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la práctica de la investigación social supone que el investigador o los equipos de trabajo (ya

que, habitualmente, se trata de una tarea colectiva) inscriban su tarea en determinados


enfoques y perspectivas teórico-metodológicas que sostienen sus propias lógicas. Se trata de
posturas que, si bien se fueron sedimentando a lo largo de la historia, continúan siendo objeto
de críticas, revisiones y ajustes en los ámbitos científicos en general, de las Ciencias Sociales en
particular y también, en cada campo disciplinar conforme se complejiza la concepción del
mundo y del conocimiento.

destacan el carácter sociohistórico de los procesos de producción de conocimientos acerca de


“lo social”.

laramente, la investigación no puede ser concebida como una actividad “aislada” de los
debates, movimientos o controversias sociales. Menos aún de aquellos que se generan al
interior de las Ciencias Sociales que, desde su emergencia en la mitad de siglo XIX y en su
devenir de más de 150 años se fueron plasmando en diversas posiciones metodológicas
respecto de las posibilidades y reglas establecidas para construir conocimiento científico en
este campo. Se trata de disputas entre diferentes concepciones epistemológicas, teóricas y
empíricas vinculadas al conocimiento de “lo social”, en clara confrontación (además) con el
desarrollo de otros campos de la ciencia. Así lo plantea el video que les sugerimos ver, que se
vincula con esta cita de Achilli:

(…) habla de la explicación y de la comprensión como dos grandes tradiciones metodológicas.


La primera vinculada al positivismo, la segunda a las reacciones surgidas, y que tomaron
distintas denominaciones. Para el autor, el Positivismo, representado por Augusto Comte,
tiene como principios que lo identifican: a) la idea de monismo metodológico, es decir, de
unidad del método científico frente a la diversidad de objetos temáticos de la investigación; b)
la consideración de que las ciencias naturales exactas, en particular la física matemática,
establece el canon o ideal metodológico que mide el desarrollo y perfección de todas las
demás ciencias, incluidas las humanidades; c) la visión de la explicación científica como causal,
en sentido amplio, consistente en la subsunción de los casos individuales bajo leyes generales.
En cuanto a la otra posición del debate metodológico, la comprensivista, representada en su
momento por Wilhelm Dilthey,: a) rechaza el monismo metodológico al considerar a las
“ciencias del espíritu” o “ciencias de la cultura” con una especificidad propia, b) se niegan a
tomar a las ciencias naturales como modelo o patrón y c) impugnan la idea de explicación y
plantean que el objetivo de las ciencias sociales es comprender (G. Von Wrigth; op. cit) A estas
dos tradiciones positivista e interpretativista agregaría una tercera que también está presente
en el momento fundacional de las ciencias sociales y, como las demás, continúan hasta hoy
con múltiples y complejas diferenciaciones internas. Me refiero a la tradición dialéctica,
representada por Carlos Marx, que introduce la crítica al conocimiento lineal y empirista desde
una perspectiva totalizadora de la vida social (…). Achilli, L. (2005), p. 33.

En conjunto, las discusiones que se suscitaron a lo largo de la historia contribuyeron a afianzar


el campo de las Ciencias Sociales -y el científico mismo- en la medida en que ciertas “verdades”
presentadas y aceptadas como inmutables fueron cuestionadas o impugnadas dando lugar a
nuevos y variados encuadres teóricos y metodológicos sobre los procesos de producción
científica.

Fundamentalmente, estos aportes plantearon la necesidad de adoptar enfoques


multidisciplinarios para abordar los complejos problemas del mundo social, aunque también
(debemos mencionarlo) tuvieron algún eco en el tratamiento científico del mundo “natural”.
Reconocer estos diálogos e interrelaciones al interior y entre tradiciones investigativas puede
tener el beneficio de trascender ciertas polémicas que sostienen visiones parciales y binarias
del tipo “lo cualitativo” disociado de “lo cuantitativo” o análisis “micro social” separado del
abordaje “macro social”, etc. Si bien no abordaremos aquí estas opciones con profundidad,
solo a modo de mención citamos a Ma. Teresa Sirvent, respecto de las lógicas cuali y
cuantitativas en la actividad investigativa.

