Professional Documents
Culture Documents
net/publication/311594121
Crisis Hipertensiva
CITATIONS READS
0 1,427
1 author:
Ricardo Bohórquez
Pontificia Universidad Javeriana
25 PUBLICATIONS 29 CITATIONS
SEE PROFILE
Some of the authors of this publication are also working on these related projects:
All content following this page was uploaded by Ricardo Bohórquez on 13 December 2016.
Crisis hipertensiva 4
Ricardo Bohórquez R.
identificar aquellos síntomas cardinales como comprometidos (13). Los signos más frecuen-
cefalea, disnea, dolor torácico, edema, debili- tes son cefalea 22%, epistaxis 17%, agitación
dad, epistaxis, convulsiones o alteraciones en psicomotora 10% en casos de urgencias hiper-
el nivel de conciencia. En casos especiales se tensivas y dolor torácico 27%, disnea 22% y
pueden reunir conjuntos de signos y síntomas déficit neurológico en 21% en casos relaciona-
que sugieran síndromes renales o neuroendo- dos con emergencias hipertensivas. Los tipos
crinos. La presencia de piel delgada, aumento de lesión de órgano blanco incluyen infarto
de peso y cambios en distribución de grasa cerebral en 24%, edema pulmonar agudo
corporal puede sugerir síndrome de Cushing. 23%, insuficiencia cardiaca aguda 14%, in-
En la evaluación inicial se debe interrogar so- farto del miocardio o angina inestable 12%,
bre la posibilidad de fallas en adherencia o encefalopatía hipertensiva en el 10%, con he-
suspensión de medicamentos antihipertensi- morragia cerebral 4.5%, disección aórtica 2%
vos, en especial clonidina o betabloqueadores, y finalmente eclampsia 2% (2,13,21,30,31).
uso de drogas ilícitas como cocaína, anfetami-
nas, narcóticos o ingesta conjunta de inhibi-
MANIFESTACIONES NEUROLÓGICAS
dores de la monoaminoxidasa con ciertos ali-
mentos como cerveza, vino, queso o algunas Dentro de las manifestaciones neurológicas
variedades de pescado (12,30). se incluye retinopatía, encefalopatía y ACV
Se debe tomar la presión arterial en am- en sus diferentes modalidades. En casos de
bos brazos, utilizando el brazalete adecuado CH la retinopatía hipertensiva se define por
y en casos con pulsos pedios anormales o dis- la retinopatía III y IV, según la clasificación
minuidos se debe registrar la presión arterial de Keith-Wegener, caracterizadas por hemo-
comparativa en miembros inferiores (MMII). rragias, exudados algodonosos y papiledema.
La presencia de estertores, galope por S3 o El síntoma predominante en casos de
presión venosa central elevada, definen cri- encefalopatía y compromiso del sistema ner-
terios de severidad, independiente de la per- vioso central es la cefalea, frecuentemente
cepción individual del grado de compromiso a acompañada de náusea, vómito, trastornos
nivel de otros sistemas. visuales, confusión, es percibida como una
El examen físico inmediato debe enfo- crisis de cefalea no usual y en casos más gra-
carse a los sistemas cardiovascular y neuro- ves se presentan convulsiones o déficit focal.
lógico, incluyendo la realización en todos los Se recomienda examen neurológico riguroso
pacientes del fondo de ojo en el cual se puede y en ningún caso debe faltar la valoración del
evidenciar espasmo arteriolar, exudados y fondo de ojo.
hemorragia definiendo retinopatía hiperten-
siva III o con presencia de papiledema en re- ENCEFALOPATÍA HIPERTENSIVA
tinopatía grado IV. La encefalopatía hipertensiva resulta de la
Los pulsos arteriales en miembros infe- hiperperfusión cerebral cuando se excede el
riores darán información valiosa cuando exis- límite superior de la autoperfusión cerebral,
te sospecha de disección aórtica. Siempre se dadas las variaciones en la autorregulación
debe tener en cuenta que con frecuencia los de la vasculatura cerebral documentada en
hallazgos al examen físico serán el elemento pacientes con HTA crónica los rangos de ci-
diagnóstico definitivo de urgencia o emergen- fras tensionales en que se presenta encefalo-
cia hipertensiva. patía en estos pacientes suelen ser superiores
Se debe realizar cuidadoso examen neu- a 200/140 mm Hg. En los casos de pacientes
rológico para determinar cualquier grado de previamente normotensos se presenta ence-
deterioro en la función del SNC. falopatía con presiones más bajas pudiendo
ocurrir incluso con cifras cercanas a 150/100
mm Hg (28,32). Dada su fisiopatología los sín-
MANIFESTACIONES CLÍNICAS tomas plenos pueden tardar de 12 a 48 horas.
