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la palabra
intersubjetividad en un sentido diferente – como un tipo de experiencia humana
interpersonal en la que una persona puede entender los pensamientos, sentimientos o
intenciones de otra persona". la capacidad humana de la intersubjetividad esta basada
en nuestra capacidad innata para notar sutiles expresiones faciales, movimientos
corporales, postura, escuchar minúsculas variaciones en el tono de voz, e inferir las
intenciones, basados en el contexto del comportamiento del otro. "la intersubjetividad
en un solo sentido", que puede ser descrita como "Sé lo que estás sintiendo". Una
experiencia más complicada es la intersubjetividad de dos vías, mejor capturada por la
frase: "Yo sé que sabe lo que estoy sintiendo, y viceversa".
Las personas clasifican las cosas en categorías y asignan etiquetas a estas categorías ;
es una de las muchas estrategias que utilizamos para procesar, codificar y almacenar
información de manera más eficiente. Independientemente de si estas "cosas" consisten
en perros, alimentos, obras de arte, o medios de transporte, los estudios sugieren que una
vez que las personas han desarrollado algún grado de familiaridad con los miembros de
un grupo, intuitivamente se dividen los miembros de ese grupo en subgrupos basados en
las propiedades individuales de los miembros del grupo.
Permítanme comenzar por destacar algunos de los hallazgos más aceptados que están
emergiendo de la neuropsiquiatría y el neuropsicoanálisis.
el hemisferio derecho del cerebro- por sus densas conexiones recíprocas con regiones
límbicas y áreas subcorticales- es el dominante en el procesamiento de experiencias
afectivas y de apego 2009). En relaciones madre-infante exitosas hay una compleja
interacción entre contacto visual, vocalizaciones, expresiones faciales, gestos manuales y
movimientos de los brazos y la cabeza que confluyen para expresar emociones y
conciencia interpersonal. "hemisferio derecho-a-hemisferio derecho" (desde el de la
madre hacia el del infante). Una implicancia de lo cual es que experiencias de apego
inseguro y sus sequelas emocionales negativas tienen su mayor afecto en el
funcionamiento del hemisferio derecho y por lo tanto son frecuentemente inconcientes y
no fácilmente accesibles a través del lenguaje (Schore, 2009). otros han explicado
elocuentemente cómo tales estados afectivos negativos—y acompañando modelos
implícitos del yo y el otro—se disocian, tal vez para mostrarse en sueños o ser puestos en
escena en la transferencia que se desarrolla en una psicoterapia de largo plazo.
Por último, me gustaría sugerir que así como las psicoterapias exitosas incitan a los
clientes y los ayudan a lidiar con una variedad de estados afectivos, lo mismo es cierto en
el caso de la evaluación psicológica. Es decir, si queremos emplear nuestras
evaluaciones psicológicas para ayudar a los clientes a sanar y a curarse (como aspiramos
en Evaluación Terapéutica)- y no sólo comportarnos como fuentes de información sobre
las psicopatologías y las personalidades de los clientes – necesitamos aprender a
maximizar el impacto emocional de nuestras evaluaciones. Y como recién mencionaba,
esto en parte significa aprender a emplear material de evaluación emocionalmente
activador para el máximo beneficio.
Para ilustrar lo que quiero decir, me gustaría cerrar mostrando una grabación de una
interacción reciente con una cliente, la cual me dio permiso para reproducirla para
ustedes.
Durante la década de 1950, el trabajo teórico y aplicado sobre validez de los tests floreció.
Como parte de estos avances, algunos expertos en Evaluación Psicológica comenzaron a
sugerir que los nuevos desarrollos de tests destinados a ser utilizados para selección de
personal deben demostrar la posibilidad de añadir predicción a los resultados más allá de
lo que era posible con las mejores estrategias de evaluación disponibles. (Cronbach &
Gleser, 1957). Basándose en esta labor, así como de las aportaciones de Campbell
(Campbell, 1960; Campbell & Fiske, 1959) y las recomendaciones de la Committee on
Psychological Tests de la American Psychological Association (1954), fue Sechrest (1963)
quien propuso por primera vez y articuló el concepto de validez incremental.
Investigación
Cuando las nuevas pruebas son desarrolladas o cuando las pruebas ya establecidas son
revisadas, hay numerosos factores éticos, clínicos, y de investigación para ser
considerados. Aunque raras veces indagado por los investigadores, una consideración
importante asociada con cualquier nueva prueba psicológica es su validez incremental
sobre cualquier prueba alternativa disponible para evaluar el mismo constructo. Esta
forma de validez incremental es valiosa cuando una nueva prueba es creada y cuando un
instrumento más viejo es revisado o actualizado (véase Haynes y Lench, 2003), pero es
importante particularmente cuando una nueva escala es creada como un agregado a un
inventario multiescala ya existente. En este caso, es importante justificar como la nueva
escala proporciona información que no estaba anteriormente disponible o era obtenida en
forma menos apropiada. Sin datos que aborden este punto, sería posible crear una
proliferación casi infinita de ítems o variables reconfigurados. Aunque Goldberg planteara
su desafío desde la perspectiva de validez comparativa más que de la validez
incremental, la tarea comparativa ejemplifica una de las barreras críticas de validez
incremental articuladas en la formulación original de Sechrest (1963). Específicamente, si
los inventarios comerciales no proporcionan un incremento en la validez sobre los
inventarios libremente disponibles, no hay ninguna razón psicométrica para preferirlos.
