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CUENTOS

EL OJITO
Ésta era la historia de una niña llamada Saulis.

Un día común, Saulis se despertó y salió corriendo.

– ¡Mami!, ¡mami!. – Dijo gritando Saulis.


– ¿Qué pasa nena?. – Contestó la mami de Saulis.
– Hay dos hombres vigilando la casa. – Dijo Saulis.
-¿Qué cosas dices Saulis?. – Respondió su mami.
La mamá salió a ver que pasaba fuera, mientras Saulis estaba agitada e impresionada.
– ¡Oh no! ¡Saulis corre!!. – Gritó su mamá.
Saulis corriendo se escondió bajo su cama. La mamá pensó que Saulis mentía pero en realidad Saulis había visto
los abogados de su padre, los cuales venían a buscar a la pequeña Saulis para que se fueran con ellos.
Finalmente todo quedó en un susto y todos siguieron viviendo felices.

FIN

TRES RATONES ENVIDIOSOS


Había una vez tres ratones muy envidiosos, querían todo para ellos solos. Pero cuando llegaba a visitarlo un
vecino, ellos escondían todo el queso que tenían guardado.

De pronto se acercó un gato muy peludo, asomó su nariz en el agujero y los ratones envidiosos se arrinconaron
muy asustados. Cuando gritaron, el vecino los escuchó y se acercó al gato lleno de valor y como pudo lo alejó de la
puerta. Quedó tan cansado el pobre ratón que los envidiosos salieron a agradecerle el favor y por fin lo invitaron a
comer.

Todos felices disfrutaron de un estupendo platillo de queso y entre risas recordaban al gato que corrió muy
enojado.

FIN
EL GATO DORMILON
Había una vez un gato muy dormilón que se pasaba los días y las tardes enteras echado en el sofá. Siempre se
preguntaban que es lo que hacía para quedar tan exhausto, pero nadie lo veía haciendo otra cosa que no fuera
descansar.

Una noche su dueño tuvo la idea de ir a buscarlo y ver si también dormía toda la noche, pero mientras bajaba la
escalera pudo verlo… ahí estaba él, sentado frente al acuario, viendo cómo dormía la tortuga. Sólo se quedó allí
mirando en silencio a su gato, despierto y sereno estaba cuidando el sueño de su amiga tortuga.

Al día siguiente pudo verlo como de costumbre, durmiendo en el sofá y entonces pudo comprender el porqué de su
sueño durante el día, pero no notó que la tortuga también lo cuidaba desde su sitio.

FIN

EL SEÑOR ZAFIRO
Había una vez un señor con un nombre muy bonito, se llamaba Zafiro. A Zafiro le gustaba vender papaya, zapotes,
etc.

Él era un hombre honrado y trabajador, le gustaba ayudar mucho a las personas que lo necesitaran. Era
investigador del núcleo de las células y los números de matemáticas.

Realizaba estas labores porque quería ser alguien en la vida. Realmente, lo que más le gustaba y tenía el gran
sueño de ser escritor y lo consiguió gracias a su tesón, a su continuo trabajo duro, su esfuerzo y su afán de
superación.

FIN
CANTITOS Dos elefantes
se balanceaban
1. Arroz con leche sobre la tela de una araña
como veían que resistía
Arroz con leche fueron a buscar a otro elefante...
me quiero casar
con una señorita de Portugal Tres elefantes
que sepa coser se balanceaban
que sepa bordar sobre la tela de una araña
que sepa abrir la puerta como veían que resistía
para ir a pasear. fueron a buscar a otro elefante...
Con ésta sí. Cuatro elefantes…
con éste no,
con esta señorita
me caso yo.

