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Matteo Rampim

Pensar como un mago


Resolver problemas con el pensamiento ilusionista

El libro de bolsillo
Psicología
Alianza Editorial
título original: Pensare come un mago.
Risolvereproblemi con il
pensiero illusionistico Traductora: Carmen Artal
Diseño de cubierta: Alianza Editorial Ilustración de
cubierta: Ángel Uñarte
Reservados todos los derechos. El contenido de esta
obra está protegido por la Ley, que establece penas de
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© 2006 Ponte alle Grazie srl-Milano
© de la traducción: Carmen Artal Rodríguez,2009
© Alianza Editorial, S. A., Madrid, 2009
Calle Juan Ignacio Luca de Tena, 15;
28027 Madrid; teléfono 91 393 88 88
www.alianzaeditorial.es
ISBN: 978-84-206-5067-8
Depósito legal: M. 32339-2009
Impreso en Fernández Ciudad, S. L.
Printed in Spain
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Prólogo
«Estratagema» es el nombre que damos a las
soluciones de los problemas considerados por nosotros
insolubles, y que otros en cambio han resuelto. De la
misma forma llamamos «truco» a un procedimiento de
solución que no hemos conseguido descubrir, aunque
lo teníamos delante de los ojos. En general, cuando un
problema ha sido resuelto (por otros) de manera para
nosotros inusitada, protestamos indignados, clamando
contra el «subterfugio» o el «expediente».
Pero la estratagema, el truco, la argucia y el
subterfugio -todas declinaciones de la astucia- no son
menos nobles que otras modalidades de solución de
los problemas.
En este libro trataremos de la estratagema. Y más
exactamente, hablaremos de las aplicaciones de la
estratagema al problem solving. Sin embargo, el lector
no encontrará en estas páginas un manual de técnicas
de problem solving «listas para usar», ni un repertorio
de estratagemas ya codificadas y más o menos
demostradas. Propondremos en cambio un análisis de
cómo la mente consigue concebir nuevas soluciones, a
menudo inusuales (que pueden llamarse
«estratagemas»), como respuesta a las situaciones
siempre distintas que el problem solver debe afrontar.
Intentaremos describir los procesos mentales activados
al inventar, en cada ocasión, las soluciones más
adecuadas a una determinada circunstancia, a fin de
comprender a través de qué caminos la mente consigue
resolver, de formas originales, problemas tan difíciles
que parecen imposibles.
No sugeriremos pues soluciones prefabricadas a las
que adaptar cada uno de los problemas, sino que
intentaremos proponer una perspectiva teórica sobre
los procesos mentales implicados en la solución
imprevista de los problemas siempre nuevos
planteados por la existencia. Al hacerlo, seguiremos un
recorrido que nos llevará a considerar las siguientes
hipótesis:
• la mente es la que construye los problemas; éstos, en
realidad, sólo existen bajo la forma de dificultades
genéricas;
• sólo es posible ver las dificultades en su desnuda
«realidad» (es decir, ver los problemas como resultado
de haber sido desvinculados de nuestras
construcciones mentales) si se comprende cómo
construye la mente los problemas;
• es conveniente por tanto aprender a construir
problemas, en lugar de ir en busca de sistemas
preestablecidos para resolverlos, y conviene sobre todo
aprender a construir los problemas insolubles (o
considerados tales) para comprender
su mecanismo íntimo;
• para aprender esta aproximación atípica, resulta útil
dirigirse a algunos profesionales que, justamente
«pensando al revés», persiguen con lucidez el
extravagante proyecto de «complicar lo simple»:
enigmistas, criptógrafos, autores de novelas policíacas,
especialistas en el engaño militar, agentes del
espionaje y otros;
• a su vez todos estos profesionales aplican,
conscientemente o no, métodos y técnicas que se
inspiran en el principio del que son depositarios desde
siempre los individuos más competentes en absoluto
en este tipo de inusuales operaciones mentales: los
ilusionistas;
• crear problemas insolubles utilizando los principios
del ilusionismo es una forma específica de actividad
imaginativa creativa, y por tanto:
• construir creativamente los problemas según las
directrices del ilusionismo puede acercarnos a la forma
mentís necesaria para resolverlos con la misma
creatividad;
• la forma específica de los ilusionistas de
representarse mentalmente la realidad consiste en
proporcionar interpretaciones distintas de lo que
parece darse por descontado, es decir, interpretaciones
múltiples de lo que habitualmente se considera dotado
de un significado unívoco.
Nuestro deseo es mostrar de qué forma, inspirándose
en la teoría del ilusionismo, es posible ampliar la |
capacidad de flexibilidad e inventiva requeridas para
plantear eficazmente los problemas -y por tanto
resolverlos- en una gran variedad de contextos: desde
el mundo del trabajo hasta las relaciones
interpersonales, desde la educación hasta el
entrenamiento deportivo, desde la gestión del personal
hasta las transacciones comerciales y la planificación
estratégica.
Se trata de contextos delicados y a veces críticos, a
propósito de los cuales podría parecer impropio apelar
a un arte teatral como el ilusionismo, si no fuese por el
hecho de que construir ilusiones es un ejercicio
extremadamente serio. También a propósito del
ilusionismo, en efecto, se aplica el dicho de los
ilusionistas: la apariencia engaña.

1. El toque de Houdini
Posible e imposible
Todo puede ocurrir, todo es posible y verosímil [...].
Sobre una base insignificante de realidad, la
imaginación hila y teje nuevos dibujos.
August Strindberg
Tal vez Strindberg fuese un poco demasiado optimista;
no todo es posible: lo imposible existe.
Pero hay que distinguir entre lo que es imposible hacer
y lo que es imposible pensar.
Para lo que es imposible hacer no hay remedio, y por
tanto no hablaremos de ello. Lo que es imposible
pensar merece en cambio toda nuestra atención, y
constituye el objeto de este libro.
Para empezar como es debido, tomaremos prestada
una frase de Séneca que, aunque habla de «dificultad»
y no de imposibilidad, expresa con elegante concisión
un útil concepto:
No es porque las cosas sean difíciles por lo que no nos
atrevemos a emprenderlas; es porque no nos atrevemos
a emprenderlas por lo que nos parecen difíciles.
Desde esta perspectiva, las dificultades no tienen una
existencia autónoma «en la realidad», sino que
existen en la mente humana: según como nos
coloquemos ante una tarea, podemos llegar a vivirla
como una «dificultad» o un «problema». Si esto es
verdad, situándonos de formas distintas ante una
misma realidad, deberíamos construir diferentes
formas de vivirla: por tanto, también la solución del
«problema» depende de cómo ha sido planteado.
Arnold Hildesheimer, en Mondo delle dimensioni non
abituali, escribe:
La naturaleza puede dar respuestas distintas a las
mismas preguntas, según la manera en que le son
formuladas
o, como sostiene Einstein a propósito del método
científico,
la teoría es la que decide qué debemos observar.
Dicho con menor sutileza lingüística, y aplicado a
nuestro tema, los problemas dependen de cómo se
plantean.
Podríamos decir entonces -hablando de tareas fáciles o
difíciles, de problemas resolubles o irresolubles, de
posibilidad e imposibilidad- que un nexo profundo une
el actuar y el pensar: consideramos que es imposible
hacer algo cuando no conseguimos pensar cómo
podríamos hacerlo; por tanto, «no hago porque creo no
poder» («imposible» es justamente lo que no puedo
hacer), pero «creo no poder porque no consigo pensar
cómo se hace».
En esta trampa se basan muchos de los llamados
«problemas sin solución». Pensando en estos términos
—aparentemente lógicos-, el número de cosas
«imposibles de hacer» aumenta desmesuradamente.
No pocas personas se pasan toda la vida creyendo que
es imposible hacer algo en sí, mientras que en realidad
les parece imposible pensarlo, es decir, pensar cómo
hacerlo.
Podemos, pues, modificar la afirmación con la que
hemos abierto este capítulo,
De hecho, parece perfectamente lógico que lo que no
es pensable tampoco sea factible; pero este proceso
mental, por otra parte bastante persuasivo, es una
ilusión, responsable además de una trampa insidiosa:
el no hacer algo confirma inexorablemente la hipótesis
de que se trata de algo imposible, cerrando
perversamente el círculo.
16
PENSAR COMO UN MAGO
HAY COSAS QUE ES IMPOSIBLE HACER Y
COSAS QUE ES IMPOSIBLE PENSAR,
de esta forma:
HAY COSAS QUE ES IMPOSIBLE HACER Y
COSAS QUE PARECE IMPOSIBLE HACER (PERO
SÓLO SON DIFÍCILES DE PENSAR),
o mejor dicho
HAY COSAS QUE ES IMPOSIBLE HACER Y
COSAS QUE PARECE IMPOSIBLE PENSAR.
Para las primeras, como se ha dicho, no hay remedio:
pero ¿cuántas cosas, realmente, son imposibles de
hacer? ¿Cuántas, en cambio, parecen imposibles de
hacer? ¿Cuántas veces somos víctimas de esta
distorsión mental?
La experiencia muestra que ocurre a menudo:
demasiadas veces, frente a un problema, se acaba
tirando la toalla considerándolo imposible de resolver.
Afortunadamente, la distorsión mental que hace
confundir la incapacidad de pensar con la
imposibilidad de hacer puede corregirse.
La corrección de la distorsión a su vez puede
modificar la forma de actuar y, por tanto, en último
término, la propia realidad.
Si replanteamos la cuestión
1. EL TOQUE DE HOUDINI
17
NO HAGO PORQUE NO PUEDO, PERO NO
PUEDO PORQUE
NO HAGO,
en términos de
NO HAGO PORQUE NO PUEDO, PERO NO
PUEDO PORQUE NO CONSIGO PENSAR,
dando un paso más, al examinar el significado de la
afirmación «No consigo pensar», se observará que ésta
casi siempre expresa la idea
NO CONSIGO PENSAR DE OTRA MANERA.
Normalmente, una vez planteado el marco general de
una situación y construida su percepción en términos
de «problema», ya no se consigue escapar al extraño
hechizo de dicho marco. Éste, como todas las
producciones de la mente, tiene un inquietante poder
de seducción derivado del hecho de que todos
nosotros, a un nivel muy profundo, estamos
convencidos de tener siempre razón y de utilizar el
cerebro de forma perfectamente racional, lo que hace
muy difícil corregir nuestras hipótesis. De hecho, si
permanecemos dentro de nuestro marco, no
encontraremos nunca la solución, porque los
elementos del problema están definidos precisamente a
partir del marco general y sólo asumen los significados
determinados por él.
En las próximas páginas trataremos de mostrar cómo
se puede corregir esta paralizante distorsión
18
PENSAR COMO UN MAGO
mental y situarnos así frente a la realidad desde
perspectivas diversas, y por tanto afrontar los
problemas con mayor eficacia. A fin de evitar
equívocos, declaramos enseguida no tener ninguna
«respuesta preparada» en la chistera, ni ninguna
«nueva técnica universal» adaptable a cualquier
problema que se presente: lo que nos interesa, en
cambio, es la forma en que puede inventarse, en cada
ocasión, una solución eficaz para problemas
particularmente arduos.
Como se ha apuntado, utilizaremos material
procedente del trabajo de personas que se dedican al
arte-ciencia de la solución de los problemas.
Recurriremos al saber de personas que operan en
campos dispares, algunos de los cuales quizá sean un
poco extravagantes, aunque todos están inmersos en la
dinámica imposible/posible: la investigación policial y
la investigación científica, la estrategia bélica, la
diplomacia y la psicoterapia.
Por otra parte, la aplicación de los principios y de las
reglas que presentaremos cubre campos más próximos
al trabajo de muchas personas: la gestión del personal
en una empresa, la enseñanza, la educación o la
reeducación, la mediación en los conflictos
interpersonales -en la pareja, en la familia o en
comunidades más amplias-, la programación de las
inversiones, la planificación de la actividad
productiva, la creación de un plan de marketing y
todos los contextos en los que se incurre en la urgente
necesidad de resolver en poco tiempo problemas
complejos y situaciones críticas.
1. EL TOQUE DE HOUDINI
19
No es una novedad que la eficacia del problem solving
procede de la habilidad para plantear los problemas de
forma original; la hipótesis que pretendemos sugerir es
que esta habilidad exige otro recurso, bastante
paradójico: la habilidad de construir -en lugar de
resolver- los problemas. A lo largo de este recorrido a
la inversa consideraremos que las figuras profesionales
a las que nos hemos referido pueden describirse en
términos de «profesionales de la complicación»:
personas que persiguen el objetivo de complicar lo
simple hasta construir lo inextricable. En particular,
hablaremos de aquellos profesionales que aglutinan en
su trabajo las características de todas las demás
actividades implicadas en esta extraña misión: los
ilusionistas, es decir, los constructores de ilusiones
perfectamente persuasivas.
Los ilusionistas basan su arte en un repertorio de
estratagemas, maniobras por sorpresa, falsas pistas,
engaños y astucias que no tiene parangón en ninguna
actividad humana. Este rico arsenal interesa al
problem solver porque es el resultado de una milenaria
selección a la hora de presentar las cosas de manera
distinta de como son, operación que exige pensar las
cosas de manera distinta de la habitual.
El saber ilusionista constituye pues una verdadera
suma de la observación alternativa.
Son muchos los motivos que hacen que los ilusionistas
«piensen de manera diferente».
20
PENSAR COMO UN MAGO
En primer lugar, los ilusionistas desde un punto de
vista (el suyo) deben hacer aparentemente imposible lo
que es posible, y desde otro (el de los espectadores)
deben hacer posible lo imposible. Esto les obliga a
moverse en dos mundos paralelos que nunca deben
juntarse: de estos mundos, uno es real pero invisible
para la mayoría, el otro es virtual pero parece
absolutamente real. Desdoblar el pensamiento entre
realidad concreta y realidad imaginaría es una
peculiaridad de la especie humana y constituye la base
neurológica de la fantasía y de la capacidad de generar
innovaciones, un complejo de habilidades que hoy
están etiquetadas bajo el nombre -no demasiado
modesto-de «creatividad»*. En el mundo virtual de la
mente las cosas (sus representaciones) pueden ser
manipuladas más cómodamente y con menos vínculos
respecto a lo que ocurre en el mundo real.
En segundo lugar, para concebir la apariencia de lo
imposible, los artistas de la ilusión deben ponerse en la
piel de los espectadores e imaginar cómo éstos podrían
ser ilusionados (engañados) de forma eficaz, es decir,
sin tener la posibilidad de descubrir el procedimiento
que se oculta detrás de la aparente violación de las
leyes de la naturaleza. El ilusionista debe por tanto
inventar
* En realidad, no se crea la solución de un problema,
porque ésta preexiste a nuestra intervención, ya está
«ahí fuera»: al contrario, si los seres humanos creamos
algo, ese algo es precisamente el problema. Ésta es la
razón principal que nos induce a reservar el término
«creatividad» exclusivamente a los procesos mentales
que desembocan en la producción de obras de arte. (N.
del A.)
1. EL TOQUE DE HOUDINI
21
medios para eludir la crítica y la racionalidad de los
espectadores: lo que supone a su vez la superación de
la forma habitual de pensar, del sentido común, de la
lógica corriente utilizada para resolver los problemas.
El prestidigitador que quiere inventar una nueva
ilusión debe colocarse en la mente del espectador,
analizar sus procesos mentales, descomponerlos, poner
al desnudo sus debilidades, los automatismos reflejos,
los atajos, y luego identificar los puntos donde actuar a
fin de subvertir los esquemas perceptivos habituales.
Cualquier aspecto de la representación mental de la
realidad presenta asideros para el ilusionista: lo que a
un observador común le parece banal para un
ilusionista no lo es en absoluto. En un proceso de
pensamiento, aparentemente inoxidable e inatacable,
en una secuencia de movimientos previsible y
rutinaria, el ilusionista encontrará la forma de encauzar
las percepciones y los pensamientos del observador
por una vía inusual, llevándole inexorablemente a
engaño. Encontrará vías alternativas para llevar a cabo
(o no) una acción, induciendo a la mente analítica y
racional del espectador a ver una cosa mientras está
pasando otra, completamente distinta. Transformará un
acontecimiento en otro, dándole la apariencia de algo a
su vez diverso.
Para describir la habilidad de resolver los problemas
en los contextos laborales y relacionales en la vida
concreta y real, fuera del escenario, se habla de
creatividad, genio, intuición, problem solving efficace,
pensamiento anticonvencional, etc. Nuestra hipótesis
es que observar estos procesos mentales desde una
perspectiva ilu
22
PENSAR COMO UN MAGO
sionista permite disponer de un instrumento
pragmático útil para describir la complejidad de los
mecanismos cognitivos aparentemente no codificables
que conducen a la solución imprevista de los
problemas «imposibles». Proponemos la idea de que
yendo «a clases de prestidigitación» se puede
potenciar la inventiva necesaria para resolver los
problemas, aprendiendo a verlos desde nuevos
ángulos: aprendiendo a pensar como los ilusionistas,
seremos más hábiles al concebir soluciones originales
a los problemas y sobre todo al planteados según
esquemas más flexibles y elásticos.
Comenzaremos examinando algunas situaciones
concretas y críticas en las que se requiere superar
obstáculos aparentemente insuperables.
1. Superar lo imposible
El primer paso para encontrar soluciones a los
problemas aparentemente insolubles consiste en no
dejarse intimidar por las propias ideas preconcebidas.
Las ideas preconcebidas suelen de ser de naturaleza
más emocional que racional; sin embargo, incluso
cuando los vínculos que nos limitan parecen (o son)
perfectamente lógicos y sensatos» su apariencia
racional nos impide ver las cosas desde otros ángulos,
los cuales quizás no parezcan (o no sean) tan
racionales pero, de hecho, permiten resolver un
problema que sólo lo es mientras se intenta resolverlo
con la racionalidad, la sensatez y la lógica ordinaria.
1. EL TOQUE DE HOUDINI
23
¿Cómo podemos liberarnos conscientemente del
efecto paralizante de las ideas preconcebidas y de
estos mecanismos mentales, que están arraigados en el
cerebro de forma tan sólida que ni siquiera sabemos
tenerlos?
A veces se consigue si existe una urgencia imperiosa.
A menudo superamos problemas «imposibles» cuando
nos encontramos sometidos a presiones excepcionales;
cuando «la necesidad agudiza el ingenio», a menudo
se conciben expedientes originales que llevan a la
efectiva solución del problema, el cual desvela así su
propia naturaleza de problema resoluble a pesar de las
precedentes apariencias de lo contrario —la solución
existía, pero se ocultaba a la vista, y «el agua al
cuello» la ha sacado a flote-. En general, se encuentra
la solución si se dan condiciones suficientemente
fuertes que motiven el abandono de las formas
habituales de representación de la realidad.
Nos brindan ejemplos de esta aproximación a la
solución de los problemas todas las situaciones en que
peligra la propia vida o los propios bienes. Para
comprender los recorridos mentales seguidos por los
problem solver más originales, es útil examinar estas
situaciones «de emergencia». En ellas la necesidad
estimula la inventiva, ingrediente necesario del
problem solving.
Todo hallazgo innovador también puede ser visto
como la solución de un problema, porque «inventar»
significa producir algo que hasta un momento antes no
existía, operación sólo posible si se supera la habi-
24
PENSAR COMO UN MAGO
tual percepción de la realidad (y sus correspondientes
vínculos) o el precedente planteamiento del
«problema». Para imaginar algo que antes no existía
(inventar algo nuevo) hay que modificar las premisas
de partida, salir de los vínculos que éstas plantean -
operación obstaculizada por la inercia típica de la
mente humana, que es perezosa y busca siempre el
atajo más cómodo-. El remedio más eficaz contra la
pereza es la urgencia determinada por el riesgo de
perder bienes preciosos.
Consideremos ahora algunas de estas situaciones de
creatividad estimulada par la necesidad, en las que
existe la urgencia de liberarse de los vínculos que
ponen en peligro bienes esenciales como la libertad o
la integridad física del individuo.
2. Vínculos legales
El ejemplo más inmediato de esfuerzo imaginativo
destinado a superar vínculos muy restrictivos es el
crimen. La ley, en efecto, es por definición un vínculo
del comportamiento humano. La mente del criminal se
halla continuamente ocupada en resolver los
numerosos problemas relacionados con las fuertes
resistencias opuestas a sus maquinaciones por quien
aplica la ley y, naturalmente, por las víctimas. Por eso
en el Olimpo la divinidad asociada a la metis,
inteligencia versátil que urde estratagemas, es
Mercurio, el dios de los ladrones.
1. EL TOQUE DE HOUDINI
25
Nos limitaremos a considerar tres manifestaciones de
la actividad criminal: el carterismo, los robos y las
estafas.
Para ser buenos especialistas en estos sectores se
requiere un considerable esfuerzo inventivo para
sustraerse a la vigilancia, a la desconfianza y a la
resistencia de las potenciales victimas.
El carterismo, actividad a simple vista más bien
vulgar, si se efectúa con verdadera destreza (es decir,
cuando la mano del carterista es tan ligera que la
víctima no se percata del hurto), se basa en recursos
bastante refinados, dirigidos a superar el arduo
problema constituido por la vigilancia de la víctima,
que se pone en estado de alerta a la mínima invasión
de su espacio personal. En particular, ser tocados por
un desconocido sin consentimiento es un vigoroso
factor de molestia; el «problema imposible» que el
carterista debe resolver puede definirse en estos
términos:
Abrirse paso en la coraza invisible que delimita el
espacio personal y que es muy sensible al señalar
instantáneamente las intrusiones por parte de extraños.
La solución del problema exige numerosas
habilidades:
En primer lugar, el carterista, como el prestidigitador,
debe tener un discreto conocimiento práctico de la
fisiología de la percepción, que le permite sacar la
cartera del bolsillo trasero de la víctima mientras ésta
camina.
26
PENSAR COMO UN MAGO
La técnica consiste en producir la sustracción en un
momento preciso, aprovechando el instante en que la
pierna con el bolsillo-blanco se desplaza hacia delante
para dar el paso. La mano del carterista, después de
haber pellizcado la cartera, permanece quieta, mientras
la víctima se aleja: en la práctica no se saca la cartera
del bolsillo, sino el bolsillo de la cartera. De esta
forma, la sensación táctil que se produce en la víctima
no se advierte como señal de peligro, y por tanto no
llega a su conciencia.
En segundo lugar, es necesario un conocimiento
pragmático del funcionamiento de la atención, que
permite desplumar a las víctimas empleando
maniobras diversivas para distraer: por ejemplo, un
brusco contacto físico en un medio de transporte
abarrotado. Muchos autores han observado las
analogías entre prestidigitadores y carteristas a
propósito del uso de la desviación de la atención.
El artista de la calle también usa artificios más
refinados, como «dobles» o «sustitutos»: por ejemplo
la mano falsa, que permite usar a escondidas la
verdadera simulando inocencia, una estratagema
utilizada por los prestidigitadores, que se la deben a la
fantasía creativa del americano Kellar.
El carterista explota además el principio del
fraccionamiento de la acción: una secuencia de
acontecimientos se subdivide en muchos elementos
parcelarios para impedir que un observador la pueda
advertir mientras se desarrolla.
1. EL TOQUE DE HOUDINI
27
La cartera sustraída se mete rápidamente en una
revista en forma de embudo que la hace caer en el
bolso entreabierto
de una cómplice.
Al mismo principio recurren los ilusionistas cuando
poco a poco, a través de pequeños pasos en sí mismos
insignificantes, preparan el golpe de escena final, por
ejemplo la aparición del conejo de la chistera mostrada
vacía.
También en los atracos se ponen en acción varios
trucos. En este caso los problemas son mayores: en
general no sólo hay que burlar la vigilancia de los
seres humanos, sino también la de dispositivos
electrónicos o de animales, y además hay que superar
la resistencia opuesta por impedimentos mecánicos de
distinta natu-
28
PENSAR COMO UN MAGO
raleza. El objetivo ya no es la violación del espacio
personal, sino la violación del territorio: otra tarea
bastante ardua porque los seres humanos» al igual que
muchos animales, están neurológicamente
programados para reaccionar a la mínima intrusión en
su territorio.
El ladrón, cuando no emplea la fuerza bruta (que aquí
no nos interesa), recurre a argucias ilusionistas
propiamente dichas como:
•bluf
las crónicas de sucesos refieren el hecho de ladrones
que vaciaban las casas a plena luz del día utilizando
camiones que llevaban el rótulo «Caritas», a fin de
hacer plausible la transferencia de grandes cantidades
de material. En un caso que conocemos
personalmente, unos ladrones arrancaron de cuajo la
maciza puerta de entrada de un apartamento en un
bloque de pisos a plena luz del día, utilizando
herramientas muy ruidosas; los vecinos de las víctimas
del robo creyeron que se trataba de albañiles: a su
parecer, ningún ladrón podría haber hecho semejante
escándalo;
• diversión (atraer a los perros de guardia con comida;
atraer a otra parte a los centinelas con incidentes
creados a propósito):
• disfraces;
• obstrucción (de las cámaras de televisión y de los
demás sensores),
además de toda una serie de argucias y técnicas
propias de las actividades de espionaje.
1. EL TOQUE DE HOUDINI
29
El ápice de la inventiva se alcanza en las estafas:
aquí es necesario ganarse la confianza de la victima y
llevarla a realizar «espontáneamente» (pero en
realidad dirigiendo secretamente su comportamiento)
acciones desventajosas para ella.
Los problemas con los que se encuentra el estafador
son incontables. Debe:
• abordar a un desconocido (y superar por tanto la
inveterada desconfianza hacia los extraños);
• obtener su colaboración;
• convencerle de que haga algo que va en contra de
sus intereses;
• anular las resistencias de la víctima, y a veces
también de quien está con ella;
• representar un papel absolutamente creíble;
• sostener la ficción durante mucho tiempo;
• obtener un compromiso concreto, por ejemplo
escrito, por parte de la víctima.
La aparente imposibilidad de una tarea como ésta hace
que, cíclicamente, las crónicas de sucesos atribuyan a
la hipnosis la verificación de hechos «inexplicables»,
como cuando el cajero de un banco entrega una
cantidad considerable a desconocidos. En realidad, no
se trata de hipnosis en sentido estricto, sino de
persuasión llevada a los máximos niveles de
refinamiento, como ocurre con los espectadores de un
espectáculo de ilusionismo, cuya mente racional es
burlada con tanta maestría que éstos no logran
entender cómo el mago ha podido realizar sus
prodigios.
30
PENSAR COMO UN MAGO
Los procedimientos ilusionistas» por tanto, resultan
útiles no sólo a los artistas del escenario, sino también
a una dase muy distinta de «artistas». Éstos, impelidos
por la necesidad, agudizan el ingenio a fin de resolver
la imposible tarea de burlar la vigilancia, la atención y
la inteligencia de los seres humanos. Podríamos decir
que estos criminales son, ante todo, artistas de la
mente: conocen muy bien cómo funciona la mente
humana, cuáles son sus debilidades cognitivas y
emocionales, qué hacer para aprovecharse de ellas.
Con el permiso de Mercurio, nos desplazaremos ahora
a un terreno más útil para nuestros fines y menos
equívoco, aunque sin alejarnos mucho del mundo del
crimen.
3. Componer misterios
Los autores de novelas de intriga y policíacas se
limitan a actuar en el mundo virtual (y menos
arriesgado) de la fantasía. De todas formas es
interesante echar un vistazo a los procedimientos
compositivos de estas formas literarias, porque el
problema que se plantean los escritores es el mismo
que se plantean los criminales: cómo burlar la
vigilancia de las víctimas, que en este caso son los
lectores. Pero el escritor de novelas policíacas también
debe resolver otro problema: el culpable del crimen
literario debe permanecer oculto al lector el mayor
tiempo posible, pero a la vez deben proporcionarse al
lector todos los elementos necesarios para po-
1. EL TOQUE DE HOUDINI
31
derlo identificar. El escritor, pues, debe mantenerse en
un difícil ejercicio de equilibrio, avanzando sobre el
hilo tendido entre dos orillas opuestas:
DECIR LO SUFICIENTE PARA DESCUBRIR AL
CULPABLE
DECIRLO DE TAL MANERA QUE SEA DIFÍCIL
UTILIZARLO CON EFICACIA
lo cual significa
DECIR SIN COMUNICAR.
El escritor debe crear una especie de carrera entre
lector e investigador en la que este último resulte
vencedor pero procurando respetar rigurosamente una
idéntica distribución de las informaciones a
disposición del lector y del investigador.
Sólo hay dos maneras de exhibir los indicios y a la vez
esconderlos:
• desviar la atención a otro lugar;
• sugerir significados alternativos respecto a objetos o
acontecimientos que de lo contrario serian
«peligrosos» (poique permitirían al lector llegar a la
verdad antes que el investigador).
Estos dos procedimientos son los mismos que utilizan
los ilusionistas para realizar sus aparentes magias.
32
PENSAR COMO UN MAGO
En los relatos policíacos las informaciones (los
indicios) deben ser diseminadas de tal forma que el
proceso de identificación del culpable constituya, a su
vez, un problema para el lector: la novela de intriga es
pues una especie de enigma, cuya solución exige
capacidad de observación, lógica y originalidad al
establecer conexiones que a primera vista son
inexistentes o irrelevantes. No basta esconder
parcialmente la verdad: hay que construir un juego
intelectual propiamente dicho en el que la aparición de
la verdad exige una intervención activa por parte del
lector. Éste, recogiendo el desafío del autor, tendrá que
desmontar el mecanismo que, mediante simulaciones,
disimulos, secretos y astucias varias, prepara el golpe
de escena final, el resultado imprevisto y sorprendente
del episodio: al escribir una novela policíaca se deberá
pues
PRESENTAR LAS COSAS DE FORMA
ENIGMÁTICA,
tarea distinta del simple esconder las cosas. Esconder
significa ofuscar; ocultar con un enigma significa urdir
una estructura enmarañada que sólo puede
desentrañarse mediante un esfuerzo intelectual por
parte del lector. Inventar enigmas es un esconder con
métodos más astutos. La construcción de enigmas es
por tanto un proceso que exige una notable invención
por parte del enigmista.
Las argucias concebidas por los escritores para
obstaculizar la investigación del lector son innumera-
1. EL TOQUE DE HOUDINI
33
bles. Para nuestro discurso son interesantes porque
inciden en el peculiar tipo de inventiva exigido por la
búsqueda de modalidades alternativas de concepción
de la realidad.
Hablando de homicidio y de búsqueda del asesino, es
sabido que el homicida suele ser la persona más
insospechada (por ejemplo un pariente que se supone
que ama a la víctima, un médico que la cura, su
abogado, un policía, etc.): éste es el ejemplo más
inmediato de invención de una alternativa al
pensamiento convencional (en el banal mundo de la
realidad, las sospechas de los investigadores suelen
converger enseguida en quien, al final, resultará ser
realmente el culpable).
Pero esto es sólo el principio: la literatura policíaca
dispone de una vasta casuística de procedimientos
alternativos de construcción de episodios, todos ellos
caracterizados por hallarse bastante alejados del
sentido común. En las novelas negras:
• puede no haber ningún asesino (si se trata de suicidio
enmascarado de homicidio para acusar a alguien, o de
una muerte accidental);
• el asesino puede no ser humano (un animal, un
objeto, la concatenación casual de acontecimientos que
constituyen la apariencia de un homicidio);
¡ el asesino puede ser una persona que no sabe que es
culpable porque está manipulado por drogas, hipnosis
o porque padece trastornos mentales;
34
PENSAR COMO UN MAGO
* puede haber simultáneamente varios asesinos de
la misma persona;
* dos asesinos pueden intercambiarse las víctimas
para despistar respecto al móvil;
• el asesino puede ser el mismo investigador que lleva
a cabo la investigación;
* el asesino puede ser una de las víctimas (si éstas son
más de una);
• el asesino puede llegar a ser el narrador de la historia
e incluso
• el lector del libro.
Recurriendo a todas estas variaciones sobre el tema, el
autor hace muy difícil la pesquisa del lector dichas
variaciones muestran la inventiva utilizada para
resolver la tarea, aparentemente imposible, de escribir
tramas siempre nuevas y siempre dotadas de sorpresas
y golpes de efecto.
En los relatos de este tipo la sorpresa es tanto mayor
cuanto más imposible de resolver parece el caso; la
satisfacción del lector es tanto mayor cuanto más claro
queda que la aparente imposibilidad, al final, sólo es
una ilusión determinada por la engañosa disposición
de los datos y de las historias narradas -siempre que la
ilusión sea sensata y racionalmente justificable, o sea,
que no haya ningún error y el mecanismo resulte, al
examinarlo, perfectamente engrasado y sin fallos-. Es
fácil observar que todo esto puede aplicarse
perfectamente al oficio del ilusionista, que debe causar
la sorpresa (el espectador debe excla-
1. EL TOQUE DE HOUDINI
35
mar: «¡Es imposible!») a través de la vulneración de
las expectativas obtenida actuando de manera
encubierta, es decir, construyendo secuencias de
acontecimientos dotados de apariencia indistinguible
de la realidad, pero de sustancia muy distinta.
Es útil dar un repaso a los procedimientos seguidos por
el novelista en la construcción de sus obras.
El autor debe partir de la solución del enigma (o del
«caso») e inventar un marco engañoso que haga difícil
dicha solución; si el marco sugiere una situación
alternativa, equivocada pero aparentemente lógica y
sensata, todavía mejor. En cualquier caso, el narrador
debe partir del final (la solución del caso) y proceder
hacia atrás, para hacer difícil (pero no imposible) el
descubrimiento de la secuencia correcta de
acontecimientos, es decir, la que ha llevado al delito.
Sólo existe una secuencia de acontecimientos que se
corresponde con los hechos reales, pero existen otras
muchas que pueden parecer verdaderas, y la inventiva
del narrador estriba en diseminar aquí y allá los
indicios que despistan tanto al investigador como al
lector, procurando que ambos tengan la posibilidad de
reconstruir los hechos reales y procurando a la vez que
el lector llegue allí lo más tarde, a ser posible después
de haber llegado el investigador. Está claro, pues, que
el trabajo imaginativo del autor de novelas de intriga
consiste también en inventar interpretaciones
alternativas de hechos y secuencias de hechos.
Un análogo esfuerzo creativo se exige asimismo a
otros inventores de curiosidades «virtuales»: los enig-
mistas.
36
PENSAR COMO UN MAGO
4. Laberintos, enigmas y adivinanzas Hasta ahora
hemos visto que:
• los autores de los crímenes reales deben hacer
imposible la comprensión de los acontecimientos a las
víctimas (antes de cometer el hecho y durante) y a los
investigadores (después de haberlo cometido);
* los autores de los crímenes virtuales (los relatos
policíacos) deben hacer dicha comprensión lo más
difícil posible, pero detenerse un paso antes de que sea
imposible.
Los autores de juegos enigmáticos también deben
hacer un trabajo similar al del novelista de intriga: su
finalidad es esconder algo a la mirada del lector y
ocultarlo a su comprensión, pero procurando hacer
posible que llegue a desentrañar el enigma, es decir,
encontrar la solución aparentemente imposible.
El constructor de enigmas, como, el escritor de
novelas policíacas, debe adoptar una perspectiva
inversa respecto a la empleada al afrontar las
dificultades de la vida ordinaria: debe construir un
problema partiendo de su solución. En el caso del
enigmista, tal vez sea más fácil comprender cómo
funciona este «juego inverso».
Planteada una solución (es decir, cualquier dato
ordinario: cualquier dato es en potencia la solución de
uno o más
1. EL TOQUE DE HOUDINI
37
problemas), el enigmista debe construir una serie de
premisas que lleven al lector a encontrarla. Sin
embargo, si se limitase simplemente a esto, el
enigmista produciría una simple pregunta («¿Qué pone
la gallina cada mañana?»); su trabajo consiste en
cambio en concebir premisas que lleven, ciertamente,
a la solución, pero lo hagan siempre y cuando el
destinatario del enigma recorra un camino inusual
respecto a las formas de pensar habituales (camino que
puede ser más difícil, más lento, más erudito, y que a
lo mejor vulnera completamente el habitual modo de
pensar basado en el sentido común): «¿Qué es aquello
que, una vez abierto, nunca se puede volver a cerrar?».
Esto sólo es posible si el propio enigmista, ante todo,
piensa de forma inusual.
Nos proporciona un ejemplo Leonardo da Vinci, que,
además de ser inventor, artista y científico, creaba
enigmas y juegos de sociedad para las cortes
renacentistas. Para inventar estos enigmas, que
Leonardo llamaba «profecías», es necesario situarse
ante la realidad colocándose en otras perspectivas de
observarían, a ser posible las que son propias de los
niños o de los ingenuos:
será tan grande el fango que los hombres caminarán
sobre los árboles de sus aldeas.
La solución es «los zuecos», que están hechos de
madera.
Un ejemplo de procedimiento inverso, es decir, de
construcción de una realidad alternativa basada en la
observación de la realidad desde una perspectiva no
38
PENSAR COMO UN MAGO
ordinaria, es el de los juegos enigmáticos basados en
la combinación de los sonidos de las palabras:
anagramas, charadas, jeroglíficos y similares. Para
inventarlos, y por tanto para «verlos» a partir de la
solución (la palabra que el lector deberá adivinar), el
enigmista debe mirar las palabras desde una
perspectiva distinta, como hacen los niños cuando
aprenden a hablar o escribir, o como le ocurre a
cualquiera al repetir una palabra tantas veces que
acaba perdiendo la asociación automática con su
significado, contemplándola como un puro ensamblaje
de sonidos semánticamente neutro. Sin este
procedimiento de abstracción del significado ordinario
de una palabra, es casi imposible desentrañar
significados alternativos en las combinaciones de
sonidos o signos gráficos que llamamos «palabras» y
que se han convertido, con el uso continuo, en
automatismos cognitivos propiamente dichos; tanto es
así que cuando oímos una no podemos evitar asociarla
al correspondiente y habitual significado.
Por ejemplo, expuestos a la palabra
PANTERA,
no podemos no pensar en un elegante felino negro
merodeando por la sabana africana.
Sólo situándonos en una perspectiva ingenua, como si
mirásemos aquella palabra por primera vez, podemos
descubrir significados distintos de los habituales.
Siempre hay otras formas para observar
1. EL TOQUE DE HOUDINI
39
la realidad ordinaria, formas de verla desde una
perspectiva distinta. A menudo estas formas
alternativas dependen de la historia personal de cada
uno: un policía, un escritor de novela de intriga o un
carterista podrán asociar a la palabra «pantera» el
significado de «automóvil de dotación de las fuerzas
de policía»1. Ir más allá y ver otros posibles
significados resulta más difícil. Sólo deteniéndonos a
mirar la palabra «pantera» como si fuera la primera
vez que la viéramos (como hacen justamente los niños
cuando la oyen por primera vez), podremos por
ejemplo escindirla en dos partes y componer la viñeta:

1. En Italia los coches de la policía se llaman


«panteras» y llevan la silueta de este animal pintada en
su carrocería. £1 origen del nombre se remonta a los
años cincuenta, cuando la policía adoptó un Alfa
Romeo de color negro y silueta agresiva y veloz. (N.
de la T.)
ROSA,
De la misma forma, al leer la palabra
40
PENSAR COMO UN MAGO
casi con toda seguridad nuestra mente creará una

asociación con la flor cantada por los poetas; a lo


mejor alguien piensa en el color que se obtiene
mezclando el blanco y el rojo; otros contemplarán la
imagen de una amable señora llamada Rosa; un
marinero pensará en la rosa de los vientos, un
arquitecto en el rosetón de los techos. Pero ¿quién,
aparte de un castor, pensaría enseguida en el participio
pasado del verbo rodere?1. Y sin embargo sólo así,
alejándose de las perspectivas habituales, con estas
incursiones en lo insólito, los enigmistas nos despistan
con sus invenciones. Basta un ligero toque, y la
palabra adquiere un sentido completamente distinto,
pese a ser indistinguible desde el punto de vista
«acústico». Como veremos, estos ligeros toques
permiten a los ilusionistas modificar radicalmente el
significado de los acontecimientos exhibidos frente a
su público.
5. Curar con las palabras
Examinemos ahora algunas soluciones a problemas
difíciles encontradas a partir de la absoluta necesidad
de poner remedio a situaciones criticas. Es el caso de
la terapia del sufrimiento mental. A menudo el
sufrimiento mental es consecuencia de hallarse en
situaciones bloqueadas: trampas sin salida, o
problemas sin solución.
1. Rodere, «roer» en castellano, y por tanto rosa,
«roída». (N. de
la T)
1. EL TOQUE DE HOUDINI
41
Por ejemplo una persona que padezca anorexia
nerviosa
puede sentirse atrapada al verse demasiado gorda y al
no conseguir modificar esta percepción porque oye
repetir continuamente a los demás que no es verdad
que esté gorda, lo que le confirma que sus esfuerzos
son útiles para mantener la gordura a raya.
Quien ha sufrido un ataque de ansiedad aguda
mientras se encontraba fuera de casa puede esperar
evitar otros ataques confinando su existencia entre las
paredes domésticas, pero es justamente esta limitación
lo que le impide experimentar que la inmensa mayoría
de las salidas de casa no van acompañadas en absoluto
de nuevos ataques.
Quien lleva a cabo rituales estereotipados para
protegerse de la ansiedad comprueba que dichos
rituales calman la ansiedad pero sólo en parte y
temporalmente, por lo que se hace necesario llevarlos
a cabo una vez tras otra a fin de neutralizar la ansiedad
ulterior que aparecería si no se hiciese.
Algunas tendencias terapéuticas se inspiran en el
principio de modificar las premisas que enmarcan la
definición de las situaciones bloqueadas. El punto de
partida es que sólo modificando las premisas que
definen el problema será posible encontrar la
correspondiente solución.
Para tener éxito en esta empresa aparentemente
imposible el terapeuta debe desligarse enseguida de las
premisas establecidas por el paciente» y tratar de
imaginarse la situación descrita por el paciente en el
marco de una representación conceptual distinta: debe
pues contemplar la realidad descubriendo en ella
significados distintos de los evidentes, exactamente.
42
PENSAR COMO UN MAGO
igual que el autor de enigmas o de novelas policíacas.
En esta aproximación a la solución de los problemas
mentales no se intenta modificar la realidad presentada
por el paciente, sino sólo el significado que éste le
atribuye: el postulado principal de esta corriente
terapéutica es que cada realidad tiene muchos
significados posibles.
La idea no es banal. Incluso la única realidad
aparentemente inapelable y de significado unívoco, la
muerte, ha recibido por parte de los hombres de todos
los tiempos y de todas las culturas significados
alternativos al (actualmente imperante en Occidente)
de mero cese de la existencia biológica: pensemos en
todas las tradiciones y culturas religiosas, o en el
significado heroico atribuido a la muerte en algunas
circunstancias.
El terapeuta que sigue esta orientación intenta
encontrar un significado distinto a lo que le presenta el
paciente, sin pretender añadir elementos nuevos a la
situación, sino desvelando los ya presentes en estado
potencial, que en este caso hay que entender como
críptico o ambiguo.
