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PALOMA MENSAJERA
PRECIO: CAPITAL 20 Centavos INTERIOR 25 Centavos
LA EUTERPE Úi^mm Flor' de IV[aijo
DE
JOSE BOHIGAS
Lo mejor y más Sucursal de "LA LUSITANA"
elegante que se conoce
en toda de ANTONIO P. SANTOS
clase de calzado
Donde encontrarán los fumadores un surtido com
habanos de las acreditadas mar-
pleto de cig-arros
Buen Orden cas: Bock— Murias— Upmann — Gran Almirante—
Caruncho— Monterrey— Partagfás— García Alonso,
etc. Así como también en toda clase de artículos
de cigarrería.
180
Antes de comer
PIDAN EL DELICIOSO LICOR TÓNICO. ESTOALACAL
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de Pllffl Hermanos y Compañía
AVENIDA DE MAYO 1061 - Buenos Aires
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REMEDIO, bajo la forma de POLVOS, puede titularse
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MARAVILLOSO, por lo RADICAL de sus curaciones y sus
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componentes- están combinados con arreglo á la última palabra
de :a ciencia. Todos los enfermos se curan por crónica que sea
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rebeldes. Enfermos hay que se han curado con una sola caja.
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Comprobado este remedio en la clientela privada de distingui-
dos médicos, podemos asegurar el EXITO cada vez que se to-
me. No daña por mucho que se use. No hay Dispepsia, Gastralgia
ó Diarrea que resista al ESTOMAGO ARTIFICIAL. Cuando han fracasado
I— l-H todos los demás digestivos, el único remedio positivo que puede
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devolver la salud es el ESTOMAGO ARTIFICIAL ó POLVOS DEL Dr.
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wUlirm las dispepsias estomacales en sus diferentes formas
alónica-catarral-flatulenta y la dilatación de estómago,
haciendo desaparecer el peso en el estómago, llenura, la hin-
chazón de vientre, los eructos agrios ó acedías, gases, sed
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< El < después de las comidas, pesadez de cabeza, vértigos, mareos, H
ansiedad, soñolencia, opresión, repugnancia á las comidas, etc.,
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H bien proceda de comer alimentos pesados, exceso de alimenta-
ción, exceso de vino y alcohólicos, hábito sedentario y vida po-
co activa, falta de reposo después de comer ó hacerlo bajo la
inñuencia de disgustos morales que preocupan el ánimo, ó co-
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1^11 Ríi cesando pronto las DIARREAS
las dispepsias intestinales,
con ó sin cólicos ó pujos, por antiguos que sean;
hace desaparecer el olor fétido y restablece la normalidad del
intestino, produciendo deposición natural; tal efecto lo realiza EL
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H ESTOMAGO ARTIFICIAL, porque destruye los microbios productores
de la infección iacestinal, adquirida bien por mala calidad de ti
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alimentos y de las aguas de beber, insalubridad del terreno, ca-
sa ó lugar donde se habite ó predisposición individual á infec
clonarse; así todo estado diarréico debe ser tratado por EL ESTO-
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la disenteria con flujo de sangre, diarrea catarral con
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m adquirirla á las personas que anualmente la padecen.
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gastritis, gastralgias y catarro crónico del
biliosidad y el estreñimiento, por falta de
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bilibr, suprimiendo la fiatulencia, ó desarrollo de gases, proce-
El dentes de la fermentación de alimentos en el estómago ó intes-
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=4 L A MUJER
ALBUM-REVISTA DEDICADO Á LAS FAMILIAS
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celebridades: —no hay cuenco verde ó jo- bilación con sueldo integro se io quitan.
coso, chascarrillo ó anécdota picante que Pellegrini lo reservó entonces para cosa
no se lo cuelguen á Quevedo !
mejor: lo hizo fundador de El Pa.s, del
Y pasaron los tiempos. que, como buen industrial protector de
Y siguió don Ernesto lloviendo proyec- sí mismo, es el m.ayor accionista... hipo-
tos.
tético pero el sueño dorado de Torn-
Y prodújose administración presente.
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Y eso que los araiijistns estaban por re- toda la línea y cumplida la cjnsigna co-
belarse en variüs parroquias contra el mo si luera de líne», sin qne se moviera
taita Igarzabal, pero se les chingó el tri- una paja.
quitraque y ni de oidas se supo nada de — Así megustan á mi las elecciones,—
ellos. dicen que contestó el general — p ero a- ;
blicaydispuesto
[rá entendérselas
fiirectaínente
jjcon los revolto-
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A este respec-
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¿Derrocar <á
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ible!Pues si no
ay un roqitista
lás pur sang Casa del Sr. Devotto donde se albergará al Excmo. Presidente de los Estados Unidos del Brasil
ue éll Dr. Campos Salles
ALBUM -REVISTA «LAMUJER»
LAS TEES COSAS DEL TÍO ga que Lucía me tira un poco, unpocazo»
si se han de decir las cosas conforme son.
