You are on page 1of 20

••

••
•• La voz humana
El fenómeno de la voz humana ha sido estudiado mediante una serie de clasificaciones que son

••
válidas en lineas generales. Aunque no existe unanimidad en la clasificación de los distintos
tipos de voces, estas StJelen dividirse según su tesitura, ya sean más agudas o más .graves.
Vares femeninas
EnCOllballlOS Ires grandes tipologías; soprano, tiJezzosoprano y contralto .

•• Voz de sopr.mo •

••
Del italiano sopra ( por encima) es la voz femenina más aguda. Esta categoría ha sido .
desarrollada en estos úftimos 150 años enforma mliy. variada. y ha dado lugar a
especializaciol leS Y téalicas muy distintas. En general se reconocen cinco tipos: soprano ligera

••
aguda, soprano ligera, soprano lírica, soprano spinto y soprano dramática .

Soprano Tigeta aguda .

••
Gran agilidad, se e:atad;eriza por la produccióri de sonidos de alta frecuencia en sus vihraciones
sonoras, (notas agudas y SOhreagudas}que.puedeti'ylJebeiHllcanzar como. máximo un MI.S,la-
agilidad ocoloratura esesencial.en.estetlpo.de voces,. qo.ledeben.sercapaces.de ernilir-notas.a ..

•• distinas.all1r.ls.sin II~
agudassin.vihrato,
a.ellaspor:.gradOs conjuntos, reali.zar notas:picadas,. sostenernOlas .
asicomo lrasladar.la.voz sin .intemipciói'rdé ima.noIa.a otra.odecorarron.
repeticiones, trinos, apoyaturns, etc. Es la voz apropiada ~ 'pasajes operísticos de .los siglos


••
XVII y XVIII - Monteverdi, Gavalli; Cimarosa •.Mozart~ así como en algunos autores tardíos del
s.XIX ( R. Slffiuss)

Soprano ligera: " .


Gran agilidad aunque sin sobreagudos, debe alcanzar con comodidad un ob'5: Muy utilizada en


••
las óperas de los s. XVllyXVIlf, y también en óperas romántícas como Lucia de Lammermoor, de
Oonízzetti, o Rigoletto, de veidí. .

Soprano .finca:

•• Tipo de voz femenina de emisión clara y limpia cuyo límite e e1agudo se sitúa en el 005 y cuya
consistencia vocal le permite enfrantarse a una densidad orqUestal media. Aparece bien definida
en la ópera del siglo XIX. y equilibra una menor agilidad y disponibilidad para la región aguda,

•• con una mayor consistencia en el registro grave .

Soprano spinto

•• Corresponde a una soprano capaz de cantar con cierta fuefza de emisión ( spínfo en il" con
empuje"), audible por sobre una orquesta de dimensiones regulares. Ejemplos del empleo de
esta voz son la protagonista de "La Gíoconda".de Ponálielli, o la Nedda de I Paglíacci, de

•• Leocava!lo .

Soprano dramática;

•• Se da este nombre a la soprano que puede enfrentarse a una orquesta de gran densidad capaz
de alcanzar por \o menos un SI 4. Es el tipo de soprano surgida a partir de Fidelio de Beelhoven
y seguido por Wagner ( La Valquiria, Sigfrido, El ocaso de los Dioses, Parsifal). También Verdi

•• escribió para la soprano dramática, exigiendo a la vez fuerza dramática Y grana capacidad para
la colora!ura

••

•••
••
••
••

•••• .'
"
.~

••
Voz de IIezzosoptano ••
Mezzosoprano de roIoratura:
Corresponde a una voz femenina de grado medio, de ,timbre más bien oscuro y cuyos límites se
pueden dar entre elLA 2 Y el SIb 4. Su elemento ,ás atracIivo es la agilidad en las
••
omamentacíones. con magníficas muestras en óperas como Gíulío Cesare de Haendel,Las
Bodas de Fígaro de Mozart Y B barbero de Sevilla ~Rossini.
\\
••
,.\1 ' , ,
••
'

Mezzoscprano dramátíca
Similar a la anierior en tesitura y timbre, es de potené;c! muy superior, capaz de acercarse al DO

••
5, de modo q¡iealguna de etas intérpretes se acerca6,a la soprano dramática.( Azucena de Off
Trovattoff!' de"Verdi, leonora de "La Favorítli' de ~,.' zzetli) " .

Voz de contralto ~~
Es la voz femenina más grave en cuanto a tesitura, q~t 'puede alcanzar sólo hasta el SOL 4. ••
••
para descender en la zona más grave hasta casi dO~~vas. ,
't
.r , ••
Voces masculinas
r
r,
Se dividen en tres grandes grupos: tenor, barítono y Ilajo. Al igual que en las voces femeinas, la
••
••
tesitura más aguda, la del tenor. fue la más apreciada

VozdetemN
••
A partir del siglo XVIII fue adquiriendo el papel de galán jóven de la ópera bufa, desde donde
luego pasó a la ópera romántica. lo mismo que ocurre con la voz femenina, el registro o nota
superior no es lo primordial, sino la potencia y cuerpo con que la voz se puede enfrentar a una
••
orquesta de dimensiones importantes.Así surgieron cuatro categorías dentro de esta cuerda,
desde tenor fígero a tenor dramátíco, pasado por los {lfados de tenor lírico y tenor spinfo ( o
lírico-spinfo}m la influencia de la ópera bufa y la ~ción. con el Antiguo Régimen, de la
••
castración, dio un relieve aeciente a la figura de tend,' aunque o obtuvo el papel protagónioo
hasta entrado el siglo XIX.
Tenor ligero .
' ••
De timbre débil Y aflautado, resultó adecuado para los ornamentos y ooloratura de los
compositores del siglo XVIII. El límite agudo excepcionalmente alcanza un RE 4,. Entra en este
grupo el tenor apto para ml,lchos papeles den las óperas de Mozart, que muchos han adoptado
••
como especialidad.

Tenor lírico: '. ¡


••
El cambio expresivo que exigen las óperas del romarllicismo dan cabida a los cambios para el
surgimientocfe este nuevo grupo.
'El primero en descubl:iresle modo de cantar fue Gilbert Duprez (1806-1896), que fascinó al
••
público al alcanzar un DO 4 con voz plena ( el famoso DClde pecho), al encarar el personaje de
Edgardo en Lucia de Lammennoor, de Donízzetli.se considera que, a pesar de algunos papeles ••
••
verdianos, el verdadero tenor lírico es una creación francesa del romanticismo maduro, con las
óperas de Gounod (Fausto, Romeo y Julíeta)

••
••
-- •,
A
••
••
••
••
Tenor spinto .
De máyor palencia que el tenor lírico, es capaz de imponerse en el contexto de una gran
orquesta En general es suficiente con que eltenar spinto alcance un S13, pero el 004 no

••
debería sefle vedado. Este tipo de voz aparece en la segunda mitad del s. XIX, en algunas
grandes aeaclones verdianas ( Aída,
JITrovatore)

•• Tenor dramático:
En general esta voz surge de demandas de compositores alemanes que utilizan una masa

••
orquestal de grandes proporciones, desde Fidelio de Beelhoven
en el papel de Florestán. Wagner dedicó a este tipo de voz los papeles heróicos de sus grandes
óperas, singulannente Tannhauser, Sigfrido y Parsifal.

•• Voz de Bafitono

•• Es la voz intermedia entre tenor y bajo. Primero, hacia el siglo XVIII, se distinguia entre basso y
basso canlanfe, este último sería el posterior barítono .

•• Barítono lírico:
Es lo suficiente flexible y ágil para remedar la voz de tenor lírico, y alcanza con facilidad un SOL
3. No debe tener un timbre denasiado oscuro. Un ejemplo es el personaje de La Traviata (Yerdi)

•• de Giorgio Germon!

Barítono dmmálíco

•• Propio de los papelas surgidos a partir de 1800, cuando las voces masculinas comienzan a
adquirir proIagcnismo. Alcanza desde un SOL 1 al SOL 3.
Algunos barítonos entran en el terreno de los bajos con buenos agudos. Para este lipo especial

•• dedicó Mozart algunos protagónicos, como Don Giovanni .

Voz deBajo

•• Por lo común tiene como límitas MI 1 al MI 3 .

•• Bajo normal:
la voz es fuerte, más pesada que la de barítono, y viene a representar en laépoca romántica la
voz del padre o del venerable anciano .

•• Bajo profundo
Su oógen se halla en la liturgia antigua eslava y su presencia influyó mucho en la ópera rusa .

•• Bajo bufo
Desarrollado en llalia a partir del siglo XVlll, en funciones de padre o anciano bul1ado , el bajo

•• bufo, a pesar de su tesitura, liene la capacidad de canlar coloratura,con agilidades impropias de


una voz gruesa y profunda .

••
••
••
••
•• •
~t
:1•
••
las escuelas de canto ••
La escuela italiaa es la que tuvo su origen de la mano de la aparición de la ópera (S. XVII) hasta
entrado el S. XX ( al menos del punto de vista teatral)., dominando los secretos del género, y
cuyos exponentes gozaron en este período de fama y prestigio.
••
laescuala de canto francesa, surgida por propia violuntad de luis XIV con la Academique Royal
de Musique, en 1672. Su principal defensor fue él alemán Gluck, máximo defensor de la escuela
de canto gala. En el S. XIX la escuela de canto francesa apenas se diferenciaba de la italiana
••
la escuela de canto alemana surgió en el siglo XIX en tomo a compositores gennanos, Mozart y
Weber en un comienzo y luego Wagner y R Strauss.Otra rama de la escuela alemana ha sido el
lied, que requiere de gusto Y conocimiento profundo del género.
••
Por lo que respecta a la escuela de canto rusa, surge del canto litúrgico, y luego de la
Revolución de 1917, ha dado especial relieve al cultivo de la voz de bajo y al desarrollo del coro.
En la ópefa rusa y eslava fue de gran peso la influencia de la ópera italiana y gennánica
••
El coro ••
Surgido en laanligua Grecia como expresión musical y teatral colectiva siguó presente en Roma,
y se desarrolló durante la edad media, siendo co-artícipe del desarrollo de la polifonía en los dos
siglos que precedieron al Renacimiento.EI naciento de la ópera en Florencia hacia los s. XVI y
••
XVII resetVó al coro un lugar destacado. la música italiana lo conservó en los oratorios, y desde
ya su fundamental presencia en las cantatas de Bach. Gluck. co su refonna operística, le otorga ••
••
un lugar de relevancia. seguido de sus dos continuadores Cherubini y Spontíni, hasta su
presencia en las óperas de Rossini, fueran serias o bufas.
Como ya todos sabeinos. el coro está constituido por cuatro grupos de voces ( sopranos,

••
contraltos, tenores y bajos) que pueden doblarse y, excepcionalmeme, faltar alguno. En la
partitura su presencia suele idicarse por las letras S (soprano), A (alto), T (tenor y B (bajo).

••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
f • v
••
••
•• flC~:A¡:Niüra;;Ó/u;N~==¡;.;--;P;;:i:-:ez=-a=-l;;ín~'
ca=-'c-,
co--n--:t:-ext--::-o-en-v-er-so-y-m-el:-o"";d::"ía---'
Preponderante, senciUa y sin alardes vocales .
•• ._--------,.,'---------------- -
J- _

••
•• CANCIÓN POPULAR 1
•• Heredadas de la lradición, constituyen el tesoro folklórico e los pueblos .

•• Se colecciona en CANCIONEROS, reúnen características modales de alto


interés desde el punto de vista musical.
FORMA '
•• Una idea textual y musical se desarroIJa en estrofas métricamente iguales .

•• Aunque cambie el texto repite la melodía ( coplas). Cuando un fragmento


del texto e repite igual se constituye el tipo" coplas y estribillo"

••
•• LIED .