En CH en general se encuentra compromiso Característicamente se presenta cefalea glo-
de un solo órgano blanco en el 83% de los pa- bal, confusión, somnolencia, estupor, trastor-
cientes, compromiso de dos órganos en el 14% nos visuales, vómito en proyectil y eventual-
y tres o más en solo el 3% de EH. Los hallaz- mente déficits focales transitorios (17).
gos clínicos de la crisis hipertensiva suelen Cuando se plantea el tratamiento de
ser variados e inespecíficos y están directa- pacientes con encefalopatía hipertensiva es
mente relacionados con los órganos blanco importante recordar que si se llega a dismi-
CRISIS HIPERTENSIVA 205
va se debe iniciar una dosis de 150 mcg la cual estenosis aórtica. La dosis inicial debe ser
se puede repetir a los 30 minutos. El comien- 30 mg con dosis máxima reportada en la li-
zo de su acción es entre 30 minutos y 2 horas teratura de 120 mg.
con una duración máxima de 8 horas. No se
presenta alteración del flujo renal y la tasa de Nicardipine
filtración glomerular durante el tratamiento.
La Nicardipina es un bloqueador dihidro-
El 70% se elimina por vía renal. El efecto
piridinico de canales de calcio de segunda
antihipertensivo se obtiene con concentracio-
generación con alta selectividad vascular y
nes plasmáticas de 0.2 a 1.5 ng/ml. Se puede
fuerte actividad vasodilatadora cerebral y
producir un grado leve de sedación en los pa-
coronaria. El inicio de acción luego de su ad-
cientes que inician tratamiento con clonidina,
ministración intravenosa es de 5-15 minutos.
frecuentemente se describe sensación de boca
Se utiliza a una infusión inicial de 5 mg/h, in-
seca, se debe usar con precaución en pacientes
crementando 2.5 mg/h cada 5 minutos hasta
con bradiarritmias, trastornos de la perfusión
un máximo de 15 mg/h o se logre la meta en el
cerebral o periférica, fenómeno de Raynaud,
descenso de cifras tensionales (8). Dadas sus
tromboangeitis obliterante, depresión, poli-
características farmacocinéticas se recomienda
neuropatía, y estreñimiento (7,40,41).
de elección en hipertensión perioperatoria (35).
Captopril En reciente revisión sistemática que incluyó
10 estudios, se encontró efectividad y segu-
Es un inhibidor de la enzima convertidora ridad comparable al evaluar nicardipina vs
de angiotensina IECA. Puede ser de primera labetalol en crisis hipertensiva aunque se
elección en el manejo de pacientes con urgen- documentó control de cifras tensionales más
cia hipertensiva, frecuentemente asociado a predecible con nicardipina que con labetalol a
diurético tiazídico. Su absorción es rápida, dosis usuales (43).
alcanzándose las concentraciones sanguíneas
máximas en aproximadamente una hora. La
Clevidipine
presencia de alimentos disminuye en un 30%
a 40% su absorción. Sólo el 25% al 30% se Primer agente bloqueador dihidropiridínico
une a proteínas. El 75% se excreta por orina. de canales de calcio de tercera generación, de
Se debe usar con precaución en pacientes con acción ultracorta, ocasiona inhibición selecti-
nefropatías e hiperazoemia en progresión, va del influjo de calcio extracelular a través
sospecha de embarazo, lactancia y estenosis de los canales tipo L, relajando el músculo
aórtica. La dosis inicial debe ser de 25 a 50 mg liso vascular de pequeñas arterias, con la
cada 8 a 12 horas con un máximo en hiperten- consecuente disminución de la RVP (4). Tiene
sión severa de 450 mg al día, después de in- una vida media de aproximadamente 1 minu-
cremento progresivo durante varias semanas. to con un rápido inicio y final de acción. Este
La vía de administración en crisis hipertensi- medicamento reduce la presión arterial sin
va puede ser oral o sublingual con pequeñas afectar las presiones de llenado cardiaco y sin
diferencias farmacoquinéticas. En referencia generar taquicardia refleja. Dosis de 1-2 mg/
reciente, Kaya et al. demostraron en experi- hora, duplicando la dosis cada 90 segundos,
mento clínico controlado, comparando las dos con una dosis máxima de 16 mg/hora. Tiene
vías de administración en un diseño cruzado la potencialidad de proteger los tejidos del daño
con 212 pacientes, que la vía sublingual baja de reperfusión e isquemia al disminuir la toxi-
la presión arterial en una forma más eficien- cidad de radicales libres de oxígeno. Dada la
te que la administración oral en los primeros significativa carga de lípidos los pacientes no
30 minutos, diferencias que se pierden luego deben recibir más de 1000 mL (2000 Kcal/día)
de 60 minutos (42). de Clevidipine en 24 horas (8,31,44).
