You are on page 1of 157

JEducación y promoción

de la mujer

por Jacqueline Chabaud


I!

Unesco París 1970


Año
Internacional
de la Educación
'970
Publicado en 1970
por la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura,
place de Fontenoy,
75 Paris 7e
Impreso por Arts graphiques Coop Suisse

O Unesco 1970
ED.70/D. 5 j/S
Prefacio

La igualdad de acceso de las jóvenes y las mujeres a la


educación es una de las esferas prioritarias de la Unesco
en materia de educación.Mediante su programa de acti-
vidades a largo plazo,encaminado a estimular esta igual-
dad,la Unesco participa en la labor de las Naciones Uni-
das en favor del progreso de la mujer y con el fin de eli-
minar toda forma de discriminación contra ella. En su
I 5 .a reunión (1968),la Conferencia General de la Unesco
eligió precisamente la igualdad de acceso de las jóvenes
y las mujeres a la educación como uno de los doce temas
principalesde reflexióny acciónpropuestos a losEstados
Miembros por haber designado,la Asamblea General de
las Naciones Unidas,1970como Año Internacionalde la
Educación.
Para contribuiral estudio de ese tema la Unesco decidió
publicar el presentefolletoen 1970.Dirigidoa un público
lo más amplio posible,este folleto se propone presentar
los diversos aspectos del problema del progreso de la
mujer mediante su acceso a la educación,haciendo resal-
tar la actividad de la Unesco en esa esfera. Se encargó la
redacción de esta obra a una periodista,la Srta. J.Cha-
baud,autora de muchos artículosy de varias publicacio-
nes sobre la promoción de la mujer en Francia.
Huelga decir que la Organización no se hace respon-
sable de las opiniones expresadas en las páginas que
siguen.
Las denominaciones empleadasy la presentaciónadop-
tada en esta publicación no implican juicio alguno de la
Secretaría de la Unesco sobre la condición jurídica o el
régimen de ningún país o territorio ni sobre la delimita-
ción de sus fronteras.
Índice

Introducción 9

La educación de las mujeres :un imperativomundial I3


La conquista de los conocimientos elementales 26
En busca de una cultura general 41
Una oportunidad todavía rara :un verdadero oficio 5 9
La economía doméstica,objeto de una educación
mixta 80
El aumento de las estudiantes 91
La alfabetización,problema número uno 108
Participar en la vida del mundo ... I 27
La acción de la Unesco 140
Conclusión I5 6
9

Introducción

Todo ser humano tiene derecho a la educación.Esteprin-


cipio se proclamó y confirmó en varias declaraciones y
convenios internacionales importantes.Basta citar con
este motivo el artículo 26 de la DeclaraciónUniversal de
DerechosHumanosy la Convención y la Recomendación
relativasa la lucha contralas discriminaciones en la esfera
de la enseñanza que la Conferencia General de la Unesco
aprobó en 1960.Pero los hombres no siempre tienen la
seguridad de disfrutar de este derecho,y aún menos las
mujeres. Muchas veces éstas son víctimas de una discri-
minación debida a causas y consecuencias diversas;dis-
criminación más difícil de percibir ya que la mayoría de
las leyes nacionales reconocen sin reserva la igualdad de
mujeres y hombres en todas las esferas, sin exceptuar la
educación.En realidad,en muchos países, ya sean o no
económicamente desarrollados,no existe esa igualdad.
D e aplicarse realmente el principio de igualdad entre
hombres y mujeres en materia de educación,ello signifi-
caría, por ejemplo,que las muchachas podrían ingresar
en la enseñanza primaria en las mismas condiciones que
los muchachos y que tendrían las mismas posibilidades
que éstos de terminarsusestudios;que seríanmucho más
numerosas de lo que son actualmente en los institutos de
enseñanza secundariay superior y que,en la práctica, ni
IO Introducción

los reglamentos,ni los prejuicios,ni las tradiciones im-


pedirían que eligieran libremente sus estudios.
Ahora bien,en la mayoría de los países se observa,en
la enseñanza del primer grado,que de tres alumnos dos
son muchachos y que las muchachas abandonanla escuela
con más frecuenciay más temprano que sus condiscípu-
los del otro sexo;asimismo,en más de la mitad de los
países, la enseñanza técnica cuenta con una proporción
menor de estudiantes del sexo femenino,y ello ocurre
muy a menudo en secciones destinadasa la formación en
oficiosque no desempeñanmás queuna funciónmarginal
desde el punto de vista del desarrollo económico y del
progreso de la ciencia y la técnica;por último,en la en-
señanza superior,las alumnas no constituyen más que la
tercera parte de la población universitaria mundial y,
debido a las condicionesque imperanen la mayoría de los
países y a la influencia de las tradiciones,se dedican prin-
cipalmente al estudio de las humanidades, cuando la
escasez de diplomados en ciencias y tecnología plantea
problemes graves y urgentes.
Esa discriminación no sólo impide que la mujer desa-
rrolle plenamente su personalidad humana : retarda asi-
mismo el progreso de la sociedad.
En una época en que se observa un prodigioso avance
de la cienciay las técnicas, es inimaginableque no se sepa
leer ni escribir. Y sin embargo,de cada tres seres huma-
nos uno no lo sabe y la mayoría de los analfabetos son
mujeres.
Mientras los pueblos necesitan cada vez más aprove-
char todasla posibilidadesque se les brindan para fomen-
tar su desarrollo,las reservas humanas sin utilizar que
representan las mujeres son quizás la señal más obvia de
un desperdicio inadmisible.
Introducción II

Ya se trate del porvenir del individuo o del de los pue-


blos,seplantea el problemade la igualdad de acceso de las
mujeres a la educación.
Publicado conmotivo delAño Internacionalde la Edu-
cación,el presente folletose propone destacar la amplitud
y la importancia de ese problema,exponer los progresos
ya realizadosy dar cuenta de los esfuerzos que se realizan
tanto en el ámbito nacional como en el regional e inter-
nacional en pro de la educación de las mujeres.
La educación de las mujeres:
un imperativo mundial

La mitad de la población mundial tiene hoy menos de


veinticincoaños.Un adulto de cada tres es analfabeto;los
otros dos debierantenerla posibilidad constantede poner
al día sus conocimientos.
A pesar de la enormidad de la tarea, la educación sigue
siendo el pariente pobre :la humanidad gasta anualmente
un promedio de 7 Soo dólares por cada soldado,pero no
dedica más de IOO dólares a cada alumno. Se trata, por
desgracia, de una locura muy antigua,pues,hace cuatro
siglos Martin Lutero se indignaba ya: “Si, cada año,se
gasta tanto dinero para comprar máquinas de guerra,
construir carreteras, puentes y otros mil objetos de utili-
dad pública,:por qué no se gasta mucho más, o por lo
menos otro tanto, para sustentar maestros de escuela,
hombres activos e inteligentes,capaces de educar e ins-
truir a nuestra juventud?”
N o obstante,la labor realizada es considerable.Mu-
chos países en vías de desarrollo dedican a la educación
una cuarta parte de su presupuesto nacional y algunos,
más todavía. Pero, pese a tantos sacrificios realizados,
deben continuarse los esfuerzos sin creer nunca haber
logrado los objetivos.
En las regiones de escolarización ya bastante antigua,
surgen las dificultades en todos los grados de la ense-
I4 La educación de las mujeres

ñanza:inadaptaciónfrecuentede los programas primario


y secundario a los métodos pedagógicos, escasez de
maestros,insuficiencia de las escuelas técnicas,envejeci-
miento de la universidad y falta de plazas profesionales
para los estudiantes que terminan su carrera. Parece que
todo tendrá que rehacerse y reinventarse.
Las dificultadesson todavía mayores en las regionesen
que la enseñanza escolar no existe sino desde hace pocos
decenios.Los países en vías de desarrollo con frecuencia
heredaronlosprogramasescolaresy losmétodospedagó-
gicos de las antiguas potencias coloniales. Tienen que
establecer una enseñanza conforme a su cultura y sus
necesidades y más de una vez decidir, aún dolorosa-
mente,en qué lengua se facilitará esa enseñanza.Además,
tendrán que construirescuelas,imprimirmanuales,fabri-
car o comprar material pedagógico.Tendrán que formar
maestros. Y una vez cumplidas esas tareas gigantescas
tendrán que reconocer lo evidente: la educación gana
terreno, pero ... el terreno que queda por conquistar
aumenta aún más rápidamente;es decir, el número de
los alumnos matriculados en la escuela aumenta menos
rápidamente que el de los nacimientos. Y,a pesar del
costo enorme de cada alumno -que proporcionalmente
es el doble o el triple de lo que cuesta en los países indus-
trializados,debido a que las repeticiones de curso son
más frecuentes- la proporción de alumnos que aban-
donan los estudios a veces es tan considerable que el
dinero parece haberse gastado inútilmente:insuficiente-
mente escolarizados,los alumnos volverán a un estado
de semialfabetismo,tanto más cuanto su medio ambiente
familiar no dejó de ser analfabeto.Los países en vías de
desarrollo se encuentran así ante un dilema fundamen-
tal: será preferible educar al mayor número posible de
Foto
Todavía hoy, lleven o no lleven velo,
millones de mujeres viven, despo-
seidas de sí mismas, al margen del
mundo. La educación será el
instrumento esencial de su liberación
y del desenvolvimiento de su
personalidad.
16 La educación de las mujeres

niños,optando,con este fin por un ciclo primario breve,


o vale más llevar a cabo una selección escolar,a finda
asegurar una enseñanza completa a una minoría de alum-
nos ?
Deskuaidad deposìbìiidades
En vista de esa “crisis de la enseñanza”l, no se pueden
olvidarlos problemas que plantea el acceso de las jóvenes
y mujeres a la educación.Entre los 428 millones de alum-
nos que en 1967-1968acudían a las escuelas primarias,
secundariasy superioresdelmundo entero (conexcepción
de la República Popular de China,la República Demo-
crática de Coreay la República Democrática deVietnam),
186 millones eran muchachas;de cada IOO alumnos,17
pertenecían al sexo masculino,43 al sexo femenino.
Basta mencionar estas cifras para mostrar que las mu-
chachas no tienen las mismas posibilidades que sus her-
manos de ingresar en la educación.Aún más,sólo se trata
en este caso de un promedio mundial -en Asia y África
el porcentaje de muchachas escolarizadas no es superior
al 3 8%-un promedio que comprendelos tres grados de
la enseñanza; ahora bien, la enseñanza primaria repre-
senta el 73% del total de matrículas, siendo más alta la
proporción de muchachas en este grado.
La situaciónno mejoró en los últimos años :a pesar del
incremento extraordinario del total mundial de matrí-
culas escolares entre 1960-1961y 1966-1967que fue del
32% en seis años,la distancia entre muchachas y mucha-
chos,en vez de disminuir,casino varió siendoel aumento
del número de alumnas (el 33%) comparable,pero no
superior,al incremento total.

I. Título elegido por ElCorreo de la Unesco de enero de 1970.


La educación de las mujeres I7

Las posibilidades de educación que se ofrecen a las


jóvenesy mujeres siguenpues siendoclaramentemenores
que las que disfrutanlos muchachos y hombres.Y ello es
cierto no sólo desde el punto de vista cuantitativo,sino
también desde el cualitativo.
IguaZdad de derechos
El 7 de noviembre de 1967,la Naciones Unidas apro-
baron la Declaración sobre la Eliminación de la Discri-
minación contra la Mujer.El artículo 3 de la Declaración
estipula :“Deberán adoptarse todas las medidas apropia-
das para educar a la opinión pública y orientar las aspira-
ciones nacionales hacia la eliminación de los perjuicios
y la abolición de las prácticas consuetudinariasy de cual-
quier otra índole que estén basadas en la idea de la in-
ferioridad de la mujer.”
Ahora bien,esta idea sigue existiendo.Las mujeres no
disfrutan de todas las posibilidades de instruirse; con
frecuenciano tienen ninguna.En casi todas las partes del
mundo son menos instruidas que los hombres y en in-
mensas regiones del globo,la población femenina cons-
tituye la mayoría de los analfabetos. D e este modo los
hechos confirman la creencia tradicional que,a su vez,la
perpetúa.
La educación contribuyeen alto grado a destruir tanto
la idea como el hecho de la inferioridad femenina.A lo
largo de los siglos pasados, numerosas mujeres com-
prendieron esa evidencia,tanto en Europa como en los
Estados Unidos de América. Citemos un ejemplo entre
otros :hace unos cien años,una periodista americana,la
Sra. Hale, escribía en el Maga+ne Godey’s Za4’J book:
“Hemos hablado poco de los derechos de la mujer,pues
el primero de ellos es el derecho a la educación,en el sen-
18 La educación de las mujeres

tido más amplio de la palabra, una educación que le per-


mita desarrollar completamentesus calidadespersonales,
mentales y morales;cuando disponga de esa educación,
los derechos de la mujer no plantearánningún problema;
pero esos mismos derechos pueden llegar a ser un incon-
veniente cuando se es incapaz de ejercerl0s1.~’
El “exterior)’ y el “interior”
La inferioridad de la mujer está ligada a su función tradi-
cional.Esa función es la del “interior” que se limita a la
casa familiar.Évelyne Sullerot2cita las palabras de Jeno-
fonte,hace ya veinticuatro siglos:“Los dioses crearon
a la mujer para las funciones del interior,al hombre para
todaslas demás ...Paralas mujeres es decentepermanecer
adentro e indecente ‘arrastrarse’(nótese el verbo peyora-
tivo que ya empléo el autor griego) afuera.”(Económica,
VIL) Y la socióloga francesa muestra que esa oposición
entre el “exterior”y el “interior” corresponde,de hecho,
a una distinción entre lo “superior” y lo “inferior”.
Durante milenios y en el mundo entero,las mujeres
pudieron permanecer encerradas en límites más o menos
estrechos. La función femenina correspondía a la pri-
mera necesidad :sobrevivir.Las madres no disponían de
suficienteshoraspara atender alos trabajos del “interior”:
las faenas del campo,cuidar las bestias, triturar el mijo,
fabricar velas, jabón, conservas alimenticias, vestidos
(comenzandopor hilar la lana y terminando por la cos-
tura de las piezas), buscar agua o leña,lavar la ropa;todo
ello trabajos agotadores.Hasta una fecha muy reciente,
para realizar esas tareas no se necesitaba más habilidad
I. Citado por la Sra. COSSE en Lapresseféminine aux Etats-Uniseten Europe
occidentale, París, Documentation française, I 969.
2. SULLEROT,Histoire et sociologie du travailféminin, Paris, Gonthier.
La educación de las mujeres 19

que la que se transmitíade generación en generación,en


el hogar,en la concesión o la tribu.
Encerradasen el ((interior”,la mujeres estaban someti-
das a los hombres,no porque fueran más ignorantes que
ellos (pues durante mucho tiempo la instrucción quedó
reservadaa la clase privilegiada), sinoporque les pertene-
cían en cuerpo y bienes. En muchas civilizaciones,sólo
importaba una cosa: su honra de hijas o esposas. Hoy,
todavía en muchos países las leyes atribuyen al esposo
casi todos los derechos sobrela esposa,al padre sobrelos
hijos.Y aún en un gran número de países en que la legis-
lación confiere derechos virtualmente iguales a ambos
cónyuges,las mujeres no se sienten realmente libres. Lo
atestiguaun ejemplo.En 1956,unos sociólogosjaponeses
hicieron a los habitantes de Nagoya y sus alrededores las
dos preguntas siguientes: ‘‘t Está Vd.satisfecho de ser
hombre,mujer? ?Por qué razones?.”D e cada IO hom-
bres, 6se estimaban satisfechos“porque los hombres son
libres”. Esta razón,no la indicaba ninguna mujer. Por el
contrario, I de cada 3 deploraba su condición “porque
las mujeres no son libres”,
EZpeso deZpasado
Ese pasado de dependencia,esa función tradicional,en
todas partes influye sobre las mentalidades. Si bien au-
menta constantementeelnúmero de muchachasy jóvenes
que desean mejorar no sólo su propia vida sino la de los
demás,la de la sociedad,el número de las que temen los
cambios es todavía evidentemente superior.
Esa inerciamerece la mayor atención,pues constituye
una fuerza que resiste a la evolución -no sólo directa-
mente- por parte de las mujeres,sino también indirecta-
mente, debido a los hombres que en ella encuentran el
20 La educación de las mujeres

mejor motivo posible para descuidar la suerte de las mu-


jeres.
También en este terreno es indispensablela educación,
se debe convencer a los hombres, lo mismo que a las
mujeres,de la necesidad de un cambio.Sin embargo,por
necesaria que sea la educación,no basta sola para trans-
formar las mentalidades y superar el peso del pasado.
Las perspectivas futuras de las mujeres (lo mismo que de
los hombres) dependen también de un cambio profundo
en lo económico,socialy jurídico que habrá de favorecer
el acceso de las mujeres a la educación.
Consecziencias económicasy sociaZes
Si tratamos aquí de la condición inferior de las mujeres
en el pretérito,aunque muchas veces no haya dejado de
ser una realidad,lo hicimos únicamente para mostrar que
esa condición está ligada a un sistema social condenado
a desaparecer: incluso allá donde todavía subsiste con
toda coherencia,sus bases se están agrietando.
Efectivamente,en todas partes las mujeres tienen de-
recho a la educación.Pero,< qué educación? Lo mismo
que la enseñanza en muchos casos empezó por reservarse
a los muchachos,los “conocimientos” modernos,técni-
cos y científicos,siguen siendo,en numerosos casos,el
privilegio de los hombres.El peso de las costumbres y
prejuicios,la falta de información,las dificultadesmúlti-
ples con que tropiezan las mujeres en el ejercicio de cier-
tas profesiones -y en el cumplimiento de sus tareas fami-
liares- todo contribuye a limitar las posibilidades de las
jóvenesy mujeres.En un país tan adelantadosocialmente
como Suecia, se puede calcular que “de aprovecharse
todas las posibilidades de trabajo de la población feme-
nina,los ingresos nacionales aumentarían en un 25 %y,
La educación de las mujeres 21

de eliminarse por completo las discriminaciones contra


las mujeres,así comotodaslas demás barreras,el aumento
de los ingresos nacionales llegaría a un j0%”1.
En los países industrializados (con excepción de la
URSS y de algunos países de Europa Oriental), muchas
mujeres abandonan su profesión,a fin de dedicarse a sus
niños.Sin embargo,al llegar a la edad de treinta y cinco
años,sus hijos más jóvenes ya frecuentanla escuela y los
aparatos domésticos facilitan considerablemente las ta-
reas del hogar.Así,antes de haber llegado a la mitad de
su vida,disponen de nuevo de tiempo libre: si tuviesen
la posibilidad de volver a aprender su oficio anterior,o
uno nuevo,podrían participar en la vida de su país du-
rante otros treinta años.
En principio,la vida política queda abierta a las mu-
jeres :salvo en algunos países, todas tienen el derecho al
voto y son elegibles. Pero,entre ellas :cuántas desem-
peñan un cargo ?
Por su parte, los países en vías de desarrollofelizmente
encontraron un atajo en el camino recorrido por los
países industrializados: al alcanzar la independencia,
muchos se negaron desde un principio a aplicar discrimi-
naciones legales contra las mujeres -por lo menos en lo
que se refiere a la educación y a Ia participaciónen Ia vida
política.N o obstante,en esas regiones las matrículas es-
colaresfemeninasson casi siempre inferioresa las mascu-
linas.
:Cómo es posible no alarmarse de las consecuencias
de este atraso ?A no prestarles atención,acabarán creando
un desequilibrio social con aspectos múltiples. N o es
extraño,por ejemplo,que los hombres instruidos se nie-
I. The .Tiatus of women in Sweden, Estocolmo, Swedish Institute.Informe
presentado a las Naciones Unidas en 1968.
22 La educación de las mujeres

guen a casarse con mujeres ignorantes-una repugnancia


que en muchos casosha originadouna corrientefavorable
a la educación de las jóvenes.Otras veces,sin embargo,
los hombrestemen casarsecon mujeres demasiado cultas,
y ese temor muchas veces dificulta el acceso de las jóve-
nes a la enseñanza superior o a las disciplinas científicas.
Según una encuesta americana,cuanto más elevado es el
nivel culturalde las madres, más fácilresultael acceso de
sus hijos a los diplomas de la enseñanza superior.Por el
contrario,dejadas en la ignorancia,las mujeres retarda-
rán los indispensablesprogresos que deben realizarse en
materia de higiene,alimentación,puericultura y salud ...
Al desequilibriosocialcabe añadirel déficit económico
inmediato. En primer lugar el déficit agrícola: las mu-
jeres desempeñan una función decisiva en la agricultura
de su país ;{cómo podrá progresar esa agricultura si no
recibieronninguna educación,ni formaciónprofesional?
En segundolugarel déficitindustrialy comercial:el desa-
rrollo de la industria y del comercio requiere la movili-
zación de todas las energías disponibles.2 Cómo logrará
buenos resultados esa enorme empresa,cuando empieza
por prescindir del esfuerzo de una mano de obra feme-
nina calificada,una mano de obra que es tan necesaria a
la mayoría de los países industrializados que,si llegase a
faltarles,su economía no tardaría en hundirse ? Por últi-
mo el déficit intelectual:dentro de diez años,es impres-
cindible que el conjunto de las regiones en vías de desa-
rrollo disponga de I jooooo ingenieros y técnicos, sin
contar un sinnúmero de médicos, profesores, arquitec-
tos, contables, administradores,etc. que tanta falta les
hacen. En vista de tantas y tan urgentes necesidades,
2 cómopueden permitirse esospaíses y regionesdescuidar
la formación de la mitad de su población ?
La educación de las mujeres 23

L a urgente necesidad
Y a que el progreso -la urgente necesidad- crea,al mismo
tiempo que exige,una nueva actitud de la mujer,la edu-
cación de las mujeres se ha convertido en un imperativo
de interés mundial.N o se trata ya de darles algunos rudi-
mentos de instrucción, por motivos humanitarios: se
trata de darles todos los medios de participar en la cons-
trucción del mundo.
Así,la urgente necesidad coincide con la sed de justi-
cia, el respeto de la persona humana,que hacen intolera-
ble “la idea de la inferioridadde la mujer”.Lo mismo que
el hombre,la mujer es un ser humano;al igual que éste,
tiene el derecho de desarrollar sus facultades,todas sus
facultades;de elegir su vida; de ejercer todas la activi-
dades,todas las responsabilidadespropias de la dignidad
humana.
Pues la educación,lo mismo que el trabajo o los pro-
gresos científicos y económicos,se ha elaborado para la
humanidad entera, para el hombre3 la mujer, no sola-
mente para uno de los dos.Es una verdad que conviene
recordar cuando, como sucede tantas veces, la persona
humana está desmenuzadapor el mecanismo económico.
En vez de poner éste al servicio del pleno desarrollo
humano,es el hombre quien le sirve.Y también la mujer.
<Acasola historia pasada y presente no muestra tani-
bién ejemplos de “manipulación” de la masa femenina?
Según los imperativos económicos,la necesidad inme-
diata, o el interés masculino,han impuesto imágenes de
la mujer que son contradictorias.Las francesas lo saben
bien ya que,durante la guerra de 1914-1918“trabajaron
como hombres” para tener que volver luego, una vez
desmovilizados los ejércitos,a sus faenas domésticas,o
sus oficios llamados “femeninos”. Tampoco lo ignoran
24 La educación de las mujeres

las norteamericanas,a quienes se invitó a obtener grados


universitariosy a volver más tarde a la imagentradicional
de la mujer en el hogar,si bien convertida en consumi-
dora.La lista de ejemplos podría extenderse a casi todos
los países y a la mayor parte de las actividades:vida pro-
fesional,moda, faenas domésticas, actividades sociales,
sin olvidar la maternidad.
En estos casos,las mujeres comprenden más o menos
conscientementeque están siendo manejadas,sin ningún
miramiento por su propia personalidad ni por sus aspira-
ciones profundas. Y quizás por ello a menudo temen
perder su función ancestral.
Cambio de vida
Acostumbrado al “exterior”, el hombre puede enfren-
tarse al progreso sin trastornarradicalmenteni su manera
de amar a su mujer o a sushijos,ni su modo de pertenecer
al mundo.
< Pero,la mujer ? Para ella el progreso vuelve a plan-
tear a fondo el problema de su mismo ser:la despoja de
su papel. El progreso altera su modo de ser esposa y
madre y corta el cordón umbilicalque la ligaba al mundo.
Una vez destruida la imagen tradicional, <qué nueva
imagen va a surgir ?
Ante esa incertidumbre,< sentirá la mujer mucho más
que su compañero la necesidad de una educación que
le permita meditar, dominar esta nueva forma de ser
mujer ? Y cómo no sentirá,lo mismo que el hombre,la
necesidad de una educación que le permita dominar el
aparato económico y técnico ?
Las mujeres plantean problemas a toda la sociedad,
por querer participar en un mundo que se organizó sin
contar con ellas.
La educación de las mujeres 2j

La realidad,sin embargo,es evidente:< cómo se podrá


reajustarel mundo,de forma que las mujeres encuentren
en él un lugar nuevo,cuando los responsables son sobre
todo -y a veces exclusivamente- los hombres? <Qué
podrán hacer los hombres,si las mujeres no trabajan a su
lado? 2Y cómo podrán cooperar con ellos mientras sean
analfabetas y se hallen agobiadas de trabajos familiares,
y no puedan encargarsede responsabilidades,mientraslo
impidan los prejuicios masculinos y femeninos,y cuando
además se nieguen a asumir esas responsabilidadespor el
temor de ser incompetentes?
Es un círculovicioso,que la educación debe contribuir
a romper.
26

La conquista de los
conocimientos elementales

En Katta-Kurgan,cerca de Samarkanda,la escuela de


niñas que acababa de abrir sus puertas,permanecía tris-
temente desierta. Sin embargo,la maestra,Zubaïda Bur-
nacheva,no se desalentó.Empezó,sencillamente,a jugar
con las niñas en la calle. En vez de perder prestigio,con-
quistó poco a poco a las niñas hasta que logró que en-
trasen a jugar en el patio de la escuela.Más tarde,las hizo
entrar insensiblementeen el interior de la escuela.Y así,
un buen día Zubaïda Burnacheva logró dar su primera
clase.Las chiquillasdela callehabíanpasadoaser alumnas.
Era en 1918,en la República de Uzbekistán.La gente
analfabeta deploraba en aquellos tiempos el nacimiento
de una niña invocando el proverbio:“Mejor valdría traer
al mundo una piedra, pues serviría para construir una
pared.” En la región de Samarkanda,había entonces
0,9% de niños uzbekas escolarizados.
Doce años más tarde, el gobierno soviético decretaba
obligatoria la instrucciónprimaria. En 193 I asistían a la
escuela en Uzbekistán 3 19600alumnos,de los cualesuna
tercera parte eran niñas.
L a dobZe victoria de Zapixarra
Historia ejemplar. El Katta-Kurgande antaño, con su
población analfabetay sus mujeres mantenidas al margen
La conquista de los conocimientos elementales 27

de la sociedad < no era, todavía ayer,la imagen de nume-


rosas regiones? < Y ZubaïdaBurnacheva no es la imagen
de la prodigiosa lucha por la educación efectuada por
millones de personas,desde las oficinasgubernamentales
e internacionaleshasta las más lejanas aulas escolares?
Son imágenes de una doble victoria.
Estos últimos años,en bastantes regiones del globo,
un número considerable de niños han llegado a conocer
la pizarra de clase. La matrícula de la enseñanza primaria
aumenta de manera espectacular en algunos países y
aunque el índice de aumento sigue ligeramente inferior
al de la enseñanza secundaria general, no deja de ser,
importante: 6,83% en 1960, 8,06% en 1961, 8,12%
en 1962~6~91% en 1963,7,87% en 19641.En el conjunto
de lospaíses árabes se observa que,de 1960-1961a 1966-
1967 la matrícula escolar ha aumentado en un ~ O Yen O
los establecimientos de primer grado.
Ahora bien, este aumento se refiere también a las
ninas.D e IOO alumnos de primer grado,48 son niñas en
América, en Europa y en Oceania; 3 8 en Asia;3 7 en
Áfrical. Así,en el plano continental,las niñas represen-
tan más de la tercera parte de los alumnos.En todas par-
tes se les reconoceel derecho a la educación,por lo menos
en principio,y esa es la señal de una evolución llena de
promesas.
Alás nlzu;l/nos... más nlzi~nas
El momento del éxito total,sin embargo,no ha llegado
aún.H a y bastantes regiones donde muchos niños igno-
ran el camino de la escuela.Como el número de niños y
I. Annuaire internationalde l’édzicatìon-International Year Book of Ediication,
Unesco-OIE,I 964 y L a mzljer y la educación en el mimdo actual, abril de
1968.(Unesco,ED/WS/Z~.)
28 La conquista de los conocimientos elementales

niñas es más o menos igual,unos y otras deberían,por lo


menos, frecuentar las clases en proporciones idénticas.
Pero ya se ha visto que ni en Asia ni en África se ha
logrado aún este objetivo.En 65 Estados y territorios
de I83, la matricula femenina es inferior a la masculina.
<Cuandotienen las niñas más oportunidades de ir a la
escuela? Cuando ya están en ella todos sus hermanos,
o casi todos. <Dislate? D e ningún modo. En realidad,
cuanto más numerosa es la matrícula masculina en las
escuelas primarias,mayor es el número de niñas que van
a la escuela.

