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ISSN: 0121-4381
sumapsi@konradlorenz.edu.co
Fundación Universitaria Konrad Lorenz
Colombia
PSICOPATOLOGÍA Y CEREBRO:
DESDE LOS DEMONIOS A LOS
NEUROTRANSMISORES1
Esteban Freidin2,
Gerardo Fernández y Daniel Pitón
Instituto de Investigaciones Médicas Alfredo Lanari,
Argentina
ABSTRACT
Mental disorders have always been a matter of social importance, and the
way they have been conceptualized has varied in diverse historical times
and contexts. However, since the second half of the 19th century, the
idea that mental processes, either normal or abnormal ones, are brain
processes, began to grow with scientific facts in its favor. From a therapeutic
point of view, in the 1970s, psychiatry experienced a big progress with
the development of psychopharmachology, and during the 20 th century,
psychologists developed some therapeutic technics derived from
conditioning principles, which have resulted of great efficiency in changing
mental illness patients´ behavior, thoughts, and emotions. In this article,
we explore some studies that have contributed to the understanding of
the neurobiology of mental disorders, and besides, we mention some
researches which showed that while psychopharmachology and
psychology achieve improvements in patients´ sympthoms, they also
modify the fuctioning of their brains.
RESUMEN
1 Este trabajo ha sido realizado con el apoyo de CONICET, y parcialmente financiado por el subsidio
UBACYT P602, N. 1022/03. Queremos agradecer a Alba Mustaca y a Mariana Bentosela por sus
valiosos comentarios y sugerencias en versiones anteriores de este manuscrito.
2 Psicología Experimental y Aplicada, Instituto de Investigaciones Médicas Alfredo Lanari, Combatien-
tes de Malvinas 3150, 1427, Buenos Aires, Argentina. e-mail: efreidin@yahoo.com
los procesos mentales, tanto normales como anormales, son procesos lleva-
dos a cabo por el cerebro, comenzó a fortalecerse con hallazgos científicos
que argumentaron en su favor. Desde un punto de vista terapéutico, hacia
1970, se dieron grandes progresos en la psiquiatría con el estallido de la
psicofarmacología, y, durante el siglo XX, se idearon un conjunto de técni-
cas terapéuticas derivadas de los principios generales del condicionamiento
que evidenciaron gran eficacia en el cambio de la conducta, los pensamien-
tos y las emociones de las personas afectadas por algunos problemas men-
tales específicos. En este artículo se exploran algunos de los estudios que
han aportado evidencias acerca de la neurobiología de ciertos trastornos
psicopatológicos, y a su vez, se hace referencia a algunas investigaciones
que muestran que, tanto los psicofármacos como la psicoterapia, al obtener
reversiones en los síntomas de los pacientes, modifican también aspectos
específicos de su funcionamiento cerebral.
L
as enfermedades mentales fue- teraciones psiquiátricas son compa-
ron y son un problema de rele- rables en hombres y mujeres, aunque
vancia social. En una de las cada sexo presenta tipos de trastornos
más amplias revisiones de los trastor- ligeramente diferentes. Aparecen di-
nos mentales realizada en EE.UU., que ferencias sexuales especialmente pro-
abarcó 18.000 adultos, se constató minentes en la depresión, que es
que, en un período de seis meses, un mucho más frecuente en las mujeres,
20% de los adultos norteamericanos y en la dependencia de drogas y alco-
sufre algún tipo de alteración incluida holismo, que son padecidos en su ma-
dentro de la categoría de las yoría por hombres. Determinados
psicopatologías; al menos el 8% pre- trastornos psiquiátricos tienden a apa-
senta trastornos de ansiedad, y el 6% recer a una edad relativamente tem-
ó 7% padece dependencia o abuso de prana, como por ejemplo el abuso de
drogas, sobre todo consumo de alco- drogas y la esquizofrenia. El rango de
hol. La depresión y trastornos relacio- edades que oscila entre los 25 a los
nados afecta al 6% de la población 44 años presenta picos en depresión,
evaluada, y al menos 1 de cada 100 es personalidad antisocial, mientras que
esquizofrénico (Rosenzweig & Leiman, la alteración cognitiva (p.ej., déficits
1992). En el último estudio epide- de memoria) ocurre especialmente en
miológico a gran escala realizado en personas de más de 65 años
Norteamérica, hallaron que la depre- (Rosenzweig & Leiman, 1992). Estos
sión tiene una tasa de prevalencia a problemas generan sufrimiento en
lo largo de toda la vida del 17.1%, aquellos que los padecen y los fami-
obteniéndose datos similares en el liares y personas que los rodean, y
resto del mundo (Nemeroff & Owens, también implican un alto porcentaje
2002). Las frecuencias totales de al- de discapacidad y pérdida de producti-
vidad. Por ejemplo, se ha estimado que rreado por las presiones cotidianas y
la depresión es la segunda causa más laborales y por la delincuencia, por
importante de discapacidad a nivel nombrar sólo algunas, pueden ser vis-
mundial, sólo superada por el trastor- tos como factores vinculados al desa-
no isquémico de corazón (Nemeroff y rrollo de desórdenes de ansiedad, los
Owens, 2002). Este trastorno del esta- que a su vez están íntimamente rela-
do de ánimo, como motor de conduc- cionados con la aparición de síntomas
tas suicidas, figura entre las diez depresivos (Gould, Goodwin &
principales causas de muerte en mu- Chrousos, 1988).
