Professional Documents
Culture Documents
De
CUATRO SONETOS DE AMOR
soneto nº 1
Decir «te quiero» con la voz velada
y besar otros labios dulcemente,
no es tener sed, es encontrar la fuente
que nos brinda la boca enamorada.
BIOGRAFÍA
Rafael de León y Arias de Saavedra, nació un jueves 6 de febrero del bisiesto 1908 en Sevilla, la actual capital de
la región de Andalucía (España), en la misma calle en donde casi 34 años antes nació el conocido poeta Manuel
Machado. Era el primogénito de la pareja formada por José de León y Manjón y de María Justa Arias de Saavedra
y Pérez de Vargas, condes de Gómara. A los pocos días de su nacimiento fue bautizado en la iglesia de la
Magdalena, y le fueron impuestos los nombres de Rafael María, José, Jerónimo, Doroteo, Alberto, Melchor. Entre
los vástagos de familias de la nobleza y la alta burguesía, era muy corriente atiborrarles de una larga retahíla de
nombres que llegaba hasta lo ridículo.
El año 1916 ingresa Rafael de León en el internado del colegio jesuita "San Luis Gonzaga " del Puerto de Santa
María (Cádiz), pueblo natal del conocido poeta Rafael Alberti, con el que, por ser casi coetáneos coinciden en
dicho colegio: Años antes, había pasado por allí el alumno Juan Ramón Jiménez, otro insigne poeta andaluz.
Años más tarde, estudiaría en otros colegios privados de órdenes religiosas en las localidades andaluzas del Palo
de Málaga y de Utrera (Sevilla). En el año 1926 inicia en la universidad de Granada, los estudios de la carrera de
Derecho. Allí llegó a conocer a otro insigne poeta: Federico García Lorca, con quien entabla una buena amistad.
En el año 1931 con la caída de la monarquía, se instala en España la II República, y el joven Rafael no parece que
la recibe con hostilidad, a pesar de su procedencia de linajes propicios a la monarquía. Lo que sí quedó claro y se
trasluce a través de su obra poética, la distancia crítica con la que observa al mundillo de la nobleza. Se cuenta de
él —aunque no está bien confirmado— que llegó a escribir un himno a la República.
No se conoció que Rafael ejerciera trabajo alguno relacionado con sus estudios universitarios, pues se dedicó a
vivir de las holgadas rentas paternas, gastando sus dineros en asistir a los cafés cantantes y teatros de variedades
de Sevilla. En estos ambientes se sentía Rafael "como pez en el agua" y allí fue haciendo amistades, participando
del ambiente liberal y permisivo que concedía el nuevo régimen republicano. En esos ambientes fue donde
conoció y colaboró con el letrista Antonio García Padilla, alias "Kola", —padre de la conocidísima actriz y
cantante Carmen Sevilla—, y de aquella relación surgieron algunas canciones conocidas. Como letrista, "Kola"
no llegaba ni con mucho a la depurada calidad de Rafael; pero éste, aceptó de buen grado el ser colaboradores en
la firma de canciones, ya que de esa manera se le facilitaba la entrada, por la puerta grande, en ese mundillo hostil
para un aristócrata, de la creación artística en los cabarets y salas de moda. Situación muy paralela a la que años
más tarde repetiría con el autor teatral Antonio Quintero; y con los letristas Xandro Valerio y José Antonio
Ochaíta; los cuales co-firmaron muchas letras de canciones y algunas poesías con Rafael de León. No es el
mismo caso de otro que firmó canciones con él; ya que se trata de Salvador Valverde, un poeta de calidad nacido
en Buenos Aires en el 1895 y muerto en esa misma capital en el 1975.
Por aquella época, estando cumpliendo el servicio militar en un regimiento de Sevilla, conoció a Concha Piquer
cuando actuaba en el Teatro Lope de Vega. Esta conocida canzonetista de la canción andaluza/española, puso voz
a muchas de sus mejores creaciones de letras para la canción.
Al año siguiente, 1932, Rafael se traslada a Madrid bajo la influencia del gran músico sevillano Manuel Quiroga,
que junto con el autor teatral Antonio Quintero, llegaría a formar el prolífico trío "Quintero, León y Quiroga" con
el que tienen registradas más de cinco mil canciones.