4. La canción de la vaca lechera

2. La canción de Martín¡ Tengo una vaca lechera


no es una vaca cualquiera
Debajo de un botón, ton, ton me da leche condesada
Que encontró Martín, tín, tín para toda la semana
había un ratón, ton, ton tolón, tolón
ay que chiquitín, tin, tin tolón, tolón
ay que chiquitín, tin, tin
era aquel ratón, ton, ton Un cencerro le he comprado
que encontró Martín, tin, tin a mi vaca le ha gustado
debajo de un botón, ton, ton. se pasea por el campo
mata mosca con el rabo
tolón, tolón
tolón, tolón

Tengo una vaca lechera


no es una vaca cualquiera
me da leche condesada
3. La canción de los elefantes para toda la semana
tolón, tolón
Un elefante tolón, tolón
se balanceaba
sobre la tela de una araña
como veía que resistía
fue a buscar a a otro elefante...
CANCIONES Has cautivado mi corazón
Mujeres guapas solo en jalapa
NOCHES DE ESCUINTLA - ESCUINTLA Como la linda flor de Cambray
Hombres valientes de Chipilapa
Quiero llevarme de ti Fuertes y altivos como el julay
Un collar de golondrinas, Por la mañana vuela
Para poder recordar El sin soncle que enciende
De tus noches tan divinas Auroras con su cantar
Bella ciudad sin igual Se ve la alcoba en el horizonte
Que a tus calles iluminas, Y ese la ruta del viejo guardián
Cuando empieza anochecer En la montaña los comuneros
Millares de golondrinas Labran la tierra con devoción
Cuando se ven las palmeras Pueblan el campo bellos jilgueros
Belleza como ninguna Que le hacen eco a mi canción
Las golondrinas anidan
Para contemplar la luna Es la sin par laguna del hoyo
Escuintla, ciudad de palmeras Un primoroso y bello rincón
Escuintla, ciudad de mi querer; Una esmeralda que luce monjas
Admiro, ver como juguetean Juntito al pecho y al corazón
Las golondrinas, No te puedo olvidar. Mataque Escuintla un nacimiento
Lleno de gracia e inspiración
En azaltaque todo es de pura
IZABAL Zafra día en el chaparrón
El paraíso esta en los chorros
Puerto barrios paraíso Con su agua tibia del manantial
Donde van mis amores a anclar Allá en pínula flores y
Tu bahía es la cuna donde agurraya las olas del Morros cielo claro como cristal
mar Y lotepeque tierra de sueño
Las portellas primorosas Sus cantarillas son un primor
Son gaviotas que me hablan de amor Las cantareras son lindas y hermosas
Desde un barco Puerto Barrios Guardan el cántaro de mi amor.
Yo te canto con el corazón
Se oye un canto de maridos JUTIAPA
De otras tierras de ultra mar
Y a la luz de las estrellas Que bonita que alegre es Jutiapa
Sus bellas vienen a buscar Que preciosa es la cuna de sol
Por las noches junto al muelle Tus mujeres hermosas y guapas
Pescadores escuchan cantar Son motivos para mi canción
Es la brisa suave risa Al subir al cerro colorado
De sirenas que brotan del mar Me acaricia del viento viajero
En el tren pasajeros Contemplando tu rio salado
Lentamente se alejan mi amor Y tu cerro de culma también
Porque al marcharse me ha dejado Yo le canto gustoso al quezada
Solamente esta dulce canción Paraíso de salumiji
Porque al cantarte puerto barrios Donde verecunda soñada
Tú te clavas en mi corazón. Adorable y preciosa gentil
Los volcanes de pechingo
De belleza y mentor sin igual
JALAPA Tus mercados de día domingo
En la hermosa campiña del
Tierra de oriente oye mi canto Y florecen en asunción florita
Oye las notas de mi canción Un niñito de dicha y amor
Tus calles rectas son un encanto
Tu jardín de mujeres bonitas
Y ata tupa que es todo primor
A rasgar mi niñita sonora
Se estremece todito mi ser
Al cantarle a la hermosa conora La maestra:
Al proceso mi yutipeque - Jaimito, si en esta mano tengo 8 naranjas y en esta otra
Es peso de cielo 6 naranjas ¿Qué tengo?
- Unas manos enormes, señorita.
Recostado ahí en el volcán
Al patagua nos brinda el encanto
Y frescura
Une sueños agua blanca
Y el bello jerez
Y se duerme Santa Catarina
En las faldas del Gran Sushutan.

CHISTES
- Papá, ¿qué se siente tener un hijo tan guapo?
- No sé hijo, pregúntale a tu abuelo...

Había una vez un hombre tan pequeño que se subió


encima de una canica y dijo: ¡El mundo es mío!