Porcentaje de niñas e n la matrícula d e las escuelas primarias


(en 78 países)

Tasa Más de de de de Menos


de inscripción de 40a zoa loa de
global 46% 45% 29% 19% 20% Total

60% y más 31 I I 37
D e 40 a 19% II 3 2 I I7
Menos del 40% -2 4
- 8
- 8
- I
- I
- 24
-
Total 48 8 1 1 9 I I 78
Fuente : Estudio comparado acerca de las posibilidades de instrucción primaria
para niñasy mujeres, octubre de 1962 (Unesco, E D / I ~ ~ ) .

Taltendenciacontinúa afirmándosey permite una obser-


vación alentadora,que conviene repetir:el desarrollo de
la enseñanza primaria abrirá a las niñas las puertas de las
escuelas. Sin embargo, la realidad es evidente: cuando
esta enseñanza está poco desarrollada,afecta primordial-
mente a las niñas,y a veces casi exclusivamente a ellas.
La observación inclinaría al pesimismo si se olvidase la
La conquista de los conocimientos elementales 29

inmensidad de los progresos realizados,que son un testi-


monio de la revolución en curso.Lejos de ignorar o de
justificar la baja matrícula femenina,los gobiernos y los
encargadosde la educación juzganhoy que esa revolución
refleja ya una grave escasez. Se preocupan por estudiar
sus causas y consecuencias.A menudo hacen esfuerzos
notables para escolarizar a las niñas.
Para las nifias,la escuela está deemasìado Ztyos
Qué es un niño ? Un futuro hombre.2 Qué es una niña ?
Una futura mujer.Resulta evidente,sin duda,pero lleno
de significación,pues los niños se forman y se educan
en función del papel que tendrán que desempeñar como
adultos.Los hijos salen ya de la casa a fin de prepararse
para su vida masculina.Las niñas se quedan ya en casa,
conforme a su futura función de mujer.
Ahora bien,para ir a la escuela es necesario salir. Este
es el problema, para las niñas. Salir significa no sólo
recorrer kilómetros a pie,en bicicleta o en autobús,sino
también,desde el punto de vista psicológico,“ver mun-
do”,entrar en una zona de influencia exterior al círculo
familiar y así, poco a poco adquirir una cierta indepen-
dencia. Esta salida es ya natural para la mayoría de las
pequeñas ciudadanas y aldeanas:este es el caso en todas
partes donde la escuela primaria está suficientemente
cerca del domicilio de las alumnas, allí donde parece
familiar a los padres, es decir, por todas partes donde la
“salida” física y psicológica es tan mínima que no parece
serlo.
En cambio,cuando la escuela se encuentra alejada -lo
que ocurre a menudo en un mundo en el cuallas regiones
rurales son mucho más extensas que las zonas urbanas-
la distancia entre la escuela y la casa es siempre mayor
30 La conquista de los conocimientos elementales

para la hermana que para el hermano. (La situación es,


además,comparable,en bastantes regiones,para la mujer
casada, que no tiene el derecho de trabajar fuera de su
aldea o demasiado lejos del lugar donde reside.)
2A madyes analfabetas,hpas iletradas?
Al alejamiento geográfico de los edificios escolares,co-
rresponde el alejamiento psicológico de las familias:para
ellas, la escuela constituye otro mundo.
En efecto, cuanto más analfabetas son las madres,
menos oportunidad tienen sus hijas de instruirse.Hacia
1965,de la cifras que proporcionaron 86 países, podían
deducirse las observaciones siguientes:de 36 países con
un mínimo de jo% de mujeres analfabetas,3 j represen-
taban una matrícula escolar femenina normal;uno sólo
(Laos), indicaba un ligero retraso,con 37% de alumnas
en la matrícula de primer grado. En cambio,de los jo
países donde la mayor parte de las mujeres eran analfa-
betas, sólo 1 2 habían logrado una escolarización feme-
nina normal;otros 13 indicaban una deficiencia grave,
con menos de una tercera parte de niñas en las escuelas;
y zj presentaban retrasos ligeros o considerables.Estos
ejemplos ilustran claramente, el eterno deseo de los
padres :ver a sus hijos “educados” para una vida mejor
que la suya.Los padres y las madres están convencidos
de que, esta esperanza de un porvenir mejor para sus
hijos,pasa por el camino de la escuela.Para sus hijas, su
convicción parece a menudo menos arraigada.E incluso
en el caso de estar más sólidamenteestablecidava siempre
acompañada en todas partes (incluso en las regiones
donde todas las niñas van a la escuela) de la inextirpable
tradición según la cual una hija ha de ayudar a su madre.
El peso de las tareas familiares pesa ya sobre las espaldas
La conquista de los conocimientos elementales 31

Cuando alumnos y alumnas com-


parten la alegría de descifrar el
mundo, se inician en común en una
nueva manera de vivir juntos ...
32 La conquista de los conocimientos elementales

de la alumna,como pesará mañana sobre las espaldas de


la trabajadora.
L a dobìe tarea de ìas niñas
Sujetas entre la escuela y la casa, las niñas que tienen la
suerte de asistir a las clases, tienen gran dificultad para
continuar sus estudios primarios hasta el final.
?Qué importancia tienen las lecciones y los deberes
escolares cuando es necesario ayudar a la madre a sacar
el agua,a limpiar la choza,la cabaña o la casa,a preparar
las comidas,a buscar combustible,a reparar los vestidos,
a cuidarse de los animales,a trabajar en el campo,a salir
a la compra,a vender en el mercado los productos agrí-
colas o artesanales ...? E n las regiones rurales de los
países envías de desarrollo,el trabajo caseroes,en efecto,
aplastante.Además,las mujeres realizanlos trabajosagrí-
colasy se dedican a actividadesartesanaleso comerciales.
2 Puede decirse, así, que son unos monstruos que “sacri-
fican”a sus hijas ? j Evidentemente no !Ser ayudadas es
para ellas una necesidad vital. Y no sienten ningún
remordimiento: 2 no enseñan así a sus hijas sus tareas
futuras de madre y de esposa? Para muchas,este apren-
dizaje prepara el porvenir de manera más eficaz que la
continuación de los estudios. Si una niña adquiere los
rudimentos de la instrucción,j le será útil para su comer-
cio o sus cuentas!Pero saber más ?para qué? No es en
absoluto esa ciencia la que le servirá para la cocina y
otras tareas análogas.Sí,la escuela queda a menudo lejos,
muy lejos de la fundamental preocupación de la madre:
transmitir a su hija sus conocimientos domésticos.
Como las alumnas están así agobiadas por su doble
tarea escolar y familiar ocurre a menudo que,para ellas,
el índice de repetición de cursos es superior al de los
La conquista de los conocimientos elementales 33

alumnos;tienen menos tiempo para estudiar,por lo tanto


el espíritumenos despierto,y sefatiganmás al consagrarse
a las actividades del hogar. Gasto físico que no hay que
olvidar,sobretodo cuando recae en organismosya debi-
litados por la desnutrición y las enfermedades.
A veces,la escuela resulta demasiado cara; y aunque
fuera gratuita,pesa sobre el presupuesto familiar con
gastos suplementarios (transportes,material,vestido ...)
y, al absorber el tiempo de los niños, crea una falta de
ingresosprolongada.Los padres, entonces,retiran de la
escuela primero a sus hijas, después a sus hijos.
Cuundo luspuei.tasde lu escuedu se ciermn demasiadopronto ...
La realidad es ésta :en ciertas regiones,sólo una minoría
de niños completa el ciclo primario.En el conjunto del
continente africano,por ejemplo,una tercera parte de
los alumnos inscritos en el primer año de estudios pri-
marios llega hasta el final del 6.0 añol.
Para los alumnos de los dos sesos,las causas del aban-
dono de los estudios son idénticas.Dimanan de la po-
breza de las familias y de la insuficiencia de las insta-
laciones escolares. En esto también las niñas resultan
menos favorecidas.En 1968,por ejemplo, en un país
africano,se comprobóque entre los alumnos que abando-
naron sus estudios antes del 5 .O año había 30% de niños
y yo% de niñas.
Ya que,según la tradición,una niña siempre sabe lo
suficiente;ya que, según la costumbre,la niña no debe
“salir”; ya que,según la costumbre ancestral,les corres-
ponde el trabajo doméstico,las alumnas abandonan la
I. Conferencia sobre la educación y la formación cieritificay técnica en su relación
con el desarrollo de /@rica. Nairobi, I 6-27 dejnlio de 19 68. Rapport finall
Final Repport. (Unesco,m/cs/izf/zi.)
34 La conquista de los conocimientos elementales

escuela en cuanto ésta exige un sacrificioeconómico de-


masiado fuerte o demasiados kilómetros de trayecto.Y
las hermanas pagan a menudo,cediendo su oportunidad
de instruirse,la continuación de los estudios de sus her-
manos, como,más tarde, las esposas pagarán, con sus
oportunidades de formación y de adelanto profesional,
el porvenir y la carrera de su marido.
Cuando al peso de la tradición se añade la pobreza
familiar,la falta de medios de enseñanza y a veces los fra-
casos escolares femeninos <cómo evitar que sean las
alumnas las primeras en sufrir?Y más aún en las regio-
nes acostumbradas al matrimonio precoz de las mucha-
chas, razón que se invoca para explicar el abandono de
los estudios en unos 20 países.
Si los muchachos de trece o catorce años abandonan
con demasiada frecuencia la escuela, las muchachas la
abandonan todavía con más frecuencia y más pronto,al
llegar a sus once años.Ahora bien,abandonar la escuela
a los once años es, con toda probabilidad, renunciar a
adquirir totalmente las bases indispensables de cualquier
formación profesional,al ejercicio de toda responsabi-
lidad cívica o de toda participación social.
EZ año de Zas ocasionesperdida.r
Once años,en algunos países, es la edad en que la niña
no se consideraya como tal,sino como una futura mujer;
es la edad del Cho1 Mlup,antigua costumbre camboyana,
según la cual se separaba de la comunidad durante algún
tiempo a la muchacha púber.La práctica ha desaparecido
en Camboya,pero en otras partes persisten costumbres
análogas.Y el símbolo ancestral permanece vivo en los
espíritus.
Alrededor de los once años,se separa a veces a la mu-
La conquista de los conocimientos elementales 3j

chacha del mundo : totalmente,mediante el abandono


de los estudios y a menudo por un matrimonio precoz o,
insensiblemente,a causa de la orientación escolar que la
destina a no aprender más las mismas cosas que los
muchachos.
En efecto,en las primeras clases primarias,los progra-
mas son general y afortunadamente idénticos para los
alumnos de los dos sexos.Después,la similitud desapa-
rece.Así,los alumnos alemanes,austríacos,o suizos,por
ejemplo, tienen a menudo en su programa de matemá-
ticas un número de horas superioral que figura en el pro-
grama de las alumnas;lo mismo ocurre en la India.En
numerosos países, los trabajos de costura corresponden
a las niñas y los trabajos de taller, carpintería,forjado,
etcétera a los niños.A menudo también las alumnas reci-
ben una educación literaria y artística y los alumnos una
formacióntécnica o deportiva.En resumen,cuando exis-
ten disparidades en los programas primarios, obedecen
al viejo principio,según el cual corresponde a la mujer
las tareas de la casa y la conservación de las tradiciones,
mientras que el hombre está hecho para el mundo y el
progreso. D e este modo, las jóvenes alumnas pierden
sus oportunidades de participar en Ia transformación del
mundo.
Desfruìr ias ityes de ia szimìsìón
La mujer hecha para la casa es la mujer sumisa,ignorante.
Hace ya 24 siglos que el filósofo chino Lao-Tsése indig-
naba “contra los malos soberanos que dejan vacíos el
corazón y el espíritu del hombre y se esfuerzan en dejar
al pueblo en la ignorancia, para que así tengan menos
exigencias;basados en el pretexto de que es difícil gober-
nar a un pueblo que sabe demasiado”.
36 La conquista de los conocimientos elementales

Cuando en 194j,una camerunesa obtuvo,por primera


vez,su certificado de estudios primarios,los hombres de
su país hicieron eco a las palabras del sabio chino :“Esta
noticia fue acogida por la mayoría de los cameruneses
como un mal asunto para los hombres,porque,por pri-
mera vez,una mujer destruía las leyes de la sumisión ...
Se produjo un cambio en la aldea. Se formarondos gru-
pos: el de los hombres que preferían a las muchachas
instruidas porque para ellos significaba el progreso ade-
más del orgullo de tener a una muchacha instruida;el de
los hombres que no las apreciaban porque, según ellos,
las muchachas instruidas perdían la verdadera personali-
dad de la mujer.”
Al exponer este caso en la Conferencia de Tachkenst
(1962),la Sra. Rhodes Mland,delegada de la Unión De-
mocrática de Mujeres Camerunesas, subrayaba las acti-
tudes masculinas.
En efecto,con frecuencia,es necesario convencer a los
hombres.Pero,< cómo? N o será para tranquilizarles
al mismo tiempo que para apelar a su orgullo,por lo que
ciertos países organizan programas primarios especiales
para las niñas ? Método aparentementeeficaz,pues favo-
rece la escolarización de éstas. Método, no obstante,
peligroso, pues tiene un carácter discriminatorio y no
hace sino aplazar el “conflicto”. Basta examinar,en este
sentido,la evolución de algunos países que han sido los
primeros en establecer la escolaridad primaria obliga-
toria.Con bastante frecuencia han elegido la discrimina-
ción en los programas o en los certificados de firial de
estudios.Después,cuando la enseñanza primaria ha pa-
sado a las costumbres,los alumnos de los dos sexos han
sido tratados con igualdad.Poco a poco,la igualdad ha
avanzado también en el nivel secundario.Sin embargo,
La conquista de los conocimientos elementales 37

en estos países, el conflicto continúa existiendo en lo


que se refiere a la enseñanza técnica y profesional,a los
diplomas prestigiosos y a las profesiones que continúan
práctica, aunque no siempre legalmente,cerrados a las
mujeres.La educación que se facilita a los muchachos y
a las muchachas es la misma,pero sólo hasta un cierto
nivel, a partir del cual las muchachas no tienen ya las
mismas oportunidades que los muchachos.
Conocimientos complementarios
Los programas especiales para las muchachas obedecen
precisamente a la tradición.La enseñanza,ajustada así a
las ideas recibidas, i ya no puede perturbar los espíritus!
;Pero, qué puede esperarse de una enseñanza tradicio-
nalista? < Que someta las inteligencias a las tradiciones
del pensamiento ? < Cómo podría una sociedad “conde-
nada al progreso” esperar que la transformen los cere-
bros entumecidos por la escuela?
Si se trata de dar a las alumnas un conocimiento com-
plementario (en muchos países se considera que las tra-
bajadoras sólo tienen derecho a un sueldo complemen-
tario) nunca se logrará crear una sociedad a la cual pue-
dan integrarselas mujeres verdaderamente;es decir,una
nueva sociedad.
Sin embargo, las pequeñas proporciones de conoci-
mientos que hayan podido recibir cuestantan caras como
la enseñanza que se da a los muchachos. Estos gastos,
basados en una discriminación,no sólo representan un
despilfarro económico inmediato,sino también,a largo
plazo, una disminución de beneficios humanos y eco-
nómicos.
Mantener una inferioridad cultural,para las mujeres,
es dejar sin cultivo la mitad de los cerebros de la huma-
38 La conquista de los conocimientos elementales

nidad.Es una injusticia,ciertamente.Pero,también una


pérdida humana incalculable:para los dos sexos,para
la sociedad,para el patrimonio cultural.
Veinte dólares anuales
El máximo posible para Africa y Asia se calculaba,en las
conferencias de Karachi y de Addis Abeba, en un gasto
anual de 20 dólares por alumno de enseñanza primarial.
Si bien es indispensable que este gasto sea igual para los
alumnos que para las alumnas,es también indispensable
no dilapidar como pura pérdida estos 20 dólares: si se
dedican a una muchacha,deben permitirle adquirir los
conocimientosbásicos indispensablesa todo ser humano,
sea hombre o mujer.No existe ni debe existir una cultura
“femenina” y otra “masculina”.
Desde el momento en que las alumnas ingresan en la
escuela primaria, y son, más que sus hermanos,prisio-
neras de costumbres y tradiciones,plantean a los encar-
gados de la educación este problema: <Qué imagen de
la mujer proponen como fin de la educación? El pro-
blema surge entonces en lo referente a los muchachos.
Planteado correctamente, el problema se resume final-
mente así:< “Qué tipo de persona humana ha de formar
la escuela primaria” ?
Este tema de reflexión es válido para todos los países,
sean D no ricos.En los países en que la escolarización se
halla en sus comienzos,parece más vital aún:se trata de
empezar bien. Porque <de qué sirve acoger a todos los
niños en la escuela si lo que aprenden en ella no responde
ni a sus aspiracionesprofundas ni a las necesidades de su
I. Perspectivas de la Unesco,n.o 456, enero de 1967. El Sr.Malcolm S.Adi-
seshiah, recordó esta cifra en una alocución pronunciada el 31 de di-
ciembre de 1966 en el Madras Christian College (India).
La conquista de los conocimientos elementales 39

país ? Este comienzoes más importanteen vista de que la


mayor parte de los niños no conocerán sino la enseñanza
primaria. Esta les marcará para toda su vida.
Es cierto que la falta de medios materialesy de recursos
humanos conduce a veces,en algunas regiones,a ofrecer
ciertas oportunidades a las muchachas.Muy a menudo,
en efecto,la escuela mixta nace de la necesidad más que
de una eleccióndeliberada:cuando un país carece de cré-
ditos para construir edificios escolares y formar maes-
tros,las niñas y los niños reciben la misma enseñanza,y
las primeras salen de las limitacionesfemeninas.Apren-
den a vivir en compañía de los muchachos.
Poner en murcbu el mecuntsnio
Cuando la Unesco preguntó a los Estados Miembros o
Asociados a qué atribuían la progresión importante de
la matrícula femenina en la enseñanza primaria, apenas la
décima parte de los países interrogadosseñalaron el des-
arrollo de las construccionesescolares1.Pero de esto hace
diez años; hoy, este factor de progreso sería probable-
mente más evidente,pues las construcciones escolares se
han desarrollado a veces de manera impresionante.
?Cuáles son,pues, los otros factores de esta progre-
sión? En primer lugar,el desarrollo de las enseñanzas
secundaria y superior:19países de los 92 que contesta-
ron al cuestionario,insistieron sobre este hecho. Otros
señalaron el desarrollo de la educación de adultos,que
influía favorablemente la escolarización de las mucha-
chas: así lo hicieron Chile, Paraguay,Togo,Liberia y
México. Algunos países mencionaron el aumento del
presupuesto de Educación Nacional, la elevación del
I. Esitidio comparado acerca de las posibilidades de ìnsiritcción primaria para
niiasy mujeres, octubre de 1962. (Unesco,~ ~ 1 1 9 5 . )
40 La conquista de los conocimientos elementales

nivelde vida y la progresión del empleo femenino.Otros,


por último, subrayaron la importancia de las medidas
legislativas adoptadas para favorecer el ingreso de las
jóvenesen la escuelaprimaria,o loscambiospsicológicos
que se habían producido en una población que deseaba
más que antes tener muchachas instruidas.
Sin embargo,de 92países, sólo 4 (Chile,India,México
y Túnez) citaban como factor favorable esencial el pla-
neamiento de la educación.Actualmente,parece que la
mayoría de los países indican el planeamiento como fac-
tor primordial,porque la experiencia los ha llevado al
convencimientode la necesidad de un plan de educación
coherente.
Emprender una política de escolarización primaria,
particularmente cuando se trata de las muchachas, es
poner en movimiento un mecanismo que obliga a reor-
ganizar todas las estructuras y a revisar todas las leyes de
un país; iempezando por las que se refieren al matri-
monio precoz de la mujer! Ningún país lo ignora hoy.
Y el país que pretendiese instalar a las muchachas en los
bancos de la escuela sin cambiar la condición jurídica y
social de la mujer desperdiciaría inútilmente su energía
y sus recursos.
E n busca de una cultura
general

“Las jóvenes que no han terminado más que la primera


enseñanza sufren al ver a sus antiguas compañeras de
clase ocupar un lugar importante y ganar su vida con
holgura.Las que poseen una cierta formación escolar de
carácter general (que han cursado algunos años de estu-
dios secundarios), sufren de la falta de empleo, sobre
todo cuando sus padres no llegan a aceptar el fracaso de
su hija. Las interesadas hallan dificultades de reintegra-
ción al medio ambiente tradicional ...La mayoría de los
padres observan en ellas cambios,sin poder esplicarse su
origen.Tampoco conocen las posibles orientaciones de
sus hijas.”l
Ese malestar expresado por jóvenes rwandesas en un
boletín multicopiado y fundado por ellas mismas,Jeu-
nesse rzozlve//e (hechosignificativo:sin más, han descartado
un título femenino), lo sienten innumerables jóvenes de
ambos sexos,no sólo en los países en vías de desarrollo,
que en algunos casos siguen todavía bajo la influencia de
la enseñanza organizada por la antigua potencia colonial,
sino también en no pocos países industrializados.
Muchos jóvenes europeos podrían identificarse con
esta situación.En sus países, la segunda enseñanza gene-

I. Jetmesse nouvelle, octubre de 1966,Butare (Rwanda).


42 En busca de una cultura general

raP se resiente aún de las deficiencias de sus orígenes:se


trataba entonces de formar dirigentes masculinos, pro-
cedentes,en su mayoría,de la burguesía.
i Vía de transición o vía muerta?
Según la diriición misma de la Unesco, la enseñanza
secundaria general “no tiene como finalidad preparar
directamente a los alumnospara un oficio o una profesión
determinada”. Tal definición merece cierta atención.
Sobre todo cuando se examinan las respuestas enviadas
a la Unesco con motivo de su encuesta sobre el acceso de
la jóvenes a la enseñanza secundariaz:68% de los Esta-
dos estiman que los programas son adecuados para el fin
asignado a esta enseñanza,pero sólo 36 respuestas indi-
can que preparan a la joven a desempeñar un papel res-
ponsable en la sociedad;las otras respuestas son evasivas
en su mayor parte;sin embargo,8 países afirman que sus
programas de enseñanza no preparan a la joven para
desempeñar dicho papel,y otros 8 expresan ciertas reser-
vas a este respecto.
Ahora bien, <cuál es el objetivo asignado a la ense-
ñanza general? En principio,ofrecer una vía de transi-
ción hacia una formación profesional o universitaria.
Pero sucede así en la práctica? Si se tienen en cuenta las
dificultadesde acceso de las jóvenes a la enseñanza secun-
daria técnica y a la universidad,< no se trataría más bien
en el caso de ellas de una vía muerta? Puesto que esta
enseñanza secundariageneralno prepara a nada concreto,
< para qué pueden servir los programas ?
I. Salvo mención precisa, en este capítulo jamás se trata de la enseñanza
secundaria técnica.
2. Acceso de lasjóvenes a la enseñanza seczmdaria,febrero de 1966. (Unesco,
EDF/?.)
En busca de una cultura general 43

Las alumnasde esta enseñanzaprovienen muchas veces


de medios sociales más holgados que los alumnos. En
17países, de un totalde 122,las jóvenesson más numero-
sas que los muchachos en los cursos de establecimientos
privados y de pago que a veces son los únicos en que
pueden matricularse las jóvenes,sobre todo cuando se
trata de internados.
Cuando los padres son poco afortunados,los obstácu-
los que se oponen a la escolarización primaria no sólo
subsisten,sino que aumentan en el segundo grado. En
efecto,en este nivel no se considera a la joven como una
niña sino en realidad como una mujer. Las tradiciones
resisten tanto más cuanto que muchas veces no se ve cla-
ramente la utilidad de esta enseñanza secundaria,mien-
tras que su costo para la familia es más elevado (gastos
reales y falta de ganancias).
U nplan nacional
Cuando existen estos obstáculos,<merecenser supera-
dos ? i Sin duda alguna! Pero con una condición:la en-
señanza secundaria general debe ser efectivamente una
vía de transición,y una vía igualmente abierta a alumnos
y alumnas.
Condición necesaria también en los países donde,lejos
de tropezar con dificultades, esta enseñanza tiene éxito
entre las jóvenes.La urgencia que expresan los relatores
de la Comisión Escolar y Universitaria del Quinto Plan
Francés se aplica igualmente a otros países :“La investi-
gación debe orientarse también hacia el fondo mismo de
los problemas de educación ... así será posible pasar, en
materia de educación nacional,de un planeamiento ‘pa-
sivo’,que trata únicamente de responder a la evolución
de la demanda, a un planeamiento ‘activo’,en el que la
44 En busca de una cultura general

accióneducativasepondráalserviciodeunplannacional.”
En efecto,la formaciónsecundariageneralfavoreceno
sólo el desarrollo de las personas y el progreso humano
de la colectividad sino también el progreso económico :
según los estudios soviéticos,el rendimiento de un tra-
bajador que ha recibido una instrucción secundaria (ge-
neralo técnica)se eleva a 23 j %-o sea más del doble- del
rendimiento proporcionado por un trabajador que sólo
ha tenido una formación primaria y no puede por consi-
guiente rendir más que un trabajo menos importante.
En esta perspectiva de un “plan nacional”,que se re-
fiere también a las mujeres, deben estudiarse todos los
planes preparados para el desarrollo de la educación y,
más especialmente,los planes relativos a la enseñanza
secundaria (generaly técnica):de lo contrario,se corre-
ría el riesgo de que esta enseñanza (mucho más que las
enseñanzas primaria y superior) dejase a las mujeres al
margen de la sociedad.
Pasos de gigante
Si la progresión de los efectivos de primera enseñanza
es espectacular,los efectivossecundarioslo son aún más :
de 1960a 1964,el promedio del ritmo de aumento fue de
I 1,4% para el conjunto de los alumnos de ambos sexos.
Sin embargo,estos progresos tropiezan a veces con una
dificultad.Algunos países habían dado la prioridad a la
primera enseñanza, y un gran número de alumnos no
pudieron ingresar en el segundo grado, donde la ense-
ñanza estaba insuficientemente desarrollada. Qué rela-
ciones podrían existir entre estos dos niveles de ense-
ñanza? N o se ven todavía muy claramente,y este vacío
subraya la necesidad de estudiar cada vez más el planea-
miento de la enseñanza.
Foto
Joven alumna de bachillerato de
1970,mujer del año zooo.< C ó m o
participará en el progreso si no ha
recibido la formación necesaria?
46 En busca de una cultura general

Es un hecho que las jóvenes han sido las primeras que


no han podido proseguir sus estudios allí donde existía
un embotellamiento. En Africa y en los Estados árabes,
los efectivos secundariosmasculinos son superiores,y a
veces muy superiores,a los de las jóvenes.En Asia,las
posibilidadesfemeninas son,segúnlospaíses, muy varia-
bles.Por el contrario,en Europa,en Oceania,en América
del Norte y en la mayoría de los países latinoamericanos,
los porcentajes de alumnas son iguales y a veces superio-
res a los de los muchachos. En el conjunto,las perspecti-
vas parecen normales para las jóvenesen una mitad de los
países, medianas en una tercera y muy malas en casi una
décima parte de los mismos1.
Sin embargo,entre situacionestan variadas se deduce
una constante:cuanto mayor es la igualdad de niños y
niñas en la escuela de primera enseñanza,tanto mayor es
el número de las niñas que pasan de ella al nivel secunda-
rio ... (opor lo menos no se alejan mucho de ese nivel).
Y si las jóvenes no cuentan de hecho,en todas partes,
con las mismas oportunidades que sus hermanos,todos
los Estados se preocupan ya de desarrollar la escolariza-
ción secundaria femenina.
Jóvenes campesinasy jóvenes wbanas
Como sucede siempre,en la mitad femenina de la huma-
nidad,uno de losprimeros obstáculosque hay quevencer
es i el número de kilómetros!Y,una vez más,este obstá-
culo causa más molestias a las jóvenesde las zonasrurales.
Los institutos secundarios del primer ciclo pueden estar
a veces instalados bastante cerca, pero los del segundo
ciclo no existen más que casi únicamente en las ciudades:

