestro Señor, to se partió el uno del otro. Con
pidiéndole consejo: el cual despues todo eso quiso el caballero llegar
de haberle confortado y consola al pueblo á hacer oracion en la
do mucho, le dijo que tuviese iglesia: hízolo así, y poco despues
en su compañía un capellan que volviéndose á su casa, llegando al
(a) Pius II in sua Cosmographia in descriptione Europae.
452 Tratado octavo, cap. XVI.
lugar de la simonia, vió que el la que su page le habia dicho, aunque
brador se habia ahorcado de un ar es verdad que no lo acabó de creer,
bol, permitiéndolo asi Dios, en sino que quedó dudoso, con todo
castigo de su pecado: quedó atóni eso se determinó de hacer matar
to, y dió gracias al Señor, porque á aquel page secretamente, y sa
le habia á él librado; y confirmóse liendo aquel dia á pasearse á caba
mas en su devocion, y desde enton llo, pasó por donde habia un hor
ces quedó libre de la tentacion, aun no de cal que se estaba cociendo,
que vivió muchos años. llamando á parte los hombres
Leese en las crónicas de san que le daban fuego, les mandó,
Francisco, part. 2, lib. 8, cap. 28, de que á un criado de camara que
Santa Isabel, reina de Portugal, él les enviaria alli con un reca
y sobrina de santa Isabel reina do, diciendo: si tenian hecho lo
de Ungria, que entre otras grandes que el Rey les habia mandado, le
virtudes que tenia, una era, ser muy arrebatasen luego, y le echasen
piadosa y compasiva de los po dentro del horno de la cal: de mo
bres y enfermos, y amiga de so do que alli luego muriese, porque
correrlos. Y asi se dice de ella, que convenia asi á su servicio. Venida
ningun pobre le pidió, que no le pues la mañana siguiente, mandó
socorriese. Y fuera de esto tenia el Rey al page de la Reina, que
mandado á su limosnero, que á nin fuese con este recado al dicho
guno se negase limosna. Teniendo horno para que aquellos hombres
pues esta santa Reina un page ó pusiesen en ejecucion lo que él les
criado de cámara, de quien se servia habia mandado, y asi muriese : mas
en la distribucion de estas limos nuestro Señor, que nunca falta á
nas y obras de piedad, por ser vir los suyos, y vuelve por los que es
tuoso y de buenas costumbres; tan inocentes y sin culpa, ordenó,
aconteció, que otro page de la ca que pasando este mozo por una
mara del rey D. Dionisio, su ma iglesia, tañesen la campanilla del
rido, y muy privado suyo, viendo alzar, en una Misa que entonces
la privanza que el otro page tenia estaban diciendo, y entrando den
con la Reina, por envidia que tu tro, estuvo hasta que se aeabó esta
vo de él, y por caer en gracia del Misa, y otras dos que se comen
Rey, le quiso poner mal con él, zaron luego, una en pos de otra.
afirmándole, que la Reina le tenia En este tiempo, deseando el Rey
mala aficion. Y como el Rey vivia saber si era ya muerto, acertó á
no muy honestamente, inducido ver al otro page de camara, que
por el demonio, traia consigo al era el que le habia acusado y le
gunos descontentos, y tenia alguna vantando el falso testimonio delan
desconfianza de la Reina su mu te del Rey, al cual envió muy de
ger. Por lo cual espantado de lo prisa al horno á saber si se habia
De la sagruda comunion. 453
hecho lo que él habia mandado. Y y en la fidelidad y virtud del buen
llegado que fue con el recado, co criado; y asi echó de sí la imagi
mo este conforme á las señas era el nacion mala que contra ella te
Illa.
que el Rey les habia dicho, arreba -

taronle luego los hombres, y atan En el Prontuario (b) de ejem


dole le echaron vivo en el horno. plos se cuenta, que en un pueblo
En este interin, acabando el otro vivian dos oficiales de un mismo
mozo inocente y sin culpa de oir oficio, y el uno tenia muger, hijos
sus Misas, fue á dar el recado del y familia, con todo eso era tan
Rey á los que cocian el horno, di devoto de oir Misa cada dia, que
ciendo: si habian cumplido lo que por ninguna cosa la dejaba: y así
su Señor les habia mandado; y res le ayudaba nuestro Señor, y le iba
pondiendo ellos, que si. él se vol bien en su oficio, y le multiplica
vió con la respuesta al Rey, el cual ba su hacienda. El otro por el con
asi como le vió, quedó como fue trario no teniendo hijo ninguno,
ra de sí, viendo y considerando, ni criado, sino solo su muger,
que habia acontecido este negocio siempre trabajaba de dia y de no
muy al contrario de como él lo ha che, y aun en los mismos dias de
bia ordenado y mandado. Y vol fiesta, y oia Misa muy pocas ve
viéndose al page, le comenzó á re ces, y nunca salia de miseria, si
prender, preguntándole ¿dónde no que padecia mucha necesidad
se habia detenido tanto ? Entonces y pobreza. Viendo pues este que al
el criado dando cuenta de sí, le otro le iba tan bien, haciéndose
respondió: Señor, yendo yo á cum un dia encontradizo con él, le pre
plir el mandato de vuestra Alteza, guntó, ¿qué de donde le venian
acerté á pasar junto á una iglesia tantos bienes, y sucedia tanta ga
en donde estaban tañendo la campa nancia? ¿Que con tener él tanta fa
nilla de alzar, y entrando dentro milia de hijos y muger, nunca le
á oir aquella Misa hasta el cabo, y faltaba lo necesario, sino que siem
antes que aquella se acabase, co pre tenia bastantemente lo que ha
menzaron otra y otra, y asi aguar bia menester; y él siendo solo con
dé hasta que se acabaron todas; su muger, y trabajando mas, siem
porque mi padre me dejó por ben pre vivia en necesidad y pobre
dicion antes que muriese, que á to za? A esto respondió él, que te
das las Misas que viese comenzar, nia devocion de oir cada dia Mi
estuviese hasta el fin. Entonces vi sa, diciendo: que él le mostraria
no el Rey á caer por este juicio de el dia siguiente el lugar donde ha
Dios en la cuenta de la verdad, y llaba aquella ganancia; y venida
en la inocencia de la buena Reina, la mañana, se fue por casa del
º -