•• De la palabra alemana,

••
significa "canción"
( plural "lieder),pam
ser cantada por una sola

•• persona, compuesta con


. ambición artística, estilo

•• íntimo, sin efectismos


vocales, se funden poesía
y música, esta al servicio

•• de aquella.
Libertad founal, aunque el .,
•• "tipo Iied'" se IIate de una
estructura A-B-A


'.' •• Cancion Polifónica
CANCIÓN POLIFÓl\"ICA y MADRIGAL


'.••
Canciones estrictas para un conjunto de voces " acapel/a", que f1oJ'e(,
.•ieron hacia los
siglos XV y XVI. Sus fuebtes aparecen en las canciones trovadorescas de los s. XII y
XIII., Yen la polifonía religiósa hasta el s, XV. , .
' Las f~ derivadas del estilo vocal pr06mo son: FROlTOLA, VlLL~LA,
CACCIA (canónica), CANZONA, CANZONEIT A, BALLADE Y RONDO

•• Algunas de estas founas adicionaban a la parte cantada Prelurlios, InteTlurlios y


Postludios instruinentales

••
. \
.1•
••
'.
••
••
MADRIGAL
••
FOJma de poeSía lírica surgida en laItalía clásíca del siglo XIV,
Deriva de la Canción PoJifóníca, constituye su continuación en la historia ••
de polifonía profana
En el siglo XVI el madrigal era Wla composición para voces" a capella" ••
sobre poeSía de" asWlto profano", que la música procura expresar con la
mayor fidelidad posible. ••
Estructura: LIBRE
Temas breves y variados . VARIEDAD TEMÁTICA
SU maxima vigencia estuvo en boga entre los siglos XVI y XVII.
••
Al llegar la decadencia de la polifonía el madrigal se conservó por W1 tiempo como
composición para una voz con instrumentos. Surgen distintas clasificaciones !\iR'_'!? ••
• MADRIGAL SIMPLE ( para voces)
• MADRIGAL ACOMPAÑADO (para voces e instnunentos) ••
••
• MADRIGAL JNSTRUMENTAL (instnunentos solos)
Los instrumentos comienzan reforzando o duplicando voces, y luego rellenando
ausencias de los cantantes al concluir sus solos. La sustitución del solista vocal por el
instnunenlalllevó a la composición de MADRIGALES INSTRUMENTALES, origen
de formas ínstnunentales posteriores como el CONCIERTO. ••
CAi'lTATA y ORATORIO
••
• CANTATA:Obmparasercantada ..... _..
Profana ••
de Iglesia
En un principio fue camcterística la alternancia de Recitativos y Arias. ••
• ORATORIO: Derivados de las Laudes espirituales e himnos, escritos para la
Congregación del ÜTatoTÍo(Felipe de Neri, Roma)
••
Rasgos comunes entre cantata y oratorio: ••
••
a )Desarrollan musicalmente y por entero un texto literario, generalmente sobre
tema religioso, más no litúrgico, no. apto para el culto eclesiástico.
. b) Deriva de la ópera en sus elementos: estilo dramático

•••
recitativo musical
melodía acompañada
pero conservando la polifonía religiosa.
e) Grandes fiagmentos corales, intercalando recitativos que explican la acción y
arias o dúos, etc. de grnn sentido melódico, que la comenta, todo sostenido por
la orquesta y a veces el ?rgano. . ••
••
••
• l'
I ., I
••
••
•• Al principio en el oratorio se presentaba la acción, luego tuvo un relator o

•• "Historius" o recitador, que cayó en desuso .


El florecimiento de la cantata corresponde en especial a los alemanes, desde Schütz
(1582-1672) hasta Bach y Haendel. Luego la absorbe el oratorio que florece con

•• Haendel, con estilo pomposo y decorativo .


El oratorio es una verdadera "opera sacra" en varios aetos, que acepta vestuario,

•• maquinaria, bailes y oberturas, escrita en lengoaje vulgar .

•• OPERA
.'

•• OPERA del latín "opus" (obra) .


Obra esenia !mteramenle musicada, en que inlerviene el canto con palabras .
, 'r

•• ORÍGENES; Florencia, finales del siglo XVI


TEXTURA: Melodía acompañada. " La música sierva de la pa/abra"
El triunfo del género se debe a Claudio Moteverdi ( 1567-1643)

•• Según sus diversas manifeslaciones se distinguen las siguientes clasificaciones:

•• • GRAN ÓPERA: argumento histórico. Despliegue, acción y movimiento .


(masas, desfijes, marchas, cortejos). Gran ballet Lucimiento del canlante, .

•• efectismos. Creación francesa ej. Meyerbeer ( 1791- 1864)


• ÓPERA CÓMICA: Nace en Francia de sus "Comedias de Canciones" s. XVI-
XVll Ej. Carmen. de Bízet, Manon, de Massenet, Ver Fre¿\'chüfz, de C. M von

•• •
Weber .
ÓPERA BUFA: tradición italiana. Operas en estilo jocoso y a veces grotesco .

•• •
Ej. El Barbero de Sevilla, de Rossini
DRAMA LÍRICO: Cobra so fuerza con Wagner. La música vive y desarrolla so
drama en complela identificación y fusión con la palabra y asunto, sin

•• concesiones exteriores de ninguna clase, sin fónnulas ni estructuras eslablecidas,

'.
sin piezas sueltas ( arias, romanzas) el la cual la ORQUESTA es el principal
persoruYe.

••• DRAMA LÍRICO 1,.,róiW'~ EXPRESIÓN

•• ÓPERA¡;i<~;£",) MAS FÁCILMENTE ASEQUIBLE


y ESPECTACULAR

•• La concepción musical del drama lírico waf5lleriano se basa en el "motivo conductor"


( leít motív), lema representativo de cada persoruYe, objet.o acción o símbolo de los

•• Dramas liricos, que se transfonna conslantemente en su ri1mo, melodía, armonía,


polifonía, etc .

•• ELEMENTOS FORMALES DEL ESTILO REPRESENTATNO

•• Intervención del declamado musical junto al canto .

.
• Redtotivo : Declamación musical. No hay observación alguna en cuanto al


.-
proceso tonal, se modela a voluntad. No exiSle la división e frases, periodos,
etc., se acen;a a la naturalidad del lenguaje hablado .

•••
. ~
".~

••
••
1) Recitativo seco: (la voz queda sola, libre, su discurso se sostiene por acordes
que dibllian la tonalidad). ••
2) Recitativo expresivo. En sus comienzos el acompañamiento lo ejecutaba un
clave, en base a un bajo cifrado. Luego, un cuarteto de cuerdas y más tarde la ••
orquesta. AUíes cuando pasa a denominarse « expresivo". Era menos libre que
el « secco", al intervenir diferentes partes debe ser medido. El interés musical
está en la orquesta (que comenta musicalmente el texto).
••
• Ritomelli: Le otorga al cantante unos compases de pausa antes de retomar una
melodía que se repite con diferente lelJa Puede estar escrito al principio ( siendo ••
así introducción) o al final, para preparar la repetición. Por extensión también se
llama así a toda frase o fragmento que se ejecute en una pieza de canto cuando la
vozcaJ1a
••
• . Aria: aire. Pieza de melodía que contrasta con el recitativo." Pieza de alguna
extensión, escrita para una voz con acompañamiento de orquesta y de ••

concepción francamente melódica".
Gran Aria: Aria extensa de tipo temario Tee.'l.JlOsitivo( A-B-A.), con muestras de
virtuosismo vocal, en la parte central más melódica y sencilla para el cantante
••
pero de mayor interés compositivo. Un ritomello de orquesta con el motivo
principal, sirve de Introducción .Esta deviene en « Aria de Bravura" y « Aria de ••
Fioritura"
Del siglo XVIII en adelante tiene dos partes pricipales: 1) de características más
expresivas y 2) más animado y de « bravura", un recitativo introduce o alterna
••
• An-:
las partes y una coda al final. .
Recitativo que va tomando forma basta convertirse en Aria ••
• On'll1inu: a veces sinónimo de Aria CAV ATA: pasaje que resumía y terminaba
un recitativo. También, pieza semejante a la Gran Aria, pero de menor ••

importancia Se cantaba al presentarse por primera vez el personaje en escena
(Aria de Sortita)
Ro1lUlHZll: Da preponderancia al elemento melodía más que a cualquier otro. No
••
tiene estructura fIja Se la da este nombre al Aria principal de una ópera, o a
todas las piezas qne el cantante ejecuta « a solo". •••


Dúo, terceto:dos o tres cantantes,. en diálogo, o a la vez, sea o no al unísono.
Collcertante-.Pieza colocada casi siempre al final de un acto,que con
grandJlocuencia se confiere intervención, como partes reales, a todos los
••
personajes, coro y orquesta.
••
••
••
••
.

••••
'

.

'
~ ••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
educativa que había emprendidQ sobre todo en Uruguay, sino también los pal'
ses mismos, tomé la decisión de volver a Europa y me instalé en Suiza.
A pesar de todo, seguí viajando, en particular al mundo hispánico al que tan
ligado me siento. Di varias series de conferencias en universidades asturianas,
en Oviedo y en Gijón, cursos y charlas en la Autónoma de Madrid. Y todos los
años, hasta la fecha, he vuelto al Río de la Plata, con numerosas actuaciones en
Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Mendoza, Trelew, etc., y varias ciudades de La ópera
Uruguay.
Es de destacar que muchos libros míos Jos escribí en Iberoamérica y en
castellano: la Historia gráfica universal de la música, El niño y la música,
Sínlesis del saber musical (1960), La ópera (1962), La música sinfónica (1963),
Grandes cantantes de nuestro iiempo (1973), Nueva síntesis del saber musical
(1989), etc.
A causa de tan intensa actividad cultural, de la que sólo he señalado una
parte, varias instituciones me han honrado con altos títulos. En 1994, la Uni-
versidad de Buenos Aires me concedió el título de Doctor honoris causa, y La ópera es multiforme como la vida misma, su.imagenrefleja. La sensuali-
otro tanto ha hecho en junio de 1995 la Universidad Nacional de Costa Rica. dad o la sobriedad de sus melodías, la transparencia o la densidad de sus armo-
nfas, el aspecto sonoro embriagador o circunspectO'de que se reviste, todo esto
Pror. Dr. Kurt PAHLEN revela una imagen de la época en que fue creada"y la' situación espiritual.
Miinnedorf, a orillas del Lago de Zúrich, julio de 1995 cultural y anímica de la sociedad para la que fue escrita. Sus figuras. sus con-
flictos dramáticos y sus escenarios nos ofrecen un testimonio elocuente del
~\ ¿ tN ~ JfMJ~ i, ohM ". ,~ut n,."" ..v~,,~ modo de vida y de las ideas artísticas de la época en que surgió, un testimonio
más claro tal vez que el de cualquier otra manifestación cultural. En efecto,
_ e r )
l-f~; ~'" ~ ~ ....t ~i< 4 ~W-V...;.,~J ~~ . ningún otro género artístico ha despertado tan profundamente el interés, inclu-
so la pasión de los hombres, como la ópera.
. Ópera significa en p~mcr lugar fusión de poesí~y música. Una unión que
muy raramente se logra de manera completa. Con el correr de los siglos se ha
escrito y discutido mucho acerca de los diferentes grados, así como de los
tipos e ideas, de su interpenetraci6n. Dos grandes maestros de la misma época
tenían conceptos opuestos: mientras Mozart opinaba (en una carta a su padre)
que el texto debe ser en todo momento un obediente servidor de la música,
Gluck explicaba su propio procedimiento creativo (ésta era su idea fundamen-
tal de la ópera) como el de un pintor que añade color a un dibujo previamente
existente y que le sirve de base (el texto). Pero la ópera es más que la fusión
de poesía y música. Por expresarlo con el ideal wagneriano de 1a «obra de
arte total», hay que considerar de importancia vital la colaboración no sólo
del arte teatral (la luz, el color, la interpretación), sino también de la danza ..
" Por lo tanto, la ópera es una síntesis. Una síntesis que sólo en las obras -maes-
tras llega a la perfección.
Aunque los elementos de la ópera no sean tan incompatibles como el agua y
el fuego, la verdadera fusión de palabra y sonido resulta siempre pl'()blemát\-
ca. Puede ser perfecta en una breve canción popular que encierra la imagen de
un sentimiento, y en la que la música subraya e intensifica una idea poética.
Desde el punto de vista de la teoría apenas nos parece posible crear un drama
perfectamente válido y convertirlo por completo en una ópera. Se ha logrado
en la práctica, como lo demuestra la historia de la ópera. Por lo tanto, hay
ocasiones en que el genio de algunas naturalezas creativas ha hecho saltar las
ataduras y los lfmites de la teoría, para felicidad y alegría de la gran masa de
seguidores de la ópera.