chos países del mundo; aproximada- En síntesis, considerando estos
mente el 15% de aquellos que sufren datos epidemiológicos sobre las enfer-
de depresión o trastorno bipolar (i.e., medades mentales, y sin olvidar las
alternancia de episodios depresivos penosas realidades que hay detrás de
con episodios maníacos) cometen sui- los mismos, se puede apreciar que el
cidio cada año (Nemeroff, 1998). estudio de los desórdenes psicopato-
Por su parte, algunas característi- lógicos es una empresa de relevancia
cas de las sociedades modernas pare- social. El estudio y el tratamiento de
cen contribuir diferencialmente en la los trastornos mentales representa un
incidencia de ciertos desórdenes men- gran desafío y, a su vez, una esquiva
tales. Por ejemplo, continuamente en respuesta que la ciencia se ha propues-
la televisión y en afiches en las calles to pagar a la sociedad.
de cualquier ciudad, pueden verse En este artículo nos proponemos
modelos de figuras femeninas extrema- explorar algunas evidencias acerca de
damente delgadas o masculinas la neurobiología de ciertos trastornos
esculturalmente musculosas que po- psicopatológicos, haremos referencia
drían estar actuando como factores de a algunos logros que se han obtenidos
presión cultural, principalmente sobre en el tratamiento de estos problemas
los adolescentes y los jóvenes. La aso- y mencionaremos algunas investigacio-
ciación existente entre estas caracte- nes que muestran que, tanto los
rísticas socioculturales relativamente psicofármacos como la psicoterapia, al
recientes y el incremento, por ejemplo, obtener reversiones en los síntomas de
en la incidencia de la anorexia que se los pacientes, modifican también as-
ha registrado en las últimas décadas, pectos específicos de su funcionamien-
ha conducido a algunos autores a con- to cerebral.
siderar que trastornos de este tipo son
síndromes parcialmente determina- CARACTERÍSTICAS DE LOS
TRASTORNOS MENTALES
dos por factores psicosociales distin-
tivos de las culturas en las que Actualmente, los diagnósticos de las
aparecen (Vandereycken & Hoek, enfermedades mentales se realizan
1992). Por otra parte, la aceleración principalmente en función de la dura-
de los hábitos de vida y el estrés aca- ción, la frecuencia y la intensidad de
pacidad para realizar nuevos aprendi- (Kayes, 1992). Por otra parte, se sugi-
zajes, síntomas que pueden observar- rió que la disminución de la saciedad
se tanto en enfermos depresivos como y aumento de la ingesta, junto con el
en pacientes con trastorno de estrés estado de ánimo disfórico que se ob-
postraumático (Sheline & cols.,1996; serva en estos pacientes, estarían re-
Sapolsky, 2000). lacionados con los bajos niveles de
Por su parte, también los trastor- serotonina encontrados en el líquido
nos fóbicos están ligados al mecanis- cefalorraquídeo de las personas con
mo cerebral del miedo. Las fobias son este desorden (Oldman, Walsh,
miedos específicos llevados al extremo, Salcoviskis y cols., 1995). Este
y consistentemente con esto, la activi- neurotransmisor participa en gran
dad del núcleo amigdalino se encuen- cantidad de conexiones sinápticas de
tra involucrada en este desorden. áreas cerebrales vinculadas a la mo-
Rauch, Savage y Alper (1995) mostra- dulación de la conducta alimenticia
ron que, cuando se expone a los pa- (p.ej., en el hipotálamo), y su
cientes con fobias simples a los desregulación parece estar también
estímulos fóbicos, presentan una acti- relacionada con la aparición de sínto-
vidad aumentada de las zonas límbicas mas depresivos. Esto es un ejemplo de
(i.e., el conjunto de estructuras cere- un enfoque prometedor y relativamente
brales que incluye a la amígdala) y nuevo en el estudio de la neurobiología
paralímbicas, medidas con la TEP. de los trastornos mentales, en el que
Otras evidencias que vinculan los se cambia el foco de investigación, pa-
síntomas psicopatológicos con el cere- sando de las enfermedades como ca-
bro pueden ser extraídas del campo de tegorías cerradas a la consideración de
los trastornos de alimentación. Por síntomas específicos que pueden es-
ejemplo, se encontraron altos valores tar presentes en varias de ellas. Este
del péptido YY (sustancia que general- abordaje consiste en considerar un
mente se encuentra en la región cere- síntoma presente en distintas
bral hipotalámica) en bulímicas en psicopatologías y relacionarlo al com-
abstinencia de crisis de voracidad. Esta promiso de áreas o conexiones
evidencia sugirió que la elevada con- neuronales específicas en el cerebro
centración del péptido YY en el cere- de los distintos tipos de pacientes
bro de los pacientes bulímicos podría (Andreasen, 1997). Así, se ha visto que
funcionar como un impulso a la con- la alteración del estado del ánimo en
creción de uno de los comportamien- pacientes depresivos y bulímicos po-
tos patológicos de este trastorno, como dría estar vinculada a los cambios en
son los atracones con comida. Esto la neurotransmisión serotoninérgica
también contribuiría a la explicación observados en ambos trastornos.