(a) Promptuar. exemplor. verb. Mis. 83 in vit. Patrum. Et Surius in


vita S. Joan.Eleemosynar.
454 Tratado octavo, cap. XVI.
otro, y le llevó consigo á la igle de oir primero Misa, y cumplír
sia, y acabada de oir la Misa, le con el precepto, y el otro no. Yen
dijo que se volviese á su casa á do pues juntos su camino, comen
trabajar. Lo mismo hizo el segun zó á revolverse el tiempo, y turbar
do dia, y las mismas palabras le se el aire, de modo que parecia
dijo. Pero al tercero dia, volvien que el cielo se queria venir á bajo,
do otra vez á su casa para llevarle y hundir el mundo con los gran
consigo á la iglesia, le dijo el otro: destruenos que comenzaron, y mu
Hermano, si yo quisiese ir á la chos relámpagos que venian á toda
iglesia, no he menester que vos me priesa con grandes señales de mu
lleveis allá, que bien sé el camino: cha agua; y entre estas y estas, se
lo que yo deseaba saber de vos, era oyó en el aire una voz: la cual
el lugar donde habeis hallado tan oyeron los mismos mozos, que de
buena comodidad para enriquecer, cia: Dale, hierele. Quedaron con
y que me llevasedes allá, para esta voz atemorizados; pero prosi
que yo tambien me pueda hacer ri guiendo su camino, al mejor tiem
co. Entonces respondió él, dicien po, cuando no se cataron, cayó un
do: Yo no sé ni tengo otro lugar rayo, y mató al desdichado mozo,
de donde busque el tesoro del cuer que aquel dia no habia oido Misa.
po, y el premio de la vida eterna, Fue tan grande el espanto y asom
sino es en la iglesia. Y para confir bro que le dió al otro, que quedó
mar esto, dijo: ¿Por ventura no ha como fuera de juicio, sin saber lo
beis oido lo que el Señor dice en el que habia de hacer: mayormente
Evangelio: buscad primero el rei que estaba ya cerca del puesto don
no de los cielos y su justicia, y de iban á cazar. Finalmente pasó
todas las demas cosas se os darán adelante, y prosiguió su camino,
por añadidura? Oyendo esto el buen y oyó otra voz que dijo: Hierele,
hombre entendió el misterio, y ca hierele á ese. Quedó el pobre muy
yó en la cuenta, y compungido de atemorizado con esta voz, acordán
su pecado, enmendó su vida, ha dose de lo que habia pasado con su
ciéndose desde luego muy devoto, compañero: mas oyóse otra voz en
y oyendo de alli adelante su Misa el aire, que dijo: no puedo, por
cada dia; y asi le comenzó á ir que ha oido hoy el Verbum caro fac
bien, y suceder prosperamente en tum est; entendiendo por esto, que
todos sus negocios. habia oido Misa, porque al fin de
Cuenta S. Antonino de Floren ella se suele decir el Evangelio de
cia, 2 part. l. 1 gal. tra. 8, c. 1 o, $ 2, S. Juan, donde estan estas pala
que saliendo un dia de fiesta de una bras. Y de esta manera se escapó
ciudad dos amigos mancebos, pa aquel mozo de aquella tan terrible
ra irse á holgar al campo á cierta y repentina muerte.
caza, el uno de ellos tuvo cuidado De S. Buenaventura se lee, re
De la sagrada comunion. 455
fertur in ejus vita, que consideran - mente le dijese lo que se decia,
do la Soberana Magestad de Dios, respondió el siervo de Dios: Asi es
que está en el Santísimo Sacramen Señor, que porque sus Altezas me
to del altar, y su gran vileza, y te han puesto en cosas tan arduas, y
miendo que no recibia al Señor encomendado carga que es sobre
con la disposicion que convenia, todas mis fuerzas, no tengo otro
estuvo muchos dias sin llegarse al refugio para no dar con la carga
altar, y un dia oyendo Misa, al en el suelo, sino llegarme cada dia
tiempo que el sacerdote partia la al Santo Sacramento, porque con
hostia, una parte de ella se vino á eso pueda tener fuerzas para salir
él, y se le puso en la boca. Y ha al cabo, y dar cuenta de lo que sus
ciendo gracias al Señor por este Altezas me han encomendado.
tan incomparable beneficio, (c) en De S. Pedro Celestino, que
tendió, que con él le queria ense despues fue Papa, cuenta Surio, in
ñar, que gusta mas Dios de los que vita ipsius tom. 3, que poniéndose
con amor y entrañable afecto se él una vez á considerar, por una
llegan á él y le reciben, que no de parte la Magestad grande del Se
los que por temor se apartan y de ñor que está en el Santísimo Sa
jan de recibirle, como despues el cramento, y por otra su vileza é
mismo Santo lo escribió. Y lo mis indignidad: y acordándose de san
mo escribió santo Tomás 3 p. q. Pablo primer hermitaño, san An
8o, art. 1 o ad 3. tonio, san Francisco y otros San
Del santo fray Hernando de tos, que no se habian atrevido á
Talavera, primer Arzobispo de ejercitar el santo misterio de la
Granada, se cuenta, que estando en Misa, y comunion cotidiana, es
la Corte ocupado en muchos y tuvo dudoso y perplejo sobre la
muy graves negocios del reino, frecuencia en esto, y abstuvose al
como sus emulos, que eran mu gunos dias con el temor, temblor
ehos, no hallasen otra cosa en que y reverencia de tan grande Señor,
le poder acusar, murmuraban al con determinacion de ir á Roma á
gunos, porque decia cada dia Mi consultar al Papa sobre esto, si le
sa, maravillándose de él, que te seria mejor abstenerse de celebrar
niendo tantos y tan arduos nego del todo, ó algun tiempo. Y yendo
cios sobre sí, se hallaba tan dispues con este intento, en el camino se le
to, y con ánimo reposado y quie apareció un santo Abad ya difun
to para celebrar cada dia, como si to, el cual le habia dado el hábito
estuviera en el monasterio. Y co
de monge, y le dijo: ¿quién, ó hi
mo el Cardenal de España, y Ar jo, aunque sea Angel, es digno de
zobispo de Toledo, D. Juan Gon este misterio ? Pero con todo eso
zalez de Mendoza, un dia familiar-s aconséjote, que con temor y reve
... tº -

(c) Bonav. in tract. de Exercitiis spirit. qui Fasciculas inscribitur, c. 7.


456 Tratado octavo, cap. XVI.
rencia celébres fruecuentemente. Y S. Crisóstomo, lib. 1 de Sacer
luego desapareció. dot., dice, que por el tiempo que el
Cuenta S. Gregorio, (d) que sacerdote celebra, asisten los An
poco antes de su tiempo acaeció geles, y que en honra del que allí
que un hombre fue preso y lleva es ofrecido, el altar está rodeado
do cautivo de los enemigos á muy de Angeles. Y dice, que oyó con
lejas tierras, donde estuvo mucho tar, á una perona fidedigna, que un
tiempo aprisionado, sin saber ni viejo, gran siervo de Dios, habia
tener nuevas algunas de él. Como visto de repente descender gran mul
su muger despues de tan largo titud de Angeles, y estar él rodea
tiempo no supiese de él, creyó ser do de ellos, vestidos de tan resplan
ya muerto, y asi como á tal hacia decientes ropas, que su claridad no
cada semana decir Misas y sacri se podia mirar; tan humillados co
ficios por su ánima. Y era nuestro mo están los soldados delante de
Señor servido que todas las veces su Rey. Y asi lo creo yo, dice el
que las Misas se decian por él, se glorioso S. Crisóstomo, porque
hallaba el pobre cautivo libre de al fin donde está el Rey, está la
sus prisiones. Aconteció pues, que Corte. Y S. Gregorio, lib. 4 dial.
no mucho despues de esto, salió el c. 3o, dice: Quien duda sino que en
hombre del cautiverio, y volvió á aquella hora en que se ofrece este
su casa libre: y como entre otras sacrificio, á la voz del sacerdote
cosas contase á su muger esta ma se abren los cielos, y bajan junta
ravilla, y espantado y admirado mente con Cristo aquellos cor
de que en ciertos dias y horas de tesanos del Cielo, y está todo aque
cada semana se le quitaban las pri llo cercado de Coros de Angeles,
siones, como está dicho: haciendo que como buenos cortesanos es
la muger la cuenta, halló que era tan acompañando á su Rey. Y asi
en los mismos dias y horas que declaran muchos Santos aquello de
ella hacia ofrecer el sacrificio, y san Pablo, 1 ad Cor. c. 1 1, v. 2o,
decir las Misas por él. Y añade S.
que mandando, que las mugeres es
Gregorio: De aqui podeis herma tuviesen en la iglesia cubiertas las
nos colegir, cuanta fuerza tendrácabezas, da la razon: Propter Ange
para deshacer las prisiones y atalos: Por amor de los Angeles. Por
duras del ánima este sacrificio que por estar alli el Santísimo Sa
ofrecido por nosotros. El venera cramento, dicen que hay alli Ange
ble Beda cuenta otro ejemplo se les que le reverencian y respe
mejante. (e) -
tan. San Nilo (f) escribe del mis

(d) Gregor. hom. 37 super Evang, 83 l. 4 Dial. c. 57; (e) Beda, l. 4 histo,
Anglic. c. 2 1,85 s 2: Es Titelman. Bredembrac, l. 1 coll. sacrarum, c. 4 (
Nilus in epistol. ad Anastasium Episcop. in Bibl. Sanct. Patrum. Etrefert
etiam Turrian. tract. 2 de Euchar. c. 2.
De la sagrada comunion. 457
mo S. Juan Crisóstomo, que fue no sientes la vecindad de aquellos
su maestro, que cuando entraba en escuadrones celestiales de Queru
la iglesia, veia gran multitud de bines, Serafines, etc. que asisten
Angeles vestidos de blanco, los ante aquel gran Señor de los cie
pies descalzos, y encorvados sus los y tierra? Y asi dice: Estad her
cuerpos, por la gran reverencia, manos en la iglesia con gran silen
con sumo silencio, y como asom cio, con temor y temblor. Mirad
brados de la presencia de Jesu de la manera que están los criados
Cristo nuestro Dios y Señor en de un Rey delante de él, que mo
este Sacramento. Conforme á esto, destos y serenos, con cuanta reve
dice el glorioso Crisóstomo , lib. rencia; no hay quien allí se atreva
3 de Sacerdot., cuando te hallas á hablar una palabra, ni á volver
delante de este divino Sacramen los ojos de una parte á otra; y apren
to, no has de pensar que estás entre ded de aqui de la manera que ha
hombres en la tierra : ¿por ventura beis de estar delante de Dios.

-3 tºdº
Ñ D CE

DE LAS COSAS MAS PRINCIPALES QUE SE CON


TIENEN EN ESTA SEGUNDA PARTE.

