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COLOMBIA
La Legitimidad y el
Gobierno de Facto
•
LA. LEGITIMIDÁD YEL GOBIERNO DE PACTO.
Nueva York, 11 de Noviembre de 1901.
Sr. Director de LAS NOVEDADES.
Mi estimado señor y amigo:
Firme en mi prop6sito de contribuir en cuanto me sea posible á
que elj{obierno usurpador de Colom bia ~ea cadª_día mejo'(. conocido y
más execrado por laLZentes_ honradas, actldo de nuevo á la benevo-
lenclade usted para dejar constancia en su importante diario de docu-
mentos y hechos recientes ql1e bien merecen la atenci6n pública.
Cuando se efectu6 el golpe de cuartel que arrebat6 el mando al
Presidente legítimo de Colombia, tornaron también parte en él. directa
6 indirectamente, algunos ciudadanos de reconocida probidad que en un
momento de error creyeron que ese cambio de gobierno bastaría á5
poner fin á los males que acongojaban á la nación. Poco á poco esos .
ciudadanos han vuelto sobre sus pasos y han reconocido la necesidad de {
restaurar el orden legítimo. Una prueba de ello es el memorial signiente,
suscrito por altos personajes políticos, á quienes todo buen colombiano
veía con pesar f;nrolados en las filas de los traidores.
Hé aquí el do~urnento mencionado:
"Excmo. Sr. Vice-presidente de la República, Encargado del Poder
Ejecutivo.
La recien.!e destitución del General Pedro~Nel Ospina del puesto de
Ministro de la Guerra, la prisi6n en_ qlle aún se halla este distinguido
jeje, la renuncia del Sr. Dr. Antonio J o ~~Urihe de la cartera de Rela-
ciones Exteriores, el encarlelamk!2to del señor General Juan C. Ramírez
y ciertas publicaciones han dado pábulo á la especie de haberse descu-
bierto una gran conspiración, y por el dicho de altm; empleados y de
algunos amigo~ del gobierno hemos sabido que varios de nuestros nom-
bres se hacen figurar en ella en las regiones oficiales.
Pur cuanto carece de exactitud esta especie y por cuanto somos
conocedores de los hechos que han dado marg-en á los g-raves aconteci-
mientos políticos ocurridos en esta capital en los últimos días, nos
creemos en el deber de elevar el preserlte memorial á fin de poner la
verdad en claro y hacer á la vez una respetuosa solicitlld.
En los primeros días del presente mes se ¿¡r¡fi6 á Villeta, residen-
cia del Sr. Dr. Manuel Antonio §anclemente, Presidente titular de la
República, el Sr. D. Leonic1as Posada yaviria, con carta del Sr. Vice-
presidente, y con el fi·n De obtener 1111 arreglo político entre los dos
m<lgistrados que acabamos de nombra.r, qlle diera por re~ultado la transo (
misión del Ejecutivo nacional á un Ministro convenido de antemano.
Como resultado de esta conferencia y en atenci6n, sin duda, á la
grave situaci6n en que se encuentra el país, resolvió el Sr. Dr. Sancle·
mente trasladarse á la capital y declararse en ejercicio del Poder
Supremo. Sabedores no~otros d~ este hecho, y teniendo en cuenta que':
la exequibil.idad del d~cr~.t~ en virtud .clel cual.el Sr. Yice-presiciente¡
fLlé reconOCIdo en las fLlnclºnes de WlJner rnllglstrado el 3 t ele Julio de
1900, se apoya únicamente, según la Suprema CQrte de Justicia, en la
2 LA LEGITIMIDAD
~
nacid.l en las esferas oficiales, de volver los ojos al Excmo. Sr. Presi-
dente de la República, que_ se comp~omete á levantar la--'pandera de la
conciliación y el patriotismo.
Envuelto el pais en el torbellino de las pasiones políticas más recru-
decidas con la prolongación de la guerra, destruída la riqueza pública y
ame:.azada la nación en el exterior de una afrenta sin ejemplo entre
nosotros, no tenemOS para qué entrar á explicar por qué somos parti-
darios de la constitución de un gobierno que ponga término á tantos
males y le permita al p.\ís volver· por los fueros de su dignidad C01110
pueblo libre y civilizado.
Esfuerzo~ inútiles se han hecho por llevar á cabo este levantado
propósito, alrededor del gohierno que presidís; en cambio sabemos que
el Sr Presidente titular está dispuesto á rellnir~uJorno suyo todas las
fuerzas vivas de _la nación, y esto_ bastaa nuestras .aspiraciones de
patriotas y á nuestros c1~rechº-s _® ciudadanos.