LEYENDAS

1. Leyenda de la creación de las mariposas


Hace muchos milenios, reinaba en China un monarca muy cruel, que se había rodeado de cortesanos corruptos
que se libraban a los actos más viles y que únicamente conocían el lenguaje de la adulación. El tirano vivía lejos
de sus súbditos, en un palacio situado, según dicen los astrólogos, en el centro mismo del Universo.
El rey pasaba sus días contando su oro, recibiendo reportes de sus espías y condenando a una muerte lenta a
todos aquellos que le disgustaban. Dejaba al primer ministro, un mandarín venerable, la tarea de administrar el
imperio y velar por que sus deseos más ínfimos fueran cumplidos.
Un día, el primer ministro se cansó de la corrupción imperante en el reino, y se excusó con el emperador
diciéndole que la enfermedad y la vejez le impedían continuar ejerciendo sus funciones. De mala gana, el
emperador le autorizó que abandonara la corte.
Cuando el mandarín partió del Palacio, ordenó que lo transportaran en un palanquín* hasta un monasterio
situado cerca de la capital, donde tenía previsto pasar el resto de su vida meditando, orando y creciendo
espiritualmente.

Cuando llegó al borde de un bosque, lejos de los ruidos de la ciudad, pidió a sus portadores que se detuvieran. Abrió las
cortinas de su litera y descendió del palanquín, pidiéndole a los portadores que llegaran a buscarlo al atardecer. Respiró
por un tiempo llenando sus pulmones con el aire puro de la campiña, y luego se arrodilló y lloró un buen rato por todas
sus faltas.

2. Leyenda del origen de los mosquitos


Había una vez, en una región lejana de Viêt Nam, un joven campesino, valiente y generoso, llamado Ngoc Tâm.
Tenía una esposa muy bella y muy elegante. A diferencia de su marido, que trabajaba duro y ahorraba, ella era
perezosa y le encantaba el lujo. A pesar de ello, Ngoc Tâm amaba a su esposa y le perdonaba todo.
Por desgracia, esta unión duró poco tiempo, ya que la joven mujer murió una mañana. Desesperado, Ngoc Tâm
no quiso separarse del cuerpo de su esposa, y se opuso a que fuera enterrada.
Tras vender sus bienes, se embarcó en un pequeño barquito con el ataúd de su mujer, y navegó errante, sin
ningún destino preciso, dejando que la corriente lo llevara.
Un día, su barquito llegó al pie de una colina verde y perfumada. Cuando bajó a tierra, descubrió un paisaje de
gran belleza, con flores extrañas y árboles cargados de frutos variados. De pronto encontró a un anciano con una
larga barba blanca. El anciano mostraba una gran serenidad y una increíble misericordia. Ngoc Tâm
comprendió que tenía frente a él a un genio de esa región, y se tiró a sus pies implorándole que le devolviera la
vida a su esposa.

Lleno de lástima, el genio le dijo: «Voy a cumplir tu deseo, porque tu amor y tu dolor son sinceros. Pero espero
que no te arrepientas más tarde». Le pidió entonces al campesino que abriera el ataúd, que cortara la punta del
dedo y que dejara caer tres gotas de sangre sobre el cuerpo de la difunta. Tan pronto como lo hizo, la mujer
abrió los ojos como si estuviera despertando de un largo sueño. Antes de partir, el genio le dijo a la mujer: «No
olvides tus deberes de esposa. Piensa en el amor que tu esposo te tiene y a su devoción por ti. Que sean felices
los dos.»
Deseando regresar a su casa, Ngoc Tâm remó día y noche. Una tarde, debió amarrar en la costa para ir a
comprar provisiones. Durante su ausencia, una gran barca de un rico comerciante amarró a la par de su barquito.
Sorprendido por la belleza de la joven mujer, el comerciante se puso a conversar con ella, y terminó
seduciéndola y llevándosela consigo hacia un nuevo destino. Cuando Ngoc Tâm regresó, se puso furioso y
decidió perseguir al rico comerciante.