Y como me parece á mi que yo también
CUENTO PREMIADO (500 PESETAS) EN EL CERTAMEN LITERA- le tiro una migaja, venía, porque es razón,
RIO DE «EL LIBERAL» DE MADRID EN FEBRERO DE 1900 á decirle qué le parece á usted de este ti-
raero que va con buen fin y por derecho
Todo el pueblo sabía que Apolinar se cami '.o. '
estaba derritiendo vivo por Lucía, y que, Diose tío Juan cuatro rasconazos en el
aunque ésta no se derretía por nadie, no testuz, y, volviendo las espaldas, fue á bus-
ponía mala cara á las solicitudes del mo- car el jarrillo y la venencia, y con ambas
zo. Matrimonio igual: ella, joven, guapa, cosas en las manos, como quien echa el
robusta y, de añadidura, rica; él, en ios lin- Dominus vobisctcm, se abrió de brazos, di-
deros de los veinticinco, no pobre, medio ciendo:
señoritín, por lo que iba para alcalde, y —Todo el toque del hombre está entre
entrambos hijos únicos. No faltaba al na- un sí y un no. Así es que, antes de soltar
ciente alecto más que el sacramento de la uno ú otro, hay que rumiar bien las cosas.
conlirmación^ y para ese no había otro Tomaremos un par de alu.nbradores y que
obispo sino tío Juan, el Planiao, padre y Dios sea con todos.
señor natural de la dama requerida. Y después de beber por rigoroso turno,
El ilustre linaje de los PLantao distin- quedóse tío Juan rumiando aquel escopeta-
guióse desde muy antiguo tiempo por una zo, como un hermoso y prudente buey,
terquedad nativa, dt; que estaba justamente que no pone la pata sino en terreno firme.
orgulloso, y, de haber querido proveerse — Pues, atento á eso, digo que me pare-
de heráldica, su escudo no íuera otro que ce á mí que la mujer se hizo para el hom-
un clavo clavado por el revés en una pa- bre y el hombre para la mujer... y que
red de gules. Apolinar seniíase cohibido por eso tiran el uno del otro. Pero como
por esta testarudez hereditaria, y recelaba ni el hombre ni la mujer son siempre li-
que el tío Juan saliese con una gaita de bres, otros han de agarrarse á lamancera
las suyas, porque era hombre que no se para que el surco sa ga bien hecho y la
apartaba de sus síes ó sus noes así lo hicie- simiente no se desperdicie. Yo, que por lo
ran pedazos. de ahora soy el gañán en este negocio, te
No hubo más remedio que pasar el Ru- digo que quien quiera ayutarse con mi
bicón.... y tirarse de cabeza en aquellas cordera ha de hacer tres cosas, sin que
honduras insondables de la voluntad pa- ninguna le perdone; no haciéndolas, ya se
terna. El tío Juan había dicho una vez: puede ir con viento fresco y levantar la
« ¿qué trae ese por aquí? » Y para los que parva.
le conocían el genio, era bastante. —Aunque sean trescientas haré yo, ccn
—Ahora que está tu padre en la bodega, tal de meterme debajo del 5'Ugo. Eche
voy y se lo espeto, y Dios quiera que pue- usted, tío Juan, por esa boca, que ya se
da salir con cara alegre... Pero antes di- me hace tarde, y aunque me mande car-
me, para que lleve fuerza, que me quieres gar con la bodega, todavía me había de
como yo te quiero, con los redaños del parecer mandato ligero, según loencalam-
alma. brinado y emperrado que estoy con el
—Apolinar, que me aburres con tus que- aquel del tiraero que ya. le he dicho.
reres y tonteos. Si quieres decírselo, anda: —No soy tan bárbaro para mandar lo
y lo que saques á mi padre del buche eso que está fuera de las fuerzas del hombre,
será, porque yo también soy planta. por animal que sea. Las tres cosas que
Renegando de aquellos bravios rigores pido son éstas: que me traigan todos los
de la casta, encaminóse Apolinar á la bo-
dega, pasando primero bajo la llorosa pa-
rra que tendía sus sarmientos como cuer-
das secas, y después por el angosto corral
atestado de aperos de labranza y cachiva-
ches de vendimias. En la puerta de la bo-
dega enredósele un manojo de telarañas
en el bombín, y tragando saliva entró en
la obscura pieza.
