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DE PER FECCION
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WIRNUDES (CNRSNANASo
SU AUT OR
PARTE SEGUNDA •
BARCIELONA:
AÑo DE 1854.
DE LOS TRATADOS Y CAPÍTULOS QUE SE
CONTIENEN EN ESTA SEGUNDA PARTE.
dad y provecho que de ellas se sigue, Cap. 17. De otros dos remedios contra
272. las tentaciones, 3o4.
Cap. 4. De otros bienes y provechos Cap. 18. De otros dos remedios muy
que traen consigo las tentaciones, principales que son resistir á los
274. principios, y nunca estar ociosos,3o5.
Cap. 5. Que las tentaciones aprovechan Cap. 19. De las tentaciones que vienen
mucho para que nos conozcamos y con apariencia de bien. Y que es
humillemos y para que acudamos mas gran remedio contra todas las tenta
á Dios, 277. ciones el conocerlas y tenerlas por
Cap. 6. Que en las tentaciones se prue tales, 3o7.
ban y purifican mas los justos, y se Cap. 2o. Como nos habemos de haber
arraiga mas la virtud, 279. en las tentaciones de pensamientos
Cap. 7. Que las tentaciones hacen al malos y feos, y de los remedios con
hombre diligente y fervoroso, 283. tra ellas, 31o.
Cap. 8. Que los Santos y siervos de Dios Cap. 21. Que en diferentes tentaciones,
no solamente no se entristecian con diferentemente nos habemos de haber
las tentaciones, antes se holgaban en el modo de resistir, 315.
por el provecho que con ellas sentian, Cap. 22. De algunos avisos importantes
286. para el tiempo de la tentacion, 317.
Cap. 9. Que en las tentaciones es uno
enseñado, no solamente para sí, sino Tratado quinto, de la aficion desordenada
para otros, 288. de parientes.
Cap. 1o. Comienzase á tratar de los re
medios contra las tentaciones, y pri CAPÍTULo 1. Cuanto le importa al Re
meramente del ánimo, esfuerzo y ligioso huir visitas de parientes, y las
alegria que habemos de tener en ellas, idas á su tierra, 32 1.
29o. Cap. 2. Que el Religioso ha de evitar
Cap. 11. Cuan poco es lo que el demo tambien cuanto pudiere el ser visita
nio puede contra nosotros, 292. do de parientes, y la comunicacion
Cap. 12. Que nos ha de dar grande áni por cartas, 327.
mo y esfuerzo, para pelear en las ten Cap. 3. Que aunque sea con título de
taciones, considerar que nos está mi predicar, ha de huir el Religioso el
rando Dios, 294. trato de parientes, y las idas á su tier
Cap. 13. De dos razones muy buenas ra, 329.
para pelar con grande ánimo y con Cap. 4. Que particularmente se ha de
fianza en las tentaciones, 296. guardar mucho el Religioso de ocu
Cap. 14. Que Dios no permite que na parse en negocios de parientes, 33 1.
die sea tentado mas de lo que puede Cap. 5. En que se confirma lo dicho con
llevar. Y no debemos desmayar algunos ejemplos, 333.
cuando crece ó dura la tentacion, Cap. 6. De otros males y daños que cau
2O7. sa la aficion á los parientes, y como
cºs. Que el desconfiar de sí, y po nos enseñó Cristo nuestro Redentor
ner toda su confianza en Dios, es el desvío de ellos, 335.
grande medio para vencer las tenta Cap. 7. Como se suele disfrazar esta
ciones, y por que acude Dios tanto á tentacion con título, no solo de pie
los que confian en él, 3oo. dad, sino de obligacion; y del remedio
Cap. 16. Del remedio de la oracion, y para esto, 338.
ponense algunas oraciones jaculato
rias acomodadas para el tiempo de
las tentaciones, 3o2.
INDICE.
esperanza, 385.
Tratado sexto, de la tristeza y Cap. 8. De la imitacion de Cristo que
alegría. habemos de sacar de la meditacion de
sus misterios, 389.
CAPÍTULo 1. De los daños grandes que Cap. 9. En que se confirma con algunos
se siguen de la tristeza, 341. ejemplos, cuan provechosa y agrada
Cap. 2. En que se dan algunas razones, ble sea á Dios la meditacion de la Pa
por las cuales nos conviene mucho sion de Cristo nuestro Redentor, 392.
servirá Dios con alegria, 344.
Cap. 3. Que no han de bastar las culpas Tratado octavo, de la sagrada Comunion,
ordinarias en que caemos, para qui y santo Sacrificio de la Misa.
tarnos esta alegría, 348.
Cap. 4. De las raíces y causas de la tris CAPÍTULo 1. Del beneficio inestimable
teza, y de sus remedios, 349. y amor grande que el Señor nos mos
Cap. 5. Que es muy gran remedio para tró en instituir este divino Sacramen
desechar la tristeza, acudir á la ora to, 395 -
«éreº
arretratfºrtritºriº
PARTE SEGUN DA,
TRATADO PRIMERO,
DE LA MORTIFICACION.
CAPÍTULO PRIMERO. -.
-.
* -- - .
ejus: Creció el niño Isaac, y desteta ser niño, y que ya no gustais de los
ronle, é hizo Abrahan un grande con manjares y entretenimientos de los
vite en el dia que le destetaron; pre niños, sino que sabeis comer pan
gunta, ¿qué causa es la que cuenta la con corteza, y os pueden tratar co
sagrada Escritura, que nació el niño mo á hombre espiritual y mortifi
Isaac, aquel hijo tan prometido y cado.
deseado, en el cual habian de ser ben Fuera de esto tiene la oracion
ditas todas las gentes, y no se hace otra trabazon y hermandad parti
fiesta en su nacimiento, y dice que cular con la mortificacion, que no
le circumcidan al octavo dia, que solamente es medio para alcanzarla,
era como acá el dia del bautismo so sino ella misma en sí es grande mor
lemne, y tampoco se hace fiesta, y tificacion de la carne. Asi lo dice el
despues cuando le destetan, cuan Espíritu Santo por el Sabio: Vigilia
do ponen acibar á los pechos de la honestatis tabefaciet carnes: Eccl.
madre, y el niño llora, porque le 31, v. 1: y en otra parte: Frequens
quitan la leche, entonces dice que meditatio, carnis afflictio est: Eccl.
hizo fiesta su padre, y un banquete 12, v. 12. Las vigilias, y la frecuen
muy grande? ¿Qué quiere decir esto? te meditacion y consideracion ma
Dice el Santo, que es menester que ceran y mortiguan la carne. Y es
lo refiramos á algun sentido espiri to nos da tambien á entender la
tual, para poder dar la solucion: y Escritura divina (k) en aquella lu
que lo que nos quiere dar á entender cha que tuvo el patriarca Jacob con
en esto el Espíritu Santo, es, que en el Angel toda la noche, de la cual
tonces ha de ser la fiesta y regocijo dice que quedó cojo. Y por espe
espiritual, cuando uno va creciendo, riencia vemos, que los que se dan
y haciéndose varon perfecto, y ya no mucho a estos ejercicios mentales,
es de aquellos que dice el Apostol: andan flacos, descoloridos y enfer
Tamquam parvulis in Christo lac vo mos; porque son una lima sorda
bis potum dedi, non escam: I ad Cor. que debilita y amortigua la carne,
e. 3, v. 1. Como á niños os he dado y gasta las fuerzas y salud; y asi
leche, y no manjar sólido. Y aplicán por todas partes ayuda mucho la
dolo mas á nosotros, lo que nos quie oracion para la mortificacion.
re decir, es, que no es el gozo y re
gocijo de la Religion, ni de los su CAPÍTULO II.
periores, que son nuestros padres En que consiste la mortificacion, y
espirituales, cuando naceis en la de la necesidad que de ella
Religion entrando en ella, ni tenemos.
euando al cabo del noviciado os
reciben en ella, sino cuando ven que Para que llevemos esto de raiz, es
os vais destetando y dejando de menester presuponer lo primero,
(k) Genes. 32, v. 16.
8 Tratado primero, cap. II.
que en nuestra ánima hay dos da muestra voluntad, aunque os pe
partes principales, que los teólo se, se levantarán en nuestro apetito
gos llaman porcion superior, y por sensitivo, movimientos y aficiones
cion inferior: por otros términos contrarias. Y mas, si el hombre no
mas claros, razon, y apetiio sensi pecara, el cuerpo estuviera dispues
tivo: y antes del pecado, en aquel to para cualquier obra que el alma
dichoso estado de la inocencia y quisiera ejercitar, que no sintiera
justicia original, en que Dios crió en él ningun impedimento; pero aho
al hombre, esta porcion inferior es ra, corpus, quod corrumpitur, ag
taba perfectamente sujeta á la supe. gravat animam, Sap. 9, v. 15, para
rior, el apetito á la razon, como co muchas cosas, para que el alma se
sa menos noble á la mas noble, y siente hábil y deseosa, le es estor
como natural siervo á su señor. Fe bo el cuerpo: á la manera que cuan.
cit Deus hominem rectum. Eccl. 7, do caminamos en una bestia de mal
v. 3. No crió Dios al hombre de paso, y nos lleva molidos, tropie
sordenado, como ahora estamos: en za á menudo, cansase, y á veces no
tonces sin ninguna dificultad ni la podemos menear, espantase de la
contradiccion, antes con mucha fa sombra, echase al mejor tiempo: tal
cilidad y suavidad obedecia el ape es ahora este nuestro cuerpo. Ese fue
tito á la razon, y se iba el hombre el castigo, y justo juicio de Dios,
á amar á su criador, y emplear to dice S. Agustin: (a) Haec est enim
do en su servicio, sin haber cosa que poena inobedienti homini reddita in
le impidiese ni estorbase. Estaba semetipso, utei vicissim non obedia
entonces tan sujeto y rendido el tur neque á semetipso: Esta es la pe
apetito sensitivo á la razon, que no na y la justicia que mandó hacer
se podia levantar movimiento ni la Magestad de Dios nuestro Señor
tentacion alguna de la carne, sino contra el hombre desobediente, que
es que el mismo hombre libremen pues él no quiso obedecer á su cria
te lo quisiese. No fueramos entonces dor y Señor, que tampoco le obe
tentados de ira ni de envidia, ni de dezca á él su carne y apetito, sino
gula, ni de lujuria, ni de otro mal de que sienta en sí una continua guer
seo, sino es que nosotros por nuestra ra y rebelion.
voluntad le quisieramos tener. Em Dicen los teólogos con Beda,
pero por el pecado, como la razon que el hombre por el pecado, fuit
se rebeló contra Dios, se rebeló spoliatus gratuitis, et vulneratus in
tambien el apetito sensitivo contra naturalibus, no solo quedó despoja
la razon: Non enim quod volo bo do de la justicia original, y de la
num, hoc facio; sed quod nolo malum, gracia y de otros dones sobrena
hoc ago, ad Rom. 7, v. 19, de turales que habia recibido, sino
cia el Apostol S. Pablo. Contra to que quedó llagado y estragado en
(d) Cap. 1 exa. S6, et reg. 4 summa const. (e) August. in regul. Ba
sil. in const. monast. cap. 5, et in reg, fusius disp. interrog. 19.
De la mortificacion. 23
seria muy gran desigualdad. Y aun ellas á la prudencia y caridad del
no solo es conveniente esta diver superior: lo cual no solo no es
sidad y diferencia para diferentes causa para que haga menos peniten
personas, sino para uno mismo, en cias, si antes lo es para que haya
diferentes necesidades y tiempos; mas, y para que se tomen con mas
porque una penitencia es buena pa voluntad y devocion. Psalm. 44,
ra el tiempo de tentacion y seque v. 1o. Y asi lo vemos por la bon
dad, otra para el tiempo de paz y dad y misericordia del Señor, que
devocion; y una para conservarla, se usan y ejercitan mas peniten
y otra para recobrarla, cuando se cias de estas en la Compañía, de las
ha perdido. Pues por esto no quiso que se pudieran poner de regla. Ple
nuestro santo Padre poner en la gue al Señor, que vaya siempre ade
Compañía tarea cierta y determi lante este fervor y espíritu tan
nada de penitencias esteriores para bueno y tan santo, y tan usado en
todos, sino dejólo remitido al su la Iglesia de Dios, y que sea me
perior que es el médico espiritual, nester irnos antes á la mano, y ti
para que él, segun las fuerzas y ne rar la rienda, que darnos de la es
cesidad de cada uno, pueda tasar puela, como hasta ahora por la
y conceder á unos mas, y á otros gracia del Señor lo habemos espe
menos. Lo cual es conforme á la re rimentado.
gla que dió el Angel á S. Paco La segunda manera de peniten
mio de parte de Dios, donde se cia, que es la mortificacion de las
mandaba, que el superior señala pasiones y amor propio desorde
se de esta manera las penitencias nado, abraza la Compañía mas
que cada Religioso habia de hacer. principalmente. Y ese fue otro de
Y asi el no tener la Compañía ta los justos respetos, por el cual nues
sadas por regla sus penitencias or tro santo Padre no quiso dejar
dinarias, como las tienen comun penitencias ordinarias tasadas y
mente otras Religiones, no es por determinadas por la regla: porque
que en la Compañía no haya estas pretendió que pusiésemos los ojos
penitencias corporales, ni porque en la mortificacion interior de nues
no sean muy estimadas en ella, y tras pasiones y apetitos, y que
muy veneradas las que otras Reli esa fuese nuestra principal peni
giones segun su instituto santa tencia, por ser como habemos di
mente observan, cuya variedad cho, mas preciosa y escelente. Po
hermosea la Iglesia, sino porque ne nuestro santo Padre en las cons
juzgó ser mas conveniente á nues tituciones y reglas (f) cosas
tro instituto, y mas proporcionado de grande perfeccion, y para las
á sus fines é intentos, y muy con cuales es menester grande mortifi
forme á la doctrina antigua de los cacion y abnegacion de nosotros
Santos, dejar la tasa y modo de mismos; y quiere que nuestro es
(a) August. l. ser. de verbis Apost, ser. 6, ad Galat. 5, 17. (b) August.
l. de Moribus Eccles. c. 26, et l. 14 de Trinit. c. 14.
3o Tratado primero, cap. PVIII.
nes, en aquella ascension y contra sí mismos, que los pecadores y
riedad que la carne tiene contra la malos, no solo cuanto al alma, si
razon, esto es lo que aborrece, que no cuanto al cuerpo, porque le de
á la carne antes la ama en mortifi sean y procuran el verdadero bien,
carla y contradecirla: como el mé que es la bienaventuranza, de la
dico no aborrece al enfermo, sino cual ha de participar tambien en
la enfermedad, y contra esa pelea, su modo el cuerpo. Y añade santo
que al enfermo antes le ama : y Tomás, artic. 5 ad 2, por esta
pruebalo muy bien; porque amar á misma razon, que el justo ama
uno, es quererle y desearle bien; á su cuerpo, no con cualquier
Amare est velle bonum, dice el Fi amor, sino con amor de caridad,
lósofo, (c) y aborrecerle es querer que es el mas alto y aventajado
que le venga algun mal. Pues el 3II101".
(e) Aug. tract. 51 super Joannem. (f) Aug. l. de Doct. Christ. c. 25.
2
º3 Tratado primero, cap. IX.
mas á Dios, y amar mas su alma, para siempre, que venir á ser seme
y la perfeccion. jante á las bestias, haciéndose sier
vo y esclavo de una cosa tan bes
CAPÍTULO IX. tial como la carne y sensuali
Que el que no trata de mortificar, dad , sujetándose y rigiéndose
no solo no vive vida espiritual, por ella , y dejándose llevar del
pero ni racional. ímpetu furioso de su apetito bes
tial?
El glorioso Agustino (a) dice: Dice S. Bernardo, c. 3 medit.
Una es la vida de las bestias, Dominam ancillari, et ancillam do
otra la de los Angeles, y otra la de minari, magna abusio est: Grande
los hombres. La vida de las bestias abuso y desórden es que la escla
toda se ocupa en las cosas de la va sea la señora y la que mande: y
tierra, y en el cumplimiento de sus que la que es la señora, y la que
apetitos; la de los Angeles, toda es habia de mandar, quede hecha es
tratar con Dios, y de las cosas del clava, que es aquel desórden y des
cielo; la de los hombres es media concierto, que dice Salomon que
entre estas dos vidas; porque el vió: Vidi servos in equis, et Princi
hombre participa de la una natura pes ambulantes super terram quasi
leza, y de la otra. Si vive segun el servos: Eccles. c. 1 o, v. 7. Ví á los
espíritu, hacese semejante á los An siervos andar á caballo hechos seño
geles, y compañero de ellos: si vi res y mandando, y á los princi
ve segun la carne, hacese semejante pes y señores andar arrastrados
á las bestias, y compañero de ellas. por tierra, sirviendo como escla
Concuerda con esto lo que dice S. vos. El padre maestro Avila, cap.
Ambrosio : Qui secundium corporis 1 1, Audifilia, dice: ¿No os parece,
appetentiam vivit, caro est: qui se que seria cosa monstruosa, y de
cundium praecepta Dei, spiritus est. grande admiracion á los que la
(b) De manera que el que vive segun viesen, traer una bestia enfrenado
los apetitos de la carne, no solo no á un hombre, llevándole donde ella
vive vida espiritual, pero ni aun quisiese, rigiendo ella á quien la
vida racional de hombre, sino una habia de regir ? Pues de estos hay
vida animal de bestias. Esto solo tantos regidos por el freno de sus
nos habia de bastar para animarnos apetitos bestiales, bajos y altos, que
mucho á la mortificacion; porque por ser tantos, no echamos ya de
¿qué cosa hay mas indigna de la ge ver en ello, ni nos espanta ya este
nerosidad y nobleza del hombre, monstruo, ni nos causa admira
que fue criado á imagen y seme cion, que es otra lastima mayor.
janza de Dios, y para gozar de él De Diogenes se cuenta, que anda
() Aug. Serm. 18 super Joann. (b) Ambros. Psal. 1 18, octavar. 4.
sup. illud : Adhaesit pavimento anima mea.
De la mortificacion. 33
ba al medio del dia por la plaza de fe, y un Religioso prevenido y fa
Atenas, con una candela buscando; vorecido con tantas bendiciones y
y preguntándole, ¿qué buscais? An regalos de Dios? Y así dice S.
do, dice, buscando, á ver si hallo Agustin, (d) que el que no se afren
algun hombre. ¿Pues no veis la pla ta de esto, ó no lo siente, tiene per
za llena de ellos? Esos, dice, no vertida la razon, y eso será otro
son hombres, sino bestias, porque monstruo mas digno de admiracion,
no viven vida de hombres, sino de que esté uno hecho bestia, y no
bestias, rigiéndose y guiándose por sienta ni eche de ver en ello.
sus apetitos bestiales. Un filósofo (e) cuenta de sí, que
S. Agustin (c) trae otra compa siendo él muchacho vió un hom
racion graciosa, pero muy propia, y bre que iba con mucha prisa á
que declara muy bien esto: Qualis abrir una puerta con una llave, y
est in oculis hominum qui inversis le aconteció muy al revés; porque
pedibus ambulare videtur, talis est no podia abrirla por mucho que lo
in oculis Angelorum, cui caro pro procuraba, y como él iba con tan
pria dominatur. ¿Qué tal parece de ta prisa, y no podia hacer nada,
lante de los hombres el que anda tomó tanto corage é ira con aque
los pies arriba, y la cabeza abajo? llo, que comenzó á morder la llave
Ese es matachin, cosa de farsa y de con los dientes, y á dar coces en
risa. Pues tal, dice, es en los ojos de aquellas puertas, y no paró aí, sino
Dios y de los Angeles, aquel en que comenzó á decir blasfemias
quien la carne es la señora, y la ra contra Dios, y á echar espumara
zon la esclava, ese anda al revés, jos por aquella boca, como loco
los pies arriba, y la cabeza abajo. furioso, que los ojos parecia que se
¿Pues quién no se afrentará de esto? le querian saltar de corage. Dice
Que aun allá Séneca lo sintió, y di este filósofo, que como vió esto,
jo divinamente, epist. 65: Major concibió en sí tanto odio y abor
sum, et ad majora genitus, quàm recimiento contra el vicio de la
ut mancipium sim mei corporis: ira, que de allí adelante nunca nadie
Mayor soy, y para mayores cosas le vió enojado, por no verse en
nací, que para ser esclavo de mi otra semejante. Todo esto nos ha
cuerpo: sentencia digna de que el de ayudar á vivir como hombres
Religioso, y cualquier cristiano la de razon, y no dejarnos llevar de
tuviese impresa en su corazon. Si los apetitos de la carne. S. Geró
un gentil con sola la luz natural nimo sobre aquello de Job, cap. 1,
alcanzó á sentir y afrentarse de v. I: Vir erat in terra Hus nomine
esto, ¿qué será razon que haga un Job: dice, este varon, y da la ra
cristiano ayudado de la luz de la zon que habemos dicho: Non enim
TOMO II.
,
6o Tratado primero, cap. XVIII.
tenemos acá dentro otra raiz con piritual del Religioso dura toda la
traria, que está siempre brotando vida. Mucho mas hay que hacer
y creciendo conforme á su natural; en mortificar y moderar nuestros
de manera que siempre hay que afectos y pasiones, que en labrar
mortificar: Quantumlibet in hoc cor unas piedras muy duras; porque
pore manens profeceris, erras, si vi fuera de que en la piedra no hay re
tia putas emoritua, et non magis sistencia ni contradiccion al oficial,
suppressa: velis, nolis, intra fines como la hay en nosotros, despues
tuos habitat Jebusaeus, subjugari po de labrada una vez, no vuelve á ser
test, sed non exterminari: Por mu tosca como primero; pero nuestros
cho que hayais aprovechado, siem afectos y pasiones, mudanse muy
pre está con vos el enemigo, podeis á menudo, y tornan á revivir y
le reprimir y sujetar; pero no le á reverdecer, y asi es menester tor
podeis acabar de desterrar de vos. nar de nuevo sobre ellas otra y otra
Dice S. Pablo: Scio quia non habitat vez. S. Gerónimo (b) sobre aquello
in me, hoc est, in carne mea bonum: del Profeta: Psal. 97, v. 5: Psal
Ad Rom. c. 7, v. 18. Sé que no mo lite Domino in cithara, dice, que
ra en mi carne bien. Poco dijo en asi como la vihuela no hace bue
eso, dice S. Bernardo, sino añadiera na música ni consonancia, sino es
que moraba en ella el mal y el vi tando bien templadas las cuerdas, y
cio, y la mala inclinacion, como lo una sola que esté quebrada ó des
añadió luego, diciendo: Non enim concertada, hace disonancia: asi
quod volo bonum, hoc facio, sed quod una sola pasion que esté en noso
nolo malum, hoc ago: si autem quod tros desconcertada é inmortifica
nolo, illud facio: jam non ego ope da, no podrá nuestra ánima hacer
ror illud, sed quod habitat in me, buena música á los oidos de Dios,
peccatum. Dice S. Bernardo: Autte es imenester que todas las pasiones
ergo si audes, praefer Apostolo, aut esten concertadas: In psalterio de
fatére cum illo, te quoque vitiis non cem chordarum psallite illi. Psal.
carére: O habeis de proferiros al 32, v. 2. Pues para llegar aquí, bien
Apostol, ó habeis de confesar con se ve cuan necesario es andar siem
él, que mora tambien en vos el vi pre en este ejercicio. Por esto aque
cio é inelinacion mala, y que siem llos padres antiguos, aun á los
pre teneis que mortificar. ya muy perfectos los probaban y
-
(b) Bern, epist. 341 ad Monachos Ecclesiae Sancti Bertini. (a) L. de los
hechos de los santos Padres. (b) Blos. et refert Tilm. Bredenach. l. 8 collat.
C. 3o.
7o Tratado primero, cap. XXI.
el hombre supiese cuanto puede vió nada. A la tercera vez acaecióle
cada dia merecer, luego al punto lo mismo, y volviendo la cabeza,
que se levantase se llenaria su cora vió un mancebo muy hermoso y
zon de grande gozo y contento, resplandeciente que le dijo: No
porque amaneció aquel dia, en el te turbes, que yo soy el Angel de
cual puede vivir á Dios nuestro Dios, y vengo contándote los pa
Señor, y con su gracia, para honra sos que das en este camino, para
y gloria del mismo Dios, aumentar que ninguno de ellos quede sin
su merecimiento, y aquello le daria premio y galardon: y en diciendo
fortaleza y vigor para hacer y pa esto, desapareció. El monge viendo
decer todas las cosas con grandísi esto volvió en sí, y dijo: ¿Pues
ma alegría. cómo tan sin juício soy yo, que
En el prado espiritual que com quiera perder tanto bien y tanta
puso Juan Evirato, ó segun otros ganancia? Determinóse luego de
S. Sofronio, patriarca de Jeru mudar su celda aun mas lejos de lo
salén, y fué aprobado en el segundo que la tenia, para así tener mas
Concilio Niceno, se cuenta, que trabajo y cansancio. -
TRATADO SEGUNDO,
DE LA MODESTIA Y SILENCIO.
CAPÍTULO PRIMERO.
(a) Bonav. tom. 2 opusc. l. 2 de profectu religios. cap. 22. (b) Basil.
lract. de vera virginitat. c. 2.
86 Tratado segundo, cap. III.
indicio y muestra da de su livian espíritu, ó no: y declaralo S.
dad, y eso solo bastaria para ha Agustin (d) con esta comparacion:
cerla ruin, aunque no lo fuese. De Asi como vemos que ahora noso
la misma manera, es verdad que tros, que somos ya hombres, care
no está la perfeccion en la guarda cemos de muchos deleites y pa
de la lengua y de los sentidos; satiempos que teniamos cuando era
empero alma ventanera y callejera, mos niños, que si entonces nos lo
amiga de ver, oir y parlar, no quitáran, nos diera mucha pena, y
alcanzará la perfeccion, ni la pure ahora ninguna sentimos en carecer
za de corazon. de ellos, porque son pasatiempos
Y hase de notar aqui otro punto y juegos de niños, y nosotros somos
principal, que asi como esto este ya hombres; asi, dice, es en el ca
rior ayuda á componer y conser mino espiritual, cuando uno co
var lo interior, asi tambien lo in mienza á gustar de Dios, y de las
terior compone luego lo esterior. cosas de virtud, y se va haciendo
Ubi Christus est, modestia quoque hombre espiritual y varon perfec
est, dice S. Gregorio Nazianceno, to, no siente ni le da pena el care
epist. 193, cuando hay allá dentro cer de los gustos y delectaciones
virtud sólida y maciza, luego hay sensuales de que gustaba cuando
gravedad y peso en los ojos y en era niño é imperfecto en la virtud,
la lengua, y mucha madureza en porque aquellos son deleites y pa
el andar, y en todos nuestros movi satiempos de niños y de imperfec
mientos. La gravedad y peso in tos, y él es ya hombre: Cum essem
terior, pone peso y madureza en parvulus, loquebar ut parvulus, sa
lo esterior. Y esta es la modestia piebam ut parvulus, cogitabam ut
que nuestro Padre nos pide, (c) que parvulus: quando autem factus sum
nazca de la paz y verdadera hu vir, evacuavi quae erant parvu
mildad del ánima, no modestia li: 1 ad Cor. cap. 13, v. 1 1.
compuesta y fingida artificiosa Cuando era pequeño, sabia y pen
mente, que eso no dura, al mejor saba, y obraba como pequeño; pero
tiempo falta, al fin como cosa pos despues que soy hombre, dejé las
tiza; sino una modestia, que ella cosas de niño. Pues si quereis ver si
misma se caiga de suyo, nacida, sois hombre, y si vais aprovechan
como efecto de su causa, de un do y creciendo en perfeccion, ó si
corazon compuesto, mortificado y sois todavía niño, mirad si habeis
humilde. dejado y olvidado las cosas de
De donde podemos colegir una niño; porque si todavia gustais de
señal muy buena para conocer, si los juegos y entretenimientos de
un hombre es espiritual, ó no, y si los niños, niño sois; si gustais de ni
va aprovechando y creciendo en ñerias, de derramar vuestros senti
(c) Regul. 19 sum. constitut. (d) August. l. 83, quaest. 7o.
De la modestia y silencio. 87
dos, de apacentar vuestros ojos, c. 1, v. 16. Si alguno piensa que es
andando mirando cosas curiosas y Religioso, y no refrena su lengua,
vanas, y vuestros oidos en querer engañase, que vana es su Religion.
oir todo lo que pasa, y vuestra S. Gerónimo, in reg. Monacho
lengua en conversaciones y plati rum c. 22, trae esta autoridad para
cas impertinentes y escusadas; encomendar la guarda del silencio,
niño sois, é imperfecto sois, pues y dice que por esto aquellos padres
gustais de los pasatiempos y en antiguos del yermo, fundados en
tretenimientos de los niños y de esta sentencia y doctrina del Após
los imperfectos. El que es hombre tol Santiago, tenian gran cuidado
espiritual, y va creciendo y ha de guardarle. Dice que halló á mu
ciéndose varon perfecto, ya no chos de aquellos santos padres, que
gusta de esas cosas, antes se rie habia siete años que no habian
y hace burla de ellas, como el hablado palabra con otro. De aqui
hombre de los juegos y entreteni tambien dice Dionisio Cartusiano,
mientos de los niños, y se afrenta que vinieron todas las Religiones
ria de tratar de eso. á poner entre las observancias de
la Religion, por una de las prin
CAPITULO IV. cipales, esta del silencio, y con tan
Del silencio, y de los bienes y to rigor, que establecieron y orde
provechos grandes que hay naron, que el que le quebrantase,
6
(a) Greg. l.7 mor. c. 17: et 3 p. Pastor. admon. 3. (b) Hier, ibid. Gres.