3. Cómo los elefantes perdieron sus alas


En el pasado, los elefantes eran alados y no tenían la trompa ni las orejas tan largas. Vivían y volaban
elegantemente sobre una región muy calurosa de la India. Un día, un sediento elefante divisó desde lo alto un
estanque de agua fresca y se sintió tentado de ir a beber. Volaba muy alto, así que para bajar más rápido
descendió en picada, pero tomó tanta velocidad que no pudo detenerse a tiempo y chocó bruscamente en el
borde del estanque. El choque hizo temblar la tierra, y removió el fondo del estanque haciendo que el agua se
pusiera turbia.
Un gran cocodrilo, que dormía cerca de ahí, se despertó sobresaltado. Vio al elefante bebiendo en el borde del
estanque, y aprovechando que el agua estaba turbia, se aproximó a él sigilosamente para atacarlo.
El elefante intentó emprender el vuelo, pero el cocodrilo había cerrado fuertemente sus mandíbulas en una de
sus alas. Lucharon ferozmente durante mucho tiempo, hasta que el exhausto elefante, que había perdido sus
alas, clamó al gran dios Bhagavan para que lo ayudara.

4. Leyenda de la reina de las aves


Los bardos de Estonia contaban la triste historia de la diosa Lindu, hija de Uko, el rey de los cielos. Lindu tenía
poderes soberanos, porque era la reina de las aves. Vivía sobre las costas del Mar Báltico entre sus súbditos.
Conocía el país de origen de todas las aves y el lugar a donde debían partir dependiendo de las estaciones. Ella
los cuidaba, procurando que no se equivocaran de camino durante las migraciones.
Muchos pretendientes bajaban del cielo para cortejarla. Lindu había rechazado volar con el dios del Sol, y luego
con el dios de la Luna, que eran demasiado rutinarios para su gusto y seguían siempre el mismo trayecto.
Rechazó también casarse con el dios de la Estrella Polar, demasiado estático: nunca se movía en el cielo.

Pero un día llegó el dios de las Auroras Boreales. Era tan bello por lo que Lindu cayó perdidamente enamorada.
Pero el dios de las Auroras Boreales no podía soportar la luz deslumbrante del día, y debió volver al país de la
noche, prometiéndole regresar el día de la boda.
Lindu, feliz, se preparó para su boda. Pero desafortunadamente el dios de las Auroras Boreales era tan
inconveniente como bello, y nunca regresó. Lindu se entristeció cada vez más. Pasaba el tiempo llorando, sin
siquiera mirar a las aves que se juntaban alrededor de ella.
Uko vio lo que pasaba desde lo alto de los cielos. Tuvo piedad de su pobre hija y comandó a los vientos que la
fueran a buscar y que la llevaran con él.

TRABALENGUAS
Las llaves
El anillo del llavero
no tiene llaves.
¿Quién se ha llevado la llaves
del anillo del llavero?

Trabalenguas del cielo estrellado


El cielo está estrellado.
¿Quién lo desestrellará?
El que lo desestrelle,
buen desestrellador será.
Trabalenguas de las cerezas
Cerezas comí,
cerezas cené.
Tantas cerezas comí,
que me encerecé.

RETAHILAS

REFRANES
COPLAS

POEMAS
Los ratones, de Lope de Vega

Juntáronse los ratones para librarse del gato


y después de largo rato
de disputas y opiniones
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel
que andando el gato con él
librarse mejor podrían Agua, ¿dónde vas?, de Federico García Lorca
Salió un ratón barbicano Agua, ¿dónde vas?
colilargo, hociquirromo Riendo voy por el río
y encrespando el grueso lomo a las orillas del mar
dijo al senado romano Mar, ¿adónde vas?
después de hablar culto un rato Río arriba voy buscando
¿Quién de todos ha de ser fuente donde descansar
el que se atreva a poner Chopo, y tú ¿qué harás?
ese cascabel al gato? No quiero decirte nada
Yo…, ¡temblar!
¿Qué deseo, qué no deseo
por el río y por la mar?
Cuatro pájaros sin rumbo
en el alto chopo están.

POESIAS
El lagarto está llorando

El lagarto está llorando.