—¡Tío Juan; eh tío Juan...!
—¡Aquí! ¿Eres tú? Con este jinojo de tin-
glao no se ve gota.
Estaba el hombre muy metido en faena,
en mangas de cainisa, despechugado, con
una pelambre de pecho que parecía una
maceta de albahaca. Era más que media-
namente apersonado, canoso y fuerte; y
stidando como estaba parecía un oso polar.
—¿No se figur.T usted á lo que vengo?
—A tomar un jarrillo.
—No. señor; á tomar un parecer.
—Pues no es lo mesmo. Pero, anda,suél- días la primera gallinaza que suelte el ga-
tala; que no hay hombre sin hombre. romper el alba, para hacer un re-
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— Con esa licencia. no sé cómo le di- medio de este dolor de hijares que me
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-Para hacer eso hay que criar mucha Los sembrados del primo Epifanio no
fuerza de espinazo y que las patas no se resistían la comparación. La tierra era la
blandeen. Es menester cavar viñas y darle misma; pero rutmas, codicias, caprichos,
al cuerpo buenos remojones de sudor. ifjnorancia y necesidad la habían esquilma-
— ;Sí?venga un azadón. Este no pesa, do y empobrecido. El vieio jornalero ex-
otro... plicaba el caso.
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escudero, y ' menos que nada las dos JCSÉ NOGAtE".
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páginas para periódicos de provin- eso. paseando curioso las calles viejas
Cuando se ampliaron las noticias, ciendo dos leones como "hacienda de
y visitando los incones con tufo de
Su Majestad" y el carréro pidió que le
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SECCIÓN SEGUNDA
EL TRAJE
Vicente López. Buer
indiferencia —
ahora él, un poco mago, Manolo Linares se dejaba quei
hubiera gustado estar en la casa solo
un poco malabarista— mientras daba y
recibía las fichasque entregaba el mo- Laura Rosa y que, al regresar, fue-
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zo y con mirada avizora, experta, ob- ra ella quien lo saludara antes que don
servaba las mesas para que todo clien- Domingo- Cosas Pero se habla re- , ,
te fuera atendido con rapidez. signado. Una sola vez habla insistido:
—
¡Atiende allí. .! .
— Laura Rosa, podíamos tener bien
a tu padre en otra parte. .
Laura Rosa sabe que Manolo Lina- Claudia, la hija, llegó con et sol.
res la mira, ¡Vaya si lo sabe! Por eso Porque cuando Claudia
pasa frente al bar "La Esperanza" va- cía. Manolo Linares se sintió feliz. Besó
rias veces durante el dia, ingeniándose a Laura Rosa.
para incluir en el recorrido que le exi-
gen sus quehaceres callejeros el al-
macén, el mercado, la lechería, la tien-
— —Y después tendrás el varón, Ma-
nolo.
da del mercero Pablo aquellas pasa- — Pero el varón no llegó. No
iba a po-
das. Siempre muy compuesta, siempre der llegar, Manolo Linares no se afli-
como de fiesta, fragante como fruta gió mucho cuando lo supo. Hasta con-
fresca, risueña. soló a Laura Rosa.
Hasta que un día Manolo Linares no — Asi debía ser. .
piensa más. Sabe que si piensa no lo Y todo fué para la niña, que creció
hace, Es tímido con las mujeres, mimada. En lo demás, como decía don
sofuto. Y el mercero Pablo la mira mu- Domingo, era 'poquita cosa". Calladita,
cho, también, a Laura Rosa. Por eso es, costaba creer que estaba en la casa.
de pronto, todo impulso Todo un de- ella. Creció el pueblo, Apren-
Jarse lle\'ar. Todo el escuchar una voz costura y comenzó a trabajar allí
que le dice: "O lo haces o la pierdes, mo, para los vecinos. Se sentaba an-
que a esa muchacha la codician mu- a máquina, junto a la ventana gran-
chos". Por eso. al verla otra
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una pe a more - o" S-
maceta de alba,
ñámente apersonado, canoso y inerte; y
sudando como estaba parecía un oso polar.
—¿No se figurn usted á lo que vengo?
—A tomar un jarrillo.