También en estas situaciones es necesario pensar «al
revés»: para descubrir significados nuevos en
situaciones aparentemente estáticas o paralizantes hay
que contemplar las cosas con la mirada pura e ingenua
de los niños; o con la mirada del enigmista frente a una
palabra ya oída millones de veces; o con la del escritor
de novelas policíacas, que debe partir de
1. EL TOQUE DE HOUDINI
43
una solución conocida por él y construir recorridos con
falsas pistas pero a la vez interpretables correctamente;
o con la del investigador, que debe colocarse en la
mente de su antagonista (el criminal) y pensar «¿qué
debería hacer si quisiese eludir la búsqueda del
investigador?»; o con la del criminal, que debe realizar
la operación especular («¿qué buscaría, si fuese un
investigador, para encontrar al autor del delito que voy
a cometer?»).
Como diremos más adelante, esta aproximación al
tratamiento del sufrimiento psicológico se deriva de la
hipnosis. En la hipnosis moderna el hipnotizador no
impone su propia voluntad al sujeto hipnótico, sino
que trata de obtener cambios espontáneos: un objetivo
paradójico por definición, ya que si el terapeuta se
propone obtener algo en el paciente, este «algo», una
vez obtenido, no será espontáneo sino provocado por
el terapeuta.
El mundo de la hipnosis está constelado de paradojas
como ésta, y para resolverlas el hipnotizador debe
poseer una actitud anticonvencional, derivada de una
aproximación a la realidad semejante a la examinada
hasta ahora. El problema del hipnotizador es: ¿cómo
activar determinado comportamiento (o inhibir otro)
sin que el paciente se oponga al cambio? La respuesta,
más allá de las distintas técnicas, se inspira a menudo
en el principio de que cualquier forma de ver la
realidad no agota la verdad (o la plenitud) de la
realidad, y por tanto es susceptible de tantas
modificaciones como pueda concebir la inventiva
humana.
44
PENSAR COMO UN MAGO
El hipnotizador, por tanto, como el prestidigitador, no
cambia la realidad, sino las representaciones que
el paciente ha construido a partir de ella: como
consecuencia, el paciente más tarde conseguirá
modificar también la realidad.
Para inventar estas nuevas formas de describir una
misma realidad, el hipnotizador debe disponer de una
actitud abierta al cambio y capaz de descubrir los
fermentos allí donde una mirada habitual sólo ve
elementos estáticos. Se trata de captar las
oportunidades al menor y fugaz destello y de crearlas
donde aparentemente no las hay.
Con la hipnosis nos hemos acercado finalmente al
tema al que está dedicado este libro.
6. Humo y espejos
El ilusionismo es el arte teatral de simular la magia, es
decir, la imposible violación de las leyes de la
naturaleza.
Esta forma de espectáculo también puede describirse
(de manera ciertamente restrictiva) como una especie
de enigmística aplicada: el «mago» desafia al público
a comprender cómo se produce la perfecta simulación
de un acontecimiento imposible. En particular, el
ilusionismo es el mejor ejemplo de problem solving
que recurre al pensamiento no convencional: no tanto
porque el espectador debe resolver el problema de
desvelar el truco (en general se trata de
1. EL TOQUE DE HOUDINI
45
enigmas no muy difíciles de descubrir si sé insiste en
ello) como porque el ilusionista, al concebir o inventar
un nuevo efecto mágico, debe afrontar numerosas
dificultades, que resumen y comprenden todo lo dicho
hasta ahora a propósito de la construcción de
problemas y de soluciones.
En el ilusionismo están presentes todos los elementos
típicos de las situaciones en las que se confrontan
posible e imposible: el crimen, la investigación, la
invención de tramas policíacas, la enigmística, el
desbloqueo de situaciones de parálisis psicológica o
emocional. Cada una de estas actividades tiene una
estructura que puede describirse fácilmente haciendo
referencia a la estructura subyacente tras los efectos
ilusionistas.
El criminal debe esconder sus intenciones, sus actos y
a menudo los resultados de éstos. Debe evitar ser
descubierto antes, durante y después de haber
cometido el hecho: exactamente lo mismo que se le
pide a un ilusionista, que debe tejer sus inocentes
engaños sin que la mirada vigilante del espectador
descubra su truco.
En los conflictos no convencionales (terrorismo y
similares) y en los engaños militares se produce la
misma situación: la aparente imposibilidad de la tarea
reside en tener que combatir contra un enemigo más
fuerte y capaz de descubrir los movimientos del
adversario.
No es extraño que la mayoría de los engaños militares
en la Segunda Guerra Mundial hayan sido realizados
por un ilu-
46
PENSAR COMO UN MAGO
sionista profesional (Jasper Maskelyne), ni que el jefe
de los servicios secretos de Hitler, el almirante
Canaris, fuese
un ilusionista aficionado, lo mismo que uno de los
últimos directores de la CÍA, un ilusionista conocido
en los ambientes de la magia con el nombre artístico
de Merlín, ni que en los años cincuenta la CÍA
contratase al ilusionista más experto de la época para
compilar un manual de comportamiento para agentes
secretos.
En todos estos casos se trata de esconder lo que es
imposible esconder: un móvil, una concentración de
soldados, desplazamientos de tropas, las huellas de un
robo, la sustracción de la cartera del bolsillo. Lo que es
imposible esconder debe ser tratado de manera que el
antagonista perciba su significado de forma errónea.
Esto implica la capacidad de representarse
mentalmente significados alternativos para una misma
realidad.
El investigador, por su parte, debe descubrir qué se
oculta tras la apariencia de las cosas: el significado
recóndito de una expresión, de una secuencia de
acontecimientos, de una colocación espacial o
temporal de algún detalle aparentemente banal o
lógico. También él, por tanto, debe pensar adoptando
una lógica distinta de la habitual, porque sólo así
puede descubrir significados distintos de los que
aparecen a primera vista, desvelar nexos no
manifiestos, construir redes de elementos en sí
carentes de significado, describir una realidad bajo una
luz nueva, compulsar los hechos hasta encontrar su
significado recóndito. Observemos que es la misma
operación que se exige a
1. EL TOQUE DE HOUDINI
47
los médicos en el procedimiento de diagnosis, y en
general a los científicos dedicados a escudriñar la
naturaleza para sonsacarle los secretos encubiertos por
el misterio que la envuelve.
El novelista de intriga debe despistar al lector,
exactamente igual que el ilusionista. Como veremos,
en las novelas policíacas llamadas «misterio de la
habita-ción cerrada», el lector debe resolver un enigma
aparentemente imposible: un homicidio ocurrido en
una habitación herméticamente cerrada en la que sólo
se encuentra la victima.
Esto recuerda las empresas del más célebre ilusionista
de todos los tiempos, Harry Houdini, capaz de salir de
mazmorras, baúles, cajas fuertes y toda clase de
trampa cerrada herméticamente, dejando intactos los
candados como si se esfumase.
El escritor de novelas policíacas, para llevar a engaño
al lector, debe proporcionar elementos que puedan ser
leídos al menos de dos formas que se excluyan
mutuamente (además, evidentemente, de inducir al
lector a reconstruir sólo el significado erróneo). No
debe limitarse a esconder elementos para sacárselos de
la manga en la última página, sino colocarlos de tal
forma que les sean atribuidos significados que
despisten al lector haciéndole resolver el problema
equivocado.
El enigmista a veces debe crear problemas que parecen
imposibles de resolver hasta que no se muestra que, en
cambio, la posibilidad de solución siempre había
estado allí, en las narices del lector.
48
PENSAR COMO UN MAGO
El psicoterapeuta puede construir descripciones de
la realidad alternativas a la vivida por el paciente y que
para él es fuente de sufrimiento, haciéndole descubrir
significados distintos en situaciones aparentemente
aprisionadas en un significado unívoco.
En fin, todas estas profesiones tienen que ver con el
descubrir lecturas alternativas a la única lectura
aparentemente posible. Esta única lectura hace
imposible la solución de uno o más problemas: la
captura de un criminal, la vejación de una víctima
potencial, desbaratar los planes del enemigo en un
conflicto, la construcción de un acertijo lúdico de
difícil solución, la salida de una situación relacional
paralizante y dolorosa, la simulación teatral de hechos
imposibles a partir de hechos banales y sumamente
posibles.
Si consideramos el parámetro «imposibilidad de
solución», diremos que:
• el enigmista debe operar de manera que sus
problemas puedan ser resueltos por el lector;
• el escritor de novelas policíacas debe hacer de todo
para que sus problemas no sean resueltos por el lector
(so pena de perder el golpe de efecto y la sorpresa
final), pero sean potencialmente resolubles,
* el ilusionista debe proponerse que sus problemas
sean imposibles de resolver;
• lo mismo deben hacer los que trabajan en el engaño
militar, los agentes de servicios secretos y (¡ay!)
criminales.
1. EL TOQUE DE HOUDINI
49
Utilizando el ejemplo proporcionado por las analogías
entre los procesos mentales de los investigadores y de
los criminales (para desmontar un crimen hay que
introducirse en la mente de su autor, y para concebir
un delito perfecto hay que introducirse en la mente del
detective), podríamos decir que la creación y la
solución de los problemas son dos caras de la misma
moneda: encontrar la forma de hacer inextricable un
problema es un óptimo entrenamiento para modificar
las premisas. Si sabemos modificar las premisas, lo
podremos hacer no sólo respecto a nuestras víctimas
sino también cuando el problema nos afecta a
nosotros.
Si bien es cierto que, para superar la aparente
imposibilidad de los problemas, conviene pensar no en
cómo transformar lo imposible en posible, sino en
cómo transformar lo posible en imposible (es decir,
hacer imposible a los demás la comprensión de las
cosas), para aprender dicha habilidad es útil acercarse
al mundo de las paradojas.
2. Paradigmas y paradojas
Las antípodas del sentido común
Harry: Estás en un aeropuerto. Un hombre armado ha
cogido a una mujer como rehén. La tiene delante como
un escuda Va a subir al avión. Tú estás a cincuenta
metros. ¿Qué haces?
Jack: Disparo a la mujer.
Harry: ¡¿Qué?!
Jack: La elimino de la ecuación.
La dejo lo bastante malherida
para que él no pueda subir al avión con ella.
Un tiro con buena puntería.
Harry: Tú estás loco de remate.
Jeff Daniels (Harry) y Keanu Reeves (Jack),
Speed
Paradoja es «lo que es contrario (o lo que va más allá)
de la opinión corriente» (doxa).
Según Klein, doxa es «el conjunto de las opiniones
recibidas sin discusión, como una evidencia natural, en
una civilización determinada»; están incluidos «el
prejuicio, la opinión pública o común, el espíritu
mayori-tario, el consenso, la voz de la naturaleza».
Según Fallet-
50
2. PARADIGMAS Y PARADOJAS
51
ta, la paradoja es una «afirmación contraria a lo que se
espera o a la opinión aceptada»; esta definición pone el
acento en lo inesperado, y por ello en lo sorprendente.
El mismo autor precisa que la paradoja puede ser
una afirmación que parece contradictoria pero que en
realidad es verdadera; una afirmación que parece
verdadera pero que en realidad contiene una
contradicción; una argumentación válida o correcta
que lleva a conclusiones
contradictorias (p. 8).
Un ejemplo de paradoja que cuestiona la lógica
ordinaria, proponiendo razonamientos aparentemente
correctos que llevan a consecuencias imposibles, es la
célebre paradoja de Zenón:
Aquiles y la tortuga compiten en una cañera. Aquiles
concede a la tortuga cierta ventaja. Una vez partida la
tortuga, Aquiles ya no podrá alcanzarla, porque
mientras cubra la distancia que le separa de ella, la
tortuga habrá avanzado un poco más, y cuando
Aquiles haya cubierto también esta distancia, la
tortuga habrá recorrido otro poco más, y asi
sucesivamente.
Según Klein, hay dos clases de paradojas:
1. paradojas lógicas = aserciones de las que no se
puede demostrar que sean correctas ni que sean falsas
(o que se puedan demostrar simultáneamente
verdaderas y falsas), por ejemplo la «paradoja del
mentiroso», cuya forma más sintética es
estoy mintiendo;
52
PENSAR COMO UN MAGO
2. paradojas físicas = acontecimientos, cosas, hechos
extraordinarios e incomprensibles, que se oponen a la
razón, al sentido común y a la lógica, y por tanto van
en contra de la opinión comúnmente admitida o de la
verosimilitud.
A su vez, las paradojas físicas pertenecen a tres
categorías:
1. paradojas que ilustran un desacuerdo entre una
teoría y una experiencia particular, o bien entre varias
teorías concurrentes;
2. paradojas que expresan un hecho sorprendente que
contrasta con el sentido común;
3. paradojas derivadas de una contradicción o de una
incoherencia interna de la teoría.
Las paradojas físicas son contrarias al sentido común y
«pueden imponer la revisión de ideas anteriores»,
como sucede en las ciencias naturales: es la propiedad
más relevante de las paradojas, que explica su
presencia en estas páginas. Klein subraya que las
transformaciones de la ciencia (por ejemplo el paso de
la física aristotélica a la newtoniana, y de la newto-
niana a la einsteiniana) se deben a paradojas:
«cada vez que, en cualquier disciplina, aparece un
problema no resoluble dentro del marco conceptual en
que ha surgido, la mente recibe una descarga. Esta
descarga puede obligarla a rechazar la antigua
estructura y construir una nueva»; así, «de la paradoja
de Zenón nació la idea de serie infinita convergente.
En lógica matemática, los gérmenes
2. PARADIGMAS Y PARADOJAS
53
que condujeron al teorema de Gódel fueron antinomias
como la de la paradoja del mentiroso. En física, el
resultado paradójico del experimento de Michelson-
Morley puso
en entredicho el concepto de éter a partir del cual se
había Construido la teoría del electromagnetismo.
Después sólo quedaba pronunciar contra él un
veredicto de muerte, del que se encargó Einstein con
su teoría de la relatividad restringida» (pp. 35-36; la
cursiva es nuestra).
El «marco conceptual» del que habla Klein fue
llamado por Kuhn «paradigma». El paradigma define
el «estado estable» de la ciencia» es decir, el estado
normal para una cierta época: en la ciencia «normal»
la formulación de los problemas y el tipo de solución
esperado para ellos se imponen a la evidencia de forma
consensual. El paso del geocentrismo al heliocen-
trismo (Copérnico), el de la óptica corpuscular de
Newton a la óptica ondulatoria (Young y Fresnel), el
de la mecánica galileana a la mecánica cuántica, la
relatividad de Einstein constituyen otras tantas
transformaciones del paradigma.
La paradoja es pues sumamente útil si se quiere
observar la realidad desde una perspectiva no
convencional, porque puede subvertir la forma
habitual de representarse la realidad. La observación
de la realidad desde una perspectiva paradójica es el
ejemplo más evidente de descripción alternativa o
inusual de lo que percibimos y construimos como
«realidad». La paradoja nos recuerda que la realidad
siempre tiene muchos posibles significados distintos, y
nos enseña a descubrir significados alternativos donde
la
54
PENSAR COMO UN MAGO
mente se conforma con ver las cosas de forma siempre
igual. Las paradojas de hecho suelen ser ambiguas, y
a menudo sus soluciones sacan a la luz la multiplicidad
de significados y de interpretaciones presentes en el
lenguaje común, o las imágenes que lo constituyen
(Falletta, p. 9, la
cursiva es nuestra).
Aprendiendo a construir problemas basados en lógicas
paradójicas también se aprende a descomponer,
utilizando la misma aproximación anticonvencional,
los problemas con los que se tropieza.
En este capítulo nos acercaremos a las modalidades
paradójicas de representación de la realidad, siguiendo
una aproximación a su vez paradójica: recorriendo la
vía inversa a la emprendida habitualmente en el
proceso de solución de los problemas, partiremos de
una respuesta para construir una pregunta que haga
difícil o imposible la respuesta, o bien construiremos
una pregunta de tal modo que la respuesta correcta
sólo pueda encontrarse recurriendo a lógicas no
ordinarias.
Esta forma de proceder, como se ha dicho, es utilizada
habitualmente por los escritores de novelas policíacas,
por los enigmistas, por algunos psicotera-peutas,
además de por los ilusionistas: todos ellos recurren a la
paradoja para confeccionar los problemas que luego
someten a los interesados: ya sean lectores, pacientes o
espectadores.
2. PARADIGMAS Y PARADOJAS
55
1. Novelas policíacas
Imaginemos que escribimos una novela policíaca.
Queremos que el lector de la novela no logre descubrir
al asesino hasta que no se lo revelemos nosotros en la
última página, con un clamoroso golpe de efecto que
eche por tierra toda la construcción mental del lector.
Pero a la vez, para respetar la ley fundamental de la
narrativa policíaca, debemos proporcionar al lector el
material suficiente que le permita descubrir al autor
del delito antes de la revelación final. Es decir,
debemos exponer la solución a los ojos del lector, pero
a la vez impedir que la note (o, si la notase, que la vea,
la considere importante o la interprete correctamente).
Debemos construir una especie de carrera entre el
lector y el investigador protagonista del relato: ambos
deben tener a la vista los mismos datos, pero debemos
asegurarnos de que el investigador sea el primero en
llegar a la solución, superando al lector en velocidad,
capacidades analíticas, intuición u otras habilidades
mentales.
Se trata por tanto de exponer una serie de
acontecimientos (descripciones de acontecimientos)
que sea interpretable al menos de dos maneras
alternativas: una (la del espectador) que lleva a una
falsa pista; la otra (la lectura de los hechos llevada a
cabo por el investigador) que corresponde a la versión
«real» de cómo se han desarrollado las cosas.
Volveremos a menudo sobre el concepto de una
realidad provista de múltiples caras, una empresa
posible si se usan ladrillos y argamasa provistos a su
vez de múltiples
56
PENSAR COMO UN MAGO
interpretaciones posibles. La capacidad de encontrar
dichos ladrillos y de disponerlos adecuadamente, y
sobre todo la capacidad de reconocer que
potencialmente todos los ladrillos son susceptibles de
interpretaciones o lecturas alternativas a la que aparece
inmediatamente, caracterizan el hábito mental del
problem solver eficaz.
Una preciosa ayuda para confeccionar dichas
construcciones engañosas y desviantes nos la ofrece la
paradoja.
Supongamos que la trama prevé que el asesino sea el
mayordomo; nuestro problema de escritores dedicados
a construir una carrera entre lector e investigador
puede plantearse en estos términos:
¿cómo conseguir que el mayordomo escurra el bulto
(respecto al lector) hasta la última página?
Las tácticas para obtener este resultado son numerosas:
La más típica no utiliza la paradoja» y es la desviación
de la atención: alguien distinto despierta las sospechas
del lector, alejándole por tanto del mayordomo.
Si se decide usar este artificio, hay que construir dos
realidades paralelas: una destinada al verdadero
asesino (que por tanto deberá contener el móvil y
todos los pasos necesarios para llevar a cabo el delito)
y una destinada a cebo (que deberá contener
aparentemente las mismas características). Además, la
realidad del cebo deberá competir con la del verdadero
asesino a fin de atraer la atención y coló-
2. PARADIGMAS Y PARADOJAS
57
car a esta última en la sombra. Todo ello debe hacerse
sin que se manifieste la menor evidencia del juego en
curso.
Es el procedimiento que suelen adoptar los ilusionistas
cuando no pueden esconder algo (por ejemplo una
maniobra furtiva) a la mirada del espectador; al no
poder esconder, la única posibilidad que queda es
atraer la atención a otra parte -lo que no es captado por
la atención no llega a la conciencia-. La forma más
habitual para atraer la atención lejos de la maniobra
sospechosa es exhibir en el mismo momento un
acontecimiento más interesante (por ejemplo la
entrada en el escenario de un colaborador).
Sin embargo, la desviación de la atención (o falsa
pista) es un procedimiento tan frecuente en las novelas
policíacas que un lector avispado podría ponerse a
buscar precisamente los aspectos menos llamativos,
sabiendo que en estas novelas vale la ley del «parece
pero no es», y que por tanto los indicios se ocultan en
los elementos aparentemente más irrelevantes.
La paradoja permite recurrir a una táctica más
interesante, con resultados igualmente buenos: dirigir
enseguida las sospechas, de manera casi descarada,
hacia el mayordomo; el lector se negará a creer que la
solución sea tan sencilla, y se perderá detrás de
cualquier otro rastro, hábilmente diseminado por el
novelista, siguiendo pistas que le llevarán a territorios
cada vez menos probables, hasta que, con el golpe de
efecto final, emergerá la verdad después de haber sido
evidente desde el principio.
58
PENSAR COMO UN MAGO
Los antiguos sofistas utilizaban un procedimiento
similar en las aulas de los tribunales, cuando tenían
que defender
a un cliente aparentemente indefendible, porque todos
los elementos parecían indicar en él al culpable del
delito: los astutos abogados, en aquellas
circunstancias, jugaban la carta de la paradoja
sosteniendo que justamente la ausencia de coartada y
la evidente culpabilidad demostraban que el acusado
era, en realidad, inocente —¡si hubiese sido culpable
habría intentado ocultar las huellas del delito y
construirse una coartada!
Un argumento similar es invocado por el teólogo
Tertuliano, cuando afirma que un argumento en favor
de la existencia de Dios es justamente lo absurdo de su
existencia: «Creo justamente porque (el mensaje
cristiano) es absurdo»; nadie, sostiene Tertuliano, para
incitar a otro a creer, se atrevería a inventarse una sarta
de historias inverosímiles, absurdas y escandalosas
como las que se cuentan en torno a la figura de
Jesucristo, un Dios-hombre, instigador, alborotador,
amigo de pecadores, irrespetuoso con la Ley,
traicionado por sus discípulos, ejecutado como
criminal.
Un procedimiento paradójico en cierta forma
emparentado con éste es utilizado por Edgar Alian Poe
en el cuento «La carta robada»: nadie encuentra una
carta, porque no está escondida, su presencia es
evidente a todos desde el principio... ¡demasiado
evidente para ser vista!
Los ilusionistas utilizan el mismo principio con el
término de «audacia» cuando, para esconder algo, lo
ponen en evidencia, con la certeza de que el público
buscará en otra parte las maniobras ocultas o el arti-
2. PARADIGMAS Y PARADOJAS
59
ficio que permite la simulación de la magia. También
recurren a esta paradoja cuando inventan trucos cuya
explicación es «demasiado simple para entenderse».
2. Crimen
Imagine ahora el lector tener que ausentarse de casa
durante un largo período y no poder confiar a nadie las
preciosas joyas de la familia. ¿Cómo esconderlas de
los ladrones que podrían ir a visitar la casa sin
vigilancia?
Hay que construir en perjuicio de los ladrones un
problema imposible de resolver, para que tengan que
irse con las manos vacías.
Si se piensa recurrir a los escondites, más o menos
fantasiosos, disimulables en los ambientes domésticos,
el único límite es la fantasía. Sin embargo, es sabido
que los ladrones ya han pensado en todo aquello que
se les pueda ocurrir a las víctimas: tablas del sudo,
lámparas, cajoncitos secretos, dobles fondos, falsos
libros, vasitos de helado, jarrones, cortinas, aparatos
hidráulicos son sistemáticamente -y
provechosamente— explorados por los ratones de
apartamento.
Si recurrimos al arsenal de las paradojas, aparecen
otras posibilidades.
Una es la de exponer las joyas a la vista, por ejemplo
mezclándolas con las chucherías expuestas en el cuarto
de los niños, o bien mezclándolas con los colgantes de
las lámparas.
60
PENSAR COMO UN MAGO
Otra posibilidad, más paradójica porque subvierte toda
lógica, es poner patas arriba el apartamento
como si ya hubiese sido visitado por otros ladrones.
Las joyas pueden estar en cualquier sitio: los
verdaderos ladrones, teniendo constancia de que el
apartamento ya ha sido visitado por algún «colega»,
pasarán de largo. Es un procedimiento algo laborioso,
pero al parecer da buenos resultados.
Los ilusionistas reconocen en esta argucia un caso
particular del principio de la inversión: mandar hacer
al espectador lo que deberían hacer ellos, pero que
resultaría sospechoso; el hecho de que sea un
espectador el que inspeccione la baraja de cartas
garantiza (al menos eso es lo que se cree) que la baraja
no esté trucada.
Otra aplicación ilusionista: el ilusionista hace escoger
una carta al espectador «libremente» (en realidad
imponiéndole, con algún artificio, la elección sin que
nadie lo advierta); enseguida le pregunta: «¿Le va bien
ésa? ¿Está seguro? ¿No prefiere coger otra?». Esta
pregunta previene que sea el espectador el que pida
sustituir la carta que ha elegido, porque a lo mejor
sospecha algo: el hecho de que seamos nosotros
quienes se lo pidamos le induce a pensar que estamos
a punto de tenderle una trampa... lo que es cierto, pero
la trampa está precisamente donde el espectador no se
la espera. La paradoja consiste en el hecho de que el
espectador cae en la trampa con sus propias manos,
mientras el ilusionista le está ofreciendo la escapatoria
de la trampa.
2. PARADIGMAS Y PARADOJAS
61
3. Estafas
Como se ha dicho, entre todos los posibles tipos de
crimen la estafa es el más interesante para nuestro
discurso; el problema que los estafadores deben
resolver es mucho más complejo que el de los ladrones
o el de los falsarios: se trata de interactuar con
personas vigilantes e inducirlas a realizar
deliberadamente algo que va en contra de sus
intereses. Es pues ante todo una operación psicológica,
que apela a los mecanismos de persuasión y en ciertos
aspectos incluso (absit iniura verbis) a la hipnosis.
La estafa del «trile», la más conocida, es antiquísima y
se halla difundida universalmente.
Se puede presentar con distintas variantes, pero el
elemento común es el de parecer un inocente juego de
habilidad, en el que el ejecutor invita a los presentes a
encontrar un elemento entre tres: puede tratarse de una
determinada carta de naipes, que hay que localizar
entre tres cartas dispuestas boca abajo sobre la mesa, o
bien de una bolita escondida bajo una de las tres
cajitas o campanillas o nueces. En realidad se trata de
una estafa, porque encontrar la carta o la bolita es
imposible. El ejecutor utiliza recursos de
prestidigitador para proporcionar la ilusión visual de
que el objeto buscado se encuentra en un determinado
lugar, cuando en realidad no está.
Ésta es la parte «mecánica» de la estafa, pero hay una
parte psicológica que es mucho más interesante, y
consiste en el arduo problema de inducir al especta-
62
PENSAR COMO UN MAGO
dor a apostar, a arriesgar su dinero, es decir, a vencer
la natural renuencia exponiéndose al riesgo de perder
el dinero.
¿Cómo resolver este problema?
La técnica más difusa es la de fingir equivocarse,
mostrando «accidentalmente» dónde está la carta o
la bolita: obviamente no es así.
Hay varias formas: un cómplice, que finge ser un
espectador, puede doblar la esquina de la carta
mientras el ejecutor aparentemente está distraído; el
ejecutor «sin darse cuenta» puede levantar un instante
la cajita revelando la
presencia de la bolita, etc.
Como puede verse, en este caso se aprovecha la
tendencia de las personas a ganar algo de forma fácil.
El estafador estimula el instinto fraudulento que se
esconde en cada ser humano, incitando a la víctima a
pensar «¡Ahora te enredo yo!». Pero es precisamente
este «estafador interno» el que es inexorablemente
enredado por el estafador, que, detrás de la mesa,
manipula las tres cartas o las tres cajitas con la misma
maestría que manipula la mente de los presentes. Se
utilizan pues las armas del adversario, volviéndolas
contra él: no se intenta convencer al otro a apostar,
sino que se crea la ocasión en la que es él quien
impulsa a la banca a jugar. Se ha invertido
completamente la perspectiva: por un momento el
estafador es el espectador (que piensa poder
aprovecharse de la situación, y no tiene la menor
intención de advertir al ejecutor del descuido que
acaba de tener). La parado-
2. PARADIGMAS Y PARADOJAS
63
ja consiste pues en inducir al otro a hacerse daño
solo, como ocurre en algunas artes marciales en las
que la fuerza física del adversario nunca es enfrentada,
sino regularmente utilizada para desequilibrarle y
hacerle caer impulsado por su propia fuerza.
Los ilusionistas recurren continuamente a este
principio. Una y otra vez, el artista dejará que la
atención del espectador siga un movimiento que
parece sospechoso, a lo mejor por ser veloz, y en el
mismo momento realizará el verdadero «truco»,
lentamente, con la otra mano.
4. Guerra
Para quien pretenda aprender a construir problemas es
imprescindible acercarse al estudio del arte bélico.
En los conflictos la actividad de construcción de los
problemas es prioritaria en todo momento: la finalidad,
en efecto, es perjudicar al adversario de todos los
modos posibles, es decir, crearle toda clase de
problemas que le perjudiquen en el plano estratégico,
táctico y operativo.
Por otra parte, en general en el contexto bélico los
problemas que hay que resolver son casi infinitos: la
guerra es el reino de la casualidad; tanto es así que
gran parte de la ciencia militar está dirigida justamente
a reducir el azar, que está ligado principalmente al
comportamiento imprevisible del adversario. En
efecto, uno de los factores más importantes en el
desarrollo de un conflicto es la capad-
64 PENSAR COMO UN MAGO
dad de conseguir la sorpresa, considerada como un
verdadero «multiplicador de fuerza». La sorpresa está
basada en
el engaño.
Pongámonos en el lugar del estratega militar
(entendido como constructor de problemas) y
supongamos que nuestro objetivo es hacer imposible al
enemigo comprender dónde y cuándo atacaremos, a
fin de conseguir la sorpresa. Imaginemos que nuestras
fuerzas están destacadas a lo largo de una línea que va
de norte a sur, y que por diversos motivos la única
posibilidad de tener éxito en el ataque consiste en
atacar al norte.
Obviamente, también el enemigo sabe que el norte es
el único camino lógicamente practicable para nuestro
ataque: atacar al norte manteniendo la sorpresa parece
por tanto imposible. El problema se define en estos
términos:
¿cómo impedir al enemigo prever nuestro ataque, que
la
lógica exige que se haga al norte?
Hay algunas posibilidades.
Una forma para conseguir la sorpresa es lanzar un
ataque» suspenderlo poco después simulando un
cambio de planes y luego de repente reanudarlo. De
esta forma se aprovecha la alternancia de fases
«fuertes» y «débiles» que caracterizan toda guerra: en
las fases fuertes la vigilancia del enemigo está
activada, en las fases débiles está relajada.
2. PARADIGMAS Y PARADOJAS
65
Se trata de una aplicación del principio ilusionista que
prescribe aprovechar sistemáticamente la alternancia
de momentos de tensión y relajamiento de la atención
y efectuar el «movimiento secreto» coincidiendo con
las fases de relajación, cuando parece que no está
ocurriendo nada importante.
Otra forma para sorprender al adversario es inducirle a
creer que el ataque será en el norte, pero sólo a partir
de cierta fecha: por ejemplo, levantaremos
ostentosamente (pero no demasiado) las estructuras
logísticas necesarias para soportar el ataque, siguiendo
un ritmo de construcción que induzca a los
observadores a creer que el ataque está todavía muy
lejos en el tiempo. Obviamente dicha construcción
«lenta» será ilusoria, y los verdaderos preparativos se
llevarán a cabo en secreto.
La tercera posibilidad es que, contra toda lógica, se
ataque justamente al sur, contando con el principio
fundamental de la lógica estratégica que Luttwak
enuncia en estos términos:
si quieres obtener A, apunta a B, su opuesto.
En efecto, en la historia bélica los generales han
recurrido a este principio paradójico en varias
ocasiones a partir de Aníbal, que elige el camino más
arduo para entrar en el valle del Po, haciendo atravesar
los Alpes a los elefantes. Hay ejemplos menos
conocidos y más recientes:
En 1954, tras siete años de guerra en Indochina, los
franceses quieren entablar negociaciones de paz, pero
partiendo de una posición de superioridad: se hace
pues necesaria
66
PENSAR COMO UN MAGO
una victoria significativa en el campo de batalla. Los
franceses pretenden ocupar el valle de Dien Bien Phu
para atraer hasta allí a los vietnamitas y aniquilarlos
gracias a la
propia superioridad numérica, al apoyo de la aviación
y a la desorganización de los vietnamitas. Éstos, sin
embargo, transportan a las montañas circundantes
piezas de artillería, morteros, armas, víveres y soportes
para 50.000 soldados: utilizando para ello decenas de
miles de bicicletas. Los franceses, en número de
15.000, pasan a estar en condiciones de inferioridad
numérica y pierden la batalla. Será pues Ho Chi Minh
quien participe en las negociaciones desde una
posición de superioridad.
También se puede planificar atacar al norte pero
exhibir los preparativos de un ataque al sur e inducir al
enemigo a creer, una vez lanzado el ataque al norte,
que sólo se trata de una maniobra de diversión del
verdadero ataque, «que será realizado desde el sur».
En la madrugada del 6 junio de 1944 los aliados
cruzan el canal de la Mancha y desembarcan en
Normandía cogien-do a Hitler por sorpresa. El camino
más lógico era desembarcar en el Pas de Calais, y de
hecho Jos alemanes habían observado la concentración
de ingentes cantidades de hombres y vehículos en la
costa inglesa frente al Pas de Calais; al mismo tiempo
los alemanes habían sido inducidos a creer —a través
de un complejo juego de espionaje y guerra
psicológica- que el ataque habría estado precedido de
una maniobra diversiva, conducida contra las costas de
Normandía. Cuando las tropas americanas y británicas
pisaron suelo francés, los alemanes vieron en el
desembarco una diversión del «verdadero ataque», que
en cambio no se produjo nunca: coherentemente con
este marco de la si-
2. PARADIGMAS Y PARADOJAS
67
tuación los alemanes, temiendo debilitar las posiciones
en el Pas de Calais, no enviaron refuerzos a
Normandía, lo que permitió a los aliados consolidar las
cabezas de puente e iniciar así el vuelco definitivo de
la suerte del
conflicto.
En la práctica se trató de una diversión de una
diversión. Es una estrategia muy conocida por los
prestidigitadores, que recurren a ella cuando inducen
al espectador a creer haber entendido dónde mirar para
coger in fraganti al mago, tal vez simulando un error o
una ingenuidad, que inexorablemente revelarán ser un
engaño sobre un engaño.
La estrategia bélica tal vez sea el mejor ejemplo de
aplicación de la lógica paradójica. La paradoja más
evidente quizá sea el hecho, señalado por Luttwak, de
que a menudo «la paz prepara la guerra», o sea, que
una política de paz puede, por varias razones, ser la
causa o la concausa del inicio de un conflicto. Otras
notables paradojas señaladas por los estudiosos de
estrategia militar son:
• Vencer demasiado deprisa puede revelarse fuente de
una repentina inversión de la suerte:
en un contexto competitivo extrabélico esta misma
estrategia fue adoptada por el campeón de salto con
pértiga Sergei Bubka, que, en lugar de batir el récord
del mundo de una vez por todas, repitió la empresa
muchas veces superando cada vez por pocos
centímetros el récord precedente, y asegurándose así
los pre-
68
PENSAR COMO UN MAGO
mios en dinero procedentes de cada nueva conquista
del récord.
• Avanzar demasiado en territorio enemigo puede
volverse en contra del que avanza (porque se queda
aislado de la retaguardia).
Muchas de las principales paradojas del desarrollo de
las batallas y de las guerras son conocidas desde la
antigüedad.
El más célebre estratega de la antigüedad, el chino
Sun-tzu, enumera numerosas paradojas bélicas, entre
las que
sólo recordaremos:
• para avanzar hay que retroceder;
• es conveniente no llegar demasiado lejos en la
conquista y en la victoria;
• la mayor victoria es vencer sin combatir;
• hay que procurar que sea el enemigo el que se derrote
solo;
• a veces perder una batalla significa ganar la guerra.
El ilusionismo contiene un importante componente de
conflicto: si el número sale bien, hay al menos una
víctima, la mente racional del espectador, que ha sido
burlada. Siempre hay cierto halo de competición y
desafio implícito entre la inteligencia del
prestidigitador y la del espectador. Este componente
ineludible de desafío hace antipáticos los espectáculos
de magia a algunas personas, al considerarlos una
2. PARADIGMAS Y PARADOJAS
69
amenaza para su autoestima («no me gusta dejarme
engañar»). Este componente de conflicto explica la
presencia de la paradoja en el ilusionismo.
5. Espionaje
El mundo del espionaje está repleto de soluciones
paradójicas concebidas como respuesta a problemas de
distinta naturaleza, generalmente relacionados con la
necesidad de esconder algo al enemigo o de descubrir
algo que el enemigo esconde.
Uno de los espías más geniales de la historia fue
Garbo, un catalán que figuraba como informador en el
libro de pagas del Tercer Reich y que tenía la misión
de transmitir a Berlín informaciones reservadas. Para
ello Garbo disponía de una amplia red de informadores
que vivían en numerosos países de Europa, cada uno
de los cuales pasaba preciosas informaciones sobre la
fuerza de los aliados, regularmente reenviadas a Berlín
por el propio Garbo. Por sus insustituibles servicios
Garbo recibió, además de conspicuas y proporcionales
compensaciones económicas, altas condecoraciones
por parte del gobierno hitleriano.
En realidad, Garbo era un agente doble. Durante todos
los años de su actividad trabajó secretamente para el
contraespionaje británico, proporcionando las
informaciones que los aliados querían que recibiese
Hitler, a fin de influir en sus decisiones estratégicas.
Además, ninguno de los agentes que trabaja-
70
PENSAR COMO UN MAGO
ban para él existía realmente: eran todos personajes
inventados por la florida fantasía del catalán, que
interpretaba numerosos papeles distintos inventándose
costumbres, tics, manías, historias de tapadera para
hacer creíbles a cada uno de los personajes de su
extraordinaria galería de espías imaginarios.
Entre todas las aventuras de Garbo, algunas merecen
nuestra atención.
Cuando Londres empezó a ser bombardeada por los
nuevos misiles alemanes, los mandos militares
germánicos necesitaban informes exactos sobre los
lugares de caída de cada artefacto. Estas
informaciones, obviamente, se le pedían a Garbo. Éste
se encontró pues teniendo que resolver el imposible
problema de satisfacer la petición alemana (lo que
habría aumentado la eficacia de las terribles armas de
destrucción lanzadas sobre Londres) y mantener la
propia credibilidad, que habría resultado perjudicada si
hubiese proporcionado datos erróneos.
El 3 de julio de 1944 Garbo fue a hacer un
reconocimiento donde habían caído las primeras
bombas y no dejó de proporcionar a sus controladores
alemanes las coordenadas exactas de las explosiones.
Dos días más tarde, el «segundo en el mando» en su
red (en realidad se trataba siempre de Garbo)
comunicó que el agente había desaparecida Pasados
otros dos días, los alemanes, ansiosos por la suerte de
su agente más preciado, recibieron la funesta noticia
de que Garbo había sido arrestado.
El 10 de julio «un agente» de Garbo comunicó a
Berlín que su superior había sido puesto en libertad;
poco después, el propio Garbo envió una carta a través
de un correo explicando lo que había ocurrido:
sostenía que le habían arrestado por haber sido
sorprendido cuando se de-
2. PARADIGMAS Y PARADOJAS
71
sembarazaba de una libreta de apuntes tomados en el
lugar
de la caída de las bombas; después del arresto, sólo fue
liberado gracias a la intercesión de sus superiores del
Ministerio de Información, donde prestaba sus
servicios.
Los alemanes, suspirando aliviados, pero temiendo por
la suerte de su informador, se congratularon con él;
pero acto seguido le invitaron a no exponerse tanto y
le ordenaron «cesar cualquier investigación sobre el
nuevo armamento».
De esta manera simple y elegante, Garbo había puesto
a los alemanes en la condición de ordenarle ellos
mismos adoptar el comportamiento que Garbo deseaba
realizar, pero que nunca habría podido llevar a cabo
por propia iniciativa sin infundir sospechas al Abwehr.
Hay que señalar que Garbo había hecho saber
anteriormente a los alemanes que el gobierno británico
le había propuesto una delicada misión, que sin
embargo él, según decía, había rechazado. Fueron los
propios alemanes, en aquella tesitura, los que le
animaron a aceptar la misión, que prometía ser
bastante útil en términos de espionaje. Precisamente
porque habían sido los alemanes los que instaron a
Garbo a aceptar la misión, éstos nunca habrían podido
creer que se había tratado de un engaño.
Evidentemente Garbo poseía el instinto de invertir los
términos de una situación de poder, enmarañándolos
de tal forma que fuese el antagonista el que le pidiese a
él lo que él mismo habría deseado hacer, y que iba en
contra de los intereses del antagonista:
72
PENSAR COMO UN MAGO
exactamente lo mismo que hacen los ilusionistas
cuando invitan a realizar al espectador las acciones
que deberían hacer ellos para llevar a cabo el engaño
ilusionista pero que no pueden hacer para no despertar
sospechas en el auditorio.
La habilidad de Garbo en construir situaciones
paradójicas nos la confirma otro episodio, ocurrido
pocas horas antes del desembarco aliado en
Normandía.
Para preservar la propia fama de agente insustituible,
Garbo tenía que informar a los alemanes del inminente
desembarco, que había sido mantenido en riguroso
secreto extendiendo una poderosa «guardia de corps de
mentiras» sobre los largos preparativos de la
operación. Al mismo tiempo, sin embargo, no podía
permitir que los alemanes tomaran las
correspondientes prevenciones, so pena del fracaso de
la operación en la que se hallaba en juego la suerte del
conflicto y, por tanto, del planeta.
£1 alcance del problema estaba trágicamente conden-
sado en estas dos opciones, ambas aparentemente
imposibles.
£1 desembarco aliado comenzó al amanecer del 6 de
junio de 1944.
A las tres de la mañana de aquel mismo día, Garbo
envió a sus contactos alemanes el aviso de la
inminencia del desembarco, pero tuvo la astucia de
calcular los tiempos burocráticos y de organizar la
expedición del mensaje de tal forma que no llegase a
su destino hasta que el desembarco se hubiese
producido.
La tarde del 6 de junio transmitió un segundo mensaje
por radio a los alemanes, esta vez para quejarse de no
haber sido escuchado: «Lo que ha ocurrido me hace
dudar de vuestra seriedad y de vuestro sentido de
responsabilidad;
2. PARADIGMAS Y PARADOJAS
73
exijo pues una explicación inmediata sobre lo
ocurrido». A la mañana siguiente volvió a la carga,
atacando a su pobre superior con estas palabras:
«Estoy realmente disgustado, porque en una lucha que
es cuestión de vida o muerte no puedo aceptar excusas
o negligencia. No puedo tolerar la idea de poner en
peligro mi trabajo sin ningún beneficio. Si no fuese
por mis ideales y mi fe, abandonaría esta misión».
Su oficial controlador alemán replicó inmediatamente:
«Quiero decirle claramente que su trabajo de las
últimas semanas ha permitido a nuestros mandos estar
avisados y preparados, y que el mensaje, si hubiese
llegado tres o cuatro horas antes, no habría cambiado
mucho las cosas».