-14- -15-
..,
>
.~
,
-
La pnmera obra parecIda a una opera (sólo tenemos en cuenta aqui el ámbl-
to cultural occidental y dejamos a un lado manifestaciones parecidas de Chi~
na, Japón, Tailandia, etc., que por lo demás sólo se asemejan a nnestra Ópera
- ~
su expresión más clara. El momento en que surgtó la ópera ha SIdo descnto
numerosas veces; en mi libro Musikgeschichte der Welt he intentado describir
ese proceso tan singular de forma accesible para los profanos. Cómo nació
-
en aspectos exteriores) de qne tenemos noticia data de 1285. Fue creada por a1If, a partir de la convicción de que el teatro griego era cantado, una forma
!I Adam de la Halle, el «jorobado de Arras», también conocido con el nombre totalmente nueva y llena de una tremenda vitalidad; cómo la fascinante combina-
;1 más amable de «el último trovador». Se titula Le jeu de Robin el de Marion, y r I ción de poesia y música entusiasmó primero a los circulos más elevados en los
~ consta de una serie de cantos asignados a detenninado número de personajes, palacios y luego a las masas en los primeros teatros de ópera; cómo la joven
" que acompañan una sencilla acción escénica. Sólo un trovador,es decir, un espí- ópera se extendió por toda Italia y poco después por los demás países de Euro-
~ ritu romántico, pudo inventar algo asi. Sólo alguien asi pudo tender un puente pa: todo esto configura tal vez el capitulo más apasionante de la historia de la
el entre la realidad de las personas que hablan de las cosas cotidianas, y la músi- música moderna.
ca, que siempre tiene algo de irreal. Las figuras de Adam de la HalJe (como --="9 La primera ópera, en el ..sentido que se ha descrito, puede haber sido Dafne;
mucho más tarde los personajes de Mazart, Beethoven, Lortzing e incluso ~ (' el texto es de Rinuccini, la música de Peri. La representación tuvo lugar en-
Bizet) hablan como suelen hacerlo los hombres corrientes, luego pasan al can- . 1594 en el palacio del conde Bardi, en Florencia:. Lamentablemente, la parti-
to (casi siempre cuando experimentan una emoción más profunda) y recupe- tura se ha perdido. La primera obra que se conserva del nuevo género es
ran un poco más tarde la palabra hablada. De esta manera, la nueva forma I Euridice, de los mismos autores, estrenada en 1600 en el mismo lugar. Algo
artística se colocó ~r sí misma fuera de toda lógica: pero esa carencia fue más totalmente nuevo se había instalado en la historia de la música europea.
que equilibrada por .la audaz uni~n d~t~o...E.oesía y músi~ que desde en- Es comprensible que las prime~as ó~ras h~yan tratado exclusiv~ente te-
tonces no desaparecIó de la conCIenCIa europea. mas clásicos, sObre~emas nutológlcos gnegos; se querfa resucllar, como
Sin embargo, parece que lo que hizo Adam de la Halle no fue un invento vimo~,.l~tragedÜl~ ~Durante muchos años la ópera n~ conocer~ otros
propio. Al parecer, la idea de unir la actuación teatral con el canto le llegó del .c.. -temás. Su «.ctu.hzación» se produce sólo más adelante y baJO la presIón del
seno del pueblo, lo que se explica fácilmente por la estrecha unión del arte de pueblo. Para ello, la ópera tuvo que sufrir una transformación social de extre-
los trovadores y los Minnesanger con el elemento popular. Ambos tienen raf- ma importancia. En la hora de su nacimiento fue edificación para una élite
ces antiquisimas en todos los pueblos de la humanidad. Ya en los primeros . espiritual y cultural que soñaba con volver a la Hélade, a la gran époc~ de
siglos del cristianismo hubo en territorio europeo representaciones teatrales--, perfección de la Antigüedad. En 1637, un mgemoso empresano veneclan~
con música que pueden considerarse antepasadas lejanas de la ópera. La Igle- ¡ tuvo la idea de hacer representar óperas en su teatro popular (llamado San
sia misma fomentaba el teatro, con cuyo auxilio se podía explicar, con más I ..... Cassiano) para un público heterogéneo que pagaba entrada.Desde entonces, el
claridad que desde el púlpito, el «bien» y el «mal», el pecado, la muerte, el ~ ~ teatro de ópera ofrece un fascinante cuadro de los .estratosde la. sociedad en
demonio, el Infierno y el Paraíso, etc., a los hombres que todavia pensaban de un I todos los paises: un palco para la corte (luego palco presidenCIal), platea y
modo ingenuo. En esos misterios. pasiones, autos sacramentales, teatro espiri~ II palcos para los círculos superiores de la población y, .conforme se ascien?e, un
tual, etc., se incluía, hasta donde sabemos, mucha música: los trombones anun-) escalonamiento cada vez más popular. Tan interesante como esa gradaCIónes
ciaban el Juicio Final, lo~instrumentos de sonido suave representaban el canto I el hecho de que desde hace siglos la ópera es el único lugar donde se encuen~
de los ángeles. Seguramente, alguno de los personajes cantaba una canción. tran noche tras noche emperadores. reyes, cardenales, príncipes, científicos,
Y sin embargo, ni ese teatro medieval, ni los torneos y fiestas animados con artistas, banqueros, comerciantes, militares, sacerdotes, ~ueños burgue~esy
música, ni la breve representación de Adam de la Halle son óperas en el senti- el «pueblo», que se inflaman con el mismo ardor y e~tuslasmo ~r la ~sma
do actual. Ni siquiera el clásico teatro de Grecia, con su dramatismo altamente cosa, y donde, incIuso cuando hay divergencia de opimones, las .diferenclas de
desarrollado y sin duda impregnado y fundado en la música, conoció una for- clase no tienen ninguna importancia, aunque se desata más paSIónque en to-
ma comparable con nuestra ópera. Tampoco lo que conocemos del teatro de
Asia, en partemuy antiguo. perntiteuna comparación con nuestro arteoperístico.
Éste es más bien una creación única y peculiarísima que surgió del cerebro y del
,
I c:' das ¡as demás manifestaciones del arte.
_JLa-6pefél-es~ Muy pronto tambi.énotros países mues-
tran interés por ella, pero durante mucho tiempo ese mterés sólo podrá ser
corazón de algunos hombres progresistas y admirables. Es asi como la Ópera satisfecho por compañias italianas en gira. Compañias italianas cruzan los Al-
posee un lugar y una fecha de nacimiento, y una clara paternidad. pes, actúan en Salzburgo, llegan hasta Polonia. En muchos lugares, como en la
'----_út!!!gar de naci~o fue Florencia. Los padres, algunos hombres muy hermosa ciudad que se levanta a orillas del Salzach, no había un teatro adecua-
. cultos del Renacimiento. poetas, eruditos. músicos, amantes del arte que sofia- do para ello. de modo que los italianos ofrecían su arte en las noches de vera-
ban, para su época, con hacer despertar a una nueva vida la tragedia griega, no, en el parque y en los jardines. ...
que:pronto cumpliría dos mil afias de petrificación. Las reuniones de aquella Ciertamente, asistir a la ópera hoy de ninguna manera slgrnfica lo nusmg
Camerata Fiorentina alcanzaron su punto culminante en la década de 1590- 1 que en los siglos XVII o XVIII e incluso que en el XIX. T?óo se ?a vuelto más
1600. La historia hizo coincidir en ese punto las fechas de la muerte de los ordenado, pero también más tibio. Ha quedado la sensacIón festiv~ que produ-
últimos grandes maestros de la polifonia (Orlando di Lasso, Palestrina) con la ce en nosotros el bello e imponente lugar (aun cuando la so.bnedad de los
hora del nacimiento de la ~<nueva» música., que habría de encontrar en la ópera edificios de los teatros de ópera modernos le quite mucha InSpIraCIón extenor
~16-
-17-
Ji •••••••••••••••••••••••••••••••• • • • • • • • • • • • • • • • •
I

a esa sensación); ha quedado el goce del sonido, de las voces. Pero ha termina- por ejemplo, un madrigal a cinco voces. Exigía también una declamación cIa-
do la época de las luchas por las obras, por los estilos y los cantantes. Han ra, sin la cual no es posible el dramatismo auténtico; tampoco ésta "existía en el
pasado muchas décadas desde la última vez que, después de una representa- tejido de voces de la polifon!a. As!, el nuevo estilo monódico, la preponderan-
ción operística. un movimiento de masas improvisado o una manifestación de cia de una única melodía que se apoy-ab"aeñta-aññOñ1zactórr:en acordes, se
antorchas ocupó las calles; desde que «se desengancharon los caballos» de una convirtió, gracias a la ópera, en dirección dominante. Monteverdi, que en' sus
prima dQnna (los HP de las turbinas de un avión no permiten ningún misas y madrigales asigna a la polifonía un espacio más amplio aún, utiliza en
desenganchamiento); desde que una compañ!a de ópera en gira fue asaltada sus óperas la monodia melódica casi en exclusiva. Se convirtió en el primer
por bandoleros y después de un breve concierto liberada respetuosamente. 7~ «clásico» de la ópera (yen uno de los compositores más importantes de todos
con todos los honores y todos sus bienes. Para decirlo en pocas palabras: ) los tiempos); la música sena, severa, incluso áspera con que dotó a temas
desde que el mundo maravilloso, romántico y aventurero de la ópera se con- antiguos, observando con exactitud el texto, nos produce aun hoy, después de
virtió en la «empresa» organizada de hoy. Y sin embargo, precisamente en la tanto tiempo, una fuerte impresión. Y sin embargo, sus dramas se encuentran
6pera. el espíritu eternamente aventyrero y romántico del hombre le hace to- muy alejados del concepto posterior de ópera: consisten en cantos aislados muy
davía guiños al realismo; algo del viejo espíritu sigue presente en la ópera y la extensos, interpretados de forma casi estática por personajes casi inmóviles.
despierta a una vida nueva y esplendorosa, por más que a menudo se la crea (Stravinski se aproxima de modo fascinante a esta forma clásica de la ópera en
muerta. Oedipus Rex.)
Pero hemos corrido demasiado. Estábamos tOOav!afrente a las puertas del Es comprensible el hecho de que el público, que llenaba los teatros desde
Teatro San Cassiano de Venecia. Los escenarios de ópera brotaron muy pronto
de la tierra como tres siglos después lo harían los cines. Ocho" nueve, diez
teatros en la misma ciudad de Italia no eran ninguna rareza. Por supuesto, no
I~~.~ 1637 y planteaba exigencias estéticas completamente diferentes a las de la
Camerata Fiorentina o los primeros «clásicos», haya cambiado de manera fun-
damental la ópera. El camino por el que se llegó a esto es irrisorio. El empre-
había obras suficientes: se componían con mucha rapidez, a menudo sin tiem- e I..J? t~t.t. sario advirtió muy pronto que la ópera «estática» con temas mitológicos s610
po para darle importancia a la calidad o a la originalidad, igual que en la podía interesar a un pequeño sector de espectadores. En cambio, había en la
producción masiva de películas en la época de los pioneros del cine. El actor Venecia de la época muchos teatros populares, comedias con Colombina, Ar-
--el cantante~ se impuso al autor (otro fenómeno conocido de la creación lequín y demás figuras de la commedia deU'arte que gustaban siempre a la
cinematográfica); había nacido la «estrella», con su carisma pero también masa; ¿había algo. más fácil que incluir esos «números» populares entre dos
con sus veleidades, con la magia de su personalidad, y muy pronto puso difíci- actos de opera seria? Se los denominó intermez¡i y aumentaron los ingresos
~JI'
les las cosas a libretistas, compositores y empresarios. Durante décadas, como
ya se ha dicho, la ópera fue un fenómeno .puramente italiano; hab!a nacido aJlf
de taquilla. Pero tampoco fue una solución. pues pronto muchos espectadores
acudían s610 por el in/ermezzo y se escapaban cuando comenzaba la opera ( . . ( •••••
4