Abstinencia. gioso de ocuparse en negocios


En que consiste la virtud de la de parientes, 331, et seq.
templanza. Pag 96. No es causa de esto decir, que
De que manera se ha de tomar el ya ha pasado por la obedien
sustento del cuerpo, 42. cia, 225, 332, 333.
Adonde lleva á uno la gula, 4o, 41. Algunos ejemplos con que se
La abstinencia grande del Abad confirma lo dicho, 333, et seq.
Palemon. Y un medio muy bue La aficion á parientes suele hacer
no para ella, 394. á algunos que hurten de la Reli
La abstinencia que tenia una Santa gion para socorrerlos. Y cuanto
cuando comulgaba, 42o. suele cegar esta aficion, 335.
Por nombre de ayuno se entiende Aunque uno no hurte á la Reli
todo género de penitencia, 1. gion sino el tiempo que gasta en
negocios de parientes, es mu
Aficion á parientes. cho, 335, 336.
Con que amor se deben tomar los Como nos enseñó Cristo nuestro
parientes, 32 1, 322. Redentor el desvio de parientes,
Cuanto le importa al Religioso con palabras y ejemplos, 336,
huir el trato y conversacion de et seq.
parientes, y escusar sus visitas,Los parientes son nuestros enemi
y las idas á su tierra, 32 2, et gos, y les habemos de tener un
seq. 332. Aunque sea con título odio santo, como á nosotros mis
de predicar, 329, et seq. Y el mos, 336, 337.
ser visitado de ellos, 327, 328. Como se suele disfrazar esta tenta
Y la comunicacion por cartas, cion con título, no solo de pie
328, 329. dad, sino de obligacion, y el re
Cuando los parientes, ó seglares medio para esto, 338, et seq.
piden semejantes cosas, en ma Lo que puede uno hacer con los
nos del particular está el desha estraños muchas veces, no con
cerlo, 324, 325, 326. viene hacer con los parientes,
Hase de guardar mucho el Reli 338, 339.
que se contienen en esta segunda parte. 359
Cuando fuese menester ayudar uno perseverancia, 341, 342.
en algo á sus parientes, es me Medios para andar alegre, y vivir
jor y mas seguro hacerlo por bien, 343 et seq. Estar indife
medio de otro, 339. rente para todo, y poner su con
Lejos estan del espíritu de Reli tento en hacer la voluntad de
giosos los que quieren ó pro Dios, 335, 336. Tener morti
curan, que sus padres y parien ficadas las pasiones, 34, 55.
tes sean mas de lo que fueran, si No han de bastar las culpas ordi
ellos no fueran Religiosos, 339, narias para quitarnos esta ale
gria, 342, 343.
Agradecimiento. La verdadera alegria está en el co
Cuan bueno y provechoso sea, razon, 95, 96, 2 6 1.
374, et seq. Cual ha de ser la alegria esterior
En que consiste, 26o. de los siervos de Dios, 34o,
Tres maneras de agradecimiento, 345.
y cual es el mejor, 384, 385, Vease verbo tristeza.
425.
Cada uno ha de agradecer los be Amar á Dios.
neficios, como si à él solo se En esto consiste la perfeccion, 16,
le hicieran, 31 4, 384. 84.
Cuanto estima el Señor, que sea Lo que nos moverá á amar á Dios,
mos agradecidos á sus benefi 382, 428.
cios, 251, 252, 384. Habemos de mostrar á Dios el amor
El pedirnos este agradecimiento, con obras que sean costosas, 382,
es por nuestro mayor bien, 393. 384.
La gratitud nos hace dignos de En ofrecernos y resignarnos del
nuevos beneficios: la ingrati todo en las manos de Dios, se
tud indignos, 385. muestra mucho el verdadero
amor, 384.
Alegria. El amor hace las cosas fáciles, 62.
Convienenos mucho andar siem et seq.
pre con alegria en el servicio de El amor es fuerte como la muerte,
Dios, porque asi lo quiere él, 65, 66.
338, 339. Redunda en mucha
honra y gloria suya, 34o. En Amor de Dios con los hombres.
provecho y edificacion de los Cuan grande fue, 289, 355, 372,
prójimos, y abono de la virtud, 377, 387, 399.
ibid. Porque se llama esceso de amor,
La alegria da fuerzas para obrar, 38o, et seq.
hace la obra de mayor meri Como nos mostró el amor con
to y valor, da esperanzas de obras, y muy costosas, 388.
(46o Indice de las cosas mas principales,
en este divino Sacramento, 399
- Angel. & seq.
Cual fue el pecado de los Angeles, Este es el mas escelente de los Sa
228, 229. cramentos, y el que mayores
Cada uno trae consigo un Angel de gracias y efectos obra en las
guarda, y tambien un demonio, almas, 398, 399.
que lo incita á mal, 299 et Porque se llama Eucaristia, y Co
seq. munion, 4o6.
Los Angeles interceden por noso Pide grande preparacion, y cuanto
tros, 448, 449. nos importa á nosotros ir bien
Beneficios. Verb. Agradecimiento. preparados, 4o6.
La limpieza y puridad que pide,
Carne. no solo de pecados mortales, si
Cual quedó despues del pecado, no tambien de veniales é im
7, 8 perfecciones, 4o9, & seq.
Es el mayor enemigo que tenemos, Ejemplo raro de un sacerdote,
Io, 12 et seq. 13 et seq. que se atrevió á celebrar en pe
De ella nacen las tentaciones, 265, cado mortal, 4o5, 4o6.
266. En que consiste la devocion actual
La propia voluntad es causa y con que dicen losSantos: hemosde
raiz de todos los pecados, y llegará comulgar; y algunas con
del infierno, 1 o9. sideraciones para despertar en no
Entregar á uno á este enemigo, es sotros esos afectos, 41 1 & seq.
uno de los mayores castigos de Es buena preparacion considerar
Dios, y de las mayores señales algun paso de la Pasion, 414.
de su ira, 1 1 et seq. Otras consideraciones y puntos
Mortificando la carne se vencen los para prepararnos, 4 1 4, 415.
demonios, 18. Una preparacion muy facil, y de
mucho provecho y consuelo, 4 16.
Comunion. Es menester tomar algun tiempo pa
Cuan inestimable beneficio. fue la ra prepararse, 4 16, 417.
institucion de este divino Sacra Otra preparacion principal, que es
mento, 395 et seq. el concierto de la vida, 447.
Como nos declaró en esto el Señor Como habemos de hacer el haci
el grande amor que tenia á los miento de gracias despues de la
hombres, 396 & seq. 248. comunion, y en que se ha de em
Cuanto resplandece aqui la humil. plear aquel tiempo, 417 & seq.
dad de Cristo nuestro Reden Otras consideraciones provechosas
tor, 426. para despues de la comunion,
Las cosas maravillosas que la fe nos 419, 42o. -

enseña que habemos de creer Cual ha de ser la composicion de


que se contienen en esa segunda parte. 461
el lugar en estas consideraciones, Es efecto propio de este Sacramen
42 O. to transformar al hombre en
Como nos habemos de ocupar des. Cristo, haciéndole semejante á
pues de la comunion, en ofrecer él. Y este fruto principalmente
nos enteramente en las manos de hemos de sacar de la sagrada
Dios. Y este ha de ser uno comunion, 425 & seq.
de los principales frutos que ha Una señal muy principal de ser
bemos de sacar de la comunion, el alma transformada en Dios,
42o, 42 I. 426.
Hemonos de ejercitar en aquel Que está en nuestra mano comulgar
tiempo en los actos de algunas bien, sacar mucho fruto de la
virtudes, especialmente en aque comunion, y por donde se ha de
llas de que cada uno tiene mas medir esto, 43 I. -

necesidad, 42 1, & seq. La obligacion que nos pone el ha


Como habemos de ir descendiendo ber comulgado, para andar con
á otras cosas mas particulares, certados, 427, 43o, 431.
procurando en cada comunion La consideracion de que se ayuda
mortificarnos en algo, y ofre ba una Santa para esto, 427.
cer eso en hacimiento de gra Qué es la causa de no sentir algu
cias, 433, 434, 435. nos tanto fruto con la frecuen
Cuan mal hacen los que dejan per cia de este Sacramento, 423 &
der este tiempo, y una cosa par seq. -