De esta forma, fueron una vez más los alemanes los
que rogaron al astuto agente doble que siguiera a su
servicio; ni siquiera les dio tiempo, dada la maniobra
psicológica del agente secreto, a dudar de su fiabilidad
o de su eficacia.
Durante muchos meses Garbo siguió suministrando
indicios falsos y embarullados a los servicios secretos
de la Alemania de Hitler, contribuyendo de forma
determinante a la caída del Tercer Reich.
6. Evasiones
Planteado el problema: «Pasar bajo la mirada de los
centinelas sin hacerse detener», desde una perspectiva
de construcción de los problemas podríamos decir que
resolver este problema equivale a construir otro,
74
PENSAR COMO UN MAGO
dirigido a los centinelas: impedirles ver pasar a una
persona delante de sus ojos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, una espía que
trabajaba contra los nazis lo consiguió de la siguiente
forma:
Edith Bonnessen era una joven danesa rubia que
formaba parte de la resistencia antinazi.
Capturada por la Gestapo mientras se encontraba en
una fábrica textil donde trabajaba su informador, fue
encerrada en una habitación bajo la vigilancia de un
agente alemán algo bebido, quien no tardó en iniciar
algunas intempestivas propuestas sexuales. La
muchacha fingió seguirle la corriente y pidió al
soldado que le permitiese ir al baño. El alemán le
indicó la puerta equivocada, y la joven salió al pasillo.
Una vez allí, sonriendo y saludando con gesto
desenvuelto a todo aquel con el que se topaba, se
dirigió hacia la salida del edificio. La salida, sin
embargo, estaba vigilada por dos SS, nada bebidos,
que controlaban con escrupulosa atención los
salvoconductos de todos los empleados civiles de la
fábrica.
Edith volvió sobre sus pasos, entró en una oficina,
cogió algunos documentos al azar, salió de la oficina y
se colocó detrás de los dos coroneles que se habían
encaminado hacia la salida del edificio. Los centinelas
de la puerta se pusieron en posición de firmes y
saludaron militarmente a los dos oficiales, mientras la
joven continuaba siguiéndoles con actitud indiferente.
Cuando los dos oficiales se subieron al coche, Edith,
procurando que éstos no la oyeran pero atenta a que
sus palabras llegaran a oídos de los dos SS, saludó
alegremente a los dos oficiales con un sonoro: «¡Nos
vemos esta tarde!».
2. PARADIGMAS Y PARADOJAS
75
Por último, tranquilamente, se mezcló entre los
transeúntes y desapareció.
En este caso la paradoja consiste en el hecho de que
fueron precisamente los antagonistas de la chica los
que hicieron de vehículo para la fuga: de no haber sido
por los oficiales, los guardias seguramente habrían
detenido a la joven, entregándola a un destino
irrevocable.
Uno de los métodos favoritos para las evasiones es
justamente el de aprovechar los medios ofrecidos por
los vigilantes: llevando uniformes iguales y
haciéndose pasar por sus colegas, escondiéndose
dentro de sus vehículos, corrompiéndolos y otras cosas
por el estilo.
Ya hemos dicho que en el ilusionismo a veces el
vehículo del engaño operado por el mago es
justamente el espectador.
Desde un punto de vista psicológico, éste es un
principio general válido para todo el arte ilusionista:
sólo es posible engañar si el sujeto dispone de un
«engañador interior», es decir, si se autoengaña. Dicho
de otra forma, el engaño consiste siempre en la
inducción o en la facilitación del autoengaño. Los
sujetos que no dispongan de la capacidad mental del
autoengaño no pueden ser engañados: niños, personas
poco dotadas desde el punto de vista intelectivo,
sujetos particularmente ingenuos o poco culturi-zados
no caen en la trampa, y constituyen el público más
difícil para los prestidigitadores: una vez más, una
clara paradoja.
76
PENSAR COMO UN MAGO
7. Psicoterapia
A menudo el sufrimiento mental o emocional se deriva
de la imposibilidad de hacer algo que se quiere (o se
debe) hacer: por ejemplo, afrontar un viaje en avión,
hablar en público, presentarse en un coloquio, entrar
en un lugar público atestado de gente, utilizar el
ascensor y un largo etcétera. Otras veces el sufrimiento
se deriva de la imposibilidad de no hacer algo que, en
cambio, se querría interrumpir: verlo todo de forma
pesimista, hincharse de comida hasta vaciar la nevera,
agredir a los propios familiares, etc.
Los profesionales de la solución de estos problemas
tienen dos armas a su disposición: los fármacos y las
palabras (o una combinación de ambos). Con los
fármacos se modifica el funcionamiento químico del
cerebro, y por consiguiente cambian las reacciones
habituales del individuo ante la situación
problemática; con las palabras se modifica la
perspectiva de observación de la realidad, y por tanto
la forma de representarse ésta y los correspondientes
problemas.
La curación con las palabras (y, más en general, con la
interacción entre el terapeuta y el paciente) se llama
psicoterapia. Entre más de quinientos tipos de
psicoterapia, el que nos interesa para nuestro discurso
es la tendencia estratégica, surgida en Estados Unidos
en 1950. El enfoque estratégico recurre masivamente
al uso intencionado de la paradoja, que es utilizada con
fines terapéuticos, como un «fármaco virtual»
propiamente dicho.
2. PARADIGMAS Y PARADOJAS
77
Consideremos por ejemplo el caso de una persona que
siente la necesidad imperiosa de realizar ciertos
rituales como lavarse un determinado número de
veces, limpiar la casa, disponer de determinada manera
los objetos de la habitación, controlar no haber dejado
el gas abierto y otras cosas por el estilo. La idea de no
realizar estos rituales es intolerable: la persona siente
que, en el caso de no poder repetir sus controles y sus
lavamientos, la invadiría una terrible ansiedad. La
persona se da cuenta perfectamente de lo absurdo de la
situación: si teme que al no lavarse se contagiará de un
virus, racionalmente sabe muy bien que esto no es
cierto, y sin embargo no consigue interrumpir el
mecanismo de los lavamientos repetidos; si teme que
al no colocar de cierta forma los objetos de la
habitación le ocurrirá una desgracia a un ser querido,
sabe con seguridad que se trata sólo de fantasías sin
ningún fundamento real, y sin embargo no puede dejar
de hacerlo. La persona, al contrario, se esfuerza en no
realizar esos comportamientos que considera absurdos,
pero cuanto más se esfuerza, más siente crecer la
ansiedad, tanto que, al final, cada vez acaba cediendo.
Una de las formas de afrontar este problema consiste
en pedir a la persona que lleve a cabo aquellos
comportamientos compulsivos que trata de
interrumpir. Al hacer esto, la persona está obligada a
interrumpir los intentos de interrumpir los rituales:
pero son justamente estos intentos los que inducen una
parte importante de la ansiedad; de hecho el efecto
inmediato de esta petición aparentemente extraña es
que la persona, finalmente autorizada a practicar sus
rituales, se siente más serena y relajada. El paso si-
78
PENSAR COMO UN MAGO
guiente consiste en pedir a la persona que aumente el
número de rituales: si se lavaba las manos durante
media hora, se le pide que ahora lo haga durante una
hora entera. Esta simple prescripción produce una
completa inversión del modo de considerar el
comportamiento ritual: éste se convierte en algo
obligatorio, pero no en respuesta a una exigencia
interna de la persona, sino en respuesta a una voluntad
externa a la persona; además la tarea, planteada en
estos términos, se vuelve artificiosa, superando la
cantidad de repeticiones alcanzada espontáneamente
por la persona: ésta empezará a adoptar una actitud
distinta respecto a la tarea hasta desbloquear la
secuencia de comportamientos obsesivos y superar el
problema.
El mismo tipo de intervención puede aplicarse con
éxito a algunos tics y a algunos hábitos como comerse
las uñas de forma compulsiva.
Paradójicamente, el problema empieza a resolverse
cuando el «síntoma», en lugar de ser combatido, es
estimulado y luego prescrito formalmente, incluso
aumentando su severidad.
La paradoja reside en el hecho de pedir al paciente que
mantenga aquel comportamiento que él se esfuerza en
no tener (porque lo considera el problema) y que no
tenga aquel comportamiento que se esfuer-za en tener
(porque considera un problema no tenerlo). Esto se
basa en el supuesto paradójico de que el problema no
es el síntoma, sino lo que el paciente (y los demás)
hacen para eliminarlo; o sea, el problema
2. PARADIGMAS Y PARADOJAS
79
no es el problema, sino su solución (o intento de
solución). Se trata pues de un planteamiento de las
premisas algo inusual: no es problema lo que causa
sufrimiento momentáneo (el llamado síntoma), sino lo
que se hace (se ha hecho hasta aquel momento) para
eliminar dicho sufrimiento. Es por tanto la solución (el
intento de eliminar el sufrimiento) lo que induce la
persistencia del propio sufrimiento, construyendo un
problema donde sólo habría una dificultad.
La analogía con el ilusionismo reside en el hecho de
que las premisas son alteradas profundamente: el
ilusionismo, en efecto, también ha sido definido como
«el arte de modificar las premisas implícitas».
8. Ilusionismo
Hasta aquí hemos considerado algunas aplicaciones de
la paradoja a la solución de problemas de distinta
naturaleza. Vamos a examinar ahora la relación entre
paradoja e ilusionismo: ¿Cuáles son las paradojas que
actúan en el ilusionismo? ¿Son distintas de otros tipos
de paradojas? ¿Qué enseñanzas puede extraer de ellas
el problem solver?
Los estudiosos del Mental Research Institute de Palo
Alto definen la paradoja como
una contradicción que procede de la deducción
correcta de premisas coherentes;
y prosiguen sosteniendo que
80
PENSAR COMO UN MAGO
esta definición nos permite excluir enseguida todas las
formas de paradojas falsas que se basan en un error
oculto en el razonamiento o en alguna falacia
intencionadamente
incorporada a la discusión.
El ejemplo aducido a propósito de estos tipos
particulares de paradojas «falsas» es
la historia de los seis hombres que querían seis
habitaciones individuales, mientras que el posadero
sólo tenía cinco. Éste pensó resolver el problema
acompañando al primer cliente a la habitación n.° 1 y
pidiendo a otro cliente que le esperara allí en compañía
del primer cliente durante unos minutos. Luego
acompañó al tercer cliente a la habitación n.° 2, al
cuarto a la habitación n.° 3 y al quinto a la habitación
n.° 4. Después de lo cual volvió a la habitación n.° 1,
se hizo seguir del sexto señor que se había quedado
allí esperándolo y le dio la habitación n.° 5 [...] (La
falacia está en el hecho de que el segundo y el sexto
cliente son tratados como si fueran una sola persona).
Es una versión un poco más refinada del juego infantil
en el que los dedos de las dos manos, al contarlos,
resultan ser nueve en lugar de diez: se cuentan los
dedos de una mano a partir del pulgar («uno, dos...»),
al llegar al meñique («cinco») se sigue la cuenta con el
anular y los otros dedos («seis, siete...»), y al llegar de
nuevo al pulgar el resultado es nueve.
En casos como éstos la anomalía metodológica es
evidente a todo el mundo; estos simples ejemplos de
falacia nos recuerdan los razonamientos viciosos de
los sofistas («beber calma la sed; la sal hace beber;
2. PARADIGMAS Y PARADOJAS
81
luego la sal calma la sed») y los trucos de la retórica, a
propósito de los cuales Séneca afirmaba:
estos jueguecitos son como los de los prestidigitadores
con sus cubiletes y sus bolitas; se trata de engaños
inofensivos, en los que justamente es la falacia lo que
constituye motivo de diversión; tanto es así que, una
vez descubierto el truco, dejan de divertir.
Las cosas empiezan a ponerse realmente interesantes
cuando los estudiosos de Palo Alto, a propósito de la
definición citada anteriormente, declaran:
Sin embargo, ya en este punto la definición se hace
confusa porque la división de las paradojas en
verdaderas y falsas es relativa. No es nada improbable
que las premisas coherentes de hoy sean los errores y
las falacias de mañana.
Dicho de otra forma, lo que hoy parece paradójico o
imposible de resolver mañana puede revelarse
sencillamente mal planteado y resultar por tanto
enmendable y resoluble: en estos casos se efectúa una
transformación de imposible a posible o, si se prefiere,
la solución de un problema «imposible». Las
argumentaciones de los estudiosos del Mental
Research Institute llevan a concluir que hay que ser
cauteloso antes de establecer que un problema es
imposible de resolver.
El ilusionismo no es más que una aplicación extensiva
del principio en el que se basan las paradojas falsas: el
prestidigitador construye un marco de refe-
82
PENSAR COMO UN MAGO
rencia para el espectador, exponiendo una serie de
premisas aparentemente correctas pero que en realidad
esconden un error; una vez planteado así el marco de
referencia, el ilusionista pone en marcha una serie de
acontecimientos que el espectador sólo podrá leer e
interpretar a la luz de las premisas, o sea, moviéndose
dentro de un marco de referencia que contiene un error
del que el espectador no está al corriente. La serie de
acontecimientos realizada por el artista en el escenario
se concluye con un acontecimiento que es inexplicable
en cuanto contradice lo que hasta aquel momento ha
sucedido (o, mejor dicho, parece haber sucedido). Si el
espectador pretende comprender cómo se ha verificado
lo imposible, debe reconstruir en la memoria los
acontecimientos desarrollados ante sus ojos: pero
tampoco así conseguirá comprender cómo se ha
verificado la aparente vulneración de las leyes de la
naturaleza a la que ha asistido. No puede
comprenderlo porque las premisas planteadas por el
ilusionista han configurado el problema de tal forma
que sólo puede resolverse saliendo de dichas premisas:
el espectador» por más que se esfuerce, no puede
comprender nada mientras permanezca dentro de las
coordenadas mentales que han sido planteadas por las
premisas. Como advierte irónicamente el célebre
ilusionista Silvan: «Aunque observéis atentamente...
tampoco entenderéis nada».
En el juego de las tres cartas (que puede realizarse,
además de como estafa, como un número de
ilusionismo sin más),
2. PARADIGMAS Y PARADOJAS
83
el espectador tratará inútilmente de comprender cómo
se produce el cambio de las cartas cuando el ejecutor
las
desplaza velozmente ante sus ojos, pero nunca podrá
entenderlo, ni coger in fraganti al ejecutor, porque la
solución del problema está en otra parte. Las cartas en
efecto son sustituidas antes de ser colocadas boca
abajo sobre la
mesa.
La premisa engañosa es: «¿Cuándo se produce el
cambio?». Siguiendo esta premisa, el problema está
mal planteado, y el espectador recorre una pista falsa;
como el lector de una novela negra, busca la solución
al problema equivocado.
Todos los números ilusionistas se basan en el principio
de la introducción de un error en las premisas o en el
planteamiento del problema: siguiendo un
razonamiento correcto, el observador espera ver
ocurrir un acontecimiento, y se sorprenderá cuando en
cambio ocurra un acontecimiento totalmente
incompatible con las premisas; además, ateniéndose a
dichas premisas, nunca le será posible comprender
cómo se desarrollaron los hechos.
Un elemento fundamental de la habilidad del
ilusionista reside precisamente en la capacidad de
introducir las premisas erróneas de forma invisible,
construyendo así un marco engañoso ante los ojos del
espectador más atento. Para ello deben ser engañados
los sistemas de análisis y de crítica de la mente
consciente. De esta forma se construye la ilusión de lo
imposible, de la «magia»: en efecto, así como la magia
no existe «ahí fuera», la paradoja no existe en la reali-
84
PENSAR COMO UN MAGO
dad externa a la mente humana, sino que es el fruto
de una ilusión construida por la propia mente:
La incoherencia de un discurso depende sobre todo de
quien lo escucha. Las paradojas tienen pues una
dimensión subjetiva. Cada mente tiene su telescopio;
cada cerebro tiene leyes que plasman el pensamiento y
los sentimientos (Klein, p. 39).
Del mismo modo, a menudo los problemas imposibles
son tales porque los vemos desde una perspectiva
engañosa, partiendo de premisas erróneas en nuestra
forma de enfocarlos, casi como si fuésemos víctimas
de una ilusión construida por nosotros mismos.
Cómo es posible a nuestra mente y al ilusionista
introducir premisas erróneas sin que la conciencia se
dé cuenta, y cuáles son las implicaciones de dicho
fenómeno en el problem solving, constituye el tema de
los próximos capítulos.
Resumiendo, la paradoja (un problema insoluble con
la lógica ordinaria) es un elemento útil para construir
los problemas; al ser una aplicación inusual de la
lógica (o una aplicación de lógica inusual) es probable
que el destinatario del problema, recurriendo a la
lógica usual, no pueda orientarse y encuentre difícil
salir de la trampa.
Pero la paradoja no es el único instrumento para la
construcción de problemas: en el próximo capítulo
discutiremos otros.
3. Tras los pasos de Ulises El arte de la fuga
Todos saben que una cosa es imposible de realizar
hasta que llega un incauto que no lo sabe y la inventa.
Albert Einstein
Es fácil descubrir los componentes paradójicos
subyacentes en la siguiente historia:
Los agentes del Mossad, el servicio secreto israelí,
habían concebido el plan con todo detalle. Identificado
el blanco en un grupo de empresarios egipcios, se
habían acercado a ellos, habían entablado amistad y
tras algunos encuentros habían dispuesto que los ricos
hombres de negocios disfrutasen de una inolvidable
noche de pasión con algunas de las más cotizadas
profesionales «de lujo», expresamente reclutadas por
el propio Mossad. Mientras las señoritas y sus
inconscientes clientes estaban ocupados, sus hazañas
eran secretamente inmortalizadas por otras tantas
máquinas fotográficas ocultas tras espejos
bidireccionales previamente colocados en las
habitaciones. La finalidad, naturalmente, era
chantajear a los egipcios.
Pero algo salió mal, y los agentes del servicio secreto,
de regreso a su patria, tuvieron que presentarse
cabizbajos ante sus superiores, admitiendo haber
topado con un fiasco colosal. Había ocurrido un
imprevisto.
85
86
PENSAR COMO UN MAGO
En efecto, cuando los agentes, revelándose por fin
como lo que realmente eran, habían mostrado las
fotografías a
los interesados, éstos, en lugar de echarse a temblar, se
habían entusiasmado y, saboreando ya el placer de
poder exhibir aquellos fantásticos trofeos ante sus
amigos, ¡habían suplicado a los estupefactos israelíes
que les dejaran las fotografías!
Probablemente la jugada careció totalmente de
intencionalidad estratégica; sin embargo, resultó eficaz
para cortar de raíz una peligrosa situación de
inferioridad de los egipcios respecto a los israelíes;
todo ello fue posible porque se había aplicado la
técnica adoptada por los antiguos generales chinos:
Si tiran de ti empuja, si te empujan tira,
fundamento de numerosas disciplinas gímnico-
marciales y ejemplo de aplicación de los principios
paradójicos de la lógica estratégica a los que nos
hemos referido en el capítulo anterior.
Sin embargo en este caso también puede reconocerse
un principio general, que es el de atribuir un
significado distinto a las cosas. Recurriendo a esta
operación, los hombres de negocios árabes
consiguieron «transformar una amenaza en una
promesa» -como sucede en muchas situaciones
humorísticas:
La mejor manera que tiene una mujer para liberarse de
un hombre es pedirle que se case con ella.
3. TRAS LOS PASOS DE ULISES
87
En efecto, la paradoja no es la única perspectiva
inusual de observación de la realidad. Existen muchas
otras, que sin embargo no son codificables con la
misma facilidad en una categoría coherente, como es
el caso de la paradoja. Incluso es probable que la
observación inusual de la realidad no sea reducible a
esquematismos en la medida en que esta última
consiste justamente en eludir los esquematismos. No
obstante, trataremos de formalizar de algún modo estas
otras modalidades de representación no convencional
de la realidad. Expondremos algunos procedimientos
inusuales de problem solving para mostrar después que
cada uno de ellos también puede ser descrito en
términos de aplicación de principios ilusionistas.
1. Un honesto deshonesto
El conde Victor Lustig era el más hábil y genial
estafador de su época, las primeras décadas del siglo
xx. En una ocasión, sin embargo, tropezó con un
obstáculo imprevisto y más bien insalvable.
Durante meses había organizado un plan para vender
la torre Eiffel al mejor postor.
Había convocado un concurso de adjudicación entre
los principales industriales del acero de Francia,
haciéndoles creer que las negociaciones deberían
desarrollarse en el mayor secreto porque el Ministerio
de Correos y Telégrafos, del que se hacía pasar por
director general, quería
88
PENSAR COMO UN MAGO
que el pueblo francés no supiera nada hasta que fuera
un
hecho.
El ganador del concurso, en realidad, había sido
elegido por Lustig después de sopesar que, entre todos
los empresarios que habían respondido, era el que
presentaba las máximas garantías de éxito para la
estafa: disponibilidad de dinero sólo equiparable a la
ingenuidad.
El día de la cita decisiva Lustig recibió al «pollo» en
un hotel de rango adecuado al acontecimiento.
Simulando actuar siempre por cuenta del ministro, el
estafador llevó a cabo las fases preliminares a la firma
del contrato. Al llegar a este punto, sin embargo, una
duda asaltó a la víctima del inminente garrotazo: al fin
y al cabo, la cifra por la cual estaba a punto de firmar
el talón era muy cuantiosa, y un último destello de
instinto de conservación había estremecido al hombre
de negocios, que de hecho había empezado a vacilar y
a ganar tiempo.
Comprendiendo que un ulterior retraso habría podido
tener consecuencias desastrosas, Lustig se obligó a
pensar un remedio improvisado para resolver el
asunto. El problema era: ¿Cómo resultar todavía más
creíble de lo que había parecido hasta aquel momento?
Lustig consideró que debía interpretar el papel del
hombre honesto —justamente lo que se colocaba en
las antípodas de su naturaleza retorcida y
maquiavélica— para persuadir al empresario de
desprenderse de una suma colosal: ¿Cómo habría
podido cumplir este objetivo? ¿Qué pieza le faltaba al
escenario que había construido hasta entonces?
Lustig tuvo la intuición genial que caracteriza a los
verdaderos artistas de la estafa. Empezó a manifestar
cierto embarazo, cierta ansiedad -cosa que
probablemente no debió de resultarle difícil-, luego,
dando muchos rodeos, aludió al hecho de que él sólo
era un pobre funcionario es-
3. TRAS LOS PASOS DE ULISES
89
tatal, con una familia a la que mantener; que su cliente
había sido muy afortunado al ganar la adjudicación;
que en algunos casos la suerte recibe un empujoncito...
que, en fin, él, funcionario gris, había desempeñado)
un cierto papel dirigiendo el asunto de forma que
resultase ganadora justamente la persona que tenía
delante... en resumidas cuentas, dio a entender al
hombre que le estaba pidiendo una comisión.
Dicha petición, descaradamente deshonesta, fue el
golpe de gracia para la desconfianza y la cautela del
empresario: éste se convenció de que el pequeño,
deshonesto empleado estatal era exactamente lo que
decía ser; de lo contrario, ¿qué motivo habría tenido
para pedir una comisión?
De esta forma Lustig obtuvo, además de la cantidad
establecida por la compra del acero de la torre Eiffel,
también la comisión que el empresario había
desembolsado, muy contento de verse liberado de la
angustia.
El momento decisivo de la estafa es aquel en que
Lustig pide la comisión. Lo que sucede en aquellos
pocos instantes es digno de atención:
el estafador, a fin de resultar creíble en el papel del no
estafador (o sea, del hombre honesto), simula ser un
estafador (un funcionario deshonesto).
Los prestidigitadores utilizan a menudo un expediente
basado en el mismo principio psicológico:
para crear la perfecta ilusión de que algo trucado es en
cambio perfectamente normal, dejan entrever una
posible zona trucada. Esto hace que el espectador,
satisfecho de
90
PENSAR COMO UN MAGO
haber descubierto el truco, se relaje y renuncie a
proseguir
la búsqueda del truco.
La relajación de la atención es lo que el ilusionista
justamente persigue, porque le permite operar al
resguardo de la vigilancia del espectador, su
antagonista en el conflicto entre búsqueda y ocultación
del mo-
dus operandi secreto.
El mismo principio es utilizado por los criminales
cuando dejan indicios para culpar a otro de los delitos
cometidos por ellos, confiando en que las fuerzas del
orden se conformen con el «resultado» obtenido y no
lleven más lejos sus pesquisas.
En época anterior al uso médico legal del ADN, un
asesino que buscase la impunidad habría podido
encontrar «su» cadáver (oportunamente desfigurado) y
darse por fallecido -se dice que algunos criminales
nazis después de la guerra recurrieron a esta argucia
para sustraerse a la búsqueda de la policía
internacional.
Hoy existe una versión más económica e indolora de la
argucia: basta falsificar un certificado de defunción y
depositarlo en el registro del municipio de residencia.
La muerte de la persona, en efecto, extingue su
persecución: en la práctica, el nombre del criminal es
borrado enseguida de todos los archivos y bancos de
datos custodiados por las fuerzas del orden. Es fácil
imaginar lo que sucedería si el diligente malhechor
tropezase con un control casual por parte de las fuerzas
del orden: el agente introduciría el nombre de la
persona en el ordenador, el ordenador comprobaría
que ninguna persona correspondiente a aquel nombre
tiene antecedentes penales, el documento le sería
devuelto y nuestro delincuente se alejaría silbando.
3. TRAS LOS PASOS DE ULISES
91
La aventura de Lustig también es instructiva porque no
sólo entra en juego un principio psicológico
relacionado con las propiedades de la atención y la
relajación (cuando encuentro algo a lo que echar la
culpa, estoy satisfecho e interrumpo la búsqueda): el
mecanismo psicológico concebido por el hábil conde
contiene también otro aspecto dotado de mayor interés
teórico, que está relacionado con la noción de
confusión de niveles. El siguiente ejemplo aclarará
mejor este concepto.
2. Doble engaño
Formulemos un problema en estos términos:
hay que construir un aeropuerto militar ficticio, que
haga de cebo para atraer los bombardeos enemigos,
apartándolos así de los verdaderos aeropuertos, que
han sido oportunamente mimetizados y situados a la
debida distancia del
aeropuerto falso.
Para valorar adecuadamente las dificultades de la tarea
es necesario considerar que, en tiempo de guerra, los
verdaderos aeropuertos están mimetizados: se trata
pues de hacer visible un aeropuerto falso, que sin
embargo, a la vez, para ser creíble debe ser invisible.
Naturalmente la solución consiste en dosificar
sabiamente cuánto exhibir y cuánto esconder, a fin de
inducir al enemigo a no comprender que el falso
92
PENSAR COMO UN MAGO
aeropuerto es, realmente, falso (a menos que se quiera
camuflar un aeropuerto verdadero como aeropuerto
falso, para preservarlo de ataques inexistentes...). Las
argucias a las que recurren los ingleses durante la
Segunda Guerra Mundial son muy numerosas, pero
recordaremos al menos una por su interés teórico:
Teniendo que construir un falso aeropuerto, y sabiendo
que los aeropuertos verdaderos disponen de falsos
setos que sirven para esconder algunas estructuras, los
ingenieros ingleses perfilan setos verdaderos
haciéndolos parecer setos ficticios, que se encuentran
en los verdaderos aeropuertos, a fin de hacer parecer
verdadero pero camuflado su aeropuerto falso pero
exhibido.
Setos verdaderos se hacen pasar por setos falsos: son
pues falsos setos falsos.
En el argot esta solución (o esta construcción de
problemas, depende desde qué parte se mire) se
conoce como «doble engaño».
El doble engaño es un ejemplo de confusión entre
niveles (en este caso, niveles de falsificación de la
realidad). Si engaño a alguien, diciendo lo falso o
callando lo verdadero, la situación es bastante clara.
Pero si finjo engañar, la complejidad de los niveles de
falsificación es mayor. Lo mismo ocurre si finjo fingir
engañar. Dichos casos —típicos del espionaje y del
ilu-sionismo (mundos poblados de falsos errores,
dobles y triples juegos, engaños y metaengaños)-
ilustran eficazmente la noción según la cual siempre
hay
3. TRAS LOS PASOS DE ULISES
93
aportaciones de subjetividad en la construcción de la
«verdad». Dicha noción es importante para el pro-
blem solver, que entrevé así la posibilidad de definir
los problemas de formas diferentes, pero no por ello
menos verdaderas, respecto a las proporcionadas por
su cliente.
£1 mundo del engaño, del que la estratagema militar es
sólo una de sus múltiples facetas, abunda en aspectos
útiles para reflexionar sobre la naturaleza de la
realidad.
Las neurociencias confirman que nuestra percepción
de la realidad no es en absoluto la realidad. Podría
decirse que la mente humana es un instrumento de
falsificación muy eficiente, porque construye
realidades virtuales tan persuasivas que los seres
humanos las confunden con la «realidad». En efecto,
«fingir» en su origen significaba plasmar: así como las
manos plasman el barro, la mente plasma
representaciones del mundo en parte construidas por el
sujeto que las piensa. Sobre la base de estas
«ficciones» se procede luego a plasmar materialmente
los objetos concretos y las relaciones que contribuyen
a construir la realidad existente «ahí fuera»: en cierto
sentido, sin mente (o sea, sin ficción) el mundo sería
menos real.
La posibilidad de fingir, y por tanto de manipular las
construcciones mentales, es divina, porque nos permite
«crear»: es justamente la base de la creatividad
humana. La fantasía es una de las expresiones de esta
capacidad de fingir que una cosa sea otra. Dicha
ficción puede ser voluntaria o no, parcial o completa,
autoinducida o inducida por otros, y puede ser
realizada con fines favorables o desfavorables para
nosotros.
La fantasía se deriva justamente de la posibilidad de
ver una cosa bajo otro aspecto, y esto es posible por la
función
94
PENSAR COMO UN MAGO
manipuladora de las representaciones. Al parecer, la
fantasía evoluciona paralelamente a la habilidad en el
lanzamiento de objetos y en el hablar: el desarrollo de
la mano, el de la palabra y el de la fantasía son
paralelos, lo cual es sugestivo si se piensa que el
engaño nace con la mentira y con la destreza manual -
los antropólogos describen a los chamanes y a los
hombres-medicina de las poblaciones arcaicas como
individuos que practican simples juegos de
prestidigitación para conferir la apariencia de poderes
mágicos a sus rituales—. Con el lenguaje nace la
mentira, con la destreza digital nace el engaño
ilusionista.
3. Una anécdota boccaccesco-militar
Seguimos con el tema de las estratagemas guerreras:
durante la Segunda Guerra Mundial, en el norte de
África, el comando británico de las «operaciones
especiales» (los engaños militares) debe enfrentarse al
contraespionaje alemán, que vigila cualquier maniobra
de los ingleses utilizando exploradores aéreos, espías,
nómadas mercenarios y cualquier otra posible fuente
de información. Una de las argucias inventadas por los
ingleses es la exhibición de aviones falsos, que son
colocados en falsos aeropuertos para atraer
bombardeos inútiles desviándolos de los verdaderos
aeropuertos, que están mimetizados en el desierto,
además de hacer efectuar cálculos estratégicos
erróneos a los comandantes de las fuerzas germánicas.
Los falsos aeroplanos están hechos de madera, tela y
cartón. Vistos desde arriba, son bastante parecidos a
3. TRAS LOS PASOS DE ULISES
95
los verdaderos. Una diferencia, sin embargo, la
constituye la presencia de unos puntales bajo las alas,
que
los verdaderos aeroplanos no tienen.
Al cabo de un tiempo, el servicio de información
advierte a los planificadores de engaños que el
contraespionaje alemán ha descubierto este detalle, y
ahora es capaz de discriminar perfectamente los
aviones verdaderos de los ficticios.
Se plantea el problema de responder con una
contramaniobra adecuada a esta ventaja obtenida por
el enemigo. Se halla en juego la seguridad de los
aeropuertos, muchas vidas humanas están en peligro y
los cálculos estratégicos aliados corren el riesgo de ser
más comprensibles al enemigo. Por tanto hay que
construir un problema que los alemanes no puedan
resolver, respecto a identificar correctamente los
aviones verdaderos distinguiéndolos de los falsos.
Como ya habrá supuesto el lector, la solución
concebida por los oficiales de las operaciones
especiales consiste simplemente en colocar los
puntales bajo las alas de todos los aviones, incluidos
los verdaderos.
A partir de ahí ni los exploradores aéreos ni los espías
a sueldo de los nazis podrán distinguir los aviones
verdaderos de los simulacros, y se encontrarán
nuevamente a oscuras.
La argucia tiene un precedente ilustre: Boccaccio, en
el segundo cuento de la tercera jornada del
Decamerón, relata que durante la noche un palafrenero
se introduce con engaños en la alcoba de la reina y se
une a ella;
96
PENSAR COMO UN MAGO
el rey, que se entera con retraso, para identificar al
culpable se dirige a los alojamientos de la servidumbre
y toma el pulso a todos los siervos durmientes, hasta
que identifica al culpable por la alta frecuencia de las
pulsaciones cardíacas debida a las energías empleadas
al unirse con la reina «varias veces carnalmente».
Entonces el rey, con unas tijeritas, recorta una tonsura
en el cabello del culpable, creyéndolo dormido, y
luego se aleja pensando identificarlo, gracias a la
tonsura, a la luz del día. El astuto palafrenero,
inmediatamente, se hace a su vez con unas tijeritas, y
pasando de cama en cama efectúa otras tantas tonsuras
en la cabeza de cada uno de sus colegas. A la mañana
siguiente, el rey no podrá descubrir al autor de la
fechoría.
Se trata del principio hacer invisible una cosa
multiplicándola. Los ilusionistas lo usan
corrientemente:
por ejemplo si tienen que esconder una tachuela
trucada en un baúl, colocarán otras veinte; del mismo
modo la barra trucada de una jaula resulta
insignificante si se rodea de otras cien barras iguales.
En definitiva, algo que no puede ser escondido debe
ser confundido entre los demás: añadiendo ruido de
fondo, se obtiene el mismo resultado que se
conseguiría escondiendo la señal.
Teniendo que mimetizar algunos medios en la estepa
plana y desnuda, los rusos extendieron artificialmente
los límites del bosque que daba a la estepa, plantando
miles de árboles entre los que escondieron luego los
armamentos.
3. TRAS LOS PASOS DE ULISES
97
Al mismo principio recurren algunos impostores para
robar sin robar, es decir, para robar sin sustraer nada
—al contrario, añadiendo algo.
Un método utilizado por algunos mayoristas de
verduras tramposos es el de sumergir las cajas en agua
antes de pesarlas: una aplicación a gran escala de lo
que hacen algunos tenderos deshonestos cuando
apoyan la mano en la balanza en el momento de pesar.
Como puede verse, en este caso no es correcto afirmar
que se trata de robar sin sustraer, porque la
sustracción, finalmente, se efectúa de verdad (en
perjuicio del bolsillo de la víctima): simplemente no se
lleva a cabo ninguna sustracción en la mercancía que
es objeto de la transacción. La cantidad real de
mercancía no es incrementada astutamente (como en
otras formas de robo), mejor dicho, nunca se modifica:
es su representación mental, en cambio, la que se
aumenta. El resultado no cambia, pero es interesante
ver que el efecto real (robo) se ha obtenido a través de
una intervención «virtual», que ha tenido lugar
principalmente en la mente de la persona implicada (la
balanza no es engañada: es la mente humana que
atribuye un significado erróneo a los datos
proporcionados por el instrumento, interpretándolos
según la intención del ladrón).
Es un ejemplo de que a menudo el planteamiento
convencional de los problemas no es de ninguna
ayuda: el ladrón de lechugas, planteándose el
problema de sustraer dinero a la víctima, ha pensado
llegar a
98
PENSAR COMO UN MAGO
ello no a través de la sustracción física de la mercancía
(como está implícito en la idea habitual de robo), sino
en el aumento virtual de ésta. La noción de
«modificación de la cantidad» ha sido planteada de
forma original: en lugar de aplicarse a la mercancía, se
ha aplicado a la representación mental de la mercancía,
invirtiendo el signo de la operación de «menos»
(sustraer mercancía) a «más» (añadir peso a la
mercancía). No es verdad que se haya robado sin
sustraer, pero se ha sustraído en otra parte: no en la
mercancía, sino en su representación mental por parte
del comprador. Es en la mente donde ha sido
construida la ilusión de una cantidad mayor.
4. Cuestiones teológicas
«Mía es la venganza», hace decir la Biblia al Creador.
A la conciencia del hombre moderno le cuesta aceptar
la idea de un dios vindicativo: ¿Cómo puede vengarse
Dios del mal cometido por el hombre, si el hombre es
proclive al mal a causa de su naturaleza, permitida por
el propio Dios? Además, si todo acto malvado exige
reparación, y si toda reparación hecha por el hombre
es en sí misma insuficiente porque el mal es
infinitamente más grave que la posibilidad humana de
repararlo, ¿qué reparación podrá salvar al hombre?
El problema, planteado en estos términos, es imposible
de resolver.
3. TRAS LOS PASOS DE ULISES
99
Sin embargo, con una maniobra verdaderamente
sorprendente, el Nuevo Testamento resuelve el
dilema.
Dios elige vengar el mal cometido por el hombre
vengándose sobre sí mismo: ofreciéndose a sí mismo
como sacrificio de expiación, es decir, aceptando sobre
sí, inocente y de naturaleza divina, la expiación de la
culpa cometida por
otros.
La innovación teológica, tan importante que marcó un
vuelco cultural que dura hasta nuestros días, procede
de la introducción de un elemento nuevo en el
planteamiento originario del problema. En este caso, el
elemento nuevo es Dios, que entra en juego en primera
persona comprometiéndose y renunciando a algunas
de las prerrogativas de su divinidad (se hace
dependiente del arbitrio de los hombres, sufre el dolor,
padece las injusticias, expía las culpas de sus criaturas,
en un crescendo vertiginoso de soluciones innovadoras
en el panorama teológico que culmina con la muerte
del Dios inmortal). Guardando las debidas distancias,
la introducción de un elemento imprevisto en el juego
de las interacciones de los actores de un
acontecimiento también es un principio frecuente
utilizado en el ilusionismo. El mago recurre a él
cuando hace ejecutar precisamente al espectador (su
natural antagonista) la maniobra que realiza el truco.
Nadie, pues, podrá sospechar de él.
100
PENSAR COMO UN MAGO
La historia sagrada ofrece otros muchos ejemplos
de soluciones a problemas «imposibles».
Los maestros de la ley buscan un pretexto para
condenar a aquel predicador que con ideas
decididamente anticonvencionales está minando las
bases de la organización social de Israel.
Aprovechando la inminente lapidación de una mujer
sorprendida en flagrante adulterio, plantean a Jesús
una cuestión a simple vista bastante inocente: si es
lícito lapidar
a la mujer en sábado o no.
La pregunta, en realidad, es muy insidiosa, y es un
clásico ejemplo de «doble vínculo»: sea cual sea la
respuesta, las consecuencias serán catastróficas. De
hecho a los maestros de la ley no les interesa la
cuestión teológica, sino sus efectos prácticos: si Jesús
responde que no es lícito castigar a la mujer, entra en
conflicto con las leyes mosaicas; si autoriza la
lapidación, se enfrenta a las leyes de Roma que
atribuyen únicamente a la autoridad romana la facultad
de dictar sentencias capitales.
La respuesta es conocida: Jesús dice a su vez a los
presentes que castiguen a la mujer (la respuesta a la
pregunta, hasta este momento, es sí) a condición de
que empiece el que esté exento de pecado*.
* Recordemos que existe también una solución
humorística del contradilema, también irresoluble,
presentado por Jesús: se trata de un chiste en el que,
tras pronunciar el Maestro la célebre frase «Quien esté
libre de pecado que lance la primera piedra», cae una
piedra sobre la cabeza de la infortunada, procedente
del meollo
3. TRAS LOS PASOS DE ULISES
101
De este modo, el Maestro desplaza la cuestión a
otro plano, lo que constituye una modalidad particular
de un principio general: no aceptar pasivamente las
premisas que son planteadas por quien formula el
problema. Sin embargo, no se trata simplemente de
rechazar las premisas (en este caso no se podría hablar
realmente de solución del problema), sino de
«estirarlas» hasta que presenten otras implicaciones y
otras consecuencias.
En efecto, Jesús no confuta las premisas: admite
implícitamente que es posible lapidar a la mujer (y de
esta forma salva el aspecto formal de la ley hebraica);
sin embargo, al mismo tiempo, formula una precisa
exigencia, y subordina a ella la autorización a proceder
a la ejecución capital.
El procedimiento de construir premisas distintas de las
habituales es el núcleo del arte ilusionista: como se ha
dicho, prácticamente cualquier efecto ilusionista es el
resultado de haber construido un marco de premisas
erróneas (pero de las que nadie se ha dado cuenta) y de
haber colocado después en su interior un
acontecimiento real (y banal, es decir, que respeta las
leyes de la naturaleza): éste sin embargo ya no
resultará tan banal, porque asumirá significados
distintos respecto al originario a causa de la inicial
colocación en el interior de un marco con el que es
incompatible.
de la multitud; volviéndose entonces hacia la masa,
Jesús exclama irritado: «¡Mamá! ¡Te he dicho que
cuando predico debes quedarte en casa!». La madre de
Jesús, según la teología católica, es el único ser
humano Ubre del pecado original además de ÉL (N.
del A.)
102
PENSAR COMO UN MAGO
El ilusionista muestra que deposita una moneda en la
mano izquierda. Tras algunos segundos la mano se
abre lentamente: la moneda ha desaparecido. En
realidad el ilusionista sólo ha simulado depositar la
moneda, reteniéndola en cambio secretamente en la
mano derecha. De esta forma ha construido una
premisa errónea: «la moneda se encuentra en la
izquierda»; dentro de esta premisa, un hecho banal («la
moneda nunca ha estado en la mano izquierda, está
escondida en la derecha») asume un significado
sorprendente («la moneda que estaba en la mano ahora
ya no está»).
Del ambiente teológico se deriva una de las paradojas
lógicas más famosas, concebida con la intención de
minar las pruebas racionales de la existencia
de Dios. La pregunta diabólica es:
si Dios es omnipotente, ¿puede crear un objeto tan
pesado que no pueda ser capaz de levantarlo?
Como puede verse, es un callejón sin salida: o Dios
puede crear semejante monstruoso estorbo, y entonces
no es omnipotente porque no puede levantarlo, o no lo
puede crear y entonces, por el mismo motivo, tampoco
es omnipotente. Una vez más, un problema sin
solución. La cuestión no ha dejado de angustiar a
muchos teólogos y apologistas de la demostración
racional de la existencia de Dios, que a través de los
siglos se han esforzado en proporcionar soluciones,
siempre insatisfactorias. El dilema perduró hasta que
fue resuelto por un fraile franciscano de esta forma:
3. TRAS LOS PASOS DE ULISES
103
Dios ya ha creado dicha mole: es el corazón del
hombre, su libre albedrío.