La investigadora educativa argentina citada plantea la vigencia de, por un lado, “(…) una lógica
cuantitativa o extensiva que busca resultados de validez estadística para un universo mayor” y,
por otro, “una lógica cualitativa o intensiva que busca penetrar hondo en la complejidad
dialéctica, contradictoria y en permanente movimiento del hecho social; penetrar en los
procesos de construcción por parte de los sujetos de los significados que atribuyen a su vida
según un procesamiento histórico social”. También se advierte que si bien ambas lógicas
tienden a contraponerse, suelen servir a objetivos distintos. Incluso, la epistemología actual
propone, en la misma línea que se viene planteando, “la convergencia de lógicas y de
metodologías de investigación para alcanzar el conocimiento de la complejidad del hecho
social”. Ma. Teresa Sirvent - UBA FILO- Ficha de cátedra (2006), p. 19.

inclusión escolar” que es uno de los pilares de las políticas y programas socioeducativos,
motivo por el cual, como habrán comprobado o comprobarán más adelante, deviene en objeto
de estudio de los módulos que componen esta Especialización. Se trata, sin embargo, de un
término ciertamente polisémico y lo interesante es que esta investigación se hace cargo de
este aspecto y lo problematiza, conceptualizando a la inclusión a partir de los diversos
significados que les asignan los actores socioeducativos, en diálogo con las perspectivas
teóricas adoptadas por sus investigadores.

Como apreciarán, ya desde estas primeras páginas se pone en evidencia que los procesos
investigativos nunca se producen “en el aire”. En palabras de unos investigadores que
aprovechamos a presentarles y que volveremos a consultar en la siguiente clase:

La investigación educativa es analizada como un entramado de prácticas sociales que se


desarrolla en función de contextos históricos específicos y marcos institucionales que lo
condicionan y le otorgan orientaciones particulares (Wagner et al., 1999; Neiburg y Plotkin,
2004). En Palamidessi, Suasnabar y Gorostiaga (2014) p. 50

El estudio se desarrolló entre los años 2010 y 2011; un tiempo histórico definido.

Estuvo a cargo de un equipo integrado por profesores y graduados: una condición particular: el
trabajo colaborativo de “especialistas” e “iniciados”,

de la Carrera de Pedagogía y Educación Social; otra particularidad, el propósito de construir


conocimiento para la formación profesional de los educadores sociales);
del Instituto Superior de Tiempo Libre y Recreación, establecimiento estatal de nivel superior
no universitario; otra singularidad: la investigación como una actividad no frecuente en este
ámbito, a diferencia del universitario,

de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; en el contexto de una jurisdicción concreta y

se realizó en el marco de una Convocatoria a proyectos de investigación gestionada por el


INFOD en el año 2009; un marco institucional particular: una política pública nacional de
fortalecimiento de la formación, que define criterios sobre temáticas prioritarias, asigna
financiamiento y define rubros financiables, determina tiempos, evalúa y selecciona las
propuestas de trabajo.

Analicemos ahora más pormenorizadamente la investigación que tenemos entre manos.


Habrán observado que en la “introducción” del informe se deja claro cuál es el “marco
analítico” o el “marco teórico” que la sustenta dando cuenta, a su vez, de los supuestos
metodológicos del estudio. Antes aún, se identifica el objetivo del estudio que los
investigadores se plantearon, en este caso formulado en primera persona del plural.
Registremos puntualmente lo que allí se dice:

“(…) buscamos indagar sobre los sentidos que los educadores y las educadoras, que llevan
adelante actividades socioeducativas, construyen respecto de la vinculación de sus prácticas
con las trayectorias educativas y la inclusión escolar de los sujetos con quienes trabajan.”

La controversia “agencia o estructura”

a que refiere a las relaciones que se establecen entre agencia y estructura social. Pongámoslo
en términos de Sautu, autora a la que ya acudimos en anteriores oportunidades:

La agencia humana es definida como la capacidad autónoma que tienen los sujetos sociales de
construir su propia vida e influir en los procesos sociales en los cuales participan en interacción
con otros sujetos. Algunas corrientes teóricas consideran a la estructura y el sistema social
como el resultado de esas interacciones. Otras, en cambio, aún aceptando un margen para la
agencia, privilegian en sus explicaciones los condicionamientos societales. Sautu, R. (2005) p.
44.