3 p. Pastor. cap. 13: et l. 7 mor. c. 25.
De la modestia y silencio. 95
muy espuesto, y muy á peligro para Viderunt alii quid sentiant, unus
ser vencido de las tentaciones del quisque enim suo sensu ducitur: mi
demonio; y podemos dar otra razon hi oppidum carcer, et solitudo pa
mas particular de esto: asi como acá radisus est: Sientan otros lo que
á un hombre que está descuidado quisieren, porque cada uno dice de
y entretenido en otras cosas dife la feria como le va en ella: lo que
rentes, facilmente le pueden enga de mí sé decir, es, que la ciudad
ñar; pero al que está siempre sobre me es cárcel, y la soledad paraiso.
aviso, con dificultad: asi al que no Y S. Bernardo decia: (d) Numquam
guarda silencio, facilmente le puede minus solus, quâm cium solus: Nun
engañar el demonio, porque anda ca estoy menos solo, que cuando
divertido, entrenido y embebe estoy solo. Entonces estoy mas
cido en cosas impertinentes; pero acompañado, y mas alegre y rego
el que anda con silencio y recogi cijado, porque aquello que satisfa
miento, anda siempre apercibido ce y da verdadero contento al co
y sobre aviso, y asi no le engañará razon, es el tratar y conversar con
facilmente el demonio, ni le echará Dios. Para los que no tienen este
treta falsa. trato interior, ni saben de espíritu,
ni de oracion, ni hallan gusto en
CAPITULO VII. las cosas espirituales, será esta vi
Que andar uno con modestia, silen da triste y melancólica; pero no
cio y recogimiento, no es vi para el buen Religioso.
da triste, sino muy De aqui se entenderá otro en
alegre. gaño, (c) que como piensa el la
dron que todos son de su condicion,
D. lo dicho se sigue una cosa algunos en viendo al otro devoto
digna de advertir en esta materia: y recogido, y sus ojos bajos, y que
que esta manera de vida recogi no anda parlando como ellos con
da, andar uno con sus ojos bajos, todos los que encuentra, luego les
no querer hablar ni oir sino lo parece que anda tentado, ó que
necesario, haciendose sordo, ciego anda triste y melancólico, y aun
y mudo por Dios, no es vida tris algunas veces se lo dicen. Y hay
te ni melancólica, sino antes muy algunos que no se atreven á andar
alegre y gustosa: y tanto mas con la modestia y silencio que
que esa otra, cuanto es mas dulce la querrian y deberian, por temor
conversacion y compañía de Dios, de esto: lo cual se debe advertir mu
que la de los hombres, á la cual cho, para que nadie haga daño por
nos convida y lleva ese recogi su indiscrecion y poco espíritu:
miento. Dice S. Gerónimo: (a) ¿por qué vos no sabeis tener alegria
rezca algo lo que decimos, y asi na que nos enseñan aquí los Santos.
lo querriamos hacer mas, y por El glorioso S. Bernardo dice: (b)
eso conviene andar en esto con mu Numquam pertinaciter aliquid affir
cho recato. mes, vel neges, sed sint tuae afirma
Añade S. Buenaventura, (a) que tiones, et negationes dubitationis
habemos de huír de encarecimientos sale conditae: Nunca afirmeis ni
y exageraciones; porque no es gra negueis con demasiada aseveracion
vedad ni modestia religiosa, en y certidumbre lo que sabeis, sino
carecer y exagerar mucho las co decidlo siempre con un poco de sal
sas. Vuestra verdad y gravedad y gracia de alguna duda, como
ha de ser la que ha de dar autori diciendo: Pienso que es asi, ó sino
dad á las cosas que decís, no las me engaño, asi es: pareceme que
palabras superfluas y de exagera lo he oído decir. Si esto se sabe
cion: que esas no solo no dan au hacer con discrecion, es un modo
toridad á lo que decís, pero aun de hablar modesto, humilde y reli
á vos os quitan la que teneis. Y la gioso, y de un hombre que no está
razon porque quita la autoridad muy fiado de sí, ni de su propio
y crédito el hablar con estos hiper parecer, como no lo ha de estar el
boles y encarecimientos, es por que es humilde, y por eso habla
que muchas veces se encarecen las ban los Santos de esa manera;
cosas mas de lo justo, y asi hay porque eran muy humildes, y no
mentira en ello, porque no es tanto se fiaban de sí. De santo Domingo
como eso, y asi hombres encare Loricato cuenta Surio, que cuan
cedores no suelen ser tenidos por do le preguntaban qué hora era,
muy verdaderos, y pierden crédito nunca respondia determinadamen
y autoridad. De nuestro bienaventu te, son las ocho, ó las nueve; sino
rado Padre S. Ignacio lib. 5, c. 6, serán como las ocho, ó como las
se dice, que por maravilla usaba nueve. Y preguntado ¿por qué res
de los nombres que en latin lla pondia así? Dijo, porque de esa
man superlativos; porque en ellos manera estoy seguro de no decir
se suelen encarecer algunas veces mentira, ahora haya dado la hora,
las cosas mas de lo justo: sino de ahora esté por dar. Esta es otra ra
cia y contaba las cosas sencilla y zon, porque es prudencia y mo
llanamente sin amplificarlas ni destia religiosa no afirmar mu
encarecerlas, y estaba tan lejos de cho las cosas, sino con un poco de
estos encarecimientos y exagera sal y gracia de alguna duda, como
ciones, que aun se dice de él, dice S. Bernardo; porque con
que no afirmaba mucho las cosas esto no se pone uno á peligro de
que sabia. mentira alguna, aunque acontecie
Esta es otra doctrina muy bue se despues no ser asi, pero cuando
(b) Basil. in const. monas. c. 13. (c) Bern. l. 2 de consi. ad Euge. 3. (d)
Clem. Alexand. l. 2 de paedag. c. 5. Basil. in constit. monast. c. 13. Bern. in
modo bene vivend. adsor. ser. 3o. Bonav. in specul, disciplin. p. 4, c. 5.
II 4 Tratado segundo, cap. XII.
dant à moribus ridiculis. Las pa no solo no son espirituales, pero ni
labras proceden del corazon: Ex buenos Religiosos. El padre maes
abundantia enim cordis os loqui tro Avila declaraba á este propósi
tur: Luc. cap. 6, v. 4o: y asi el to aquello del Apóstol: Scurrilitas
que habla palabras vanas y livia quae ad rem non pertinet: Ad Ephes.
nas, da muestras de la vanidad y c. 5, v. 4; y glosábalo él de esta ma
liviandad de su corazon. Asi como nera: Que palabras de gracia y
en el sonido se conoce si la campa chocarrerias no solo no pertene
na ó vaso está sano ó quebrado, si cian á la modestia del Religioso,
está lleno ó vacío: asi en la voz y pero ni aun á la gravedad del insti
sonido de las palabras se echa de ver tuto de la vida cristiana. Y leese
el que está lleno ó vacío allá den de él en su vida, que palabra de do
tro, sano ó quebrado. El que ha naire nunca se vió en su boca. Y
bla estas cosas suena á hueco. S. de S. Crisóstomo nota Metafras
Crisóstomo sobre aquellas pala te, in vita S. Chrisost., que nun
bras del Apóstol: Omnis sermo ma ca dijo gracias, ni consintió á otro
lus ex ore vestro non procedat, dice: que las dijese. Estimaban esto tan
Quale cor unusquisque habet, talia to aquellos padres antigiios, que la
verba loquitur, et talia opera facit: penitencia que manda S. Basilio,
Cual tiene uno el corazon, tales (e) que se dé á quien hablare seme
son las palabras que habla, y tales jantes palabras, es que le aparten
son las obras que hace. El santo por una semana de la comunidad,
martir Ignacio en medio de sus que era como un género de esco
tormentos nombraba muchas veces munion que usaban los monges,
el Nombre de Jesus: y preguntan apartaban los tales de la conversa
do la causa, respondió: Porque cion y trato de los demas Reli
le tengo escrito en mi corazon, y giosos, porque no les inficionen y
por esto no puedo dejar de nom les peguen la roña, y para que ellos
brarle. Y despues de muerto saca se confundan y entiendan, que no
ronle el corazon, y le partieron, y merece estar entre los demas Reli
en cada parte hallaron que estaba giosos, el que no trata ni habla
escrito el Nombre de Jesus con le como Religioso.
tras de oro. El que da en decir gra En la vida de S. Hugon Abad
cias y donaires, no tiene escrito Cluniacense cuenta Surio de un
en su corazon el Nombre de Jesus, Arzobispo de Tolosa de Francia,
sino el mundo y su vanidad, y eso llamado Durano, que era amigo de
está brotando por la boca: y asi oir y decir donaires y palabras
vemos, que hombres que se precian ociosas. S. Hugon, que era enton
de decir gracias, y de hacer reir á ces Abad del monasterio de Clu
otros con sus dichos y donaires, ni, reprendióle esto diversas ve
TRATADO TERCERO,
DE LA VIRTUD DE LA HUMILDAD.
(d) Greg. sup. Psal. 3 penitent. Bern. de ordin. vit et morum insti. c. 7;
et ser. de Donis Spirit. Sanct. qui est ultimus ex parvis, c. 2.
(a) Cipria, ser. de Nativit. Christi. (b) Hier. epist. ad Eusto. (c) Bern.
ser. 1 de Nativit. (d) Greg. l. 23 mor. c. 13; et l. 27, c. ult.
De la virtud de la humildad. 127
piritual: pnes comunmente dicen los la humildad abriere bien las zan
Santos, que la fe es el fundamen jas, y ahondare en su propio cono
to, conforme aquello de S. Pablo: cimiento, y echare fuera todo lo
Fundamentum enim aliud nemo po movedizo de la estima y confian
test ponere, praeter id quod positum za de sí mismo, hasta llegar al ver
est, qu0d es Christus Jesus. 1 Co dadero fundamento, que es Cris
rint, c. 3, v. II. A esto responde muy to: este tal edificará buen edificio,
bien santo Tomas: 2 2, q. 161, art. que aunque le combatan los vien
5 ad 2. Dos cosas se requieren para tos y crezcan las aguas, no le der
fundar bien una casa. Lo primero rotarán; porque está fundado sobre
es necesario abrir bien los cimien piedra firme. Pero si edificáre sin
tos, y echar fuera todo lo movedi humildad, luego caerá su edificio,
zo hasta llegar á lo firme, para porque está fundado sobre arena.
edificar sobre ello; despues de muy No son virtudes verdaderas, sino
bien ahondado el cimiento, y saca aparentes y falsas las que no se
da fuera toda la tierra movediza, fundan en humildad: y así dice S.
comienzase á asentar la primera Agustin, (f) que en aquellos ro
piedra, la cual con las demas que manos, y filósofos antigüos no
se van asentando, es el principal habia virtudes verdaderas, no solo
fundamento del edificio. De esta por faltarles la caridad, que es la
manera, dice santo Tomas, se forma, y la que da vida y sérá to
han la humildad y la fe en este das, y sin la cual no hay ninguna
edificio espiritual y fabrica de las verdadera y perfecta virtud, sino
virtudes; la humildad es la que abre porque les faltaba tambien el funda
las zanjas, su oficio es ahondar el mento de la humildad: en su for
cimiento, y echar fuera todo lo taleza, en su justicia, en su tem
movedizo, que es la flaqueza de las planza pretendian ser estimados, y
fuerzas humanas. No habeis de fun dejar memoria de sí. Eran unas
dar sobre nuestras fuerzas, que to virtudes huecas y sin sustancia, y
do eso es arena, todo eso habeis de una sombra de virtudes: y así co
echar fuera, desconfiando de vos mo no eran perfectas ni verdade
mismo, y ahondando hasta llegar ras, sino aparentes, dice que se las
á la peña viva y piedra firme, que premió y remuneró Dios á los ro
es Cristo: Petra autem erat Chris manos con los bienes de esta vida,
fus: ese es el principal fundamen que son tambien los bienes aparen
to; pero porque para asentar este tes. Pues si quereis edificar verda
fundamento, es menester ese otro, lo deras virtudes en vuestra alma, pro
cual se hace con la humildad, por curad de echar primero buen funda
eso se llama tambien la humildad mento de humildad: Magnus esse vis?
undamento: (e) y así el que con A minimo incipe. Cogitas magnam
(*) Cor. c. 1o, v. 4 (f) Aug, l. 5 de Civit. Dei, c. 15; et in Ps. 31.
1 28 Tratado tercero, cap. II.
fabricam construere celsitudinis? De vemente por las mas principales,
fundamento prius cogita humilita comenzando por las teologales.
tis, dice S. Agustin: ser. 1o de Para la fe es menester humildad,
verbis Dñi. Si quereis ser grande, no digo á los niños, á los cuales
y levantar alto edificio de virtudes, se les infunde la fe sin acto pro
tratad primero de echar muy buen pio en el bautismo: hablo de los
fundamento de humildad: Et quan adultos, que ya tienen uso de razon.
tam quisque vult, et disponit super La fe pide un entendimiento hu
imponere molem aedificii, cuanto milde y rendido: In captivitatem
erit majus aedificium, tanto altius redigentes omnem intellectum in
fodit fundamentum: Y cuanto uno obsequium Christi, 1 ad Cor. c.
quiere levantar mas alto el edificio, Io, v. 5, dice el Apóstol S. Pa
tanto mas ahonda los cimientos: blo: y el entendimiento soberbio
porque no hay alto sin hondo, y así es impedimento y estorbo para re
á la medida y proporcion que cibir la fe: y así dijo Cristo nues
ahondáreis, y echáreis los cimien tro Redentor á los fariseos: Qu0
tos de la humildad, podreis levan modo vos potestis credere, qui glo
tar esta torre de la perfeccion evan riam ab invicem accipitis, el glo
gélica que habeis comenzado. San riam quae à solo Deo est non quari
to Tomas de Aquino entre otras tis? Joan. c. 5, v. 44. ¿Cómo p0
sentencias graves que se refieren deis vosotros creer en mí, pues bus
suyas, decia de la humildad: (g) cais ser honrados unos de otr08, y
Quien anda con deseo de honra, no buscais la honra que de solo Dios
quien huye de ser tenido en poco, y viene? Y no solo para recibir la fe
le pesa si lo es; aunque haga mara es menester humildad, sino tam
villas, lejos está de la perfeccion, bien para conservar la doctrina: es
porque todo es virtud sin cimiento. comun de los Doctores y Santos,
que la soberbia es principio de to
CAPÍTULO III. das las heregías: estima uno en tan
En que se declara mas en particu to su parecer y juício, que le anº
lar como la humildad es fundamento tepone al sentir comun de los San
de todas las virtudes, discurrien tos, y de la Iglesia, y de aí viene
do por las mas principales. á dar en heregías. Y así dice el Após
tol: Hoc autem scitote, quod in nº
Para que se vea mejor cuan ver vissimis diebus instabunt tempora
dadera es esta sentencia de los periculosa, et erunt homines se lº:
Santos, que la humildad es funda sos amantes, cupidi, elati, superb
mento de todas las virtudes, y cuan º ad Timoth. c. 3, v. 1. Hágº
necesario es este fundamento para saber que en los dias postreros habrá
todas ellas, irémos discurriendo bre unos tiempos muy peligrosos, Pºº
consejo: que desde que se dió al ejer nester andar reprimiendo y abajan
cicio de la oracion mental, emplea do esta hinchazon y soberbia que se
ba cada dia las dos primeras horas de levanta en nosotros, mirandonos á
ella en este conocimiento y menos los pies de nuestra fealdad y baje
precio de sí mismo. Y cuanto oía, y za, para que así se deshaga esa rue
leía y miraba, todo le servia para da de vanidad y soberbia. Acorde
este abatimiento y confusion. Y fue monos de aquella parábola de la hi
ra de esto tenia otra devocion, que le guera, que trae el sagrado Evange
ayudaba mncho, y era que cada dia lio. Luc. 13, v. 6. Queria arran
en levantándose, la primera cosa que carla su dueño, porque habia tres
hacia era arrodillarse, y besar tres años que no llevaba fruto. Dice el
veces la tierra, para acordarse que hortelano: Señor, dejadla este año
era polvo y tierra, y que en eso se siquiera, y yo la cavaré, y echaré
habia de volver. Y bien se le pare estiércol al rededor de ella, y si con
ció el provecho que de aí sacó, esto no diere fruto, entonces la ar
pues nos dejó tan grande ejemplo rancareis. Pues cavad vos esa higue
de humildad y santidad. Lib. 4, c. ra seca y estéril de vuestra ánima,
4. Pues guardemos nosotros este y echad al rededor estiércol de vues
consejo, y quedemonos con él: no tros pecados y miserias, pues hay
se nos pase dia ninguno, que no gas harto, y con eso llevará fruto y se
temos algun rato de oracion en hará fértil.
pensar algo que toque á nuestra Para que nos animemos mas á
confusion y desprecio. Y no pare este ejercicio, y ninguno tome
mos ni descansemos en este ejerci ocasion para dejarle por algunas
cio, hasta que sintamos que se nos falsas aprehensiones, se han de ad
ha embebido en nuestra alma un vertir aquí dos cosas. La primera,
entrañable desprecio y desestima que no piense nadie que es ejerci
de nosotros mismos, y una confu cio de solos principiantes, porque
sion y vergüenza delante del aca lo es tambien de antigüos y apro
tamiento de la Magestad de Dios, vechados, y de muy perfectos va
viendo nuestra bajeza y miseria: rones, pues vemos que ellos, y el
que lo habemos mucho menester, mismo Apóstol S. Pablo le usa
porque es tanta nuestra soberbia, y ban. Lo segundo, es menester que
la inclinacion que tenemos á ser te entendamos que este ejercicio no
nidos y estimados, que si no anda es triste ni melancólico, ni causa
mos continuamente en este ejerci turbacion ni desasosiego, sino an
cio, cada hora nos hallarémos le tes trae consigo grande paz y quie
vantados sobre nosotros, como el tud, y gran contento y alegria,
corcho sobre el agua. Porque mas por muchas faltas y miserias que
vanos y mas livianos somos noso uno conozca en sí, aunque de verse
tros que el corcho. Siempre es me tan ruín entienda claramente que
TOMO I I. II
162 Tratado tercero, cap. XII.
merece que todos le aborrezcan y mente todo eso. Y con esta consi
desprecien ; porque cuando este co deracion arraigada en las entrañas
nocimiento nace de verdadera hu desarrimase de sí, como de caña
mildad, viene aquella pena con quebrada, y anda arrimado y con
una suavidad y contento, que no fiado siempre en Dios, conforme
querria uno verse sin ella. Esas otras aquello del profeta Daniel: c. 19,
penas y congojas que algunos tie v. 18. Neque enim in justificatio.
nen, viendo en sí tantas faltas é nihus nostris prosternimus preces
imperfecciones, son tentacion del ante faciem tuam, sed in misera
demonio, el cual pretende con eso tionibus tuis multis: No confiados
por una parte, que pensemos que de nosotros, ni en nuestros mereci
tenemos humildad, y por otra si mientos y buenas obras nos atreve
pudiese á vueltas, querria que des mos á levantar nuestros ojos á vos,
confiasemos de Dios, y que andu y pediros mercedes, sino confiados,
viesemos desalentados y desmaya Señor, en vuestra grande miseri
dos en su servicio. Si hubieramos cordia.
de parar en el conocimiento de
nuestra flaqueza y miseria, harta - CAPÍTULO XIII.
ocasion tuviéramos de entristecer Del segundo grado de humildad,
nos y desconsolarnos, como tam declarase en que consiste este
bien de desmayar y acobardarnos; grado.
pero no habemos de parar aí, sino
pasar luego á la consideracion de El segundo grado de humildad,
la bondad y misericordia y libe dice S. Buenaventura, es desear
ralidad de Dios, y á lo mucho que uno ser tenido de los otros en p0
nos ama y padeció por nosotros, co: Amat nesciri, et pro nihilo re
y en eso habemos de poner toda putari: Process.6 regul. c. 22. De
nuestra confianza. Y así lo que fue sear que no os conozcan, ni os esti
ra ocasion de desmayo y tristeza, men, y que no haga nadie caso de
mirandoos á vos, sirve para esfor vos. Si estuvisemos bien fundados
zar y animar, y es ocasion de ma en el primer grado de humildad,
yor alegria y consuelo, mirando á tendriamos andado mucho cami
Dios. Mirase uno á sí mismo, y no no para llegar á este segundo, si
ve sino que llora, y mirando á verdaderamente nosotros nos tu
Dios, confia en su bondad, sin te viesemos en poco á nosotros mis
mor de verse desamparado, por mos, no se nos haria muy dificul
muchas faltas é imperfecciones y toso que los otros tambien nos tu
miserias que vea en sí. Porque la viesen en poco, antes nos holga
bondad y misericordia de Dios, riamos de ello. ¿Lo quereis ver di
en que tiene puestos sus ojos y co ce S. Buenaventura. Todos natu
razon, escede y sobrepuja infinita ralmente nos holgamos que los de
De la virtud de la humildad. 163
mas se conformen con nuestro pa dad y menosprecio de sí mismo,
recer, y sientan lo mismo que no y nunca acababa de decir mal de
sotros sentimos. Pues si esto es así; sí, que era tan pecador y malo
¿por qué no nos holgamos que los que no era digno de gozar de este
otros nos tengan en poco? ¿Sabeis aire comun, ni de la tierra que pi
por qué? Porque no nos tenemos saba, no queria sentarse sino en el
nosotros en poco, no somos de ese suelo, y mucho menos consentir
parecer. S. Gregorio (a) sobre que le lavasen los pies. El Abad Se
aquellas palabras de Job: c. 33, v. rapion despues de haber comido co
17. Peccavi, et vere deliqui, et ut menzó á tratar algunas cosas espiri
eram dignus, mon recepi, dice: Mu tuales, como tenia de costumbre,
chos con la boca dicen mal de sí, y cupole su racion al huesped. Dió
y que son unos tales, y unos cua le un buen consejo con mucho
les, y no lo creen ellos así; porque amor y blandura, que pues era
cuando otros les dicen aquellas mancebo y robusto, procurase
mismas cosas, y aun menores, no residir en su celda, y trabajar con
lo pueden sufrir, y estos tales cuan sus manos para comer, conforme á
do dicen mal de sí, no lo dicen la regla de los monges, y no andu
con verdad, porque no lo sienten viese ocioso discurriendo por las
ellos así en su corazon, como lo celdas de los demas. Sintió tanto
sentia Job, cuando decia: Pequé, y aquel monge esta amonestacion y
verdaderamente he delinquido y aviso, que no lo pudo disimular,
ofendido á Dios, y no me ha casti sino que lo mostró esteriormente
gado tanto como yo merecia. Job en el rostro y semblante. Enton
decia esto con verdad y de cora ces dijole el Abad Serapion: ¿Qué
zon; pero estos, dice S. Gregorio, es esto hijo, que hasta ahora nos de
solamente se humillan con la bo cias de tí tantos males, y tantas
ca y esteriormente, mas en el co cosas de mucha afrenta y deshon
razon no tienen humildad; quieren ra, y ahora con una amonestacion
parecer humildes, pero no lo quie tan llana como esta, que no con
ren ser, porque si de veras lo de tiene en sí injuria ni afrenta algu
Seasen, no se sentirian tanto cuan na, sino mucho amor y caridad,
do otro les reprende y les avisa te has indignado y alterado tanto,
de alguna falta, y no se escusarian que no lo has podido disimular ?
ni volverian tanto por sí, ni se tur ¿Esperabas por ventura con aquellos
barian como se turban. males que decias de tí, oir de nues
Cuenta Casiano, collat. 18, c. 1 1, tra boca aquella sentencia del Sa
que vino un monge al Abad Sera bio: Justus prior est accusator sui:
pion, que en el hábito, meneos y Prov. c. 18, v. 17: Este es justo y hu
palabras mostraba grande humil milde, pues dice mal de sí? ¿Preten
(a) Gregor. l. 1 dial. c. 6, l. 24 moral. c. 12; et l. 22, c. 14.
164 Tratado tercero, cap. XIII.
dias que te alabasemos, y tuviese unde videris deterior? ¿Qué cosa pue
mos por justo y por bueno? ¡Ay! de ser mas fuera de razon, que que
dice S. Gregorio, que muchas rer parecer mejor, de donde pareceis
veces eso es lo que pretendemos peor? Del mal que decís de vos, que
con nuestras hipocresias y humil reis parecer bueno, y ser tenido por
dades fingidas, y lo que parece hu tal, ¿qué cosa mas indigna y mas
mildad, es soberbia grande; por fuera de razon? Y S. Ambrosio re
que muchas veces nos humillamos, prendiendo esto, dice: Multi habent
por ser alabados de los hombres, y humilitatis speciem, sed virtutem
por ser tenidos por buenos y por non habent: Multieam foris praeten
humildes. Sino, pregunto yo: ¿Pa dunt, et intus impugnant: l. 7, ep.
ra qué decis de vos lo que no que 44. Muchos tienen la apariencia
reis que crean los otros? Si lo de de la humildad, pero no tienen la
cís de corazon, y andais con ver virtud de la humildad. Muchos, que
dad, habeis de querer que los otros parece que esteriormente la buscan,
crean, y os tengan por tal; y si interiormente la contradicen.
esto no quereis, manifiestamente Es tanta nuestra soberbia, y la
mostrais que en eso no pretendeis inclinacion que tenemos á ser teni
ser humillado, sino ser tenido y es dos y estimados, que buscamos
timado. Esto es lo que dice el Sabio: mil modos, é inventamos mil tra
Est qui nequiter humiliat se, et in zas para eso. Unas veces por indi
teriora ejus plena sunt dolo: Eccl. rectas, otras por directas, siempre
c. 19, v. 23. Hay algunos que se hu procuramos llevar el agua á nues
millan fingidamente, y allá en lo tro molino. Dice S. Gregorio,
interior su corazon está lleno de (b) que es propio de los soberbios,
soberbia y engaño; porque, ¿qué cuando les parece que han habla
mayor engaño, que buscar por me do ó hecho alguna cosa bien, pre
dio de humildad ser honrado y es guntar á los que los vieron ú oye
timado de los hombres? ¿Y qué ma ron que les digan las faltas, pa
yor soberbia que pretender ser teni ra que les digan bien de ello: pa
do por humilde? Appetere de humi rece que se humillan esteriormen
litate laudem humilitatis, non est te, pidiendo que les digan las fal
virtus, sed subversio: Ber. serm. 16 tas, pero no es humildad aquella,
super Cant. Pretender alabanzas de sino soberbia: porque pretenden
la humildad, dice S. Bernardo, con aquello sacar alabanza. Otras
no es virtud de humildad, sino per veces comienza uno á decir mal
version y destruccion de ella. ¿Qué de lo que ha hecho, y dice que ha
mayor preversion puede ser, que quedado muy descontento de ello,
esa? Quid perversius, quidve indig para con aquello sacar lo que el
nius, ut inde velas videri melior, otro tiene en su pecho, y querria
(c) August. l. 12 super Gen. ad lit. c. 15. (d) Doroth. 1, serm. 1o.