Desde una perspectiva teológica, en efecto, el hombre
es libre de pecar y de rechazar a Dios, que por tanto no
tiene un poder vinculante sobre su libertad de
condenarse; y justamente por haber creado semejante
prodigio de autonomía, un ser hecho «a su imagen y
semejanza», Dios ha tocado el vértice de su
omnipotencia.
En este caso la solución del problema se debe al
desplazamiento de la cuestión a un terreno metafórico:
ya no se habla de peso en sentido físico, sino de peso
en sentido moral o espiritual, en cualquier caso en
sentido figurado.
A su vez, dicho procedimiento es una variante del
principio general de la ambigüedad de los estímulos:
cada estímulo puede ser percibido de formas distintas,
es decir, puede ser leído prestándole interpretaciones
diversas. En el caso del fraile, la lectura distinta resulta
del desplazamiento de un nivel interpretativo literal
(«peso» en sentido físico: inamovilidad de un ente
físico debida a la fuerza de atracción) a otro
metafórico («peso» en sentido psicológico, ente
inamovible: la autodeterminación del ser humano).
La propiedad de la mente humana de recibir cualquier
estímulo como ambiguo y por tanto potencial-mente
modificable ofrece innumerables recursos a los
especialistas en problem solving.
104
PENSAR COMO UN MAGO
Los prestidigitadores aprovechan el principio de la
ambigüedad de los estímulos cada vez que revisten sus
acciones de un significado distinto del que ellos
conocen:
por ejemplo parece que depositen algo en el bolsillo, y
en
cambio están sacando algo, o viceversa.
En este caso la intervención ilusionista se lleva a cabo
en el plano de las percepciones y de su elaboración. El
sector más fértil para la manipulación del significado
mediante un salto de nivel lógico es el lenguaje, como
veremos enseguida.
5. Inocentadas
Unas astutas monjitas, teniendo que recoger las mesas
del refectorio, idean la siguiente burla: «Hoy las tres
niñas que se porten mejor podrán recoger las mesas».
Se origina una competición para poder ganar lo que,
evidentemente, es un premio reservado a pocas
afortunadas.
El lector reconocerá en esta estratagema la argucia
utilizada por Tom Sawyer para persuadir a sus amigos
de pintar la valla en su lugar.
Todos los padres conocen medios similares con los
que persuadir a los niños pequeños de hacer lo que de
otra manera nunca harían. No vaya a creerse, sin
embargo, que el tema sólo interesa a quienes deben
3. TRAS LOS PASOS DE ULISES
105
vérselas con niños más o menos recalcitrantes. La
técnica aquí ilustrada encuentra aplicación en
numerosas situaciones que nos implican a todos a
varios niveles, hasta tocar cuestiones de vital interés
individual o social. Dicha técnica se basa en el
principio de que, a través del lenguaje hablado, se
pueden atribuir muchos significados a cualquier
comportamiento o realidad psíquica o física.
Los ilusionistas que simulan fenómenos paranor-males
utilizan muy a menudo procedimientos inspirados en
este principio.
Para crear la ilusión en el espectador de que es él quien
elige libremente una carta entre cincuenta y dos, por
ejemplo el ocho de corazones, se le pregunta:
«¿Prefieres las cartas rojas o las negras?». Si responde
negras, prosigue: «Bueno, para ti las negras. Yo me
quedo con las rojas, o sea, corazones y diamantes.
¿Qué prefieres, entre corazones, y diamantes?». Si el
espectador indica los corazones se continúa así: «Bien,
¿y quieres corazones pares o impares?» (pero si
hubiese contestado «diamantes», habría que haber
dicho: «Entonces yo me quedo con los corazones...
¿quieres los corazones pares o impares?»). A la
respuesta «impares», se procede con: «Si tú quieres los
impares, a mí me quedan los pares. ¿Quieres los
primeros tres (dos, cuatro, seis de corazones) o los
últimos tres (ocho, diez y dama)?».
El procedimiento es claro. Restringiendo
progresivamente el campo de elección, mediante una
delimitación entre dos posibilidades alternativas, y
según una restricción sucesiva «en embudo», se llega
en pocos pasos a hacer converger al espectador en una
sola de las cincuenta y dos cartas de la baraja... ¡la
elegida previamente por el ilusionista!
106
PENSAR COMO UN MAGO
Los fenómenos paranormales nos dan pie a describir
algún otro principio ilusionista.
6. Paranormal
El ilusionista canadiense James Randi es una autoridad
mundial en descubrir fraudes en relación con lo
llamado paranormal. Como ya había hecho Harry
Houdini, Randi ofrece un cheque millonario a quien
demuestre en su presencia poseer dotes paranormales:
hasta el día de hoy el cheque todavía no ha sido
ingresado. Hasta ahora, en efecto, Randi siempre ha
sido capaz de demostrar que los fenómenos
«paranormales» declarados por las personas que
habían respondido al envite eran en realidad
fenómenos perfectamente explicables invocando las
leyes de la naturaleza o eran engaños obtenidos
recurriendo a trucos ilusionistas.
En una ocasión Randi las pasó moradas: no ya para
desvelar la normalidad de un fenómeno considerado
paranormal, sino para reproducir, como respuesta a un
desafío imprevisto, un fenómeno aparentemente
imposible.
Durante una transmisión televisiva a la que había sido
invitado, de repente y sin previo aviso la presentadora
del programa desafío al ilusionista a reproducir un
dibujo que había hecho ella misma unas horas antes y
que había cerrado en un sobre que ahora se encontraba
allí, frente a ellos. Se trataba de un número en boga
entre algunos supuestos videntes.
3. TRAS LOS PASOS DE ULISES
107
Randi, que había sostenido que era capaz de reproducir
cualquier fenómeno «paranormal» recurriendo a sus
juegos de prestidigitación, no podía negarse al desafío
ante millones de personas que estaban siguiendo el
programa en directo. Tampoco podía recurrir a
ninguno de los numerosos métodos de lectura de
mensajes cerrados en un sobre, de los que disponen los
ilusionistas, ¡porque tenía que hacerlo ya, allí mismo!
La situación era verdaderamente crítica, pero Randi no
se desanimó para afrontar un problema que parecía
realmente sin solución.
Pidió una hoja de papel y una pluma; se concentró, y
en el silencio absoluto del público empezó a trazar
algunas líneas sobre el papel, con aire inspirado; luego
mostró a todos que el sobre preparado por la
presentadora del programa seguía cerrado; devolvió el
sobre a la periodista.
Al final, con aire misterioso, pidió que se abriese el
sobre y que el dibujo fuese mostrado al público. Acto
seguido, Randi cogió la hoja de papel en la que había
desarrollado su trabajo y con británico understatement
lo mostró a las cámaras de televisión: ¡el dibujo era el
mismo!
Una vez más, Randi se salió con la suya.
El método es extremadamente ingenioso. Cuando el
artista canadiense está dibujando, en realidad no está
haciendo nada: sólo finge dibujar, realizando amplios
gestos con la pluma pero sin dejar el menor rastro en el
papel. Luego, con un movimiento hábil e inadvertido
por los allí presentes, coloca la pluma, todavía abierta,
bajo la cintura de los pantalones, de forma que la punta
asome hacia arriba. Cuando pide que se muestre que el
sobre está cerrado, aprovecha para observarlo
rápidamente al trasluz. Empieza pues a hacerse una
ligera idea del dibuja Sobre la base de estas
informaciones, mientras prosigue la transmisión,
Randi apoya el papel «dibujado» (pero en realidad
todavía
108
PENSAR COMO UN MAGO
vado) boca abajo sobre la pluma y lo mueve para
imprimir algunas líneas con la punta de ésta. Cuando
la presentadora saca el dibujo y lo muestra al público,
Randi completa la operación de «dibujo inverso» (es
decir, un dibujo realizado manteniendo quieta la pluma
y moviendo el papel, en lugar de -como ocurre
normalmente— lo contrario: un poco como en los
chistes en los que un tipo, para saber si la caja de
cerillas está llena, mantiene la caja quieta y sacude la
cabeza arriba y abajo).
Randi recurre aquí a varias argucias.
El primer principio en el que se basa esta maniobra
corresponde a la percepción del tiempo. El artista de la
ilusión ha creado una especie de deslizamiento
temporal haciendo creer a todos que ya ha efectuado la
predicción mientras que todavía no había empezado
nada.
Luego se utiliza el procedimiento que los
prestidigitadores llaman «ardid», es decir, hacer algo
plausible pero que en realidad está construido adrede
para hacer mientras tanto, en secreto, otra cosa. Randi
pide mostrar al público que el sobre está cerrado y que
no se ve nada al trasluz: efectúa entonces el acto de
colocar el sobre frente a las luces y, simulando la
intención contraria, aprovecha aquel instante para
escrutar al trasluz el contenido del sobre. Se atribuye
un significado distinto al gesto de controlar, que es
utilizado para la finalidad opuesta, escapar del control
Por último, invirtiendo completamente la secuencia
habitual Randi no utiliza la pluma para escribir sobre
el papel, sino el papel para escribir sobre la pluma.
3. TRAS LOS PASOS DE LUISES
109
7. Las seducciones del diablo
Iacopone da Todi cuenta que el demonio le atormenta
con sus vejaciones, tentándole de todas las maneras, y
que el buen fraile resiste con coraje a las seducciones
diabólicas.
Ante tamaño ejemplo de virtud y fortaleza, el pobre
diablo se ve obligado a maquinar algo más refinado. Si
el religioso resiste a todo, ¿cómo persuadirle de que
ceda a las sugerencias infernales?
La respuesta es mefistotélica (y no podía ser de otra
manera): el demonio declara la propia derrota al monje
y anuncia que se retirará de la tentación porque,
declara, «si eres capaz de resistir a mis tentaciones,
eres realmente un santo». Pero se trata de la última,
subrepticia tentación: ¡la tentación de la vanidad y la
soberbia!
La argucia es especular respecto a la examinada más
arriba a propósito de Randi. Allí se trataba de realizar
una acción fuera de la «historia», antes de su inicio.
Aquí se trata de realizarla después de su final, o mejor
dicho después de lo que parece su final. Los
ilusionistas se refieren a este principio con el nombre
de «conclusión prematura». En este caso, es la
secuencia temporal de la sucesión de los
acontecimientos lo que se lee de forma inusual
Los prestidigitadores del pasado solían prodigarse en
profundas inclinaciones al final de su exhibición.
Mientras permanecían con el busto inclinado,
aprovechando la rela-
110
PENSAR COMO UN MAGO
jación de los espectadores que estaban aplaudiendo,
sacaban de la chaqueta dos astas de bandera
telescópicas y hacían ondear majestuosamente las
banderas al incorporarse, como último y sorprendente
efecto mágico.
Obsérvese que el problema «imposible» impuesto al
diablo por su profesión de tentador es el de dirigir el
libre albedrío del hombre hacia la elección del mal. Se
trata de inducir reacciones que al hombre deben
parecerle espontáneas: una tarea con la que tropieza a
menudo el problem solving, en el que los problemas
casi siempre tienen que ver con elecciones realizadas
(o no realizadas) por seres humanos.
8. El vaso medio vacío
Para terminar, referiremos una anécdota que tiene
como protagonista a una niña de seis años. La infancia
es un período en muchos aspectos fascinante, pero lo
que aquí queremos subrayar es la frescura con la que
los niños enfocan las situaciones de la vida. Al
observar el mundo, los, niños no sucumben a las
simplificaciones ni a los estereotipos de los adultos,
que encasillan cada nueva información en los moldes
de las experiencias anteriores, terminando atrapados
por la experiencia, que les impide ver las cosas desde
perspectivas nuevas.
No es casual que los niños sean el público más temido
por los ilusionistas, que saben por experiencia
3. TRAS LOS PASOS DE UL1SES
111
que la ingenuidad infantil es un arma de doble filo:
sólo los niños prestan atención a todo de forma
indiscriminada» mientras que los adultos,
acostumbrados a pensar según los rígidos vínculos del
sentido común, se dejan atrapar inmediatamente por
las insidias predispuestas por los magos.
La niña de nuestro ejemplo ya tenía en su haber un
buen número de soluciones de problemas
aparentemente irresolubles, los que los lógicos llaman
«proposiciones no decidibles»: la que vamos a
explicar, sin embargo, constituye el ejemplo de cómo
se pueden resolver, sólo con liberarse de los habituales
condicionamientos mentales y culturales, situaciones
realmente, y proverbialmente, «carentes de solución».
Un anciano y quisquilloso señor, con la intención de
poner en apuros a la niña, la desafió a decidir si el vaso
que estaba frente a ellos, sobre la mesa de la cocina,
estaba «medio lleno o medio vacío». Como es sabido,
la cuestión es imposible de definir; tanto es así que
indica por antonomasia la relatividad de cualquier
valoración humana sobre la realidad externa.
La niña respondió lo que le salía espontáneo, es decir:
«Está medio lleno».
Saboreando la victoria de antemano, el sádico abuelete
rebatió pérfidamente: «¡Te colaste!, porque está medio
va-cío». Esperando haber hundido a su inocente
víctima, el anciano señor sonrió complacido.
Pero la sonrisa se congeló en sus labios tras algunos
segundos, cuando la pequeña puso al adversario contra
las cuerdas sin posible salvación.
112
PENSAR COMO UN MACO
La respuesta de la niña, nada cohibida por la
irresoluble
cuestión, fue seca e inmediata: «No, no está medio
vacío»
porque está medio lleno... de aire». Fin de la cuestión.
El principio, una vez más, es el de la diferente
interpretación lingüística del material expuesto en el
planteamiento del problema. La pregunta está
construida adrede para prever dos respuestas
igualmente válidas, que el interlocutor confutará
siempre. Pero la niña sortea el supuesto lingüístico que
vincula el problema a esta ilusión de alternativas,
introduciendo una lectura diferente del término
«lleno»: para la mente adulta es automático (aunque,
en rigor, impreciso) referirse a la noción de lleno sólo
a propósito de sólidos o líquidos, mientras que para la
mente infantil, todavía inmune a simplificaciones, hay
un resquicio para la interpretación de la palabra
«lleno» en el sentido que los físicos compartirían, o
sea, «lleno de gas», en este caso el aire. Ampliando el
campo semántico, la niña ha superado loa efectos
restrictivos del hábito lingüístico.
Hemos visto pues que hay algunos principios, no
necesariamente basados en la estructura de la paradoja,
cuya aplicación práctica actúa en la solución
imprevista y sorprendente de los problemas
aparentemente sin solución.
También hemos visto que dichos principios son
compartidos por el arte ilusionista, que los utiliza
constantemente y que, sobre todo, no podría existir sin
ellos.
3. TRAS LOS PASOS DE ULISES
113
Existen otros muchos principios similares, pero, más
que exponer una lista, que sería necesariamente
incompleta y de escasa utilidad práctica, conviene
delinear los elementos implicados por estos principios:
no antes, sin embargo, de haber definido con mayor
precisión qué entendemos por «pensamiento
ilusionista», es decir, la modalidad de representación
de la realidad que utilizan los ilusionistas cuando se
proponen aquella difícil forma de problem solving que
consiste en construir lecturas alternativas de la
realidad.
4. Pensar como un mago
La construcción de alternativas
Nada de lo que es así es así. William Shakespeare
1. Naturaleza del ilusionismo
El ilusionismo es el arte teatral de construir ilusiones
altamente eficaces (o perfectamente persuasivas) en
relación con fenómenos imposibles.
Para conseguirlo, el ilusionista debe mostrar la
realidad distinta de como es (evitamos aquí abordar la
cuestión —no sólo filosófica- de cómo es, en realidad,
la realidad).
Al problem solver no le interesa saber cómo obtiene la
ilusión el ilusionista, a qué argucias recurre para hacer
desaparecer el elefante, es decir, comprender el
funcionamiento de cada «truco»: en cambio, es útil
identificar los procesos mentales a través de los cuales
el ilusionista construye un nuevo efecto mágico,
comprender cómo se inventa un número de magia, es
decir, cómo se construye en la mente del ilusionista
antes de presentarse en el escenario.
114
4. PENSAR COMO UN MAGO
115
El tema es inusual en un texto sobre el problem
solving porque el ilusionista no puede considerarse un
problem solver, dado que no hace nada imposible (no
realiza verdaderamente los prodigios que simula en
escena), sino que se limita a conferir a acontecimientos
posibles la apariencia de imposibles. En efecto, el
ilusionista, al actuar en la percepción y en la mente del
espectador, hace que un acontecimiento perfectamente
natural sea percibido como imposible, es decir, lo
convierte en un problema imposible de resolver. La
pregunta que se hace el ilusionista es:
¿Cómo hacer imposible la solución de un problema?
Si examinamos mejor la cuestión, observaremos que la
finalidad del ilusionista es hacer imposible la
comprensión del acontecimiento a quien recurre a la
forma normal de pensar. El ilusionista modifica la
percepción de la realidad respondiendo a la pregunta:
«Cómo hacer imposible la explicación de un
acontecimiento a un testigo directo, atento,
medianamente inteligente y consciente del hecho de
que va a ser engañado».
En efecto, la esencia del ilusionismo es
inducir a error a un observador atento sin que éste se
dé cuenta.
Esto significa soslayar o neutralizar aquellos procesos
mentales que actúan habitualmente para cons-
116
PENSAR COMO UN MAGO
truir la representación de la realidad en la mente del
observador, y que constituyen la forma de pensar
habitual.
En el ilusionismo, por tanto, la perfecta simulación de
una violación de las leyes físicas se obtiene mediante
manipulaciones de las modalidades habituales de
representación mental de la realidad utilizadas por los
espectadores. Desde este punto de vista, el ilusionismo
es un arte psicológico.
2. Mente del espectador y mente del ilusionista
El ilusionista debe generar ante todo en su propia
mente representaciones alternativas de los
acontecimientos, o representaciones alternativas de la
realidad. Esta actividad inventiva es necesaria sobre
todo cuando el mago debe «pensar» un nuevo número
mágico o improvisar alguno en situaciones
imprevistas.
El ilusionista, para concebir argucias destinadas a
impedir que el observador comprenda lo que ve
recurriendo a la lógica usual» debe colocarse fuera de
dicha lógica: debe evitar por tanto los habituales
mecanismos cognitivos y los automatismos mentales
sobre los que se estructura el pensamiento habitual
basado en la lógica ordinaria.
En definitiva, dado que el ilusionista debe hacer
imposible la solución de un problema abordado según
el pensamiento usual, debe plantear el problema según
modalidades inusuales de pensamiento: estas
4. PENSAR COMO UN MAGO
117
modalidades son inusuales porque no adoptan los
automatismos, las simplificaciones y los atajos que
normalmente utilizan la racionalidad y la lógica
ordinaria y que constituyen la base del sentido común.
Evitar dichos mecanismos mentales habituales, como
hace el ilusionista, permite generar procesos de
pensamiento distintos de los utilizados para resolver
los problemas a través de la lógica ordinaria.
Ello explica por qué los procesos seguidos por el
ilusionista al inventar dichas concepciones alternativas
de la realidad son de extremo interés para el pro-blem
solver: representarse la realidad de manera alternativa
es el requisito necesario para plantear un problema a
partir de premisas alternativas; construir un escenario
alternativo (y tan eficaz que persuada a las personas de
forma irresistible) equivale a crear «articulaciones
alternativas» de los procesos de pensamiento.
3. El engañoso problema del engaño
Construir un engaño eficaz significa construir una
«realidad alternativa» dotada de tres características:
• es ficticia;
• corresponde a acontecimientos imposibles por
naturaleza;
• pese a ser ficticia, a la vez debe ser indistinguible de
la «realidad real».
118
PENSAR COMO UN MAGO
Ello implica la solución de numerosos problemas;
sería restrictivo referirse con el término «engaño» a
todas las operaciones mentales puestas en juego: el
engaño es sólo el resultado final de una serie de
procesos que, en algunos contextos específicos
(ilusionismo, guerra, espionaje, etc.), pero no en otros,
tienen como objetivo la obtención del engaño.
El engaño en sí puede por tanto considerarse un
«efecto colateral», un subproducto de los procesos
mentales de los que estamos hablando. Al problem
solver el engaño en sí no le interesa: le interesa lo que
está por encima del engaño.
La lectura alternativa de la realidad, peculiar del
pensamiento ilusionista, de hecho puede tener otras
repercusiones prácticas, totalmente ajenas al engaño,
ya sea artístico (ilusionismo), bélico (estratagemas
militares) o de otra naturaleza (espionaje, narrativa,
etc.): las mismas operaciones mentales están en la base
de la realización de la sorpresa, de un final inesperado
en una obra narrativa, etc. Por eso hasta ahora hemos
relacionado la metáfora del ilusionismo con otros
modelos de procedimientos de pensamiento, como la
escritura de novelas de intriga, la investigación
policial, la estafa, la creación de enigmas.
En realidad, las repercusiones prácticas del
pensamiento ilusionista abarcan otros muchos
sectores, en los que el problem solver se halla directa y
tradicional -mente implicado: hablaremos de ello en el
capítulo 7. De momento conviene afirmar claramente
que el ilusionismo no interesa al problem solver como
arte de la
4. PENSAR COMO UN MAGO
119
realización de engaños, sino como disciplina respecto
a la construcción de lo insólito, de lo sorprendente, de
lo inusual, obtenida mediante la adopción de
lecturas alternativas de la realidad.
4. Realidad y apariencia. Pensamiento ilusionista
como lectura alternativa de la realidad
Es cierto que normalmente el problem solver se
plantea el objetivo de cambiar la realidad de las cosas
y no su apariencia, mientras que el pensamiento
ilusionista, aunque inventivo, siempre persigue realizar
un engaño, es decir, una ficción. ¿Qué garantiza que
los procesos de pensamiento empleados por el
ilusionismo también sean eficaces cuando no se debe
fingir, cambiar la apariencia o ni siquiera manipular la
mente ajena?
Cualquier solución de un problema real es emitida
siempre por una mente; es más, como hemos visto en
el primer capítulo, el establecer que existe un
problema real ya es un acontecimiento mental, desde
el momento en que los problemas, en cuanto
construcciones mentales, sólo existen respecto a la
mente de alguien. El problem solver, por tanto, no
encuentra nunca problemas exclusivamente reales. Se
puede afirmar el siguiente enunciado:
LOS PROBLEMAS SON SIEMPRE MENTALES Y
REALES.
La apariencia de un problema es la «representación
mental de una realidad bajo forma de proble-
120
PENSAR COMO UN MAGO
ma»; pero esta representación mental pesa tanto en la
concreción de los hechos como la realidad: la
definición del problema es la entidad inmaterial que
creemos que es
él problema (o que confundimos con el problema).
Por tanto el problem solver, al igual que el ilusionista,
opera necesariamente en el plano de las
representaciones mentales. Es verdad que el problem
solver se plantea el objetivo de cambiar la realidad de
las cosas y no su apariencia -mientras que el
pensamiento ilusionista suele servir para realizar una
ficción-, pero es igualmente verdad que la
aproximación ilusionista también es eficaz cuando no
se trata de fingir o cambiar la apariencia o manipular
la mente ajena, porque cualquier operación de solución
de un problema (y de construcción de un problema)
tiene, un importante componente mental, al basarse -
como diremos mejor- en procesos de atribución de
significado a lo que se percibe.
El problem solver, a diferencia del ilusionista, cuando
declara haber concluido positivamente su intervención,
debe proporcionar las pruebas de que las cosas han
cambiado «ahí fuera», en la realidad, no simplemente
en la representación mental de la realidad por parte del
cliente.
Para adarar en qué términos difieren la situación del
problem solver y la del ilusionista y en qué términos
son comparables, conviene recordar que hasta ahora
hemos utilizado el ilusionismo como una metáfora (no
nos interesa aprender a realizar juegos de
4. PENSAR COMO UN MAGO
121
prestidigitación ni limitarnos a modificar las
percepciones ajenas). Además, el elemento central de
nuestro discurso procede de la constatación de que el
ilusionista, para manipular la mente del otro, primero
debe conocer cómo funciona la suya: para modificar
las representaciones mentales ajenas primero hay que
actuar sobre las nuestras.
Pues bien, lo interesante para nuestro discurso es
justamente lo que hace el ilusionista en su mente (o
sea, cómo concibe sus trucos), y no lo que hace en la
mente del otro (cómo engaña al prójimo): es útil
comprender loé procesos mentales seguidos por el
ilusionista para concebir realidades alternativas
indistinguibles de las reales y sin embargo
completamente distintas, es decir, tan parecidas a ellas
que se dan por verdaderas cuando en realidad no lo
son. Dichas realidades alternativas, en el caso del
ilusionista, proceden de intervenciones en los procesos
mentales de comprensión y representación de la
realidad, intervenciones que el ilusionista efectúa en su
mente y que son posibles porque el ilusionista conoce
los mecanismos de funcionamiento de la mente
humana. En particular, sabe que la mente actúa al
concebir la realidad, al representarse un cuadro, al
plantear las premisas para la solución de los
problemas: justamente en virtud de dicho
conocimiento, el ilusionista, deliberadamente, conduce
al espectador por una pista falsa, haciéndole construir
representaciones erróneas, cuadros ficticios, premisas
engañosas, es decir, haciéndole resolver el problema
equivocado.
122
PENSAR COMO UN MAGO
Así pues, no hay que entender el pensamiento
ilusionista como el conjunto de los procesos mentales
que llevan a resolver problemas imposibles, es decir, a
vulnerar las leyes de la naturaleza (el ilusionista no lo
hace), sino como el conjunto de los procesos mentales
que, a fin de inducir a error a una mente atenta y
racional, llevan a concebir modalidades alternativas de
uso de los automatismos y de los mecanismos
mentales de representación de la realidad. En
particular, el ilusionista consigue construir y pensar la
realidad ilusoria adoptando una lectura alternativa del
significado de la apariencia de los fenómenos.
Comprender los procesos mentales del ilusionista no
significa comprender
cómo reparar mágicamente una cinta cortada
sino cómo considerar desde perspectivas inusuales (o
sea, atribuyéndole significados alternativos) la
«realidad»
cinta cortada, o incluso el ente físico
cinta
y el acto de
cortar.
4. PENSAR COMO UN MAGO
123
Si en efecto es cierto que los fenómenos existen
realmente, «ahí fuera», es igualmente cierto que el
hombre actúa en los fenómenos siempre y sólo
después de haberles dado una lectura, que no es el
fenómeno, aunque puede parecer indistinguible
de él.
5. Utilidad y posibilidad de aplicación del problem
solving ilusionista. Invención de las ilusiones y
lecturas alternativas de la realidad
El problem solving basado en la teoría ilusionista, por
tanto, no sirve para inventar maneras de reconstruir
cintas cortadas o para hacer desaparecer elefantes, ni
tampoco sirve para encontrar maneras de simular
hacerlo -o sea, de simular resolver problemas que en
cambio quedan irresueltos o que no existían en
absoluto, porque eran sólo ilusiones inducidas
artificiosamente-: el «pensar ilusionista» es una
modalidad de pensamiento que sólo nos sirve para
imaginar las cosas de manera distinta de como son, o
sea, de como aparecen según las modalidades
convencionales de representación de la realidad. Dicha
modalidad de representación de la realidad le sirve al
problem solver para plantear los problemas de forma
alternativa. Inventar juegos de prestidigitación
equivale a construir realidades mentales alternativas.
Una «realidad mental alternativa» también puede
definirse como
124
PENSAR COMO UN MAGO
la simulación perfecta de una serie de acontecimientos
que conserva su apariencia pero a partir de la cual se
originan
acontecimientos diferentes de los esperados por el
observador (y por eso sorprendentes).
Las aplicaciones prácticas de esta modalidad de
pensamiento resultan útiles en situaciones que no
tienen nada que ver con el teatro.
En efecto, cuando el ilusionista inventa una manera de
simular el prodigio de la cinta cortada y recompuesta,
su problema no es: cómo restaurar una cinta cortada
por la mitad (lo que sería claramente absurdo, porque
no hay solución para un problema de esté tipo), sino
cómo hacer que parezca que haya sido cor-toda o
cómo hacer que parezca que ya no está cortada; lo que
significa: ¿Cómo conseguir que los demás den una
interpretación distinta de los hechos que yo estoy
haciendo suceder?
Para responder a esta pregunta, el ilusionista debe
conseguir pensar los hechos (o sea, la secuencia de
acontecimientos, los gestos y los objetos) de manera
diferente de como se piensa habitualmente.
El inventor del número mágico debe descubrir en la
habitual sucesión de los acontecimientos (y en el
habitual aspecto de los objetos y/o de los
comportamientos que intervienen en dicha secuencia
de acontecimientos) algunas posibilidades latentes de
interpretación que permitan la propuesta en términos
engañosos a los ojos y a la mente del observador es
decir, debe identificar significados alternativos allí
donde la
4. PENSAR COMO UN MAGO
125
costumbre lleva a descubrir siempre sólo algunos,
previsibles y obvios.
Esto se basa en la aserción de que
no existen las puras «cosas en sí mismas»: existen
siempre también los significados que les atribuimos.
Atribuir significados distintos a la misma realidad
supone descubrir nuevas aplicaciones de un objeto,
nuevas premisas para un problema, nuevas teorías para
un fenómeno físico, nuevas definiciones para una
condición que genera sufrimiento, nuevas escapatorias
para una trampa, nuevas soluciones para una crisis:
significa pues generar cambios para superar estados
insatisfactorios.
6. La solución para el problema equivocado
Como se ha apuntado, una definición de ilusionismo
sería aquella según la cual el prestidigitador induce al
espectador a buscar la solución al problema
equivocado: le hace plantear las premisas respecto a
una realidad que, desde la perspectiva del espectador,
es un problema imposible de resolver. Esta definición
es muy interesante desde el punto de vista teórico.
Inducir a los demás a resolver el problema equivocado
no es muy útil si no se es criminal, investigador,
novelista, enigmista, agente de espionaje o ilusionista;
pero, una vez más, lo que interesa al problem solver no
es el resul-
126
PENSAR COMO UN MAGO
tado final (despistar), sino lo que le precede, es decir,
la construcción del planteamiento del problema. En
la expresión «resolver el problema equivocado», el
significado del término «equivocado» es poco
correcto; sería mejor decir «alternativo»: equivocado
presupone un único «Justo», que en el tipo de
problemas a los que
se dedica el problem solver no existe.
Lo que cuenta, pues, es la capacidad de concebir
planteamientos alternativos de problemas,
independientemente de su grado de correspondencia
con la
«verdad».
Esto exige una notable dosis de inventiva porque para
plantear deliberadamente el problema de la forma
equivocada se deben superar todas las modalidades
habituales de funcionamiento que aprisionan la
representación de la realidad.
Esta operación corresponde a la representación de la
realidad del problem solver, antes que a la de su
cliente. El problem solver, en efecto, antes que los
demás, es quien debe colocarse ante lo habitual con la
mirada y la mente vírgenes, para descubrir todas las
potencialidades inexpresadas y sofocadas por la
costumbre. Sólo en una segunda fase podrá hacer que
lo habitual sea interpretado de forma alternativa por el
observador: antes debe haberlo conseguido él.
El problem solver debe pues «pensar al revés», como
se decía en el primer capítulo, es decir, debe
preguntarse: «¿Cómo ve el otro la realidad? ¿Qué debo
hacer para que el otro crea ver X mientras en realidad
está pasando Y?».
4. PENSAR COMO UN MAGO
127
Sólo situándose desde esta perspectiva el problem
solver puede hacer que lo habitual sea interpretado
por el observador de manera diferente.
Inducir a los demás a error (hacer resolver el problema
equivocado, plantear premisas para despistar) es un
efecto colateral de conseguir que éstos crean ver una
cosa mientras que en realidad están viendo otra,
radicalmente distinta pero de apariencia idéntica.
Para conseguir obtener semejante ilusión
extraordinariamente persuasiva, es necesario un
profundo conocimiento de cómo se engaña la mente
(propia y ajena): es decir, hay que conocer el
funcionamiento de todos los bias (lugares de
vulnerabilidad al error) que utilizamos para construir
la realidad, pero que son tan peligrosos como
indispensables. El máximo experto en estos bias, como
enuncia de una vez por todas Ernst von Glasersfeldt,
uno de los máximos expertos en construcción de la
realidad mental, es el ilusionista.
En la praxis de la experiencia se forman conexiones
que nos indican en cada ocasión una u otra dirección
[...]. Esa continuidad en la existencia de un objeto
individual es siempre el producto de una operación
realizada por el sujeto [...].
Nadie utiliza estas posibilidades conceptuales con
tanta habilidad como el prestidigitador. Por ejemplo
durante una exhibición invita a un espectador a darle
un anillo, lo lanza a la sala en dirección a un ayudante
y luego hace que el espectador encuentre, asombrado,
el anillo en su bolsillo. El truco consiste en dirigir las
percepciones de los es-
128
PENSAR COMO UN MAGO
pectadores de tal forma que éstos involuntariamente
construyan una identidad continua desde la primera
aparición del anillo hasta el objeto lanzado a la sala. Si
esto fuera verdad, sólo un milagro efectivamente
podría transferir aquel mismo anillo al bolsillo del
espectador. Lo mismo ocurre con la cinta de seda roja
que el prestidigitador corta en minúsculos pedazos y
luego -literalmente en un abrir y cerrar de ojos-
presenta de nuevo en su integridad original (p. 31).
Para obtener dichos prodigios, el ilusionista debe
pensar la realidad de forma distinta: ver oportunidades
distintas justamente donde nadie las ve; ver las cosas
como si fuese la primera vez, sin los
condicionamientos ni los vínculos derivados de ellos;
ver todas las posibles facetas (posibles y, por tanto,
concretas y reales, pero invisibles a las mentes
consuetudinarias); agotar todas las posibilidades de un
fenómeno sin detenerse en las más obvias o evidentes:
igual que el enigmista agota todas las posibilidades
combinatorias de los sonidos de una palabra, o sus
posibles significados, recónditos por inusuales.
Esta específica característica del «pensar ilusionista»
es la que resulta útil al problem solver: una capacidad
inventiva que va mucho más allá de la habilidad de
engañar.
Ahora podemos preguntarnos: el cliente de un
«problem solver ilusionista», ¿simplemente es
inducido a ver las cosas distintas mientras que en
realidad no han cambiado en absoluto o la
intervención incide en la realidad real, la que existe
«ahí fuera»?
La respuesta es simple:
4. PENSAR COMO UN MAGO
129
1) el cliente construye su propia representación de la
realidad sirviéndose de los mecanismos mentales de
simplificación, bias, etc.: mecanismos muy potentes,
inconscientes y automáticos. Sobre la base de esta
representación de la realidad, le propone al problem
solver una definición del problema;
2) el problem solver debe soslayar estos automatismos
mentales, evitar dejarse atrapar por ellos, para no
compartir la descripción de la realidad (y por tanto la
definición del problema) proporcionada por el cliente.
Debe eludir los mecanismos de autoengaño: dicho de
otra forma, debe engañarlos; pero como se trata de
mecanismos en el interior de su mente, en cierto
sentido debe autoengañarse;
3) puede decirse entonces que, en el acto de
representarse el problema de forma distinta de como
aparece a primera vista (es decir, de forma distinta de
como lo ha presentado el cliente), la primera
intervención del problem solver es en efecto una
manipulación, pero no se trata de una manipulación
operada sobre el cliente, sino sobre sí mismo, sobre
sus propias representaciones de la realidad;
4) obviamente no se trata de la manipulación de
las representaciones mentales destinada a reali-zar el
engaño: la intervención se limita a generar las
diferentes versiones de la realidad, que antes parecían
inexistentes;
130
PENSAR COMO UN MAGO
5) estas distintas representaciones del <<problema>>
nos permiten resolverlo.

El planteamiento del problema corresponde a hechos


reales, pero, al ser fruto de operaciones y
representaciones mentales, no es la realidad de los
hechos; una definición alternativa es tan ficticia como
la proporcionada por el cliente; dados diferentes
planteamientos, se obtendrán diferentes resultados;
algunos de ellos serán definidos como problemas (por
ejemplo los resultados que frustran las expectativas del
diente, así como la aparente ausencia de resultados),
algunos serán definidos como «soluciones del
problema», y en este último caso el problema
desaparecerá.
La solución del problema, evidentemente, se traduce
en intervenciones prácticas que modifican la realidad
concreta de los hechos, de la misma manera que ésta
es modificada por la no solución o por soluciones no
satisfactorias.
7. Premisas reales y premisas construidas
En la vida real (y por tanto en el oficio del problem
solver) no existe la posibilidad de manipular las
premisas, porque éstas son reales (las cadenas son de
verdad, no están trucadas como las de Houdini), están
planteadas por otros y normalmente éstos las plantean
como más les gusta a ellos.
4. PENSAR COMO UN MAGO
131
Este argumento se basa, a su vez, en una premisa
vinculante (de hecho una de las más vinculantes), es
decir, que existen premisas vinculantes.
En realidad, una vez modificada la premisa de que
existen premisas inmodificables, y admitido asimismo
que no existen premisas vinculantes en absoluto, la
cuestión se resuelve fácilmente: si nos parece
imposible modificar «las premisas», el objetivo será
modificar nuestra forma de mirar las premisas.
Podemos enunciar un postulado que, aunque no
satisface los criterios de la lógica formal, es
pragmáticamente útil:
la única premisa vinculante es que no existen premisas
vinculantes.
Se trata de un postulado razonable a la luz del hecho
de que no existen premisas «reales» que no sean, al
menos en parte, una construcción de quien las piensa:
a menudo el problem solver usa inconscientemente
una insidiosa premisa, es decir, que las proporcionadas
por el cliente sean «las Premisas», olvidando que»
como para cualquier otra cosa, también para las
premisas que enmarcan un problema no existe una
forma única y univoca de interpretación, sino muchas.
Al examinar si las premisas dadas son realmente
rígidas como parecen, descubriremos que también
éstas, como todas las demás cosas, están abiertas a
potencialidades de cambio. Si para el antiguo filósofo
Epicteto «no son las cosas en sí las que nos turban»
132
PENSAR COMO UN MAGO
sino las opiniones que tenemos de las cosas», podemos
decir que
no son las premisas en sí las que vinculan, sino las
opiniones que tenemos de las premisas,
o la aparente univocidad de su significado.
Por corrección histórica hay que decir que ni siquiera
las cadenas de Houdini estaban siempre trucadas: muy
a menudo eran de verdad, sólidas y macizas, y en tales
casos el ilusionista americano recurría a otros tipos de
soluciones, como herramientas previamente ocultas,
ayudantes secretos, posturas determinadas adoptadas
al encadenarse, sustitución de candados después de
romperlos, etc.; o intervenía en los parámetros
psicológicos como la percepción del tiempo, el reto al
espectador (a lo mejor cuando éste le plantaba cara, sin
darse cuenta le ayudaba a liberarse), etc.
Una vez constatado que no era posible recurrir a
cadenas trucadas -es decir, hallándose frente a
premisas aparentemente no modificables-, empezaba a
trabajar en el interior de su mente: desmenuzaba hasta
los más pequeños componentes todo el material
aparentemente vinculante que le habría... vinculado,
hasta encontrar los aspectos secretos, las impensadas
posibilidades, aprovechando las aparentes dificultades,
dándole la vuelta a los puntos débiles convirtiéndolos
en otros tantos puntos de fuerza.
Houdini no se conformaba con constatar que las
premisas eran imperativas: simplemente, por principio
no aceptaba que algo fuese imperativo, y volvía a
examinar los presupuestos implícitos que hacían
aparentemente imperativa una situación determinada.
4. PENSAR COMO UN MAGO
133
Ausencia de remedio
Al principio de este libro hemos admitido que hay
problemas cuya solución es humanamente imposible:
¿Qué decir de estos problemas, que resultan
imposibles incluso después de haber sido valorados
con la máxima libertad de los vínculos y la máxima
disponibilidad a proporcionar alternativas a las
sugeridas por el pensamiento convencional?
También en este caso, antes de rendirnos conviene
valorar si por casualidad no hay alguna posibilidad de
intervención in extremis, ampliando la perspectiva y
resistiéndonos a caer en el marco predispuesto por las
premisas.
De hecho todavía nos queda alguna maniobra de
reserva: si se tropieza con obstáculos que tienen
inequívocamente un significado unívoco, y si no es
posible modificar de ningún modo el planteamiento, se
tratará de ver respecto a qué intento de superación son
unívocos, es decir, se tratará de renegociar el objetivo
planteado anteriormente. A veces, en efecto, lo que
hace imposible la solución de un problema es el
resultado que se desea alcanzar:
Vencer una infección con uno o más fármacos puede
ser materialmente imposible (por razones biológicas,
químicas u otras): en este caso, lo que induce a error y
hace imposible la solución del problema es el objetivo,
identifica-do con «eliminación del microorganismo
que causa la infección». Dicho objetivo procede de la
premisa implícita de que hay salud si ha habido
curación (de la infección): es
134
PENSAR COMO UN MAGO
una premisa que induce a error en los casos en que el
microorganismo resiste a la intervención terapéutica.
Se debe pues replantear el objetivo: la salud no es
necesariamente el estado consiguiente a la curación de
la infección; también puede ser el estado que precede a
la infección.
Esto significa invertir completamente el enfoque
habitual de curación de las enfermedades infecciosas:
así pues, se intentará combatir la enfermedad antes de
que aparezca, para hacer imposible la instalación del
microorganismo en el organismo de recepción. Se trata
de la vacuna, un procedimiento hoy habitual pero que
cuando nació se enfrentaba a todos los modelos
precedentes de pensamiento de la medicina occidental.
La solución consistirá no en vencer la enfermedad con
el enésimo fármaco sintetizado, intentando oponerse a
la multiplicación del agente infeccioso, sino con una
sustancia que actúa obteniendo un tipo de victoria
sobre el agente infeccioso completamente distinta de la
tradicional.
En esta forma distinta de plantear el problema
podemos ver la aplicación de un principio ilusionista
conocido como «un paso adelante»: al concebir un
engaño eficaz, el inventor tiene en cuenta el parámetro
temporal, uno de los parámetros más poderosos en la
construcción mental de la realidad; el engañador se
preocupará de efectuar la maniobra oculta antes de que
dé comienzo la secuencia de acontecimientos que la
mente del espectador reconoce como dotada de un
sentido.
Hay otros muchos ejemplos de modificación
estratégica del objetivo como medio para plantear
diversamente los problemas.
4. PENSAR COMO UN MAGO
135
En la guerra (otro sector en el que están en juego la
vida y la muerte de las personas), si es imposible
derrotar a un enemigo más fuerte, siempre se puede
cambiar la interpretación de nuestro concepto de
victoria, operación que abre varias posibilidades:
• aceptar momentáneamente la derrota y a
continuación sembrar el terror en el ocupante con
atentados y sabotajes (obteniendo una victoria
psicológica en lugar de física, útil para conseguir una
victoria concreta en una segunda fase);
• someterse al adversario en lugar de combatirlo, para
luego desautorizar su poder desde dentro (en la
antigüedad se decía que Grecia, pese a haber sido
conquistada por los romanos, en realidad había
conquistado al conquistador, introduciendo en su
cultura sus propias tradiciones y estilos de vida);
• obligar al adversario a «vencer demasiado»,
permitiéndole penetrar en profundidad en nuestro
territorio para alejarle de su propia base de partida y
cortarle la posibilidad de retirada (estrategia empleada
en la guerra de Vietnam contra el ejército americano).