—No. señor; á tomar un parecer. ga-
—Pues no es lo mcsmo. Pero, anda, suél- días 1a primera gallinaza que suelte el
quita el resuello de cuando en cuando; Y como general que arenga á sus tropas
que al que tengaese querer, véalo yo una dijo, blandiendo el instrumento:
vez siquiera trincar un bocado de hierba — Hoy seré uno de tantos. Hay que apre-
sin doblar los corvejones, ni acularse, ni tar... y no os compadezcáiz de mí si veis
tenderse; que el tal liie dé candela en la que reviento, porque necesito echar un es-
palma de la mano el día de mi santo por pinazo que sea á la vez tronco de olivo}'
la mañana, y esto ha de ser con sosiego, vara de mimbre.
sin hacer bailes, ni meneos, ni soplar, ni Aquella fue una jornada heroica. Los
sacudir.
—¿Nada más?
— En eso me he
plantao, y ha de ser á
lo justo, que
sobre ni falte.
ni
—Tío Juan, vaya usted preparando el
yugo más fuerte que haya en casa, por-
que yo me lo hecho encima si Dios no
dispone otra cosa.
Y Apolinar salió de allí con la cara ra-
diante, bailándole los ojos en una ráfíiga
de alegaría loca y dando al viento como
romántica pluma aquel jirón de telarañas
que se pegó en el sombrero.
—¡Troncho, qué suerte! Lucía, me ha di-
cho tu padre que te vayas preparando,
que tenemos que abrir un surco.
—Que tonto eres. ¿De qué surco hablas?
Me parece que viene su merced algo re-
puntado y que el jarro habló más que las
persona». cavadores, viendo cuan gallardamente tra-
--Te hablo del surco que han de hacer bajaba Apolinar, mermaron cigarros, aho-
en el mundo todas los yuntas humanas. rraron coloquios, apresuraron meriendas
Verás qué labor más dulce. y sacaron el unto á sus brazos. Al poner-
—¡Pero qué borrico te has vuelto! se el sol, no presentaba aquella cara bur-
lona, henchida de risa, con que apareció
* entre las brumas de la mañana, sino otra
* *
muy grave, casi austera, que parecía com-
placida con la ofrenda del sudor humano
; «La del alba sería» cuando Apolinar acu- que riega el terrón y fecundiza el mundo.
;
dió solícitamente á su corral sin quitar ojo Al dar de mano, dijo el jefe de la cua-
del gallo hasta que dió de sí el extraño drilla:
remedio de] mal de hijares, que en caliente —¿No has visto la sementera?
i
'
—
¿Sí? venga un azadón. Este no pesa,
otro...
ignorancia y necesidad la habían esquilma-
do y empobrecido. El viejo jornalero ex-
plicaba el caso.
l
ALBUM-REVISTA «LA MUJER.^
Los pierrots
Esta sociedad fue una de las que por su originalidad consigruió muchos de los mejores premios en el
pintoresco pueblo de Belgrano, en «La Prensa» y en varios corsos de la Capital. — La fotog^rafía fue tomada en
el hall de «La Prensa» por nuestro fotóg-rafo señor Costa, con la luz de raagnecio
— Ay, señor!
—Me mintió su hábio aleve!
—Y por qué el vuestro se atreve
á decir que eso es amor?
No es amor lo que una vez
quisimos y luego odiamos;
amor es lo que adoramos
antes, ahora y después.
Amor es el nianantial
fecundo de la esperanza,
que no odia nunca y que alcanza
darle bien al que hace mal.
Amor se mira, señor,
cuando titilan las flores...
Y amor de los amores
es
de una madre el santo amor.
Es amor lo que de dos
seres se hace uno solo. .
Lostrajes representan
Rossaglieri dei Cavalieri
de la Traviata.
Dirijido y adornado por
Cárlos Colombo é ilumi-
nado á gas acetileno.
dirigiéndose al segundo.
Lei.— le dice el segundo al tercero in-
sin «índole despreciativamente.
11
'Já
A ALCIRA
Vo no soy; es mi Dios; es mi sino;
es el cauce que guía; es la fuerza
que arrastra, que absorbe,
que conduce, domina y gobierna.
Yo no soy; es un í=er invisible
que subyuga y señala la senda
al hombre... al instinto...
No 8oy yo quien te adora; es mi estrella.
Soy la nube inconsciente que vaga
sin limón, albedrío ni idea
besando los picos
que á su paso le ofrece la esfera.
Soy el viento que impuha á la nube
sin saber quien irazó su carrera.
Soy pájaro hei 'do
que sin tino, frcnéüco vuela.
Soy la nave perdida en el pié'ago
qui azotó sin piedad la tormenta,
que flota sin rumbo
y á merced de las olas navega.
Soy errante molécula exótica;
SO}" cometa perdido que rueda
al infero abismo
ó al martirio de ruta perpétua.
Sólo sé que te adoro. Perdona
si fl destino á adorarte me lleva.