A la faz de la República y firmes en nuestro derecho, dentro la
I órbita constitucional y legal, apelamos respetuosamente á V. E. para
que se digne manifestarnos si el Go!Jierno está dispuesto á garantizar
que por parte de éste no habrá obstáculo alguno que se oponga á la
venida inmediata del Presidente tItular, Sr. Dr. Manuel Antonio San-
clemente, á esta capital á ejercer el Poder Ejecutivo.
Exci\·¡o. SR. VICE-PRESIDENTE,
Wenceslao Pizallo.-Marceliano Posada.-Francisco A. Gutiérrez.-
Jorge Roa.-Guillermo Durana. -Pedro ]. Barreto.-
>Luis Martínez Silva - J osé Joaquín Pérez. - Bernardo
Escobar. -Isidro Nieto.-Rufino Glltiérrez.-Emilio Rniz
Barreto. -Lázaro María Pérez. -Luis B. GÓmez.-] osé
Vicente Buitrago. -J osé M. Durana."
Bogotá, Septiembre 28 de 190':',
á Su Excelencia:
1~ Que hemos tenido conocimiento de que el E xcmo. Sr. Presi-
dente de la República, Dr. Manuel Antonio Sanclemente, residente en
el Distrito de Vllleta, Departamento de Cundinamarca, quiere dirigirse
á tsta capital con el fin de tomar de nllevo las riendas del Gobierno en I
uso de sus facultades constitucionales; y ,
2~ Que en presencia de las inminentes y muy graves complica-
ciones internacionales que el país estará en la obligaci6n de afrontar;
LA LEGITIMIDAD
a
d e An ti 9 uia fuísteis amplio en vuestra política aunque ella no.!stllvo
exenta e .p asIones mezqdnas. No fuhteis ni exclusivista ni intran-
sigen te.
Os toc6 llevar á la Costa, con vuestra poplllaridp.d, el espíritu de
v uestra doct ri na y el espíritu fraternal de Antioquia, con &u austeridad,
su decoro y su amor al orden, al trabajo y á la moralidad. Tarea fáci l,
señor . A I!á, en las playas del Atlántico, los soldados de Antioquia,
di ri gidos por un joven distinguidísimo por su talento, por su bravura,
po r s u actividad, por su cultivado eS}Jíritu, por su genial moderación,
por su índole de caballero cristiano, habían ganado la admiración, el (
respeto y el amor á lo!" pueblos.
Llegais, señor, allá, y vue ... tra intemperancia de palabras, vuestro
car ácter poco suave, vuestra rudeza usual 95 grangearon la pú blica
anim adversi6n; y st:gestionado por una avaricia..oficial inconcebible en
estadis ta!" de algú n vuelo, llamábais indistintamente concusij¿narios á
cua ntos llega han á pedir del erario público lo que se les debía en justicia! (
Se os hace abando nar aquellas quemadoras regiones y se os llama
á Bogotá . Vais allá co mo Mesías, co m o u ng ido, como sabador. Llegais
y os rod ea círcul<;> anárq uico y violf nto, que por sus exag<;ral'iones habí~
d e::. echad o el Gobi er no. Su ped itado por él , nada haceis q ue sea fecundo
ni ú til para la P at r ia; os se parais de la doctrin a, de las práctIcas y de
las tradiciones del viejo Partido, y proclamais la excelencia d e la fuerza
como d og- ma, y como doctrina, el éxito, cualq ui era q ue sea la forma en
que se obtenga .
La guerra estaba casi terminada. L a vol veis á encender con el
documento más inoportuno., m᧠i1nprudent~5 más desleal q ue pudo
6 I,A LEGl'l'lMIDAú
MANIFESTACION.
EXCMO. SR. VICE-PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA:
Como miembros del gran Partido Conservador. haciendo á un lado
toda distinci6n de círculos 6 fracciones, y en ejercicio de un derecho
constitucional, os hacernos la presente manifestacl6n, n::tcida de nuestro
anhelo por ver restablecida la roncordia entre los colombianos y la
normalidad legal, más que nunca necesaria en momentos en que nue~tra
Patria se VP. nuevamente amenazada por revolucionarios contumaces.
El movindento político del 31 de Julio, apoyado por un::t parte del
Ejército, sorprendió á la República en los momentos en que los revolu-
cionarios, con poddrosos elementos, luch3ban tena7..111ente por derrocar
el gobierno legítimo presidido por el Excmo Sr. Dr. Mannel A. San-
clemente, y á aquel acto no le dbteis otra explicación, pn vuestro Mani-
fiesto de I~ de Agosto, que el hecho de estar este alto magistrado en
incapaddad de: ejercer sus funciones en la capital de la República.