176 Tratado tercero, cap. XVI.
que eso salga de lo interior del co tanto la honra y estimacion, que
razon, y con la buena costumbre para ser mas honrados y estimados
se os haga como connatural, y así de los hombres, muchas veces fin
lo vengais á hacer con suavidad y gen y dan á entender lo que no
gusto, no perseverareis mucho en tienen, como mas nobleza, ó mas
ello, porque será como cosa posti riqueza, ó mas habilidades y par
za y violenta: Et nullum violen tes de las que tienen, así es altisi
tum perpetuum. Por esto importa ma humildad, que llegue uno à,
mucho ejercitarnos en los actos de tener tanto deseo de ser desprecia
las virtudes, hasta que la virtud se do y tenido en poco, que para al-s
nos vaya embebiendo y arraigan canzar esto, procure en casos fin
do en el corazon, de tal manera gir y dar á entender algunas faltas
que parezca que ella se cae de suyo, que no tenga, para que así sea te
y que aquel es nuestro natural, y nido en menos. Tenemos, dice, de
así vengamos á obrar las obras de la esto ejemplo en aquel padre Si
virtud con gusto y alegria. Por meon, que oyendo que el Adelan
que de esa manera podremos tener tado de la Provincia le venia á vi
alguna seguridad de que durare sitar, como á varon famoso y
mos y perseveraremos en ella. Es santo, tomó en las manos un peda
to es lo que dice el Profeta: Ps. 1, zo de pan y queso, y asentado á la
2. Sed in lege Domini voluntas puerta de su celda comenzó á co
ejus; dice otra letra: Sed in lege mer de aquello á manera de tonto:
Domini voluptas ejus: Bienaventu y visto esto, el Adelantado le des
rado el varon que todo su conten preció: de lo cual quedó él muy
to y todo su gozo y regocijo es contento, porque alcanzó lo que
en la ley del Señor, y esos son sus pretendia. Y de otros Santos lee
deleites y entretenimientos; por mos ejemplos semejantes: como
que ese dará fruto de buenas obras, de S. Francisco, (b) cuando se
como árbol plantado cerca de las puso á amasar el barro con los
corrientes de las aguas. pies, por huír la honra y recibi
miento que le querian hacer. Y de
CAPÍTULO XVII. fray Junipero, cuando se puso á
columpiar con los muchachos, por
Declarase mas la perfeccion á que el mismo fin. Miraban estos san
habemos de procurar subir en este tos, que el mundo despreció al Hi
segundo grado de humildad. jo de Dios, que es sumo é infinito
bien, y viendo que el mundo es tan
San Juan Climaco (a) añade mentiroso y falso, que fué enga
otro punto á lo dicho, y dice, ñado en no conocer una tan clarísi
que así como los soberbios aman ma luz, como era el Hijo de Dios,
(a) Clim. c. 25 de humil (b) 1 p, l. 1, c. 72 de la Cron, de S. Franciscº.
De la virtud de la humildad. 177
y en no honrar á lo que era verda humildad hay de perfectos, y es
derísima honra; toman tanto ódio cuando el Señor comunica á uno
y aborrecimiento con el mundo y tanta luz y conocimiento de sí
su estimacion, que reprueban aque mismo, que le parece que ya no se
llo que el mundo aprueba; y aque puede ensoberbecer, ni parece que
llo aprecian y aman, que el mundo le pueden venir movimientos de so
aborrece y desprecia; y asi huyen berbia y elacion: Tunc anima ve
con mucho cuidado de ser aprecia lut naturalem habet humilitatem:
s
dos y estimados de quien despreció Entonces tiene el ánima una hu
á su Dios y Señor: y tienen por mildad como natural, que aunque
grande señal de ser amados de obra grandes cosas, no se levanta
Cristo, el ser despreciados del nada por eso, ni se tiene en mas,
mundo con él y por él. Esta es la sino entes se tiene por menor de to
causa por que gustaban tanto los dos. Y entre estas dos maneras de
Santos de los oprobios, afrentas y humildad hay, dice, esta diferen
deshonras del mundo, y hacian cia, que la primera comunmente
tantos ensayos para alcanzar este está con dolor, y con alguna triste
desprecio. Verdad es, dice S. Juan za y pena, al fin como gente que
Clímaco, que muchas cosas de es no ha alcanzado perfecta victoria
tas fueron hechas por particular de sí mismos, sino que todavía
instinto del Espíritu Santo, y asi siente en sí alguna contradiccion,
mas son para admirarnos de ellas, que esa es la que causa la pena y
que para imitarlas. Empero aun tristeza, cuando se ofrece la oca
que no lleguemos á hacer con efec sion de la humillacion y desesti
to aquellas locuras santas que ha ma. Y lo que hace, que aunque la
cian los Santos, habemos de procu lleve con paciencia, no la lleve con
rar imitarlos en el amor y deseo alegria; porque todavia hay allá
grande que tenian de ser desprecia dentro quien haga alguna resisten
dos y tenidos en poco. cia, por no estar acabadas de ven
S. Didaco pasa adelante, y dice, cer las pasiones. Pero la segunda
que hay dos maneras de humildad: humildad no está con pena ni do
Una mediocrum, altera perfecto lor ninguno, sino antes con mucha
rum: Didac. l. de perfect. spirit. alegria se está uno en aquella con
c. 95. La primera es de los media fusion y vergüenza delante del Se
nos que van aprovechando, pero ñor, y en aquella desestima y des
estan todavia en pelea, y son com precio de sí mismo, como quien
batidos de pensamientos de sober no tiene ya quien le haga resisten
bia y de malos movimientos, aun cia, y por haber vencido y sujetado
que procuran con la gracia del Se las pasiones y vicios contrarios,
ñor, resistirlos y desecharlos, hu y alcanzado perfecta victoria de sí
millándose y confundiéndose. Otra mismo. Y de aí es tambien, dice
TOMO II. I 2
178 Tratado tercero, cap. XVII.
el Santo, que los que tienen la pri damos de él: Discite à me, quia mi
mera humildad, se turban y mu tis sum, et humilis corde: Matth.
dan con las adversidades y prospe c. 1 1, v. 29. Y el Apóstol S. Pedro
ridades, y diversos sucesos de esta dice, que nos dió ejemplo para que
vida; pero á los que tienen la se le imitemos: Christus passus est pro
gunda humildad, ni las cosas ad nobis, vobis relinquens exemplum, ut
versas les turban, ni las prósperas sequamini vestigia ejus. 1 Petr. c. 2,
les desvanecen, ni engrien, ni cau v. 21. S. Gerónimo sobre aquellas
san en ellos vano contentamiento; palabras de Cristo: (e) Si vis per
sino siempre permanecen en un sér, fectus esse, dice, que de estas palabras
y gozan de grande paz y tranqui se colige manifiestamente, que está
lidad, como gente que ha alcanza en nuestra mano ser perfectos, pues
do la perfeccion, y es superior á Cristo dice: Si quereis: Quia si di
todos esos sucesos. Al que desea aceris vires non suppetunt, qui inspec
ser tenido en poco, y se huelga con tor est cordis ipse intelligit: Prov.
eso, no hay cosa que le inquiete ni 12. Porque si dijéredeis, no tengo
le dé pena; porque si lo que le po fuerzas, bien sabe Dios nuestra fla
dia dar alguna, que es ser olvida queza; y con todo eso dice que po
do y desestimado, eso desea él, y dreis, si quereis; porque él está á
ese es su gusto y contento: ¿qué le punto para ayudarnos, si nosotros
podrá inquietar ni dar pena? Si en queremos, y con su ayuda todo lo
aquello en que los hombres parece podrémos. VióJacob una escala, dice
que le podian hacer guerra, siente el Santo, que llegaba desde la tierra
él mucha paz, nadie le podrá qui al cielo, y que subian por ella Ange
tar su paz. Y asi dice S. Crisósto les, y bajaban; y al fin de la escala
mo, (c) que este tal ha hallado pa en lo alto de ella estaba sentado el
raíso y bienaventuranza en la tierra: todo poderoso Dios, para dar la
Anima autem, quae sic se habet, quid mano á los que subian, y para ani
potest esse beatius? Quicumque talis marlos al trabajo de la subida con
est, is in portu continuó sedet ab su presencia. Pues procurad vos su
omni tempestate liber, et oblectatur bir por esta escala, y por estos gra
in serenitate cogitationum. dos que habemos dicho, que él os
Pues á esta perfeccion de humil dará la mano para que llegueis hasta
dad habemos de procurar llegar: y el último escalon. Al caminante que
no se nos haga esto imposible, por vé de lejos algun puerto muy al
que con la gracia de Dios, dice to, parécele imposible la subida;
S. Agustin, (d) no solamente á los mas cuando llega cerca, y vé el
Santos, sino al Señor de los Santos camino hollado, hácesele muy fá
podemos imitar, si queremos; por cil.
que el mismo Señor dice, que apren
(e) Chrys.h. 9 sup. Gen. (d) Aug, ser. 47 de Sanct. (e) Hier. Matt. 19,v. 21.
De la virtud de la humildad. 179
3, el postrero de los hombres; y
CAPITULO XVIII. como dice el Real profeta David,
Psal. 2 1, 7, oprobio de los hom
De algunos medios para alcanzar bres, y deshecho del mundo; sino
este segundo grado de humildad, y Sciens Jesus, quia venit hora ejus,
particularmente del ejemplo de ut transeat ex hoc mundo ad Pa
Cristo nuestro Señor. trem, cum dilexisset suos, qui erant
in mundo, in finem dilexit eos: Joan.
D. maneras de medios se sue 13, v. 1. Sabiendo Jesus, que era ya
len dar comunmente, para alcan llegada la hora en que se habia de
zar las virtudes morales: el uno partir de este mundo á su Padre, co
es de razones y consideraciones mo tuviese grande amor á los suyos,
que nos convenzan y anímen á quisoseles mostrar al fin de su vida; y
ello; el otro de ejercicio y uso de acabada la Cena, levantase de la
los actos de aquella virtud, con mesa, y quitase sus vestiduras, y ci
los cuales se alcanzan los hábitos. ñese una toalla, echa agua en una
Comenzando del primer grado de vacía, y postrase á los pies de sus
medios, una de las mas principa discipulos, y á los de Judas, y co
les y eficaces consideraciones de mienza á lavarselos con aquellas
que nos podemos ayudar para ser manos divinas, limpiarselos con
muy humildes, ó la mas principal la toalla con que estaba ceñido. O
y eficáz de todas, es el ejemplo de misterio grande ! ¿Qué es esto, Se
Cristo nuestro Redentor y Maes ñor, que haceis? Domine tu mihi la
tro: de lo cual aunque habemos di vas pedes? dice el Apóstol S. Pe
cho algo, siempre hay que decir. dro: ¿Vos, Señor, me lavais á mí
Toda la vida de Cristo fue un per los pies? No entendian los discípu
fectísimo dechado de humildad, des los lo que hacia. Quod ego facio, tu
de que nació hasta que espiró en nescis modo, scies autem postea. Res
la cruz: pero el bienaventurado ponde el Señor: Ahora no entiendes
S. Agustin pondera particular lo que hago, empero despues lo en
mente para esto el ejemplo que tenderás, yo os lo declararé. Vuel
nos dió, lavando los pies á sus dis vese á sentar á la mesa, y declárales
cípulos en el jueves de la Cena, ya el misterio muy de propósito: Vos
cercano á su pasion y muerte. No vocatis me Magister, et Domine; et
se contentó Cristo nuestro Reden bene dicitis, sum etenim. Si ergo ego
tor, dice S. Agustin, lib. de lavi pedes vestros, Dominus, et Ma
Sanct. Virg., con los ejemplos de gister, et vos debetis alter alterius
toda su vida pasada, ni con los que lavare pedes: Joan. 13, v. 13. Voso
luego habia de dar en su pasion que tros me llamais Maestro y Señor,
tan cercana estaba, donde habia de y decís bien, porque lo soy. Pues si
padecer, como dice Isaías, c. 35, v. yo siendo vuestro Maestro y Se
18o Tratado tercero, cap. XVIII.
ñor, me he humillado y os he la á aprender de vos? Que soy manso
vado los pies, vosotros habeis de y humilde de corazon. Esto es lo
hacer lo mismo unos con otros. que habeis de aprender de mí: Huc
Exemplum enim dedi vobis, ut quem cine redacti sunt omnes thesauri sa
admodum ego feci vobis, ita, et vos pientiae, et scientiae absconditi in te;
faciatis: Os he dejado ejemplo pa ut pro magno discamus à te, que
ra que aprendais de mí y hagais niam mitis es, et humilis corde? ¿En
como yo. Ese es el misterio: que eso se han resumido todos los tesoros
aprendais á humillaros, como yo de la sabiduría y ciencia del Pa
me he humillado. Es tan grande dre, escondidos en vos, que por gran
por una parte la importancia de cosa digais, que vamos á aprender
esta virtud de la humildad, y por de vos, que sois manso y humilde
otra la dificultad que hay en ella, de corazon? Ita ne magnum est esse
que no se contenta con tantos parvum, ut nisi à te, qui tam mag
ejemplos como nos habia dado, y nus es fieret, disci omnino non pos
tenia tan á la mano para darnos, si set? ¿Tan grande cosa es hacerse uno
no como quien conocia bien nues pequeño, que si vos que sois tan
tra flaqueza, y tambien habia toma grande no os hicieredes pequeño,
do el pulso á nuestro corazon, y no hubiera quien lo pudiera apren
tenia bien entendida la malicia del der? Sí dice S. Agustin, (b) tan
humor, de que pecaba nuestra do grande cosa es, y tan dificultosa hu
lencia, cargó tanto la mano en esta millarse y hacerse pequeño, que si
parte, y puso esta entre las pos el mismo Dios no se hubiera humi
treras mandas de su testamento, llado y hecho pequeño, no aca
por su última voluntad, para que báran los hombres de humillarse.
quedase mas impresa en nuestros Porque no hay cosa que tengan tan
COraZOne.S. -
(a) Aug. l. 3 contra epist. Petiliani Donatista. (b) Aug. l. unico contra
Secun. Manich. c. 1. (c) Thom. de Kempis. (d) Aug. serm. 16 de tempore.
184 Tratado tercero, cap. XIX.
santo, especialmente de muy absti decia que era causa de grandes ma.
nente y penitente. Llegándose la les, é impedia muchos bienes, y
hora de su muerte, llamó á todos asi le oían decir algunas veces con
los monges: ellos fueron muy ale grande afecto y gemídos: ¡0 opi
gres, pensando oír de él alguna co nion ! ¡ó opinion y estima de los
sa de edificacion: pero él temblan hombres, cuántos males has hecho,
do y muy angustiado, fue compe haces y harás!
lido interiormente á decirles su es
tado, y asi les declaró como esta CAPITULO XX.
ba condenado por haber sido toda
su vida hipocresía, porque cuando De otras razones humanas que nos
ellos pensaban que ayunaba y ha ayudarán para ser humildes.
cia mucha abstinencia, comia se
cretamante sin que nadie lo viese: San Crisóstomo (a) sobre aquellas
y por eso, dice, soy ahora entrega palabras de S. Pablo: Non plus
do á un terrible dragon, el cual sapere, quam oportet sapere, sed
con su cola me tiene trabado, y sapere ad sobrietatem; va pro
atados mis pies: ya entra su cabeza bando muy de propósito, que el
en mi boca, para sacar y llevar mi soberbio y arrogante, no solo es
ánima consigo para siempre: y di malo y pecador, sino loco: y trae
ciendo esto espiró con grande es para esto aquello de Isaías, c. 32, v,
panto de todos. ¿Qué le aprovechó 6: Stultus enim fatua loquetur: El
á este miserable el haber sido teni loco dirá locuras, y por las locuras
do por santo? que dice entenderéis que es loco.
S. Atanasio (e) compara á los Pues mirad las locuras que dice el
soberbios que buscan honras, á los soberbio y arrogante, y veréis c0
niños que andan cazando mari mo es loco. ¿Qué es lo que dijo el
posas. Otros los comparan á las primer soberbio, que fue Lucifer?
arañas, que se desentrañan tejien In coelum conscendam: super astra
do sus telas para cazar moscas, Dei exaltabo solium meum, sedebo in
conforme á aquello de Isaías, c. 59, monte testamenti, in lateribus Aqui
v. 5: Telas araneae texuerunt: asi el lonis, ascendam super altitudinem
soberbio se desentraña y echa los nubium, similis ero Altissimo: Isai. c.
higados, como dicen, para alcan 14, v. 12. Subiré al cielo, y pondré
zar un poco de honor humano. Del y ensalzaré mi asiento sobre las nu
padre S. Francisco Javier lee bes, y allá encima de las estrellas,
mos en su vida, l. 6, c. 8, que te y seré semejante al Altísimo. Quid
nia y mostraba siempre particular stultius? ¿Qué cosa mas loca y desa
ódio y aborrecimiento á esta opi tinada? Y en el capítulo décimo p0
nion y estima del mundo. Porque ne unas palabras muy arrogantes y
.
(b) Hieron. inprolog, galeato. Exod. 36, v. 19. (c) Greg, l. 34 mor. c. 15
in pastoral. p. 4, l. 3 dialog. c. 14.
De la virtud de la humildad. 2 t
Por eso comparan algunos muy otros se los manifiesta y hace que
bien a la humildad, y dicen que se los conozcan, para que los estimen
ha con las otras virtudes, como el y agradezcan. Y asi decia el Apóstol
sol con las demas estrellas: es la S. Pablo: Nos autem non spiritum
razon, que asi como cuando apa hujus mundi accepimus, sed spiri
rece el sol, desaparecen y se encu tum qui ex Deo est: ut sciamus quae
bren las otras estrellas; asi cuando à Deo donata sunt nobis: 1 ad
hay humildad en el alma, se encu Cor. c. 2, v. 12. Nosotros habemos
bren las demas virtudes, y le pare recibido, no el espíritu de este
ce al humilde que no tiene ningu mundo, sino el espíritu de Dios,
na virtud. Dice el glorioso S. Gre para que conozcamos los dones que
gorio: Boni soli bona sua non vi recibímos de su mano. Y la sa
dent, qui in se videnda omnibus ad cratísima Reina de los Angeles muy
exemplum prae bent : lib. 22 moral. bien conocia y reconocia las mer
c. 5. Siendo á todos manifiestas sus cedes y dones grandes que tenia y
virtudes, ellos solos no las ven. De habia recibido de Dios: Quia fecit
Moisés cuenta la sagrada Escritu mihi magna, qui potens est, Luc.
ra, que cuando salió de hablar con c. 1, v. 59, dice ella en su cántico:
Dios, traia un grande resplandor Magnifica y engrandece mi alma
en su rostro: viéndolo los hijos de al Señor; porque ha obrado en mí
Israél, él no: Ignorabat quod cor grandes cosas el que es todo pode
muta esset facies sua, ex consortio roso. Y esto no solo no es contra
sermonis Domini: Exod. c. 34, v. rio á la humildad y perfeccion,
29: asi el humilde no ve en sí nin antes está acompañado con una
guna virtud: todo lo que ve, le pa tan alta y levantada humildad,
rece que son faltas é imperfeccio que por eso la llaman los Santos
nes; y aun cree que la menor parte humildad de grandes y perfectos
de sus males, es la que el conoce, V3.1011 eSe
y que son muchos mas los que ig Hay aqui empero un peligro y
nora. Con esto le es fácil tenerse engaño grande, de que nos advierten
en menos que todos, y por el ma los Santos, y es, que algunos pien
yor pecador de cuantos hay en el san de sí, que tienen mas dones de
mundo. Dios, de los que tienen: en el cual
Es verdad (para que lo digamos engaño estaba aquel miserable á
todo) que como son muchos y quien mandó Dios decir en el Apo
diversos los caminos por donde calipsi: cap. 2, v. 17. Dicis di
Dios lleva á sus escogidos, aunque ves suum, et locupletatus, et nullius
á muchos lleva por el camino que egeo, et nescis, quia tu es miser, et
habemos dicho, de encubrirles sus miserabilis, et pauper, et caecus, et
dones, que ellos mismos no los nudus: Dices que eres rico, y que
vean, ni piensen que los tienen; á de nada tienes necesidad, y no en
TOMO II. 16
242 Tratado tercero, cap. XXXIV.
tiendes que eres miserable, pobre, guna virtud, sino todo faltas é im
ciego y desnudo. En el mismo en perfecciones, no tiene eso tanta
gaño estaba aquel fariseo del Evan dificultad: pero en estos otros ¿cómo
gelio, Luc. c. 18, v. 1 1, el cual da puede ser? Muy bien puede ser con
ba gracias á Dios, porque no era todo eso: sed vos humilde como
él como los otros hombres, cre S. Francisco, y entenderéis el co
yendo de sí que tenia lo que no te mo. (d) Apretándole su compañe
nia, y que era por eso mejor que ro, ¿cómo podia él con verdad sen
los otros. Y algunas veces se nos tir y decir esto de sí? Respondió
entra esta soberbia tan oculta y el seráfico padre: Verdaderamente
secretamente, que casi sin sentirlo entiendo y creo, que si Dios hu
ni entenderlo estamos muy llenos biera hecho con un ladron, y con
de nosotros mismos, y de nuestra el mayor de todos los pecadores
propia estimacion: por eso es gran las misericordias y beneficios que
remedio el tener el hombre siem ha hecho conmigo, que fuera mu
pre los ojos abiertos para ver las cho mejor que yo, y que fuera mas
virtudes agenas, y cerrados para agradecido que yo. Y por el con
ver las suyas propias; y asi vivir trario, entiendo y creo, que si Dios
siempre con un santo temor, con el levantase su mano de mí, y no me
cual estan mas seguros y guarda tuviese, que yo cometeria mayo
dos los dones de Dios. res males que todos los hombres,
Pero al fin como nuestro Señor y que seria peor que todos ellos: y
no está atado á eso, y lleva á los por esto, dice, yo soy el mayor pe
suyos por diversos caminos, algu cador y mas ingrato de todos los
nas veces, como dice el Apóstol hombres. Esta es muy buena res.
S. Pablo, quiere él hacer esta par puesta y humildad muy profunda,
ticular merced á sus siervos, que y doctrina maravillosa. Este cono
conozcan los dones que de su mano cimiento y consideracion es la
han recibido. Y entonces parece que hacia á los Santos hundirse de
que tiene mas dificultad la cues bajo de la tierra, y ponerse ó los
tion propuesta. ¿Cómo estos santos pies de todos, y tenerse con ver:
y varones espirituales, que cono dad por los mayores pecadores del
cen y ven en sí grandes dones que mundo. Porque tenian plantada y
han recibido de Dios, pueden con arraigada muy bien en su corazon
verdad tenerse en menos que to la raiz de la humildad, que es el
dos, y decir de sí, que son los ma conocimiento de su propia flaque"
yores pecadores del mundo? Ya za y miseria; y sabian penetrar y
cuando nuestro Señor lleva á uno ponderar muy bien lo que ellos
por ese otro camino de encubrirle eran y tenian de sí; y eso les hacia
sus dones, y que no vea en sí nin creer, que si Dios los dejara de $º
adelante, y muy á costa suya, Notan los Santos, que Dios usa
que lo suele él hacer. Aborrece él con nosotros de dos maneras de
tanto la soberbia y presuncion, y misericordia, grande y pequeña:
ama tanto la humildad, que dicen misericordia pequeña es cuando
los Santos, que suele permitir por socorre en las miserias pequeñas,
justo y secretísimo juício suyo, como son las temporales que to
que caiga en pecados mortales, á can solamente al cuerpo: y mise
trueque de que se humille; y aun ricordia grande, cuando socorre
no en cualesquiera, sino en pecados en las miserias grandes, que son
carnales, que son mas afrentosos y las espirituales que llegan al alma:
feos, para que mas se humille. * y asi cuando David se vió con es
Castiga Dios, dicen, la secreta so ta miseria grande desamparado y
berbia con manifiesta lujuria. Y desposeído de Dios por el adulte
traen (d) para esto aquello que dice rio y homicidio cometido, cla
S. Pablo de aquellos soberbios filó. ma y da voces pidiendo á Dios
sofos, que por su soberbia los entregó misericordia grande: Miserere mei
Dios á los deseos de su corazon: In Deus, secundium magnam misericor
immunditiam, ut contumeliis affi diam tuam. Ps. 5o, v. 3. Asi dicen
ciant corpora sua, in semetipsis, in tambien, que hay en Dios ira gran
passiones ignominiae: Vinieron á caer de, é ira pequeña: la pequeña es
en pecados deshonestos, feísimos cuando castiga acá en lo temporal
y nefandos, permitiéndolo asi Dios con adversidades de pérdidas de ha
por su soberbia, para que queda cienda, honra, salud, y otras co
sen confundidos y humillados, sas semejantes que tocan solamen
viéndose hechos bestias como Na te al cuerpo; pero la ira grande es
bucodonosor, con corazon, y con cuando llega el castigo a lo inte
versacion y trato de bestias. Quis rior del alma, conforme á aquello
non timebut te, ô Rex gentium ? de Jeremías: c. 4, v. 1o. Ecce perve.
TRATADO CUARTO,
DE LAS TENTACIONES.
(a) Paul. Manuu. in Apop. part. 1 13, $ 24, (b) Chrysost. homil. 4 ad
Popul. Antioc. tom. 5; et lib. 1 de Provid.
De las tentaciones. 285
Porque asi como el aguijon no ma sotros para descalabrarnos y ma
ta ni daña, sino aviva y des tarnos, las toma Dios para labrarnos
pierta, y hace caminar mas aprie de ellas una muy hermosa y pre
sa; asi la tentacion no hace daño, ciosísima corona, como leemos del
sino mucho provecho, porque avi glorioso S. Estevan, como estaba
va y despierta para caminar me rodeado de sus perseguidores, y
jor: y este provecho suele ser gene cercado de piedras que le tiraban,
ral para todos, aunque estén muy Actor. c. 7, v. 55, y vé abiertos los
aprovechados: porque asi como el cielos, y alli á Jesu-cristo, como
caballo, aunque sea bueno y fuer que estaba recogiendo aquellas pie
te, ha menester espuela, y entonces dras para de ellas fabricarle una
corre mejor cuando la siente; asi corona de pedrería de gloria.
los siervos de Dios corren mejor y Añade Gerson, trat. contra pusi
mas ligeramente en el servicio de lan., aqui otra cosa de mucho con
Dios, cuando sienten estos estímu suelo, y dice que es doctrina co
los y aguijones de las tentaciones, mun de los Doctores y Santos, que
y entonces andan mas humildes y aunque uno cuando es molestado
recatados. de tentaciones, haga algunas faltas,
Dice S. Gregorio: l. 2. mor. c. y le parezca que tuvo alguna negli
31. La pretension del demonio con gencia y descuido, y que se mezcló
la tentacion es mala: mas la del Se alguna culpa venial; con todo eso
ñor es buena: como la sanguijuela por otra parte la paciencia que tie
cuando chupa la sangre del enfer ne en aquel trabajo, y la conformi
mo, lo que pretende es hartarse de dad con la voluntad de Dios, y la
ella, y bebersela toda si pudiese; resistencia que hace peleando con
pero el médico pretende con ella tra la tentacion, y las diligencias
sacar la mala sangre, y dar la salud y medios que pone para alcanzar
al enfermo. Y cuando dan un bo victoria, no solamente quitan y
ton de fuego á un enfermo, lo que purgan todas esas faltas y negli
pretende el fuego es abrasar; pero gencias, sino que hacen que crezca y
el cirujano no pretende sino sanar. se adelante en merecimiento de ma
El fuego queria pasar á lo sano; yor gracia y mayor gloria, confor
el cirujano solo á lo enfermo, y me aquello del Apóstol S. Pablo:
no le deja pasar adelante. Asi el Faciet etiam cum tentatione pro
demonio con la tentacion preten ventum: 1 ad Cor. c. 1o, v. 13. Saca
de destruir la virtud, y el mereci Dios bien de la tentacion, y hace
miento y gloria nuestra; pero el que quedemos de ella medrados y
Señor pretende y obra maravillo aventajados. El ama ó madre, pa
samente todo lo contrario por ese ra que el niño sepa andar, apartale
mismo medio. Y asi las piedras un poco de sí, y luego llamale; él
que el demonio arroja contra no tiembla, y no osa ir; ella le deja,
286 Tratado cuarto, cap. VII.
aunque caiga algunas veces, tenien Dios, no solamente no se entriste
do aquel por menor daño, que el cian con ellas, antes se holgaban,
no saber andar. De esa manera se conforme á aquello del Apóstol
ha Dios con nosotros: Et ego quasi Santiago: c. 1, v. 2. Omne gaudium
nutritius Ephraim. Oseae c. 1 1, v. 3. existimate, fratres mei, cum intenta
No tiene Dios en nada esas caidas tiones varias incideritis: Hermanos
y faltas que á vosos parece que ha mios, cuando os vieredes en diver
ceis, en comparacion del provecho sas tentaciones, tenedlo por grande
que de las tentaciones se sigue. ganancia, y holgaos mucho con eso,
De la santa vírgen Gertrudis Y el Apóstol S. Pablo escribien
cuenta Blosio, c. 4 monilis spiri do á los romanos, c. 5, v. 3,dice:
tualis, que afligiéndose y repren Non solum autem, sed et gloriamur
diéndose ella mucho por un defec in tribulationibus: scientes quod tri
to pequeño que tenia, deseó y pi bulatio patientiam operatur: patien
dió á Dios, que se le quitase del tia autem probationem: probatio
todo. Y respondióle el Señor con verò spem : No solamente llevamos
mucha blandura y suavidad: ¿Para las tentaciones y trabajos con pa
qué quieres que yo sea privado de ciencia, sino gloriamonos en ellas,
grande honra, y tú de grande pre y llevamoslas con gozo y regocijo:
mio? Porque cada vez que recono porque sabemos que en ellas se
ciendo ese defecto ó otro semejan muestra la paciencia, y en esa pa
te, propones de evitarle de ahi ade ciencia se prueba uno, y esa prueba
lante, ganas grande premio: y cada da grandes esperanzas. De esta ma
vez que procura uno vencer sus de nera declara tambien S. Gregorio,
fectos por mi amor, me honra á mí lib. 8 mor. cap. 1, aquello de Job
tanto, cuanto un soldado à su Rey,cap. 7, v. 4. Si dormiero, dicam,
cuando por él pelea varonilmente quando consurgam? Etrursum expec,
en la guerra contra sus enemigos, tabo vesperam. Por la tarde que es:
y los procura vencer. peraba, entiende S. Gregorio la
tentacion. Y nota, que la desea el
CAPÍTULO VIII. santo Job como cosa buena y pro
vechosa : Expectamus enim pros
Que los Santos y siervos de Dios pera, et formidamus adversa: Por
que las cosas buenas y próspera8,
no solamente no se entristecian con
las tentaciones, antes se holga decimos que las esperamos; y las
ban por el provecho que malas y dañosas, que las tememos,
con ellas sentian. Pues porque tenia el santo Job la
tentacion por cosa que le conveniº,
Por estos bienes y provechos y le era buena y provechosa, pºr
grandes que se siguen de las eso dice que la esperaba. r
() Dorot, ubi supra. (b) Clim. c. 19. (c) Del AbadJuan Breve.