Inútil quf inicnies
del destino vencer la influencia.
No me cu'pes; yo soy quien te adora
pero lú eres el Dios de mi estrella,
que anasna. que absorbe,
que conduce, domina y gobieina.
(Remitido) ENRIQUE pi.A.
ALBUM REVISTA LA MUJER
- <• »
CINEMATÓGRAFO AMBULANTE
—Lo que lu tienes es mucha «obtusidad ser periodista no se necesita más que des-
<:erebraica». ¿Por qué no te haces perio- caro.
dista? ¿Es eso algo del otro jueves? Siendo — Sí, y saber escribir.
periodista podrías e'ogiar á tu mujer y á —Como si los tipógrafos no estuvieran
tus hijas en los diarios, como merecemos, para ocultar mala letra.
la
tendríamos palco en todos los teatros y —No lo digo en ese sentido, mujer.
-Pero ¿qué miga tienen esos ar-
tículos y esas crónicas que se publi-
can á millares todos los días? La
única gracia que tienen es que por
más que disculpan el fondo con tí-
tulos mas ó menos grotescos, resul-
tan que, efectivamente, parecen es-
critos con los pies. El caso es pu-
blicar y que el nombre corra.
—Convéncete, Petronila suplica —
don Eleuterio, —
yo no sirvo para
periodista bueno ni para periodistas
de esos que llaman zapateros. Para
bueno no nací con el sello corres-
pondiente, y para malo me falta el
prurito de contemplar con impavi-
dez que me tomen en el pelo y me
pongan de vuelta y media. Yo no
sirvo, vaya, desengáñate.
— lY que yo me haya casado con
un hombre tan apocado!— exclama
furiosa doña Petronila. ¡Eres un —
pusilánime! ¡Si yo fuera hombre!...
Y don Eleuterio, ante la actitud
poco halagüeña de su implacable
esposa, concluye por marcharse, no
sin precauciones, pues son peligro-
sos para él los furores de doña Pe-
tronila, la que, cuando se descuida, le
araña impunemente.
Mi buen amigo podría ser conta-
do con mas razón, quizá, que otros
que lo son, en el santoral, con la
podríamos asistir á banquetes y recepcio- denominación de esposo... y mártir.
nes. Tus hijas encontrarían escelentes par- Mártir inconsolable, porque ni en sus
tidos y. .
dos hijas encuentra el consuelo á que, como
—Ser periodista— la interrumpe su ma- padre tendría derecho, porque éllas. .
rido —no es tan fácil como parece. Se ne- Pero mejor será dejar su presentación
cesita mucho estudio y mucha esperiencia, para otro día
—¡Valiente cosa! Eso sería' antigua-
mente^ pero ahora bien sé \'0 que para AUGUSTO LOREDO.
INTERVENCION
Le ha tocado al Entre-Ríos
El tener revolución
Otra farsa como aquella
Que en Catamarca estalló
Pretextando situaciones
Que van de mal en peor,
Y que no son si no:— Quítate
Para que me ponga yo.
Qué apostamos á que el golpe
Se dió por la intervención
Y que va don Mariano
De Vedia de interventor?
Justo, quién mejor que el
Podrá arreglar la función
Al paladar de don Sabas
Y al colmillo de Carbó
Y sobre todo que el hombre
Le tomó gusto al turrón
Cuando lo de Buenos Aires,
Y hay que hartarlo; si, señor. Fin de 'a Temporada en Mar del Plata
ALBUM-REVIST/V «LA MUJER.
GEROGLIFICO
A Varios — Que me preguntan si hay tapas ó cubier M. Ca/'wes— Aplaza-
Sr. J.
tas apropósito para encuadernar el 1er. año de La mos para el número siguiente
Mujer les manifiesto que en la Administración se han ra contestación.
concluido las que se habían hecho exprofeso.
Kru^er—A sus dos estrofas
Sr. Steelpen — Tarde ha llegado su artículo A mi les falta que decía el léxi-
lo
poder; hoy ya no es oportuno. co Domínguez que le fallaba
á la Academia: zandnnga.
Sr. R. 1 ierrots —
uy desabrido su epíarrama, y
'
O. e S. — Como quiere que le publique tantas Jie- Sr. Mariitt Scalti—'L.o que
re^ias, como le dice Vd. á ese pobre hombre? Segur usted nos cuenta en su suelto
que si mjiñana hacen ustedes las paces, se arrepiente referente ;\ Irma Gaspei i- ya
usted de haber producido eso. La Mujer obra piado lo han dicho otros criiicos.
samante no publicándolo. ¿A qué lepetirlo? POR MONTERREJAS
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