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TRABAJO DE INVESTIGACION
ANALISIS Y CARACTERISITICAS DEL CRIMEN ORGANIZADO
Y BANDA DE DELINCUENTES EN EL PERU
PRESENTADO POR
HUACHO –PERU
2018
INTRODUCCIÓN
1.1 Diagnostico
La delincuencia en el Peru ha aumentado en los últimos años de manera considerable, existe una
gran zozobra entre la población en cuanto a su seguridad, y más aún en cuanto a su vida, siendo
que al ser objetos de algún acto criminal, muchas veces al oponer resistencia la pierden.
Según cifras del Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público cada 5 minutos se comete
un delito en nuestro país y que el 82 % de los peruanos se siente inseguro en las calles según el
estudio del Instituto de Integración y en cuanto al barómetro de las américas, este clasifica al
Perú como el segundo país con mayor inseguridad, siendo Venezuela el ocupante del primer
lugar.
Las modalidades más usuales al momento de realizar actos criminales en nuestro país son, las
famosas bandas de delincuentes y los crímenes organizados, debido a que estas tienen una
mayor eficacia en su actuar, la distribución de funciones así lo permite y el número de
participantes reduce el trabajo y aumenta la eficacia en su accionar. Es preocupante esta
situación debido a que nuevas generaciones están siguiendo el mismo camino.
1.2 Pronostico
Siendo la criminalidad, una de las grandes preocupaciones de nuestro país, aún más preocupante
es su crecimiento y extensión, si esto continua, los ciudadanos las instituciones y demás
entidades públicas se verían afectados, tanto económica, social como políticamente.
2.1 IMPORTANCIA
El siguiente trabajo de investigación con respecto al crimen organizado y banda de delincuentes
en el Perú, aborda relevante importancia con respecto a la política criminal que el Estado ha
adaptado con respecto al análisis y sus características principales de las ramas de la criminalidad
organizada, que más afectan al desarrollo de nuestro país.
Los delitos de tráfico ilícito de drogas y corrupción en el sistema político; sin dejar de lado otros
fenómenos como la minería ilegal, la trata de personas y la delincuencia común.
Se espera que este análisis descriptivo derive en la elaboración de planteamientos y propuestas
de política pública para una mejor y más integral lucha contra este fenómeno.
2.2 ALCANCE
El crimen organizado y la banda delincuencial se manifiesta en la sociedad, en una expresión de
rechazo e inconformidad, una muestra de descomposición social a la cual se requiere aplicar ,
que restaure las relaciones o el estado de derecho del individuo o grupo de individuos a quienes
se les ha trasgredido su estabilidad jurídica.
3 BASES TEORICAS
A lo largo de la historia del Código Penal, los términos agrupación, agrupación criminal,
asociación delictiva, asociación ilícita, organización delictiva, organización ilícita y la de banda
aparte de haber sido consideradas como agravantes de distintos delitos, se han referido
indistintamente a un escenario donde varias personas conforman un grupo con fines delictivos.
Un breve repaso a las modificaciones de los artículos 152, 153, 179, 181, 189, 257-A, 310-C,
317 y 318-A de nuestro Código Penal da cuenta de los usos indistintos que se ha dado a dichos
términos al momento de considerarlos como agravantes. Si bien, al parecer esto no supondría
problema alguno al momento de aplicarlos, no fue del todo así. Es así, que en el Acuerdo
Plenario Nro. 8-2007(1) se discutieron las diferencias entre las agravantes del robo que aluden a
la pluralidad de agentes y a la actuación delictiva de una persona como integrante de una
organización criminal.
3.1 Pluralidad de agentes
En dicho Acuerdo se estableció que, a diferencia de la organización criminal, la pluralidad de
agentes referida en el inciso 4 del primer párrafo del artículo 189 alude a un concierto criminal
entre los agentes, lo cual supone un supuesto básico de coautoría o coparticipación. Asimismo,
establece que estos no están vinculados con una estructura organizacional y no actúan como
integrantes de ella.
Sobre lo que no se pronunció este Acuerdo fue acerca del último párrafo del artículo 189 cuando
señala que “el agente actúe en calidad de integrante de una organización delictiva o banda”.
Estos dos últimos términos, debido a la separación que se realiza, aludirían a conceptos distintos.