Cuando la Corte Suprema de Justicia declaró, por acuerdo de 21 de
Septiembre, que el Vice-presidente de la República, en virtud de este
título, pudo asumir por derecho propio el Poder EjecutIvo, para ejercer
las funciones de Presidente, se apoy6 en razones que pueden conside-
rarse resumidas en el considerando N~ 12 de dicho acuerdo, que dice:
.. Que no existiendo disposici6n ninguna en la Con.stitución que
permita al Presidente de la República ejercer indefinidamente el Poder
Ejecutivo fuera de la capital, sino en el caso citado en el ordinal 90 del
ar~ÍcuJo 120; y no habiendo ocurrido ese caso, la allsencia del Pre.sidente
de la capital debe considerarse como falta que ha de llenarse por (:1
Vice-presidente, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 124 de
la misma Constit'lción "
Es en e'ito en 10 que vuestro gobierno ha fundado su legalidau, y
eso fué lo que hizo que muchos de los colombianos aceptaran los hechos
cumplidos en la esperanza de que la guerra termmaría prontamente, y
de que el orden de cosas existente cambiaría de una manera favorable.
8 LA LEG ITIMIDAD
~
de unos cuan tos:Y en la humi llante derro ta inflig ida á nuest ro
Ejérc ito,
que qued6 herid o de pánic o, según la mism a autor idad, por
unos
batal lones de aquel la naci6 n. Las cárce les de varia s pobla cione pocos
s "ene~
zolan as se llenar on de prisio nero: i colom biano s; no figur6 proba
blem ente
entre los pi'isio neros ningú n venez olano ; no hubo un jefe
conoc ido
muer to ni herid o de acá, pues éstos brilla ron por su ausen cia;
t:1 Presi -
~
dente Castr o que s.entÍ a desqu iciars e su pode r pocos días antes
repen tinam ente y por causa de aquel la avent ura, rodea do de se hall6
opini ón y
de fuerzd , y en capac idad, con el mejo r prete xto, para fome
ntar desca -
radam ente las exped icion es filibu steras sobre nuest ro territ orio,
copia dor dt' teleg rama s del ~linisterio de Guer ra falta una En el
hoja enqu e
\ I debi6 ('opia ne, sobre 19s .2reliminar~§ oe este de~graciado
asunt
desp<H.' ho II1tere~ante. Dado 10 ocurr ido, se expli ca much o de o, algún
10 que ha
suced ido des¡...tlés: tI Sr. Couc ha se consi der6 en el debe r de
ha(:er creer
al paí=-, enter o que est~bamos en guerr a con Vene~ela. como
á m,tea por los teleg rama s que, sin autorizár-=elo su condi ción deconst ará
Gobe r-
nado r de Cnnd inam arca, le dirig\ ó, pensa ndo acaso que a:--í
se mirar ía
~ con meno s extra ñeza é indig nació n lo hecho
Lfront era del Tách ira. La mane ra mía de Jllzgapor fuerz as nuest ras en la
r el suces o y la situac ión,
en total desac uerdo con aquel las ideas y proce dimie ntos, se
consi deró
desde h.lego por los amig os de aquél como signo de alarm ante
desav e·
l nenci a, cuya grave dad se explo t6 en el ánim o asust adizo
( Marr oquín . del seuor
Entre tanto yo me ocup aba en reorg aniza r el Ejétc ito, cuyo
desba -
rajus te era indec ible á mi entra da all\li nlste rio. No hay palab
ras para
~
pinta r la desm oraliz ación , la relaja ci6n de aquél , excep ción
algun os grupo s que tenía n á su cabez a homb res de la profe hel..ha de
si6n, enér-
gicos y patrio tas. l\luch o logré hacer , según lo han recon ocido
á juzga r por las felici tacion es que de todos los extre mos del paístodos y
y ~igo aún recib iendo . Desg racia dame nte, el mal estab a en recib í
todas las
zonas . Casi no hai?ía día en que no recib iera algj.lTIa ~ algun
as esque -
litas del Sr. l\Iarr oqllÍn , pidié ndom e resoluciºne~ qne el debe
'1 la delicadeza_.!1Ú~ ~ªaban adop tar. Ya era un ascen so para algún
r mi1i~ar y
zán sin antec edent es ni ca )acidad~si ya que á otro léaie ra un holga -
nomb ra·
mie nto que le perm itiera gana r sueld o ~in traba jar y sin §~ Iir
de Bogo tá;
I Iya...s~te s.e::::atenclier~ al hijo 6 yerno de algun a s u am iga dUllV
e.Dtl d; ya
q\~c.!..i_~.r_a p<lsap(')rt~_ milita t' á otro; ó que al
parie nte tal se le diera
uno .:.~.Jlll~ ~ºnjtara. contr a la verda d q~a á Pana má º-
I len comIs ión del Gobie rno. . . . . . . . .. La neces idad en á la Costa
que me veía
de nega rme á ~atisfacer la mayo r parte de esas exige ncias ,
que llovía n
por docen as diaria ment e, era tamb ién explo tada contr a lrí en
del que las hacía , y lo predi sponí a en mi contr a, despe rtánd ole el ánim o
~
el deseo
de pre::;cindir de quien no se prest aba á atend er todas esas
intrig as de
a~ba, en que era penos o ver agita rse en mom entos
tan crític os al
mI,m o Mand atario que inici6 su admi nistra ci6n .anun ciand
o qJ.1.e el
Gobi erno 110 era un establecimiento de bl'lll'ficellcia.