ticular que nos ayudará á em Algunas veces recibe uno gran fru
plearle bien, 4 II, 41 2, 4 15. to, aunque él no lo siente, 432
Lo que hacia una Santa cuando co & seq.
mulgaba, 41 5. Es fruto y muy principal de este
Todos los efectos que obra el man divino Sacramento, preservar
tenimiento corporal en los cuer á uno que no caiga en pecados,
pos, obra espiritualmente este 422.
divino Sacramento en las almas, Mejor es llegarse ó este divino Sa
4 I 4, 42 I . cramento con amor, que abste
No solo recrea el espíritu, sino da nerse por temor, 455.
tambien fuerzas corporales, 42 I, En el trato con Dios, no ha lugar:
422. La mucha conversacion es causa
Frecuentar la comunion, es gran de menosprecio, 432, 433.
remedio contra todas las tenta Ejemplo notable para animar á co
ciones, y particularmente para mulgar bien, 435, 436.
conservar la castidad, 422 & seq. Que es comulgar espiritualmente,
El ánimo y fortaleza que hemos 449, 45o.
de sacar de la sagrada comu Para comulgar espiritualmente, es
nion, 422. re estar en gracia de Dios,
1OIC.
462 Indice de las cosas mas principales,
El que comulga espiritualmente las malas inclinaciones, 3o 1.
puede recibir mayor gracia, que Por confiar de sí, han venido mu
el que comulga sacramentalmen chos siervos de Dios á dar mise
te, aunque esté en gracia de rables caidas, 149, 15o.
Dios, ibid. El conocimiento propio no causa
Algunos bienes y provechos que desmayo, sino antes ánimo, 139,
hay en la comunion espiritual, 154 & seq.
que no hay en la sacramental, La humildad no es contraria á la
ibid. magnanimidad, antes es funda
Un modo bueno de comulgar es mento y causa de ella, 246 &
piritualmente, ibid. seq.
No es humildad algunos desmayos
Conocimiento propio. que nos suelen venir unas veces
Es la piedra fundamental de todo el acerca de nuestro aprovechamien
edificio espiritual, 277, 278. to, otras acerca de los ministerios
Es principio y fundamento nece con los prójimos, 155, 156.
sario para alcanzar la humildad, Como hemos de ir cavando, y
y tenernos en lo que somos, 1 42, ahondando en nuestro propio
I 43, I 5 I. conocimiento, comenzando del
El conocimiento propio, y el des ser corporal, 1 42 & seq.
confiar uno de sí, y confiar en Un medio muy principal para co
Dios, es muy principal medio nocerse el hombre à sí mismo, y
paraque Dios obre por él gran alcanzar la humildad, que es la
des cosas, y le haga mercedes, consideracion de sus pecados y
4o 2, 135, 154 & seq. 264, 259, miserias, 1 45 & seq.
243. El no saber uno si está en gracia ó
Para todas las cosas es remedio en pecado, es gran medio para
universal el propio conocimien andar humillado, 146.
to, I52, I 53. Que por mas que ahondemos en
La razon porque Dios hace tantas nuestro propio conocimiento, hay
mercedes y favores á los humil mas que ahondar, 153.
des que desconfian de sí, y los Cuan dificultoso es conocerse el
niega á los otros, 15o, 154, 154, hombre á si mismo, 158.
255, 3oo, 134, I 49. Que es esta mas alta, y mas pro
Cuanto estima Dios, que no estri vechosa ciencia, que cuantas han
bemos en nuestras fuerzas, ni inventado los hombres, 152,
nos atribuyamos nada, sino to 158.
do á él, 136 & seq. Como se ejercitaban los Santos en
Porque nos niega el Señor muchas este ejercicio, para venir en ma
veces sus dones, ó los dilata, y yor conocimiento y amor de
permite que duren en nosotros Dios, 128, 129, 153, 154.
7ue se contienen en esta segunda parte. 463
Otros bienes y provechos grandes Dos maneras de culpas pequeñas:
que hay en este ejercicio, 151 y cuanto importa no las hacer
& seq. 156 & seq. de propósito, 451.
Porque ama Dios tanto la humil Hacer caso de cosas pequeñas, es
dad, 1 42. señal que trata uno de perfec
Por que los Santos se tienen en tan cion, 1 o 5.
poco, y son tan humildes, y mas Cuanto mal hacen los que á los
cuanto mas Santos, 153, 138 et que son muy exactos en cosas
seq. pequeñas les dan en rostro con
Como nos habemos de ejercitar en ello. Y que no ha de dejar uno
el propio conocimiento, para no esto por el qué dirán, 51, 95.
desmayar ni desconfiar, 1 48 &
Seq. Devocion.
Cuanto conviene que no se nos pa El silencio y guarda de los senti
se dia en que no gastemos algun dos, es medio para conservar la
tiempo en esto, 158. devocion, 83,84.
Este ejercicio no es de solos prin En tiempo de devocion no se echa
cipiantes, ni es triste y melan de ver lo que es uno, 28o.
cólico, ni causa turbacion y Algunas veces se comunica el Señor
desasosiego, sino antes gran paz, mas abundantemente á los menos
quietud y alegría, 161, 16s. perfectos, y á los que han sido
Véase verbo Humildad. mas pecadores, 27 1, 272.
Véase verbo Eucharistía, Comunion,
Compañía de Jesus. verbo Misa.
Por qué se le dió este nombre, 14o.
La perfeccion grande que pide su Gracia de Dios.
instituto, 23 & seq. 27 & seq. No sabemos de cierto, si estamos
2 I O.
en gracia de Dios, 146, 147.
La causa de ser suave el gobierno Por qué quiso Dios que no se su
y modo de proceder de ella, 24, piese esto de cierto, ibid.
26, 27. - Servir á Dios con alegría, es buena
Debemos ser agradecidos á Dios, señal de estar en gracia de Dios,
que habiendo en ella cosas de su 44, 45.
yo muy dificultosas, nos las haya El hacerse á uno fácil el trabajo,
hecho faciles y suaves, 17. es señal de mucho amor de Dios,
Por qué han faltado algunos de ella, 64.
28, 29. Gustar de hablar y tratar de Dios,
es señal de amar á Dios, 1 18, 1 19.
Cosas pequeñas.
Cuanto importa no las menos pre Hablar de Dios.
ciar, 51. Nuestras pláticas y conversacio
464 Indice de las cosas mas principales.
Les han de ser de Dios, y cuan. Algunos dicen mal de sí, y no pue
to importa esto, 1 16, 1 17, 1 19 den sufrir oirlo de otros, t63.
& seq. Humillarse por ser alabados y te.
Algunos medios que nos ayudarán nidos por humildes, es gran so
á hacer esto, 1 16 & seq. berbia, 164 & seq.
El padre S. Francisco Javier ha Cuatro escalones para subir al se
cia mas fruto con las conversa gundo grado de humildad. El pri
ciones particulares, que con los mero, no desear ser honrado, an
sermones, 1 16, 1 2o. tes huirlo, 1 66. El segundo, su
frir con paciencia las ocasiones
Humildad. de desprecio que se ofrecieren,
Cristo nuestro Redentor fue el 167. El tercero no holgarnos
maestro de esta virtud, 125 & cuando somos alabados, 168 &
seq. seq. 2 I 3, 2 I 4.
Los Filósofos no la conocieron, ni El cuarto escalon es desear ser des
aun el nombre, 1 24. preciado y tenido en poco, y
La necesidad que tenemos de ella, holgarse con ello, 17o & seq.
I 25. Dos maneras de humildad: una de
La necesidad particular que de ella los que van aprovechando: otra
tienen los que tratan de ayudar de perfectos, 177 & seq.
á los prójimos, 132 & seq. La perfeccion de la humildad y
Es fundamento de todas las virtu de las demas virtudes, está en
des, 1 26 & seq. 128 & seq. ejercitar sus actos con deleite y
Ayuda para la castidad, 13o, 131 gusto, 173 & seq. 2 12.
& seq. Para conservar la claridad Cuan importante es esto para per
y union fraterna, 169. severar en la virtud, 156.
Por qué se compara á la raiz, 126. Es buena señal de haber alcanzado
No son virtudes verdaderas, sino la virtud, aun durmiendo resis
aparentes, las que no se fundan tir á la tentacion, 175.
en humildad, 1 26, 127. Como algunos Santos fingian algu
Tres grados de humildad. El pri nas faltas que no tenian, para
mero es tenerse uno en poco, y ser tenidos en poco. Y lo que
sentir bajamente de sí mismo. les movia á esto, 176 & seq.
Verbo Conocimiento propio. Dos maneras de medios para alcan
El segundo grado de humildad es zar las virtudes, 179
desear uno ser tenido de los otros Cuan eficaz y necesario medio
en poco, y holgarse de ello. 262 fue, para que seamos humildes,
& seq. 166 & seq. el ejemplo de Cristo, 179 &
Si estuviesemos bien fundados en el seq.
primer grado, no se nos haria tan Cuan grande beneficio fue, que ya
dificiles este segundo, 162 & seq. con verdad y santidad podamos
que se contiene en esta segunda parte. 465
ser semejantes á Dios, 18o & dos y estimados de los hombres,
seq. 419, 42 o. 2 18 & seq.
Será buen medio considerar bien, Como se conocerá si se huelga uno
qué cosa sea esta estima de los con la honra y estimacion pu
hombres, 182 & seq. ramente por la gloria de Dios,
El camino cierto y seguro, para y provecho de las almas, ó por
ser uno amado y estimado, es su gusto y comodidad, 1 19 &
darse á la virtud y á la humil Seq.
dad, 187 & seq. El tercero grado de humildad es
La virtud es como el almizcle, que cuando uno teniendo grandes
mientras mas le escondeis, inas virtudes y dones de Dios, y
se muestra con el olor que da, grande honra y estimacion, no
2 o 9. se ensoberbece en nada, ni se
La humildad es medio para alcan atribuye á sí cosa alguna, sino
zar la paz interior, y sin ella todo á Dios, 2 25 & seq.
nunca la tendremos, 13o, 199 Como se halló esta humildad en
& seq. nuestro Señor, 226.
No bastan consideraciones para al Como se halla en los bienaventura
canzar y conservar la humildad, dos, 226.
es menester ejercicio de ella, Declarase mas en que consiste este
195 & seq. tercero grado de humildad, 23o
Como con el oficio ó vestido ba & seq.
jo y vil que está en el cuerpo, Por qué llaman á esta humildad de
puede ganar humildad el alma, grandes y perfectos varones,
I97. - 23o, 23, 249 & seq.
Ejemplo con que se confirma lo Como podian los Santos decir con
dicho, 2 o 4 & seq. verdad, que eran mas malos
El ejercicio grande de humildad y pecadores, que cuantos ha
que tenemos en la Religion, bia en el mundo, 238 & seq.
2o 5 & seq. 2 42 & seq.
Con que espíritu y consideracion La humildad se ha con las otras
se han de hacer estos ejercicios, virtudes, como el sol con las
2 o 6. demas estrellas, 241.
Como nos habemos de ejercitar en El verdadero humilde no desprecia
la oracion, en este segundo gra á nadie, aunque le vea caer en
do de humildad, 2 o 1 & seq. pecados, 1 46, 2 52.