Tabla 4.4.
(NTG) 5 mc/min
Enfermedad
Nitroglicerina incrementar C/5
coronaria (Infarto o Reducir isquemia
Betabloqueador min hasta 20 mc/
isquemia)
min
Nitroprusiato o 10-20 mc/min o Disminución 10-15% de la PAM,
Falla cardíaca
Nitroglicerina 20-30 mc/min mejoría falla
Referencias
1. Mozaffarian D., Roger VL. et al. Heart disease and stroke stadistics-2014 update: a report from
the American Heart Association. Circulation 2014; 129: e28-292.
2. Chuda R., Castillo S., Poddutoori P. Hypertensive Crises. Hosp Med Clin (2014);3: e111-e127.
3. Adebayo O., Rogers R. Hypertensive Emergencies in the Emergency Department. Emerg Med
Clin N Am (2015); 33: 539-551.
4. Marik, P. E., Varon, J. Hypertensive Crises: Challenges and Management. Chest 2007;131:
1949-1962.
5. Aggarwal M., Khan I. Hypertensive Crisis: Hypertensive Emergencies and Urgencies. Cardiol Clin
2006; 24:135-146.
6. Papadopoulos DP., Mourouzis I., Thomopoulos C. et al. Hypertension crisis. Blood Press 2010;
19:328-336.
7. Kuppasani K., Reddi A. Emergency or urgency? Effective management of hypertensive crises.
JAAPA 2010; 23(8):44-49.
8. Marik PE., Rivera R. Hypertensive emergencies: an update. Curr Opin Crit Care 2011;
17(6):569-580.
9. Cline D. Epidemiology of Hypertension. Annals of Emergency Medicine 2008;51:S3-S4.
10. James P., Oparil S., Carter BL., et al. 2014 Evidence-Based Guideline for the Management of
High Blood Pressure in Adults Report From the Panel Members Appointed to the Eighth Joint Na-
tional Committee (JNC 8). JAMA. 2014;311(5):507-520.
11. Chobanian AV, Bakris GL, Black HR, et al. The seventh Report of the Joint National Committee
on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure: the JNC 7 report.
JAMA 2003; 289:2560-2572.
12. Stewart DL., Feinstein SE., Colgan R. Hypertensive Urgencies and Emergencies. Prim Care Clin
Office Pract 2006; 33: 613-623.
13. Flanigan JS., Vitberg D. Hypertensive Emergency and Severe Hypertension: What to Treat, Who to
Treat and How to Treat. Med Clin N Am 2006; 90:439-451.
14. Taylor D. Hypertensive Crisis. A Review of Pathophysiology and Treatment. Crit Care Nurs Clin
N Am 2015; 27: 439-447.
15. Hebert CJ., Vidt DG., Hypertensive Crises. Prim Care Clin Office Pract 2008; 35:475-487.
16. McRae RPJ, Liebson PR. Hypertensive crisis. Med Clin North Am 1986; 70:749-767.
17. Ram CV., Silverstein R. Treatment of Hypertensive Urgencies and Emergencies. Treatment of
Hypertensive Urgencies and Emergencies. Current Hypertensive Reports 2009; 11:307-314.
18. Beltrán JR., Crisis Hipertensiva. En Prácticas y Procedimientos Hospital Universitario San Igna-
cio. Guías de Práctica Clínica. Tomo XII - Cardiología. Primera edición 2003:201-221. ISBN 958-33-
5357-4.
19. Marik P., Varon J. Perioperative hypertension: a review of current and emerging therapeutic
agents. Journal of Clinical Anesthesia 2009; 21:220-229.
20. Manzur F., García C., Arrieta C. Crisis Hipertensiva. En Texto de Cardiología. Sociedad Colom-
biana de Cardiología. 2007:376-384. ISBN 958-97065-7-6.