I. Acceso de lasjóvenes a la enseñanxa secundaria, op.cit.


En busca de una cultura general 47

de cada cincopaíses uno no posee ningún establecimiento


de segundo grado en las zonas rurales.
Por consiguiente hay que “ausentarse de casa”. M u -
chos de los alumnos no lo harán.Convendría organizar
internados. Son escasos para los muchachos, y mucho
más para las jóvenes. Pero, mientras que los primeros
pueden encontrar un medio de remediar esta escasez,el
problema resultamuy difícil para las segundas.Por ejem-
plo, en ciertos países de Asia, los colegiales reciben
albergue y alimentación en las pagodas de los bonzos.
Casi en todas partes, pueden formar un grupo de cama-
radas que se organizan para vivir juntos en un lugar cer-
cano a la escuela.Las jóvenes disponen muy rara vez de
semejante libertad:como no tienen protección,no pue-
den disponer de espacio.
Hay dos recursos,ir a buscar a las jóvenes que habitan
en las zonas rurales allí donde se encuentran,o hacerlas
venir a la población.
La primera hipótesis supone medios económicos sufi-
cientes para desarrollar las construcciones escolares y
para formar mayor número de profesores.Pero dónde
encontrar ese personal docente cuando la escolarización
está insuficientemente desarrollada? Y,suponiendo que
existan,muchos se negarán a ir a enseñar en el campo.
Muchos países tratan de superar esas dificultades.Por
ejemplo,en la República Árabe Unida,se han instituido
clases de enseñanza secundaria en las escuelas primarias,
cuando el número de alumnos no justificaba la creación
de un establecimiento distinto.En los Estados Unidos
de América,las jóvenes de zonas ruralesreciben la ayuda
de una enseñanza audiovisual (la cual exige un material
que no está al alcance de numerosos países) con profe-
sores ambulantes; sistema que podría ser aplicable en
48 En busca de una cultura general

otras partes, al menos para algunas disciplinas a las que


se dedicarían periodos intensivos de enseñanza.
Otros países tratan de hacer acudir las jóvenes a la po-
blación.En Zanzibar,las jóvenes del campo que desean
proseguir sus estudios secundarios, disponen de un
“hogar” que pagan,y reciben becas ;lo mismo sucede en
Túnez,donde la Unión Nacional de Mujeres Tunecinas
ha creado un hogar y presta ayuda económica a las alum-
nas del segundo grado. En Mauritania,donde no existe
más que un solo internado femenino para el segundo
grado de enseñanza,las jóvenes pueden beneficiarse de
becas externas,una vez que se las admite en los estableci-
mientos secundarios masculinos.Si bien la casi totalidad
de los países conceden becas de estudio,algunos como
Albania, Colombia o Cuba favorecen de un modo espe-
cial a las jóvenes rurales.En algunos países, por ejemplo
Argelia, se organizan cursillos de reintegración, con
objeto de permitir a un mayor número de muchachas
acceder a la enseñanza secundaria.
Matrimonio y escoZaridad
Lograr instruir un número creciente de alumnas de cole-
gio o de liceoes una tarea bien difícil.Pero conseguir que
puedan terminar su periodo de escolaridad exige casi
tantos esfuerzos:es un problema que afecta a dos países
de cada tres.
?Por qué abandonan las jóvenes sus estudios? Tres
razones muy diferentes se repiten como Zeit-motiv.
El obstáculo principal es el matrimonio. Si sólo fuera
precoz,la dificultad iría desapareciendo a medida que las
legislacionesaplazan la edad mínima para contraer matri-
monio. Pero, cuando alumnas de diecinueve a veinte
años abandonan la clase proque se van a casar, es difícil
La educación de las mujeres 49

encontrar una solución al problema,por lo menos en las


circunstancias actuales en que con frecuencia es muy
elevado el número de las que repiten curso.
El segundo obstáculo radica en las necesidades econó-
micas, que obligan a bastantes padres a retirar de la es-
cuela a sus hijas antes que a sus hijos.Los gobiernos que
prefieren conceder a los muchachos mayor número de
becas que a las niñas no pueden reprochar a las familias
que sigan siendo fieles a los prejuicios tradicionales.En
cuanto a los otros,que practican una política activa de
escolarización femenina,pueden esperar que esta causa
de abandono vaya eliminándosepoco a poco,pues la ele-
vación progresiva del nivel de vida y sus esfuerzos edu-
cativossostenidospor una intensapropaganda,permiten
una nota de optimismo.
Sin embargo,las necesidades económicas suscitan un
tercer obstáculo:en Venezuela,en Panamá,en Túnez y
en otros países, la jóvenes abandonan sus estudios para
ganarse su vida, exactamente como los muchachos,
quienes,en proporción menor que las colegialas,pero en
gran número sin embargo,abandonan también sus estu-
dios en plena escolaridad.Esta causa de abandono es muy
grave: no obedece sólo a la insuficiencia del nivel de
vida;se relacionatambién con el contenido mismo de la
enseñanzala cual,con excesiva frecuencia,no ofrece más
salida que la universidad.< Para qué proseguir los estu-
dios cuando se sabe que no habrá posibilidad ni afán de
lograr una formación superior? Mejor orientadas por
razón de sus aptitudes,Ias alumnas de las escuelas nor-
males y técnicas no abandonan tan freccuentementesus
cursos:saben que se preparan para una carrera.
ro En busca de una cultura general

Resultados idénticospara los dos sexos


No obstante, las jóvenes que prosiguen sus estudios
hasta los exámenes del I.O y 2.0 ciclo,logran resultados
idénticosy a veces superiores,a los de los muchachos.
A veces se duda todavía de las aptitudes intelectuales
de las jóvenes,por lo cualno será inútilpresentar aquí al-
gunos ejemplos demostrativos.Los porcentajes de buen
éxito de las jóvenes y de los muchachos son tanto más
significativospor referirse a los mismos exámenes,y no
a pruebas distintas según los sexos:
2 Habrá que deducir de todo esto que las jóvenes están
mejor dotadas que los muchachos ? i Ello equivaldría a
establecer una discriminación en sentido inverso!Si las
jóvenes logran éxitos a veces superiores proporcional-
mente a los de losalumnosde liceo,se debe sin duda a que
tienen sobre éstos la ventaja de haber superado mayores
dificultades para llegar hasta los exámenes.
Programas discriminatorios
Aunque son capaces de obtener resultados idénticos a
los de los muchachos, las alumnas de liceos y colegios
sólo reciben la misma enseñanza en j6 países. Los pro-
gramas difieren todavía,según el sexo,en j 7países.
La República Federal de Alemania,Bélgica,Finlandia
ofrecen a veces escuelas o secciones especializadas en
“intereses femeninos”, aunque siempre ligadas al se-
gundo grado. En Suiza,las jóvenes se inician muchas
veces en trabajos de aguja,con detrimento de otras dis-
ciplinas (cálculo,dibujo), pero sus exámenes de ingreso
estánpreparadosconarregloalplan deestudiosdelosmu-
chachos.E n muchos países,las diferenciasversan sobre
puntos aparentemente de poca importancia (trabajos
manuales, deportes, artes), aunque sus consecuencias
90 ___
80 -
70___
60 __
40 _____
* L n
c c
o m
30 -
55
äa
20
I
~
10-
O-. u.-
r2 En busca de una cultura general

pueden ser serias (como se verá en los capítulos si-


guientes). D e este modo,se perpetúan los prejuicios y se
condiciona muchas veces el porvenir profesional y la
participación social de los hombres y de las mujeres.
Es en realidad alentador que un número creciente de
países estime necesario ofrecer los mismos programas a
los alumnos de uno y otro sexo.Y lo sería más aún,si la
realidad correspondieraa los propósitos.Ahora bien,en
numerosasregiones,laenseñanzacientíficasefacilitasobre
todo en los establecimientos masculinos.Los locales es-
colares femeninos no están muchas veces debidamente
equipados,sobretodo en lo que atañe a los laboratorios.
Tal discriminación de hecho,si no de principio,pro-
longa las varias diferencias que surgen ya en el nivel pri-
mario.Automáticamente,implica un desplazamiento de
las jóvenes en materia de enseñanza técnica y superior.
2 Cómo se podría pretender abrir a las mujeres el acceso
a una formación científica y tecnológica,si se las sigue
apartando de esas esferas en el nivel de la enseñanza
secundaria?
Umu posibilidad: la coeducacìóm
No se debe semejante situación a prejuicios más o me-
nos conscientes? Si no fuera así, < cómo explicar que la
coeducación,generalmente bien aceptada y establecida
en los niveles primario y superior,encuentre todavíatan-
tas reticenciasen el nivel secundario?
En efecto,si bien 3 j países poseen a la vez estableci-
mientos secundariosseparadosy mixtos,muchos parece
que sólo aceptan la escuela mixta por razones impera-
tivas de orden económico.Además, 36 países, conforme
a sus costumbres,facilitan una enseñanza separada a los
alumnos de uno y otro sexo.Cierto que esta separación
En busca de una cultura general j3

no siempreentrañauna discriminaciónen losprogramas ;


sin embargo,parece contribuir a alejar a las jóvenes de
las carreras científicasy técnicas.
Por el contrario,la experiencia de los 47países que han
aceptado la coeducación prueba que ésta multiplica las
posibilidades cuantitativasy cualitativas de la educación
para las jóvenes. Una encuesta internacional1realizada
en j 400establecimientosde I I países (República Federal
de Alemania,Austria,Bélgica,Estados Unidos de Amé-
rica,Finlandia,Francia,Israel,Japón,Países Bajos,Reino
Unido y Suecia) resalta las ventajas de la coeducación
para las jóvenes. Ciento treinta y tres mil alumnos de
ambos sexos,distribuidos en dos grupos de edad (trece y
dieciocho años), tenían que responder a I 5 j preguntas
destinadas a determinar las razones del éxito o del fra-
caso de los alumnos de matemáticas. El análisis de las
contestaciones,efectuado por medio de aparatos electró-
micos, altera muchas de las ideas bien establecidas. En
cuanto a los resultados por países,el Japónocupa el pri-
mer lugar para el grupo de edad de trece años;para el de
dieciocho años,el Japónocupa también el primer lugar,
en compañía de Bélgica y el Reino Unido.Es interesante
analizarlosresultadossegún el sexo.En las escuelas sepa-
radas,los muchachos obtienenresultadossuperioresa los
de las muchachas. En los establecimientos mixtos, las
jóvenes son mejores en matemáticas que los muchachos.
Por qué ? i Sin duda a causa de una sana emulación!Y
sobre todo a causa del contexto psicológico: los profe-
sores de escuelas mixtas depositan la misma confianza en
las muchachas que en los jóvenes,mientras que los de

I. Internationalstiidy of achieuement in mathematics, Londres y NuevaYork,


John Wiley and Sons, editores; Estocolmo, Almqvist y Wiksell.
54 En busca de una cultura general

colegios femeninos rehuyen a menudo las matemáticas,


y así desalientan tradicionalmente a sus alumnas en esta
especialidad.
Estos resultados deben estimular el desarrollo de la
escuela mixta. En efecto cuando los cerebros femeninos
no se sienten prisioneros de las contingencias sociológi-
cas, están tan bien dotados como los de los muchachos
para el estudio de las matemáticas.
Sin embargo,sería peligroso deducir de ahí que la evo-
lución de las jóvenes hacia las disciplinas científicas se
hará por sí sola sin ningún esfuerzo,una vez que se esta-
blezca la escuela mixta. En este asunto,es reveladora la
experiencia soviética:en la Unión de Repúblicas Socia-
listas Soviéticas se practica la coeducación desde hace al-
gunos decenios y la proporción de mujeres ingenieros es
la más elevada en el mundo. Sin embargo,el vicepresi-
dente de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética,
Sr. Lavrentiev confesaba:“Miexperiencia de casi medio
siglo ha mostrado que,de cien muchachos que ingresan
en la facultad de físicamatemáticas, sólo I O llegan a ser
verdaderos matemáticos;mientras que en las jóvenes,el
porcentaje no es más que de una o d0~1.”
Este hecho explica que la Unión de Repúblicas Socia-
listas Soviéticasorganizara en escala nacional olimpiadas
científicasen 1961-1963,con objeto de desarrollar entre
los jóvenes de uno y otro sexo la afición a las ciencias2.
La prensa,la radio y la televisión aportaron su apoyo a
esta iniciativa.Durante un primer concurso eliminatorio,
se propusierona losalumnosde segundogrado una quin-
cena de problemas de matemáticas,de física y de química.

I. Perspectivasde la Unesco, n.0461, julio de 1965.


2.La primera olimpiada se celebró en Leningrado, en 1934.
En busca de una cultura general jj

Los candidatos presentaron unas cien soluciones.Tres


años más tarde,en I965, IO o00 alumnos participaban en
este primer turno.
Los candidatos y candidatas seleccionados participan
seguidamenteen una segundavuelta,en uno de losveinte
centros regionales de la Academia de Ciencias -la cual
sufragalos gastos de viaje y estancia de los concursantes.
A continuación,los vencedores de esta serie de pruebas
son invitados al Centre de Novosibirsk, donde en el
marco de una “escuela de verano”,los profesores y estu-
diantes del Centro les ayudan durante un mes a familiari-
zarse con los laboratorios y aparatos científicos.Al tér-
mino de este cursillo,se organiza un tercer turno de exá-
menes.Casi todos los alumnos los aprueban.A continua-
ción pueden ingresar en la universidad,o bien, si son
demasiado jóvenes,proseguir sus estudios en el inter-
nado fundado por el Centro de Novosibirsk.
El que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
haya estimado necesario emprender tal esfuerzo,basta
para demostrar que ningún otro país preocupado de des-
arrollar su futuro debe dejar de hacer otro tanto -aún
cuando no disponga de un centro científico comparable
al de Novosibirsk.
Los países que desean verdaderamente instaurar la
coeducacióna pesar de la oposición de los padres,tienen
a veces la ocasión de alegar su falta de medios,de estable-
cimientos y de personal docente,como argumento capaz
de modificar las actitudes familiares, aunque no siempre
de quebrantar las convicciones.Lo que el Japónha lo-
grado en este sentido,pueden lograrlotambién otros paí-
ses :a pesar de Confucio,que prohibía a un joven y a una
jóven sentarse uno junto al otro desde que alcanzaban la
edad de la razón,a pesar de la idea de la inferioridadfeme-
j6 En busca de una cultura general

nina, que está muy arraigada en las costumbres, la ley


fundamental de la enseñanza (1947)~ no contenta con
proclamar la igualdad de ambos sexos, ha conseguido
instituir la escuela mixta. Es un ejemplo significativo
porque,en I872,un decreto sobre la educación que ten-
día a instaurarla igualdad de ambos sexos,en materia de
enseñanza,tropezó con tales resistenciasque,nueve años
más tarde, Japón se vio obligado a dar marcha atrás y
volver a las escuelas separadas,“conforme a la costumbre
nacional”.
Así,la ley de 1947abrió a la enseñanza mixta la casi
totalidad de los establecimientos del primer ciclo,y el
j 8% de los del segundo ciclo. Las resistencias fueron
tanto más vivas cuanto que la idea venía de los Estados
Unidos de América :los japoneses defendían ‘‘lacostum-
bre nacional”contra las costumbres extranjeras.
Los resultados obtenidos merecen consideración.

Índice de variación de los efectivos escolares de 1950 a 1957


en el Japón

Segundo ciclo Universidad


Año
Alumnos Alumnas Alumnos Alumnas

1950 I O0 I O0 IO 0 IO 0
‘952 II7,3 I26,9 119,1 166,4
I954 I23,8 I47,7 132~6 240~1
I956 ‘2739 I58,j 14136 27931
I957 I3437 17339 I4433 28437
L a condition sociale desjaponaiseset son évolution - The
Fuente T.KOYAMA,
changing socialposition of women inJapan, París, Unesco, I 96 I.
En busca de una cultura general j7

Si el personal docente japonés hubiera rechazado la co-


educación,los efectivos femeninos no habrían aumen-
tado de manera tan rápida y espectacular.La continua-
ción de los estudios hasta el hn del segundo ciclo o hasta
los diplomas universitariosha cambiado la condición de
las mujeres japonesas.En otros tiempos,las que se gana-
ban su vida pertenecían a familias pobres.Al estar poco
instruidas,eran obreras o criadas. En la actualidad,las
perspectivas y variedades de empleos han aumentado
considerablemente; han ingresado en las profesiones
liberales y en las carreras administrativas.Las universi-
tarias japonesas por lo tanto han hecho desaparecer el
despreciocon que se trataba antes a las mujeres obligadas
a trabajarl.
Una reforma conveniente
En muchas regiones del globo,la enseñanza secundaria
clásica no facilita ya ni a los muchachos ni a las jóvenes
los conocimientos necesarios para la comprensión del
mundo moderno.Se les ofrecen pocas posibilidades pro-
fesionales.
Por qué la indispensable reforma de los programas y
métodos pedagógicos,ya emprendida en varios países,
no se apoyaría en la decidida voluntad de establecer la
enseñanazamixta en todoslos establecimientospúblicos ?
Muchos países, entre ellos la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas, los países de Europa Oriental,
Japón,Ghana,Madagascar, ven en la coeducación uno
de los medios de eliminar los prejuicios masculinos y
femeninos,y ofreceralas jóvenesidénticasoportunidades
de educación y de formación profesional.
i. Véase T.KOYALIA, Op. cif,
j8 En busca de una cultura general

En efecto, todos han podido comprobar que, en los


lugares donde las jóvenes hacen los mismos estudios se-
cundarios que los muchachos, son cada vez más numero-
sas las que prosiguen su formación en campos muy diver-
sos.
19

U n a oportunidad todavía
rara: un verdadero oficio

D e las 260 especialidades profesionales que se enseñan


en Hungría,IOO se reservan a los jóvenes,IO a las jóve-
nes y I jo se ofrecen a ambos sexos1.Se trata de un ejem-
plo significativo,pues el Estado húngaro es uno de los
que lucha para vincular a la mujer con la producción,no
sólo por necesidades económicas,sino en virtud de prin-
cipios ideológicos.
2 Tiene Ia myèr.deFech0 n zin ojcìo?
Teóricamente,un oficio es un medio de ganarse la vida
gracias a una formación previa (remuneración que,por
sí misma,valoriza más y da una cierta independencia al
individuo), un medio de desarrollar una dimensión de
la personalidad y un medio de participar en el progreso
humano y material de la comunidad.En principio,no se
niega a ningím hombrela utilización de ninguno de estos
tres medios. Sin embargo,excepto en unos pocos países,
la mayoría de las mujeres encuentran dificultades para
utilizar estos medios.
El obstáculo,para la mujer, no es el trabajo -pues
siempre ha trabajado en todas partes- sino el oficio. Se
I. Ciclo de estudios de las Naciones Unidas sobre los efectos de los progresos cìentí-
ficosy tecnológicosen ciiantoalacondicióndelamujer,Jassy (Rumania), agosto
de 1969 (documento preparado por la Sra. TURGONYI).
60 U n verdadero oficio

plantea así todo el problema de la enseñanza técnica ya


que,por definición,se trata de preparar a los individuos
para ejercer una profesión.
Las deficienciasde la enseianxa agrz‘cola
La frecuente insuficiencia de la enseñanza agrícola queda
demostrada evidentemente por esta negativa,deliberada
o inconsciente,de permitir a las mujeres el aprendizaje
y el ejercicio de un oficio.
Excepto los países de América Latina,Canadá,Esta-
dos Unidos de América y la mayor parte, de los países del
norte y el oeste de Europa,por doquier la mujer consti-
tuye, por lo menes, una tercera parte y, a menudo, la
mitad de la mano de obra agrícola.
Según un estudio de la Unescol, 35 países de los 43
que participaron en la encuesta realizada,facilitan a los
jóvenes una enseñanza de trabajador calificado2para la
agricultura,mientras que sólo se da una formación aná-
loga a las muchachas en 2 2 países y en 6 de ellos el per-
sonal femenino representa menos del j% del conjunto
de la mano de obra agrícola.Excluyendo Polonia que,
por sí sola,agrupa una buena mitad del total de las alum-
nas,esa enseñanza se imparte,por término medio, a 14
muchachas por cada 86 muchachos.
La formación de técnico agrícola2se proporciona en
I. Estudìo comparado acerca del acceso de iasjóvenesy las mujeres a la enseñanxa
técnicay profesional, diciembre de I 968. (Unesco, EDIMDI~.)
2. “La expresión ‘trabajador calificado’ se aplica a las personas que han
cursado una enseñanza y recibido una formación general para el ejer-
cicio de una profesión u oficio en una determinada esfera.”
“La palabra ‘técnico’se aplica a las personas que trabajan en una ocu-
pación que requiere una preparación científica y tecnológica inter-
media entre la del trabajador calificado y la del ingeniero o personal de
cuadros superiores;las ocupaciones del técnico pueden ser, por ejem-
U n verdadero oficio 61

3 0 países de los 44 que contestaron a la encuesta. En


cambio, las jóvenes sólo pueden recibirla en 19países
(y en 5 de ellos su porcentaje es muy reducido). En total,
esta formación afecta a 28 muchachas por cada 72 mu-
chachos: y hay que tener en cuenta que se llega a esta
proporción gracias a la considerablerepresentaciónfeme-
nina en los Estados socialistaseuropeos.Incluso así (más
de la tercera parte de los alumnos de las grandes escuelas
polacas de agricultura,por ejemplo,son muchachas) la
formación agrícola de nivel universitario continúa casi
enteramente reservada al sexo masculino.
La discriminaciónque sufrenlas jóvenesy las mujeres
es tanto más reveladora en cuanto se refiere a un sector
del trabajo tradicionalmente femenino. Precisamente
porque no iba contra la costumbre,ni contra los prejui-
cios, ni contra los “reductos” exclusivamente mascu-
linos,la facilitaciónde la formaciónagrícola a las jóvenes
i debiera considerarsenatural!< N o se debe esta situación
a que si bien nadie niega a la mujer el derecho al trabajo,
casi todo el mundo se opone a que este trabajo sea verda-
deramente un oficio?
2L a máqiina,prìvìdegìo mascudìno ?
Consecuencia lógica: cuanto menos mecanizada está la
agricultura,tanto más se emplea en ella a la mujer. In-
cluso en las regiones de agricultura moderna, los sec-
tores más generalmente reservados a la mujer son los
menos mecanizados :tal es el caso,por ejemplo,de la cría

plo, la inspección y conservación, la inspección de la producción,


detalles de ejecución. La colaboración con el ingeniero es una parte
esencial del trabajo técnico.” Enseñanxayformación técnicay profesional.
Recomendacionesde la Unescoy de la OrganixaciónInternacìonaldel Trabajo,
Unesco/OIT, I 964.(ED/64/D/24/F.)
62 U n verdadero oficio

del ganado en general,pero no de la avicultura que, al


mecanizarse,se ha transformado a menudo en un sector
masculino.
En la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas,
donde la proporción de mujeres entre los trabajadores
especializadosy los técnicos de la agricultura es ya rela-
tivamente elevada y donde se han realizado grandes
esfuerzospara lograr ese resultado,el Consejo de Minis-
tros adoptó en I969 algunas disposiciones encaminadas
a aumentar todavía esa proporción.Entre estas medidas,
hay dos muy originales,que merecen considerarse dete-
nidamente.Por una parte, en 1970 se han fabricadotrac-
tores más adaptados al cuerpo femenino;por otra, se
confían actualmente a las trabajadoraslas máquinas más
modernas. Estas medidas revolucionan todas las cos-
tumbres establecidas :tanto si se trata de la agricultura
como de la industria,en la mayor parte de los países los
hombres son los que tienen derecho de prioridad a las
máquinas nuevas y más perfeccionadas y isólo cuando
éstas quedanun poco anticuadas,se confían a lasmujeres!
Mientras las trabajadoras agrícolas realizan principal-
mente labores manualesl, las obreras de la industria se
destinan a menudo a los trabajos mecanizados.< Contra-
dicción? D e ningún modo. En la industria,la mecánica
más interesante depende de la automación: es cuestión
de hombres. Tanto porque representa el perfecciona-
miento de la máquina y,por lo tanto,el progreso,como
porque sólo exige funciones de vigilancia y de manteni-

I. Estas trabajadoras,cuando la agricultura se moderniza, dejan de tener


trabajo :entonces han de emigrar a las ciudades o poder encontrar en el
lugar donde viven un oficio fuera del sector agrícola. N o obstante,
el plan Mansholt, para la organización agricola de los Estados del
Mercado C o m ú n no habla del empleo femenino.