Al producirse la guerra civil española, Rafael de León se encontraba en Barcelona; allí es encarcelado, como
tantos otros del mundo de la farándula, toreros, cantantes, etc. acusado de monárquico o derechista. Y allí en la
cárcel, quizás para hacer valer su condición de neutral o tal vez de simpatizante de la causa republicana; quizás
por estricto sentido de la verdad, declara tener una buena amistad con destacados poetas republicanos como León
Felipe; Federico García Lorca y Antonio Machado.
Llegan luego los años de posguerra en los que Rafael continúa contactando con el universo de las varietés, que
alimentados por los típicos aires de aquella dictadura, de nacionalismo a ultranza y bloqueo internacional, se
prestan a la creación de un género muy influenciado del tipismo andaluz y que dio en llamarse "folklore español".
El régimen dictatorial acogió de mil amores este género que ensalzaba con arte y exageración todo lo español. Es
de aquella época triste y gris para la mayoría de los españoles, cuando nuestro poeta-letrista empieza a colaborar
con los guiones de una cinematografía ramplona e impregnada también de un excesivo realce del patriotismo que
tanto gustaba a la España oficial. Es de aquella época también, que bajo la influencia del concepto "hispanidad "
se abrieron las fronteras españolas a las músicas que venían de los países hermanos de América. Y así llegaron los
boleros y los tangos, muy bien acompañados de los valses peruanos, los sones cubanos y las rancheras y corridos
mexicanos, que engancharon con facilidad en los gustos musicales españoles por tratarse de una cultura común.
Así también llegaron las músicas de la cultura anglo-americana.
A partir de la década de los sesenta, cae la barrera del aislamiento cultural y muchos jóvenes anti-franquistas junto
a la progresía izquierdista, en actitud militante comienzan a despreciar ostensiblemente casi toda la música
española e hispanoamericana y con ella la copla y la canción andaluza que tan bien había representado el sello
«Quintero, León & Quiroga».
A partir de esa época, vienen unos años bajos para la obra de canciones y poesías de nuestro gran poeta Rafael de
León, el cual un jueves madrileño frío y gris (9-12-82), muere nuestro insigne poeta en el más cruel olvido sin ni
siquiera haberse llevado en vida la satisfacción de un merecido homenaje de cariño y agradecimiento a toda su
importante y prolífica obra poética.
* * *
Rafael de León pertenece por derecho propio a la denominada "Generación del 27" de los poetas españoles, aunque
un incomprensible olvido ha hecho que nunca figure en esa nómina. De ningún poeta español de este siglo que
acaba, han sido tan recitadas sus poesías y tan cantadas las letras de sus canciones, pero incomprensiblemente sigue
siendo el gran ausente al hacer recuentos dentro del ámbito de la cultura popular española de posguerra.
La obra poética de Rafael de León, queda dividida en esos dos grandes apartados: poesías propiamente dichas, y
letras para canciones. En muchos casos unas y otras tienen un inconfundible parentesco por derivar, alimentarse o
inspirarse las unas de las otras, o viceversa. En casi toda su obra, inspirada en ambientes muy típicos de Andalucía,
queda reflejado el gracejo popular andaluz, indicado por las palabras en cursiva, para mejor entender que no
pertenecen al correcto lenguaje español. Su primer libro de poesías «Pena y alegría del amor» aparece publicado en
1941. Un segundo libro titulado «Jardín de papel» aparece el año 1943. Del mismo año se relata que aparece
editado en Chile un tercer libro titulado «Amor de cuando en cuando», pero al no tener certeza en España de su
autenticidad, hay quien sospecha que se trata de una de tantas ediciones piratas que ha sufrido la obra de Rafael de
León.
De las colaboraciones del poeta a la hora de firmar su obras hemos de reseñar lo siguiente:
• En colaboración con Antonio Quintero, las poesías «Profecía»; "Romance de la serrana loca" y miles de
letras de canciones que haría inacabable esta biografía.
• En colaboración con Antonio García Padilla "Kola", las letras de las canciones: "Coplas"; "Arturo";
"Cinelandia"; "Cine sonoro"; "La Rajadesa"; "La deseada"; "Manolo Reyes"; "Siempre Sevilla"; ...