En el caso de la investigación que estamos analizando, tanto la opción por abordar el campo
socioeducativo estudiando los “sentidos” con que los educadores interpretan y orientan sus
prácticas, como el tipo de conceptos que se utilizan y los términos en los que los definen dan
cuenta de un claro posicionamiento frente a este debate “agencia-estructura”. Observarán
que se plantea una idea de sujeto social que construye sentidos, no meramente personales,
sino que a su vez son resultado de la apropiación de un determinado significado social que se
construye en una trama de relaciones sociales, señalan los investigadores. En palabras de
Achilli:

Desde tal concepción social del sujeto es posible reconocer en los entramados de sus prácticas
y representaciones tanto aquellas tendencias que hegemonizan (dominantes en) un tiempo
(histórico determinado), como las posibilidades de transgredirlas, de crear nuevas formas, de
zafar de imaginarios cristalizados, preconstituidos, de escapar a mecanismos coercitivos.
Achilli, L. (2005), p. 27.

El supuesto que están explicitando los investigadores es que los significados que los
educadores construyen sobre sus prácticas socioeducativas se fueron “amasando” en
interacción con las ideas dominantes en nuestra época en el campo educativo, en el ámbito de
sus políticas e instituciones, de los programas socioeducativos. Lejos de ser el producto de
“discusiones bizantinas” o de constituir cuestiones meramente discursivas, son verdaderas
interpretaciones con un efecto importante sobre la orientación que tienen las prácticas
cotidianas. Continuemos con nuestro análisis…

Hablar de “metodología” es eso y es más que eso: es referir a posicionamientos teóricos


asumidos en al marco de una investigación. Por eso los investigadores deben explicitar no solo
los conceptos que ponen en uso en el estudio y los significados que les atribuyen, sino también
las decisiones que tomaron para dar respuesta a la pregunta acerca de cómo conoceremos el
objeto de investigación o a través de qué proceso investigativo específico. A esta altura
coincidiremos en que brindar esta información resulta una “condición” para la tarea de
investigación y, al mismo tiempo, disponer de ella constituye un “derecho” que se debe
garantizar al lector para que logre situar y resignificar la producción teórica.

Para leer y analizar la “Metodología” del informe

Vuelvan a leer detenidamente el apartado de “Metodología” del informe: ¿qué tipo de


información aporta respecto de cómo se abordó el objeto de investigación?

En este apartado los investigadores pormenorizan el trabajo realizado en sus diferentes


etapas, desde la problematización inicial hasta la discusión de los resultados. El recorrido
involucra diversos asuntos teóricos y prácticos, en diálogo con distintos actores, realizando una
variedad de actividades y aplicando determinadas estrategias metodológicas para construir el
material empírico o corpus de datos (como suele denominarse) que luego serán interpretados.
Pero por el momento, nos interesa puntualizar las siguientes cuestiones, como para que
ustedes contrasten con lo que analizaron releyendo la “Metodología”:

Los investigadores adoptaron un abordaje metodológico de tipo cualitativo, en sentido amplio,


coherente con el paradigma epistemológico y relativo a la teoría social que sostienen.

Este carácter cualitativo, como lo venimos planteando, no se “deriva” naturalmente de que los
“métodos” y “técnicas” utilizados para la recolección e interpretación del material empírico,
incluyan o no la consideración de operaciones matemáticas o mediciones, etc.
Fundamentalmente, está asociado a determinadas formas de entender el conocimiento
científico y el mundo social.

La investigación siguió un plan sistemático de trabajo, lo cual remite a determinadas reglas a


seguir, aunque concebidas de manera flexible, atendiendo a las condiciones y avatares del
proceso.
Lo producido se describe como un trabajo colectivo y reflexivo sostenido que incluyó
“devolución” y discusión de los resultados en diferentes instancias y con diversos actores.

eniendo en cuenta lo que se plantea en el informe reflexionen en torno a los siguientes ejes:

¿Alguna experiencia transitada por ustedes (o por colegas, eventualmente) en actividades


educativas o socioeducativas se vincula de algún modo con una o más de las “figuras”
relacionadas con la inclusión? ¿En qué situación se planteó? ¿Cómo vinculan conceptualmente
esa figura con la situación escogida?