Foto
Para una mujer, c o m o para un
hombre, aprender un oficio es tener
la ocasión de desarrollar sus aptitudes
y de asumir una función al servicio
de la sociedad.
64 U n verdadero oficio

miento;funciones de técnico.(Lasmismas que la ense-


ñanza técnica apenas prevé para las mujeres.)
Así el mundo moderno es aún el de los siglospasados :
“Sería tan sencillo seguir la inclinación natural de las
ideas recibidas y afirmar que, puesto que el progreso
técnico tiende a eliminar la dureza y el esfuerzo del
obrero, las mujeres, muscularmente menos fuertes que
los hombres,serán las primeras en beneficiarse.Verdad
es que la civilización de ‘la caza del oso’ era para ellas
más ruda que la civilización del automatismo.Pero no
obstante,la realidad es más intransigente.Veremos que,
al revés de lo que podía esperarse al principio,una labor
que se mecaniza cada vez más y es, en principio,menos
penosa tiende a pasar a manos de los hombres,cuando
antes la realizabanlas mujeres ...Así las mujeres se ocu-
paban de los trabajos de molienda cuando para moler
el grano era necesario hacer girar una pesada muela de
piedra. Pero cuando la molinería se mecanizó,utilizando
la fuerza del viento o del agua en vez de la fuerza mus-
cular,pasó totalmentea manos deloshombres.Lo mismo
ocurre con el tejido de la seda ..,”l.
Una especialista en sociología,la señora Turgonyi,de
Budapest, observaba una de las consecuencias de esta
situación.yla exponía en su informe,preparado para el
ciclo de estudios de las Naciones Unidas que se celebró
en Jassy (Rumania), del siguientemodo :“en las carreras
más adaptadas a las mujeres por su evolución técnica y
por las condicionesde trabajo,es decir las carrerasindus-
triales, la proporción de muchachas es inferior al 20%
(en Hungría). Esto hace prever que, entre los obreros
I. Ciclo de estudiosde Cas Naciones Unidas sobre Cos efectos de Cosprogresos cientí-
ficosy tecnológicosen Ia condición socialde Ia mujer, Jassy (Rumania), agosto
de 1969 (extractode un documento preparado por Evelyne SULLEROT).
U n verdadero oficio 65

que poseen más conocimientos técnicos,las mujeres re-


presentarán también una menor proporción en lo fu-
turo.”
Una prolongación delpapel tradicionalde la myèr
Así las mujeres se ven imposibilitadas de ejercer real-
mente un oficio: quedan a menudo al margen de la téc-
nica y de las responsabilidades,no pueden participar ple-
namente en el progreso humano y material de la comu-
nidad,aunque posean los dones y la capacidad necesaria
para ejercer un oficio así como el derecho de ejercerlo.
Además, los trabajos subalternos a que se las limita les
permiten sueldos que no destacan el valor del individuo
y que,a menudo,apenas les permiten ganarse el pan.
En cuanto al otro efecto que surge del ejercicio de un
oficio:el desarrollo de una dimensión de la personalidad,
8 existe para la mayoría de las mujeres ?
El hombre tiene una dimensión profesional,que nunca
se confunde,ni en su opinión ni en la de los demás, con
las otras dimensiones de su persona.
En lo que a la mujer se refiere, existe una confusión,
tanto en su parecer como en el de los demás. La dimen-
sión profesional esiste raramente en sí; casi siempre es
sólo una prolongación de la dimensión maternal y sexual.
Los sectoresde actividad profesionalasequiblesa la mano
de obra femenina prolongan a menudo el papel de la
mujer.Este es el caso de los empleos de oficina,de artes
aplicadas,de servicios de comercio,de textiles, de la ali-
mentación y de cualquier otro empleo en el cual se apre-
cia la presencia femenina.La mujer joven y bonita podrá
ser azafata del aire y nadie se extrañará que viaje por
todo el mundo. Pero a medida que pasen los años,ten-
drá que buscar otro oficio,ya que la inmensa mayoría de
66 U n verdadero oficio

las compañías aéreas imponen un límite de edad. < Pero,


y si quisiese ser piloto, abogado internacional,perio-
dista, etc.? La mayor parte de las veces ve cerrado su
camino,de hecho si no de derecho.2Y cuál es el motivo
reconocido de este impedimento? Una mujer no tiene
aptitudespara viajar (nipara maniobrar una máquina tan
prestigiosa como un avión o un buque). En otras pala-
bras, la mujer puede viajar por todo el mundo si utiliza
su belleza en un empleo subalterno,pero le está prohi-
bido, si utiliza su inteligencia en una profesión presti-
giosa.
2U n a enseñanxa técnica “femenina” ?
La enseñanza técnica y profesional,más que otra cual-
quiera,revela el lugar que se concede a la mujer en una
sociedad, al mismo tiempo que lo determina para el
futuro.
Todas las razones mencionadas hasta ahora han dado
origen a la institución de una enseñanza técnica “feme-
nina”. En lo que se refiere a los países que han respon-
dido a la encuesta de la Unesco ya mencionada,esta en-
señanza existe en 1 3 países de 17 en Africa, en 14de 17
en Asia, en 4 de IO en América del Norte, en 6 de 6 en
América del Sur,en 4 de 4 en Oceania y en 7 de 19 en
Europa.
Ahora bien esta enseñanza que exige, no obstante,
esfuerzo y dinero no conduce en general a nada. Por
ejemplo,un estudio referente a la Costa de Marfil (19j8
a 1966)muestra que, de 81 muchachas que han podido
ser interrogadas entre ZIO titulares del CAP de ayuda
maternal, ninguna ejerce su oficio.Una cuarta parte de
esas muchachas no tienen profesión,otra cuarta parte se
ha dedicado a la enseñanza,y las otras,es decir, la mitad
U n verdadero oficio 67

continúan sus estudios,o, en su mayor parte, trabajan


en otros sectores de la función pública.Un estudio rela-
tivo a las mujeres de la Costa de Marfil que han obtenido
suCAPde costuraha proporcionadoresultadosidénticos.
En Chile y en Argentina,ha resultado que estas espe-
cializacionesfemeninas preparaban,en realidad,a muje-
res que no encontraban trabajo o bien a obreras emplea-
das en otrossectoresy,por consiguiente,mal retribuidas,
por no tener las aptitudes requeridas.Estos dos países
han emprendido reformas,a fin de adaptar la formación
facilitada a las necesidades del mercado del trabajo.
N o son más que ejemplos, entre muchos otros. Y a
que casi siempre,cuando la enseñanza técnica se expresa
en términos femeninos,se prefiere tener en cuenta que
se trata de muchachas antes que considerar las aptitudes
reales individuales y las necesidades económicas.
Un deseqnizìbv-io escoZm, económico y socid
Todo esto tiene consecuencias graves,en diversas esfe-
ras. Primeramente,en materia de escolarización de las
muchachas.En el 60% de los países, la enseñanzatécnica
es la que,en su segundo grado,abarca la menor propor-
ción de matrícula femenina. A veces casi no existe; a
menudo es “femenina”. Sea por deficiencia o inadapta-
ción,en los dos casos,las alumnas que han terminado
sus estudios primarios se dirigen entonces hacia la ense-
ñanza general o normal o abandonan definitivamente la
escuela. Ese desequilibrio hace aumentar exagerada-
mente las clases secundariasde enseñanza general y crea,
antes o después,un nuevo embotellamiento a la entrada
de las facultades.Todas las alumnas que no han podido
continuar sus estudios no tendrán, como preparación,
más que el haber seguido unas clases;tanto más fácilesde
68 U n verdadero oficio

abandonar por no ofrecer salidas.Así,el presupuesto de


educación resulta inútilmente oneroso.Y si es cierto que
en el mundo faltan maestros y maestras < es por ello de-
seable compensarla falta de personal masculino con per-
sonal femenino,que ya superan en aumento tan despro-
porcionado que la profesión continúa feminizándose?
Esa feminización del oficio no animará a los muchachos
a ser maestros. <Habrá entonces una proporción sufi-
ciente de maestras para atender a las necesidades? Y se-
ría conveniente dejar la educación de los niños en manos
sólo femeninas,cuando los descubrimientos de la psico-
logía revelan que todos los niños tienen necesidad de
identificarse con imágenes masculinas y femeninas que
no sean las de sus padres ? <Dóndeencontrarán los niños
y las niñas esta imagen masculina,si son criados por sus
madres, educados por maestras, atendidos por enferme-
ras, llevados a colonias de vacaciones por instructoras,
etc.?
En el aspecto económico,la escasez de enseñanza téc-
nica destinada a las muchachas produce el aumento,por
un lado,del número de mujeres sin trabajo y por otro,
del número de trabajadorassin títulos.Mientras en todos
los países el desarrollo exige un personal cada vez más
calificado y especializado <no es absurdo privarse de la
aportación de la mujer ? Todaslas experienciasrealizadas,
en todos los sitios,lo demuestran: cuando las mujeres
tienen acceso a un título, a una especialización, a una
promoción profesional, dan pruebas de menos absten-
cionismo que los hombres y conservan su empleo. Ade-
más, como lo demuestra la experiencia,el índice de acti-
vidad femenina no está en relación con el nivel de vida
del país,sino con su dinamismo económico:en las regio-
nes industriales,el pleno empleo masculino corresponde
Un verdadero oficio 69

generalmente a un índice elevado de empleo femenino,


mientras que los índices más bajos de actividadfemenina
corresponden siempre a periodos o a zonas de desem-
pleo masculino.
En la esfera social,por último, las deficiencias de la
enseñanza técnica dificultan el desarrollo armonioso de
la sociedad.
La discriminaciónprofesionalperpetúa la segregación
de la sociedad,ya que la participación de la mujer en la
vida social,política y cultural depende de su verdadera
integración al mundo del trabajo. N o cabe esperar que
cambie la imagen tradicional de la mujer si se incita a
las mujeres a perpetuarla en lo que se refiere al trabajo.
En algunos países, esa incitacióndestruyela unidad inte-
rior de la mujer,atraída por dos polos contradictorios.
< Cómo se puede esperar,por ejemplo,suprimir en un
sitio la poligamia,en otro la prostitución,en otros luga-
res la incapacidad legal de la madre sobre sus hijos si se
continúa privando a la mujer de un oficio y,por lo tanto,
del sueldoquele aseguraríala independenciaeconómica ?
< Cómo llegar también progresivamente a una reduc-
ción de la mano de obra agrícola, a una urbanización
equilibrada,si las mujeres no encuentran empleo en nin-
guna parte ?
<Cómo negarse, en definitiva,a ver esta perspectiva
angustiosa:generaciones de mujeres que quedarán,ma-
ñana, al margen del progreso y de la vida del mundo,
como lo están hoy las multitudes femeninas analfabetas?
Cuando nace una nueva cultura científica (las claves de
la comprensión del universo, así como los medios de
participar en el progreso de la humanidad, pertenecen,
en efecto, al campo de las ciencias y de las técnicas)
<cómo no inquietarse del aislamiento de la mujer, y de
70 U n verdadero oficio

ver empezar de nuevo el proceso discriminatorio que


ha seguido la instrucciónprimaria y los otros niveles de
enseñanza?
En muchas regiones,evidentemente,la enseñanza téc-
nica está sólo en sus comienzos;incluso para los mucha-
chos.Sin embargo,.?no conviene precisamente desde el
principio evitarla discriminacióny los errores cometidos
en algunos países, donde la formación técnica y profe-
sionalexiste desde hace tiempo ?En la República Centro-
africana,en la República Popular del Congo,en la Costa
de Marfil, en Dahomey,en Ghana,en Mali, la enseñanza
técnica y profesional sólo cuenta en total (incluídas la
matrícula masculina y femenina) con dos alumnos por
cada mil habitantes.En Panamá,como en las islas Viti,
esta proporción pasa al 6,1.En Colombia asciende a I I,
casi tanto como en Rumania (I 2,6) y en Noruega (I 2,8).
Bélgica (38,r) y Checoslovaquia (39) llegan detrás de
Polonia que con 4j,7 alumnos por mil habitantes, se
sitúaa la cabezade los 24países estudiadospor la Unesco.
Este mismo estudio proporciona datos sobre la matrí-
cula total de alumnas de la enseñanza técnica y profesio-
nal en 3 8 paises (I z africanos,4 norteamericanos,8 asiá-
ticos,Iz europeos y I z de Oceania.La India,los Estados
Unidos de América y la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas no figuran en esta lista) :

Efectivos femeninos en 3 8 países

Total de Número de Porcentaje


Formación matrícula alumnas de alumnas

Trabajador especializado 6 470 048 z 9 0 2 5 64 45


Técnico 3 355 320 I 2 3 3 715 36,5
Un verdadero oficio 7’

Pero conviene señalar,sin embargo, la distribución de


unos 4 millones de muchachas inscritas en la enseñanza
técnica y profesional: 70% de las mismas reciben una
formación de trabajadorespecializadoy sólo el 30% una
formación de técnico.
Se trata en este caso de los contingentes globales de
alumnas -que incluyen una gran proporción de especia-
lizaciones“femeninas”- y sin embargo,esos contingen-
tes son, en los dos niveles,inferioresa los de los mucha-
chos.
N o obstante, ningún país favorece,por principio, a
los muchachos.Teóricamente,cuando la enseñanza téc-
nica no es gratuita,las becas se distribuyen por igual
entre los alumnos de uno y otro sexo.Teóricamentetam-
bién el costo de la educación no depende del sexo sino
de la especialidad seleccionada.
Generalmente, la enseñanza de tipo industrial es, en
realidad, gratuita para los alumnos y onerosa para el
Estado.Y esta enseñanza se dirige a menudo a los mu-
chachos principalmente.En cambio,las muchachas son
con frecuencia más numerosas en la enseñanza privada,
la cual está orientada hacia las especializaciones “feme-
ninas”. Esto explica una tendencia general,observada
en Turquía:cuando el costo anual de la educación téc-
nica de un muchacho se estima en 1,8, el de una mucha-
cha es sólo de I.
< Sin embargo,no es en parte la desigualdad de la for-
mación lo que causa la desigualdad de oportunidadesen
materia de empleo,de sueldo y de promoción?
i No hay sitio paya Ias midmbas.2
Prácticamente,uno de los principales obstáculos que se
han invocado es la falta de residencias.Estas institucio-
72 U n verdadero oficio

nes no existen en absoluto para uno y otro sexo en un


país de cada cinco y, en muchos países donde existen,
parece que no pueden acoger a las muchachas, bien por-
que los muchachos ocupan ya los sitios disponibles o
bien porque la instalaciónde los localesno es idónea.Sin
embargo, se han realizado progresos. Algunos países,
como la India,se preocupan de construir pensionados;
otros,como Nueva Zelandia,se preocupan de reservar
un mayor número de sitios a las muchachas;algunos,
como el Canadá,Libia, Senegal y el Reino Unido com-
pensan la falta de sitio concediendo a las interesadas un
subsidio de alojamiento.
Otros países,pocos en realidad, han logrado reservar
un número igual de plazas a los alumnos de uno y otro
sexo.En la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas,
una tercera parte de los alumnos (muchachas y mucha-
chos) viven en residencias de estudiantes.En Rumania,
el 63%de los alumnos son pensionistas.Hungría parece
disponer también de internados en cantidad suficiente.
Polonia,no dispone aún de bastantes -pero suple la falta
de sitios,por una parte,creando pensiones interescolares
y por otra, alojando a los alumnos en las familias del
lugar,bajo el control de las autoridades escolares;para
construir suficientes locales,se ha creado un “Fondo de
Construcción de Escuelas y Residencias’’:los ingresos de
este fondo provienen de la población, que se ha com-
prometido a pagar una contribución durante un cierto
número de años.
Por consiguiente,el obstáculo debido a la falta de sitios
podrá vencerse,antes o después. Hay que vencer tam-
bién otro obstáculo:con demasiada frecuencia,la ense-
ñanza técnica no admite a los alumnos casados.
Un verdadero oficio 73

El verdaderoproblema :la orientación


Suponiendo que todos los obstáculos presupuestarios y
materiales pudiesen vencerse,se podría llegar,evidente-
mente, a acoger en la enseñanza técnica y profesional el
mismo número de muchachas que de muchachos. Sin
embargo, no quedaría resuelto el verdadero problema :
2 qué formación debe darse a las muchachas ?
Actualmente,teniendoen cuenta las secciones propia-
mente femeninas y las escuelas mixtas, la matrícula se
distribuye como se indica en el gráfico de la página si-
guientel.
Por los motivos expuestos,esta distribución presenta
un carácter alarmante. Revela, en efecto, la doble dis-
criminación que existe con respecto a las muchachas,es
decir, las mujeres de mañana: discriminación en lo que
se refiere al nivel de formación,ya que las interesadasson
más numerosas en la categoría de trabajadores especiali-
zados que en la de técnicos,y en lo que se refiere a la dis-
tribución por ramas de actividad.
< Se trata de una situación irrevocable?En absoluto.
Lo demuestran,por ejemplo,las jóvenes y las mujeres
soviéticas.Las que cursaban sus estudios en 1961-1962~
en 3 416 ‘ r t é ~ n i ~habían
~ m ~ 7escogido
7 primero la cons-
trucción (3 74 420 alumnas) y después por orden decre-
ciente los sectores de sanidad,economía y derecho,en-
señanza,agricultura,transportesy comunicaciones,artes,
cultura física y deportes (I 484).
Las proporciones de alumnos según el sexo,son reve-
ladoras.Como en todaspartes,las muchachas constituían
I.Sacado del Esìudìo comparado acera dei acceso de lasjóvenesy ias mtrjeres a
la enseianza técnicay profesional, diciembre de I 968. (Unesco, ED/LID/~ .)
2. L a instrucción de fa mujer en ia Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, in-
forme de la Sra.ABLOvA en la Conferencia de Tachkent, Unesco, 1962.
74 Un verdadero oficio

SECTOR DE Porcentaje de alumnas


CAPAC ITACI6N
- N O J.
!

t1
o o 0 . 0
--
MINAS

METALURGIA

--
MECANICA

o G s
Nivel de trabajador especializado
g
--

ss
ss
s3

$
[
.....
.....

.....

...3
..... -

& ö
h.
..... .....

ss s ~\\\~
..
g
1
.... ............
.... .
.... ... ............

..5$
..... ..... .
..... .
.
...
...
...
...
.
.
....
.
..
.
........
.
..
.
2
.......
..
...
8 g
A
O

0
........ Nivel de técnico
U n verdadero oficio 7j

la gran mayoría de la matrícula de alumnos inscritos en


los sectores de enseñanza y sanidad ;pero representaban
también una buena mitad en la economía y el derecho,
la mitad en agricultura y artes, la tercera parte de la
matrícula para la construcción,la quinta parte para los
transportes y comunicaciones, la cultura física y los
deportes.
Elejemplo de la Uniónde Repúblicas SocialistasSovié-
ticas demuestra pues,que los gustos y las aptitudes de la
mujer no se limitan a las especializacionesllamadasfeme-
ninas cuando todas las carreras son efectivamente posi-
bles para los dos sexos.Es necesario,en efecto,no sólo
que las mujeres puedan aprender el oficio de su prefe-
rencia,sino que puedan realmente ejercerlo.
Por otra parte, cuando falta la orientación profesional
para los dos sexos,sea porque no existe,o porque no se
ha desarrollado suficientemente,las consecuencias de
esta situación pesan con más fuerza sobre el destino de
las muchachas,limitadas por la tradición a algunos sec-
tores de actividad,que sobre el de los muchachos,tradi-
cionalmente libres de ejercer todos los oficios y mucho
más favorecidos en lo que se refiere a la posibilidad de
encontrar un empleo,obtener un ascenso o “perfeccio-
narse y ponerse al día” profesionalmente.
Una orientación de ese tipo ha de considerarse desde
distintospuntos de vista.Desde el punto de vista escolar:
¿por qué extrañarse de que las muchachas sigan siendo
tan poco numerosas en los sectores industrialesy cien-
tíficos,cuando la enseñanza primaria o secundaria las ha
orientado ya hacia actividades “femeninas” o artísticas,
las ha privado a veces de algunas horas de ciencias o de
matemáticas y las ha acostumbrado a considerar que los
trabajos sobremadera o hierro,las preparacionesde labo-
76 U n verdadero oficio

ratorio,las diversas tareas de reparación no les corres-


ponden? <Por qué creer que incluso si las escuelas téc-
nicas y profesionales de muchachos admiten muchachas,
éstas no osarán encontrarse solas o casi solas,entre los
muchachos,cuando no han conocido la escuela mixta?
Desde el punto de vista económico:< cómo estimular
a las muchachas a especializarsey a obtener títulos técni-
cos si la experiencia les demuestra que esos años de estu-
dio no les servirán de nada,porque no encontrarán em-
pleo (o,por lo menos,no lo encontrarán en el sector en
que se hayan preparado) y porque no tendrán ninguna
oportunidad real de ascenso ?
Desde el punto de vista social: si la planificación de
toda la enseñanza técnica exige una planificación econó-
mica, o por lo menos un proyecto de desarrollo,ese plan
económico ha de integrar los recursos de inteligencia y
de mano de obra femenina.Esto suponeuna orientación
al empleo,que sea la misma para los hombres que para
las mujeres,y por lo tanto una legislación coherente del
trabajo.Ello supone también un gran esfuerzo de infor-
mación dirigido a las familias y a los empleadores,públi-
cos o privados. Y en este sentido,las dificultades son
enormes,pues es necesario disipar los prejuicios mascu-
linos y femeninos y modificar las costumbres.Tal modi-
ficación de las costumbres requiere la creación o el desa-
rrollo de escuelas maternales y de equipos colectivos,la
revisión de horarios de trabajo,etc.Problemas gigantes-
cos,pues el mundo del trabajo ha sido concebido y orga-
nizado no sólo desde el punto de vista masculino sino
también desde un punto de vista “inhumano”,en el sen-
tido de que el hombre mismo se concibe sólo como
“productor” y no como un ser libre,responsable,que es
también padre, esposo y ciudadano. Son problemas a
U n verdadero oficio 77

menudo descuidados en los países industrializados,in-


cluso en aquéllos que cuentan en su población activa más
de una tercera parte de mujeres.Problemas muy difíciles
de resolveren los países en vías de industrialización,des-
provistos de los medios humanos y de los materiales
necesarios.
U n a solacìón en el seno de la sociedad
Más que los hombres,sienten las mujeres el peso de esta
sociedady de este mundo del trabajo.Como trabajadoras,
son víctimas de un sistema que, la mayor parte de las
veces, les condena a un estado de inferioridad: activi-
dades en proceso de disminución,bajos sueldos,raras
ocasiones de promoción y de desarrollo profesional.A
esta inferioridad,se añade una especie de amputación de
su espíritu,pues la mayor parte de los sectores de pro-
ducción están organizados por y para los hombres. A
menudo las mujeres se niegan a sacrificar al trabajo sus
hijos y su hogar,y muchas sufren un régimen de dobles
jornadas fatigosas,en las que acumulan las tareas profe-
sionales y las obligaciones familiares.
Por esto,en vez de plantear “problemas femeninos”,
las mujeres hacen preguntas a toda la sociedad;lo que es
una suerte para ésta. Si no se atiende a esas cuestiones
“la situación de la mujer empeora entre sus obligaciones
de trabajadora y de madre. La liberación de la mujer no
depende de sus esfuerzos para vencer,sin ayuda,la con-
tradicción que reina entre sus dos funciones. Corres-
ponde a la sociedad resolver esta contradicción.”
“Si la sociedad no se muestra capaz de suprimir el
actual desacuerdo entre el desarrollo de la familia y el de
la sociedad,puede suceder una verdadera crisis social ...
Cierto es que no poseemos actualmente las posibilidades
78 U n verdadero oficio

materiales de resolverinmediatamenteestosproblemas ...


La primera condición es disponer de orientaciones pre-
cisas,no menospreciar estas cuestiones,no desentender-
nos de ellas,no pensar que van a resolversepor sí solas ...
La soluciónno consisteen dar marcha atrás,sino al revés,
en seguir adelantel.”
< Cómo es posible no ver que estas orientacionespre-
cisas (primera condición necesaria no sólo para el des-
arrollo de la personalidad de la mujer sino también para
el progreso humano y económico de la sociedad)requie-
ren ya una reflexión profunda sobre la enseñanza técnica
y profesional? < Qué importa que un país tenga sólo j o
alumnas en una escuela técnica ? Al principio,el número
de alumnas importa menos que la calidad de su orienta-
ción:esas muchachas desempeñan un papel de avanzada
y es esencial que inicien la marcha en la buena dirección.
En efecto,“la mano de obra femenina representa para
todoslospaíses un importantepotencialhumano y parece
ser especialmente útil en los países en vías de desarrollo,
que han de construir una economía moderna ...” Sin
embargo,“se observa una clara tendencia de las mujeres
a contentarse con una formación profesional breve y a
elegir programas de estudios,más bien tradicionales,más
culturales que técnicos.Favorece esta elección la persis-
tencia (tanto entre la opinión pública como en las insti-
tuciones de enseñanza, de orientación y de formación
profesional) de las ideas preconcebidas y ya superadas
sobre la participación de las mujeres en la vida econó-
mica ...Pero,en las circunstanciasactualesdel mundo ...

I. Stañe KAvCIC, presidente del Consejo Ejecutivo de la República Socia-


lista de Eslovenia, artículo publicado en Hechosy tendencias, I 967, Bel-
grado.
U n verdadero oficio 79

nuevas perspectivas se abren a la mujer en el campo pro-


fesional. Esas nuevas perspectivas deben, pues, refle-
jarse en los medios de formación profesional a que tie-
nen acceso1.”

I. L a orientación y la formación profesionales de las jóvener y las mujeres. En-


señanza técnica,OIT,1964.(D. 28.)
80

La economía doméstica,
objeto de una educación
mixta

Cuando,en ciertos países, los padres denuncian la in-


adaptación de los programas escolares a las necesidades
de la vida cotidiana,subrayan una necesidad muy viva-
mente experimentada,a la cual intentan atender las re-
formas actuales de la enseñanza.
Cuando estos mismos padres reclaman para sus hijas
escuelas postprimarias de economía doméstica,su peti-
ción,que se formula en numerosas regiones,parece per-
fectamentelógica.Se explica por la insuficienciade opor-
tunidades de formación técnica y de empleos profesio-
nales que se ofrecen a las mujeres y traduce el deseo de
los padres de que sus hijos logren una vida mejor.
Unos conocimientostransmitidosde generación en generación
Para las muchachas se trata esencialmente de prepararlas
a afrontar las tareas del hogar.Ya se conciba el hogar de
manera tradicional,como el único centro de actividad de
la mujer,o se considere de una manera nueva,como uno
de los diferentes camposen que se ejerce esa actividad,la
necesidad de un conocimiento práctico de las labores
domésticas se percibe en todas partes.
Las mujeres se transmitende generaciónen generación
estos conocimientos prácticos de las labores domésticas,
y su influencia es tan fuerte que sobrepasa a menudo la
La economía doméstica 81

enseñanza recibida fuera de la familia.Así,la República


Democrática del Congo observaba que “las fórmulas de
formación doméstica utilizadas hasta ahora apenas han
influido sobre las alumnas;poco a poco éstas han vuelto
a las costumbres del medio habitual,tan influidaspor las
tradiciones ancestralesl.
Considerar esta observación sólo como una crítica de
la enseñanza de la economía doméstica que se da fueradel
hogar,sería reducir su alcance.En realidad,subraya una
contradicción fundamental,que rebasa el medio domés-
tico entre todo un pasado de educación y la escuela ac-
tual. El pasado es la enseñanza recibida de los modelos
vivos: los hijos aprenden de su padre y de los demás
hombres del grupo familiar las técnicas de la pesca, de la
caza,del cultivo,mientras que las hijas aprenden de su
madre y de las demás mujeres a cuidar a los recién naci-
dos,cocinar,manejar los aperosen el campoy la aguja en
la casa. En un mundo en lenta evolución,esta iniciación
a la vida era suficiente,y tanto los hijos como las hijas
podían empezar de nuevo los gestos rituales de sus pa-
dres.
Ahora bien,este saber transmitido por los padres, no
es ya suficiente,sino que a menudo la escuela lo destruye.
La oposiciónentrelos conocimientostradicionalestrans-
mitidos por la familia y los conocimientos escolares se
agrava aún porque el modo de transmisiónde los conoci-
mientos ha cambiado también:ayer,esos conocimientos
procedían de la experiencia cotidiana,hoy se inculcan

I. Respuesta al cuestionario de la Unesco sobre la alfabetización de los


adultos y de los jóvenes, junio de 1964. Texto citado también en el
informe de la Unesco sobre L a influenciade losprogramas de edmación de la
mujer sobre la agrìculfuray el desarrollo económicoy social en A$+ia, marzo
de 1966.(EDF.3.)
82 La economía doméstica

mediante los libros.Tal conflictono se manifiesta sólo en


las regiones en vías de escolarización y alfabetización.
Surge en todas partes,a diferentes niveles:en la diferen-
cia de la concepción y de la práctica del oficio heredado
del padre (agricultor,comerciante,hotelero ...), en el
desequilibrio continuo de los conocimientosde los jóve-
nes y de los menos jóvenes;en los métodos audiovisuales
que,en algunos países, son familiares a los niños y extra-
ños a sus padres ...
U n laxo entre la escuelay la vida
La existencia de la enseñanza de la economía doméstica
contribuye a recordar la imperiosa necesidad de adaptar
la escuela a la vida: excepto algunas horas de trabajo ma-
nual y de prácticas diversas, el campo de acción a las
labores domésticas es desgraciadamente casi la única
actividad de la vida cotidiana del niño que ha encontrado
su lugar en la escuela.
El contenido y los métodos pedagógicos de la ense-
ñanza de la economía doméstica permite, por lo menos
teóricamente, si no siempre en la realidad, descubrir,
reflexionar,profundizar los conocimientos,a partir de
la experiencia cotidiana y para la vida cotidiana. Para
constituir verdaderamente una educación, toda ense-
ñanza debería deducir de esto una lección.
Si la economía doméstica tiene tanto éxito en las fami-
lias, es, sin duda,por motivos diversos y a veces deplo-
rables, pero es también porque corresponde a ese deseo
profundo de los padres de ver a sushijos “armados” para
la vida. Y este deseo presupone ya que los padres, sobre
todo las madres, prevén el conflicto que surgirá entre
ellas y sus hijas :si no se contentan ya con transmitir sus
conocimientos domésticos, es que saben,más o menos
U n hombre que se inicia en la
economía doméstica, en la higiene
alimentaria ... f es el m u n d o al
revés ? i N o !El papel tradicional de
la mujer n o se puede modificar si el
papel tradicional del hombre no
cambia al mismo tiempo.
84 La economía doméstica

conscientemente, que esta herencia no convendrá ya a


su descendencia.Toda madre que inscribaa su hija en un
curso de economíadomésticaconfiesasu sed de aprender,
que proyecta sobre su hija,con el deseo de verla educada
a su imagen y semejanza.
Cuando se piden escuelas de economía doméstica y el
índice de inscripciones en ellas es elevado, es evidente
que las mujeres adultas tienen deseos de progresar, a
menos que ello no indique que el medio social desea con-
finar a las mujeres en su función tradicional.
Conservar el Zegado delpasado
Si los desacuerdos entre madres e hijas son inevitables,
precisamente porque la enseñanza de la economía do-
méstica inculca a las muchachas nociones y usos nuevos,
deberían,sin embargo,situarseen una perspectiva psico-
lógica que permitiese superar los motivos de oposición
para llegar a una mejor comprensión mutua.
Tal comprensión puede favorecerse de dos maneras.
La primera se refiere al contenido de la enseñanza,que
debe respetar y realzar la costumbre local,siempre que
no se opongaal progreso.Segúndecía un experto en eco-
nomía doméstica,después de una misión de estudio de un
año en un país de Asia: “La transmisión de los conoci-
mientos tradicionalesconserva,aún hoy,su gran valor y
debe estimularse... Sería vano esperar que puede alcan-
zarse el fin, es decir, el bienestar familiar, con medios
totalmente nuevos,o incluso desconocidos.La base, es
el inmenso patrimonio cuyas riquezas se descubren en el
contexto familiar,en el seno de la comunidad como en
el ámbito nacional”. Reconocer las bases de ese patri-
monio, mejorarlas quizá, realzarlas, he aquí una tarea
necesaria para garantizar no sólo la comprensión entre
La economía doméstica gj

generacionesy la eficacia de la enseñanza sino también el


equilibrio de toda la sociedad.
Una enseñanza de la economía doméstica que no tu-
viese en cuenta las costumbres, las necesidades de las
familias y de las civilizacionesdel medio ambiente,sería
inútil y nociva.Inútil en el caso de que las alumnas,al
regresar a su medio familiar, olvidasen las enseñanzas
recibidas, por no poder practicarlas debido a razones
materiales o por motivos psicológicos. Nocivas, en el
caso en que esas alumnas,deseosas de ejercer sus nuevos
conocimientos,llegasen a menospreciar a su madre a y
desarraigarse de su civilización.
La segunda manera de facilitar la comprensión mutua
entre mujeres de generaciones diferentes depende del
lugar de las clases de economía doméstica y de la asisten-
cia a ellas.Cuanto más próximo esté el localde las familias
y cuanto más accesible sea tanto a las madres como a las
hijas, más adecuada será la adaptación a las costumbres
y más fácil el descubrimiento de nuevos conocimientos.
Una confii(sión p e debe evitarse
Pero la mejor de las enseñanzas de economía doméstica,
desde el momento que se da sólo a las muchachas y se
asimila a la enseñanza técnica y profesional, pesa peli-
grosamente sobre el porvenir de estas muchachas. La
Unesco señalóeste peligro hace ya varios años :“Esta co-
ordinación e integración (de las actividades en favor de
la mujer) ofrecen,no obstante,grandes dificultades,pues
a menudo se choca con la tendencia a relegar las activi-
dades que conciernen a la mujer a un sector separado,
que se limita principalmente a preocupaciones de índole
familiar y social y a una acción demasiado específica y
aislada.Prueba de esta interpretaciónerrónea de los obje-
86 La economía doméstica

tivos del programa sobre la igualdad de acceso de las


mujeres a la educación es el gran número de solicitudes
de expertos en economía doméstica,la cual se identifica
con demasiada frecuencia con la enseñanza técnica para
la mujer e incluso con ‘laeducación de la mujer’en gene-
ral. Prueba de ello es también el número considerable de
candidatos especializados en economía doméstica que
han sido propuestos para recibir becas de planificación
de la enseñanza ...Iyy
La confusiónremonta a menudo a varios decenios.En
Australia, por ejemplo, el primer establecimiento de
enseñanza técnica para muchachas fue un colegio de eco-
nomía doméstica,creado en 1907;en Escocia,una funda-
ción similar se remonta a 187j,en Austria, a 1866;en
Francia,en Italia,en Polonia,fue también en el siglo pa-
sado cuando se inauguraron los primeros establecimien-
tos femeninos de economía doméstica.
Asimilada así equivocadamente a la enseñanza técnica
y profesional,la especialización “doméstica” parece a
veces ser la única abierta a las muchachas; absorbe a
menudo la mayor parte de la matrícula femenina inscrita
en la enseñanza técnica.En Chile,por ejemplo,en 1963
más de la mitad de las alumnas matriculadas en esta ense-
ñanza seguían clases de economía doméstica represen-
tando,por sí mismas,la cuarta parte del totalde los alum-
nos de ambos sexos inscritosen la enseñanza técnica2.En
los Estados Unidos de América, de cada tres muchachas
que siguen los cursos de enseñanza técnica federal, dos

I.Informe sobre las actividades de la Unesco, de especial interés para la


mujer, durante el ejercicio de 1967-1968.
2. Más tarde se emprendió una nueva orientación de los alumnos en este
país.
La economía doméstica 87

están inscritas en las secciones de economía doméstica.