392. De los mismos beneficios recibi
Como se ha de traer exámen parti dos toma ocasion para humi
cular de esta virtud, 2 13 & seq. llarse mas, y andar mas temero
Como con la humildad se puede SO, 25 I, 252.
compadecer el querer ser teni Cuanto nos conviene acogernos á
ToMo II. 3o
466 Indice de las cosas mas principales.
la humildad, para suplir con La confianza que hemos de tener
ella lo que nos falta de virtud en Cristo, ibid. & seq. 368,
y perfeccion. Y para que no nos 363.
castigue y humille Dios, 257 Las armas con que nos hemos de
& seq. armar para resistir á todas las
Aborrece Dios tanto la soberbia, tentaciones, es Cristo, 369.
que para humillar á uno permite Todas nuestras obras, si tienen al
tenga tentaciones, y caiga en gun valor, es por Jesucristo, 369,
pecados veniales, y algunas ve 37o.
ces en mortales, y feos y afren Todos los bienes y dones que nos
tosos, 258 & seq. vienen, es por medio suyo, y por
Algunos ejemplos con que se con sus merecimientos, ibid.
firma lo dicho, 263 & seq.
Intencion.
Jesucristo. El fin é intencion que hemos de
La necesidad de su Encarnacion, y tener en todas nuestras obras,
Pasion, 365 & seq. 45, 46.
La obra de la Encarnacion cuan Como habemos de ir creciendo en
manifestadora es de la omnipo esta rectitud y puridad de in
tencia de Dios, 265, 364, 387. Y tencion, 214, 2 15.
de la dignidad del hombre, y del Como iba subiendo y creciendo
caudal que Dios hace de él, y en esto nuestro Padre S. Igna
amor que le tiene, 363, 396. cio, 73.
Hízose Dios hombre para redimir
nos, y para darnos ejemplo, Ira.
389, 39o. Hace parecer á un hombre furioso,
El tesoro y bienes grandes que te y aun serlo, 33 & seq.
nemos en Cristo, 462 & seq. Como venció un Filósofo la ira,
Es nuestro medianero, abogado é ihid.
intercesor con su Padre, 365 & El desasosiego con que queda el
seq. que se deja llevar de la ira, 35.
Por qué quiso que se quedasen las
señales y agujeros de las lla - Juicio temerario.
gas, despues de su Resurreccion, El que juzga á otro de alguna cul
37 I. pa, debe temer no venga á caer
To, las cosas nos es Cristo, y en la misma, 252, 253.
todas las tenemos en él ; 368,
269, & seq. Justicia original.
Por qué la Escritura atribuye á Los efectos que causaba, y cuan
Cristo innumerables nombres y llagada quedó nuestra naturaleza
títulos, ibid. por el pecado, 8 & seq.
que se contienen en esta segunda parte. 467
no el que ofrece ahora este sacri
Mentir. ficio de la Misa, es el mismo
Cuan baja y afrentosa cosa es, que ofreció aquel en la cruz, y
II O. el sacerdote que dice la Misa,
Hémonos de guardar de todo gene representa la persona de Cristo,
ro de mentiras, no añadiendo, y como ministro suyo y en su
ni encareciendo, ni hablando nombre ofrece este sacrificio,
palabras que tengan diversos ibid. & seq.
sentidos, ibid. Aunque el sacerdote que dice la
Es buen consejo no afirmar ni ne Misa sea malo, no por eso de
gar con demasiada aseveracion ja de aprovechar la Misa á
lo que uno sabe, I Io, 1 1 1. aquellos por quien se ofrece, ni
disminuye Dada de su valor,
Misericordia de Dios. 438, 439.
Es propio de Dios tener misericor amor grande que nos mostró
dia y perdonar, 388 & seq. Cristo nuestro Redentor, en
Aun con el mismo castigo mues dejarnos este sacrificio, y el te
tra Dios su misericordia, ibid. soro y riquezas grandes que en
De gran consuelo es considerar, que él tenemos, 44o & seq.
nos sufre y ama Dios, aunque La traza que inventó Dios, para
nosotros no le correspondamos que este sacrificio fuese por to
tan por entero, 355, 358. das partes acepto, agradable y
Cual se llama misericordia de Dios eficaz, 438, 44o, 441.
grande, y cual pequeña 26o, Como la fiesta del Santísimo Sa
26 I. cramento es la mayor de cuan
No quiere Dios la muerte del pe tas celebra la Iglesia de Cristo
cador, 389. nuestro Señor, 44o.
En que consiste la esencia de este
Misa. sacrificio. Y la diferencia que
Todos los sacrificios de la ley vieja hay de él, en cuanto es sacrifi
significaban el que habiamos de cio, y en cuanto es Sacramento,
tener en la ley de gracia, 436. 44 I, 442.
La Misa no solamente es memoria Todos los que oyen Misa, ofrecen
del sacrificio en que Cristo este sacrificio juntamente con el
nuestro Redentor se ofreció por sacerdote, ibid.
nosotros al Padre Eterno en la De que manera se ha de oir la Misa.
cruz, sino es el mismo sacrifi Danse tres devociones principa
cio que entonces se ofreció, y les para ello. La primera, consi
del mismo valor y eficacia, 436, derar algun misterio de la Pa
. 437. - sion, 442 & seq.
No solo es el mismo sacrificio, si Las significaciones de lo que se ha
468 Indice de las cosas mas principales.
ce y dice en la Misa, y de los vocion de oir Misa, y decirla
ornamentos del sacerdote, 443 cada dia, 45 I & seq.
& seq.
La segunda manera de oir Misa, y Modestia.
mas principal es ir juntamente En que consiste, 78.
con el sacerdote ofreciendo este El Religioso ha de traer una mo
sacrificio, y haciendo en cuan destia alegre, y una alegria mo
to pudiéremos lo que él hace, desta, 338 & seq.
444, 445. Cuan importante es la modestia y
Como han de hacer los mementos guarda de los sentidos, para
de la Misa, así los que la dicen, nuestro propio aprovechamien
como los que la oyen, 447, 448. to, 79 & seq. 85.
Tres cosas principales, por las cua Cuan necesaria, es para edificar y
les debe ofrecer este sacrificio, aprovechar á los prójimos, 78,
así el que dice, como el que oye
la Misa, 448. La modestia esterior es señal del
Es bueno ofrecer este sacrificio aprovechamiento interior: y la
por todo aquello que Cristo inmodestia esterior del vicio in
nuestro Redentor estando en la terior, 79 & seq.
cruz le ofreció, ibid. Así como lo esterior ayuda á com
Es bueno ofrecerse uno á sí mismo poner y conservar lo interior,
juntamente con Cristo cada así tambien lo interior compone
dia en la Misa por las cosas lo esterior, 86, 91.
dichas, ibid. 449. Cuan grande engaño es hacer po
Como al tiempo que el sacerdote co caso de estas cosas esteriores,
ofrece este sacrificio asiste allí diciendo que no está en eso la
gran multitud de Angeles, y perfeccion, 84, 86 & seq. 1 o 4.
claman allí á Dios por nosotros. Como podrá uno tratando con pró
Y cuan oportuno tiempo es este jimos hacerse sordo, ciego y
para negociar con Dios, y la mudo, 83.
confianza con que hemos de ir á
la Misa á ofrecer este sacrificio, Mortificacion.
449, 456. Mortificacion y oracion son dos
Los bienes particulares de que go medios de los mas principales
zan los que oyen Misa, 447. para nuestro aprovechamiento,
La reverencia con que se debe es y han de andar juntos, 1 & seq.
tar en la Misa, 456. La mortificacion es disposicion y
La tercera devocion de la Misa es medio necesario para la ora
comulgar espiritualmente. Ver cion, y es el fruto que hemos
bo Comunion, al fin. de sacar de ella, 2 & seq. 7, 43o
Algunos ejemplos acerca de la de & seq.
que se contienen en esta segunda parte. 469
En qué consiste la mortificacion, 7 alcanzar la mortificacion, 37 &
seq. 1 I & seq. seq.
La necesidad que hay de la morti El ejercicio de mortificacion, aun
ficacion, 7 & seq. 1o. que es propio para todos los
Todos los pecados, todas las fal siervos de Dios, lo es particular
tas é imperfecciones que hace mente de los Religiosos, y espe
mos, es por falta de mortifica cialmente de los que tratan con
cion, 9. 42. prójimos, 18 & seq.61, 62.
Como todo nuestro aprovechamien El que no trata de mortificarse, no
to y perfeccion está en la mor solo no vive vida espiritual, pero
tificacion, 16 & seq. 57. ni racional, 32 óx seq.
Mas es regirse uno á si, que regir Mayor trabajo es andar uno huyen
y sujetar á otros, y esa es la ver do la mortificacion, que el mor
dadera fortaleza de los siervos tificarse, 34 & seq.
de Dios, lo, 5o. Cuan encomendado es en el Evan
La paz es fruto y efecto de la mor gelio el odio santo de sí mismo,
tificacion, 2, 3, 35, 36, 42. y como se engendrará en noso
La mortificacion es necesaria para tros, 13 & seq. 154.
conservar la caridad, 2o. De este odio santo se engendra en
Dos maneras de mortificacion y el alma un espíritu grande de
penitencia, una corporal y es mortificacion y penitencia, 13 &
terior; otra espiritual é inte seq.
rior. Y esta es mas preciosa y No es odio el mortificarnos, sino
escelente, 2 o & seq. verdadero amor, no solo de nues
La mortificacion, y penitencia es tra ánima, sino tambien de nues
terior se ha de tomar como me tro cuerpo. Y el no mortificarse,
dio para alcanzar la interior, 24 es verdadero odio, no solo del
& seq. ánima, sino tambien del cuerpo,
Como abraza y usa la Compañia 29 & seq.
dos maneras de mortificacion y Como nos habemos de haber con
penitencia, y mas principalmen nuestro cuerpo. Y que ayudará
te la segunda, 2 o & seq. 26 & mucho para mortificarnos, te
seq. nernos por enemigos, y por en
Por qué insistió tanto nuestro Pa fermos, 39, 4o.
dre en la mortificacion interior, Como se ha de ir poniendo en
2 4. práctica el ejercicio de la mor
Justamente se puede uno escusar tificacion, primero en las oca
mas de la penitencia esterior, siones que se ofrecen, sin andar
que de la interior, 26. las nosotros á buscar. Segundo,
Del ejercicio de mortificacion, en las que nos impiden nuestro
que es el principal medio para aprovechamiento y perfeccion,
3o*
47o, Indice de las cosas mas principales,
4o & seq. Tercero, en las lícitas con la voluntad de Dios se hará
43 & seq. Cuarto, en las cosas mas fácil y provechosamente,
necesarias, 45, 46. 46, 47.
Principalmente nos habemos de Médios que nos harán fácil el
mortificar en aquel vicio ó pa ejercicio de mortificacion. La
sion que reina mas en nosotros, gracia del Señor, 62. El amor
y nos hace caer en mayores fal de Dios, 64 & seq. La esperan
tas, 47 & seq. za del galardon, 66 & seq.
Cuan provechosas son las mortifi El ejemplo de Cristo, 7 I &
caciones, aunque sean en cosas seq. -