Las evidencias iniciales de Goldberg sugieren que los inventarios comerciales no ofrecen
una confiabilidad superior o clara validez incremental en relación con sus colegas
libremente disponibles. Sin embargo, como con todos los instrumentos, hay distintos
factores a considerar al seleccionar un test más allá de la validez incremental.
el problema del criterio a menudo sea formulado para aplicarse solamente a las
dificultades en la determinación de si una decisión o juicio son correctos, es útil enmarcar
el problema de una manera más amplia que se emplee en todos los ámbitos de aplicación
de la evaluación. Las variables criterio que tienen pobre confiabilidad son problemáticas
porque ellas producen una disminución artificial de las asociaciones con las variables de
predicción, y obstaculizan los esfuerzos para desarrollar ecuaciones de predicción válidas
y replicables. De este modo, siempre que sea factible de hacer así, los investigadores
deberían intentar mejorar la confiabilidad del criterio o escoger un criterio más confiable.
Muy frecuentemente, sucede que los investigadores diseñan sus estudios y analizan sus
datos sin la atención suficiente de como la validez incremental ha sido evaluada y
analizada en relevantes estudios previos. Esto no significa que los investigadores estén
limitados por los estudios anteriores; más bien esto quiere decir que, por ejemplo, debería
haber intentos de replicar conceptualmente los hallazgos previos usando estrategias
similares para el orden de ingreso de las variables en los análisis de regresión múltiple o,
en diseños experimentales, o proporcionando los datos de evaluación a los jueces en un
orden comparable con lo encontrado en la investigación anterior. También debería ser
posible para los investigadores, en muchos estudios de correlación, conducir directamente
los análisis enfocándose en replicar los resultados anteriores (p. ej., las variables son
ingresadas en el mismo orden en que fue hecho en un estudio anterior). En casos en los
cuales estos análisis no son de interés central para el investigador, debería ser posible
que los resultados de tales análisis sean descritos en unas pocas líneas en el texto.
demostrar ser importante para adaptar el tratamiento en una fase subsecuente. Por
ejemplo, la información obtenida de la observación directa de un paciente que relata el
comportamiento social fóbico puede proporcionar poca validez incremental en el alcance
de un diagnóstico exacto sobre el autoinforme del paciente. Tal información, sin embargo,
puede ser valiosa en la determinación de objetivos relacionados con los déficits sociales
como parte del tratamiento.
reconocieron que "una de las primeras medidas para avanzar en la comprensión científica
de cualquier fenómeno es nombrar y clasificar sus componentes de manera significativa"
(p. 224). Sin embargo, obligados por la evidencia, Meyer y Kurtz recomendaron
abandonar la viejísima distinción entre "objetivo" y "proyectivo", recomendando el uso de
títulos específicos tales como Método de las manchas de tinta de Rorschach (1921/1942)
cuando otras alternativas propuestas parecen adecuadas. En seguimiento a esta
recomendación, en este artículo presento un sistema de clasificación de los test
psicológicos que es formal, lógico, y evita las dificultades que han surgido en el pasado
cuando los test fueron clasificados por las similitudes que a menudo resultaron
superficiales y descriptivas, y que tendían a confundir fundamentales incompatibilidades.
Muestro lógicamente que (a) una clara distinción entre lo que llamamos objetivo y
proyectivo no se puede mantener, (b) instrumentos considerados tradicionalmente como
proyectivos son por lo menos de tres tipos diferentes, y (c) un esquema práctico para la
clasificación de los test puede desarrollarse de acuerdo a cómo se alinean sobre tres
dimensiones o parámetros llamados rectitud de respuesta (o corrección, para abreviar), la
latitud de respuesta (latitud), y la ambigüedad del estímulo (ambigüedad). Ellos encarnan
las propiedades que inciden contra, o llevan hacia, la emergencia de material
tradicionalmente reconocido en la literatura como indicativo de proyección e incluyendo
pero no limitando a respuestas que (a) representan represiones que, en sentido freudiano,
el sujeto concientemente negaría o renegaría de ellas b) reflejan, a menudo
simbólicamente, creencias importantes, sensaciones o tendencias de acción; o (c) se
refieren a una interpretación no directamente atribuible al estimulo mismo como cuando
un sujeto le imputa movimiento a una mancha de tinta inmóvil. Se reconoce, por supuesto,
que incluso los test que se llamaban proyectivos no producirán necesariamente el tipo de
respuestas enumeradas anteriormente, al menos no todo el tiempo.
Rectitud de respuesta
Latitud de la respuesta
Latitud se refiere al número de respuestas o decisiones que pueden ser provocados por la
tarea y afecta de manera significativa la forma en que la prueba se comporta. Latitud de
respuesta se encuentra en un continuo, pero para mayor comodidad puede ser visto como
esencialmente tricotómica, que consiste en dos grupos y un punto final. El primer grupo
consiste en un número limitado de alternativas de respuesta y es característico de
muchos test antes conocidos como objetivos que utilizan verdadero-falso, opción múltiple,
y Formatos de Escalas. Pruebas con latitud limitada son por lo general más fáciles de
puntuar, ya que son menos dependientes de la opinión de expertos.
En cualquier caso, con base en el análisis anterior, ahora es posible afirmar que gran
parte de la confusión en cuanto a la separación insostenible objetivo proyectivo es
atribuible al hecho de que en realidad hay tres tipos de instrumentos con características
de funcionamiento diferentes, todos los cuales han, en un momento u otro, recibido la
denominación técnica proyectiva:
Se ha sugerido que las pruebas pueden ser clasificados de manera significativa y por lo
tanto mejor entendidas, dejando de lado la distinción entre objetivas y proyectivas, según
lo recomendado por Meyer y Kurtz (2006), y la sustitución por categorías basadas en la
rectitud, la latitud, y la ambigüedad.
Simulación: voluntad del sujeto que quiere cometer fraude, donde se puede simular o
imitar trastornos psicológicos y sus síntomas, todo esto pretende una finalidad
benefactora hacia la persona.