¿Qué idea/s relativas a la inclusión (la igualdad, los derechos, etc.) que han ido explorado en
esta Especialización se vincula/n con las figuras construidas por la investigación que
abordamos?

Cuáles son las dimensiones de la metodología?

Dimensión I: Epistemológica

Se refiere a las decisiones que el investigador toma sobre los conceptos, categorías,
cuestiones,

finalidades, con las cuales se construye el objeto de investigación.

Dimensión II: Estrategia general de investigación

Concerniente a las decisiones que el investigador debe tomar sobre las líneas generales
previstas como

andamiaje del trabajo de investigación.

Dimensión III: Técnicas de la obtención y análisis de información empírica

Corresponde al conjunto de decisiones que el investigador toma en relación con la elección y

aplicación de técnicas de recolección y análisis de información empírica.

Cada una de estas dimensiones se corresponde con las fases o momentos del proceso de
investigación,

tal como se presenta en el siguiente cuadro:

DIMENSIÓN I

DIMENSION EPISTEMOLOGICA

Se refiere a las decisiones que el investigador toma sobre el objeto, la/s preguntas del
problema

de investigación (proceso de focalización: De la situación problemática al objeto-problema de

investigación), los conceptos, categorías, los antecedentes de la investigación, sus objetivos,

su relevancia, etc.: ¿Qué objeto estoy construyendo? // ¿Respondiendo a cuáles


interrogantes?//

¿Con cuáles conceptos? (aparece la posición teórica)// ¿Con qué categorías? // // ¿Para qué?
(Sentido y significado del conocimiento, INTENCIONALIDAD) // ¿Con quién o quiénes?

(Diversas modalidades de investigación: EL PAPEL DE LOS SUJETOs

La unidad objeto-problema es la génesis de una investigación.

Veamos algunos aspectos importantes:

a. Objeto-problema es una UNIDAD, pero hay aspectos que los diferencian. Así,

EL OBJETO ES EL FOCO DE LA REALIDAD SOCIAL DONDE SE

AJUSTA LA LENTE PARA LA INVESTIGACION.

EL PROBLEMA SON LAS PREGUNTAS QUE SE LE HACEN AL OBJETO.

Por ejemplo, si el objeto es4

"La situación curricular actual de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) y las

representaciones sociales de los actores involucrados".

De este objeto puede ser "interpelado" o investigado a la luz de diferentes preguntas que

constituyen el problema de investigación de cada investigación en particular, como por

ejemplo:
* Actualmente en Ciencias Sociales existen diferentes maneras de abordar la generación

de conocimiento científico; es decir diferentes maneras de “hacer ciencia” en ciencias

sociales. Esta posición es contraria al monismo metodológico que suponía la

existencia de un sólo método, el método científico tomado de las ciencias naturales.

* Se asume la existencia de diferentes lógicas y estrategias de investigación. Cuando

se habla de lógica de investigación se hace referencia a las concepciones básicas

diferenciadas del hecho social que subyacen a los diferentes “modos de operar” en el

proceso de construcción del objeto, es decir, en el proceso de confrontación de un

“corpus teórico” con un “corpus empírico”. (Ver Apartado I).


A. Diferentes concepciones del hecho social6

El hecho social concebido como una

“cosa” que se “descubre”

El hecho social concebido como una

“estructura de significados”

Este par lógico hace referencia a diferentes concepciones del hecho social.

El hecho que se descubre: el hecho social es concebido como algo dado “independiente

de los sujetos que lo investigan”. El investigador “debe separarse” de lo que es


investigado; no implicarse afectivamente con el mismo; implica un tratamiento de lo

social de modo análogo al de los fenómenos naturales. El investigador debe constatar la

presencia de la verdad en el objeto y “extraerla”. Se asimila los hechos sociales a los hechos
naturales, que tienen sus propias leyes que gobiernan su funcionamiento, más

allá del tiempo y del espacio.

El hecho que se construye: conocer el hecho social es conocer los significados que

los actores le atribuyen al mismo. El objeto de investigación se construye según los

significados que los actores y el investigador le atribuyen al mismo. El investigador “se

sumerge” en la realidad en estudio y sus reacciones se convierten en datos científicos.

