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Theodor W.

Adorno, «Skoteinos oder Wie zu lesen sei», Drei Studien zu Hegel, Frankfurt am
Main, Suhrkamp, 1963, pp. 107-165.

«En el terreno de la gran filosofía, Hegel tal vez sea el único con el cual de vez en cuando no se
sabe, ni se puede averiguar de forma concluyente, de qué se está hablando, y con el cual no
está garantizada ni siquiera la posibilidad de semejante averiguación» (DSzH, p. 107).

«Im Bereich großer Philosophie ist Hegel wohl der einzige, bei dem man buchstäblich zuweilen
nicht weiß und nicht bündig entscheiden kann, wovon überhaupt geredet wird, und bei dem
selbst die Möglichkeit solcher Entscheidung nicht verbrieft ist» (DSzH, p. 107).

«No se trata de deslizarse sobre los pasajes en los que permanece en suspensión aquello de lo
que versan, sino que su estructura debe inferirse del contenido de la filosofía hegeliana. El
carácter de lo suspendido está asociado con ella, en conformidad con la lección de que no se
puede asir lo verdadero en una tesis en particular, ni en ningún enunciado positivo limitado. La
forma hegeliana concuerda con este propósito. Nada se puede entender de manera aislada,
todo solamente en conjunto, con lo doloroso de que nuevamente el conjunto solo cobra vida
en los momentos singulares. Pero tal duplicidad de la dialéctica se escapa realmente de la
exposición literaria: esta es necesariamente finita, en cuanto expresa unívocamente algo
unívoco. Por eso uno tiene que fingirla tanto en Hegel. El hecho de que por principio no pueda
asumir la unidad del conjunto y sus partes de un solo golpe se convierte en su punto débil. Si
bien cada frase particular de la filosofía hegeliana traslada su propia inadecuación con
respecto a ella, la forma lo expresa por plena incapacidad de captar adecuadamente cualquier
contenido. De lo contrario, se separa de la miseria y de la falibilidad de los conceptos que el
contenido enseña. Por eso la comprensión de Hegel se fragmenta en sus momentos mediados
y, sin embargo, contradictorios. Hegel se resiste a quien no está familiarizado con su intención
total. Que ha de inferirse ante todo de su crítica a las filosofías históricas y de su propia época.
Es necesario tener presente, siempre de manera provisional, a lo que Hegel siempre está
tratando de llegar; algo así como despejarlo marcha atrás» (DSzH, p. 109).

«Nicht ist über die Passagen hinwegzugleiten, bei denen in der Schwebe bleibt, wovon sie
handeln, sondern ihre Struktur wäre aus dem Gehalt der Hegelschen Philosophie abzuleiten.
Der Charakter des Schwebenden ist ihr gesellt, in Übereinstimmung mit der Lehre, das Wahre
sei in keiner einzelnen These, keiner beschränkt positiven Aussage zu greifen. Hegels Form ist
dieser Absicht gemäß. Nichts läßt isoliert sich verstehen, alles nur im Ganzen, mit dem
Peinlichen, daß wiederum das Ganze einzig an den singulären Momenten sein Leben hat.
Solche Doppelheit der Dialektik entschlüpft aber eigentlich der literarischen Darstellung: diese
ist mit Notwendigkeit endlich, soweit sie eindeutig ein Eindeutiges bekundet. Darum muß man
ihr bei Hegel soviel vorgeben. Daß sie prinzipiell nicht die Einheit des Ganzen und seiner Teile
mit einem Schlag bewerkstelligen kann, wird zu ihrer Blöße. Überführt jeder einzelne Satz der
Hegelschen Philosophie sich der eigenen Unangemessenheit an jene, so drückt die Form das
aus, indem sie keinen Inhalt voll adäquat zu fassen vermag. Sonst wäre sie der Not und
Fehlbarkeit der Begriffe ledig, die der Inhalt lehrt. Darum zerlegt sich das Hegelverständnis in
seine durcheinander vermittelten und gleichwohl widersprechenden Momente. Dem mit der
Gesamtintention gar nicht Vertrauten sperrt sich Hegel. Sie ist zu entnehmen von allem an
dessen Kritik der geschichtlichen Philosophien und der seiner eigenen Zeit. Man muß, wie
immer auch provisorisch, gegenwärtig haben, worauf Hegel jeweils hinaus will; ihn gleichsam
von rückwärts aufhellen» (DSzH, p. 109).

«En cuanto al contenido, la configuración de los momentos dinámico-dialéctico y conservador-


afirmativo debe condicionar, no sólo en la Filosofía del Derecho, aquel excedente de rígida
generalidad en todo devenir y también en lo particular, tal como es causada por ello: la lógica
de Hegel no es su pura metafísica sino también su política. El arte de leerle tendría que darse
cuenta de dónde comienza algo nuevo, algo con contenido, y dónde sigue funcionando una
máquina que no quiere serlo y no debería seguir funcionando. Hay que tener en cuenta en
todo instante dos máximas aparentemente irreconciliables: la inmersión meticulosa y la
distancia libre» (DSzH, p. 112).

«Inhaltlich dürfte die Konfiguration des dynamisch-dialektischen und des konservativ-


affirmatorischen Moments nicht nur in der Rechtsphilosophie jenen Überschuß starrer
Allgemeinheit in allem Werdenden und Besonderen ebenso bedingen, wie sie davon bedingt
wird: die Hegelsche Logik ist seine Metaphysik nichts bloß sondern auch seine Politik. Die Kunst,
ihn zu lesen, hätte darauf zu merken, wo Neues, Inhaltliches einsetzt und wo eine Maschine
weiterläuft, die keine sein will und nicht weiterlaufen dürfte. Zu berücksichtigen sind in jedem
Augenblick zwei scheinbar unvereinbare Maximen: die minutiöser Versenkung und die freier
Distanz» (DSzH, p. 112).

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