• En colaboración con el argentino Salvador Valverde, el conocidísimo cuplé "Bajo los puentes del Sena"
escrito para ser estrenado por la cupletista Raquel Meyer; y las también conocidísimas "¡Ay,
Maricruz!"; "María de la O"; "Triniá"; y la inolvidable "Ojos Verdes"; entre otras.
• En colaboración con José Antonio Ochaíta, la letra de la conocida canción: "Eugenia de Montijo"; y
algunas pocas más.
• En colaboración con el poeta Xandro Valerio, las letras de las más conocidas canciones: "Tatuaje" y "La
Parrala".
Hacia el final de su dilatada carrera de letrista, escribió para los cantantes Nino Bravo, Raphael y Rocío Dúrcal; y
una de sus letras ganó el primer premio del Festival de la Canción de Benidorm, el año 1961 bajo el título de
"Enamorada"; en el año 1960 había escrito la letra de la canción "Luna de Benidorm" que quedó en tercer lugar.
Casi todas sus letras fueron musicadas por el prolífico compositor Manuel Quiroga, pero otras letras fueron
musicadas por Juan Solano; Augusto Algueró y Manuel Alejandro.
Para el conocido cantautor francés Charles Aznavour realiza la traducción al español de la letra de la famosísima
canción "La bohème" ("La bohemia"). De Rafael bien pudiera decirse, sin temor a exagerar, que gran parte de su
vida fue un bohemio de lujo, si acaso ese contradictorio concepto, tuviera cabida.
El estilo de estrofa poética más abundantemente empleado es el del romance octosílabo; pero en algunas otras se
pueden encontrar estrofas de seguidilla, soleá, copla, romancillo, redondilla, y más raramente el soneto y la lira.
Aunque tiene algunas poesías con versos alejandrinos y rima blanca (sin rima), su obra es en general una rima de
alta sonoridad ya que incluso en muchos de sus romances introduce la rima consonante. Siempre, y en toda su obra,
este poeta cuida con gran pulcritud de la perfección de la medida y la rima en todos sus versos, aunque lo consigue
muchas veces a base de colocar palabras del popular gracejo andaluz.
Junto a algunas de sus poesías más recitadas y conocidas por todos, hemos rescatado de algún cajón olvidado y tal
vez algo cubiertas de polvo, otras poesías de parecida belleza que incomprensiblemente no han tenido tanto eco.
También se exponen algunas letras de canciones en la que Rafael de León participó como prolífico y genial letrista.
Vean, a continuación, una selecta escogida de sus mejores y más populares poesías y de las letras de canciones que
escribió bajo la firma del trío «Quintero, León & Quiroga»:
"Toíto te lo consiento
menos fartarle a mi mare
que a una mare no se encuentra
y a ti te encontré en la calle".
No vayas a figurarte
que esto va con intensión.
Tú sabes que por ti tengo
clavao en mi corasón
el queré más puro y firme
que ningún hombre sintiera
por la que Dios uno y trino
le entregó por compañera.
Pero es bonita la copla
y entra bien por soleares:
"Toíto te lo consiento
menos fartarle a mi mare..."
Y me enterao casuarmente
de que le fartaste ayé
y nadie me lo ha contao,
nadie, pero yo lo sé.
Yo tengo entre dos amores
mi corasón repartío
si le encuentro a uno llorando
es que el otro le ha ofendío;
y mira, nunca me quejo
de tus caprichos constantes.
¿Quiere un vestío? ¡catorse!
¿quiere un reló? ¡de brillantes!
Ni me importa que la gente
vaya de mí murmurando
que si soy pa ti un muñeco,
que si me has quitao er mando
que en la diestra y la siniestra
tienes un par de agujeros
por donde se va a los baños
el río de mis dineros...
¡Y a mí qué...?
TRIGO LIMPIO
Y al salir yo te prometo
cantarte por alegrías,
lo mismo que te cantaba
cuando tú eras novia mía:
Y da la casolidá
que, desde que ella ha nasío,
cuando tiene que firmá
firma con mis apellíos.
Der coló de la senisa
se le pone a usté er semblante
y es que er corazón le avisa
de lo que tiene delante.
sí señó... un banderillero
que estaba ayé en Venesuela
y hoy es er duende primero
de esta oscura callejuela.
Y se tropieza a un tal Flores,
tan siego y tan temerario,
que le está mintiendo amores
a esa muchacha... Rosario.