21. Zampaglione B., Pascale C., Marchisio M., Cavallo-Perin P. Hypertensive Urgencies and
Emergencies. Prevalence and Clinical Presentation. Hypertension. 1996; 27:144-147.
22. Acelajado MC., Calhoun DA. Resistant Hypertension, Secondary Hypertension, and Hyperten-
sive Crises: Diagnostic Evaluation and Treatment. Cardiol Clin 2010; 28:639-654.
23. Tisdale, J. E, Huang, M. B, Borzak, S. Risk factors for hypertensive crisis: importance of out-pa-
tient blood pressure control. Family Practice 2004; 21: 420-424.
24. Wang, T. J., Vasan, R. S. Epidemiology of Uncontrolled Hypertension in the United States. Circu-
lation 2005; 112: 1651-1662.
CRISIS HIPERTENSIVA 213
25. Kaplan N., Rose B. Hypertensive Emergencies: Malignant hypertension and hypertensive enceph-
alopathy. Up To Date. Last literature review versión 17.2: mayo 2009.
26. Laragh J. Laragh’s lessons in pathophysiology and clinical pearls for treating hypertension. Am J
Hypertens 2001;14:837-854.
27. Heilpern K. Pathophysiology of Hypertension. Annals of Emergency Medicine 2008;51:S5-S6
28. Gilmore RM., Miller S., Stead L. Severe Hypertension in the Emergency Department Patient.
Emerg Clin N Am 2005; 23:1141-1158.
29. Diercks D., Ohman E. Hypertension With Acute Coronary Syndrome and Heart Failure. Annals
of Emergency Medicine 2008;51:S34-S36.
30. Gómez A. Crisis Hipertensiva. En Manual de Urgencias en Medicina Interna. Asociación Colombia-
na de Medicina Interna. Capítulo Central 1994:76-85. ISBN 958-9179-24-X.
31. Amin A. Parenteral Medication for Hypertension with Symptoms. Ann Emerg Med 2008; 51:S10-S15.
32. Pancioli A. Hypertension Management in Neurologic Emergencies. Annals of Emergency Medicine
2008; 51:S24-S27.
33. Rhoney D., Peacock F. Intravenous therapy for hypertensive emergencies, part 2. Am J Health-
Syst Pharm. 2009; 66:1448-1457.
34. Cheung A., Hobson II R. Hypertension in Vascular Surgery: Aortic Dissection and Carotid Revas-
cularization. Annals of Emergency Medicine 2008; 51:S28-S33.
35. Van den Born BJ., Beutler J., Gaillard CSJM., et al. Dutch guideline for the management of
hypertensive crisis – 2010 revision. Neth J Med 2011; 69(5):248-255.
36. Vidt DG. Current concepts in treatment of hypertensive emergencies. Am Heart J 1986; 111:220-225.
37. Rhoney D., Peacock F. Intravenous therapy for hypertensive emergencies, part 2. Am J Health-
Syst Pharm. 2009; 66:1448-1457.
38. Slovis C., Reddi A. Increased Blood Pressure Without Evidence of Acute End Organ Damage.
Annals of Emergency Medicine 2008; 51:S7-S9.
39. Rogers R., Anderson R. Severe Hypertension in the Geriatric Patient – Is it an Emergency or Not?
Clin Geriatr Med 2007; 23:363-370.
40. Ariza M., Salcedo S. Crisis Hipertensiva. En Compendio Terapéutica 4a Edición. Asociación Co-
lombiana de Medicina Interna. Capítulo Central 2002: 286-289. ISBN 958-97160-2-4.
41. Fogel R., Coggins C. Crisis Hipertensivas. En Medicina Basada en la Evidencia. Massachusetts
General Hospital. 1999: 414-427.
42. Kaya A., Tatlisu MA., Kaya TK., et al. Sublingual vs. Oral Captopril in Hypertensive Crisis. The
Journal of Emergency Medicine 2016; 50(1): 108-115.
43. Peacock F. IV, Hilleman D., Levy P., et al. A systematic review of nicardipine vs labetalol for the
management of hypertensive crises. American Journal of Emergency Medicine 2012;30:981-993.
44. Kaplan N., Rose B. Drug treatment of Hypertensive Emergencies. Up To Date. Last literature
review version 17.2: mayo 2009.
45. Sica DA. Management of Hypertension in the Outpatient Setting. Prim Care Clin Office Pract 2008;
35: 45-473.