l\f!<l ediqu é ñffil5 ién aapr e·mr ar later mina ci6n de la guerr
~ dand o un llIh!VO vigor á las opera cione s milita
a,
res, paral izada s hacía
(. vario s mese s y redu cidas á una defen siva inerte que enerv
aba y quita ba
y EL GOBIERNO DE FACTU
~
del Gubierno, porque la habían visto olvidada ó violada repetidas veces.
Dije que acaso convenía renovar todo el Ministerio, para presentar al
país un grupo nllevo)' fuerte en torno del VIce-presidente; y ofrecí ser
el pnmero en renl1nciar mi puesto con ese objeto. A esto ob~erv6 el
Sr. ~IarroQ\lío que probablemente de gUiCT) se desconfiaha era aeei; y
yo no tuve nada que ob·etar á una observación ue me areció ingenua,
fundá8a"'y lJatriótica. Pero nada logr en efinitiva. upe que en
época anterior hahLl habido amagos de inteligencia entre el Gobierno y
alg-unos Iiberale~ <le pre~tiglO, no comprometidos en la revolución y que
tr,ltalnn de mediar entre aquél y los jefes de é5ta; pero que la ... cosas 00
se habían adelantado, seguramente por haber disminuido el peligro
para el G\}bierno. No conocí las b:\!\es sometidas á la consideración de
é..¡te en esa oC<bión; pero tengo motivos para creer que fueron las que
hace p,>cos días se lun publicado en esta ciudad, despué" de mi prisión,
dJ.ndo oí entender que é..¡as serí \11 las Q'le adoptaría la nuev."\. Adminis-
traci6n que yo diz q',e trataba de sl1-.;tituir á la actual Declaro que
nunca h lsta ah')ra habia tenid,) b1jo mis ojo'> c;en1ej~ntes bases.
Por instancias del Sr. Gene ral J orge Moya Vásquez resolvi6 el
S r. Marroqllín despachar una comisión formada por dos conservadores
y dos liberales .l entenderse con Ir'5 principales je fes ue la rev () lu ción: y
á fin de que pudiera conocer en detalle el asunto el General Sagio
Camaljo. que debía ser uno de los comisionados, y resolver SI ac~ptaba
•
y EL GOBII;R:\ODE PACTO 17
~
sona del Sr. MarroCluín, no á la Constitución lIi ~í. las doc trinas d el Pa r-
t ido Conservador. De ta l m anera ha ca lado esa noc ió n, q ue el mism o
Sr. Marroquín nunca dice al hablar del Parti do q ue á é l 10 sostie ne, "el
Partido Conservador," sino "mi P a rtido, " el cual e n rea lidad no es ya
e l Partido Conl:ervador y est¡i aq uí fo rm ado casi en su tota lidad po r
l( m iembros de la fa milia de aq ué l, bien q ue no tod os los qu e 10 son apo -
y EL GOBIERNO DE FACTO 19
~iera rivalizar con uno inferior. Por cortesía analicé luego los puntos
enumerados, y creo que nada tendrá que objetar el Sr. Marroquín á mis
observaciones, las que en cartas 'Úl ÍntegruJIl pienso publicar en breve.