'v.,fl ../ f u~,


,

y desde allf se apoderó de otros países. Tantó en París como en Viena y San seria. Entonces surgió la idea salvadora (que Hofmannsthal y Richard Strauss
Petersburgo se representaron durante generaciones obras en italiano, con can- imitaron un poco en Ariadne auf Naxos): la sucesión de partes serias y partes. ; ....
~f~
\:•...
"ifl¡~!~.•••

tantes italianos (o intérpretes extranjeros que pod!ancantar impecablemente cómicas se convirtió en un desarrollo simultáneo. Además se descubrió (tal
en ese idioma). Los primeros intentos de ópera «nacional». tuvieron que en- vez en Roma) que la ópera no estaba obligada a atarse servilmente a temas
\f:~,.~~_
frentarse duramente con esa hegemonía, a pesar de que se fomentaron en dis- clásicos, a la mitología y a la historia griegas. ¿Por qué no podía ser «actuah>,
tintas capitales, a menudo por razones políticas. Lentamente fue surgiendo llevar a la escena figuras vivas y hacer cantar, para producir un cambio, a las
una ópera alemana, francesa e inglesa; más tarde surgió una ópera rusa, checa, figuras queridas de la comedia? Surgió la ópera bufa y en seguida la ópera
sueca, etc. semiseria, un género mixto en el que se incluye por ejemplo el Don Giovanni
Con la ópera se amplió de manera significativa el campo musical de Europa. de Mozart, obra en la que el personaje cómico. de Leporello crea un contraste
Se había añadido así a los puntos de apoyo más antiguos, como la música reli- .~ efectivo con las escenas dramáticas .
giosa y los conciertos palaciegos, una tercera columna: el teatro musical. Varios El público no sólo exigió más «acción», más entretenimiento. más actuali-
siglos más tarde aparecerá el concierto público, y de ese modo se crea la situa- I dad; exigió también una melod!a pegadiza. La gente quería regresar de la ópe-
ción musical que dOlTÚnahasta comienzos de nuestro siglo. Desde entonces, la ,~ l.Mt. ra a su casa tarareando melodías. Y pronto exigió también una gran capacídad r ~~t.
música religiosa, la de cámara, la orquestal y la teatral, gracias a los nuevos
medios, adquieren insospechadas posibilidades de desarrollo y difusión.
c) N',..i~
1".4 .qJ-~ 4 vocal, la acrobacia de la garganta, a la que se entregaron en especial las sopra-
nos de coloratura y los castrati. Los compositores tuvieron que componer las 't.-t"-"'-..
r .
Regresemos sin embargo a los comienzos de la ópera. Hay un documento /¿" "-{!.." ~ ?arias más importantes de sus óperas «a la medida» del cantante que iba a
interesante de los primeros afias: L'anfipamasso, una composición musical de
Orazio Vecchi en cuyo prólogo el autor manifiesta opiniones te6ricas sobre ":1~' fA. t, }4d .. interpretar el personaje. Se pueden observar claros ejemplos de esta práctica
incluso en numerosas óperas de Mozart (particularmente en El rapto en el
la nueva forma art!stica. Cree que la antigua polifon!a podría cumplir alguna serrallo).
función en la ópera; pero la evolución fue más fuerte que la teorla, pues la ~,,~"" ¿I. (O,~-c;c{.,,~ La historia de la ópera presenta un movimiento pendular constante. En uno
opinión de la época era desfavorable a la polifon!a. La ópera exig!a una músi- de los extremos encontramos a los fundadores de la ópera y a su primer clási-
ca que pudiera expresar sentimientos individuales y esto mal pod!a hacerlo, co, Monteverdi, con su gran respeto por el drama, su preocupación por subra-

-18- -19-
••••••••••••••••••••••••• •••••••••••••••••••••••
.
r
yar y clarificar el texto, su necesidad de expresión, que se lograba a partir de la
palabra. En el otro extremo encontramos el dominio ilimitado del bel canto,
~
' lianas en 1618 en Salzburgo (por lo demás en uno de los primeros teatros al
aire libre), en 1626 en Viena, en 1627 en Praga. A mediados de ese siglo se
(i del virtuosismo vocal, de la melodía pegadiza desligada del texto, del descui- afirmaron en París, Dresde y Múnich. Pronto viajaron a Rusia, Escandinavia e
dO,de las exigencias dramát!cas y textuales en favor de la preponderancia de la Inglaterra, a España y Portugal. Fundan primero un reino europeo de la ópera,
mUSlca. El goce de los sentidos y el goce puramente estético llevan a la ópera luego un verdadero reino mundial. ..
slempr.e al ~xtr~ID:0.señalado ~n segundo térmmo. Entonces aparecen los Sin embargo, esa extensión, como toda conqUIsta, tiene dos efectos. Por un
refOrmIstas, mstI~tIVOSo consclen~es de sus. ~nes. que procuran mstalar otra i lado, una adaptación cada vez más nítida al medio geo?~áfico: por el otro, una
vez el .teatro muslc~ cerca de sus lde~es ongmales: I creciente oposición de las fuerzas nacionales ..La OPOSIcIónno s~ levanta con-
. L¡¡s Ideas refomustas apuntan en pnmer lugar haCia el abandono del drama. I tra la ópera como tal, sino, muy al contrano, para la fundaCIón de teatros
El lector e,ncontrará en las óperas de Gluck claros ejemplos de ello; este com- nacionales con ese propósito. .
\ positor alemán quiso recuperar para el drama musical la noble sencillez, la Primero logran dar ese paso Alemania, España y Francia; Inglaterra SIgue
gr~deza humana. la auténtica tragedia del espíritu griego, de todo lo cual se inmediatamente después. La ópera «nacional» muestra en cada uno de esos
había alejado mucho en la «época napolitana». Pero los renovadores de la países rasgos propios y caracteósticos. La~a ~~~c...earticular ree~-
ópera combaten también la di~cordia estilística, cada vez.más nflida, del géne- plaza el recitativo (típicamente italiano) po!:c~0Jillogóhabl~Pero los poo-
ro. Pues desde que canto openstlco se conSIderó eqUIvalente a VIrtuOSIsmo,las ses ladnmr-eñuenden esro~restIhstlco: JOSpe1SonaJes que hasta
arias y los conjuntos se fortalecieron frente a las partes «secundarias», que un momento antes dialogaban de manera normal, comienzan repentinamente
daban impulso a la acción (en realidad, eran las partes dramáticas); los compo- a cantar. Sin embargo, hubo que sacrificar la lógica (en la medida en que se
sitores llegaban. apresuradamente a las arias y a los conjuntos con el auxilio > puede hablar de lógica en la ópera), pues el canto casi hablado del recItativo
'('Z--- del rec.itati~ un~ rápida, de~lamación entre habla~a y cantada sin impo~ancia en alemán significa una f~ta de naturalidad aún mayor. Sorp.ren?entemente.
melódIca. armómca o ntrnIca (que además paso pronto a ser una formula también los alemanes elimmaron de sus óperas el llamado recl1atlvo secco. el
estereotipada). Los puntos centrales de la ópera eran las arias, y de vez en ., rápido canto semihablado apoyado sólo por un instrumento de teclado; más
c~an.do un dúo o algún otr.o~.Q~.~.~.:.,!odo 10 demás era añadidura y el
pubhc? de ent?nce~ (al que le faltaba educaCIón y respe.to de una manera hoy
ImpOSIble de ImaglOar) lo aprovechaba para charlar, dIStraerse y pasear por
la platea, que todavía no estaba ocupada por filas de as.ieotos fijas. Sólo un
aria nueva, interpretada por un cantante favorito al borde del escenario y de
e
característica es su ampliación de .las escen~s por medio de danzas, el ~all~t,
que a su manera interrumpe la aCCIónmás a~n que la coJoratura de los ltaha-
nos. (Incluso
adicción al allet
pagará tributo, dos SIglos más tarde, a esta verdadera
uando prepare la llamada «versión parisiense» del.
Tannhiiuser.) S que fuera percibido en el resto de Europa, apar~e en E~paña
cara a la platea, y provista de innumerables variantes por lo general improvi- desde muy pronto un interesante teatro musical, cuya orientaCIón sena. no
sadas. lograba recuperar. la tranquilidad y la atención de la heterogénea au- habría de durar mucho, mientras que la cómica, la «zarzue1a?k,con colondo ~
diencia. El recitativo en cambio era un mal necesario que servía para impUlsar] local, ha experimentado hasta el díaro;eíiOYnl1ll"IM~ épocas. de b~lla~te
con la mayor rapidez posible la acción de la pieza. Ni siquiera estaba acom- florecimiento. Es también breve la historia de la ópera en Inglaterra. ComcIde
pañado por la o.rquesta, sino por los :im~les acordes de UD. instrumento de prácticamente con la corta vid~ de Purcell, después. de cuya muerte Inglat~rra
teclado, el claVIcémbalo, al que se anadla a 10 sumo un VIOlonchelo o un sigue siendo, a decir verdad, anuga de la ópera, pero Importa obras y compo~lto-
~(x'(. contrabajo. Sin embargo, algunos compositores con visión de futuro se dieron res del extranjero. Hfuldel se convierte en el continuador de Purcell y. un SIglo

l
VI
cuenta de que en muchos pasajes, y para elevar el efecto dramático, se podía
tr~sfo.rmar el recitativo secco en un recitativo acornp~ado por la orquesta, el
n:cltatlvo acco~pagnato, en .e~que el ~~to era, a d~clf verdad, men~s mel?-
. dIOSOque el ana, pero penrutIa una dICCIónmás nítida y una expreSIón mas
más tarde Weber celebra allí sus triunfos.
En la misma Italia se ~iver:"ifi~a la vida de la ópera. A fines del Sigo
hay ninguna ciudad, por inslgmficante qu~ sea, en la que no se representen
óperas con entusiasmo. Ha pasado la pamera oleada de la ópera barroca
10 XVIIno

reforzada. Pero entre el recitativo accompagnata y las partes ariase había siem- veneciana con Monteverdi en la cima, pero la ciudad edificada sobre el agua
pre un abismo. Fue superado .sólo en el siglo XIX:el músico y el dramaturgo sigue en primera fila. Roma se ha vuelto significativa. sobre todo en el ámbito
tuvieron que hacer concesi?~es. Las 6per~s de Verdi y los dramas ~usicales \ ÉV/) ¿ J e ~ de la ópera cómica. Florencia, Mantu~ y Bolo~ia compiten ~r un pues.to de
de .Wagner superaron la eSCISIón.su melodla no, es ya la puramente VIrtuosa de ~ '? r 'f primer orden. Pero la supremacía la tIene, haCIa fines del pnmer SIglo de la
épocas más tempranas, sino un canto melodioso que subraya el texto. Todo ~!,",ero. ópera, la ciudad italiana más amiga del goce de los sentidos: Nápoles. El canto
esto será clarificado en nuestro libro en los lugares correspondientes. Pero llega aquí a su desarrollo más elevado. aquí surge el bel canto, con el esQkI!:-.-,)
todavía estamos en los siglos X"tl Y XVIIl.La difusión de la ópera italiana en dar de las voces fantásticas y con la derrota del dniíñatismo. Después de la (
Europa es semejante a una verdadera conquista. a una marcha triunfal. Graba- severidad de Monteverdi, la ópera había llegado a tocar aquí el extremo can-
das de épocas pasadas muestran la llegada, recibida con júbilo pero también trario. Alessandro Scarlatti, Provenzale, Pergolesi, Leo y Jomelli son sólo.unos
con curiosidad (y con un poco de desconfianza), de compañías de ópera a cuantos nombres entre la profusión de figuras que durante dos generaclOnes
numerosas ciudades; la celebración de su partida. en la que había arranques de hacen de la ciudad el centro mundial de la ópera. Quienquiera que desee apren-
entusiasmo (y la ruptura de no pocos corazones). Encontramos compa.I1ías ita- der el arte de la ópera debe viajar a Nápoles. Haose lo hace y se convierte en