Entonces la pregunta es ¿Qué se debía entender por “organización delictiva” y qué por “banda”?;
no obstante, aparecían como parte de una misma agravante. Estos estuvieron vigentes, en esa
misma ubicación, desde 1998 hasta el 2013 cuando un nuevo término ocupó su lugar.
Si bien no se contaba con un consenso en razón de los diversos términos que se venían usando, el
Acuerdo Plenario Nro. 4-2006(3) estableció los parámetros de cómo se debía entender al delito
de asociación ilícita, el cual se venía aplicando de forma subsidiaria al momento de evaluar las
agravantes de los delitos cuando concurrían una pluralidad de agentes.
El Acuerdo Plenario del 2006 señaló como notas esenciales de la asociación ilícita: a) una
relativa organización, b) permanencia o estabilidad, c) un mínimo de personas, y sin que se
materialicen sus planes delictivos. También señaló que se debe abordar en función de la
pertenencia de la persona a la asociación y no en función de los actos delictivos que realice.
Cabe resaltar que este tipo penal sancionaba el solo hecho de ser integrante de una asociación,
hasta la modificación del artículo realizada el 2013(4).
Cuando salieron estas notas esenciales del Acuerdo del 2006, el gobierno peruano en el año 2001
había ratificado la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada
Transnacional o Convención de Palermo (en adelante, Convención), en el cual se dieron algunos
alcances de cómo debía entenderse a un grupo delictivo organizado . Si realizamos una
comparación entre el Acuerdo del 2006 y la Convención vemos algunas similitudes referidas a la
cantidad de personas, la duración en el tiempo y la organización del grupo. Con esto vemos la
adecuación del ordenamiento peruano a la normativa internacional a la que previamente se había
comprometido seguir.
Si bien, a partir del Acuerdo del 2006, ya se contaba con una idea del concepto de asociación, la
diversidad de términos para referirse a ella seguía presente en el Código Penal. Esta situación
cambiaría con la introducción en el ordenamiento jurídico de la Ley 30077, Ley contra el Crimen
Organizado (en adelante, “Ley”). Esta Ley puso final a la jungla de términos que hemos
presentado. El término escogido fue Organización Criminal (en adelante, pero el tipo penal
donde se encontraba todavía seguía siendo el de Asociación ilícita. Cabe resaltar que en la
exposición de motivos de esta Ley se hace énfasis que mediante la introducción de este término
se pretende superar la forzada diferenciación que venía ocurriendo con los diversos términos
mencionados.
Además del nuevo término, la Ley en su artículo 2 estableció una definición de esta como
cualquier agrupación de tres o más personas que se reparten diversas tareas o funciones,
cualquiera sea su estructura y ámbito de acción que, con carácter estable o por tiempo indefinido,
se crea, existe o funciona, inequívoca y directamente, de manera concertada y coordinada, con la
finalidad de cometer uno o más delitos graves.
Si se compara con el artículo 2 de la Convención se observará que, así como el Acuerdo del
2006, esta Ley guarda algunas similitudes con esta. Lo resaltante es que ahora se cuenta con un
solo término que alude a dicha realidad, que fue llamada con tantos nombres que confundía
innecesariamente al operador del derecho. Sin embargo, ocurre un pequeño detalle que no debe
pasar desapercibido.
En la Ley se fijaron las características de la Ocrim, y si vemos el Acuerdo del 2007 observamos
que este no responde para tratar casos donde efectivamente hay una estructura criminal donde los
agentes se relacionan de modo vertical u horizontal en cuestiones de jerarquía. Es decir, la parte
de dicho Acuerdo omitió sobre organización criminal fue cubierta por la Ley, pero no la parte
referida al concierto criminal, donde la nota resaltante es que los agentes no están vinculados a
una estructura organizacional.
Con la implementación de la Ley están definidos cuáles son las reglas penales y procesales que
se aplican a los que son considerados miembros de una Ocrim, pero podría darse el caso de que
el accionar de un grupo de personas no se encuentre dentro de los alcances de esta, y al no haber
reglas claras sobre cómo se les debe tratar se les busque aplicar las reglas de la Ocrim o no se les
aplique nada.