de por qué en las personas con buli- En síntesis, sostener que las fun-
mia, frecuentemente reaparecen sín- ciones mentales no son más que fun-
tomas luego de períodos de mejoría ciones cerebrales, es una postura que
cuenta con importantes evidencias a rebro de las personas que los pade-
favor, algunas de las cuales hemos re- cen respecto a personas sanas. Des-
visado arriba. Estos aportes pueden ser de esta conceptualización del
resumidos en la premisa, que muchas problema, partieron consistentes bús-
veces se transforma en observación, de quedas de respuestas.
que las alteraciones específicas de la En un comienzo, algunos psiquia-
conducta (p.ej., los síntomas de cual- tras vieron en el cerebro el lugar de
quier trastorno mental) comprenden intervención por excelencia para bus-
cambios característicos de la estruc- car soluciones a estos desórdenes. A
tura y/o funcionamiento del cerebro. fines de la década de 1950 y en los años
Este planteamiento nos permite 60, se descubrió de manera no inten-
anular la falsa dicotomía que suele cional que determinadas drogas pro-
establecerse entre el estudio de los ducían cambios en el estado de ánimo,
procesos fisiológicos y el estudio de los en el pensamiento y en la conducta.
procesos psicológicos. A la fisiología Un ejemplo fue el caso de las mejorías
le concierne el funcionamiento de los en el estado de ánimo de tuberculosos
distintos órganos corporales, incluyen- con síntomas depresivos, tras la apli-
do, por supuesto, el cerebro. La fun- cación de un agente prescripto contra
ción más importante del cerebro es la la tuberculosis. A partir de esta obser-
organización y control del comporta- vación, y luego de posteriores estudios,
miento, el pensamiento y las emocio- se desarrolló la droga IMAO (i.e.,
nes, y esto es justamente el objeto de inhibidora de la monoamino oxidasa)
estudio de la psicología (Gray, 1985). que es considerada parte de la pri-
Esta imagen sofisticada en la que me ra generación de fármacos
conceptualizamos las enfermedades antidepresivos (Nemeroff, 1998). Ha-
mentales como desórdenes del funcio- cia 1970, se dieron grandes progresos
namiento mental que ocurren en el en la psiquiatría con el estallido de la
cerebro es esencial en la construcción psicofarmacología, al mejorar la obje-
y desarrollo de un proyecto científico tividad de los diagnósticos psiquiátri-
de la psicopatología (Andreasen, 1997). cos, y al hallar tratamientos
farmacológicos relativamente efectivos
LOS PSICOFÁRMACOS para algunos trastornos mentales,
La manera de conceptualizar un pro- como la depresión y el trastorno
blema, muchas veces trae en sí mis- maniaco-depresivo (Kandel, 1998).
mo la forma de enmarcar la búsqueda En un comienzo, los primeros
de soluciones. Desde una concepción psicofármacos se descubrían de ma-
científica, se argumenta que, sean nera no intencional, y por lo tanto no
cuales fueren los factores causales de se conocía demasiado acerca de sus
las enfermedades mentales, deberían mecanismos de acción en el cerebro.
encontrarse diferencias en el fun- Actualmente, se pueden conocer las
cionamiento y/o la anatomía del ce- vías por las que algunos psicofármacos
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