Como se ve, se trataba de im onerme como Ministro los conceptos
y planes de un emplea o su alterno, á quien por sus reCientes fracasos
administratIvos y por antecedentes de " otro orden. mal podría yo por
mucha qile fuera mI ceguedad y mI ngnllldad. _ac;..~PlllLcwnO guía y
maestr6en asuntos ~~-º acertado nJ.ill1ejQ ~~tQy familiarizado, y la
resporisabilíaaa ae cu ·os reSt 1 s s6lo" ~ podría afectarme. Lo grave
del m e1 ente estn a a en que ya esos antecedentes y fracasos habían
sido por mí señalados co n patriótica franqueza y ~n incontestables tér-
minos al Sr. :l\larroquín, en cartas en que le mostraba la absoluta impo-
pularidad á que había llegado su Administracion y la incapacidad siste-
mática y característica de ésta De suerte que él, más que nadie, sabía
que lo que se me proponía t:ra una claudicación, 6 mejor dicho, que se
me forzaba á ser instrumento de cábalas illdignas, 6 á abandonar el
puesto en los momentos mismos en que ese abandono podría Ser mal
interpretado por los numerosos amigos mios que de todos los extremos
del país me saludaban regocijados al verme en el Ministerio y me feli,
citaban por la excelente obra ue pacificaci6n y de reorganizaci6n que
con actividad y éxito desusados estaba llevando á término. Los conser-
vadores de quienes he hablado, á quienes las gestiones hechas en nom-
bre del Sr. Marroquín cerca del Dr. Sanclemente por el Sr. Posada
Gavlria habían hecho pensar de buena fe en una soluci6n análoga á la
que, sabe Dios con qué prop6sito torcido, había el primero propuesto al
segundo, conservadores en quienes no solamente vi representados todos
los antiguos círculos 6 fracciones á que desgraciadamente fué reducido
el Partido por los mismos que hoy pretenden excomulgar á los que
nunca hemos trepidado, sino amigos íntimos del Sr. Marroquín y hom-
bombres de acci6n de aquellos tí quienes se debe en gran pa~te el vencI-
miento de la revoluci6n y él su exaltación al poder, se me acercaron á
exponerme que deseaban sec undar el deseo del Sr. Sanclemente de
venir á Bogotá á reasumir el ejercicio de la Presidencia, y á que yo les.
dIjera si como ?\Iinisrro de Guerra me opondría á ello 6 permitiría que
fuerza alguna se opusiera. Sin vacilar les n~~p<?ns!..!....9ue era demasiado
evidente el derecho d el Dr. Sancle1l1ent~ pªr~enIt~: a Bogot¡í á reasu-
mir el PoderJ...derecno que usada 'sería, seg}Í.J1. se.-lo había oido decir
repetidas veces al i;nismo·sr:firarrogu~n..L.s.uIl_c:;i~nteJla.Ia que cesara el de
éste á toda funci6n como Jefe oeJ. Ej~t;;utivo;.....9l1e no creía yo que como
militar y habiendo jiirad6aefend.eT la ConstItuci6n de la República, me
quedara t:n ese caso Qtru _carn in~ honrado que cllida~ de que nadie inte~l
tan'¡ violar ésta t evi:ando 6 pre_terfcTien'do evitar por la fuerza al Presi-
dente elegirlo por el voto popular 9,ue ':iniera a óCllpa,' su puesto, fueran
cuales fueseñ mis si lllpatías .~ a'nbpaiía~Crespeéto á la persona yantece-
r
dentes del Dr Sanclement.e; COtTlO e.!..jefe militar que ocupaba con su
Ejército la zona entre Facatattvá y"Honda (en que está Villeta, actual
resid encia del Dr. Sanclemente) era el Sr Gpneral Ospina Ch., 113.maría
á éste para imponerlo del proyecto y convenir en las medidas que debían
adoptal~e para qlle se realizara sin dificultades. Expuesto lo anterior,
no q lI1 s,e ni. er_a. .Q~ ll!.i. i~~~II1~i~hjnlPQ.n~rm~ ~~ d~talle ...2...E.!all..ªlguno,
excepto los qu~ espontán.e_31)lente cu.lisieron l11anife_s tarme_(\<Ul~llos ciuda-
danos. Oí, sí, con placer, que las ideas qtle traería á esta nueva era de
su Administraci6n el Dr. ~lnclet11ente, eran de 11ni6n"1"fancéD' eficaz del
Partido Conservador, de Ac1minbtiaci6n honrada y capa~de paz deco-
rosa, fundada no tanto eil tratados como en medidas ggIlerosas cual
cumple á un Gobierno que se siente fuerte)' no se cree instrumento-
• El- GOBIER:-:O !lE FALTO 2)
~
( zolano sabe que si ésta ocurre no será con los declamadores de Bogotá
con quienes tendrá que entenderse, sino con los soldados que cumpl~n
. su deber sin alharacas, no tendrán por ahora intranquilidad alguna que
los haga acordarse de mí. No hace un año que tomé el mando del
Ejército de Bolh·ar. Toca á los hombres como usted y los otros
patriotas eximios á quienes he menci,onado al principio de esta carta
~ resoiver lo que en circunstancias corno éstas deLe hacerse. Tengo razo-
( nes para asegurar que se está adelantando á tQda prisa una negociaci6n
sobre nuevo arrendamiento y acaso venta de las minasae)Iuzo, de
las eua es, -según expuso en UDa reunión del Consejo óe Ministros
un empleado caracterizado de la actual Compañía explotadora, se
están extrayendo esmeraldas por valor de 1,000 libras esterlinas al
día; y para temer que usando del mismo agente se lleve al Gobierno
á un arreglo desastroso, COIDO en otras ocasiones recientes ha ocurrido.