Mariposa del aire, de Federico García Lorca La lagarta está llorando.
¡Qué hermosa eres! El lagarto y la lagarta con delantalitos blancos.
Mariposa del aire Han perdido sin querer su anillo de desposados.
dorada y verde
Luz de candil ¡Ay! su anillito de plomo,
Mariposa del aire ¡ay! su anillito plomado
quédate ahí, ahí, ahí Un cielo grande y sin gente
No te quieres parar monta en su globo a los pájaros.
pararte no quieres
Mariposa del aire El sol, capitán redondo,
dorada y verde lleva un chaleco de raso.
Luz de candil ¡Miradlos qué viejos son!
Mariposa del aire ¡Qué viejos son los lagartos!
quédate ahí, ahí, ahí
quédate ahí ¡Ay, cómo lloran y lloran!
Mariposa ¿estás ahí? ¡Ay, ay, cómo están llorando!
Autor: Federico García Lorca

Paisaje

El lagarto está llorando


El lagarto está llorando
La lagarta está llorando
El lagarto y la lagarta con delantalitos blancos
Han perdido sin querer su anillo de desposados
¡Ay! su anillito de plomo
La tarde equivocada
¡ay! su anillito plomado
se vistió de frío.
Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros Detrás de los cristales
El sol, capitán redondo turbios, todos los niños
lleva un chaleco de raso ven convertirse en pájaros
¡Miradlos qué viejos son! un árbol amarillo.
¡Qué viejos son los lagartos!
¡Ay, cómo lloran y lloran! La tarde está tendida
¡Ay, ay, cómo están llorando! a lo largo del río.
Y un rubor de manzana
tiembla en los tejadillos.
Autor: Federico García Lorca
La tarara
CANTITOS DE CUNA

La pancita

La Tarara, sí;
la Tarara, no;
la Tarara, niña, Desde que yo estaba en la
que la he visto yo. pancita de mamita
tu me veías, tu me veías.
Lleva la Tarara
un vestido verde
Y cuando estoy jugando
lleno de volantes o durmiendo en mi camita
y de cascabeles. tu me ves y nunca me dejas.
La Tarara, sí; Por eso yo digo gracias Señor,
la tarara, no; por estar conmigo
la Tarara, niña, y cuidarme con amor.
que la he visto yo.
Por eso yo digo gracias Señor,
Luce mi Tarara por estar conmigo
su cola de seda y cuidarme con amor.
sobre las retamas
y la hierbabuena. Palmas palmitas
Ay, Tarara loca.
Mueve la cintura
para los muchachos
de las aceitunas.
Autor: Federico García Lorca

La mariposa Palmas, palmitas,


higos y castañitas,
azúcar y turrón
para mi niño/a son.

Palmas, palmitas,
que viene papa
Mariposa del aire palmas palmitas
¡que hermosa eres! que luego vendrá
Mariposa del aire
dorada y verde. Palmas, palmitas,
que viene papa
Luz de candil… palmas palmitas
Mariposa del aire, que en casa ya está
quédate ahí, ahí, ahí.
'Es hora de ir a la cama'
No te quieres parar,
pararte no quieres…
Mariposa del aire,
dorada y verde.

Luz de candil…
Mariposa del aire, Hasta mañana si Dios quiere,
quédate ahí, ahí, ahí. que descansen bien
quédate ahí. llegó la hora de acostarse
Mariposa ¿estás ahí? y soñar también
Autor: Federico García Lorca Porque mañana será otro día
hay que vivirlo con alegría
que se olvidó de querer.
Todas las horas del día
hay que pasarlas muy bien Estrellita dónde estás
a la mañana la escuela
para estudiar y aprender

Y cuando llega la tarde


jugar o ver la TV
luego cenar en familia
y buenas noches Estrellita donde estás
porque el día ya se fue me pregunto quién serás.
Estrellita dónde estás
Hasta mañana si Dios quiere, me pregunto quién serás.
que descansen bien En el cielo o en el mar
llegó la hora de acostarse un diamante de verdad.
y soñar también Estrellita dónde estás
Porque mañana será otro día me pregunto quién serás.
hay que vivirlo con alegría Estrellita dónde estás
me pregunto quién serás.
Antes de ir a la cama Estrellita dónde estás
no hay que olvidarse también me pregunto quién serás.
de cepillarse los dientes En el cielo o en el mar
y del pisito después un diamante de verdad.
Estrellita dónde estás
Pedir a Dios por los niños me pregunto quién serás.
y por la gente con fe
por este mundo travieso

HIMNOS DE CENTRO AMERICA

COSTA RICA

Noble patria, tu hermosa bandera


expresión de tu vida nos da;
bajo el límpido azul de tu cielo
blanca y pura descansa la paz.