En el Irak,existe la misma tendencia.
Conviene pues rechazar la asimilación demasiado fre-
cuente de la enseñanza de la economía doméstica con la
enseñanza técnica y profesional.
La mayor parte de las veces, en efecto,la economía
doméstica no prepara a las alumnas para practicar un
oficio:conviene señalarlo y comunicarlo a las familias y
a las interesadas. Si es ésta una de las ramas de la ense-
ñanza en que se registran más abandonos de alumnas1es
porque descubren que no aprenden ningún oficio y pre-
fieren encontrar un empleo o ... un marido, en cuanto
pueden. ?Cuál es, pues, el rendimiento de esta ense-
ñanza? < N ose emplearíamejor el dinero en el desarrollo
de otra rama de la enseñanza técnica?
De la economiadomésticafemenina a la economiadooniéstìcapara
alumnos de los dos sexos
Una vez planteadosestosproblemas,aparecela necesidad
de formarprofesoras e instructorasde enseñanzafamiliar
y de economía doméstica. Esa formación se convierte
entonces en parte integrante de la enseñanza técnica y
profesional:ha de ser,no el único sector,sino uno de los
sectoresde posibilidadesque se ofrezcan a las muchachas
y a las mujeres. Como cualquier otro sector,debe pla-
nearse, teniendo en cuenta las necesidades reales y los
medios disponibles.Y deben estudiarsey evaluarseigual-
mente losnivelesdeformación,elescalafóndelossueldos,
las oportunidades de ascenso,si se aspira a llegar a un
oficio verdadero.

I. “Estudio comparado acerca de las posibilidades de instrucción pri-


maria para niñas y mujeres.”
88 La economía doméstica

Pero,si las alumnas tradicionalmente inscritas en las


clases de economía doméstica han de ser futuras profe-
soras e instructoras2 a quién enseñarán éstas ? Primero,
a las mujeres adultas.En los países en vías de desarrollo
como en los países industrializados,los cambios del
modo de vida,los nuevos productos,las nuevas formas
de consumo y de compra,el concepto mismo de la fun-
ción del ama de casa requieren,en efecto,la formación
o la readaptación de la mujer. N o obstante,si se desea
desarrollar un plan coherente,encaminado a dar a los
hombres y a las mujeres igualesoportunidadesen la vida;
si se desea, como en Suecia,enseñar a los niños “que las
diferencias entre los individuos del mismo sexo son por
lo menos tan importantes como las diferencias entre los
dos sexos”;si se desea preparar a los niños para el respeto
de los demás y la comprensión mutua,entonces es nece-
sario enseñar a los niños y a las niñas,simultáneamente,
una disciplina escolar: la economía doméstica. Así los
hombres y las mujeres serán capaces de repartirse las ta-
reas familiares.
Tal deseo puede parecer irrealizable.N o lo es, sin
embargo: países como Noruega, Polonia y Suecia han
emprendido esta reforma fundamental. Y con buen
éxito.Ya que si es demasiado tarde para lograruna modi-
ficaciónprofunda de las costumbresde los adultosen esta
esfera,esposible enseñara losniñosunnuevoartedevivir.
Suecia ha percibido la urgencia de esta tarea: “No
puede hablarse de igualdad mientras se atribuyan a la
mujer dos funciones distintas y al hombre una sola.N o
puede obtenerse una mejora clara y duradera mediante
disposicionesquese refieransóloalas mujeres.Nohay que
considerar como principio inconmovible,que los debe-
res del hombre en la sociedad no se modificarán nunca.”
La economía doméstica 89

La desigualidad reside también,y quizá primordial-


mente, en el aumento del trabajo de las mujeres.Todos
los estudioslo demuestran.En la Unión Soviética,donde
la mano de obra femeninarepresentala mitad de la mano
de obra total,de cada IO mujeres 7 destinan más de dos
horas por día sólo a los trabajos domésticos, cuando
únicamente 3 hombres de cada IO lo hacenl.
En el Japón,la distribución horaria de un día de tra-
bajo de una pareja de agricultores es la siguiente:activi-
dad profesional:I0,46 horas para el hombre,9 horas para
la mujer; trabajos domésticos: I I minutos para el hom-
bre, 4,I I horas para la mujer;cultura personal:48 minu-
tos para el hombre, 14minutos para la mujer; sueño,
reposo, aseo personal: I2,I j horas para el hombre,
10,3 j horas para la mujer2.
En Francia, donde la semana media de trabajo es de
45 horas para el hombre y para la mujer, la mujer que
ejerce una actividad profesional trabaja en realidad 73
horas por semana (trabajo profesional y trabajos domés-
ticos) si no tiene hijos y 83 horas si tiene uno o dos hijos3.
Si el volumen de trabajos domésticos ha disminuido en
los países industrializados,estos trabajos son aún una
pesada carga,principalmente para las mujeres que prac-
tican un oficio.¿Cómo esperar entonces que las mujeres
obtengan un desarrollo profesional,participen en la vida
política, social,cultural,o puedan incluso entretenerse
o reposar,si las tareas domésticas y familiares no se dis-
tribuyen entre los esposos? ¿Y,cómo creer que la situa-
I. N.TATARINOVA, Las mijeres en la Uniónde Repliblicas Socialisìas Souìéti-
cas, Moscú, editorial Novosti.
2. T. KOYAMA, L a condition sociale desjaponaiseset son évolution,París,Unesco,
1961.
3. A.GIRARD,
“Le budget-temps de la femme mariée”, revista Population,
París, 1958.
90 La economía doméstica

ción cambiará si los hijos (muchachoso muchachas), no


se habitúan,desde la escuela,a considerar que estas tareas
conciernen igualmente a unos y a otras?
< Por qué impedir a un muchacho que aprenda a cuidar
a un reciénnacido,a cocinar,coser un botón,administrar
un presupuesto diario? :La costumbre? N i esto. En
cuanto estos trabajos “femeninos” están remunerados
(oson obligatoriosa causa del servicio militar), los hom-
bres son costureros,cocineros .,.hasta el punto que en
ciertos países, estos oficios están casi prohibidos a las
mujeres. Y cuando los hombres son médicos <nosaben
cuidar a un recién nacido ?
Tal educación mixta podría tener además otro efecto,
que podría producir cambios benéficos : destacaría la
importanciadel trabajo doméstico.Cuando,por ejemplo,
en Francia, la población activa, masculina y femenina,
abarcando todaslas profesiones y oficios,consagra43 mil
millones de horas por año al trabajo profesional, las
mujeres,por su parte,consagran al trabajo doméstico un
total anual de 4j mil millones de horas. Ahora bien (ab-
surdidad preñada de consecuencias), estas horas no figu-
ran para nada en los estudios de los economistas1.
Cuandoloshombrestengan en cuentalastareas domés-
ticas al participar en ellas con las mujeres,es probable que
se efectúe un estudio económico sobre estas horas de tra-
bajos domésticos.Será un paso hacia la armonización de
la vida profesional y de la vida familiar. Beneficiará no
sólo a las mujeres sino también a los hombres y a los
niños.
I. N o ocupan tampoco mucho lugar en las preocupaciones de los h o m -
bres políticos; la falta de equipo colectivo doméstico, de escuelas ma-
ternales, de guarderías de niños, o la insuficiencia frecuente de estos
medios e instituciones son testimonio de ello en muchos países.
91

EI aumento de las
estudiantes

El desarrollo exige un número creciente de altos diri-


gentes. Estos escasean todavía en muchos países, y a
veces de manera alarmante. Hacia 1960,de tres países
sólo uno poseía la enseñanza superior,y a menudo se
limitabaa una universidad o a una escuela superior.Aun-
que la matrícula femenina aumenta frecuentemente de
modo veloz,sin embargo,las estudiantesno constituyen
todavía más que el tercio de la población universitaria
mundial.Según el Annuaire statistique de L'Unesco-Statisti-
cal Yearbook de la Unesco (edición 1968),de I 80 países y
territorios,sólo 17contaban con un 40% o más de mu-
chachas o de mujeres entre los estudiantes.Se trata de
Chile (40%), Chipre (40%), Rumania (40%), Barbados
(42%), Icuweit (42%), Hungría (43%),Ucrania (44%),
Bulgaria (4jYO), Panamá (46%), Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (46%), Bielorrusia (48%), Fin-
landia (JO%), Israel (> Islas Viti (5 > YO),las Baha-
I YO),
mas (J7%) y Antigua (5 8%). Sin embargo, estos por-
centajes no son comparables:unos se refieren a canti-
dades considerables de alumnas distribuidas en diversas
disciplinas,otros a unas cuantas decenas de estudiantes
agrupadas en una sola escuela.
Hay un hecho significativo:no parece existir relación
absoluta entre las fechas en que las jóvenes ingresaron
92 El aumento de las estudiantes

en la enseñanza superior y el porcentaje de éstas en la


matrícula global del mundo estudiantil:

Porcentaje de muchachas estudiantes en la matrícula global de


la enseñanza superior hacia I 96 5

Fecha de iniciación
País de las mujeres Porcentaje
en esa enseñanza de alumnas
~ ~ ~~

Estados Unidos de América I837 39


Finlandia I873 49
Dinamarca 1871 37
Filipinas 1892 II
Cuba I9 0 2 39
República Árabe Unida I9 0 8 20
México hacia 1910 I7
Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas 1917 43
República Federal de
Alemania hacia 1920 24
Hong Kong 1921 39
Irán I936 17"
Uganda I941 I3
Japón I946 22

Afganistán 1951 19*


*en 1961.
Fuente : Estudio comparado acerca del acceso de lasjóvenesy las mujeres a la en-
sefianza superior, junio de I 967. (Unesco,ED/MD/I.)

Las japonesas,las afganas, las ugandesas que han podido


ingresar recientemente en la universidad, se aproximan
o superan las proporciones de las egipcias, las mexicanas,
Abrir a las estudiantes las puertas
de todas las facultades y de todas las
escuelas superiores es una reforma
que sólo tiene sentido si se pone real-
mente a la mujer en condiciones de
acceder a todos los empleos y a
todas las funciones.
94 El aumento de las estudiantes

las alemanas y las iranias que,por su parte, cuentan con


una tradición universitaria más antigua.En cuanto a las
jóvenes estudiantes de los Estados Unidos de América
y de Cuba,se encuentran en igualdad de participación,
a pesar de las fechas muy alejadas de ingreso en la uni-
versidad de esos países. Y si en la Rusia de antaño,las
jóvenes que deseaban proseguir sus estudios superiores
se veían obligadas a emigrar,mientras que,en la misma
época,las americanaseran aceptadas en las universidades,
estas últimas son hoy algo menos numerosas, propor-
cionalmente,que las estudiantes soviéticas.
Estas diferencias,ligadas a factores sociales,econó-
micos y escolares,son tranquilizadoras:prueban que un
Estado que quiera favorecei-el acceso de las jóvenes a la
enseñanza superior puede conseguirlo bastante rápida-
mente, aunque dicho acceso sea reducido.Así Guinea
cuenta ya con un tercio de alummas entre los estudiantes
inscritos en la enseñanza superior.
De la igualdad de principio a la igualdad de hecho
Para las jóvenes como para los muchachos,las leyes que
rigen la vida universitaria son idénticas en todas partes.
Esta igualdad de principio tiende a convertirseen igual-
dad de hecho; el sistema universitario tiende cada vez
más a la enseñanza mixta,que ofrece mayores oportuni-
dades a las jóvenes,en ese nivel de enseñanza como en
los demás.
Sin embargo, aunque no exista una discriminación
legal,los obstáculos siguen siendo bastante numerosos.
Aunque la mayoría de las encuestas revelan idénticos
éxitos entre los dos sexos,el número de las estudiantes
es generalmente inferior al de los muchachos. Es,evi-
dentemente,el resultadológico de la inferioridadnumé-
El aumento de las estudiantes 95

rica de las jóvenes en la enseñanza secundaria.Pero hay


algo todavía más alarmante:si se examina el abandono
de estudios entre el segundo grado y la enseñanza supe-
rior, clasificándolo por sexos, el correspondiente a las
jóvenes es siempre más importante,con raras excepcio-
nes,que el relativo a los muchachos.
Sin duda,las alumnas de instituto se sienten a veces
menos tentadas a proseguir estudios superiores que sus
colegas masculinos :las estadísticas no permiten apreciar
este fenómeno.Sólo indican los abandonos entre los di-
plomas del segundo grado y las inscripciones de la ense-
ñanza superior.
Ahora bien,para el ingreso en facultad,hay que some-
terse cada vez más a una prueba de selección (examen o
concurso). Excepto en algunos casos particulares,feliz-
mente esta prueba es la misma para los dos sexos. Sin
embargo,la experiencia muestra que las jóvenes no tie-
nen tantas oportunidades de franquear esta barrera como
los muchachos : en caso de fracaso en el primer intento,
es más raro que las jóvenes repitan el año preparatorio o
se sometan de nuevo a la prueba.< Es que les falta valor ?
Lo que les falta muchas veces es el apoyo familiar:en
general,los padres se muestran dispuestos a aceptar más
sacrificios económicos por sus hijos que por sus hijas.
Y las mismas autoridadesuniversitariasfavorecenen oca-
siones a los muchachos, como se señala respecto a los
Estados Unidos de América: “Cuando dos candidatos
al ingreso en la universidad,un hombre y una mujer,
tienen conocimientosequivalentes ...la probabilidad de
que el hombre sea admitido es mayor que la de la mujer1.”
Así es como al término de sus estudios secundarios,el
I. Estildio comparado acerca del acceso de lasjóvenesy las mujeres a la ensetïanxa
superior, junio de 1967.(Unesco,ED/MD/I.)
96 El aumento de las estudiantes

64% de jóvenes americanos y el 46% de muchachas


americanas se encuentran en la universidad.
Esta falta de apoyo familiar y universitario puede ex-
plicarse en algunos casos.
En una minoría de países, sobre todo de Asia,la ense-
ñanza superior está financiada con fondos públicos y
fondos privados;la mayor parte del tiempo,este doble
modo de financiamiento corresponde a una enseñanza
superiorqueignoralaenseñanzamixta;loscolegiossupe-
riores o las facultades reservados a las mujeres están
financiados generalmente con recursos privados. Y,sin
ir hasta el caso de los Estados Unidos de América donde
los gastosdeinscripcióny deescolaridadlleganaltripleen
un colegio particular que en un establecimiento público,
es evidente que el costo de los estudios en la enseñanza
privada es en todas partes superior al del sector público.
Las primeras en sufrir de esta situación son las mujeres.
Sin embargo,estos casos van siendo raros.En la in-
mensa mayoría de los países, la enseñanza superior está
financiada fundamentalmente con recursos de origen
público. Las condiciones económicas (pago de inscrip-
ciones,subvencioneso becas de estudios) son las mismas
para los estudiantes de ambos sexos. Pero no las condi-
ciones materiales. Generalmente,las jóvenes tienen me-
nores posibilidades que los muchachos para encontrar
una plaza en una residencia o en un hogar universitario:
las residencias mixtas son menos frecuentes que las sepa-
radas y, casi siempre, las reservadas a las jóvenes son
menos numerosas que los locales para los muchachos.
Los alojamientos para matrimonios casi no existen en
ninguna parte. A veces,las estudiantes que se casan no
pueden ya disfrutar de becas,y se les retira el derecho de
continuar sus estudios.
El aumento de las estudiantes 97

i Es rentabb el costo de una estzldiante?


Los gastos que asume un Estado para asegurar la forma-
ción superior de los hombres parecen a priori rentables.
Por el contrario,los resultadosparecen a veces inseguros
cuando se trata de inversiones destinadas a la formación
de las mujeres.
No obstante,dígase lo que se diga,las estudiantes no
abandonan su carrera con mayor frecuencia que los
muchachos1.Y obtienen tantos diplomas como sus con-
discípulos:en IO países de los I3 que han suministrado
elementos de comparación,la proporción de las mujeres
entre los diplomados es mayor que el porcentaje de las
mismas entre los estudiantes matriculados'-?.
Ya que no existe una diferencia notable entre los sexos
en el desarrollo de los estudios,la rentabilidad de la for-
mación de los hombres y de las mujeres debiera ser en
principio equivalente.
Pero en la realidad sólo hay equivalencia auténtica
donde las estructuras sociales y profesionales permiten
a las mujeres ejercer su profesión.
En el mundo entero,el índice de empleo femenino es
más elevado cuandomás lo es el nivel de formaciónfeme-
nina.Así,en Polonia,el 90% de las mujeres diplomadas
de la enseñanza superior ejercen una actividad profesio-
nal;sucede los mismo con un 70% y un 60% de las muje-
res que han recibido respectivamenteuna formaciónpro-
fesional secundaria y elemental,con un 50% de las que
poseen una instrucciónprimaria completa y con un 47%
de las que poseen una instrucción primaria incompleta.

I. Estzrdìo comparada acerca del acceso de lasjóvenesy las mujeres a la enseñanxa


superior, junio de 1967. (Unesco,ED/MD/I.)
2. Ibid.
98 El aumento de las estudiantes

En los Estados Unidos de América,la tendencia es idén-


tica:el 75% de las mujeres que han cursado cuatro años
o más de estudios universitariostrabajan,mientras que el
índice de actividad baja hasta el 28% para las norteame-
ricanas que han frecuentado la universidad durante tres
años o menos.
Estas cifras muestran evidentemente la rentabilidad
de la formación superior de la mujer.
Sin embargo el rendimiento,si se le considera no glo-
balmente sino por sector de actividad,sigue siendo muy
desigual:es elevado en las profesiones bastante abiertas
a las mujeres,y generalmente deficiente en las especiali-
dades que todavía se juzgan masculin as^'. Por ejemplo,
en Francia, de 3 mujeres ingenieros,una abandona su
profesión;por otro lado,por carecer de suficienteayuda
doméstica las mujeres casadas no siempre pueden ejercer
ciertas profesiones a jornada completa.Así,en las regio-
nes del oeste de los Estados Unidos de América,el 45%
de las mujeres ingenieros están casadas y trabajan en su
mayoría a media jornada.
Aun cuando existe igualdad en la universidad para los
estudiantes de uno y otro sexo, no sucede los mismo al
tratarse de colocaciones; en este asunto,la rentabilidad
de la promoción universitaria es variable según las espe-
cialidades enseñadas a las mujeres.D e ahí a sostener que
determinadas disciplinas son “femeninas” y otras “mas-
culinas”,sólo hay un paso que sería peligroso franquear:
se llegaría a mantener una discriminación que repercu-
tiría en todos los niveles de la enseñanza;porque, si es
cierto que la distribución de la matrícula femenina según
las facultades depende de su distribución con arreglo a
las ramas de la enseñanza secundaria,también lo con-
trario es verdadero.Sólo en la medida en que las alumnas
El aumento de las estudiantes 99

secundariastengan la certeza de poder ingresar en todas


las facultades y escuelas superiores,escogerán Ias espe-
cialidades científicas y técnicas de la enseñanza secun-
daria.
Toda segregación basada en el sexo, provocaría un
desequilibrio notable en el nivel del empleo. Esto se ob-
serva en algunos países donde existe una plétora de alum-
nas en las facultades de letras. El número restringido de
salidas que ofrecen las asignaturas literarias prepara ge-
neraciones de mujeres sintrabajo o de mujeres insuficien-
temente especializadas para la profesión que ejercerán.
Sin embargo, estas estudiantes habrán costado muy
caras a la colectividad, para lograr un resultado nulo o
mediocre.Y durante ese tiempo,lospaíses seguirán care-
ciendo de suficientes dirigentes científicos y técnicos ...
L n pendiente de In tradición
Cuando las mujeres saben que se les ofrece una gran
variedad de profesiones, las estudiantes se distribuyen
de manera mucho más equilibrada entre todas las facul-
tades, y la ensefianza facilitada resulta así rentable para
la colectividad y fructuosa para las beneficiarias.
Entre aproximadamente 1960 y 1965,los datos reco-
gidos en 134 países y territorios indicaban casi igual
número de estudiantes femeninos y masculinos en las
facultades de letras, bellas artes y pedagogía en 80 países
y territorios,mientras que ese número no era comparable
más que en 3 países por lo que respecta a las facultades de
derecho y ciencias sociales,y en 7 para las facultades de
ciencias exactas y naturalesl.
Los países donde las jóvenes han ingresado sólo recien-
I, Annuaire staìistiqrie de l’Unesco ~ Statistical Year-Book,19 68.
I O0 El aumento de las estudiantes

temente en la enseñanza superior presentan a veces por-


centajes de inscripciones femeninas,en las disciplinas de
ciencias exactas y naturales,más elevados que en los paí-
ses donde la tradición universitaria es más antigua.
Sin embargo,a pesar de una tendencia general a una
mayor distribución de las estudiantesen todas la discipli-
nas, en algunos países disminuyen los porcentajes de
inscripciones femeninas en las facultades no literarias.
Sin duda,esta baja se debe a las dificultadesprofesionales
que han hallado las generaciones precedentes, desalen-
tadas por la falta de posibilidades de promoción feme-
nina en las carreras reputadas masculinas.
Estos futuros obstáculos profesionales no hacen más
que reforzar el concepto tradicional de la mujer que,
tanto en el nivel superior como en la enseñanza técnica,
determina a menudo la orientación de las jóvenes.Tam-
bién las estudiantes tienden a seguir la pendiente tradi-
cional.La idea de adquirir una cultura general suficiente
para dialogar con su marido y educar a sus hijos,parece
desaparecer a cambio de la búsqueda de un objetivo pro-
fesional;pero las jóvenesya entrevénlas incontablesdifi-
cultades que deberán superar cuando sean madres para
seguir trabajando,aunque sea en una profesión reputada
“femenina”. < Cómo sorprenderse de que no tengan
deseos de añadira esas dificultadeslas barreras levantadas
en su camino hacia los sectores de actividad en que pre-
dominan los hombres?
Una estudiante norteamericana resumía así el pensa-
miento de muchas de sus camaradas: “La ciencia me
atrae desde la infancia.Me preparaba para cursar estudios
de bacteriología y dedicarme más tarde a las investiga-
ción sobre el cáncer.Pero he cambiado para orientarme
hacia la economía doméstica ...Ésta me interesa menos
El aumento de las estudiantes IO1

que la bacteriología,pero he comprendido que era pre-


ferible cambiar para disfrutarde una vida social.Hecom-
prendido que no debía ser tan seria en mis planes.Voy a
regresara casa y a trabajar en un comercio hasta mi matri-
moniol.”
Diplomasy titulas,pero iy después?
Si esa estudiante hubiera tenido la certeza de poder ejer-
cer realmente la profesión de investigadora,si hubiera
podido esperar una promoción razonable, si, en fin,
hubiera sabido que el ejerciciode su profesión sería com-
patible con la vida familiar, sin duda alguna no hubiese
renunciado a sus gustos.
Ahí radica toda la diferencia de la orientación para un
hombrey para una mujer.Cuando un estudianterenuncia
a su carrera, lo hace en vista de imperativos diversos y
enojosos,pero jamás por ser hombre.A las distintas ra-
zones que pueden obligar igualmente a una estudiante a
abandonar sus estudios,se añade demasiado a menudo
una causa mayor: su condición de mujer. Y esto basta
para limitar su elección profesional,aún cuando la ley le
abra de par en par las puertas de todos los establecimien-
tos superiores (lo que por cierto no sucede en todos los
países). Por ser mujer se verá sometida a prejuicios que
frenarán su carrera.Por estar habituada a pensar que un
día será madre, se somete de antemano a su futuramisión
materna; sabe que deberá encargarse de educar a sus
hijos,puesto que en la mayoría de los países no existen
aún los adecuadosgrupos socialescolectivos.N o estando
dispuesta a sacrificar sus hijos, prefiere sacrificar sus
gustos y su profesión. <Cuestión de prejuicios? Por