ASÍ TE QUIERO
A Conchita Piquer
Te quiero de madrugada,
cuando la noche y el trigo
hablan de amor a la sombra
morena de los olivos;
cuando se callan los niños
y las mocitas esperan
en los balcones dormidos;
te quiero siempre: mañana,
tarde, noche... ¡por los siglos,
de los siglos! ¡Amén! Te
querré constante y sumiso,
y cuando ya me haya muerto
antes que llegue tu olvido,
por la savia de un ciprés
subiré delgado y lírico,
hecho solamente voz
para decirte en un grito:
¡Te quiero! ¡Te quiero muerto
igual que te quise vivo!
PULSO DE AMOR
Iba convaleciente
de una herida de amor en el costado;
iba casi inconsciente
cuando te vi a mi lado
y hasta el pulso por ti se me ha parado...
Buscaba mi cintura
un brazo que de noche la ciñera,
ansiaba con locura,
un labio que se uniera
a mi boca cansada por la espera...
Y de noche temblando,
perdida entre la niebla de tu viento,
me bebí suspirando
la menta de tu aliento,
en un beso apretado, dulce y lento...
Se desbocó en mi frente
el pulso como un perro malherido
y paralelamente,
te sentí, en un gemido,
doblarte en mi garganta sin rüido.
Y después... la almohada,
pesarosa del rizo y la postura
y la sábana helada,
—mortaja de blancura—
plisándose sin voz a mi cintura.
MAZAZO
A la mar maera,
y a la Virgen, cirio,
y pa duquitas, mare de mi arma,
pa duquitas negras,
las que tié la Lirio.
AHORA ME TOCA A MÍ
(Al criado)
¿Qué espera usté? ¿Mi sombrero?
Mejor está en mi cabesa
que corgao en er perchero.
Y además son hijos míos
los tres que tengo delante.
¿Qué hay tropilla? ¡Güena casa!
Y un criao muy elegante
que en vez de vuestro papuchi
se cree que soy un permaso.
(El Criado hace una ligera reverencia en dirección al primer término y se va por la puerta cerrando el cortinaje.)
Su reverencia... me chifla
que sos traten con respeto.
¡Tres señoritos! ¡Qué orgullo
para un padre tan cateto!
¡Tené tres hijos varones
que están viviendo en sus glorias
porque yo m'alimentaba...
de papas y sanahorias!
Me alimentaba... hace tiempo;
que hoy ya la cosa varía.
No ví a dejá ni la cresta
de un pollo de Andalusía.
Que nos vorvemos tragones
los viejos mal educaos,
y eso nos quita finura
pa tratá con abogaos
como er que de parte vuestra
vino a hablarme de intereses
y le di ... que con er susto
tiene cama pa dos meses.
El hombre vino a desirme
por encargo de mis hijos
que ustedes no estáis conformes
con que venda los cortijos.
Que debo seguí en er campo
lo que me resta de vía
cuidando de las cosechas
y de la ganadería;
que no se seque el arjibe,
que no s'avinagre er mosto;
bébete er frío de enero
y anda y súdalo en agosto.
No duermas... cuenta las horas
de la noche una por una...
Tienes que viví pendiente
de los cambios de la luna.
Ayer te fartó una oveja,
¡vaya bendita de Dió!...
¿Voy a llamá a los civiles
si de chico fui pastó?
¡Pastó de ganao montuno
con las alpargatas rotas!
¡De Córdoba a Extremadura
por tres puñaos de bellotas!
Y en cambio, los tres cachorros
de aquel pastó miserable
van por tabaco a la esquina
con sus tres descapotables.
Que yo lo tendría a gala
si al derrochá mis dineros
se le añadiera er que ustedes
ganaran como ingenieros,
o bien como sirujanos,
o de doctores en leyes...
¡O echándose a las costillas
tóos los vagones der muelle!
¡Trabajando! ley der sielo
que con ustedes no reza
porque como hay todavía
muchos toros en la dehesa
y hay trigo pa veinte años
y desbordan los lagares
y a caballo hay por lo menos
hora y media de olivares,
que trabaje papaíto
que hay que vé lo bien que está;
y eso que l'ha dao ahora
por bebé, por trasnochá,
por í con cuatro amigotes
de francachela a Sevilla
y hasta parese que disen
que ronda a una chavalilla,
y antes de que se nos casen
er día menos pensao
aquí lo mejó que hasemos
es mandarle un abogao
que le diga las verdades
aunque le sepan amargas;
ar pródigo no es difísi
por ley, echarle la garga.