Si bien esta Ley es un avance en la lucha contra el crimen organizado al dar nuevas herramientas
jurídicas a los fiscales y jueces, no se consideró que también hay grupos que no responden a las
características de una Ocrim, que tienen una complejidad y sofisticación propias de esta, así
como el despliegue de las acciones de sus integrantes, como son los casos Álvarez, Belaunde
Lossio, Orellana, etcétera, donde se considera que estos operarían y/o dirigirían una organización
criminal.
Observamos que este tipo penal no podría abarcar plenamente a grupos delictivos de menor
envergadura, que operan en los sectores urbanos y su campo de acción no pasa los límites de una
ciudad y no guardan relación con los casos señalados líneas arriba. Entonces, o se califica su
conducta como propia de una Ocrim o simplemente se menciona que hay un vacío penal y se les
aplica las reglas de la delincuencia común.
4 HALLAZGOS IMPORTANTES
Este fenómeno, de más reciente aparición en el Perú, representa uno de los delitos en auge que
mayor atención requiere por parte del Estado, dado que no solo se dedica a la explotación de
minerales de propiedad peruana (robándole preciados recursos que podrían generar ingresos para
tratar diversos temas sociales pendientes) , sino que también genera externalidades negativas en
relación a la demanda de personal para trabajos forzados y sexuales15 (generando así un
mercado ilegal de trata de personas), a la degradación ambiental (a través de la devastación de
bosques16 ; pérdida de hábitats de diversas especies; contaminación de aires, suelos y aguas con
residuos tóxicos como mercurio o cianuro17), y a la proliferación de problemas sociales como
alcoholismo, desescolarización e inseguridad ciudadana, entre otros.
Los niveles de inseguridad ciudadana en el Perú han aumentado a lo largo de los últimos años.
Las denuncias por la comisión de delitos (que, de alguna forma, son la materialización de la tan
cuestionada percepción de inseguridad) han aumentado en los último 5 años. De acuerdo a la
Policía Nacional del Perú (2014: 26), en el 2010 se registraron 181,866 en el país, mientras que
para el 2014 la cifra alcanzó las 278,184 denuncias. Durante ese período, las cifras no han tenido
un solo retroceso. El mismo reporte menciona que, en el año 2014, el primer departamento con
mayor incidencia delictiva era Lima (con 121,577 denuncias), seguido por La Libertad,
Arequipa, Lambayeque, Callao y Piura. Lo curioso es que estos departamentos (y la Provincia
Constitucional del Callao) presentan algunas características comunes, tales como su situación
costera o el relativamente alto nivel de desarrollo frente a otros departamentos de la sierra o
selva. Pero, ¿cuáles son los delitos más denunciados? Para el 2014, la Policía Nacional del Perú
(2014: 29 – 31) recibió la mayor cantidad de denuncias por delitos contra el patrimonio en las
modalidades de hurto (89,599), robo (77,600), y otras (17,816). En segundo lugar, contra la
seguridad pública, en las modalidades de peligro común (27,246), tráfico ilícito de drogas
(4,448), micro comercialización de drogas (5,112), tenencia ilegal de armas (1,570) y otras
(1,640). En tercer lugar se encontraban los delitos contra la vida, el cuerpo y la salud, haciendo
especial énfasis en la modalidad de lesiones (24,806). Las cifras mostradas indican que existe
una propensión en el Perú a que, a través del tiempo, se incrementen las actividades ilícitas de
robo y hurto. Estas pueden ser cometidas por una persona o por un grupo de personas que siguen
patrones de comportamiento y formas de actuación determinados, con lo cual podría afirmarse la
existencia de organizaciones criminales dedicadas a estos ilícitos. Al respecto, los medios de
comunicación, durante el año 2015, dieron cuenta de muchos casos que hacían alusión a robo de
vehículos, casas, centros financieros, negocios particulares (restaurantes, sobretodo), dinero en
efectivo, etc. En todas estas modalidades, resaltaba el hecho de que siempre se utilizaba la
violencia, el uso de armas de corto y largo alcance, la intimidación, el secuestro, e incluso el
asesinato víctimas directas o de agentes de seguridad privada.