y sé que se estaba estudiando un arreglo con los Estados Unidos para
la termini'l.ci6n Cíe1Canal, arreglo que, á ]tiZgar 'por 10 que tuve ocasi6n
de presenc-rnr, puede to_mar las p.roporciooes de una-lgrromlñia. El
Gobierñó resultará en esto, como en lo de los Bancos. conducido Incon·
cientemente por quienes, dueños de la voluntad del Jefe del Ejecutivo,
excitan con. estímulos que halagan su ambici6n política, el ímpetu de
us agentes, y le imponen á aquéllas resoluciones que más convienen á
os intereses propios, directos 6 indirectos. con la misma maestría y
serenidcd con que el picador m:meja su caballo vendado. hasta ponerlo
en la actitud más favorable para que el toro en su arremetida le rasgue
el vientre y le saque las entrañas.
Debo agregar que me consta que la mayor parte de los jefes mili·
tares de reputaci6n y dPo servicios renles y meritorios que tienen mando
<
~
de Ejército en el país, opinan como yo respecto al derecho que asiste al
Presidente. de la República para volver á la capital á ejercer el Poder
( cuando a~f lo determine y á la obligaci~n en que ellos están de..respetar
y hacer que se respete ese derecho. cuya violaci6n por la fuer» consti.
tuiría un acto d~ rebeldía 6 de dictadura. No creo que la relaci6n que
he hecho, que es la fiel pintura de 10 que está pasando en la capital de
la República, pueda infirmar esa opini6n; ni que haya colombiano alguno
en el goce de sus facultades intelectuales que niegue ese derecho, y por
consiguicnte la correcci6n y lealtad con que yo he procedido. Entiendo
l(sin em.!>argo, que se está hablando ele conspiraci6n. -
De usted amigo afectísimo, PEDRO NEL OSPINA.
P. D.-El General Eduardo Briceño, Jefe la Policía )'Jacional, á
cuya custodia me pusierpn, renunció el puesto el 26. P. N. O.
(Es copia fiel) .
\' EL GOBI ERNO DE FACT O 23
Vicep resid ente usurp ador no es para entre garle el Pode r Ejecu
tivo, sino
para hacer lo su cómp lice, para valer se de su nomb re y de
su prest igio
milit ar y políti co, y para que á la cabez a de su hamb reado ejérc
ito vaya
á afian zarlo en el mand o, enton ces sobra da razón tiene
usted para
negar se á regre sar á Colom bia Pero si no es así, sino que
Marr oquín . arrep entid o de su crime n políti co ó siqui era conve el señor
ncido de
su despr estigi o y de su impo tenci a, lo flama á usted para resta
blece r la
legiti mida d y con ella la paz y el biene star de la nació n, enton
ces vuele
u sted á em puña r las riend as del Estad o, pero sin entra r en trans
accio nes,
sin comp rome ter la indep enden cia de que debe disfru tar
el prim er
:Mag istrad o, y sobre todo, sin ceder á otro prop6 sito que al de
estab lecer
u n gobie rno honra do y justo , un gobie rno de todos y para todos
, que en
vez de labor a r por los intere ses de deter mina do partid o, consa
gre sus
esfUer60s. al bien comú n. Ya la exper ienci a nos ha enseñ
ado que
Colom bia es Ingob ernab le por los medi os viole ntos. La intole
ranci a y
la exclu si6n no hacen más que crear resIst encia s nociv as,
que al fin
suben de grado y se mani fiesta n en motin es y revol ucion
es. Ya es
ti empo de que cese el etero o pugil ato en que hem,) s vivid o
desde que
nos llama mos naci6 n indep endie nte, y á usted le tocar á la gloria
de
el prim er paso en el sentid o de la recon ciliac i6n de la famil ia colom dar
biana .
Desd e luego yo no prete ndo que usted vaya á fuoda r un gobie
patria rcal, porqu e eso no cabe en el sistem a repub lican o, rno
pero sí creo
que no es impo sible un gobie rno popul dr, en el cual se
abog ue sin
sentir se la pequ eña mino ría de los desco ntent os. Para logra
r este fin,
basta tener prese nte que todos los partid os políti cos anhel an
el mand o
y que tenerl Qs sistem ática ment e alejad os del gobie rno es
exasp erarlo s r
provo carlo s á la lucha .
Pero, volvi endo á la notic ia de s u llama mien to, que motiv
a esta
carta , diré á usted , que si no es cierto que el señor Marr
oquín haya
solicitCido á usted , !ea para emba rcarlo en su nave piráti ca,
entre garle el Pode r Ejecu tivo, no por eso debe usted perde r sea para
de vista las
playa " colom biana s. Desd e que usted acept 6 la desig natur a
de que está
inves tido, contr ajo el debe r de Hena r la plaza hoy vacan te,
por estar
preso el PreSi dente de la Repú blica )' fuera Je la ley el Yicep
resid ente.