288 Tratado cuarto, cap. IX. º
ces toma Dios la mano, y hace suyo nes, y que los estimemos en mas, y los
el negocio, y se encarga de él, y reconozcamos por suyos, y no nos
vuelve por su gloria y honra; pero atribuyamos á nosotros lo que es de
cuando uno va confiado en sí, y en Dios,porque ese es un error muygran
sus medios y diligencias, todo
aquello se atribuye á sí, y lo quita
de,y muy contrario á la honra de
y á la Religion y piedad cristiana.
s
-
á Dios, y se quiere alzar con la Y si alcanzasemos esas con faeilidad, ---
honra y gloria, que es propia de su no las tendriamos en tanto, y luego
Magestad; y así le deja Dios en su pensariamos que nos las teniamos en
flaqueza, que no haga nada, porque la manga, y que por nuestra diligen
como dice el Profeta: Ps. 147, 1o. cia las habiamos alcanzado. S. Gre
Non in fortitudine equi voluntatem gorio, l. 7 mor. c. 1o, sobre aque
habebit, nec in tibiis viri beneplaci llas palabras de Job, c. 6, v. 13. Ec
tum erit ei: beneplacitum est Domi ce non est auxilium mihi in me; dice:
no super timentes eum, et in eis qui Plerumque enim virtus habita, dete
sperant super misericordia ejus : No rius quam si deesset, interficit, quia
se agrada Dios en los que confian en dum ad sui confidentiam mentem
la fortaleza de sus caballos, y en sus erigit, hanc elationis gladio trans
industrias y diligencias, sino en figit: cumque eam quasi roborando
aquellos que desconfiados de sí y vivificat, elevando necat: ad inte
de todos sus medios, ponen toda su ritum videlicet pertrahit, quâm per
confianza en Dios, y á esos envia él spem propriam ab interna forti
su socorro y favor muy copioso y tudinis fiducia evellit: Muchas ve
abundante.
ces usamos tan mal de la virtud y
S. Agustin dice, (a) que por es de los dones de Dios, que nos fuera
to dilata Dios algunas veces sus do mejor no los tener, porque nos en
nes y favores, y permite que duren soberbecemos con ellos, y confiamos
mucho en nosotros los resabios de luego mucho en nosotros mismos,
algunos vicios, de malas inclina y atribuímos á nosotros, y á nues
ciones que tenemos, y que no las tras fuerzas y diligencia, lo que es
2 2, v. 48. (c) Bern. ser. 33 sup. Cant. Ps. 5o, v. 6.2 ad Cor. c. 11, º 4
De las tentaciones. 3o9
santiguariades, é invocariades el causar en nosotros malos pensamien
nombre de Jesus; no seria menester tos y peores movimientos, y es
mas de ver, que el demonio es el tá siempre aguardando la ocasion
que os persuade á ello, para enten y coyuntura para eso, porque nun
der que es engaño y tentacion, y ca duerme, y está mirando nuestra
huir de ello. Pues esto pasa al pie de inclinacion, y lo que nos da mas
la letra en nuestras tentaciones. Asi gusto, para acometernos y tentar
como tenemos con nosotros cada nos por allí, tomando por medio
uno su Angel Custodio, conforme á nuestra carne y sensualidad para
aquellas palabras de Cristo : Vide hacernos mal. Y asi dijo Dios al de
te ne contemnatis unum ex his pu monio: Numquid considerasti ser
sillis: dico enim vobis, quia Angeli vum meum Job Job c. 2, v. 3. ¿No has
eorum in Caelis semper vident fa considerado á mi siervo Job? Como
ciem patris mei qui in Calis est: á quien anda tras él: Et diabolus est
Matt. c. 18, v. Io. Mirad no menos à dextris ejus: Psal. 1 o8, v. 5: de
precieis uno de estos pequeñitos; por manera que siempre anda el demo
que os digo de verdad, que sus An nio á nuestro lado. Y asi, cuando os
geles siempre ven el rostro de mi Pa viniere algun movimiento, ó algun
dre que está en los cielos. Sobre las pensamiento que os incite á hacer
cuales palabras, dice S. Gerónimo: algun pecado ó alguna imperfec
sup. Matth. Magna dignitas ani cion, entended que esa es tenta
marum: ut unaquaeque habeat ab or cion del demonio, y santiguaos, y
tu nativitatis in custodiam sui Ange guardáos, como si viesedes al mis
lum deputatum: Grande es la digni mo demonio que os está diciendo
dad de las almas, y en mucho las que hagais aquello.
estima Dios: pues en naciendo el San Gregorio (e) trae un ejem
hombre, (d) luego le deputa un An plo, que le aconteció al bienaven
gel que le guarde y tenga cuidado turado S. Benito con un monge
de él. Asi como un padre principal suyo, con que se declara bien esto.
da á un hijo muy querido un ayo Dice, que un monge era muy ten
que le guarde en lo corporal, y le tado de la vocacion: parecíale que
enseñe en las costumbres; asi Dios no podia llevar el rigor de la Reli
nos quiso y estimó en tanto, que gion, y queríase volver al mundo;
dió á cada uno un Angel por ayo. acudia muchas veces con esta ten
Pues volviendo á nuestro punto, tam tacion á S. Benito; el Santo decia
bien traemos contra nosotros cada le, que era tentacion del demonio,
uno un demonio, que atiende y se y aconsejabale lo que convenia. Y
ocupa en solicitarnos á lo malo, y como hiciese esto muchas veces, y
2 o*
(d) Ita Sancti, et Doctores gravissimi, quos referunt Pater Joann. Mal
dona. sup. locum citatum Matth. et P. Gabriel Vazquez sup. 1 part. S.
Thom. tom. 2, disp. 245, c. 2. (e) Greg. lib. Dial. c. 15.
31 o Tratado cuarto, cap. XIX.
no aprovechase, para que el novi dia á la memoria nuestra madre la
cio dejase de hacer instancia para Iglesia, como cosa de mucha im
irse; el Santo cansado é importu portancia: Fratres sobrii estote, et
nado, dijo que fuese en buena ho vigilate: quia adversarius vester
ra, y mandale dar sus vestidos; pe diabolus, tanquam Leo rugiens cir
ro al fin, como padre no pudo de cuit, quaerens quem devoret: cuire
jar de sentirlo, y púsose en oracion sistite fortes in fide: 1 Petr. c. 5,
por él. Y en saliendo el monge por v. 8. Hermanos mios, estad siem
las puertas del monasterio para ir pre á punto y sobre aviso, porque
se al mundo, ve venir contra sí un vuestro adversario el demonio anda
grande dragon, que abierta la boca como un leon bramando, buscando
le queria tragar. El temblando y y rodeando á ver si hallará á quien
palpitando, comienza á dar grandes tragar; resistidle varonilmente, y
voces: Sucurrite fratres: Sucurri no os dejeis llevar de sus engaños
te fratres: Socorredme, socorred y persuasiones.
me hermanos, porque este dragon
me quiere tragar. Acudieron los CAPÍTULO XX.
monges á las voces, y no vieron el
dragon; pero hallaron al monge Como nos habemos de haber en las
temblando, casi ya agonizando : tentaciones de pensamientos malos
traenle al monasterio, y en vien y feos, y de los remedios comº
dose dentro, hizo voto de nunca tra ellas.
mas salir de él. Y asi lo cumplió, y
no fue de aí adelante molestado de Acera de esto se ha de advertir
aquella tentacion. Nota allí san lo primero, que hay algunos que
Gregorio, que por las oraciones se entristecen y afligen mucho
del bienaventurado san Benito, vió cuando se ven combatidos de penº
al dragon que le queria tragar, al samientos malos, de blasfemias, ó
cual antes no veia, y asi le seguia, contra la fé, ó pensamientos tor
porque no le tenia por dragon, ni pes y deshonestos: tanto, que al
por demonio; pero cuando le vió gunas veces les parece que el 8º
y conoció comenzó á dar voces, y ñor les ha desamparado y olvida
á pedir socorro, para librarse de do, y que deben de estar en sudes
él. De manera que no es esta ima gracia, pues tales cosas pasan Pºº
ginacion ni consideracion inventa ellos. Este es un engaño grandº
da de nuestra cabeza, sino que pa Cuenta Gerson, 3 part, fol7, º
sa asi en realidad de verdad, que un monge, que hacia vida solitaria
el demonio es el que nos acomete en el yermo, que era muy tenº
con la tentacion. Y asi nos lo avisa do y afligido de pensamientos,
tambien el Apóstol S. Pedro, co blasfemias, y de otros muy feos y
mo buen pastor, y nos lo trae cada torpes, y habia veinte años que Pº
De las tentaciones, 31 r
decia esta tentacion, y no se atre se aqui de camino, para los que
via á descubrirla á nadie, parecién por la dificultad que sienten, dejan
dole ser aquella una cosa nunca oí de manifestar sus tentaciones, co
da ni vista, y que se escandaliza mo es mayor pena y tormento el
ría el que la oyese. Finalmente al no declararse uno, que el decla
cabo de veinte años fue á un padre rarse, como dirémos en su lugar.
muy antiguo y esperimentado, y Veinte años estuvo este monge en
aun no se atrevió á decirselo de pa grande afliccion y tormento, 3
labra, sino escríbelo en un papel, y part. trat. 7, cap. 6, por no ma
daselo. El viejo leyó su papel, y nifestar su tentacion, y en mani
comenzóse á reir, y dice al monge: festándola quedó quieto y sose
Pon tu mano sobre mi cabeza : y gado. Cuánto trabajo hubiera ahor
como la pusiese, dijo el viejo: yo rado, si lo que hizo al cabo de
tomo todo este pecado sobre mí, veinte años, lo hiciera al princi
no hagas mas conciencia de él de pio De manera que no es nueva
aqui adelante. El monge quedó es esta tentacion, ni nos habemos de
pantado. ¿Pues cómo, parecíame á espantar de ella.
mí que estaba yo en el infierno, Resta decir, como nos habemos
y dicesme que no haga caso de de haber en semejantes tentaciones
ello? Dícele el viejo: ¿Recibias tú de pensamientos malos y feos. Al
por ventura contento en esos pen gunos no se saben valer en ellas,
samientos malos y torpes? Jesus, porque hacen mucha fuerza, y po
dice, no, sino muy grande pena y nen mucho ahinco para desechar
tormento. Pues de esa manera, di y resistir á estos pensamientos, apre
ce el santo viejo, claro está que no tando las sienes, arrugando la fren
hacias tú eso, sino padecíaslo con te, meneando la cabeza, cerran
tra tu voluntad, procurandolo el do los ojos, como quien dice: No
demonio para traerte con eso á de habeis de entrar acá. Y algunas ve
sesperacion. Y asi toma hijo mio ces si no hablan y responden, no
mi consejo; y si de aqui adelan quiero: les parece que consienten.
te te tornaren á venir esos pensa Mayor es el daño que se hace uno
mientos malos, dí: Sobre tí sea con esto á sí mismo, que el que le
esa blasfemia, espíritu maligno, y hace la tentacion. Estaba el otro
ese pensamiento sucio, yo no que criado del rey Saúl dando voces
ro tener parte en eso, sino creo y de cerca, y reprendia al que las
tengo todo lo que tiene y cree la daba de léjos: porque despertaba é
santa madre Iglesia, y daré la vi inquietaba al Rey: Quis es tu, qui
da antes que ofender á mi Dios. clamas, et inquietas Regem ? 1 Reg.
Con esto quedó remediado el mon c. 26, v. 14. Os estais vos inquietan
ge, y de alli adelante nunca mas do y turbando á vos mismo de cer
le vino aquella tentacion. Y nóte ca, ¿y os quejais de la tentacion
312 Tratado cuarto, cap. XX.
que viene de fuera? Adviertase mu ben de persuadir á usar de este re
cho esto, porque es una cosa que medio, advierten los Santos, que
suele destruir mucho las cabezas, por muy malos que sean los pensa
especialmente á gente escrupulosa. mientos, no hay que haeer caso de
No es la oracion ni los ejercicios ellos, antes mientras mas malos
espirituales lo que les tiene casca son, menos caso habemos de hacer
das y quebradas las cabezas, y gas de ellos, por ser menos peligrosos.
tada la salud: sino sus escrúpulos ¿Pueden ser peores que contra Dios
é indiscreciones. Y eso es lo que y sus Santos, contra la fé y Reli
pretende el demonio, que bien sa gion? Pues esos son los menos pe
be él que estais muy lejos de con ligrosos, porque cuanto peores,
sentir; y no es pequeña, sino gran tanto por la gracia del Señor estan
de ganancia para él, euando esto mas lejos de vuestra voluntad y
saca. No es negocio este que se ha consentimiento. Y asi no hay que
de hacer por fuerza. tener pena de que os vengan, por
¿Pues cómo se han de resistir y que eso no és enlpa ninguna, ni es
desechar estas tentaciones? Dicen tá en vuestra mano, ni sois vos el
los Santos y maestros de la vida que haceis eso, sino padeceislo con
espiritual, que el modo de resistir tra vuestra voluntad, proeurándolo
no ha de ser pelear por desecharlas, el demonio para haceros desmayar
fatigandose y cansandose, y ha y caer en desesperacion, ó en una
ciendo fuerza con la imaginacion, tristeza y afliccion grande.
siuo no haciendo caso de ellas. De Cuentase de santa Catalina de
claran esto con algunas compara Sena, que estando una vez muy fa
ciones, que aunque bajas lo de tigada y afligida de estos pensa
claran bien. Asi como cuando sa mientos, se le apareció Criste
len algunos gozquejos á ladrar á nuestro Redentor, y desaparecie
uno, si no hace caso de ellos, luego ron luego todos aquellos nubla
se van : y si hace caso y vuelve á dos. Ella quejóse dulcemente á su
ellos, vuelven á ladrar; asi aconte Esposo: ¡Ay, Señor! ¿y dónde esta
ce en estos pensamientos. Y asi el bades vos cuando tales cosas pasa
remedio es no hacer caso de ellos, ban por mi corazon? Dícele: Hi
y de esa manera nos dejarán mas ja, aí estaba yo dentro de tu cora
presto; ó habemos de hacer, dicen, zon. Jesus mio, ¿entre pensamientos
como el que va por alguna ealle, tan torpes y makos estabades vosº
y el aire trae contra él muche Dícele: Dime, hija, ¿holgabaste tú
dumbre de polvo, y él no hace ca por ventura de tener aquellos pen
so de eso, sino cierra los ojos, y samientos? ¡O Señor, que me lle
pasa adelante. Y para mayor con gaban al alma, y no sé que me esco
suelo de los que son molestados de giera, antes que tenerlos! ¿Pues
esta tentacion, y para que se aca quién, dice, hacia que te pesase,
De las tentaciones. 31 3
sino yo que estaba allí? De mane bien podeis hacer cuenta, que pa
ra que por malos y feos pensa san fuera de vos, dice un Santo,
mientos que tengais, si vos no os porque en tanto los pensamientos
holgais con ellos, antes recibís pe malos estan dentro de vos, en
na y pesar, no solo no os ha des cuanto la voluntad consiente, y no
amparado Dios, sino podeis tomar mas; y no consintiendo, aun no
esa por señal de que mora en vos; han entrado en vuestra casa, sino
porque él es el que os da ese abor llaman y dan golpes á la puerta
recimiento del pecado, y ese temor de afuera. -
(a) Casian. colla. 19, c. 16: et l. 6 instit. renu. Bonav. de refor men
tis, c. 3: et proc. 4 Relig. c. 12.
316 Tratado cuarto. cap. XXI.
car loablemente ocasiones de pe acasiones, y huir y desechar luego
lear contra ellos: como conser con diligencia los pensamientosé
vando y tratando con los que le imaginaciones que nos vienen de es
persiguen y ofenden, para apren tas cosas: y asi añadió alli el Após.
der paciencia, y sujetándose á quien tol: ad Cor. 6, et 18. Fugite for
en todo le quiebre la voluntad, nicationem: Huid la fornicacion. Hu
para aprender á obedecer y á ser yendo se ha de resistir y vencer es
humilde; pero en los vicios carna ta tentacion. De esta manera decla
les seria indiscrecion y cosa muy ran Casiano y santo Tomás este
peligrosa desear estas tentaciones, lugar.
y ponerse en ocasiones de ellas. Y Cuentase en las crónicas de la
asi Cristo nuestro Redentor no Orden de S. Francisco, 1 part,
permitió ser tentado de este vicio, lib. 6, c. 38, que estando una vez
para enseñarnos que en tentacion juntos en plática espiritual Fr. Gil,
semejante no nos habemos nosotros Fr. Rufino, Fr. Simon de Asis, y
de poner, aunque sea con esperan Fr. Junipero, dijo Fr. Gil á los
za de mayor premio y triunfo; otros: Hermanos, ¿cómo os armais
porque este vicio es muy connatu y resistis á las tentaciones de la sen
ral al hombre; y como trae consi sualidad? Respondió Fr Simon: Yo,
go mezclada tanta delectacion, no hermano, considero la vileza y
solo en la voluntad, sino en el mis torpeza del pecado, y cuan aborre
mo cuerpo, es mas fácil y mas pe cible es, no solo á Dios, mas aun
ligrosa su entrada. á los hombres, los cuales por ma
Trae S. Buenaventura una bue los que sean, se esconden y encu
na comparacion para declarar es bren para que no sean vistos come
to. Asi como cuando el enemigo ter un pecado sensual: y de esta
tiene dentro de la ciudad que com consideracion me viene un grande
bate, algunos que le favorecen, enojo y aborrecimiento, y asi es
mas facilmente la entra y la rinde: capo de la tentacion. Fr. Rufino
asi el demonio nuestro enemigo dijo: Yo póstrome en tierra, y
tiene acá dentro quien le favorezca con muchas lágrimas llamo la cle.
muy particularmente en esta tenta mencia de Dios, y de nuestra Seño
cion, que es nuestro cuerpo, por ra, hasta que me siento perfecta
el deleite grande que de ello le ca mente libre. Fr. Junipero dijo:
be, conforme aquello de S. Pablo: Cuando yo siento las tales tenta
1 ad Cor. 6, et 18. Omne peccatum ciones diabólicas, y oigo su en
quodcumque fecerit homo, extra trada en los sentidos de la carne,
corpus est. En los demas pecados no luego en esa hora cierro fuerte
tiene tanta parte el cuerpo; pero mente las puertas del corazon, y
en este tiene mucha, y por eso pongo mucha gente de santas me
eonviene mucho apartarnos de las ditaciones y buenos deseos para
De las tentaciones. 317
guarda segura de él. Y cuando aque como las enfermedades corporales
llas sugestiones de los enemigos lle y sus remedios son tantos, y tan
gan y combaten la puerta, res diversos, que no se pueden es
pondo yo, como de dentro, no les cribir ni enseñar todos, sino que
abriendo en ninguna manera: A fue se ha de dejar mucho al arbitrio
ra, á fuera, que la posada está to y parecer del médico, que confor
mada, y por eso no podeis entrar me al sugeto y circunstancias par
acá, y asi nunca doy entrada á ticulares, aplique el remedio que
aquella gente ruín, y ella vencida le pareciere convenir; asi tambien
y confusa, vase. Fr. Gil habiendo en las enfermedades espirituales.
oído á todos, respondió, á tí me Por lo cual los Santos y maestros
atengo Fr. Junipero, porque con es de la vida espiritual ponen por re
te vicio mas seguramente pelea el medio general y muy principal
hombre huyendo. De manera que para todas las tentaciones, el des
el mejor modo de resistir á esta cubrirlas y manifestarlas al médi
tentacion es no dejar entrar en el co espiritual. Pero porque de esto
corazon los pensamientos malos, tratarémos largamente en la tercera
ni dar entrada alguna á esta tenta parte, trat. 7, aqui solamente avi
cion, porque esto es mas fácil. Pe sarémos una cosa que advierte S.
ro si una vez entran los malos pen Basilio acerca de esto. Dice el Santo,
samientos, no será fácil, sino muy in reg. brev. 229, que asi como las
dificultoso el desecharlos. La puer enfermedades del cuerpo no se des
ta facilmente se defiende; mas ella cubren á cualquiera, sino solamen
tomada, Dios nos libre. En la ter te à los médicos que las han de cu
cera parte, en el tratado de la cas rar; asi tambien las tentaciones y
tidad tratarémos mas largamente enfermedades espirituales no se
de esta tentacion, y de los reme han de descubrir á todos, sino so
dios que habemos de usar contra lamente á aquellos que Dios nos ha
ellos, los cuales nos podran ayudar puesto por médicos para eso, que
tambien mucho para las demas ten son los superiores, ó confesores,
taciones. conforme á aquello de S. Pablo:
ad Rom. c. 15, v. 1. Debemus autem
CAPITULO XXII. nos firmiores imbecillitates infirmo
rum sustinere. Y asi nuestra regla
De algunos avisos importantes para dice, 3 p. const. 1, S 12, regul. 14
el tiempo de la tentacion. summ., que se acuda con estas co
sas al prefecto de las cosas espiri
Haro, remedios habemos dituales, ó al confesor, ó al supe
cho para las tentaciones: pero por rior. Este es un aviso de mas im
muchos que se digan, no se portancia de lo que algunos por
pueden decir todos: porque asi ventura piensan; porque suele acon A
318 Tratado cuarto, cap. XXII.
tecer algunas veces, que no quiere cicios, y de añadir, antes que qui
uno descubrir sus tentaciones á tar. Porque si el demonio nos qui
quien debe, y descúbrelas á quien ta las armas espirituales, con que
no debiera, y á quien por ventura nos defendemos y le ofendemos;
hará daño, descubriéndolas, y le claro está que nos llevará mas fa
recibirá él tambien; porque podrá cilmente á lo que él desea. Y asi
ser que el otro tenga la misma ten conviene mucho ser fieles á Dios
tacion y flaqueza, y con eso que nuestro Señor en el tiempo de la
de mas confirmado en ella el uno tentacion, y en eso se conocen sus
y el otro. Pues por esto y por otros verdaderos siervos: Vos estis, qui
inconvenientes que se podrian se permansistis mecum in tentationibus
guir, conviene mucho que solamen meis: Luc. 22, v. 28. No es mucho
te comunique uno sus tentaciones perseverar uno en sus buenos ejer
y enfermedades espirituales con los cicios, cuando hay bonanza y de
médicos espirituales que los han de vocion; pero perseverar cuando hay
curar y remediar; de quienes pue tempestades, tentaciones, sequeda
de estar seguro que no le hará daño, des y desconsuelos, eso es mucho
y que recibirá provecho. Y asi di de loar, porque es gran señal de
ce el Sabio: Non enim omni homini verdadero amor, y de que sirve á
cor tuum manifestes: No descubrais Dios purisimamente por quien él
628,
vuestro corazon á cualquiera. Y en
otro lugar: Multipacifici sunt tibi, El tercer aviso es, que se debe
83 consiliarius sit tibi unus de mille: guardar uno mucho en el tiempo
Amigos muchos, todos han de ser de la tentacion de hacer mudan
nuestros amigos, pero consejero za y tomar nuevas resoluciones,
uno entre mil. porque no es aquel tiempo á pro
Otro aviso (a) dan tambien pa pósito para eso. En el agua turbia
ra el tiempo de las tentaciones de no se ve nada, dejadla asentar y
mucha importancia: Que procure aclarar, y entonces vereis las gui.
mos en los tales tiempos continuar gítas y arenítas que estan allá en lo
nuestros ejercicios espirituales, y mas hondo. Con la tentacion está
perseverar en ellos con diligencia, uno muy inquieto y turbado: no
y nos guardemos mucho de dejar puede ver bien lo que le convie
los ó disimularlos; porque cuan ne: Comprehenderunt me iniquitates
do no hiciese otra cosa el demo meae, 83 non potui ut viderem; Psal.
nio con la tentacion sino desba 36, v. 13; y asi no es ese buen tiem
ratarnos en eso, habria hecho mu po para deliberar, y resolverse y de
cho, y se daría por bien pagado. terminarse en ninguna cosa de nue
Antes entonces hay necesidad de vo. Dejad asentar y aclarar el
mayor continuacion en estos ejer agua, y cuando esteis sosegado y
(a) Divus Vincentius Ferrer l. de Spirit. c. 12.
De las tentaciones. 3l 9
quieto, entonces vereis mejor lo allí adelante suplicaba con mas ins
que os conviene. Todos los maestros tancia al Señor, diese esfuerzo
de la vida espiritual encomien al monge, y enviaba á su Mages
dan mucho este aviso. Y nuestro tad suspiros y gemidos con mu
santo Padre (b) nos le pone en el cha eficacia. Otra y otra vez vol
libro de los ejercicios, en las re vió el monge à él, y le dijo, que
glas que da para discernir los di no le aprovechaban sus oraciones:
versos espiritus. Y da allí una ra de lo cual el santo viejo quedó des
zon muy buena de esto; porque asi consolado, y se maravillaba como
como en el tiempo de la consola Dios no le oía. Estando pues fati
cion es uno llevado y movido de gado con este pensamiento, el Se
Dios á lo bueno; asi en la tenta ñor le reveló aquella noche si
cion es llevado é instigado del de guiente, que la causa porque no le
monio, con cuya instigacion nunca oía, era la negligencia y poco va
se hace cosa buena. lor del monge para resistir: y la
Lo cuarto, es menester que en el revelacion fue de esta manera: que
tiempo de la tentacion seamos di veía estar muy ocioso y sentado
ligentes en aprovecharnos de los aquel monge, y el espíritu de la
remedios arriba dichos, y que no fornicacion andaba delante de él
nos estemos mano sobre mano. Lo tomando diversas formas y rostros
cual se entenderá bien con el ejem de mugeres, jugando y haciéndo
plo siguiente. Cuéntase en las vidas le visajes, y el monge lo miraba, y
de los Padres, que un monge anda se holgaba mucho con ello: veía
ba muy molestado del espíritu de tambien que el Angel del Señor es
fornicacion, y deseando librarse de taba cabe de él, muy indignado
tal molestia, se fue á un aprobadí con el monge; porque no se levan
simo padre del yermo, y con mu taba de allí, y acudia al Señor, y se
cho sentimiento le dijo: Pón, pa postraba en tierra, y hacia oracion,
dre venerable, tu cuidado y solici y dejaba de deleitarse en sus pen
tud en mí, y ruega á Dios que me samientos. Por esto conoció el
favorezca, porque pesadamente me buen viejo, que la causa porque
combate el espíritu de la fornica Dios no le oía, era la negligencia
cion. Y como esto oyó el santo del monge. Y asi la primera vez
viejo, de allí adelante suplicaba de que le volvió á visitar, le dijo:
dia y de noche á Dios le favore Por tu culpa, hermano, no me oye
ciese. Pasados algunos dias volvió Dios, por cuanto te deleitas con
el monge al padre, y le suplicó, los malos pensamientos. Imposible
que orase por él con mas vehe es que de tí se aparte el espiritu
mencia, porque no se le mitigaba sucio de la fornicacion, aunque
su pegajosa tentacion. El padre de otros rueguen á Dios por tí, si tu
(b) S. P. N. Ignat, l. exerc. spir. reg. 5ad discernendum varios animimotus.