-20- -21-
•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
compositor napolitano~Handel aprende allí los elementos técnicos con que Al mismo tiempo. la ópera alemana experimenta un poderoso impulso. A
pronto habría de ir al norte de Europa, a Inglaterra; Gluck, por último, conoce decir verdad, Fidelio, de Beethoven, no despierta sensación en su momento,
ese mundo meridional de la ópera, con un distanciamiento crítico cada vez pero el deseo de tener una ópera alemana que sienten amplios estratos sociales
mayor,. y..gracias a él desarrolla sus ideas reformistas. es cada vez más apremiante. Weber comienza a satisfacerlo, sobre todo con El
En\Náp9IeSl se arrojaron por la borda con creciente ligereza el libreto y el cazador furrivo. Spohr, Marschner, Flotow, E. T. A. Hoffmann y Lortzing alla-
pretexto dramático: sólo triunfó la música (incluso el pequeño Mozart recibirá nan el camino, hasta que a mediados del siglo XIX surge el genio del teatro
de allí una impronta que no desaparecerá de sus obras), e incluso sus leyes se musical alemán que hace temblar los fundamentos de la vida musical interna-
sacrificaron con no poca frecuencia en beneficio del virtuosismo en el canto. cional: Richard Wagner.
De los elevados ideales de los fundadores de la ópera no había quedado casi Pero si bien Wagner atrajo hacia sí la atención de todo el mundo, s~ríaerró-
.nada. De manera que no podía por menos de ocurrir que espíritus más críticos neo enfocar el resto de la producción operística de la época sólo en relación
anhelaran una nueva profundización del teatro musical. Espíritus más críticos, con él. Tanto en Italia como en Francia hubo maestros que sin influencia suya
es decir, hombres pertenecientes en buena parte a naciones más reflexivas, llegaron a los más altos grados de ia música dramática: Verdi y Bizet. Y la obra
más espirituales, que además querían ver en el teatro una institución moral. de Wagner surge precisamente en la época de los más significativos esfuerzos de
Gluck fue el primero a quien se aplican todas estas características. Quería recon- la música nacional, en la que numerosos pueblos de Europa, y pronto tam-
ducir la ópera a su sublime grandeza original, a su llana simplicidad en la bién de América, descubrieron caminos propios y comenzaron a recorrerlos. Ru-
representación de los sentimientos humanos más profundos. Sus esfuerzos sia produce una poderosa generación, ligada al profeta Glinka: Músorgski.
refornllstas provocaron sensación y luchas; pero no en Viena, donde los ensayó Chaikovski, Rirnski-Kórsakov. Entre los checos surgen grandes maestros como
sin obtener comprensión, sino en París, una ciudad más crítica, donde estalla- Smetana, Dvorák, Janácek. En España, Felipe Pedrell muestra un nuevo futuro
ron verdaderas peleas teatrales y callejeras entre los partidarios de Gluck y a sus discípulos Albéniz, Granados y Falla.
los de Piccinni, un maestro italiano por lo demás excelente. (¡Oh tiempos La época aventurera de la ópera se extingue lentamente junto con el si-
felices, en los que por amor a los. ideales artísticos se levantaban y derribaban glo XVIII. Bajo múltiples formas llega todavía hasta las primeras décadas del
barricadas!) siglo XIX. Pero la cada vez más poderosa cultura burguesa, con su tendencia a
En la patria de la ópera no causaron ningún efecto las ideas de Gluck. El la organización, sus fundamentos firmes para todas las cosas y su planifica-
siglo XVIII muestra a la ópera italiana todavía en la cima de la popularidad. Su ción, asigna al teatro musical un lugar diferente de aquel desde el cual había
predominio se ha debilitado en muchas regiones de Europa, pero el mundo es emprendido sus campañas de conquista por el mundo. Los teatros de ópera
todavía suficientemente grande para conquistar dos regiones nuevas por cada pasan a ser propiedad del municipio o del Estado, de los príncipes, de los reyes
una perdida. El goce de los sentidos, el arte del canto, siguen siendo la guia de o de los emperadores. Los soberanos o las autoridades los protegen, adminis-
los compositores meridionales. De todos modos, algunos se acercan a la signi- tran y sanean económicamente. El teatro de ópera se convierte en todas partes
ficativa grande opéra francesa, que había surgido entre tanto, con su lujo fas- en el punto central de la ciudad. Cada ciudad que se da. importancia construye
tuoso y sus escenas históricas o pseudo históricas. Sin embargo, esta tendencia uno, aun cuando vastos sectores de la población desconozcan el sentido o Iá
se hará visible sólo a fines del siglo XVIII, cuando la corriente general se instala finalidad de semejante edificio (como fue el caso en algunos países asiáticos,
en París, de lo cual hablaremos más adelante. pero también en la ciudad brasileña de Manaos, a fines del siglo Xtx). La em-
Italia atrae a lohann Christian Bach y a Mozart, ya que busca orientación'l presa operística se convierte en un déficit constante en el presupuesto de los
Mozart es todavía un niño, pero la escuela de ópera italiana es imprescindible ~, emperadores, reyes, príncipes, municipios o Estados.' Allí donde antes los em-
para quien quiere hacer carrera internacional. El hijo de Bach comete con este
~~rA
viaje una especie de deserción (a la que se suma su conversión al catolicismo). -.:
presaríos privados se enriquecían administrando teatros de ópera, incluso cuando
emprendían largas giras con compañías de primera clase, coro y orquesta, em-
Pero ¿en qué chidad alemana encuentra una verdadera empresa operística? pieza a haber sólo pérdidas. La causa está sobre todo en los fondos de pensio-
Hamburgo lo retuvo durante algún tiempo; desde 1678 hasta 1738 se represen- ne~,en las obras sociales y otras instituciones que los siglos anteriores no
taron allí óperas. En Viena existe un Singspiel popular (que habría de alcanzar S' .'-0 habían conocido; pero no en los sueldos de los artistas, que no han modificado
con las obras maestras de Mozart El rapto en el serrallo y_Lq. flauta mágica t7 ' J;.J G-J r¡~~.;;u•• sus cifras vertiginosas desde los días de la Malibrán, Lind, Sontag, Tamagno,
una culminación inesperada y en realidad totalmente desproporcIOnada), pero Caroso, Chaliapin, Patti y muchos otros. '
óperas. verdaderas óperas, lo que la época entendía con ese término, solamen- Wagner hizo realidad, en la cumbre. de los años triunfales de su vejez1 una
te se podían encontrar en Italia. idea que muchos creyeron un delirio de grandeza..pero que está profundamen-
Unas décadas después cambió la situación. Tres grandes maestros del bel te enraizada en la esencia de su obra, y que hasta. ahora no ha cesado de dar
canto italiano (Rossini, Donizetti y Bellini) se marchan a París. Allí viven frutos. Hizo construir un teatro en. el q.ue habría de cultivarse exclusivamenf.e
también otros compositores italianos importantes: Cherubini y Spontini. Ha- su obra 'para et"WItfO~muslcalTque en Ciertó "sehtiOose"oponÚCa hi' émpresa"_
cia allí se dirige, después de un comienzo en su patria y en Italia, el alemán operísti'ca c~::mve~donarAMes.oef siglo XIX la «era de la máquina» comenz6
Meyerbeer. París se convierte durante un tiempo en el centro internacional de
.a producir efectos en1Jlforma de vida y la mentalidad de los hombres. Ir a la
la ópera.
ópera por la noche después de un día ajetreado podía significar relajación para
-22-
-23-
1'. t •••••••••• ~~••••••••••• ~• ~••••••••.•••• ~• ~•••••
. rj' muchos, como por ejemplo un bano caltente, pero no se podía esperar la aten- ()A HJ ,'CC 'OtJ Hay otras innovaciones que se mtroducen en canudad crecIente en la ópem .
.;;. .. ción total que requiere un drama musical wagneriano. Por eso, el maestro de ~UJI'l-'¡-v 1 Darius Milhaud utiliza en 1930, en su ópera Christophe Colomb, una película,
.i Bayreuth quiso crear un.lugar.donde un público con espíritu festivo, sustraído d-e~ <1 que se proyecta paralelamente a la acción e~cénica. En 1959. el sueco Karl-
..I
~ al ajetreo de la VIda coUdlana, preparado en alma y en espíritu, pudiera com- . '¡..oP " Birger Blomdahl subraya con música electrpruca las escenas de su ópemAmara
~ prender totalmente la obra de arte. Además, la ilusión debía ser completa. La' '.--d () en que una nave se desplaza por el espacio, proponiendo así una utilización
i orquesta fue reforzada: la platea dispuesta según el modelo del teatro griego, M l' S 11I ,~ ideal para esos nuevos sonidos, que carecen de efecto «humano». Pero en :1
" es deCIr, en escalonanuento ascendente. El espectador entraba en un reino dis- '::J . <Y!) mismo año Benjarnin Brinen completa una obm totalmente romántica, Sueno
~ Unto, en una especie de templo mágiCO. ( .J) ,~ 6?J" 1" de una noche de verano, basada en la comedIa de Shakespeare, con una enor-
~ La idea de los festivales ha tenido una gran difusión en el siglo xx. En cierta . me luna sobre un fragante bosque encantado donde hombres y espíritus juegan
,' medida se ha mVltado a colaborar a la naturaleza y al genius loei. En las ter- y aman. ¿Es posible imaginar un contraste mayor? .
. mas de Caracalla, en Salzburgo (la CIudad natal de Mozart), en Glyndeboume Desde la comedia festiva hasta la «pIeza dldáctlc.,>, desde la tragedIa c?n-
f
. y cIen lugares más la ópera ha encontrado una nueva patria, lo que debe atri-
buirse no sólo a los planes de promoción del turismo, sino a una necesidad
movedora hasta la obra contemplativa o la comedIa que nos mata de nsa.
desde la epopeya solemne hasta el reflejo de la vida cotidiana, desde la crítica
profunda e interior del hombre. social hasta el producto de la fantasfa, la ópera es un territorio. extenso. El
Más difícil que este desarrollo en parte exterior es señalar el desarrollo inte- objetivo de nuestro libro es verla en sus manifestaóones más .Imporla','tes.
rior de los estilos ",perísticos durante las últimas generaciones. Pero esto suce- Multiforme como la vida, dijimos al comienzo. E Igualmente lmp~evlSlble.
de no s610 con la ópera. sino con el arte en general. Con la Primera Guerra Pero también igualmente bella, cautivante, interesante. Y ahora, jamba el te-
Mundial tenrtinó una época, y el arte, sismógrafo sensibilfsimo, registró (des- Ión! iComienza el espectáculo!
de bastante tiempo antes) los temblores subterráneos dentro de las murallas de
nuestra civilización. En los años veinte la solución era el desencanto. Se culpó
al romanticismo. de seT responsable de la ofuscación de los cerebros, del enga~
ño de los corazones. Por lo tanto se estaba contra el romanticismo. ¿Acaso no Lo que se ve y se oye en un teatro de ópera
era la ópera un genuino producto del romanticismo? Se vaticinó su fin: la
6pera no concordaba ya con la época. "-- Los cantantes. Durante mucho tiempo se los consideró lo único que tenía peso
Sin embargo, la 6pera tenía más vitalidad de lo que suponían incluso sus y valor en una representación. De los dos componentes que, según nuestro
partidarios más entusiastas. Claro está que tuvo que someterse a innumerables punto de vista actual, deberían estar encarnados en ellos a partes iguales. el
experimentos, pues se la trató con la falsa suposición de que estaba enferma.
Como llinosaurios de tiempos pasados sobresalían todavía en la misma época
~.c4~ canto y la actuación, sólo se dio importancia al primero. Cuando se preguntó a
Rossini qué era necesario para hacer carrera en la ópera, contestó: «Voz, voz y
Richard Strauss y Pfitzner. Mientras tanto, Hinde'mith haCÍa teatro actual; Kurt ~ t y..'I-
I
.nada más que voz». Hoy en día, ningún compositor ni director de teatro daría
una respuesta semejante. No se sabe si el cine ha contribuido esencialmente a
j-: .Weill, crítica social cantada; Stravinski, un teatro que combinaba la danza
expresiva con la palabra hablada y el canto; Krenek introducía elementos del modificar estos conceptos, pero es una posibilidad que señalamos. Hoy en día
jazz y, por último, Orff hacía un teatro primiUvo-ritual. Cada uno de los nume- se exige buena presencia y dotes dramáticas de interpretación. En la época de
rosos compositores de ópems tenfa una fórmula propia para la salvación del Mozart había en Viena una cantante prominente que tenía un solo ojo y distaba
género. Al mismo tiempo estaba la «ópera pura», que se mantenía lejos de la de ser bella; con su voz desataba tempestades de entusiasmo. ¿Sería posible
experimentación: Alban Berg creó Wozzek. Paul Hindemith se decidió a compo- hoy algo así? Tal vez, si se tratara de una actriz que nos entusiasmara y tuviera
ner Mathis der Maler, Jaromir Weinberger escribió Schwanda der Dudelsack- un director artístico hábil que supiera darle los papeles adecuados.
pfeifer. Todos los espectadores de ópera saben que hay distintos tipos de voces. Ha-
Hoy no hay un estilo único. Si hacia 1850 se podía hablar de una corriente l.¿ flllié,<lT ,.r~J1\ bría que añadir: en nuestra época. Pues en el siglo XVIII y en gran parte del XIX
romántica predominante y en 1890 de la mupción del verismo o del natum- no existían muchas de las diferenciaciones que para nosotros son obvias: casi
lismo (con Mascagni, Leoncavallo, Puccini, d' Albert y el joven Richard
Strauss), hoy no hay un punto de referencia espiritual o musical común. Des-
I Je- .
\/t1t.dll<-O
todas las grandes prime donne se sentían cómodas tanto en el registro de so-
prano como en el de contralto y disponían de un registro de más de dos octavas
garrada como la época, en ebullición, pero sin interrupciones, la ópera de nuestro con el mismo volumen. Vivimos en el mundo de la especializaci6n. y así no es
tiempo se dirige hacia un futuro todavía oculto. Han aparecido nuevos ele- sorprendente que también el canto operístico se incline cada vez más en esa
mentos y no hay que subestimar su importancia. Si en los años treinta apare- dirección. Hace mucho que se diferencian no s610 las voces agudas de las
cieron las primeras óperas compuestas especialmente para la radio y adapta- medias y las graves: soprano, mezzosoprano y contralto entre las mujeres;
das a esa nueva fonna de audición, un cuarto de siglo más tarde aparecen las tenor, barítono y bajo entre los hombres. Dentro de estos grupos haya su vez
primeras ópems para la televisión. (Amahl y los visitantes nocturnos de la divisiones que se refieren sobre todo a la capacidad de expresión del cantante.
noche, el emocionante cuento navideño de Oian Carla Menotti acerca de un Entre las sopmnos se distinguen la de colorarura, la lírica, la dramática y la
niilo paralítico. debe de haber sido una de las primeras.) tiple ligera; entre las voces de mujer más graves, la mezzosoprano. la contralto
de comedia y la contralto grave; los tenores pueden ser líricos <> dramáticos (o
-24-
-25-