Se tratará pues de:
1) cambiar de táctica en favor de una estrategia
ganadora (perder la batalla para ganar la guerra);
136
PENSAR COMO UN MAGO
2) cambiar de estrategia en favor de una política
ganadora (perder la guerra para aprovecharse
del dominio enemigo);
3) cambiar de política para obtener ventajas de otra
naturaleza (perder la supremacía económica para hacer
al enemigo demasiado poderoso y por tanto propicio a
atravesar una crisis moral y de costumbres que lo
llevará a la ruina).
Se dice que Stalin sabía perfectamente que el pacto de
no agresión firmado con Hitler era una descarada
mentira del dictador alemán, y que había dejado
concentrarse a las tropas alemanas deliberadamente
(simulando creer en la ficción alemana de que sólo se
trataba de ejercicios de prácticas) porque pretendía
entrar en guerra contando con que la apertura de un
nuevo frente por parte de los alemanes invertiría la
suerte del conflicto, permitiendo a Rusia sentarse en la
mesa de los vencedores.
Se dice que, por las mismas razones, Franklin D.
Roose-velt había sabido con antelación que Japón
atacaría «por sorpresa» a la flota estadounidense
fondeada en el Pacífico, pero había permitido que se
produjese el ataque.
Un último ejemplo, procedente del mundo de la
medicina.
Erikson recibió a una paciente que había decidido
quitarse la vida: aparentemente tenía todos los
motivos, porque no le quedaba ninguna razón para
vivir.
Erikson, en lugar de confutar su tesis, aceptó la idea y
solicitó a la paciente que estableciese una fecha para el
sui-
4. PENSAR COMO UN MAGO
137
cidio, no sin antes decirle que, ya que se disponía a
poner fin a su existencia, mientras tanto le convenía
darse buena vida gastándose todos sus ahorros y
haciéndolo todo como si le quedase, justamente, poco
tiempo de vida. Establecieron de común acuerdo que
el suicidio se realizaría al cabo de un mes. La paciente,
satisfecha, salió de la consulta, fue al banco, retiró
todos sus ahorros y procedió a realizar lo acordado con
el terapeuta. Al hacerlo, descubrió que todavía había
válidos motivos para permanecer en esta vida, y todos
los propósitos de suicidio quedaron anulados.
El ejemplo muestra sin necesidad de más comentarios
que la reorganización de las premisas puede ser tan
Ubre y elástica que incluso es posible volver a
cuestionar los objetivos (la estrategia), identificando
eventualmente un sobreobjetivo al que adecuar
nuestras planificaciones estratégicas, de lo contrario
carentes de posibilidades de éxito.
9. Superar la sensación de inferioridad respecto a la
«realidad»
También los acontecimientos naturales, los
acontecimientos «reales», sólo son conocidos por
nosotros desde una peculiar perspectiva, que implica
siempre una reconstrucción o construcción de la
realidad que fluye ante nosotros: también ésta es una
ficción, en el sentido etimológico del término (fingir =
construir, plasmar).
138
PENSAR COMO UN MAGO
En efecto, aunque los fenómenos naturales se
produzcan
con relevante regularidad (formalizable con el
lenguaje matemático bajo lo que llamamos «leyes
físicas»), nosotros los vemos de manera simplificada y
limitada a nuestra neurobiología, por lo que es
probable, por un sistema de filtro general, que veamos
más regularidades de las existentes, descubriéndolas
también donde no las hay.
Además la comprensión de los fenómenos naturales
cambia a lo largo de la historia: hoy, cuando un objeto
se cae al suelo, atribuimos la caída a la fuerza de
gravitación universal, pero antes de su descubrimiento
se atribuía a propiedades muy distintas de los entes
físicos; y sin embargo, examinada atentamente,
también la noción de gravitación universal puede
interpretarse de forma distinta a la luz de la teoría de la
relatividad, por ejemplo considerando la teoría
newtoniana como un caso particular de la relatividad.
Así pues, incluso los acontecimientos naturales en los
que no intervienen comportamientos realizados por
personas o por agentes cognitivos son vistos por
nosotros como apariencias de acontecimientos: no
conocemos su verdadera y profunda realidad última,
nunca vemos «los acontecimientos» en sí mismos, en
estado puro, sino sólo lo que nuestra neurobiología nos
permite saber.
Una mosca ve los movimientos en una escala temporal
muy distinta de la nuestra, por lo que nuestro
movimiento veloz es visto por el insecto como
sumamente lento; tanto es así que le permite
reaccionar con presteza a nuestras agresiones: pero
¿cuál es la escala temporal «verdadera», la de la mosca
o la nuestra? Si nos parece obvio que sea
4. PENSAR COMO UN MAGO
139
la nuestra, basta intentar atrapar una mosca con la
mano para descubrir que su percepción del tiempo es
mucho
más eficaz, y por tanto más verdadera que la nuestra.
Todo ello nos autoriza a tomar distancias de esta
«realidad construida» por la mente sin demasiados
complejos de inferioridad respecto a la «verdadera
realidad existente ahí fuera» o respecto a la
racionalidad como único modo de conocerla: se trata
siempre y sólo de representaciones de la realidad, y
por tanto en cierto sentido de apariencias y
construcciones. La función del problem solver es por
tanto encontrar las representaciones de la realidad, en
su mente y en la de sus clientes, que sean más
adecuadas a los objetivos establecidos.
5. Escuela de magia
Gramática de la ilusión
Había que ser Newton para darse cuenta de que la
Luna cae hacia la Tierra, cuando todo el mundo ve
muy bien que no lo
hace.
Paul Valéry
Al inventar la ilusión de que la estatua de la libertad
desaparezca en la nada, sabemos perfectamente que no
desaparecerá. Pero en cuanto problem solver no nos
interesa la desaparición real del monumento» sino la
pregunta:
¿de cuántas formas puedo imaginar la desaparición de
la
estatua?
Dicha pregunta presupone otra:
¿de cuántas maneras distintas puedo imaginar la propia
estatua?
Para responder, hay que mirar la estatua con otros
ojos.
Por ejemplo la estatua puede pensarse como un «ente
físico situado en una porción de espacio respecto al
obser-
140
5. ESCUELA DE MAGIA
141
vador». Esto abre la vía a la hipótesis de intervenir en
la representación mental de la estatua en el observador
ya no desplazando la estatua, sino desplazando al
observador.
El ilusionismo como metáfora de los procesos
mentales útiles para el problem solver no sirve pues
para aprender a simular hacer las cosas, sino más bien
para aprender a verlas o a pensarlas de forma distinta
de como nos las hacen ver y pensar el sentido común y
los automatismos mentales.
1. Bases elementales del pensamiento ilusionista
Las aplicaciones prácticas son importantes: si toda la
realidad es, al menos en parte, construida, o sea, en
cierto modo ficticia, también los problemas
«concretos» —en cuanto problemas existentes sólo en
relación con una mente humana que los concibe como
tales— son al menos, en parte, ficticios o construidos,
no tan «reales» como aparecen. Al cambiar la forma
de representar un problema, también las situaciones
aparentemente cristalizadas en una concreción
inmutable pueden adquirir significados distintos,
impensados. Al modificar las premisas de un problema
«concreto», también cambia el significado de los
elementos en juego, y el significado de sus
interrelacio-nes, lo que lleva a cambiar también las
repercusiones prácticas y concretas.
142
PENSAR COMO UN MAGO
De hecho no existen repercusiones prácticas que
no sean el resultado de representaciones o
construcciones mentales.
Comprender cómo piensa el prestidigitador significa
pues cómo encauzar persuasivamente (es decir, sin
activas resistencias, o sea, aprovechando las
propiedades de la mente humana, los «engañadores
internos») la mente (propia y ajena) por recorridos
alternativos, es decir, distintos de la apariencia de las
cosas.
Para inventar el escenario alternativo (el que será
observado desde el punto de vista del público), debo
concebir simultáneamente el desarrollo de los hechos
que observaré desde mi punto de vista; al inventar
estas dos realidades, invento un significado «distinto»
que será atribuido a un acontecimiento que estaba
aparentemente vinculado a una sola interpretación.
Como este escenario alternativo está dotado de una
apariencia indistinguible del escenario habitual (la
diferencia sólo reside en el significado, en la
interpretación), me encuentro en la condición potencial
de realizar un engaño aprovechando el perfecto
parecido de los dos escenarios. En cuanto problem
solver, sin embargo, no me interesa el engaño en sí,
sino el hecho de tener a disposición interpretaciones
nuevas y alternativas para la misma apariencia
fenoménica, leer la realidad con un significado nuevo.
Comprender cómo piensa el prestidigitador nos sitúa
en condiciones de saber deconstruir las mismas
premisas cuando nos engañamos a nosotros mismos.
5. ESCUELA DE MAGIA
143
Quien sabe construir recorridos desviantes sabe cómo
funciona el desviar, y por tanto puede captar el
momento
en que se produce: sabe moverse con mucha más
libertad en el laberinto de los vínculos y de los lugares
de vulnerabilidad de la propia mente, que paralizan la
inventiva; cuando hay parálisis de inventiva, las tareas
se perciben como problemas más o menos difíciles.
En este sentido problem solving e inventiva (o
«creatividad») coinciden: un problema empieza a
existir cuando no se ha encontrado (es decir,
inventado) su solución; simétricamente, se obtiene una
solución inventiva cuando se resuelve un problema
aparentemente imposible.
Éste es el proceso que lleva a los descubrimientos
científicos (invenciones de nuevos paradigmas) y a las
creaciones artísticas (invenciones de nuevas
modalidades expresivas).
Dicho de otra forma, quien sabe crear trucos también
sabe descubrirlos. Definamos ahora el ilusionis-mo
como el arte de mostrar (y por tanto imaginar) las
cosas de forma distinta de como son: la misma tarea
del innovador, del enigmista, del detective, etc.
Construir escenarios de cómo las cosas podrían ser
distintas es una definición de inventiva.
Ha llegado el momento de proponer la primera
enseñanza de «pensamiento ilusionista». Definamos el
efecto ilusionista como la simulación (con métodos
invisibles) de la vulneración de una o más leyes de la
naturaleza. Otra definición interesante es:
un cambio aparentemente imposible.
144
PENSAR COMO UN MAGO
Los números ilusionistas pueden clasificarse en
categorías, relacionadas con el imaginario poder de los
magos en la materia. Algunas de ellas son:
1) desaparición,
2) aparición,
3) transformación,
4) restauración,
5) fenómenos extrasensoriales.
Obviamente todos estos efectos se obtienen gracias a
artificios, que deben ser difíciles (tendencial-mente
«imposibles») de descubrir.
2. Desaparición
Para desmontar el mecanismo de la invención de un
número de ilusionismo, hay que partir de la primera
pregunta que se plantea el mago: por ejemplo, ¿cómo
consigo hacer «desaparecer» algo (supongamos un
elefante), o sea, simular su desaparición de forma
perfectamente ilusiva?
La respuesta obvia es: «basta encontrar una forma de
desplazar al elefante sustrayéndolo a escondidas de la
mirada de los espectadores»; pero, naturalmente, no se
trata de la respuesta correcta. En primer lugar, el
ilusionista no se plantea la cuestión en términos de
ingeniería («¿cuál es la forma más adecuada de
transportar a un elefante a escondidas?»): su objetivo
es
5. ESCUELA DE MAGIA
145
encontrar la manera de inducir al espectador a creer
que el paquidermo ha desaparecido aunque no es así.
Ello requiere un nuevo examen y un planteamiento
alternativo de la secuencia
presencia de un animal —> su ausencia inexplicable y
súbita,
o sea
l->0.
Dicha secuencia debe descomponerse en sus
elementos fragmentarios. En nuestro discurso interesa
describir analíticamente el recorrido llevado a cabo por
el ilusionista antes de llegar a concebir el método
adecuado.
Para responder a la pregunta «¿cómo simular la
desaparición del elefante de forma perfectamente
ilusiva?», el mago considerará los siguientes hechos:
* para que algo desaparezca debe haber algo;
• ese «algo» debe poseer algunas propiedades que
induzcan al observador a identificarlo de cierto modo
(como un elefante, en nuestro caso);
• la primera de dichas propiedades es generalmente la
visibilidad;
* la visibilidad es una característica que puede
descomponerse a su vez en:
a. estar presente en un lugar x,
b. estar presente en el lugar x en un momento y,
146
PENSAR COMO UN MAGO
c. x e y son tales que permiten la observación por parte
de personas.
£1 análisis de la secuencia de acontecimientos así
desarrollada pone a disposición del ilusionista
numerosos parámetros, en los que es posible
intervenir.
Ahora el mago puede actuar:
• sobre el tiempo;
* sobre la integridad del objeto físico;
* sobre su configuración física, y
• sobre la relatividad espacial del observador y del
observado.
Considerando sólo el último parámetro, está claro que
el hecho de que el elefante «esté allí» significa que hay
alguien allí que lo observa: sólo desaparece respecto a
un observador; lo mismo puede decirse de cualquier
otro cambio obtenido por el prestidigitador el cambio
existe siempre respecto a un punto de observación
externo. Lo mismo ocurre con los cambios que trata el
problem solver, que trabaja con y sobre la mente
humana.
El ilusionista dispone pues de diferentes posibilidades:
1) actuando sobre el parámetro temporal, puede buscar
la manera de hacer creer que el animal ya ha
desaparecido (mientras sigue allí):
este desplazamiento de perspectiva permite plantear el
problema de forma distinta; la pregunta ahora es
«¿cómo
5. ESCUELA DE MAGIA
147
hacer creer que ya ha desaparecido cuando todavía no
lo ha hecho?» (la respuesta podría ser, por ejemplo,
recurrir
al uso de espejos);
o bien, actuando también sobre el parámetro temporal,
puede hacer creer que el animal sigue allí (cuando en
realidad ya se ha ido):
otro desplazamiento de perspectiva, un planteamiento
nuevamente distinto del problema: la pregunta es
«¿cómo hacer creer que está allí cuando ya se ha ido?»
(la respuesta podría ser el uso de sombras que sugieran
la persistencia del animal mostrando su silueta a través
de una cortina);
2) actuando sobre la noción de elefante (el «algo»)
puede hacer creer que se trata de un elefante cuando
era sólo una parte de él, o un simulacro;
la pregunta es: «¿cómo hacer creer que se trata de un
elefante, si no lo es?» (la respuesta, hoy, es mucho más
fácil que en tiempos de Houdini);
3) actuando sobre la noción de observadores de los
acontecimientos puede desplazar a los observadores en
lugar de desplazar al elefante.
La solución no parece improbable: según muchos
autores, este método ha sido utilizado por algunos
ilusionistas en los últimos años para hacer desaparecer
objetos mucho más grandes que un elefante, ¡como
aviones o vagones de tren! El principio está ilustrado
en las viñetas de la página 149.
148
PENSAR COMO UN MAGO
Vale la pena observar que el mismo desplazamiento de
perspectiva está en la base del primer cambio
importante de paradigma científico de la historia, es
decir, el abandono, con Copérnico, de la teoría
geocéntrica por la heliocéntrica: así como no es el
elefante el que se aleja a escondidas de nosotros sino
que somos nosotros los que nos alejamos a escondidas
de él, no es el sol el que se aleja periódicamente de
nosotros, ¡sino que somos nosotros los que
periódicamente nos sustraemos a su vista!
El ilusionista, por tanto, debe situarse en otra
perspectiva y pensar en la noción de «desaparecen>>
de forma inusual: puede hacerlo si modifica los
planteamientos del pensamiento común respecto al
acontecimiento «desaparecer». En esta búsqueda de
lecturas alternativas del acontecimiento «desaparecer»,
o sea, al recomponer las representaciones mentales del
desaparecer, el ilusionista reconsidera los aspectos que
constituyen la secuencia común de los acontecimientos
percibidos por un observador como «desaparición».
Considerando la construcción práctica del número, si
nuestro artista quiere realizar la ilusión de esta forma:
entra en el escenario el paquidermo —> es
parcialmente ocultado por un bastidor
semitransparente —> desaparece de repente dejando
vacío el bastidor —> se retira el bastidor confirmando
la ausencia del animal,
descompondrá estos acontecimientos en fases
elementales o componentes fragmentarios, cada uno de
3. ESCUELA DE MAGIA
149
150
PENSAR COMO UN MAGO
los cuales es susceptible de ulteriores
descomposiciones. Por ejemplo la primera parte»
el paquidermo entra en el escenario»
podrá leerse también de las siguientes maneras:
no es el paquidermo el que entra en el escenario, sino
su simulacro,
no es el escenario, sino algo que se le parece (una
escotilla, un espejo),
no entra, sino que sólo parece que entra, no entra en
sentido estricto, sino que se encuentra sobre una cinta
transportadora.
Observemos que en contextos no ilusionistas, al
intervenir sobre las mismas coordenadas mentales (los
«parámetros» vistos más arriba), se han generado
soluciones y visiones innovadoras:
• actuando sobre el parámetro temporal en el sentido
de «construir la persistencia ilusoria de algo que ya no
está» se han inventado los sistemas antirrobo que
simulan la presencia de personas en las casas
deshabitadas;
• actuando sobre el parámetro temporal en el sentido
de «jugar por adelantado» se han inventado
transacciones económicas como la adquisición de un
servicio pagando al proveedor cuando todavía no se
dispone de dicho servicio (por ejemplo el abono de los
medios de transporte);
• actuando sobre la noción de «la parte por el todo» se
han construido los agentes que constituyen las vacu-
5. ESCUELA DE MAGIA
151
nas (el sistema inmunitario agrede a un «fantasma»,
constituido por una parte de la bacteria o del virus, a
fin de estar preparado para eliminar a la verdadera
bacteria o virus cuando se presente);
• actuando sobre la noción de «configuración espacial
o física» de los objetos se han concebido simuladores
de vuelo y todo el sector de aplicación de la «realidad
virtual» en los contextos de adiestramiento (militares,
quirúrgicos, etc.);
• actuando sobre la noción de «relatividad del
observador», Einstein intuyó las ideas que le llevaron a
la teoría de la relatividad. Un efecto similar se
utilizaba antiguamente en el cine con el efecto llamado
«transparente», cuando se quería estimular el
movimiento de un medio de transporte, por ejemplo un
automóvil en cuyo interior dialogaban los actores: para
facilitar las tomas, no se movía el coche, sino el telón
de fondo (en realidad se movían las imágenes sobre él,
gracias a una proyección); el procedimiento se basa en
el principio de la relatividad del movimiento, o de la
relatividad del observador (con perdón de Einstein).
3. Aparición
Imaginemos ahora tener que llevar a escena la
aparición de algo de la nada: un conejo de un
sombrero que se muestra vacío, doblones de oro de las
manos desnudas, una chica de una transparente lámina
de cristal, o el susodicho elefante. El efecto debe ser
simulado de manera perfectamente persuasiva.
La empresa no es fácil» pero los ilusionistas la
resuelven con éxito desde hace milenios, utilizando al-
152
PENSAR COMO UN MAGO
gunos principios básicos. Al colocarse frente al
problema de simular una aparición, el ilusionista
considera una secuencia de acontecimientos, que
podríamos describir como
0-> 1
o bien
ausencia —> presencia
o también
espacio vado —> espacio ocupado.
Dicha secuencia es luego examinada sin dar por
descontado nada de lo que habitualmente se considera
obvio o implícito. El ilusionista criba todo lo que
normalmente es asumido acríticamente para sacar a la
luz los aspectos más escondidos y para atribuirles
significados diferentes de los habituales. En el caso de
la «aparición», la observación más inmediata es que el
objeto deberá aparecer en un determinado lugar,
previamente mostrado vacío.
La fórmula
espacio vacío —> espacio ocupado
expresa lo que aparece ante la mirada del observador.
Examinándola cuidadosamente, el ilusionista descubre
algunos valores a primera vista invisibles:
5. ESCUELA DE MAGIA
153
• el espacio puede parecer vacío pero no estarlo;
• el espacio puede parecer ocupado pero no estarlo;
• el objeto puede parecer un objeto pero ser otro;
• la aparición puede proceder del desplazamiento
invisible del objeto de un lugar a otro;
• el intervalo de tiempo entre la exhibición del vacío y
del lleno puede ser interpretado de formas diferentes.
Al examinar la noción de transporte del objeto de un
lugar (donde se había mantenido oculto) al lugar final,
de forma invisible, tal como hemos visto a propósito
de la desaparición del elefante, se podría pensar en no
desplazar al objeto, sino al observador.
Otra forma de simular la aparición del objeto consiste
en ensamblarlo a la vista del público, pero de tal
manera que el objeto no sea identificable hasta el
último momento: de este modo quien observa la
escena no se da cuenta de lo que está ocurriendo.
Para llegar a imaginar este método hay que renunciar a
la idea de que lo que se «materializa» sea desde el
principio lo que parece ser: en realidad lo va siendo
poco a poco.
Es evidente que no se puede ensamblar una chica; esto
plantea un ulterior problema a quien quiera utilizar
este principio para hacer aparecer a su colaboradora o
a otros seres humanos. Sin embargo, se puede
ensamblar un simulacro, y reemplazarlo en un segundo
momento por la chica en carne y hueso.
154
PENSAR COMO UN MAGO
Dicha operación sólo puede concebirse si se abandona
la
idea de que lo que ocurre en el instante X sea
verdaderamente lo que ocurre, y no algo que sucederá
en un instante distinto de X.
En efecto, también se puede hacer aparecer algo que
parece ser aquel objeto pero no lo es: por ejemplo un
conejo ficticio.
Un método más ingenioso que los precedentes consiste
en revelar la presencia del objeto, que siempre ha
permanecido en su sitio pero estaba escondido a la
vista por algún impedimento que se quita en el último
instante (pantallas, espejos). El primero en inventar
este procedimiento debió de reflexionar sobre el hecho
de que a veces el observador no nota algo
(mimetizado) porque todavía no sabe qué es lo que va
a ocurrir, y por tanto no sabe qué buscar: una intuición
muy interesante que atañe a muchos aspectos de la
psicología de la investigación.
Hay métodos más astutos. En primer lugar, se puede
simular que aquel objeto ha aparecido cuando en
realidad ha aparecido uno similar, pero desplegable, o
no tridimensional, o no vivo, etc., o sólo una parte de
él. Quien inventa estos procedimientos es capaz de no
dejarse llevar a engaño por el fenómeno de «la parte
por el todo», que actúa constantemente como atajo
cognitivo en nuestra mente.
O bien se puede fingir que el objeto está allí presente
cuando en realidad está situado en otra parte y lo que
se ve no es más que una especie de espejismo,
5. ESCUELA DE MAGIA
155
una ilusión de presencia, obtenida con la sombra,
una silueta, un reflejo, una proyección.
4. Transformación
La inexplicable transformación de algo en otra cosa
generalmente se obtiene mediante una sustitución; ésta
recurre al uso simultáneo y concertado de los
procedimientos utilizados para la desaparición y para
la aparición.
Otro modus operandi consiste en simular la presencia
de un objeto inicial que en cambio es ya el final;
también se puede invertir la secuencia, mostrando el
objeto inicial y fingiendo que se ha transformado en el
final.
5. Restauración
Significa que un objeto aparentemente roto recupera
milagrosamente su integridad. Los métodos
principales para obtener esta ilusión
son:
• fingir que el objeto mostrado al final está íntegro;
• fingir romperlo;
• arreglarlo a escondidas;
• reemplazarlo.
156
PENSAR COMO UN MAGO
6. Fenómenos extrasensoriales
Predicción del futuro, lectura y transmisión del
pensamiento, influencia del pensamiento sobre los
objetos físicos son fenómenos «mágicos» que en la
jerga ilusionista forman parte del llamado «menta-
lismo».
Muchos de estos fenómenos «imposibles» se obtienen
recurriendo al principio: el ilusionista sabe de
antemano lo que va a pasar, porque es él quien lo
determina a espaldas de los demás; el acontecimiento
parecerá absolutamente casual, o fruto del libre albe-
drío de los espectadores llamados a elegir una carta de
la baraja. En realidad la elección del espectador no es
en absoluto libre como parece: la ilusión está en la
libertad de elección. Dicha ilusión se obtiene con
diversos procedimientos, más o menos ingeniosos, que
se conocen como «forzamientos». Se pueden forzar
naipes, pero también cualquier otro objeto: números, la
página de un libro, nombres pensados al azar, números
en la ruleta o en el lanzamiento de dados, notas en una
partitura musical, etc.: el único límite es la fantasía del
ilusionista.
Una manera de forzar una carta ya ha sido descrita en
pá-ginas anteriores.
Se puede forzar con el lanzamiento de los dados: hay
dados que presentan una cara más pesada y que por
tanto tienden a facilitar la salida de cierto número;
utilizando barniz «pesado» para dibujar los puntos se
pueden trucar de la misma manera los dados
transparentes.
5. ESCUELA DE MAGIA
157
El forzamiento es un fenómeno extremadamente
interesante porque en algunos casos se trata de ilusio-
nismo puramente psicológico: lo que significa que
aplicando los mismos principios pueden obtenerse los
mismos efectos en todas las situaciones de la vida,
fuera del escenario. Si pensamos que muchísimos
problemas se derivan de la divergencia de opiniones,
se comprende que el conocimiento de los procesos
ilusionistas de condicionamiento subliminal de las
elecciones sean fundamentales en todo el trabajo del
problem solver. Los procesos de condicionamiento
pueden tomar varios nombres: persuasión, propaganda,
control mental, seducción, hipnosis, pero muchos de
ellos se basan en una estructura exquisitamente
ilusionista y son analizables en términos de
forzamiento.
Se dice que Kissinger presentaba a Nixon varias
posibilidades de elección, procurando sin embargo que
una fuese claramente absurda, otra parcialmente
aceptable y la tercera (que era la preferida por el
propio Kissinger) más sensata. De esta forma el astuto
secretario de Estado manipulaba al presidente
proporcionándole la ilusión de ser el artífice de las
decisiones.
Milton Erickson utilizaba a menudo este principio
«concediendo» a sus pacientes la posibilidad de «saber
si estaban en trance o no», de «entrar en trance sólo
tras algunos minutos o enseguida», o de «elegir si
entrar en trance profundo sólo tras haber estado en
trance ligero o directamente».
Las aplicaciones prácticas pueden observarse en
contextos como la propaganda electoral, la guerra, la
política, las audiencias de los tribunales, los interro-
158
PENSAR COMO UN MAGO
gatorios, la gestión del personal, la publicidad, la
gestión de los conflictos familiares y de pareja, la
gestión de crisis diplomáticas, la mediación en general.
Antes de seguir adelante, conviene advertir que
algunas de las estratagemas que describiremos en las
próximas páginas podrán parecer banales, incluso
obvias, hasta parecer imposible que su solución haya
constituido para alguien un problema difícil. Es un
fenómeno conocido por los prestidigitadores y ya
observado por Séneca: casi siempre la decepción se
debe al hecho de que nosotros no hemos conseguido
descubrir el truco. El truco es, efectivamente, banal.
En el truco constatamos la vulnerabilidad de nuestra
mente al autoengaño, fuente de problemas, zozobras y
sufrimientos incluso muy graves: y esta constatación
no nos gusta. En la desproporción entre la simplicidad
de la solución y la complejidad de nuestras
construcciones, que la aprisionaban con premisas
vinculantes causadas por las falacias de la mente,
reside la belleza del pensamiento ilusionista y la causa
del desconcierto que invade a quien se acerca a él.
6. Especialistas de lo imposible
De la teoría a la práctica
Pueden porque creen que pueden.
Virgilio
Examinar acontecimientos normales en marcos
engañosos (es decir, provistos de un error oculto) lleva
a resultados aparentemente imposibles, porque
modifica el significado atribuido por los espectadores
a los acontecimientos -¡reales!— a los que asisten.
Es posible aplicar dicho principio en contextos
distintos del arte teatral del ilusionismo, en los que
intervienen acontecimientos y objetos reales y
concretos; éstos pueden enmarcarse en contextos que
hacen que se perciban como problemas sin solución.
En estos casos, adoptando un procedimiento
ilusionista, es posible dejar sin modificar las «cosas en
sí mismas» y plantear premisas diferentes: éstas
determinan que las «cosas en sí mismas» actúen en un
nuevo marco conceptual, debido a la atribución de
significados diferentes a los elementos y/o a las
relaciones que los unen. A menudo se llega así a la
solución del problema. A posteriori resulta evidente
que antes de
¡59
160
PENSAR COMO UN MAGO
la intervención era realmente imposible obtener el
cambio, porque dadas aquellas premisas se
desprendían necesariamente sólo algunas
consecuencias:
únicamente haber modificado las premisas ha hecho
posible la solución.
En estos casos no se ha producido ningún cambio en
las cosas concretas, sino sólo en su interpretación por
parte de los seres humanos. Parafraseando a los
antiguos, podríamos decir que
los obstáculos no son las cosas en sí, sino las
interpretaciones que les damos.
Para el problem solver, por tanto, es indispensable
saber atribuir significados distintos de los que se
desprenden de un examen de la situación conducido
se-gún una lógica convencional Es necesario ver las
cosas distintas de cómo aparecen mientras se
permanece vinculado a aquellas premisas y a todas las
demás premisas inherentes a la definición del
problema, tanto las explícitas en la definición del
problema como las implícitas.
En este capítulo veremos algunas aplicaciones del
principio ilusionista a situaciones concretas y a veces
críticas, que poco o nada tienen que ver con el ilusio-
nismo. Estas situaciones, todavía bastante alejadas de
las que suele tratar el problem solver, constituyen un
nexo necesario para llegar a las aplicaciones del
problem solving propiamente dicho, tema que será
tratado en el último capitula
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
161
1. Atravesar paredes
El arte ilusionista exige burlar la vigilancia del
espectador, atento a sorprender maniobras sospechosas
y no dejarse engañar.
En un ramo especializado del ilusionismo, el artista no
sólo debe sustraerse a las trampas de la crítica y de la
racionalidad del espectador, sino también a trampas
mecánicas sólidas y concretas: aparatos construidos
para impedir la libertad de los seres humanos.
En esta forma de espectáculo el artista es sujetado a
medios de contención de distinta naturaleza, y en
general debe liberarse antes de que suceda algo
irreparable: por ejemplo, es encadenado y colgado
sobre un precipicio mediante una cuerda a la que se
prende fuego, por lo que tendrá que soltarse antes de
que la cuerda se rompa; o es encerrado en un baúl que
se sumerge en las aguas de un río y debe liberarse
antes de ahogarse; o también, puede estar metido en un
tonel claveteado que es arrojado a un río poco antes de
una cascada. El más grande especialista en este arte,
llamado «escapismo», es también el mago más famoso
de todos los tiempos: Harry Houdini. El escapismo
sugiere cierta afinidad entre ilusionismo y mundo del
crimen.
Las evasiones aparentemente imposibles de Houdini y
de sus epígonos se obtienen recurriendo a argucias de
distinta naturaleza: llaves, ganzúas y otros utensilios
escondidos en el cuerpo, medios de contención
trucados, además de la fuerza fisica y la destreza
contorsionista. Algunas argucias merecen núes-
162
PENSAR COMO UN MAGO
tra atención porque también se utilizan en contextos
ajenos al mundo del espectáculo.
1
Es posible construir una ganzúa improvisada
introduciendo (con un poco de fuerza y mucha
paciencia) estuco o un material análogo dentro de la
cerradura (por ejemplo de un candado) hasta llenar
todos los intersticios del mecanismo interno. Luego,
con la llama de un mechero, se solidifica el material
introducido en el interior del candado. Al solidificarse,
la pasta se expande ejerciendo presión contra los
pequeños pistones del interior del candado, actuando
como una «llave interna», o una «llave sin llave».
En este caso se ha subvertido la premisa implícita llave
= objeto exterior al candado.
No es necesario que sea así: lo importante no es la
introducción de un instrumento que se adapte
perfectamente al dispositivo interno de la cerradura,
sino el hecho de que dicho dispositivo sea accionado.
En este caso no se utiliza la forma del objeto (mejor
dicho, no se utiliza ningún objeto en el sentido de
manufacturado), sino la fuerza (de presión) ejercida
sobre el mecanismo.
Otra premisa implícita subvertida es:
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
163
para accionar un mecanismo sólido y rígido (como el
de un candado) es necesario un cuerpo igualmente
sólido y rígido (como en efecto es la llave).
Se trata de un automatismo fuertemente impreso en
nuestra mente, y que se forma en las fases iniciales de
la existencia, a medida que realizamos la experiencia
del roce, de la resistencia y de la impenetrabilidad de
los cuerpos. Dicha intuición natural está en la base de
la concepción «mecánica» de la guerra, típica del siglo
XIX, según la cual el conflicto armado se resuelve
necesariamente con la victoria de la parte dotada de la
capacidad de ejercer mayor presión física sobre el
adversaria Como enseñan los chinos, en cambio, «el
agua vence a todo» porque al adaptarse al contenedor
lo puede modificar desde dentro, lo que significa que a
veces lo vacío puede triunfar sobre lo lleno, lo débil
sobre lo fuerte, lo blando sobre lo rígido, lo líquido
sobre lo sólido, etc.
El principio de la expansión dentro de un cuerpo hueco
es utilizado en la pesca del tiburón entre algunas
poblaciones polinesias: se introduce una gran espina
de cetáceo, flexible y doblada en ángulo, dentro de un
cebo de grasa: el tiburón devora el cebo, la grasa se
disuelve, la espina se endereza y el animal tiene las
horas contadas.
La modificación de las premisas que hace posible
concebir esta ingeniosa solución se debe a una lectura
no convencional del enunciado «acciones sobre un
mecanismo físico» (el principio ilusionista es el de la
ambigüedad de los estímulos).
164
PENSAR COMO UN MAGO
2
Es fácil abrir un par de esposas si se dispone de la
llave: pero ¿a quién se le ocurriría recurrir a un método
tan estúpido e ir por el mundo con una llave de esposas
en el bolsillo, por si se presenta la ocasión de usarla?
A nadie: hasta los niños saben que cada cerradura tiene
su llave, distinta de todas las demás y que sólo puede
abrir la cerradura para la que ha sido diseñada.
Y sin embargo, en el caso de las esposas utilizadas por
la policía, las cosas no son así: las esposas de la policía
tienen todas la misma llave. No podría ser de otra
manera: las esposas suelen usarse para inmovilizar a
alguien que debe ser trasladado de un lugar a otro. Si
durante el trayecto se perdieran las llaves, quien recibe
al detenido se encontraría ante un problema grave.
Para evitar éste y otros inconvenientes prácticos, se
adopta el simple sistema de tener una sola llave para
todos los modelos de esposas. El artista de la fuga sólo
tendrá que esconder en su persona las llaves de los
modelos más comunes de esposas.
En este caso se resuelve el problema colocándose
fuera de la premisa implícita de que
cada cerradura tiene su llave,
es decir, que llave y cerradura vayan siempre
emparejadas de manera exclusiva, individual e
irrepetible.
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
165
3
Las evasiones más increíbles a veces son las más
fáciles: por ejemplo, la fuga después de haber sido
encerrado en una caja fuerte puede revelarse bastante
sencilla desde el momento en que las cajas fuertes
están construidas para impedir entrar en ellas desde el
exterior, no para salir.
Este ejemplo muestra el principio según el cual se
pueden vulnerar las premisas aprovechando su propia
definición: es cierto que
nadie puede entrar,
pero esto no significa que nadie pueda salir.
Un anuncio publicitario alude irónicamente a este
principio mostrando una tienda donde la entrada es
gratis pero la salida es de pago: el anuncio hace
alusión a los procedimientos empleados por algunas
entidades bancadas que ganan dinero a costa de los
clientes que quieren cancelar su cuenta.
El principio en el que se inspira la invención de esta
perspectiva es la introducción de un elemento nuevo
en las premisas («salir» se añade a «entrar»).
Evidentemente también se puede adscribir dicha
perspectiva a la interpretación alternativa de la noción
de «fuera/dentro», como en el chiste del interno de un
manicomio que, en la verja, preguntaba a los que
pasaban cuántos estaban «allí dentro»: en efecto,
166
PENSAR COMO UN MAGO
entrar en la caja fuerte también puede leerse como
«salir de la habitación», y salir de la caja fuerte
como «entrar en la habitación».
4
Cuando nos atan, se puede condicionar la sujeción
desplazándose oportunamente, o hinchando el tórax
para ganar algunos centímetros de holgura.
En este caso se modifican las premisas antes de ser
planteadas, poniendo vínculos a las propias premisas
(una especie de metapremisas o prepremisas). El
recurso pertenece a la categoría del forzamiento,
discutido más arriba. También se puede reconocer en
él una aplicación del principio del deslizamiento
temporal visto a propósito de la empresa de Randi (la
acción comienza antes de que se señale que está
comenzando: el mago actúa antes del momento en que
debe liberarse de las ataduras).
Al hacer preguntas, se realiza cotidianamente un
mecanismo de este tipo: quien hace la pregunta
aprovecha la pre-premisa de tener derecho a hacer la
pregunta; además dirige a la persona hacia un terreno
en el que la atención se focaliza en el contenido de la
pregunta, pero está implícito que la respuesta se dará
en aquel determinado terreno, que ha elegido
previamente el interrogador.
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
167
2. Espionaje doméstico
El correlativo especular del escapismo, el arte de salir
de lugares de contención, es el arte de entrar en lugares
inaccesibles, prerrogativa de todos aquellos que
trabajan en el espionaje.
Un clásico ejemplo de problem solving de espionaje es
la infiltración en el sistema de informaciones ajenas,
por ejemplo, en el caso más simple, la interceptación
del correo: ¿Cómo leer una carta cerrada en un sobre
sin que nadie se dé cuenta?
El método más intuitivo consiste en introducir una
aguja de tejer en el ángulo superior del papel que
cierra el sobre y en despegar, con movimientos
rotatorios, la parte tratada para adherirse a la restante
porción del sobre: el procedimiento exige cierta
paciencia, pero normalmente no presenta
complicaciones. Abierto el sobre, se lee la carta, se
dobla como estaba antes, se mete de nuevo en el sobre
y se pega el borde del sobre.
En este caso se modifica la premisa de que hay que
leer la carta cerrada en el sobre, o sea la premisa
leer sin abrir.
Se resuelve el problema leyendo después de haber
abierto, pero, a la vez, volviendo a cerrar
perfectamente para que cualquiera que se pregunte
cómo ha sido posible leer el contenido de la carta «sin
abrir el sobre» nunca pueda entender el misterio. Se
aplica
168
PENSAR COMO UN MAGO
pues el principio del «hacer resolver al antagonista el
problema equivocado», que es exactamente lo que
hacen los prestidigitadores y los escritores de novela
negra, según Raymond Chandler, el creador del
detective Philip Marlowe.
Un método más ingenioso consiste en insertar la
misma aguja de tejer en la esquina teniendo cuidado de
introducirla en correspondencia con el doblez de la
cuartilla contenida en el sobre; se introduce después
una segunda aguja, paralela a la primera pero por fuera
de la hoja doblada; luego se enrolla la carta en torno a
la primera aguja utilizando la segunda; una vez
formado un «proyectil» similar al que los escolares
introducen en las cerbatanas, se extrae por el mismo
orificio por el que se han metido las agujas. Luego
bastará reconstruir el proyectil, introducirlo en el sobre
y desenrollarlo manejando las agujas en sentido
contrario.
Aquí se modifica la premisa implícita de que una hoja
de papel deba ser introducida y extraída del sobre a
través de la abertura predispuesta ad hoc.
Entrar en un lugar a través de vías no ordinarias es un
clásico problema no sólo para los ladrones, sino
también para profesionales serios y respetados: los
cirujanos, que en la búsqueda de métodos de
penetración poco invasiva de las cavidades del cuerpo
han inventado procedimientos bastante originales: para
acceder a la hipófisis, glándula situada en el centro del
cerebro, en lugar de abrir el cráneo se puede actuar a
través de la nariz; para llegar al corazón, en lugar de
abrir el tórax se puede remontar una vena (intro-
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
169
duciendo una sonda que la recorra hasta llegar al
músculo
cardíaco), etc.
Con el procedimiento de la aguja que enrolla la
cuartilla de papel, además, se eluden las premisas
implícitas relativas al doblez de la cuartilla y a las
dimensiones del objeto que hay que introducir en el
contenedor.
Los ilusionistas se enfrentan constantemente a un
problema análogo cuando se trata de esconder a la
atractiva ayudante en cajas y baúles: a menudo sólo se
puede conseguir recurriendo a posturas totalmente
inusuales (y muy incómodas); a causa de la anomalía
de las posturas adoptadas, para el público es casi
imposible imaginar que dentro de aquel objeto pueda
ocultarse un ser humano: para descubrir el truco el
espectador debería realizar un gran esfuerzo de
imaginación respecto a las posibilidades ofrecidas por
el cuerpo humano en términos de posiciones
incómodas e inútiles en la vida cotidiana.
Por esta dramática experiencia pasaron los alemanes
orientales que intentaron (y no siempre consiguieron)
atravesar el muro de Berlín escondidos en huecos,
maleteros, colgados bajo vehículos, atrapados en
dobles techos o incluso disimulados en el cuerpo de
butacas de autobús.
Otras formas de leer las cartas en un sobre cerrado
recurren a la química. Existen sustancias que vuelven
temporalmente transparente el papel y, por tanto, los
sobres. La más fácil de encontrar es el alcohol: si la
tinta con la que se ha escrito la carta no se disuelve,
este sencillo truco permite leer o fotografiar el conte-
170
PENSAR COMO UN MAGO
nido de la misiva sin dejar rastro: el alcohol se evapora
en pocos segundos y el papel del sobre vuelve a ser
opaco como antes.
No hace falta subrayar que la introducción de los rayos
X ha cambiado completamente el paradigma de la
investigación diagnóstica en medicina, eludiendo
completamente la premisa según la cual la exploración
de los órganos internos sólo podía llevarse a cabo con
métodos indirectos o mediante la apertura quirúrgica
del cuerpo.
Los prestidigitadores pueden utilizar éstos y otros
sistemas para acceder a noticias contenidas en el
interior de sobres sellados y legitimados por el notario
y demostrar así «que leen el pensamiento» o tienen
otras facultades paranormales.
Si entrometerse secretamente en lugares cerrados
como un sobre puede considerarse la actividad
especular del escapismo, los dos aspectos de entrar en
un lugar inaccesible y evadirse de un lugar sin salida
pueden coexistir cuando el problema que hay que
resolver es entrar en una habitación herméticamente
cerrada, cometer un delito y salir dejando cerrada la
habitación.
3. El delito perfecto
El novelista John D. Carr pone en boca de uno de los
personajes que pueblan sus relatos la pregunta:
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
171
si quiere analizar situaciones imposibles, ¿por qué
hablar de novelas policíacas?