32 o Tratado cuarto, cap. XXII.
mismo no tomas el trabajo de mu con resistir de cualquier manera,
chos ayunos, oraciones y vigilias, sino procurar la mejor. En las cro
rogando á Dios con gemídos y lá nicas de S. Francisco, p. 2, lib. 7,
grimas que te conceda su favor y c. 8, se cuenta, que declaró el Se
misericordia, y te dé fortaleza; de ñor á un grande siervo suyo Reli
manera que puedas resistir á los gioso de aquella Orden, llamado
malos pensamientos: porque aun fray Juan de Alverne, el diverso
que los médicos apliquen á los en modo con que se habian los Reli
fermos todas las medicinas nece giosos contra las tentaciones, es
sarias, y se las dén con toda dili pecialmente contra los pensamien
gencia y cuidado, ninguna cosa tos de la carne : vió casi inumera
les aprovechará, si por otra parte ble multitud de demonios, que sin
los enfermos comen cosas dañosas. cesar arrojaban contra los siervos
De la misma manera pasa en las de Dios muchas saetas, algunas de
enfermedades del alma, que aunque las cuales con impetuosa ligereza
los padres venerables, que son los volvian contra los demonios que
médicos del alma, oren con toda las tiraban, y entonces ellos con
su intencion y corazon á Dios por gran clamor daban á huír como
aquellos que piden les ayuden con afrentados: otras de aquellas saetas
sus oraciones, poco aprovecharán arrojadas de los demonios tocaban á
los tales médicos, si los que son ten los Religiosos, mas luego caían
tados no se ejercitan en obras es en el suelo sin hacerles daño algu
pirituales, rezando, ayunando y no: otras entraban con el hierro
haciendo otras cosas que son á hasta la carne, y otras pasaban el
Dios agradables. Como esto oyó cuerpo de parte á parte. Pues con
el monge, arrepintióse de todo su forme á esto, el mejor modo de re
corazon, y de allí adelante siguió sistir, y el que habemos de procurar
el consejo del buen viejo, y afli es el primero; hiriendo al demo
gióse con ayunos, vigilias y ora nio con las mismas tentaciones y
ciones, y asi mereció la misericor saetas con que él nos procura he
dia del Señor, y se le quitó la ten rir, y haciéndole huír. Y esto ha
tacion. Pues de esta manera nos rémos muy bien, cuando pensando
habemos de haber nosotros en las el demonio dañarnos con sus ten
tentaciones, haciendo lo que es de taciones, nosotros sacamos mayor
nuestra parte, y poniendo los me provecho de ellas: como si de la
dios que debemos; porque de esa tentacion de soberbia y vanidad,
manera nos quiere el Señor dar la que el demonio nos trae, sacamos
victoria. mas humildad y confusion; y de la
Y porque en esto del resistir à las tentacion deshonesta sacamos ma
tentaciones, puede haber mas y me yor aborrecimiento del vicio, y
nos, no nos habemos de contentar mayor amor á la castidad, y andar
De las tentaciones, 32 1
con mayor recato y fervor, y acu llo del Real Profeta: Ps, 9, v, 16.
dir mas á Dios: Y así dice el bien In laqueo isto, quem absconderunt,
aventurado S. Agustin, sobre aque comprehensus est pes eorum. Captio,
llas palabras: Ps. 1 o 2, v. 26. Dra quam abscondit, apprehendat eum.
co iste, quem formasti ad illuden Et in laqueum cadat in ipsum :
dum ei: que de esta manera los Psal. 34, v. 8. Viniendo por lana,
siervos de Dios hacen burla de este vuelve trasquilado: Convertetur do
dragon, porque queda cogido y lor ejus in caput ejus, et in verti
enlazado con el mismo lazo con que cem ipsius iniquitas ejus descendet.
nos queria enlazar. Conforme áaque Psal. 7, v. 17.
-83- e$o-se
TRATADO QUINTO,
DE LA AFICION DESOR DENADA
DE PA RIENTES.
CAPÍTULO PRIMERO.
Acerca del amor y aficion que Luc. c. 14, v. 26. Y así debe pro
habemos de tener á parientes, curar de perder toda la aficion car
nos pone nuestro santo Padre (a) nal, y convertirla en espiritual con
una regla, que dice bien á todos los deudos, amándolos solamente con
los Religiosos.* Cada uno de los el amor que la caridad ordenada re
que entran en la Compañia, siguien quiere, como quien es muerto al
do el consejo de Cristo nuestro mundo y al amor propio, y vive
Señor: Qui dimiserit Patrem, Söc. en Cristo nuestro Señor solamente,
Matth. c. 19, v. 19, haga cuenta teniendo á él en lugar de padres
de dejar el padre y madre, her y hermanos, y de todas las cosas.*
manos y hermanas, y cuanto tenia No basta dejar el mundo con el
en el mundo: Antes tenga por cuerpo, es menester que le dejemos
dicha á sí, aquella palabra: Qui tambien con el corazon, perdiendo
non odit patrem suum, et matrem, todas las aficiones que tratan de
adhuc autem et animam suam, él, y le inclinan á las cosas del si
non potest meus esse discipulus: glo. No es malo amar al deudo,
TOMO II. 2
(a) Efren t. 2, tract. de varia doct. c. 53. (b) Cap. 4 exam. sess. 2.
(c) Surio 14 de mayo, 83 legitur in vit. Patrum. (d) Cap. praecedenti.
328 Tratado quinto, cap. II.
procurar escusar el buen Religioso si la memoria de aquellos que me
cuanto pudiere: porque tambien han eserito, y me apartarán del re
inquieta y desasosiega. Y así co poso y sosiego de mi oracion y
mo no les visitando vos, os libra contemplacion? ¿Cuántos dias se me
reis de muchas visitas, así no les representarán y pondrán delante
escribiendo, os libraríades de mu las figuras y facciones de sus tos
chas cartas suyas. Dice muy bien tros, y los dichos que me dijeron,
aquel santo Tomas de Kempis: * y las cosas de que me escribieron
Si tu sabes dejar los hombres, ellos ¿Cuándo se me acabarán de olvidar,
te dejarán hacer tus hechos. * To y raer de la memoria aquellas es
do está en que vos querais; que si pecies? ¿Con cuánto trabajo volveré
quereis, hallareis medios para todo yo al estado de la tranquilidad, y
lo que quisiéredes. Ya dejamos olvido de las cosas del mundo que
nuestra tierra, casa y parientes por ahora tengo? ¿Qué me aprovechará
Dios: acabémoslos de dejar del to haber dejado los parientes con el
do, y olvidémonos de ellos, para cuerpo, si con el corazon y con la
que así estemos libres y desemba memoria me torno á ellos, y me
razados, para acordarnos mas de estoy conversando y entretenien
Dios, y para amarle y servirle do con ellos? Y diciendo y revol
mas. Cuenta Casiano, l. 5 de inst. viendo estas cosas en su coraz0n,
renunt. c. 32, de un santo monge, toma su mazo de cartas, así como
que era muy dado á la oracion y venia, y da con él en el fuego, di
contemplacion, y tenia mucho cui ciendo: Ite cogitationes patria, pa
dado de guardar la puridad y lim riter concremamini: ne me ulterius
pieza de su corazon, como para ta adilla, quae fugi, revocare tentetis:
les ejercicios se requeria. Habia Apartáos de mi, pensamientosdecar.
quince años, que estaba en el desier ne y sangre, y quemáos aquí todos
to, y al cabo de ellos trajéronle un juntamente con estas cartas, porque
grande mazo de cartas de su tierra, no hagais que me vuelve á lo que
de la provincia del Ponto, de sus ya he dejado. No solo no quiso
padres, de todos sus parientes y leer carta alguna; pero ni desen
amigos; recibe su pliego, y comien volver el pliego, ni ver los nom
za á pensar y revolver entre sí: Si bres y firmas de los que le escri
yo leo estas cartas, ¿de cuántos pen bian, ni aun mirar los sobrescriº
samientos me serán causa? ¿Qué di tros, porque reconociendo la letra
versidad de olas se levantarán lue no se le representase la memoria
go en mi corazon de alegria vana, de ellos, y le impidiese aquello la
si hallo que á mis parientes les va tranquilidad y paz de su corazon.
bien; ó tristeza inútil y desaprove De nuestro bienaventurado padre
chada, si hallo que les ha sucedido S. Ignacio leemos otro ejemplº
mal? ¿Cuántos dias me llevará tras semejante. Lib. 5, c. 1 vitae suº
V. .
De la aficion desordenada de parientes. 329
Esto es muy bueno para los que aun sí. Especialmente, que para hacer
no se contentan con leer una vez fruto espiritual en parientes, co
las cartas, sino que las tienen muy munmente no son aptos parientes;
guardadas para tornarlas á leer porque como ayer los conocieron
otra y otra vez, y relamerse y sa que andaban jugando con ellos, no
borearse en ellas, refrescando la me los tratan con la estima y respeto
moria de sus deudos. Ya que no la que es necesario para el Predica
quemasteis antes de leerla, ¿por qué dor evangélico. Y asi dijo Cristo
no la quemais luego en leyéndola? nuestro Redentor: Amen dico vobis,
Y con ella todos los pensamientos quia memo Propheta acceptus est in
de carne y sangre, para que no os patria sua: Luc. c. 4, v. 24. Nin
inquieten mas. gun Profeta es accepto en su tierra.
Y queriendo Dios hacer de Abrahan
CAPÍTULO III. un gran predicador, y padre de los
fieles, le mandó que saliese de su
Que aunque sea con título de predi tierra, y de entre sus parientes,
car, ha de huir el Religioso el trato amigos y conocidos, y se fuese á
de parientes, y las idas á Mesopotamia, donde de nadie fue
- su tierra. se conocido. Y á S. Pablo (que es
cosa digna de consideracion) es
Algunos les viene esta tenta tando él en Jerusalén en oracion
cion de ir á su tierra, y visitar en el templo, le dijo Dios que
y tratar sus parientes con título de saliese de allí, y fuese á predicar á
predicarles, y hacer fruto espiri la gentilidad; porque aquí en Jeru
tual en sus almas. Y cuando las salén, dice, no harás fruto: Non re
tentaciones vienen de esta manera, cipient testimonium tuum de me.
disfrazadas con color y aparien Actorum c. 22, v. 18. O Señor, que
cia de bien, suelen ser mas peligro aquí me conocen, criado á los pies
sas: porque no se suelen tener por de Gamaliel, y saben que yo perse
tentaciones, sino por buenas razones. guia á los que creian en vos, y que
S. Bernardo, ser. 64 sup. Cant., cuando los otros apedreaban á S.
sobre aquellas palabras: Capite no Estevan, guardaba sus vestiduras.
his vulpes parvulas, quae demoliuntur Anda, que no lo entiendes: sale de
vineas; Cant. 1, v. 15, dice, que esta tierra, donde eres conocido,
esta es una de las raposillas que en que te quiero hacer Predicador de
trando con engaño, y con aparien las gentes: Ego in nationes longe mit
cia de bien, suele destruir y echar tam te: Allá donde no te conocen,
á perder á muchos. Y á algunos, dice harás mucho fruto. Y pareceos á
el Santo, que conoció él, que se vi vos que hareis fruto en vuestra tier
nieron á perder por aquí: pensa ra; ¿y qué fruto podeis vos hacer aí
ron ganar á otros, y perdiéronse á entre parientes? ¿Cómo les podeis
33o Tratado quinto, cap. III,
predicar y persuadir el desprecio ellas le fue necesario pasar por el
del mundo y del regalo, viéndoos yermo, donde vivian los padres,
ellos á vos regalado y entretenido en donde vió muchos monasterios
en el mundo entre carne y san celdas de monges; tuvo plática
gre? con el Abad Juan, el cual le trató
El padre Pedro de Ribadeneira, de las cosas de su alma y salva
en unos diálogos manuscritos, cion; y de la plática quedó tan
cuenta un ejemplo gracioso que movido, que no volvió mas á su
le aconteció á uno de la Compa casa : antes renunciando el mundo,
ñía, que vencido de la ternura de comenzó una vida tan admirable
su madre, se fue á su tierra, en Me. en aquel desierto, y tomó tan á pe
cina, y dice: Que estando un dia un chos el negocio de la virtud, que
sacerdote conjurando en la iglesia en breve tiempo hacia ventaja á
un demonio, que tenía una pobre muchos de los viejos. Yendo tan
muger, delante de mucha gente, viento en popa, le vino una recia
entró à deshora este, y quiso ayu tentacion, que seria mejor volver
dar al sacerdote, comenzó á ame al mundo, y salvar su muger é
nazar al espíritu maligno, y man hijo, pues él estaba ya tan desenga
darle en nombre de Dios, que sa ñado, y no ser para sí solo. Con
liese de aquel cuerpo. El espíritu esta apariencia de caridad, enga
le respondió solamente, mama, ñado del demonio, despues de
mama. Cayóles á todos muy en haber estado cuatro años en el de
gracia la respuesta, como le cono sierto, toma el camino para su tier
cian, y sabian la causa de su veni ra: y pasando por un monasterio,
da, y él quedó muy confuso y cor como visitase á los monges, y les
rido. Pues lo mismo os podran res dijese su intento, todos le decian
ponder á vos, cuando en vuestra ser tentacion del demonio, y que
tierra predicais á los otros, que se muchos habian sido burlados de
mortifiquen, y que dejen los re aquella manera. El no les dió cré
galos y entretenimientos del mun dito, antes obstinado en su pare
do. cer, se despidió de los monges, y
Severo Sulpicio , dialog. 1, queria ya proseguir su camino:
cuenta otro ejemplo á este propósi apenas habia salido del monasterio,
to, no gracioso, sino temeroso. Dice, cuando permitió Dios nuestro Se
que un mancebo de Asia muy rico ñor, que un demonio entrase en su
de bienes temporales, de muy ilus cuerpo, y le atormentase fuerte
tre linage, casado, y ya con un hi mente, haciéndole despedazarse
jo, era tribune tambien de Egip con los dientes, y echar espumara
to, y en viages que solia hacer al jos por la boca. Fue traído en bra
gunas veces, sobre negocios que zos al monasterio, y allí fue for
pertenecian á su oficio, una de zoso por su fiereza echarle en pri
De la aficion desordenada de parientes. 331
siones, y atarle de pies y manos. mos, despreciándose y teniéndose
Digna pena del fugitivo; y aunque en poco, y hollando con igual
los monges rogaban á Dios por él, constancia la prosperidad y la ad
y conjuraban al demonio, permi versidad, se hallan todos con el
tió Dios nuestro Señor, que no le vínculo del amor del deudo y san
dejase hasta pasados , dos años; gre, y queriendo indiscretamente
al cabo de los cuales, siendo libre, cumplir con esta obligacion, vuel
volvió bien escarmentado á su pri ven con el afecto de la carne y pa
mer lugar y vida de monge, sien rentesco á las cosas que ya tenian
do para los otros grande escar dejadas y olvidadas, y amando
miento, para que perseverasen en mas de lo que deben á sus deudos,
lo comenzado, y para que no se olvidados de su profesion, se ocu
deje nadie engañar de estas fal pan en negocios y cosas esterio
sas apariencias de piedad. De aquí res de ellos, entran en las audien
se verá cuan lejos debe estar el cias y tribunales, y se enredan en
Religioso de estas idas á su tierra, los pleitos y marañas de las cosas
y visitas de parientes; porque si aunterrenales, y dejada la paz y quie
con título de predicarles y hacer tud interior, se engolfan de nuevo
fruto en sus almas, dicen los Santos en los negocios seglares con mu
que es tentacion, y que hay en ello cho peligro de sus almas. Lo mismo
muchos inconvenientes y peligros, dice S. Isidoro, l. 1 de summo
¿qué será cuando uno va solamente bono: Multi Monachorum amore
por consolarlos ó consolarse? parentum, non solum terrenis curis,
sed etiam forensibus jurgiis involuti
sunt, 85 pro suorum temporali salu
CAPITULO IV. te suas animas perdiderunt.
Este es uno de los mayores bar
Que particularmente se ha de guar rancos y atolladeros que hay en es
dar mucho el Religioso de ocuparse ta materia. Cuando la aficion car
en negocios de parientes. nal se enseñorea tanto del Religio
so, que le hace cuidar de los ne
Sobre todo se debe guardar mu goeios de sus parientes, y encargarse
cho el Religioso de encargarse de de ellos; como lo vemos y espe
negocios de parientes, y de ocu rimentamos mas de lo que quisiera
parse en ellos, por los muchos y mos por nuestros pecados. Dice S.
grandes inconvenientes y peligros Basilio, in const. monast. c. 2 1,
que en ello hay. Dice S. Gregorio, que esto nace de que el demonio
l. 7 mor. c. 14, muchos hay, que envidioso de ver que en el mun
despues de haber dejado sus ha do hace un Religioso vida celes
ciendas, y todo cuanto poseian en tial, y viviendo en carne, vive sin
el siglo, y lo que es mas, á sí mis ella, y va ganando lo que él per
332 Tratado quinto, cap. IV,
dió, procura con pretexto de pie Religioso: dejó él su hacien
dad, y aun de obligacion, embara da, y su honra, y sus comodi
zar á los Religiosos con estos cui dades y regalo, por librarse de
dados, para que así pierdan la paz, esos cuidados y embarazos, ¿y hase
y quietud de las almas, y vayan de encargar acá de los agenos, y ser
resfriándose en el amor que tenian como el obligado á todas las co
puesto en Dios, y en el fervor con sas que tocan á la carne y sangre,
que caminaban á la perfeccion. Y y perder por eso el fruto de su vo
es cosa de ver el ahinco que en es cacion? Muy bien respondió el
to pone el demonio, tomando por Abad Apolo, como refiere Casiano,
instrumento á los mismos parientes, colla. 24, c. 9, el cual como es
que parece que no saben en todos tuviese en su celda, vino á él un
sus negocios, trampas y diferen hermano suyo una noche á pedirle
cias, y en todos sus casamientos que saliese de ella, y le fuese á ayu
y embarazos, sino acudir luego al dar á sacar un buey que se le habia
pariente Religioso. Aquel ha de atollado en un buhedal, ó panta
ser como el obligado á la carni no, porque él solo no le podia sa
cería; paréceles que aquel es mas car. Díjole el Abad Apolo: ¿Por qué
á propósito, y está mas desocupado, no fuiste á llamar al otro hermano
y que no tiene en que entender si que quedó allá? Respondió él : Ese
no en acudir á sus negocios. Dice ya ha quince años que es muerto.
muy bien Dionisio Cartujano, (a) Entonces dijo el Abad Apolo:
aun hablando de los prelados y Pues hermano mio, yo ha veinte
clérigos seglares, quitó Dios los hi años que soy muerto, y estoy se
jos á los clérigos, y el demonio les pultado en esta celda, y así no pue
dió sobrinos: y trae aquello que do salir de ella á ayudarte. De esta
dijo el otro: manera se ha de haber el Religioso
Cum factor rerum privaret semine en semejantes ocasiones, y sino se
clerum: -
TRATADO SEXTo,
DE LA TRISTEZA Y ALEGRIA.
(c) Greg. l. 22 mor. c. 14. Aug, sup. illud Psalm. 7: Concepit dolorem,
85 peperit iniquitatem; 85 tract. 4 super Joan.
352 Tratado cuarto, cap. IV.
fuere, y en cualquier cosa que le han de mandar aquello, basta para
ocuparen. Pues si quereis andar CSO.
siempre alegre y contento, poned El remedio para esta tristeza
vuestro contento en hacer la vo bien se ve que será ser uno humil
luntad de Dios en todas las cosas, de, y contentarse con el lugar ba
y no le pongais en esto ó aquello, jo; ese tal estará libre de todas
ni en hacer vuestra voluntad, por estas tristezas y desasosiegos, y
que ese no es medio para tener gozará de mucha paz y descanso:
contento, sino para tener mil des Discite à me, quia mitis sum, 83 hu
contentos y sinsabores. milis corde, $3 invenietis requiem
Declarando esto mas, lo que animabus vestris. Matth. c. 15, v. 19.
suele ser muy comunmente causa De esta manera declara el glorio
y raiz de nuestras melancolías y so S. Agustin estas palabras: di
tristezas, es no el humor de me ce, que si imitamos á Cristo en
lancolía, sino el humor de sober la humildad, no sentirémos traba
bia que reina mucho en nuestro jo ni dificultad en el ejercicio de
corazon, como dijímos, trat. 3, las virtudes, sino mucha facilidad
c. 22, tratando de la humildad; y y suavidad; porque lo que lo hace á
mientras ese humor reinare en eso dificultoso, es el amor pro
vuestro corazon, tened por cierto, pio, la voluntad y juicio propio,
que nunca os faltarán tristezas y el deseo de la honra y estima
melancolías, porque nunca falta cion, y del deleite y comodidad,
rán ocasiones; y asi siempre vivi y todos esos impedimentos qui
reis con pena y tormento. Y á es ta y allana la humildad; porque
to podemos reducir lo que acaba ella hace que el hombre se tenga
mos de decir, de estar uno indi en poco á sí mismo, y niegue su
ferente para cualquier cosa que voluntad y juicio, y desprecie
la obediencia le quiere mandar; las honras y estimacion, y todos
porque muchas veces no es el tra los bienes y contentos temporales;
bajo, ni la dificultad del oficio lo quitando esto, no se siente traba
que se nos pone delante. ¿Qué ma jo ni dificultad en el ejercicio de
yor trabajo, y mayores dificulta las virtudes, sino grande paz y
des suele haber en los oficios y pues descanso,
tos altos que nosotros apetece
mos y deseamos, sino la soberbia, CAPITULO V.
y el deseo de honra? Esa es la que Que es muy grande remedio para
nos hace fácil lo trabajoso, y pe desechar la tristeza, acudir à
sado lo que es mas fácil y lige la oracion,
ro, y lo que nos trae tristes y
melancólicos en ello. Y aun solo Cuano, lib. 9 de instit. renunt.
el pensamiento y temor, si nos cap. ult., dice, que para todo
A
De la tristeza y alegria. 353
genero de tristeza, por cualquier menos cantarlas, sino el acudir á
via ó causa que venga, es muy Dios, el recogerse á la oracion;
buen medio acogernos á la ora ese ha de ser su consuelo y des
cion, y pensar en Dios, y en la es CaInSO,
peranza de la vida eterna que nos Ponderan los Santos aquello que
está prometida. Con lo cual se qui cuenta la Escritura divina, que
tan y aclaran todos los nublados, despues del diluvio, pasados cua
y huye el espíritu de la tristeza: renta dias, abrió Noe la ventana
como cuando David tañia con su del arca, y envió el cuervo para
harpa y cantaba, huia el espíritu ver si estaba ya seca la tierra, para
malo de Saúl, y le dejaba. Y asi el poder desembarcar; y no volvió
Apóstol Santiago en su Canónica, mas; (por eso dicen: el mensagero
c. 5, v. 15, nos pone este remedio: del cuervo) envió luego , tras él
Tristatur aliquis vestrum? Oret: ¿Es la paloma, la cual dice la sagrada
tais triste? Acudid á la oracion. Y el Escritura, que no hallando donde
profeta David dice, que usaba de él: poner los pies, se volvió al arca: Quar
Renuit consolari anuma mea, me cum non invenisset, ubi quiesceret
mor fui Dei, et delectatus sum: Ps. per ejus, reversa est adeum in Ar
76, v. 4. Cuando me siento triste cam. Gen. 89. Preguntan los San
y desconsolado, el remedio que ten tos: Pues el cuervo no volvió, cla
go es acordarme de Dios, y con ro está que halló donde poner los
eso quedo consolado: Cantabiles pies: ¿cómo dice la Escritura, que
mihi erant justificationes tuar, in lo la paloma no halló donde poner
co peregrinationis meae; idest, erant los? La respuesta es que el cuervo
mihi cantica, 83 solatium : Ps. 1 18, sobre aquellos lodazares, y sobre
v. 54. El pensar, Señor, en vos, y aquellos cuerpos muertos hizo su
en vuestros mandamientos, y en asiento ; pero la palomica simple,
vuestras promesas, eso es para mí blanca y hermosa, no se ceba en
cantar de alegría: eso es lo que cuerpos muertos, no hace su asien
me recrea y consuela en este des to en lodazares; y asi se volvió al
tierro y peregrinacion en todos arca, porque no halló donde po
mis trabajos y desconsuelos. Si él ner los pies, no halló donde des
conversar acá con un amigo basta cansar. Pues asi el verdadero sier
para desmelancolizarnos y ale vo de Dios, y el buen Religioso,
grarnos, ¿qué será el conversar con no halla contento ni recreacion
Dios? Y asi el siervo de Dios, y el en esas cosas muertas, en esos en
buen Religioso no ha de tomar tretenimientos vanos del mundo:
por medio para desechar sus triste y asi se vuelve como la palomica
zas y melancolías, el parlar, y el al arca de su corazon, y todo su
distraerse y derramar sus sentidos, descanso y consuelo en todos sus
ni leer cosas vanas ó profanas, ni trabajos y tristezas, es acudir á la
ToMo II. 23
354 Tratado sexto, cap. V.
oracion, acordarse de Dios, irse derar en mi Pasion. Levantóse lue
un rato al Santísimo Secramento á go, y púsose con cuidado á medi
consolarse con Cristo, y darle tar los misterios de la Pasion de
alli cuenta de sus trabajos, y de Cristo, y luego se le quitó la tris
cirle: ¿Cómo puedo yo, Señor, es teza, y quedó consolado y anima
tar triste, estando en vuestra casa do; y continuando esta considera
y compañía ? cion, nunca jamas sintió en toda
Sobre aquellas palabras del Real su vida esta tentacion.
profeta David: Psal. 4, v. 7. Dedts
ti latitiam in corde meo: diste ale CAPÍTULO VI.
gria en mi corazon, dice san
Agustin: Non ergo foris quaerenda De una raiz muy ordinaria de la
est latitia, sed intus in interiori ho tristeza, que es no andar uno co
mine, ubi habitat Christus, in ipso mo debe en el servicio de Dios,
corde, id est, in illo cubiculo, ubi y de la alegria grande que
orandum est: Enseñanos aqui el san. causa la buena con
to Profeta, que no se ha de buscar ciencia.
la alegria fuera en las cosas este
riores, sino allá dentro en la cel Una de las causas y raices
da secreta del corazon, donde dice principales de las tristezas, trat.
Cristo nuestro Redentor, que ha 1, cap. 1o, y melancolías suele
bemos de orar al Padre Eterno. ser el no andar uno á las derechas
Matth. c. 6, v. 6. con Dios, el no hacer lo que debe
Del bienaventurado san Martin conforme su estado y profesion.
Obispo cuenta Severo Sulpicio, Por esperiencia vemos, y cada
que el alivio de sus trabajos y can uno lo esperimenta en sí, que
sancios era la oracion. A la ma cuando anda con fervor y cuida
nera de los herreros, que para ali do en su aprovechamiento, anda
viar un poco su trabajo, suelen tan alegre y tan contento, que no
dar en vacío algunos golpes en el cabe de placer; y por el contrario,
yunque; asi él cuando parecia que cuando no hace lo que debe, anda
descansaba , oraba. De otro siervo triste y desconsolado: Cor nequam
de Dios se cuenta, que estando en gravabitur in doloribus: Eccl. c. 3,
su celda, lleno de gravisima tris v. 26, dice el Sabio: Et corpravum
teza é increible afliccion, con la dabit tristitiam. Eccl. c. 36, v. 22.
cual Dios á tiempos le quiso ejer Es propiedad y condicion natu
citar, oyó una voz del cielo, que ral del mal y del pecado causar
en lo interior de su alma le dijo: tristeza y dolor en el alma. Esta
¿Qué haces aí ocioso consumiendo propiedad del pecado intimó Dios
te? (a) Levantate, y ponte á consi á Cain en pecando; porque luego
TRATADO SEPTIMO,
DEL TESORO Y BIENES GRANDES QUE
TENEMOS EN CRISTO, Y DEL MODO QUE HABEMOS DE
TENER EN MEDITAR LOS MISTERIOS DE SU SA
(a) 4 Reg. ao, v. 1: 83 Isai. c. 38, v. 1. 4 Reg. 19, v.36, 83 a Paral. c. 32, v. 2 1.
384 Tratado séptimo, cap. VI.
les, y tantos beneficios, como en hicisteis hombre por mí, y os pu
cada misterio se encierran, y esti sisteis en una cruz por mí, no
mándolos en mucho; ponderando habia menester otro motivo, pa
muy por menudo todas las circuns ra derretirme en vuestro grande
tancia de ellos, y todos los bienes amor, y entregaros todo mi cora
que por ellos nos han venido, y, zon! Y ese será el verdadero agra
vendrán para siempre; y estarnos decimiento.
conociendo, y confesando por obli Nota aquí S. Crisóstomo, lib,
gados á servirle perpetuamente por 2 de compunct. cordis, una cosa
ellos con todas nuestras fuerzas. de mucho provecho. Dice, que es
Lo segundo, alabando y glorifi afecto y sentimiento de siervo fiel,
cando tambien con nuestros labios estimar los beneficios de su Señor,
á Dios, y deseando que todo lo que son comunes á todos, y agra
criado nos ayude à alabarle y decerlos como si á él solo se hicie
darle gracias por ellos: Conforme ran, y él solo fuera el deudor, y es.
