Buenas noches, Sr. Alcalde, Sra.

Teniente alcalde, miembros de la

corporación municipal, familia, amigos, amigas, vecinos y vecinas de
chillón y de otros lugares que han querido venir a acompañarnos para esta
celebración (PUES YA HICE LO MAS DIFICIL EMPEZAR)

Dice un viejo refrán que es de bien nacido, ser bien agradecido. Y

yo por eso quiero dar las gracias a las personas que de alguna manera han
tenido que ver para que recayera en mi el gran honor de ser la pregonera de
este carnaval 2018, un cargo municipal que desde antaño recaía en
personas de mi familia, algo que descubrí cuando me dieron esta noticia, y
de lo que estoy muy orgullosa, el ultimo si mal no recuerdo en el padre de
nuestro amigo el Pelon llamado Eusebio y que hoy yo reencarno.

Pero hace tanto tiempo de aquello llevaban una trompetilla su

bufanda y su gorrilla y empezaba en mitad de la plaza del pueblo y en las
esquinas. Se ha de saber por orden de señor alcalde y así daban su noticia a
todo un pueblo entero… pero las cosas cambian señores y tenemos que
ponernos a la moda y ahora quien tiene ¿El cargo de Pregonero? El
faceeebook o sino los grupos del wuasapppppp….

Y ahora vamos al lio que esta noche sí que hace frio

He de decir que hacer un pregón como este no es fácil, me decían anda si

escribes por el facebook todos los días y yo pensaba no para mi, hay
macareno que no es lo misma perspectiva, yo aquí arriba vosotros ahí abajo
ahora entiendo a nuestro Jero… el solo hecho de mirar a tantas personas
con las que compartes esta afición del carnaval y que convives con ellos
durante estas semanas especiales, hace que el corazón y todo el ser mismo
salte a una velocidad que ni tú mismo te enteras, se llama emoción.

Porque la cosa no solo es subirse a este balcón, sino que también es tarea
del pregonero ser todos y cada uno de vosotros, y explicar lo inexplicable,
¿por qué se quiere el carnaval? Es difícil eh Es de esas cosas que no se
pueden explicar, es como intentar explicar porque se ama lo que se ama y o
porque se es feliz con lo que es feliz.

Yo hoy tengo un gran momento para decir y confesarme en público que

soy feliz y amo la palabra CARNAVAL y todo lo que ello conlleva y digo
esto, porque la palabra carnaval no solo se refiere al domingo del carnaval
o al de piñata, o el entierro de la sardina, nadie que no esté dentro no sabe

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lo que es y el trabajo que lleva desarrollar durante tanto tiempo, la gran
labor de confeccionar una semana de color y sentimientos

Llamarme loca o es cosa mía por considerarnos especiales, porque somos

artífices de la magia que desprende el carnaval, somos capaces de
transmitir los valores más puros y esenciales, la alegría de nuestras
personalidades, la libertad de expresión con nuestras artes, el respeto por lo
desigual en las agrupaciones, el optimismo (que tanta falta nos hace en
estos tiempos), la crítica constructiva hacia lo que hacemos para mejorar, la
locura con respeto y sobre todo lo que más me gusta, la capacidad de soñar
en voz alta, si soñar hasta ver lo que no veíamos echo…

Cada día que pasa tengo más claro que tus raíces y tus valores serán
la bandera de nuestros sucesores y creo que todos los que estamos aquí lo
estamos haciendo muy bien cada año, de hecho tenemos a las futuras
generaciones gracias chirigota con guasap y niñas de la villa por vuestro
trabajo, tenéis la responsabilidad de continuar con la tradición carnavalera
de chillón, una tradición que empezó José Manuel y su estudiantina y que
se que la llevareis por bandera.

Pero tenemos que agradecer sobre todo y estaréis conmigo de

acuerdo, que muchos de vosotros habéis tenidos grandes maestros.
Debemos mencionar a la agrupación de Margari y de Manolo porque de
ellos hemos de tomar el arrojo de continuar en esta locura de carnaval que a
pesar de tener sus familias, sus trabajos y otros menesteres, siguen
trabajando cada año para ser los mejores.

Y para que veamos lo que engloba carnaval me gustaría hacer una mención
especial a ciertas personas que están detrás de las caras de las agrupaciones
y darles un ole por aguantarnos durante tanto tiempo, un ole por las
costureras que volvemos la cabeza loca con las mediciones, un ole por las
madres que andan detrás de los hijos intentando probar el traje y las
abuelas que a veces son las que mas puntaditas dan a nuestros trajes de
mañana, y un ole por la gente que nos apoya en las construcciones de las
carrozas y nos ceden sus locales para que desarrollemos nuestros proyectos
especiales.