El interés central está en la cuestión de los significados que las personas le atribuyen a

los hechos y sucesos, en sus acciones e interacciones dentro de un contexto histórico y

social determinado y en la construcción de dichos significados por el investigador. El

estudio de los seres humanos supone una perspectiva interpretativa. Crean y construyen

interpretaciones significativas sobre el ambiente físico y social que los rodea.


* Lógica cualitativa o intensiva: es la que está más cerca de enfatizar la inducción

analítica y de buscar la generación de teoría, la comprensión, la especificidad y las

verdades hipotéticas. Es la que habla de trabajar con pocos casos para profundizar el

significado que la población le otorga al hecho social; la que habla de construir la

dialéctica de los procesos de comprensión de una totalidad, más que desgajarla en

variables. Es la que busca construir los esquemas conceptuales más adecuados a las

realidades en estudio a partir de la información empírica más que verificar hipótesis

predeterminadas de relación causal entre variables. No busca explicar; busca

comprender, holísticamente, en un sentido de totalidad, dialécticamente, por qué un

hecho social deviene o es de esta manera y no de otra. Se busca la esencia por detrás de

las apariencias. Es la que trabaja con la implicación del investigador en la realidad

estudiada; es la que no habla de neutralidad valorativa sino por el contrario de la

existencia de supuestos ideológicos que deben explicitarse, de emociones que son parte

de la construcción del dato científico. Es la que busca comprender a través de técnicas

que no producen datos medibles, como las historia de vida, la observación participante,

los diarios íntimos, las entrevistas abiertas, las reuniones grupales, el cine, el video, los

dibujos, la dramatizacion (etc.) el significado, el sentido profundo que las personas y los
grupos le atribuyen a sus acciones; la trama histórica y dialéctica , a veces llena de

contradicciones que da sentido a sus vidas, a sus acciones, las luchas sociales, las

fuerzas contradictoria económicas, políticas y sociales que se entraman y se procesan en

las historia de vida individual y social. Se busca comprender las acciones de un

individuo o de un grupo insertas en una trama de la totalidad de su historia y de su

entorno social. Se opera en un proceso en espiral de combinación de obtención de

información empírica y análisis. Como señalan Schatzman y Strauss en el ejemplo de la

investigación del hospital trabajada en los trabajos prácticos:

(…) es como procedemos, moviéndonos de acá para allá, entre la recolección de

información y su análisis. Los dos procesos son virtualmente semejantes, aunque

frecuentemente estén separados en el tiempo: a veces separados por algunos días o

semanas, a veces ocurriendo en el transcurso del mismo día o de las mismas horas.

Hay múltiples realidades. El hecho

social (estas realidades) son

construcciones que los actores, los

sujetos "van edificando" a lo largo

de sus interacciones con el

entomo social. Conocer el hecho

social es conocer los significados

(ínterconectados) que los actores y

los investigadores le atribuyen)

¿Qué se busca

para conocer el

mundo?

1¿Son posibles las

conecciones

causales?

2. ¿Qué contribuye

la investigación al

conocimiento?

Conocer implica explicar,


fundamentalmente identificar

asociaciones entre variables y

poder "armar" modelos de

explicación científica de

validez universal

Identificar conexiones

"lineales" de causa y efecto

Leyes de validez universal

Venezuela

Verificar hipótesis que se

desprenden (deducen) de

teorías precedentes, hipótesis

específicas como respuesta

anticipada a cada pregunta.

Conocer implica comprender

Captar la unidad de sentido, la

esencia por detrás de las

apariencias que dan cuenta de las

acciones humanas. Captar la

"caja negra" que se esconde por

detrás de una relación entre

variables. Comprender implica

captar un todo dialéctico y

específico, un amarrado de historia

social e historia individual con sus

idas y vueltas, sus

contradicciones, sus relaciones

multidireccionales.

HERMENEUTICA

1- Hecho social concebido como una "construcción" de "estructura de significados"


2- Pluralismo metodológico

3- Comprensión de los fenómenos sociales

4- Enfasis en la singularidad de los fenómenos.Posibilidad de transferencia de esquemas

conceptuales de validez comprensiva.

5- Énfasis en la Construcción de conceptos( categorías conceptuales y tramas teóricas)

6- Construcción de categorías

7- Énfasis en Contexto de descubrimiento

8- Importancia de la subjetividad en la construcción del dato científico.