á aquello de S. Pablo: Per ipsum tuviera obligado á satisfacer por
ergo offeramus hostiam laudis sem todos ellos, como lo hacia el Após
per Deo; id est, fructum labiorum tol S. Pablo, cuando decia: Qui
confitentium nomini ejus. Ad Hebr. dilexit me, et tradidit semetipsum
c. 13, v. 15. Lo tercero, procu pro me: Que me amó á mí, y se en
rando de corresponder con obras á tregó á la muerte por mí. Con mu
tantos beneficios, ofreciéndole y cha razon decia esto, y lo poder
entregándole todo nuestro corazon, mos decir nosotros, dice S. Juan
como deciamos en el capítulo pa Crisóstomo, pues tanto me apro
sado. vecha el beneficio á mi, como siá
Dice S. Bernardo, que en cual mi solo se hubiera hecho. Como
quier misterio que consideremos, la lumbre del sol, tanto me alum.
habemos de hacer cuenta, que nos bra á mí, como si á mi solo alum
dice Cristo nuestro Redentor aque brase, y el alumbrar á otros no
llas palabras que dijo á sus discí disminuye el dón, antes le acre
pulos despues de haberles lavado cienta, porque alumbrando á otros,
los pies: Scitis, quid fecerim vobis? me da compañeros que me ayudeº,
Joan. c. 13, v. 12. ¿Sabeis lo que y consuelen, y me hagan bien. As
he hecho con vosotros? ¿Entendeis el haberse hecho Dios hombre, y
ese misterio? ¿Entendeis ese bene padecido muerte de cruz, tanº
ficio de la creacion, de la reden me aprovecha á mi, como si pºr
cion, de la vocacion? ¡O que no mi solo se obrára. Y el aprovechar
conocemos, ni entendemos lo que á otros, no disminuye mi provº
Dios ha hecho por nosotros, que cho, antes le aumenta mucho, pº"
si yo conociese, y ponderase bien, que me da compañeros que º
que Vos, Señor, siendo Dios, os amen, alegren y ayuden ámerº
De la meditacion de la Pasion de Cristo N. R. 385
cer y acrecentar la gloria. Y mas, porque él haya menester que se lo
que fue tan grande el amor de Dios agradezcamos, sino todo es para
para con cada uno, como si á él mayor bien y provecho nuestro;
solo, y no á otro amara; y cuanto para que de esta manera nos haga
fue de parte de la voluntad y amor mos dignos de nuevos beneficios.
de Cristo, tan dispuesto estaba á Dice S. Bernardo, que asi como
padecer y obrar estos misterios la ingratitud y olvido de los bene
para cada uno, si fuera menester, ficios recibidos es causa de que Dios
como por todos. Y de hecho, dice S. vaya despojando al hombre de ellos:
Juan Crisóstomo, ad Gal. 2, fue Ingratitudo est ventus urens fontem
tanto el amor de Cristo, que no pietatis, exsiccans rorem misericor
rehusara hacer por uno solo, lo que dia, 83 gratiaefluenta non recipiens:
hizo por todo el mundo. Y mas, (c) La ingratitud es un viento
que es verdad, que se acordó Dios abrasador, que todo lo seca y
de mí en particular, y me tuvo pre consume, y tapa y cierra la frente
sente delante de sus ojos cuando se de la divina misericordia ; asi la
hizo hombre, y cuando murió en la gratitud, el dar gracias á Dios por
Cruz: In charitate perpetua dilexi los beneficios, causa que Dios les
te; Jerem. c. 31, v. 3, y dió por bien vaya conservando, y acrecentando
empleada su muerte por mi vida. otros nuevos dones y mercedes :
De manera que cada uno ha de como los rios corren á la mar, que
considerar los misterios y benefi es como fuente de ellos, para vol
cios del Señor, como si por él solo ver á salir de ella; asi cuando vol
se hubieran obrado. Y tambien el vemos á Dios los beneficios reci
amor de donde nace el beneficio, le bidos con hacimiento de gracias,
ha de considerar cada uno, como vuelven á manar en nosotros nue
si á él solo hubiera Dios amado. Y vos dones y beneficios.
decir con S. Pablo, ad Gal. c. 2,
v. 2o, que me amó á mí, y se entre CAPITULO VII.
gó á la muerte por mí. Considera
dos de esta manera los beneficios, y De los afectos de admiracion
el amor de donde procedieron, des y esperanza.
pertarán en nuestra alma grande
agradecimiento, y grande amor á El quinto afecto en que nos po
aquel que siempre, y con caridad demos ejercitar en la oracion y
perpetua nos amó. meditacion de la Pasion, es ad
Añaden los Santos, (b) que el miracion, deteniéndonos y ad
pedirnos Dios que le hagamos mirándonos, de que padezca y
gracias por sus beneficios, no es muera Dios, que es impasible é
TOMO II, 25
(b) Chrysost. hom. 25 in Genes. (c) Bernar. serm. contra vitium pessi
mum ingratitut. 85 serm. 1 in cap. jejunii.
386 Tratado septimo, cap. VII.
inmortal: admirandonos de que pa fin de los versos, aquella palabra
dezca y muera por aquellos mis Selà, que denota pausa, pondera.
mos que le dan la muerte, y tan in cion y admiracion de aquel mis.
dignos eran de todo bien: admi terio: para enseñarnos, que nos ha.
randonos que padezca tantos y ta bemos de detener en este afecto, en
les dolores y tormentos, cuales los misterios que meditamos,
ningun hombre mortal jamas pa Lo sexto que podemos sata de
deció: admirandonos de la inmen la meditacion de la Pasion, es una
sa caridad y piedad de Dios, y de esperanza y confianza grande en
su infinita Sabiduría, y del consejo Dios, porque considerando el alma
altísimo que de ella salió, esco lo mucho que Dios ha hecho por
giendo un remedio tan convenien ella, sin haberlo merecido, antes
tísimo para salvar al hombre, con habiendo desmerecido, y conside.
el cual cumpliese juntamente con rando la voluntad y gana tan gran
su misericordia, y con su justicia. de que muestra Cristo nuestro Re:
Estarse uno considerando estas co dentor de mi salvacion, pues esa
sas y otras semejantes que aqui es la sed que en la Cruz dijo que
resplandecen, muy de espacio, pon tenia; levantase con esto á esperar
derándolas, y admirándose de ellas, de tal bondad y misericordia,
y de la bondad infinita del Señor, que le dará todas las cosas nece"
que por criaturas tan viles, y tan sarias y convenientes para su sal.
indignas é ingratas las obró, es vacion: Qui etiam proprio filio suº
muy buena oracion. Y aun esa tie non pepercit, sed pro nobis omnibus
nen por muy alta contemplacion, tradidit illum, quomodo non ellº"
estarse uno embebecido y absorto, cum illo omnia nobis donavi. Al
considerando y ponderando las Rom. c. 8, v.3o. Dice el Apóstolº
obras maravillosas de Dios; y Pablo: El que nos dió á suUnigeniº
cuanto uno tuviere mayor luz y Hijo, y le entregó por nosotros º
conocimiento de estos misterios, y muerte de Cruz, todo nos lo diº
mas los ponderase, mas se admira con él. Y si esto hizo Dios pornº
rá: y en aquella admiracion está sotros, aun siendo enemigos, º
encerrado un amor grande de hará cuando procuraremos sera"
Dios, y un reconocimiento y os? Nótese mucho esta razon, º
agradecimiento grande de sus be es del Apóstol, y es de grandsiº
neficios, y una confusion grande consuelo: Si enim cum inimiciº
nuestra. Y asi habemos de procurar mus reconciliati sumus Deo pernº
ejercitarnos muchas veces en este tem filii ejus, multo magis recºnº
santo afecto, porque sacarémos de liati salvi erimus in vitaipsius; º
ello grandes provechos. En los Rom. c. 5, v. 1o. Si siendo enº
Salmos pone muchas veces la sa gos, y andando nosotros oleº
grada Escritura, en el Hebreo, al do á Dios, nos miró él con ojos de
De la meditacion de la Pasion de Cristo N. R. 387
misericordia, y nos reconcilió tan obra de Dios. Y el Apóstol S. Pa
á costa suya; ahora que somos ami blo llama á Dios rico en misericor
gos, y que no le ha de costar la san dia: Deus autem, qui dives est in
gre y la vida, como entonces, si misericordia. Ad Ephes. c. 2, v. 4.
no que está ya hecha toda la costa, Aunque es rico en todo, dice par
¿con qué ojos nos mirará? El que ticularmente que es rico en miseri
nos amó estando afeados por nues cordia: es manera de hablar, para
tros pecados, ¿cómo no nos amará significar escelencia en aquello: co
ahora que nos ha limpiado y en mo decímos acá: fulano es rico en
blanquecido con su sangre preciosa? ganado: asi Dios en lo que es mas
Si cuando nosotros huiamos de él, rico, en lo que tiene escelencia y
y resistiamos á sus inspiraciones, to eminencia grande su riqueza, es en
davia nos buscaba, y nos convida misericordia: Deus qui omnipoten
ba, y no nos dejó, hasta traernos tiam tuam parcendo maximè, 85 mi
á su casa, ¿cómo nos dejará y ol serando manifestas, le canta la Igle
vidará despues de traídos? sia. Eso es en lo que se manifiesta
Ayudarános tambien mucho, pa mas la omnipotencia y grandeza
ra sacar este afecto de confianza, de Dios en perdonar y en tener
cavar y ahondar en la misericor misericordia, y de eso se precia él
dia grande de Dios, que para eso mas. Como vemos que suele tam
nos canta la Iglesia, que es propio bien acá un caballero que tiene
de Dios tener misericordia y per muchas gracias, preciarse mas de
donar: Deus, cui proprium est mise la una, uno de justo, otro de libe
reri semper, 83 parcere. Es verdad, ral; asi Dios se precia mas de ser
que Dios tambien es justiciero, y misericordioso.
tan grande es en él su justicia, co Y asi dice el bienaventurado S.
mo su misericordia, porque en Dios Bernardo, serm. 5 de Nativ. Do
todo es una misma cosa; pero la obra mini, el tener misericordia es obra
mas propia de Dios, y lo que él ha propia de Dios, y lo que él hace
ce de suyo, y mas de voluntad, y la de suyo, porque de su naturaleza
virtud que mas usa, es la misericor está manando misericordia y be
dia, como lo canta el Real Profeta: neficios. Y no ha menester nuestros
Psal. 1 44, v. 4. Suavis Dominus merecimientos, ni depende de eso,
universis, $5 miserationes ejus su. para usar con nosotros de miseri
per omnia opera ejus : Para todos cordia; pero el castigar es como
es bueno y suave el Señor; pe ageno de Dios, porque para eso es
ro sobre todas sus obras, la miseri menester que nosotros le provoque
cordia es la que campea y resplan mos y compelamos á ello con
dece mas. Esa es la obra que se di nuestros pecados. Como la abeja,
ce mas suya, tanto, que por anto que su condicion y propiedad es
nomasia y escelencia se llama hacer miel; pero el punzar eso no
388 Tratado septimo, cap. VIII.
lo hace ella sino cuando la moles 83 paravit illum. Et in eo paravit
tan y provocan á ello como por vasa mortis, sagittas suas ardenti
fuerza, y provocada con injuria, bus effecit : Clemencia y piedad
viene á hacer eso: asi Dios, cuan grande es del Señor, dice el Santo,
do viene á castigar y condenar, es amenazarnos con arco, y espantar
como por fuerza, provocado y co nos, y exagerar con palabras el casti
mo compelido de nuestros peca go, para que no vengamos ó caer en
dos; y aun entonces cuando muy él. Hace, dice, Dios con nosotros, á
provocado y como compelido vie la manera que se suelen haber acá
ne á castigar, declara bien su mi los padres que aman mucho á sus
sericordia en el dolor y sentimien hijos, que muestran su enojo con
to que muestra: como se ve en palabras encarecidas, y dicen que
muchos lugares de la Escritura. harán y acontecerán, para que el
Cuando creciendo la maldad en hijo tema y se enmiende con aque
los hombres, quiso Dios enviar el llo, y no sea menester venir el cas
diluvio, dice el Texto: Et tactus tigo. Y mas, que la espada hiere de
dolore cordis intrinsecus: Delebo, in cerca; pero el arco y la ballesta
quit, hominem, quem creavi, à fa hieren de lejos; y para herir con la
cie terrae: Genes. c. 6, v. 6. Parece espada, no es menester sino echar
que le llegaba al corazon haber de mano, y dar el golpe; pero para
asolar al mundo. Y cuando anunció herir con el arco, es menester ar
la ruina de Jerusalén, dice el sagra marle primero, y sacar las saetas
do Evangelio, que lloró Cristo nues de la aljaba, y ponerlas en él, y al
tro Redentor, videns civitatem, fle armar y desarmar hace ruido; y por
vit super illam. Luc. c. 19, v. 1 1. Y eso nos amenaza el Señor con arco,
por Isaias, c. 1, v. 24, dice: Heu con para que tengamos tiempo de huir el
solabor super hostibus meis, 85 vin castigo, y librarnos de él, conforme
dicabor de inimicis meis! ¡Ay qué me á aquello del Profeta: Psal. 59, v. 6,
tengo de vengar de mis enemigos! et 7. Dedisti metuentibus te signifi
Como el juez que no puede dejar de cationem, ut fugiant à facie arcus,
firmar la sentencia de muerte: pero ut liberentur dilecti tui. Y para
firmala con lágrimas. Y no solo en destruir el mundo con el diluvio,
esto, sino en el mismo castigo y jui dió el pregon cien años antes, para
cio con que Dios nos amenaza y nos que se recogiesen los hombres, co
quiere poner temor, se echa bien de mo quien quiere soltar el toro. To
ver su amor y misericordia infinita, do es amor y deseo de no casti
y el deseo grande que tiene de nues gar, si pudiese ser. Y en la homi
tra salvacion. S. Juan Crisostomo lia diez y siete, sobre el Genesis,
nota esto muy bien, sobre aquello del tratando de como Dios castigó á la
Real Profeta: Psal. 7, v. 17. Nisi con serpiente, porque habia engañado
versi fueritis, arcum suum tetendit, á Eva, dice el mismo Santo: Mirad
De la meditacion de la Pasion de Cristo N. R. 389
la misericordia grande de Dios, que es acogernos á la Pasion y me
que asi como acá un padre que ritos de Jesucristo. .
(c) Vincen. inspecul, históric. An ton. 3 part. histor. quos refert. Sur,
tom. 6. A
394 Tratado septimo, cap. IX.
ma, que de allí adelante todo lo tirano á quien servía, pregunta
que no era Dios, le era amargu bale algunas veces: ¿ porqué anda.
ra y tormento increible. ba tan triste, y no se alegraba
Lipomano, y Surio (d) cuentan con los demas compañeros? El siem
del santo Abad Palemon, maestro pre le respondia, que no podia mas;
de S. Pacomio, que habiéndole porque traia en su corazon im
un dia de Pascua de Resurreccion presa la Pasion del Señor. Oyen.
aderezado S. Pacomio para la co do esta respuesta el tirano, qui
mida las ortalizas ordinarias con so ver si decia verdad, y haciendo.
un poco de aceite y sal por le abrir el pecho, y sacar el cora
ser el dia que era, soliendo los de zon, hallaron dentro de él una
mas días comer solas yerbas con imágen de Cristo nuestro Reden
un poco de sal: viéndolas el Santo tor crucificado perfectísimamente
viejo guisadas con aceite, comen formada, la cual maravilla fue par
zó á llorar y derramar muchas lá te, para que el tirano se conver
grimas, acordándose de la Pasion tiese á la fé.
del Señor, y diciendo: Dominus Semejante es á esto lo que se
meus crucifixus est, 83 ego nunc cuenta (f) de la santa vírgen Clara
oleum comedam? Mi Señor fue pues de Monte Falcó, que habiendo si
to en una Cruz, ¿y habia yo de atre do en su vida muy devota de la
verme á comer aceite? Nunca Dios Pasion de Cristo nuestro Reden
tal quiera. Le replicó su discípulo tor, despues de muerta fue hallada
Pacomio, que era Pascua, y que por en su corazon, á la una parte de él,
serlo se podia permitir aquel rega una imágen de Cristo crucifica
lo; pero por mucha instancia que do con tres clavos, lanza, esponja
le hizo á que las probase, no lo y caña, todo hecho de la misma
pudo acabar con él. carne de la Santa perfectísima
Cuéntase de un cristiano cau mente ; y á la otra parte estaban
tivo, (e) que era muy devoto de la los azotes de cinco ramales, la co
Pasion de Cristo nuestro Reden luna y corona de espinas, la
tor, y por la contínua memoria cual maravilla hasta hoy día se
que de ella traía, andaba siempre muestra en Monte Falcó, lugar de
triste y lloroso; viéndole asi el Italia.
(d) Lipom. et Surius in vita Sanct. Pacom. mense junii. (e) Fr. Thom.
Cantimp. l. 1 de apibus. c. ultim. (f) 3 p. l. 4, c. 2 a de la Cron. de S.
Francisco.
395
TRATADO OCTAVO,
DE LA SAGRADA COMUNION, Y SANTO
SACRIFICIO DE LA MISA,
(c) Nicephor. Calixt. in sua histor. Eccles, l. 17, c. 26. Greg. Tur, l. de
martyr. c. 8.
De la sagrada comunion. 425
tualmente en las almas de los que vierte en la sustancia del que le co
dignamente le reciben, defendien me, y se hace una misma cosa con
dolas y conservándolas sin lesion él; asi el que come este pan de An
alguna en medio del fuego de las geles, se une y junta, y hace una
tentaciones. cosa con Cristo: no convirtiéndo
se Cristo en el mantenido, sino con
CAPITULO XI. virtiendo y transformando él en sí
al que le recibe, como el mismo Se
De otro fruto principal que habe ñor dijo al bienaventurado S. Agus
mos de sacar de la sagrada comu tin l. 1 o Conf. c. 19. Cibus sum
nion, que es unirnos y trans grandium, cresce, et manducabis me,
formarnos en Cristo. nec tu me mutabis in te, sicut cibum
carnis tua; sed tu mutaberis in me:
Uno de los mas principales Manjar soy de grandes; crece, y co
efectos y fines para que ins merme has; pero hagote saber, que
tituyó Cristo nuestro Redentor no me mudarás tú á mí en tu sus
este divino Sacramento, ó el mas tancia y naturaleza, como á los de
principal, dicen los Santos, que fue mas manjares, sino tú te mudarás y
para unirnos, incorporarnos y ha transformarás en mí. Y asi dice san
cernos una cosa consigo. Asi co to Tomás, 4 sent. disp. 2, q. 2, art. 1,
mo cuando se consagra este divi que el efecto propio de este Sacra
no Sacramento, por virtud de las mento es transformar el hombre en
palabras de la consagracion lo Dios, haciéndole semejante á sí;
que era pan se convierte en sus porque si el fuego, por ser elemen
tancia de Cristo: asi por virtud de to tan noble, convierte en sí todas
esta sagrada comunion, el que era las cosas que se juntan con él, gas
hombre, se viene por una maravi tando primero todo lo que en ellas
llosa manera á transformar espiri le es contrario, y comunicándoles
tualmente en Dios. Y eso es lo que despues su forma y perfeccion,
dice el mismo Cristo en el sagrado ¿cuánto mas aquel abismo de infi
Evangelio: Caro mea verè est cibus, nita bondad y nobleza gastará to
et sanguis meus verè est potus. Qui do lo malo que hallare en nuestras
manducat meam Carnem, et bibit almas, y las hará semejantes á sí?
meum Sanguinem, in me manet, et Pero dejando á parte la union
ego inillo: Joan. c. 6,v. 56. Mi car real y verdadera de Cristo con el
ne verdaderamente es comida, y mi que le recibe, que él nos quiso sig
sangre verdaderamente es bebida. nificar por aquellas palabras: El
El que come mi carne, y bebe mi está en mí, y yo en él, la cual de
sangre, está en mi, y yo en él. De claran los Santos con algunas com
manera que asi como el manjar paraciones muy encarecidas, des
por virtud del calor natural se con cendiendo mas en particular á la
426 Tratado octavo, cap. XI.
práctica, el fruto que nosotros ha sea de las cosas del cielo. ¡Qué
bemos de procurar sacar de la sa otros salieron los discípulos de
grada comunion, es unirnos, mu Emaús, despues de haber recibido
darnos y transformarnos en Cristo este divino Sacramento! Cognove
espiritualmente; esto es, que nos runt eum in fractione panis. Luc. c.
hagamos semejantes á él en la vi 24, v. 65. De dudosos, fieles; de
da y costumbres: humildes como medrosos, esforzados. Pues asi no
Cristo, pacientes como Cristo, sotros habemos de salir de la sagra
obedientes como Cristo, castos y da comunion trocados y mudados
pobres como Cristo. Y esto es lo en otros hombres: Mutaberis in vi.
que el glorioso Apóstol S. Pablo rum alium. In virum perfectum. 1
dice por estas palabras, que nos Reg. c. 1o, v. 6. Lo mismo dice S.
vistamos de Jesucristo: Induimi Basilio, (a) y trae para esto aquello
ni Dominum Jesum Christum. Ad de S. Pablo: Ut, et qui vivunt, jam
Rom. c. 13, v. 14. Et induite novum non sibi vivant, sed ei qui pro ip
hominem. Ad Ephes. c. 4, v. 24. En sis mortuus est, et resurrexit: Para
la consagracion conviertese la sus que el que vive, ya no viva para
tancia del pan en la sustancia del sí, sino todo para Dios.
cuerpo de Cristo, quedándose en Dice una (b) Santa una cosa muy
teros los accidentes: en la comu sustancial y muy espiritual á este
nion es al contrario, que se queda la propósito. Va tratando de las con
sustancia del hombre, y se mudan diciones y señales en que se cono
los accidentes; porque el hombre ce ser el ánima transformada en
de soberbio se hace humilde, de in Dios; y una de ellas dice que es,
continente casto, de airado pacien cuando desea el hombre ser menos
te, y de esa manera se transforma preciado, abatido y deshonrado
en Cristo. de toda criatura, y desea y quiere
S. Cipriano, lib. 2, epist. 2 ad que todos crean, que él es digno
Caecilium, sobre aquellas palabras de deshonras, y que ninguno se
del Real Profeta: Ps. 22, v. 5. Et Ca compadezca de él, y no quiere vi
lix meus inebrians, quam praeclarus vir en el corazon de alguna criatu
est, las cuales entiende de este San ra, sino de solo Dios; y no sola
tísimo Sacramento, dice, que asi mente no quiere ser reputado en
como la embriaguez enagena á un cosa alguna, en ninguna manera,
hombre de sí, y le hace otro; así sino que tiene por grande honra ser
este divino Sacramento enagena á despreciado, por conformarse con
uno de sí, y le hace otro; hacien Cristo nuestro Señor, al cual se
dole olvidar las cosas del mundo, guir es grande honra; y dice con
y que de ahi adelante todo su trato S. Pablo: Mihi autem absit gloria
(a) Ad Ephes. c. 4, v. 13. Basil. in q. breviorib. n. 172. Ad Corinth. 5, 15.
(b) S. Angela de Fulguno, c. 66.
De la sagrada comunion. 427
ri nisi in Cruce Domini nostri Jesu imaginando el Señor en él, como
Christi: Ad Galat. c. 6, v. 14. No si estuviera reposando en su casa.
plega á Dios que yo me honre ni Por lo cual procuro de guardar
glorie sino en la Cruz de Jesucris toda la modestia posible, asi en el
to nuestro Señor. Pues de esta mane hablar, mirar y andar, como en
ra nos habemos de transformar en toda la conversacion esterior, co
Cristo. Y esto es lo que habemos mo quien pone el dedo sobre la
de sacar de la sagrada comunion. boca, pidiendo silencio y que no
San Crisóstomo, hom. 61 ad hagan ruido, porque no despierten
populum Antioch., declarando la al que duerme.
obligacion que para esto nos pone
el recibir tan alto Sacramento, dice: CAPÍTULO XII.
Cum nos ab ira corrumpi viderimus, De otro fruto muy principal que ha
vel ab alio vitio, cogitemus, quibus bemos de sacar de la sagrada co
facti sumus digni, et sit irrationabi munion, que es ofrecernos y re
lium nobis motuum correctio, talis signarnos enteramente en las manos
cogitatio: Cuando nos vieremos aco de Dios. Y de la preparacion y
sados de la ira, ú otro vicio ó ten hacimiento de gracias, que con.
tacion, consideremos de cuan gran forme á esto habemos
de bien habemos sido dignos, y sir de hacer.
vanos eso de freno, para guardar
nos de todo pecado y de toda im Una de las principales cosas
perfeccion. Lengua que ha tocado que habemos de sacar de la sa
á Cristo, razon es que quede san grada comunion, ha de ser re
tificada; y que no hable ya livianda signarnos y ponernos del todo en
des, ni se profane mas pecho y las manos de Dios, como un poco
corazon que ha recibido al mismo de barro en manos del artífice, pa
Dios, y sido custodia y relicario ra que haga de nosotros lo que
del Santísimo Sacramento, no es quiere, y como quisiere, y cuando
razon que se eche en el estiercol de quisiere, y de la manera que quisie
vanos deseos, ni que trate ni pien re, sin esceptuar ni reservar cosa
se ya de otra cosa, sino de Dios. alguna. El Hijo de Dios se ofreció
Acá come uno una alcorza, y todo á sí mismo enteramente en sacri
el dia aspira olor. Habeis comido ficio al Padre Eterno en la Cruz,
esta alcorza divina, que tiene el dando por nosotros toda su sangre
ambar celestial, olor de toda vir y su vida, y cada dia se nos da en
tud y deidad, ¿qué olor será ra manjar en este Santísimo Sacra
zon que respireis? De una santa mento enteramente su cuerpo, san
vírgen se lee, que decia: Cuando gre, alma y divinidad: razon será
comulgo, todo aquel dia guardo que nosotros tambien nos ofrezca
con mas diligencia mi corazon, mos y entreguemos enteramente y
428 Tratado octavo, cap. XII.
del todo á él. Eso dicen que es alguna cosa suya, y no le daba ni
propiamente comulgar: Comuni entregaba á sí mismo. Y esto mis
care: Hacer con Dios lo que él mo dice S. Agustin, (a) que ha
hace con vos: él os dá y comuni cen los que ofrecen á Dios alguna
ca cuanto tiene : dadle vos cuanto cosa, y no le ofrecen su voluntad:
teneis. Regnum Caelorum aliud non quaerit
Este ha de ser tambien el haci pretium, quam te ipsum. Tantum
miento de gracias despues de la sa valet, quantum es tu. Te da, et ha
grada comunion: Quid retribuam bebis illud: El reino del cielo no
Domino pro omnibus, quae retribuit tiene otro precio, sino á tí mismo.
mihi? Ps. 15, v. 12 ¿Qué ofreceré al Tanto vale, cuanto eres tú. Date,
Señor por tantas mercedes y bene y ofrecete á tí, y alcanzarlo has.
ficios, y especialmente por este que Pues en este ofrecimiento y re
ahora he recibido? ¿Sabeis qué quie signacion entera en las manos de
re él que le ofrezcais? Lo que va Dios, nos habemos de ocupar y de
mos diciendo: Praebe fili mi cor tener despues de la sagrada comu
tuum mihi. Prov. c. 23, v. 26. Hijo nion. Y esto no ha de ser solamen
dadme tu corazon. Declaralo muy te en general, sino desmenuzándo
bien aquel santo Tomás de Kem lo, y descendiendo á casos particu
pis. * Qué otra cosa mas quiere de lares, resignándonos y confor
tí, sino que estudies de renunciar mándonos con la voluntad de Dios,
del todo en mí. Cualquiera cosa asi en la enfermedad, como en
que me das sin tí, no me curo de la salud, asi en la muerte, co
ella; porque no quiero tu don, sino mo en la vida, asi en la tentacion,
á ti. Asi como no te bastarian á como en la consolacion: especifi
tí todas las cosas sin mí: asi no cando aquello en que cada uno le
puede agradar á mí cuanto me pareciere que sentiria mas repug
ofreces sin tí. Ofrecete á mí, y date nancia y dificultad; y ofreciéndo
todo por mí, y será muy acepto tu selo al Señor en hacimiento de gra
sacrificio. * S. Agustin, lib. I de cias; no dejando lugar, ni oficio
civit. Dei, c. 7, dice, que en lo ni grado, por bajo é ínfimo que
que Cain desagradó á Dios, cuan sea, hasta que no se nos ponga cosá
do le ofrecia sacrificio, y la causa delante, en que no sintamos nues
porque no miró ni aceptó su sacri tra voluntad muy conforme y
ficio, como el de su hermano Abel, unida con la de Dios. Y es muy
fue, porque no repartia bien con buena y muy devota para esto
Dios: Dans Deo aliquid suum, sibi aquella oracion que nuestro santo
autem se ipsum : Porque daba á Dios Padre (b) pone en el libro de los
(c) Concil. Trident. sess. 13 de Sanct. Euchar. Sacram. c. 2. (c) Tim. Bre.
demb. l. 1 collat. c. 2 ex histor. Eccles. Alberti Granti, l. 1, c. 9. (d) Enrique
Gran en sus ejemplos, verbo Euchar. exemplo 4, alegado por el Doct. Santoro,
l. 4 de su Prado espiritual, c. 1oo.