¡¡Intentarlo!! Ya hemos visto
que el abogao... renunció;
yo no admito en este pleito
más tribuná que er de Dió.
Él sabe que yo he sufrío
todas las humillaciones
pa que ustedes no tuvieran
que sé destripaterrones.
Pa mí, ni café ni amigos,
ni un sigarro, ni una copa...
Pero mis niños... ¡tres duques
en lo tocante a la ropa!...
Y vengan manjares finos,
vengan colegios de pago,
vengan potros y escopetas,
y vivan los Reyes Magos.
Sursíos en mis carsones
y en er buche telarañas...
¡Pero hay que vé cómo viven
los hijos de mis entrañas!
Y, claro, los pobresitos
están tan acostumbraos
que en vez de darme las gracias
me mandan un abogao
(Mutis)
PROFECÍA
de Antonio Quintero y Rafael de León
Y ná de pegarme un tiro
ni liarme a mardisiones
ni apedrear con suspiros
los vidrios de tus barcones.
¿Que te has casao? ¡Buena suerte!
Vive sien años contenta
y a la hora de la muerte,
Dios no te lo tenga en cuenta.
Que si al pie de los artare
mi nombre se te borró,
por la gloria de mi mare
que no te guardo rencor.
Porque, sin sé tu marío,
ni tu novio, ni tu amante,
yo soy... quien más t'ha querío...
¡Con eso tengo bastante!
***
—¿Qué tiene er niño, Malena?
Anda como trastornao,
tié la carilla de pena
y el colorsillo quebrao.
Y ya no juega a la tropa,
ni tira piedras al río,
ni se destrosa la ropa
subiéndose a coger níos.
¿No te parese a ti extraño,
no ves una cosa rara
que un chaval de dose años
lleve tan triste la cara?
"Quítate de la esquina,
chiquillo loco,
que mi mare no quiere
ni yo tampoco".
"Quítate de la esquina,
chiquillo loco,
que mi mare no quiere
ni yo tampoco".
SONETO
DUDA
II
III
IV
El primero, indiferencia,
sonrisa que va y que viene
y que se adentra en la carne
como una rosa de nieve.
El segundo, de traición;
mi espalda ya lo presiente,
dejando sin primavera
un árbol de venas verdes.
AUTO DE FE
Mi corazón ardía
en medio de las llamas,
rodeado de fechas,
¡cenizas de mi alma!
Los abrazos crujían,
los besos se quejaban,
y los dulces "¡te quiero!"
de tinta y de esperanza,
en una pirüeta
de fuego, se rizaban.
Como una serpentina,
tu nombre se alargaba,
ENCUENTRO
CENTINELA DE AMOR
NECESITO DE TI
MUERTO DE AMOR
LLUVIA
a Conchita Herrera
NOVIO
SOLTERA
Mi prima Matilde
es guapa y soltera.
Patio de mosaicos,
zaguán y cancela
y en medio del patio
una fuente muerta.
Mi prima Matilde,
cuando va a la feria
se pone claveles
y mantilla negra,
y sobre los ojos...
una pena... pena.
Sevilla se ríe
entre las macetas
y dice burlona:
¡Soltera, soltera!
Abanico negro
que el rubor la vela;
rosario que llora
en sus manos quietas
y un ("¡Señor, no quiero
quedarme soltera!").
En misa de una
de la Magdalena,
las torres, el río,
las calles, las rejas,
dicen a su paso:
"tan guapa y... ¡qué pena!".
Un hombre, el primero,
llamó a su cancela
y al mes de noviazgo
la calle desierta;
un leve pañuelo
dejado en la reja,
pedazos de cartas
de picuda letra
llevaba y traía
el viento en la acera
diciendo con burla:
¡Soltera! ¡Soltera!
Después... aquel primo
que bailó con ella
una vez, y luego
murió allá en la guerra
dejándola un luto
de magnolias muertas.
En el gran biombo
de mi tía Regla
pájaros y flores
con burla comentan:
"Señora, esta niña
se queda soltera".