9- Negación de la neutralidad en la construcción de la evidencia empírica

10- No se trabaja con medición

La Tradición Hemenéutica

La Hermenéutica o Ciencia de la interpretación

El hecho social es una estructura significante. La base del hecho social es el significado

que el sujeto va confiriendo a sus acciones, a las acciones de los demás y a las cosas.

Esos significados se construyen socialmente.

La conciencia individual es siempre social, es intersubjetiva, lo que instala la mirada en

la “interacción”, la “comunicación” y el “lenguaje”, no sólo cómo vehículo sino

como estructura significativa que debe ser decodificada. La vida cotidiana y el sentido

común es el campo para entender los significados. Se busca comprender lo que piensan

del mundo social los que viven en él , construyendo conceptos que son construcciones

de 2do orden ya que el investigador también es un ser significante.

Esto nos lleva a un “pluralismo metodológico”. Aquí no se presentan métodos únicos,

sino que se considera que la naturaleza social requiere de un dispositivo epistemológico

propio. NO se puede conocer la realidad sociocultural con el mismo dispositivo con que

se conoce la realidad natural. Se busca la comprensión de los fenómenos. Se buscan

unidades de sentido que den cuenta de la trama de significados compartidos por un

grupo social. Se busca captar las dimensiones subjetivas que constituyen la complejidad

de los significados. Se enfatiza el “superar las apariencias para llegar a la esencia”.

37

Hay un énfasis en la “singularidad” de los fenómenos.

No se trabaja con variables y no se toman compromisos tempranos. Y se van generando


categorías que dan cuenta de la realidad estudiada. Son conceptos que me ayudan a

conocer el objeto. Y tal vez esos conceptos podrían potencialmente ayudarme a conocer

otras situaciones, a través de un “proceso de transferencia” por su fuerza comprensiva

pero NO ES GENERALIZABLE.
En este paradigma la realidad es captada más que por modelos matemáticos y

estadísticos, por la construcción de conceptos y categorías.

En esta construcción el “investigador se implica” y construye significados construídos

por otros y ese proceso se realiza en interacción . Un componente fundamental es la

comprensión de las “reglas de juego” del contexto, que están implícitas en el lenguaje.
A esta idea de poner el acento en la compresión de lo que aparece en la interacción se le

añade la idea que por consiguiente la interacción”es” lenguaje. El “lenguaje” permite

descubrir las reglas de juego de un grupo social, sus modos de vida cotidiana, sus

significados; la unidad de sentido que “otorga sentido” a las piezas de un rompecabezas

en “apariencia” fragmentado y a veces contradictorio. Se resalta entonces la importancia

de “sumergirse” en la vida cotidiana del grupo, en sus interacciones sociales para

facilitar el descubrimiento de esta unidad de sentido.

En esta tradición no se trabaja con la lógica de variables que se miden y cuyas

relaciones se expresan en estructuras matemáticas sino que se trabaja con la

“identificación y construcción” de categorías referidas a los significados o estructuras

de significados que posibilita las interacciones de un grupo social. Busca la “esencia”

que hay detrás de la “apariencia”, busca develar esa “caja negra” de significados que

circulan en un grupo social determinado.

anchili

“lo metodológico” supone una intersección de consideraciones epistemológicas, teóricas y


empíricas que se concretizan en un determinado proceso de investigación.

En cuanto a la otra posición del debate metodológico, la comprensivista, representada en su


momento por

Wilhelm Dilthey,: a) rechaza el monismo metodológico al considerar a las “ciencias del


espíritu” o “ciencias de la

cultura” con una especificidad propia, b) se niegan a tomar a las ciencias naturales como
modelo o patrón y c)
impugnan la idea de explicación y plantean que el objetivo de las ciencias sociales es
comprender (G. Von Wrigth; op. cit) 10

: “Conocer lo educativo a través de la investigación es un proceso que requiere, desde nuestra


perspectiva, un primer reconocimiento de la complejidad del campo educativo”

El cómo se van resolviendo y articulando, en una determinada investigación estos tres


procesos construye/ dibuja determinadas lógicas de trabajo. Nuevamente, lo que aquí interesa
es si la articulación que se da entre estos procesos resulta coherente en el interior del contexto
teórico que subyace en todo proceso de investigación.