I. Thefeminine mysfiqm,NuevaYork, 1963.


Citado por Betty FRIEDAN,
I o2 EI aumento de las estudiantes

ejemplo,está la imagen tradicional de la mujer inferior,


subalterna,asociada al niño.Esa imagen pesa aún en las
profesiones reconocidas como “femeninas” y ejercidas
en efecto por las mujeres;tal es el caso de la enseñanza.
Así en América del Norte y del Sur y en Europa,el por-
centaje de las mujeres empleadas en la enseñanza pri-
maria es de 7j%. Pero este porcentaje disminuye bas-
tante rápidamente cuando se pasa al nivel secundario,y
luego a la enseñanza superior.
En cuanto a la promoción,sigue la misma trayectoria:
hay un gran número de directoras de escuelas maternales
y de escuelas de niñas,pocas son las directoras de esta-
blecimientos mixtos,y muy pocas las mujeres titularesde
cátedrasuniversitariaso que ejercen las funcionesde rec-
tor o de decano.En resumen,se cuentan con los dedos
de la mano las mujeres que ocupan puestos de dirección
en la educación nacional.
Debido a que las mujeres sólo ocupan puestos subal-
ternos,aún donde ya son numerosas y dondela profesión
corresponde a la idea tradicional,<cómo podría ser de
otro modo en las carreras reputadas “masculinas”?
En la costa del Pacífico de los Estados Unidos de Amé-
rica, sólo hay un I,> % de mujeres entre los ingenieros,
aunque no exista ninguna discriminación legal. Muchas
veces los hombres adoptan una actitud más favorable a
las mujeres que ellas mismas.Según una encuesta,una
mujer de cada cuatro piensa que la estudiante es inferior
al estudiante; pero ningún hombre comparte esa idea,
sino todo lo contrario:uno de cada cuatro hombres esti-
ma que la estudiante es superior a su compañero de estu-
dio.Y sin embargo,las mujeres no ocuparán los puestos
de mando ni dirigirán grandes obras.
En la India,tan sólo en 1940hubo la primera mujer
El aumento de las estudiantes 103

ingeniero.En los Estados del Sur,aunque no hay dis-


criminaciónlegal,sólo se encuentraun 0,29% de mujeres
indias entre los investigadores científicos.Los mismos
padres se muestran más bien favorables,al menos en los
medios pudientes,a que sushijas elijan carrerascientíficas
o técnicas,y las mujeres eligen con preferenciala electró-
nica y las telecomunicaciones. Pero rara vez pasan a
ocupar puestos superiores,porque en ese caso tendrían
que mandar a los hombres. Sin embargo, se acentúa la
orientación científica de las jóvenes:de cada diez diplo-
mados en el conjuntodel país,uno es femenino,y el 70%
de las mujeres indias que han elegido las ciencias tienen
menos de treinta años; pero las cuatro quintas partes de
las mismas se orientan hacia la enseñanza.
Y ya tenemos una consecuencia de tales prejuicios :la
inferioridad de los sueldos femeninos. A pesar de las
leyes nacionales y las convenciones internacionales que
proclaman el principio de salarios iguales por trabajos
iguales,en la mayoría de los países se mantiene una im-
portante diferencia entre las remuneraciones de los hom-
bres y de las mujeres por un mismo trabajo e idéntica
especialización.Muy a menudo,esa diferencia aumenta
a medida que se asciende en el escalafón profesional:es
mayor entre un dirigente masculino y una dirigente fe-
menina que entre un obrero y una obrera.
Impedirnientos u lu zttìlì~ucìhilde los tale1zto.r
Sin embargo,cuando la mujer puede realmente esperar
hacer carrera en las especialidades científicas y técnicas,
sabe desarrollar sus gustos y sus aptitudes.Por ejemplo,
en la Unión Soviética hay un 36% de mujeres entre los
ingenieros,45 % entre los trabajadores científicos,70%
en el personal docente,80% en el cuerpo médico.Es una
I04 El aumento de las estudiantes

distribución sorprendente en más de un aspecto.Señala


una evoluciónmuy rápida,cuando se tiene en cuenta que
en 1939,sólo un 0,4% de mujeres poseían un diploma de
estudios superiores.Indica claramente que los gustos y
los dones son humanos,y no “masculinos” o “femeni-
nos”. Destaca la posibilidad y la necesidad (ética y eco-
nómica) de facilitara las mujeres todas las especializacio-
nes de la actividad humana, aún cuando persisten las
imágenes tradicionales y la dificultad de ser madre a la
vez que se ejerce una actividad profesional.
Si las mujeres constituyen la mayoría del personal do-
cente,se debe a que la función de maestra corresponde
no sólo a la imagen tradicionalde la mujer,sino al deseo
de las madres de ejercer sus funcionesprofesionales des-
empeñando al mismo tiempo sus responsabilidades
familiares.Este deseo queda confirmadoen muchos casos
por el número impresionante de mujeres médicos. Así,
a pesar de los esfuerzos realizados para permitir a las
mujeres, especialmente a las madres, ejercer una profe-
sión,este ejercicio resulta más fácil cuando las condicio-
nes y el ritmo de trabajono se oponenabruptamentea las
exigencias de la vida familiar.
Como lo indica la encuesta norteamericana ya citada,
la falta de medidas enérgicas que faciliten el trabajo de
las mujeres constituyeun obstáculo a la utilización de sus
talentos.
U n a reforma de ia unìversìdadproyectada tantopara ias mzjeeres
como para los hombres
En la mayor parte de los países, la necesidad de una re-
forma de la universidad se imponeevidentemente,como
medida de urgencia.Esta necesidad se siente también en
las regiones del mundo donde la enseñanza superior,de
El aumento de las estudiantes 105

creación reciente,copia con excesiva frecuencialos “mo-


delos” de las antiguas potencias coloniales y no corres-
ponde ni a la culturanacionalni a las nuevasposibilidades
y necesidades.Así,los países en vías de industrialización
piensan en reformas para formar dirigentes superiores
que posean no tanto una especialización como un con-
junto de conocimientos.Semejanteformaciónsería bene-
ficiosa por más de un motivo; impediría sobre todo la
separación de las disciplinas “masculinas” de las “feme-
ninas”, ampliaría el círculo de actividades asequibles a
las mujeres y ofrecería a los hombres y a las mujeres un
nuevo estilo de diálogo y de colaboración.
Pero, si es preciso reformar la universidad,aparece
inmediatamenteun peligro,más amenazador por ser los
dirigentes de la enseñanza aún en su mayoría hombres:
la creación de una nueva universidad concebida en fun-
ción de los hombres únicamente.Por el contrario,ahora
o nunca es el momento de iniciaruna reforma concebida
al mismo tiempo para los hombres y para las mujeres.
Siendo todavía muy reciente su admisión a la enseñanza
superior,más sumisas al peso de la tradición y teniendo
que afrontar más directamente las dificultades de la vida
diaria, las mujeres resienten más que los hombres la
inadaptación de la universidad al mundo actual.Exami-
nar las cuestiones que proponen, tratar de encontrarles
una solución,equivale no sólo a hacer justiciaa las muje-
res, sino también a aprovechar su experiencia, a veces
amarga,para hallar un medio de integrar la universidad
a la vida.En efecto,las cuestionesque proponen las muje-
res sirven a menudo para expresar con mayor agudeza
las planteadas por los hombres.
Ocurre que, con algunas excepciones,las estudiantes
provienen de medios sociales más afortunados que los
I06 El aumento de las estudiantes

estudiantes.Incluso en las regiones donde se admite en


realidad la democratización de la enseñanza,los sectores
populares envían a la universidad más muchachos que
muchachas.
Ocurre también que,en un cierto número de países, el
matrimonio de las estudiantes plantea un problema
cuando, al parecer, se elude el de los estudiantes.Este
hecho invita a plantear una cuestión de no menos actua-
lidad: 2 durante cuántos años ha de facilitarse la forma-
ción superior? En un mundo donde el progreso de los
conocimientos impone una formación permanente
<cómo concebir de hecho un sistema de enseñanza que
no ignore las obligaciones familiaresde los hombres y de
las mujeres?
Otro ejemplo: en inmensas regiones del mundo, las
mujeres tropiezan con más dificultades que los hombres
para encontrar una situación que corresponda a su for-
mación. Algunas abandonan provisional o definitiva-
mente su oficio para dedicarse a su familia. En realidad
las mujeres plantean agudamente el problema principal
de toda enseñanza y, especialmente, de la universidad:
< para quétipo de sociedad debe funcionarla universidad ?
2 cómo puede establecerseel necesario enlaceentrela uni-
versidad y la vida?
En fin,el predominio numérico de las mujeres en las
“humanidades” y las disciplinas clásicas,obliga a hacer
una doble pregunta :primera, 2puede existir una cultura
que sea exclusivamente técnica? Segunda:si la escolari-
zación en sí no basta para garantizar el desarrollo de la
sociedad,<cómoadaptar la demanda de bienes culturales
a las necesidades de ese desarrollo?
Abrir a las jóvenes cada vez más las puertas de la ense-
ñanza superiorconstituirásinduda un progreso inmenso.
El aumento de las estudiantes 107

Pero, en la medida en que dicho progreso vaya modifi-


cando realmente la sociedad, es menester aceptar todas
las consecuenciasde este cambio,tener en cuenta las cues-
tiones que plantea y hallar nuevas soluciones.
108

L a alfabetización, problema
número uno

Nombre :María Cáceres de Machaca. Nacionalidad :pe-


ruana. Edad :cincuenta y dos años. Situación familiar:
madre de siete hijos. Esta mujer era la de más edad entre
las veinte indias de lengua quechua que venían a partici-
par en las reuniones educativas patrocinadas por la
Unesco. Las otras, de una veintena de años, hubieran
podido ser sushijas. El deseo de aprender,incluso el alfa-
beto,a esa edad es un signo notable de nobleza humana.
Otro lo es el no tener inconveniente en realizar su apren-
dizaje junto a mujeres jóvenes,cuando ya se tiene medio
siglo de edad. Pero el ejemplo de María Cáceres de Ma-
chaca no termina ahí. Para acudir a la reunión cada
semana,la campesina efectuaba cinco horas de marcha,
descalza,y otras cinco para volver a su hogar.
Esta larga marcha es un símbolo de la ardiente sed de
aprender de la mujer,hasta el punto que,en el Día Inter-
nacional de la Alfabetización,en septiembre de 1968,el
presidente de Zambia manifestó: “Hasta ahora, son las
mujeres,sobre todo,las que se han presentado por milla-
res en los centros de alfabetizaciónl.”

I. Discurso del presidente Kaunda, Informations Unesco, XI,1968,n.O 537


a 138.
La alfabetización,problema número uno 109

De cada tres seres humanos uno es anaifabeto


Pese a la amplitud de los esfuerzos relizados,el número
de analfabetos,lejos de disminuir,aumenta por motivos
demográficos,pero también porque los alumnos que no
han afirmado lo suficiente sus conocimientos vuelven a
recaer en el analfabetismo.D e 1960 a 1970,es probable
que ese número haya pasado de 740 a Soo millones.
Conviene señalar,por una parte, que en la población
analfabeta las mujeres son más numerosas que los hom-
bres y,por otra,que si las proporciones más elevadas se
encuentran en Asia,en África y en menor medida en
América del Sur,el analfabetismo hace también estragos
en algunos países europeos.
Esa situaciónconstituyeun profundo atentado contra
uno de los derechos fundamentales de la persona hu-
mana :el derechoa la educaciónproclamado por la Decla-
ración Universal de Derechos Humanos. El Congreso
Mundial de Ministros de Educación para la Liquidación
del Analfabetismo,reunido en Teherán en I96j, definió
como alfabetizada “a la persona que posee los conoci-
mientos teóricos y prácticos fundamentales que le per-
miten emprender aquellas actividades en que la alfabeti-
zación es necesaria para la actuación eficaz en su grupo
y comunidad,y que posee un dominio suficiente de la
lectura,escritura y aritméticacomo para seguirutilizando
los conocimientos adquiridos al servicio de su propio
desarrollo y del de la comunidad”l.
El iletrado no puede ni realizar la plena expansión de
su personalidad humana ni participar verdaderamente en
el progreso de la sociedad,“ya que el analfabetismo cons-

I. L’alphabétisation azi service du développement,Congreso de Teherán, I 96 5.


(MINEDLlT/3.)
I IO La alfabetización,problema número uno

tituye un obstáculo principal para el disfrute efectivo de


los derechos humanos”. (Asamblea Mundial pro Dere-
chos Humanos,Montreal,marzo de 1968.)
A este aspecto personal se añade lógicamente una di-
mensión colectiva,que el Congreso de Teherán expresó
así :“La alfabetización de los adultos,elemento esencial
del desarrollo general,debe estar estrechamente vincu-
lada a las prioridades económicas y sociales,así como a
las necesidades presentes y futuras de mano de obra.En
consecuencia, todos los esfuerzos deben tender a una
alfabetizaciónfuncional.Lejos de ser un hn en sí misma,
ésta debe estar concebida de manera que prepare al hom-
bre para el desempeño de un papel social,cívico y eco-
nómico que sobrepase ampliamente los límites de una
alfabetizaciónrudimentariareducida a la enseñanza de la
lectura y de la escritura.El aprendizaje mismo de la lec-
tura y de la escritura,debería ser ocasión para adquirir
nociones útiles para la elevación inmediata del nivel de
vida; lectura y escritura deben servir no sólo para la
adquisición de conocimientos elementales de tipo gene-
ral, sino para la preparación al trabajo,al aumento de la
productividad,una participación más amplia en la vida
cívica,una mejor comprensión del mundo circundantey,
por último, para facilitar el acceso al fondo cultural
humano.”l
Motivaciones diferentes
Ese texto es esencialporque da su orientacióna la mayo-
ría de los programas de alfabetización.Es esencial tam-
bién en cuanto arroja luz sobre una cierta ambigüedad
acerca de las finalidadesque se proponen numerosospro-
gramas nacionales de alfabetizaciónde la mujer.
I. Congreso de Teherán, 1gG5. (Doc.Unesco, ED/ZI~.)
Millones de mujeres analfabetas que
esperan aún los medios de aprender
a leer: primera etapa de la conquista
de la libertad.
II2 La alfabetización,problema número uno

Sin duda,la función que deben desempeñar las pobla-


ciones femeninas alfabetizadas en el desarrollo social,
parece determinante: la limitación de nacimientos allí
donde se desee,la educación de los niños,el progreso de
la higiene y de la nutrición,dependende las mujeres.Por
ello,el presidente Bourguiba pudo afirmar que “el éxito
de la mujer es el éxito de toda la nación”.Pero la impor-
tancia misma de este éxito,del que depende “el mejora-
miento inmediato del nivel de vida”,explica que en unos
3 0 países, los programas de alfabetizacióndifieren según
los sexos. Es cierto que estas diferencias corresponden
a la experiencia cotidiana de los hombres y las mujeres,
pero,a veces también,implicansegregacionespeligrosas.
Por ejemplo,en algunos países se dan cursos de instruc-
ción cívica a los hombres adultos,en tanto que las muje-
res adultas sólo reciben clases de economía doméstica o
de enseñanza del hogar.
Algunos dirigentes nacionales,prisioneros de las cos-
tumbres,de las imágenes tradicionales y de la fuerza del
hábito no comprenden al parecer que la alfabetización
debe preparar también a la mujer para desempeñar ‘(una
función cívica y económica”y que debe también culmi-
nar,para ella,en “la preparación al trabajo,el aumento de
la productividad,una mayor participación en la vida cí-
vica,una mejor comprensión del mundo quela rodea...”
Una justa observación de Colombia refleja bien esa
ambigüedad:“Legalmente (losfines de la alfabetización)
son los mismos, pero con la práctica a la mujer se la
orienta para mejorar su condición de esposa y madre y
orientarla hacia pequeñas industrias domésticas.”l

i. Estudio sobre la igualdad de acceso de las mujeres a la agabeiización, 1970.


(UlleSCO, ED/MD/I3.)
La alfabetización,problema número uno 1’3

D a cada tres países uno señalala misma tendencia:los


cursosde alfabetizaciónse destinansobretodo a la madre.
Subraya tambiénla ambigüedad,la diferenciaexistente
entre las motivaciones de los Estados y las propias de las
mujeres. Para qué sirvela alfabetizaciónde la población
femenina?A esta pregunta,hecha por la Unescol,43 paí-
ses respondieron invocando, como primer motivo, la
función económica y social de la mujer en el desarrollo;
3 z pensaron primeramente en los beneficios aportados a
la familiay a la educación de los hijos;3 z deseaban sobre
todo favorecerla expansión del individuo;y,por último,
9 afirmaban que la alfabetización de la mujer permitiría
la igualdad entre los ciudadanos.
Ahora bien, según las respuestas procedentes de esos
mismos países, las mujeres deseaban aprender a leer y a
escribir ante todo para mejorar su trabajo u obtener un
empleo (3 I países); para participar en el desarrollo eco-
nómico y social (21 países); para ocuparse mejor de su
familia y de sus hijos (7países).
i Unu agabetìxución “rZomé.rfim”?
Estas motivaciones,que manifestaron las propias intere-
sadas,revelan los problemas particulares de la alfabetiza-
ción de las poblaciones femeninas. Si es raro que las
mujeres se vean impulsadaspor el deseo de realizarmejor
sus tareas domésticasy educativas,no es porque sientan
indiferencia ante su vida cotidiana.Pero,al contrario de
lo que sucede con los dirigentesnacionales,ellas no per-
ciben inmediatamente la relación entre el alfabeto y sus
tareas cotidianas.Dadas sus condiciones de vida,5 es un
error ? qué necesidad tienen de saber leer y escnbir para

I. Ibid.
1 14 La alfabetización,problema número uno

preparar las comidas,sacar agua del pozo,buscar com-


bustible,cuidar sus niños y educar sus hijos,que quizá
no van a la escuela?
Es cierto que sientenla necesidad de una mejor forma-
ción doméstica y familiar; pero a ese respecto bastaría
con reuniones,emisiones radiofónicaso televisadas.Así
lo demuestra la experiencia de los teleclubs de Dakar1
que organizaronseries de emisiones a las que asistíanunas
treinta personas en su mayoría analfabetas.La universi-
dad de Dakar decidió emprender una encuesta entre las
mujeres a ri de averiguarel alcance de las emisiones.Los
resultadosfueron concluyentes,como lo demuestran los
dos ejemplos que siguen:

Antes Después
de la emisión de la emisión
% %
&wiles son las causas de la disenteria?
Respuestas exactas 44 78
Respuestas falsas 3 16
Se niegan a responder J3 6
i A qué edad hay que destetar el nino de pecho ?
A menos de un año II 59
Entre I año y 18 meses 14 37
Entre 18 meses y 2 años 20 4
Entre 2 y 3 años 29 O
A 3 años I2 O
Se niegan a responder I4 O

I. Pierre FOUGEYROLLAS,
L a télévision et Z’éducatìon sociale des femmes,
Unesco (Etudes et documents d’information, so).Experiencia relatada
igualmente en Informations Unesco, noviembre de 1967, n.o 514 y en
R.GREENOUGH, Perspectives africaines - Africa prospect, Unesco, 1966.
La alfabetización,problema número uno 11j

Sin haber aprendido a leer ni a escribir,las telespectado-


ras habían asimilado la enseñanza difundida.Más aún:
por el sólo hecho de haber adquirido la costumbre de
reunirse en torno a un receptor,habían aprendido a ex-
presarse y a formular su opinión.
Si la alfabetización es sólo un pretexto para dar una
educación doméstica y familiar,2 no está destinada al fra-
caso desde un principio ? En la medida en que el alfabeto
siga siendo inútil para realizar las tareas cotidianas,se
olvidarápronto.
De Iapasividad a Iaparticipación
Conscientesde este peligro,muchos países han estendido
los programas de alfabetización a otros temas que el
hogar y los niños,el trabajo del campo,el comercio,etc.
Incluso como parte de los cursos de alfabetización “do-
méstica”, se preocupan por que figure la instrucción
cívica.Por ejemplo,al cabo de catorcesesionesdedicadas,
al agua (higiene,filtrado,protección sanitaria ...)en una
décimoquinta se desarrollará el tema siguiente: “Si yo
respeto estas consignas,trabajo por mi aldea y trabajo
por mi país”. Del mismo modo, partiendo del hogar
(desde el mejoramiento de la vivienda a los documentos
de estado civil que se deben llenar), las mujeres llegarán
a comprender que “el hogar es la base de la nación”.
Algunos países, como Kenia, tratan de mantener el
interés de los nuevos alfabetizados.Por ejemplo,desde
1966 Tri.;fdIe do,rio publicado en Nairobi en lengua
ia
swahili, ofrece cada semana una doble página titulada
“Jifunzena Uendelele” (aprende y progresa). Artículos

breves,en swahili y en inglés,relativos a temas cotidia-


nos,permiten a la vez perfeccionar la lectura y descubrir
progresivamente el diario.La radio contribuye también
I 16 La alfabetización,problema número uno

a esas actividades,pues cada viernes difunde algunos de


los artículosaparecidos en la víspera,y también la Orga-
nización Nacional de Mujeres,que adquiere millares de
ejemplares de diariospara distribuirlosentre susafiliadas.
Elexperimento,financieramenteventajoso para el diario,
coincide con el objetivo de la alfabetización tal como ha
sido definidapor la Unesco :“La alfabetización,es el ins-
trumento que facilita el paso de la pasividad a la partici-
pación y constituyeasí una condición indispensablede la
democracia”.
Existen otros procedimientos para alcanzar ese obje-
tivo.Por ejemplo,el escogidopor un maestro de Cerdeña
(Francesco Salis)l, quien merced a la ayuda de la Unión
Nacional Contra el Analfabetismo,inauguró un centro
de cultura popular en la biblioteca municipal de Santu
Lussurgiu. U n tercio de los habitantes de la aldea eran
analfabetos y la mayor parte de los demás semianalfabe-
tos.Los primeros que se interesaronfueron los jóvenes,
atraidos por las clases de taquigrafía que les permitían
anotar y releer las poesías tradicionalesde las fiestas sar-
das. Llegaron después las mujeres,por un motivo muy
evidente:deseabanescribir por sí mismas a sus hijos emi-
grados.Utilizando ese deseo,el maestro pudo despertar
poco a poco otros intereses.Al cabo de cinco años se
había fundado una cooperativa de tejedores. Como la
actividad era productiva económicamente fueron apare-
ciendo otras empresas análogas:cooperativas de fabrica-
ción de guantes,de punto,de confección,de ebanistería,
de alabañilería,de cría de ganado.
Sea cual fuere el motivo conscienteque impulsa a una
mujer a aprender a leer, la alfabetización puede y debe

I. Informations Unesco, octubre de 1967,n.O 5 13.


La alfabetización,problema número uno ‘I7

siempre conducirla al desarrollo de su personalidad.


Todo ser humano posee en su intimidad esa sed,en oca-
sionesinconsciente,de progresar y de mejorar su propia
cualidad humana.Una mujer,casada con un esposo polí-
gamo,hizo esta confesión patética a la instructora:“YO
envejezco,me afeo,no tengo nada ... Sobre todo,trate
de que yo sea la única que aprenda a leer y escribir ya que
si mi rival,que es joven y bella, supiera también,:qué
m e quedaría a mí?”.Esta mujer que buscaba en la alfa-
betización un medio de retener a su esposo tal vez haya
encontrado en su nuevo conocimientoalgo que la llevará
infinitamentemás allá de sus esperanzas.
C’rza aqabefixnción ‘Yfimcìonnl”
La motivación esencial que impulsa a las mujeres hacia
las clases de alfabetización,es con frecuencia el deseo de
trabajar en mejores condiciones a conseguir un empleo.
En esto,los problemas son muchos. Si los expertos y los
encargados de la alfabetización manifiestan frecuente-
mente su inquietud,frentea la falta de coordinaciónentre
los programas de alfabetizacióny los objetivos económi-
cos y sociales,esa inquietud,que ya es seria en cuanto se
refiere a los hombres,adquiere todavía mayor gravedad
en relación con las mujeres.
En efecto,en los programas de alfabetización prepa-
rados en función de las necesidades inmediatas de mano
de obra,es frecuenteque se conceda prioridad a los hom-
bres, y no sólo por motivos tradicionales,sino a causa
de las facilidades de ejecución y de rendimiento más in-
mediato.En los países en vías de industrialización,es re-
lativamentefácil,en efecto,organizarclases en loslugares
de trabajo,en la fábricao en la obra,y esos cursos se des-
tinan a un grupo homogéneo de trabajadores.-4 menudo
118 La alfabetización,problema número uno

son organizadospor las propias empresas.Pero,con una


alfabetizaciónfuncional así imaginada,se corre el riesgo
de dejar a las mujeres al margen de losprogramas.Efecti-
vamente,estas últimas trabajancon mayor frecuenciapor
su cuenta (agricultura,comercio,artesanía)que a cuenta
de una empresa.Al trabajar aisladamente,no constituyen
ni un medio homogéneo ni un grupo.Los gastos de su
alfabetizaciónno pueden correr a cargo de una empresa.
Ahora bien,esosgastossonen ocasionestanelevados que
es necesarioinstalarcentrosde alfabetizaciónlo más cerca
posible de las viviendas. Además, se requiere tiempo
para constituir un grupo, lograr la aprobación de los
hombres (maridos o jefes de aldea) y,en los medios me-
nosfavorecidos,despertar el interésde la poblaciónfeme-
nina.
Pero,existen otras dificultades.Las mujeres, recarga-
das de tareas domésticasy de trabajos agrícolas o comer-
ciales, tienen menos tiempo que los hombres para asistir
a las clases,y si deducen ese tiempo del que dedican a sus
trabajos significainmediatamenteuna pérdida de ganan-
cias.
Todasesas dificultadesexplican el número,a veces im-
presionante,de las mujeres que abandonan los cursos de
alfabetización.Según los países, la pérdida de matrícula
femenina varía de un Io a un 5 o%.
Sin embargo,como el desarrollo agrícolay el pequeño
comercio se basan, en gran parte, en la educación de la
mujer, los programas de alfabetización contienen con
frecuencia un perfeccionamiento profesional.Las clases
de alfabetizacióndestinadas a las mujeres que se dedican
al comercio o a la agricultura adquiren en ocasiones la
forma de un conjunto de consejos y de “recetas” cuya
aplicación entraña un beneficio individual rápidamente
La alfabetización,problema número uno 119

perceptible. Si esas clases se detienen ahí y no conducen


a una verdadera formación,dejan a las mujeres en situa-
ción de inferioridad.N o contribuyen a su desarrollo en
la medida en que podrían hacerlo.Para las mujeres,más
aún que para los hombres,los programas de alfabetiza-
ción funcional deben tener en cuenta las perspectivas
económicas.Integrados verdaderamenteen los planes de
desarrollo,permitirían una formaciónprofesional real de
las mujeres que trabajan en empresas familiares, o bien
una orientación de las mujeres hacia el aprendizaje de
nuevos oficios.
Es indudabletambién que una integración de esa natu-
raleza conduciríaa una educacióncívicaypolíticamás pro-
funda.Sinembargo,plantea dos problemas.Uno relativo
a losprogramas destinados a loshombres y a las mujeres :
frente a la multitud de organismos y experimentos de
alfabetización,los funcionarios gubernamentales tratan
de establecer una cohesión que es a veces difícil. El otro
se refiere más especialmente a los programas destinados
a la mujer.
Escasex de insti-uctoras
Para integrar a las mujeres en losproyectos de desarrollo,
para idear programas adaptados a sus necesidades,es in-
dispensable la colaboración de personal femenino capa-
citado.En 1969,había I j países donde los hombres y las
mujeres planificaban conjuntamente los programas ; las
mujeres colaboraban en el planeamiento a nivel nacional
en 64 países,y a nivel regionalo localen 5 I países;y por
último,en I 3 países su participación era insignificante o
nula.El personal “alfabetizador”, recibe en general una
formaciónidénticapara uno y otro seso,pero no se com-
pone de más de un 3 j % de mujeres en I I países sola-
I20 La alfabetización,problema número uno

mente. En ocasiones,es cierto,se da la preferencia a los


hombres,sobretodo para lospuestos de responsabilidad.
Sinembargo,esfrecuentequelaparticipacióndelpersonal
femenino se vea limitada por el reducido número de mu-
jeres instruidas.Además,si la alfabetizacióndepende del
deseo de aprender de los analfabetos,depende también
de losmedios instruidos,de los dirigentes (profesionales,
sindicales,militares, políticos, administrativos,religio-
sos) de la sociedad,así como de las autoridades y de los
organismos de cooperación internacional.Ahora bien,
esos medios, esos dirigentes, esas autoridades se com-
ponen esencialmente de hombres. La carencia de diri-
gentes femeninos pesa considerablemente en la concep-
ción de los programas de alfabetización.
El número de “alfabetizadoras”, parece influir consi-
derablemente en el de mujeres que siguen las clases de
alfabetización,como se muestra en el cuadro siguiente.
Como se ve, salvo algunas excepciones,cuanto más
numerosas sonlas “alfabetizadoras”,sonmás las mujeres
queasistena las clases.Sihay una relaciónentreel número
de unas y la inscripción de las otras,esa relación depende
también del porcentaje de población femenina iletrada.
Naturalmente, es más fácil formar personal docente
cuando una parte de los habitantes ya está instruida.Por
otro lado,cuanto menos iletradas existen,más sientenla
necesidad de aprender a leer. Sin embargo ese círculo
vicioso puede romperse como lo prueban Jordania y
Sudán.
A cada cual, su alamno
Para vencer el analfabetismo,hay que lograr una movili-
zacióngeneral de todos cuantos sabenleer y escribir.Las
victorias, siempre citadas como ejemplo, de Cuba y la
La alfabetización,problema número uno I21

Proporción de mujeres entre el personal alfabetizador y pro-


porción de mujeres en las clases de alfabetización (hacia 1964)

Población
Mujeres femenina
Países o Personal que asisten iletrada
territorios alfabetizador a las clases de de más
alfabetización de 1 5 años
de edad

% % %

illáis del J o % delpersonal alfabeti7adoor


Jordania 52 62
Colombia 56 36
Sudán 56 42
República Dominicana 61 35
Argentina 63 40
Hong-Kong 7T 83
Italia 86 43
Brasil 91 39

illerios del IJ % delpelicoriul nlfnùetiTndor


Siria O 29 82
Niger 2 0 9 5 99
Argelia 3 2 94
Gabón 4,8 41 95>2
Turquía 7 I3 78>9
Afganistán II 4 99
Laos I2 20 3 2 3

República del Vietnam I3 33 90


Fuente Esilidio sobre la i,nllaldad de acceso de las imjeres a la a(fabefixación,
'970.
I22 La alfabetización,problema número uno