::;i usted se desen tiend e de ese deber , no corre spond erá á
la confi anza
que en usted depos it6 el Cong reso cuand o 10 desig n6 para
que en
emerg -encia s como las actua les ejerc iera el Pode r Ejecu tivo.
Por otra parte , si la prese nte gener ación recon oce y aplau
valor perso nal de usted , la histo ria lo pond rá en duda si usted de el
no hace
valer ~u derec ho y salva á la patria cuand o está en sus mano
s salva rla.
A usted le toca restab lecer la legiti mida d para que no sea indel
manc ha que sobre nuest ra tradic i6n repub lican a han arroj eble la
ado los
homb res del JI de Julio.
A usted le toca resta blece r la paz públi ca, devo lver el consc
hogar , el labne go á ~us camp os y el ciuda dano á sus fuero s ripto al
En esta
empr esa pued e usted conta r con el apoy o de todos los homb res
volun tad. de buen a
En cuant u ~í mí, ratific o ahora 10 que verba lment t" mani
usted aquí, esto es, que e~tor dispu esto á aband onar mi famil festé á
ia, mis
negoc ios r miS conve nienc ias todas para acom pañar á usted
en la tarea
de resta urar la paz, la legiti mida d, la frater nidad y el orden
en nuest ra
patria infeli z. Y así como yo piens an y están dispu estos
nume rosos
colom biano s, de diver sas filiaci ones políti cas , que desde aquí
palpa n
nuest ras desgr acias r desea n verla s pront amen te reme diada s.
tioy ele usted amig o afectí Simo y comp atriot a,
Enu \RDO ESPIN OS\.
- _ ir
y EL GOBIERNO UE FACTO 25
EL ARZOBISPO DE BOGOTA.
DETALLES IMPORTANTE&
Non son buenas fecborias
Que los bornes d e León
Fiaran en el rost.ro á un viejo.
y no el pecbo 1\ un intllllz6n.
CHommlCP'I'o del Cid.)
.... ,. Es¡t es
La pl'overbial o~ldlll
Que te na al \'ulgo á temer?
("011 viejos y con doncollas
La mueSLrM .. ,.? Y para qué? ...
(ZO/TiIla. Oun Juan Tenorio, )
I
Colombia ni en los tiempos de Sárnano!
Todavía, s i no se tratara de ,un hogar corno aquél, de ese templo
en que han brillado por tres generaciones todas las virtudes CÍvicas y
domésticas, sin interrupción alguna, y, más aún, si no se tratara de una
clama como Carmen Sanclemente, dechado de méritos-méritos legítimos
y admirados donde quiera que su nombre es ct\nocido-podríamos
perdonar á los pretorianos que se gozaron en sus lágrimas.
Pero, no; tal no es el caso. Carmen Sanclemente, la hija solícita,
la mujer ejemplar, el único consuelo que en sus tribulaciones ha tenido
el ultrajado Presidente, merecía m4s respeto, y entre hombres de honor
y EL GOBI ERNO DE FACT O 17
ante ella
su prese nc:ia habrí a sido un conju ro para que no se cump lieran
las 6rden es del dictad or.
les y los
y que dirán de esto las herm anss y las espos as de los Cabarras y los
Borre ras, de los Sinis terras y los Domí nguez , de los Bece
Velaz cos, de los Reng ifos y los Martí nez, etc., que deben
á Carm en
lo de sus
Sanc1 emen te 10 mejo r de su educa ción y el noble ejemp
virtud es?
o, José
y qué dirán , en el fondo de su conci encia , Prim itivo Cresp
A. Molin a y
A. Pinto , Luis F. Camp o, Abra ham F. de Soto. Pedro rente s,
indife
tanto s otros eleva dos perso najes del Caue a que, hostil es 6
su mejo r
han visto y ven consu mars e estos hecho s contr a el que tué
r á lo que
amig o y su mejo r maes tro y los puso en camin o para llega
SfT
PROTESTA.
SR. GOIHRNADOR.
Barranquilla.
De orden de V. S. acaba de notificarme el Sr. Prefecto, según nota
que dice tener, que me prepare á salir de mi país dentro de 48 horas.
Por tanto hago constar mi protesta de h0mbre de bien y ciudadano en
contra de la sinraz6n y de la injusticia que conmigo se comete
Pasé de un honrado y glorioso servicio militar, después de la
campaña del Norte de Santander, al olvido del que sufre, tolera
v se calla.
. Rompí mi silencio para hacer motivada protesta, contra ciertos
actos del Gobierno.