En otras palabras, nos preocupan los modos de articulación entre el cómo se van concretando
las distintas

opciones metodológicas que se van tomando a lo largo del proceso de investigación y su


relación con la teorización

del campo social a estudiar que da sentido a al conjunto y a cada una de dichas opciones. Es
decir, los modos en que se construyen y sustentan determinadas lógicas de investigación.

Una importante diferencia de estas lógicas de investigación con las que se sustentan en
modalidades disyuntivas es que, en el proceso de análisis, más que resumir/ simplificar la
información se trata de desmenuzar el material y ampliar, contextualizar, producir
descripciones cada vez más integrativas, construir anticipaciones hipotéticas, rastrear indicios.
A su vez, dicho proceso de análisis contiene también procesos de interpretación que difieren
de cómo se los entienden en las lógicas ortodoxas.

Aquí la interpretación -integrada al proceso analítico, por lo que hablamos de “análisis


interpretativo” (E. Rockwell; 1987)21- se la considera en un doble sentido. Por un lado,
significa la búsqueda de los nexos conceptuales con que se va construyendo el objeto de
estudio en sus diferentes niveles de abstracción. Por el otro, se entiende

“interpretar” en el sentido de “entender” los significados que producen los sujetos en sus
contextos particulares.

“Entender”, como diría C. Geertz (1987) el sentido de los “conocimientos locales” o “el mundo
conceptual en el que viven los sujetos”22. La lógica de pensamiento dialéctico vinculada a una
concepción de la complejidad social

posibilita el uso de estrategias extensivas e intensivas a condición de controlar coherencia y


recursividad permanente.

Veamos ahora el esquema que supone lo que denominamos lógicas complejas/ dialécticas.
Parten de concebir el mundo social/ socioeducativo como complejo, contradictorio y en
permanente movimiento. Reconocer tal complejidad supone relacionar distintos niveles y
órdenes de mediaciones en los procesos sociales. Niveles socioestructurales, institucionales y
cotidianos interactuando en una “dialéctica relacional” (F.Ferrarotti; 1990)19 con las
experiencias y las significaciones que construyen los sujetos en sus nexos de
condicionamientos objetivos.

Por lo tanto, el acceso al conocimiento de tal complejidad requiere de la implementación de


una lógica de investigación que sea respetuosa de la misma y no que se la proclame para
violentarla en la práctica, como ocurre a veces. Es decir, una lógica de investigación que,
coherentemente, se despliegue en un proceso dialéctico en el que no se disocien las
concepciones teóricas y empíricas en la generación de conocimientos. Una lógica que, a su vez,

contiene una reflexividad crítica de auto objetivación del mismo proceso en sí.

Los referentes conceptuales

Hablamos de referentes conceptuales en un proyecto -o proceso de investigación- aludiendo al


cuerpo conceptual que permite iluminar, recortar y dar sentido a determinada problemática a
investigar. Tales referentes, con los que se construye determinada direccionalidad conceptual
orientan el proceso de investigación y va otorgando coherencia y consistencia a la
construcción del objeto de estudio

Los referentes teóricos o conceptuales nos permiten desde visualizar y delimitar cierta
problemática hasta orientar y hacer inteligible la construcción de las relaciones que la
constituyen. O sea, permiten orientar todo el proceso de investigación: desde la construcción
del problema de investigación hasta la construcción del objeto de estudio.

Interpretación: remite a la comprensión de los significados de las prácticas de los sujetos aun
cuando puede remitir a diferentes niveles de “significado” y muchos lugares “desde donde” se
comprende (trate de ampliar esta idea en las páginas. 35/36).

Sobre esta conceptualización, enfaticemos dos ideas sobre las cuales es importante tomar
nota:

1°) Lo metodológico en la investigación social refiere a las diversas cuestiones sobre las cuales
el investigador toma posición en el proceso de conocimiento y que van más allá de los
métodos y técnicas que utiliza para relevar la información sobre la problemática que estudia;
cuestiones que, para las personas poco familiarizadas con este campo, aparecen como la parte
más visible: las entrevistas, encuestas, observaciones, estudios de documentos y estadística,
entre otras.