.,;0,.
.,•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••.•.•.•
heroicos), pero también hay tenores bufos y tenores de comedia; entre las
voces graves encontramos el baótono lírico, el de carácter y el heroico, así La orquesta. El acompañamiento instrumental de una 6pera está a cargo de
como el bajo de comedia y el bajo serio. uria orquesta sinfónica igua). a la que se oye en los conciertos. Eso quiere decir
Por lo general, los límites entre estas subdivisiones son poco claros. Una que la «formación» cambiaba de época en época. Pero en nuestros tiempos
soprano lírica se puede convertir, con el paso de los años, en cantante dramá- cambia incluso de compositor en compositor, según el estilo preferido por
tica; pero una mezzosoprano también se puede convertir en soprano dramáti- éste. Muchos trabajan todavía con la gran orquesta del romanticismo tardío,
ca. De todos modos, ése es el úhico cambio de registro que suele ocurrir. Pue- que Wagner y Richard Strauss llevaron a su punto culminante; otros prefieren
de que se oiga hablar alguna vez del fenómeno contrario: que un barítono el pequeño conjunto de cámara, transparente y claro como el cristal.
heroico pueda convertirse en tenor heroico, pero ocurre muy raramente y pue- En la orquesta de ópera normal, así como en la orquesta de los conciertos
de deberse a un eITor en el diagnóstico original de la voz o a una gran escasez de sinfónicos, hay tres grupos de instrumentos: el viento, la percusión y las cuer-
tenores heroicos, lo que promete grandes ingresos y mayor celebridad. La na- das. (Éste es el orden en la partitura con que trabaja el director de orquesta.) Al
turaleza no produce en la misma proporción todos los tipos de voz necesarios primer grupo pertenecen las flautas, los oboes, los clarinetes, los fagotes, los
en la ópera. Durante varias décadas de nuestro siglo ha habido una peligrosa cornos, las trompetas, los trombones y las tubas-oEn las obras más modernas se
carencia de mezzosopranos y tenores. Hoy esa carencia se ha vuelto a equili- puede añadir el corno inglés, el saxofón, el clarinete bajo y el contrafagot; en
brar. ¿Cuál podrla ser la causa? Puede que sólo consiguiéramos saberlo si un varios dramas de. Wagner se_utilizan las llamadas ~s~g~~as, 9y_~s.9!1 _
músico y un médico emprendieran una larga y aburrida investigación. Proba- una variante de los cornóS,'"En la perCUSlOnencontramos los timbales; pero a
blemente no tendría valor práctico, pues no se pueden cambiar arbitrariamente menudo se añaden el triángulo, el tambor, los platillos, el gong y las campa-
los registros de la voz. Excepto por el medio extremadamente drástico de la nas; en las 6peras de ambiente español (por ejemplo en Carmen) se añadenJas
castración, que ~rmitió obtener para la ópera italiana del siglo XVIII algunos castañuelas; en las escenas populares italianas, la pandereta. Las cuerdas están
de sus «tenores» más famosos, pero en los últimos tiempos, afortunadamente, representadas de manera invariable por los violines primeros y segundos, las
esa práctica ha desaparecido por completo. violas, los violonchelos y los contrabajos; y la cantidad depende del tamaño
Las denominaciones de los tipos de voz indican sus características: la sopra- del teatro y de la época de la ópera representada: Mozart usaba muchas menos
no lírica tiene una voz más suave, más dulce y más lírica que la soprano «dramá- cuerdas que Wagner, Rossini menos que Verdi. En las óperas modernas apare-
tica», que es más penetrante, o incluso que su forma más intensa, la soprano ce, de manera excepcional, el cuarto grupo sonoro de la orquesta, inventado (
dramática aguda (que a su vez el profesional puede dividir entre soprano dra- hace poco: los instrumentos electrónicos. Honegger utiliza esos sonidos, por
mática italiana y cantante wagneriana). En general. siempre se exigen dos ejemplo «ondas Martenot», en Jeanne ,d'Arc au bucher, la primera ópera que
cosas de una voz: un buen sonido natural y una formación impecable. La falta utiliza ampliamente la música electr6nica es Aniara, del sueco BlorndahL
de esta última no suele verse de inmediato (hay «voces naturales» sorprenden- Se comprende que la calidad de la orquesta sea decisiva para el nivel de una
tes), sino más bien un debilitamiento temprano de la voz. Pues la buena forma- representación operística. Pero depende, igual que el tamaño del conjuntó, de
ci6n, la «técnica», confiere a la voz no sólo facilidad, suavidad, firmeza, ex- dos factores importantes: del tamaño del teatro y de su economía. En un
presión y matices, sino también duración. ¡Y no hay que subestimar el esfuerzo edificio pequeño no tendría sentido mantener una gran orquesta (es decir, de
del canto operístico! En cuanto al desgaste de energía, equivale a los trabajos más de cuarenta músicos); ello significa que a esas orquestas o les está vedada la
físicos más pesados. Para «aguantan> un personaje wagneriano (por ejemplo ejecución de óperas que exígen orquestas mayores (las obras de Wagner. Salomé,
Tristán o Hans Sacbs), es decir, cantarlo con el mismo brillo desde el principio Elektra o El caballero de./a rosa de Richard Strauss, Pdléas et Mélisande de
hasta el fin (<<contra» una orquesta de aproximadamente cien músicos), es Debussy, etc.) o tienen que ampliar el cuerpo sonoro instrumental. Sin embar-
necesario tener. una tremenda resistencia tanto en 'la laringe como en ,todo el go, este aumento del número de músicos no 'puede hacerse de manera arbitra-
cuerpo. El primer Tristán murió, joven todavía, poco antes del estreno; ¡los , ria, pues la orquesta dispone de un espacio limitado. Cuanto más se .amplíe el
cantantes de entonces no estaban acostumbrados a tales esfuerzos! lugar, más pequeña será la platea; lo cual significa que aunque una representa-
Al canto se añade, como dijimos al principio, la actuación. Se exige del ción sea cara, habrá pocas posibilidades de obtener buenos ingresos.
cantante de ópera una profundización dramática, una verdadera configuración Hemos puesto la orquesta entre las cosas que se ven y se oyen en un ~eatro
del papel. como si se tratara de un aétor. Hoy no es suficiente con acercarse a de ópera. Debemos mencionar aquí una excepción: en el teatro wagneriano de
las candilejas y soltar un aria, como se haCÍa antaño. j La ópera pone en escena Bayreuth, la orquesta se sitúa en un lugar cubierto; el director se puede ver
hombres, no muñecos que cantan! Sin embargo, tampoco subestimemos a los desde el escenario, pero no desde la platea y los palcos. Es incomprensible que
cantantes de épocas pasadas. Es seguro que había entre ellos actores natos. ¿D este ordenamiento no se haya generalizado; es absurdo ver sentados frente a
hada falta menos dramatismo para cautivar al público de antes? ¿Nos hemos un escenario que representa por ejemplo un bosque encantado, un desierto o una
acostumbrado al teatro de alto nivel y a las buenas películas? Resulta inima- ciudad medieval, a cincuenta o cien hombres ante atriles ill,lminados y enfras-
ginable que un h.ombre de teatro como Verdi tolerase actores apáticos o ma- cados en, una actividad que no tiene nada que ver con la acción. Así jamás se
los. Veremos algo más sobre este tema en el capítulo dedicado al director de puede lograr por completo la ilusión que debe poseer todo teatro. A pesar de
escena. eso, todos los teatros de ópera suelen situar a la orquesta en un lugar visible,