Luego... el extranjero
que vino a las fiestas
con lentes de oro
y rubias guedejas
y un idioma dulce
como de ciruela,
que habló de casarse...
y se fue a su tierra.
Después vino un suave
profesor de orquesta;
más tarde, un delgado
maestro de escuela;
mas ninguno de ellos
duró en su cancela.
Cada año que pasa
mi prima se queda
compuesta y sin novio,
¡Cirio de Cuaresma!
Sevilla murmura:
"Soltera..., soltera".
II
La mendiga pedía
en la plaza mayor,
muy vestida de negro,
con un llanto en la voz.
Era una viejecita
de cuento y de dolor;
los niños la miraban
sentadita en el sol
y decían a coro:
—Perdone usted, por Dios.
Pasaban las muchachas
entre risas y flor,
entre lazos y sueños,
entre novio y canción
y decían al verla:
—Perdone usted, por Dios.
LUTO
Yo llevo luto por ti
y no me visto de negro.
MIEDO
A LA LIMA Y AL LIMÓN
León y Quiroga
I
La vecinita de enfrente no, no,
no tiene los ojos grandes,
ni tiene el talle de espiga, no, no,
ni son su labios de sangre.
Nadie se acerca a su reja...
nadie llama en sus cristales...
que sólo el viento de noche
es quien le ronda la calle.
(ESTRIBILLO)
A la lima y al limón,
tú no tienes quien te quiera.
A la lima y al limón
te vas a quedar soltera.
¡Qué penita y que dolor!
¡Qué penita y que dolor!
La vecinita de enfrente
soltera se quedó,
solterita se quedó.
¡A la lima y al limón!
II
La vecinita de enfrente, no, no,
nunca pierde la esperanza.
Y espera de noche y día, sí, sí,
aquel amor que no pasa.
Se han casado sus amigas,
se han casado sus hermanas
y ella compuesta y sin novio
se ha quedado en la ventana.
(AL ESTRIBILLO)
III
La vecinita de enfrente sí, sí,
a los treinta se ha casado,
con un señor de cincuenta, sí, sí,
que dicen que es magistrado.
Lo luce por los paseos,
lo luce por los teatros
y va siempre por la calle
cogidita de su brazo.
Y con ironía
siempre tararea
el viejo estribillo
de la rueda, rueda.
NUEVO ESTRIBILLO
A la lima y al limón,
que ya tengo quien me quiera.
A la lima y al limón,
que no me quedé soltera.
Ya mi pena se acabó.
Ya mi pena se acabó,
que un hombre llamó a mi puerta
y le di mi corazón,
y conmigo se casó.
¡A la lima y al limón!
A TU VERA
(bolero flamenco)
Rafael de León y Juan Solano
A tu vera, a tu vera,
siempre a la verita tuya
hasta que por ti me muera.
Si no te dije te quiero
y no he rondao tus balcones,
a qué me vienes ahora
llorando por los rincones.
Más de cuatro veces
te he dicho, serrana,
que yo solamente podría quererte
igual que a una hermana.
Te debe de dar alegría
saber que te estoy queriendo
como una hermanita mía.
Carita de magdalena,
medallita de marfil
a mí me da mucha pena
de que tú llores por mí,
alégrate, dolorosa,
y alégrate, con razón,
que a mí me gustan tus rosas
pero no las de pasión.
CONSEJOS (canción)
Rafael de León y Muñoz Molleda
I
Consejos en amores
nunca los sigas,
nunca los sigas.
Sobre todo si vienen
de tus amigas,
de tus amigas.
¡Ah, ah, ah, ah!
Si estás casada y celas
a tu marido,
no tomes el consejo
de otra mujer,
porque seguramente
esa que te ha advertido
con lo que a ti te pasa
tiene que ver.
II
III
Cuando un hombre te diga:
"yo soy soltero",
"yo soy soltero",
piensa que está casado
y es forastero,
y es forastero.
¡Ah, ah, ah, ah!
Si dice que es viudo
y habla de hijos
de ninguna manera lo creerás;
has de hacer con los hombres
como en los acertijos:
pensar mal casi siempre y acertarás.
I
Decidle al señor Alcaide,
decidle al Corregidor,
que yo por Luis Candelas
me estoy muriendo de amor...