pequeñas, y cuan agradables á Algunos ejemplos en confirma


Dios, 43 & seq. 49 & seq. 52 cion de lo dicho, 69 & seq.
& seq. 72. Tres grados de mortificacion, 74 &
seq. e
El mal y daño que se sigue de
menospreciar las mortificaciones Cual es la señal de haber alcanzado
en cosas pequeñas, 52 & seq. perfecta mortificacion, 76, 77.
Que siempre hay necesidad de
ejercitarse uno en la mortifica Murmuracion.
cion, por bueno y aprovechado El murmurador es aborrecido de
que sea, 59 & seq. Dios y de los hombres, 1 o 3.
El dia que no os mortificáredes En que consiste la gravedad y ma
en algo, teneos por perdido, licia de este vicio, 1 o 3, 1 o 4.
61, 62. Es mayor pecado que el hurto,
El ejemplo grande que en esto 1 o3
nos dió nuestro padre S. Fran Cuando será mortal, y cuando ve-.
cisco de Borja, 47, 6 1. nial, 1 o 3, 1 o4. Puede ser mor
Consuelo para los que tienen na tal, aunque no se diga de otro
turales dificiles, 55 & seq. cosa de pecado mortal, 1 o 4, 1 o5.
Nuestro bienaventurado Padre S. Ha de estar uno muy lejos de po
Ignacio, siendo de su natural nerse en duda, ó si lo que dijo
muy colérico, se habia vencido llegó á pecado mortal, ó no,
y mortificado tanto, que le juz 1 o 5, 1 o 6.
gaban por flemático, 56. No se ha de decir del ausente, lo
Aviso para el que tiene buen na que no dijéramos de él, estando
tural, 57, 58. presente, 1 o 5.
La causa porque algunos no sien Aunque las cosas sean públicas,
ten en sí repugnancias ni con no hemos de murmurar de ellas,
tradicciones, 58, 59. 1 o 5, 1 o6.
Como se ha de traer el exámen Cuando supimos alguna falta de
particular de la mortificacion, otro, como nos hemos de haber,
y que por via de conformidad I o6.
que se contienen en esta segunda parte. 47 I
Un remedio bueno contra murmu las tentaciones en tiempo de la
racion, ibid. oracion, 269, 27o. -

No dar oídos á la murmuracion, y En la oracion suele Dios castigars


como nos hemos de haber cuan las faltas que uno hace de pro
do la oímos, y algunos medios pósito, 438.
para atajarla, 1 o7 & seq. Siete afectos principales en que
Cuando pecará mortalmente el nos habemos de ejercitar en la
oracion. Verbo Pasion de Cris
que oye al que murmura y no
to.
le resiste; y cuando venial
mente, ibid. Iog. Cuan á la mano hemos de tener el
Cual es la mejor manera de satis remedio de la oracion, 4 Io.
facer á los que murmuran de no La oracion del humilde penetra los
sotros, I 2 I, I 22. cielos, 131.