-26- -27-
••• •••••••••••••••••••••
I

aunque en Bayreuth se haya demostrado que el sonido no sufre ningún menos-


cabo por el hecho de estar a cubierto.
~.~
I
•••••••••••••••••••••
durante un tiempo una de sus obligaciones era pulsar unos botones colocados
en su atril; así daba la señal para que levantaran el telón, por ejemplo después
El COTO. Al igual que la orquesta, también el coro pertenece al cuadro total de de una obertura o de una pausa destinada a un cambio de escena. Hoy en día la
la velada de ópera; a decir verdad, hay óperas que carecen de coro, pero son electrónica se hace cargo de muchas de las obligaciones secundarias del direc-
minoría. El número .de coristas que un teatro puede tener en nómina depende tor de orquesta. Un coro que canta detrás del escenario no necesita ser dirigido
de los mismos factores que hemos señalado para la orquesta. Por 10 tanto, por medio de «repetidores)), sino que sigue (ocasionalmente con un director
cuando se representan obras que exigen masas corales (por ejemplo Los miles- auxiliar) la imagen televisada del director que aparece en un monitor.
Iros cantores de Núremberg de Wagner, o Rons Godunov, de Músorgski), se El director de orquesta se dedica ~n primer lugar a la interpretación musical
hace necesario contratar -cantantes adicionales. El coro de ópera se divide Dor~ de una obra; es una labor tanto espiritual como de té~nica de dirección. Hace
malmente en los cuatro grupos principales que hemos mencionado al detallar los mucho que han tenninado los ensayos. El director los ha conducido y contro-
registros de las voces: soprano, contralto, tenor y bajo. Sólo las obras más mo- lado. Los maestros concertadores y el director de coro, así como un -jefe de
dernas complican también las partes corales y exigen divisiones más sutiles. ensayos. han sido sus auxiliares más importantes en ese trabajo. Todos se so-
La utilización del coro puede ser muy variada. Pero en principio se pueden f meten a su voluntad, a su concepción del «estilo)) en que se ha de interpretar la
obra. Cuanto más se interna en la historia, más diversas son las dificultades
delimitar dos tipos fundamentales: el coro como factor de actuación, donde
está incluido en la -acción, como los solistas, y tiene una función dramática. y \ que debe superar; por ejemplo, se puede interpretar a Mozart de distintas ma-
el coro basado en el antiguo modelo griego. como narrador y espectador, para neras: en estilo rococ6, en 'estilo de comedia, etc. Y esa interpretación no debe
lo cual se reserVa un lugar a un lado, al fondo o en el foso de la orquesta. El ser confiada a los cantantes; los cantantes, el coro, la orquesta. incluso el ballet
siglo xx aprecia particularmente esta utilización del coro, que pertenece en deben adaptarse al estilo considerado correcto por el director de orquesta. y
.esencia a la idea del «teatro épico». Por lo general, el coro es un problema para sobre ese estilo deben estar de acuerdo los dos hombres más importantes en la
los directores de teatro modernos: en el capítulo dedicado a la dirección de representación operística: el director de orquesta y el de escena. No sería ad-
escena nos ocuparemos más ampliamente de este asunto. Adelantaremos aquí misible, por ejemplo. que la puesta en escena de una obra se moviera en un
que una escena de masas corales puede tener un gran efecto dramático, pero que, sentido naturalista y la interpretaci6n musical en un sentido impresionista. El
por el contrario, un coro que canta y actúa mal puede peIjudicar irreparablemente director de orquesta decide también sobre algunas otras cosas. Hay obras en
la representación. las que se hacen «cortes)), es decir, se l¡,'lsabrevia en algunas partes: él deter-
mina qué partes. Su palabra es de decisiva significación en el «reparto)) de una
ópera, es decir, en la asignación de los papeles a los cantantes. aunque éste es
Lo que se ve pero no se oye en un teatro de ópera uno de los puntos que se suelen discutir en una reunión entre él, el director del
teatro y el director de escena. Un verdadero director dé orquesta no «acompaña»
El director de orquesta. Es el jefe visible de una representación, en cierta a los cantantes, los «dirige»: y un buen director lo hace sin que se den cuenta, a
manera, el general a cuya voluntad se someteri incondicionalmente todos du- pesar de lo cual trabajan con la sensación de tener en él 'un firme apoyo.
rante la representaci6n. Su preeminencia no tiene un origen muy antiguo. En
la época de Haydn y Mozart no existía todavía en el sentido moderno: enton- El escenógrafo. Son muy pocos los aficionados a la ópera que conocen la
ces las óperas eran dirigidas desde el clavicémbalo, es decir, que el importancia que tiene la escenografía en la impresión de conjunto de la repre-
Kapellmeisler, que se había ocupado de ensayar la obra, acompañaba la repre- sentaci6n. De todos modos, la comprensi6n de su significado ha crecido mu-
sentación desde este viejo instrumento. Casi todo «marchaba» solo. pues las cho en nuestra época. El escenógrafo, a quien a menudo se encarga también el
óperas de entonces tenían pocas complicaciones musicales (que no hay que diseño de los trajes, trabaja en estrecha comunicación con el director de esce-
confundir con las complicaciones vocales); para la duración de un calderón na. Esto, por lo general, ocurre después de que ambos han recibido el visto
bastaba un movimiento de cabeza del Kapellmeister y para los ritardandi ha- bueno del director del teatro o del director artístico; una reunión crea claridad
bía normas que todos los músicos dominaban. - sobre los puntos más importantes: ¿en qué época ocurre la obra, en qué medio.
Las cosas cambian a comienzos del siglo XIX. Las obras se hacen más difíci- en qué estrato de la sociedad? ¿Es una historia, una saga, un cuento? ¿Es seria,'
les, las orquestas crecen y hacen que el clavicémbalo sea superfluo. El director semi seria, irónica, alegre? ¿Es sombría o simpática? (Esto es sólo una pequeña
'se sitúa en un lugar central y hace movimientos visibles con el brazo que selección de las cuestiones fundamentales.) En las conversaciones siguientes el
transmiten al cuerpo sonoro (solistas, coro, orquesta) multitud de indicaciones. director de escena estipula cómo debe ser la escenografía, de acuerdo con su
Su «valoración» se manifiesta ya en lo exterior: en épocas pasadas apenas se idea de la puesta en escena: manifiesta o s6lo insinuada, con telones o con
mencionaba o no se mencionaba. mientras que en nuestro siglo su nombre ocupa pequeños paneles móviles, tal vez sólo proyectada. Si ha de ser manifiesta, es
un lugar destacado en la cartelera y en el programa. El perfeccionamiento técni- decir, si los decorados deben hacerse con materiales específicos y hay que
co de la orquesta moderna ha vuelto superflua precisamente la parte de su pintarlos a conciencia (bastidores y fondo), entonces hay que pensar en cada
actividad que antes era su misi6n principal: marcar el compás. En cambio, movimiento que el director de escena indique a 19s cantantes: en otras pala-
bras, nada debe obstaculizar esos movimientos. Para ser escenógrafo hay que
-28-
-29-
••••••••••••••••••••••• i••••••••••••••••••...• ~
'

I
poseer el arte del pintor y"los conocimientos del hombre de teatro. Y también entre lo que no se ve ni se oye. En realidad. ambos permanecen' ocultos al
el diseño de los trajes es una ciencia, exactamente igual que la elección de los
muebles y la representación de las casas, calles y plazas. I público. pero su trabajo es visible al espectador. Y a pesar de eso queremos
señalar así una pequeña diferencia. La «escena». obra del escenógrafo, obliga
a la contemplación; el trabajo del director de escena en cambio debe ser dis-
El ballet. El ballet es mucho más antiguo que la ópera. Ésta lo incorporó mien- creto. invisible. no debe llamar la atenci6n. Casi se lo podría comprender ne-
tras buscaba y encontraba su forma. La función de la danza en la ópera varía gativamente: s6lo una régie defectuosa debe~a ser advertida por el especta-
el
de época en época, in~l~so es distinta según país. Se sabe que en el siglo XIX dor; la buena, en cambio. debería notarse únicamente en el bienestar total del
apenas había óperas francesas sin ballet; y si las había, no era lógico que aspi- espectador, en la medida en que sirve de complemento a un buen trabajo de los
rasen a tener éxito en París. Pero ahora no es tan fácil encontrar una motiva- cantantes.
ción dramática para la inclusión de un ballet en una ópera. Verdi, en Aida, hace El director de escena es el hombre que pone en movimiento toda la acci6n
bailar a los esclavos y esclavas mientras los miembros de la casa reinante sobre el escenario. En épocas pasadas no se le conocía; a pesar de eso, el
hacen de espectadores; Gouned convierte la Noche de Walpurgis del Fausto público se entusiasmaba con la 6pera. Se abandonaba a los cantantes a su
de Goethe en una gran bacanal bailada; Wagner tiene que elaborar de nuevo su propio talento escénico. O ese talento era mucho más grande que ahora (de 10
Tannhiiuser para incluir un ballet en el estreno parisiense de 1861 y lo hace de cual tenemos derecho a dudar) o la acci6n que transcurría en el escenario no le
tal modo que en la primera escena. que transcurre en el reino mágico de Venus, interesaba al público. El público iba a oír voces famosas y bonitas; el éxito de
se ejecutan danzas sensuales. En Guillermo Tell, de Rossini, compuesta para una velada de 6pera dependía de la frecu.encia con que el cantante se acercaba
ser estrenada en París, los campesinos suizos bailan una ronda; tanto Weber al borde del escenario para conmover al público con un aria. casi sin moverse
(El cazador furtivo) como Wagner (Los maestros cantores de Núremberg) in- y pensando solamente en el efecto vocal. Hoy las cosas son diferentes. Tam-
cluyen antiguas danzas alemanas en la partitura; Meyerbeer inventó incluso bién en la 6pera exigimos una «actuaci6n» dotada de sentido. un verdadero
una danza para patinadores en El profeta. Mozart hace que «animales salva- teatro, un desarrollo escénico ininterrumpido.
jes» -bailen al son del caramillo de Papageno. y Weinberger organiza en el La importancia del director de escena ha aumentado extraordinariamente en
Infierno de su Schwanda der Dudelsaekpfeifer una danza de demonios des- los últimos cien años, así como la del director de la orquesta, e incluso más
atada también por un instrumento mágico. Es así como la inclusi6n de esce- todavía. Wagner parece haber sido uno de los primeros auténticos directores
nas de danza más extensas o más breves en la 6pera constituye, según la épo. de escena; todas las indicaciones de sus partituras lo señalan, cada movimien-
ca, más una regl¡l que una excepci6n. En nuestra época, el coro, que actúa en to de los personajes, cada luz. cada sombra, todo tenía significación. Y todo
el escenario, la pantomima y la danza adquieren una significación más grande concordaba exactamente con la música. Sigmund tenía que arrancar la espada
en el teatro musical. Dejamos a un lado aquí el ballet puro corno forma artísti- del tronco en el instante preciso, es decir. en el momento en que el tema de la
ca. porque no corresponde al asunto de nuestro libro. Posee una historia riquí- espada resplandece con mayor intensidad en la orquesta; Brunilda debía apa-
sima y una literatura en parte muy valiosa. Las obras modernas ofrecen hoy recer en el instante preciso frente a Wotan, detrás del muro protector de sus'
formas mixtas a menudo interesantes de teatro cantado. hablado y danzado. hermanas; Isolda debe hacer la señal con el velo a Tristán. escondido en la
De la ópera con ballet incluido llegamos a la ópera-ballet, por lo demás, no por oscuridad. en el momento en que la orquesta toca el compás exacto. Aquí
primera vez en la historia: los franceses cultivaban esa forma en el Versalles están ya algunas de las tareas fundamentales del director de escena. Su conduc-
del Rey Sol y sus últimos sucesores. Hoy en día la palabra y el movimiento ción de los personajes. incluso la iluminaci6n que prescribe, debe surgir del
vuelven a aparecer en igualdad de derechos con el canto, en una nueva con- espíritu de la música. ¡De qué soberbio efecto (que significa mucho más que
cepci6n de la «obra de arte total» que se aleja significativamente de la idea de «efecto)) en un sentido exterior) se priva el director de escena de El caballero
Wagner. Casi todos los teatros musicales disponen de grupos de danza o, en de la rosa si no hace coincidir la brillante. entrada de Octavian en el acto.
términos más modernos, de masas que se mueven en el escenario, cuya signi:" segundo con el instante del más fuerte esplendor de la orquesta! Del espíritu
ficaci6n numérica y artística varía tanto como el coro de 6pera y la orquesta (o de la música: ésa debe ser. en la 6pera. la base de la dirección escénica. Si el
casi más). Cada día es más difícil prescindir de ellos: en primer lugar porque director de escena se mantiene dentro de ese marco, entonces las libertades
tienen una importancia creciente para la relajación de la acci6n en las 6peras artísticas que puede tomarse jamás tocarán o perturbarán la esencia de la obra,
barrocas (lo que seguramente se corresponde con la significaci6n hist6rica); como por desgracia es el caso frecuente en el teatro musical de hoy. Másaún
en segundo lugar porque en la ópera moderna se intenta equiparar cada vez que el director de orquesta, en las últimas décadas el director de escena ha
más el movimiento con la música. . sabido pasar de una función secundaria e inadvertida al centro de los aconteci-
mientos. No siempre por medios legítimos; a menudo' a costa de la sustancia
artística y con la intención pronunciada de hacer las cosas «diferentes» de lo
Lo que no se ve ni se oye en un teatro de ópera acostumbrado. Eso puede justificarse' en muchos casos, pues la acción dramá-
tica en la ópera ha sido descuidada de manera casi grotesca durante mucho
El director de escena. El lector se preguntará por qué hemos incluido al esce- tiempo. Pero esta tendencia a alejarse del espíritu de la música, a modificar las
nógrafo entre lo que se' ve pero no se oye en la ópera y al director de escena acciones dramáticas y a cambiar las épocas y lugares, es inadmisible. Trasla-