De hecho muchas novelas policíacas son variaciones
sobre el tema de la «situación imposible». Algunas, en
particular, están concebidas siguiendo procedimientos
muy parecidos a los utilizados en la construcción de
otros problemas «insolubles»: se trata de los llamados
«delitos en habitación cerrada».
Según la definición del propio Carr, el delito en
habitación cerrada es
el delito cometido en una habitación herméticamente
cerrada que está de verdad cerrada herméticamente,
lo que excluye los delitos realizados por un asesino
que se cuela en la habitación a través de paneles
secretos, trampillas u otros pasadizos ocultos.
Las modalidades de solución (y por tanto también de
construcción) de este tipo de problema imposible son
enumeradas por Carr poniéndolas en boca del
criminólogo Gideon Fell durante una «conferencia
sobre habitaciones cerradas» que se ha convertido en
un clásico para los amantes del género.
Resumiendo, las soluciones de un delito en habitación
cerrada pertenecen necesariamente a alguna de estas
categorías:
• el acontecimiento fatal es un trauma accidental que
sorprende a un individuo en el interior de una
habitación cerrada, precedido por otros
acontecimientos
172
PENSAR COMO UN MAGO
(generalmente delictivos: agresiones, luchas, heridas,
etcétera) que posteriormente serán relacionados con
la muerte de la víctima pero que en cambio no guardan
con ella ninguna correlación directa. El homicidio, por
tanto, simplemente no se ha producido, pero se han
producido una serie de coincidencias que hacen que un
observador externo asuma que la víctima ha sido
asesinada;
• suicidio enmascarado. La víctima predispone las
cosas de tal forma que, después de su muerte, no sea
posible remontarse al acontecimiento fatal, por
ejemplo, apuñalándose con un hielo que luego se
derretirá, disparándose con una pistola atada a una
goma elástica que la hará desaparecer en la chimenea,
etc.;
• el acontecimiento fatal no es el efecto de una acción
directa del asesino, sino que es un suicidio disfrazado
de homicidio, por acciones llevadas a cabo por el
criminal (por ejemplo sugestión, hipnosis, otras formas
de inducción al suicidio, suministro de sustancias que
actúan en la psique de la víctima induciéndola a
comportamientos autolesivos, etc.). En este caso, por
tanto, hay homicidio, pero el asesino no es el autor
directo, sino que sólo actúa indirectamente. La noción
de intervención indirecta es básica en la creación y
solución de problemas «imposibles»;
• el acontecimiento fatal es desencadenado mediante
un artilugio mecánico oculto en la habitación y más o
menos ingenioso y difícil de descubrir (pesas, contra-
pesos, hilos, palancas accionadas por la expansión de
los cuerpos debida a la variación de la temperatura,
gases emanados en determinadas condiciones,
electricidad). El artilugio puede estar predispuesto de
tal forma que se ponga en funcionamiento a distancia
de tiempo, incluso años después de la muerte del asesi-
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
173
no. En este caso la originalidad consiste en la
invención de un mecanismo difícil de descubrir;
• el acontecimiento fatal se ha producido antes de
haber cerrado la habitación, pero las circunstancias
hacen pensar que ha sucedido después;
• el delito parece haberse cometido forzosamente
dentro de la habitación, pero en realidad ha sido
cometido por el asesino mientras se encontraba fuera
de ella; por ejemplo proyectiles de hielo (quizá
lanzados con una ballesta) o de sangre coagulada que
alcanzan a la víctima a través de una ventana
demasiado estrecha para dejar pasar a un ser humano,
o bien serpientes, escorpiones u otros animales
venenosos;
• el acontecimiento fatal se ha producido una vez
abierta la habitación; por ejemplo la víctima, drogada,
duerme y no hay forma de despertarla desde fuera, el
asesino finge asustarse, entra el primero en la
habitación y secretamente la apuñala, fingiendo
haberla encontrado ya muerta.
Cada una de estas variantes aplica un principio
ilusionista distinto respecto a la definición de las
premisas implícitas utilizadas en el pensamiento
ordinario. La sistemática vulneración de estas premisas
implícitas por parte del asesino (o del novelista)
determina la imposibilidad de resolver el misterio, de
la misma forma que, realizada por el ilusionista,
determina la imposibilidad de comprender el modus
operandi del artista en el escenario.
En el primer caso no hay homicidio porque no hay un
acto agresivo; se vulnera la premisa más general, es
decir, que haya un homicidio; si no hay un homi-
174
PENSAR COMO UN MAGO
cidio, tampoco hay un asesino; se hace imposible
descubrir al culpable sencillamente porque no existe;
la ilusión de que existe un asesino se produce por la
concatenación de acontecimientos según nexos
causales existentes sólo en la mente del lector o del
espectador;
no hace falta recordar, como subraya Von Glasersfeldt,
que la construcción de los nexos causales inexistentes
«ahí fuera» es la modalidad cognitiva preferida por el
ilusionista para inducir a error a sus espectadores.
En el segundo caso no es un homicidio porque no se
da la acción agresiva por parte de un ser humano en
perjuicio de otro ser humano. El pensamiento común
es: si una muerte violenta no es suicidio ni accidente,
debe ser necesariamente homicidio; el detective es
inducido a error por esta premisa engañosa, que es
vulnerada por el artificio realizado por la víctima a fin
de esconder la verdad.
El artificio se inspira en el principio ilusionista de
modificar el número de los elementos en juego: ya
ofrecimos un ejemplo teológico a propósito de la
paradoja «de la venganza de Dios».
En el tercer caso el homicidio es indirecto; se vulnera
la mutua exclusión homicidio/suicidio: es un
homicidio inducido en la víctima; se trata del principio
ilusionista del forzamiento, expresado en su forma más
terrible.
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
175
Vale la pena recordar que la inducción al suicidio es
una realidad, expresión de las formas de control
mental más nocivas, y que sus ejemplos históricos van
desde los suicidios colectivos en las sectas hasta el
fenómeno actual del
adoctrinamiento de los kamikazes.
En el cuarto caso lo que provoca materialmente el
acontecimiento no es un factor causal directo, sino una
acción indirecta, que se produce por concatenaciones
causales muy distintas de las que se producen en la
vida cotidiana y que son por tanto intuitivas; es la
transposición policíaca de la ingeniería ilusionista, el
ramo de la ingeniería que se dedica a proyectar y
construir máquinas o aparatos cuyo funcionamiento
debe ser imposible de comprender; la mecánica de los
artilugios es muy interesante porque persigue obtener
funciones inusuales; sus aplicaciones son frecuentes en
el mundo del crimen (balanzas trucadas, escondites,
etc.).
En el quinto y en el séptimo caso el homicidio se sitúa
fuera de la colocación temporal de los acontecimientos
en la que el observador enmarca los episodios. El
quinto caso corresponde al principio conocido en el
ilusionismo como «un paso adelante»; la acción
secreta se realiza antes de que empiece la sucesión de
acontecimientos expuesta a la mirada del espectador,
para impedirle atribuir a la acción cualquier
significado relacionado con dicha secuencia de
acontecimientos.
La chica sale en secreto de la caja antes de que
empiece la secuencia de acontecimientos que luego
llevará a la ilusión
de su desaparición.
176
PENSAR COMO UN MAGO
El séptimo caso corresponde al principio ilusionista
conocido como «conclusión prematura», que es
especular del principio del «paso adelante»: se finge
llevar a cabo la secuencia de acontecimientos
señalando que el efecto ha terminado, mientras que en
realidad todavía no se ha realizado la maniobra
«sucia», que es efectuada cuando el espectador,
creyendo que se ha acabado todo, relaja la atención.
La chica todavía no ha salido de la caja cuando ésta se
muestra vacía (por ejemplo recurriendo a espejos): se
aleja en secreto después de que la atención de los
espectadores se ha relajado; en ese momento, la caja se
desmonta pieza a pieza para mostrar que efectivamente
la desaparición imposible se ha producido.
En el sexto caso la secuencia de los acontecimientos
adquiere forma fuera de la colocación espacial
considerada verdadera por el observador. Es el
ejemplo más clásico de modificación de las premisas
engañosas: es imposible comprender cómo ha podido
producirse la huida del asesino precisamente porque el
asesino nunca ha huido; el lector es inducido a resolver
el problema equivocado, exactamente igual que en el
caso del ilusionista que induce al espectador a
preguntarse «cómo ha podido escapar la chica».
La chica nunca ha estado en la caja: por ejemplo, la
cabeza y las manos que sobresalían de ella eran partes
de un maniquí teledirigido.
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
177
4. La transmisión del pensamiento
Desde siempre los estudiantes disponen de una amplia
gama de trucos y argucias para pasarse informaciones
de un extremo a otro del aula (y de un lugar a otro de
la escuela) durante el desarrollo de los exámenes. Sin
embargo, todos los profesores han sido estudiantes,
por lo que la competición generacional es una carrera
continuamente al alza. Las modernas tecnologías
ligadas a los teléfonos móviles y a las máquinas
fotográficas digitales han introducido algunas
novedades al respecto, pero la contramaniobra es tan
simple como eficaz, porque para conjurar subterfugios
electrónicos basta que el celador concentre su atención
en la posible presencia disimulada de aparatos de
transmisión.
La transmisión «clásica» de los pensamientos en el
aula adquiere varias formas, entre ellas:
• sistemas de archivo de datos, con los que se asegura
una transmisión de datos desde la fuente hasta uno
mismo cuando no se tienen incorporados en la propia
memoria.
Los archivos suelen llamarse «chuletas», «papelitos» y
similares; comprenden todos los soportes de papel
susceptibles de conservar huella escrita del material
que hay que transferir al examen. Responden a algunas
características como la compresión, la posibilidad de
disimulo y de fácil y rápida desaparición de la escena
del delito. Las chuletas se estructuran en forma de
178
PENSAR COMO UN MAGO
rollos delgados (a menudo introducidos en objetos
fusiformes como bolígrafos, etc.), abanicos, tiras
dobladas en zigzag; son alojadas en objetos de uso
plausible (calculadoras, duplicados del papel oficial) o
de uso común (bajo la caja o la correa del reloj, entre
los dobleces del pañuelo o en el paquete de kleenex, lo
que requiere la oportuna simulación de un resfriado).
Los datos pueden estar escritos simplemente «con
claridad» o estar escondidos de distinta forma
(escritura invisible, grafías ilegibles, códigos secretos).
Estrategias más rebuscadas consisten en la redacción
del archivo sobre la superficie de la mesa
(normalmente disimulada entre signos, incisiones o
dibujos anteriores), sobre la palma de la mano, sobre la
propia ropa. La mejor técnica, a nuestro parecer, es
diseminar los datos mnemónicos significativos entre
las páginas del diccionario u otro texto permitido para
la consulta, redactados en grafías ilegibles para todos
menos para el interesado; una eventual inspección del
diccionario tendrá pocas probabilidades de descubrir
los escritos, sobre todo si otros escritos, inocentes,
constelan el volumen. Pero hay que recordar
exactamente dónde se encuentran los datos sensibles.
Dicho inconveniente en realidad es común a todos
estos sistemas de archivo, y se resume en el principio
según el cual «el tiempo y el ingenio empleados en
preparar el archivo son iguales o superiores al tiempo
necesario para aprender los datos».
La transmisión secreta propiamente dicha es la que
tiene lugar entre un estudiante y otros. Ésta requiere
soportes materiales y comportamientos específicos.
Los soportes materiales suelen ser:
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
179
• cualquier objeto sólido susceptible de recibir signos
escritos;
éstos pueden ocultarse de distintas formas (con
escritura invisible, con micrografía, grafías ilegibles,
alfabetos secretos, símbolos, dibujos o garabatos que
en-globan el contenido);
• vectores susceptibles de la transferencia de las
informaciones:
Éstos comprenden objetos justificados por la situación
(diccionarios, plumas generosamente prestadas a
compañeros en apuros, gomas de borrar, pañuelos,
etcétera) o casi justificados (meriendas), la pura
exhibición de la palma de la mano y hasta la
utilización del profesor complaciente en el papel de
«caballo de Troya» durante el examen de selectividad;
• en lugar del vector móvil, se puede utilizar un vector
inmóvil que será visto por el destinatario
(móvil);
en este caso se trata de signos dejados en lugares fuera
del aula: clásicamente en el lavabo, pero también en el
bolsillo de los bedeles complacientes (o comprados),
de estudiantes de otras clases, de habitantes de
edificios próximos a la escuela y a lo mejor visibles
desde la ventana;
¡ el uso de cómplices se extiende al empleo de
personas que telefonean pidiendo que salga el estu-
PENSAR COMO UN MAGO
diante X (el emisor), facilitando así la fuga de noticias
a terceros que luego se encargarán de hacerlas llegar a
Y (el destinatario) cuando éste, llamado a su vez por
alguien, salga del aula;
• también las señales acústicas (vocales o no) pueden
considerarse soportes materiales, ya que en rigor el
sonido es una onda transmitida por medios elásticos
como el aire.
Tendremos pues accesos de tos, crujidos de sillas,
caídas de objetos, roce de páginas, cierre de pesados
diccionarios, etc., cada uno de ellos con un significado
preciso, que varios estudiantes han acordado
previamente. El uso de códigos preestablecidos suele
ser utilizado en el caso de ejercicios de «respuesta
múltiple». Banalmente, el destinatario toserá una vez
para indicar la necesidad de saber la respuesta a la
pregunta 1, y el emisor tamborileará «absorto» tres
veces para indicar que la respuesta es C;
• visores e instrumentos de potenciación de la vista
comprenden rudimentarios periscopios, espeji-tos y
otras superficies reflectantes.
Los comportamientos específicos son:
* códigos convencionales. Como ya se ha dicho, se
utilizan sobre todo en los ejercicios de respuesta
múltiple; la gama es ilimitada, porque cualquier
comportamiento puede asumir cualquier significado,
siempre que el destinatario y el emisor se
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
181
hayan puesto previamente de acuerdo y hayan
estudiado de memoria el código.
Entre los posibles comportamientos que pueden
constituir un código mencionaremos el desplazamiento
de objetos (en varias posiciones, para multiplicar las
posibilidades), expresiones faciales, posturas, posición
de los dedos (como en el voley playa), la entrega de
soportes inocentes (por ejemplo «si te paso el
bolígrafo rojo significa respuesta B», etc.), preguntas
hechas en alta voz al profesor (por ejemplo «Perdón,
profesor... ¿en la pregunta 3 puede haber un error?»);
• distracción de la atención del docente (colocar el
texto de forma estratégica para dejarlo copiar y
dirigirse a la tarima a preguntar algo);
• audacia (fingir hablar abiertamente de algo);
• inversión (fingir esconder el propio texto a A
mientras se muestra a B).
Evidentemente este «tratado de la transmisión de los
exámenes en la escuela» es sólo un artificio literario
para tratar un tema que tiene implicaciones mucho más
serias. En efecto, la criptografía utiliza también, entre
otros, estos principios.
La criptografía, que podría considerarse una especie de
enigmística no lúdica, se basa en modalidades de
pensamiento anticonvencional con las que se conciben
nuevas soluciones al problema:
hacer selectivamente invisible la transmisión de la
información.
182
PENSAR COMO UN MAGO
Algunos métodos inventados a lo largo de milenios
son muy instructivos respecto al planteamiento
del problema según premisas inusuales. Recordemos:
• el mensaje está escrito en una cinta o una venda;
las letras que componen el mensaje están diseminadas
entre otras letras; sólo enrollando la cinta en torno a un
cilindro de determinado diámetro se obtiene la
alineación vertical de las letras que transmiten el
mensaje.
Aquí se subvierte la premisa, fuertemente representada
en los circuitos cerebrales, de que el lenguaje escrito
deba extenderse sobre un plano: el texto sólo se hace
inteligible si se pasa a una configuración
tridimensional, abandonando la premisa de que la
escritura encuentra su propia colocación únicamente
en dos dimensiones.
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
¡83
La noción de cambio de forma para ver las diferentes
implicaciones de un objeto es básica en la
construcción de argucias innovadoras. El ilusionismo
la pone en práctica cuando la superposición de
elementos da vida a una ilusoria presencia de un
objeto, que en realidad no está, sólo hay partes sueltas.
• El mensaje, empequeñecido repetidas veces con un
procedimiento de microfilmación, es comprimido
hasta adoptar la forma y las dimensiones de un punto,
que se pega sobre una «i» en el interior de una carta.
Es una variante del clásico principio de esconder un
objeto entre múltiples semejantes.
• La clave para descodificar el mensaje cifrado es una
hoja perforada: depositándola sobre una hoja escrita,
los agujeros evidencian las letras que componen el
mensaje.
Aquí se subvierte completamente la noción de
«soporte físico» necesario para el registro de una
infor-mación que luego debe ser transmitida: de hecho
no se transmite ninguna información, salvo que se
disponga de una clave de lectura concreta, material, El
significado de la clave (es decir, la localización de los
puntos donde recortar las ventanas) es extraído sobre
la base del significado que se quiere transmitir. Es el
principio en el que se basan muchos números de
lectura del pensamiento: si el ilusionista dice «¿Qué
tengo en la mano?», su ayudante, con los ojos venda-
184
PENSAR COMO UN MAGO
dos, responderá «Un reloj»; si pregunta «¿En la mano
qué tengo?», la joven responderá «Unas gafas», y así
sucesivamente.
A este mismo principio recurren todos los que deben
actuar en secreto, ya sean jugadores de cartas sentados
en torno a una mesa en una taberna, agentes de
espionaje, timadores en las carreras de caballos o jefes
de movimientos terroristas que emiten comunicados
aparentemente neutros pero que en realidad significan
«si pasa X, adopta el comportamiento Y». En estos
casos sólo el conocimiento previo del significado de
los distintos comportamientos posibles dota de
significado un acontecimiento de otra forma banal y
susceptible de infinitas observaciones por parte del
observador. Esta noción es muy interesante: todos
empleamos siempre, al menos en parte y sin saberlo,
cierta dosis de conocimiento previo que no es más que
el repertorio de premisas implícitas que utilizamos
para descodificar la realidad, pero que reviste de
significados restrictivos acontecimientos que en sí
mismos no tienen aquel específico y exclusivo
significado.
También en el caso de la criptografía, por tanto, se
trata de descifrar procedimientos o significados no
convencionales aplicables a operaciones ordinarias
tales como escribir, llevar objetos, etc. En particular, la
criptografía es la situación más pura de atribución de
significados nuevos a cosas viejas, desde el momento
en que la escritura no es más que un trazado realizado
con la finalidad específica de transmitir significados.
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
185
Muchos de los principios y de las técnicas de la
criptografía son utilizados por los prestidigitadores.
Así ocurre en números de telepatía u otras formas de
percepción extrasensorial, simulada artificiosamente
para divertir a un público que ha pagado por ello.
Como algunos artistas siguen ganándose la vida
presentando estos números, no insistiremos más sobre
el tema.
5. El arte de emboscarse
Para ser un gran comandante [...] hace falta una pizca
de prestidigitación.
WlNSTON CHURCHILL
Rudyard Kipling sostenía que «la primera victima de
cada guerra es la verdad»: las situaciones de conflicto
armado requieren, además de la fuerza bruta, toda una
serie de instrumentos secundarios, de suma
importancia todavía hoy pese a la perfección técnica
alcanzada por las armas y su capacidad destructiva. El
más importante de estos factores es la astucia: no es la
fuerza la que decide el resultado de un enfrentamien-
to, sino la inteligencia con la que se usa dicha fuerza.
La inteligencia puede incluso hacer triunfar a la parte
débil.
En el campo bélico la astucia es tan importante que
adopta un nombre específico: ardid de guerra, o
186
PENSAR COMO UN MACO
estratagema. La palabra «estratagema» tiene una
etimología militar. Los antiguos generales aprendían el
uso de la estratagema estudiando tratados especiales,
verdaderas antologías de astucias para emplear en la
batalla y en otros menesteres, algunas de las cuales son
usadas todavía hoy por los modernos estrategas.
Los objetivos de las estratagemas militares son
múltiples. Las estratagemas sirven para ocultar las
propias fuerzas, para distraer la atención del enemigo,
para hacerle creer verdadero lo falso y falso lo
verdadero, para inducirle a hacer planes que se
vuelvan contra él, para hacer sobrestimar o subestimar
nuestra capacidad combativa, para inducirle a creer
que atacaremos antes o después de lo que va a ser,
para ofuscar nuestras comunicaciones, para hacer
transparentes las suyas, para descubrir sus intenciones,
para sembrar la confusión en sus tropas en el momento
del combate, para asustarle o abatirle moralmente, y
para mucho más.
El uso de la estratagema es muy importante para
conseguir la sorpresa, que es un multiplicador de la
fuerza. La sorpresa se consigue con dos medios: el
secreto y el engaño. A su vez, el engaño puede servir
para encubrir el secreto, y el secreto es necesario para
preservar el engaño.
Volviendo pues al tema del engaño, al lector no le
sorprenderá descubrir que el ilusionismo ha sido
utilizado en los campos de batalla para amplificar la
eficacia de los engaños militares.
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
187
En la Segunda Guerra Mundial los ingleses se hicieron
asesorar por un célebre ilusionista, Jasper Maskelyne,
para realizar artificios y trampas en perjuicio de los
generales y de los estrategas alemanes. Sin la campaña
de los engaños la suerte del conflicto tal vez habría
tomado otros derroteros. Entre las empresas
espectaculares de Maskelyne, se cuentan la
desaparición de todo el puerto de Alejandría y la
invisibilidad del canal de Suez.
Veamos de qué forma, durante la Segunda Guerra
Mundial, los artistas del engaño militar resolvieron
algunas variantes del problema «esconder».
1. Esconder a la luz del sol
Muchos de los problemas típicos de las operaciones
militares consisten en esconderlas propias fuerzas.
Un problema frecuente es el de tener que esconder
armas, hombres y medios de transporte en un área
directamente expuesta a la observación enemiga:
como, para un ilusionista, trabajar en la pista de circo
rodeado por todas partes de espectadores, a lo mejor
con prismáticos.
PROBLEMA
Las líneas de los aliados y de los alemanes están frente
a frente en el plano desierto norteafricano: un terreno
donde es imposible ocultar los propios movimientos al
adversario. El destacamento inglés de Siwa, en Egipto,
es camuflado de forma que pa-
188
PENSAR COMO UN MAGO
rezca una simple base logística avanzada: se
construyen falsas cocinas, falsas trincheras, falsas
letrinas, almacenes y depósitos; luego se procede a mi-
metizarlos (como es natural que se haga), pero
procurando que la mimetización sea bastante
superficial para dejar ver al enemigo sólo lo suficiente
para que se haga una idea (equivocada) de lo que hay
sobre el terreno. También en otras localidades se
recurre al mismo principio: las cajas de municiones, en
lugar de ocultarse -empresa imposible en el desierto—,
se apilan para que adquieran la forma de camiones,
que luego se cubren con el mismo tipo de redes que
suelen emplearse para mimetizar los vehículos.
SOLUCIÓN N.° 1
La solución consiste primero en enmascarar los
objetos que hay que esconder haciéndoles adoptar el
aspecto de algo distinto (pero inofensivo) y en
esconder después dicho objeto pero no completamente
para que el observador pueda ver que se trata de un
objeto que no le interesa. El problema inicial,
hacer invisible X,
se replantea en los términos de
hacer visible X pero dándole la apariencia de Y, que es
inofensivo.
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
189
El ilusionista recurre al mismo principio cuando no
puede esconder algo que no puede ser disimulado,
por ejemplo una trampilla para la fuga de la ayudante
que debe «desaparecer» mágicamente: la trampilla
permanece expuesta a la vista del público, pero se
camufla dándole la
apariencia de otra cosa.
SOLUCIÓN N.° 2
Un truco más elaborado consiste en colocar vehículos
y armamentos falsos en el área observable por el
enemigo, permitirle después descubrir que son falsos y
finalmente reemplazarlos en secreto por medios de
transporte y armamentos verdaderos.
Es lo que hacen los ingleses con el plan «Munas-sib»:
una semana antes de la fecha fijada para la batalla, se
cavan trincheras en el extremo oriental de la depresión
de Munassib, en África septentrional; se colocan en las
trincheras cañones en cantidad compatible con más de
tres regimientos; pero se trata de armas ficticias, como
resulta evidente a los alemanes también por el hecho
de que dichas armas permanecen inutilizadas durante
días enteros. La noche antes de la batalla, al amparo de
las tinieblas, los cañones ficticios son reemplazados
por cañones verdaderos.
EXPLICACIÓN ILUSIONISTA
La intervención actúa en el plano del «principio de
identidad» o mejor dicho de la formación en la mente
humana de la noción de identidad: en general la
190
PENSAR COMO UN MAGO
experiencia muestra que si un lugar es ocupado por
un objeto en el instante T0, y en el instante T1 el ojo
ve allí un objeto indistinguible del primero, se trata del
mismo objeto. Por tanto, como lo que permanece
inmóvil se percibe como si fuera siempre el mismo
objeto, basta sustituirlo a escondidas por un objeto
igual.
2. Esconder el elefante
PROBLEMA
Esconder algo tan grande que sea prácticamente
imposible de esconder.
SOLUCIÓN
Una solución es la de enmascarar el objeto dándole la
apariencia de otra cosa que plausiblemente pueda
encontrarse en aquel lugar y colocar en un lugar muy
distante un simulacro idéntico al objeto que se
pretende esconder.
Con este sistema los ingleses mimetizan en el norte de
África una estación ferroviaria entera: al ser
demasiado grande para esconderla e incluso
camuflarla como una instalación inofensiva, los
ingleses construyen una prolongación de la vía -
completamente falsa— que llega hasta una terminal
falsa situada a diez millas de distancia de la verdadera,
mientras que esta última es enmascarada adoptando la
apariencia de una estación de maniobras ferroviarias.
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
191
EXPLICACIÓN ILUSIONISTA
La búsqueda de la solución de un problema tan
imposible se activa cambiando el planteamiento de
hacer invisible X
a
camuflar X,
a lo que se añade
simular que X esté presente en otro lugar,
ajuste necesario para hacer creíble el camuflaje.
Procedimientos análogos, como hemos visto más
arriba, son frecuentes en la construcción de engaños
ilusionistas de desaparición o aparición.
3. Camuflar el movimiento dándole apariencia de
inmovilidad
PROBLEMA
Cuando el área está completamente expuesta a la
observación, un problema todavía más complejo es el
de esconder el movimiento de los vehículos.
SOLUCIÓN
Para resolverlo, los ingleses hacen avanzar en pleno
día los tanques y los cañones hasta una cierta distancia
de
192
PENSAR COMO UN MAGO
la línea del frente para hacer creer a los observadores
alemanes que están realizando un simple ejercicio de
prácticas. La noche siguiente los tanques y las piezas
de artillería alcanzan furtivamente la línea del frente y
son escondidos bajo «caparazones» especiales
llamados en argot «sombrillas», bastidores recortados
en forma de camiones y otros vehículos inofensivos;
simultáneamente en el área de «prácticas» los medios
son reemplazados por tanques falsos y cañones
igualmente ficticios que son colocados exactamente en
la misma posición en la que se encontraban los de
verdad
Aunque se han desplazado miles de vehículos, carros y
piezas de artillería, a la mañana siguiente los alemanes
creerán que ni uno solo de ellos ha cambiado de
posición.
EXPLICACIÓN ILUSIONISTA
Para esconder el desplazamiento, se recurre aquí a los
procesos de cambio del significado y de sustitución a
escondidas.
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
193
4. Camuflar bases aéreas en la jungla
Los japoneses, que tienen bases aéreas en las islas del
Pacífico, deben enfrentarse a numerosas situaciones
logísticas desfavorables. En particular es difícil mi-
metizar las áreas necesarias para el desarrollo de la
guerra aérea. Una jungla observada desde las alturas es
el lugar menos ideal para colocar pistas de despegue y
aterrizaje de los aviones: el área deforestada constituye
el clásico puñetazo en el ojo (del explorador aéreo
enemigo).
PROBLEMA
Esconder pistas aéreas en medio de la jungla tropical.
SOLUCIÓN
No construir escondites ex novo, empresa logística-
mente muy dificultosa, sino extraerlos de la
naturaleza: los japoneses atan entre sí las copas de los
árboles, serrando luego los troncos por debajo y
formando así algunos túneles naturales donde los
aviones pueden encontrar refugio y donde pueden
deslizarse y detenerse.
EXPLICACIÓN ILUSIONISTA
La premisa que coarta la mente es que las pistas aéreas
deben forzosamente realizarse sobre prados o zonas
de-forestadas: la natural representación mental de los
prados o de las zonas sin vegetación condiciona las
posibilidades de acción, reduciendo las opciones a un
núme-
194
PENSAR COMO UN MAGO
ro limitado; en realidad, el vínculo engañoso es que las
zonas allanadas deban necesariamente carecer de
techo.
Desvinculándose de esta premisa implícita, la
intervención pasa de
allanar
a
excavar (un túnel).
5. Transportar siluros
En territorio europeo, los ingleses se enfrentaron a otro
problema de difícil solución.
PROBLEMA
Esconder siluros que luego serán transportados por un
barco de pesca encargado de entrar furtivamente en el
fiordo de Trondheim, donde se encuentra fondeado el
acorazado Tirpitz, el orgullo de la marina militar
alemana; el comando que conduce el barco bajo la
apariencia de una tripulación de pescadores tiene la
misión de minar la gloriosa nave de guerra con los
siluros.
SOLUCIÓN
Los ingleses utilizan un barco de pesca noruego de 17
metros que oficialmente transporta a Trondheim una
carga de turba. La embarcación esconde en realidad
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
195
dos siluros, además de los correspondientes tripulantes
(cuatro) más dos ayudantes. Al entrar en el fiordo,
todas las embarcaciones son registradas e
inspeccionadas atentamente. Esconder siluros y
soldados es una empresa desesperada.
Al acercarse al fiordo se echan los siluros al mar a
popa del barco, enganchados a cables que los remolcan
bajo la superficie del agua. Los hombres se esconden
en un cuartucho disimulado con una pared falsa.
El puesto de control alemán se cruza sin problemas,
pese a la dificultad de las maniobras necesarias para
evitar que los siluros emerjan durante la
desaceleración y aceleración del barco.
EXPLICACIÓN ILUSIONISTA
Las premisas implícitas son dos:
esconder algo dentro de un vehículo
y
arrastrar algo sobre la superficie del agua.
La intuición natural une fuertemente el concepto de
esconder con el de lugar cerrado y contenedor. Esta
premisa vinculante impide pensar que también se
pueda esconder algo fuera de la propia persona o del
vehículo que se está conduciendo: se esconde en el
exterior de algo.
196
PENSAR COMO UN MAGO
Por lo que se refiere a la segunda premisa implícita, se
basa en la natural representación mental de la acción
de arrastrar como algo que ocurre necesariamente
sobre el mismo plano en el que actúa el agente que
arrastra: una ilusión espacial que constituye la base de
muchos efectos ilusionistas basados en movimientos y
comportamientos que se producen en planos físicos
distintos de los que normalmente se espera.
La importancia del engaño militar resulta clara del
análisis de algunos datos.
Gracias a la experiencia madurada en el teatro de
operaciones norteafricano, y a la habilidad alcanzada
en el campo del engaño militar, los aliados
consiguieron sorprender a Alemania cuando, el
amanecer del 6 de junio de 1944, desembarcaron en
masa en las costas de Normandía. Se trató de un juego
de prestidigi-tación digno de Houdini: ¡el mayor
desembarco militar de la historia involucró a dos
millones de hombres! Sólo pudo alcanzarse este
resultado gracias a un empleo exhaustivo de todos los
principios, técnicas y recursos ilusionistas puestos a
disposición por la experiencia de personas como
Maskelyne y otros artistas de la ilusión, entre los que
se cuentan escenógrafos, directores, pintores,
ingenieros acústicos, maqui-lladores, estafadores y
desvalijadores.
El desembarco en Normandía preveía un plan de
engaños cuyo objetivo principal era, según las palabras
de los analistas, «sorprender al enemigo y salvar
vidas».
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
197
A los aliados la operación les costó doce mil victimas
entre muertos, heridos y desaparecidos: un balance
ciertamente
trágico, pero de todos modos muy inferior a las setenta
y cinco mil pérdidas estimadas si hubiera fallado la
sorpresa. En efecto, mientras la consolidación de las
cabezas de puente después del desembarco se obtuvo
con el despliegue de medios especiales, en las fases
sucesivas, cuando los trucos fueron abandonados en
favor de la pura fuerza militar, los americanos pasaron
de ciento treinta y tres mil pérdidas (treinta y cuatro
mil muertos) a cuatrocientas dieciocho mil pérdidas
(ochenta y seis mil muertos), excluidos los civiles.
198
PENSAR COMO UN MAGO
El siguiente apartado confirma la eficacia práctica de
la aplicación del pensamiento ilusionista a la vida
concreta y a sus situaciones problemáticas, incluidas
las más críticas y delicadas.
6. El chamán de Phoenix
El comportamiento humano es una de las realidades
que más a menudo da origen a secuencias definidas en
términos de «problema». Al principio de este libro se
ha sostenido incluso que todos los problemas son
problemas de relaciones humanas, y se ha apuntado la
hipótesis, avanzada por los filósofos, de que los
problemas no existen «ahí fuera», sino que son
construcciones edificadas en esa «realidad virtual» que
es nuestra mente.
A veces los problemas del comportamiento humano,
por su gravedad, vistos desde fuera pueden tener todas
las connotaciones de una enfermedad: provocan
sufrimiento, se prolongan en el tiempo, impiden o
debilitan el funcionamiento de la persona en las
distintas esferas de la existencia. En efecto, hoy la
medicina considera «enfermedades» muchas de estas
situaciones, y las trata como tales, delegando su
curación en personas diplomadas en profesiones
sanitarias. Muchas situaciones describibles en
términos de «trastornos mentales» pertenecen a este
tipo de problemas. Si dichas situaciones no se afrontan
con fár-macos específicos, pueden afrontarse con la
psicote-
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
199
rapia, es decir, con la palabra y con la relación entre la
persona que sufre y un profesional.
El psicoterapeuta puede tratar de convencer a la
persona para que cambie su comportamiento,
utilizando argumentaciones lógicas o procesos de
descubrimiento de las motivaciones oscuras por las
que el paciente se comporta de un modo determinado;
o bien, en el caso de la psicoterapia estratégica, puede
eludir las resistencias y tratar de inducir el cambio sin
apelar a la voluntad y a la conciencia del paciente. En
este segundo caso, lo que sucede (cuando la terapia
tiene éxito) es que se produce el cambio sin la
participación consciente del paciente, que un buen día
se encuentra capaz de emitir aquel comportamiento
que antes era imposible.
El principal exponente de este segundo tipo de
enfoque fue el psiquiatra americano Milton Erickson,
considerado el pionero de la hipnosis científica
moderna. Más que las técnicas hipnóticas
desarrolladas por este eminente innovador de la
psiquiatría, llamado «el chamán de Phoenix» debido a
las curaciones aparentemente mágicas experimentadas
por sus pacientes aquejados de distintas formas de
sufrimiento mental, nos interesa su manera de
acercarse a los problemas. Erickson en efecto
demuestra una inagotable inventiva al concebir
soluciones geniales para problemas complejos,
derivada de una extraordinaria capacidad de replantear
y cuestionar continuamente las premisas que
aprisionan los problemas presentados cada día por sus
distintos pacientes.
200
PENSAR COMO UN MAGO
1
El delirio es un juicio erróneo de realidad («soy
Napoleón») que se resiste a la demostración de lo
contrario («el enterrado en París es un impostor»). En
una hipotética escala de la resistencia a aceptar las
ideas de los demás, el delirio se coloca en el extremo
de la dificultad.
PROBLEMA
Una chica había dejado de salir de casa y vivía
consumida por la desesperación porque creía que sus
pies eran demasiado pequeños (en términos técnicos,
la paciente padecía dismorfofobia). La madre de la
chica pidió ayuda a Erickson.
SOLUCIÓN
El psiquiatra organizó el plan: la madre, un día, fingió
estar enferma; llamó a casa al médico -el propio
Erickson-, el cual, cuando se halló junto al lecho de la
enferma, se dirigió a la joven pidiéndole que trajera
una toalla. Cuando la joven tendió la toalla al médico,
éste fingió darle un pisotón involuntario y, más bien
irritado, exclamó: «¡Si no tuviese unos pies tan
rematadamente grandes! ¿Por qué no vigila dónde los
pone?». La chica se liberó de su obsesión.
EXPLICACIÓN ILUSIONISTA
Como la mayor parte de las intervenciones de
Erickson, ésta presenta numerosas aplicaciones de
principios ilusionistas.
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
201
En primer lugar, el terapeuta evita dejarse atrapar por
las premisas más implícitas, como la de tener que
interactuar necesariamente de forma directa con la
persona que presenta el problema. En este caso, la
acción se planifica siguiendo una clásica aproximación
indirecta: para obtener A, dirige tu atención a otra
parte. La aproximación indirecta caracteriza toda la
actividad ilusionista, porque tiene como efecto
inmediato la reducción de las resistencias, de la
desconfianza del observador (en este caso la chica: si
el médico ha venido por la madre, «no hay peligro»).
En segundo lugar, Erickson utiliza la ficción en su
forma más pura, montando una especie de microes-
pectáculo destinado a la paciente: se escribe un guión,
unos diálogos, se toman acuerdos y finalmente se pasa
a la representación propiamente dicha.
Además, se subvierte la premisa desviante de que hay
que eliminar a toda costa el problema de la invención
delirante centrada en las pequeñas dimensiones de los
pies; Erickson, en lugar de rebatir, opta por utilizar un
elemento que contiene en sí esta invención específica,
o sea, el miedo más general al juicio de los demás
sobre las dimensiones (en general) de los pies. En
lugar de refutar con argumentos lógicos y tablas
estadísticas la evidencia de los hechos, el psiquiatra
asume la tesis de la joven de que hay algo que no
funciona en las dimensiones de sus pies (lo que la
obliga a aceptar la comunicación) pero
inmediatamente después introduce un elemento de
novedad afirmando que lo que no funcio-
202
PENSAR COMO UN MAGO
na en las dimensiones es lo contrario de lo que la joven
temía.
Todo esto no es simplemente argumentado o discutido,
sino que es presentado como un dato de hecho, muy
concreto, siguiendo un camino completamente distinto
del que normalmente se usa para persuadir o
convencer: en lugar del lenguaje hablado, aquí se usa
la interacción en el plano físico, mecánico (el pie es
aplastado, lo que habría sido imposible si los pies
hubiesen sido efectivamente pequeños).
Es una aplicación del principio ilusionista del «decir lo
menos posible», o sea, de seguir la vía de los ejemplos
prácticos, sensorialmente evidentes, cuando se quiere
demostrar algo: no se dirá nunca «Este sombrero está
vacío» (lo que enseguida haría pensar que no lo está),
sino que simplemente se le dará la vuelta en silencio,
mostrando que no sale nada.
También se aplica el principio del «compadre», un
elemento aparentemente inocente de la interacción.
2
El delirio hace complicada la vida de las personas que
lo padecen también porque, a veces, la extravagancia
de sus contenidos compromete su funcionamiento
respecto a varios aspectos de la vida de los seres
humanos.
El paciente de un hospital psiquiátrico creía ser
Jesucristo. Se pasaba los días intentando convertir a
los
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
203
demás y negándose a participar en las actividades
sociales y laborales previstas en el programa de
rehabilitación del centro, en el que también había
algunos
talleres.
PROBLEMA
Persuadir al paciente de que trabaje en los talleres: una
tarea en la que todos habían fracasado.
SOLUCIÓN
Erickson, que había llegado hacía poco a aquel
hospital, un día se acercó al paciente y le dijo: «Si no
me equivoco, usted debe de saber algo de carpintería».
El hombre, evidentemente, no pudo negarlo. Erickson
le pidió entonces que mostrase algunas de sus
habilidades con la madera; el paciente empezó a
trabajar en la carpintería del centro, donde entró en
contacto con otros pacientes y con los cuidadores, en
un contexto más sano respecto al delirio en el que
hasta entonces habían transcurrido sus días. Fue el
comienzo de una mejoría de las condiciones del
paciente.
EXPLICACIÓN ILUSIONISTA
Se modifican las siguientes premisas implícitas: que
sea útil tratar a fondo el contenido del delirio para
conseguir que el paciente lo abandone; que por tanto
haya que abordar el síntoma (el delirio sólo es tal en
cuanto juicio alterado de la realidad, pero la elasticidad
en el planteamiento de las premisas se deriva
justamente de la renuncia a pretender que se pueda de-
204
PENSAR COMO UN MAGO
finir la realidad de forma unívoca); que haya que
abordar el trastorno partiendo de las causas (delirio)
en lugar de las consecuencias (retiro social).
Erickson, también aquí, decide utilizar la invención del
paciente como agarradero para agredir la invalidez
consiguiente al síntoma (invalidez relacional) y
aprovechar la tendencia de los seres humanos a ser
coherentes —la coherencia, en quien delira de forma
paranoica, sólo puede ser muy fuerte, ya que todos los
demás tratan de hacer mella en dicha coherencia (y de
esta forma refuerzan el delirio).
Se construye un contexto en torno al delirio, de tal
forma que pueda dar un sentido al propio delirio: si
eres Jesús, eres un carpintero, pero si eres un
carpintero eres útil en carpintería. Se aplica pues la
idea básica del ilusionismo: las cosas no tienen un
significado exclusivo, sino que existen diversos
significados posibles, y es el contexto el que establece
cuáles deben aceptarse como verdaderos.
3
Un hombre creía ser perseguido por el vecino de la
casa de al lado, que le espiaba cada vez que iba al
jardín de su propia casa a trabajar.
PROBLEMA
El hombre había dejado de vivir una vida digna de este
nombre.
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
205
SOLUCIÓN
Erickson sugirió al hombre que fuese al jardín sólo
para hacer trabajos absolutamente carentes de sentido,
tan extraños que resultaran incomprensibles para quien
los hubiese observado. El hombre obedeció, y muy
pronto su antagonista fue a verle suplicándole que le
explicase qué estaba haciendo, porque no conseguía
entenderlo. El hombre, recuperando así el control de la
situación, volvió a experimentar la serenidad de la que
se había visto privado durante mucho tiempo.
EXPLICACIÓN ILUSIONISTA
El delirio de persecución tiene que ver con la falta de
autonomía, con sentirse controlado por otros; aquí la
secuencia
me controla mientras trabajo se transforma en
le controlo con mi trabajo,
o sea, «le obligo a quedarse clavado mirándome».
Se llega a invertir el equilibrio de las fuerzas: el
controlador pasa a ser el que pide humildemente ayuda
al controlada
El ilusionista, al imaginar una secuencia
deacontecimientos relacionados entre sí, sabe
perfectamente que su significado a los ojos de un
observador depen-
206
PENSAR COMO UN MAGO
de de dónde decida este último colocar la causa y el
efecto: invirtiéndolos, el significado de toda la
secuencia se modifica radicalmente.