Oracion. Paciencia.
El modo que habemos de tener en Es puerta de la sabiduría, 2 o 3,
la oracion, y el fruto que he 2 o4. Cuanto edifica y predica,
mos de sacar de ella, 6 & seq. 2 24, 225.
365, 43o, 431. El verdadero humilde en ella se co
Hémonos de ejercitar mucho en la noce, I 4o, I 4 I.
oracion, en ofrecernos y resig Porque nos envia el Señor trabajos,
narnos del todo en las manos de 274 & seq.
Dios, 42 I & seq. 427 & seq. Con los trabajos medran y cre
Hemos de ir descendiendo á casos cen los siervos de Dios, 28 I &
particulares, hasta que sintamos seq.
gusto en la obra, 2 I 1, 2 I 2, 384. Por qué Cristo nuestro Señor qui
En que está el tener buena oracion, so padecer tanto, 274 & seq.
43 l. - Mala señal es no tener trabajos,
La oracion que no tiene por com 275 & seq.
pañera la mortificacion, es sos Ayuda á tener paciencia, consi
pechosa, 6. derar la gloria que por eso
Porque se nos hace dificultosa la nos darán, 66 & seq.
oracion, 4. Acordarse de la Pasion de Cristo,
La oracion es de suyo gran morti 7 I & seq.
ficacion de la carne, 7. La humildad, 129, 13o.
La oracion es una vista espiritual Si en el cielo pudiera haber pena y
de los divinos misterios, 5. dolor, la tuvieramos grande de
Porque en algunas fiestas principa no haber padecido mas, 69, 7o.
les, cuando uno pensaba tener La impaciencia no siempre nace
mas devocion, tiene menos, 155. de ocasion que nos dan, sino de
Porque suelen algunos sentir mas nuestra inmortificacion, 344.
472 Indice de las cosas mas principales,
Como se ha de ejercitar uno en Otros seis puntos en que nos po
la oracion, en la impaciencia, demos detener en cada misterio
39o, 39 I. de la Pasion, 39 1.
Verbo Jesucristo.
Pasion de Cristo nuestro Redentor.
Pasiones.
Cuan provechosa y agradable sea Hasta donde lleva á uno la pasion,
á Dios la meditacion de la Pa 33, 37, 38.
sion, 372, 41 I & seq. as pasiones vehementes ciegan la
Algunos ejemplos en confirmacion razon, y disminuyen la liber
de esto, 353 392 & seq. tad, 2 & seq.
El modo que habemos de tener en Las pasiones son nuestros verdu
meditar la Pasion de Cristo gos, 35, 344.
nuestro Redentor, y siete afec La pasion resistiéndola, se dismi
tos principales que hemos de nuye, y siguiéndola, se acre
sacar de ella, con algunas consi cienta, y se viene uno á hacer
deraciones que nos ayudarán á esclavo de ella, 37 & seq.
ello, 373 & seq. Como haremos de nuestras pasio
Del afecto de compasion, y cuan nes escalones para subir al cie
grandes fueron los dolores de lo, 56.
Cristo, 374 & seq.
Del afecto de dolor y contri Pecado.
cion de nuestros pecados, 377 Es peor que el no ser, 145. Y que
& seq. el infierno, 377 & seq.
Del afecto de amor de Dios, 38o El que peca mortalmente, cuan
& seq. to es de su parte vuelve á cru
Del afecto de gratitud y haci cificar a Jesucristo, 378.
miento de gracias. Verbo Agra No hay cosa que tanto declare
decimiento. la gravedad del pecado, como
Del afecto de admiracion, 385 & la necesidad del remedio de la
8620 s. Encarnacion y Pasion de Cristo,
Del ao
de la esperanza y con 377 & seq.
fianza en Dios, 386 & seq. El mayor castigo de Dios y su
ira grande, es dejar á uno que
Verbo Misericordia de Dios. caiga en pecados mortales, 26o,
Del afecto de la imitacion de Cris 261.
to nuestro Señor, 389 & seq. Es propiedad del pecado cau
Como en este solo afecto de la imi sar tristeza, 354 & seq.
tacion podrá uno hallar mate No hay mayor pena que la mala
ria de oracion para toda la vi conciencia, 355 & seq.
da, 391. En ninguna cosa es tan bien em
que se contienen en esta segunda parte. 473
pleado de dolor, como en el pe dad que tenga algun resabio y
cado, 359 & seq. olor de mundo, 223 & seq.
Cuan encomendado es el ejercicio
de la contricion, y los prove Religioso.
chos grandes que hay en él, 379, El Religioso ha de dejar el cuerpo
38o. º allá fuera, y el espíritu solo ha
El llorar uno sus pecados, aunque de entrar en la Religion, 18, 19.
por una parte da pena, por otra Cual ha de ser la vida del Reli
consuela grandemente, 361, 362. gioso, 12 1, 1 22.
Cuanto sintió Cristo nuestro Re No podrá uno durar en la Religion,
dentor, los pecados de los hom si no trata de mortificar su vo
bres, 376. luntad, 18, 19.
El Religioso, no cuando le reci
Perfeccion. ben, sino cuando está mortifica
En que consiste, 16 & seq. 84. do, da gozo á la Religion, 6.
Está en nuestra mano, 1 78. En que ha de mostrar principalmen
La causa porque no tenemos mu te el Religioso la humildad y
cho deseo de la perfeccion, 17, mortificacion, 2 o6, 2 o 7.
18. La diferencia entre el Religioso re
El no aprovechar, nace de falta de cogido y el distraído, 85, 86.
resolucion, 42, 43 Cuan mal parecen en la boca del
Como conocerá uno si ha alcanza Religioso palabras que puedan
do la perfeccion de alguna virtud, redundar en estima suya. Y espe
173 & seq. 2 12, 2 I 3. cialmente de cosas que toquen á
Que es andar en espíritu, 18, 19. nobleza 2 o8 & seq.
La diferencia del hombre espiritual Prefiérese la vida monástica á la
al que no lo es, 54, 55. solitaria, 2 o5, 2o 6.
Una buena señal para conocer si uno
es espiritual, y si va aprovechan Silencio.
do, ó no, 86, 91, 92. El silencio aprovecha para aprender
Mayor trabajo para el tibio, que el á hablar, 87 & seq.
fervoroso, 36, 37. Para saber tratar con Dios, y ser
Verbo, cosas pequeñas. hombres de oracion, ibid. 9o.
Es causa de tener buenos pensa
Predicador. mientos, y santas inspiraciones,
Los predicadores que procuran ha 87 & seq.
blar curiosamente, son repren Así como el silencio ayuda á la
didos, 1 o 1, 1 o 2. oracion, así la oracion al silen
Mas ayuda á la conversion de las cio, 9o, 96.
almas el afecto de verdadera hu Es remedio muy principal para
mildad, que el mostrar autori aprovechar y alcanzar la per
474 Indice de las cosas mas principales,
feccion, 9 & seq. 97 & seq. villas, lejos está de la perfec
1 o7 & seq. cion, I 27.
Basta para reformar á uno, y á to El soberbio es loco, y aborrecido
da la Religion, 9o & seq. de Dios y de los hombres, 1 12
Andar con silencio, modestia y re & seq.
cogimiento no es vida triste, si La soberbia y vanagloria muchas
no muy alegre, 95, 96. veces fue causa de ignorancia á
El que no anda con silencio y re los suyos, 189, 19o.
cogimiento, es vencido facilmente La soberbia hace á algunos que
del demonio, 94 & seq. dejen de confesar algun pecado,
Como premió Dios el silencio de 41 o & seq.
una Santa, 1o2 & seq. Para reprimir nuestra soberbia, qui
En que consiste la virtud del silen so Dios que nos quedase la con
cio 96 & seq. tradiccion de la carne, 9.
Las circunstancias que habemos de Por que procura el demonio, que
guardar en el hablar, ibid. & seq. seamos levantados y estinados,
Los mozos callando honran á los 167, 168, 2 14.
mayores, 99. Dos maneras de soberbia, una car
Hemonos de guardar de palabras ju nal, otra espiritual, 133.
glares y ridículas, de gracias y Cuan ocultamente se nos entra
donaires, y especialmente de pa algunas veces la soberbia, 241,
labras picantes, 1 12 & seq. 252.
En las buenas obras hemos de te
Soberbia. mer mas este vicio, 1 25.
Es raíz y principio de todo peca Habemos de atajar los pensamien
do, 1 26 & seq. tos de soberbia, 2 17.
De todas las heregías, ibid. Nos hemos de guardar de pala
La soberbia es mentira y engaño, bras que puedan redundar en
I 42. nuestro loor, 2o.7 & seq. 2 13,
Es viento é inchazon, no grande 2I 4.
za, 183, 1 84. El escusarse nace de soberbia, 2 15
Por que se dice soberbia, 142. & seq.
La pena y desasosiego que trae Como castigó y curó Dios la so
consigo, 34, 35, 19l & seq. berbia de unos monges, permi
Cuan mala y vergonzosa cosa es tiendo que el demonio entrase
la soberbia, y cuan buena en sus cuerpos, 263, 264.
provechosa es la humildad, 164, Un medio que tomó un monge,
165, 229. para desechar la tentacion de so
Quien anda con deseo de honra, y berbia, ibid.
huye de ser tenido en poco, y le El medio que para esto tomaron
pesa si lo es, aunque haga mara otros santos monges, 14, 15,
que se contienen en esta segunda parte. 475 -
Otro remedio muy bueno contra Para que nos sirvan de purgatorio,
la soberbia, 158 & seq. y entremos mas presto en la glo
Ejemplo de un Religioso que era ria, ibid. 276.
tenido por Santo, y se condenó, Para traernos á Dios, del cual sue
183, 184. len apartar las prosperidades,
276 & seq.
Tentaciones. Para que nos humillemos, 277 &
Esta vida es tiempo de tentaciones, seq.
265 & seq. Para que conociendo nuestra ne
La causa de esta continua guerra, cesidad, acudamos mas á Dios
266. con la oracion, 278,279.
Es engaño de algunos, que en te Para que estimemos mas el favor
niendo alguna grave tentacion, del Señor, ibid.
piensan que estan en desgracia Para que no nos atribuyamos á no
de Dios, 267, 268, 31 o, 31 I & sotros cosa buena, sino todo á
seq. Dios, ibid.
El sentir tentaciones, es de hom Las tentaciones prueban la virtud
bres que tratan de virtud, 267, de cada uno, 1 79 & seq.
268. Purifican los justos, ibid.
No está el mal en tener tentaciones, Hacen que se arraigue mas en el
sino en el consentimiento, 54, alma la virtud contraria, 282,
55 & seq. 283.
Unos son tentados al principio de Hacen al hombre diligente y fer
su conversacion, otros despues, voroso, 283 & seq.
268 & seq. Aunque uno tenga alguna negli
Por que algunas veces los que co gencia en la tentacion, es mas
mienzan á servir á Dios, sienten lo que gana con la resistencia
tales tentaciones, cuales nunca que le hace, 285, 286.
habian sentido, 269, 27o. Por que deja Dios algunos defectos
Quiere el Señor que tengamos ten en algunos siervos suyos, ibid.
taciones, por nuestro bien, 272 En las tentaciones es uno enseña
& seq. 274 & seq. 183 & seq. do, no solamente para sí, sino
Para que teniendo ejercicio de pe para otros, 288 & seq.
lear, no nos haga daño la ocio Hacen que sepa uno tener compa
sidad, 273. sion de su hermano, cuando se
Para que no pongamos nuestro co ve tentado, 288 & seq.
razon y amor en esta vida, sino Por esto los Santos y siervos de
suspirémos por la otra, 273 & Dios, no solo no se entristecian
seq. con las tentaciones, antes se
Para que tengamos mayor premio holgaban, 286 & seq.
en la gloria, 274 & seq. Por que muchas veces no quiere
476 Indice de las cosas mas principales,
Dios dar luego el consuelo y deja llevar de la tentacion, va
remedio, 364. ella creciendo, y si la resiste, des
Remedio grande contra las tenta creciendo, 283.
ciones, es mostrar ánimo y ale Acudir á la oracion. Y pónense al
gria en ellas, 29o, 291. gunas oraciones jaculatorias aco
Para tener este ánimo, nos ayudará modadas para el tiempo de las
considerar cuan poco puede el tentaciones, 32 o & seq.
demonio, pues no nos puede ha Descubrir las tentaciones al médi
cer caer en pecado, si nosotros co espiritual, y no á otros, 317
no queremos, 292 & seq. & seq.
Considerar que el demonio no pue Cuanto conviene guardarnos de las
de tentarnos un punto mas de lo tentaciones que vienen con apa
que Dios le diere licencia, y es riencia de bien, 3o7 & seq.
tamos ciertos que no se la dará Conocer la tentacion, y tenerla por
para mas de lo que pudieremos tal, es gran medio para vencerla,
llevar. Y si creciere la tentacion, 3o8, 3o9.
crecerá el favor de Dios, 297 & Como habemos de resistir á las ten
seq. taciones de pensamientos malos
Considerar que nos está mirando y feos, 31 o & seq.
Dios como peleamos, y no solo La tentacion deshonesta se ha de
como Juez para premiarnos, si resistir huyendo, 315, 31 6.
no como Padre y valedor para Contra esta tentacion, y general
ayudarnos, 294 & seq. mente contra todas, es muy buen
Como podemos hacer burla del de remedio procurar divertir el en
monio, 293, 294, 32o, 32 1. tendimiento á alguna considera
Dos razones que nos animarán á cion buena, 31 4 & seq.
pelear con grande ánimo y con Y especialmente acogernos á la Pa
fianza, 296 & seq. sion de Cristo, 363, 364.
Es muy principal medio para ven No basta en las tentaciones enco
cer las tentaciones, desconfiar mendarnos á las oraciones de
de sí, y poner toda su confian nuestros Padres espirituales, si
za en Dios, 3oo. no nos ayudamos de los medios
Reconocer la parte mas flaca de dichos, 3 19, 32o.
nuestra ánima, y poner allí Cual es el mejor modo de resistir
mayor cuidado, 3o4 & seq. á las tentaciones, 32o, 32 1.
Acudir á lo contrario de la tenta Importa mucho en tiempo de ten
cion, 3o5. tacion no dejar los ejercicios
Nunca estar ocioso, 3o6. espirituales, ni disminuirlos, an.
Resistir á los principios, 3 o5 & tes añadir, 318.
seq. El tiempo de tentacion no es á
Considerar que cuando uno se propósito para hacer mudanza,
que se contienen en esta segunda parte. 477
ni tomar nueva resolucion, 318, grande que causa la buena con
3I9. ciencia, 354 & seq.
Acudir á la oracion, es gran me
Tristeza. dio para desechar la tristeza,
Debese huír por los daños grandes 346 & seq.
que trae consigo, quita el gusto El siervo de Dios para su honesta
de la oracion, pone fastidio en recreacion, y alivio de sus tra
los ejercicios espirituales y bajos y tristezas, no ha de to
obras de virtud: hace al hombre
mar por medio leer ó platicar
desabrido y áspero con sus her cosas vanas, sino tratar cosas de
manos, hacele sospechoso, mali Dios, 1 15 & seq.
cioso é inútil para todo lo bue Alguna tristeza hay buena y espi
no, mueve á ira, enojo, impa ritual, la cual nace de cuatro
ciencia, turba el juicio, es causa cosas, 358 & seq.
de muchas tentaciones y caídas, La tristeza espiritual es en cierta
335 & seq. manera alegre, y trae consigo
El cuidado que se debe poner en gran consuelo, ibid.
desechar los pensamientos tristes
y melancólicos, 344. Virtud.
De donde nace la tristeza, 343 & La virtud causa alegria en el cora
seq. zon, 354 & seq.
La causa de la tristeza del Religioso Como se ha de ir uno ejercitando
muchas veces suele ser no estar
en los actos de la virtud para al
indiferente para todo lo que le canzar la perfeccion de ella, 2 I o
pueden mandar: la falta de hu & seq.
mildad, 194, 345 & seq. Cuanto debe uno temer el retraerá
Una de las principales causas de otros de la virtud y de lo bueno,
la tristeza suele ser no andar 51, 5º, 95, 96.
uno como debe. Y la alegria Vease verbo perfeccion.
'378