-30- -31-
•••••••••••••••••••••••• ••••••••••••••••••••••
dar ¿nadne auf Naxos de RIchard Strauss al siglo xx (como se hizo en los
Festivales de Salzburgo de 1979) es una empresa condenada al fracaso: pues si
~
) general, es decir, la batuta del director de orquesta. Todos los directores han
comenzado así, o tendrían que haber comenzado así, pues sólo se puede conocer
IJ

«el hombre más ~co de Viena», como lo denomina Hofmannsthal, le encarga I bien las obras haciéndolas ensayar o estudiar repetidamente. El maestro concer-
a mediados del s~glo XVUI una ópera a un joven compositor, éste compondrá ! tador debe ser un buen pianista, pues aunque en su tra~aJo pocas vec~s se
una ópera en estIlo .b.arroco, tal como la compuso Richard Strauss o por lo necesita algo más que el «armazón» musical, la ejecución de una partitura
menos l? m.slCIu6~stJ.hstIcament~; ~ro en el siglo XXel resultado de ese encar- complicada necesita mayor capacidad manual. .
go habna SIdo completar:'ente dlStinlo. Éste es un ejemplo que vale por mu- Una vez que han sido ensayadas las partes de los sohstas, el ,:,aestro concer-
ches otros. Numerosos dIrectores de escena hacen que sus puestas en escena tador debe asistir a IOU!1.s3Yos escénicos, es declf. debe suplir a la orquesta
no se desarrollen en la época que exige expresamente el libreto. sino... en la ausente mientras el director~ae escena fijá los movimientos, sitúa los «gru-
época en q~e vivió el c~mposito~.¿Por qué? ¿Dónde se puede descubrir la me- pos», etc. Por la noche tiene «servicio de escenID>:ha de .'!arla'!.-e~tr~s.detrás
nor m~JcacJ6n d~ semejante pOSIbIlIdad?De ese modo se representa Oleto no del escenario (por ejemplo. cuando un pers~naJe conuenza a cantar ~te~ de
en .el SIglo xv, SI~Oen el XIX(como en la Ópera de Múnich en 1978), y los salir a escena y por lo tanto no puede ver al dIrector de orquesta); ha de mdlcar
trajes de ~a emb~Jada veneciana resultan grotescos. ¿Tal vez el director de que es medianoche (lo que se.pide en muchas óperas y la ~ayona de las veces
escena qUJcre senalar que el tema de los celos es siempre actual? Eso tendría se hace con un instrumento que suena de un modo parecIdo a las campanas,
sentido, pero ¿justifica la modificación violenta de un concepto fundamental detrás del escenario); ha de tocar el piano. la celesta o .el clavicémbalo, detrás
de la ópera? No. queremos abordar más a fondo este tema, muy discutido en del escenario, cuando un cantante tiene en las manos.un Instrumento de cuerda y
nuestra época. ¡Cuántas cosas se podrían decir sobre los experimentos de hace como que toca él mismo, P9r ejemplo en la serenata del Don Ju~n. de
Bayreuth! Pero de ninguna manera se puede pasar por alto la explosividad de la Mozart. ¡Siempre detrás del escenario! ¡Qué hermoso resulta que en el ultimo
rég,e de hoy. . instante enferme el director de orquesta (pero no de gravedad, por favor) y el
La tarea del director de escena es importante y difícil. No sólo se ocupa del maestro concertador tenga que ..~erse c~g~. mejor dicho, pue~a «hacerse
.~s_arr?llo dr~tico de la a££i2!1l-.
sino que ºJ~Le.~estilo unitario de la repre- cargo» de una representación! Muchas carreras han comenzado as1... . .
. ~enta£,19~." ,Para ello hace falta no sólo un conocimiento"exacto de las posibili-' Deberíamos dedicar en realidad las palabras finales a todos los auxIhares
dades teatrales de una ópera, sino también de la música. El buen director de ¡ invisibles que con su trabajo incansable ~olaboran para l~grar un buen resulta-
~sce?~ ~ebe ser un hombre de fonnación y cultura ~plias y destacarse por su do: los tramoyistas, los eléctricos, los pIOtores, los sastres,. los zapateros, los
senSIbilIdad fue~a de lo común; no pocas veces esa sensibilidad se manifiesta encargados de levantar el ~elón, los encargados del.vestuano .. _ r
en la I1ununaclOn.que en el escenano moderno ha logrado una importancia Debemos recordar tambIén a un personaje muy lmp()rtan~e,¡el apunt~dor.
inusual y miles de posibilidades ..Es conocida la inclinación de muchos direc- (En Italia tiene casi el rango de segundo director, ya que mediante un espeJ~ ve
tores de escena moden;-0s a llu~n~ escas~ente el escenario; muchos temen y «recoge» con exactitud los movImIentos, del conduc~or de la orquesta, el
la luz penetrante del dla (que la accIón eXIge en muchas escenas de ópera), y cantante, que en los grandes teatros ve al dIrector de leJOSy tal vez borrosa-
se con~onnan con hacer resaltar a los personajes principales sobre fondos os- mente, se las apaña con el compás que marca el «h~mbre de la concha», con
curas: l~Ualque.en un cuadro de Rembrandl. La iluminación del segundo acto las entradas que éste le da y con todas las ?emás senales que le pueda hacer.)
de Tnstan e Isolda presenta una verdadera dificultad: ¿una n<x;:hede amor de ¡Y al traspunte! Es igualmente un hombre Importante. pues da a los cantantes
color azul oscu.ro, una noche ?e verano clara y amplia, como suelen ser en el la señal para que se presenten, y se ocupa además d~ muchas otras. cosas: Al
norte, la osc~nda? de la pasIón que. oculta todos los detalles? Si la escena profano le cuesta imaginar cuántas cosas son necesanas para el funclOnanuen-
durara sólo diez nunutos sería más fácd encontrar una solución; pero ¡dura más to de un teatro de ópera, sobre todo de un teatro grande. Y seg~r~ente ~stá
de una h~ra! Eso quiere decir 9ue hay que hacer modificaciones para evitar la
. monotoma. ¿Con cuánta clandad hay que iluminar el último acto de Las
r
bien que sea así. El profano debe alegrarse disfrutar, Pero qUISIera-decir,le,
como una pequeña información suplernentana, que los talleres en que se P1O-
bo.das .de Fígaro para reproducir la atm6sfera nocturna en el parque, Hena de tan los decorados deben tener una superficie de mil~s de ~etr?s cuadrados;
ffilsteno y erotismo, y p~a pennitir ~ la vez que. los oyentes y espectadores que un inventario de di~z mil, veinte ~l. incluso tremta mIl trajes y pares d.e
reconozcan a los personajes que realIzan allí su Juego de equívocos? Es así zapatos no constituye nmguna excepción y que hay teatros con cerca de nul
como cada ópe.ra le plantea un sinfín de problemas a todo director de escena empleados. .
responsable. SI Jos resu.~l'y-ecorrectamente, entonces su teatro cobra verda- Por eso dedicamos nuestras últimas palabras al hombre que de?e controlar,
dera ~ida, impresi~?a y cautiva tanto que lel espectador no sólo oye fascina- dirigir y guiar todo y ponerlo en función del arte: el di~ectorartístIco (como se
do. 5100 que tamblen ve, y.., no nota en absoluto el trabajo del director de denomina en Suiza, en Austria y en muchos otros paIses) o Inte~dant (como
escena. se denomina en Alemania). Debe ser culto, enérgico y dIplomátIco, debe. co-
El maestro concenador. Es el encargado de los ensayos musicales. Está senta- nocer y dominar la historia y la literatura de la ópe:a" ~ebe posee~ capaCIdad
~o todos los días durante horas ante el piano y ensaya con Jos solistas sus organizativa, conocimiento de los hombres y senslblhdad p~ofétlca para el
«partes», ,sus papeles. Es en cieno modo el soldado que lleva el bastón del talento. Nunca debe perder el control, ni siquiera cuando. qUle~es le rodean
han alcanzado el más alto grado de «fiebre teatral»: Las eXIgenCiasplanteadas
-32-
-33-

'~',.-
••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
a estos directores han aumentado en las últimas décadas. La formación de una
compañía de ópera se ha vuelto muy difícil, ya que los cantantes y los directo-
res de orquesta y de escena que han alcanzado la fama deben hacer numerosas
giras por otros países y continentes; y hay que tener en cuenta los compromi-
sos con el cine, la radio y la televisión, las vacaciones que fija el convenio, los
días inapropiados y las bajas por enfermedad causadas por el exceso de traba-
jo. Además, el repertorio crece todos los años, ya por la inclusión de obras
nuevas, ya por la recuperación de obras antiguas, aunque lo primero es hoy
más improbable que lo segundo. Las óperas de creación reciente tropiezan en
la mayoría de los casos con la resistencia instintiva del público, que en su
DICCIONARIO
mayoría no puede trabar amistad con el arte moderno (de una época tan difícil DE LA
y complicada como la nuestra) y prefiere ver el teatro y sobre todo la ópera
como lugar de «placer», de distracción y también de edificación espiritual. En
cambio, entre los millares de obras olvidadas de épocas anteriores se pueden
encontrar muchas perlas que pueden despertar el interés. Sobre estos hechos se
polemiza constantemente: pero como éste no es el lugar más indicado, nos
limitamos a mencionarlos.
OPERA
Dirigir una ópera hoy exige conocimientos en numerosos campos: jurídico,
administrativo, publicitario, psicológico y artístico. El director de un teatro de
ópera debe tener buenos colaboradores en todos esos campos. Pero, y esto es
algo que hoy resulta obvio, tendrá que emplear también ordenadores para con-
trolar el complicado rompecabezas de la ópera. En -cualquier caso, tendrá que
suministrar al ordenador datos válidos, lo cual es una ciencia, un arte en sí
mismo. Y sin embargo, por suerte, sigue siendo sólo un medio auxiliar. En el
teatro gobierna el hombre. Desde las veinte hasta las veintitrés horas no se
puede hacer cantar a ningún robot, a ninguna garganta electrónica. Y tampoco
el director puede ser reemplazado por un aparato. Pues ante todo debe amar la
ópera, cosa que un ordenador no puede hacer.

-34-
-r,

••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
.•• ,

••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••

You might also like