436 Tratado octavo, cap. XIV.
sa, un siervo de Dios que la oía, al ovejas, para que todos entiendan
tiempo de consumir vió en la pa el tesoro grande que dejó Cristo
tena, no las especies de pan, sino nuestro Redentor en su Iglesia, en
un niño. Y al tiempo que el sacer dejarnos este sacrificio, y se sepan
dote le levantó para tomarle, volvió aprovechar de él. Desde el princi
el niño el rostro, y como quien por pio del mundo, á lo menos despues
fiaba, contradiciendo con los pies del pecado, aun en la ley natural,
y con las manos á que no le reci siempre hubo y fueron necesarios
biese. Y esto vió aquel siervo de sacrificios para aplacar á Dios, y
Dios, no una, sino algunas veces. para reverenciarle y honrarle, en
Y hablando una vez aquel sacer reconocimiento de su infinita cle
dote con él, vínole á decir que no mencia y magestad. Y asi en la
sabía que era, que cada vez que ley vieja instituyó Dios sacerdo
tomaba el cuerpo del Señor, lo tes y sacrificios muchos: empero
tomaba con mucha dificultad. En como la ley era imperfecta, los sa
tonces el siervo de Dios le contó lo crificios tainbien lo eran: sacrifica
que habia visto, y aconsejóle, que ban y mataban muchos animales;
mirase por sí y se enmendase. El no les podia aquello llevar á per
sacerdote tomó muy bien el aviso, feccion, no bastaba el sacerdocio
y compungido, enmendó su vida, de Aaron ni sus sacrificios, para
y despues oyendo su Misa el mis santificar á los hombres y quitar
mo siervo de Dios, vió al niño co les los pecados: Impossibile enim est,
mo de antes, mas que al tiempo sanguine taurorum, 83 hircorum,
de consumir, con los pies y manos auferri peccata. Ad Heb. c. 1o, v. 4,
juntas se le entraba por la boca dice el Apóstol S. Pablo. Era me
sin mucha violencia. nester que viniese otro Sacerdote
segun la órden de Melquisedech,
CAPÍTULO XIV. que es Jesucristo, y que ofreciese
otro sacrificio, que es á sí mismo,
Del santo sacrificio de la Misa. que fuese bastante para aplacará
Dios, y santificar á los hombres, y
Y, habemos tratado de este di llevarlos á perfeccion. Y asi dice
vino Sacramento, y de sus efec S. Agustin, (a) que todos los sa
tos y virtudes admirables, en crificios de la ley vieja significa
cuanto es Sacramento. Resta tratar ban y eran figura de este sacrifi
cio, y que asi como una misma co
ahora de él, en cuanto es Sacrificio:
que es una cosa que el sagrado sa se puede significar y dar á en
concilio Tridentino, sess. 22, man tender con diversas palabras y en
da á los predicadores y pastores diversas lenguas; asi este único y
de las almas, que declaren á sus verdadero sacrificio fue significa
(a) August. l. 1 contra adversarium legis, 3 prophetarum, c. 18.
De la sagrada comunion. 437
do y figurado mucho antes con por nosotros en la cruz: y asi vi
toda aquella multitud de sacrifi niendo al mundo lo figurado, ce
cios, para por una parte encomen só la sombra y la figura, y deja
dárnosle mucha y muchas veces; ron de agradar á Dios aquellos an
y por otra con la diversidad y va tiguos sacrificios.
riedad quitarnos el fastidio que Pues este es el sacrificio que te
suele causar el repetir muchas ve nemos en la ley de gracia, y el
ces una misma cosa. Y por eso, di que cada dia ofrecemos en la Mi
ce, mandaba Dios, que le ofrecie sa. El mismo Jesucristo verdade
sen sacrificios de animales limpios, ro Hijo de Dios, es nuestro sacri
para que entendiesemos, que asi ficio: Tradidit semetipsum pro no
como aquellos animales que se ha bis oblationem, 83 hostiam Deo in
bian de sacrificar, carecian de los odorem suavitatis. Ad Ephes. c. 5, v.
vicios y defectos del cuerpo, y no 2. Y estas no son consideraciones, ni
tenían macula, asi el que habia de pensamientos propios, sino cosas
venir á ofrecerse en sacrificio por que nos enseña la fe. La Misa, es
nosotros, no habia de tener macula verdad que es memoria y represen
de pecado. Y si aquellos sacrificios tacion de la Pasion y muerte de
agradaban á Dios nuestro Señor Cristo. Y asi dijo él, cuando ins
(como es cierto que por entonces tituyó este soberano sacrificio: Hoc
le agradaban) era en cuanto por facite in meam commemorationem.
ellos confesaban y profesaban los Luc. c. 22, v. 19. Pero es menes
hombres, que habia de venir un Sal ter que entendamos, que no sola
vador y Redentor, que habia de mente es memoria y representa
ser el verdadero sacrificio, y en vir cion de aquel sacrificio en que
tud de este tenian aquellos enton Cristo se ofreció en la cruz al Pa
ces algun valor; pero en viniendo, y dre Eterno por nuestros pecados,
asi que vino este Salvador y Reden sino es el mismo sacrificio que en
tor del mundo, desagradaron á Dios tonces se ofreció, y del mismo va
aquellos sacrificios, como lo dice lor y eficacia. Y mas, no solo es
el Apóstol S. Pablo: Ideo ingre el mismo sacrificio, sino tambien
diens mundum dicit: Hostiam, 83 el que ofrece ahora este sacrificio de
oblationem noluisti; corpus autem ap la Misa, es el mismo que el que
tasti mihi, holocaustomata, 85 pro ofreció aquel sacrificio en la cruz.
peccato, non tibi placuerunt. Ad He De manera que asi como enton
br. c. 1o, v. 5. Tunc dixi ecce venio: ces, en tiempo de la Pasion, el mis
in capite libri scriptum est de me, ut mo Cristo fue el Sacerdote, y el
faciam Deus voluntatem tuam. Ps. sacrificio: asi tambien ahora en la
39, v. 7. Dió Dios cuerpo á su Uni Misa el mismo Cristo es no so
genito Hijo, para que hiciese la lamente el Sacrificio, sino tambien
voluntad de su Padre, ofreciéndose el Sacerdote y el Pontífice que se
28*
438 Tratado octavo, cap. XIV.
ofrece á sí mismo cada dia en la tal: Qui in diebus carnis suae preces,
Misa al Padre Eterno por ministe supplicationesque ad eum, qui possit
rio de los sacerdotes. Y asi el sa illum salvum facere à morte, cum
cerdote que dice la Misa, repre clamore, R5 lachrimis offerens, exau
senta la persona de Cristo, y como ditus est pro sua reverentia: Ad He
ministro é instrumento suyo y br. c. 3, v. 7, que por su dignidad y
en su nombre ofrece este sacrificio. reverencia fuese oído. Tal, que
Lo cual declaran bien las palabras no con sangre agena, sino con la
de la consagracion, porque no di suya propia aplacase á Dios.
ce el sacerdote: Hoc est corpus Pues ponderemos aqui las inven
Christi: Este es el cuerpo de Cris ciones de Dios, y el artificio y
to; sino Hoc est corpus meum : Este sabiduría de sus consejos, que to
es mi cuerpo, como quien habla mó para la salud de los hombres:
en persona de Cristo, que es el y lo que hizo, para que este sacri
Sacerdote y Pontífice principal ficio fuese por todas partes acepto
que ofrece este sacrificio. Y por y agradable, como lo pondera muy
esta razon el profeta David, Psal. bien S. Agustin: l. 4 de Trinit.
1 o9, v. 4: y el Apóstol S. Pablo, ad Porque habiendo en un sacrificio
Hebr. 7, 17, 21, le llaman Sacer cuatro cosas que considerar: La
dote eterno segun el órden de Mel primera, á quién se ofrece; la se
quisedech. Y no se dijera bien Sacer gunda, quién le ofrece; la tercera,
dote perpetuo, si una sola vez hu qué es lo que se ofrece; la cuarta,
biera ofrecido sacrificio: pero dice por quién se ofrece: la sabiduría
se Sacerdote eterno, porque siem de Dios ordenó de tal manera este
pre ofrece sacrificio por medio de sacrificio, y con tal artificio, que
los sacerdotes, y nunca cesa ni el mismo que ofrece este sacrificio
cesará de ofrecerle hasta el fin del para reconciliarnos con Dios, es
mundo: Talis enum decebat ut nobis uno con aquel á quien le ofrece : y
esset Pontifex sanctus, innocens, im se hizo uno con aquellos por quien
pollutus, segregatus à peccatoribus, le ofrecia; y él misino era lo que
85 excelsior caelis factus, qui non ha ofrecia; para que por todas partes
bet necessitatem quotidie, quemadmo fuese acepto, agradable y eficaz
dum Sacerdotes, prius pro suis delic este sacrificio. Y asi fué de tanto
tis hostias offerre, deinde pro populi:
valor y eficacia, que bastó para sa
Ad Hebr. c. 7, v. 26. Tal Sacerdote tisfacer y aplacar á Dios, no solo
y tal Pontífice habiamos nosotros por nuestros pecados, sino por los
menester, dice el Apóstol S. Pa de todo el mundo, y de cien mil
blo, que no fuese como los otros mundos que hubiera: Ipse est propi
sacerdotes, que primero han me tiatio propeccatis nostris, non pronos.
nester rogar á Dios por sus pecados, tris autem tantium, sed etiam proto
y despues por los del pueblo; sino tius mundi, 1 Joan. c. 2, v. 2, dice el
De la sagrada comunion. 439
Apóstol y Evangelista S. Juan. to, que quiere decir, sin derrama
Y asi dicen los Teólogos, y los miento de sangre; porque ya Cris
Santos, que este sacrificio no solo to está glorioso y resucitado, y asi
fue suficiente satisfaccion y re no puede morir ni padecer: Chris
compensa por nuestras deudas y tus resurgens ex mortuis, jam non
pecados, sino muy superabundante: moritur, mors illi ultra non domina
porque mucho mas es lo que se da bitur. Ad Rom. c. 6, v. 9: Matth. c.
y ofrece aqui, que la deuda que de 26, v. 26. Dice el Concilio, y dicen
bíamos; y mucho mas agradó al lo los Evangelistas, que habiendo el
Padre Eterno este sacrificio, que le Redentor del mundo de ser sacrifi
habia desagradado la ofensa cometi cado, y morir en la Cruz para re
da. Y de aqui es tambien, que aun dimirnos, no quiso que se acabase
que el sacerdote sea malo y peca alli el sacrificio: Quia erat Sacerdos
dor, no por eso deja de aprovechar in aeternum: Marc. c. 14, v. 22. Por
y valer este sacrificio á aquellos que era Sacerdote para siempre.
por quien se ofrece, ni se disminuye Quiso que la Iglesia tuviese y le
nada de su valor y eficacia; porque quedase su sacrificio; y porque era
Cristo es no solo el sacrificio, si Sacerdote segun la órden de Mel
no el Sacerdote y Pontífice que le quisedech, Luc. c. 22, v. 17, el cual
ofrece. Como la limosna que vos ha ofreció sacrificio de pan y vino,
ceis, aunque la envieis por medio Psal. 1 o9, v. 4, convenia que se nos
de un criado que sea malo y peca quedase en sacrificio debajo de
dor, no por eso pierde nada de su especies de pan y vino. Y asi en la
virtud y merito. Y asi dice, y di ultima Cena: In qua nocte tradeba
fine el concilio Tridentino: sess. tur, accepit panem et gratias agens
22, c. 2. Una enim, eademque est hos fregit, deditque discipulis suis: r
tia, idemque nunc offerens Sacerdo Cor. c. 1 1, v. 23. Entonces, cuando
tum ministerio qui se ipsum tunc in los hombres trataban de darle la
Cruce obtulit, sola offerendi ratione muerte, trataba él de darles á ellos
diversa: El mismo sacrificio es este, la vida: quiso dejar á su Esposa la
que el que entonces se ofreció en la Iglesia visible un sacrificio visible,
Cruz: y el misino es el que ahora le como lo pide la naturaleza de los
ofrece por ministerio de los sacer hombres, que no solo representa
dotes: solamente está la diferencia, se y trajese á la memoria aquel
dice el Concilio, en que aquel que se sacrificio sangriento de la Cruz, si
ofreció en la Cruz, fue sacrificio no que tuviese la misma virtud y
cruento, que quiere decir sangrien eficacia que aquel, para perdonar
to, con derramamiento de sangre, pecados y aplacar á Dios y recon
porque Cristo Redentor nuestro ciliarnos con él, y que fuese en
era entonces pasible y mortal: y es efecto el mismo sacrificio. Y asi
te de la Misa es sacrificio incruen consagró su cuerpo y sangre san
44o Tratado octavo, cap. XIV.
tísima debajo de especies de pan acá en sacrificio, para que tenga
y vino, convirtiendo el pan en su mos, no sola una vez, sino mu
cuerpo, y el vino en su sangre, y chas, y cada dia hasta el fin del
debajo de aquellas especies se ofre mundo, un sacrificio agradable que
ció al Padre Eterno. Aquella, dicen ofrecer al Padre Eterno, y un pre
los Doctores, que fue la primera sente tan grande y tan precioso
Misa que se celebró en el mundo: que le presentar por nuestros peca
y entonces ordenó á sus discipu dos, para aplacarle, que no puede
los sacerdotes del nuevo Testa ser mayor, ni mas precioso y agra
mento, y les mandó á ellos y á sus dable. ¿Qué fuera del pueblo cris
succesores en el sacerdocio, que tiano, sino tuvieramos este sacrifi
ofreciesen este sacrificio, diciendo: cio con que aplacar á Dios? Quasi
Hoc facite in meam commemoratio Sodoma fuissemus, et quasi Gomor
nem. Luc. c. 22, v. 19. Por esta ra rha similes essemus: Isai. 1, v. 9.
zon dicen algunos que la fiesta del Ya estuvieramos como otro Sodoma
Santísimo Sacramento es la ma y Gomorra, y nos hubiera Dios
yor de cuantas la Iglesia celebra asolado y destruido, como nues
de Cristo nuestro Señor, porque tros pecados merecian. Este dice
las demas solamente son memoria santo Tomás, 3 p. quaest. 49, art. 4,
y representacion, como la de la que es el efecto propio del sacrifi
Encarnacion, Natividad, Resurrec cio, aplacar á Dios con él, confor
cion y Ascension, no se hace en me á aquello de S. Pablo: Tradidit
tonces el Hijo de Dios hombre, ni semetipsum pro nobis oblationem, $3
nace, ni resucita, ni sube á los cie hostiam Deo in odorem suavitatis.
Ad Ephes. c. 5, v. 2. Como cuando
los de nuevo, que allá se está siem
acá un hombre se aplaca, y perdo
pre; pero esta fiesta no es solamen
te memoria y representacion, sino na la injuria que le han hecho, por
que de nuevo viene, y está Cristo algun servicio ó presente que le ha
debajo de aquellas especies sacra cen: asi es tan acepto y tan agra
mentales, cada vez que el sacerdo dable á Dios este sacrificio y pre
sente que le hacemos, que basta pa
te dice las palabras de la consagra
ra aplacarle, y para que podamos
cion; y de nuevo se ofrece cada dia
en la Misa el mismo sacrificio parecer delante de él, y que nos
que se ofreció cuando Cristo mu mire con ojos de piedad. Si el vier
rió por nosotros en la Cruz. nes Santo, cuando fue crucificado
Consideremos aqui el amor gran el Redentor del mundo, os hallare
de de Cristo para con los hom des al pie de la Cruz, y cayeran
bres, y lo mucho que le debe sobre vos aquellas gotas de su pre
mos, que no se contentó con ofre ciosa sangre, ¡qué consolacion sen
cerse una vez en la Cruz por nues tiria vuestra alma! ¡Qué esfuerzo
tros pecados, sino quiso quedarse tomaríades ! ¡Qué esperanza tan
De la sagrada comunion. 441
cierta cobraríades de vuestro re mente es sacrificio. Y hay mucha
medio! El ladron, que en toda su diferencia entre estas dos razones de
vida no habia sabido sino hurtar, Sacramento, y de sacrificio; porque
cobró tan grande ánimo, que de el ser sacrificio consiste en que se
ladron se volvió Santo, y de la ofrezca por medio del sacerdote en
Cruz hizo paraiso. Pues el mismo la Misa. Sentencia es muy recibida
Hijo de Dios que entonces se ofre de los Teólogos, que la esencia de
ció en la Cruz, él mismo se ofrece este sacrificio consiste en la consa
ahora en la Misa por vos, y de tan gracion de entrambas especies, y que
to valor y eficacia es este sacrifi entonces se ofrece. Asi como en el
cio, como aquel. Y asi dice la Igle punto que Cristo espiró, se acabó
sia: Dom. 9 post Pent. in oration. de hacer aquel sacrificio cruento
secret. Quoties hujus hostiae comme en que se ofreció al Padre Eterno
moratio celebratur, opus mostrae re por nosotros en la Cruz; asi este
demptionis exercetur. Aquellos fru sacrificio de la Misa, que es ver
tos grandes de aquel sacrificio san dadera representacion de aquel, y
griento, manan y se nos comuni es el mismo número que aquel, se
can á uosotros por este sin sangre. acaba esencialmente en el punto
Es tan alto y tan soberano este en que se acaban de decir las pala
sacrificio, que á solo Dios se puede bras de la consagracion sobre el
ofrecer: y lo nota el concilio Tri pan y sobre el vino: porque enton
dentino, sess. 22, c. 3, diciendo: Que ces está alli por virtud y fuerza de
aunque la Iglesia acostumbra decir las palabras, el cuerpo en la hos
Misa en reverencia y memoria tia, y la sangre en el caliz; y en
de los Santos, pero que no se ofrece aquella consagracion de la sangre,
este sacrificio de la Misa á los San que se hace en acabando de consa
tos. Y asi no dice el sacerdote : grar el cuerpo, se representa al vi
Offero tibi Sancte Petre, vel Sancte vo el derramamiento de la sangre
Paule : sino ofrecele á solo Dios, de Cristo, y consiguientemente el
dándole gracias por las victorias y apartamiento del ánima del cuer
coronas que dió á los Santos, é im po, que de ese derramamiento y
plorando su patrocinio: Utipsi pro apartamiento de la sangre del cuer
nobis intercedere dignentur in Cae po se siguió. De manera que por las
lis, quorum memoriam facimus in palabras de la consagracion se pro
terris: Para que ellos intercedan por duce el sacrificio que se ofrece, y
nosotros en el cielo, pues nosotros por ellas mismas se hace la oblacion.
los honramos y reverenciamos en Pero el ser Sacramento, lo es siem
la tierra. •
(d) Gregor. hom. 37 super Evang, 83 l. 4 Dial. c. 57; (e) Beda, l. 4 histo,
Anglic. c. 2 1,85 s 2: Es Titelman. Bredembrac, l. 1 coll. sacrarum, c. 4 (
Nilus in epistol. ad Anastasium Episcop. in Bibl. Sanct. Patrum. Etrefert
etiam Turrian. tract. 2 de Euchar. c. 2.
De la sagrada comunion. 457
mo S. Juan Crisóstomo, que fue no sientes la vecindad de aquellos
su maestro, que cuando entraba en escuadrones celestiales de Queru
la iglesia, veia gran multitud de bines, Serafines, etc. que asisten
Angeles vestidos de blanco, los ante aquel gran Señor de los cie
pies descalzos, y encorvados sus los y tierra? Y asi dice: Estad her
cuerpos, por la gran reverencia, manos en la iglesia con gran silen
con sumo silencio, y como asom cio, con temor y temblor. Mirad
brados de la presencia de Jesu de la manera que están los criados
Cristo nuestro Dios y Señor en de un Rey delante de él, que mo
este Sacramento. Conforme á esto, destos y serenos, con cuanta reve
dice el glorioso Crisóstomo , lib. rencia; no hay quien allí se atreva
3 de Sacerdot., cuando te hallas á hablar una palabra, ni á volver
delante de este divino Sacramen los ojos de una parte á otra; y apren
to, no has de pensar que estás entre ded de aqui de la manera que ha
hombres en la tierra : ¿por ventura beis de estar delante de Dios.
-3 tºdº
Ñ D CE
ticular que nos ayudará á em Algunas veces recibe uno gran fru
plearle bien, 4 II, 41 2, 4 15. to, aunque él no lo siente, 432
Lo que hacia una Santa cuando co & seq.
mulgaba, 41 5. Es fruto y muy principal de este
Todos los efectos que obra el man divino Sacramento, preservar
tenimiento corporal en los cuer á uno que no caiga en pecados,
pos, obra espiritualmente este 422.
divino Sacramento en las almas, Mejor es llegarse ó este divino Sa
4 I 4, 42 I . cramento con amor, que abste
No solo recrea el espíritu, sino da nerse por temor, 455.
tambien fuerzas corporales, 42 I, En el trato con Dios, no ha lugar:
422. La mucha conversacion es causa
Frecuentar la comunion, es gran de menosprecio, 432, 433.
remedio contra todas las tenta Ejemplo notable para animar á co
ciones, y particularmente para mulgar bien, 435, 436.
conservar la castidad, 422 & seq. Que es comulgar espiritualmente,
El ánimo y fortaleza que hemos 449, 45o.
de sacar de la sagrada comu Para comulgar espiritualmente, es
nion, 422. re estar en gracia de Dios,
1OIC.
462 Indice de las cosas mas principales,
El que comulga espiritualmente las malas inclinaciones, 3o 1.
puede recibir mayor gracia, que Por confiar de sí, han venido mu
el que comulga sacramentalmen chos siervos de Dios á dar mise
te, aunque esté en gracia de rables caidas, 149, 15o.
Dios, ibid. El conocimiento propio no causa
Algunos bienes y provechos que desmayo, sino antes ánimo, 139,
hay en la comunion espiritual, 154 & seq.
que no hay en la sacramental, La humildad no es contraria á la
ibid. magnanimidad, antes es funda
Un modo bueno de comulgar es mento y causa de ella, 246 &
piritualmente, ibid. seq.
No es humildad algunos desmayos
Conocimiento propio. que nos suelen venir unas veces
Es la piedra fundamental de todo el acerca de nuestro aprovechamien
edificio espiritual, 277, 278. to, otras acerca de los ministerios
Es principio y fundamento nece con los prójimos, 155, 156.
sario para alcanzar la humildad, Como hemos de ir cavando, y
y tenernos en lo que somos, 1 42, ahondando en nuestro propio
I 43, I 5 I. conocimiento, comenzando del
El conocimiento propio, y el des ser corporal, 1 42 & seq.
confiar uno de sí, y confiar en Un medio muy principal para co
Dios, es muy principal medio nocerse el hombre à sí mismo, y
paraque Dios obre por él gran alcanzar la humildad, que es la
des cosas, y le haga mercedes, consideracion de sus pecados y
4o 2, 135, 154 & seq. 264, 259, miserias, 1 45 & seq.
243. El no saber uno si está en gracia ó
Para todas las cosas es remedio en pecado, es gran medio para
universal el propio conocimien andar humillado, 146.
to, I52, I 53. Que por mas que ahondemos en
La razon porque Dios hace tantas nuestro propio conocimiento, hay
mercedes y favores á los humil mas que ahondar, 153.
des que desconfian de sí, y los Cuan dificultoso es conocerse el
niega á los otros, 15o, 154, 154, hombre á si mismo, 158.
255, 3oo, 134, I 49. Que es esta mas alta, y mas pro
Cuanto estima Dios, que no estri vechosa ciencia, que cuantas han
bemos en nuestras fuerzas, ni inventado los hombres, 152,
nos atribuyamos nada, sino to 158.
do á él, 136 & seq. Como se ejercitaban los Santos en
Porque nos niega el Señor muchas este ejercicio, para venir en ma
veces sus dones, ó los dilata, y yor conocimiento y amor de
permite que duren en nosotros Dios, 128, 129, 153, 154.
7ue se contienen en esta segunda parte. 463
Otros bienes y provechos grandes Dos maneras de culpas pequeñas:
que hay en este ejercicio, 151 y cuanto importa no las hacer
& seq. 156 & seq. de propósito, 451.
Porque ama Dios tanto la humil Hacer caso de cosas pequeñas, es
dad, 1 42. señal que trata uno de perfec
Por que los Santos se tienen en tan cion, 1 o 5.
poco, y son tan humildes, y mas Cuanto mal hacen los que á los
cuanto mas Santos, 153, 138 et que son muy exactos en cosas
seq. pequeñas les dan en rostro con
Como nos habemos de ejercitar en ello. Y que no ha de dejar uno
el propio conocimiento, para no esto por el qué dirán, 51, 95.
desmayar ni desconfiar, 1 48 &
Seq. Devocion.
Cuanto conviene que no se nos pa El silencio y guarda de los senti
se dia en que no gastemos algun dos, es medio para conservar la
tiempo en esto, 158. devocion, 83,84.
Este ejercicio no es de solos prin En tiempo de devocion no se echa
cipiantes, ni es triste y melan de ver lo que es uno, 28o.
cólico, ni causa turbacion y Algunas veces se comunica el Señor
desasosiego, sino antes gran paz, mas abundantemente á los menos
quietud y alegría, 161, 16s. perfectos, y á los que han sido
Véase verbo Humildad. mas pecadores, 27 1, 272.
Véase verbo Eucharistía, Comunion,
Compañía de Jesus. verbo Misa.
Por qué se le dió este nombre, 14o.
La perfeccion grande que pide su Gracia de Dios.
instituto, 23 & seq. 27 & seq. No sabemos de cierto, si estamos
2 I O.
en gracia de Dios, 146, 147.
La causa de ser suave el gobierno Por qué quiso Dios que no se su
y modo de proceder de ella, 24, piese esto de cierto, ibid.
26, 27. - Servir á Dios con alegría, es buena
Debemos ser agradecidos á Dios, señal de estar en gracia de Dios,
que habiendo en ella cosas de su 44, 45.
yo muy dificultosas, nos las haya El hacerse á uno fácil el trabajo,
hecho faciles y suaves, 17. es señal de mucho amor de Dios,
Por qué han faltado algunos de ella, 64.
28, 29. Gustar de hablar y tratar de Dios,
es señal de amar á Dios, 1 18, 1 19.
Cosas pequeñas.
Cuanto importa no las menos pre Hablar de Dios.
ciar, 51. Nuestras pláticas y conversacio
464 Indice de las cosas mas principales.
Les han de ser de Dios, y cuan. Algunos dicen mal de sí, y no pue
to importa esto, 1 16, 1 17, 1 19 den sufrir oirlo de otros, t63.
& seq. Humillarse por ser alabados y te.
Algunos medios que nos ayudarán nidos por humildes, es gran so
á hacer esto, 1 16 & seq. berbia, 164 & seq.
El padre S. Francisco Javier ha Cuatro escalones para subir al se
cia mas fruto con las conversa gundo grado de humildad. El pri
ciones particulares, que con los mero, no desear ser honrado, an
sermones, 1 16, 1 2o. tes huirlo, 1 66. El segundo, su
frir con paciencia las ocasiones
Humildad. de desprecio que se ofrecieren,
Cristo nuestro Redentor fue el 167. El tercero no holgarnos
maestro de esta virtud, 125 & cuando somos alabados, 168 &
seq. seq. 2 I 3, 2 I 4.
Los Filósofos no la conocieron, ni El cuarto escalon es desear ser des
aun el nombre, 1 24. preciado y tenido en poco, y
La necesidad que tenemos de ella, holgarse con ello, 17o & seq.
I 25. Dos maneras de humildad: una de
La necesidad particular que de ella los que van aprovechando: otra
tienen los que tratan de ayudar de perfectos, 177 & seq.
á los prójimos, 132 & seq. La perfeccion de la humildad y
Es fundamento de todas las virtu de las demas virtudes, está en
des, 1 26 & seq. 128 & seq. ejercitar sus actos con deleite y
Ayuda para la castidad, 13o, 131 gusto, 173 & seq. 2 12.
& seq. Para conservar la claridad Cuan importante es esto para per
y union fraterna, 169. severar en la virtud, 156.
Por qué se compara á la raiz, 126. Es buena señal de haber alcanzado
No son virtudes verdaderas, sino la virtud, aun durmiendo resis
aparentes, las que no se fundan tir á la tentacion, 175.
en humildad, 1 26, 127. Como algunos Santos fingian algu
Tres grados de humildad. El pri nas faltas que no tenian, para
mero es tenerse uno en poco, y ser tenidos en poco. Y lo que
sentir bajamente de sí mismo. les movia á esto, 176 & seq.
Verbo Conocimiento propio. Dos maneras de medios para alcan
El segundo grado de humildad es zar las virtudes, 179
desear uno ser tenido de los otros Cuan eficaz y necesario medio
en poco, y holgarse de ello. 262 fue, para que seamos humildes,
& seq. 166 & seq. el ejemplo de Cristo, 179 &
Si estuviesemos bien fundados en el seq.
primer grado, no se nos haria tan Cuan grande beneficio fue, que ya
dificiles este segundo, 162 & seq. con verdad y santidad podamos
que se contiene en esta segunda parte. 465
ser semejantes á Dios, 18o & dos y estimados de los hombres,
seq. 419, 42 o. 2 18 & seq.