A esta justa y sencill.:!. protesta, conocida del público, sigui6 la orden
de prisi6n dada á un alcalde, alguaciles y polizontes, contra mí, como
si yo fuese un malhechor convicto, confeso y pr6fugo perseguido.
Buscando amigos, caí en las prisiones de la Revoluci6n, que, á
Dios gracias, supo respetarme, honrar mi nombre y en mi nombre
á Colombia.
Hasta sin fianzas crecidas que la ofrecieron I(luchos de mis
conocidos, me di6 la libertad, garantías, pasaporte en comisi6n de paz,
como á hombre de bien cuyos hechos, escritos y palabras conoCÍa.
Usando de esa libertad. crucé los campos y salí á confiarme :l la
buena fe de ciertos militares del Gobierno.
Había salido, como Daniel, ileso del foso de los leones; como
lüisoel ileso de las llamas, y vine á caer como Régulo en las prisiones
de Cal tago.
Me han traído de prisi6n en prisi6n hasta notificarme, tal como me
hall~ba en el camino, sin vest~do y ~in blanca.. que abandone mi hogar
y rnlS trabaj03 y salg-a del pals hacla extranjeras playas desconocidas
como si yo fuese de los reos de alta traici6n que en mala hora asaltaro~
el poder.
Todo esto da á entender que el Gobierno temf; y está poseído del
grave secreto de su f>xistencia¡ que la Revoluci6n tiene conciencia de
su fuerza y su derecho; que yo soy dueño de la más suprema constancia
en mi consecuencia y lealtad hacia el venerable anciano Presidente,
30 I,A LEGnlMIDAD
las tres repúblicas que un día constituyeron una sola nacionalidad, y que
hoy corno entonces, ostentan en su bandera los mismos colores que
aste'ntaron en Boyacá, en Carabobo y en Pi chincha. Todo tiende á la
uni ón pacífi ca, á la reconcilaci6n de la gran f;:..milia que arrojó al mar á
sus conquistadores y pudo un día llamarse " Gran Colombia," y aunque
las mezquina~ ambiciones de los horobres de la política quieran resistir
contra esa gran corriente, su empeño será inútil, porque tarde 6
temprano se co mprenderá el peligro que corren las unidades dispersas.
No por esto creo que este sea el momento oportuno para la
realizaci6n de un proyecto que es simpático á todos aquellos á quienes
concierne, ni que su realización deba ser ob ra de las armas, porque la
violencia no funda nada estable. Lo que opino es que el gobierno del
señor Marroquín ocurre á un expediente peligroso para él al mencionar
siquiera la palabra "Guerra" entre pueblos que se aman, lejos de
abo rrecerse, Y cuyos ciudadanos plantan s u tiendd. )' encienden su hogar
donde más les place entre el Ama zonas y el Orinoco.
Con esta ~upue s ta guerra internacional se pretende también que el
gobierno americano acabe con los rebeldes en el Istmo, para facilitar
así la obra imposible de "pacificaci6n." y: se atribuye á los represen-
tantes oficiales del señor Marroquín en este país la opini6n de que la
intervenci6n americana será motivo de júbilo para los colombianos y
snrtirá mny buen efecto. No puede concebirse un desatino mayor El
pueblo colombiano nunca ha -listo ni nlInca podrá ver sino con el más
profundo dolor el uniforme y las a rmas de un soldado extranjero en su
propio ter ritono Los que tratan d(; enajenar la soberanía del Istmo
opinan, natu ralmente, de otro modo, pero ellos no son Colombia
De;bemos suponer al gobierno americano como animado de 10~ más
honr3.dos prop6sitos r aspecto de Colombia, pero el tratado de 1846 no
tiene la latitud que ahora quiere dársele, y si ahora se valen de él so
pretexto de defender la soberanía de Colombia, que nadie ataca, no
harán má~ que consolidar en el poder á un gobierno inicuo, alejarse
las simpatías de nuestro pueblo, y poner en peligro la soberanía del
I stmo.
Ll :-.iluación presente de Colombia no tiene otro remedio posible
qne la caída del actual rég-imeu, la restauraci6n de la legitimidad)' la
reconciliación de los partidos h onrados. Sin esto la gllerra será
interminable y se consumará la ruina absoluta de la patria, sin que
nadie pueda evitarla,
Soy de usted atto. S. S y amIgo,
EIH A RI>0 E S Plf\O~A.
CONCLUSIOX.
Las varias p1tblicacione!:i compiladas en este folleto, que hoy ofrezco
al p(¡bli~o como una nueva contnbución para la Historia, dar~in á
conocer mejor la verdadera situación púhlica, Dejo los comentarios al
buen juicio del lector.
EDUARDO ESPINOSA.
Ex-C6nsul (ieneral ele Colom bia.
Nueva York, Enero ~3 de 1 902 .