Se puede fingir leer con el pensamiento las cartas de
una baraja colocada detrás de la espalda si se arroja la
primera carta (previamente ojeada) hacia el público,
manteniendo escondida en la mano, mientras se
efectúa el lanzamiento, la segunda carta, que de esta
forma se mira a escondidas. Al lanzarla, después de
haber dicho su valor, se esconde secretamente la
tercera en la palma de la mano, para poder mirarla, y
así sucesivamente.
4
Las intervenciones de Erickson también son modelos
útiles para aplicaciones en ámbitos psicológicos menos
graves que los mencionados hasta ahora.
PROBLEMA
Respetar las dietas.
SOLUCIÓN
Como ya se ha dicho, Erickson, cuando se presentaba
en su consulta una persona obesa solicitando reducir
peso y explicando que siempre intentaba perder
algunos kilos pero luego inexorablemente los
recuperaba, le pedía a la persona que se esforzase en
ganar algunos kilos. Ésta era la única manera en que la
persona podía experimentar por primera vez que era
real-
6. ESPECIALISTAS DE LO IMPOSIBLE
207
mente capaz de ejercer un control sobre el propio peso,
y representaba el principio de una serie de etapas en
las que se sucedían aumentos voluntarios y voluntarias
disminuciones de peso.
EXPLICACIÓN ILUSIONISTA
La modificación de las premisas es: la finalidad no es
perder peso, sino controlar la alimentación. Para
controlar el peso, en efecto, no es necesario
disminuirlo: también aumentarlo es una manera de
hacerlo. Además, la habitual modalidad alimentaria
(comer demasiado) es replanteada en términos de
control. Por último, se impone un comportamiento
hasta entonces contrastado, rompiendo el habitual
mecanismo mental según el cual cuanto más se evita
hacer algo, más atractivo resulta, acabando
inexorablemente sucumbiendo a ello.
Hasta ahora hemos visto el uso del pensamiento
ilusionista examinándolo en un plano técnico; en el
próximo capítulo expondremos los principios teóricos
para hacer más inmediata su aplicación en una
variedad de contextos habituales al problem solver.
7. Desvelar el truco
El problem solving ilusionista
«Imposible» no es una palabra francesa.
Napoleón
Invención, inventiva y problem solving
Expondremos ahora algunas aplicaciones del
pensamiento ilusionista al problem solving en los
contextos laborales, en las organizaciones, en los
ámbitos sanitarios, educativos y deportivos, en los
conflictos de pareja y en otras situaciones. A este
propósito señalaremos que los problemas humanos se
presentan con cierta previsibilidad; algunos contextos
presentan problemas específicos, pero observados de
cerca resulta evidente que también estos problemas
«especiales» pueden reconducirse a clases más
generales:
• una empresa que lamente la dificultad de vender un
producto presenta un problema que puede replantearse
en términos de motivación (a la compra);
• los problemas relacionados con la publicidad de un
producto (que puede ser un candidato político, o un
plan empresarial que hay que conseguir que se
apruebe,
208
7. DESVELAR EL TRUCO
209
o una posición que hay que lograr que la otra parte
asuma) pueden reconducirse a la noción de seducción;
• el objetivo «amalgamar un grupo, inducir sentido de
pertenencia», común a muchas situaciones en ámbito
laboral, formativo, educativo, de rehabilitación,
terapéutico, etc., puede ser incluido en la noción de
mejora del clima emocional y psicológico;
• a un nivel todavía más general, muchos problemas en
contextos diferentes pueden ser englobados en la
categoría superación de los conflictos, que comprende
tanto las escaramuzas de una pareja como las
relaciones políticas y diplomáticas entre naciones. A
esta categoría pueden adscribirse problemas
relacionados con la competitividad, no raros en
contextos laborales, deportivos, o del individuo
particular que debe enfrentarse a los demás en un
sector determinado, etc.;
• una supercategoría que comprende todos los puntos
precedentes describe los problemas en términos de
superación de las resistencias al cambio. Todos los
sistemas se oponen al cambio: en la especie humana
esto ocurre tanto a escala individual como a escala de
grupos. Introducir cambios sin oponer resistencias es
siempre una empresa ardua, a causa de la innata
predisposición al equilibrio: cualquier equilibrio,
aunque sea fuente de sufrimiento, es preferible a una
perturbación del equilibrio.
A su vez, la solución de los problemas relacionados
con la resistencia al cambio es afín a la generación de
ideas: en este sentido, cualquier tarea del problem sol-
ving es indistinguible de la tarea específica de inventar
ideas nuevas (tanto si se trata de la invención de una
marca como de asociar un estilo inconfundible a
210
PENSAR COMO UN MAGO
un político). En efecto, la inventiva (comprendiendo
en este término también la creatividad artística) puede
entenderse como la capacidad de superar los límites
del estado presente, de liberarse de los vínculos de la
situación actual, de las angustias de la realidad ya
existente para intentar modificarla, es decir, hacerla
distinta de lo que es: la inventiva coincide con el
problem solving en la medida en que este último
consiste en conducir determinadas operaciones (más o
menos difíciles) a partir de definiciones o condiciones
o premisas dadas. En ambos casos, se trata de leer las
cosas desde una perspectiva diferente: atribuirles un
significado no obvio, no basado en la lógica ordinaria.
Lo demuestra el hecho de que también la invención y
el descubrimiento científico responden a las mismas
leyes que regulan los procesos del problem solving y
pueden ser examinados desde la perspectiva del
pensamiento ilusionista.
Conforme avanza el conocimiento de las leyes físicas,
periódicamente los científicos tropiezan con
fenómenos naturales inexplicables cuyos intentos de
comprensión a veces generan paradojas. En realidad
estos fenómenos no pueden explicarse si se permanece
dentro del marco de referencia vigente en aquel
momento. En la física clásica había premisas
aparentemente destinadas a no ser modificadas; tanto
es así que habían entrado en la forma habitual de
pensar la realidad: sin embargo, al vislumbrarse los
descubrimientos de la física subatómica fue necesario
aban-
7. DESVELAR EL TRUCO
211
donar el paradigma de referencia clásico y construir
uno nuevo.
La noción de superación de paradigmas científicos
confirma que:
es posible resolver un problema inventando una nueva
teoría que dé respuestas a cuestiones que han quedado
sin resolver.
Es lo que hacen los científicos cuando inventan una
nueva visión del mundo: proporcionan un nuevo
marco conceptual capaz de explicar y «com-pren-der»
fenómenos que de lo contrario siguen siendo
misteriosos. El problema se supera construyendo
marcos de referencia dentro de los cuales las preguntas
tengan una respuesta.
En una escena de la película que narra la vida del
médico-clown Patch Adams, se ve al médico
encontrarse casualmente con un paciente catatónico
que se pasa los días en silencio con un brazo alzado.
Subvirtiendo todas las reglas científicas y sociales, el
excéntrico médico no intenta modificar la postura del
paciente para adaptarla a las exigencias del ambiente
en que se encuentra, sino que intenta encontrar
situaciones con las que hacer compatible aquella
postura y en las que ésta resulte coherente y sensata.
El mismo principio permite salir de las paradojas:
éstas no son más que «los prejuicios del mañana»,
destinados a convertirse, con el tiempo, en simples
obviedades.
212
PENSAR COMO UN MAGO
Una vez construido un marco conceptual nuevo,
adecuado para dar una respuesta a las nuevas
preguntas, es decir, a resolver los problemas hasta
entonces sin solución, podemos preguntarnos si dicha
respuesta es «verdadera». Lo es sólo en el marco de
aquellas premisas. El científico sólo explica los hechos
haciendo referencia a ideas asumidas como ciertas. En
todos los casos existe la necesidad de referirse a un
marco conceptual. El científico no cambia la
comprensión de la realidad en sí misma, sino la
comprensión de la realidad referida a lo que se tiene
asumido de ella. Si un fenómeno no se explica a la luz
de nuestro marco conceptual, se está en presencia de
un problema insoluble, que sólo se resolverá
cambiando el marco conceptual. Resolver problemas,
en este sentido, es siempre plantear de otra forma la
visión de los hechos. Cada solución de un problema
«insoluble» es un cambio del paradigma anterior. Para
decirlo banalmente: si los medios que tengo a
disposición son insuficientes, invento otros.
Si la teoría del éter hubiese sido cierta, la radio no
habría podido existir; pero como era evidente que la
radio existía, hubo que abandonar la teoría e inventar
otra.
Es pues la teoría la que se debe adaptar a la realidad, y
no al contrario.
Así, en el problem solving, si no se sabe resolver una
cuestión, hay que subvertir toda la teoría que está en su
base.
7. DESVELAR EL TRUCO
213
1. Problem solving ilusionista en situaciones
de elevado riesgo
a. Medicina
Para ilustrar la noción de resistencia al cambio,
acudiremos a la medicina. En otro texto decíamos:
(La hipótesis fascinante) era que las llamadas
«enfermedades mentales» no fueran más que
problemas: situaciones comparables a los problemas
de ajedrez o a los problemas
de estrategia militar.
Intrigado por la ecuación
psicopatología = problemas lógicos,
empecé a observar que dicho cambio de perspectiva
abría nuevos e impensados horizontes teóricos y
prácticos. Me pareció natural, entonces, comparar la
búsqueda de la solución de los casos clínicos con la
búsqueda de la solución de las intrigas policíacas.
El arte médico se presta a otras analogías, no menos
sorprendentes. Según el enciclopédico Principios de
medicina interna de Harrison (la «Biblia» de los
médicos occidentales), el arte médico es la más
delicada de todas las actividades humanas:
Ninguna oportunidad, responsabilidad o deber más
importante puede recaer sobre un ser humano que el de
ser médico. Para curar al que sufre, necesita
competencia técnica, conocimiento científico y
comprensión humana. Quien es capaz de usar estas
dotes con valentía, humildad
214
PENSAR COMO UN MAGO
y sentido común asegurará un servicio sin igual a su
ocasional compañero. [...] Del médico se espera tacto,
atención y comprensión en cuanto el paciente [...] es
un ser humano con miedos y esperanzas que busca
alivio, ayuda y seguridad. Para el médico, como para
el antropólogo, nada del hombre es extraño o
repugnante (Harrison [1994], Principios de medicina
interna, McGraw-Hill/Interameri-cana de España,
Madrid).
Las palabras de Harrison se parecen mucho a las que
cierran La noche de los generales, una novela de Hans
Kirst:
No cabe imaginar forma de poder más completo, más
total, que el que poseen los generales [...] cuando la
única en dictar ley es la guerra. [...] La responsabilidad
de los generales no consiste únicamente en distribuir
hábilmente las tropas, emplearlas con criterio y
llevarlas a desbaratar las líneas enemigas. El talento
organizativo, el arte de la estrategia, el sentido de la
concatenación, son todas consideraciones secundarias
frente a un hecho, sin el cual no hay victoria ni
derrota: los generales operan con vidas humanas. Las
decisiones de los generales corresponden pues a la
vida y la muerte. [...] Un general debe ser consciente
de que [...] se le pide incesantemente tomar la más
difícil de las decisiones. Pero justamente por esto no
tiene otra opción que la de la humildad. La conciencia
de llevar un peso que es el más grave que puede caer
sobre las espaldas humanas debe estar siempre
despierta.
Hacerse cargo de la salud y hacerse cargo del combate,
por tanto, tienen en común la responsabilidad, la
materia del actuar (la vida humana) y la tensión
7. DESVELAR EL TRUCO
215
ética. Generales y médicos tienen que ver directamente
con la vida y la muerte de las personas, o sea, con el
riesgo por excelencia. La guerra y la medicina
constituyen la actualización más extrema de las
situaciones de riesgo. Es pues interesante observar las
analogías entre las soluciones inusuales adoptadas por
los generales en el problem solving militar y las
adoptadas por los terapeutas para resolver problemas
arduos y complejos, cuando se recurre a la astucia en
lugar de a la fuerza.
La medicina ofrece ejemplos de intervenciones
claramente contrarias al sentido común pero que se
han demostrado útiles.
Además del concepto de vacuna, ya mencionado, vale
la pena citar:
• la colapsoterapia de Forlanini en el tratamiento de la
tuberculosis pulmonar, para impedir reproducirse al
bacilo de Koch, cuando todavía no existían fármacos
capaces de hacerlo, se provocaba el colapso de un
pulmón, consiguiendo así vaciarlo de aire; la bacteria
sin aire moría; el método aprovecha el principio de la
modificación de las premisas, pasando de
curación = restitución de la plena funcionalidad del
órgano a
curación = eliminación de la bacteria;
216
PENSAR COMO UN MAGO
además la secuencia se invierte de
función de órgano normal —> enfermedad
enfermedad inducida —> función de órgano normal;
en ortopedia, cuando se quiere obtener el alargamiento
de una articulación (por ejemplo en casos de
enanismo), una posibilidad, contraviniendo toda lógica
basada en el buen sentido, es serrarla: se aprovecha así
la tendencia del hueso a formar rápidamente, cuando
es seccionado, un tejido de reparación exuberante (el
«callo óseo»), ya que este tejido hiperdesarrollado
permite alargar el segmento esquelético afectado; la
paradoja «disminuir para aumentar» fue concebida
subvirtiendo también en este caso la habitual noción
de curación, mediante la introducción de un elemento
externo (la interrupción deliberada de la continuidad
anatómica del hueso); en el mismo principio se inspira
la intervención ocular de queratomía radial que
consiste en practicar una incisión en la córnea de
pacientes que padecen miopía aprovechando el hecho
de que las cicatrices que se producen en la cór-nea
modifican su estructura y su forma; de este modo, lo
que en otros contextos daría origen a trastornos de
visión, utilizado estratégica-
7. DESVELAR EL TRUCO
217
mente, permite modificar la formación de la imagen en
el ojo del paciente, mejorando su visión;
• para practicar la anestesia local odontológica,
algunos dentistas no acercan la jeringuilla a la boca,
maniobra que en algunos pacientes provoca reacciones
defensivas que dificultan la operación, sino que, con
oportunas distracciones, acercan la boca a la
jeringuilla, que permanece inmóvil.
La analogía con las maniobras engañosas del
ilusionista no debe hacer pasar a segundo plano otro
aspecto interesante: se subvierte la interacción entre
quien se mueve y quien permanece quieto, como
ocurría en el caso del ghostbuster James Randi, que
escribía manteniendo quieta la pluma y moviendo el
papel; del mismo modo, si el ilusionista debe extraer
secretamente la primera carta de la baraja,
generalmente no aleja la mano (que retiene la carta) de
la baraja, sino que aleja la baraja de la carta cogiendo
aquélla con la otra mano;
• en el desplazamiento de la atención se inspira la
maniobra de Jendrassik, que consiste en solicitar al
paciente, cuya tensión y nerviosismo impiden explorar
los reflejos en la rodilla con el martillo, que se agarre
las manos con fuerza y las observe, cuando el médico
se lo indique; no hace falta decir que en ese momento
el doctor usará el martillo;
• pacientes ansiosos o hipersensibles pueden hacer
imposible la palpación médica del abdomen, in-
PENSAR COMO UN MAGO
dispensable en el reconocimiento físico del paciente:
nada más tocar el abdomen, los músculos se contraen
haciendo imposible hundir las manos para valorar los
órganos internos; en este caso no se usa la distracción,
sino una técnica más interesante: se le pide al paciente
que apoye su propia mano sobre la del médico, que a
su vez la apoya sobre el abdomen del paciente.
Se produce la vulneración de la premisa implícita de
que el examen clínico es practicado por el médico:
basta «añadir a la ecuación» -como diría Keanu Ree-
ves- un elemento externo (en este caso el propio
paciente) para obtener un resultado totalmente nuevo;
• una crisis de ansiedad puede ser muy molesta, y
llevar a veces al «ataque de pánico», un síntoma muy
severo; quien asiste a una persona presa de un ataque
agudo de ansiedad generalmente invita a la persona a
hacer respiraciones profundas con la intención ilusoria
de reducirla; en realidad ocurre exactamente lo
contrario: por motivos fisiológicos, la hiperventilación
aumenta la ansiedad, por lo que al poco rato se
instaura un círculo vicioso en el que la persona respira
cada vez más hondo mientras la ansiedad, en lugar de
disminuir, aumenta cada vez más. La solución consiste
simplemente en hacer lo contrario, o sea, en pedir a la
persona que respire en una pequeña bolsa de papel, o
en sus propias manos, o que contenga la respiración;
7. DESVELAR EL TRUCO
219
• la curación del insomnio, sobre todo cuando los
fármacos se han revelado inútiles o no pueden ser
asumidos por el paciente, suele ser un problema
insuperable a menos que no se plantee de forma
totalmente diferente de como manda la lógica: no se
intervendrá pues en las horas nocturnas, sino en las
diurnas, sobre la base de la hipótesis de que un sueño
alterado provoca una vigilia igualmente alterada. Esto
significa, por ejemplo, pedirle al paciente que renuncie
a su siesta, o mostrarle que a veces durante el día
duerme algunos minutos sin darse cuenta (e instarle a
no hacerlo); inspirándose en el principio ilusionista
que consiste en aprovechar secuencias de
acontecimientos relacionados entre sí para actuar de
forma contraria a lo que aparece si se observa desde el
lado del espectador, se invierte la lectura de los
acontecimientos, pasando de
insomnio nocturno —> somnolencia diurna
somnolencia diurna —> insomnio nocturno;
• el insomnio de los niños pequeños puede replantearse
a veces como dificultad de dormirse solos. El
mecanismo en el que se basa la dificultad de dormirse
es el siguiente: los niños advierten la tensión y la
ansiedad de los padres, por lo
220
PENSAR COMO UN MAGO
que no se relajan; los padres entonces se ponen
todavía más nerviosos, y se instaura el círculo vicioso;
la solución no es pensar en dormir al niño a una hora
determinada, sino pensar que se tiene toda la noche a
disposición; el padre, modificando así las propias
premisas, resignado, se relaja; por consiguiente,
también el niño se relaja; por tanto no será necesario
pasarse la noche en el cuarto del niño cantándole
nanas. Otra solución consiste en imponer al niño
quedarse despierto: al final no seremos nosotros los
que le pediremos que se duerma, sino él quien nos lo
pedirá a nosotros;
La inversión de los nexos de causa es un útil ejercicio
mental, que en medicina puede resultar realmente
singular. Así, cuando algunas investigaciones habían
evidenciado una frecuente asociación entre úlcera de
duodeno y paracetamol, se vio más tarde que no era el
paracetamol el que causaba la úlcera de duodeno, sino
la úlcera de duodeno la que causaba el paracetamol
(quien tiene una úlcera no utiliza nunca, como
analgésico o antipirético, la aspirina, sino otros
fármacos como el paracetamol, justamente); que no es
el frío lo que causa la fiebre, sino la fiebre lo que
provoca la sensación de frío antes de que la persona se
dé cuenta -por otros síntomas- de tener fiebre; se ha
conjeturado que el aumento de enfermedades cutáneas
no ha provocado el incremento del mercado de cremas
de protección solar, sino que éstas han causado el
aumento de las primeras y que no es el coleste-rol lo
que provoca la arteriesclerosis, sino que ésta in-
7. DESVELAR EL TRUCO
221
duce la producción de exceso de colesterol como
forma de defensa por parte del organismo. Son
evidentes las analogías entre estas hipótesis
aparentemente chocantes y aquellas, no menos
extravagantes, que al asomarse a la historia de la
ciencia parecieron una auténtica locura pero que luego,
con el cambio del paradigma de referencia, habían sido
aceptadas por todos... ¡hasta la llegada del paradigma
siguiente, por supuesto!;
• la opción de desplazar a un terreno distinto la
intervención de curación está en la base de la
aproximación indirecta en la psicoterapia. Se puede
curar un síntoma curando otro; curar a un niño sin
verlo nunca y viendo en cambio a sus padres, etcétera.
Por ejemplo, si una persona etiquetada como
«deprimida» se pasa el tiempo llorando, porque el
llanto «alivia su sufrimiento», el terapeuta se
preguntará qué más podría hacer la persona en lugar de
llorar para aliviar su sufrimiento; concentrará pues
todos sus esfuerzos en el intento de interrumpir el
llanto, basándose en la hipótesis de que, mientras llora,
no puede hacer nada más, y por tanto tampoco acceder
a los recursos que podrían permitirle modificar su
estada
A una paciente se le pidió que recogiese todas las
lágrimas en una botellita y que luego la llevase al
terapeuta. Esto provocó el cese casi inmediato del
llanto habitual. El mecanismo, como el lector puede
ver fácilmente, es el de la desviación de la atención;
222
PENSAR COMO UN MAGO
• más allá de la cuestión de si existe o no una base
orgánica en la dislexia, está claro que a veces se basa
en mecanismos psicológicos. En este caso, esforzarse
u obligar a leer bien colapsa los sistemas de lectura.
En una ocasión, utilizando una aproximación erickso-
niana, se le pidió al niño que trabajase con el terapeuta
en un ejercicio no de lengua, sino de geografía:
encontrar localidades de nombres pintorescos en un
mapa de grandes dimensiones. Desplazando la
atención de forma típicamente ilusionista, el niño se
dio cuenta -haciéndolo- de que sabía leer sin excesivas
dificultades;
* también en el caso del tabaco la solución puede
consistir en plantear el problema en otros términos, o
sea, en apuntar a un objetivo distinto, pasando de
«dejar de fumar» a «detestar el tabaco»; tras este
planteamiento de la cuestión, el método se intuye
enseguida: pedir a la persona que fume todavía más (es
una técnica que debe ser adoptada exclusivamente por
médicos, porque, obviamente, puede ser muy
peligrosa);
* en el caso de la «fobia escolar» (a veces
simplemente falta de interés por la escuela), en lugar
de intentar convencer al niño de ir al colegio,
estimularle con promesas, presionarle con amenazas,
conviene crear una ilusión de alternativas: «puedes
quedarte en casa, pero haciendo deberes durante ocho
horas». De esta forma se ha desplazado el objetivo de
7. DESVELAR EL TRUCO
223
¿cómo hacerle hacer X?
a
¿cómo hacerle imposible no hacer X?
Como en el forzamiento, se crea la ilusión de la libre
elección: no se impone nada, se ofrece la posibilidad
de «elegir» entre una cosa imposible y la que
queremos que elija; aparentemente se deja intacta la
libertad de elección: no se limita la libertad pidiendo al
niño que haga algo que no quiere, sino que se le deja
«libre» de ser él quien decida hacerlo. Por tanto no se
toca la libertad, sino todo lo demás (el objeto de lo que
la libertad decida). El acento por tanto se ha
desplazado del «cómo ir contra su libertad» al «cómo
dejar intacta su libertad».
Un capítulo aparte es el de la gestión de los pacientes
agitados y agresivos: argumento que nos llevará a
consideraciones de alcance más general, ajenas al
ámbito médico.
b. Agresiones físicas
A veces, en el tratamiento de trastornos del
comportamiento, pueden encontrarse personas
agresivas y en plena crisis de agitación psicomotriz. El
instinto llevaría a contraatacar o al menos a defenderse
emitiendo comportamientos que, sin embargo,
terminan aumentando la agresividad del paciente y
llevan a una escalada peligrosa. La solución puede
consistir
224
PENSAR COMO UN MAGO
entonces en orientar el propio comportamiento a
desmontar la agresividad del otro: por ejemplo
adoptando posturas o comportamientos no verbales
que señalen la propia no peligrosidad, como sentarse,
«empequeñecerse», escuchar en lugar de rebatir.
En algunos contextos puede ser útil adoptar una
técnica de confusión, es decir, adoptar actitudes o
llevar a cabo comportamientos ligeramente
incongruentes, que al ser inesperados descolocan al
otro: pedir ayuda para un problema práctico a la
persona, encenderse un cigarrillo y darlo, tener una
mímica facial «extraña».
El principio en el que hay que inspirarse siempre es el
de considerar que la agitación del otro no debe ser la
causa de nuestro miedo, sino el efecto de su propio
miedo: a menudo quien está agitado está asustado por
su propia agitación, que percibe como pérdida de
control; en este caso corresponde al terapeuta
tranquilizar al paciente sobre el hecho de que puede
recuperar el control.
Se aplica así el principio ilusionista de leer los hechos
invirtiendo causa y efecto:
Un soldado anunciaba pesaroso a Leónidas que el
enemigo ya estaba muy cerca de ellos. La respuesta
del general fue: «Y nosotros, ¿no estamos muy cerca
de él?».
Si tenemos miedo de la violencia del otro, podemos
releer la interacción poniendo el acento en el miedo
que el otro tiene de nosotros (de nuestras
contrarreacciones), y en el miedo que tiene de sí
mismo
7. DESVELAR EL TRUCO
225
(de sus reacciones incontroladas, de sus emociones
desbocadas).
Está en nosotros establecer el límite o la frontera
precisa entre estos dos componentes: lo demuestra la
distinta manera de representar el muro de Berlín
adoptada por los gobiernos de las dos Alemanias:
El muro de Berlín, en sí mismo, era sólo un muro, pero
tenía dos significados opuestos para los habitantes de
los dos Berlín. Para los berlineses occidentales
representaba el límite de la prisión que tenía
segregados a los alemanes del este; para éstos (al
menos así esperaban sus gobernantes) era el baluarte
erigido en defensa del asalto de los alemanes
occidentales.
Las situaciones de agresión dan lugar a otras formas de
intervención inusual.
Según los expertos, las mujeres que son agredidas por
posibles violadores deberían simular seguirles la
corriente, reservándose así la posibilidad de un
contraataque (por ejemplo un rodillazo bien dirigido o
introducir los dedos en los ojos del agresor) en el
momento más oportuno.
Si un pasajero está amenazando al conductor, éste
debería acelerar al máximo para que el hostigador,
sintiéndose en peligro, desista.
Si un perro ataca, el instinto lleva a evitarlo echándose
atrás; sin embargo, parece que la mejor respuesta es
empujar, no retroceder. En el caso de la agresión de un
oso, habría que acostarse en el suelo y fingirse muerto.
Los niños que juegan con gatos aprenden enseguida
que cuando los felinos sacan las uñas y apoyan las
patas
226
PENSAR COMO UN MAGO
sobre sus manos, no hay que retirarlas nunca, porque
se traduciría en dolorosas heridas; hay que mantener
las manos quietas para que el gato retire sus patas sin
hacer
daño.
En todos estos casos, se trata siempre dé modificar las
premisas automáticas que instintivamente definen las
situaciones: sin llegar a la solución propuesta en
aquella boutade:
la mejor venganza contra quien te quita la mujer es
dejársela.
c. Comportamientos antisociales Hace algunos años el
alcalde de Milán, para persuadir a los jóvenes de que
no ensuciasen con letreros y garabatos de spray toda la
ciudad, puso en práctica una iniciativa sorprendente:
apreció y elogió públicamente a los grafiteros
invitándoles a pintar y proporcionándoles espacios
especialmente destinados a su producción gráfica. De
esta forma eliminó la fascinación de la transgresión de
una actividad grupal que era ejercida en un contexto
social de secretismo y conspiración. La estrategia,
según parece, sirvió para reducir el número de escritos
en las paredes.
La intervención se deriva del desplazamiento de
perspectiva: lo que interesa a los artistas de las paredes
no es la creatividad relacionada con escribir, sino el
aspecto transgresivo, los valores metaartísticos. Basta
pues cuestionar estos últimos para que desaparezca el
comportamiento correspondiente.
7. DESVELAR EL TRUCO
227
2. Problem solving ilusionista
en los contextos educativos
a. Enseñar a respetar las reglas Parece que la
educación doméstica de los hijos se ha convertido en
un problema considerable. A veces obtener un
comportamiento (o su cese) por parte de los hijos es un
obstáculo aparentemente insuperable, contra el que se
desmontan todas las teorías y las técnicas aconsejadas
por los expertos. En muchos de estos casos es útil
subvertir las premisas e introducir un toque de
pensamiento ilusionista.
Una madre no conseguía persuadir a sus dos hijos en
edad escolar de que comieran lo suficiente a la hora de
cenar. Seje pidió que propusiese a los dos pequeños,
apenas iniciasen el gesto de apartar el plato, que se
fuesen inmediatamente a lavarse los dientes (lo que no
les gustaba) y luego a acostarse. Como respuesta a
esto, los dos aprendieron enseguida que podían aplazar
indefinidamente el momento de irse a la cama
simplemente pidiendo «algo más de comer».
Otra madre se quejaba de que su hijo pequeño se
negaba a hacer determinadas tareas. Se le dijo que
tendría que pedirle al hermano mayor que las hiciera,
ignorando completamente al pequeño: este último
quiso inmediatamente hacer «también él» lo que
aparentemente era un privilegio concedido sólo al
hermano mayor.
El lector reconocerá en el primer caso un típico
ejemplo de ilusión de libre elección, y en el segundo,
una clásica aplicación del principio de cambio de
significado. En el pri-
228
PENSAR COMO UN MAGO
mer caso, además, la premisa pasa de: «persuadir a X a
hacer Y» a «persuadir a X a dejar de hacer Y (comer
"un poco
más") para hacer Z (irse a la cama)». En el segundo
caso la solución se encuentra nada más superar el
vinculo de la premisa según la cual los actores del
pequeño drama familiar eran sólo dos, la madre y el
hijo pequeño: la introducción de un tercer elemento
llevó a la inmediata modificación de la percepción de
la situación y fue la propia madre la que propuso la
solución descrita.
b. Mejorar el estudio
El problema de los estudiantes no motivados a estudiar
también es causa de preocupación en el seno de
muchas familias.
A un estudiante se le prohibió estudiar con la
excepción de pocos, breves y muy delimitados
momentos del día; como consecuencia, el chico por
primera vez experimentó cierta motivación a estudiar,
y empezó a obtener resultados escolares satisfactorios.
En este caso se invierte el marco de referencia según
un esquema de este tipo:
7. DESVELAR EL TRUCO
229
Se trata de una solución indicada para todas las
personas no acostumbradas a organizar su propio
tiempo y que por consiguiente se colocan frente a los
deberes que tienen que hacer intentando tener siempre
más tiempo a disposición para llevarlos a cabo. A un
estudiante de secundaria que no se esforzaba
mínimamente en estudiar se le pidió que ayudara a un
compañero de clase que tenía serías dificultades de
aprendizaje. Al tener que enseñar al amigo, el chico se
vio obligado a aprender.
Se trata de la inversión de la noción de
«comportamiento exigido»: ya no aprender, sino
enseñar. Se aplica el principio ilusionista de la
aproximación indirecta, «si quieres A, apunta a B, su
opuesto».
En contexto comercial, se utiliza esta aproximación en
las campañas en las que se pide al cliente que describa
«qué características del producto le han gustado más»,
«por qué se lo recomendaría a un amigo», «por qué se
ha preferido a otros», etc. Las preguntas encauzan la
mente de la persona por raíles preestablecidos pero
invisibles: quien responde da por descontada (asume
implícitamente) la verdad contenida en la pregunta, y
allí expuesta en forma interrogativa. Es un típico
proceso de forzamiento ilusionista.
Otra forma ingeniosa para motivar al estudio aparece
narrada en esta anécdota:
El escritor y político francés Benjamín Constant era un
niño díscolo y hacía la vida imposible a sus maestros,
que no conseguían hacerle aprender nada. Un maestro
más astuto que los demás propuso un día al pequeño
inventar
230
PENSAR COMO UN MAGO
con él una lengua secreta que sólo usarían ellos dos
para comunicarse y que nadie más habría podido
entender. Activada así la curiosidad de Benjamín, el
maestro empezó a «crear» el alfabeto de aquella nueva
y extraña lengua; una vez aprendió a leer y a escribir
con aquellos extraños garabatos, se trató de inventar
palabras, igualmente extrañas e incomprensibles, para
designar las cosas de la vida cotidiana, los animales,
las plantas y así sucesivamente; el paso siguiente fue la
invención de una serie de reglas gramaticales, después
le tocó a la sintaxis, y de esta forma, gradualmente, los
dos llegaron a «inventar una nueva lengua»: el griego
antiguo.
c. Comportamientos de oposición Unos padres habían
intentado de todas las maneras contener el
comportamiento antagonista y transgre-sivo del hijo
adolescente y hacerle aceptar las reglas de lo que para
ellos era la «normalidad». Se pidió a los padres que
empezasen a comportarse también ellos de forma
anticonvencional y transgresora y que esperasen a ver
qué pasaba. Como era de prever, el chico se mostró
algo desconcertado por el vuelco inesperado de la
situación: al encontrar absolutamente insensato
oponerse a los padres, que mostraban alentar la
transgresión y practicarla a su vez, la única forma de
oponerse a ellos y demostrarse a sí mismo que era
distinto del modelo de sus progenitores consistió en
abandonar los comportamientos transgresivos.
Para llegar a esta solución hubo que abandonar la
premisa según la cual el resultado X (comportamiento
educado del
7. DESVELAR EL TRUCO
231
chico) sólo podía alcanzarse a través de la vía directa
(enseñanza, ejemplo «virtuoso»). Hasta aquel
momento el objetivo de los padres había sido «ser un
modelo válido de
buenas personas».
Manteniendo el objetivo final (el abandono por parte
del chico de comportamientos transgresivos) y
construyendo un objetivo a corto plazo no connotado
ideológicamente sino inspirado en criterios puramente
pragmáticos de eficacia («inducir un cambio en el
comportamiento del chico»), fue posible ampliar el
espectro de las posibilidades y contar con la
colaboración de los padres al representar la paradójica
inversión de los roles padres-hijo.
3. Problem solving ilusionista en los contextos
deportivos y de performance
a. Entrenamiento
Si una serie de ejercicios físicos no puede completarse
por la acumulación de ácido láctico y la consiguiente
fatiga muscular, la solución más obvia consiste en
dividir la serie pasando por ejemplo de una de veinte a
dos de doce. De esta forma, se ha transformado una
dificultad en una oportunidad de mejora.
Generalmente el entrenamiento deportivo en el caso de
disciplinas que exigen sesiones repetitivas y
monótonas puede aliviarse confiriendo otro aspecto a
los ejercicios: o encontrando un contexto en el que
tengan un significado o cambiándoles simplemente el
nombre.
232
PENSAR COMO UN MAGO
b. Desmotivación reactiva en el equipo El pésimo
desarrollo del campeonato había generado en un
equipo rencores, mal humor y tensiones
que empeoraban cada vez más su rendimiento. Con la
intención de cambiar el rumbo, los directivos habían
sustituido sucesivamente al preparador físico, al
entrenador y hasta al médico del club, sin obtener
ninguna mejora en las prestaciones del conjunto.
Se estableció renegociar completamente el objetivo,
poniendo en discusión la única premisa que hasta
aquel momento había parecido necesariamente
intocable, o sea, que fuese necesario conseguir un
puesto en la clasificación. Se comunicó a los atletas,
de acuerdo con los directivos, que el retroceso del
equipo se consideraba ya una realidad inamovible, y
que de ahora en adelante los jugadores podían jugar
por pura diversión. Esta sencilla maniobra tuvo el
efecto inmediato de diluir las tensiones acumuladas en
los vestuarios y los atletas empezaron verdaderamente
a jugar «para divertirse». Obviamente el rendimiento
del equipo mejoró en poco tiempo, hasta el punto de
permitirle recuperar las posiciones necesarias para
clasificarse.
Los prestidigitadores reconocen en esta maniobra la
aplicación del principio de la conclusión prematura:
inducir al otro a creer que la situación problemática ya
se ha terminado para poder tener una visión relajada de
todo lo que vendrá a continuación.
7. DESVELAR EL TRUCO
233
c. Bloqueo de performance artística
Un joven estudiante de violonchelo a punto de obtener
el diploma se exponía a comprometer su futura carrera
como concertista porque le bloqueaba una irrefrenable
ansiedad de performance cada vez que debía exhibirse
en presencia de personas que él veía como jueces.
Trataba de superar el temor al fracaso esforzándose
cada vez más en el estudio, con la esperanza de
adquirir un completo control de la técnica de
ejecución: llegaba pues a las pruebas cada vez más
exhausto y consumido por la ansiedad.
Se renegoció la noción de valor de una ejecución
musical: la premisa del joven era que una ejecución
válida debía ser técnicamente irreprochable. Se le
sugirió que la interpretación se beneficiaría mucho
más de los aspectos «humanos» que el ejecutor
pudiera transmitir: se le pidió, pues, que intentara
expresar en la música que tocaba todas las emociones
que conocía, incluso el miedo al juicio de los demás y
la ansiedad por el resultado. Las imperfecciones
técnicas que, según sus temores, se habrían derivado
de ello fueron reformula-das en términos de «vida» y
«veracidad» que sólo un verdadero artista sabe
introducir en sus performances.
Se aplicó pues un procedimiento de desplazamiento de
la atención y redefinición o cambio del significado,
que no tardó en dar los resultados esperados.
d. Bloqueo en la performance
Un niño no conseguía aprender a nadar porque se
esforzaba en flotar, pero a causa de la tensión
muscular
234
PENSAR COMO UN MAGO
activada por dicho esfuerzo este objetivo parecía
inalcanzable. Se llevó al niño donde el agua era
bastante
profunda (pero no tanto para que no pudiera tocar
fondo, a fin de no asustarle) y se le pidió que
aprendiera a permanecer bajo el agua, acurrucándose o
acostándose sobre el fondo de la piscina. El niño
descubrió que a pesar de todos sus esfuerzos le
resultaba imposible, porque una fuerza poderosa (el
empuje de Arquímedes) se oponía a sus intentos: al
cabo de un rato, de repente comprendió que estaba
flotando.
Utilizando el principio del ardid, es decir,
construyendo un motivo plausible para experimentar el
empuje de Arquímedes, se desplaza la atención del
objetivo de flotar al de fracasar en flotar. La mente
rechaza instintivamente la idea contraintuitiva de la
flotación, pero acepta la de que el propio cuerpo pueda
hundirse en un líquido. La tarea fue replanteada de
forma paradójica: aprender a no flotar.
e. Invenciones y descubrimientos La invención de la
rueda es un clásico ejemplo de subversión de las
premisas: al permitir el paso de la fricción deslizante a
la rodante, el problema de la disipación de fuerzas
debido a las superficies de contacto entre objetos
físicos desaparece.
Algunas aplicaciones de ingeniería en la economía se
basan en la subversión de las nociones comunes sobre
la fabricación de productos industriales. Existe un
ramo de la ingeniería dedicado a incorporar «errores»
o informaciones en los productos industriales a
7. DESVELAR EL TRUCO
235
fin de asegurar su desgaste en un tiempo
preestablecido (y, presumiblemente, bastante breve).
Es una innovación absoluta en el concepto de
construcción de objetos duraderos: dichos productos
no están construidos para durar el máximo tiempo
posible, sino al contrario, para ser reemplazados por
otros al cabo de unos meses o años.
La invención del sonar invierte la intuición natural de
que el sonido sea emitido por una fuente y llegue hasta
nosotros: en este caso, somos nosotros la fuente de las
ondas sonoras (ultrasonidos), que se disparan en
dirección al objeto, el cual las refleja permitiéndonos
localizarlo.
4. Problem solving ilusionista en los contextos
laborales
a. Rendimiento laboral
Un empleado conocido por su escasa afición al trabajo
fue poderosamente motivado cuando se replanteó su
función en los términos de «secretario personal (con
funciones de filtro) del jefe de oficina». Esto recuerda
lo que afirmaba el grafólogo Girolamo Mo-retti, según
el cual hasta el ser más perezoso se convierte en un
trabajador incansable si encuentra la ocupación que le
gusta. Se trata, evidentemente, de una aplicación de la
noción según la cual cualquier propiedad de objetos o
personas está relacionada con el contexto: «¿Perezoso
respecto a qué?» es, en estos casos, la pregunta más
útil. También aquí se trata de
236
PENSAR COMO UN MAGO
evitar buscar la adaptación de las personas a las
exigencias del ambiente, invirtiendo la dinámica en
«adaptar las exigencias ambientales al individuo», lo
que es más provechoso y económico.
No es más que una variante del principio citado más
arriba a propósito de Patch Adams: se invierte la
relación entre figura y fondo, o sea, se pasa de la
pregunta «¿cómo hacer emitir a X un comportamiento
adecuado?» a «¿en qué ambiente el comportamiento
estándar de X sería adecuado?». El empleado del
ejemplo tenía una imagen de sí mismo que sólo le
habría permitido trabajar sintiéndose el centro de
atención de sus iguales, lo que se hizo posible cuando
quedó claro que era el «secretario particular del jefe».
b. Delitos
En una situación se había detectado que un empleado
robaba a la empresa. Al no ser posible esgrimir
pruebas, y prefiriendo no privarse de su profesionali-
dad, se concibió la estratagema de encargarle
precisamente a él una discreta investigación sobre la
autoría de los robos. De esta forma al empleado le
resultó imposible seguir robando, porque en tal caso se
habría demostrado su incompetencia (y otro habría
ocupado su puesto); cuando cesaron los robos, se le
comunicó que no se había descubierto al ladrón, pero
que éste, evidentemente, había notado algo raro y
había puesto fin a los robos.
En otra ocasión, casi idéntica, se le pidió al ladrón que
idease un sistema que hiciese imposible al miste-
7. DESVELAR EL TRUCO
237
rioso caco la prosecución de su delito: también en este
caso la maniobra llevó, instantáneamente, al cese de
los robos, resultado por el que el empleado fue
solemnemente premiado por sus superiores.
En ambos casos se llega a la solución después de haber
modificado la premisa que definía el problema en los
términos de «guardia/ladrón», haciendo coincidir al
guardia con el propio ladrón.
c. Bloqueo del trabajo en equipo Si es todo un equipo
el que no da el rendimiento esperado, se puede recurrir
al espíritu competitivo haciéndole rivalizar con otro
grupo; si no existen otros grupos, se fragmentará el
equipo en subequipos y muy pronto entrarán en
competición unos con otros. Al final del proceso la
productividad o la cohesión del grupo (si es
convenientemente dirigido) aumentará.
Se aplica el principio de romper para consolidar, ya
discutido a propósito de la intervención ortopédica de
alargamiento del hueso.
5. Problem solving ilusionista en las organizaciones a.
Vencer a la competencia
El problema de ganar a la competencia puede
abordarse de muchas maneras, entre las cuales una
muy original fue ideada por JVC en 1976.
Sony había producido el sistema de cintas de vídeo
Betamax. Al cabo de un año, JVC lanzó al mercado el
238
PENSAR COMO UN MAGO
formato VHS (Video Home System), pero tuvo la
perspicacia de permitir a otras empresas producir
cintas y grabadoras de vídeo en el mismo formato.
Gracias a esta maniobra inesperada, el formato VHS se
impuso como estándar mundial desbancando al
sistema Betamax.
En la práctica, al permitir la competencia, JVC derrotó
a la competencia.
La premisa habitual
primogenitura de un producto —> monopolio
se había abandonado en aras de un supraobjetivo
distinto del de la obtención del monopolio, y mucho
más importante.
b. Aumentar la producción
El sueño de todos los empresarios es obtener los
máximos beneficios con el mínimo empleo de medios.