Será buen medio considerar bien, Como se conocerá si se huelga uno
qué cosa sea esta estima de los con la honra y estimacion pu
hombres, 182 & seq. ramente por la gloria de Dios,
El camino cierto y seguro, para y provecho de las almas, ó por
ser uno amado y estimado, es su gusto y comodidad, 1 19 &
darse á la virtud y á la humil Seq.
dad, 187 & seq. El tercero grado de humildad es
La virtud es como el almizcle, que cuando uno teniendo grandes
mientras mas le escondeis, inas virtudes y dones de Dios, y
se muestra con el olor que da, grande honra y estimacion, no
2 o 9. se ensoberbece en nada, ni se
La humildad es medio para alcan atribuye á sí cosa alguna, sino
zar la paz interior, y sin ella todo á Dios, 2 25 & seq.
nunca la tendremos, 13o, 199 Como se halló esta humildad en
& seq. nuestro Señor, 226.
No bastan consideraciones para al Como se halla en los bienaventura
canzar y conservar la humildad, dos, 226.
es menester ejercicio de ella, Declarase mas en que consiste este
195 & seq. tercero grado de humildad, 23o
Como con el oficio ó vestido ba & seq.
jo y vil que está en el cuerpo, Por qué llaman á esta humildad de
puede ganar humildad el alma, grandes y perfectos varones,
I97. - 23o, 23, 249 & seq.
Ejemplo con que se confirma lo Como podian los Santos decir con
dicho, 2 o 4 & seq. verdad, que eran mas malos
El ejercicio grande de humildad y pecadores, que cuantos ha
que tenemos en la Religion, bia en el mundo, 238 & seq.
2o 5 & seq. 2 42 & seq.
Con que espíritu y consideracion La humildad se ha con las otras
se han de hacer estos ejercicios, virtudes, como el sol con las
2 o 6. demas estrellas, 241.
Como nos habemos de ejercitar en El verdadero humilde no desprecia
la oracion, en este segundo gra á nadie, aunque le vea caer en
do de humildad, 2 o 1 & seq. pecados, 1 46, 2 52.
392. De los mismos beneficios recibi
Como se ha de traer exámen parti dos toma ocasion para humi
cular de esta virtud, 2 13 & seq. llarse mas, y andar mas temero
Como con la humildad se puede SO, 25 I, 252.
compadecer el querer ser teni Cuanto nos conviene acogernos á
ToMo II. 3o
466 Indice de las cosas mas principales.
la humildad, para suplir con La confianza que hemos de tener
ella lo que nos falta de virtud en Cristo, ibid. & seq. 368,
y perfeccion. Y para que no nos 363.
castigue y humille Dios, 257 Las armas con que nos hemos de
& seq. armar para resistir á todas las
Aborrece Dios tanto la soberbia, tentaciones, es Cristo, 369.
que para humillar á uno permite Todas nuestras obras, si tienen al
tenga tentaciones, y caiga en gun valor, es por Jesucristo, 369,
pecados veniales, y algunas ve 37o.
ces en mortales, y feos y afren Todos los bienes y dones que nos
tosos, 258 & seq. vienen, es por medio suyo, y por
Algunos ejemplos con que se con sus merecimientos, ibid.
firma lo dicho, 263 & seq.
Intencion.
Jesucristo. El fin é intencion que hemos de
La necesidad de su Encarnacion, y tener en todas nuestras obras,
Pasion, 365 & seq. 45, 46.
La obra de la Encarnacion cuan Como habemos de ir creciendo en
manifestadora es de la omnipo esta rectitud y puridad de in
tencia de Dios, 265, 364, 387. Y tencion, 214, 2 15.
de la dignidad del hombre, y del Como iba subiendo y creciendo
caudal que Dios hace de él, y en esto nuestro Padre S. Igna
amor que le tiene, 363, 396. cio, 73.
Hízose Dios hombre para redimir
nos, y para darnos ejemplo, Ira.
389, 39o. Hace parecer á un hombre furioso,
El tesoro y bienes grandes que te y aun serlo, 33 & seq.
nemos en Cristo, 462 & seq. Como venció un Filósofo la ira,
Es nuestro medianero, abogado é ihid.
intercesor con su Padre, 365 & El desasosiego con que queda el
seq. que se deja llevar de la ira, 35.
Por qué quiso que se quedasen las
señales y agujeros de las lla - Juicio temerario.
gas, despues de su Resurreccion, El que juzga á otro de alguna cul
37 I. pa, debe temer no venga á caer
To, las cosas nos es Cristo, y en la misma, 252, 253.
todas las tenemos en él ; 368,
269, & seq. Justicia original.
Por qué la Escritura atribuye á Los efectos que causaba, y cuan
Cristo innumerables nombres y llagada quedó nuestra naturaleza
títulos, ibid. por el pecado, 8 & seq.
que se contienen en esta segunda parte. 467
no el que ofrece ahora este sacri
Mentir. ficio de la Misa, es el mismo
Cuan baja y afrentosa cosa es, que ofreció aquel en la cruz, y
II O. el sacerdote que dice la Misa,
Hémonos de guardar de todo gene representa la persona de Cristo,
ro de mentiras, no añadiendo, y como ministro suyo y en su
ni encareciendo, ni hablando nombre ofrece este sacrificio,
palabras que tengan diversos ibid. & seq.
sentidos, ibid. Aunque el sacerdote que dice la
Es buen consejo no afirmar ni ne Misa sea malo, no por eso de
gar con demasiada aseveracion ja de aprovechar la Misa á
lo que uno sabe, I Io, 1 1 1. aquellos por quien se ofrece, ni
disminuye Dada de su valor,
Misericordia de Dios. 438, 439.
Es propio de Dios tener misericor amor grande que nos mostró
dia y perdonar, 388 & seq. Cristo nuestro Redentor, en
Aun con el mismo castigo mues dejarnos este sacrificio, y el te
tra Dios su misericordia, ibid. soro y riquezas grandes que en
De gran consuelo es considerar, que él tenemos, 44o & seq.
nos sufre y ama Dios, aunque La traza que inventó Dios, para
nosotros no le correspondamos que este sacrificio fuese por to
tan por entero, 355, 358. das partes acepto, agradable y
Cual se llama misericordia de Dios eficaz, 438, 44o, 441.
grande, y cual pequeña 26o, Como la fiesta del Santísimo Sa
26 I. cramento es la mayor de cuan
No quiere Dios la muerte del pe tas celebra la Iglesia de Cristo
cador, 389. nuestro Señor, 44o.
En que consiste la esencia de este
Misa. sacrificio. Y la diferencia que
Todos los sacrificios de la ley vieja hay de él, en cuanto es sacrifi
significaban el que habiamos de cio, y en cuanto es Sacramento,
tener en la ley de gracia, 436. 44 I, 442.
La Misa no solamente es memoria Todos los que oyen Misa, ofrecen
del sacrificio en que Cristo este sacrificio juntamente con el
nuestro Redentor se ofreció por sacerdote, ibid.
nosotros al Padre Eterno en la De que manera se ha de oir la Misa.
cruz, sino es el mismo sacrifi Danse tres devociones principa
cio que entonces se ofreció, y les para ello. La primera, consi
del mismo valor y eficacia, 436, derar algun misterio de la Pa
. 437. - sion, 442 & seq.
No solo es el mismo sacrificio, si Las significaciones de lo que se ha
468 Indice de las cosas mas principales.
ce y dice en la Misa, y de los vocion de oir Misa, y decirla
ornamentos del sacerdote, 443 cada dia, 45 I & seq.
& seq.
La segunda manera de oir Misa, y Modestia.
mas principal es ir juntamente En que consiste, 78.
con el sacerdote ofreciendo este El Religioso ha de traer una mo
sacrificio, y haciendo en cuan destia alegre, y una alegria mo
to pudiéremos lo que él hace, desta, 338 & seq.
444, 445. Cuan importante es la modestia y
Como han de hacer los mementos guarda de los sentidos, para
de la Misa, así los que la dicen, nuestro propio aprovechamien
como los que la oyen, 447, 448. to, 79 & seq. 85.
Tres cosas principales, por las cua Cuan necesaria, es para edificar y
les debe ofrecer este sacrificio, aprovechar á los prójimos, 78,
así el que dice, como el que oye
la Misa, 448. La modestia esterior es señal del
Es bueno ofrecer este sacrificio aprovechamiento interior: y la
por todo aquello que Cristo inmodestia esterior del vicio in
nuestro Redentor estando en la terior, 79 & seq.
cruz le ofreció, ibid. Así como lo esterior ayuda á com
Es bueno ofrecerse uno á sí mismo poner y conservar lo interior,
juntamente con Cristo cada así tambien lo interior compone
dia en la Misa por las cosas lo esterior, 86, 91.
dichas, ibid. 449. Cuan grande engaño es hacer po
Como al tiempo que el sacerdote co caso de estas cosas esteriores,
ofrece este sacrificio asiste allí diciendo que no está en eso la
gran multitud de Angeles, y perfeccion, 84, 86 & seq. 1 o 4.
claman allí á Dios por nosotros. Como podrá uno tratando con pró
Y cuan oportuno tiempo es este jimos hacerse sordo, ciego y
para negociar con Dios, y la mudo, 83.
confianza con que hemos de ir á
la Misa á ofrecer este sacrificio, Mortificacion.
449, 456. Mortificacion y oracion son dos
Los bienes particulares de que go medios de los mas principales
zan los que oyen Misa, 447. para nuestro aprovechamiento,
La reverencia con que se debe es y han de andar juntos, 1 & seq.
tar en la Misa, 456. La mortificacion es disposicion y
La tercera devocion de la Misa es medio necesario para la ora
comulgar espiritualmente. Ver cion, y es el fruto que hemos
bo Comunion, al fin. de sacar de ella, 2 & seq. 7, 43o
Algunos ejemplos acerca de la de & seq.
que se contienen en esta segunda parte. 469
En qué consiste la mortificacion, 7 alcanzar la mortificacion, 37 &
seq. 1 I & seq. seq.
La necesidad que hay de la morti El ejercicio de mortificacion, aun
ficacion, 7 & seq. 1o. que es propio para todos los
Todos los pecados, todas las fal siervos de Dios, lo es particular
tas é imperfecciones que hace mente de los Religiosos, y espe
mos, es por falta de mortifica cialmente de los que tratan con
cion, 9. 42. prójimos, 18 & seq.61, 62.
Como todo nuestro aprovechamien El que no trata de mortificarse, no
to y perfeccion está en la mor solo no vive vida espiritual, pero
tificacion, 16 & seq. 57. ni racional, 32 óx seq.
Mas es regirse uno á si, que regir Mayor trabajo es andar uno huyen
y sujetar á otros, y esa es la ver do la mortificacion, que el mor
dadera fortaleza de los siervos tificarse, 34 & seq.
de Dios, lo, 5o. Cuan encomendado es en el Evan
La paz es fruto y efecto de la mor gelio el odio santo de sí mismo,
tificacion, 2, 3, 35, 36, 42. y como se engendrará en noso
La mortificacion es necesaria para tros, 13 & seq. 154.
conservar la caridad, 2o. De este odio santo se engendra en
Dos maneras de mortificacion y el alma un espíritu grande de
penitencia, una corporal y es mortificacion y penitencia, 13 &
terior; otra espiritual é inte seq.
rior. Y esta es mas preciosa y No es odio el mortificarnos, sino
escelente, 2 o & seq. verdadero amor, no solo de nues
La mortificacion, y penitencia es tra ánima, sino tambien de nues
terior se ha de tomar como me tro cuerpo. Y el no mortificarse,
dio para alcanzar la interior, 24 es verdadero odio, no solo del
& seq. ánima, sino tambien del cuerpo,
Como abraza y usa la Compañia 29 & seq.
dos maneras de mortificacion y Como nos habemos de haber con
penitencia, y mas principalmen nuestro cuerpo. Y que ayudará
te la segunda, 2 o & seq. 26 & mucho para mortificarnos, te
seq. nernos por enemigos, y por en
Por qué insistió tanto nuestro Pa fermos, 39, 4o.
dre en la mortificacion interior, Como se ha de ir poniendo en
2 4. práctica el ejercicio de la mor
Justamente se puede uno escusar tificacion, primero en las oca
mas de la penitencia esterior, siones que se ofrecen, sin andar
que de la interior, 26. las nosotros á buscar. Segundo,
Del ejercicio de mortificacion, en las que nos impiden nuestro
que es el principal medio para aprovechamiento y perfeccion,
3o*
47o, Indice de las cosas mas principales,
4o & seq. Tercero, en las lícitas con la voluntad de Dios se hará
43 & seq. Cuarto, en las cosas mas fácil y provechosamente,
necesarias, 45, 46. 46, 47.
Principalmente nos habemos de Médios que nos harán fácil el
mortificar en aquel vicio ó pa ejercicio de mortificacion. La
sion que reina mas en nosotros, gracia del Señor, 62. El amor
y nos hace caer en mayores fal de Dios, 64 & seq. La esperan
tas, 47 & seq. za del galardon, 66 & seq.
Cuan provechosas son las mortifi El ejemplo de Cristo, 7 I &
caciones, aunque sean en cosas seq. -
Oracion. Paciencia.
El modo que habemos de tener en Es puerta de la sabiduría, 2 o 3,
la oracion, y el fruto que he 2 o4. Cuanto edifica y predica,
mos de sacar de ella, 6 & seq. 2 24, 225.
365, 43o, 431. El verdadero humilde en ella se co
Hémonos de ejercitar mucho en la noce, I 4o, I 4 I.
oracion, en ofrecernos y resig Porque nos envia el Señor trabajos,
narnos del todo en las manos de 274 & seq.
Dios, 42 I & seq. 427 & seq. Con los trabajos medran y cre
Hemos de ir descendiendo á casos cen los siervos de Dios, 28 I &
particulares, hasta que sintamos seq.
gusto en la obra, 2 I 1, 2 I 2, 384. Por qué Cristo nuestro Señor qui
En que está el tener buena oracion, so padecer tanto, 274 & seq.
43 l. - Mala señal es no tener trabajos,
La oracion que no tiene por com 275 & seq.
pañera la mortificacion, es sos Ayuda á tener paciencia, consi
pechosa, 6. derar la gloria que por eso
Porque se nos hace dificultosa la nos darán, 66 & seq.
oracion, 4. Acordarse de la Pasion de Cristo,
La oracion es de suyo gran morti 7 I & seq.
ficacion de la carne, 7. La humildad, 129, 13o.
La oracion es una vista espiritual Si en el cielo pudiera haber pena y
de los divinos misterios, 5. dolor, la tuvieramos grande de
Porque en algunas fiestas principa no haber padecido mas, 69, 7o.
les, cuando uno pensaba tener La impaciencia no siempre nace
mas devocion, tiene menos, 155. de ocasion que nos dan, sino de
Porque suelen algunos sentir mas nuestra inmortificacion, 344.
472 Indice de las cosas mas principales,
Como se ha de ejercitar uno en Otros seis puntos en que nos po
la oracion, en la impaciencia, demos detener en cada misterio
39o, 39 I. de la Pasion, 39 1.
Verbo Jesucristo.
Pasion de Cristo nuestro Redentor.
Pasiones.
Cuan provechosa y agradable sea Hasta donde lleva á uno la pasion,
á Dios la meditacion de la Pa 33, 37, 38.
sion, 372, 41 I & seq. as pasiones vehementes ciegan la
Algunos ejemplos en confirmacion razon, y disminuyen la liber
de esto, 353 392 & seq. tad, 2 & seq.
El modo que habemos de tener en Las pasiones son nuestros verdu
meditar la Pasion de Cristo gos, 35, 344.
nuestro Redentor, y siete afec La pasion resistiéndola, se dismi
tos principales que hemos de nuye, y siguiéndola, se acre
sacar de ella, con algunas consi cienta, y se viene uno á hacer
deraciones que nos ayudarán á esclavo de ella, 37 & seq.
ello, 373 & seq. Como haremos de nuestras pasio
Del afecto de compasion, y cuan nes escalones para subir al cie
grandes fueron los dolores de lo, 56.
Cristo, 374 & seq.
Del afecto de dolor y contri Pecado.
cion de nuestros pecados, 377 Es peor que el no ser, 145. Y que
& seq. el infierno, 377 & seq.
Del afecto de amor de Dios, 38o El que peca mortalmente, cuan
& seq. to es de su parte vuelve á cru
Del afecto de gratitud y haci cificar a Jesucristo, 378.
miento de gracias. Verbo Agra No hay cosa que tanto declare
decimiento. la gravedad del pecado, como
Del afecto de admiracion, 385 & la necesidad del remedio de la
8620 s. Encarnacion y Pasion de Cristo,
Del ao
de la esperanza y con 377 & seq.
fianza en Dios, 386 & seq. El mayor castigo de Dios y su
ira grande, es dejar á uno que
Verbo Misericordia de Dios. caiga en pecados mortales, 26o,
Del afecto de la imitacion de Cris 261.
to nuestro Señor, 389 & seq. Es propiedad del pecado cau
Como en este solo afecto de la imi sar tristeza, 354 & seq.
tacion podrá uno hallar mate No hay mayor pena que la mala
ria de oracion para toda la vi conciencia, 355 & seq.
da, 391. En ninguna cosa es tan bien em
que se contienen en esta segunda parte. 473
pleado de dolor, como en el pe dad que tenga algun resabio y
cado, 359 & seq. olor de mundo, 223 & seq.
Cuan encomendado es el ejercicio
de la contricion, y los prove Religioso.
chos grandes que hay en él, 379, El Religioso ha de dejar el cuerpo
38o. º allá fuera, y el espíritu solo ha
El llorar uno sus pecados, aunque de entrar en la Religion, 18, 19.
por una parte da pena, por otra Cual ha de ser la vida del Reli
consuela grandemente, 361, 362. gioso, 12 1, 1 22.
Cuanto sintió Cristo nuestro Re No podrá uno durar en la Religion,
dentor, los pecados de los hom si no trata de mortificar su vo
bres, 376. luntad, 18, 19.
El Religioso, no cuando le reci
Perfeccion. ben, sino cuando está mortifica
En que consiste, 16 & seq. 84. do, da gozo á la Religion, 6.
Está en nuestra mano, 1 78. En que ha de mostrar principalmen
La causa porque no tenemos mu te el Religioso la humildad y
cho deseo de la perfeccion, 17, mortificacion, 2 o6, 2 o 7.
18. La diferencia entre el Religioso re
El no aprovechar, nace de falta de cogido y el distraído, 85, 86.
resolucion, 42, 43 Cuan mal parecen en la boca del
Como conocerá uno si ha alcanza Religioso palabras que puedan
do la perfeccion de alguna virtud, redundar en estima suya. Y espe
173 & seq. 2 12, 2 I 3. cialmente de cosas que toquen á
Que es andar en espíritu, 18, 19. nobleza 2 o8 & seq.
La diferencia del hombre espiritual Prefiérese la vida monástica á la
al que no lo es, 54, 55. solitaria, 2 o5, 2o 6.
Una buena señal para conocer si uno
es espiritual, y si va aprovechan Silencio.
do, ó no, 86, 91, 92. El silencio aprovecha para aprender
Mayor trabajo para el tibio, que el á hablar, 87 & seq.
fervoroso, 36, 37. Para saber tratar con Dios, y ser
Verbo, cosas pequeñas. hombres de oracion, ibid. 9o.
Es causa de tener buenos pensa
Predicador. mientos, y santas inspiraciones,
Los predicadores que procuran ha 87 & seq.
blar curiosamente, son repren Así como el silencio ayuda á la
didos, 1 o 1, 1 o 2. oracion, así la oracion al silen
Mas ayuda á la conversion de las cio, 9o, 96.
almas el afecto de verdadera hu Es remedio muy principal para
mildad, que el mostrar autori aprovechar y alcanzar la per
474 Indice de las cosas mas principales,
feccion, 9 & seq. 97 & seq. villas, lejos está de la perfec
1 o7 & seq. cion, I 27.
Basta para reformar á uno, y á to El soberbio es loco, y aborrecido
da la Religion, 9o & seq. de Dios y de los hombres, 1 12
Andar con silencio, modestia y re & seq.
cogimiento no es vida triste, si La soberbia y vanagloria muchas
no muy alegre, 95, 96. veces fue causa de ignorancia á
El que no anda con silencio y re los suyos, 189, 19o.
cogimiento, es vencido facilmente La soberbia hace á algunos que
del demonio, 94 & seq. dejen de confesar algun pecado,
Como premió Dios el silencio de 41 o & seq.
una Santa, 1o2 & seq. Para reprimir nuestra soberbia, qui
En que consiste la virtud del silen so Dios que nos quedase la con
cio 96 & seq. tradiccion de la carne, 9.
Las circunstancias que habemos de Por que procura el demonio, que
guardar en el hablar, ibid. & seq. seamos levantados y estinados,
Los mozos callando honran á los 167, 168, 2 14.
mayores, 99. Dos maneras de soberbia, una car
Hemonos de guardar de palabras ju nal, otra espiritual, 133.
glares y ridículas, de gracias y Cuan ocultamente se nos entra
donaires, y especialmente de pa algunas veces la soberbia, 241,
labras picantes, 1 12 & seq. 252.
En las buenas obras hemos de te
Soberbia. mer mas este vicio, 1 25.
Es raíz y principio de todo peca Habemos de atajar los pensamien
do, 1 26 & seq. tos de soberbia, 2 17.
De todas las heregías, ibid. Nos hemos de guardar de pala
La soberbia es mentira y engaño, bras que puedan redundar en
I 42. nuestro loor, 2o.7 & seq. 2 13,
Es viento é inchazon, no grande 2I 4.
za, 183, 1 84. El escusarse nace de soberbia, 2 15
Por que se dice soberbia, 142. & seq.
La pena y desasosiego que trae Como castigó y curó Dios la so
consigo, 34, 35, 19l & seq. berbia de unos monges, permi
Cuan mala y vergonzosa cosa es tiendo que el demonio entrase
la soberbia, y cuan buena en sus cuerpos, 263, 264.
provechosa es la humildad, 164, Un medio que tomó un monge,
165, 229. para desechar la tentacion de so
Quien anda con deseo de honra, y berbia, ibid.
huye de ser tenido en poco, y le El medio que para esto tomaron
pesa si lo es, aunque haga mara otros santos monges, 14, 15,
que se contienen en esta segunda parte. 475 -
Otro remedio muy bueno contra Para que nos sirvan de purgatorio,
la soberbia, 158 & seq. y entremos mas presto en la glo
Ejemplo de un Religioso que era ria, ibid. 276.
tenido por Santo, y se condenó, Para traernos á Dios, del cual sue
183, 184. len apartar las prosperidades,
276 & seq.
Tentaciones. Para que nos humillemos, 277 &
Esta vida es tiempo de tentaciones, seq.
265 & seq. Para que conociendo nuestra ne
La causa de esta continua guerra, cesidad, acudamos mas á Dios
266. con la oracion, 278,279.
Es engaño de algunos, que en te Para que estimemos mas el favor
niendo alguna grave tentacion, del Señor, ibid.
piensan que estan en desgracia Para que no nos atribuyamos á no
de Dios, 267, 268, 31 o, 31 I & sotros cosa buena, sino todo á
seq. Dios, ibid.
El sentir tentaciones, es de hom Las tentaciones prueban la virtud
bres que tratan de virtud, 267, de cada uno, 1 79 & seq.
268. Purifican los justos, ibid.
No está el mal en tener tentaciones, Hacen que se arraigue mas en el
sino en el consentimiento, 54, alma la virtud contraria, 282,
55 & seq. 283.
Unos son tentados al principio de Hacen al hombre diligente y fer
su conversacion, otros despues, voroso, 283 & seq.
268 & seq. Aunque uno tenga alguna negli
Por que algunas veces los que co gencia en la tentacion, es mas
mienzan á servir á Dios, sienten lo que gana con la resistencia
tales tentaciones, cuales nunca que le hace, 285, 286.
habian sentido, 269, 27o. Por que deja Dios algunos defectos
Quiere el Señor que tengamos ten en algunos siervos suyos, ibid.
taciones, por nuestro bien, 272 En las tentaciones es uno enseña
& seq. 274 & seq. 183 & seq. do, no solamente para sí, sino
Para que teniendo ejercicio de pe para otros, 288 & seq.
lear, no nos haga daño la ocio Hacen que sepa uno tener compa
sidad, 273. sion de su hermano, cuando se
Para que no pongamos nuestro co ve tentado, 288 & seq.
razon y amor en esta vida, sino Por esto los Santos y siervos de
suspirémos por la otra, 273 & Dios, no solo no se entristecian
seq. con las tentaciones, antes se
Para que tengamos mayor premio holgaban, 286 & seq.
en la gloria, 274 & seq. Por que muchas veces no quiere
476 Indice de las cosas mas principales,
Dios dar luego el consuelo y deja llevar de la tentacion, va
remedio, 364. ella creciendo, y si la resiste, des
Remedio grande contra las tenta creciendo, 283.
ciones, es mostrar ánimo y ale Acudir á la oracion. Y pónense al
gria en ellas, 29o, 291. gunas oraciones jaculatorias aco
Para tener este ánimo, nos ayudará modadas para el tiempo de las
considerar cuan poco puede el tentaciones, 32 o & seq.
demonio, pues no nos puede ha Descubrir las tentaciones al médi
cer caer en pecado, si nosotros co espiritual, y no á otros, 317
no queremos, 292 & seq. & seq.
Considerar que el demonio no pue Cuanto conviene guardarnos de las
de tentarnos un punto mas de lo tentaciones que vienen con apa
que Dios le diere licencia, y es riencia de bien, 3o7 & seq.
tamos ciertos que no se la dará Conocer la tentacion, y tenerla por
para mas de lo que pudieremos tal, es gran medio para vencerla,
llevar. Y si creciere la tentacion, 3o8, 3o9.
crecerá el favor de Dios, 297 & Como habemos de resistir á las ten
seq. taciones de pensamientos malos
Considerar que nos está mirando y feos, 31 o & seq.
Dios como peleamos, y no solo La tentacion deshonesta se ha de
como Juez para premiarnos, si resistir huyendo, 315, 31 6.
no como Padre y valedor para Contra esta tentacion, y general
ayudarnos, 294 & seq. mente contra todas, es muy buen
Como podemos hacer burla del de remedio procurar divertir el en
monio, 293, 294, 32o, 32 1. tendimiento á alguna considera
Dos razones que nos animarán á cion buena, 31 4 & seq.
pelear con grande ánimo y con Y especialmente acogernos á la Pa
fianza, 296 & seq. sion de Cristo, 363, 364.
Es muy principal medio para ven No basta en las tentaciones enco
cer las tentaciones, desconfiar mendarnos á las oraciones de
de sí, y poner toda su confian nuestros Padres espirituales, si
za en Dios, 3oo. no nos ayudamos de los medios
Reconocer la parte mas flaca de dichos, 3 19, 32o.
nuestra ánima, y poner allí Cual es el mejor modo de resistir
mayor cuidado, 3o4 & seq. á las tentaciones, 32o, 32 1.
Acudir á lo contrario de la tenta Importa mucho en tiempo de ten
cion, 3o5. tacion no dejar los ejercicios
Nunca estar ocioso, 3o6. espirituales, ni disminuirlos, an.
Resistir á los principios, 3 o5 & tes añadir, 318.
seq. El tiempo de tentacion no es á
Considerar que cuando uno se propósito para hacer mudanza,
que se contienen en esta segunda parte. 477
ni tomar nueva resolucion, 318, grande que causa la buena con
3I9. ciencia, 354 & seq.
Acudir á la oracion, es gran me
Tristeza. dio para desechar la tristeza,
Debese huír por los daños grandes 346 & seq.
que trae consigo, quita el gusto El siervo de Dios para su honesta
de la oracion, pone fastidio en recreacion, y alivio de sus tra
los ejercicios espirituales y bajos y tristezas, no ha de to
obras de virtud: hace al hombre
mar por medio leer ó platicar
desabrido y áspero con sus her cosas vanas, sino tratar cosas de
manos, hacele sospechoso, mali Dios, 1 15 & seq.
cioso é inútil para todo lo bue Alguna tristeza hay buena y espi
no, mueve á ira, enojo, impa ritual, la cual nace de cuatro
ciencia, turba el juicio, es causa cosas, 358 & seq.
de muchas tentaciones y caídas, La tristeza espiritual es en cierta
335 & seq. manera alegre, y trae consigo
El cuidado que se debe poner en gran consuelo, ibid.
desechar los pensamientos tristes
y melancólicos, 344. Virtud.
De donde nace la tristeza, 343 & La virtud causa alegria en el cora
seq. zon, 354 & seq.
La causa de la tristeza del Religioso Como se ha de ir uno ejercitando
muchas veces suele ser no estar
en los actos de la virtud para al
indiferente para todo lo que le canzar la perfeccion de ella, 2 I o
pueden mandar: la falta de hu & seq.
mildad, 194, 345 & seq. Cuanto debe uno temer el retraerá
Una de las principales causas de otros de la virtud y de lo bueno,
la tristeza suele ser no andar 51, 5º, 95, 96.
uno como debe. Y la alegria Vease verbo perfeccion.
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II \T II) II (C E
C Genesis. Exodi.
ap. 3, v. 15. Inimicitias po 4, 6. Produxit leprosum instar ni
nam inter te, & mulierem, Pag. vis, 13 I. - -
º º
º 2. Se