En la lucha tenaz,
de fecunda labor
que enrojece del hombre la faz,
conquistaron tus hijos
labriegos sencillos
eterno prestigio, estima y honor.

¡Salve, oh tierra gentil!


¡Salve, oh madre de amor!
Cuando alguno pretenda
tu gloria manchar,
verás a tu pueblo valiente y viril,
la tosca herramienta en arma trocar.

Salve oh Patria tú pródigo suelo,


dulce abrigo y sustento nos da;
bajo el límpido azul de tu cielo
¡vivan siempre el trabajo y la paz!

EL SALVADOR

y otras tantas de audaz tiranía


Saludemos la patria orgullosos rechazar el odioso poder.
de hijos suyos podernos llamar; Dolorosa y sangrienta es su historia,
y juremos la vida animosos, pero excelsa y brillante a la vez;
sin descanso a su bien consagrar. manantial de legítima gloria,
Saludemos la patria orgullosos gran lección de espartana altivez.
de hijos suyos podernos llamar; No desmaya en su innata bravura,
y juremos la vida animosos, en cada hombre hay un héroe inmortal
sin descanso a su bien consagrar. que sabrá mantenerse a la altura
consagrar, consagrar, consagrar, consagrar. de su antiguo valor proverbial.
valor proverbial, valor proverbial.
De la paz en la dicha suprema, Saludemos la patria orgullosos...
siempre noble soñó El Salvador;
fue obtenerla su eterno problema, Todos son abnegados y fieles
conservarla es su gloria mayor. al prestigio del bélico ardor
Y con fe inquebrantable el camino con que siempre segaron laureles
del progeso se afana en seguir de la patria salvando el honor.
por llenar su grandioso destino, Respetar los derechos extraños
conquistarse un feliz porvenir. y apoyarse en la recta razón
Le protege una férrea barrera es para ella, sin torpes amaños
contra el choque de ruin deslealtad, su invariable, más firme ambición.
desde el día que en su alta bandera Y en seguir esta línea se aferra
con su sangre escribió: ¡LIBERTAD! dedicando su esfuerzo tenaz,
¡escribió libertad! ¡escribió libertad! en hacer cruda guerra a la guerra:
Su ventura se encuentra en la paz.
Saludemos la patria orgullosos... en la paz, en la paz.

Libertad es su dogma, Saludemos la patria orgullosos...


es su guía que mil veces logró defender;
GUATEMALA

Es tu enseña pedazo de cielo


¡Guatemala feliz...! que tus aras en que prende una nube su albura,
no profane jamás el verdugo; y ¡ay de aquel que, con ciega locura,
ni haya esclavos que laman el yugo sus colores pretenda manchar!
ni tiranos que escupan tu faz.
Pues sus hijos valientes y altivos,
Si mañana tu suelo sagrado que veneran la Paz cual presea,
lo amenaza invasión extranjera, nunca esquivan la ruda pelea
libre al viento tu hermosa bandera si defienden su tierra y su hogar.
a vencer o a morir llamará.
CORO
CORO
Nunca esquivan la ruda pelea
Libre al viento tu hermosa bandera si defienden su tierra y su hogar,
a vencer o a morir llamará; que es tan sólo el honor su alma idea
que tu pueblo con ánima fiera y el altar de la patria su altar.
antes muerto que esclavo será.
Recostada en el ande soberbio
De tus viejas y duras cadenas de dos mares al ruido sonoro,
tu forjaste con mano iracunda bajo el ala de grana y de oro
el arado que el suelo fecunda te adormeces del bello quetzal.
y la espada que salva el honor.
Ave indiana que vive en tu escudo
Nuestros padres lucharon un día paladión que protege tu suelo;
encendidos en patrio ardimiento ¡ojalá que remonte su vuelo,
y lograron sin choque sangriento más que el cóndor y el águila real!
colocarte en un trono de amor.
CORO
CORO
¡Ojalá que remonte se vuelo,
Y lograron sin choque sangriento más que el cóndor y el águila real,
colocarte en un trono de amor, y en sus alas levante hasta el cielo,
que dé patria en enérgico acento, Guatemala, tu nombre inmortal!
dieron vida al ideal redentor.
HONDURAS