Unión Soviética,inspiran todavía hoy un gran número


de iniciativas.La movilización fue siempre intensa,ya se
tratase de las famosas “tiendas de thé” en las que se re-
unían las mujeres de las regionesde la URSS de población
nómada, de las vendedoras que, en los almacenes de
Tachkent,enseñaban a sus clientes a leer un cartel,o de
las clases de alfabetizaciónorganizadaspor el personal de
los hoteles cubanos. Esos experimentos precisamente,
han permitido progresar.Del mero hecho de aprender a
leer, escribir y calcular,se ha pasado a la alfabetización
funcional encaminada al descubrimiento del propio yo y
del mundo que nos rodea,y que es además un instru-
mento de progreso económico y de participación social.
Como el concepto se ha modificado se ha mejorado tam-
bién la formacióndelpersonalalfabetizador.Por ejemplo,
en Irán,el Centro de Educación SocialRural se preocupa
no sólo de preparar a los alumnos,sino de formarlos de
modo que puedan transmitir sus conocimientos a las
aldeanas.En 1968 se creó un cuerpo femenino del Ejér-
cito del Saber.Aunque sólo se esperaban z 700instructo-
ras sepresentaronIOo00 jóvenesbachillereso estudiantes.
En la India,la movilización tuvo otro aspecto. En
19j9,el estado de Maharashtralanzó el “Gram Shiskshan
Mohim” (Movimiento de Alfabetización en la Aldea),
que se extendió a continuación a otros estados.Esas acti-
vidades se destinaban a la población activa de quince a
cuarenta y cuatro años de edad. Inmediatamente se des-
tacó la necesidad de emprender una acción colectiva.In-
cumbe al consejo de la aldea la tarea de preparar carteles
y celebrar reuniones de información a fin de despertar el
interés de la población.Al propio tiempo,se reune a los
iletrados de la aldea y se llama a las personas instruidas
a convertirseen instructoreso instructoras.
La alfabetización,problema número uno 123

Una vez hechos los preparativos,la aldea inicia un


cursode alfabetización,generalmentemixto,de una dura-
ción de cuatro meses.A la enseñanza del alfabeto y de las
cuentas se añade la higiene,la vida y los trabajos cotidia-
nos.Al terminar el curso se organiza un examen y una
ceremonia simbólica en la cual cada uno de los nuevos
alfabetizadosenciende una lámpara en un brasero común
y hace voto de mantener la llama de sus conocimientos a
fin de contribuir al progreso de la comunidad.
A continuación vuelve a empezar otro ciclo de cursos,
hasta que se alfabetice a toda la aldea.Así se ha enseñado
a leer en cinco años a cinco millones de personas en el
estado de Maharashtra.
C:tìlì~mb‘n de m e u o s t7iedios
Existen hoy día 800 millones de analfabetos, es decir,
más que ayery menos que mañana,pese a la amplitud de la
lucha emprendida en todaspartes.Esas masas analfabetas
viven en las regiones más pobres del mundo. El analfa-
betismo es a la vez causay consecuenciadel subdesarrollo.
< Cómo llegar a educar con urgencia a todas esas pobla-
ciones? H e ahí un problema capital que compromete la
responsabilidad de todos los países.
En 1960,la Conferencia General de la Unesco subrayó
la imposibilidad evidente de suprimir el analfabetismo
de las masas si sólo se empleaban los medios tradicio-
nales. Cuáles son,pues, esos otros medios ? Esencial-
mente,la radio,la televisióny todas las posibilidades que
ofrecen los satélites de telecomunicación1.Ahora bien,
precisamente los continentes que necesitan con mayor
urgencia esos medios,están privados de ellos.
I. Véase a ese respecto L’ìtzformutioti à l’ère s$aciale ~ Communication in the
space age, Unesco, 1968.
1 24 La alfabetización,problema número uno

Para atendera las necesidadesurgentes de la educación,


los países en vías de desarrollo deberían contar, como
mínimo,con IO receptoresde radioy 2 receptoresde tele-
visión por cada IOO habitantes. Ahora bien, cuando la
América del Norte contaba con 72 aparatos de radio por
cada IOO habitantes,Europa 23, la URSS y Oceania 21,
África y Asia contaban con 2. En cuanto a los aparatos
de televisión,la media variaba entre 24,j por cada IOO
habitantes en América del Norte y O , O ~en África.
La situaciónno es mejor en cuanto se refiere a las emi-
soras. América del Norte poseía el 45% aproximada-
mente de las emisoras de radio y Europa el 2 0 % ~ en tanto
que América del Sur,África y Asia reunidas sólo con-
taban con el 27%. Y Europa poseía cerca de la mitad de
las emisoras de televisión que funcionabanen el mundo,
cuando sólo agrupa a un I3 % de la población mundiall.
En cuantoal repartodel espacio aéreo,a la distribución
de frecuencias,la desigualdad es todavíamayor.El deseo
manifestado por el Sr. Chatib,representante del Paquis-
tán en una reunión de la Unesco,está aún muy distantede
la realidad: “Para hacer del satélite un poderoso instru-
mento al servicio de los medios de gran difusión,e in-
cluso para contribuir verdaderamente al progreso de los
países en vías de desarrollo debemosprocurar que :a) una
organización común representativa atribuya ondas de
frecuenciaa todos los países en vías de desarrollo;b) esa
organización facilite las ondas a precios reducidos,que
dependerán del estado de desarrollo de cada país; c) el
número de ondas atribuido a cada país dependa del pro-
greso que éste haya realizadoenlas esferas de la educación
I. Cálculo correspondientea los años 1960-1961.Desde entonces,la pro-
gresión continúa, pero siempre en beneficio de las regiones más desa-
rrolladas.
La alfabetización,problema número uno I2j

y de la economía,y del porcentaje del desarrollo que de-


berá alcanzarpara ponerse al nivel del resto del mundo.”l
Si esas perspectivas no se convierten muy pronto en
una realidad, habrá millones de hombres y de mujeres
que, pese a todos los esfuerzos desplegados, seguirán
siendoanalfabetosy frenaránel progreso de suspaíses.Es
imposible hablar de alfabetización sin referirse a esta
necesidad.
Pero,esa necesidad concierneigualmentea las mujeres
en otro sentido:el de su participación en la vida mundial.
En efecto,cuando el empleo de los medios audiovisuales
y de los satélites de comunicaciónpermita ladifusiónde la
información en todas sus formas (actualidadesnacionales
e internacionales, política, economía, deportes, cul-
tura ...) las mujeres tendrán la posibilidad,que nunca se
les ha ofrecido hasta ese punto,de enterarsede todos los
conocimientos humanos, de interesarse por todos los
campos de la cultura y de la ciencia,de conocer todas las
riquezasy todos los problemas de nuestro siglo.
Puesto que no todas las escuelas están abiertas igual-
mente a las mujeres y a los hombres, las emisiones de
radio o de televisión abren verdaderamente a todos y a
todas,al mismo nivel y al propio tiempo,las puertas de
los conocimientos. En ese sentido, la alteración de la
situación es tal que incluso los países dotados de podero-
sos medios de telecomunicación no han medido todavía
toda su amplitud.
En el plano de la alfabetización,la condición de la
mujer ejerce mayor influenciaen su acceso a la educación.
Cabe pensar que los progresos que se realizarán para
aumentar el número de mujeres alfabetizadas tendrán a

I. L’information à Z’ère spatiale - Communication in the space age, op.cit.


I 26 La alfabetización,problema número uno

su vez consecuenciasdeterminantespara su función en la


sociedad.Aumentar y mejorar los medios dedicados a la
alfabetizaciónde las mujeres,crear las condicionesindis-
pensables para que puedan participar en número cre-
ciente en los diferentes programas de alfabetización es,
al propio tiempo, ayudarlas a integrarse plenamente en
la sociedad y a participar en el desarrollo económico y
social.
Participar en la vida
del mundo ...

La evolución de una sociedad está determinada,en gran


parte, por el lugar que en ella ocupanlas mujeres y por la
función que desempeñan en la vida nacional. En todas
las etapas del desarrollo es fácil establecer un paralelismo
sorprendenteentre los derechos teóricos de la mujer,los
que en realidad ejerce y los progresos realizados en un
país.
Durantelosúltimos decenios,numerosas mujeres mos-
traron que el combate por la independencia nacional iba
ligado al de su liberación.En efecto, cómo negar a las
ciudadanaslo adquirido por los combatientes en la prác-
tica de los combates?Así,el acceso de lospaíses a la inde-
pendencia se acompañó del derecho de la mujer a parti-
cipar en las elecciones.Ese movimiento, que se había
iniciado en Noruega en I 9IO y que había encontrado en
1945un nuevo impulso con la participación de las muje-
res en la segunda guerra mundial y la proclamación de fe
de las Naciones Unidas en “la igualdad del hombrey de la
mujer”, se extendió a casi todos los países del mundo.
Hacia una verdaderaigualdadpolítìca
Pero no se puede reducir la participación política de las
mujeres únicamente al ejercicio del derecho de voto.Del
mismo modo,sería erróneo tomar la actividad de primer
I28 Participaren la vida del mundo ...

plano de algunas personalidades femeninas del mundo


político como índice de la participación general de las
mujeres en la vidapública.Y si el último periodo de sesio-
nes (1969)de la Asamblea General de las Naciones Uni-
das estuvo presidido por una mujer, debe verse en ello
un signo precursor más que una consecuencia de la pre-
senciafemeninaen las organizacionesinternacionales.En
realidad, dejando a un lado los países socialistas (sobre
todo la URSS,donde las mujeres constituyenla mitad de
los miembros de los sovietslocalesy el 28% de los miem-
bros del Soviet Supremo), se observa que son poco
numerosas las mujeres que se presentan a las elecciones o
que ejercen una actividad pública.Veamos algunos ejem-
plos : en 1968 había en Suecia 16 mujeres entre los I 5 I
miembros del Riksdag (en I 9j 9fueron I I ,y en I 929 una
solamente). La participación de las suecas en la Segunda
Cámara,elegidapor sufragiouniversal,pasó de 3 mujeres
entre 230 diputados en 1929,a 34, entre 233 diputados,
en 1968.En las 24 asambleasregionalesy administrativas,
el 12% de los elegidos son mujeres. Igual proporción
existe en los consejos municipales. Sin embargo,existe
una representaciónfemenina más importante en las tres
grandes ciudades suecas.En un nivel superior,hay dos
mujeres entre los 18 ministros suecos. En Austria, las
electoras constituyen el 56% del cuerpo electoral; en
1969,existía una mujer ministro, I O mujeres alcaldesas,
y I j mujeres entre los 219diputados.En Francia,el por-
centaje de las mujeres en los diversos organismos de la
vida políticano llega a alcanzarel z%, salvoen los conce-
jos municipales,donde se eleva a un ~ ~ 4 %En . el Japón,
como en la inmensa mayoría de los demás países, el pro-
greso es también muy lento.
Los prejuiciosy el peso de las tradiciones son tenaces.
Las mujeres han obtenido, por fin,
en la mayor parte de los países, el
derecho de voto que se les negó
durante tanto tiempo. Pero,<cuántos
años transcurrirán antes de que
puedan participar efectivamente en la
vida política, en el plano nacional
y en el plano internacional ?
130 Participaren la vida del mundo ...

Se han agravado por el retraso considerable en materia


de instrucción,por el desconocimientopor las mujeres de
sus derechosy por las obligacionesde la vida familiar que
incumben a las madres, muy poco ayudadaspor susmari-
dos y que no disponen de equipos colectivossuficientes.
Esa dificultadfueseñaladaen el informesuecodirigido
al Consejo de Europa1:“Frente a la necesidad de escoger
entre la vida profesionaly la vida política,la mujer tiende
a preferir la primera ya que ésta le permite elevar su nivel
de vida y el de sufamilia.Ejercer las dos actividadescons-
tituye una tarea demasiado ardua,al menos para una mu-
jer casada y responsable de un hogar.”1
Así,pues,una verdadera igualdad política exige medi-
das enérgicas.En algunos casos,se reserva un número
determinado de puestos a las mujeres a fin de asegurar su
representación.Así sucedió en los primeros años de la
República de los Soviets,en las primeras legislaturaspro-
vinciales del Paquistán,o en el sistema de representación
de grupos de la Dieta Japonesa.En otros casos,las acti-
vidades educativas se emprenden en el seno de las asam-
bleas locales.
U n a mano de obra qzle debe perfeccionarse
La participaciónde la mujer en la vida políticade un país,
sobrestimada en Europa Occidental por los movimien-
tosfeministasde las sufragistas,no es más que un aspecto
de su evolución social,cuyo elemento determinante es la
función económica que desempeñan.
Para realizarplenamente su emancipación,las mujeres
deben adquirirno sóloel derecho al trabajo,sino también

I. Angela ZUCCONI, Les responsabilitésde lafemme dans la vie sociale,Estras-


burgo, Consejo de Europa, 1968.
Participar en la vida del mundo ... 131

los derechos de los trabajadores.El primer objetivo dista


mucho de haber sido alcanzado en todas partes. Así ve-
mos que en un país sudamericano,la trabajadora que se
case queda obligada a abandonar su puesto, y que toda
mujer sola que desee trabajar como obrera agrícola debe
obligatoriamenteunirse a una familia.
En cuanto concierne a los derechos de los trabajado-
res,las mujeres distanmucho de haber alcanzadola igual-
dad con los hombres.Los puntos más delicados -ya lo
hemos visto- se refieren a la remuneración y al ascenso.
Además, las mujeres constituyen con frecuencia la
mayoría de la mano de obra de las industrias donde los
salarios son tradicionalmente bajos,como sucede en los
textiles.Su participaciónmasiva en un sector económico
entraña frecuentementeuna compresión de los salarios.
Así,mientras que las industriasquímicas practican gene-
ralmente,y en todas partes,una norma de salarios relati-
vamente elevados,la rama peor pagada es la del caucho,
en la que es numerosa la mano de obra femenina.
Penalizada en su trabajo,la mujer experimenta tam-
bién muy grandes dificultades en conciliar su vida pro-
fesional con su vida doméstica y de madre. El peso del
hogar le impide a menudo completar su formación y
lograr así un ascenso.La necesidad de educar a sus hijos
la obliga a veces a interrumpir una carrera que es muy
difícil reanudar ulteriormente. La verdadera igualdad
exige que la mujer participe en el trabajo productivo sin
verse además agobiada por el trabajo doméstico. Ello
entraña la adopción de medidas políticas favorables al
trabajo de la mujer y, sobre todo,la organización de los
horarios de trabajo,en estrecha relacióncon los horarios
escolares y las horas de apertura de los comercios,la or-
ganización de una ayuda doméstica colectiva,con servi-
132 Participaren la vida del mundo ...

cios domésticos asequibles y,por último,la creación de


escuelas maternales en número suficiente.
Así pues, la participación de la mujer en la actividad
económica de su país no se ha conseguido todavía legal-
mente en todas partes y, a ese respecto,la mujer es víc-
tima de una discriminación en muchos países. Esa situa-
ción afecta al conjunto de la mano de obra.Por un lado,
una mayor actividad profesional de las mujeres podría
implicar o bien una disminución de la jornada de trabajo
para todos, sin retardar el progreso económico,o bien
una aceleración del ritmo de desarrollo.Por otro lado,
las mujeres sirven con frecuencia de mano de obra vo-
lante para equilibrar la oferta y la demanda en el mercado
del empleo. Serán las primeras afectadas por una crisis
económicay por el paro obrero.En la crisis de I 9j j en el
Japón,el índice de paro se elevaba a 322 para las mujeres
y sólo a 2 4 para los hombres.En 19j9,fue de 278 para
las mujeres y de 17j para los hombres.Desde ese punto
de vista,los sindicatos se preocupan de la defensa de las
reivindicaciones de las trabajadoras.Pero también en esa
cuestión debe hacerse lo posible por estimular la partici-
pación de las mujeres.
Hacia una revisión de Za ZegisZaciónfamiiiar
En el terreno jurídico,la mujer ha adquirido progresiva-
mente,en los últimos decenios,el derecho de propiedad
y el derecho a disponer de sus propios ingresos.Pero,
también ahí,la teoría se enfrenta conla práctica de la vida
cotidianaen la que no siempre se reconoce la propia per-
sonalidad de la mujer,sino solamente como miembro de
la célula familiar cuyo jefe sigue siendo el marido.Y así
es cómo,en ciertos países, la mujer que tiene un empleo
puede verse obligada a participar en los gastos del matri-
Participar en la vida del mundo ... I33

monio,pero sin tener ningún derecho de propiedad o de


usufructo sobre un determinado objeto adquirido con
sus recursos.Entonces la mujer se ve obligada a guardar
su dinero para sí o para sus hijos;compra joyas,o esta-
blece una dote para su hija.Además,tiende a creer que su
contribución a los gastos del matrimonio enriquece al
hombre y aumenta,por eso mismo,la tendenciaa la poli-
gamia.
Lamujer ha obtenidoconfrecuenciael reconocimiento
de su responsabilidad maternal, salvo en los países en
que se hallan vigentes leyes tradicionales. En muchos
países, por ejemplo,todos los hijos de padres divorcia-
dos corresponden al padre, y la madre debe confiárselos
al cumplir aquéllos los siete años.E n cuanto a la legisla-
ción relativaal matrimonio,se caracterizaen todas partes
por una evolución fundada en la libertad de selección y
el consentimiento de las jóvenes,a pesar de la fuerza de
la tradición.
Sin embargo,en esa materia, las costumbres frenan la
aplicación de las leyes formuladas gracias a la iniciativa
de determinados sectores dirigentes.Por consiguiente,
es necesario efectuar un esfuerzo constante de educación
para conseguir que las leyes tengan vigencia. Hay resis-
tencias sutiles que pueden retrasar la evolución.Así,en
algunos países africanos,las propias mujeres se oponen
a la limitación de la poligamia ya que con el matrimonio
se aseguran un medio de existenciapuesto que el marido
debe atender a sus necesidades.Además, bastantes muje-
res prefieren compartir un marido en vez de no tenerlo.
En otras partes, la mujer que quiere casarse por amor
pese a las consideraciones de casta, lanza en realidad, y
pese a la ley,un desafío a la sociedad.
Si la igualdad ante la ley es indispensable para la evo-
I34 Participar en la vida del mundo ...

lución de la condición de la mujer -y el trabajo realizado


por la Comisión de la Condición Jurídicay Social de la
Mujer (NacionesUnidas) ha contribuido a destacarlo- la
ley es, sin embargo,insuficientepara lograr la abolición
de todas las discriminacionesy asegurar el desarrollo de
la personalidad de las mujeres. Por ello, los grandes
movimientos femeninos de masas deben favorecer la
participaciónde las mujeres en la vida social,factor deci-
sivo para la evolución de la sociedad.
L a función de Ias asocìacìonesfemeninas
Esa participaciónpuede considerarse desde un punto de
vista limitado:se refiere entonces a las asociacionesfeme-
ninas dedicadas a obras sociales,cuya actividad se ase-
meja a la beneficenciay apela a los buenos sentimientosy
al espíritu social de las mujeres. A menudo esas asocia-
ciones están dirigidas por mujeres de la alta sociedad.Al
orientar su actividad hacia la protección de la infancia y
la asistenciamédica,han permitido la creación de centros
de distribución de leche, de casas-cuna,de hogares, de
jardinesdejuego ...En el Paquistánun movimiento se ha
dedicado a la creación de escuelas;en Colombia,otro ha
creado dispensarios y jardines infantiles.Las primeras
formasde esta actividad las realizaronlas órdenes religio-
sas femeninas hospitalarias.En los Estados Unidos de
América,losmuy numerososclubsde mujeres originaron
la fundación de hospitales,de bibliotecas,de museos, de
laboratorios,de teatros para niños.
Tambiénlimitada,pero actuando más a fondo y orien-
tada a un problema concretoy vital :la actividad en favor
de la paz,o en pro de la alfabetización;por el control de
los nacimientos,o contra el alcoholismo,etc., ofrece a
las mujeres múltiples formas de participación en grados
Participar en la vida del mundo ... 133

muy diferentes.El movimiento para el planeamiento fa-


miliar puede ejercer una influencianotable en ciertospaí-
ses en vías de desarrollo.En efecto,para lograr una ver-
dadera limitación de losnacimientos,los gobiernosnece-
sitan hacer comprender a las mujeres de un modo muy
concreto y muy preciso el tipo de medidas de protección
que deben adoptar y la forma de utilizarlas.En ese te-
rreno,las costumbres,losprejuicios,las tradicionestienen
una importancia considerable.E n Ghana,por ejemplo,
el “movimiento de las familias felices” se preocupa esen-
cialmente de educar a la juventud en ese asunto.
Pero 10s grandes movimientos femeninos tienen tam-
bién otra ambición.Se trata de hacer participar a las mu-
jeres en todala vida del país. Se dedican,en consecuencia,
a desarrollar formas de actividades que permitan a las
mujeres desempeñar sufunción,no sólo en la vida econó-
mica, sino también en la administración,la legislacióny
la gestión estatal. Así, pues, van a aparecer no como
movimientos autónomos, esclusivamente femeninos,
sino como grupos de trabajo,secciones de movimientos
politicos o sindicales mixtas, con sus propias formas de
propaganda y de organización.
Esta participación de las mujeres en el movimiento
generalno se obtiene sin dificultad.Por ello,la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas adoptó,desde su naci-
miento,medidas para lograr la igualdad total de los hom-
bres y de las mujeres en todos los planos (económico,
jurídico y socia1)l. La prensa debatió extensamente los
problemas femeninos en las “páginas especizlesyydedi-
cadas a la mujer.En noviembre de 1 9 1 8 se celebró el pri-
mer congreso de obreras y campesinas al que asistieron

I. V.BILCIIAI,
Commentleproblèmeféminin est résohen URSS,hioscú,I 95 7.
136 Participar en la vida del mundo ...

I o00 delegadas. En abril de 1921,el gobierno tuvo que


dictar un decreto especial para lograr la participación de
las obreras y campesinas en la actividad de las institucio-
nes.Esa medida condujo a la creación del movimiento de
los “pañuelos rojos”,cuyo cometido era favorecerel in-
greso de las mujeres en el aparato estatal. En 1924,el I 3 .O
Congreso del Partido subrayó la necesidad de conservar
la mano de obra femenina,de calificarla, y de especiali-
zarla. E n 1924,el gobierno decidió también anular las
eleccionesen las cuales no hubieran participado suficien-
temente las mujeres. El conjunto de esas medidas per-
mitió elevar de un modo notable la participación de las
mujeres en las actividades de los soviets.
En Túnez,la Unión Nacional de Mujeres desempeña
una función primordial en la educación de adultos, y
sobre todo de las mujeres analfabetas.Además de ense-
ñarles materias fundamentales(lectura,cálculo,escritura,
higiene,costura),selasiniciaenpuericulturayagricultura.
En la República Centroafricanase realizauna actividad
análoga en las propias aldeas en las que una instructora
local y varias instructorasespecializadas organizan char-
las y trabajos prácticos sobre temas seleccionadospor la
propia población. Ese movimiento de animación feme-
nina ruralfuecreado en I 963,a iniciativadel arzobispado
y con el apoyo del gobierno que le concedió subvencio-
nes. H a pasado de 1 2 centros con 2000 participantes en
1963 a 30 centrosy I I o00 participantes en 1966.Sus acti-
vidades se refieren esencialmente a la escolarización,la
higiene y la agricultura de pequeñas parcelas.
L a ìnformacìón alservìcìo de lapromoción de la myèr
La prensa y la radio pueden desempeñar un papel impor-
tante en el desarrollo de esas acciones educativas.En el
Participar en la vida del mundo ... I37

transcursode estos diezúltimos años,y sóloen los diarios


de Belgrado,por ejemplo,se dedicaron 800 artículos a
las cuestionesrelativasal trabajo de las mujeres,en tanto
que las revistas familiares y femeninas sólo dedicaron
80 artículos a las mismas materias. Pero la influencia de
la prensa sigue estrechamente ligada al nivel general de
la instrucción.Un estudio realizado en el Japónpone de
manifiesto que las curvas de los niveles de instrucción se
ajustancongranexactituda las delporcentaje de hombres
y de mujeres que leen los periódicos,lo cual se indica en
el esquema de la página siguientel.
La radio y la televisiónindudablementevan a tener un
público cada vez más considerable. Son numerosas las
estaciones que difunden programas femeninos. E n la
República Centroafricana,la Unión de Mujeres difunde
dos veces por semanauna revistade la mujer que,durante
una media hora,contesta al correo de las auditoras.En
Colombia,dos mujeres fundaron en Medellín,en 1966,
una estación de radio destinada a las mujeres.Las emisio-
nes tratan de la vida cotidiana,los derechos políticos y la
cultura. En Panamá existe una estación análoga. Pero
sucede que esas emisiones,al menos en ciertos países, en
vez de favorecer la educación de las mujeres,la retrasa;
pues en lugar de ayudar a las auditoras a descubrir nuevas
materias de interés,orientan su atención hacia las pre-
ocupaciones tradicionalmentefemeninas.Algunas revis-
tas femeninasadoptanla misma actitud hacia sus lectoras.
No obstante,es grande la sed de aprendery de participar.
Citemos, para concluir, esta anécdota procedente de
Groenlandia2.Para participar en un seminariode verano
I. Sacado de L a condition sociale deslaponaises et son éilolution - The changitzg
sociaìposìtìon of wonzen inJapan, Paris, Unesco, 196 I.
2. Informations Unesco, febrero de 1967,n.O417.
138 Participar en la vida del mundo ...

Grupos de edad
Participar en la vida del mundo ... I39

organizadopor la Kalatdlit-Nuname-Ningiut-Pekatigig-
fisa-Katuyyiat(Asociación de Mujeres Groenlandesas),
Margrethe Moller, casada y madre de cinco hijos, que
habitaba en la costa sudeste de Groenlandia,tomó pri-
mero un barco de pesca, después un segundo barco tam-
bién de pesca y ulteriormente un avión con destino a
Islandia.Ya allí, esperó ocho días para tomar el avión de
línea hacia la costa oeste de Groenlandia y,por último,
un helocóptero.Hizo el viaje en compañía de su hijo de
diezañosy de un bebé de diez meses.Algunas de suscom-
pañeras hicieron el viaje a pie. Las cursillistas,que eran
miembros de consejos municipales, tenían de 20 a 64
años.Los problemas que les preocupaban eran los dere-
chos de la mujer,los deberes de las madres,la función de
las mujeres en la política.
Way millones de mujeres dispuestas a seguir ese ejem-
plo,en cuanto se les ofrezca la menor oportunidad.Esa
oportunidad sólo puede surgir de una voluntad política
de los gobiernos,claramente manifestada mediante actos
encaminados a favorecer el acceso de las jóvenes y de las
mujeres ala educación,suintegraciónala vida económica,
su participaciónen la vida culturaly en las actividades de
recreo y,en fin, su participación en las actividades polí-
ticas.
Cuando esta actividad haya dado sus frutos,la mujer
ejercerá verdaderamente su función de persona humana.
Entonces, las dos mitades de la humanidad trabajarán
realmente al unísono para crear un mundo cada vez más
humano.
140 La acción de la Unesco

La acción de la Unesco

“La educación debe,ante todo,formar ciudadanoscapa-


ces de participar plenamente en la vida política,econó-
mica y culturalde la comunidad a que pertenecen.A este
respecto,nunca se exagerará la importancia de la educa-
ción como factor de transformaciónsocial al servicio de
los más desfavorecidos.Pero,a su vez,para que la igual-
dad de oportunidades en materia de educación sea algo
más que una simple aspiración,es menester dedicarse a
superar numerosos obstáculos de orden social,econó-
mico,geográfico y cultural."^
Estas palabras del Director General de la Unesco se
refieren por igual a la educación de los hombres y de las
mujeres. Pero aplicados a estas últimas, adquieren una
resonancia mayor. En efecto,los obstáculos que se evo-
can son muchas veces más difíciles de superar cuando se
trata de la educación de las jóvenesy de las mujeres.Y ha
y que añadir que a veces esta educación no tiende,“ante
todo”,a formar ciudadanas capaces de participar plena-
mente en la vida de su país.
Por eso,el Sr. René Maheu añadio: “También el ac-
I. “Discurso inaugural del Sr. René Maheu, Director General de la
Unesco”, Tercera Conferencia RegìonaZ de Ministros de Educacióny Minis-
tros Encargados del Planeamiento Económico en los Estados Arabes. Marra-
Rech, enero de Ip70. InfOrme dejinìtivo. (ED/MINEDARAB/6.)
La acción de la Unesco 141

ceso de las jóvenes a la enseñanza emana del derecho


fundamental a la educación. Además es una exigencia
dictada por la necesidad del progreso económico.
En efecto,ningúnpaís puede ofrecerseel lujo de dejar
a la mitad de la población en una ignoranciarelativa,que
la convierte en un frenoy no en un motor de desarrollo.’’
Una cuestión de interés mundial
La Organización de las Naciones Unidas para la Educa-
ción,la Ciencia y la Cultura,a la que se confió en 1945la
misión de promover la educación,ha señalado siempre a
la atención de los Estados Miembros la necesidad de edu-
car a las jóvenes y a las mujeres.Ya en 1948 se la invitó a
velar por la aplicaciónde la DeclaraciónUniversalde D e -
rechos Humanos,en lo que atañe a los artículos corres-
pondientes a su competencia,y en especial los siguientes:

Articdo prifnero
Todos les seres humanos nacen libres e iguales en digni-
dad y derechos y, dotados como están de razón y con-
ciencia, deben comportarsefraternalmente los unos con
los otros.