Decidle que es un canalla,
decidle que es un ladrón,
y que he dejado que robe
con gusto mi corazón.
Que corra de boca en boca
esta copla que yo canto
como si estuviera loca:
(estribillo)
Debajo de la capa de Luis Candelas
mi corazón amante vuela que vuela.
Madrid te está buscando para perderte
y yo te busco sólo para quererte.
Que la calle en que vivo está desierta
y de noche y de día mi puerta abierta.
Que estoy en vela,
que estoy en vela
para ver si me roba,
¡ay!, Luis Candelas...
II
Anoche una diligencia,
ayer el palacio real,
mañana quizá las joyas
de alguna casa ducal...
Y siempre roba que roba,
y yo por él siempre igual,
queriéndolo un día mucho
y al día siguiente más.
Y no importa que la gente
mi canción, que va en el viento,
traiga y lleve maldiciente.
Garlochí,
la vía que me pidieras,
garlochí,
la vía que yo te diera,
garlochí
me robas mi garlochí, mi garlochi.
Garlochí,
por ti pierdo yo el sentío,
garlochí,
te quiero cariño mío,
garlochi,
¡ay! garlo.. mi garlochí.
Ven y espérame,
ven junto a mí
y te daré, mi garlochí:
¡pan tostaito migaito con café!
¡pan tostaito migaito con café!
Tu cariño me encandila
y ya dicen por ahí
que queriendo se me alila
pues te quiero sólo a ti.
Garlochí......
* = corazón, en lenguaje gitano.
ROCÍO
— estribillo —
Rocío, ay mi Rocío,
manojito de claveles,
capullito florecío,
de pensar en tus quereles
voy a perder el sentío
porque te quiero mi vía
como nadie te ha querío.
Rocío, ay mi Rocío.
A pesar de su desprecio
yo no le puedo olvidar;
me acuerdo de aquella copla
que un día le oí cantar:
— estribillo —
Rocío, ay mi Rocío,
manojito de claveles,
capullito florecío,
de pensar en tus quereles
voy a perder el sentío
porque te quiero mi vía
como nadie te ha querío.
Rocío, ay mi Rocío.
LA NIÑA DE LA ESTACIÓN
Letra: Rafael de León
Música: Quiroga (canción cómica)
I
ESTRIBILLO
II
ESTRIBILLO
III
ESTRIBILLO
MADRINA
Q-L & Q (pasodoble)
— estribillo —
Madrina,
por fuera jardín de rosas
por dentro zarzal de espinas.
Madrina,
mi pena es de Dolorosa
mas nadie me lo adivina.
No saben de mi amargura
pues tu locura sólo es el toro
y a solas me bebo el llanto
de tanto y tanto como te adoro.
Madrina,
madrina sin un lucero,
madrina sin un "te quiero",
la gente no se imagina
que el hombre de mi corazón
me llame sólo "madrina".
— estribillo —
Madrina,
por fuera jardín de rosas
por dentro zarzal de espinas.
Madrina,
mi pena es de Dolorosa
mas nadie me lo adivina.
No saben de mi amargura
pues tu locura sólo es el toro
y a solas me bebo el llanto
de tanto y tanto como te adoro.
Madrina,
madrina sin un lucero,
madrina sin un te quiero,
la gente no se imagina
que el hombre de mi corazón
me llame sólo "madrina".
NO ME QUIERAS TANTO
Amor me pedía
como un pordiosero,
y yo le clavaba,
sin ver que sufría,
cuchillos de acero.
— estribillo —
¡No me quieras tanto
ni llores por mí!
No vale la pena
que por mi cariño
te pongas así.
Yo no sé quererte
lo mismo que tú,
ni pasar la vida
pendiente y esclava
de esa esclavitú.
¡No te pongas triste,
sécate ese llanto!
Hay que estar alegre,
mírame y aprende:
¡No me quieras tanto...!
II
Con los años y la vía
ha cambiao mi queré
y ahora busco de sus labios
lo que entonces desprecié.
Cegaíta de cariño
yo le ruego que me ampare,
que me tenga cariá.
Se lo pido de rodillas
por la gloria de su mare
y no me sirve de ná.
— al estribillo —
¡No me quieras tanto
ni llores por mí!