Tu bandera es un campo de cielo Por tres siglos tus hijos oyeron


Por un bloque de nieve cruzado; El mandato imperioso del amo;
Y se ven en su fondo sagrado Por tres siglos tu inútil reclamo
Cinco estrellas de pálido azul; En la atmósfera azul se perdió;
En tu emblema, que un mar rumoroso Pero un día gloria tu oído
Con sus ondas bravías escuda, Percibió, poderoso y distante,
De un volcán, tras la cima desnuda Que allá lejos, por sobre el Atlante,
Hay un astro de nítida luz. Indignado rugía un León.
I Coro
India virgen y hermosa dormías VI
De tus mares al canto sonoro, Era Francia, la libre, la heroica,
Cuando echada en tus cuencas de oro Que en su sueño de siglos dormida
El audaz navegante te halló; Despertaba iracunda a la vida
Y al mirar tu belleza extasiado, Al reclamo viril de Dantón:
Al influjo ideal de tu encanto, Era Francia, que enviaba a la muerte
La orla azul de tu espléndido manto La cabeza del Rey consagrado,
Con su beso de amor consagró. Y que alzaba soberbia a su lado,
Coro El Altar de la Diosa razón.
II Coro
De un país donde el sol se levanta, VII
Mas allá del Atlante azulado, Tú también, ¡oh mi patria!, te alzaste
Aquel hombre que te había soñado De tu sueño servil y profundo;
Y en tu busca a la mar se lanzó. Tú también enseñastes al mundo
Cuando erguiste la pálida frente, Destrozado el infame eslabón.
En la viva ansiedad de tu anhelo, Y en tu suelo bendito, tras la alta
Bajo el domo gentil de tu cielo Cabellera de monte salvaje,
Ya flotaba un extraño pendón. Como un ave de negro plumaje,
Coro La colonia fugaz se perdió
III Coro
Era inútil que el indio tu amado VIII
Se aprestara a la lucha con ira, Por guardar ese emblema divino
Porque envuelto en su sangre Lempira, Marcharemos, ¡oh patria!, a la muerte;
En la noche profunda se hundió; Generosa será nuestra suerte
Y de la épica hazaña, en memoria, Si morimos pensando en tu amor.
La leyenda tan sólo ha guardado Defendiendo tu santa bandera,
De un sepulcro el lugar ignorado Y en sus pliegues gloriosos cubiertos,
Y el severo perfil de un peñón. Serán muchos, Honduras, tus muertos,
Coro ¡pero todos caerán con honor!
IV Coro
PANAMA

Alcanzamos por fin la victoria


En el campo feliz de la unión;
Con ardientes fulgores de gloria
Se ilumina la nueva nación.

Es preciso cubrir con un velo


Del pasado el calvario y la cruz;
Y que adorne el azul de tu cielo
De concordia la espléndida luz.

El progreso acaricia tus lares.


Al compás de sublime canción,
Ves rugir a tus pies ambos mares
Quedan rumbo a tu noble misión.

En tu suelo cubierto de flores


A los besos del tibio terral,
Terminaron guerreros fragores;
Sólo reina el amor fraternal.

Adelante la pica y la pala,


Al trabajo sin más dilación,
Y seremos así prez y gala
De este mundo feraz de Colón.
HIMNO DE NICARAGUA

¡Salve a ti, Nicaragua! En tu suelo,


Ya no ruge la voz del cañón
Ni se tiñe con sangre de hermanos
Tu glorioso pendón bicolor,
Ni se tiñe con sangre de hermanos
Tu glorioso pendón bicolor.

Brille hermosa la paz en tu cielo,


Nada empañe tu gloria inmortal
Que el trabajo es tu digno laurel
Y el honor es tu enseña triunfal,
es tu enseña triunfal.

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