-4I-tz’ctllo
2
Toda persona tiene todos los derechos y libertades pro-
clamados en esta Declaración,sin distinción alguna de
raza, color,sexo,idioma,religión,opinión política o de
cualquier otra índole,origen nacional o social,posición
económica,nacimiento o cualquier otra condición.

,4TthU/O 2 6
I. Toda persona tiene derecho a la educación.La educa-
ción debe ser gratuita,al menos en lo concerniente a
142 La acción de la Unesco

la instrucciónelementaly fundamental.La instrucción


elemental será obligatoria. La instrucción técnica y
profesional habrá de ser generalizada;el acceso a los
estudios superiores será igual para todos,en función
de los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de
la personalidad humana y el fortalecimiento del res-
peto a todos los derechos humanos y a las libertades
fundamentales;favorecerála comprensión,la toleran-
cia y la amistad entre todas las naciones y todos los
grupos étnicos o religiosos;y promoverá el desarrollo
de las actividadesde la Naciones Unidas para el mante-
nimiento de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el
tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.

Todavía hoy esta Declaración constituye un “ideal co-


mún por el que todos los pueblos y naciones deben esfor-
zarse” como indica su preámbulo.
Pero ayer el derecho a la educación para todos y todas
parecía revolucionario.En inmensasregionesdel mundo,
la educación de la población masculina era una idea
nueva, que trastornaba las costumbres y los espíritus;
iy ahora resulta que es necesario también educar a la
población femenina! En cuanto a los países que habían
realizado la escolarización,la mayoría de ellos resentía
como un cambio radical en sus costumbres la necesidad
de dar la misma educación a las personas de uno y otro
sexo,ya que las jóvenes y las mujeres acusaban un retraso,
a veces considerable,en comparación con los hombres.
La necesidad persiste, e igualmente el retraso. Sin
embargo -y ello indica el camino recorrido- la casi tota-
lidad de los países se preocupan de la educación de las
Desde su creación, la Unesco ha
favorecido siempre el acceso de la
mujer a la educación. Aprovechando
la experiencia de todos sus Estados
Miembros, la Organización inter-
nacional participa en la creación de
centros de estudio experimentales.
I44 La acción de la Unesco

jóvenes y de las mujeres. Y el retraso,que cada vez se


consideramenos ineluctabley “normal”, está planteando
un problema grave que comprometeel equilibrio de toda
la sociedad y frena no sólo el desarrollo económico,sino
también el progreso humano.
Este despertar de la conciencia se manifestó cuando,el
14 de diciembre de 1960,la Conferencia General de la
Unesco aprobó la Convención y la Recomendación rela-
tivas a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera
de la Enseñanza.Al definirla discriminacióncomo “toda
distinción,exclusión,limitación o preferencia,fundada
en la raza,el color,el sexo,el idioma,la religión,las opi-
niones políticas o de cualquier otra índole, el origen
nacional o social,la posición económica o el nacimiento,
que tenga por finalidad o por efecto destruir o alterar la
igualdad de trato en la esfera de la eseñanza”,estostextos
precisaban de manera concreta las exigencias implícitas
en la proclamación del derecho a la educación.Diez años
más tarde, j 4 Estados Miembros de la Unesco son partes
en la Convención.
También hacia los años sesenta se impuso a todos los
países un hecho evidente:la educación constituyela base
del progreso económico. Considerados antes muchas
veces como improductivos,los gastos de educación han
demostrado ser una inversiónproductiva.Este descubri-
miento ha conducido progresivamente a otro :la nece-
sidad de planificarla educación,e integrar el plan de edu-
caciónen las perspectivaseconómicas.N o pocos Estados
han aumentado el presupuesto de educación. El Pro-
grama de las Naciones Unidas para el Desarrollo(PNUD)
ha facilitadoayuda para financiar varios institutos supe-
riores o escuelas normales.El desarrollo de la enseñanza
exigía un personal docente competente y cada vez más
La acción de la Unesco I41

numeroso : en I966,una comisión intergubernamental


compuesta por delegados de 71 Estados aprobó una re-
comendación internacional relativa a la situación del
personal docente,en la que se dedicaban varios párrafos
a la necesidad de formar maestros y profesores, y de
suprimir toda discriminación respecto a las maestras y
profesoras casadas y madres de familia.
Otro paso hacia adelante:el 7 de noviembre de 1967,
la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobaba la
Declaración sobre la eliminación de la discriminación
contra la mujer. Era subrayar de manera concreta las
exigencias contenidas en el artículo primero de la Decla-
ración Universal de Derechos Humanos: “Todos los
seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y dere-
chos”.Era también el modo de señalarla atención sobre
algo evidente,pero desconocido, con excesiva frecue-
cia :ninguna de las esferas de la vida de la mujer -educa-
ción, profesión, situación familiar y social .,.- puede
disociarse de las otras.
Dar a las jóvenesy a las mujeres oportunidades de edu-
cación iguales a las de los hombres supone un conjunto
de medidas coherentes que rebasanno sólo la esfera edu-
cativa,sino que exigen una revisión completa del lugar
concedido a las mujeres en la sociedad.Asimismo, re-
conocer a las mujeres sus plenos derechos profesionales
o matrimoniales entraña una revisión del sistema educa-
tivo y del contenido de la enseñanza.A eso tienden los
esfuerzos desplegados tanto por las instituciones inter-
nationales,como por las organizaciones femeninas.
En esta forma,poco a poco,los Estados miembros de
las Naciones Unidas fueron reconociendo la realidad y el
alcance de la discriminaciónrespecto a la mujer.Y poco
a poco expresaron su voluntad de encaminarse hacia los
146 La acción de la Unesco

ideales definidos en los diversos textos aprobados por


ellos en el seno de las Naciones Unidas y de la Unesco.
Al incluir en el orden del día de sus asambleas generales
o de conferencias diversas el estudio de la situación jurí-
dica y social de la mujer,las Naciones Unidas y la Unesco
han contribuido a poner de manifiesto que se trata no de
un problema de poca monta,que debiera resolversedes-
pués que lo fueranlos más importantes,sino más bien de
una cuestión de interés mundial.
Un objetivoprioritario
Es una cuestión tan esencial que la Conferencia General
de la Unesco decidió en 1966que una acción a largo plazo
para garantizar la igualdad de acceso de las jóvenes y de
las mujeres a la educación figuraría en adelante entre las
cinco esferas prioritarias de la misma en materia de edu-
cación.
Una decisión de este género era el fruto de una expe-
riencia ya larga. Esta prioridad la impuso el hecho de
que,desde sus orígenes,la Unesco dio lugar a diversas
encuestas y reuniones internacionales sobre las posibili-
dades de educación realmente abiertas a las jóvenes y a
las mujeres. Por ello, las actividades destinadas a favo-
recer de un modo especial la educación de las jóvenes y
de las mujeres quedaroninscritas,con ese carácter,en el
presupuesto general de la Unesco. Por ejemplo, para
1969-1970 esos gastos especiales se fijaron en 419521
dólares con cargo al programa ordinario que importaba
en total 77413joo dólares, de los cuales se asignaron
1683 7 907 a la educación.
En 1968,la Conferencia General de la Unesco señaló
de nuevo a la atención de los Estados Miembros esta
esfera prioritaria,y les invitó “a tomar,dentro del marco
La acción de la Unesco I47

de sus planes nacionales de desarrollo y de su planifica-


ción del progreso educativo y científico, las medidas
adecuadaspara garantizar’alas mujeres y a las jóvenes,en
las esferas de competencia de la Unesco,y especialmente
en materia de educación, posibilidades de contribuir
plenamente al desarrollo económico y social de esos
países”l.
Esa insistenciase ha renovado una vez más en este año
de 1970,y la igualdad de acceso de las jóvenes y de las
mujeres a la educación constituye uno de los objetivos
del Año Internacional de la Educación.
Cada día se insistemás en la urgencia que se atribuye a
la obra de la educación de la mitad femenina de la huma-
nidad,y ello es muestra suficientede que,pese a los pro-
gresos realizados,se está lejos de haber logrado los obje-
tivos definidos en las diversas declaraciones de las orga-
nizaciones internacionales.
Pero también en esto,la acción de la Unesco puede ser
decisiva.Merced a un análisis metódico y a un examen
estadístico de la enseñanza,reuniendolas experiencias de
cada país, comparando entre sí los resultados obtenidos,
invitandoa los ministros de educacióny a los encargados
de la planificación a efectuar intercambios frecuentes de
sus opiniones,la Organización permite percibir clara-
mente los problemas que todavía quedan por resolver y
ofrece un conjunto de soluciones que son el fruto de la
cooperación internacional.
Ekpertuds y becarias
La acción directa de la Unesco para fomentarel acceso de
las jóvenes y de las mujeres a la educación reviste esen-

I. Programay presupuesto aprobados para 1969-1970.Resolución 1.162.


148 La acción de la Unesco

cialmente la forma de envío de expertas en misión y de


concesión de becas.
Esas expertas,son mujeres de nacionalidadesdiversas
-lo que es importante para dar carácter verdaderamente
internacional a la cooperación- enviadas a los países en
vías de desarrollo sólo a petición de losinteresados,y que
trabajan sobre el terreno, ya sea tres meses, ya varios
años.Terminada su misión,se trasladan a otro país,enri-
quecidas con una nueva experiencia que pueden poner a
disposición de otros pueblos.Jamás trabajan solas;cola-
boran con los responsables nacionales del proyecto que
se ha de estudiar o poner en marcha.
Cómo definen ellas mismas su función? Para una,se
trata “de servir de agente de enlace,de sensibilización,de
despertar de conciencia... Por el solo hecho de la pre-
sencia de una experta en educación de las muchachas, se
dedica una mayor atención a los problemas relativos a la
educación de la mujer y de la joven”.
Otra, mirando al pasado,dice: “Nada mejor que vol-
ver después de algunosaños al país donde seha trabajado.
Se ven los progresos realizados,aunque cuando la orien-
tación no sea quizá la que se imaginara de un modo espe-
cial tal vez en ese caso,pero ello significa que las ideas
sembradas han echado raíces en su propio terreno.Pero,
no sucedesiempre así en la esfera de la educación donde
los éxitos sólo se ven a largo plazo?”
Con su solapresencia,la experta constituyeuna prueba
más de la necesidad de organizarintercambiosinternacio-
nales,ya que sin ellos no se ppdrían aportar nuevas solu-
ciones a los problemas que plantean las mujeres en el
mundo entero.Esos problemas son mucho más análogos
de lo que se cree en general.La diferencia de género de
vida entre una norteamericana o una europea y una afri-
La acción de la Unesco I49

cana,una asiática o una sudamericana,es sin duda alguna


inmensa,pero las dificultadescon que tropiezanlas muje-
res tienen las mismas raíces. Mientras no se arranquen
esas raíces, las expertas serán necesarias en todas partes.
Y lo serán también en los países industrializados.Por eso
una de ellas ha llegado a la conclusión siguiente: “La
finalidad que se debe alcanzar es la de dejar de ser nece-
saria.Se trata de un ejercicioacrobático.Para superarlos
factoresde desaliento,vencer losobstáculos;en resumen,
para hacer todo lo necesario a fin de que la cosa marche
hay que tenerfe en su propia tarea y entregarse a ella,aún
sin ser en realidad responsable de la misma.U n asesor es
rara vez dueño de los medios de acción,y nunca lo es de
las decisiones que se adoptan.Debe aceptar que su pro-
yecto escape de sus manos. Debe incluso alegrarse de
ello, pues la prueba de su éxito consiste en que todo
marche sin él”.
“Que todo marche sin él...” Con ese propósito preci-
samente la Unesco concede becas a las jóvenes y a las
mujeres de los países en vías de desarrollo,y participa así
en la formación de las dirigentes femeninas,indispensa-
bles en todo país, y que a veces faltan tan por desgracia
allí donde la escolarización femenina acusa retrasos
graves.
Sin embargo, pese a las numerosas posibilidades de
becas ofrecidasalas jóvenesy a las mujeres por la Unesco,
al igual que por las demás organizaciones de las Naciones
Unidas,las organizaciones no gubernamentales y diver-
sas asociaciones,el número de becarias sigue siendo muy
inferior al de becarios,y aumenta con excesiva lentitud.
Explicar esta desigualdad numérica por el solo retraso de
la escolarizaciónfemenina sería erróneo.A pesar de ese
retraso,existen,casi en todas partes, muchachas y muje-
150 La acción de la Unesco

res capaces de proseguir su formación y dignas de ob-


tener una beca. Si no disfrutan de tantas becas como po-
drían tener,ello se debe sin duda alguna a que no siempre
están suficientementeinformadas de los ofrecimientos de
becas; también, a veces, a que su propio país prefiere
pedir esa ayuda para los hombres;y por último,a que
muchos de los países no ofrecen a las mujeres puestos
importantes que justifiquen la concesión de una beca.
Así pues, el número de becarias sigue siendo insufi-
ciente.En general,su orientación se limita, con excesiva
frecuencia todavía, a la formación doméstica o a las
ramas de actividad consideradas como femeninas. Por
ello,la finalidad esencial de las becas concedidas por la
Unesco dentro del programa de acceso de la mujer a la
educación, consiste en proporcionar educadoras ya ex-
perimentadas,a fin de facilitarlesluego una participación
competente en la concepción y en la gestión de la educa-
ción,así como el acceso a puestos de responsabilidad en
el sistema de educación de su país.
La elevación del nivel cultural de la población feme-
nina no bastará para salvar las lagunas existentes,a no
ser que los países se cuiden de ofrecer a las mujeres esos
puestos de responsabilidad.
A este respecto,la resolución 1.181, que figura en el
Programa y presupuesto aprobados para 1969-1970,es
de importancia especial:“Se autoriza al Director Gene-
ral.. . a buscar,con los Estados Miembros interesados,
los medios adecuados para facilitar el regreso de los ex-
becarios a sus países de origen para trabajar en ellos...”
Tres ejemplos: Alto S/olta, Nepaly Chile
Si la Unesco actúa directamente para favorecer la for-
mación de dirigentes femeninas destinadas a la ense-
La acción de la Unesco IjI

ñanza,la Organización apoya también las actividades de


educación de la masa femenina.En esta esfera, tres pro-
gramas sobre todo retienen la atención.
Uno de ellos se inicia este año en el Nepal. Se propone
dos de los objetivos de la Unesco :aumentar la escolari-
zación de las jóvenes en el nivel primario y formar maes-
tras con miras al desarrollo rural.Tiene por marco uno
de losaltosvalles del país.U n sociólogoy una educadora,
enviados por la Organización,se dedicarán a realizarlo
en estrecha colaboración con los educadores y las orga-
nizaciones femeninas del Nepal.
En Chile,a miles de kilómetros de las montañas asiáti-
cas, se ha emprendido otro programa.Su plazo de dura-
ción es de seis años,y su objeto es facilitar la formación
técnica de las jóvenes chilenas,a cuyo fin se han escogido
dos caminos:modernización de la enseñanza secundaria
técnica de las jóvenes y transformación de los estableci-
mientos técnicosen escuelas mixtas. En esa formase ayu-
dará a ese país de América Latina que se esfuerza en
lograr dos objetivos esenciales que figuran en el primer
plano de las preocupaciones de la Unesco.A ese efecto,
en el párrafo 928 del programa y presupuesto aprobados
para 1967-1968,se puede leer: “La relativafalta de inte-
rés por las carreras científicas y técnicas observada en
muchos países en vías de desarrollo,exige una acción de
gran amplitud si no se quiere que el desarrollo económico
quede aplazado o comprometido por escasez de personal
competente.Una importantefuente de talentos quedará
inexplotada mientras las carreras científicas,de ingenie-
ría y técnicas permanezcan cerradas a las mujeres,sea por
razones prácticas, sociales,económicas o psicológicas”.
Por otra parte, en la resolución I.I62,que figura en el
Programa y presupuesto aprobados para 1969-1970, se
La acción de la Unesco

precisa :“Se invita a los Estados Miembros...a recono-


cer el principio de la enseñanza mixta en los estableci-
mientos de enseñanza primaria y secundaria como forma
de asegurar la igualdad de acceso a la educación”. Es
interesante notar que ese texto fue aprobado a propuesta
de Túnez,que por su parte acaba de transformar todo su
sistema educativo al introducirla enseñanza mixta.
El tercer programa,iniciado en 1967en al Alto Volta,
se propone realizar una acción de conjunto durante diez
años,y bajo el signo de tres de las fórmulas clave de la
Unesco :alfabetizaciónfuncional,excolarización,forma-
ción del personal docente.
En este país de cinco millones de habitantes,la mitad
de los cuales tienen menos de veinte años de edad,y que
en general trabajan en las empresas agrícolas familiares,
se trata de hacer participar a las mujeres en el desarrollo
y de despertar en ellas una conciencia individualdel pro-
blema. Con la ayuda de expertos internacionales,de una
socióloga y de especialistas del país, se han seleccionado
tres regiones experimentales,cada una de las cuales pre-
senta caracteres económicos y costumbres diferentes.En
ellas, y sucesivamente,se llevará a cabo una acción de
conjunto.Para la primera zona experimental,se han esta-
blecido en lengua vernácula programas de alfabetización
funcionaldestinadosa las mujeres.El estudio de los pro-
gramas escolares y de los méthodos pedagógicos permi-
tirá formular propuestas para mejorar la enseñanza y la
formación técnica y profesional,por una parte; y con la
ayuda de educadoras, se realizarán encuestas sobre las
pérdidas escolares femeninas,y a la vez se organizarán
cursillospara las maestras, las directoras de escuelas y las
animadoras de estas actividadesque,además,podrán ob-
tener becas de estudios en el extranjero.
La acción de la Unesco I13

Este proyecto experimental,que suscita un gran inte-


rés, ayudará al gobierno del Alto Volta en sus esfuerzos
de renovación de la educación,a la cual asigna la cuarta
parte del presupuesto nacional. Los experimentos rea-
lizados en diversas regiones del país harán ver los obs-
táculos que frenan el acceso de la poblaciónfemeninaa la
educacióny permitirán descubrir los medios de superar-
los. Llevados a cabo con un espíritu de colaboración
entre hombres y mujeres,esos experimentos educativos
contribuirán a mejorar la condición de la mujer y a favo-
recer la participación de la población femeninaen el des-
arrollo del país.
Una coopel-acióndesinteresada
Gracias a Suecia,que en 1963confió a la Unesco un fondo
fiduciario destinado a la educación de las mujeres afri-
canas,la Organización prosigue su acción en tres países
africanos y en tres esferas distintas. En Sierra Leona,
formación de maestras: se ha construido una escuela
normal con internado para 180 alumnas jóvenes; en
Tanzania,escolarización:se ha creadoun establecimiento
secundario para 500 alumnas1,con internado;en Túnez,
formación profesional: con la construcción de una es-
cuela secundaria técnica y de un internado para 2 500
jóvens tunecinas.Además, en un centro especializado se
organizan cada año cursillos de formación para mujeres
encargadas de la educación de adultos en los países afri-
canos, cursillos que permiten el perfeccionamiento de
educadoras y animadoras de estas actividades.
Por otra parte, la Unesco coopera estrechamente con
las organizaciones internacionales no gubernamentales.
I. E n los dos casos, el fondo sueco garantiza el sostenimiento durante un
plazo de cinco años.
154 La acción de la Unesco

En 1967-1968,propuso su ayuda financiera y técnica a


3 I de esas organizaciones,de las que 16eran femeninas.
Además de la ayuda económica y técnica y de las becas
ofrecidas a las organizaciones internacionales no guber-
namentales,la cooperación entre la Unesco y esas organi-
zaciones se extiende a los campos de la información y la
investigación. D e esta suerte, paralelamente a las en-
cuestas de la Unesco sobre los diferentes aspectos del
acceso de la mujer a la educación,algunas organizaciones
han emprendido estudios sobre la misma materia, basán-
dose en las informaciones reunidas por sus secciones
nacionales.Por último, en la medida de lo posible,hay
funcionariosde la Secretaría de la Unesco que participan
en algunas reuniones de esas organizaciones dedicadas
al estudio de problemas relativos a la educación de la
mujer.

Evidentemente, estos pocos ejemplos de las diversas


actividades de la Unesco en favor de la educación de la
mujer no constituyen una lista completa, sino que ilus-
tran sencillamentelos puntos esenciales del programa de
la Organización en esta esfera,y muestran la amplitud de
la tarea por realizar.Por otra parte, la Unesco no es la
única organización que trabaja en favor de la educación
de las mujeres. Su acción se inserta en un conjunto de
actividades nacionales,regionales e internacionales.Las
Naciones Unidas,la OrganizaciónInternacionaldel Tra-
bajo,la Organización Mundial de la Salud,la Organiza-
ción de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Ali-
mentación, el Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia, la Comisión Interamericana de Mujeres, en
cooperación con otras organizaciones nacionales e inter-
nacionales no gubernamentales,femeninas o mixtas, se
La acción de la Unesco

preocupan también de las diferentes cuestiones relativas


a la educación de las mujeres, y es la convergencia de
todos esos esfuerzos,humanos y financieros,la que per-
mite el acceso a la educación de un número cada vez
mayor de mujeres.
Es innecesario decir que en el nivel nacional la acción
responde fundamentalmente a las necesidades y al orden
de prioridad de cada país. Sin los esfuerzos positivos y
continuos de cada Estado,la obra de la Unesco en favor
de la educación de la mujer no tendría ni el alcance ni el
valor que tiene.
En esta materia, el papel de la Organización es ante
todo de estímulo:por medio de las encuestas y las inves-
tigaciones que efectúa, mediante las informaciones que
difunde,la Unesco señala a la atención de los Estados la
acción que se debe emprender,y los estimula a multipli-
car sus esfuerzos en favor de la igualdad de acceso de las
jóvenes y de las mujeres a la educación.
Conclusión

Nunca contaronlas mujeres con tantas oportunidades de


acceder a la educación como en nuestros días. Los obs-
táculos que aún se oponenal ejercicio de ese derecho caen
unos tras otros. Sin embargo,esa evolución no se con-
sigue sin roces ni reticencias,pues se trata de modificar
una situación que es el resultado de muchos siglos de
rutinas y de prejuicios.Las actitudesy los usos tradicio-
nales,que constituyenotras tantasrémoras para las muje-
res en el camino de la educación y de la participación
activa en la vida de la sociedad,sólo se modifican con
dificultad.
En principio, la solución del problema consistiría
esencialmente en promulgar leyes que favorecieran el
acceso de las jóvenes y de las mujeres a la educación y
establecer iguales oportunidades para los hombres y para
las mujeres.
Pero entre el principio y la realidad, existe un foso con
frecuencia difícil de franquear.Más o menos sutil,apa-
rente o disimulada,la discriminaciónhacia la mujer es un
hecho real cuya existencia es difícil negar.
En nuestros días, cuando no se trata ya de un privi-
legio reservado a una minoría selecta,sino de un derecho
reconocido a todo ser humano, la educación suscita
entrelas mujeres un interés que adquiere las dimensiones
Conclusión Ij7

de un fenómenogeneral. Como la democratizaciónde la


enseñanza ha permitido a un número considerable,y cada
vez mayor, de mujeres escoger el género y la forma de
educación que mejor responden a sus deseos y a susnece-
sidades,las que se sientenvíctimas de cualquierdiscrimi-
nación,ya sea de origen político, social o cultural,no
dejan de acusarlacon la mayor intensidad.Por otra parte,
no sólo sientensus efectos los individuos,tanto los hom-
bres como las mujeres,en la medida en que se oponen al
desarrollo de su personalidad,sino que también alcanzan
a la sociedad,cuyo progreso retardan.
Las posibilidades humanas son un elemento esencial
del desarrollo,sobre todo cuando las constituyen hom-
bres y mujeres capaces de reflexión,es decir educados.
Por ello,la educación de la mujer debe permitir la utili-
zación de importantesrecursos de inteligencia,de inicia-
tiva, de aptitudes y de trabajo productivo que, hasta
ahora,no se han empleado con mucha frecuenciao se han
empleado mal. Así pues,los gastos dedicados a esa edu-
cación expresan la voluntad de progreso de cada pueblo
y miden su dinamismo. Esos gastos, cuidadosamente
planificados, pueden constituir inversiones sumamente
productivas,a condición de que el planeamiento com-
prenda toda la sociedad:hombres y mujeres. Sin duda,
es indispensable aplicar medidas enérgicas para permitir
a la mitad femenina de la humanidad que salve su retraso
y participe en condiciones de igualdad en la vida social,
económica y política.Pero esas medidas,para ser eficaces,
han de integrarseen una visión de conjunto de la educa-
ción.En caso contrario,pueden temerse muchos peli-
gros: o bien los problemas con que se enfrentan las
jóvenesy las mujeres no se identificaránde un modo bas-
tante claro y correránel riesgode confundirseconlos que
118 Conclusión

plantean los hombres, o bien se considerarán como


LL
especiales’’y quizá se traten con condescendencia,si se
consideran importantes, o permanecerán largo tiempo
sin resolver,si se juzgan secundarios.
La liberaciónde las mujeres e5 inseparablede los cam-
bios económicos,políticos y sociales,y la condición de
la mujer es el reflejo delnivel de civilizaciónde la sociedad
en que vive.
Escoger una política de educación que ofrezca las
mismas oportunidades a las mujeres y a los hombres,es
emprender una renovación completa de la sociedad,lo
que exige medidas que tengan en cuenta particularidades
de la condición femenina.N o basta con aplicar medidas
de carácter legislativo,económico, financiero,social y
educativo; hay que dotar de sensibilidad a la opinión
pública,luchar contra los prejuicios,incitar a las mujeres
a que tomen iniciativas y asuman responsabilidadesen
todas las esferas de la vida social,y sostener eficazmente
a las que lo hacen.
Por otra parte, es alentadorcomprobar que en algunos
países se han conseguido notables resultados a ese res-
pecto. Gracias a una política de conjunto,deliberada y
perseverante,se ha dado a las mujeres igualdad real de
derechos y de oportunidades en diversas esferas, entre
ellas la educación.
Uno de los derechos esenciales sin el cual no existe el
acceso de las mujeres a la igualdad,es el derecho al tra-
bajo, que supone la posibilidad de escoger libremente
una formación y un oficio.Para que la mujer pueda de-
sempeñar su doble función social como madre y como
trabajadora, es indispensable la aplicación de medidas
enérgicas.Ahora bien, una educación que no ofrezca a
la mujer las claves de la civilización técnica y científica
Foto
L a educación, la vida profesional,
la participación en todas las formas
de la vida de la comunidad, contri-
buyen al pleno desenvolvimiento de
la personalidad de la mujer y de la
madre.
I 60 Conclusión

deja al margen del mundo a la mitad de la humanidad,


con graves consecuencias para las interesadas y más
graves todavía para la sociedad.
Frente a la urgencia de las necesidades y a la rapidez
delos descubrimientos técnicos,la educaciónse convierte
en una necesidad permanente, tanto para las mujeres
como para los hombres. Y a medida que se crean los
medios oportunos,las mujeres manifiestan cada vez más
su voluntad de aprovechar las posibilidades de integra-
ción que se les ofrecen.Por ello,en los países en vías de
desarrollo,no cesa de aumentar el número de mujeres
adultas que siguen los cursos de alfabetización,en tanto
que en los países desarrollados,se multiplican las posi-
bilidades de formación profesional existentes para las
mujeres que nunca la recibieron o que debieron aban-
donar su empleo.
Realizar la igualdad de acceso a la educación no consti-
tuye una finalidad en sí. Por ello en el presente folleto,se
ha insistido en que la educación de la mujer constituye
un factor de progreso de la comunidad humana.
Es de esperar que 1970,Año Internacional de la Edu-
cación, uno de cuyos objetivos primordiales es preci-
samente la igualdad de acceso de las jóvenes y de las
mujeres a la educación,ofrecerá al público la oportunidad
de comprender ampliamente no pocos aspectos de este
capital problema y fortalecerá,en las autoridadesrespon-
sables, la convicción de que se requiere una acción más
eficaz en pro de la educación de la mujer.

You might also like