No vale la pena
que por mi cariño
te pongas así.
Yo no sé quererte
lo mismo que tú,
ni pasar la vida
pendiente y esclava
de esa esclavitú.
¡No te pongas triste,
sécate ese llanto!
Hay que estar alegre,
mírame y aprende:
¡No me quieras tanto...!
— estribillo final —
De tó lo der mundo sería capaz,
con tal que el cariño que tú me tuviste
volviera a empezar.
Por lo que más quieras
sécame este llanto
maldigo la hora
en que yo te dije:
"¡No me quieras tanto!"
ROMANCE DE LA "OTRA"
Letra: León, Quintero
Música: Quiroga (Farruca)
I
¿Por qué se viste de negro, —¡ay, de negro!—,
si no se le ha muerto nadie?
¿Porqué está siempre encerrada, —¡ay, por qué!—.
como la que está en la cárcel?
¿Por qué no tiene familia,
ni perrito que le ladre,
ni flores que la diviertan,
ni risas que la acompañen?
Del porqué de este porqué
la gente quiere enterarse.
Cuatro suspiros responden
y no los entiende nadie. (bis)
ESTRIBILLO
II
¿Por qué no fueron tus labios, —¡ay, tus labios! —,
que fueron las malas lenguas,
las que una noche vinieron, —¡ay, por qué!—,
a leerme la sentensia?
El nombre que te ofrecía
ya no es tuyo, compañera;
de azahares y velo blanco
se viste la que lo lleva.
Como fue tu voluntad
mi boca no te dio queja,
cumple con lo que has firmao,
que yo no valgo la pena. (bis)
ESTRIBILLO y fin
TE LO JURO YO (canción)
(estribillo)
Mira que te llevo dentro de mi corazón
por la salusita de la mare mía te lo juro yo.
Mira que p'a mí en el mundo no hay na más que tú
y que mis sacais si digo mentira se queden sin luz.
Por ti yo sería
capaz de matar;
por ti contaría
la arena del mar,
y que si te miento
me castigue Dios,
eso con la mano
sobre el evangelio
te lo juro yo.
Yo no me di cuenta
de que te tenía
hasta el mismo día
en que te perdí
y vi claramente
lo que te quería
cuando ya no había
remedio pa mí.
(estribillo — bis)
Mira que te llevo dentro de mi corazón
por la salusita de la mare mía te lo juro yo.
Mira que p'a mí en el mundo no hay na más que tú
y que mis sacais si digo mentira se queden sin luz.
Por ti yo sería
capaz de matar;
por ti contaría
la arena del mar,
y que si te miento
me castigue Dios,
eso con la mano
sobre el evangelio
te lo juro yo.
(estribillo final)
Mira que p'a mí en el mundo no hay na más que tú
y que mis sacáis si digo mentira se queden sin luz.
TE QUIERO (canción)
Es Carmelilla la cigarrera
una mosita como no hay dos,
es morenita y es trianera
y tié en su cuerpo la gracia e Dios.
Los señoritos van a Triana
a ve cual de ellos la pué lograr,
pero con oro nadie la gana
porque es gitana de caliá;
tan sólo un mosito
que bien la camela
cantando bajito
le dice a Carmela:
(estribillo)
Te quiero,
porque tienes los ojitos
lo mismito que luceros,
te quiero,
que me sabes a canela
y me hueles a romero.
Carmela mía, qué guapa eres,
la más bonita de las mujeres;
tú te ríes de los hombres
y desprecias el dinero
y por eso yo te quiero.
(estribillo)
Te quiero,
porque tienes los sacais
lo mismito que luceros,
te quiero,
que me sabes a canela
y me hueles a romero.
Carmela mía, qué guapa eres,
la más bonita de las mujeres;
tú te ríes de los hombres
y desprecias el dinero
y por eso yo te quiero.
TRECE DE MAYO
(canción)
Letra: Rafael de León
Música: Juan Solano
¡Ay, trece, trece de mayo,
cuando me encontré contigo!
¡Ay, tus ojos de manzana
y tus labios de cuchillo!
Y las nueve, nueve letras
de tu nombre sobre el mío
que borraron diferencias
de linaje y apellido.
(estribillo)
UN CLAVEL
Letra: Rafael de León
Música: Juan Solano
________________________________________________________________________________