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ALIMENTACIÓN DEL PACIENTE DIABÉTICO

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Una alimentación adecuada y diseñada de forma personalizada para el paciente diabético junto con el ejercicio y sus
medicamentos son clave para el manejo adecuado de su padecimiento.
En los últimos años las enfermedades asociadas con una alimentación inadecuada han aumentado su incidencia en
México. El sobrepeso y la obesidad afectan a casi el 70% de la población mexicana. Estos padecimientos se asocian
con mayor riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes, hipertensión, daños en articulaciones, disturbios del
sueño y enfermedad cardiovascular, siendo esta última la primera causa de muerte en México.
La diabetes es una enfermedad que en 2007 afectó a 9.4% de la población mexicana y que ocasiona 13% de las muertes
en México de acuerdo a datos publicados por la Federación Mexicana de Diabetes. Esta enfermedad se presenta con
mayor frecuencia en población adulta. Sin embargo, existen datos recientes donde se demuestra que la prevalencia en
jóvenes y niños se ha incrementado y que en los adultos entre 50 a 59 años la prevalencia llega a ser de 13.5% y de
19.5% en personas de 60 a 69 años (Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2006). El pronóstico que se tiene es
que la prevalencia se incrementará, y está considerado que 12.2% de la población mexicana padecerá esta enfermedad
en el 2025.
La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por la elevación de azúcar (glucosa) en la sangre, efecto conocido
con el nombre de hiperglucemia, el cual se debe a una deficiente secreción de insulina por parte del páncreas y/o a una
baja acción de la misma sobre las células del cuerpo. La insulina es necesaria para que el azúcar entre en nuestras
células y pueda ser aprovechada en forma de energía.
Algunos de los síntomas habituales de este padecimiento son un deseo constante de orinar, sed excesiva para reponer
el agua que se pierde a través de la orina, hambre desmedida, fatiga o cansancio crónico, pérdida de peso inexplicable
y en algunos casos se presenta aliento con olor afrutado.
Las consecuencias que provoca la falta de control de esta enfermedad en muchos casos son irreversibles, por ello; es
importante mantener una terapia adecuada y oportuna con un profesional de la salud que pueda ayudar a frenar el
avance de los efectos negativos que este padecimiento ejerce sobre nuestra salud.
Una terapia integral para personas que tienen diabetes debe incluir 3 aspectos fundamentales:
1. Medicamentos orales o uso de insulina: Cuando el páncreas produce insulina, sólo se recomiendan medicamentos
orales que mejoren la acción de ella sobre las células.
2. Alimentación adecuada
3. Ejercicio físico
Si sospechas que tu o algún familiar padece esta enfermedad acude inmediatamente con los especialistas adecuados
para que te guíen y diseñen un tratamiento que se adecue a tus necesidades.
Sabemos que la diabetes es una enfermedad y como tal tiene que ser tratada bajo estricto control médico, sin embargo,
algunas recomendaciones generales que podemos llevar a cabo para pacientes diabéticos son:
1. Nunca omitas tiempos de comida y fracciona tu dieta en 5 tiempos. Antes que nada es importante considerar que una
persona con diabetes no puede dejar de comer durante mucho tiempo, ya que esto favorece a que se presenten
episodios de una baja de azúcar en sangre, esta condición se manifiesta con la presencia de síntomas como mareos,
dolor de cabeza, irritabilidad, náusea o desmayos.
2. Minimiza el consumo de azúcar y alimentos dulces como miel de abeja, maíz o de maple, azúcar de mesa, piloncillo,
leche condensada, cajeta, caramelos, refrescos y postres.
3. Evita tomar jugos de fruta o bebidas con altas concentraciones de azúcar, si los deseas consumir hazlo en una
cantidad muy pequeña y nunca lo cueles ya que parte de la fibra de la fruta va en el vagazo; además es conveniente
que los acompañes de otros alimentos. El jugo se absorbe rápidamente y puede ocasionar subidas bruscas en los
niveles de azúcar, por lo que es mejor que procures consumir las frutas enteras.
4. Prefiere los cereales integrales y derivados de estos (pan, tortilla, sopa de pasta, arroz, cereal de caja) elaborados a
partir de harina integral.
5. Incluye en tu alimentación habitual leguminosas es decir; frijol, haba, garbanzo, lentejas, alubias o soya.
6. Limita tu consumo de grasas y elimina definitivamente las grasas saturadas presentes en alimentos como crema
ácida, chicharrón, tocino, manteca y mantequilla.
7. Incrementa el consumo de ácidos grasos omega-3 que se encuentran en pescados de aguas frías como salmón o
trucha.
8. Generalmente los pacientes con diabetes presentan además hipertensión arterial, por este motivo, es necesario limitar
el consumo de sal y alimentos que la contengan por ejemplo: sazonadores como consomé, salsa inglesa, y salsa de
soya, alimentos enlatados y sobre todo verificar el contenido de sodio de los alimentos industrializados.
9. Incrementa tu consumo de fibra y esfuérzate por lograr de 25g a 35g por día. La fibra te ayudará a sentirte satisfecho
por más tiempo y además te ayudará a estabilizar tus niveles de glucosa en sangre.
10. Practica actividad física regularmente, de acuerdo a tus capacidades y al control de tu enfermedad. Se ha demostrado
que el ejercicio reduce los niveles de glucosa sanguínea y de los requerimientos de insulina, sin embargo, esto no
quiere decir que el ejercicio por si sólo sea capaz de mejorar el control del paciente con diabetes, por tanto el
ejercicio no substituye a la terapia con insulina y la terapia alimentaria o los medicamentos.
Es imprescindible monitorear frecuentemente tus niveles de glucosa en sangre para asegurarte que el tratamiento está
funcionando y evitar complicaciones de la enfermedad.

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