Por otro lado, la extorsión también se ha convertido en uno de las herramientas de bandas
organizadas para el cobro de cupos a diversos actores y empresarios del sector privado. En este
sentido, nuevamente los medios de comunicación lograron el agenda-setting de temas de
seguridad ciudadana a través de múltiples reportajes que daban cuenta de artefactos explosivos
(de guerra) dejados en las afueras de colegios particulares en algunas zonas emergentes de Lima.
Asimismo, el boom de la construcción de viviendas en el Perú21 ha generado que sindicatos y
agrupaciones de obreros de construcción civil se enfrasquen en riñas violentas que involucran el
uso de armas de fuego para conseguir la construcción de obras, actuando como bandas
organizadas con estructura y dinámica propia. Además, el tráfico de terrenos también involucra
la existencia de mafias del crimen organizado que no solo se dedican a estafar a individuos a
través de la compra y/o venta de terrenos que ya tienen dueños legítimos, sino que también
contratan individuos violentos (conocidos en el Perú como “matones”) para apoderarse de los
mismos a la fuerza, sin importar que se pierdan vidas en el camino. Al respecto, diversas
herramientas han sido puestas en marcha por la administración Humala, las mismas que
incluyen, entre otras, la eliminación del 24 por 24, sistema que le permite a los efectivos
policiales trabajar un día en labores policiales y descansar otro. La idea es que el servicio a la
Policía Nacional del Perú sea a tiempo completo a razón de un aumento salarial, el mismo que,
para muchos, no compensaría los ingresos que los uniformados perciben actualmente por brindar
servicios de seguridad a privados en sus días de descanso. En concreto, se busca que en las calles
haya más efectivos policiales; pero sin una estrategia concreta, eficaz y resiliente contra la
delincuencia común y el crimen organizado, los resultados conseguidos no serán más que
efímeros.
5 CONCLUSIONES
La delincuencia es el conjunto de infracciones de fuerte incidencia social cometidas contra el
orden público. Las Pandillas se reúnen entre otras cosas por similitudes en sus problemas y
porque sienten los mismo vacíos.
Una de las principales causas de los delincuentes es que a raíz de todo lo que ocasiona su vida
familiar necesitan y quieren una salida rápida de dinero y solo lo consiguen delinquiendo.
La carrera delictiva generalmente comienza en la adolescencia y finaliza normalmente cuando el
sujeto es de edad media. Un indicio precoz en la carrera delictiva, es un pronóstico de
delincuencia en la etapa adulta, por ello, habrá que estar muy pendiente de los comportamientos
de esos niños o jóvenes para que se enmienden y no continúen en esa tónica.
Dada la dificultad para predecir la delincuencia futura en un sujeto, existen distintos parámetros
para valorarla, tales como la gravedad de los delitos cometidos, la variedad, o la precocidad.
Muchas de las conductas que caracterizan una situación de desadaptación social o emocional,
son también muy comunes en la infancia normal, es decir, aparecen asociadas a un correcto
desarrollo evolutivo, caso de la conducta de mentir, una cierta destructividad, la agresividad, etc.
Es realmente lamentable que la delincuencia organizada se vuelva cada día más prejuicioso para
la población peruana, pues si analizamos las posibles causas para la propagación de este
fenómeno, en opinión propia se encuentra la mala gestión que está realizando las autoridades
competentes, pues el deficiente sistema procesal torna complicado resolver casos. La ola de
inseguridad ciudadana va en aumento, el día a día, robos, amenazas, extorsiones y sicariato por
ajuste de cuentas y cobro de cupos, esto se genera debido al poco resguardo de agentes de
serenazgo, la corrupción la deficiencia en materia de investigación y equipos sofisticados.
6 RECOMENDACIONES
7 FUENTES ELECTRÓNICAS
http://www.red-alas.net/wordpress/wp-content/uploads/2016/02/Criminalidad-
Organizada-en-el-Peru%CC%81-Torres-VF.pdf
https://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/articulos/a_20080526_65.pdf
https://larepublica.pe/sociedad/1223999-el-peru-es-el-segundo-pais-con-las-cifras-mas-
altas-de-inseguridad-solo-venezuela-le-gana
http://www.mpfn.gob.pe/escuela/contenido/actividades/docs/4047_conferencia_prado_s
aldarriaga.pdf
8 ANEXOS