2°) El carácter de construcción teórica de toda investigación pone en el centro de la escena la


cuestión del “cristal con que se mira”, es decir, de las perspectivas o enfoques que se ponen en
juego, y que están vinculados con las siguientes cuestiones:

Los planteamientos más generales y abstractos acerca de los procesos de inteligibilidad y/o los
criterios de cientificidad que se han planteado / se plantean en torno a las polémicas entre
distintas tradiciones epistemológicas (tema que trataremos en la próxima clase).

Las distintas concepciones del mundo social, las producciones teóricas sobre su
desenvolvimiento, el modo de acceder a su conocimiento que se expresan en las denominadas
teorías sociales.

Y, finalmente, el conjunto de prácticas concretas, de resoluciones teóricas/ conceptuales y


también empíricas que están implicadas en un proceso de investigación.

(Cita de Achilli, 2005, pp. 31)


Esto, dicho de otro modo, significa que, en un proceso de investigación, siempre se toma
posición frente a determinadas cuestiones o, si se quiere, se va respondiendo a una serie de
interrogantes, algunos de los cuales son:

¿Qué significa “conocer”? ¿Qué del complejo mundo social puede ser conocido y de qué
maneras se hace “ciencia”?

¿Cómo funciona la sociedad? Y, en este marco, ¿de qué naturaleza son o qué carácter tienen
las problemáticas y los procesos sobre los que interrogo para conocerlos?

¿Cómo voy a conocerlos, a través de qué proceso investigativo específico?

Las respuestas que se encuentren a estos interrogantes constituyen los supuestos teórico-
metodológicos que subyacen a toda labor investigativa y la fundamentan. Esta particular
forma de construir conocimientos, que ya caracterizamos como de una búsqueda deliberada
de sistematicidad y coherencia en el proceso de trabajo, diferencia a la investigación de otro
tipo de producción de conocimientos. Este propósito se despliega, entre otras dimensiones, en
la interrelación “teoría-empiria” que distingue a la investigación como práctica social. Esto
quiere decir que el investigador construye y analiza “material empírico” que refiere al “objeto”
de indagación que ha definido para su estudio. Para ello, pone en uso procedimientos
específicos con el propósito, digámoslo de esta manera, “de interrogar a la teoría”, de poner
en cuestión la “lente” con la que están mirando los fenómenos sociales, con la intención de
contrastar sus supuestos teóricos con los “datos” de la realidad que ha construido.

En este sentido, la teoría es el hilo conductor, el andamiaje que atraviesa todas las etapas de
una investigación. Esto supone una conceptualización de teoría no simplemente como marco
teórico. En esta definición amplia, como describimos anteriormente, la teoría incluye los
supuestos del paradigma en el que trabaja el investigador, las teorías generales acerca de la
sociedad y el cambio histórico, las proposiciones y conceptos de la teoría sustantiva, las teorías
y supuestos relativos a la medición, la observación y construcción de los datos, y cuestiones
vinculadas a la construcción de regularidades empíricas y la inferencia de proposiciones y
conceptos teóricos. En síntesis, los investigadores interrogan la realidad desde teorías y
modelos de análisis sugiriendo preguntas e hipótesis acerca de cómo contestarlas. Para
responder a los objetivos de investigación se construye la evidencia empírica utilizando
métodos que dependerán del enfoque teórico elegido.

Las respuestas que se encuentren a estos interrogantes constituyen los supuestos teórico-
metodológicos que subyacen a toda labor investigativa y la fundamentan. Esta particular
forma de construir conocimientos, que ya caracterizamos como de una búsqueda deliberada
de sistematicidad y coherencia en el proceso de trabajo, diferencia a la investigación de otro
tipo de producción de conocimientos. Este propósito se despliega, entre otras dimensiones, en
la interrelación “teoría-empiria” que distingue a la investigación como práctica social. Esto
quiere decir que el investigador construye y analiza “material empírico” que refiere al “objeto”
de indagación que ha definido para su estudio. Para ello, pone en uso procedimientos
específicos con el propósito, digámoslo de esta manera, “de interrogar a la teoría”, de poner
en cuestión la “lente” con la que están mirando los fenómenos sociales, con la intención de
contrastar sus supuestos teóricos con los “datos” de la realidad que ha construido.

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