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Chetumal.

- En la década de los treintas, cuando se recuperó la condición de Territorio Federal de


Quintana, se vivió una época especial de optimismo generalizado y de fervor regional. Fue en ese
tiempo cuando se creó el traje de La chetumaleña.

La idea partió de Carmen Ochoa de Merino, esposa del entonces gobernador Aarón Merino
Fernández, quien le pidió al diseñador Ramón Valdiosera que diseñara el traje típico de Chetumal,
que consiste básicamente en una túnica abierta a los lados, sin mangas, y una capa que cae sobre
los hombres.

Sobre el diseño de Valdiosera, el quintanarroense Luis López Quijano agregó motivos más propios
de la zona, de modo que ahora se aprecia en la parte frontal del traje de La chetumaleña la imagen
de uno de los mascarones de Kohunlich; en la parte posterior se aprecia la figura del dios
descendente de Tulum, que algunos estudiosos identifican con el Sol.

Grecas mayas y una flor de maíz complementan el atuendo. También es usual agregar un tocado de
rosas, a partir de que Rosa María Peraza González lo portó en el concurso nacional Señorita México.

Para contribuir a la difusión de los trajes representativos de Quintana Roo, que muestran la riqueza
cultural y las bellezas naturales del estado que son admiradas en todo el mundo, el Instituto
Quintanarroense de la Cultura ofreció recientemente una pasarela con entusiastas jovencitas y niñas
que lucieron estos trajes, mientras la profesora Laura Rosado Rodríguez explicaba cada uno de los
detalles de los atuendos.

Nancy León Canto fue la jovencita encargada de portar el traje de La chetumaleña en una Noche
Mexicana celebrada en la Casa de la Cultura de Chetumal.

La directora general del Instituto Quintanarroense de la Cultura, Elina Coral Castilla, presente
durante la pasarela ofrecida en la Casa de la Cultura de Chetumal, mencionó que para esta
institución es de vital importancia la difusión de los valores artísticos y culturales de Quintana Roo,
de allí incluso que esté ya en etapa de integración un Ballet Folklórico del IQC.

Traje de Quintana Roo

En cuanto al traje representativo del estado de Quintana Roo, cabe apuntar que fue creado por
Hipólito Basilio Gómez para la participación del grupo de danza de la Escuela Normal de Bacalar en
los Juegos Interamericanos de 1974, celebrados en la ciudad de Oaxaca.

Este traje fue utilizado por el Ballet Folklórico de Quintana Roo en la fecha de su fundación, es decir
el 5 de febrero de 1975. Consiste en una falda de color blanco, en la que están estampados los
motivos del escudo del estado: el caracol, el pino y la estrella. La blusa se inspira en las que se
usaron antiguamente en la entidad. Luz Elena Oliva Batún fue la portadora de este atuendo en la
referida Noche Mexicana.
Quintana Roo mestizo

El vestuario representativo del Quintana Roo mestizo consta de una blusa blanca con el cuello
cuadrado; en la cintura lleva encaje a manera de mandil. Está decorado con caracoles bordados; en
la orilla del cuello y en las mangas lleva una cinta del color de la falda. La falda es amplia y termina
en un vistoso holán.

También lleva estampados motivos emblemáticos de la entidad, como el pino, el caracol y la estrella
de la mañana. Berenice Elizabeth Villamonte Beltrán lo lució en la pasarela de la mencionada Noche
Mexicana.

Además, durante la pasarela se mostraron trajes representativos de otros estados del país, como el
de Jalisco, inspirado en las soldaderas, que consiste en falda y blusa de popelina de colores vivos,
tales como anaranjado, rosa mexicano, morado, amarillo, verde, azul o rojo. Mirna Alexandra Vargas
Meléndez lo lució ante el público.

Las portadoras pueden utilizar uno solo de estos colores o combinarlos. La pechera está adornada
con espiguilla, encaje blanco de bolillo, listones de varios colores y un holán en forma de “y” con
encaje de bolilla en los bordes. Las mangas son bombachas y a la altura del codo, con puños
añadidos; un holán ancho cae sobre la falda, que es de corte circular, amplia y con un holán plisado
en la orilla de unos 35 centímetros de ancho que se adorna con encaje de bolillo, espiguilla y listones
de colores.

La enagua y la calzonera también son de popelina; blanca la primera y del color del vestido la
segunda, adornadas con un listón. También se usa un rebozo de seda de color que combine con el
vestido. El calzado son botas negras altas. El peinado es de dos trenzas atadas a los lados en forma
de columpio y adornadas con moños de varios colores.

El traje típico de Nuevo León también se exhibió en esa Noche Mexicana. Consiste en sombrero
negro, mascada al cuello, blusa camisera a cuadros, falda de mezclilla y botas arriba del tobillo.

El atuendo de la “mestiza” de Yucatán también pudo ser admirado en dicho festejo. Como sabemos,
tienen un gran colorido y son vaporosos y frescos. Es un vestuario que por fortuna se sigue usando
cotidianamente en la península. Este traje, portado por Katia Martínez Redonda, recibe también el
nombre de “terno”, ya que está compuesto de tres piezas, que son jubón, hipil y fustán; se
confecciona con satín o lino.

El hipil es una especie de saco cerrado que llega hasta un poco arriba de la rodilla. El fustán es una
falda que se ciñe a la cintura mediante una pretina y asoma por debajo del hipil. El jubón es una
solapa cuadrada de veinte o más centímetros de ancho que va sobrepuesta al hipil. Está bordado
ricamente con sedas de colores que forman flores y guías alrededor del escote.

Niñas y jovencitas integrantes del ballet folklórico de la Casa de la Cultura de Chetumal fueron las
encargadas de portar dichos trajes y hacer la pasarela, ante el beneplácito del nutrido público que
disfrutó la Noche Mexicana.

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