Entre los medios, obviamente, está el trabajo del
hombre, y aunque en general la fatiga de nuestros
semejantes no ha encabezado la lista de las
preocupaciones de muchos empresarios, es evidente
que -al menos hoy— la atención a las exigencias de
los empleados es un elemento irrenunciable en
cualquier organización.
En los años treinta del siglo pasado Henry Ford tuvo
una intuición que permitió obtener un incremento de la
producción de la empresa automovilística y a la vez
reducir la carga de trabajo de sus emplea-
7. DESVELAR EL TRUCO
239
dos. El magnate americano fue el primero en
introducir otra jornada festiva en la semana laboral,
pasando del domingo libre al week-end en la fórmula
luego convertida en hábito del «sábado y domingo». El
razonamiento de Ford poseía la simplicidad del genio:
¿Qué sentido tenía producir automóviles si no se daba
a la gente la posibilidad de usarlos para trasladarse de
un sitio a otro? Al duplicar el tiempo libre disponible,
Ford introdujo una variante fundamental en la
percepción del tiempo por parte de la gente, y
modificó de forma irreversible la dinámica
producción/consumo: el consumo pasaba a ser la causa
de la producción, y no su consecuencia.
La inversión de perspectiva, una especie de revolución
copernicana en las finanzas, puede describirse en
términos paradójicos: aumentando la libertad (de
consumo), más vinculado se está (a la necesidad). El
tiempo Ubre crea demanda de pasatiempos, abriendo
la vía a la industria del entretenimiento, que hoy
representa el negocio más importante del planeta.
Además, aumentando la libertad, se incrementa la
demanda: por tanto, es la demanda la que crea la
oferta, pero la demanda ha sido creada ad hoc
introduciendo la noción de libertad vinculante.
De hecho parece que el mecanismo funciona tan bien -
al menos en los países de economía capitalista-que ya
no se percibe su origen: la ilusión de libertad se
perpetúa a través de la identificación de la libertad con
la libertad de elección, que en la práctica se reduce a la
libertad de elegir productos presentes en el mercado.
240
PENSAR COMO UN MAGO
La libertad se ha convertido en libertad de consumir:
no hace falta recordar que el consumismo, basado
justamente en el consumo de bienes, se devora a sí
mismo y nunca satisface el anhelo de libertad del
individuo porque estimula siempre nuevos apetitos.
c. Soslayar un impasse de marketing £1 problema de
una gran empresa de moda que vendía sus productos
en todo el mundo era cómo publi-citar en el mismo
momento prendas de ropa que debían adaptarse a
cualquier estación y a cualquier tipo de cliente en los
dos hemisferios del planeta sin multiplicar el número
de las campañas.
El problema fue resuelto por el fotógrafo Oliviero
Toscani eliminando las prendas de vestir de las
imágenes publicitarias. Lo que se publicitaba, por
tanto, no era el jersey o la prenda de ropa, sino la
propia marca, que aparecía en todas las imágenes, que
ya no hablaban de ropa, ni de moda ni de tejidos, sino
que exhibían temas de actualidad, candentes o
controvertidos. En la práctica, una completa inversión
de los procedimientos habituales de funcionamiento de
la campaña publicitaria, pensada para hacer apetecible
un producto. En este caso, el producto ni siquiera era
mencionado, proponiendo directamente la marca.
Podemos imaginar que un prestidigitador, ante el
problema
1) la publicidad sirve para vender algo, por tanto lo
hace apetecible,
7. DESVELAR EL TRUCO
241
2) es imposible hacer apetecible el mismo vestido en el
mismo momento en todos los lugares del
planeta,
habría reflexionado más o menos así:
• para que la gente compre X, debe asociarlo a
algo;
• el publicista asocia (con una imagen) X a algo
agradable o motivante;
• no existen cosas motivantes para todos en el mis-mo
momento;
• la clave es asociar;
• para vender algo, no es necesario asociarlo a otra
cosa determinada (agradable o motivante), sino
simplemente asociarlo a cualquier cosa de la que se
hable durante suficiente tiempo;
• de esta forma, se asociará la mercancía a la categoría
«conocido», «célebre», «polémico», «comentado» y
similares.
De hecho las personas no compran un producto, sino
la idea o la imagen de un producto: «la gente no
compra naranjas, sino salud; no cremas, sino belleza»
sostenía ya en 1956 Vanee Packard. El paso siguiente
es inducir a la gente a comprar no ya la idea o la
imagen de un producto, sino la marca, o mejor dicho,
lo que se asocia a la marca. Se pasa de «comprar un
bien concreto» a «comprar un bien virtual, comprar las
emociones que van unidas a dicho bien concreto»;
242
PENSAR COMO UN MAGO
por parte del vendedor también se pasa de «vender
un bien concreto» a «vender emociones», y por último
se pasa de «publicitar un bien concreto» a «publi-citar
emociones». Para concebir esta solución, ha sido
necesario reconsiderar la secuencia
veo un objeto —> me gusta —> lo compro
transformándola en «compro lo que me gusta» («ya no
me interesa el objeto sino el placer que me da»), hasta
llegar a la inversión:
no compro el objeto porque me guste, sino que me
gusta
porque lo compro,
determinada por el hecho de que se compra un objeto
(y lo que se asocia a él) y el placer procede del hecho
de que se compra aquel objeto. El bien ya no es el
objeto, sino llegar a poseerlo, comprarlo, lo que sólo
es posible si el objeto es depositario de valores que
van más allá de su aspecto concreto.
d. Motivar a la compra
Si la dificultad que hay que superar es la caída de la
motivación a la compra de un producto, se puede
intervenir modificando las premisas que ven en la
motivación al consumo el impulso necesario para la
compra. Planteando el problema con ayuda de una
lectura distinta de la motivación, se puede resolver
7. DESVELAR EL TRUCO
243
la cuestión rápidamente. Coca Cola anunció que
dejaría de producir la bebida con el gusto clásico en
favor de una nueva bebida, de gusto parecido con
algunos matices distintos. Quedó claro enseguida que
la «vieja» Coca Cola iba a dejar de existir. En la mente
de muchos, la motivación se transformó de un
genérico
deseo de consumir el producto X
a un muy distinto
deseo de consumir por última vez el producto X, que
va
a desaparecer del mercado.
Esta simple maniobra, basada en la modificación de
los términos en los que normalmente se piensa la
motivación a la compra, bastó para aumentar las
ventas de forma vertiginosa.
Coca Cola vendió más anunciando que iba a vender
menos.
e. Comunicar con eficacia, potenciar el carisma A un
directivo le angustiaba el hecho de no ser
suficientemente carismático cuando tenía que
comunicar sus ideas a los demás.
A menudo la presentación y la comunicación no son
eficaces porque se intenta ser diferente de cómo se es,
tal vez tratando de imitar algún modelo considerado
perfecto. Se sugirió al directivo que el secreto
244
PENSAR COMO UN MAGO
del carisma era apostar por la propia personalidad
irrepetible, no confundirla adoptando el estilo de otros,
sino al contrario potenciar el propio, convirtiéndolo en
una marca de fábrica; se puede alcanzar esta meta
incluso exhibiendo, en lugar de ocultar, los propios
defectos.
Del mismo modo, en la vida, muchos se sienten
inferiores a los demás por «no ser guapos»: en realidad
lo que atrae a las personas no es la belleza, sino la
originalidad, la diversidad, la extrañeza, el misterio.
Elementos que cada uno posee de forma natural,
precisamente porque cada ser humano es distinto de
los demás.
Para ser único basta ser uno mismo: ser único significa
ser mercancía rara.
Este planteamiento distinto del problema procede del
abandono de la noción de «presentador como
semejante al modelo X» por la de «presentador como
singularidad irrepetible».
Un maestro se sentía frustrado por el hecho de que
cuando hablaba tenía que esforzarse siempre para
hacerse oír: esto le causaba laringitis crónicas y otras
patologías profesionales que le llevaban a forzar más
las cuerdas vocales para compensar el bajo tono de
voz. Se aseguró al maestro que si procuraba hablar con
un volumen de voz más bajo, en lugar de más alto,
como siempre había hecho, induciría a los estudiantes
a concentrarse más en la voz del orador. La sugerencia
dio muestras de ser válida desde la primera aplicación.
7. DESVELAR EL TRUCO
245
Para concebir esta maniobra hay que admitir que no es
el orador quien debe merecerse la escucha por parte
del auditorio, sino el auditorio el que debe merecerse
la comprensión de lo que dice el orador.
f. Incrementar la innovación A menudo a los asesores
de organizaciones y empresas se les piden métodos
para «aumentar la creatividad».
«Crear la creatividad» muy a menudo es un problema
mal planteado. La premisa es que la creatividad es un
recurso que debe llevar a la producción de un producto
nuevo, que debe ser conseguida por los empleados
facultados para ello, que debe consistir en producir lo
que demanda el cliente, y más cosas todavía.
A menudo se ha demostrado útil replantear los
términos del problema: el objetivo puede ser producir
innovaciones no en el producto, sino en todas las fases
de su historia natural (desde la planificación hasta la
venta); se puede atribuir la facultad de proponer
innovaciones a todos los empleados (desde el portero
hasta los guardias de seguridad) y no sólo a los
«creativos» oficiales; se puede modificar el
planteamiento respecto al parámetro «invención ex
novo» y aspirar a utilizar de manera distinta el material
ya disponible; se puede querer innovar A, pero estar
dispuestos a recoger cualquier aspecto innovador
derivado de esta investigación a cargo de B, C, etc.
246
PENSAR COMO UN MAGO
6.Problem solving ilusionista en contextos conflictivos
Conciliar partes que atraviesan una fase conflictiva
acostumbra a ser una tarea de connotaciones
«imposibles». Esto es así sobre todo si se olvida que
ningún ser humano posee la verdad, y que cualquier
«verdad» es fruto de construcciones mentales, incluida
la verdad del mediador llamado a dirimir los
problemas; el mediador por tanto tendrá que ser el
primero en evitar caer en la trampa de las premisas de
las partes en liza y trabajar sobre sus propias
representaciones mentales de las representaciones
mentales de los dientes, para descubrir sus falacias y
sus puntos débiles. La primera regla es desplazar la
atención del contenido de las argumentaciones a su
forma: en efecto, contrariamente a lo que indica el
sentido común, el «diálogo» sólo resuelve los
problemas que nunca han sido problemas. Los
problemas lo son cuando no pueden resolverse con la
lógica y el sentido común.
a. Parejas
Una pareja de recién casados se pasaba el tiempo
peleándose: en el momento en que se pidió la interven-
ción, quedó claro que cada uno de los dos tenía
motivos válidos para quejarse del otro. Sin embargo,
también era evidente que ninguna pareja es inmune a
esta peculiaridad, y que el motivo por el que muchas
parejas «no funcionan» es simplemente el no aceptar a
priori este elemental dato de partida.
7. DESVELAR EL TRUCO
247
Se pidió a la pareja que suspendiesen inmediatamente
cualquier forma de «diálogo» o de confrontación
racional: se les impuso, en cambio, aplazar cualquier
discusión a un momento determinado del día y
abordarla sólo en una determinada habitación de la
casa. Desplazando el acento del contenido al entorno,
se hizo inofensivo el componente más temible de la
confrontación entre los dos, o sea, el contenido de las
argumentaciones y las recíprocas reivindicaciones. De
esta forma, al introducir un componente de artificio
que interrumpía la secuencia habitual de la interacción,
la pareja comprobó que no era inevitable producir una
escalada agresiva.
b. Política
El arte del transformismo político constituye una de
las aplicaciones más evidentes de modificación de las
premisas en las que nos movemos. En realidad, la
dialéctica utilizada en los debates por nuestros
políticos es siempre una florida antología de
ilusionismos verbales y conceptuales.
Dos exponentes de partidos políticos alineados en
posiciones opuestas mantenían un careo en un
programa televisivo pocas horas después de una
jornada electoral. El parlamentario cuyo partido con
toda evidencia había perdido las elecciones se dirigía a
su adversario sosteniendo con la máxima tranquilidad:
«Habéis perdido». No andaba equivocado: en efecto,
también aquel partido había «perdido»... en porcentaje,
respecto a las últimas elecciones, aunque hubiese
ganado las elecciones.
248
PENSAR COMO UN MAGO
Recurriendo a una visión absolutamente elástica de las
premisas que (al menos en teoría) deberían definir la
orientación de un partido, muchos políticos consiguen
desplazarse a sí mismos y a su partido (y por tanto a
millones de votantes) de una posición a otra del
espectro político. A Talleyrand se le atribuye una
anécdota que ilustra muy bien la libertad mental que
caracteriza al homo politicus:
las campanas anunciaron que la enésima furiosa guerra
civil había concluido. El viejo y astuto diplomático,
desde la ventana de su casa, escuchando el lejano
repique de campanas, comentó: «Hemos ganado». Su
secretario, sorprendido, le preguntó: «¿Cómo sabéis
qué facción ha ganado?». La respuesta fue: «Mañana
por la mañana te diré a qué facción pertenezco».
c. Diplomacia
La conciliación de instancias opuestas puede valerse
de la idea de que ninguna construcción mental
corresponde por entero a la realidad, y que por tanto
siempre hay espacio para modificar el significado de
las representaciones mentales, empezando por las
propias. El apego a las propias ideas, la reivindicación
de la posesión de una verdad no discutible y no
interpretable, la coherencia con los propios puntos de
vista perjudican al negociador y a las partes, pero son
sobre todo las partes las que comprueban a menudo
que la única forma de empeorar su situación es
permanecer inamovibles en sus posiciones: dicho de
otro modo, intentando defender los propios intereses
7. DESVELAR EL TRUCO
249
y el propio punto de vista se termina perdiéndolos; a la
inversa, sólo renunciando a la defensa a ultranza de
una representación mental que se cree exclusiva se
consigue la victoria sobre el adversario.
Además, muchas veces el objetivo se alcanza a través
de movimientos inesperados o indirectos.
Cuando Henry Kissinger, en calidad de secretario de
Estado, tuvo que llegar a un acuerdo con la Unión
Soviética, en lugar de mostrarse acomodaticio y bien
dispuesto respecto a la superpotencia antagonista,
tendió la mano abiertamente a China, aprovechando el
creciente aislamiento de la URSS en el contexto
mundial. Los soviéticos aceptaron rápidamente la
oferta de sentarse a la mesa de las negociaciones con
los americanos. Se trata de una evidente aplicación de
la aproximación indirecta; en este caso, añadiendo un
elemento externo a los planteados en las premisas.
7. Problem solving ilusionista en contextos
macrosociales
a. Motivar a alistarse
El enrolamiento voluntario de jóvenes en el ejército se
apoya desde siempre en la clásica maniobra de Tom
Sawyer: el alistamiento se convierte en un premio del
que enorgullecerse. Esto se obtiene transformando el
reconocimiento médico del alistamiento en un rito
iniciático cuya superación significa acceder a
250
PENSAR COMO UN MAGO
la edad adulta. Como dice el refrán, «quien no es
bueno para el rey tampoco lo es para la reina».
En algunas naciones el problema se resuelve
manteniendo algunas áreas geográficas en clara
desventaja desde el punto de vista socioeconómico, de
manera que para los jóvenes que crecen en aquellas
zonas la única perspectiva de empleo es alistarse.
En Italia se ha encontrado una solución al continuo
decremento del número de individuos enrolados
(debido al descenso demográfico y al creciente número
de objetores de conciencia) abriendo las puertas del
servicio militar a la población femenina.
b. Macroeconomía
Packard señala que después de la Segunda Guerra
Mundial la economía estadounidense sufrió un cambio
extraordinario determinado en primer lugar por el
exceso de producción. Esto llevó a los industriales a
concentrarse en la mejor forma de estimular la
demanda, pasando así del
producir para vender
al
vender para (no dejar de) producir.
También en este caso se trata de considerar las
secuencias de acontecimientos interrelacionados desde
7. DESVELAR EL TRUCO
251
una perspectiva anticonvencional, como ya se ha dicho
en otras ocasiones.
La solución concebida por los industriales americanos
es un ulterior ejemplo de problem solving inusual: se
estableció que había que crear en el público
necesidades de las que el mismo público todavía no
fuese consciente. Esto dio impulso a la aplicación de
las ciencias comportamentales en la publicidad,
fenómeno que perdura todavía hoy.
En este sector, a los publicitarios más innovadores se
les suele llamar «magos» de la persuasión. En efecto,
Packard subraya algunos fenómenos cuya explicación
es fácil a la luz de la teoría ilusionista pero que sin ella
serían desconcertantes: los psicopublicitarios fueron
introduciendo poco a poco la subversión psicológica
de las estaciones (la «temporada de verano», en la que
está justificada la compra de gafas de sol, empieza en
febrero y llega hasta noviembre), la abolición del
sentimiento de culpa («tengo derecho a concederme
esta chocolatina: me la he ganado, merecido, etc.»), la
inducción de la vergüenza por no ir a la moda, y otros
mecanismos mentales que hoy nos parecen
connaturales a nuestra mente pero que antes no eran
tan obvios.
Hoy la economía de red está introduciendo
subversiones radicales de los planteamientos clásicos
que han dirigido la economía en los últimos dos siglos.
En un sistema complejo e interconectado el control y
el gobierno centrales pierden importancia, mientras
que la adquieren los diferentes elementos perifé-
252
PENSAR COMO UN MAGO
ricos: esto contradice la experiencia secular que veía
en el control desde arriba un dogma irrenunciable.
Otro fenómeno innovador de extraordinario alcance es
que, contrariamente a lo que ha ocurrido hasta ahora,
la abundancia de bienes no disminuye su valor, sino
que lo aumenta (un teléfono móvil sólo es inútil: su
utilidad crece proporcionalmente a la difusión de los
teléfonos móviles).
Uno más: liquidar a bajo precio un producto (el último
modelo de walkman) significa crear demanda (en
nuestro caso, una necesidad continua y potencialmente
ilimitada de cintas y pilas). Este principio, llevado a
sus últimas consecuencias, se traduce en la reciente
práctica de no hacer pagar por el servicio o el
producto: ofrecerlo gratis, regalarlo y en cambio hacer
pagar los extras, las actualizaciones y los servicios de
lujo. Regalar un móvil para vender los servicios
creados expresamente para él. En este caso se ha
pasado del mecanismo
ganar vendiendo,
sobre el que se había basado toda la economía de la
historia moderna, al radicalmente nuevo
ganar regalando.
La economía de red invierte también la secuencia
clásica según la cual la oferta de productos sólo
aumenta si aumenta su precio: la oferta aumenta a
medida que el precio baja.
7. DESVELAR EL TRUCO
253
Una vulneración macroscópica de los dogmas de la
economía clásica se encuentra en el fenómeno de la
introducción en el mercado de un producto en versión
no definitiva («versión beta»), que los clientes se
encargarán de mejorar: de esta forma se aprovecha la
inteligencia del cliente, haciéndole trabajar gratis. No
hace falta subrayar la analogía con el principio
ilusionista, varias veces citado, de la inversión de roles
activo/pasivo del mago y del espectador llamado a
hacerle de ayudante.
El último punto corresponde a un proceso que está
llevando rápidamente a la abolición de la clásica (y
aparentemente inmodificable) distinción entre clientes
y empleados de la empresa: en palabras del estudioso
americano Kevin Kelly:
Cuando pones gasolina en el autoservicio de la
gasolinera, ¿estás trabajando para la estación de
servicio o para ti mismo? Todas las personas que
hacen cola en la calle delante del cajero automático
¿son clientes bancarios muy evolucionados o sólo
cajeros de banco no remunerados? Cuando te haces en
casa un test de embarazo, ¿eres una mujer razonable y
sensata o formas parte del plan de reducción de gastos
del servicio sanitario nacional? Naturalmente, la
respuesta es que eres ambas cosas. Cuando todo el
mundo está conectado a una red, es imposible decir de
qué lado está (p. 149). Los colaboradores externos se
comportan como empleados, los empleados como
externos. Las nuevas relaciones confunden los papeles
de empleados y clientes hasta hacerlos coincidir. Éstas
revelan que el cliente y la compañía son una sola cosa.
[...] En un sentido muy real los propietarios de la red
telefónica sólo venden la oportu-
254
PENSAR COMO UN MAGO
nidad para los clientes de conversar entre ellos,
conversaciones que crean los propios usuarios. Podría
decirse que
las sociedades telefónicas cocrean el servicio
telefónico. Este difuminar origen y fines desemboca en
el nacimiento de los servicios on line, en los que la
mayor parte de lo que se vende está creado por los
mismos clientes en forma de envíos de mensajes y
conversaciones. [...] Las sociedades on line sólo
empezaron a ganar cuando se dieron cuenta de que sus
clientes actuaban como empleados, creándose ellos
solos sus productos (p. 150; la cursiva es nuestra).
El «difuminar origen y fin» que hemos subrayado en
esta cita es la aplicación del principio ilusionista según
el cual en las secuencias de acontecimientos in-
terrelacionados siempre es posible ofrecer (a uno
mismo o a los demás) lecturas distintas según donde se
decida poner el acento: cuando el mago se mete la
mano en el bolsillo, ¿saca los polvos mágicos o
deposita secretamente la pelotita?
Otra inversión de las relaciones tradicionales se da en
la relación entre deseos y su satisfacción. Kelly
recuerda el caso de KLM, la compañía aérea holandesa
que
vende billetes por un millón de dólares al año a
personas que vuelan sin un destino concreta Los
clientes reservan el avión en cualquier vuelo
internacional donde KLM tenga plazas extra y hacen
un vuelo de ida y vuelta inmediata, regresando a casa
sin haber salido del aeropuerto de destina El vuelo es
un crucero de alta tecnología en el que, simplemente,
hacer shopping en el duty-free y volar en un 737 a
7. DESVELAR EL TRUCO
255
un precio rebajadísimo es la única atracción. ¿De
dónde nace este deseo? Ha sido creado por la
tecnología (p. 187).
La creación tecnológica del deseo nos recuerda que la
economía de red se ha desarrollado paralelamente a la
constitución del sector «industrial-espectacular», o sea,
a la industria del espectáculo y del entretenimiento,
cada vez más importante en la economía mundial.
Cada vez más, la economía del planeta se basará en el
flujo de recursos ligados a la satisfacción de la
necesidad de magia e ilusiones: otro ejemplo de
construcción de la realidad o, quizá, del triunfo de los
ilusionistas.
c. Aumentar la eficacia de las reivindicaciones
sindicales
Un representante sindical de una categoría de
trabajadores del transporte público había recibido el
encargo de valorar nuevas formas de protesta. Se
discutió con él la hipótesis de transformar la huelga de
instrumento de frustración para el resto de categorías
de trabajadores en instrumento de reclutamiento de su
solidaridad y motivo de seria preocupación para la
empresa: en el caso del transporte, en lugar de
suprimir el servicio, habría que suprimir la emisión del
billete y los correspondientes controles (siguiendo el
ejemplo de lo que ya ocurrió en el caso de los
empleados de las sociedades que gestionan las
autopistas: una huelga de los trabajadores de los peajes
obtiene siempre la gratitud y la benevolencia de
millones de automovilistas).
256
PENSAR COMO UN MAGO
d. Geopolítica
La política de la Roma imperial en los territorios
colonizados, que establecía respetar sus peculiaridades
en la medida de lo posible, puede considerarse una
aplicación del principio de la ilusión de libertad: Roma
sometía a los pueblos sin someterlos.
A mediados del siglo XIX la independencia de Japón
corría un serio peligro por el desarrollo del comercio
extranjero; el ministro Hotta Masayoshi dictó las
líneas maestras de una orientación que tuvo una
profunda influencia en la historia económica japonesa
y no sólo en ella. El núcleo central de esta orientación
consistía en estrechar alianzas amistosas con países
extranjeros, establecer contactos mercantiles, copiar la
tecnología de los extranjeros y por tanto expandirse en
lugar de encerrarse en la salvaguardia de la propia
identidad, como era propio de la sociedad japonesa.
En época moderna, se admite que la democracia no es
el mejor sistema de gobierno, pero es el menos malo
de los que tenemos.
Imponer la democracia no es posible. Porque no se
puede imponer la libertad. Una alternativa a la
imposición de modelos no conocidos entre una
población es la de mostrar la democracia y luego
marcharse: es una aproximación indirecta, que sugiere
a las poblaciones implicadas por esta maniobra que la
democracia es preferible a su actual tipo de
organización social. Se persigue el objetivo de hacer
deseable un
7. DESVELAR EL TRUCO
257
bien en lugar de imponerlo: es la única manera de
imponer reacciones espontáneas. Muchos sociólogos
admiten que el derrumbe de las ideologías totalitarias
del Este europeo no se habría producido si no hubiese
existido la televisión, vehículo de modelos culturales y
psicológicos, verdadero espejismo para quien no los
podía experimentar.
8. Problem solving ilusionista en contextos
extraordinarios
a. Situaciones de emergencia Un problem solving
claramente inusual pero que confirma todo lo dicho
hasta ahora, es el que se refiere a las situaciones de
emergencia.
• La técnica recomendada por algunos para el
salvamento en el agua de una persona que, debido al
ner-viosismo, se haya aferrado al socorrista consiste en
sumergirse aún a mayor profundidad para obligar a la
víctima a soltarse obedeciendo al instinto de
conservación.
• En caso de incendio en el interior de un edificio la
tendencia instintiva es abrir puertas y ventanas; sin
embargo, resulta más útil evitar hacerlo, ya que éstas
pueden constituir una barrera al avance del frente de
llamas, pero sobre todo porque la corriente de aire
ÉL que se instaura cuando se abren puertas y
ventanas alimenta el fuego de forma casi siempre
irreparable, * Una forma de delimitar los incendios en
zonas boscosas es aplicar el fuego todo alrededor de
forma con-
PENSAR COMO UN MAGO
trolada, para sustraer material combustible al frente del
incendio antes de que avance. Al encontrarse
súbitamente a oscuras, no siempre conviene encender
antorchas u otros medios de iluminación improvisados,
porque de esta forma se impide la adaptación del ojo a
la oscuridad. En ambientes o situaciones climáticas
adversas, seguir el instinto puede resultar peligroso.
Cuando la temperatura ambiental es muy alta no
conviene beber líquidos fríos, sino calientes: la
vasodilatación que provocan permite una mayor
dispersión del calor interior de la persona (pero las
personas con desequilibrios del sistema
neurovegetativo deben consultar al médico). La
costumbre de beber alcohol en los climas fríos está
motivada por la ilusión de que el calor provocado por
el alcohol tiene un efecto duradero: en realidad la
vasodilatación ejercida por el alcohol produce, tras una
tibieza inicial, un ulterior enfriamiento del organismo.
Por eso los sin techo que duermen a la intemperie
después de haber bebido grandes cantidades de alcohol
con frecuencia fallecen durante la noche. A los
occidentales les parece absurdo que los pueblos que
viven en los desiertos árabes lleven túnicas largas, que
parecen todo lo contrario de refrescantes. Sin embargo,
con esta estratagema se favorece una corriente de aire
que circula bajo las ropas, y al mismo tiempo se filtra
el calor procedente del ambiente. Las víctimas de
insolaciones o golpes de calor no deben ser tratadas
con agua fría ni, mucho menos, helada, porque la
súbita variación de temperatura puede provocar el
reflejo del escalofrío, que aumenta ulteriormente la
temperatura interior del paciente pudiéndole causar
incluso la muerte: se les bañará con la esponja y agua
tibia.
7. DESVELAR EL TRUCO
259
Como puede verse, en todos los casos se trata de
desvincularse de las respuestas automáticas dictadas
por el instinto o el sentido común.
b. «No problemas», o sea, cuando el problema
sólo existe en la mente Durante una reunión de una
asociación profesional se intentó resolver el problema
del grave descenso de jóvenes inscritos enumerando
posibles causas y remedios.
En este caso el problema era totalmente inexistente: la
premisa estaba incompleta porque no tenía en cuenta
el importante descenso demográfico italiano ni el
hecho de que esta menor presencia juvenil es una
realidad que afecta transversalmente a cualquier
asociación o estructura italiana, desde la escuela hasta
el mundo del deporte o las fuerzas armadas.
Con la intención de demostrar la no existencia del
problema, en aquella ocasión se propuso irónicamente
eliminar socios ancianos: lo cual habría resuelto
inmediatamente el problema, cuya solución se había
identificado erróneamente en rebajar la edad media de
los socios.
La cuestión adquiere visos más serios si se observa
que los «no problemas», es decir, entidades
exclusivamente mentales cuya existencia se debe a una
errónea definición de las premisas de un marco
conceptual, también existen en sectores críticos, como
el sanitario. De hecho también existen las «no
enfermedades»: situaciones normales que se
confunden con
260
PENSAR COMO UN MAGO
condiciones patológicas, y por tanto requieren
procedimientos diagnósticos y cuidados preventivos,
que en la mejor de las hipótesis crearán ansiedad (no
está
mal: hoy también es una enfermedad).
Muchos parámetros biológicos son sometidos a
revisiones
periódicas por parte de los médicos: valores de
colesterol hoy considerados «al límite» o «por encima
de la norma» hace unas décadas eran perfectamente
normales, y lo mismo ocurría con los valores de la
presión arterial o de la concentración de azúcar en la
sangre. Es evidente que el contexto (la definición por
parte de los médicos de lo que es normal y lo que es
patológico) en algunos casos puede crear la realidad de
la propia enfermedad que debería curarse.
9. Problem solving ilusionista en contextos amorosos
a. Relaciones asimétricas
Una mujer en la treintena vivía un amor desgraciado.
Exponía su situación en los siguientes términos: «Le
amo y me entrego totalmente a él, pero él me
desprecia; para que no me desprecie, le doy siempre
más, mi libertad, mi tiempo, todo. Pero es inútil, él
sigue tratándome mal». El lector ya habrá adivinado la
solución para este callejón sin salida, por lo demás
muy frecuente: se aconsejó a la mujer que invirtiera
completamente la secuencia por la que ella corría tras
él y empezara a negarse al hombre, en todas las formas
que le sugiriese su imaginación. Muy pronto fue el
7. DESVELAR EL TRUCO
261
hombre quien corría tras ella, según el esquema típico
propio del deseo: se desea lo que no se tiene. Para
realizar esta inversión la mujer debía situarse fuera de
las premisas que le parecían lógicas y sensatas, o sea,
perseguir a un hombre y tratarlo bien para obtener su
amor.
b. Relaciones inestables
Una señora sufría porque tenía una relación con un
hombre que «no sabía decidirse» entre ella y otra. La
mujer afirmaba: «Cuando estoy con él me siento bien,
pero luego inevitablemente me siento mal por su
comportamiento». Planteado en estos términos, el
problema no tenía solución. Se invirtió la cues-tión
poniendo el acento en estar junto al hombre, situación
que le procuraba bienestar: pero era justamente esto lo
que llevaba al estatismo de la relación. El sentirse bien
con el hombre impedía a la mujer verlo desde una
óptica menos vulnerable. Se atribuyó el sufrimiento no
a cuando la mujer estaba mal (cualquiera que fuera la
causa, incluidos los comportamientos del hombre),
sino a cuando estaba bien: lo bien que se sentía era el
lazo con el que el hombre la tenía atada. La solución
consistió en pedir a la mujer que evitara ver al hombre,
lo cual habría mostrado si ella verdaderamente le
interesaba (en cuyo caso se habría acercado a ella con
propuestas de cambio) o se trataba simplemente de una
situación de conveniencia destinada a no despejarse
nunca.
262
PENSAR COMO UN MAGO
c. Seducción
Giacomo Casanova no era un hombre particularmente
agraciado, según los estándares tradicionales. Pero
había comprendido que el problema de la seducción
debía ser replanteado radicalmente: la mujer no es
seducida por la belleza o por la potencia del hombre,
sino por el placer que siente cuando está con el
hombre. Y sólo hay un placer que cualquier hombre
puede dispensar a una mujer, y al que cualquier mujer
sucumbe fatalmente: la sensación de ser la mujer más
importante del mundo.
Con este simple truco, Casanova alargaba cada vez
más su catálogo de conquistas, y con el consejo de
utilizar el mismo truco, dirigido a quien esté interesado
en emular las gestas del aventurero veneciano,
concluimos nuestra exposición.
Epílogo
Las únicas personas que no recitan son los
actores.
Eugéne Ionesco
La paradójica afirmación del gran comediógrafo
también se aplica a los ilusionistas: en la vida todos
construyen ilusiones, pero sólo los ilusionistas
declaran hacerlo. Su arte nos recuerda lo ilusorio de
nuestras construcciones mentales. Al mismo tiempo,
los ilusionistas, al demostrar invariablemente la
eficacia de sus maniobras engañosas, muestran la
vulnerabilidad de nuestra mente, fácil presa de
engaños bien urdidos.
El ilusionismo por tanto no muestra la realidad distinta
de como es, sino como realmente es: una realidad
construida, y por tanto siempre -al menos en parte-
ilusoria.
Pero el ilusionista también se encarga de ilustrarnos
algo menos alarmante: al recordarnos que la apariencia
de un gesto (depositar un pañuelo) puede ocultar otra
lectura distinta y simultánea (sacar a escondidas una
paloma), el prestidigitador no sólo mues-
263
264
PENSAR COMO UN MAGO
tra que la verdad de nuestra mente es la posibilidad de
ser engañada, sino que a la vez muestra que siempre
hay otras maneras de pensar una cosa. Estas maneras
alternativas de lectura de la realidad son aplicables a la
experiencia concreta: al hacer aparecer de manera
«imposible» una paloma de un pañuelo, el ilusionista
nos recuerda que siempre hay otras maneras para sacar
algo, además de las que creíamos que eran las únicas
posibles.
Cuando lo que se consideraba imposible se piensa, se
hace posible realizarlo.
Referencias bibliográficas
Los temas discutidos en este libro se han inspirado en
abundante material de procedencia heterogénea. En
parte se trata de un material práctico, fruto de las
experiencias profesionales del autor; otro material
procede de textos: una lista completa de estos textos es
difícil. Para proporcionar algunas indicaciones
generales al lector interesado, lo más fácil es enumerar
sólo las obras fundamentales. Las obras aquí citadas
constituyen pues sólo una pequeña parte de las que han
proporcionado ideas y material al autor: muchos temas
se han extraído de otras obras, pero la memoria del
autor no le ha permitido descubrir su origen. Pedimos
disculpas a los autores de estas obras por las
involuntarias omisiones.
A quienes deseen profundizar en estos temas
aconsejamos los siguientes textos.
265
266
PENSAR COMO UN MAGO
Obras de Milton H. Erickson
Uno de los problem solver más geniales de la historia
fue el psiquiatra estadounidense Milton H. Erickson
(1902-1980). Existe una vasta producción
bibliográfica sobre su legado profundamente
innovador para todos los sectores del tratamiento del
sufrimiento mental y físico, y para muchos otros
sectores relacionados con la superación de las
resistencias al cambia El lector interesado puede
acercarse a la obra de Erickson partiendo de sus
propios escritos y los de sus discípulos (sobre todo Jay
Haley, Er-nest Rossi y Jeffrey Zeig).
Obras sobre el constructivismo
A partir del trabajo de Erickson, y con la contribución
de otras figuras destacadas de las disciplinas que
estudian la mente humana y el comportamiento, los
autores del Mental Research Institu-te de Standford
(California) han realizado una profunda reflexión
teórica, epistemológica y filosófica, con abundantes
repercusiones prácticas y aplicativas.
Entre las obras derivadas de este trabajo señalamos:
Watzlawick, P. (1990), La realidad inventada: ¿Cómo
sabemos lo que creemos saber?, Gedisa, Barcelona. El
libro contiene una «Introducción al constructivismo
radical» escrita por Ernst von Glasersfeld.
— Weakland, J. H., y Fisch, R. (1974), Change,
Roma, Astro-labio.
— y Nardone, G. (2001), Terapia breve estratégica:
pasos hacia un cambio de percepción de la realidad,
Barcelona, Paidós.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
267
Obras sobre ver la realidad desde perspectivas no
comunes
Diversos autores han tratado las falacias de la mente
humana y las limitaciones que imponen a la
intervención eficaz en la realidad concreta. Este tema,
vasto y complejo, ha recibido aportaciones de
estudiosos procedentes de diversos campos, y ha sido
tratado con distintos grados de profundidad científica.
Los siguientes textos aunan una forma divulgativa con
contenidos interesantes aunque heterogéneos.
Bürgin, L. (2002), Errori della scienza, Milán,
Bompiani. Ciuffoli, E (2002), Problem solving con
creativita, Milán, Franco Angeli.
Falletta, N. (1994), Il libro dei paradossi, Milán, TEA.
La definición de paradoja reproducida en el texto de la
p. 50 pertenece a la p. 7.
Kelly, K. (1999), Nuove regole per un nuovo mondo,
Milán, Ponte alle Grazie.
Klein, E. (1993), Conversazioni con la sfinge, Milán,
Il Saggiatore. Luttwak, E. (2001), Strategia, Milán,
Rizzoli. Nicola, U. (2003), Sembra ma non é,
Florencia, Giunti. Skrabanek, P., y McCormick, J.
(1992), Follie e inganni della medicina, Venecia,
Marsilio.
Obras sobre novelas de intriga
Algunas obras teóricas sobre la estructura y la
composición literaria de la narrativa policíaca pueden
dar ideas sobre el tema de la construcción de premisas
alternativas.
Caldiron, O. (1985), L'arte del delitto, Roma, Bulzoni.
Chandler, R. (1976), Parola di Chandler. Le
confessioni del crea-tote di Philip Marlowe, Milán,
Milano Libri.
268
PENSAR COMO UN MAGO
Cremante, R. (ed.) (1989), Le figure del delitto. Il libro
poliziesco
in Italia dalle origini ad oggi, Bolonia, Grafis. De
Cataldo, G., y Pomes, T. (1992), «Il medico e
l'investigatore: linee per un'identitá», en VV.AA.,
Camici bianchi e impronte digitali. La medicina nella
letteratura gialla, Roma, Il pensiero scientifico.
Dürrenmatt, F. (1966), La promesa, Noguer,
Barcelona. Highsmith, P. (1987), Suspense. Cómo se
escribe una novela de
intriga, Barcelona, Círculo de Lectores. Kracauer, S.
(1984), Il romanzo poliziesco, Milán, Garzanti.
Narcejac, T. (1976), Il romanzo poliziesco, Roma,
Armando. Sala, D. (ed.) (1999), Il delitto perfetto.
L'arte dell'omicidio, Collog-
nolla ai Colli (VR), Demetra. Sciascia, L. (1954),
Appunti sul giallo, en «Nuova corrente». VV. AA.
(1980), La trama del delitto. Teoria e analisi del
racconto
poliziesco (edición de Renzo Cremante y Loris
Rambelli), Par-
ma, Pratiche.
La definición de delito en habitación cerrada citada en
la p. 171 está extraída de J. D. Carr, Los tres ataúdes,
1974, Selecciones del Reader's Digest.
Obras sobre ilusionismo
El arte teatral del ilusionismo, tema central en
cualquier disciplina del engaño y de la estratagema, en
los últimos años ha atraído el interés de algunos
estudiosos, que han producido obras teóricas de
considerable densidad.
La trilogía de Dariel Fitzkee sigue siendo un clásico
todavía no superado por la claridad y profundidad de
análisis de los tres niveles del engaño ilusionista, es
decir, el arte de la escena (presentación), control
psicológico de la atención, mecanismo del truco:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
269
Fitzkee, D., J. Showmanship for magicians, 2. The
trick brain, 3. Magic by misdirection, Pomeroy, Ohio,
Lee Jacobs Produc-tions.
El Tratato di magia de Silvan (Milán, Salani, 2001)
contiene una interesante sección sobre la psicología
del ilusionismo descrita por uno de los artistas de la
ilusión más importantes del planeta.
Obras sobre engaños militares
Cave Brown, A. (1976), Una cortina di bugie. Storia
dei servizi segreti nella seconda guerra mondiale,
Milán, Arnoldo Mon-dadori.
Cruickshank, C. (1980), Deception in world ear II,
Nueva York,
Oxford University Press. Fisher, J. (2005), Il mago
della guerra, Milán, Longanesi. Frontín, S. J. (1999),
Les stratagémes (edición de P. Laederich),
París, Económica. Hesketh, R. (2000), Fortitude. The
D-Day deception campaign,
Nueva York, Overlook Press. Howard, M. (1995),
Strategic deception in the Second World War,
Nueva York, W. W. Norton & Company. Latimer, J.
(2001), Deception in war. The art of the bluff, the
value of
deceit, and the most thrilling episodes of cunning in
military his-
tory, from the Trojan horse to the Gulf war,
Woodstock/Nueva
York, The Overlook Press, Peter Mayer Publisher, Inc
Rampin, M. (2006), L'arte nera. Illusionismo e inganni
militari,
Magia, núm. 4.
— (2006), Stratagemi di guerra. Teoría e pratica dell'
inganno militare, Aurelia, Asoló.
Reit, S. (1978), Masquerade. The amazing camouflage
deceptions of World War II, Nueva York, Hawthorn
Books, Inc
270
PENSAR COMO UN MAGO
Sun-tzu (2003),El arte de la guerra, Barcelona,
Planeta-De Agostini.
Obras sobre enigmística
Para una primera aproximación al tema son necesarios
al menos
los siguientes textos:
Bartezzaghi, S. (2005), Lecciones de enigmística,
Barcelona, Octaedro.
Smullyan, R. (1989), ¿Cómo se llama este libro? El
enigma de Drácula y otros pasatiempos lógicos,
Madrid, Cátedra.
Obras del autor
Rampin, M., y Nardone, G. (2002), Terapie
apparentemente magiche. L'analisi illusionistica dello
stratagemma terapéutico, Milán, McGraw-Hill.
Rampin, M. (2004), La psicoterapia come un romanzo
pallo. Dal problema alla soluzione: lo psicoterapeuta
indaga, Milán, Ponte alle Grazie.
— (2004), L'arte dell'impossibile. Studi
sull'illusionismo, Aurelia, Asoló.
— (2004), Tecniche di controllo mentale. Analisi e
contromisure, Aurelia, Asoló.
— (2005), Arte della scena e problem solving. La
comunicazione persuasiva: terapia, aziende,
organizzazioni, Milán, McGraw-Hill
Nardone, G., y Rampin, M. (2007), La mente contra la
naturaleza. Terapia breve estratégica de los problemas
sexuales, Barcelona, RBA Editores.
Rampin, M. (2008), Vender la moto: trucos de la
manipulación del lenguaje, Madrid, Alianza Editorial.
Indice
Prólogo.............................................
1. El toque de Houdini...................
Posible e imposible
2. Paradigmas y paradojas..............
Las antípodas del sentido común
3. Tras los pasos de Ulises...............
El arte de la fuga
4. Pensar como un mago ................
La construcción de alternativas
5. Escuela de magia........................
Gramática de la ilusión
6. Especialistas de lo imposible — De la teoría a la
práctica
7. Desvelar el truco.........................
El problem solving ilusionista
Epílogo........................................
Referencias bibliográficas...........
271

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