II \T II) II (C E

DE LOS LUGARES DE LA SAGRADA ESCRITURA QUE EN


ESTA SEGUNDA PARTE SE DEcLARAN MAS PARTICULARMENTE,

DEJANDO OTROS MUCHOS QUE SE DECLARAN DE PASo.

C Genesis. Exodi.
ap. 3, v. 15. Inimicitias po 4, 6. Produxit leprosum instar ni
nam inter te, & mulierem, Pag. vis, 13 I. - -

363. 1 o. Ex quo loquutus es ad servum


4, 5. Iratusque est Cain vehemen tuum , impeditioris, & tardioris
ter, & concidit vultus ejus, 355. linguæ sum, 9 1.
6, 6. Et tactus dolore cordis intrin 15, 25. Ostendit ei lignum, quod
secus delebo inquit, &c. 488. cum misisset in aquas, in dul
8, 9, Quæ cum non invenisset ubi cedinem versæ sunt, 72.
requiesceret pes ejus, reversa,
&c. 353. Judicum.
1 5, 1. Merces tua magna nimis, 67. 7, 2. Multus tecum est populus,
2 1, 8. Crevit igitur puer, & ablac ^nec tradetur Madian in manus
tatus est, fecitque Abraham gran ejus, 137.
de convivium, 6.
22, 1 2. Nunc cognovi, quod ti Lib. I Regum.
mes Deum, 272. 1 7, 46. Ut sciat omnis terra, quia
28, 16, Verè Dominus est in loco est Deus in Israel, &c. nec in
isto: Non est hic aliud nisi do hasta salvat, &c. 137.
mus Dei, & porta coeli, 93. 18, 28. Non habet rex sponsalia
29, 2o. Videbantur illi pauci dies necesse, nisi tantùm centum præ
præ amoris magnitudine, 64. putia Philistinorum, 26.
42, 38. Deducetis meos canos cum
dolore ad inferos, 338. Lib. 2 Regum.
49, 2o. Aser, pinguis panis ejus, & 6, 1 4. Et David saltabat totis viri
præbebit delicias regibus, 42 1. bus ante Dominum, 51.
5o, 1 5. Nos quoque oramus, &c. 24, 17. Ego sum qui peccavi, &c.
dimittas iniquitatem hanc, 368. vertatur obsecro, &c. 378.
de la sagrada Eseritura. 479.
cenarii dies ejus, 1 1, 266.
Lib. 4 Regum. 4. Si dormiero dicam, quando con
3, 1 5. Nunc autem adducite mihi surgam? & rursum expectabo ves
psaltem, 6. peram, 286.
2o. Quare posuisti me contrarium
Lib. 1 Paralip. tibi? &c. I 54.
1 1, 18. Qui noluit bibere, sed 1 1, 2. Numquid vir verbosus justi
magis libavit illam Domino, ficabitur? 93.
5o. 13, 25. Contra folium quod vente
29, 1. Opu8 namque grande est, rapitur ostendis potentiam tuam,
nec enim homini preparatur ha 1 48.
bitatio, sed Deo, 4o8. 17, 1 4. Putredini dixi: Pater meus
1 4. Tua sunt omnia, & quæ de es, mater mea, &c. I 43.
manu tua accepimus dedimus ti I 9, 23. Quis mihi tribuat, ut scri
bi, 25 I. -
bantur sermones mei? &c. 66.
28, 13. Nec invenitur in terra sua
Tobiæ. viter viventium, 16.
4, 1 4. Superbiam numquam in tuo 31, 26. Si vidi solem cum fulgeret,
sensu, aut in tuo verbo dominari &c. Et lætatum est cor meum,
permittas, 2o7. 168. Si abscondi quasi homo pec
8, 1 2. Bona est oratio cum jejn catum meum, 2 1 5.
nio, I. 33, 27. Peccavi , & verè deliqui,
1 2, 1 3. Quia acceptus eras Deo, 196.
necesse fuit ut tentatio proba 38, 1 7. Numquid apertæ sunt tibi
ret te, 275. portæ inortis, &c. 82.
39, 7. Clamorem exactoris non au
Esther. dit, 56.
5, 8. Veniat rex ad convivium, & 4o, 16. Sed umbra dormit in secre
cras aperiam regi voluntatem to, &c. 366.
meam, 4 i 8.
13. Cum hæc omnia habeam, nihil Psalmorum.
me habere puto, quandiu videro 1, 2. Sed in lege Domini voluntas
Mardochæum, &c. 1 92. ejus, 1 76.
4, 5. Irascimini, & nolite peccare,
Job. 55•
1, 1. Vir erat in terra Hus nomine 7. Dedisti lætitiam in corde meo,
Job, 33.
4, 1 1. Tygris periit, eo quod non 5, 13. Ut scuto bonæ voluntatis tuæ
haberet predam, 29 1. coronasti nos, 295.
7, 1. Militia est vita hominis su 7, 13. Arcum suum tetendit, & pa
per terram. Et sicut dies mer ravit illum, 388.
Indice de los iugares
8, 4. Gpera digitorum tuorum, $et non intellexit, comparatus est
364. jumentis, &c. 9.
9, 1 5. Qui exaltas me de portis 49, 1 4. Immola Deo sacrificium
mortis, i 298. laudis, 383.
1 o, 6. Qai diligit iniquitatem, odit 5o, 1. Miserere mei Deus secundum
„^… anigmám suam, 3o. magnam , misericordiam tuam,
`%'tâ, 8. *Ouoniam à dextris est mihi 26o.
-mé commovear, 236. 295. 5. Peccatum meum contra me est
18, 1 o. Judicia Domini vera, &c. semper, 379.
dulciora super mel , & favum, 1 4. Redde mihi lætitiam salutaris
356. tui,& spiritu principali,&c. 342.
a 2, 5. Parasti in conspectu meo 54, 8. Ecce elongavi fugiens, &
mensam adversus eos qui tribu mansi in solitudine, go.
lant me, 42 2. 53, 8. Pro nihilo salvos facies illos,
5. Calix meus inebrians, quam 68.
præclarus est, 426. 56, 2. In umbra alarum tuarum
26, 9. Ne declines in ira â servo sperabo, 3o3.
tuo, 273. 59, 6. Dedisti metuentibus te sig
29, 7. Ego dixi in abundantia mea nificationem, ut fugiant à facie
non movebor in æternum, arcus, 338.
I 5o. 65, 1 o. Igne nos examinasti, sicut,
31, 1 1. Lætamini in Domino, & &c. 28o.
exultate justi, 338. 67, 1. Exurgat Deus, & dissipentur
36, 2o. Mox ut honorificati fuerint, inimici ejus, & fugiant qui ode
& exaltati deficientes : quem runt eum, &c. 3o3,
admodum fumus deficient, 1 o. Pluviam voluntariam segregabis
2 29. Deus hæreditati tuæ, 1 56.
37, 18. Et dolor meus in conspectu. 1 1. Parasti in dulcedine tua pauperi
meo semper, 376. Deus, 4o7.
28, 1. Dixi custodiam vias meas, 68, 2 1. Improperium expectavit cor
ut non delinquam in lingua mea, meum, & miseriam, 172.
I O 2. 79, 3. Excita potentiam tuam, &
6. Substantia mea tamquam nihilum veni, ut salvos facias nos, 364.
ante te, I 45. 83, 1 o. Respice in faciem Christi
41, 1. Quemadmodum desidera cer tui, 37o. -

. vus ad fontes aquarum, 1 7. 84, 1 1. Justitia, & pax osculatæ


44, 1 1. Obliviscere populum tuum, sunt, 3.
^ & domum Patris tui, & con 87, 5. Factus sum sicut homo sine
cupiscet rex decorem tuum, adjutorio inter mortuos liber,
334• - 375.
48, 2 1. Homo cum in honore es 16. Exaltatus autem humiliatus
! ! !
es
º. º ¿.º
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º º
º 2. Se

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