Mi andanza como carnavalera comienza, cuando las madres nos

disfrazaban con lo primero que pillaban, curiosamente a mí que me daban
pánico las mascaras, acabaron gustándome, porque gracias a mi madre y a
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mi vecina Juana que cogían los monos del trabajo de nuestros padres y no
los plantaban

Íbamos los cuatro mi hermano yo y los dos rumbillos con los monos del
trabajo de los padres, la cara tapada con un gasa rajada para que viéramos
y miles de cojines para rellenar lo que faltaba por medio! que difícil era
averiguar quiénes éramos. ¡

Lo que mas me gustaba de todo esto, es que como dicen los entendidos de
la moda teníamos un buen fondo de armario para los carnavales, la falda de
la abuela, la camisa del abuelo, el pantalón de tu padre, el mantel que se
había quedado viejo de capa, una toalla de falda… y así sucesivamente sin
tener que gastarnos un duro que por entonces lo que se llevaba era la
peseta pero oye lo que disfrutábamos.

Después los tiempos y con ello los gustos fueron cambiando y ya

queríamos otros menesteres, el primero que tengo de la saga moderna el de
power ranger, pero quien no tenía un traje del zorro , o un traje de gitana y
si te descuidas nos vestían hasta de la estudiantina.

Pero sobre todo y por todo lo que más me gustaba y sigue gustándo
era el entierro de la sardina, me encantaba y me encanta venir a casa de mi
abuela y apañarle la ropa como me dice ella, porque este día es especial
mio y de ella porque es la que me viste con su ropa.

Eso de vestirte de plañidera siempre me ha encantado, no entendía muy

bien la función de esta señora porque para mí era muy ambiguo todo, nos
reíamos y llorábamos en una situación triste, porque se había muerto la
sardina, porque llorábamos porque se había muerto una sardina, que ni si
quiera conocíamos esas eran las preguntas que se hacia mi cabeza cuando
era más pequeña.

Hoy he de decir que me faltan muchas personas a mi alrededor, personas

con las que empecé a mamar el gusto por los carnavales, y que no están por
motivos laborales o maternales, pero sé que sienten y llevan por bandera
los valores de los carnavales más que nadie, a mi hermano, a mi prima
Sara, a mi amiga Choche y a mi amiga Ana con quien en una baca larga
empezamos la locura de las carrozas, inaugurando el barco que tanto dio la
lata, por entonces mi amiga Choche tenía el Macris de Puchero y fuimos a
por el botellón, le mangamos el carro del super y de ahí nació a dos velas

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fíjate lo que da la mente con un poquito de proyectao que nos echo nuestro
amigo kinki, espero que Enia, Daira y Mario continúen con lo que tanto les
gusta a sus padres ese gusto por los carnavales.

Y llegando al final de mi pregón, quiero agradecer a mi agrupación de

carroza en especial por continuar al pie del cañón, este año no ha sido fácil
para nosotros, pero creo que nos hemos demostrado que somos más que
una simple agrupación, somos una gran familia que nos apoyamos para
cada ocasión, estamos en las buenas, en las malas y las peores, porque no
solo compartimos la locura del carnaval, sino que asistimos a cada evento
con gran afecto, comuniones, cumpleaños y boda al año que viene. Gracias
por darme tan buenos momentos y haber encontrado en vosotros una
segunda familia y sobre todo quiero decirles a mis niños que les dejo una
gran herencia el remolque del morras para que sigan con la carroza.

No quería terminar el pregón sino mencionar a las compañeras de la otra

carroza, este año no habéis podido estar aquí por diversos motivos que no
nos confieren, solo quiero deciros una cosa, no podeis faltar el año que
viene,

Y ya con esto me despido citando una frase de un gran predicador Henry

Ward Beecher

El arte de ser feliz reside en el poder de extraer la felicidad de las cosas

comunes, de ahí se deduce que gracias por gustaros el carnaval tanto como
a mí y llevarlo en vuestros corazones.

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Mucha gente que no comparte o comprende el sentimiento carnavalero, puede
pensar, equivocadamente, que esta fiesta consiste simplemente en salir a la calle
con una careta o con un disfraz. Sin embargo, el verdadero Carnaval, debe
significar justamente lo contrario: arrancarse las caretas, los prejuicios, los
complejos, las frustraciones, las poses sociales y los disfraces de los que hacemos
gala el resto del año, y ejercer nuestra más pura libertad, al menos, por unas
pocas horas

. La verdadera grandeza de esta fiesta no debe estar sólo en el tiempo oficial que
dura; sino también el resto del tiempo que podemos hacer de nuestra ciudad, y de
nuestra vida, un carnaval de alegría, de amor, de humor y de convivencia libre.

-El arte de ser feliz reside en el poder de extraer la felicidad de las

cosas comunes y vosotros soys mis cosas comunes.-Henry Ward
Beecher.